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EL SHABAT

“Bendito seas Tú, oh Eterno,


D’os nuestro, Rey del universo,
que has hecho separación
entre lo kódesh/puro y lo jol/profano,
entre la luz y las tinieblas,
entre Israel y los otros pueblos,
entre el Shabat y los seis días de trabajo…
Bendito seas Tú, oh Adonái,
que has hecho separación entre lo puro y lo profano…
En el Nombre de Yeshúah Hamashíaj… ¡Amé”n!
El valor numérico de la palabra [BZ (shabat/reposo) es

setecientos dos (702). Dicho valor se reduce de la siguiente manera:

7+2=9. La consonante que representa al nueve (9) es I [teit]. El valor


simbólico de I [teit] es sello.

La conclusión cabalística es:

“El Shabat es un sello, una marca,


una señal para la persona que lo guarda.”
(ver Ex 31:13)
Al [BZ [shabat] se le denomina:

1. Kedoshah/purísima

2. Berujah/bendita1

Ambos calificativos, sin duda, se relacionan con:

1. El Shabat de la EAJYB (beriah/la creación de D’os)

2. El concepto de descanso (Ex 20:11)

1
La palabra Shabat, en hebreo, es un término del género femenino.
Refiriéndose a la beriah, la Torah declara:

“Terminó Hashem en el séptimo día.”


(Gn 2:2)

¿Cómo pudo acabar en el mismo día, si el Lleno de Gracia no hizo


nada durante el Shabat? ¿No terminó, más bien, en el sexto día?

La respuesta es:

“En el Shabat... ¡D’os creó el descanso!”

Y añade:

“Entre más se parece algo al Eterno,


más cerca está y más comparte de Él.”

Adonái mora en la eternidad, en una dimensión por encima del


cambio y del tiempo (Mlq 3:6).
La serenidad y la tranquilidad son, entonces, una réplica de los
atributos del Purísimo… ¡Bendito sea Él! En el séptimo día, el Eterno
trajo esta dimensión a la Creación.
El Shabat vino a ser:

1. El día de la eternidad que Hashem decidió compartir

2. Una proclama de armonía entre el Lleno de Gracia y Su beriah:

“Más allá de las transformaciones del espacio,


de las personas y del tiempo,
Adonái armonizó al universo consigo.”

Junto con la salida de Egipto, el Shabat anuncia libertad: La


persona, hija de D’os se libera durante el día purísimo:

“Puede vivir en armonía con la beriah y


no necesita seguir luchando contra ella.”
La EMFDCE EFX[ (tikvah hagdolah/la gran esperanza) del

remanente de Israel es la HJZOE [AJB (biat Hamashíaj/la venida del


Mashíaj), el cual inaugurará la era de la armonía universal: Época de paz
entre los seres humanos y entre ellos y el resto de la beriah (Miq 4:4)...
Será el fin de las guerras, de la injusticia y de la explotación. Los

ancestros llamaron a esta era: [BZ FMLZ NFJ (yom shekuló Shabat/el
día en que todo será Shabat)... La llegada del Mashíaj anunciará la
mayor revolución de la Historia: ¡El triunfo final del bien sobre el mal!...

¡El Shabat es un preparativo para esa revolución!

En cada Shabat, la persona, hija de Adonái, vive intensamente un

instante anticipado del ABE NMFSE (haolam

habah/universo/mundo/sistema venidero, Mt 13:40, Jn 8:23, 9:39, 18:36,


Ef 1:21, 2:2, 6:12, II Tm 4:10, I Cor 2:6), de la paz y de la armonía de la
era del Mashíaj.
La persona que guarda el Shabat está aprehendiendo, conociendo,
entendiendo y discerniendo el significado de la armonía y de la
tranquilidad verdaderas. Está aprendiendo cómo aprovecharlas y cómo
elevarse con ellas. Así, cuando se presente la revolución mesiánica,
estará preparada para ser parte de ella:

“El respetar el Shabat te preparará


para el día en que todo será Shabat.”

La observancia del Shabat enseña:

1. A tener conciencia sobre nuestra meta final en la vida

2. A recordar constantemente que existe una realidad superior


planificar el futuro

3. A prepararse para el día en el que todo será Shabat

4. A recordar que la estancia, en este mundo, es sólo una preparación


para algo más elevado
La Torah llama al Shabat “señal eterna”, es decir, señal de la
eternidad: En Shabat se entreabre la puerta, se ve una chispa de lo
eterno, de lo incorruptible, de lo que permanece para siempre y se siente
la briza que desde allá sopla, desde “aquel día”, desde donde los hijos y
las hijas del Lleno de Gracia permanecerán en completa armonía con Él.

“Seis días has de trabajar y has de hacer toda tu labor, pero el


séptimo día es día de reposo, apartado para el Eterno, tu D’os. No
harás, en él, labor alguna.
Por tanto: ¡Adonái ha bendecido el día de Shabat
y lo ha apartado!”
(Ex 20:9-11)
El hecho de ser el único de los diez mandamientos que incluye una
observancia ritual, señala la relevancia que el Eterno le asignó entre
todas las mitzvot/mandamientos que tienen que ver con la relación entre
los hijos y las hijas de Hashem y su Creador. Esta importancia ha de ser
correspondida paralelamente mediante el énfasis que le deben otorgar
los hijos y las hijas de Adonái. La observancia de este precepto alberga
un amor especial, expresado en la emoción y en el anhelo con que las

personas creyentes manifestamos la llegada del Shabat, como la EML


(kalah/novia) que aguarda por su P[H (jatán/novio).
Tratar de explicar el sentimiento que embarga al ser humano que
guarda el Shabat, a alguien que no lo hace, es como intentar describir a
un ciego, una hermosa puesta de sol: Ni el más rico vocabulario sería
capaz de transmitir totalmente el sentimiento de plenitud que, incluso
una persona sencilla, que la contempla, experimenta ante semejante

belleza. La expresión [BZE CQS (oneg hashabat/delicia del Shabat, Is


58:13) se ha convertido en aquella que resume y encierra el propósito
del Shabat para el remanente de Israel.

Se comete un error si se piensa en el Shabat como sólo un día de


descanso. Esto es verdad, en parte: El Shabat fue diseñado por el que

habita en la Alta Mansión para ser un ZFDX NFJ (yom kadosh/día


purísimo), diferente y separado de los demás días: Es la estación
principal de la semana, alrededor de la cual giran los días comunes (Gn
1:1-2:4). En el Shabat nos separamos completamente de las exigencias
del mundo circundante. Es un día al que tratamos de extraerle su
significado y sentido espirituales: No está lleno de ocupaciones vanas,
sino de aquéllas edificantes que reaniman el cuerpo y el alma:
“Dichoso el que así actúa: El que se mantiene firme en sus
convicciones, el que observa el Shabat sin profanarlo, el que se
abstiene de hacer lo malo. El extranjero que, por su propia
voluntad, se ha unido al Eterno, no debe decir: El Eterno me
excluirá de Su Pueblo. Tampoco ha de decir el eunuco: No soy más
que un árbol seco. Porque así dice Adonái: A los eunucos que
observen Mis Shabatot, que elijan lo que Me agrada y sean fieles a
Mi pacto, les concederé ver gravado su nombre dentro de Mi
templo y de Mi ciudad... ¡Eso les será mejor que tener hijos e hijas!
También les daré un nombre eterno que jamás será borrado. A los
extranjeros que se han unido a Hashem para servirle, para amar el
nombre del Lleno de Gracia y postrarse de bruces delante de Él, a
todos los que guardan el Shabat sin profanarlo y se mantienen
firmes en Mi pacto, los llevaré a mi monte purísimo... ¡Los llenaré
de alegría en Mi casa de oración! Aceptaré los holocaustos y los
sacrificios que ofrezcan sobre Mi altar, porque Mi casa será
llamada beit tefilah/la casa de oración para todos las etnias.” (Is
56:2-7)
“Si dejas de profanar el Shabat y no haces negocios en Mi día
purísimo y llamas al Shabat... ¡Delicia!... Al día purísimo del
Eterno... ¡Honorable!... Si te guardas de profanarlo y lo honras, no
haciendo negocios, ni profiriendo palabras inútiles... Entonces:
Hallarás tu gozo en Adonái, sobre las cumbres del planeta Tierra
te hará cabalgar. Haré que te deleites en la herencia de tu padre,
Yaakov… ¡El Eterno mismo lo ha dicho!”
(Is 58:13-14)
La observancia del Shabat es el prototipo de todas las
celebraciones de Hashem. Por lo anterior, se deduce que el Shabat, por sí
mismo, es una conmemoración, una festividad… Celebra:

1. La creación del universo (Ex 20:11, 31:17)

2. La salida de Egipto (Dt 5:15)

Al desistir de trabajar en Shabat, se reconoce la existencia del


Creador, se emula su ejemplo, se testifica que el mundo no pertenece a
la Humanidad, que D’os es el Regente y Creador del universo y se hace
una demostración de homenaje al Eterno, devolviendo, en un maaseh
nevií/acto profético, todas las cosas a Su dominio.
Traer a la memoria la esclavitud es una de las mejores maneras de
apreciar la libertad. El Shabat pone énfasis en el servicio al Eterno, en la
liberación de la servidumbre a amos humanos y en la libertad integral de
todo el ser. Así, el Shabat es una verdadera proclama de parte de
Hashem, reiterada semanalmente, en contra de la esclavitud y de la

opresión: Al levantar la copa de ZFDX (kidush/purificación), al

anochecer del sexto día, se vincula la creación del mundo con la libertad
de los hijos y de las hijas del Lleno de Gracia y se declara a la esclavitud
y a la opresión... ¡Crímenes perpetrados en contra de los fundamentos
mismos del universo!
Abstenerse de trabajar durante el Shabat hace de él, para la persona
que lo guarda:

1. [FA (ot/símbolo): Expresa la verdad de que el D’os Único


es el Creador y el Regente de todo y que el ser humano,
junto con el resto de la Beriah/Creación, fue llamado al
servicio de Él

2. DSFO (moed/señal en el tiempo, estación): Un día

singular en relación con los otros, un requerimiento para el


ennoblecimiento de la vida

3. ZDX (kódesh/pureza): Mediante el Shabat, la persona, hija


del Purísimo… ¡Bendito sea Él!... Puede elevarse y
dirigirse, una vez más, hacia su Creador

4. [JYB (berit/pacto, alianza): Para que el ser humano, hijo


de Adonái pueda vivir de conformidad con la Torah,
también debe considerar al mundo y a sí mismo como
propiedad de Hashem y su propio dominio sobre la
Creación, como otorgado por Él
5. ELYB (brajah/bendición): Al refrescar el pacto con el

Lleno de Gracia, cada Shabat, y al apartarse para Su


servicio, se recibe, de Su parte, más esclarecimiento del
espíritu, mayor entusiasmo y más fuerzas para el
cumplimiento de esa gran tarea. Así, la persona, hija del
Eterno se da cuenta de que Hashem, realmente, la ha
convocado a un elevado estado de vida que se experimenta,
especialmente, en Shabat
Los elementos litúrgicos que se utilizan en las ceremonias de

[BZE [MBX (kabalat hashabat/recibimiento del Shabat) y de

EMDBE (havdalah/separación del Shabat) tienen mucho que aportar en


relación con las verdades concernientes al Shabat:

1. [FYQE [XMDE (hadlakat hanerot/encendido de las

velas): Habla del aceite de las olivas, de las fiestas del

tronco del NJJH VS (etz jayim/árbol de la vida: Janukah y


de Purim), del recibimiento que la kalah, en medio de la
luz, hace de su Mashíaj y de uno de los pilares triarmónicos

del maljut hashamaim/reino del Eterno): NFMZ


(shalom/paz, Mt 6:13, Rm 14:17)

2. ZFDX (kidush/purificación): El vino de la copa de kabalat


hashabat proclama la primera de las festividades
triarmónicas de la copa del árbol de la vida (Rosh
Hashanah/año nuevo), la cual representa al perdón
redentivo que nos otorgó Hashem mediante la expiación de
Yeshúah, en el madero, y, también, a uno de los pilares

triarmónicos del maljut hashamaim: EQY (rinah/gozo)


3. NJJDJ [MJIQ (netilat yadaim/lavamiento de las manos):
Dicho acto, en aguas, simboliza la segunda de las fiestas
triarmónicas de la copa del árbol de la vida, esto es, la
conmemoración de Yom Kipur/día de la expiación), la cual
declara el perdón restaurador que nos concede el que habita
en la Alta Mansión, cada vez que, en nuestra condición de
hijas y de hijos Suyos, caemos, y que, además, nos imparte
para que, día tras día, lo practiquemos entre nosotros2

4. AJWFOE (hamotzih/el que hace brotar): El pan

representa las dos fiestas de la raíz del árbol de la vida


(Pésaj y Shavuot) y uno de los pilares triarmónicos del

maljut hashamaim: XDW (tzédek/justicia)

2
En el sentido: 1. De perdonarse a sí mismo, 2. De perdonar a los semejantes, 3. De ser perdonado por ellos y 4. De
saberse perdonado (por el Lleno de Gracia, pero, especialmente, por sí mismo y, quiera D’os, por los otros seres
humanos).
5. La EQFZAYE EDFSRE (haseudah harishonah/primera
comida ceremonial) proclama: El reino del Lleno de
Gracias: “Oseh shalom bimromav…”/El que ya consolidó
la paz, en Su Alta Mansión… (Mt 6:13, Rm 14:17) ¡En
Adonái hay gozo! “Entonces te regocijarás en el
Eterno.” La primera seudah es un símbolo del gozo

6. La [JQZE EDFSRE (haseudah hashenit/segunda

comida ceremonial) proclama: El poder de Hashem: “Huh


yaaseh shalom aleinu…”/siga perfeccionándola en cada
una y en cada uno de nosotros... ¡En el Eterno hay
provisión! “Durante seis días recogerán el man3, pero
en el séptimo día, que es Shabat, no lo harán, pues en
el sexto hallarán doble provisión para guardar” La
segunda seudah es un símbolo de la paz

3
Conocido en Occidente como Maná.
7. La [JZJMZE EDFSRE (haseudah hashlishit/tercera

comida ceremonial) proclama: El peso de la esencia


purísima de Adonái: “Veal kol Israel… Veimrú, imrú…
¡Amé”n!”/sobre todo Israel y digan, en el Nombre de
Yeshúah Hamashíaj: ¡Amé”n! ¡El Eterno es el que dice y
obra, el que promete y cumple! “Te daré de comer de la
heredad de Yaakov, tu ancestro.” La tercera seudah es
un símbolo de la justicia.
Los pilares triarmónicos del maljut hashamaim simbolizan
tres elementos constitutivos de la esencia del Eterno (Sal 11:7, Is
9:6, Neh 8:10):

a. La justicia: En relación con la certeza de la


justificación y de la salvación eternas, en
Yeshúah Hamashíaj

b. La paz: En torno al fruto de la convicción de


que la unción del Rúaj Hakódesh: 1.
Profunda, 2. Renovada y 3. Permanente, y al
testimonio de que la obra, iniciada por
Hashem, será perfeccionada en cada uno de
Sus hijos y en cada una de Sus hijas. Gracias
a esa certeza, la persona es impartida con
consuelo y paz, de parte de Adonái

c. El gozo: Relativo al deleite en Adonái, al


producto que se espera de aquella persona
que vive en justicia y en paz, en el Eterno
8. La PFGOE [LYB (birkat hamazón/bendición por el

sustento del Lleno de Gracia): Anuncia, proféticamente, la


restauración completa, perfecta, de los hijos y de las hijas
del Eterno:

a. Alimento para el cuerpo: ¡Comerás!

b. Salud integral para el alma: ¡Te saciarás!

c. Plenitud espiritual: ¡Bendecirás a Adonái,


tu D’os! (Dt 8:10)
9. [FYFAOE ZA (esh hameorot/el fuego de las lumbreras):
El encendido de un pabilo, al finalizar el Shabat, declara
que la luz de la flama del aquél, al final, ha de ser mayor
que la de las llamas de las velas del principio (Pr 4:18). El
pabilo es una trenza de mechas, o cáñamos, con parafina:
Ofrece una única y gran llama, denominada flama. La
trenza encendida enseña que la intercesión de los hijos y de
las hijas de Hashem ha de ser, siempre, viva y potente, y
estar a favor del ardiente anhelo por el pronto regreso de
Yeshúah (Ap 22:17). La gran flama anuncia,
proféticamente, que la finalización del Shabat es el anticipo
de uno... Aún más luminoso... ¿Hasta cuándo?... ¡Hasta que
venga el Mashíaj!... Entonces... ¡Siempre será Shabat!
10. NJORB (besamim/especias aromáticas): Su gratísimo

perfume declara que Yeshúah es nuestro Shabat: Él


ascendió a nuestro Padre que está en los cielos y nos envió
al Rúaj Hakódesh (Hch 1:4-5) para restaurarnos,
edificarnos, consolarnos, darnos testimonio de Quien lo
envió en misión y para acompañarnos con Su bendita
presencia, con Su fragancia, Su delicioso aroma
impregnado del Amado… Del Novio... ¡De Yeshúah!...
Hasta que Él regrese... “El Rúaj y la kalah dicen: ¡Ven!
Ciertamente vengo en breve… ¡Amé”n! Sí, ven,
Yeshúah, Adonái.” (Ap 22: 17, 20)
11. ZFDX (kidush/acción de gracias): El vino de la copa de
havdalah también proclama gozo. Representa, además, la

EME[ (tehilah/alabanza), la AFMO (meloh/plenitud) y el


DFBL (kavod/peso de la esencia purísima del Eterno)
proclamadas en la tercera de las festividades triarmónicas
de la copa del árbol de la vida (Sukot/enramadas)... El
gozo, como testimonio de una vida justificada y pacífica en
Yeshúah, ha de ser como el vino de la copa... ¡Siempre
abundante y siempre desbordante! (Lv 23:34-43, Mt 5:9-
10)
A la luz del dicho del Eterno (Gn 2:2-3, Ex 20:8-11), debe
entenderse que la coronación de la Beriah no fue el haber hecho D’os al
adam/Género Humano, en el sexto día, sino el haber creado el Shabat, en
el séptimo: Símbolo e imagen de la totalidad de Su plan perfecto de
redención en Yeshúah Hamashíaj. El Shabat es, en su esencia espiritual,
una verdadera y evidentísima proclama de la patente realidad del reino

del que Habita en la Alta Mansión: Yeshúah no se proclamó PFBY


(ribón/regente) de una utopía, ni de algo obsoleto, sino de una verdad
tangible, por lo cual afirmó, con todo poder y con toda autoridad, que el
Shabat había sido creado por Hashem, para toda la Humanidad y no sólo
para los judíos (Mr 2:27-28).

El Shabat fue creado por el Eterno para el reposo del ser humano
(Mr 2:27). Yeshúah, el judío intachable, lo guardaba, acudía al
sharet/servicio de la sinagoga y participaba en él (Lc 4:16). Enseñó que:
No puede ser culpado de profanar el Shabat, aquél que trabaja movido
por la misericordia, por el servicio al Lleno de Gracia y por la
implementación a favor de Su reino y de Su voluntad (Mt 12:1-4, Mr
3:1-6, Lc 6:1-5, 6-11, 13:10-17, 14:1-6, Jn 5:5-18, 7:16-23), y Él, el que
dijo estas cosas, es el Regente del Shabat (Mr 2:28, Lc 6:5).
A parte de guardarlo, el Mashíaj Yeshúah honró el Shabat de una
manera única y sin parangón:

“Pasados los dos reposos4, al amanecer del día primero de la


semana, vinieron Miriam de Magdalah y la otra Miriam, a ver el
sepulcro... (Mt 28:1) Habiendo ya resucitado Yeshúah, por la
mañana del día primero de la semana apareció primeramente a
Miriam de Magdalah...” (Mr 16:9)

4
Día tercero (Occ.: Martes): Yeshúah celebró el séder de Pésaj con Sus talmidim. Día cuarto (Occ.: Miércoles), a
las 15:00 hrs.: Yeshúah murió en el madero. Día quinto (Occ.: Jueves): Primer reposo/Yom Tov de Pésaj. Día sexto
(Occ.: Viernes): Preparación del Shabat. Día séptimo (Occ.: Sábado): Shabat (segundo reposo). Día primero (Occ.:
Domingo): Hallazgo de la tumba vacía.
Yeshúah celebró el primer séder de Pésaj5 al anochecer del tercer
día de la semana, murió en el madero a las 15:00hrs.6 del cuarto día, es
decir, entre el primero y el segundo séder de Pésaj, justo en el instante
en que, en el beit hamikdash/templo, los kohanim/sacerdotes ofrecían la
jaguigah/sacrificio de la festividad. El quinto día y el Shabat fueron los
dos reposos7 citados en Mt 28:1. Tal y como lo había profetizado,
mediante la analogía de Yonah en el interior del gran pez (Jon 1:17),
resucitó setenta y dos (72) horas (tres días y tres noches) después de Su
muerte, o sea, hacia la culminación del Shabat, es decir, de la
havdalah/separación del segundo reposo (Mt 28:1,6): El primer día de la
semana, en la madrugada, obviamente, el Mashíaj ya había resucitado.

“Los primeros talmidim/discípulos de Yeshúah,


como parte del remanente de Israel y, además,
creyentes en Él, siempre guardaron el Shabat.”

5
Algunos historiadores reconocen que, en tiempos de Yeshúah, Adonái y Mashíaj, aún no se había establecido
plenamente la costumbre de celebrar dos ceremonias de Pésaj, en la Diáspora, pero sólo una en Éretz Israel.
6
Según el sistema convencional de 24:00 horas.
7
Se puede observar, en un texto en dialecto koiné, que el término que aparece, equivale al plural de la palabra
hebrea Shabat.
Tómese en cuenta que, desde el punto de vista litúrgico, quien
realiza la ceremonia de apertura del Shabat, es decir, de kabalat
hashabat, debe ejecutar la de clausura, en otras palabras, si se evidencian
elementos de la ceremonia de havdalah, ha de deducirse,
necesariamente, que el día bendito y puro fue formalmente recibido y
guardado (Ex 20:8, Dt 5:12, Hch 20:7-8).

Pero, atendamos, un instante, a lo que dice el pasaje del rollo


llamado “los hechos de los shelijim”:

“En la culminación del Shabat8, congregados los talmidim,


para partir el pan9... Había muchos pabilos10 encendidos en el
aposento alto donde estaban congregados.”

¿A caso no estaban realizando la liturgia de havdalah/separación


del séptimo día?

8
Se puede notar que, en las traducciones occidentales, se ha sustituido el término koiné, equivalente al vocablo
hebreo Shabat.
9
El partimiento y la repartición del pan representa, aquí, la tercera seudah del Shabat (poco antes del inicio de la
ceremonia de havdalah/separación).
10
El pabilo, las especias aromáticas y el fruto de la vid (en ese orden) conforman el triarmónico litúrgico de la
ceremonia de havdalah.
¿Puede alguien, en medio de todas sus apremiantes obligaciones y
compromisos, preocupaciones e inquietudes, declarar su libertad y, por
veinticuatro horas, separarse del mundo y de todas sus acongojantes
demandas, para dedicarse solamente a sus ocupaciones espirituales?

“La persona que guarda el Shabat:


¡Lo quiere, lo puede y lo hace!”

Durante un día no tiene capataces. Es libre. Nada interfiere con su


descanso ni con su tranquilidad mental y de espíritu. No es cuestión sólo
de no trabajar físicamente, se trata, además, de no hacerlo,
emocionalmente: Antes de iniciar el Shabat... Es capaz de proclamar:
“Realmente terminé y, aunque no haya acabado, es como si lo hubiera
hecho, por lo tanto puedo descansar, me detengo porque no existe una
cosa tal como el... ¡Debo hacer!”
“De cierta manera, el Shabat es como el amor.
Usted puede hablar de él por el resto de su vida,
pero si nunca lo ha experimentado, nunca lo entenderá.
Una vez que usted ha estado enamorado,
ningún argumento adicional es necesario.
El Shabat es un lazo de amor entre nosotros y D’os.”
(Aryeh Kaplan)

Dr./Rb. Conrado Umaña Rojas


conrado.yoetz@gmail.com

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