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UMSNH

Breve desarrollo de la
historia Lingüística
Trabajo final de Escuelas lingüísticas
contemporáneas.
Luis Guillermo Oseguera Pedraza
Índice

1.-Introducción

2.- Antes del fonema

3.-Modelos formales
3.1.-Estructuralismo
3.2.-Gramatica generativa transformacional

4.-Modelos funcionales
4.1.-Funcionalismo

5.- Conclusiones
1.-Introducción

El presente trabajo es un recorrido por algunas de las etapas más representativas de la


historia de la ciencia llamada lingüística. Partimos de un cuestionamiento principal
propuesto por el Dr. Bernardo Pérez en el curso de Escuelas lingüísticas contemporáneas:
¿Cuál ha sido el objeto de estudio y la metodología de la lingüística a través de sus distintas
etapas? Si bien el presente trabajo se centrará en el objeto de estudio, no dejaremos de lado
la oportunidad de mencionar cuál era la metodología que se utilizaba en tal o cual etapa.

Nuestro recorrido comienza con una mirada a los estudios que fueron el preámbulo de lo
que se transformaría en la lingüística. Es decir, comenzaremos revisando como se veía y
analizaba la legua antes de que se consolidaran las bases de esta ciencia. Después,
revisaremos una serie de modelos que estudiaban la lengua de manera “formal”,
explicaremos esto más adelante. Y para finalizar, revisaremos lo que para nosotros es un
gran cambio de objeto de estudio en la lingüística, veremos cómo se optó por modelos
funcionales en vez de modelos formales para el estudio de la lengua. Además revisaremos
cuáles son las diferencias cruciales de este cambio de enfoque y algunas de sus
consecuencias.
2.- Antes del fonema

Esta sección está dedicada a los estudios anteriores a la consolidación de la lingüística


como ciencia independiente. Para lograr esto necesitamos un antes y un después, es decir,
un punto de referencia. En este sentido, López García, en su artículo Teoría gramatical
(2000), hace una distinción en cuanto a los estudios sobre la lengua española. Él distingue
un antes de Saussure y un después de Saussure. Está distinción apunta hacia diferenciar de
los estudios pre-estructuralistas y, después, los estructuralistas y lo que podemos llamar lo
post-estructural, pero no habría porque adelantarnos. Así que antes de la influencia de
Saussure en los estudios de las lenguas, tenemos gramáticas normativas. En España
surgieron numerosas gramáticas que pretendían imponer un modo de usar la lengua que
ellos creían era el correcto. En este sentido podemos citar la famosa gramática de Nebrija
de 1492.

A partir de las gramáticas, que eran descripciones de un modelo de lengua, se comenzaron


a comparar gramáticas de distintas lenguas, en este sentido Marcos Marín le pone una fecha
al inicio del comparatismo lingüístico: “es el año 1786, cuando sir William Jones (1746-
1794) leyó su discurso presidencial ante la Asiatic Society en Calcuta y afirmó la afinidad
entre el sánscrito, el griego y el latín…” (Marcos Marín, Francisco. 1994:89). En ese
mismo capítulo1 Marcos Marín refiere los otros estudios que se hacían sobre la lengua y
lenguas del mundo antes de que la lingüística se consolidara como ciencia. Podemos
concluir que lo que se buscaba era regularidad en las lenguas, por ende había muchos
estudios sobre el cambio fonético pues se creía un proceso bastante regular y comprobable.
A la par se buscaban parentescos en las lenguas, ya sea que las lengua tuvieran un origen
común o se parecieran de algún modo “se trata simplemente de ordenar las lenguas
existentes, no por sus relaciones de parentesco o derivación de una antepasada común, sino
por sus características gramaticales” (Marcos Marín, Francisco. 1994:103).

Cuando ya se comenzaba a encontrar regularidad en las lenguas, ya estaba todo listo para
que Saussure en sus cursos apuntara no a una estructura, sino a un sistema. A un modelo de
cómo funcionaban las lenguas de manera regular.

1
Nos referimos a “Sincronía y diacronía: La comparación de lenguas y la tipología” en Introducción a la
lingüística: historia y modelos (1994).
3.- Modelos formales

Por modelos formales podemos entender aquellas concepciones de la ciencia que tienen una
base lógica o, más adelante, matemática. Buscan explicar el conocimiento científico
mediante un lenguaje lógico (Delriux, Claudio. 2002) y esto es, por ejemplo, más o menos
lo que pasa con la Gramática generativa transformacional (GGT en adelante). Pero por otro
lado, y de manera más sencilla, podemos entender, y así lo haremos en este trabajo, como
modelos formales de la lengua aquellos que se limitan a estudiar las unidades lingüísticas y
las relaciones entre ellas sin atender al uso real de la lengua. Estos modelos, como
veremos, tienen como objeto de estudio el sistema de la lengua, la estructura, y las
regularidades de la misma.

3.1.- El estructuralismo

Escribe Martín Arista sobre el estructuralismo que

este llevo a cabo una ingente labor de acotación, clasificación y definición de los
elementos que intervienen en la expresión lingüística. Así, su indiscutible
aportación a la ciencia fue el establecimiento de las bases metodológicas necesarias
para el posterior desarrollo de la disciplina (Arista, Martín. 1999:15).

Podemos decir que el estructuralismo es el principio de la ciencia lingüística, es la piedra


fundacional y como tal se encargó de buscar las unidades de la misma. Como
mencionábamos antes, su objeto de estudio es la estructura de la lengua, el sistema desde
sus unidades mínimas hasta elementos con significado como los morfemas y las unidades
léxicas. Pero ahí se queda este modelo, llega hasta el análisis de léxico y después, para el
análisis de la sintaxis llegarían los aportes de Chomsky que justamente es una búsqueda de
regularidad en la sintaxis, principalmente, del inglés.

3.2.- Gramática generativa transformacional

Para hablar sobre los aportes de la GGT, nos basaremos en la introducción de la versión en
español de Aspectos de la teoría de la sintaxis, escrita por Carlos Peregrín Otero titulada
“Introducción a Chomsky” (1968). Según nuestro autor, Chomsky replantea nociones tan
básicas como las de “gramática”, “regla”, “nivel”, “transformación”, etc. La GGT recupera
el trabajo y los avances rechazados por los estructuralistas, es decir, los múltiples trabajos
hechos por los grandes gramáticos. En tradición hispana podemos pensar en Nebrija,
Andrés Bello, Quilis, Alarcos García, etc. Chomsky retoma el concepto de gramática, pero
no en el sentido prescriptivista ni mucho menos, sino que ve la gramática como el sistema,
como las reglas combinatorias. Él va a trabajar sobre esto y va a establecer dos niveles:

-El nivel superficial (las gramáticas de las lenguas como las conocemos).
-Un nivel profundo (que apunta a la idea del universalismo).

Sigue Otero y explica que Chomsky se da cuenta de que hay constantes en la comunicación
humana y bajo este supuesto elabora toda su teoría del nivel profundo y de la gramática
universal. No apunta a un sistema común en el sentido sintáctico, sino un sistema cognitivo
común, un innatismo humano para desarrollar la facultad del lenguaje. Estas ideas lo
colocan en una gran tradición de pensadores que buscaban lo universal en los seres
humanos, Otero menciona, siguiendo esta línea, a Humboldt, Rousseau, Schlegel, Herder,
entre otros.

De la Introducción a Chomsky, que es más bien un suma de aportes y reivindicación de


Chomsky, podemos ver la gran importancia que tuvo la GGT e incluso pensar que toda la
sintaxis funcional, en parte, surge como una mejora y una crítica de la sintaxis generativa
de Chomsky. Hay casos, incluso, en que trabajos que se autonombraban “funcionalistas”
eran, en su base, trabajos generativistas.

Para concluir esta sección, solo nos queda recordar que si bien Chomsky fue original e
innovador, según Otero, sigue sin analizar la lengua desde su funcionamiento real, su
metodología fue deductiva y su objeto de estudio era casi el mismo que el de los
estructuralistas, pero con varias puntualizaciones: se volvió un objeto de estudio orientado a
las competencias, entendidas como habilidades, pero aun visto desde lo sistémico y
cognitivo. Pasemos entonces a ver el gran cambio de perspectiva que tuvo la lingüística
después de la GGT.
4.- Modelos funcionales

Javier Martín Arista establece tres puntos para considerar un modelo como una modelo
funcionalista:

• El modelo atiende al fin primordial del lenguaje, la interacción por medio de la


comunicación.
• Las teorías funcionales prestan especial atención a las funciones sintácticas,
semánticas y pragmáticas y, sobre todo, a las relaciones entre ellas.
• Las teorías funcionales separan los conceptos de gramática y léxico.

(Arista, Martín. 1999:14, 15).

Estos criterios nos recuerdan a la gráfica que establecía Coseriu en Competencia


lingüística (1992) donde, a partir del modelo dominante que era el generativismo de
Chomsky, él plantea un cambio de enfoque y aumenta el espectro del estudio de la
lingüística en general al dejar de considerar como objeto central de estudio el conocimiento
de la lengua y pasar a considerar la comunicación humana y la interacción como nuevo
objeto. Para ilustrar este cambio sustancial de enfoque en la historia de la lingüística
reproduciremos la ya mencionada gráfica de Coseriu.

(Coseriu, Eugenio. 1992:92).


4.1.- Funcionalismo

Siguiendo nuevamente a Martín Arista y ya habiendo explicado los criterios para considerar
un modelo como funcionalista, pasemos a nombrar algunas de las escuelas que se
consideran funcionalistas. Si bien, en el caso de la GGT teníamos que múltiples escuelas
cultivaban el generativismo aplicándolo a distintos fenómenos, en el funcionalismo
tenemos más pluralidad.

Arista (1999) hace un recorrido bastante integrador de la tradición funcionalista el cual se


divide en dos apartados: funcionalismo norteamericano y el funcionalismo europeo. Del
lado de Norteamérica cita a Greenberg quien inicio los estudios de tipología, a Givón quien
“presento pruebas empíricas que demuestren la motivación funcional de las estructuras
gramaticales” (Arista, Martín. 1999:20). Y a Foley y Van Valin con su gramática del papel
y la referencia. Por otro lado, en el funcionalismo europeo menciona a Halliday y a Simon
C. Dik con su Gramática funcional.

Así pues, da en grandes rasgos lo que cada teoría abarca y reafirma como estas teorías se
incrustan en el modelo funcional pues atienden a que el lenguaje es una herramienta de la
comunicación y a partir de eso buscan funciones no solo relacionadas a la lengua sino a la
comunicación.
5.- Conclusiones

En el apartado anterior veíamos como gracias a la ampliación del campo de acción de la


lingüística nos podemos dar cuenta de un cambio tanto de objeto de estudio como de
metodología. En el caso de Chomsky podemos ubicar su objeto de estudio en la columna
de los saberes, volviendo al cuadro de Coseriu. Por otro lado, las teorías funcionales del
lenguaje tienen su objeto de estudio en la columna de la actividad y, específicamente, en la
parte del discurso. Martín Arista hace hincapié en estos cambios del paradigma lingüístico
en su artículo sobre la gramática de Dik en el cual, primero que nada, presenta el cómo y el
de dónde surgen los modelos funcionalistas y cómo contrastan con el modelo imperante
anterior. Este giro es de nuestro particular interés pues denota y prueba justamente cómo
algunas de las afirmaciones que presentábamos en el apartado del estructuralismo se
comprueban. Cuando Arista hablaba de que el estructuralismo puso las bases para el
posterior desarrollo de la disciplina abogaba por algo con lo que nosotros coincidimos: el
estudio del lenguaje y de las lenguas en particular debería partir de la lengua en uso y de la
comunicación en acción.

Al revisar los estadios de la disciplina lingüística en las distintas etapas que ha atravesado,
podemos crearnos un gran criterio de a qué se dedica esta disciplina y hacia dónde va
encaminada, además de poder escoger una postura a la cual apoyar en pro de realizar
estudios que aporten al conocimiento de la comunicación humana.
Bibliografía

López García, Ángel (2000): “Teoría gramatical”. En Alvar, Manuel (director):


Introducción a la lingüística española. Barcelona: Ariel.

Marcos Marín, Francisco (1994): Introducción a la lingüística: Historia y modelos.


Madrid: Síntesis.

Delriux, Claudio (2002): Modelos formales de razonamiento científico. En IV Workshop


de Investigadores en Ciencias de la Computación. Pp. 29-33.

Arista, Martín (1999): “La gramática de Dik y las teorías funcionales del lenguaje”. En
Butler et al. Nuevas perspectivas en gramática funcional. Barcelona: Ariel.

Otero, Peregrín (1966): “Introducción a Chomsky”. En Chomsky, Noam: Aspectos de la


teoría de la sintaxis. México: Siglo XXI.

Coseriu, Eugenio (1992): Competencia lingüística. Madrid: Gredos.

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