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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

NÚCLEO BOLÍVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
“Dr. Francisco Virgilio Battistini Casalta”
DEPARTAMENTO DE PARASITOLOGÍA Y MICROBIOLOGÍA

PREVALENCIA DE ENTEROBIOSIS Y OTRAS


ENTEROPARASITOSIS EN NIÑOS DE UN CENTRO DE
EDUCACIÓN INICIAL DE CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR,
VENEZUELA

Tutor: Trabajo de Grado presentado por:


Dr. Rodolfo Devera Br. Crisliandri Lleraldi Tapia García
C.I. No. 20.774.819
Br. Nathaly del Valle Gutiérrez Gámez
C.I. No. 18.787.587
Como requisito parcial para optar al
título de Licenciado en Bioanálisis.

Ciudad Bolívar, julio de 2017


ii
iii

ÍNDICE
Pag.
DEDICATORIA …………………………………………………………………………… iii
AGRADECIMIENTOS ………………………..……………………………………...…… v
RESUMEN ……………………………….……………………………….……………….. vi
INTRODUCCIÓN.................................................................................................................. 1
JUSTIFICACIÓN................................................................................................................... 13
OBJETIVO GENERAL.......................................................................................................... 14
OBJETIVOS ESPECÍFICOS................................................................................................. 14
METODOLOGIA .……………............................................................................................. 15
RESULTADOS ……………………….……………..……….……………..……………... 18
DISCUSIÓN …………………………………………….……..……………….…………. 25
CONCLUSIONES ……………………………………………………………..…..…….... 28
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.................................................................................... 29
APÉNDICES
iv

DEDICATORIA

Es inmensa la felicidad por tan maravillosa bendición y son muchas las personas que
me han acompañado, guiado, apoyado aconsejado y en ocasiones levantado que cada
tropiezo, obstáculo e incluso sacrificio ha valido la pena es por ello que estoy infinitamente
agradecida con Dios porque su tiempo es perfecto y el momento de ver materializado uno
de mis sueños es este, por esa razón este logro por el que hemos luchado unidos día tras día
se los dedico con todo mi amor.
Primeramente a Dios padre por excelencia tu que me brindaste la oportunidad de
venir a este mundo, me permitiste incursionar en esta carrera y que día a día me has
llenado de fortaleza para continuar.
A mis adorados padres María Cristina García y José Luis Tapia ustedes me dieron la
vida y desde ese momento han sido mi pilar fundamental, esa mano amiga cuando decaigo,
esa sonrisa cuando todo es tristeza, esa palabra de aliento cuando todo se torna gris ustedes
colocaron sobre mis hombros como hermana mayor la responsabilidad de ser modelo para
mis hermanos y le agradezco a dios haberme brindado la dicha de que hoy estén a mi lado
celebrando una de mis metas los amo infinitamente.
Querida abuela María Tapia sé que desde el cielo tomas mi mano para guiarme cada
instante y al lado de tus ángeles celebras mis éxitos.
Adorada abuelita Petra Pérez por ser mi primera mamá por tener las palabras y
consejos indicados cuando más los necesito, por tu incondicional apoyo, por enseñarme que
la tormenta es momentánea y luego brillara el sol.
A mis hermosos hermanitos María José y Ángel Tapia sin darse cuenta ustedes han
formado parte indispensable de mi vida han sido pacientes y comprensivos siendo lo más
valioso para mí su apoyo en el transcurrir de mis estudios, espero poder ser motivo de
orgullo y ser ese espejo en el cual se quieran reflejar los quiero.
Cinthya Tapia mujer luchadora, inteligente y abnegada por su familia y profesión por
ganarte mi admiración hermana.
A mis mayores admiradores, los que llenan de alegría mi vida cada día mis hijos
Asahel y Airam Romero mis príncipes ustedes llegaron a mi vida durante este proceso y
desde entonces se han convertido en mi mayor motivación para seguir luchando al igual
v

que mis guías de estudio se han vuelto más animadas y coloridas y gracias a travesuras o
pataletas cada parcial o practica tiene una anécdota distinta, gracias a ustedes comprendí
que no es un sacrificio si no un esfuerzo mayor para poder brindarles el futuro que se
merecen son mi principal fuente de energía los amo con todo mi ser.
A mi querido esposo Luis Romero llegaste a mi vida para complementarme como
persona y mujer te has convertido más que en mi pareja en mi amigo incondicional has sido
comprensivo paciente y me has brindado un apoyo invaluable, en momentos de adversidad
encuentras la manera de hacerme sonreír siempre tienes la palabra exacta y la solución a las
dificultades, esta es una de muchos éxitos que compartiremos juntos primeramente Dios te
amo.
A ustedes adoradas tías Gladys, Carmen, Evely, Yuleisis y kristy por hacerme saber y
sentir cuando tiene la oportunidad lo orgullosas que están de mí que por sus consejos me ha
guiado y ayudado a llegar a este punto de mi carrera, a mi tío Joseito que de seguro desde el
cielo celebraras y me enviaras tus bendiciones este logro también es de ustedes.
A mis segundos padres Ismelda Rodríguez y Antonio Romero por abrirme las puertas
de su hogar y acogerme en él, por brindarme su comprensión y apoyo durante este proceso.
Profa. Lcda. María Eugenia Tepedino admirable profesional por marcar pauta en mi
vida gracias a su incomparable humildad, anegación por sus estudiantes y por ser una
persona con una gran calidad humana es usted un ser integral.
Prof. Lcdo. German Guzmán excelente profesor que ha dejado una huella en mi como
persona y futura profesional gracias a sus conocimientos proporcionados, sus consejos y
por su valioso apoyo.
A mis amigos Naylix Bello, Elizabeth González, Duberlys Inatti, Karla Salazar,
Milennys Rodriguez, Mariannys Gil, Kelvin Acosta, José Miguel Sahai por brindarme en
un momento especifico de mi vida sus consejos, conocimientos y apoyo ustedes han dejado
un recuerdo muy especial en mi corazón los quiero.
A mis demás amigos, familiares y profesores que de una forma u otra han estado a mi
lado apoyándome en todo momento y me han acompañado durante mi formación como
persona y futura profesional este triunfo no es solo mío es de todos ustedes.
Crisliandri Tapia
vi

DEDICATORIA

Esta tesis se la dedico a mi Dios quién supo guiarme por el buen camino, darme
fuerzas para seguir adelante y no desmayar en los problemas que se presentaban, y así
poder culminar mi carrera

A mis padres quienes por ellos soy lo que soy. Me han dado todo lo que soy como
persona, mis valores, mis principios, mi carácter, mi empeño, mi perseverancia, mi coraje
para conseguir mis objetivos. Porque creyeron en mí, dándome ejemplos dignos de
superación y entrega, por ayudarme en los recursos necesarios para estudiar, porque gracias
a ustedes hoy puedo ver alcanzar mi meta, ya que siempre estuvieron impulsándome en los
momentos más difíciles de mi carrera y eso fue lo que me hizo ir hasta el final esto es para
ustedes.

A mis hermanos por estar siempre presentes, a la pequeñita de la casa mi sobrina


Aranza Fabiana por alegrarme todas mis mañanas

A mi compañera de tesis Crisliandris Tapia por su apoyo incondicional, paciencia, y


dedicación

A mis amigos, compañeros y a todas aquellas personas que de una u otra manera han
contribuido para lograr mis objetivos
Nathaly Gutiérrez
vii

AGRADECIMIENTOS

Al Dr. Rodolfo Devera por su asesoramiento.

Al personal docente del CEI “Rizos de Oro” y en particular a los padres y los niños
participantes de este estudio.

Al personal del Laboratorio de Diagnóstico Coproparasitológico del Departamento de


Parasitología y Microbiología, de la Escuela de Ciencias de la Salud, UDO-Bolívar; muy
especialmente al Sr. José Gregorio Álvarez por el apoyo técnico.

Este trabajo fue desarrollado como parte de una línea de investigación del Grupo de
Investigación sobre Parasitosis Intestinales del Dpto. de Parasitología y Microbiología
de la Escuela de Ciencias de la Salud. Proyecto: Nº CI-05-040605-1976-17.
viii

RESUMEN
Título: PREVALENCIA DE ENTEROBIOSIS Y OTRAS ENTEROPARASITOSIS
EN NIÑOS DE UN CENTRO DE EDUCACIÓN INICIAL DE CIUDAD
BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR, VENEZUELA
Autores: Crisliandri Tapia y Nathaly Gutiérrez
Tutor: Rodolfo Devera
Año: 2017

Entre marzo y abril de 2017 se realizó un estudio transversal para determinar la prevalencia
de enterobiosis y otras parasitosis intestinales en niños matriculados en el Centro de
Educación Inicial (CEI) “Rizos de Oro", de Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela. A
los niños se les aplico la técnica de Graham y se obtuvo una muestra fecal para el estudio
coproparasitológico. La prevalencia de enterobiosis fue de 4,7% (n= 2). La prevalencia de
parasitosis intestinales sin considerar la enterobiosis fue de 26,5% (n=9). El mayor número
de casos ocurrió en los niños de 3-4 años (31,6%) pero la diferencia no fue estadísticamente
significativa comparado con las otras edades (χ2 (corrección de Yates) =0,64 g.l.: 2 p>0,05).
El género masculino resulto significativamente más afectado por las parasitosis intestinales
(p<0,05) Apenas se encontraron cuatro enteroparásitos entre los niños evaluados. El
cromista Blastocystis spp. fue el de mayor prevalencia con 17,6%. Se encontraron solo dos
especies de protozoarios: Giardia intestinalis (11,8%) e Iodamoeba bütschlii (2,9%). El
único helminto diagnosticado fue E. vermicularis (4,7%). En conclusión, se determinó una
baja prevalencia de parásitos intestinales (26,5%) entre los niños evaluados sin diferencias
con relación a la edad y resultando más afectados los varones. La prevalencia de E.
vermicularis fue igualmente baja (4,7%). Blastocystis spp. fue el enteroparásito más común
con 17,6%.

Palabras clave: parásitos intestinales, Enterobius vermicularis, Blastocystis spp., niños,


epidemiología.
1

INTRODUCCIÓN

Las parasitosis intestinales son un problema de salud pública, debido a su elevada


prevalencia y a las consecuencias negativas sobre los individuos infectados (OMS, 1981).
Aunque muchas tienen una distribución cosmopolita su presencia está relacionada con factores
del medio ambiente y condiciones socioeconómicas de los individuos (OMS, 1981; Botero,
1981).

Los helmintos representan agentes importantes de parasitosis intestinales, destacando


en el continente americano los nemátodos: Ascaris lumbricoides, Enterobius vermicularis,
Trichuris trichiura y las uncinarias, principalmente en niños (Botero, 1981; Rey, 2001; Botero
y Restrepo, 2012).

Enterobius vermicularis (= Oxyuris vermicularis) es un nematodo que causa la


enterobiosis u oxiuriosis; una de las parasitosis intestinales más comunes en todo el mundo en
especial en niños en régimen de internado como guarderías, jardines de infancia y escuelas
(Botero y Restrepo, 2012). Fue descrito por Linneo en 1758 y en 1819, Bresen lo denominó
Oxyuris vermicularis debido a su cola aguda. El género fue creado por Leach en 1853 y
proviene del griego enteron, intestino y bios, vida (Rey, 2001). Este nemátodo pertenece a la
familia Oxyuridae y, junto con la mayoría de los oxiuros de primates, ha sido agrupado en la
nueva subfamilia Enterobiinae (Hugot et al., 1996).

La enterobiosis es una de las infecciones parasitarias más antiguas que se conoce como
lo revelan diversos estudios paleoparasitológicos (Fry y Moore, 1969; Hugot et al., 1999;
Iñiguez et al. 2003).

Este gusano no requiere huésped intermediario, ni prolongada incubación exógena para


completar su ciclo vital (Rey, 2001; Botero y Restrepo, 2012), lo cual explica la variedad de
mecanismos de transmisión que determina a su vez una elevada prevalencia mundial (Rey,
2001; Cazorla-Perfetti, 2014).
2

La hembra adulta vive de uno o dos meses. El hábitat natural de los gusanos adultos es
el ciego y el colon, donde se fijan a la mucosa con sus labios. Aunque en ocasiones emigran
hacia el estómago y son regurgitados por la boca, lo más común es que la hembra grávida
emigre hacia el ano y emerja por la noche sobre la piel perianal y perineal, donde los gusanos
en proceso de desecación ponen enormes cantidades de huevos. Una sola hembra puede
producir en promedio 11.000 huevos. Cuando se les deposita, esos huevos están en el estadio
de larva, pero en unas seis horas se vuelven infecciosos para la misma persona o para otras
(Rey, 2001).

Los huevos, después de ser ingeridos alcanzan el duodeno eclosionan y liberan las
larvas. A medida que descienden hasta el ciego se alimentan y crecen hasta transformarse en
gusanos adultos. Allí copulan y reinician su ciclo biológico (Rey, 2001).

Morfológicamente, los gusanos adultos son más o menos fusiformes, el extremo


anterior carece de cápsula bucal verdadera, pero está provisto de tres pequeños labios
retráctiles y un par de aletas cefálicas. Le sigue el esófago largo y musculoso que termina en
una formación esférica llamada bulbo esofágico. El macho mide de 2 a 5 mm de longitud por
0,1 a 0,2 mm en su diámetro mayor, y su extremo posterior es curvo hacia la región ventral.
Tiene una sola espícula copulatriz, muy visible, pero carece de gubernáculo. La hembra, como
en la mayoría de los nematodos, es de mayor tamaño, mide de 8 a 13 mm de longitud, y de 0,3
a 0,5 mm en su diámetro mayor. La porción de la cola (post-anal) está marcadamente afilada,
y constituye un tercio de la longitud total. La vulva se abre en la línea ventral media, a nivel
del tercio medio del cuerpo. La vagina es relativamente larga y se extiende hacia atrás a cierta
distancia de la vulva, antes de unirse a los dos juegos de órganos genitales, que constan
sucesivamente de útero, oviducto, y tubo ovárico, que forman circunvoluciones repetidas a
nivel de la pared media del cuerpo (Rey, 2001).

En la hembra grávida los úteros están muy distendidos, de modo que todo el cuerpo
está lleno de huevos. Cuando esto ocurre la hembra se desprende de su fijación a la pared del
intestino y migra libremente en la luz del mismo, se dirige generalmente hacia las porciones
bajas del colon y sale a través del ano para reptar en la piel perianal y perineal. En ocasiones
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en personas del sexo femenino, penetran en la vagina. Esta migración parece estar relacionada
con el descenso de la temperatura rectal de la persona durante la noche (Rey, 2001; Kashyap
et al., 2014).

Los huevos tienen forma característica, miden 50 a 60  de largo por 20 a 30  de


ancho y son ligeramente achatados de un lado. Tienen superficie viscosa que le permite
adherirse fácilmente a cualquier superficie. Esa sustancia secretada por la hembra al momento
de la ovispostura y desencadena el prurito por acción toxico-alérgica (Cazorla-Perfetti, 2014).

En el interior del huevo al momento de ser ovipuestos, se encuentra una larva ya


formada que puede pasar al segundo estadío en estado de anaerobiosis; pero para continuar su
desarrollo requiere de una atmósfera con oxígeno. Los estadios 3 y 4 evolucionan dentro del
huevo en la región perianal. El quinto estadio constituye la fase infectante. A la temperatura
corporal normal la maduración se hace en 4 a 6 horas. En el suelo ese proceso es más lento
(Rey, 2001; Cazorla-Perfetti, 2014).

Durante su co-evolución con los humanos este entero-nematodo desarrolló cuatro


modos diferentes para la diseminación de sus huevos, lo que explicaría su dificultad para
controlarlo o eliminarlo. Primeramente, al oviponer la hembra en la región perianal secreta
igualmente una sustancia que causa prurito, lo que conlleva al individuo al rascado, con la
subsiguiente irritación, y transfiriendo de este modo dentro de sus manos y sus uñas, lo que
resulta en una trasmisión directa persona-persona (“ano-mano-boca”), y sería un modo de
transmisión primitiva. Otro segundo mecanismo correspondería a la "diseminación aerosol",
mediante el cual los huevos, que son muy livianos, al permanecer por los ambientes humanos,
particularmente en viviendas, ayudados por las corrientes de viento logran contaminar las
superficies y comidas o fomites; éste mecanismo es altamente evolucionado, y es único para
E. vermicularis dentro de los oxiúridos, pues la hembra una vez que sale del ano en horas
nocturnas pierde fluidos y se deshidrata, lo que hace que estalle diseminando por el aire sus
huevos. Como tercer mecanismo, se tiene que al tener los huevos la capacidad de eclosionar
inmediatamente que son ovipuestos en la región perianal/perineal, les da la ventaja a las larvas
recién nacidas de poder penetrar directamente dentro del hospedador humano, mediante un
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proceso que se denomina "retroinfección". Y por último, la cuarta forma de diseminación, se


refiere a que los huevos pueden invadir e infectar a través de la penetración de la mucosa
nasal, al inhalarse los mismos (Hugot y Tourte-Schaffer 1985; Hugot et al., 1996; Hugot et al.,
1999; Cazorla-Perfetti, 2014). Una vez que el huevo larvado logra entrar al tracto gastro-
intestinal, alcanza el estómago y luego al duodeno, se le ablandan las capas que lo recubren,
pudiendo eclosionar la larva; ésta última migra por el intestino delgado, donde va realizando
sus mudas, para finalmente llegar como adultos al ciego, donde ambos sexos copulan (Botero
y Restrepo, 2012).

La patología de la enterobiosis depende principalmente de la migración (normal o


errática) de los gusanos hembras grávidas y las manifestaciones clínicas están en relación
directa a la carga parasitaria. La mayoría de los individuos que albergan oxiuros es
asintomática lo que indica que las infecciones leves son las más frecuentes (OMS, 1981; Yoon
et al., 2000; Rey, 2001; Botero y Restrepo, 2012). Cuando ocurre el ciclo normal de migración
del verme hasta la región perianal ocurre el prurito que es la manifestación más característica
de la enfermedad (OMS, 1981; Rey, 2001; Botero y Restrepo, 2012). Secundario al rascado
de la región anal y perianal pueden ocurrir lesiones mecánicas en esa área e infecciones
secundarias, además de las alteraciones del comportamiento frecuentemente observados en
niños como consecuencia de las molestias mecánicas que producen los parásitos (Rey, 2001;
Botero y Restrepo, 2012). El prurito hace que los niños se despierten por la noche
determinando incluso insomnio, además se tornan ansiosos, intranquilos y preocupados por el
hecho de ser observados rascándose las regiones anal y genital (Rey, 2001; Botero y Restrepo,
2012). Sumado a estos trastornos en la esfera psicológica puede haber retardo escolar
(Behader et al., 1995; Cazorla-Perfetti, 2014).

Las infecciones por E. vermicularis también han sido asociadas con una frecuencia
incrementada de afecciones en el tracto urinario y genital en niñas. La causa de éstas es la
migración de las hembras grávidas para la vagina y uretra (Kropp et al., 1978; Gokalp et al.,
1991; Brito et al., 1994; Pena et al., 1996; Al-Rufaie et al., 1998; Ok et al., 1999; Kashyap et
al., 2014; Patel et al., 2015).
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Igualmente se ha señalado una relación entre la infección por E. vermicularis y


enuresis nocturna. Aunque no aceptada por todos los autores (Symmers, 1950; Botero y
Restrepo, 2012), actualmente se considera que aunque infrecuente, la enuresis nocturna puede
ser parte del espectro clínico de la enterobiosis en niños (Sachdev, y Howards, 1975; Gilman
et al., 1991; Gokalp et al., 1991; Devera, 2001).

También puede ocurrir migración para otros lugares determinando diversas


manifestaciones; sin embargo, las infecciones ectópicas son raras en comparación a la gran
cantidad de niños infectados. Entre las localizaciones ectópicas más frecuentes se han
señalado la próstata y otros segmentos del aparato genito-unirario masculino (Symmers, 1950;
Zahariou et al., 2007; Serpytis y Seinin, 2012), ovarios y trompas de Falopio (Symmers, 1950;
Croce et al., 1956; Saffos y Rhatigan, 1977; Beckman y Holland, 1981; Vásquez-Piloto et al.,
1994), hígado (Daley y Baker, 1984; Litle et al., 1973; Mondou y Gneep, 1989), Peritoneo
(Santos et al., 2002; Kılıç et al., 2014) y el apéndice (OMS, 1981; Sterba y Vlcek, 1984;
Sinniah et al., 1991; Dalhstrom y Macarthur, 1994; Dorfman et al., 1995; Ajao et al., 1997;
Makni et al., 1999; Jaboury, 2015; Hamdona et al., 2016). La invasión del apéndice cecal
merece especial interés ya que E. vermicularis puede ser causante o coadyuvante en casos de
apendicitis bien sea por acción mecánica o por transporte de bacterias y hongos entéricos
(Dorfman et al., 1995; Lala y Upadhyay, 2016).

La eosinofilia y el aumento de los niveles séricos de IgE ocurren raramente, porque no


existe invasión tisular, solamente se observa en aquellos casos donde existe invasión
peritoneal, a partir de una infección del tracto genital femenino (Rey, 2001). También se
pueden producir celulitis recurrentes y masas en la región perianal, pero ello es excepcional
(Mattia, 1992; Rey, 2001).

Desde hace varias décadas se ha sugerido que E. vermicularis puede ser vector del
protozoario Dientamoeba fragilis (Burrows y Swerdlow, 1956). Estas observaciones han sido
recientemente confirmadas (Ögren et al., 2013; Röser et al., 2013; Clark et al., 2014; Blanco
et al., 2016; Boga et al., 2016) lo que ha llevado a que ambos organismos deberían ser tratados
simultáneamente (Boga et al., 2016).
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El diagnóstico se sospecha sobre la base de las manifestaciones clínicas, donde el


prurito anal y los síntomas en la esfera psicológica suministran datos sugestivos (OMS, 1981;
Rey, 2001; Cazorla-Perfetti, 2014). Sin embargo, el diagnóstico específico se basa en la
identificación de los huevos o adultos característicos (Rey, 2001; Botero y Restrepo, 2012).
Para ello se pueden emplear varios métodos como intentar recuperar los huevos en la región
perianal/perineal o vulvar, y en menor medida en el material subungueal, mucus nasal así
como también de la orina y secreciones vaginales incluyendo larvas. En tanto que los adultos y
estadios larvales de ambos sexos se pueden obtener después de aplicar tratamiento
antihlemíntico, o de las hembras durante su migración especialmente durante las noches, en la
región perianal/perineal o vaginal (Cimerman y Cimerman, 2005; Botero y Restrepo, 2012;
Teixeira et al., 2012; Cazorla-Perfetti, 2014).

Debido a que la hembra de E. vermicularis posee un ritmo circadiano en el cual debe


salir por el ano para depositar sus huevos en la región perianal/perineal, los métodos
parasitológicos coproscópicos convencionales utilizados para otras helmintiasis intestinales,
resultan imprácticos y poco sensibles para la captura de los huevos, encontrándose una tasa de
positividad que generalmente no sobrepasa el 5% en la detección de la oxiuriasis. Lo más
recomendable es utilizar los métodos parasitológicos oviscópicos, los cuales deben hacerse en
horario matutino, antes de la defecación y el baño (Cimerman y Cimerman, 2005; Botero y
Restrepo, 2012). El método de elección es el de la cinta adhesiva de celofán o transparente,
descrita originalmente por Graham (1941), a la cual se le puede aumentar la capacidad de
observar los huevos translúcidos del nematodo mediante la adición a la lámina portaobjeto de
una gota de azul de lactofenol o aceite de cedro (Cook, 1994; FLAP, 2000; Parija et al., 2001).
En un intento por aumentar la sensibilidad de los métodos oviscópicos, se ha diseñado el
denominado "pin tape" (Beltrán et al., 2005), el cual consiste de una lámina de polivinílico
con un extremo engomado que se coloca en la región anal toda la noche; sin embargo, Beltrán
et al. (2005) señalan que este método es poco práctico e incómodo para el paciente, además de
que estos autores señalados encontraron que la prueba de Graham resultó ser más efectiva.
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Uno de los inconvenientes de los métodos oviscópicos se relaciona con las


incomodidades para el paciente, al colocarse dispositivos en la región perianal/perineal,
especialmente cuando no lo ejecuta el individuo por sí mismo; antes de la implementación de
estos métodos, el análisis del material subungueal era la metodología mayormente usada para
el diagnóstico de la enterobiosis (Requena et al., 2007). A pesar de su poco uso en la
actualidad, no obstante, se recomienda aplicarse como un método alternativo complementario
para el estudio de los enteroparásitos; esto a pesar que su sensibilidad es relativamente baja
(Requena et al., 2007).

El examen oviscópico debe realizarse durante 3 días consecutivos, y para la evaluación


de quimioterapia anti-Enterobius por 7 días (Schenone et al., 1970). Sin embargo, Oothuman
et al. (1992) no encontraron diferencias estadísticamente significativas con la aplicación de la
cinta adhesiva durante 3 ó 6 días consecutivos, en pacientes de Malasia. Como la hembra de E.
vermicularis no ovipone regularmente, se recomienda aplicar la técnica oviscópica seriada.
Sin embargo, en la práctica médica pediátrica no se aplica de rutina las técnicas oviscópicas
cuando se sospecha de enterobiosis, de allí que a esta helmintiasis se le subestime (Cazorla-
Perfetti, 2014).

Los métodos moleculares para la búsqueda de material genético (ADN y/o ARN) de E.
vermicularis se habían implementado principalmente a nivel de los estudios de
paleoparasitología, en los cuales se buscan rastros de ácidos nucleicos en coprolitos (Iñiguez et
al. 2003). También se han usado para estudios filogenéticos y de taxonomía (Nakano et al.,
2006; Kang et al., 2009). Más recientemente, se han desarrollado técnicas moleculares con
una elevada sensibilidad y especificidad con genes mitocondriales y ribosomales, para la
captura de material genético de E. vermicularis directamente de la cinta adhesiva (Piperaki et
al., 2011, Zelck et al., 2011); lo que luce promisorio especialmente para la ejecución de
estudios epidemiológicos. Sin embargo, difícilmente las poblaciones humanas endémicamente
expuestas especialmente en los países subdesarrollados, puedan sufragar los gastos elevados,
de un diagnóstico molecular para E. vermicularis; y que por lo demás no se encuentra
generalmente disponible en los laboratorios clínicos públicos ni privados de nuestro medio.
Por lo tanto, la aplicación de los métodos parasitológicos oviscópicos aún deben indicarse para
8

la práctica médica de rutina, en la cual la técnica de la cinta adhesiva posee un nivel de


sensibilidad aceptable, siendo, por lo demás de fácil ejecución, muy específica, de bajos costos
y de materiales ampliamente disponibles en las casas comerciales locales (Cazorla-Perfetti,
2014).

Debido a que E. vermicularis es un helminto cosmopolita que se encuentra distribuido


desde las zonas árticas hasta las regiones tropicales, con toda probabilidad la enterobiosis
representa una de las helmintiasis humanas más comunes alrededor de todo el mundo,
estimándose que 200 millones el número de personas infectadas; esto incluye a las naciones
industrializadas, donde por ejemplo en algunas zonas de los Estados Unidos (EUA) y el Oeste
de Europa se han registrado tasas de hasta 100% (20-40 millones en EUA) (Elston, 2003,
Cazorla-Perfetti, 2014). La enterobiosis es más prevalente en los países con clima templado y
frío y en las zonas urbanas, debido al uso constante y frecuente de ropas y a la menor
frecuencia del baño (Requena et al., 2002, Botero y Restrepo, 2012). Pero igualmente y a
pesar de las condiciones climáticas, puede ser encontrado, incluso en elevadas cifras de
prevalencia, en las regiones tropicales. En los países de Latinoamérica está presente aunque en
tasas variables de infección, que dependen de las características locales de los grupos humanos
estudiados y hasta del muestreo (Cook, 1994; Elston, 2003; Botero y Restrepo, 2012;
Maniscalchi et al., 2010; Cazorla-Perfetti, 2014).

La edad es un factor determinante en la transmisión, siendo los niños en edad preescolar


y escolar (2-12 años) los más afectados, los cuales poseen hábitos, muchas veces
antihigiénicos, propios de esta etapa de desarrollo: onicofagia, geofagia, chuparse el dedo u
otros objetos, rascado de región perianal/perineal, y luego llevan la mano a la boca sin
habérselas lavado adecuadamente, ya sea antes o después de comer; el jugar con mascotas, las
cuales pueden transportan en sus pelos los huevos de E. vermicularis (Cazorla et al., 2006a;
Cazorla et al., 2006b; Botero y Restrepo, 2012). Sin embargo, otros investigadores han
encontrado que la enterobiosis es más común en niños en edad escolar que en los preescolares,
y consideran que los primeros mencionados poseen mayor contacto con el sucio y el polvo, ya
que sus contrapartes en edad preescolar reciben mayores cuidados y atenciones por sus
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maestros y cuidadores, y sus horas de recreo se limitan a una merienda dentro del salón de
clases (Cook, 1994; Norhayati et al., 1994, Song et al., 2003).

Con relación al género de los individuos, existen resultados contrastantes. En este


sentido, varios investigadores encuentran que los varones exhiben mayores tasas de infección
que sus pares del género femenino, posiblemente debido a que éstas desarrollan más
tempranamente hábitos higiénicos (Yoon et al., 2000; Kim et al., 2001; Kim et al., 2013). Pero
también hay otros estudios que no revelan diferencias estadísticamente significativas entre las
prevalencias según el género, lo que pudiera ser debido a que todos los individuos se
encuentran similarmente expuestos a los mismos factores de riesgo (Devera et al., 1998a;
Pezzani et al., 2004; Cazorla et al., 2006a; Cazorla et al., 2006b).

Dentro de los factores que facilitan el mantenimiento y diseminación de esta


enterohelmintosis, destacan el hacinamiento familiar, escolar o de recintos como los asilos, lo
que incrementa el contacto "persona-persona" (Botero y Restrepo, 2012). Un aspecto a
destacar, es que los huevos del helminto permanecen fácilmente en todos los ambientes,
esparcidos por el polvo donde pueden permanecer viables hasta por tres semanas, de allí que el
aseo, tanto personal, familiar y hasta comunitario, es un factor relevante en el mantenimiento
endémico de la enterobiosis, incluyéndose la deficiencia con el lavado de lencería y ropa, así
como compartirlas entre varios individuos. En este mismo sentido, se ha comprobado, de allí
el término "gusano de los asientos" (threadworm), que a través de los inodoros ocurre la
transmisión de los huevos de E. vermicularis, al posarse sobre los mismos un individuo
infectado (Botero y Restrepo, 2012). Todo lo anterior es especialmente importante de
considerar en comunidades donde predominan las condiciones socio-económicas precarias,
con hacinamiento y falta de educación sanitaria (Cazorla-Perfetti, 2014).

En las últimas décadas varios trabajos han sido realizados en América Latina para
determinar la prevalencia del helminto en diferentes grupos de individuos, principalmente en
niños, tanto en edad escolar como preescolar, en todos empleando la técnica diagnóstica
específica. En algunos estudios la prevalencia ha superado el 50% (Núñez et al., 1996; Nunes
et al., 2000; Carvalho et al., 2006; Andrade et al., 2007).
10

Núñez et al. (1996) estudiaron 469 niños en tres guarderías de Cuba encontrando una
prevalencia de 28%. En Brasil, estudios realizados también en guarderías han mostrado
prevalencias entre 10% y 28,4% (Costa Cruz et al., 1999; Nunes et al., 2000; Carvalho et al.,
2006).

En un estudio realizado en Popayán (Colombia), Andrade et al. (2007) informaron una


prevalencia elevada (32,9%) en niños de un hogar infantil, lo cual evidencia que el parásito es
de fácil diseminación en círculos infantiles en zonas urbanas de bajo nivel socioeconómico.
También en Colombia, de 159 niños procedentes de 14 comunidades rurales, el 3,5% de ellos
resultaron parasitados con E. vermicularis (Knudson et al., 2003).

En Venezuela, como en el resto de América Latina, la enfermedad es subregistrada, pues


los centros y las personas encargadas del diagnóstico no utilizan rutinariamente la técnica de
Graham. Son pocos los trabajos en los cuales se utiliza esta técnica para diagnóstico de
enterobiosis (Devera et al., 1998a; Cazorla-Perfetti, 2014).

Con relación a estudios realizados en niños en edad preescolar destacan los siguientes: n
el estado Zulia en un preescolar de área urbana de la ciudad de Maracaibo se evaluaron 71
niños encontrándose una prevalencia de E. vermicularis de 14,1% (Páez de Mourad y Calchi
la Corte, 1994).

En el Estado Anzoátegui, Greatty et al. (1994), determinaron un porcentaje de infección


con E. vermicularis de 49,2%, utilizando el método de la cinta adhesiva en tres muestras
seriadas en una población de Puerto La Cruz, en niños entre 2-11 años. En el año 2010, fueron
evaluados 2.423 niños del área rural de este estado mediante el método ovoscópico de Graham
determinando una prevalencia de 19,4% de enterobiosis (Maniscalchi et al., 2010). En 191
niños de un preescolar del área urbana del estado Lara se determinó una prevalencia de 17,7%
(Cervantes et al., 2007).
11

En el estado Falcón, se determinaron elevada prevalencia de entre 57,7% y 63,2%, tanto


en preescolares como escolares de varias comunidades rurales (Acosta et al., 2002; Cazorla et
al., 2006a; 2006b). Más recientemente en otra comunidad rural de ese estado se determinó una
prevalencia mucho menor de 18,4% entre 141 niños, destacando que entre los 31 preescolares
evaluados la prevalencia del helminto fue de 12,9% (Humbría-Heyliger et al., 2012).

En el estado Bolívar, como el resto del país, pocos estudios han empleado
específicamente la técnica de Graham para determinar la prevalencia de E. vermicularis
(Hernández y Guevara, 1984; Requena et al., 2002; López y Luigi, 2014), aunque se han
realizado algunos trabajos sobre parasitosis intestinales en la población preescolar donde en
algunos se ha realizado la técnica de Graham (Devera et al., 1998b; Devera et al, 2007;
Tedesco et al., 20012) y en otros no (Granado y Schnaider, 2014).

Específicamente en Ciudad Bolívar, Hernández y Guevara (1984) determinaron una


prevalencia de 12,0% y Segovia (1991) 8% trabajando con niños preescolares. Luego en el
año 2002, Requena et al. estudiaron 195 niños estableciendo una prevalencia de 25,6% en
cinco instituciones evaluadas de Ciudad Bolívar; además 82% de los infectados estaba
sintomático, siendo el prurito anal el hallazgo clínico más frecuente (68%), seguido de
hiporexia (40%), intranquilidad (34%), bruxismo (30%) y flujo vaginal (20%).

En hogares de cuidado diario, se determinó un 24% de infección en 1992 (Guevara,


1992) y 10,2% en 2012. En un estudio publicado en el año 2007 la prevalencia de enterobiosis
en dos jardines de infancia de Ciudad Bolívar fue de apenas 3% (Devera et al., 2007). al.,
2012).

E 2014 se evaluó un Centro de Educación Inicial, también en Ciudad Bolívar, donde se


incluyeron a 96 niños de 2 a 7 años diagnosticándose 7 casos (7,3%) (López y Luigi, 2014).

En preescolares de San Félix, se determinó una prevalencia de 45,8%. Las razones


principal de esa elevada prevalencia fueron las precarias condiciones sociosanitarias de la
12

población estudiada y que se tomaron tres muestras seriadas para la técnica de Graham
(Requena et al., 2007).

Los niños en edad preescolar y escolar son los más parasitados, lo que indica que la
escuela, jardines de infancia, guarderías y similares, son lugar de intensa diseminación de
huevos infectantes. Los preescolares ocupan el segundo lugar, como grupo de riesgo, seguido
de las madres que cuidan de los niños parasitados (Rey, 2001; Pedraza et al., 2014).

En vista de lo anterior, se realizó una investigación en niños de un Centro de Educación


Inicial público de Ciudad Bolívar, para determinar la prevalencia de E. vermicularis y otros
enteroparásitos.
13

JUSTIFICACIÓN

Se considera que la infección por E. vermicularis es una de las helmintosis humana


más común alrededor del mundo. Se encuentra distribuida desde las zonas árticas hasta las
regiones tropicales, incluyendo las naciones industrializadas y los países del denominado
tercer mundo o en vías de desarrollo, siendo los grupos de edad más afectado los preescolares
y escolares (Cazorla et al., 2006b).

En Venezuela son escasos los trabajos que han utilizado la técnica de la cinta adhesiva
de Graham, por lo que existe un virtual subregistro de casos, como en la mayoría de los países
en Latinoamérica (Cazorla et al., 2006b; Requena et al., 2007). Sin embargo, se han
desarrollado algunos estudios sobre parasitosis intestinales en niños ene dad preescolar y
escolar, no necesariamente específicos sobre enterobiosis, donde si se ha empleado esta
técnica diagnostica especial encontrando cifras de prevalencias amplias entre 0 y 45% (Páez
de Mourad y Calchi La Corte, 1994; Acosta et al., 2002; Cazorla et al., 2006a; Cazorla et al.,
2006b; Maniscalchi et al., 2010; Humbría-Heyliger et al., 2012).

En el estado Bolívar la información clínico-epidemiológica es más limitada aun, como


lo demuestran los pocos estudios donde se ha empleado la técnica de Graham (Devera et al.,
1998a; Requena et al., 2002; Devera et al., 2007; Requena et al., 2007; Tedesco et al., 212;
López y Luigi, 2014). Es por ello que se justifica realzar un estudio para determinar la
prevalencia de E. vermicularis y otros parásitos intestinales en niños matriculados en un
Centro de Educación Inicial de Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
14

OBJETIVOS

Objetivo General

Determinar la prevalencia de Enterobius vermicularis y otros enteroparásitos en niños


matriculados en el Centro de Educación Inicial “Rizos de Oro” de Ciudad Bolívar, estado
Bolívar, durante el periodo marzo-abril de 2017.

Objetivos específicos

 Determinar la prevalencia de enteroparásitos según edad y género en niños preescolares el


Centro de Educación Inicial “Rizos de Oro” de Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
 Determinar la prevalencia de Enterobius vermicularis según edad y género, en los niños
evaluados.
 Relacionar la prevalencia de enterobiosis con el estrato sociosanitario y hacinamiento de
los niños parasitados.
 Establecer las principales manifestaciones clínicas en los niños infectados con E.
vermicularis.
15

METODOLOGÍA

Tipo de estudio
Se realizó un estudio de tipo transversal, descriptivo y de campo en niños matriculados
en el Centro de Educación Inicial (CEI) “Rizos de Oro” de Ciudad Bolívar, estado Bolívar,
entre marzo y abril de 2017.

Área de estudio
El CEI “Rizos de Oro” ubicada en el interior del comando de la Guardia Nacional
Bolivariana en la urbanización Santa Fé de Ciudad Bolívar en la parroquia Vista Hermosa.

Universo
El universo estuvo conformado por los 210 niños matriculados para el año escolar 2016-
2017. Esto de acuerdo al censo suministrado por la dirección de la institución.

Muestra
Estuvo conformada por los niños inscritos que cumplieron con los siguientes criterios de
inclusión:

Criterios de inclusión
 Participación voluntaria y firma del consentimiento informado por parte de los
padres o representantes del niño participante.
 Aportar datos para el llenado de la ficha de control
 Suministrar una muestra fecal suficiente y apropiada para la realización de las
técnicas coproparasitológicas.
 Para realizar la técnica de Graham el niño no debía haber defecado, realizarse
aseo de la región perineal o bañarse antes de la toma de muestra.

Recolección de datos
Inicialmente se informó al personal directivo y docente de la institución sobre la
importancia del estudio, con el propósito de obtener su colaboración. Se estableció un
16

cronograma de citas y convocatorias según el nivel y sección de cada niño, para realizar: 1) la
técnica de Graham para el diagnóstico de enterobiosis. 2) Recibir la muestra fecal obtenida por
evacuación espontánea. Cada actividad se realizó en días diferentes.

Cada padre y/o representante que decidió participar firmó el consentimiento informado
respectivo (Apéndice A) y se le llenó a cada participante una ficha clínico-epidemiológica
especialmente diseñada (Apéndice B). La evaluación socioeconómica del núcleo familiar de
cada niño se realizó mediante el método de Graffar modificado (Méndez Castellano y Méndez,
1986), mediante entrevista con el jefe de la familia o representante del niño en estudio. Este
método clasifica el nivel socioeconómico de una familia considerando cuatro variables:
profesión del jefe de la familia, nivel de instrucción de la madre, fuente de ingreso de la
familia y condiciones de alojamiento, sobre un puntaje que permite obtener cinco estratos
sociales: clase alta (I), clase media alta (II), clase media (III), pobreza relativa (IV) y pobreza
crítica (V).

Para determinar la presencia de hacinamiento domiciliar se realizó el cociente entre el


número de habitantes de la casa entre el número de dormitorios de la misma. Se consideró
hacimiento un valor igual o mayor de 4. También si habían más de 2 personas por habitación,
y 2 o más personas por cama.

La técnica de Graham se realizó en la misma institución mientras que la muestra fecal


fresca se trasladó al Laboratorio de Diagnóstico Coproparasitológico del Departamento de
Parasitología y Microbiología, UDO-Bolívar, donde se preservó en formol al 10% y
posteriormente fue analizada mediante sedimentación espontánea.

Procesamiento de la muestra
Técnica de Graham (Botero y Restrepo, 2012):
La técnica se realizó en presencia de alguno de los padres, y otro testigo (otro
representante, docente o colaborador) entre 7 y 10 de la mañana. Un trozo de cinta engomada
transparente se pegó a un portaobjetos previamente identificado, dejando que sobresalieran
ambos extremos de la cinta. Uno de estos extremos se dobló sobre sí mismo para usarlo como
17

punto de agarre, el otro se pegó a un bajalenguas de madera. Al momento de usarla, se


despegó la cinta y se dobló por detrás del bajalenguas, de tal modo que la parte pegante quedó
hacia afuera. Con ella se realizaron varias aplicaciones en la región perianal del niño, se volvió
a pegar a la lámina portaobjeto, se alisaran usando una gasa, para evitar la formación de
burbujas de aire. Luego se procedió al examen microscópico en busca de los huevos
característicos de Enterobius vermicularis.

Heces preservadas
Sedimentación espontánea (Rey, 2001):
Se tomaron 10 ml del preservado y se filtraron por gasa “doblada en ocho”. El líquido
obtenido se colocó en un vaso plástico descartable de 180 ml. Se completó el volumen final
agregando agua destilada.

Se dejó sedimentar por 24 horas. Transcurrido ese tiempo, se descartó el sobrenadante y


con una pipeta Pasteur se retiró una pequeña muestra del sedimento en el fondo del vaso. Ese
sedimento se colocó en una lámina portaobjeto, se agregó lugol, se cubrió con laminilla y se
observó al microscopio.

Análisis de datos
A partir de las fichas de recolección de datos se realizó una base de datos con el auxilio
del programa SPSS versión 21.0 para Windows. Para el análisis de los resultados se utilizaron
frecuencias relativas (%). También se usó la prueba Ji al cuadrado (2) con un margen de
seguridad de 95% para demostrar la independencia entre las variables estudiadas.

Consideraciones bioéticas
Cada representante debió expresar su deseo de participar voluntariamente, para ello cada
padre o representante firmó el consentimiento informado respectivo. Al final del estudio se le
entregó a cada participante un informe escrito con el resultado y aquellos que lo ameriten se
les suministraron antiparasitarios específicos de forma gratuita. Este trabajo se desarrolló
siguiendo a las normas internacionales sobre investigación en seres humanos de acuerdo a la
declaración de Helsinki (WMA, 2008).
18
19

RESULTADOS

Entre marzo y abril de 2017 se evaluaron 43 niños, es decir el 20,5% de los 210
matriculados en la institución. La edad de los infantes osciló entre 1 y 6 años, con una media
de 3,6 años y una desviación estándar de 1,2 años. Los niños de 3-4 fueron los más evaluados
con 24 casos (55,8%). Con relación al género, 60,5% (n=26) eran niños y solo 39,5% (n=17)
eran niñas (Tabla 1). Todos estos niños se les aplico la técnica de Graham y solo 34 de ellos
aportaron la muestra fecal para el estudio coproparasitológico.

Entre los 43 niños que se les realizó la técnica de Graham, solo dos resultados
afectados para una prevalencia de enterobiosis de 4,7%. En el grupo que se realizó análisis de
la muestra fecal solo nueve resultaron con parasitosis para una prevalencia de 26,5%. El
mayor número de casos ocurrió en los niños de 3-4 años (31,6%) pero la diferencia no fue
estadísticamente significativa comparado con las otras edades (χ2 (corrección de Yates) =0,64
g.l.: 2 p>0,05) (Tabla 2). El género masculino resultó significativamente más afectado por las
parasitosis intestinales (p<0,05) ya que el 40% de la población de niños de este género tenía
algún enteroparásito (Tabla 3).

De esos nueve casos, solo dos estaban afectados por más de un agente
(poliparasitismo) presentando la asociación Blastocystis spp-Giardia intestinalis. Apenas se
encontraron cuatro enteroparásitos entre los niños evaluados. El cromista Blastocystis spp. fue
el de mayor prevalencia con 17,6%. Se encontraron solo dos especies de protozoarios: Giardia
intestinalis (11,8%) e Iodamoeba bütschlii (2,9%). El único helminto diagnosticado fue E.
vermicularis (4,7%) (Tabla 4).

El 90% de la población evaluada pertenecía a los estratos II o III según el método de


Graffar modificado, con tan solo cinco niños clasificados en el estrato IV. En la tabla 5 se
presentan las características sociodemográficas y clínicas de los dos únicos casos de
enterobiosis encontrados. Los dos casos correspondieron a una niña y un niño, ambos de 4
años de edad, pertenecientes al estrato II según el método de Graffar modificado. La niña
estaba asintomática mientras que el niño presentaba bruxismo, prurito anal e
20

irritabilidad/intranquilidad. Estos niños no aportaron muestra fecal para el estudio


coproparasitológico. Ninguno de los niños estudiados vivía en condiciones de hacinamiento
domiciliar.
21

TABLA 1
NIÑOS EVALUADOS SEGÚN EDAD Y GÉNERO, CENTRO DE EDUCACION
INICIAL (CEI) “RIZOS DE ORO”, CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR,
MARZO-ABRIL DE 2017

GÉNERO
EDAD FEMENINO MASCULINO TOTAL
(AÑOS) No. % No. % No. %
1-2 3 7,0 4 9,3 7 16,3
3-4 9 20,9 15 34,9 24 55,8
5-6 5 11,6 7 16,3 12 27,9
TOTAL 17 39,5 26 60,5 43 100,0
22

TABLA 2
NIÑOS CON Y SIN PARASITOSIS INTESTINALES SEGÚN EDAD.
CEI “RIZOS DE ORO”, CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR,
MARZO-ABRIL DE 2017

NIÑOS
EDAD CON PARASITOSIS SIN PARASITOSIS TOTAL
(años) No. % No. % No. %
1-2 1 23,0 3 75,0 4 11,8
3-4 6 31,6 13 68,4 19 55,9
5-6 2 18,2 9 81,8 11 32,3
TOTAL 9 26,5 25 73,5 34 100,0
χ2 = 0,64 g.l.= 2 p >0,05
23

TABLA 3
NIÑOS CON Y SIN PARASITOSIS SEGÚN GÉNERO.
CEI “RIZOS DE ORO”, CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR,
MARZO-ABRIL DE 2017

PARASITADOS
GÉNERO SI NO TOTAL
No. % No. % No. %
FEMENINO 1 7,1 13 92,9 14 41,2
MASCULINO 8 40,0 12 60,0 20 58,8
TOTAL 9 25,5 25 73,5 34 100,0
p <0,05
24

TABLA 4
PREVALENCIA DE PARÁSITOS INTESTINALES EN NIÑOS DEL
CEI “RIZOS DE ORO”, CIUDAD BOLÍVAR, ESTADO BOLÍVAR,
MARZO-ABRIL DE 2017

PARÁSITOS No. %
CHROMISTAS
Blastocystis spp. 6 17,6
PROTOZOARIOS
Giardia intestinalis 4 11,8
Iodamoeba bütschli 1 2,9
HELMINTOS
Enterobius vermicularis* 2 4,7
*En 43 niños con la técnica de Graham
25

TABLA 5
DATOS DEMOGRAFICOS, CLINICOS Y SOCIOECONOMICOS DE LOS NIÑOS
CON ENTEROBIOSIS. CEI “RIZOS DE ORO”, CIUDAD BOLÍVAR,
ESTADO BOLÍVAR, MARZO-ABRIL DE 2017

Casos Edad Género Graffar Clínica


1 4 F II Asintomático
2 4 M II Bruxismo, prurito anal,
irritabilidad/intranquilidad
26

DISCUSIÓN

Se determinó una baja prevalencia de enteroparasitosis (26,5%), la cual contrasta con la


señalada por otros investigadores en niños preescolares en varios estados de Venezuela (Páez
de Mourad y Calchi La Corte, 1994; Devera et al., 1998; Cheng-Ng et al. 2002; Miller et al.
2003; Devera et al. 2007; Devera et al. 2010; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012;
Granado y Schneider, 2014). Además, de esa baja prevalencia resaltó la poca variedad de
enteroparásitos encontrados (solo cuatro), destacando además que uno de los helmintos de
mayor prevalencia en prescolares, E. vermicularis, tuvo una muy baja prevalencia, aun
realizando la técnica diagnóstica de elección (Graham).

La principal razón para todos estos hallazgo debe ser buscada en el tipo de población de
niños estudiada ya que la institución está enclavada en uno de los sectores de mejor condición
socio económica de la ciudad como lo es Santa Fe en la Parroquia Vista Hermosa. El 90% de
los matriculados son residentes del área; además, se verificó que el 90% de los niños
evaluados pertenece a los estratos II (clase media) o III (obreros) y muy pocos niños estaban
en los estratos más carentes. Es ampliamente conocido que existe una relación inversamente
proporcional entre las condiciones sociosanitaras y económicas y la prevalencia de estas
infecciones (Acosta et al., 2002; Botero y Restrepo, 2012). Los otros estudios disponibles
tanto de parasitosis intestinales en general, como de enterobiosis en la ciudad se han realizado
en niños de comunidades con deficientes condiciones sociosanitarias y suele encontrase
prevalencias elevadas y una amplia variedad de enteroparásitos (Acosta et al., 2002; Devera et
al., 1998; Cazorla et al., 2006a; 2006b; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y
Schneider, 2014; López y Luigi, 2014; Mirabal y Valles, 2016).

El mejor nivel social y económica de esta población entra en contradicción con la poca
participación obtenida ya que apenas el 20% de los inscritos acudieron a la convocatoria;
resultados contrarios se obtienen cuando este tipo de trabajo se realiza en comunidades
carentes económica y socialmente que están ávidas de ayuda y suelen acudir masivamente en
especial cuando saben que es personal de la Universidad de Oriente que desarrolla el estudio.
Muchos de estos padres consideran que no requieren de ayuda para atender la salud de sus
27

hijos o creen que el hecho de tener una mejor posición social o económica los protege
totalmente de los parásitos.

Los niños indistintamente de su género, tienden a compartir actividades similares, por lo


que tienen la misma posibilidad de adquirir las parasitosis intestinales. Esta es la razón por la
cual, como ha sido encontrado en otros estudios, no suele haber diferencia significativa de
susceptibilidad a las parasitosis intestinales en cuanto al género (Figueroa et al. 1987; Páez de
Mourad y Calchi La Corte, 1994; Gottlieb et al. 1995; Devera et al., 1998; Acuña et al. 1999;
Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y Schneider, 2014). Sin embargo, en el
presente estudio los niños varones resultaron significativamente más afectados. Posiblemente
los niños varones tienden a ser más curiosos, independientes y osados en especial en lo
relativo al tipo de alimentación que realizan fuera de sus casas lo que pudiera exponerlos más
que a las niñas. Otros autores sostienen que las niñas desarrollan más tempranamente hábitos
higiénicos y resultan menos afectadas (Yoon et al., 2000; Kim et al., 2001; Kim et al., 2013).
A pesar de ello, se debe resaltar este hallazgo ya que contrasta con otros estudios tanto
regionales como nacionales (Páez de Mourad y Calchi La Corte, 1994; Devera et al., 1998b;
Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y Schneider, 2014; Mirabal y Valles,
2016).

En todos los grupos de edades se encontraron casos de parásitos lo cual corrobora los
hallazgos de otros autores tanto a nivel nacional como estadal (Páez de Mourad y Calchi La
Corte, 1994; Devera et al., 1998b; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y
Schneider, 2014; Mirabal y Valles, 2016).

Como en otras investigaciones, el cromista Blastocystis spp. fue el enteroparásito de


mayor prevalencia aunque con cifras bajas comparadas con esos estudios (Bermúdez et al.,
2011; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y Schneider, 2014). A pesar de
esta baja prevalencia se verifico su ubiquidad e importancia. En otros estudios en el estado
Bolívar y Venezuela, se han señalado prevalencias particularmente elevadas en individuos con
deficientes condiciones sociosanitarias y económicas, en especial en niños (Devera et al.,
2007; 2010; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y Schneider, 2014).
28

Giardia intestinalis fue el protozoario más común una baja prevalencia de 11,8% que
fue inferior a la encontrada en la mayoría de las investigaciones realizadas en niños de edad
preescolar, guarderías o jardines de infancia en Venezuela donde la media es de 20-25% (Páez
de Mourad y Calchi La Corte, 1994; Devera et al., 1998b; Cheng-Ng et al., 2002; Miller et al.,
2003; Devera et al., 2007; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado y Schneider,
2014).

Como ya comentado, apenas se encontraron cuatro diferentes enteroparásitos lo cual no


concuerda con otros estudios donde suele haber una gran variedad de parásitos y elevado
porcentaje de poliparasitismo (Páez de Mourad y Calchi La Corte, 1994; Devera et al., 1998b;
Miller et al., 2003; Devera et al., 2007; Cervantes et al., 2012; Tedesco et al., 2012; Granado
y Schneider, 2014).

El único helminto diagnosticado fue E. vermicularis con una baja prevalencia de 4,7%,
lo cual no era lo esperado en especial si se considera que se empleó la técnica más idónea para
el diagnóstico de este nemátodo como lo es Graham. Varios autores coinciden en señalar que
este es el helminto de mayor prevalencia en niños en edad preescolar tanto a nivel
internacional (Acuña et al., 1999; Gómez Vital et al., 1999; Carvalho et al., 2006) como
nacional (Hernández y Guevara, 1984; Requena et al., 2002; Requena et al., 2007).

La presencia de apenas dos casos de enterobiosis impidió cumplir con los objetivos
propuestos de distribución por edad y género de los parasitados, así como el estudio de las
manifestaciones clínicas y la condición socioeconómica de estos niños. Aun así, es apropiado
acotar que uno de estos dos casos estaba sintomático presentando sintomatología
frecuentemente atribuida a la infección por E. vermicularis como lo es el prurito anal,
irritabilidad/intranquilidad e incluso el bruxismo que puede sr una consecuencia de tipo
alérgico a la presencia del parasito (Cazorla et al., 2006a).
29

CONCLUSIONES

Se determinó una baja prevalencia de parásitos intestinales (26,5%) entre los niños
evaluados sin diferencias con relación a la edad y mayor afectación del género masculino. La
prevalencia de enterobiosis igualmente fue baja (4,7%). El cromista Blastocystis spp. fue el
enteroparásito más común con 17,6%. El mejor nivel socioeconómico de la mayoría de los
evaluados puede explicar la baja prevalencia de enteroparasitosis entre los niños evaluados.
30

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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40

APENDICES

Apéndice A. Consentimiento informado


41

UNIVERSIDAD DE ORIENTE
NÚCLEO BOLÍVAR
ESCUELA DE CIENCIAS DE LA SALUD
DEPARTAMENTO DE PARASITOLOGÍA Y
MICROBIOLOGÍA

Enterobiosis y otras parasitosis intestinales en Preescolares

CONSENTIMIENTO INFORMADO

Yo, ____________________________________ titular de la cedula de identidad No.


________________, representante de ________________________________________. He
sido informado (a) sobre el estudio de Parasitosis Intestinales que está desarrollando el
Departamento de Parasitología y Microbiología y Grupo de Parasitosis intestinales, de la
Escuela de Ciencias de la Salud Dr. “Francisco Virgilio Battistini Casalta”, cuyos responsables
son los profesores Rodolfo Devera y las Bachilleres Nathaly Gutiérrez y Crisliandri Tapia, el
cual se realiza con el objetivo de determinar la prevalencia de Enterobiosis y otros parásitos
intestinales en niños del CEI “Rizos de Oro” de Ciudad Bolívar, estado Bolívar.
Teniendo pleno conocimiento de dicho estudio y comprensión de los posibles beneficios, doy
mi consentimiento voluntario para que mi o representado sea incluida(o) en la investigación
además acepto y autorizo que se le realice la técnica de Graham a mi representado para los
fines antes mencionado, además autorizo para que, de ser necesario, reciba el tratamiento
específico.
También se me ha informado que puede retirarme de dicho estudio en el momento que lo
desee.
En __________________ a los _____ días del mes de _________ del año 2016.

___________________
Firma

Investigador Testigo
42
43

Apéndice B. Ficha de recolección de datos

Enterobiosis y otras parasitosis intestinales. Lugar: ___________________


Nombre y Apellido_____________________________________CÓDIGO: __________
Género__________ Edad___ Grado/NIvel_______ Sección ____ FECHA:
________
Dirección Completa:

Natural de: Tiempo de residencia:


Manifestaciones clínicas actuales: SI___ NO ___ Enterobiosis
1  Diarrea 7  Estreñimiento-diarrea  Prurito Anal
2  Vomitos 8  Bruxismo  Insomnio
3  Dolor abdominal 9  Prurito anal  Irritabilidad/Intranquilidad
4  Meteorismo 10  Picor nasal  Lesiones Perianales
5  Flatulencia 11  Perdida de peso  Flujo
6  Distensión abdominal 12  Palidez cutáneo-mucosa  Enuresis nocturna
Tto. Antiparasitario Previo  SI  NO Cual:
Características socio sanitarias
Tipo de Casa: Características:
No de habitantes___ No. de Habitaciones ____ No. Dormitorios ___
Cuantas personas duermen en cada habitación ___
Ingreso Familiar ______ Ocupación Jefe de Familia ____
Grado de instrucción de Madre _____ Grado de instrucción de Jefe de Familia
Grado de instrucción de Padre _____ Profesión de Madre ________ y Padre _____
Clasificación de grupo familiar según Graffar modificado:

RESULTADOS: 1. Método de Lutz (Fecha):

2. Kinyoun (fecha):

Graham:

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