PODER ESPIRITUAL En Su bautismo, el Padre dice: “Tú eres mi Hijo
amado, en ti tengo complacencia” (Lucas 3:22).
TEXTO Lucas 4:1-15
Introducción
¡Qué tremenda diferencia hace el agua, en un
desierto!
EJEMPLO: Proyecto Chavimochic
En la Biblia, Dios le dio a Ezequiel una visión
especial: el valle de huesos secos (Ezeq 37:1-
10).
¡Qué tremenda diferencia hace el Espíritu de
Dios, en la sequedad espiritual!
Adán no tuvo vida hasta que Dios “sopló en su
nariz aliento de vida” (Gén 2:7). De igual modo,
el ser humano no tiene vida espiritual hasta que
el Espíritu Santo viene sobre él (Juan 3:5-8).
La vida cristiana requiere la presencia y el
poder del Espíritu Santo (oración,
entendimiento espiritual, obediencia a Dios, etc.).
Cristo es el mejor modelo de ello.
El ministerio cristiano requiere la presencia
y el poder del Espíritu Santo (predicar,
enseñar, autoridad, etc.). Cristo es el mejor
modelo de ello.
EL ES NUESTRO EJEMPLO (Juan 20:21-22).
¿Cómo se obtiene ese poder espiritual? Es una
pregunta muy importante en el discipulado
cristiano. No basta con ser un creyente;
debemos tener el poder del Espíritu Santo en
nuestras vidas y ministerio. Pero, ¿cómo lo
obtenemos?
1. AGRADANDO A DIOS (v.1a)
En este pasaje, encontramos a Cristo ya “lleno
del Espíritu Santo” (v.1). Esto debe ser leído en
el contexto de Lucas 3:21-22.
Hasta los 30 años de edad, Cristo vivió una vida
que agradaba a Dios (Lucas 2:40, 52).
Toda Su vida agradó a Dios (Juan 8:29).
Por eso Dios derramó sobre Él el Espíritu Santo
sin reserva.
PELIGRO: Sansón
Cuando desarrollamos una vida que agrada a
Dios, nos abrimos a la experiencia de la llenura
del Espíritu Santo.
2. OBEDECIENDO A DIOS (v.1b-2a)
Toda Su vida, Jesús obedeció a Sus padres
terrenales (Lucas 2:51). Ahora que era adulto, y
salía de casa, ¿cómo sería su vida?
EJEMPLO: La vida de una persona cuando sale de
casa (por ejemplo, yendo a otra ciudad para
estudiar en la universidad).
¡Cristo comenzó a vivir en obediencia a Su Padre
Celestial! Claro, lo hacía antes –
indirectamente, obedeciendo a sus padres.
Luego de Su bautismo el Señor se fue al
desierto; lo hizo porque el Espíritu Santo le guio
a hacerlo (v.1b).
Cristo no vino para hacer Su voluntad, sino la
voluntad de Aquel que lo envió.
Toda Su vida obedeció a Dios.
PELIGRO: Saúl
Cuando desarrollamos una vida de obediencia a
Dios, nos abrimos a la experiencia de la llenura
del Espíritu Santo.
3. BUSCANDO A DIOS (v.2b)
¿Por qué se fue al desierto? Para buscar a Dios,
en ayuno y oración. Estaba por empezar Su
ministerio, y necesitaba contar con la presencia y
el poder del Espíritu Santo.
Pasó cuarenta días ayunando y orando. No
comió nada – fue un ayuno para buscar a Dios.

A lo largo de Su ministerio vemos al Señor

pasando tiempo buscando a Dios (Lucas 6:12;
11:1).

Luego inculcó lo mismo en los discípulos (Lucas

24:49).

PELIGRO: Pedro

Cuando desarrollamos una vida de búsqueda de

Dios, nos abrimos a la experiencia de la llenura
del Espíritu Santo.

4. SIRVIENDO A DIOS (v.14-15)

Luego de este tiempo en el desierto, Cristo volvió

a Galilea lleno de poder espiritual (v.14a), y se
dedicó a servir a Dios (v.15).

Dios no nos da el poder del Espíritu Santo para

lucirnos, o para hacer cosas espectaculares para
impresionar a otros, o sólo para ayudarnos en
nuestra vida espiritual. Nos da de Su Espíritu
para poder servir a Dios.

Toda Su vida el Señor sirvió a otros, y lo hizo en

el poder del Espíritu Santo.

PELIGRO: Simón el Mago (Hch 8:18-21)

Cuando desarrollamos una vida de servicio a

Dios, nos abrimos a la experiencia de la llenura
del Espíritu Santo.

Conclusión

¿Tenemos el poder de Dios en nuestras vidas?

¿Qué cosa nos falta para obtener ese poder

espiritual? ¿Agradar a Dios? ¿Obedecer a Dios?
¿Buscar a Dios? ¿Servir a Dios?