El funcionamiento de un sistema central de abastecimiento, consiste en
concentrar el recurso hidráulico en una cisterna reguladora y de ésta bombear de forma directa y permanente a un desarrollo que puede ser habitacional, comercial o industrial.
LOS COMPONENTES DE LOS SISTEMAS:
Bombeo primario: está ubicado en la fuente de abastecimiento o lugar de
donde procede el agua, que por lo general son pozos profundos o plantas potabilizadoras de agua. La característica de este bombeo es que solo puede ser explotado de forma continua sin fluctuaciones de flujo ya que tanto los acuíferos como las potabilizadoras no pueden variar su aportación so pena de un pobre desempeño o insuficiencia en la aportación de agua.
Cisterna de regulación: es el lugar donde se concentran las diferentes
aportaciones de los abastecimientos primarios, dichas cisternas deben estar diseñadas para regular entre un abastecimiento continuo y sin variación que es el “abastecimiento primario”, con el “secundario” el cual tiene enormes fluctuaciones de gasto de agua. En México, bajo el paradigma de la dispersión hidráulica y la falta de planeación, las cisternas centrales se han construido como grandes almacenes de agua que han servido no sólo para regular sino para prever las frecuentes fallas de los frágiles y poco planeados sistemas actuales. Estas cisternas forman parte de las grandes ineficiencias, siendo focos de contaminación del agua debido a la larga estadía en dichos depósitos, aunado a que también requieren de costoso mantenimiento. Una cisterna central bajo el concepto moderno y eficiente debe ser abastecida por varias fuentes lo cual elimina totalmente la posibilidad de desabasto y reduce enormemente su tamaño, debiendo ser calculada para una regulación correspondiente a períodos de 8 a 18 horas.
Bombeo secundario: El bombeo secundario abastece la demanda de agua
que debe ser abastecida de forma directa a las tomas domiciliarias y está instalado para tomar el agua de la cisterna de regulación. El bombeo secundario a diferencia del bombeo primario tiene grandes cambios de flujo de agua ya que depende de la demanda instantánea del desarrollo o célula. Esta demanda fluctúa constantemente durante el día y la noche dependiendo de los usos y costumbres de la población abastecida. El equipo de bombeo secundario está compuesto por un conjunto de bombas (relativamente pequeñas) que por lo general son bombas centrífugas horizontales de un solo paso, las cuales resultan ser las más eficientes a las presiones de bajas a medias generalmente requeridas en topografías moderadas. El equipo de bombeo debe estar diseñado para soportar cambios de flujo altos que dependen de la demanda momentánea, puede operar una sola bomba si la demanda es baja (durante la noche) o trabajar 2 o más de manera simultánea si la demanda así lo requiere (a medio día). Gracias a la tecnología actual en cuanto electrónica, se recomienda altamente la instalación de variadores de frecuencia por lo que logran hacer muy eficientes estos equipos resultando en grandes ahorros energéticos, aunado a que resultan muy simples de operar ya que en realidad son totalmente automáticos. Los sistemas de bombeo se equipan con: Válvulas de retención Cada bomba debe tener una válvula de retención en los sistemas de bomba centrifuga. Durante la inspección sanitaria, mientras observa la operación de cada unidad de bombeo, se debe prestar atención al comportamiento de la válvula de retención durante el encendido y apagado de las unidades. La válvula de retención no se debe abrir ni cerrar bruscamente. Si esto sucede, se puede producir un golpe de ariete o carga de presión en el sistema de distribución, lo cual podría ocasionar rupturas en la tubería matriz o en la de servicio. Válvulas de aislamiento Cada bomba debe tener una válvula de aislamiento en la tubería de descarga. En sistemas donde el nivel de captación de agua está por encima del impulsor de la bomba (aplicación de “succión inundada” o “carga de succión”), también se requiere una válvula de aislamiento en la entrada de cada bomba. Las válvulas de aislamiento facilitan la remoción de la bomba para su mantenimiento. La existencia de una válvula no implica necesariamente que esté en operación. El inspector debe preguntar con qué frecuencia se utilizan las válvulas y debe solicitar al operador que abra y cierre una o más válvulas. Manómetros Cada bomba debe tener un manómetro en la descarga para medir las condiciones reales de la carga durante la operación. El manómetro y caudalímetro son importantes para determinar la capacidad de la bomba y detectar cambios en las condiciones de operación. Las bombas reforzadoras del sistema de distribución se deben equipar no sólo con manómetros en la descarga, sino también con caudalímetros compuestos ubicados en la entrada de la bomba. Los caudalímtros compuestos miden las presiones positivas y negativas. La presión en la entrada de las bombas reforzadoras de distribución no debe estar por debajo de las 20 libras por pulgada cuadrada, ya que las presiones más bajas pueden causar problemas de contracorriente en el sistema de distribución aguas arriba de la bomba reforzadora. Caudalímetro El inspector debe observar si la bomba tiene un caudalímetro y si funciona adecuadamente. Además de proporcionar la cantidad exacta de agua bombeada, el medidor puede ayudar al operador a detectar cambios en el sistema y tomar medidas correctivas antes de que se produzca un problema grave. Los caudalímetros se deben equipar con totalizadores para registrar la cantidad total de agua bombeada durante un período dado. Tubería de descarga Los sistemas de bombeo, especialmente las bombas para pozo y agua cruda, se deben equipar con válvulas de aislamiento y tuberías para permitir la descarga libre y no a la tubería de suministro de agua. Esto facilita la limpieza de la fuente de agua más próxima así como la prueba de la bomba.