El hijo Prodigo

Los dos hijos del Padre.

Lucas 15: 11-32

Parábola del hijo pródigo

El evangelio de Lucas no trae una de las historias más hermosas relatada por el
Señor Jesús a modo de parábola, donde remarca el carácter del Padre, denotando su
gracia, su Amor, su perdón, su misericordia hacia su creación, el Hombre,

En la biblia existen otras historia similares como la que vemos en 2da de Reyes 18:5,
leemos que Ezequías confió en el Señor más que ningún otro rey de Judá. Por esto,
es lógico suponer que su hijo, Manasés, fue educado para amar y confiar en el
Señor. Sin embargo, cuando Manasés llegó a ser rey, a la edad de 12 años,
inmediatamente se puso en contra de Dios e "hizo lo malo ante los ojos de Jehová"
(2da de Crónicas 33:2). Manasés fue realmente malo, cometió toda clase de
idolatrías, hechicerías e inmoralidades, incluyendo el sacrificio de sus propios hijos a
dioses paganos. Más tarde, después que Manasés y el pueblo de Judá hubieron sido
llevados encadenados a Babilonia, finalmente se volvió al Dios verdadero que su
padre le había enseñado. Dios escuchó el clamor de Manasés y lo trajo de nuevo a
Jerusalén. Después de años de rebelión, Dios todavía fue afectuoso y misericordioso
con Manasés cuando él finalmente reconoció que sólo Dios era el Señor.

Este era el carácter de Dios que nuestro Señor Jesús estaba propuesto a enseñar con
esta parábola.

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Jesús se encuentra camino Jerusalén, ministrando por los pueblos y aldeas,

anunciando el Reino de Dios. En este contexto se encuentra con un grupo oyentes,
un grupo de publicanos, pecadores, fariseos y escribas.

Los escribas y fariseos, doctores de la ley se caracterizaban porque muchas torcían

las escrituras para beneficio propio y gustaban del elogio público, más su religión era
solo la fachada de su hipocresía. Los publicanos y pecadores, parias de la sociedad,
mucho de ellos corruptos y consideras la lacra de la sociedad, eran rechazados por la
comunidad judía de entonces, más el relato menciona que estos últimos se acercaron
a Jesús para escucharle, tenían necesidad de la palabra; los fariseos y escribas
cubiertas detrás de su fachada religiosa, renegaban por la conducta del maestro de
acercarse a esta lacra de la sociedad, solo se acercaron para murmurar, para
condenar equivocadamente el ministerio de Jesús, el cual se acercaba a los que
necesitaban el consejo del Padre.

Jesús ya les había relatado dos parábolas relacionadas al gozo de encontrar lo que se
había perdido, una moneda y una oveja, comparando estos hechos con el regocijo
de Dios al encontrar un arrepentido que se vuelve a Él.
Es en esta circunstancia que Jesús relata a sus oyentes la parábola del hijo Prodigo,
donde revela el carácter del Padre a su audiencia, El amor al pobre de espíritu, al
arrepentido, al necesitado de la misericordia de Dios, el Perdón , El gozo por un
perdido que es hallado, por el pecador arrepentido..

Lucas 19:10
10 Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido.
Lucas 5:31
Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad
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de médico, sino los enfermos.

Los fariseos enseñaban la ley, pero no la obedecían, ellos vivían una vida en
hipocresía, vivían una vida falsa y en pecado, una vida con levadura en sus vidas.
Los fariseos eran los principales enemigos de Cristo, ellos se dedicaban a criticar y
acusar a Cristo. Ellos se oponían a las enseñanzas de Cristo. Ellos ponían énfasis en
el exterior y descuidaban lo más importante que era el interior, el tener un relación
correcta con Dios.

Los fariseos declaraban ser hijos de Abraham, merecedores de todas las promesas
pero realmente no conocían a Dios, solamente vivían una religión muerta, eran

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 El hijo Prodigo

sumamente religiosos y ponían sus tradiciones y sus reglas por encima de las
necesidades humanas.

Jesús vino a salvar a los perdidos, no importando su posición social, incluyendo a

toda clase de persona marginada o desechada por la sociedad de Israel, a los cuales
la religión tradicional ponía fuera de sus límites, mostrándose como el gran Médico
que ministra a los que estaban más conscientes de su necesidad, de su enfermedad.
A aquel que reconoce que necesita de la gracia de nuestro Dios, ya que nada de lo
que posee puede ameritar la justicia de Dios.

La parábola tuvo por tanto un propósito polémico: mostrar el carácter de Dios, su

inmensa gracia y misericordia hacia el perdido y dar una reprimenda reveladora y
bien dirigida a la élite religiosa de la época de Jesús.

Veamos……Todo empezó con…

Lucas 15:1-2
1 Se acercaban a Jesús todos los publicanos y pecadores para oírle,
2y los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: Este a los pecadores
recibe, y con ellos come.

1. Necesitamos acercarnos humildemente ante El Señor:

Como referimos anteriormente, una parte de la audiencia había venido al Maestro

por su necesidad espiritual que los embargaba, por la necesidad de una medicina
para su enfermedad que los carcomía como lepra, ¡¡Pecado!!

Otra parte estaba allí solo para murmurar, para condenar, creyéndose si pecado,
amparado equivocadamente en su religión, en sus obras, muchas veces tratando de
buscar excusas para su manera de vida. Esto me confronta a mi a una pregunta.

¿Cuál es mi actitud al acercarme al Maestro?, es mi actitud de búsqueda del perdón

de mis pecados, de reconocimiento de mi debilidad en mi carne, de búsqueda de
redención y perdón o por el contrario es de suficiencia y orgullo, creyendo que no
necesito quizás mucho del Maestro, que está bien con un poco, no hay que ser
fanáticos, total todo en exceso es dañino. Es mi actitud de necesidad o de
autosuficiencia, … Cuando el acercarme a él, es porque necesito de él, no es que
Dios necesite de ti..

Nunca creamos que no necesitemos del Maestro, “Así que, el que piensa estar firme,
mire que no caiga”.

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 El hijo Prodigo

Humildad al acercarnos al Señor, sabiendo que somos falibles y que solo una pizca
de orgullo nos puede traer abajo, reconociendo que solo en su mano somos fuertes,
que todo lo que somos se lo debemos a Él, y que nada de lo que hasta ahora
alcanzaste (…) es por ti, sino que hasta tu propia existencia es por la gracia de Dios
en ti. Con cual tipo de audiencia te identificas..

Lucas 15: 11-32

Parábola del hijo pródigo
11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;

y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes

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que me corresponde; y les repartió los bienes.

No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a

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una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo

perdidamente.

2. Necesitamos decidir por lo correcto.

El hijo menor, denota una falta de respeto hacia el Padre, le pide los bienes que le
corresponde a su Padre antes de que este muriera, no era costumbre entregar la
herencia a los hijos sino hasta la muerte del Padre, esto demuestra el desinterés del
hijo por la autoridad del Padre, los consejos del Padre, el menosprecio por la casa el
Padre. Mas el detalle que resalta es que el Padre no detiene al hijo en su decisión,
sino que repartió los bienes.

El relato nos muestra un hogar donde no faltaba la bendición y por ende los hijos
Vivian bajo esta bendición, más el hijo menor es deslumbrado por lo que el mundo
puede ofrecer y dando cabida a sus propias concupiscencias y deseos toma una
decisión incorrecta. El Padre en su amor hacia su creación le dio la libertad de elegir,
cuantas veces sucumbimos por las placeres del mundo, Se supone que este Padre
tuvo tiempo para dar el consejo oportuno a su hijo menor, mas no lo obliga a
obedecer, Él nunca nos va a obligar a seguirle o quedarnos a su lado en el hogar,
bajo su cuidado y amor. Esto debió causar dolor al Padre, muchas veces nuestros
hijos no han de decidir por lo correcto..

Este libre albedrio de decidir hacer lo bueno o no hacerlo, a decidir entre obedecer o
no, nos permite escoger amar a Dios o no, a mostrar respeto y reverencia ante su
presencia o no, de amar a tu prójimo o no.

Es el libre albedrio en ti es una herramienta que te lleva a agradar a tu Creador, o a

vivir perdidamente apartado del Padre.

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Jesús, se encuentra confrontando tanto a su audiencia de publicanos y pecadores

como a los fariseos y escribas presentes, los últimos se consideraban mejores que
aquellos publicanos y pecadores, más el Señor les muestra que están en la misma
condición.

Ambos decidieron vivir apartados del Señor, unos en sus avaricias y desobedientes,
otros en sus religiones e hipocresía, ambos lejos del Padre, sin considerar el consejo
del Padre, decidiendo vivir perdidamente.

Por mucho dolor que sintiera, por la decisión que tomaba el hijo, el Padre respeto
esta decisión. Muchas veces nuestras decisiones equivocadas, son permitidas por El
Padre. Y estas decisiones las tomamos a diario, en todo momento. Que las
decisiones que tomemos en nuestro libre albedrio siempre estén orientadas a
agradar al Padre, preguntémonos siempre, ¿Las decisiones que tomo, están de
acuerdo con mi Señor, agrada a mi Padre?.

Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella

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provincia, y comenzó a faltarle.

Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le

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envió a su hacienda para que apacentase cerdos.

Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos,

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pero nadie le daba.

3. Necesitamos venir al verdadero socorro.

Pero todo tiene su final, la vida superflua, banal, que vivía este hijo, también tuvo su
final, pero de ninguna manera iba a ser un buen final…ya que todo lo que empieza
mal tiene que acabar mal, con alguna consecuencia (lo que siembras)…al faltarle
dice el texto, comenzó a buscar ayuda, El texto nos indica que no fue Dios a quien
corrió fue en primer lugar, se supone que fue a sus supuestos “amigos”, pero ya no
había amigos, el mundo es un jefe que paga mal, todos le rechazaron, ahora era un
rechazado de la sociedad. Lo interesante es que este hijo aún estaba ciego
espiritualmente, este problema todavía no lo despertaba, dice el texto que se arrimó
a un ciudadano de aquella tierra, se arrimó a otro ciego y le envió con los cerdos,
que tal ayuda, a que palo se arrimó…..

Quien es la persona a quien corro cuando estoy en problemas, es al Padre o es a

otro ciego, muchas veces confiamos en otro ciego, y los dos nos metemos en más
problemas. A tal punto que ahora estaba alimentando cerdos, una cosa totalmente
despreciable para la costumbre judía.

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 El hijo Prodigo

Nos extraña que el que le ocupaba ni siquiera diera de comer, pero esto bien ilustra
la degradación del pecado. Este hijo menor tenía libre albedrío. Podía tomar la
decisión de salir de la casa de su padre, pero no podía ser libre de las consecuencias
de su decisión. La tentación presenta el pecado como muy atractivo, muy deseable y
no se niega que el pecado mismo puede ser placentero. Sin embargo, la
consecuencia del pecado es pura pesadilla.

El texto nos gráfica la vida del hombre perdido, como una vida de miseria perpetua
(“nadie le daba”). Siempre hay gran hambre en aquella provincia lejana de pecado,
el pecado nunca llena tus necesidades. En realidad todos o estamos en la casa del
Padre o estamos en la miseria. Disfrutamos la abundancia de la casa del Padre o
perecemos de hambre. Gozamos de la libertad en la casa del Padre o somos esclavos
del mundo. Recibimos el honor de ser hijos de Dios o sufrimos la vergüenza de ser
hijos del diablo.

El verdadero propósito de Satanás es reducir todo hombre a este nivel de

sufrimiento y miseria. Quieren que todos malgasten su herencia y que vivan y coman
con cerdos. Es lo que quiere hacer con todos. Quiere que todos manchen sus
vestiduras (Apoc. 3:4). Quieren que los miembros de la iglesia hagan como los
perros y cerdos: “El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el
cieno” (2 Ped. 2:22). Quiere que todos sean como los que Isaías 1:6 describe:
“Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida,
hinchazón y podrida llaga”.

El diablo promete grandes cosas, pero paga con alimento de cerdos.

Jesús les ilustra a sus oyentes su condición y su necesidad de venir al único apoyo,
de arrimarse al único que realmente salvara su condición de pecado, ambos estaban
con sus vestidos manchados, ambos tienes esta oportunidad ahora de lavar sus
vestidos en los brazos del Maestro, es ahora la decisión de ellos de venir a Él con la
actitud correcta.

Es nuestro Padre la primera persona a quien corres cuando estas en problemas?

Y volviendo en sí, dijo: !Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen

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abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!

Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo

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y contra ti.

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Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus
jornaleros.
20Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su
padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y
le besó.

Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy

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digno de ser llamado tu hijo.

4. Necesidad de volver a empezar otra vez.

En esta condición, la palabra refiere que “volvió en sí”, indicando que este joven
estuvo “fuera de sí”, la adversidad le hizo volver en sí; es decir, cuando fue reducido
a la pobreza y la miseria. Es seguro que esta es la condición que anhelaba el Padre
cuando vio salir a su hijo del hogar, Al reconocer su pecado y volver su mirada al
Padre, esta condición de pura tragedia se volvió en una bendición, porque esa
condición desdichada ayudó a llevarle al arrepentimiento, recordó la condición que
tenía cuando vivía al lado del Padre.

Aquí podemos ver una verdad, las adversidades producto de una mala decisión
también son una oportunidad de volver a empezar

En las parábolas de la oveja perdida y la moneda perdida se enfatizaba la búsqueda,

la labor del Padre en su amor por el perdido y el gozo de encontrar lo que se había
perdido, Su audiencia de ocasión, se encontraba confrontada al carácter del Padre,
unos conociendo su preocupación y amor por el perdido.

Más en la parábola de hijo prodigo se explica cómo se perdió el hijo, y cómo tuvo
cambio de corazón y volvió al padre. Al salir decía “dame” y al volver dice
“perdóname”. No culpa a otros. No emblanquece su pecado. No trata de justificarse.
No trata de reformarse viviendo con los cerdos. Simplemente reconoce que el pecado
no satisface sino que sólo produce el hambre y que sería locura perecer con hambre
en lugar de volver a la casa de su padre donde hay abundancia de pan aun para los
jornaleros.

Por eso, toma otra decisión importante. Ahora toma la decisión de emprender el
viaje de arrepentimiento para volver a la casa del padre donde hay abundancia de
pan. De volver a empezar, esta decisión requería mucha humildad pero también
requería mucha sensatez, porque no todo el mundo reducido a la miseria toma
decisiones buenas. Algunos cometen suicidio como Judas, otros empiezan una vida
de crimen o borrachera, pero éste actuaba con sobriedad y volvió a su padre

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El pródigo sabía que podía regresar a la casa del padre. 2 Pedro 3, “15 Y tened
entendido que la paciencia de nuestro Señor es para salvación”. Nos toca si nos
corresponde volver o en todo caso convencer a los perdidos que no solamente
pueden volver al Padre, sino que El sinceramente anhela su retorno, no para
castigarlos sino para perdonarles. La actitud del padre según el relato muestra el
amor puro, no había resentimiento, rencor, enojo, solo había amor, esta es el
caracter que espera puedan apercibir este grupo de fariseos y escribas, y nos dice lo
mismo ahora a ti y a mí, estoy dispuesto a recibirte como estés, porque te amo.. a
pesar de.. Dios no rechaza un corazón humillado y contrito, ven vuelve a empezar.

Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y

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poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.

23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;

porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es

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hallado. Y comenzaron a regocijarse.

5. Necesidad de experimentar el gozo del Padre.

Otro aspecto que hace inolvidable este relato es la sensibilidad demostrada en la

respuesta del padre al retorno de su hijo perdido. El júbilo del padre estaba lleno de
tierna compasión. El hijo menor, quien se había ido lleno de insolencia y descaro,
destruyendo las esperanzas que su padre había puesto en él, volvió como un hombre
totalmente quebrantado. Desconsolado y sin duda profundamente herido por la
rebeldía de su necio hijo, el padre sin embargo expresó alegría pura, sin ninguna
insinuación de amargura, cuando su hijo menor volvió arrepentido a casa. ¿A quién
no le conmovería esta clase de amor?, en su mirada no había rencor, ni enojo, ni
rencor, como la mirada que dio a Pedro luego que le negó, solo había amor en su
mirada, solo había gozo por su hijo arrepentido, tal que toda la casa comenzó
regocijarse con El, esta es el símil con el versículos 8 y 9, gozo por la oveja hallada,
por la moneda encontrado, por el hijo que vuelve…Tu y yo podemos experimentar
este gozo del padre y junto con ello sus bendiciones otra vez, porque él es tardo
para la ira y grande en misericordia.

Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la

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casa, oyó la música y las danzas;

26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.

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Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro

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gordo, por haberle recibido bueno y sano.

Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le

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rogaba que entrase.

Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no

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habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para

gozarme con mis amigos.

Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras,
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has hecho matar para él el becerro gordo.

Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas

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son tuyas.

Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano

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era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

6. Podemos creer estar cerca del Padre y a la vez estar lejos de Él.

Pero el hijo mayor en la parábola no se conmovió en lo más mínimo por el amor de

su padre. Su inflexible resentimiento por la misericordia del padre hacia su hermano
contrasta crudamente con el tema dominante de Lucas 15, el cual es el gran gozo en
el cielo por el regreso de los perdidos. El mensaje principal de la parábola, entonces,
es una súplica urgente y aleccionadora a una audiencia de corazón endurecido cuyas
actitudes reflejaban exactamente las del hermano mayor. La parábola del hijo
pródigo no es un cálido y confuso mensaje para sentirse bien, sino un poderoso
llamado a despertar con una advertencia muy seria. Ese punto no se debe pasar por
alto en nuestra comprensión y revalorización de esta amada parábola. Por desgracia,
a menudo se hace caso omiso al escarmiento del hermano mayor en muchas de las
leyendas populares. Y sin embargo, esta es después de todo la razón principal de
que Jesús contara la parábola.

Muchas veces podemos creer estar tan cerca del Padre y no apercibirnos que
estamos volviéndonos solo en religiosos, cual es motivo de por el cual vienes a la
casa del Padre. Reflejas el mismo interés del padre por tu hermano en aflicción, el
mismo anhelo del Padre por el regreso de un perdido, el gozo del Padre por buscar y
hallar lo que estaba perdido.

La fría indiferencia del hermano mayor, el verdadero punto central de la historia,

como resulta ser, es una representación vívida de la misma hipocresía maligna que
Jesús estaba confrontando en los corazones de los antagonistas escribas y fariseos, a
quienes antes que nadie refirió la parábola (Lucas 15.2). A ellos les molestaban
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tremendamente los pecadores y cobradores de impuestos que se acercaban a Jesús,

intentaron disimular su indignación carnal con pretextos religiosos. La parábola de
Jesús rasgó la máscara de su hipocresía.

Jesús señala el contraste entre el deleite de Dios en la redención de pecadores y la

hostilidad de los fariseos hacia esos mismos pecadores..

Para todos nosotros, la actitud del hermano mayor es una poderosa advertencia que
muestra cuán fácil y sutilmente la incredulidad se puede hacer pasar por fidelidad.
Cuán lejos podemos estar del Padre, creyéndonos estar cerca de Él, sino reflejamos
el carácter de Dios hacia los perdidos, hacia tu prójimo, hacia los pecadores, hacia lo
que más te molesta, podemos estar también muy lejos del casa de Padre.

Que la palabra de Dios nos lleve a deleitarnos en el gozo del Padre por la salvación
de los perdidos. Al aprecio por la belleza y la gloria del plan de redención divina.
Animarnos y prepararnos mejor para participar en la obra de extender el evangelio.

Y si como el hijo pródigo, hemos tocado fondo, procuremos pues a dejar las
algarrobas de este mundo. Recuerda los dos hijos del Padre…Dios bendiga su
Palabra….

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