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de ANN McMAN
TRADUCTORA: © 2017
SINOPSIS
Descargos de la autora:
Violencia / Sexo: Sin violencia y sin sexo (pero espero que lo lean de todos
modos). Esta historia implica una relación implícita, consensuada, amorosa y
romántica entre dos mujeres adultas. No es explícito, pero si las referencias a
“sweater meat1” te ofenden, tal vez quieras considerar otra selección de historia.
1
Dícese de mujeres con un busto prominente
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
NUNCA MAS
NEVERMORE
Ann McMan
¡Ganador!
5
2
—1-800-AZOTAME . —Conozco ese número. Diz estaba mirando y
leyendo el identificador de llamadas en su teléfono celular.
—¡Oh, lindo, nimrod3! —Clarissa agarró las páginas de arriba y las sacudió
sobre un cubo de basura—. Genial. —Levantó la primera página. Líneas azules
como tela de araña de lo que habían sido notas corrían por la hoja de papel como
2
Línea sadomasoquista
3
Nimrod es un personaje de ficción que aparece en los cómics estadounidenses publicados por Marvel Comics. El
personaje apareció por primera vez en Uncanny X-Men # 191
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
venas varicosas—. Puedes ser tan gilipollas. Ahora tendré que hacer esto todo de
nuevo.
—Oh, eso es maduro. ¿Y qué pasa con el atuendo de hoy? Te ves como
Howdy Doody4 en crack.
Diz puso los ojos en blanco. —Dame un descanso, Clar. Es para la fiesta de
Navidad. Además, no conocerías a Howdy Doody aunque él se acercara y te
6
mordiera tu culo de clase alta.
4
Programa infantil estadounidense que duro desde 1947 a 1960
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Clarissa era una “Comer5”. Todo el mundo lo sabía. Desde que terminó la
escuela de posgrado en Princeton, estaba pagando sus deudas trabajando en las
filas del negocio familiar. Un año en servicios de suscripción; dieciocho meses en
distribución y dos fríos años de investigación con Diz. Su próximo paso sería sin
duda, una oficina privada en el piso superior de la suite editorial. Pero tenía que
darle crédito: ella trabajaba duro y sabía su mierda.
Y una vez que finalmente tuviera esa piel de oveja, volaría este lugar y... ¿y
qué?
5
Uno en una carrera que está alcanzando a otros y muestra la promesa de ganar
6
Estudiantes a los cuales les falta solo presentar la tesis para obtener el doctorado
7
Llamando al Dr. Gillespie es una película dramática de 1942 dirigida por Harold S. Bucquet, protagonizada por Lionel
Barrymore, Donna Reed y Philip Dorn
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Oh bien. Habia cosas peores. Ella podría terminar como su ídolo, Poe 8 que
murió solo, en la pobreza a la edad de 40 años, a unas cinco cuadras de este
maldito edificio.
8
Edgar Allan Poe. Escritor, poeta, crítico y periodista romántico estadounidense.
9
Actriz, cantante y bailarina estadounidense
10
De todo, pero comprometida
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
y prestigiosa de Baltimore. Iba a ser una gran fusión, y las fotos de la glamorosa
pareja destacaban con frecuencia en las páginas de sociedad en The Sun11.
No, pensó Diz, mientras miraba a los ojos grises y ahumados de Clarissa.
No había allí, nada para ella.
¡La fiesta de este año era en Nevermore12! - un bar de tapas de alta gama
9
en el Puerto Interior.
—¿Un taxi? —Diz levantó una ceja—. Claro... quiero decir, no tengo que
comer el resto del mes.
11
Periódico inglés
12
Nunca mas
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—Vete a la mierda.
Diz le dio una sonrisa cegadora. —Porque soy un pie más alta que tú, y
cada vez que vamos a algún lugar juntas, la gente piensa que estás con Rachel
Maddow14.
—Entonces, —Diz se ajustó los anteojos negros que la hacían parecer una
nerd, pero ahora la hacían parecer elegante—. ¿Qué pasa con Dash? ¿Él no 10
vendrá a la fiesta?
—¿En la noche del viernes antes de Navidad? ¿Qué? ¿Hay un envío tardío
de brazos de jardín procedentes de Noruega, ¿o algo?
—O algo, —sonrió Clarissa. Tenía una gran sonrisa, con hoyuelos grandes
y profundos que hacían que Diz se pusiera débil en las rodillas si los miraba
demasiado tiempo. Era tan hipnótica como mirar una vela encendida, e igual de
peligrosa. Si no tenías cuidado, acabarías ciego.
13
Personaje de la serie The Beverly Hillbillies “Los Beverly ricos” protagonizado por Larry Pennell.
14
Rachel Anne Maddow: Es una personalidad de la radio, presentadora de televisión, y comentarista progresista
estadounidense
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Diz se reclinó en su silla y extendió sus largas piernas. Llevaba su mejor par
de Converse rojos, altos. Emparejaban perfectamente con sus tirantes. —Déjame
aclarar esto, ¿necesitas que te haga compañía hasta que llegue Lord Nelson15?
—Oh, sí, lo haces... estoy hablando de esas dos tipas regordetas y monas
de la sala de correo.
11
La comprensión llego. —¡Oh! Te refieres a Randi y Ronni. Las gemelas.
¿Como podría olvidarlas?
—Ni idea, —le ofreció Clarissa—. Caminaste cojeando durante casi una
semana.
15
Horacio Nelson, I vizconde de Nelson, I duque de Bronté fue un vicealmirante de la Marina Real británica. Fue conocido
por sus victorias durante las Guerras Napoleónicas
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Diz entrecerró sus ojos azules. —Tengo curiosidad por algo, Clar.
—¿Que?
—Te escuché, Marty. —Siseó Diz—. Dile a Lisa que estoy más que
halagada, pero he hecho otros planes.
Marty se quedó allí mirando hacia adelante y hacia atrás entre Diz y
Clarissa. Luego negó con la cabeza. —Lo que te venga bien. No digas que no
pregunté.
—No lo haré.
13
Diz miró a Clarissa que estaba sentada allí mirándola con una ceja
levantada. —¿Señorita Sweate Meat? —Preguntó.
Diz luchó por mantener su mirada lejos del escote de la blusa de seda de
Clarissa. Decirle a Clarissa que ciertamente podría defenderse en un concurso de
Sweater meat probablemente sería una mala idea.
Diz realmente no los culpaba. La mayoría de los bailarines estaban más allá
de los desafíos rítmicos, y sus giros obscenos los hacían parecer extras ebrios del
set de Mogambo16.
Diz no sentía dolor, y no solo por los cinco gimlets de vodka que había
tenido. Dash Dane seguía sin aparecer, y a Clarissa en realidad no parecía
importarle, ni parecía tener prisa por irse. 14
Diz podía sentir una oleada de falso coraje en contra de la imposición de un
mejor sentido que normalmente la mantenía fuera de peligro. Y esa no podría ser
una buena noticia. Después de tres tragos, Clarissa comenzó a parecer menos
formidable. Después de cinco, comenzó a verse francamente... alcanzable. Y Diz
apenas se aferraba al suficiente sentido común como para darse cuenta que debía
cambiar las circunstancias, rápido.
La música era tan fuerte que era difícil pensar. Y necesitaba poder pensar.
Necesitaba pensar porque, en este momento, todo lo que quería hacer era actuar.
Escuchó a Clarissa decir algo, pero el ruido ambiental era demasiado fuerte
para que ella pudiera distinguir de qué se trataba. Se inclinó hacia ella.
16
Mogambo es una película estadounidense de 1953 dirigida por John Ford y con Clark Gable, Ava Gardner y Grace Kelly
como actores principales.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—¿Qué? —Gritó.
—No estoy tan segura de que esta sea una buena idea, —dijo, mientras
Clarissa la arrastraba hacia la pista de baile.
Estupendo.
16
Diz podía sentir la vibración de sus palabras contra su oreja. Retrocedió y la
miró. No estaban bailando tanto como oscilando. Realmente no había mucho
espacio para moverse.
Clarissa solo negó con la cabeza y tiró de ella más cerca. —Eres una chica
brillante—. Compruébalo.
Diz iba a responder, pero se distrajo cuando notó que la gente las miraba.
Mucha gente Empezó con unos pocos, luego parecía extenderse por la pista de
baile como una ola. Entre giros, señalaban y hablaban detrás de sus manos.
Se inclinó más cerca de la oreja de Clarissa. —La gente nos mira, —dijo.
—¿Por qué nos miran? ¿Mi bragueta está abierta o algo así?
Diz tuvo que pensar en eso. De hecho, su bragueta estaba felizmente unida
con la pretina de la falda ajustada de Clarissa. En este momento, estaba a 180
grados de su culo.
—No.
17
Clarissa se echó hacia atrás y le dio a Diz una mirada irónica. Levantó una
mano y la pasó por la gruesa cabeza de pelo corto y oscuro de Diz.
—Sí. Eso.
—Eres afortunada.
Clarissa sonrió y tiró de ella hacia adelante. —No tengo nada que decir
sobre eso.
Diz bajó la barbilla y lo miró por encima del borde de sus gafas. Parecía
cualquier cosa menos sentirlo.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Diz puso los ojos en blanco. —Bien. Ya sabes cómo esas cámaras
distorsionan todo.
—¿Llamas a eso bailar? —Preguntó Diz—. Fue más como roller derby17
¿Por qué no solo encontramos una puerta para pararte o un armario desocupado?
Al menos terminaríamos con menos moretones.
—¿Te conozco?
17
El roller derby es un deporte de contacto, originario de EEUU, que se juega sobre patines tradicionales alrededor de una
pista ovalada.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—No tan bien como podrías. —Clarissa le dio una mirada que solo podía
describirse como sensual. Y Diz estaba segura de eso porque lo revisó. Dos
veces.
Visión de túnel. ¿No es así como se llama cuando todo lo que te rodea se
estrecha de repente en un diminuto agujerito por el que solo puedes ver una cosa?
Dane Nelson parecía haber salido de la lista de “diez mejores” en GQ. Pasó
un brazo por los hombros de Clarissa y la besó en el cabello.
—Oye, llegué aquí tan pronto como pude. —Miró alrededor del lugar lleno
de gente—. ¿Dónde están tus cosas? Estoy exhausto. ¿Podemos salir de aquí?
Dane la miró. Diz podía ver sus ojos moviéndose arriba y abajo de su figura.
No pareció darse cuenta del apodo, pero Diz vio que las comisuras de la
boca de Clarissa se contraían.
—Mira, —dijo Diz—. Estoy un poco cansada, Clar. Creo que terminaré la
noche.
Estúpido.
—No, gracias, —dijo Diz. Miró a su alrededor hasta que vio a Marty,
sosteniendo la barra—. Compartiré un taxi con Marty.
—Dulce. —Él la miró—. ¿Así que finalmente estás libre del trabajo?
—Señaló al barman—. Vamos a tener otra ronda. ¿Qué estás bebiendo?
¿Gimlets?
El cantinero apareció.
—Tendré otro T & T, —dijo. Hizo un gesto hacia Diz—. Y ella tendrá un
Goose Gimlet. —Miró a Diz, y frunció el ceño ante su expresión taciturna—. Haz el
suyo doble, —agregó.
18
Es un periódico en línea y blog agregador de noticias, fundado por Arianna Huffington
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—Sí. ¿Así qué? ¿Para qué son los amigos? —Levantó su vaso—.
Tomaremos un trago más, luego saldremos.
Tres copas más tarde, Diz ya había pasado el punto de no retorno. Sabía
que estaba en problemas cuando un mozo se inclinó sobre ella para recuperar un
plato caliente, algo del camarero. El vapor del plato flotaba en su rostro, y sintió
que la habitación comenzó a girar.
Marty lo vio.
22
vaso y se apartó de la barra.
Estupendo.
Nop.
23
parecía una nube tormentosa.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Preguntó Diz. Pasó junto a ella y se dirigió
al fregadero.
—¿Tú casa?
Diz se levantó y se giró para mirarla. Clarissa mantuvo las toallas húmedas
contra la parte posterior de su cuello. Eso significaba que ella continuaba estando
muy cerca. Tan bueno como eso fue, Diz sintió que era arriesgado. Su estómago
todavía estaba dando saltos mortales. La luz brillante en el baño la hacía nadar. El
olor de las violetas rojas tampoco ayudaba mucho.
Diz asintió.
Ellas iban a lo largo West Pratt Street, lejos del puerto. Clarissa giró a la
derecha en South Paca, y pasó el campus principal de la Universidad de
Baltimore.
Diz negó con la cabeza. —Nada. —Pasó su mano por el tablero de madera
del auto—. ¿Qué pasa contigo y todas las cosas italianas? —Preguntó ella.
Clarissa realmente sonrió. —No. Pero creo que podría haber algunos Tic
Tacs en la guantera.
—Hmmm. Okaaayyy.
—Puedo imaginar.
Diz las hizo rodar nuevamente. —Solo puedo imaginar dos explicaciones.
Dash tenía una prisa increíble, y estas se engancharon en uno de sus gemelos
tachonados de diamantes.
Diz la miró con aire de suficiencia. —El inspector Dupin21 no tiene nada
conmigo.
—¿Llaves? —Preguntó.
Diz asintió.
19
Tienda, Supermercado
20
Pastelito relleno de nata
21
C. Auguste Dupin, es un detective de ficción creado por Edgar Allan Po.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Clarissa suspiró. —Entonces, ponte de pie. —Ayudó a Diz a salir del auto.
Clarissa levantó las llaves. Tomó el brazo de Diz. —¿Puedes subir los
escalones?
—Creo que sí. —Diz dio un paso tambaleante hacia adelante, luego se
detuvo.
—Oh, Dios, no vas a estar enferma otra vez, ¿verdad? —Preguntó Clarissa
con alarma.
28
—No. Solo quiero saborear esto. ¿Podemos ir despacio?
—Si no tienes auto, ¿por qué tienes tantas jodidas llaves? —Se quejó.
—Suenas sorprendida.
Maldición, ella olía bien. Diz dejó caer un beso descuidado en su cuello. 29
—Realmente me gustas, —murmuró.
Lo siguiente que supo, fue que estaba cayendo hacia atrás y Clarissa
estaba justo encima de ella. Aterrizaron en la cama con un suave golpe. Clarissa
presionó sus antebrazos.
—Dios mío, eres un dolor en el culo. —Se sentó a horcajadas sobre Diz—.
Y una pesada, en eso. —Le desabrochó los tirantes y comenzó a desabotonar su
camisa blanca—. Vamos a quitarte esta ropa sucia.
Clarissa se puso de pie al lado de la cama y quitó los zapatos de Diz. Luego
sacó los pantalones el resto del camino. Diz ahora estaba vestida solo con su
sostén y sus bragas. Clarissa se apresuró a poner una manta para cubrirla.
—Tienes que dormir ahora, —dijo. Le quitó las gafas a Diz y las puso en la
mesita de noche.
—¿Quieres acurrucarte?
—Gracias.
Cuando llegó la mañana, Diz estaba segura de tres cosas: una, estaba sola
en su cama; dos, algo claramente había muerto en su boca; y tres, nunca bebería
ocho gimlets de vodka de nuevo. Nunca.
Cuanto más tiempo permanecía allí, más recordaba. Una pesadilla sucedía
a otra hasta que fueron demasiado numerosas para contarlas.
Pero había algo más. Clarissa había estado en la cama con ella. Estaba
segura de eso. Y se besaron. Levantó una mano temblorosa hacia sus labios.
También estaba segura de eso.
—Estas despierta.
Diz miró hacia la puerta. Clarissa estaba allí, sosteniendo un vaso alto de
algo. Cruzó hacia la cama.
Diz la miró. ¿Cómo era posible que alguien se viera tan malditamente
hermosa por la mañana? Se había quitado la chaqueta y estaba parada allí, con la
falda y la blusa de seda fuera de la falda.
Clarissa puso los ojos en blanco. —Sí. Temía que pudiera caerte de la
cama y ahogarte en un charco de tu propio vómito.
Diz tuvo que sonreír ante eso. —Puedo ser muy encantadora.
Diz trató de guiñarle un ojo, pero la acción le hizo doler la cabeza. Levantó
una mano y se frotó la parte posterior de su cuello.
—¿Qué demonios habia en eso? —Dijo con voz áspera cuando pudo
encontrar su voz—. ¿Alquitrán?
Clarissa solo le sonrió. —Ducharse ahora. Luego baja y come algo. —Cogió
el vaso vacío de Diz, se dio la vuelta, recogió sus zapatos y salió de la habitación.
Diz la vio irse con asombro. ¿Algo de esto realmente estaba pasando?
Clarissa en realidad parecía estar disfrutando de su pequeña rutina June
Cleaver22.
Lo que sea. Diz apartó la manta y lentamente se puso de pie. Hasta aquí
todo bien. Al menos la habitación no estaba girando. Se dirigió al baño y miró su
reflejo en el espejo.
22
Evelyn junio Bronson Cleaver es un personaje principal en la American televisión comedia Leave It to Beaver.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Oh, Jesucristo, pensó ella. Sus ojos parecían una página de Google Maps,
y su cabello hacía que la apariencia de Don King23 fuera dócil. Rachel Maddow
podría demandarla por difamación de personaje y ganar en una caminata. Tal vez
Clarissa tenía razón y una ducha ayudaría.
Clarissa había enchufado las luces del árbol de Navidad. Diz siempre
conseguía un árbol real, y este era una belleza: un gran abeto Frasier, 35
transportado en camión desde las montañas de Carolina del Norte. Era de dos
metros y medio, y orgullosamente monopolizaba una esquina de la gran sala de
estar. El árbol estaba decorado con luces azules y blancas, y cientos de diminutos
cuervos de papel. Le tomó años hacer todas las aves de origami. Fue algo que
comenzó a hacer una noche en las estanterías de la biblioteca de graduados, una
simple distracción para mantenerla despierta mientras bebía de su termo de café,
y trató de ignorar el hecho de que de alguna manera tenía que presentarse para el
trabajo en unas pocas horas más. Año tras año, su bandada de cuervos se hizo
más grande, y Diz compró árboles más grandes y más grandes para acomodarlos
a todos. Prometió que cuando finalmente terminara su doctorado, dejaría de
doblar cuervos y agregaría un cardenal a la mezcla: un período brillante y colorido
para terminar con la sentencia más larga y prolongada de su vida adulta.
23
Donald "Don" King. Promotor de boxeo estadounidense conocido por su llamativo peinado.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Había música tocando. Jazz. Sonaba como Sophie Millman. Diz estaba
impresionada de que Clarissa hubiera descubierto cómo encender su sistema de
sonido; por lo general, tenía que descubrir el maldito manual de instrucciones cada
vez que quería reproducirlo. Diz no era muy buena con las “máquinas”: realmente
pertenecía a otro siglo. Bien. Todo excepto por el vestuario. A todos sus amigos
les gustaba burlarse de ella acerca de cuán técnicamente inteligente no era. Ni
siquiera tenía un iPod. Y mierda... en estos días, la mayoría de la gente tenía más
iPod que cromosomas.
Clarissa. 36
Diz todavía no podía creer que ella estuviera allí. No podía creer que algo
de la última noche hubiera sucedido realmente. Quería preguntarle a Clarissa
cuánto de lo que pensaba que recordaba era real, pero se sentía ridícula al
hacerlo. Además, si algo de eso realmente había sucedido, Clarissa
probablemente solo quería olvidarse de eso. Diz solo empeoraría las cosas para
ambas si lo mencionaba.
Era típico, pensó. Había tenido la mejor noche de su vida con la mujer que
alimentaba la mayor parte de sus fantasías y estaba demasiado borracha como
para recordarla con certeza.
Por supuesto, pensó; si hubiera estado sobria, nada de eso habría sucedido
en primer lugar.
24
Wired, es una revista mensual estadounidense que existe desde 1993 y un sitio web de noticias homónimo.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
No hay mucho que hacer allí, pensó Diz. A menos que, por supuesto,
estuviera en la posibilidad de leer tus pesados documentos de fuentes primarias
existentes relacionados con el aumento de la ficción relacional. De alguna manera,
dudaba que Clarissa lo encontrara muy atractivo. Incluso si arrastrara su culo y
fuera una apasionada de las cosas.
37
Había café recién hecho en la jarra de la encimera. Diz estaba sirviéndose
una taza cuando oyó que Clarissa la llamaba.
—¡Estoy aquí!
Diz dejó su taza de café sobre una mesa auxiliar. —Para decir la verdad, no
sé qué pensar sobre nada de esto.
—Sí. —Diz estaba cada vez más exasperada—. Esto. —Movió un dedo
hacia adelante y hacia atrás entre ellas—. Cualquiera de eso. Todo eso.
—Sí.
25
Home Shopping Network (HSN) es un canal americano de difusión, cable básico y la televisión por satélite de la red que
es propiedad de HSN
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
Diz sintió que su cabeza comenzaba a nadar de nuevo, pero no era por su
resaca.
—Hazme un favor, Clar, no me hagas trabajar para resolver nada hoy. Solo
estoy disparando con alrededor de la mitad de mis cilindros en este momento.
Diz asintió.
—¿Por qué?
Diz entrecerró los ojos. —Estuviste aquí anoche, ¿verdad? Quiero decir...
No me imagine esa parte, ¿verdad?
—Jesús, Clar. —La mortificación de Diz aumentaba con cada segundo que
pasaba—. ¿Te he besado o no?
Sintió una mano cálida en su muslo. Miró a Clarissa, quien la miraba con
una extraña sonrisa en su rostro.
—Caramba. Gracias.
—¿En serio? ¿No puedes resolverlo? Pensé que eras una especie de
Erudito Rhodes26?
Diz puso los ojos en blanco. —Esa no era yo, esa era Rachel Maddow.
26
La Beca Rhodes fue una beca académica el nombre de Cecil Rhodes, otorgado por el estudio de la Universidad de
Oxford en Oxford, Inglaterra. Fue establecido en 1902.
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Dijo que tenía algunas “cosas de qué encargarse”, y que se iba a reunir con
Lord Nelson a las dos en punto.
Pero Clarissa había tenido razón, y la comida realmente hizo que Diz se
sintiera mejor. El tocino y el quiche de Gruyere con puerros y tomates secados al 42
sol eran suntuosos. Diz se comió dos pedazos grandes.
27
Una camisa hecha de tela que contiene un cabello que se siente desagradable en la piel y fue usado en el pasado por
personas que querían castigarse por razones religiosas
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—Bueno no.
Diz estaba sorprendida. Clarissa vivía en una de las áreas más deseables,
frente al mar de Baltimore. Condominios en su edificio se vendieron por más de
un millón de dólares, fácilmente.
—No lo sé, —dijo Clarissa—. Tal vez porque paso mis días por debajo del
nivel de la calle y mis noches en las nubes. —Se encogió de hombros—. Creo que
preferiría vivir mi vida en algún lugar en el medio.
Diz agitó una mano sobre ellos. —No, me ocupo. Adelante y ve.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—¿Estás segura?
Diz asintió.
Clarissa se puso de pie, y Diz hizo lo mismo. —Te veré otro día, —dijo.
—Bien. —Diz se quedó allí estúpidamente, mirando sus zapatos y sin saber
realmente qué decir. Se sentía ridícula y expuesta, como si estuviera tratando de
tomar el control para preguntarle a la reina del baile si podía llevar sus libros al
aula.
Clarissa suspiró.
Diz asintió.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—Pero, —Clarissa dio un paso más. La nube de violetas rojas se movió con
ella—. Lo que no te dije es que sí recuerdo que esto sucedió.
Clarissa empujó a Diz contra la pared y le coloco un beso. Que no era del
tipo tentativo, estar borracha y no lo recuerdo, este tipo de beso experimental. Era
un tipo de beso completo, franco, las manos hacia abajo, a las diez, Ave María,
todo sobre ese tipo de beso que no dejaba nada a la imaginación.
—Ahora voy a llegar tarde, —dijo Clarissa. También parecía sin aliento—.
¿Te veo mañana?
Clarissa la besó de nuevo, esta vez con rapidez y luego se volvió hacia la
puerta. Estaba a mitad de camino cuando se detuvo y se giró para mirar a Diz.
—¿Cuál es tu verdadero nombre, de todos modos? —Preguntó.
Diz asintió.
NUNCA MÁS de ANN McMAN TRADUCTORA:
—Ciertamente has acertado con esa parte. —Bajó los escalones hacia su
auto esperando—. Te llamaré más tarde.
Anoche había sido surrealista. Hoy estaba del otro lado de lo surrealista. ¿Y
mañana? Mañana era Nochebuena. Nochebuena con Clarissa. Ella nunca lo vio
venir. Clarissa tenía razón. A veces, Diz se perdía las pistas más importantes.
—La esperanza es esa cosa con plumas. ¿No es eso lo que dijo Emily
Dickinson?29
—Hola, hermosa.
FIN
47
29
Emily Elizabeth Dickinson fue una poeta estadounidense, cuya poesía apasionada ha colocado a su autora en el reducido
panteón de poetas fundamentales estadounidenses que hoy comparte con Edgar Allan Poe.