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Genética de los microorganismos

En lo que respecta a la genética de los microorganismos (o la genética


microbiana) hay que tener en cuenta que una de las características de ésta es
el hecho de que los microorganismos se pueden estudiar de un modo fácil y
rápido, esto es debido a que su distribución es generalmente muy amplia, su
tamaño es microscópico, su ciclo vital es relativamente corto y muy simple en
comparación con el de organismos más desarrollados y tienden tanto a vivir
formando colonias como a generar una abundante descendencia. En lo que
respecta a la genética, hay que destacar que un ciclo de vida simple asociado a
una gran descendencia favorece el análisis génico del ADN de estos
organismos, o lo que es lo mismo, gracias a esto podemos llevar a cabo un
estudio detallado sobre mutaciones, expresión génica,
variabilidad genotípica y fenotípica.
Los microorganismos comprenden formas de
vida procariotas (bacterias principalmente),
formas eucariotas (como algas, hongos y protozoos) y hasta otro tipo de
organismos, los virus. En común todos estos microorganismos tienen en común
las características detalladas en el párrafo anterior, pero además cada una de
ella presenta ciertas características únicas.

Bacterias
Las bacterias son microorganismos procariotas que presentan un tamaño de
unos pocos micrómetros (por lo general entre 0,5 y 5 μm de longitud) y diversas
formas, incluyendo filamentos, esferas (cocos), barras (bacilos), sacacorchos
(vibrios) y hélices (espirilos). Las bacterias son células procariotas, por lo que a
diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no
tienen el núcleo definido ni presentan, en general, orgánulos
membranosos internos. Generalmente poseen una pared celular y esta se
compone de peptidoglicano. Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros
sistemas de desplazamiento y son móviles. Del estudio de las bacterias se
encarga la bacteriología, una rama de la microbiología. La presencia frecuente
de pared de peptidoglicano junto con su composición en lípidos de membrana
son la principal diferencia que presentan frente a las arqueas, el otro importante
grupo de microorganismos procariotas.
Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Son ubicuas, se
encuentran en todos los hábitats terrestres y acuáticos; crecen hasta en los
más extremos como en los manantiales de aguas calientes y ácidas, en
desechos radioactivos, en las profundidades tanto del mar como de la corteza
terrestre. Algunas bacterias pueden incluso sobrevivir en las condiciones
extremas del espacio exterior. Se estima que se pueden encontrar en torno a
40 millones de células bacterianas en un gramo de tierra y un millón de células
bacterianas en un mililitro de agua dulce. En total, se calcula que hay
aproximadamente 5×1030 bacterias en el mundo.
Las bacterias son imprescindibles para el reciclaje de los elementos, pues
muchos pasos importantes de los ciclos biogeoquímicos dependen de estas.
Como ejemplo cabe citar la fijación del nitrógeno atmosférico. Sin embargo,
solamente la mitad de los filos conocidos de bacterias tienen especies que se
pueden cultivar en el laboratorio, por lo que una gran parte (se supone que
cerca del 90 %) de las especies de bacterias existentes todavía no ha sido
descrita.
En el cuerpo humano hay aproximadamente diez veces más células
bacterianas que células humanas, con una gran cantidad de bacterias en
la piel y en el tracto digestivo. Aunque el efecto protector del sistema
inmunológico hace que la gran mayoría de estas bacterias sea inofensiva o
beneficiosa, algunas bacterias patógenas pueden causar enfermedades
infecciosas, incluyendo cólera, difteria, escarlatina, lepra, sífilis, tifus, etc. Las
enfermedades bacterianas mortales más comunes son las infecciones
respiratorias, con una mortalidad solo para la tuberculosis de cerca de dos
millones de personas al año.
En todo el mundo se utilizan antibióticos para tratar las infecciones bacterianas.
Los antibióticos son efectivos contra las bacterias ya que inhiben la formación
de la pared celular o detienen otros procesos de su ciclo de vida. También se
usan extensamente en la agricultura y la ganadería en ausencia de
enfermedad, lo que ocasiona que se esté generalizando la resistencia de las
bacterias a los antibióticos. En la industria, las bacterias son importantes en
procesos tales como el tratamiento de aguas residuales, en la producción
de mantequilla, queso, vinagre, yogur, etc., y en la fabricación
de medicamentos y de otros productos químicos.
Aunque el término bacteria incluía tradicionalmente a todos los procariotas,
actualmente la taxonomía y la nomenclatura científica los divide en dos grupos.
Estos dominios evolutivos se denominan Bacteria y Archaea (arqueas). La
división se justifica en las grandes diferencias que presentan ambos grupos a
nivel bioquímico y genético.

Hongos
Los hongos microscópicos pertenecen en su mayoría al grupo de
las levaduras (unicelulares) y al grupo de los mohos (pluricelulares), pero a su
vez, existen hongos pertenecientes al Reino Fungi y otros al Reino Protozoo.
Dentro de su ciclo vital cabe destacar que presentan actividad saprofítica, la
cual les permite nutrirse. Principalmente nos centraremos en los Ascomicetos,
que presentan una gran riqueza metabólica (no tanta como las bacterias), en
común con las bacterias los hongos destinan la misma cantidad de genes a los
procesos metabólicos, difiriendo en la cantidad de genes que se destinen a
ciertas funciones específicas. En las levaduras el principal proceso metabólico
que llevan a cabo es la fermentación, transformando azúcares en etanol (que
para estos hongos es muy importante y les aventaja frente a otros microbios)
por metabolismo oxidativo (dentro de éste se incluyen la glucólisis y el ciclo de
Krebs).
En lo que respecta a su genoma, tiene cromosomas lineales (típico de
eucariotas), el tamaño del genoma en la fase haploide es el mismo, a diferencia
de los eucariotas superiores, las estructuras que se utilizan para el
procesamiento del ADN son demasiado grandes para ser usadas en un hongo
microbio, luego los centrómeros (favorecen la replicación), los telómeros
(cortan secuencias) y los orígenes de replicación (alterando este se puede
llevar a cabo una mayor productividad en el metabolismo) cobran una
importancia vital, actúan sobra la cara cis.
Los hongos microscópicos se dividen generalmente por gemación o por
fisión, no suelen producirse cambios relevantes entre generaciones (salvo
mutaciones), pueden llevarse a cabo una recombinación genética si se lleva a
cabo una transferencia de ADN de individuos de sexo contrario, este proceso
de reproducción sexual consta de la asociación de ciclos celulares si hay
proximidad entre organismos, se sincronizan y forman un cigoto diploide que
por mitosis dará varios individuos diploides.

Algas
Estas presentan individuos pertenecientes a procariotas y a eucariotas, en
ambos se demuestra que son autótrofos fotosintéticos, luego viven
principalmente de la fotosíntesis, algunas son capaces de fijar el nitrógeno
atmosférico. Están asociadas a medios de gran humedad, se reproducen de
forma asexual por bipartición (lo que impide la recombinación genética) pero si
las condiciones ambientales son inadecuadas para la supervivencia, son
capaces de llevar a cabo la reproducción sexual, presentan alternancia de
generaciones (puede ser isomorfa o heteromorfa) pero en algas microscópicas
no suelen producirse fenómenos de reproducción sexual. El estudio de la
genética de las algas está principalmente destinado a la producción
de biocombustibles dado que las algas son unos excelentes productores
primarios.

Virus
Los virus están compuestos principalmente de material genético, lo que indica
que no presentan estructuras para nutrirse ni relacionarse, está muy discutida
su designación como seres vivos, esto se debe a que su capacidad
reproductiva es muy avanzada y además tienen la capacidad de evolucionar,
dependen de un hospedador para así incluir su material genético en el material
genético de su hospedador y que éste lo produzca, su ciclo de vida es el de un
parásito, dado que toma beneficios sin dar nada a cambio, provoca graves
daños a las células y acaba destruyéndolas (generalmente), como la célula a la
que parasita está obligada únicamente a la síntesis de material genético (ADN
o ARN), crea muchos individuos que parasitan las células o los individuos
próximos al primer hospedador.

Características en común
Los microorganismos tienen un ciclo vital por lo general muy corto y bastante
simple, esto, junto con su gran capacidad reproductiva, tienden a formar
densas poblaciones que se asientan en una zona con abundante alimento,
tienden a generar una gran descendencia que puede derivar en una masiva
cantidad de muertes, ya que, cuando se agota el alimento, se reduce
drásticamente el número de individuos, a nivel genético, su simplicidad
estructural y su gran tasa metabólica deriva en una similitud en gran parte de la
estructura del material genético de todos los microorganismos, pero presentan
diferencias sobre la base de si los microoranismos son procariotas (una sola
cadena de ADN circular y de doble hebra) o si son eucariotas (varias porciones
de ADN lineal formando cromosomas). También difieren sobre la base de su
alimentación (las algas son autótrofas, los hongos son heterótrofos y los virus
ni siquiera se alimentan). En lo que respecta a su modo de reproducción, salvo
los virus, suelen reproducirse de forma asexual con reproducción sexual en
caso de extrema necesidad

Capacidades adaptativas
Los microorganismos están generalmente adaptados a unas condiciones del
medio que les rodea sumamente específicas, algunas bacterias pueden vivir en
medio muy ácidos, varios hongos viven en medios con abundante etanol,
ciertas algas soportan grandes presiones y los virus precisan en la
desnaturalización de su material genético para ser eliminadas. Pero lo que
realmente condiciona la capacidad de los microorganismos para adaptarse es
su progresiva evolución, la cual se puede llevar a cabo por recombinación
genética (si se ven obligados a reproducirse asexualmente), por alteración en
la secuencia del ADN (a causa de factores ambientales o inducidos que alteren
la síntesis del ADN),o incluso, por asociaciones simbiótica

Mutación en microorganismos
El material genético de un microorganismo puede alterarse por factores
endógenos (origen espontáneo) o exógenos (origen inducido). Existen distintos
niveles mutacionales, por ejemplo cuando la mutación tiene un efecto puntual
en un gen se denomina mutación génica mientras que si esta afecta a diversas
partes del genoma, la denominamos mutación genómica. Si la mutación afecta
la estructura del cromosoma (en bacterias) o de los cromosomas
(microorganismos eucariotas; levaduras) las denominamos mutaciones
cromosómicas.
Las mutaciones que afectan al fenotipo del microorganismo nos permiten
diferenciarlo en algún carácter en particular respecto del microorganismo con
fenotipo "normal" que sirve de referencia (fenotipo silvestre).
En última instancia los fenómenos mutacionales tienen su efecto a nivel de la
molécula de ADN y pueden verse alteradas secuencias o elementos necesarios
para la expresión de un gene o de varios genes (promotores, secuencias
reguladoras, terminadores, etc.). Por otro lado las mutaciones pueden afectar
secuencias moduladoras tales como operadores.

Capacidad simbiótica de los microbios


Según la teoría endosimbiótica la formación de una célula eucariota tuvo lugar
gracias a la simbiosis mutualista entre una bacteria aerobia y otra anaerobia, se
pudieron crear así estructuras como las mitocondrias o los cloroplastos, y
dieron lugar a un proceso evolutivo sorprendente. Los microorganismos son
más bien conocidos por efectuar simbiosis parásita con organismos superiores
(como el ser humano) que en el caso de los virus sirven como conjuntos de
"fábricas" (células) que producen microorganismos a causa de que se introduce
el material genético vírico en el núcleo celular. En el caso de los hongos
pueden producirse asociaciones simbióticas mutualistas con ciertas algas
(dando lugar a líquenes y micorrizas), pero pueden ser parásitos ("carbon del
trigo"); en el caso de las algas tienen lugar principalmente asociaciones
simbióticas; en bacterias hay una gran variedad de asociaciones simbióticas;
en virus casi todas las simbiosis son parásitas.

Morfología bacteriana
Las bacterias presentan una amplia variedad de tamaños y formas. La mayoría
presentan un tamaño diez veces menor que el de las células eucariotas, es
decir, entre 0,5 y 5 μm. Sin embargo, algunas especies como Thiomargarita
namibiensis y Epulopiscium fishelsoni llegan a alcanzar los 0,5 mm, lo cual las
hace visibles al ojo desnudo. En el otro extremo se encuentran bacterias más
pequeñas conocidas, entre las que cabe destacar las pertenecientes al
género Mycoplasma, las cuales llegan a medir solo 0,3 μm, es decir, tan
pequeñas como los virus más grandes.
La forma de las bacterias es muy variada y, a menudo, una misma especie
adopta distintos tipos morfológicos, lo que se conoce como pleomorfismo. De
todas formas, podemos distinguir tres tipos fundamentales de bacterias:
Forma esférica:
 Coco (del griego kókkos, grano)
 Diplococo: cocos en grupos de dos.
 Tetracoco: cocos en grupos de cuatro.
 Estreptococo: cocos en cadenas.
 Estafilococo: cocos en agrupaciones irregulares o en racimo.
Forma de bastoncillo:
 Bacilo (del latín baculus, varilla)

Formas helicoidales:
 Vibrio: ligeramente curvados y en forma de coma, judía o cacahuete.
 Espirilo: en forma helicoidal rígida o en forma de tirabuzón.
 Espiroqueta: en forma de tirabuzón (helicoidal flexible).

Ing. Ramiro Villegas Soto M.SC.


DOCENTE UEA

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