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NEURITIS ÓPTICAS
Tabla 9-2. Características demográficas y clínicas de los 448 pacientes al inicio del estudio
* N= 418
La sensibilidad al contraste se determinó en todos los En cuanto a la función pupilar, es una norma gene-
pacientes utilizando la lámina de Pelli-Robson (fig. 9-4), ral que los pacientes con sospecha de neuritis óptica
que consiste en tripletes de isotipos de Snellen con con- tengan un DPAR en el lado afecto, y la excepción a
traste decreciente. Un valor normal de sensibilidad al con- esta norma serían los pacientes con afectación bilateral
traste es identificar 14 de 16 tripletes (5), y la prueba cons- y simétrica del nervio óptico. La ausencia de DPAR
tituye un marcador muy sensible para la neuritis óptica. en un paciente con pérdida de agudeza visual y de
Así, se obtuvieron valores alterados en un 99% de los campo visual unilaterales o asimétricos hace muy
pacientes con agudeza visual inferior a 1 y en el 87.2% de improbable el diagnóstico de neuritis óptica. El
los que tenían una agudeza igual o superior a 1 (3). DPAR puede medirse con filtros de densidad neutra
Capítulo 9. Neuritis ópticas 181
Figura 9-5. Variedad de defectos campimétricos hallados en el ONTT. (Reproducida de Keltner et al. (7)).
Capítulo 9. Neuritis ópticas 183
Figura 9-6. Papilitis del OD, con borrosidad papilar, eleva- Figura 9-7. Atrofia óptica con defectos localizados en los
ción del disco, opacificación de la capa de fibras nerviosas e haces de las fibras nerviosas retinianas, en un paciente afecto
hiperemia. de EM que había padecido varios episodios de neuritis óptica.
2. ¿Existe algún tratamiento que acelere la recupe- Además del grupo tratado con PDN oral, las recidi-
ración del proceso? vas de neuritis fueron más frecuentes en aquellos
3. ¿Son significativas las complicaciones del trata- pacientes diagnosticados de EM durante el seguimien-
miento esteroideo en relación a la magnitud de su efec- to de 5 años.
to terapéutico?
Los resultados de las tres «pautas de tratamiento»
se presentaron tras un seguimiento de 6 meses (4) y de Enfermedades Asociadas
1 año (11). La agudeza visual al año era 0,5 o mejor en
el 95,5% del grupo de placebo, en el 94% del grupo Como parte del ONTT, se efectuaron estudios com-
de MPDN intravenosa y en el 91% del grupo de PDN plementarios en un intento de descartar las causas no
oral, no existiendo diferencia estadísticamente signi- desmielinizantes de la neuritis óptica, como enfermeda-
ficativa entre estos grupos. Por lo tanto, se concluyó des del tejido conectivo, sífilis o sarcoidosis. La punción
que el tratamiento de la neuritis óptica con corticos- lumbar con examen del LCR era opcional y se realizó en
teroides no mejora el resultado visual al final del 141 pacientes. Las pruebas efectuadas comprendían
proceso. Los pacientes tratados con MPDN endove- ANA, FTA-Abs y radiografía simple del tórax, y sus
nosa seguida de PDN oral a dosis decrecientes recu- resultados indicaron que en una neuritis óptica de carac-
peraron visión de forma más rápida, pero el resultado terísticas «típicas» carecen de valor, sugiriendo que su
visual final era el mismo en los tres grupos. Los realización no es necesaria en estos casos (4).
pacientes tratados únicamente con PDN oral, no sólo En cuanto a la asociación de EM, uno de los temas
no obtuvieron ningún beneficio añadido en la recupe- más importantes a los que se enfrenta un oftalmólogo
ración visual final, sino que experimentaron una cuando se halla ante a un paciente con neuritis óptica es la
mayor incidencia de nuevos episodios de neuritis pregunta implícita de «¿representa el primer brote de
óptica, tanto en el ojo afecto inicialmente como en el esclerosis múltiple?». El ONTT y posteriormente el Lon-
otro ojo. Así pues, otra conclusión del estudio es que gitudinal Optic Neuritis Study (LONS) (12,13) afrontaron
el tratamiento exclusivo con prednisona por vía oral este tema. Al entrar en el ONTT, los pacientes eran eva-
está contraindicado en los pacientes afectos de neu- luados por un neurólogo, con el fin de excluir el diagnós-
ritis óptica (4). tico de EM. Durante los periodos de seguimiento, eran ree-
En el punto de seguimiento de 5 años, los porcenta- xaminados para determinar si había cambios en su
jes de recidiva de neuritis óptica eran los siguientes: situación neurológica, y si se habían identificado episodios
• 19% para el ojo afecto. posteriores de disfunción neurológica sugestivos de EM.
• 17% para el ojo contralateral. El advenimiento de la RM ha modificado drástica-
• 30% para uno u otro ojo. mente el estudio diagnóstico de la EM, ya que los
184 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
Grupo de tratamiento
MPDN endovenosa Placebo PDN oral
(N = 133) (N = 126) (N = 129)
Período de tiempo
6 meses 3,1% 6,7% 7,1%
1 año 6,4% 12,6% 10,4%
2 años 8,0% 17,6% 17,0%
3 años 18,5% 21,0% 24,5%
4 años 24,6% 26,3% 27,8%
5 años 26,4% 31,1% 32,1%
Capítulo 9. Neuritis ópticas 185
capaces de atravesar la barrera hematoencefálica y, al Durante años se ha postulado que esta desmielini-
ser expuestas nuevamente a su autoantígeno, inician zación repetida sería la causa del daño axonal, respon-
una reacción inflamatoria en el SNC. No se conoce con sable final de la discapacidad progresiva de los enfer-
exactitud el mecanismo por el que las células pasan al mos con EM. Recientemente, los datos procedentes de
SNC, pero parece ser que precisa de varias etapas: la RM, la espectroscopía, la histopatología y la bioquí-
1. Las citoquinas proinflamatorias, interleucina-1 mica, sugieren que la destrucción de los axones acon-
(IL-1), factor de necrosis tumoral (FNT-α) e interferón tece ya en fases tempranas de la enfermedad (22-24).
γ (IFN-γ), provocan un aumento de expresión de las Esto apoya la teoría acerca de la independencia de la
moléculas de adhesión endotelial (E-selectina, molécu- lesión axonal con respecto al proceso desmielinizante.
la de adhesión intracelular-ICAM-1 y molécula de Es todavía objeto de estudio si dicha lesión es secun-
adhesión vascular-VCAM-1). daria a la falta de protección del axón desmielinizado
2. Las selectinas establecen enlaces débiles con los frente al medio inflamatorio o a la citotoxicidad direc-
linfocitos, que les hacen contornear el vaso. ta sobre el propio axón.
3. Este deslizamiento induce un cambio conforma-
cional en las integrinas linfocitarias (LFA-1 y VLA-4),
que permite la deformación de los linfocitos y su paso Anatomía Patológica
a través del endotelio.
4. La producción de metaloproteasas por los linfo- Los hallazgos anatomopatológicos de la EM con-
citos contribuye a degradar la matriz extracelular. sisten en la presencia de lesiones focales múltiples a
Dentro del SNC, el linfocito T activado se reactiva nivel de la sustancia blanca (placas) con «desmielini-
al hallarse frente a una célula presentadora de antígeno zación» predominante y una preservación relativa de
(microglía), la cual expresa en su superficie el antígeno los axones, que también se hallan afectados. Estas
responsable de la EM unido a una molécula de HLA de lesiones tienen una disposición perivenular caracterís-
clase II, formando el complejo trimolecular. Una vez tica, con preferencia por el nervio óptico, tronco del
formado dicho complejo, las células T helper (CD4+, encéfalo, médula espinal y regiones periventriculares.
Th1) producen citoquinas proinflamatorias (IL-1, IL-2, A nivel macroscópico, el nervio óptico y el quiasma
FNT-α, IFN-γ) y quimiocinas, que causan la expansión muestran una coloración grisácea (por desmieliniza-
clonal de las células T, y atraen a los macrófagos y la ción), una mayor rigidez (por fibrosis) y una atrofia,
microglía, encargados de iniciar la reacción inflamato- presentes según algunas series anatomopatológicas en
ria. Asimismo, los linfocitos T colaboradores (Th2) más del 50% de los casos de EM.
liberan citoquinas antinflamatorias que contribuyen a
la regulación a la baja de la respuesta inflamatoria y
estimulan la proliferación de células B (18-20) (fig. 9-12).
En conclusión, la desmielinización puede producir-
se por mecanismos celulares y humorales, y su persis-
tencia es una característica esencial de la EM, en con-
traste con otras enfermedades desmielinizantes
monosintomáticas agudas (síndrome de Guillain-
Barré, encefalomielitis aguda diseminada). En la EM
se observan también algunas zonas de remielinización
(placas sombreadas), que probablemente son posibles
gracias a las células progenitoras del oligodendrocito
(OA2), presentes con frecuencia en las lesiones des-
mielizantes agudas. Estas áreas de remielinización son
Figura 9-12. Patogenia de la esclerosis múltiple. Ag = antíge-
incompletas, lo que posiblemente se debe a que los epi-
no; BHE = barrera hemato-encefálica; IFN = interferón;
sodios repetidos de desmielinización provocan la FCDP = factor de crecimiento derivado de las plaquetas; FCF
depleción de OA2 o bien a que la falta de factores de = factor de crecimiento fibroblástico; FCI = factor de creci-
crecimiento acelera su muerte (21). miento insulínico; FNT = factor de necrosis tumoral.
188 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
que ésta tiende a producir una neuropatía óptica unila- consistiendo las medidas preventivas eficaces en la
teral más leve, y también de la enfermedad de Leber vacunación frente a las enfermedades víricas más fre-
porque en esta última el deterioro visual es de carácter cuentes de la infancia y en la supresión de la vacuna de
más gradual. La anatomía patológica consiste en lesio- la viruela.
nes de destrucción mielínica esparcidas por la sustan-
cia blanca y la sustancia gris, sobre todo a nivel de los
nervios ópticos y de la médula (31). No se dispone de un AFECCIONES POSTVACUNALES
tratamiento efectivo para esta afección y, al igual que Y POSTINFECCIOSAS
sucede en la EM, los corticoides intravenosos, a veces
asociados a azatioprina (32), pueden adelantar la recu- Existe un grupo de neuropatías ópticas aisladas, con
peración. Por lo que se refiere al pronóstico, casi todos un claro componente inmunológico, que se presentan
los pacientes recobran algo de visión, aunque en también varios días después de una exposición a agen-
muchos casos queda un déficit visual residual severo y tes infecciosos, ya sea tras una vacunación o tras una
permanente. Recientemente se ha descrito un síndrome infección. En este grupo cabe incluir también los casos
que asocia neuromielitis óptica con diferentes afeccio- de neuritis consecutivos a picaduras de abeja y de avis-
nes endocrinológicas (33). pa en la cabeza o en el cuello (36).
La enfermedad de Schilder está caracterizada por Se han descrito episodios de neuritis óptica aguda
un deterioro mental y neurológico progresivos asocia- tras la vacunación frente a diversos agentes víricos (37) y
dos a una pérdida visual, y muestra también una predi- bacterianos (38,39) (tabla 9-5), siendo el agente con mayor
lección por los niños y adultos jóvenes. La pérdida de frecuencia implicado el virus de la gripe (40). Suelen
la visión se puede deber a neuritis óptica (34), lesión sobrevenir al cabo de algunos días (5-21) de la vacuna-
quiasmática, papiledema o, con mayor frecuencia, a un ción, y se caracterizan por una afectación habitualmente
compromiso de las vías retroquiasmáticas o de las bilateral (80%), con dolor asociado en un 60% y por lo
áreas de asociación corticales. La anatomía patológica general, edema de la papila (80%). La patogenia de la
de esta enfermedad se caracteriza por una zona de des- neuritis óptica en estos pacientes se atribuye a una res-
trucción severa de la mielina, extensa y bien delimita- puesta inmune frente a los antígenos del nervio óptico
da. El curso habitual de la encefalitis periaxial difusa estimulada por la vacunación. El tratamiento se realiza
es progresivo e inexorable hasta la muerte en algunos con corticoides, y la mayoría de los autores los prescri-
meses o años, aunque en unos pocos casos se ha cons- ben de forma endovenosa, según la pauta descrita para
tatado una mejoría transitoria o permanente, con o sin la neuritis óptica desmielinizante en el ONTT, con lo
ayuda de la corticoterapia. que se obtiene casi siempre una recuperación completa.
No obstante, en ocasiones se precisa corticoterapia pro-
longada para mantener la visión y evitar recidivas, o
Encefalomielitis Aguda Diseminada
Tabla 9-5. Agentes descritos como causa de neuritis
Es una enfermedad inflamatoria desmielinizante del óptica postvacunal
SNC que se presenta de forma multisintomática, a dife-
rencia de la EM, que suele ser monosintomática. Casi Bacterianos: Víricos:
siempre sobreviene a continuación de una afección • Bacilo de Calmette-Guerin • Gripe (el más frecuente)
vírica (sarampión, viruela, etc.) o de una vacunación. (BCG) • Hepatitis B
La neuritis óptica es por lo común bilateral y simultá- • Bacillus antracis • Parotiditis + Sarampión
nea (35), y las lesiones anatomopatológicas son simila- • Tétanos (toxoide) + Rubeola
res a las de la EM. Esta afección tiene una tasa de mor- • Difteria (toxoide) • Rabia
• Viruela
talidad elevada y carece de tratamiento efectivo,
190 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
Tabla 9-6. Enfermedades infecciosas descritas como causales de neuritis óptica y pruebas de laboratorio
empleadas para su detección. En la mayoría de los casos la realización de estos estudios se debe apoyar
en la existencia de otros hallazgos clínicos sugestivos de la infección
tuberculostáticos, siendo la combinación más habitual la • Período de incubación, que suele durar unas 3
de isoniacida, etambutol y rifampicina (ver capítulo 15). semanas (3-90 días).
• Estadío primario, caracterizado por el desarrollo
de una lesión primaria, el chancro, que suele curar
Sífilis espontáneamente entre 2 y 8 semanas.
• Estadío secundario, que se presenta entre la 2.ª y
Es una enfermedad de trasmisión sexual, causada la 12 semanas tras el contacto y se caracteriza por
por el treponema pallidum, cuyo curso clínico evolu- manifestaciones parenquimatosas, constitucionales y
ciona por 5 estadíos en la infección, a saber (45): mucocutáneas.
192 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
Figura 9-15. Lesión expansiva en la papila de un paciente Figura 9-16. Neurorretinitis que afectaba a AO en un paciente
afecto de tuberculosis miliar, que se resolvió con el tratamien- afecto de sífilis secundaria. (A) Edema papilar en fase aguda,
to tuberculostático. (Caso de las Dras. M. Fossas y C. Vendrell. de difícil visualización debido a la presencia de vitritis marca-
Barcelona). da. (B) Atrofia óptica en fase crónica con presencia de tejido
conectivo epipapilar.
• Estadío latente, con manifestaciones clínicas bilaterales. Estas manifestaciones pueden presentarse ais-
mínimas o ausentes. ladas o en el contexto de una meningitis sifilítica (46), con
• Estadío terciario o sífilis tardía, con afectación o sin elevación de la PIC. En concreto, la entidad conoci-
vascular y presencia de «gomas» en piel, hígado, hue- da como perineuritis purulenta (47) se produce por exten-
sos, bazo y SNC. sión de la infección a las meninges periópticas y se carac-
El nervio óptico se afecta en relación con la afectación teriza por edema papilar bilateral sin pérdida visual, con
del sistema nervioso o neurosífilis (tabla 9-7), sobre todo posible dolor a la movilización ocular y PIC normal. La
en el estadio de sífilis secundaria, aunque también en el de afectación del nervio óptico en la fase terciaria se produ-
sífilis terciaria. En el primer caso, es posible observar (46) ce de dos maneras, a saber, como una papilitis o neuro-
(fig. 9-16) neurorretinitis, papilitis, neuritis retrobulbar, rretinitis en una neurosífilis meningovascular, o bien
perineuritis óptica o papiledema, ya sea unilaterales o como una atrofia óptica progresiva en una neurosífilis
parenquimatosa, siendo excepcionales los gomas del ner-
Tabla 9-7. Clasificación de la neurosífilis sintomática
vio óptico. La forma congénita de la sífilis también puede
(Modificada de Tramont (49)) cursar con neuritis óptica durante la infancia, pero la inci-
dencia exacta de la misma es desconocida. El diagnósti-
• Meningitis sifilítica (secundaria) co, en cualquier caso, se efectúa con la confirmación sero-
• Neurosífilis tardía (terciaria) lógica de las pruebas reagínicas (VDRL, RPR) y de las
– Meningovascular: hemiplejia, convulsiones, afasia treponémicas (FTA-Abs, TPHA), en sangre y especial-
– Cerebromeníngea: difusa, focal mente en el LCR. Hay que advertir, sin embargo, que los
• Cerebrovascular pacientes con una infección por HIV asociada pueden no
• Espinal
presentar respuesta inmune y dar un resultado falsamente
• Parenquimatosa tardía
– Tabética: dolores en latigazo, ataxia, trastornos negativo en las pruebas serológicas (48). El tratamiento de
pupilares, impotencia sexual, incontinencia vesical la neurosífilis consiste en dosis altas de penicilina por vía
y rectal, neuropatía periférica, Romberg +, endovenosa (ver capítulo 15) (49).
neuropatías craneales
– Parética: cambios de personalidad, deterioro
sensitivo e intelectual, hiperreflexia, trastornos del Enfermedad por Arañazo de Gato
habla, trastornos pupilares, atrofia óptica, temblores
– Taboparética
Es una enfermedad que se presenta después de un
• Ocular
arañazo o de una mordedura por un gato, y su agente
Capítulo 9. Neuritis ópticas 193
Criptococosis
Figura 9-17. Meningitis por criptococo en un paciente afecto
El criptococcus neoformans es un hongo oportu- de SIDA. Papiledema agudo en el OD (A) y en el OI (B), con
nista que, tras ser inhalado y producir una infección pérdida visual brusca en el primero de ellos, atribuida a inva-
pulmonar, se disemina por vía hematógena y llega a sión del nervio óptico derecho por el proceso infeccioso.
194 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
Formas Especiales
Tabla 9-8. Agentes infecciosos descritos como causales
de neurorretinitis
Se describirán, para finalizar, dos formas de
• Bartonella henselae • Virus del herpes simple infección del nervio óptico que presentan caracterís-
• Toxoplasma gondii • Virus de la varicela-zóster ticas oftalmoscópicas claramente distintivas, como
• Rochalimea typhi • Virus de Epstein-Barr son las neurorretinitis y los granulomas. En casos de
• Treponema pallidum • Virus de la hepatitis B y C neurorretinitis (fig. 9-2) la EM está prácticamente
• Mycobacterium tuberculosis • Borrelia bugdorferi
descartada como causa (66), y la mayoría de ellos
• Histoplasma capsulatum • Brucella spp.
• HIV • Leptospira spp.
responden a una etiología infecciosa, destacando
• Virus de la parotiditis • Clamidia spp. sobre las demás la enfermedad por arañazo de
gato (51) (tabla 9-8). Por ello, la sistemática de estu-
dio que recomendamos ante una neurorretinitis es la
• Lesión directa por el propio HIV, a través de dos que se describe en la tabla 9-9. A pesar del creciente
posibles mecanismos, a saber, la pérdida axonal por número de agentes causales, casi la mitad de los
acumulación de infartos en la capa de fibras nervio- casos siguen sin diagnosticarse y se etiquetan como
sas (62) y la acción neurotóxica de algunas proteínas idiopáticos. En cuanto a los granulomas (fig. 9-15)
víricas (63). producidos por procesos infecciosos que infiltran al
• Neuritis óptica desmielinizante, asociada a signos nervio óptico (67), destacan entre ellos las afecciones
clínicos y neurorradiológicos similares a los de la bacterianas capaces de producir raras veces tubercu-
EM (64). lomas o gomas sifilíticos a este nivel. Recientemente
• Neuropatía óptica tipo Leber, inducida por la se han descrito otros agentes causales de granuloma
terapéutica antirretroviral a través de una alteración de del nervio como bartonella henselae (68) o pneumo-
la función mitocondrial, en pacientes predispuestos cistis carinii (69).
genéticamente (65).
El tratamiento en cada situación es diferente y,
aparte de la antibioticoterapia para una posible infec- VASCULITIS Y OTRAS AFECCIONES
ción oportunista, es necesario potenciar la terapéutica AUTOINMUNES
antirretroviral en el primer caso, administrar corticoi-
des en el segundo, y suspender el tratamiento antiHIV Bajo el término vasculitis se agrupan una serie de
en el tercero. procesos que tienen como sustrato anatomopatológi-
co común la afectación de los vasos sanguíneos por
fenómenos inflamatorios. La mayoría de estos proce-
Tabla 9-9. Protocolo de estudio en los casos sos son de etiología desconocida, y en su patogenia se
de neurorretinitis hallan casi siempre implicados mecanismos inmuno-
lógicos. Entre los diversos criterios de clasificación
• anamnesis: viajes recientes, ingesta de alimentos no de estos procesos están el tamaño de los vasos afecta-
cocinados, antecedentes sexuales, contacto con
dos, la distribución anatómica, las características his-
animales
tológicas y la presencia de ANCA. Nosotros utiliza-
• examen físico detallado, buscando rash cutáneos o remos el primero de ellos, siguiendo el esquema
zonas de inoculación propuesto por el Chapel Hill Consensus Conference
on The Nomenclature of Systemic Vasculitis (70),
• PA, bioquímica, hemograma, VSG, Rx tórax según el cual se distinguen tres grupos principales de
afecciones, que se enumeran en la tabla 9-10. Otras
• PPD, serologías: HIV, VDRL, FTA-Abs, brucelosis, enfermedades autoinmunes que se estudiarán también
Lyme, bartonella, clamidia, herpes, EBV, virus hepatitis en este apartado son las del tejido conectivo, las infla-
B y C, histoplasmosis, toxoplasmosis
matorias intestinales y, por último, las formas de neu-
• cultivos de bacterias, virus y hongos ropatía óptica aislada conocidas como neuritis óptica
autoinmune.
Capítulo 9. Neuritis ópticas 195
Tabla 9-11. Criterios diagnósticos de las enfermedades autoinmunes que afectan al nervio óptico
Enfemedad Criterios
los p-ANCA y, sobre todo, de los c-ANCA. Los crite- Síndrome de Churg-Strauss
rios diagnósticos de esta afección se hallan reseñados
en la tabla 9-11. La implicación del nervio óptico en la Consiste en una angeítis y granulomatosis alérgica
misma se produce por múltiples mecanismos, entre los que afecta a personas de cualquier edad, sobre todo
que destacan los directos, como la NOIA (74) y la neu- varones. Las manifestaciones de esta afección incluyen,
ritis óptica (75). Como mecanismos indirectos cabe entre otras, fiebre, crisis asmáticas, púrpura, p-ANCA
mencionar las oclusiones vasculares retinianas, la positivos, y los criterios diagnósticos de la misma se
compresión por granulomas orbitarios (74,76) o intracra- hallan reseñados en la tabla 9-11. A nivel oftalmológi-
neales (76) y el papiledema secundario a patología del co puede producir manifestaciones isquémicas diver-
SNC. La enfermedad de Wegener puede ser controlada sas, incluidos pérdida visual transitoria y NOIA (77)
actualmente gracias en parte a los corticoides, pero en (fig. 9-19). El síndrome de Churg-Strauss suele respon-
especial a la ciclofosfamida (74) y otros inmunosupre- der a la corticoterapia (77), y la utilidad de otros inmu-
sores (azatioprina, metotrexate). nosupresores para su tratamiento está por establecer.
Capítulo 9. Neuritis ópticas 197
Figura 9-21. Sarcoidosis intraocular. Proceso infiltrativo cró- Figura 9-22. Sarcoidosis retrobulbar del nervio óptico, que se
nico unilateral que afecta a la papila y a la retina circundante manifiesta por palidez con edema del disco óptico, envaina-
en un caso con verificación anatomopatológica de granulomas miento de las arteriolas peripapilares y presencia de vasos
epitelioides no caseificantes en la biopsia transbronquial. óptico-ciliares. (Caso del Dr. W.F. Hoyt. California).
esta afección, siempre en conjunción con los hallazgos Afecciones Inflamatorias Meníngeas
neurorradiológicos (ver capítulo 4), que pueden faltar
en casos de afectación papilar pura. Cuando se consta- La paquimeningitis hipertrófica idiopática es un
ta un engrosamiento del nervio óptico, hay que dife- proceso inflamatorio crónico que causa infiltración de
renciar siempre otros procesos capaces de causarlo, la duramadre intracraneal y se manifiesta desde el
como son los gliomas ópticos y los meningiomas de la punto de vista neurorradiológico por un engrosamiento
vaina del nervio (ver capítulo 11). de la hoz cerebral y de la tienda del cerebelo. Aunque
La confirmación definitiva de sarcoidosis la pro- no es una causa de inflamación del nervio óptico, su
porcionan las biopsias de diversos tejidos como, la extensión puede afectar a la porción intracraneal de éste
conjuntiva, la glándula lagrimal o el propio nervio último a través de una neuropatía compresiva unilateral
óptico, entre otros (94). Son característicos de esta o bilateral (fig. 9-23), o bien de un papiledema. La evo-
afección los granulomas con abundantes células epi- lución de esta enfermedad es progresiva, con respuesta
telioides y algunas células gigantes multinucleadas inconstante a los corticoides e inmunosupresores, y
formadas por agregados de macrófagos, rodeados de nula a la radioterapia, si bien termina por autolimitarse
linfocitos, habiendo siempre que excluir la presencia sin razón aparente, quedando secuelas en las regiones
de cuerpos extraños, bacilos ácido-resistentes y hon- afectadas. Existe además una forma localizada de
gos (91). La enfermedad suele estabilizarse con el
tiempo, si bien en una minoría de pacientes se produ-
ce un desenlace fatal debido a complicaciones cardio- Tabla 9-13. Datos complementarios de interés para
pulmonares o renales. El tratamiento de elección de la el diagnóstico de la sarcoidosis
sarcoidosis del nervio óptico, en los casos que no
• hipercalcemia, aumento de la VSG y del ECA en
regresan de forma espontánea, lo constituyen los cor-
sangre
ticoides administrados por vía sistémica (ver capítulo • signos de inflamación en el LCR
15). La mayoría de las veces responden de modo • anergia cutánea (al PPD) y prueba subcutánea de
favorable al tratamiento, aunque suele quedar alguna Kveim positiva
secuela visual, y esta respuesta es por lo general • Rx tórax: adenopatía hiliar y/o infiltración pulmonar
mejor en las formas subagudas que en las cróni- con/sin fibrosis
cas (94). En ocasiones se utilizan la ciclosporina, la • gammagrafía con 67Ga: actividad de la enfermedad en
azatioprina, otros inmunosupresores o la radioterapia, los órganos afectos
ya sea como coadyuvantes o como alternativas tera- • hallazgos en la ECO, la TC y la RM de los órganos
afectos
péuticas (97).
200 Neuropatías ópticas: diagnóstico y tratamiento
INFLAMACIONES INTRAOCULARES
INFLAMACIONES DE ESTRUCTURAS
VECINAS
Figura 9-29. Síndrome de Vogt-Koyanagi-Harada. Edema
papilar asociado a coroiditis multifocal, desprendimiento reti-
niano exudativo y edema macular quístico, con afectación de Aunque es mucho más infrecuente que en la era
los dos ojos. preantibiótica, la afectación del nervio óptico por
Capítulo 9. Neuritis ópticas 203
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