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REFLEXIONES SOBRE EL FENÓMENO DE LA PARASÍNTESIS EN TEXTOS DE

CÓRDOBA –ARGENTINA- DE LOS SIGLOS XVI - XVII

Lic. Mariela Inés Masih

Universidad Nacional de Córdoba

Dante 1374 - Bº Maurizzi - Córdoba

marielamasih@yahoo.com.ar

Entre los procedimientos de formación de palabras en español, la parasíntesis ha

suscitado consideraciones contrapuestas, e incluso la negación de su estatus de procedimiento

generador de nuevas palabras1.

En este trabajo defendemos la existencia de cuatro procesos de formación de palabras

que, con mayor o menor productividad actuaron y actúan en el español: prefijación, sufijación,

composición y parasíntesis.

Mientras para palabras como inhabilidad podemos proponer un análisis morfemático de

formación de la palabra como el siguiente:

[ in [ [habil] idad]]

para palabras como acorralar, proponemos otro esquema:

[ a [corral] ar]

En el primer caso la anexión del prefijo y del sufijo que distinguimos en la palabra se

produce de manera sucesiva. A partir del adjetivo hábil, mediante un proceso de sufijación, se

conforma el sustantivo habilidad; luego, por prefijación, surge inhabilidad.

1
Vid. Lázaro Mora (1986).
En el segundo caso, en cambio, la anexión del prefijo y del sufijo que conforman la

palabra acorralar se produce de manera "simultánea y solidaria" 2, es decir, que las etapas

intermedias que podrían inferirse (prefijo + raíz, o raíz + sufijo) no están presentes en la lengua:
*
acorral, *corralar.

De esta manera, la parasíntesis presenta una estructura trimembre 3 compuesta por prefijo

+ base + sufijo, en la que prefijo y sufijo son dos morfemas independientes que se aplican a la

base de derivación4.

Además de este criterio estructural, debemos atender, en el análisis de las palabras

formadas por parasíntesis, al criterio semántico, pues en ellas se da, no una suma de significados

(los aportados por la base, en primera instancia, más el del prefijo, más el del sufijo), sino una

combinación de los mismos.

Si bien algunos autores señalan parasíntesis cuando se produce una síntesis de derivación

y composición (tal el caso de sietemesino formado por la composición de siete y mes + el sufijo

derivativo –ino), en este trabajo, siguiendo a Varela Ortega (2005) reservaremos, como queda ya

dicho, el nombre de parasíntesis para la anexión de un prefijo y un sufijo a una base léxica.

El objetivo de este trabajo es comprobar la presencia de parasintéticos en la lengua de

Córdoba de los siglos XVI-XVII y analizar su estructura.

Contamos con un corpus constituido por 28 cartas de tipo familiar y comercial, de

extensión variable, escritas en Córdoba entre los años 1592 y 1677, por hombres y mujeres

cordobeses. Estos textos han sido cotejados con los originales que se conservan en el Archivo

Histórico de la Provincia de Córdoba, a partir de la transcripción realizada por el R.P. Pedro

2
Varela Ortega, S. (2005) pág. 34.
3
Esta concepción contrasta con el principio de ramificación binaria propuesta en 1976 por Aronoff en Word
Formation in Generative Grammar, según el cual las estructuras se construyen en estadios sucesivos en cada uno de
los cuales se produce la adición de un afijo.
4
Bosque (1983), entre otros, considera que se trata de un morfema discontinuo. Seguimos aquí la propuesta de
Serrano-Dolader (1999), Lázaro Mora (1986), Lang (1992) y Varela Ortega (2005).
Grenón5, en algunos casos; en otros, han sido transcriptos directamente de los manuscritos

originales.

En consonancia con la productividad sincrónica que presenta el proceso de parasíntesis

en español, encontramos en nuestro corpus verbos y adjetivos parasintéticos.

Verbos parasintéticos

Serrano-Dolader (1999) señala tres formaciones verbales parasintéticas productivas en

español:

a. con los prefijos a- y en- / in- (y sus variantes alomórficas) y los sufijos -ar y -ecer;

b. con el prefijo des-;

c. con otros prefijos: con-, entre-, extra-, per-, re-, sobre- y sus variantes alomórficas.

En Córdoba en los siglos XVI-XVII, encontramos formaciones denominales

pertenecientes al primer grupo: arresgar, aquerençiar, embalumar, ensillar y la formación

deadjetival apurar6.

En los verbos arresgar, que en nuestro corpus presenta monoptongación, y aquerenciar,

resultan transparentes las bases riesgo y querencia, a las cuales se les ha anexado el prefijo a- y

el sufijo -ar. El esquema verbalizador parasintético a- -ar es el más productivo en el español,

histórica y sincrónicamente.

El valor semántico que adquieren puede parafrasearse como "adquirir o hacer adquirir

las cualidades expresadas por el sustantivo base"7.

5
Grenón (1923) Álbum de cartas coloniales. Córdoba. Talleres gráficos de la penitenciaría.
6
Descartamos los verbos escaldar y asignar pues son formas que el español adoptó del latín, por lo tanto, el proceso
de su formación pertenece a la historia de la lengua latina, no del español.
7
Vid Serrano-Dolader (1999) pág. 4714.
Ambos verbos sólo aparecen en infinitivo, y presentan la estructura argumental propia de

un verbo transitivo.

"...sin arresgallos en el camino de Potosy..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.146-147)

"...por dos o quatro herraduras no hes bien arresgar el cavallo." (E.1ª, Hip., l.9, e.2,

f.148)

"...se ha passado mucho tpo en aquerençiarlas alla..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.124-125)

En el verbo embalumar encontramos la base en la palabra latina volumina y en la forma

española baluma, actualmente en desuso, cuyo significado es "bultos o cargas"8. En este caso,

recurrimos a una interpretación metafórica: "cargas" como "trabajos pesados o gran cantidad de

trabajo". El prefijo que adopta, em- (alomorfo de en-) junto al sufijo verbalizador -ar le

proporcionan el valor semántico "meter en".

En este caso, el uso pronominal del verbo embalumarse conlleva una variación en la

significación, pues al haber correferencia entre el sujeto y el objeto, el valor semántico es

"meterse en trabajos pesados", que también puede entenderse con el valor locativo inverso

"llenarse de trabajo".

"Dizeme vmd que no me embalume..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.120-121)

Con la misma estructura formal en- -ar, aplicada a una base nominal, aparece en el

corpus el verbo ensillar en la forma del gerundio y del participio 9. El valor semántico que

actualiza es el de "poner la silla a los caballos", uso que permanece en vigencia. El uso

8
Aparece aun registrado con ese significado en el DRAE (1992).
9
La forma del participio perfecto de ensillar, en su valor adjetivo, la analizaremos en el apartado dedicado a los
adjetivos parasintéticos.
metafórico (o mejor, metonímico) que parece desprenderse del texto es el de "estar listo para

salir":

"...y que por estar ensyllando no le escribo." (E.1ª, Hip., l.49, e.1, f.260)

El verbo apurar, formado por la anexión del prefijo a- y del sufijo -ar sobre el adjetivo

puro10. Si bien el DRAE registra numerosas acepciones para este verbo, muchas de las cuales se

relacionan con el sentido originario del adjetivo, como "averiguar la verdad" o "purificar",

también registra la que usamos actualmente, con valor causativo "dar prisa", con la posibilidad

de pronominalización.

"...que me apura mucho..." (E.1ª, Hip., l.27, e.10, f.181)

Es importante destacar la coexistencia de formas verbales corradicales construidas con y

sin prefijo. Algunas de ellas presentan variaciones semánticas importantes como alistar

"preparar" y listar "hacer o incluir en una lista o nómina" y coexisten en la sincronía de la

lengua. Otras, ya señaladas en el DRAE como formas anticuadas, no parecen tener igual

vitalidad, como acrecentar / crecentar, agradecer / gradecer, asegurar / segurar.

"...Nro Señor la vida e estado acreçiente por muchos años." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.124-125)

"...para alistar mis quentas..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.148)

"...no dexare de mostrarme agradecida..." (E.1ª, Hip., l.146, e.7, f.69)

"...y aseguro a Vm que pasan de catorce mil pesos..." (E.1ª, Hip., 1.95, e.2, f.40)

10
Es de destacar el hecho de que el sustantivo apuro se formó a partir del verbo apurar, por eso lo incluimos en las
formaciones parasintéticas.
Como señala Serrano-Dolader11 resulta muy difícil la sistematización de estas

construcciones, pues el español presenta múltiples opciones en el proceso de verbalización, por

lo cual parece no encontrarse un parámetro que dé cuenta de las variaciones significativas o

aspectuales de la presencia de estos dobletes en la lengua.

Un caso particular de esta coexistencia es el de los verbos quejar / aquejar que, en el uso

actual presentan diferentes acepciones. Mientras quejar o la forma pronominal quejarse

actualiza el significado "manifestar dolor, pena o disconformidad", aquejar se utiliza para

referirse al "daño que una enfermedad produce en una persona". En nuestros textos aparece

aquejarse con el valor del actual quejarse:

"... no quiero q a falta de gente se pierda y vmd se aquexe de my..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2,

f.124-125)

Adjetivos participiales parasintéticos

A partir del verbo ensillar que señalamos antes, se formó el adjetivo participial ensillado,

con la estructura formal parasintética en- -ado, cuya significación nos remite a la forma verbal,

pero cuya función es la de un adjetivo, dada la concordancia con el sustantivo y su posición en el

sintagma:

"...por un cavallo ensillado y un freno q les pague a cada uno (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.148)

El segundo caso que analizamos de adjetivos participiales parasintéticos es el que deriva

del verbo aparejar, forma que ya no está en vigencia en la lengua de Córdoba. El valor

semántico de este verbo era similar al de "preparar", y su formación se ha realizado siguiendo la

11
Serrano-Dolader Op. Cit.
estructura a- -ado, que junto a la que mencionamos antes, en- -ado, son las más productivas en

el español actual y, como vemos, lo eran en la época que nos ocupa.

"...yo le dixe que estava muy aparejado para darsela..." (E.1ª, Hip., l.9, e.2, f.146-147)

En síntesis, podemos apreciar cómo la parasíntesis por afijación era un procedimiento de

formación de palabras con cierto grado de productividad en la lengua de Córdoba de los siglos

XVI-XVII.

La mayor cantidad de nuevas formaciones corresponden a la categoría verbal y siguen el

esquema estructural a- -ar y en- -ar.

Respecto de la categoría de las bases, hay un predominio de formas nominales y, con

menor frecuencia de aparición encontramos bases adjetivas.

La coexistencia de formas verbales corradicales formadas con y sin prefijo nos permite

afirmar que el procedimiento de parasíntesis actuaba con vitalidad, modificando esas

formaciones heredadas de la Edad Media y, que, paulatinamente, habían caído en desuso, en

favor de la forma parasintética.

La formación de adjetivos parasintéticos queda restringida a los adjetivos participiales, y

quedaría por discutir, y comprobar con mayor documentación, la posibilidad de que estos
participios se hayan lexicalizado en la lengua como adjetivos, independientemente de la

existencia o no del verbo corradical.

REFERENCIAS

ALVAR, M. y POTTIER, B. (1983) Morfología histórica del español. Madrid. Gredos.

BOSQUE, I. (1983) La morfología. En: AA. VV. Introducción a la lingüística. Madrid.

Alhambra.

GRENÓN, P. S.J. (1923) Álbum de cartas coloniales. Córdoba: Talleres gráficos de la

Penitenciaría.

HERNANDO CUADRADO, L. (1999) La parasíntesis en español. En Didáctica (lengua y

literatura). Nº 11. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.

LANG, M. (1992) La formación de palabras en español. Madrid. Cátedra.

LÁZARO MORA, F. (1986) Sobre la parasíntesis en español. En DICENDA Cuadernos de

filología hispánica. Nº 5. Ed. Universidad Complutense de Madrid. Madrid.

REAL ACADEMIA ESPAÑOLA (1992) Diccionario de la Lengua Española. Madrid. Espasa-

Calpe.

SERRANO - DOLADER, D. (1999) La derivación verbal y la parasíntesis. En: Bosque, I. y

Demonte, V. (Coord.) (1999) Real Academia Española. Gramática descriptiva de la Lengua

Española. Madrid. Espasa-Calpe.

VARELA ORTEGA, S. (2005) Morfología léxica: la formación de palabras. Madrid. Gredos.

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