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Prevención del
Vol. 6 Núm. 2
Tabaquismo
Abril-Junio 2004
Director J. Astray Mochales (Madrid) J. González Alonso (Madrid) I. Nerín de la Puerta (Zaragoza)
C.A. Jiménez Ruiz F.J. Ayesta Ayesta (Santander) J.M. González de Vega (Granada) H. Pardell Alentà (Barcelona)
J.R. Banegas Banegas (Madrid) A. Guirao (Madrid) J.F. Pascual Lledó (Alicante)
Director Adjunto J. Bartol Nieto (Salamanca) P. Hajek (Reino Unido) Mª.D. Plaza Martín (Salamanca)
M. Barrueco Ferrero J.L. Borrego Fernández (Santander) J.E. Henningfield (EE.UU.) Mª.J. Pont (Valencia)
F. Camarelles (Madrid) A. Heras Martínez (Madrid) A.Mª. Quintas (Madrid)
Comité de Redacción J.M. Carreras Castellet (Madrid) M.A. Hernández Mezquita A. Ramos Pinedo (Ciudad Real)
J.I. de Granda Orive F. Carrión Valero (Valencia) (Salamanca) F.B. Ramos Postigo (Murcia)
I. Hernández del Rey T. Casamitjà Sot (Gerona) M. Jané Checa (Barcelona) J.A. Riesco Miranda (Cáceres)
F. Álvarez Gutiérrez Mª.P. Cascan Herrero (Zaragoza) M.P. Jiménez Santolaya (Logroño) T. Robledo de Dios (Madrid)
A. Pérez Trullén L. Clemente Jiménez (Zaragoza) A. Johnston (EE.UU.) F. Rodríguez de Fonseca (Málaga)
P.J. Romero Palacios L. Dale (EE.UU.) A. Khalaf (Castellón) M. Rosell Abos (Zaragoza)
S. Solano Reina E. de la Cruz Amorós (Alicante) M. Kunze (Austria) A. Ruiz Cobos (Madrid)
M. Torrecilla García P. de Lucas (Madrid) L. Lázaro Asegurado (Burgos) I. Saiz Martínez-Acitores (Madrid)
J.L. Díaz-Maroto Muñoz J. López García (Las Palmas) J. Sala Felís (Oviedo)
Coordinación Editorial (Guadalajara) V. López García-Aranda (Sevilla) E. Saltó i Cerezuela (Barcelona)
C. Rodríguez Fernández F. Domínguez Grandal (Pontevedra) J.J. Lorza Blasco (Vizcaya) I. Sampablo Lauro (Barcelona)
C. Escudero Bueno (Oviedo) D. Marín Tuyà (Barcelona) L. Sánchez Agudo (Madrid)
Comité Científico J.F. Etter (Suiza) F.L. Márquez Pérez (Badajoz) J. Sánchez Martos (Madrid)
R. Abengozar Muela (Toledo) K.O. Fagerström (Suecia) M. Martín Baranera (Barcelona) A. Santacruz Siminiami (Murcia)
J.R. Aguirre Martín-Gil (Madrid) C. Fernández Alonso (Valladolid) J.M. Martín Moreno (Madrid) J. Signes-Costa Miñana (Alicante)
B. Alonso de la Iglesia A. Ferrero Gatón (Santander) F. Martínez González (Valladolid) V. Sobradillo Peña (Bilbao)
(S. Compostela) S. Flórez Martín (Madrid) C. Martínez Martínez (Barcelona) B. Steen (Madrid)
N. Altet Gómez (Barcelona) J.F. García Gutiérrez (Granada) A. Más Sánchez (Zaragoza) J. Toledo Pallarés (Zaragoza)
F. Álvarez de Toledo (Oviedo) A. García Hidalgo (Cádiz) M. Mayayo Ulibarri (Madrid) P. Tonessen (Dinamarca)
J.L. Álvarez-Sala Walther (Madrid) I. García Merino (Madrid) E. Monsó Molas (Barcelona) H. Verea Hernando (La Coruña)
C. Ariza (Barcelona) E. Gil López (Madrid) S. Nardini (Italia) J.L. Viejo Bañuelos (Burgos)
Edita: ERGON. C/ Arboleda, 1 - 28220 Majadahonda (Madrid) Nº ejemplares: 7.000 ISSN: 1576-1959
Tel. 91-636 29 30 - Fax 91-636 29 31 erg@ergon.es http://www.ergon.es Depósito Legal: M-9807-2000 Imprime: Gráficas Monterreina
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Prevención del
Vol. 6 Núm. 2
Tabaquismo
Abril-Junio 2004
SUMARIO
EDITORIAL
45 Tabaco y pobreza: un círculo vicioso.
C. Audera López
ORIGINALES
52 Epidemiología del tabaquismo en la Universitat de les Illes Balears.
J. Pericàs Beltrán, M.L. Bauzá Amengual, E. Ponsell Vicens
ARTÍCULO ESPECIAL
68 La prevención primaria del tabaquismo: un planteamiento integral.
C. Ariza, M. Nebot
84 CARTAS AL DIRECTOR
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Prevención del
Vol. 6 N. 2
Tabaquismo
April-June 2004
SUMMARY
EDITORIAL
45 Tobacco and poverty: a viscious circle.
C. Audera López
ORIGINALS
52 Epidemiology of smoking in the University of the Balearic Islands.
J. Pericàs Beltrán, M.L. Bauzá Amengual, E. Ponsell Vicens
60 Characteristics of smoking behavior based on abandonment phase in a sample of the staff of the
University of Girona.
S. Font-Mayolas, M. Planes, M.E. Gras
SPECIAL ARTICLE
68 Primary prevention of smoking: a complete approach.
C. Ariza, M. Nebot
EDITORIAL
C. Audera López
Iniciativa para un Mundo sin Tabaco- Organización Mundial de la Salud. Ginebra
Desde que Sir Richard Doll en 1950 presentó los pri- que mueren prematuramente por el uso del tabaco y a aque-
meros estudios asociando el humo del tabaco con el cáncer llos que consiguen dejar de fumar. Pero incluso dentro
de pulmón, los efectos del tabaco sobre la salud están am- de un mismo país, y esto ocurre en todos los países, son
pliamente descritos y establecidos. Sin embargo, se ha pres- las personas que pertenecen al nivel socioeconómico más
tado poca atención a otro efecto negativo del tabaco: la re- bajo las que tienden a consumir más tabaco, y las que su-
lación entre tabaco y pobreza. Los más pobres tienden a fren en mayor medida los costes económicos y de salud
consumir más tabaco y a su vez el consumo de tabaco con- que causa el consumo del mismo. Por ejemplo, un estudio
tribuye a la pobreza de los individuos y de los países. llevado a cabo en Chennai, India, mostraba claramente la
Precisamente ése es el lema del día mundial sin tabaco 2004. asociación entre nivel educativo y prevalencia del consu-
Tabaco y pobreza: un círculo vicioso. mo de tabaco, oscilando entre el 64% en los analfabetos al
21% en personas con más de 12 años de educación2.
En los países en desarrollo donde el tabaco normal-
CONSUMO DE TABACO ENTRE mente no se encuentra entre las prioridades sanitarias más
LOS MÁS POBRES inmediatas, las medidas para el control del tabaquismo no
se han puesto en marcha y si lo han hecho, en mucho ca-
Hoy día se estima que hay cerca de 1.300 millones de sos no existen la infraestructura o condiciones necesarias
fumadores; el 43% de los hombres y el 12% de las muje- para que se lleven a cabo y se cumplan las normativas. Lo
res del mundo fuman. Aunque el tabaquismo hasta la fecha más importante es que no se ha formado una masa crítica,
se venía considerando una enfermedad de países desarro- informada, que pueda defenderse de las estrategias co-
llados, en la actualidad se estima que el 84% de las perso- merciales de las industrias tabacaleras y, como consecuencia
nas que fuman viven en países en desarrollo1. Sólo en China de esto, el consumo de tabaco en estos países está en cla-
ya viven 300 millones de fumadores. ro aumento. Por ejemplo, entre 1970 y 1990 en Haití,
Conforme los países más ricos adoptan medidas para Indonesia, Nepal, Senegal y Siria, el consumo de tabaco
el control del tabaquismo tales como aumento de los im- se duplicó y en Camerún y China se triplicó en ese mismo
puestos, información sobre los efectos en la salud, la prohi- período.
bición de la propaganda, el acceso al tratamiento para la
dependencia tabáquica, etc., que están consiguiendo un
descenso en el consumo de tabaco, la epidemia se está ex- EL TABACO AUMENTA LA POBREZA
tendiendo hacia los países más pobres. En estos países la DE LOS INDIVIDUOS Y SUS FAMILIAS
industria tabacalera encuentra menos obstáculos para en-
contrar nuevos consumidores y poder sustituir a aquellos El dinero que los fumadores se gastan en tabaco no pue-
de ser usado en otras necesidades básicas como comida, edu-
Correspondencia: C. Audera López. e-mail: auderalopezc@who.int
cación o sanidad. Según un estudio llevado a cabo en
Bangladesh, con lo que se gasta de media una persona en ese
[Prev Tab 2004; 6(2): 45-48] país en tabaco al día, podría aportar 3.000 calorías a la die-
40
Los niños que trabajan ayudando a sus padres pasan la ma-
30 yor parte del día trabajando, sin tiempo para ir a la escue-
20 la, perdiendo así la oportunidad de recibir una educación
10 que podría abrir las puertas a un futuro mejor que el de sus
0 progenitores.
Analfabeto < Menos de Entre 6 y 12 Mas de Doce Durante el cultivo del tabaco, los trabajadores están ex-
6 años
puestos a serios peligros para su salud como, por ejem-
Nivel de educación plo, la enfermedad del tabaco, causada por la absorción de
la nicotina por la piel al entrar en contacto con las hojas hú-
FIGURA 1. Tabaquismo y nivel educativo. Chennai, India.
medas de tabaco. La planta de tabaco necesita aplicaciones
abundantes y frecuentes de pesticidas, que pueden resultar
fatídicas si el agricultor no tiene la práctica necesaria, o el
ta de su familia en forma de arroz. Asimismo, si las dos ter- equipo adecuado.
ceras partes del dinero que se gasta en tabaco en este país se En algunos países es frecuente encontrar a pequeños
gastara en comida, se evitaría la malnutrición en 10,5 mi- agricultores dedicados al cultivo del tabaco endeudados
llones de personas y salvaría la vida de 350 niños menores con las tabacaleras. Esto ocurre porque, al principio de la
de 5 años al día. Las familias más pobres de Bangladesh gas- temporada, las empresas ofrecen crédito a los agriculto-
tan casi 10 veces más en tabaco que en educación3. res, en forma de semillas, pesticidas o apoyo técnico. El
Con lo que cuesta un paquete de Malboro se podrían acuerdo incluye la condición de que, al finalizar la cose-
comprar 5 kg de arroz en China, 1 kg de pescado en cha, el agricultor venderá el tabaco a la misma empresa
Moldavia, 6 kg de maíz en Ghana, 10 huevos en Rumanía, que le ha proporcionado el crédito inicial, una vez des-
o 2 kg de azúcar en Georgia4. contada la devolución de ese crédito. En estas condicio-
El tabaco, no sólo favorece la pobreza por disminuir los nes, el agricultor no tiene ningún poder de negociación.
recursos, de por si ya a menudo muy escasos, para la ad- Normalmente la empresa obliga al agricultor a vender la
quisición de bienes, sino también por el aumento en el ries- hoja de tabaco a un precio establecido, con lo que el va-
go de enfermedad o muerte prematura de personas de cu- lor que el agricultor obtiene al final de su cosecha es me-
yo trabajo depende la familia, privando así a sus familias nor que el del préstamo inicial, hundiéndose en una espi-
de unos ingresos necesarios y, a la vez, causando unos gas- ral de deuda y pobreza5.
tos en asistencia médica adicionales. En aquellos países o
situaciones en los que no exista una asistencia sanitaria gra-
tuita, estos gastos recaen directamente sobre la familia, em- EL TABACO CONTRIBUYE A LA POBREZA
peorando aún más su capacidad adquisitiva. A igualdad de DE PAÍSES
edad y sexo, un fumador genera un gasto sanitario anual
claramente mayor que un no fumador aunque, debido a la Todos los países sufren pérdidas enormes como conse-
muerte prematura de los fumadores, el gasto de por vida es cuencia de costes de sanidad y la pérdida de productividad
sólo ligeramente superior. debidos a las enfermedades y muertes derivadas del con-
Pero no sólo el consumo de tabaco provoca enferme- sumo de tabaco. Las enfermedades relacionadas con el ta-
dad y favorece la pobreza. El cultivo del tabaco es en mu- baco le cuestan anualmente al gobierno de Guatemala 800
chos casos causa de enfermedad y de endeudamiento, lo millones de dólares, al gobierno de Costa Rica, 534 mi-
que conlleva un empeoramiento de la situación económica llones y al de la India, 11.000 millones de dólares4.
de las familias que se dedican a esa actividad. Con la ex- Al contrario de lo que se ha pensado durante mucho
pansión de esos cultivos, impulsada en su mayor parte por tiempo, la industria tabacalera no crea riqueza para los
la industria del tabaco, hay cada vez más agricultores que países productores o fabricantes de tabaco. La fabrica-
compiten para poder vender el fruto de su cosecha a las ción de cigarrillos está muy mecanizada, necesitando muy
grandes tabacaleras, lo que hunde el precio mundial del ta- poca mano de obra y, por lo tanto, creando pocos pues-
baco. Son muchos los casos en los que esos agricultores no tos de trabajo comparado con otros productos o activi-
dades. El tabaco sigue siendo rentable sólo para un nú- En el año 2002, las tres principales tabacaleras mun-
mero muy pequeño de personas. Aquellos países que no diales (Japan Tobacco, Philip Morris/Altria y British
son productores, que son la mayoría, son importadores American Tobacco), generaron entre las tres, unas ventas
netos de productos de tabaco, perdiendo a raíz de ello mi- de más de 121.000 millones de dólares. El valor de estas
llones de dólares al año en divisas, que podrían ser uti- ventas supera el PNB combinado de Albania, Bahrein,
lizadas en invertir para el desarrollo del país. A pesar Belice, Bolivia, Botswana, Camboya, Camerún, Estonia,
de esto la industria continúa exagerando las ventajas eco- Georgia, Ghana, Honduras, Jamaica, Jordania, Macedonia,
nómicas del tabaco, con gran énfasis en la creación de Malawi, Malta, Moldavia, Mongolia, Namibia, Nepal,
empleo y los ingresos fiscales. Paraguay, Senegal, Tayikistán, Togo, Uganda, Zambia y
Los países más pobres se ven en parte privados de la Zimbabwe8.
única ventaja que podría tener la venta de tabaco para los
gobiernos, que es el incremento de sus ingresos fiscales por
medio de impuestos sobre la venta. Los impuestos en estos EL CONTROL DEL TABACO ES UNA
países suelen ser mucho más bajos que lo recomendado por NECESIDAD
el Banco Mundial (70% del total del precio del tabaco de-
berían ser impuestos). Esto se debe en parte a un temor in- El Banco Mundial ha declarado qué políticas compre-
justificado de los propios gobiernos, influenciados por la hensivas del control del tabaco no tendrían un impacto ne-
industria, de perder lo poco que reciben si se aumenta el gativo en el empleo total de la mayoría de países. También
precio del tabaco. En ningún caso se ha visto que el au- ha declarado que una de las políticas más costo-efectivas
mento de impuestos traiga como consecuencia un descen- para el control del tabaco, la subida de los impuestos, ayu-
so tal del consumo que afecte negativamente a los ingresos da a incrementar los ingresos fiscales de los gobiernos, pues-
fiscales del país por el tabaco. Por otro lado, la venta de ta- to que la subida de impuestos provoca una reducción del
baco procedente del mercado negro es más elevada. El con- consumo que es menor a la subida de tasas9.
trabando de tabaco tiende a ser más prominente en países El Convenio Marco de la OMS para el Control del
donde el nivel de corrupción es más acusado6. Tabaco (CMCT) es el primer paso hacia una solución. El
El cultivo del tabaco puede ser causa de problemas am- Convenio establece una base internacional para el control
bientales tales como la deforestación, ya que en muchos del tabaco, con provisiones que regulan varios aspectos re-
países la madera se usa como combustible para secar la ho- lacionados con el tabaco, como publicidad, promoción y
ja de tabaco. La planta del tabaco absorbe los nutrientes de patrocinio del tabaco, incrementos de precios e impuestos
la tierra, causando su degradación. Las grandes cantidades del tabaco, etiquetado y empaquetado de los productos de
de pesticidas y fertilizantes necesarias para el cultivo del tabaco, comercio ilícito de los productos de tabaco y la cre-
tabaco contaminan el ambiente y las corrientes de agua, ación de los espacios libres de humo. Los gobiernos y las
agravando la degradación medioambiental. organizaciones regionales económicas como la Comunidad
La producción del tabaco también produce una canti- Europea pueden legislar a un nivel más alto o estricto.
dad importante de desechos sólidos y químicos. Las coli- Las empresas tabacaleras continuarán intentando au-
llas, restos del empaquetado y otros productos derivados mentar sus ventas y sus beneficios, puesto que ése es el ne-
del consumo contribuyen también a la contaminación me- gocio que deben mantener, y desgraciadamente los más po-
dioambiental. bres, tanto de los países en desarrollo como, los países
industrializados, son su alternativa de mercado y con ello
continuarán causando unos costes enormes a la humanidad
MIENTRAS TANTO, LOS BENEFICIOS en forma de enfermedad y muerte, costes económicos y
DE LA INDUSTRIA CONTINÚAN CRECIENDO ecológicos.
BIBLIOGRAFÍA Tobacco Growing Pay? The Case of Kenya. En: The Economics
of Tobacco Control: Towards an Optimal Policy Mix, Abedian
et al., eds. Cape Town: Applied Fiscal Research Centre, 1998;
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6. Ibid.
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Oxford University Press, 2000. 7. Jacobs R et al. The Supply-Side Effects of Tobacco Control
3. Debra Efroymson and Saifuddin Ahmed, Hungry for Tobacco: Policies. En: Jha and Chaloupka, eds. Tobacco Control in
an analysis of the impact of tobacco on the poor in Bangladesh. Developing Countries. Oxford University Press, 2000.
Dhaka. July 2000. 8. Philip Morris/Altria, BAT and Japan Tobacco 2002 Annual
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5. Tanzania's Tobacco Production Could Fall. Tobacco Journal Indicators, July 2003.
International, 8 March 2000, Pamphil HM Kweyuh. Does 9. Ibid.
EDITORIAL
La última encuesta nacional de salud señala que el por- plica que más del 90% de los casos de muerte por cáncer
centaje de fumadores en la población general española si- de pulmón ocurren entre fumadores9. Hasta hace poco tiem-
gue disminuyendo progresivamente. La cifra se ha reduci- po, los casos de cáncer de pulmón, que se diagnosticaban
do desde el 34% en 1999 hasta el 31% en 20041,2. Sin en España se daban, sobre todo, entre la población mas-
embargo, en los últimos quince años estamos asistiendo a culina, menos del 2% de ellos aparecían en las mujeres. Un
un incremento progresivo del número de fumadoras en la reciente estudio de la Sociedad Madrileña de Neumología
población general. Mientras que en el año 1999 fumaban el y Cirugía Torácica que monitorizaba los casos de cáncer de
21% de las mujeres mayores de 16 años, en 2004 lo hacen pulmón que fueron vistos a lo largo de un año en los hos-
el 27% de las mismas1,2. Se han señalado múltiples causas pitales madrileños, descubrió que el porcentaje de casos de
que puedan explicar este incremento. Entre ellas cabe des- esta enfermedad entre las mujeres se había incrementado
tacar: los cambios socio-culturales en relación con las mu- en más del doble y ya era del 5%10. En la actualidad, los ca-
jeres ocurridos en las últimas décadas en nuestro país, la de- sos de cáncer de pulmón entre las mujeres americanas han
cisiva actuación de la publicidad de las empresas tabaqueras aumentado un 600% y el documento del Surgeon General
que han señalado a la mujer como uno de sus objetivos prin- de 2001 sobre mujer y tabaco ya habló de que el cáncer
cipales, e, incluso, la mayor dificultad que la mujer fuma- de pulmón había alcanzado niveles de epidemia entre las
dora pueda tener para el abandono del consumo de tabaco3,4. mujeres americanas11.
La íntima relación existente entre el consumo del taba- Mucho se ha discutido en cuanto a la mayor suscepti-
co y el cáncer de pulmón es avalado por múltiples estudios5. bilidad que la mujer fumadora pueda tener para el desa-
El cáncer de pulmón es hasta 30 veces más frecuente entre rrollo de cáncer de pulmón. Existen trabajos que asegu-
los fumadores que entre aquellos que nunca han consumi- ran que para un mismo número de paquetes/año el riesgo
do tabaco5. Muchas de las sustancias tóxicas presentes en relativo de desarrollar cáncer de pulmón es mayor en la
el humo del tabaco, hidrocarburos aromáticos policíclicos mujer que en el hombre 12. Incluso, otros estudios de-
y nitrosaminas a la cabeza de ellos, han sido implicados co- muestran que para un mismo tiempo de exposición al hu-
mo responsables de cambios estructurales en el genoma de mo de los cigarrillos, las mujeres tienen hasta 1,5 veces
las células bronquiales que facilitan su malignización5-7. Se más riesgo de desarrollar cáncer de pulmón que los hom-
ha señalado que entre el 85% y el 90% de todos los cán- bres13. No obstante, otros estudios demuestran lo contra-
ceres de pulmón ocurridos en los humanos son debidos al rio. Por ejemplo, el American Cancer Society Prevention
consumo de cigarrillos8. En un reciente estudio español que Study I concluyó que los fumadores tenían un riesgo re-
analiza la mortalidad debida al consumo del tabaco, se ex- lativo de desarrollar cáncer de pulmón significativamen-
te mayor que las fumadoras14. En otro estudio, Bach et al.,
que incluyó a más de 18.000 participantes no se encontró
Correspondencia: María Luisa Mayayo Ulibarri. Unidad especializada en asociación significativa entre el desarrollo de cáncer de
Tabaquismo. Instituto de Salud Pública. C/ Doctor Esquerdo 45. pulmón y el sexo15.
28006 Madrid
Recientemente se han realizado estudios que avalan
[Prev Tab 2004; 6(2): 49-51] más la tesis de que las fumadoras tienen mayor riesgo
de desarrollar cáncer de pulmón que las no fumadoras. completamente eficaces si no se acompañaran de acciones
En muchos de estos estudios se ha encontrado lo si- terapéuticas. Sabemos que la eficacia de los programas de
guiente: tratamiento del tabaquismo es menor entre las mujeres que
1. Los niveles de adductos de ADN en las células tu- entre los hombres23. La mayor tendencia a la depresión, los
morales o en el tejido pulmonar son más altos en los ca- problemas con el peso y el más frecuente padecimiento
sos de fumadoras que en los de fumadores16. Incluso cuan- de síntomas del síndrome de abstinencia por las mujeres
do se tiene en cuenta la cantidad de tabaco consumido, se que por los hombres cuando están intentando dejar de fu-
demuestran más altos niveles de adductos en fumadoras mar, son razones que pueden explicar la menor eficacia de
que en fumadores a un mismo grado de tabaquismo17. los tratamientos habituales23. Por ello, es muy recomen-
2. Mutaciones en el gen p53 se dan con mayor frecuencia dable que se establezcan programas terapéuticos específi-
en fumadoras18. cos de ayuda a las mujeres fumadoras que desean dejar de
3. CYP1A1 es una enzima encargada del metabolis- serlo.
mo de los hidrocarburos aromáticos policíclicos presentes La realización de estas acciones preventivas y terapéu-
en el humo del tabaco. Esta enzima facilita la aparición ticas será imprescindible para que seamos capaces de con-
de sustancias tóxicas con alta capacidad de producir ad- trolar la epidemia que se avecina de cáncer de pulmón en-
ductos del ADN. La actividad de esta enzima está regula- tre las mujeres .
da genéticamente28. En pulmones de fumadoras se ha en-
contrado una mayor expresión del gen que regula la
actividad de esta enzima en comparación con fumadores. BIBLIOGRAFÍA
Se cree que los estrógenos facilitan este incremento de la
expresión17. 1. Encuesta nacional de salud. Dirección general de salud pública.
4. Las células pulmonares expresan dos tipos de recep- Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid, 1999.
tores para los estrógenos. Los receptores alfa y los beta. 2. Encuesta nacional de salud. Dirección general de salud pública.
Ministerio de Sanidad y Consumo. Madrid, 2004.
Ambos tienen capacidad de modular la expresión de otros
genes como la del gen que regula la actividad enzimática 3. Ernst V, Kaufman N, Nichter M, Samet J, Ion S. Women and
tobacco: moving from policy to action. Bull WHO 2000; 78:
de CYP1A1. En otro estudio se ha llegado a encontrar que 891-901.
la precocidad en la menopausia se asocia a una disminu-
4. Hernández Rey I, Romero Palacios J, González de Vega JM,
ción del riesgo de desarrollar adenocarcinoma en las mu- Romero Ortiz A, Ruiz Pardo MJ. Tabaquismo en la mujer.
jeres, que existe una correlación entre utilización de tera- Revisión y estrategias futuras. Prev Tab 2000; 2: 45-54.
pia estrogéncia, consumo de tabaco y desarrollo de 5. Doll R, Peto R. The causes of cancer: quantitative estimate of
adenocarcinoma en los pulmones y, por último, que la uti- avoidable risk of cancer in the USA today. J Natl Cancer Inst
lización de estrógenos se puede asociar con adenocarcino- 1981; 66: 1191-308.
ma de pulmón21. 6. Wang I, Ichiba M, Iyadomi M, Zhang J, Tomokuni K. Effect
5. Además, la capacidad de reparación del ADN pare- of genetic polymorphism of metabolic enzymes, nutrition and
lifestyle factor on DNA adduct formation in lymphocytes. Ind
ce ser más deficiente en mujeres que en hombres45.
Health 1998; 36: 337-46.
Todas estas razones deben hacernos pensar que muy
7. Wiencke JK, Thurston W, Kelsey K, Varkonyi A, Wain JC,
pronto podremos asistir a una auténtica epidemia de cán- Mark EJ, et al. Early age at moking inciatiation and tobacco
cer de pulmón entre las mujeres españolas. Es muy reco- carcinogen DNA damage in the lung. J Natl Cancer Inst 1999;
mendable que se establezcan tanto medidas preventivas co- 91: 614-9.
mo terapéuticas para evitar que el incremento del consumo 8. Jermal A, Murray T, Samuels A, Ghafoor A, Ward E, Thun M.
de tabaco en las mujeres siga produciéndose. La realiza- Cancer statistics, 2003: CA Cancer Clin 2004; 54: 8-29.
ción de programas de prevención especialmente diseñados 9. Banegas Banegas JR, Díez Gañan L, Rodríguez-Artalejo F,
para las jóvenes, el establecimiento de campañas infor- González Enríquez J, Graciani A, Villar F. Mortalidad atribui-
mativas que ayuden a combatir las falsas creencias que la ble al tabaquismo en España en 1998. Med Clin (Barc) 2001;
117: 692-4.
mayor parte de las mujeres tienen en relación con el con-
sumo del tabaco y el peso; y la regulación de las feroces 10. Estudio sobre el Cáncer de pulmón en los hospitales de la
Comunidad de Madrid. Grupo de trabajo de oncología de la
campañas publicitarias dirigidas “contra” las mujeres por Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica. NEU-
la industria del tabaco, deben ser las líneas maestras so- MOMADRID. Madrid, 2000.
bre las que se sustente la prevención del tabaquismo en las 11. Women and smoking. A report of the Surgeon General.
mujeres. Pero todas estas acciones preventivas no serían Washington DC. USDHHS. Public Health Service, 2001.
12. Rish H, Howe GR, Janin M, Burch J, Holotawy E, Miller A. Are 18. Toyooka S, Shimizu N, Gazdar A. The p53 gene, tobacco ex-
female smokers at higher risk for lung cancer than male smo- posure and lung cancer. Hum Mutat 2003; 21: 229-39.
kers? A case control analyses by histologic types. Am Epidemiol 19. Guengertch F, Shimada T. Oxidation of toxics and carcino-
1993: 138: 281-93. gentic chemicals by human cytochrome P450 enzymes. Chem
13. Zhang E, Wynder E. Differences in lung cancer risk between res Toxicol 1991; 4: 391-407.
men and women: examination of the evidence. J Natl Cancer 20. Paech K, Webb P, kulper G. Differential ligant activation of
Inst. 1996; 88: 183-92. estrogen receptors alpha and beta at AP1 sites. Science 1997;
14. Tanou L. Cigarette smoking and women’s respiratory health. 277: 1508-10.
Clin Chest med 2000; 21: 47-65. 21. Taloli E, Wynder E. Endocrine factors and adenocarcinoma of
15. Bach P, Kattan M, Thomquist M. Variation in lung cancer risk the lung in women. J Natl Cancer Inst 1994; 86: 869-70.
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16. Ryberg D, Hewer A, Philips D, Haugen A. Different suscepti- ced DNA adducts and lung cancer risk: a molecular epidemio-
bility to smoking –induced DNA damage among male and fe- logic study. J natl Cancer Inst 2000; 92: 1764-72.
male lung cancer patients. Cancer Res 1994; 54: 5801-3. 23. Fiore MC, Bailey WC, Cohen SJ, Dorfman SF, Goldstein MG,
17. Mollerupp S, Ryberg D, Hewer A, Philips D, Haugen A. Sex dif- Gritz ER, et al. Treating tobacco use and dependence. Clinical
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ORIGINAL
RESUMEN ABSTRACT
Objetivos: Determinar la prevalencia y las características de la con- Objectives: To determine the prevalence and the characteristics
ducta de fumar y la distribución por estadios de abandono del tabaquis- of smoking behaviors and the distribution by phase of smoking habits
mo entre el personal de la Universidad de Girona. among the staff of the University of Girona.
Pacientes y método: Se diseñó un estudio descriptivo transversal. Patients and method: A transversal descriptive study was desig-
Para ello se realizó una entrevista sobre la conducta de fumar a una mues- ned. Interviews about smoking habits were conducted among a repre-
tra representativa de los 941 miembros del personal de la Universidad sentative sample of 941 members of the staff of the University of Girona.
de Girona en el segundo semestre de 1999. Results: Of the 281 participants in the study, 77 (27.4%) were smo-
Resultados: De los 281 participantes en el estudio, 77 (27,4%) eran kers, 67 (23.9%) were ex-smokers and 137 (48.7%) were non-smokers.
fumadores, 67 (23,9%) exfumadores y 137 (48,7%) no fumadores. Por By faculties, the greatest prevalence of smokers was found in: Letters,
Facultades, la mayor prevalencia de fumadores se encontró en: Letras: 38.9%; Educational Sciences, 31%; and Nursing, 28.3%. The distribu-
38,9%; Ciencias de la Educación: 31% y Enfermería: 28,3%. La dis- tion of the subjects by cessation phase was as follows: precontempla-
tribución de los sujetos por etapas de abandono fue la siguiente: pre- tion, 36.8%; contemplation, 13.2%; preparation, 3.5%; action, 3.5%;
contemplación: 36,8%; contemplación: 13,2%; preparación: 3,5%; ac- and maintenance, 43%. The consumption of light tobacco by cessation
ción: 3,5% y mantenimiento: 43%. El consumo de tabaco light fue del phase was 49.1% in precontemplation, 47.1% in contemplation and
49,1% en precontemplación, 47,1% en contemplación y 33,3% en pre- 33.3% in preparation. Percentages of those who responded saying they
paración. Respondieron haber recibido consejo médico para dejar de fu- had received medical advice to stop smoking were: precontemplation,
mar: precontemplación: 35,8%; contemplación: 52,6%, preparación: 35.8%; contemplation, 52.6%; preparation, 60%; action, 20%; and main-
60%, acción: 20% y mantenimiento: 24,2%. tenance, 24.2%.
Conclusiones: 1. Las Facultades relacionadas con el ámbito de la Conclusions: 1. The faculties associated with health fields,
salud, Ciencias de la Educación y Enfermería son, junto con las de Letras Educational Sciences and Nursing, are together with Letters those that
las que presentan mayor consumo de tabaco. 2. Los fumadores en pre- register the highest consumption of tobacco. 2. The smokers in the pre-
contemplación, en comparación con los sujetos en contemplación y pre- contemplation phase, as compared to those in the contemplation and pre-
paración, informan con mayor frecuencia de consumir tabaco bajo en paration phases, report more frequently the consumption of low-nico-
nicotina y de no haber recibido consejo médico. tine tobacco and never having received any medical advice on the subject.
Palabras clave: Tabaquismo; Fase de abandono; Personal de uni- Key words: Smoking habit; Cessation phase; University staff.
versidad
INTRODUCCIÓN
Investigación financiada por la Ayuda para Proyectos de Investigación
GRHCS52 de la Universidad de Girona.
El hábito de fumar constituye la primera causa de muer-
te evitable en los países desarrollados1. A pesar de las gra-
ves consecuencias que pueden acompañar dicho hábito,
Correspondencia: Dra. Sílvia Font-Mayolas. Departamento de Psicología
e Instituto de Investigación sobre Calidad de Vida. Universidad de el tabaco sigue siendo la sustancia adictiva de uso más
Girona. Plaza Sant Domènec, 9. 17071 Girona generalizado en todo el mundo2. En Cataluña la prevalen-
E-mail: silvia.font@udg.es cia del consumo de tabaco en población adulta se sitúa en
Recibido: 6 de noviembre de 2003. Aceptado: 8 de enero de 2004
un 44% de los hombres y en un 30,7% de las mujeres, sien-
[Prev Tab 2004; 6(2): 60-67] do estos porcentajes similares a los detectados en pobla-
60 Características de la conducta de fumar en función de la fase de abandono en una muestra de personal... S. Font-Mayolas et al.
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ción general española y europea3,4. La prevalencia de con- El análisis topográfico de la conducta incluyó las va-
sumo de tabaco en colectivos profesionales específicos con- riables: tipo de tabaco, si se producía o no inhalación del
siderados ejemplarizantes en su papel de agentes de salud humo y su frecuencia, aprovechamiento del cigarrillo y ex-
se sitúa en: colectivo médico: 31,3%; personal de enfer- periencia de consumo. Las preguntas del test de Fagerström
mería: 53% y docentes: 30,25%5. Por otra parte, el hecho comprenden las variables: tiempo que tarda al despertar
de recibir consejo para dejar de fumar por parte del perso- hasta fumar el primer cigarrillo, dificultad para abstener-
nal sanitario está considerado un tipo de intervención efi- se de fumar en lugares donde está prohibido, a qué ciga-
caz para mejorar las tasas de abandono6. rrillo odiaría más renunciar, magnitud de consumo, prefe-
Villalbí y Ariza7 sugieren que, en la actualidad, uno de rencia por fumar en las primeras horas del día y consumo
los principales problemas a abordar en este ámbito es el de de tabaco en situación de enfermedad.
proporcionar ayuda a los fumadores que tienen intención Se han considerado las fases de abandono propuestas
de dejar el hábito. La intención de abandono, junto con la por Prochaska et al.: precontemplación (el fumador no ma-
realización de intentos para dejar de fumar, son las princi- nifiesta intención firme de cambio en los próximos 6 me-
pales variables del modelo transteórico de cambio8. Este ses), contemplación (el fumador informa de tener intención
modelo sustituye el planteamiento dicotómico (fuma - no firme de abandonar el consumo de tabaco en los próxi-
fuma) por la idea de proceso, de manera que no todos los mos 6 meses o bien presenta intención firme de abandonar
fumadores se encuentran igualmente preparados para dejar el consumo en el próximo mes pero no ha realizado ningún
de fumar en un futuro inmediato, pudiéndose clasificar en intento de abandono en el pasado año de duración míni-
5 etapas: precontemplación, contemplación, preparación, ma de 24 horas) y preparación (el fumador expone la in-
acción y mantenimiento. tención de dejar de fumar en los próximos 30 días y ha
La presente investigación tiene por objetivos: conocer estado más de 24 horas sin fumar en el pasado año). Los
la prevalencia y características del consumo de tabaco en exfumadores se clasificaron en las etapas de acción (entre
el personal de la Universidad de Girona, así como su eta- 1 día y 6 meses sin fumar) y mantenimiento (más de 6 me-
pa de abandono a fin de optimizar los resultados a corto y ses abstinentes).
largo plazo de futuras intervenciones. Se estudiaron las características de los sujetos entre-
vistados (número total, consumo de tabaco, porcentajes con
relación al número total de participantes y edad media) en
PACIENTES Y MÉTODOS función de la variable sexo. También se analizó la preva-
lencia del consumo de tabaco según la Facultad, el tipo de
Se ha utilizado un formato de entrevista basado en una trabajo y los porcentajes con relación al número total de par-
modificación del cuestionario sobre el hábito de fumar de ticipantes. Se practicaron pruebas de independencia basa-
Becoña y Vázquez9, a la cual se añadieron las preguntas co- das en la distribución χ2 en las variables consumo de taba-
rrespondientes al test de Fagerström de dependencia a la co y sexo y en las variables consumo de tabaco y tipo de
nicotina. En la Tabla I se presenta el modelo de entrevista trabajo. Asimismo se estudiaron los resultados de la distri-
para fumadores. A los participantes no fumadores tan sólo bución por estadios y de las características estudiadas den-
se les preguntaba por las variables: edad, sexo, facultad, tro de cada grupo (número total y por sexo, tipo de tabaco
profesión y status de consumo. A los sujetos exfumadores, consumido, inhalación del humo, frecuencia de las caladas,
se les formulaban las mismas preguntas que a los fuma- parte fumada del cigarrillo, experiencia de consumo, test de
dores con la entrada “En el último año de consumo...”. Fagerström, consejo médico, porcentajes con relación al nú-
La selección de los 281 sujetos se realizó a través de un mero total de fumadores y exfumadores, y edad media).
muestreo probabilístico estratificado y proporcional por Los datos se han procesado mediante el programa es-
Facultades y tipo de trabajo (profesor/ personal de admi- tadístico SPSS.10 de SPSS.Inc.
nistración y servicios) sobre una población total de 941 tra-
bajadores de la Universidad de Girona. La recogida de da-
tos se realizó durante el segundo semestre de 1999. Los RESULTADOS
participantes fueron localizados por vía telefónica, se les
informó de los objetivos de la investigación y se solicitó su Se entrevistó a 154 varones (54,8%) y 127 mujeres
colaboración voluntaria y confidencial. La participación en (45,2%), con una edad media de 37,26 años (desviación tí-
esta investigación fue del 100% y todas las entrevistas fue- pica = 8,77) y con un rango de 23 a 71 años. Las caracte-
ron realizadas por la primera de las firmantes. rísticas de la muestra se presentan en la Tabla II.
Edad:
Sexo: Hombre Mujer
Facultad:
Profesión:
Status de consumo: Fumador Exfumador No fumador
7. ¿Encuentra difícil de abstenerse de fumar en sitios en donde está prohibido, tales como iglesias, bibliotecas, cines, etc.?
Sí No
10. ¿Fuma más a menudo durante las primeras horas después de despertarse que durante el resto del día?
Sí No
11. ¿Fuma cuando está tan enfermo que pasa en la cama la mayor parte del día?
Sí No
13. En el último año, ¿cuántas veces ha dejado de fumar durante al menos 24 horas?
Ninguna Una vez Más de una vez
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Tipo de trabajo
Personal académico 58 (25,6) 55 (24,2) 114 (50,2)
Personal de administración y servicios 19 (35,2) 12 (22,2) 23 (42,6)
TABLA III. Distribución de los participantes según las variables Facultad, tipo de trabajo y status de consumo.
Precontemplación (%) Comtemplación (%) Preparación (%) Acción (%) Mantenimiento (%)
Frecuencia caladas:
Muy seguidas 1 (1,9) 2 (10,5) - 1 (20) 5 (8)
Bastante seguidas 19 (35,8) 14 (73,7) 3 (60) 2 (40) 29 (46,8)
Bastante espaciadas 27 (51) 3 (15,8) 2 (40) 2 (40) 28 (45,2)
Muy espaciadas 6 (11,3) - - - - -
Parte fumada:
Completo 31 (58,5) 8 (42,1) 1 (20) 2 (40) 40 (64,5)
Casi todo 18 (34) 10 (52,6) 4 (80) 3 (60) 22 (35,5)
La mitad 4 (7,5) 1 (5,3) - - -
Encender y apagar - - - - -
Experiencia consumo:
10 años o menos 11 (20,7) 3 (15,8) - 1 (20) 16 (25,8)
11-20 años 18 (34) 8 (42,1) 2 (40) 1 (20) 30 (48,4)
más de 20 años 24 (45,3) 8 (42,1) 3 (60) 3 (60) 16 (25,8)
Cigarrillo preferido:
Primero mañana. 14 (26,4) 3 (15,8) 2 (40) 2 (40) 18 (29)
Magnitud consumo:
10 o menos cig. 31 (58,5) 6 (31,6) 1 (20) 3 (60) 24 (38,7)
11-20 cigarrillos 15 (28,3) 6 (31,6) 2 (40) 1 (20) 24 (38,7)
21-30 cigarrillos 5 (9,4) 4 (21) 1 (20) - 4 (6,5)
31 o más cigarrillos 2 (3,8) 3 (15,8) 1 (20) 1 (20) 10 (16,1)
(…)
TABLA IV. Distribución de los sujetos según la etapa de cambio y características del consumo, test de dependencia a la nicotina de
Fagerström y consejo médico (continuación).
64 Características de la conducta de fumar en función de la fase de abandono en una muestra de personal... S. Font-Mayolas et al.
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Precontemplación (%) Comtemplación (%) Preparación (%) Acción (%) Mantenimiento (%)
Preferencia: horas de
consumo matinales 8 (15,1) 2 (10,5) 1 (20) - 5 (8,1)
Consumo de tabaco
en la enfermedad. 19 (35,8) 4 (21,1) 3 (60) 3 (60) 26 (42)
Dependencia nicotínica:
Baja (0-3) 41 (77,3) 11 (57,9) 3 (60) 4 (80) 42 (67,8)
Moderada (4-6) 9 (17) 6 (31,6) 1 (20) - 17 (27,4)
Alta (7-11) 3 (5,7) 2 (10,5) 1 (20) 1 (20) 3 (4,8)
Consejo médico:
Nunca 34 (64,2) 9 (47,4) 2 (40) 4 (80) 47 (75,8)
Alguna vez 12 (22,6) 8 (42,1) 1 (20) - 12 (19,4)
Muchas veces 7 (13,2) 2 (10,5) 2 (40) 1 (20) 3 (4,8)
TABLA IV. Distribución de los sujetos según la etapa de cambio y características del consumo, test de dependencia a la nicotina de
Fagerström y consejo médico.
báquico de los estudiantes y de la población general, qui- preguntamos si el consumo completo de los cigarrillos po-
zá sería necesario potenciar en las Facultades, actividades dría estar relacionado con la antes mencionada falsa tran-
formativas e informativas sobre las consecuencias de fu- quilidad del consumo de tabaco light.
mar, tal y como proponen Herrera et al.12 y Serrat13, así co- Los participantes en las fases de contemplación y pre-
mo cumplir la legislación vigente en cuanto a la práctica paración fueron quienes más informaron de fumar con in-
de este hábito. Asimismo, pensamos que poner las condi- halaciones muy seguidas y bastante seguidas. Este dato nos
ciones para que se respete la ley podría favorecer la re- lleva a pensar que quizá el hecho de darse cuenta de la ele-
ducción general del consumo y el abandono del tabaco en vada frecuencia de las caladas conduce a los sujetos a pre-
aquellos fumadores con intención de dejar de fumar. ocuparse por la conducta de fumar y facilita el paso de la
En cuanto a la fase de cambio de los fumadores de la precontemplación a la contemplación y a la preparación.
muestra, el 6,5% se encontraban en preparación, el 24,7% Pero al mismo tiempo nos hacemos la pregunta de hasta
en contemplación y el 68,8% en precontemplación. En la qué punto su intención de próximo abandono del consumo
población española, según el estudio IBERPOC11, el por- de tabaco puede estar influyendo en la atención hacia la
centaje de sujetos en fase de preparación es del 3%, próxi- práctica de fumar y en el número de caladas realizadas. Es
mo al 6% de nuestro estudio, mientras que el porcentaje de decir, a la persona que pretende dejar de fumar le podría
individuos en la fase de contemplación es del 58%, dupli- parecer que está fumando mucho de cada cigarrillo.
cando el observado en nuestra investigación. Los datos de Independientemente de la etapa de cambio, los sujetos
la muestra de personal de la Universidad de Girona son si- fumadores y exfumadores de la muestra estudiada presen-
milares a los detectados en una muestra de 616 fumado- taron un nivel de dependencia de la nicotina bajo. Esta pun-
res suizos en que el 8% de los fumadores se situaban en tuación es similar a la puntuación media de 3,4 puntos de-
la etapa de preparación, el 20% en la de contemplación y tectada en el estudio IBERPOC11 Los resultados de la
el 72% en la de precontemplación14. El porcentaje de suje- muestra de Girona se diferencian de los resultados apor-
tos en preparación en la muestra de Girona es inferior al tados por DiClemente et al.17, según los cuales los sujetos
encontrado en población americana (10-20%). En cambio, preparados para dejar de fumar presentan menor puntua-
los porcentajes de contempladores y precontempladores de ción en el test de Fagerström que los sujetos precontem-
la muestra estudiada son próximos al 25-35% de fuma- pladores. En cambio, los resultados de nuestra muestra se
dores en contemplación y al 60-65% de fumadores en pre- encuentran en la línea de los trabajos de Vázquez y Becoña18,
contemplación observados también en la población ameri- según los cuales no se corrobora la capacidad predictiva del
cana10. El dato de que no todos los fumadores estén abandono del consumo de tabaco por parte de la depen-
preparados para modificar su conducta en un futuro in- dencia a la nicotina evaluada a través del test de Fagerström.
mediato evidencia la necesidad de abordar el tabaquismo El hecho de que los participantes en contemplación y
con intervenciones diferentes según la etapa de cambio dis- preparación respondieran haber recibido con mayor fre-
minuyendo el porcentaje de precontempladores y acercán- cuencia consejo médico para abandonar el consumo de ta-
dolos progresivamente a la acción y al mantenimiento co- baco avala la importancia que se está otorgando en los úl-
mo proponen Becoña y Vázquez9. timos años a las intervenciones clínicas, incluso breves
Los participantes en la fase de precontemplación fue- (3-5 minutos) ya que se considera que pueden incremen-
ron quienes informaron con mayor frecuencia de consumir tar significativamente los índices del abandono del taba-
tabaco bajo en nicotina. Es posible que, como consecuen- quismo6.
cia de la intensa publicidad que ha recibido este tipo de ta-
baco, el fumador identifique falsamente este consumo co-
mo “saludable”, tal como sugieren Villalbí y López15, y CONCLUSIONES
actúe como un freno en el avance de los sujetos hacia eta-
pas más próximas al cambio. Precisamente la directiva Las características de la muestra estudiada en cuanto al
2001/37/CE del Parlamento Europeo ha prohibido desde el consumo de tabaco son diferentes a las de la población ge-
30 de septiembre de 2003 la utilización de nombres que den neral catalana: hay menos hombres fumadores, más mu-
la impresión de que un determinado tabaco es menos no- jeres fumadoras y más mujeres exfumadoras. La elevada
civo que otro16. prevalencia de consumo entre las mujeres que trabajan en
Los precontempladores, en comparación con los con- la Universidad de Girona nos conduce a pensar en la ne-
templadores y los preparados, informaron con mayor fre- cesidad de promover programas específicos dirigidos a es-
cuencia de que consumen completamente el cigarrillo. Nos te colectivo.
66 Características de la conducta de fumar en función de la fase de abandono en una muestra de personal... S. Font-Mayolas et al.
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Existen diferencias entre Facultades en el número de 5. Generalitat de Catalunya. Dona i tabac. Informe tècnic sobre
l’hàbit tabàquic femení a Catalunya. Barcelona: Departament
personas consumidoras de tabaco. Las Facultades de de Sanitat i Seguretat Social de la Generalitat de Catalunya,
Ciencias y la Politécnica presentan los mayores porcenta- 2001.
jes de no fumadores mientras que Letras, Ciencias de la 6. Fiore MC, Bailey WC, Cohen SJ, Fox BJ, Goldstein MG, Gritz
Educación y Enfermería, presentan los porcentajes más ele- E, et al. Directrices clínicas prácticas para el tratamiento del
vados de fumadores. consumo y la dependencia del tabaco. JAMA 2000; 283(24):
En la muestra de personal de la Universidad de Girona 3244-54.
el porcentaje de fumadores con intención de cambio en los 7. Villalbí JR, Ariza C. El tabaquismo en España: situación ac-
próximos seis meses es inferior al detectado en la pobla- tual y perspectivas para el movimiento de prevención. En: Villalbí
JR, Ariza C, coordinadores. El tabaquismo en España: situación
ción española. Dado que no todos los fumadores presentan
actual y perspectivas para el movimiento de prevención.
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dencia la necesidad de intervenciones específicas según 8. Prochaska JO, DiClemente CC, Norcross JC. In search of how
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yor frecuencia de consumir tabaco bajo en nicotina, dato Dykinson; 1998.
que podría estar relacionado con la percepción por parte del 10. Nerín I, Guillén A, Más A, Sánchez L. Estudio de tabaquismo
fumador de un tipo de consumo “erróneamente” saludable en una facultad de medicina: prevalencia y actitudes en estu-
y frenando el paso a etapas más próximas a la acción. diantes y profesores. Prev Tab 2000; 2(3): 166-172.
La mayoría de los participantes presenta un nivel de de- 11. Jiménez-Ruiz CA, Sobradillo V, Miravitlles M, Gabriel R,
pendencia a la nicotina bajo independientemente de la eta- Villasante C, Fernández L, et al. Análisis del tabaquismo en
España a la luz de los resultados del estudio IBERPOC. Prev
pa de cambio.
Tab 2000; 2(3): 189-193.
La tendencia por parte de contempladores y preparados
12. Herrera M, Pérez J, Suárez C, Perona J, Paz D. Evaluación de
a responder haber recibido con mayor frecuencia consejo conocimientos y actitudes ante el tabaquismo en estudiantes
médico para dejar de fumar en comparación con los pre- de medicina. Prev Tab 2002; 4(2): 76-81.
contempladores confirma la importancia de las interven- 13. Serrat D. Prevención del tabaquismo en las facultades de medi-
ciones del personal sanitario para aumentar las tasas de cina. Prev Tab 2000; 2(3): 141-2.
abandono del tabaquismo. 14. Etter JF, Pernerger TV. Associations between the stages of chan-
ge and the prons and cons of smoking in a longitudinal study of
swiss smokers. Addict Behav 1999; 24(3): 419-24.
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2. Stolerman IP, Jarvis MJ. The scientific case that nicotine is ad- Consumo, 2003.
dictive. Psychopharmacology 1995; 117: 2-10. 17. DiClemente CC, Prochaska JO, Fairhurst SK, Velicer WF,
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ARTÍCULO ESPECIAL
C. Ariza, M. Nebot
Agència de Salut Pública de Barcelona
en la mujer y diferencias en la maduración psicológica, más la proporción era sólo del 22,7% entre los chicos23. También
adelantada entre las chicas, lo que las llevaría a relacionarse se observó que el período de los 14 a los 15 años es la edad
con chicos de mayor edad15. en la que se produce el aumento relativo más elevado de la
3. Historia natural del hábito. La experimentación y proporción de nuevos fumadores en ambos sexos. En este
consolidación del hábito tabáquico se instaura de forma sentido, también se apreciaba que la proporción de no-fu-
progresiva a medida que aumenta la edad, sugiriendo un madores que empiezan a fumar disminuye después de los
modelo clásico de habituación, en el cual el incremento del 15 años, como han mostrado otros estudios22,24.
consumo es paralelo a la duración del hábito17. Por otro la- Todos estos hechos son relevantes para la prevención
do, mientras que algunos adolescentes que comienzan a fu- en la medida en que se sabe que un inicio más precoz se re-
mar lo dejan antes de establecerse la adicción, en otros la laciona con un mayor consumo habitual en la edad adul-
precocidad del inicio del tabaquismo está relacionada con ta18,25.
un consumo más alto de cigarrillos18, lo que favorece la ins- Estos resultados sugieren que el momento más sensible
tauración de la adicción a la nicotina en la adolescencia4,9,19. para actuar es, por lo tanto, antes de los 15 años, ya que des-
El período de la iniciación y adquisición del hábito ta- pués es menos probable empezar a fumar, ya sea por un
báquico se ha dividido en diferentes estadios que se han in- proceso de autoselección o por una mayor resistencia a las
tegrado junto con los de cesación en un continuo de nue- presiones.
ve etapas, utilizando el modelo transteorético de cambio de
Prochaska20. Con respecto a los estadios de iniciación, se Determinantes de la conducta fumadora
diferencia entre la precontemplación (no haber intentado en los jóvenes
fumar ni pretender hacerlo en los próximos meses), con- Son muchos los estudios que han descrito en nuestros
templación (no fumar, pero pensar en la posibilidad de ha- medios los factores asociados a la iniciación del consumo
cerlo dentro de los seis próximos meses), preparación (no de tabaco. La mayoría de estos estudios presentan asocia-
fumar, pero pensar en comenzar a hacerlo en los próximos ciones en cortes transversales, de las que se sabe que en mu-
30 días) y experimentación (haber fumado ocasionalmen- chos casos no tienen auténtico valor predictivo21. Atendiendo
te en el último mes). a la taxonomía empleada por Stead26, se describe la evidencia
La historia natural del hábito muestra que, tras el inicio reunida sobre factores predictivos de la iniciación y con-
reseñado entre los 12 y los 14 años, las chicas tienen tasas solidación del consumo de tabaco en los escasos estudios
de consumo más elevadas, que llegan a un máximo entre longitudinales realizados en el contexto español.
los 15 y los 16 años, mientras que en los chicos el incre-
mento es mucho más gradual hasta los 18 años21. A pesar Factores personales
de que en estas edades la proporción de chicas pueda ser Incluye los factores sociodemográficos, los factores psi-
superior a la de los chicos, el consumo de éstos es típica- cológicos y de la personalidad, los factores psicosociales y
mente superior al de las chicas22. Posteriormente, hacia los otras conductas relacionadas con la salud.
17-18 años los porcentajes de chicas que fuman disminu- Entre los factores sociodemográficos, además de los as-
yen ligeramente respecto de las tasas en edades inmedia- pectos ya descritos ligados a la edad –inicio del consumo
tamente anteriores17,21, si bien estas tendencias parecen mo- antes de los 15 años21 e inicio mucho más precoz, así co-
dificarse en datos recientes, con consumos al alza en el mo una mayor consolidación en el hábito en las chicas21,27–,
grupo de chicas comprendido entre los 15 y 24 años1. se han descrito factores relacionados con el nivel socioe-
Por otro lado, en el primer estudio longitudinal que ana- conómico, la estructura familiar y el tipo de escuela. En un
lizaba en nuestro medio la historia natural del tabaquismo estudio longitudinal con seguimiento a lo largo de 4 años
en una muestra amplia de edades, realizado a 1.223 esco- en nuestro medio, el proyecto ESFA, en una muestra re-
lares de Barcelona y Lleida, 1 de cada 5 no-fumadores al presentativa de escolares de Barcelona, las chicas de ni-
inicio del estudio fumaba al año siguiente; de este 20% vel socioeconómico alto mostraban una mayor iniciación
un 12,7% se declaraba experimentador, mientras el 6,2% del hábito respecto al resto de estratos28. Otros datos, to-
restante progresaba a un consumo habitual de tabaco21. davía en controversia, y que han mostrado su asociación
En el mismo estudio se sugiere que la consolidación del há- sólo a lo largo de períodos cortos de un año, son la fami-
bito entre aquellos adolescentes que experimentan sería lia monoparental, la falta de un trabajo estable de los pa-
muy superior entre las chicas. Así, mientras un 42% de dres o asistir a una escuela privada29. Entre los factores psi-
las chicas que fumaban ocasionalmente eran fumadoras ha- cológicos, un nivel de autoestima bajo aparece como un
bituales (al menos una vez a la semana) un año más tarde, predictor del consumo de tabaco a los dos años28.
En el grupo de factores psicosociales, las actitudes ante garrillos en los jóvenes. Los resultados llevaron a la evi-
el consumo de tabaco (delante de las ventajas, en los chicos, dencia de que un programa comunitario comprehensivo di-
y delante de los inconvenientes, en las chicas) y la intención rigido a los múltiples determinantes del consumo de taba-
de fumar en el futuro, son las dos variables que muestran co en los jóvenes puede potenciar los efectos de un programa
repetidamente valor predictivo al año21,29 y a los 4 años28. Las de base escolar exclusivo.
expectativas de autoeficacia, que no habían mostrado su aso- En nuestro medio, el proyecto Octopus34, llevado a ca-
ciación en períodos cortos de un año21,29, sí se revelaron co- bo en la ciudad de Oviedo, junto a otros países europeos
mo un predictor del inicio, en la cohorte del proyecto ESFA28. consistió en un primer paso en la línea de programas diri-
El consumo de bebidas alcohólicas ha mostrado su aso- gidos a controlar una batería de determinantes diversos
ciación con el consumo de tabaco al cabo de un año21,29. de la conducta fumadora adolescente.
Más recientemente, el Proyecto ESFA (European Smoking
Factores socioculturales prevention Framework Approach), en el que tomaron parte
El principal factor predictivo ligado al medio familiar escolares de Barcelona y Madrid, junto a los de 5 países eu-
en nuestro contexto es la conducta fumadora de los her- ropeos más, ha significado un paso decisivo en la aplica-
manos28. A pesar de que otros estudios habían apuntado la ción de modelos comprehensivos en nuestro medio. Pendiente
influencia de los padres, sobre todo de la madre fumadora aún la comunicación de resultados finales de este proyecto,
principalmente en el hábito de las chicas21,27, este factor no su diseño permite hablar de un modelo de prevención inte-
ha resultado significativo en seguimientos más largos28. gral (comprehensivo) dirigido a varios niveles de acción35. El
Lo mismo cabe señalar respecto a uno de los factores modelo teórico del proyecto, el modelo ASE (Attitude-Social
reseñados en una mayoría de estudios como el principal influence-self-Efficacy) 36, consiste en un marco teórico pa-
predictor de la conducta fumadora, el tener amigos fuma- ra el análisis de determinantes, explicativo del cambio moti-
dores, puesto en evidencia en mediciones al cabo de un vacional y conductual. Asume que la conducta de una perso-
año21,29, pero no en mediciones a los cuatro años28. na es el resultado de sus intenciones y capacidades, y efectúa
una síntesis de la teoría de la acción razonada37, de la teoría
Factores ligados al entorno cognitivo-social38, del modelo transteorético39 y el modelo de
El estudio ESFA anteriormente citado ha puesto de ma- la adopción de la precaución40.
nifiesto entre los escolares de Barcelona la importancia del Los tres niveles utilizados en el proyecto ESFA6 y que
patrón del tiempo libre como predictor de la iniciación en permiten la definición de una acción integral son el nivel in-
el consumo de tabaco. Además, este patrón diferencia en- dividual o acciones dirigidas fundamentalmente al trabajo
tre la asistencia a bares en los chicos y a discotecas entre de las variables personales del escolar; el nivel escolar, que
las chicas28. Evidentemente, ello refleja un aproximación a pretende acciones sobre el entorno escolar, cumplimiento
los lugares que, por sí mismos, presentan una mayor ac- de las regulaciones y actuación sobre la conducta fumado-
cesibilidad al tabaco. ra de los educadores como intermediarios; y el nivel comu-
nitario o campo de acción sobre la accesibilidad del pro-
ducto y, por tanto, de las condiciones de venta y promoción
UN MODELO COMPREHENSIVO del tabaco dirigido a los jóvenes, así como acciones sobre
DE PREVENCIÓN la familia, los amigos y los espacios de ocio, como princi-
pales factores socioculturales a contemplar (Figura 2). En
La evidencia de que los programas exclusivamente ba- los apartados que siguen procederemos a la descripción de
sados en la acción escolar dentro del aula pierden efectivi- posibilidades de cada uno de estos tres niveles de acción.
dad a medio y largo plazo5,26,30 enfatizó la necesidad de com-
plementarlos con acciones a otros niveles. Por otro lado,
los resultados de aproximaciones comunitarias mucho más LOS PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
comprehensivas se demostraron en varios proyectos31-33. DEL TABAQUISMO DE BASE ESCOLAR
Biglan et al. 33 desarrollaron una intervención que evalua-
ron mediante aleatorización y grupo control. Combinaron Se entiende por programas de prevención del tabaquis-
un programa escolar basado en las influencias sociales con mo de base escolar aquellas estrategias dirigidas específi-
acciones de presión en los medios de comunicación, co- camente al individuo (nivel individual), normalmente en el
municaciones a los padres de los escolares y lucha antita- contexto del aula. Bruvold41 realizó una revisión detenida
báquica en la comunidad sobre la venta y promoción de ci- de las fórmulas utilizadas hasta entonces en la prevención
Efecto sobre
Orientación Enfoque Finalidad Métodos actitudes y conducta
*Bruvold WH. A meta-analysis of adolescent smoking prevention programs. Am J Public Health 1993; 83(6): 872-80.
TABLA I. Orientaciones para los programas preventivos de base escolar (meta-análisis de Bruvold)
las presiones socioculturales por fumar, y que han de per- terior. Diferentes sesiones para trabajar las distintas in-
mitir el desarrollo de habilidades para resistir esta presión. fluencias sociales de figuras importantes y de la publicidad
El modelo de influencias sociales y el entrenamiento de y dos horas para trabajar las habilidades de rechazo a la
habilidades está contemplado en todos los programas in- oferta de cigarrillos y la asertividad en situaciones de ta-
cluidos en la Tabla II, que relaciona los programas imple- baquismo pasivo, preceden a la sesión final, que busca el
mentados en España con un mayor rigor de diseño, de acuer- compromiso público con el estado de no-fumador.
do a las premisas señaladas. Presentado en una guía del educador y en un cuaderno pa-
El programa “Construyendo Salud”44 es un programa ra el alumno, en la actualidad está disponible para su con-
elaborado por la Universidad de Santiago y diseñado ini- sulta en la dirección http://www.aspb.es/quefem/docs.asp.
cialmente como promoción del desarrollo personal y so- “Clase sin humo” es un programa muy sencillo que des-
cial, e intenta trabajar diversas variables, que van desde el cansa sobre los incentivos ofrecidos a un grupo-clase pa-
control emocional y la autoestima al consumo de sustan- ra comprometerse en grupo a permanecer sin fumar durante
cias adictivas y la conducta antisocial. Se trata de la tra- 6 meses de un curso lectivo. Se trata de una iniciativa sen-
ducción y adaptación al castellano del programa de Botvin43. cilla, con poco trabajo en clase y con una mayor presen-
Es un programa muy completo, con propuesta de 17 se- cia de dinámicas de grupo para revisar y reforzar la con-
siones durante el primer curso y otras 9 en el curso siguiente, ducta. Partiendo de la base de que durante el curso en que
ofrecidas en el primer ciclo de la Educación Secundaria se ofrece (13-14 años; 2º de ESO) se produce un gran au-
Obligatoria (ESO). Editado por el Ministerio de Educación mento de experimentadores de cigarrillos, se trata de dotar
y otros ministerios, se ha ofrecido desde el Plan Nacional al educador de un instrumento que permita crear en el gru-
de Drogas a diversos territorios del estado. Durante el cur- po una presión positiva para no progresar en el proceso del
so 1999-00 se impartió en las comunidades de Castilla y hábito. Este trabajo de la autoeficacia personal y de las ha-
León, Ceuta y La Rioja. Presenta 2 sesiones y 7 activida- bilidades de rechazo se refuerza, según los casos, en los di-
des específicas referidas al consumo del tabaco, siendo el ferentes territorios participantes, con la elaboración de es-
principal objetivo el desarrollo de una conciencia crítica lóganes preventivos u otras actividades creativas y
y entrenada para manejar las presiones sociales que se ejer- educativas sobre el tema. Los incentivos son premios de di-
cen sobre el proceso de iniciación del tabaquismo en la ado- ferente alcance en el ámbito local, nacional e internacional
lescencia. Su metodología incluye los métodos de impli- (la Red Española del programa concursa junto a 18 países
cación y conductuales (role playing y entrenamiento de europeos más en el curso 2003-04, dentro del Smoke-free
habilidades) y ofrece como materiales dos guías al educa- Class Competition48, originario del programa-concurso).
dor y dos cuadernos para el escolar, uno para cada año de “Clase sin humo” fue evaluado durante el curso 2000-01
aplicación. Este programa fue avaluado por Botvin45 en en Alemania, demostrando su capacidad para retardar la
EE.UU., y por sus adaptadores al contexto español duran- edad de inicio entre la población escolar participante49.
te el curso 1997-98 a 1.029 escolares del entonces 1-BUP. La “Unidad didáctica sobre Tabaco” elaborada en
El programa “PASE.bcn”46 es el más antiguo de todos Euskadi50 propone 10 actividades para trabajar la preven-
los referenciados y probablemente se trata del primer pro- ción del tabaquismo a lo largo de toda la Educación
grama de los vigentes que abordó la prevención del taba- Secundaria Obligatoria (12 a 16 años). Se presentan temas
quismo de acuerdo con los principios basados en la evi- referentes a conocimientos sobre el tabaco, los intereses de
dencia de la literatura científica. Se evaluó en su primera la industria y la publicidad, los factores que impulsan a ini-
versión durante los cursos 1989-90 y 1991-9247, mediante ciarse en el consumo y las influencias sociales que inter-
grupo control, y en su segunda versión durante el curso vienen en este proceso. La metodología principal incluye
1998-99 (resultados aún no publicados). Es un programa métodos de implicación, conductuales y de análisis de ca-
diseñado en 7 sesiones, que se inician con un cuestionario sos. Los materiales están presentados en forma de una guía
motivador que pretende que el escolar identifique sus es- informativa, un cuaderno de actividades, con 10 propues-
pacios de duda sobre sus conocimientos, actitudes y com- tas para el educador y 12 fichas de trabajo para el escolar
portamientos relacionados con el consumo de tabaco (tam- y una guía para dejar de fumar. Se trata, pues, de un pro-
bién, ligeramente, con el consumo de alcohol y tan sólo en ducto completo y exhaustivo para abordar el tabaquismo
el ámbito de conocimientos en cuanto al consumo de can- en la ESO.
nabis). Posteriormente se van abordando las diferentes va- Los dos programas seleccionados en este escrito para
riables del modelo explicativo del consumo incluidas en el la última fase de la Educación Secundaria Obligatoria (14-
modelo ASE35, y que se han explicitado en el apartado an- 16 años) y, por tanto, con una finalidad diferente, tenden-
Nombre de los
19/5/04
investigadores y Edad de la
Nombre del período de años población Número Contenidos Sesiones específicas Metodología y
proyecto y lugar del proyecto diana de sesiones del programa sobre tabaco materiales
12:53
CONSTRUYENDO SALUD M. A. Luengo et al. 12-14 17 sesiones en Influencias sociales. 2 sesiones y 7 actividades Métodos de exposición,
Promoción del desarrollo 1998-... el primer año y Habilidades para la vida. sobre efectos en el organismo discusión, implicación
personal y social 9 en el segundo Consecuencias a corto (pulmones, corazón y tono y conductuales (role-playing
Galicia; Castilla y León, Ceuta y largo término sobre de las manos), percepción o ensayo conductual).
Página 74
PASE.bcn J.R. Villalbí et al. 12-13 7 en un curso Influencias sociales. Todas tienen alguna relación Métodos de exposición,
Prevención del abuso de 1991-1999 (1ª versión) escolar Habilidades de rechazo. con el tabaco: cuestionario discusión, implicación
sustancias en la escuela C. Ariza et al. Consecuencias sobre motivador, información, y conductuales (role-playing).
Barcelona 2000-... (2ª versión) la salud. presión de grupo, publicidad, 1 guía para el educador,
(Agència de Salut Pública Compromiso público extensión del consumo, 1 cuaderno con 14 fichas
de Barcelona) habilidades e intención para el escolar y 2 vídeos
CLASE SIN HUMO European Network 12-14 4-5 en un Influencias sociales. 4 sesiones ordinarias Métodos de implicación
Red Española on Young People and curso escolar Habilidades de rechazo. de presentación y seguimiento y conductuales. Carpeta
Aragón, Canarias, Galicia, Tobacco (ENYPAT) Autoeficacia. del concurso y elaboración con bases del programa,
Madrid, Córdoba, Barcelona, (adaptación española Compromiso de grupo y representación de un compromiso de clase y
Cerdanyola del Vallès, a cada territorio) slogan preventivo. seguimiento para el educador.
Granollers, Logroño, Murcia 1997-... Optativo: 2 sesiones de Carpeta, diploma y
y Vitoria (coordinación: Agència refuerzo de habilidades premios para el escolar
de Salut Pública de Barcelona)
…/…
TABLA II. Principales programas de prevención de tabaquismo de base escolar, dirigidos al aula, en España (continuación).
Nombre de los
investigadores y Edad de la
Nombre del período de años población Número Contenidos Sesiones específicas Metodología y
proyecto y lugar del proyecto diana de sesiones del programa sobre tabaco materiales
19/5/04
UNIDAD DIDÁCTICA J. C. Melero et al. 12-16 Se proponen Influencias sociales. Todas tienen relación Métodos de exposición,
SOBRE TABACO 1997-... 10 actividades Habilidades de rechazo. con el tabaco: curiosidades discusión, implicación,
12:53
fumar y cuaderno de
evaluación
JÓVENES Y DROGAS J. C. Melero et al. 15-18 Se proponen Influencias sociales. Una sesión específica sobre Métodos de exposición,
Unidad didáctica para 1999-... 15 actividades Habilidades de rechazo. impacto sanitario del consumo discusión, implicación,
la prevención Toma de decisiones. de tabaco. 5 sesiones análisis de casos y
Euskadi Consecuencias sobre complementarias (percepciones, conductuales.
(Edex, Bilbao) la salud presión social, publicidad...) 1 guía para el educador
y 4 cuadernos para el escolar,
uno de ellos (20 páginas)
sobre el tabaco
TABLA II. Principales programas de prevención de tabaquismo de base escolar, dirigidos al aula, en España.
75
prev tab 48 pag 19/5/04 12:53 Página 76
te a disuadir del final de la experimentación y previamen- zo de ofertas y de ejercicio asertivo de los derechos co-
te a una consolidación en el hábito, son los programas mo no-fumador; y el compromiso público como no-fu-
“Decideix! (Tu decides)”51 y “Jóvenes y Drogas”52. mador. Es importante considerar la formación de los edu-
“Decideix!”51 escoge la conducta fumadora como hilo cadores para poder ser agentes activos de estos programas
conductor de la segunda sesión titulada “Una manera de en el aula, de dotarlos de las guías e indicaciones preci-
empezar”. Con el sustrato de una historieta con cuatro per- sas, así como, siempre que sea posible, la elaboración de
sonajes protagonistas, se propone a los escolares escenifi- un material del alumno, que permita y facilite un hilo con-
caciones o un rol-playing sobre las situaciones de inicio en ductor del programa.
la conducta fumadora (o en el incipiente consumo de alco- Durante el segundo año, se trata de hacer frente al cre-
hol). Con la estrategia de fondo de la toma de decisiones, cimiento de experimentadores y a la aparición de los pri-
el programa pretende hacer ver la responsabilidad indivi- meros fumadores regulares. Consistirá en aprovechar la po-
dual en el desarrollo de las conductas adictivas, ofrecien- sibilidad de cohesionar el grupo y ofrecer actividades
do recursos para poder optar por decidir el rechazo del con- conductuales, en el posible con incentivos y con poca car-
sumo. Se ofrece como una guía para el educador y una ga de contenidos nuevos. Se buscará un trabajo más cen-
carpeta con 4 historietas para el escolar. Los métodos em- trado en las dinámicas de grupo, que permita continuar de-
pleados en el “Decideix!” incluyen los de implicación, con- sarrollando la autoeficacia personal, en el si de actividades
ductuales y análisis de casos. grupales principalmente creativas. Los premios como in-
Jóvenes y drogas52, en el conjunto de las 15 activi- centivos han sido la gran aportación del “Smoke-free Class
dades que ofrece a los escolares, también presenta un to- Competition”. Pueden ser suficientes para trabajar el pro-
tal de 6 sesiones sobre variables implicadas en el proce- grama materiales sencillos como algunas fichas de traba-
so del tabaquismo, dedicando una de ellas al impacto jo indicativas del proceso a seguir, calendarios para el man-
sanitario específico del tabaquismo. Aborda también las tenimiento del compromiso, difusión de eslóganes
percepciones del consumo de los demás, la fuerza de la preventivos y actividades en relación con la obtención y
presión social y de la publicidad entre sus agentes, y tra- entrega de los premios.
baja a fondo la toma de decisiones y las alternativas al ta- Durante el tercer año, se está más allá de la prueba, en
baco y las drogas. Incluye también métodos de implica- el caso de los escolares consumidores, mientras que los no-
ción, conductuales y de análisis de casos. Entre sus consumidores han ido generando factores de protección. En
materiales incluye un cuaderno de 20 páginas específi- estos casos se recomienda tratar el tabaquismo en el sí de la
co sobre el tabaco y dirigido al escolar, junto a una guía prevención de otras adicciones y, en todo caso, ofrecer ya
para el educador y otros tres cuadernos informativos so- las primeras invitaciones al abandono a los experimentado-
bre otras drogas. res y a los que tienen un consumo regular todavía de corta
Con estas posibilidades sobre programas evaluados o duración. El uso de peer-leaders, de actividades interacti-
con suficientes garantías en nuestro medio para la realiza- vas que estimulen la opinión personal y la toma de decisio-
ción de la prevención del tabaquismo de base escolar, sólo nes, así como el uso del role-playing, pueden ser estrategias
resta presentar lo que se entiende por planteamiento inte- oportunas en estas sesiones de recuerdo y refuerzo de la pre-
gral de este nivel individual, a partir de todo lo previamente vención del consumo de tabaco. Será conveniente en este
analizado. Es lo que permitió en Barcelona (1998-2001) la momento la formación adecuada de los educadores en la
aplicación del Proyecto ESFA3,36, al que ya se ha aludido prevención del tabaquismo, así como en la prevención del
previamente. consumo de alcohol y cannabis, que aparecerán ahora con
En la Tabla III se puede apreciar el posible diseño tanta fuerza como el propio consumo de tabaco. Los mate-
de una intervención que incluiría la aplicación de tres es- riales también se dirigirán a la reflexión más holística sobre
trategias a lo largo de los tres primeros años de la lo que supone el proceso de una conducta adictiva.
Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Durante el pri-
mer año, cuando una mayoría de escolares se encuentran
en las fases de precontemplación y/o contemplación, se OTRAS MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
trata de implementar un programa completo con un mí- DE PREVENCIÓN
nimo de 5-6 sesiones, y que comprenda la información
necesaria, el abordaje de la presión social y del modela- El planteamiento integral de la prevención del taba-
do de figuras importantes para el escolar, el trabajo de ha- quismo se basa en la evidencia de que los programas pre-
bilidades de identificación de la presión social, de recha- ventivos de base escolar no son efectivos de forma aislada,
Fases
Precontemplación Preparación Acción
Contemplación Experimentación Consolidación
Tipo de programa Tratamiento específico del Tratamiento específico del Tratamiento del consumo
consumo de tabaco. consumo de tabaco. de tabaco en el conjunto
Conocimiento y consecuencias Riesgo de la reiteración de de las adicciones.
del riesgo de la prueba. la prueba. Toma de decisiones.
Entrenamiento de habilidades Entrenamiento de habilidades. Invitación al abandono
Compromiso público personal Compromiso de grupo espontáneo y precoz
Programas existentes “Construyendo salud” “Clase sin humo” “Decideix!” (“Tú decides”)
en España “PASE.bcn” “Jóvenes y drogas”
“Unidad didáctica sobre tabaco”
TABLA III. Componentes de los programas preventivos de base escolar de acuerdo con la fase del proceso de iniciación.
sino que precisan de iniciativas complementarias en el ni- Prevención del consumo de tabaco en el entorno escolar
vel escolar y en el comunitario5,30,33,53. En el momento actual, la mayoría de la Comunidades
Autónomas españolas han promulgado leyes de preven-
Acciones en el nivel escolar ción de drogodependencias que estipulan las condiciones
Las acciones en el nivel escolar suponen el conjunto de y regulaciones del consumo de tabaco en el medio esco-
iniciativas que una escuela debe ir asumiendo en el hori- lar. En su gran mayoría supone la restricción total de fu-
zonte de llegar a ser “una escuela libre de humo (smoke- mar en todos lo espacios escolares, fuera de los espacios
free school)”. Esto significa acciones en tres frentes: la pre- reservados a tal efecto, que estarán debidamente señali-
vención del consumo de tabaco en el entorno, la integración zados.
de las actividades preventivas en el curriculum escolar y la Por tanto, el primer reto de esta prevención es instar
ayuda a la cesación de los intermediarios de los escolares al conocimiento y cumplimiento de la normativa. Ésta sue-
(docentes y no-docentes) (Tabla IV). le establecer un régimen de sanciones en caso de incum-
plimiento, que corresponde administrar a la inspección en- pacios sin humo en la escuela aumenta notablemente su efi-
cargada de estos asuntos. En cumplimiento de la normati- cacia8.
va, los diferentes espacios del medio escolar deben estar
adecuadamente señalizados y no dejar lugar a posibles am- Acciones en el nivel comunitario
bigüedades. La mayoría de las escuelas tienen condiciones En este nivel cabe referirse a las acciones sobre el me-
y situaciones diversas. Parece oportuno, una vez conseguida dio familiar, las realizadas en el ámbito de los interme-
la voluntad de la escuela de interesarse por progresar en es- diarios que interaccionan con los adolescentes y jóvenes,
te campo, proceder a un diagnóstico concreto del punto de las estrategias de los medios de comunicación social y las
partida y un calendario de mejoras en la línea de llegar a políticas de venta, regulación y distribución del tabaco
ser una escuela libre de humo. Uno de los momentos más (Tabla IV).
importantes de este proceso es la búsqueda de consenso en-
tre el personal que es no-fumador con el que es fumador Intervención sobre el medio familiar
para establecer el ritmo de las mejoras y las restricciones. Su acceso es mucho más fácil a través de la escuela. En
los mismos momentos de intervenir en clase y sobre el me-
Integración de las actividades preventivas dio familiar, se puede acceder a las familias:
del tabaquismo en el curriculum escolar • Informando periódicamente de todas las iniciativas que
Una vez iniciados programas de prevención y estable- se desarrollan sobre los hijos en la escuela.
cido el cumplimiento de la normativa, es importante que to- • Involucrando a las asociaciones de padres de la escue-
do esto se incardine en los principales documentos escola- la, haciéndoles llegar información y pidiendo su cola-
res: el curriculum escolar y el reglamento de funciones. La boración para que también ellas se dirijan al resto de fa-
prevención del tabaquismo forma parte de la educación pa- milias con el mensaje preventivo.
ra la salud y, como tal, debe quedar asumida en el llamado • Realizando una acción específica sobre los padres, ha-
eje transversal de salud que reconoce el curriculum escolar ciéndoles llegar folletos con información sobre los efec-
vigente en todas las comunidades autónomas. Las princi- tos del tabaco sobre la salud, por qué fuman los jóve-
pales disposiciones, así como el régimen de sanciones, refe- nes y cómo influye el tabaquismo paterno y materno
rentes a las regulaciones y restricciones del tabaquismo en sobre los hijos. En el Proyecto ESFA en Barcelona36 se
los espacios escolares, deben recogerse también en el ma- distribuyeron folletos con orientaciones sobre cómo
nual de funciones y régimen interno de la escuela. hablar con los hijos sobre el consumo de tabaco. Si no
son fumadores, a través de su opción decidida de no-
Ayuda a la cesación del personal escolar fumador fumadores; si son fumadores, tratando de presentar al
El significado preventivo del inicio de la cesación de hijo la dificultad para abandonar el consumo de la sus-
un educador fumador para su grupo-clase es tremendo, pues tancia, sus costos y el deseo firme de que él o ella no
supone el reconocimiento implícito de que el profesor se se inicie.
pone de lado del grupo a la hora de luchar contra el taba-
quismo. La renuncia explícita al hábito, incluso cuando Intervención sobre los intermediarios
se produce después de una época de lucha, permite apre- Se entienden por intermediarios todos aquellos que in-
ciar a los escolares la dimensión exacta de la adicción a la teractúan con los adolescentes y jóvenes en los espacios y
nicotina y las dificultades para dejarla. La respuesta de los tiempo de ocio. El rol ejemplar de entrenadores deportivos
educadores a las iniciativas de cesación en el proyecto ES- y monitores de tiempo libre, a menudo de edades que el
FA fue muy superior a las inicialmente esperadas. Además, adolescente ve próximas, permite un testimonio especial-
3 de cada 4 educadores que intentaron dejar de fumar se- mente sensible. La prevención de la conducta fumadora
guían abstinentes al año54. Todo eso fortalece la relevancia desde esta población del ocio, juntamente con acciones cla-
de esta acción dentro de las medidas del nivel escolar y ras de desaconsejar el consumo de tabaco, se puede com-
aconseja al máximo la inversión por parte de las inter- binar en ocasiones con actividades en espacios públicos en
venciones que se quieren comprehensivas. En todos estos que los propios jóvenes promueven estrategias de activis-
casos se aconsejan los tratamientos multicomponentes (tra- mo defensor de espacios libres de humo.
tamiento psicológico con soporte farmacológico indi-
vidualizado). Campañas mediáticas
Se sabe que el acompañamiento de los programas pre- La difusión de los mensajes preventivos a través de los
ventivos de base escolar con medidas reguladoras de es- medios de comunicación permite llegar hasta aquellos es-
Nivel escolar Política activa por una escuela progresivamente libre de humo:
Conocimiento y cumplimiento de la normativa reguladora del consumo de tabaco
en centros escolares
Señalización de zonas prohibidas y del espacio reservado a los fumadores
Integración de las actividades preventivas en el curriculum escolar
Ayuda a la cesación del personal escolar fumador
Nivel comunitario Complementar las acciones de los niveles anteriores con la intervención allí donde
el adolescente vive, se relaciona y crece:
Conseguir el diálogo entre padres e hijos en relación al consumo y riesgos del tabaco
Añadir elementos mediáticos y de difusión de los mensajes preventivos
Involucrar a los agentes de tiempo libre
Proteger a los escolares de las estrategias fraudulentas para la venta y promoción del tabaco
plementar las acciones anteriores con una intervención co- a su diseño, ha llegado a su máximo de mejora, por lo que
munitaria, allá donde el escolar vive, crece y se relaciona. cabe implementar medidas auxiliares de control como pue-
2. Se está produciendo un auténtico cambio de actitud den ser la cesación tabáquica entre los jóvenes o la inter-
en algunas de las profesiones ejemplares que están impli- vención en la fiscalidad del tabaco, por poner dos ejemplos
cadas en la prevención del tabaquismo. En el campo de la concretos.
prevención primaria, la disminución observada en el ta- 2. Los recursos preventivos son limitados y clara-
baquismo de los educadores en diversas zonas del terri- mente insuficientes con relación a la inversión de las fuer-
torio español, así como la demanda y respuesta favorable zas estimuladoras de la producción del tabaco en su pro-
a la cesación tabáquica de este colectivo, son esperanza- moción.
doras. 3. Por algún tiempo, y como mínimo hasta el momento
3. Crece la conciencia, y en muchos casos la existen- de la ejecución por los estados miembros de la Unión
cia real, de los espacios sin humo en los centros educa- Europea de la nueva directiva de publicidad, seguirá pro-
tivos. A pesar de que quede todavía mucho por hacer en duciéndose la constatación durante el ejercicio de la pre-
este ámbito –especialmente, por ejemplo, en el ámbito vención de aspectos contradictorios por la coexistencia de
universitario– es posible implementar con éxito auténti- mensajes publicitarios que asocian el tabaco al éxito y a
cas políticas de intervención en el medio, como la rese- la relación social, mientras desde la prevención se señale
ñada en este escrito referente a la que incluyó el Proyecto el riesgo y la pérdida de la libertad que lleva aparejado.
ESFA en Barcelona54. Esta ambigüedad prolongará durante un cierto tiempo
También es conveniente hacerse eco de algunas limita- en nuestro medio la pervivencia de una norma social to-
ciones: davía preferentemente favorable al tabaco.
1. La efectividad de los programas escolares de pre- 4. La industria tabaquera tiene todavía a su alcance en
vención es limitada y probablemente, en lo que se refiere nuestro medio resortes legales para hacerse presente y au-
mentar el número de adictos, entre la población joven, y es- de los escolares de Barcelona (1987-1999). Gac Sanit 2003;
17: 190-5.
pecialmente en la población femenina.
Finalmente, y en la línea de señalar algunos retos para 4. Kesler DA. Nicotine addiction in young people. N Engl J Med
1995; 333: 186-9.
el futuro inmediato, conviene apuntar:
5. Backinger CL, Fagan P, Matthews E, Grana R Adolescent and
1. La necesidad de complementar adecuadamente las
young adult tobacco prevention and cessation: current status
intervenciones. Por la escasez de recursos señalada, y por and future directions. Tobacco Control 2003; 12 (Suppl IV):
la necesidad, también expresada, de atenerse a la preven- iv46-53.
ción del tabaquismo basada en la evidencia, cabe plantear 6. De Vries H, Mudde A, Leijs I, Charlton A, Vartianen E, Buijs
la evaluación del coste-efectividad de los recursos utiliza- G et al. The European Smoking prevention Framework
dos y, en consecuencia, sólo invertir en aquellos de evi- Approach (ESFA): an example of integral prevention. Health
dencia probada. Educ Res 2003; 18(5): 611-26.
2. Aumentar la evidencia sobre la cesación tabáquica 7. Ariza C, Nebot M, Jané M, Tomás Z, De Vries H. El proyec-
en los jóvenes en nuestro medio. Algunas experiencias de- to ESFA en Barcelona: Un programa comunitario de preven-
sarrolladas recientemente tienden a poner de relieve la di- ción del tabaquismo en jóvenes. Prev Tab 2001; 3(2): 70-7.
ficultad de un reclutamiento adecuado de los grupos de jó- 8. Farkas AJ, Gilpin EA, White MM, Pierce JP Association bet-
venes, así como la necesidad de adecuar estas intervenciones ween household and worplace smoking restrictions and ado-
lescent smoking. JAMA 2000; 284: 717-22.
a los diferentes niveles de motivación y dependencia, cir-
9. DiFranza JR, Rigotti N, McNeil AD, Ockene JK, Savageau JA,
cunstancias todas ellas que son más difíciles de manejar
St Cyr, D et al. Initial symptoms of nicotine dependence in ado-
que entre la población adulta56. lescents. Tobacco Control 2000; 9: 313-9.
Asimismo, el impacto preventivo que en algunas in- 10. Ariza C, Nebot M. Factores asociados al consumo de tabaco
tervenciones comprehensivas tiene la cesación tabáquica en una muestra de escolares de enseñanza primaria y secun-
del personal docente sobre la iniciación de los adoles- daria. Gac Sanit 1995; 9: 101-1.
centes y jóvenes, ha de llevar al fortalecimiento de esta es- 11. Mendoza R, Sagrera MR, Batista JM. Conductas de los espa-
trategia entre las iniciativas de prevención primaria del ta- ñoles relacionadas con la salud (1986-1990). Estudio ECERS
baquismo. en España. Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
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población que convive con fumadores han de ser utiliza- ritzats de la ciutat de Barcelona 1999. Barcelona: Fundació
Santiago Dexeus Font, 2000.
das e incorporadas a las estrategias de la prevención pri-
maria, tendentes a transformar la norma social en nuestro 13. Díez E, Barniol J, Nebot M, Juárez O, Martín M, Villalbí JR.
Comportamientos relacionados con la salud en estudiantes de
medio. secundaria: relaciones sexuales y consumo de tabaco, alco-
4. Es importante mantener la atención prioritaria, den- hol y cannabis. Gac Sanit 1998; 12: 272-280.
tro de las estrategias preventivas de la iniciación, a la evo- 14. Tomeo CA, Field AE, Berkey CS, Colditz GA, Frazier AL
lución de la publicidad y accesibilidad de los productos de Weight concerns, weight control behaviors and smoking ini-
tabaco en nuestro medio. Es importante persistir en el ejer- tiation Pediatrics 1999; 104 (4 Pt 1): 918-24.
cicio de seguimiento de las estrategias de la industria ta- 15. Swan AV, Media RJW, Fitzsimons B, Breeze E, Murria M. Why
baquera, que contrarreste los mensajes que difunden y el do more girls than boys smoke cigarettes? Health Education
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54. Valmayor S, Ariza C, Tomás Z, Nebot M. Evaluación de una (Suppl.1):14.
CARTAS AL DIRECTOR
la siguiente manera: a) de todos los ci- llano adecuada del test de Fagerström,
CONSIDERACIONES SOBRE garrillos que fuma a lo largo del día, necesidad de establecer que sea el pro-
EL TEST DE FAGERSTRÖM ¿cuál es el que más necesita?; b) des- fesional sanitario la persona encargada
pués de consumir el primer cigarrillo de su realización, y establecimiento de
Sr. Director: de la mañana, ¿fuma rápidamente al- normas claras en cuanto a su realiza-
Hemos leído, con atención, el edi- gunos más?; y c) ¿encuentra dificultad ción. Es imprescindible que la valora-
torial publicado en el último número de para no fumar en lugares donde está ción que se obtenga del test sea lo más
PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO, prohibido hacerlo? Los resultados que objetiva posible por cuanto que son mu-
titulado: ¿Hacemos bien el test de obtuvimos mostraron que, de acuerdo chos los datos que de él obtenemos pa-
Fagerström?1. Y, teniendo en cuenta las a los datos obtenidos cuando el test fue ra la toma de decisiones en el trata-
indicaciones que en él se dan, hemos realizado directamente por los fuma- miento del tabaquismo.
realizado un análisis diferencial de los dores, la media de puntuación obteni- En resumen, hemos realizado un es-
resultados del test de Fagerström, de- da fue 3,2 (1,3), en tanto que la me- tudio comparativo de los resultados ob-
pendiendo de si el test fue realizado di- dia obtenida cuando el test fue tenidos con dos formas diferentes de
rectamente por el fumador o le fue pre- realizado por el profesional sanitario realización del test de Fagerström, y he-
guntado al fumador por el profesional fue de 4,9 (1,6) ; p < 0,05. Con res- mos encontrado diferencias significa-
sanitario. Analizamos las tres pregun- pecto a las contestaciones dadas a la tivas en las puntuaciones obtenidas de-
tas que se referencian en la citada edi- pregunta “a” encontramos que en el pendiendo de la forma de realización.
torial1. Queremos mostrar los resulta- 63% de los casos había divergencias y Sugerimos la importancia de llegar a
dos y hacer un comentario de los que sólo en el 37% de los casos había un acuerdo global entre todos los pro-
mismos a través de esta comunicación. coincidencia en lo contestado. En cuan- fesionales sanitarios en el estableci-
Estudiamos a un total de 100 fu- to a la pregunta “b”, las divergencias miento de una normativa para la reali-
madores; 53 hombres (53%) y 47 mu- fueron observadas en el 87% y las zación de tan importante test.
jeres (47%), con edad media de 48,34 coincidencias, en el 13%; para la pre-
(16,9). Todos ellos realizaron el test de gunta “c” las divergencias fueron en el
Fagerström en dos ocasiones. La pri- 72% y las coincidencias en el 28%. En Bibliografía
mera vez se les entregó el test dicién- todos los casos las diferencias fueron 1. Jiménez Ruiz CA, Fagerström KO.
doles que contestaran a las preguntas significativas, p < 0,5. ¿Hacemos bien el test de Fagerström?
Prev Tab 2003; 5 (3): 161-2.
de acuerdo con sus sentimientos. En la Aunque el número de casos que he-
versión del test que se les entregó se mos analizado es escaso y el diseño de
formulaban las tres preguntas de la si- nuestro estudio puede adolecer de al-
guiente forma: a) ¿cuál es el cigarrillo gunas incorrecciones metodológicas, M. L. Mayayo Ulibarri1,
que más le gusta?; b) ¿fuma más por pensamos que los resultados que hemos M. A. Iglesias Sanz2
las mañanas que por las tardes?; y c) obtenido sugieren la necesidad de que 1Enfermera Unidad
¿fuma en lugares donde está prohibi- se normalice la realización del test por Especializada en Tabaquismo.
do hacerlo? La segunda vez se les re- todos los profesionales sanitarios. En Instituto de Salud Pública. Madrid.
alizó el test de Fagerström por un pro- este sentido, creemos que sería muy 2Enfermera Radioterapia.
fesional sanitario, al menos, una conveniente que se llegase a un acuer- Hospital de la Princesa. Madrid
semana después de la primera vez; y do con respecto a los siguientes pun-
se les formularon las tres preguntas de tos: diseño de una redacción en caste- [Prev Tab 2004; 6(2): 84]
84 Cartas al Director
prev tab 48 pag 19/5/04 12:53 Página 85
con normativas que regulen el con- necesidad de no fumar y de evitar la 2Enfermera. Pretabac.
sumo de tabaco en todos los ámbitos contaminación ambiental por humo de Prevención y Tratamiento del
públicos. Aunque disponemos de la tabaco. En estas campañas, el estable- Tabaquismo en Empresas
normativa que regula el consumo en cimiento de zonas libres de humo y la www. pretabac.com
los centros de la Administración identificación de alguna sala donde los
Pública, bien es cierto que no tenemos fumadores puedan consumir tabaco es [Prev Tab 2004; 6(2): 85]
PREVENCIÓN DEL TABAQUISMO considerará para tensión máxima será de 2 DIN-A4 a doble espacio, un má-
su publicación aquellos trabajos relacionados directamen- ximo de 6 citas bibliográficas y una figura o una tabla. El
te con el tabaquismo, en su aspecto clínico médico experi- número de firmantes no podrá ser superior a tres.
mental. Fundamentalmente la Revista consta de las si-
guientes secciones: Otras secciones
Los comentarios editoriales, revisiones, temas de ac-
Editorial tualidad, números monográficos u otros, son encargos ex-
Comentario crítico que realiza un experto sobre un tra- presos del Comité de Redacción. Los autores que deseen
bajo original que se publica en el mismo número de la colaborar espontáneamente en algunas de estas secciones
Revista o por encargo desde el Comité de Redacción, so- deberán consultar con anterioridad con el mencionado
bre un tema de actualidad. Extensión máxima de cuatro pá- Comité.
ginas DIN A4 en letra cuerpo 12 a doble espacio.
El contenido del artículo puede estar apoyado en un má- ENVÍO DE MANUSCRITOS
ximo de 7 citas bibliográficas. Se escribirán en hojas DIN-A4 mecanografiadas a do-
ble espacio (máximo 30 líneas de 70 pulsaciones), nume-
Originales radas consecutivamente en el ángulo superior derecho. Los
Trabajos preferentemente prospectivos, con una exten- trabajos se remitirán por triplicado (copias en papel acom-
sión máxima de 12 DIN-A4 a doble espacio y hasta 6 fi- pañadas del disquete que contenga el documento) indican-
guras y 6 tablas. Es aconsejable que el número de firman- do para la Revista Prevención del Tabaquismo, a la siguiente
tes no sea superior a seis. dirección: Ediciones Ergon, C/ Arboleda, 1, 28220
Majadahonda (Madrid). Deben ir acompañados de una car-
Bibliografía comentada ta de presentación en la que se solicite el examen de los
El Comité de Redacción encargará la revisión crítica de mismos, indicando en qué sección deben incluirse, y ha-
uno o más artículos de reciente aparición. La extensión má- ciendo constar expresamente que se trata de un trabajo ori-
xima de cada artículo no superará 2DIN A4, mecanogra- ginal, no remitido simultáneamente a otra publicación.
fiados a doble espacio. Asimismo, se incluirá cesión del Copyright a la Revista fir-
En primer lugar aparecerá el Título original del trabajo mada por la totalidad de los autores.
con los autores y la revista en que se publica, en segundo lu- El Comité de Redacción acusará recibo de los traba-
gar vendrá un Resumen de los aspectos más relevantes del jos que le sean remitidos y se reserva el derecho de recha-
artículo original, que no tiene por qué coincidir con el abs- zar los trabajos que no considere adecuados para su pu-
tract del original. En tercer lugar vendrá el Comentario per- blicación, así como de proponer las modificaciones de los
sonal del encargado de la revisión crítica, que puede estar mismos cuando lo considere necesario.
apoyado en un máximo de 5 citas bibliográficas. En cuarto El primer autor recibirá las galeradas para su corrección,
lugar vendrá el Autor del comentario, nombre, especialidad debiendo devolverlas al Director de la Revista a la dirección
y centro de trabajo. Por último, en quinto lugar, la Bibliografía reseñada dentro de las 48 horas siguientes a la recepción.
en la que se apoya el comentario (máximo, 5 citas).
Estructura
Cartas al Director Como norma se adoptará el esquema convencional de
La Revista tiene especial interés en estimular el co- un trabajo científico. Cada parte comenzará con una nue-
mentario u objeciones relativas a artículos publicados re- va página en el siguiente orden:
cientemente en ella y en las observaciones o experiencias 1. En la primera página se indicará por el orden en que
concretas que permitan resumirse en forma de carta. La ex- se citan: título del trabajo, nombre y apellidos de los au-
tores, centro y servicio(s) donde se ha realizado, nombre y Las figuras se presentarán también en hoja aparte, nu-
dirección para correspondencia, y otras especificaciones meradas por orden correlativo de su aparición, que se se-
consideradas necesarias. ñalará en el texto. Se procurará utilizar papel fotográfico
2. En la segunda página constará: a) el resumen, de apro- en blanco y negro, de buena calidad para permitir una co-
ximadamente 200 palabras, con los puntos esenciales del rrecta reproducción y con un tamaño de 9 x 12 cm o un múl-
trabajo, comprensibles sin necesidad de recurrir al artícu- tiplo. Las fotografías irán numeradas al dorso mediante una
lo; y b) palabras clave en número de tres, de acuerdo con etiqueta adhesiva, indicando el nombre del primer autor y
las incluidas en el Medical Subject Headings, del Index el título del trabajo, además de una señal para mostrar la
Medicus. El Comité Editorial recomienda la presentación orientación de la figura. Las ilustraciones se presentarán
estructurada del resumen, siguiendo el esquema siguien- por triplicado y los pies de las mismas se presentarán en
te: 1) objetivos; 2) pacientes y método; 3) resultados; y 4) hoja aparte. Los gráficos realizados por ordenador deberán
conclusiones. también fotografiarse para facilitar su reproducción.
3. En la tercera página y siguientes constarán los dife-
rentes apartados del trabajo científico: introducción, pa- Bibliografía
cientes y métodos, resultados, discusión y conclusiones, y La bibliografía deberá contener únicamente las citas
bibliografía. La introducción será breve y proporcionará úni- más pertinentes, presentadas por orden de aparición en el
camente la explicación necesaria para la comprensión del texto y numeradas consecutivamente. Cuando se mencio-
texto que sigue. Los objetivos del estudio se expresarán de nan autores en el texto se incluirán los nombres si son uno
manera clara y específica. En él se describirá el diseño y o dos. Cuando sean más, se citará tan sólo al primero, se-
el lugar donde se realizó el estudio. Además se detallará el guido de la expresión et al. y en ambos casos, el número de
procedimiento seguido, con los datos necesarios para per- la cita correspondiente. Los originales aceptados, pero aún
mitir la reproducción por otros investigadores. Los métodos no publicados, pueden incluirse entre las citas, con el nom-
estadísticos utilizados se harán constar con detalle. En los bre de la revista, seguido por “en prensa”, entre paréntesis.
resultados se expondrán las observaciones, sin interpretar- Las citas bibliográficas deberán estar correctamente re-
las, describiéndolas en el texto y complementándolas me- dactadas y se comprobarán siempre con su publicación ori-
diante tablas o figuras. La discusión recogerá la opinión ginal. Los nombres de las revistas deberán abreviarse de
de los autores sobre sus observaciones y el significado de acuerdo con el estilo utilizado en el Index Medicus y para
las mismas, las situará en el contexto de conocimientos re- la confección detallada de las citas se seguirán estrictamente
lacionados y debatirá las similitudes o diferencias con los las normas de Vancouver, publicadas en nuestro país por
hallazgos de otros autores. El texto terminará con una bre- Medicina Clínica (Med Clin [Barc] 1997; 109: 756-763).
ve descripción de las conclusiones del trabajo.
NOTAS FINALES
Agradecimiento El Comité de Redacción acusará recibo de los traba-
Si se considera oportuno se citará a las personas o en- jos enviados a la Revista, que serán valorados por reviso-
tidades que hayan colaborado en el trabajo. Este apartado res anónimos y por el mismo Comité de Redacción, que in-
se ubicará al final de la discusión del artículo. formará acerca de su aceptación. Es necesario adjuntar
las adecuadas autorizaciones para la reproducción de ma-
Tablas y figuras terial ya publicado, en especial en las secciones por encar-
Las tablas se presentarán en hojas aparte que incluirán: a) go. Se recomienda utilizar sobres que protejan adecuada-
numeración de la tabla con números romanos y de las figu- mente el material y citar el número de referencia de cada
ras con números arábigos; b) enunciado o título correspon- trabajo en la correspondencia con la Editorial.
diente; c) una sola tabla por cada hoja de papel. Se procura- El autor recibirá las pruebas de imprenta del trabajo pa-
rá que sean claras y sin rectificaciones. Las siglas y abreviaturas ra su corrección antes de la publicación, debiendo devol-
se acompañarán siempre de una nota explicativa al pie. verlas a la Editorial en el plazo de 48 horas.