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Nombre: Wilson Yandún

Semestre: 1° semestre
Fecha: 21 de noviembre de 2017

Estoicos
La fundación de la escuela estoica se debe a Zenón, hijo de un mercader, que leyó las
obras de los filósofos socráticos, y grandemente atraído por estas disciplinas, oyó
cuidadosamente las enseñanzas de los cínicos. Diógenes Laercio afirma que Zenón,
sintiendo repugnancia por ciertas desviaciones intelectualistas en que habían caído los
cínicos, decidió expresar sus propios pensamientos en las galerías del ágora y más
exactamente en la puerta o "Estoa"; de allí vendría la denominación de "estoicos", como
se les conocería más tarde. En realidad, tampoco contaban con ningún lugar para impartir
sus clases o expresar lo que sentían.
Para los estoicos nada ocurre sin explicación. Hay una razón para todo en la naturaleza.
Los estoicos creyeron en la existencia de una "fuerza" activa que está por todas partes,
coexistiendo con la materia. Los estoicos creyeron que había algo actuando dentro de
ellos -como así indicaron- "un espíritu profundamente infuso, germinando y
desarrollando como una semilla en el corazón de cada cosa que existe."
Para los estoicos Dios era Fuego (la energía activa) y Logos (la razón) difundida a lo largo
del Cosmos. Creyeron, también, que la Ley de Naturaleza era la presencia material de
Dios en el universo. Como la razón cósmica, Dios era la Providencia. Esta Providencia
ordenaba todas las cosas. Dios también era el Destino. Los estoicos creían que el Destino
imponía a la humanidad un cierto determinismo que sólo permitía la libertad dentro del
contexto de una persona que ha aceptado internamente la necesidad cósmica.
Como Fuego, los estoicos asemejaron este concepto de Dios con una semilla que se tiene
en el interior, la "razón de todas las cosas y las causas de lo que era, es, y será". Esta
energía era el principio vital de la cual florece toda la flora y fauna. Los estoicos
consideraban que, a través de cualquier fase de desarrollo, estaba Dios (como una fuerza
viviente), el cual amoldaba y dominaba la materia pasiva en lo que se refiere al
"progreso."
Los estoicos creían en el alma—incluso para los animales, aunque en este caso no era
racional-. Sin embargo, en las criaturas racionales consideraron la existencia de Pneuma
(la respiración ardiente) que se manifestaba en su grado más alto de intensidad como una
"emanación del alma munida". Este Pneuma era una chispa del Fuego celestial.
Esencialmente los estoicos creyeron que lo que Dios es para el mundo, el alma es para el
hombre. Declararon que el Cosmos debe verse como un solo Todo —con su "variedad
referida a las fases cambiantes de condensación en el Pneuma." Por consiguiente, para los
estoicos, la naturaleza real de una persona humana es la universal pero en una escala más
pequeña — un microcosmos.
Existe un paralelismo entre el macrocosmos y el microcosmos. Dios, el Alma del mundo,
lo colma y lo penetra. Del mismo modo, el alma humana satura y respira a través de todo
el cuerpo—informando y guiándolo. Tanto en el macrocosmos como en el microcosmos,
hay una parte gobernante.
Nombre: Wilson Yandún
Semestre: 1° semestre
Fecha: 21 de noviembre de 2017

Los estoicos consideraron cada alma humana como un "fragmento de la fuerza divina
universal, todavía no completamente separada del padre-acción." Ellos hablaron de
la familia. declarando que "Nosotros somos la descendencia de él! "
Además de su cosmología, los estoicos también desarrollaron una ética, que estaba
centrada en la Virtud. Creían que la virtud debía ser la ley que gobernara el Universo.
Para ellos, debía ser incluida junto con la razón (Dios/Logos) siendo aceptada como el
lazo sobre las "partículas de razón que hay en cada uno de nosotros". De hecho, las leyes
humanas existen porque las personas reconocen esta obligación -de la justicia,
responsabilidad y libertad se reconoce que es obligación de Dios.
Los estoicos expresaron esta ética más allá, dentro de las ideas de comunidad. El
individuo debía reconocer la "sociedad de seres racionales de la cual él formaba parte y
subordinaba su finalidad a las finalidades y necesidades de su sociedad" -La ciudad de
Zeus-.
Esta ciudad de Zeus era el ideal de cosmopolis. En esta ciudad, los estoicos concebían
que todo estaba ordenado por la razón -trabajando inteligentemente. Los ciudadanos
existían para la causa común, trabajando proporcionar el bien mutuamente. Dicha
comunicación encontraba su expresión en la justicia, la amistad, la familia y la vida
política.
Más específicamente, en su tiempo los estoicos declararon con valentía que no existían
diferencias "entre el griego y el bárbaro, entre el hombre y la mujer, la atadura y la
libertad". Todas las personas eran miembros de "un cuerpo compartido en la razón".
En el campo religioso, los estoicos sintieron que sus elementos esenciales no eran las
ceremonias o el sacrificio, sino la oración, autoconocimiento y la alabanza. Como dijeron:
"Dios trabaja mejor en el altar del corazón por el deseo de conocerle y obedecerle".

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