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UNIVERSIDAD PERUANA LOS ANDES

Facultad de Ciencias de la Salud

Escuela Profesional de Psicología

INFORME FINAL DE TESIS

Título: Satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en


familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Autor (es): Bach. Castillo Paz, Jesús Alfredo.

Bach. Olivares Montes, Jenny Esther

Asesor (es): Mg. Luis Benites Morales.


Área de Investigación: Psicología Comunitaria.
Línea de Investigación: Calidad de vida.
Lugar o Institución de Investigación: ASPAU- PERU

Lima, Perú, 2017


Asesor de Tesis:

Mg. Luis Alfredo Benites Morales


DEDICATORIA

A las personas que amamos y que


nos han acompañado durante nuestra
etapa como estudiantes universitarios.

Jenny y Jesús

iii
AGRADECIMIENTO

A Dios por la vida y el destino


trazado, a nuestras familias por su
infinito apoyo, a nuestro asesor por su
sabiduría y experiencia, a ASPAU-
PERÚ por su enorme corazón,
inspiración y humildad, a nuestros
entrevistados por abrirnos los brazos
todo el tiempo y a nosotros mismos
porque a través de este estudio nos
hemos conocido más el uno al otro.

Jesús y Jenny.

iv
ÍNDICE
Pág.
DEDICATORIA iii
AGRADECIMIENTO iv
ÍNDICE v
ÍNDICE DE TABLAS vii
ÍNDICE DE FIGURAS ix
RESUMEN x
ABSTRACT xi

I. INTRODUCCIÓN 1
1.1. Planteamiento del problema. 1
1.2. Delimitación del problema. 4
1.3. Formulación del problema. 5
1.3.1. Problema general. 5
1.3.2. Problema específico. 5
1.4. Objetivos. 6
1.4.1. Objetivo general. 6
1.4.2. Objetivos específicos. 6
1.5. Justificación. 7
1.5.1. Justificación Teórica. 7
1.5.2. Justificación Social. 8
1.5.3. Justificación Metodológica. 8
1.6. Marco Teórico. 9
1.6.1. Antecedentes. 9
1.6.2. Bases Teóricas. 19
1.6.2.1. Trastorno del espectro autista (TEA). 19
1.6.2.1.1. Concepto del TEA. 21
1.6.2.1.2. Sistema de clasificación internacional. 23
1.6.2.2. Familia. 26
1.6.2.2.1. Tipos de familia. 28
1.6.2.2.2. Funciones de familia. 29
1.6.2.2.3. Estilos de crianza. 31
1.6.2.2.4. Familia y TEA. 33

v
1.6.2.3. Calidad de vida. 35
1.6.2.3.1. Calidad de vida, discapacidad y TEA. 37
1.6.2.3.2. Calidad de vida familiar, discapacidad y TEA. 41
1.6.2.4. Resiliencia. 46
1.6.2.4.1. Teorías de la resiliencia. 48
1.6.2.4.2. Factores que promueven o facilitan la resiliencia. 50
1.6.2.4.3. Resiliencia y familia. 51
1.6.2.4.4. Resiliencia y calidad de vida. 52
1.6.3. Definición de Términos. 53
1.7. Formulación de Hipótesis. 54
1.7.1. Hipótesis General. 54
1.7.2. Hipótesis Específicas. 54
1.8. Variables de investigación. 56
1.9. Operacionalización de Variables. 58

II. MÉTODO 60
2.1. Tipo, nivel y diseño de investigación. 60
2.1.1. Tipo de investigación. 60
2.1.2. Nivel de investigación. 61
2.1.3. Diseño de investigación. 61
2.2. Población, muestra y tipo de muestreo. 62
2.2.1. Población. 62
2.2.2. Muestra. 62
2.2.3. Tipo de muestreo. 62
2.3. Técnicas instrumentos de recolección de datos. 63
2.4. Procesamiento de datos. 68

III. RESULTADOS 69
IV. ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS 89
V. CONCLUSIONES 96
VI. RECOMENDACIONES 99
VII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 102
VIII. ANEXOS 112

vi
ÍNDICE DE TABLAS
Pág.
Tabla 1 Muestra de estudio procedentes de ASPAU-PERU. 62
Tabla 2 Confiabilidad total de la prueba satisfacción de la escala de 65
calidad de vida familiar.
Tabla 3 Confiabilidad por componentes de la prueba satisfacción de la 66
escala de calidad de vida familiar.
Tabla 4 Confiabilidad total de la escala de resiliencia. 68
Tabla 5 Frecuencia y porcentaje del sexo de los familiares de personas 70
con TEA encuestados en ASPAU-PERU, 2016.
Tabla 6 Frecuencia y porcentaje del sexo de los parientes con TEA de 71
los encuestados en ASPAU-PERU, 2016.
Tabla 7 Frecuencias y porcentajes de los niveles de satisfacción de la 72
calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas
con TEA de ASPAU-PERU, 2016.
Tabla 8 Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión 74
interacción familiar de la satisfacción de la calidad de vida
familiar y resiliencia.
Tabla 9 Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión 75
papel de padres de la satisfacción de la calidad de vida familiar
y resiliencia.
Tabla 10 Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión 77
bienestar emocional de la satisfacción de la calidad de vida
familiar y resiliencia.
Tabla 11 Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión 78
bienestar físico y material de la satisfacción de la calidad de
vida familiar y resiliencia.
Tabla 12 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión 79
recursos o apoyos relacionados con la persona con TEA de la
satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia.
Tabla 13 Prueba de Normalidad de los Datos. 81

vii
Tabla 14 Relación entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y 82
resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-
PERÚ, 2016.
Tabla 15 Relación entre la dimensión interacción familiar de la 83
satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en
familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.
Tabla 16 Relación entre la dimensión papel de padres de la satisfacción 84
de la calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de
personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.
Tabla 17 Relación entre la dimensión bienestar emocional de la 85
satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en
familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.
Tabla 18 Relación entre la dimensión bienestar físico y material de la 86
satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en
familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.
Tabla 19 Relación entre la dimensión recursos o apoyos relacionados 87
con la persona con TEA de la satisfacción de la calidad de vida
familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de
ASPAU-PERÚ, 2016.

viii
ÍNDICE DE FIGURAS

Pág.
Figura 1 Frecuencia y porcentaje del sexo de los familiares de personas con 70
TEA encuestados en ASPAU-PERU, 2016.
Figura 2 Frecuencia y porcentaje del sexo de los parientes con TEA de los 71
encuestados en ASPAU-PERU, 2016.
Figura 3 Frecuencias y porcentajes de los niveles de satisfacción de la 72
calidad de vida familiar en familiares de personas con TEA de
ASPAU-PERU, 2016.
Figura 4 Frecuencias y porcentajes de los niveles de resiliencia en 73
familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.
Figura 5 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión 74
interacción familiar de la satisfacción de la calidad de vida familiar.
Figura 6 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión papel de 76
padres de la satisfacción de la calidad de vida familiar.
Figura 7 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión bienestar 77
emocional de la satisfacción de la calidad de vida familiar.
Figura 8 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión bienestar 78
físico y material de la satisfacción de la calidad de vida familiar.
Figura 9 Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión recursos 80
y apoyos de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

ix
RESUMEN

La presente investigación tuvo como objetivo determinar la relación existente entre

la satisfacción de la calidad de vida familiar y la resiliencia en familiares de personas

con TEA de la Asociación de Padres y Amigos con Autismo (ASPAU-PERU), 2016.

El estudio fue de tipo aplicada, cuantitativo, transversal, con diseño correlacional

basado en el método hipotético deductivo; la población estuvo constituida por

familiares de personas con Trastorno del Espectro Autista de Lima Metropolitana

con un universo de 60 personas, siendo la muestra de tipo censal. Para la

recopilación de datos se usó la técnica de entrevista personal y como instrumentos:

la Escala de Calidad de Vida Familiar de Verdugo, M., Rodríguez, A. y Sainz, F.

(2012), además de la Escala de Resiliencia de Wagnild, G. y Young, H con

adaptación peruana de Novella (2002). Ambos instrumentos poseen adecuados

criterios de validez y confiabilidad. La principal conclusión es que existe una

relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y la resiliencia

en familiares de personas con TEA.

Palabras clave: Calidad de Vida Familiar, Resiliencia, TEA, Autismo.

x
ABSTRACT

The objective of the present study was to determinate the relationship between the

equality satisfaction of family life and resilence in relative of people with Austism

spectrum disorder of the “Asociación de Padres y Amigos con Autismo” (ASPAU-

PERU), 2016. The methodology used in the study was appied, quantitative and

transverse with a correlational design based on the deductive hypothetical method;

the population was constituted by relatives of people with Autism spectrum disorder

of Lima Metropolitan with a universe of 60 people, all of them based on a census

type. The technique used for data collection was the personal interview, and the

instruments were: the Verdugo Family Quality Scale, M., Rodríguez, A. and Sainz,

F. (2012), in addition to the Wagnild Resilience Scale, G. and Young, H with

Peruvian adaptation of Novella (2002). Both instruments are based on validity and

reliability standards. The main conclusion of the study is the existence of a

significant relationship between quality satisfactions on family life with resilience in

relatives of people with Autism spectrum disorder.

Key words: Family quality of life, Resilience, Autism spectrum disorder.

xi
CAPÍTULO I

INTRODUCCIÓN

1.1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El ser humano sigue siendo percibido como una entidad altamente compleja

que aún no terminamos de comprender, sin embargo la ciencia en el tiempo nos

sigue permitiendo dejar registro de conocimiento valioso que nos posibilitará crecer

en este camino. En esta oportunidad se ha decidido aportar a una realidad poco

investigada en nuestro contexto nacional, la realidad de un trastorno del

neurodesarrollo denominado trastorno del espectro autista cuya incidencia y

prevalencia ha ido acrecentándose en los últimos años, consideramos oportuno la

realización de este tipo de estudios que sirvan de cimiento para la implementación

y el desarrollo de mecanismos de intervención y atención apropiados para esta

población y sus familias que históricamente ha venido siendo valorado desde un

punto de vista patológico cuando bien podríamos centrar el análisis en sus recursos

y potencialidades.

1
Para la Organización Mundial de Salud en el 2016 el trastorno del espectro

autista (TEA) es entendido como “un grupo de afecciones caracterizados por algún

grado de alteración del comportamiento social, la comunicación, el lenguaje y por

un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y repetitivo” 1.Por

su parte, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) 2 ha publicado

recientemente la quinta versión del “Manual diagnóstico y estadístico de los

trastornos mentales” (DSM), haciendo notar un cambio en los criterios diagnósticos

del trastorno autista, definiéndolo en base a dos únicos criterios: el déficit social y

de comunicación; y los intereses fijos y comportamientos repetitivos.

En el estudio de Canal, Del Mar, Guisuraga, et. al3, refieren que aquellos niños

que han recibido el diagnóstico de autismo ha ido aumentando en el transcurso de

los años: 8 casos por 1000 en el año 1995 y de 11 casos por 1000 en el 2007.

En el mismo año 2007, según el Ministerio de Educación 4, la organización

Health Resources and Services Administration, en su estudio conformado por una

cantidad mayor a 78.000 infantes, encontró que el 1.1%, o un infante por cada 91

en edades oscilantes de 3 a 7 años de los Estados Unidos de Norteamérica, fue

diagnosticado con TEA.

Hoy en día, la OMS1 a través de una estimación representada por una cifra

media, refiere que uno por cada 160 niños presenta TEA asumiendo que la

prevalencia tiende a variar considerablemente entre las distintas investigaciones.

En nuestro país se reporta que la población con algún tipo de discapacidad

física o intelectual superaría los 1.6 millones de personas, de las cuales aquellas

inscritas en el registro del Consejo Nacional para Integración de la Persona con

Discapacidad (CONADIS), ente rector en esta materia del Ministerio de la Mujer y

Poblaciones Vulnerable (MIMP) estaría ascendiendo las 150.000, cuyo del total en

2
una estimación hecha hasta el 2015, 2.200 personas representa a la población

diagnosticada con autismo5.

Planteando los niveles de prevalencia del autismo, además de la

preocupación de los padres de personas con dicho trastorno dado a conocer con

ímpetu por los medios de comunicación, dio a lugar para que el Congreso de la

República apruebe la Ley N° 30150 de protección de personas con trastornos del

espectro autista (TEA).

Para Benites6, las personas con autismo hoy tienen derechos, y tenemos que

considerar sus vidas como las de cualquier otra persona, ello amerita desarrollar

mecanismos efectivos de intervención con la intención de facilitarles su adaptación

al contexto social, más no cambiarlas; respetar y valorar las maneras particulares

de relacionarse con los demás.

En abril del 2015 fue aceptado el reglamento de la ley antes mencionada, con

ello se podrá empezar a implementar mecanismos de detección y diagnóstico

precoz, atención a nivel salud, educación, inserción laboral y social de las personas

con autismo en nuestro país. Es por ello, la pertinencia de la presente investigación

que abordará fundamentalmente el tema de la satisfacción de la calidad de vida

familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA ya que no se puede negar

el valor que sigue teniendo la familia como institución vital para el desarrollo de las

personas, para la socialización y moldeamiento de la personalidad de sus

miembros.

Shalock y Verdugo, señalan que “hay que empezar a tomar la iniciativa en

establecer sus prioridades, abandonar la perspectiva patológica y adoptar una

orientación desde los puntos fuertes de la familia, dándole la confianza para

desarrollar sus potencialidades y capacidades”7,8.

3
1.2. DELIMITACIÓN DEL PROBLEMA

Hoy en día el Trastorno del espectro autista está definido como una alteración

a nivel de neurodesarrollo que tiene inicio en la infancia temprana y se prolonga

toda la vida, evidenciándose en las competencias sociales, lingüísticas y

comunicativas de las habilidades de flexibilidad y simbolización.

El TEA debe ser entendida como un espectro, en el que sus presentaciones

son heterogéneas, es decir, que personas con un mismo diagnóstico pueden variar

en sus características externas, dependiendo del grado de afectación en los

componentes: cognitivos, desarrollo social, lenguaje, conductual, etc.

La realidad relacionada a esta población que presentamos ha sido

escasamente estudiada e investigada tanto para lo que refiere a su situación

individual como familiar.

Se han desarrollado estudios centrados en la individualidad de la persona que

presenta el trastorno, sin embargo se tiene escasa información en relación a la

realidad y condiciones en que viven sus familias, quienes abordan en el tiempo a

una persona cuya topografía conductual puede ser intensa y desbordante

demandando en ocasiones un excesivo desgaste, atención y generando que se

pierda el protagonismo en la vida familiar y social.

Particularmente para este estudio nos centramos en familias de la Asociación

de Padres y Amigos de personas con Autismo (ASPAU-PERÚ), quienes mantienen

su centro en el distrito de San Miguel y cuyos asociados forman parte de diversos

distritos de Lima Metropolitana, permitiendo un alcance significativo del contexto

en que se encuentran y de las necesidades más indispensables que necesitan

satisfacer en el día a día como grupo social expresados en la calidad de vida

4
familiar; además de ello, se analizará su relación con la resiliencia, entendida como

aquella característica personal que permite sobreponernos a la adversidad a través

cualidades relacionadas con la responsabilidad, autonomía, cohesión en las

relaciones familiares, sentido del humor, etc.

La resiliencia es importante, a su vez, estudiarla para el reconocimiento de

algunos factores de riesgo tanto personales como contextuales que bien podrían

ser mermados a través de la implementación de mecanismos de intervención más

oportunas, es decir que estén centrados en las principales necesidades que se

tienen como familia y optimizar en lo posible el desarrollo de su miembro o

miembros con TEA.

En cuanto a la delimitación temporal, la recopilación y análisis de datos se

centró en el año 2016.

1.3. FORMULACIÓN DEL PROBLEMA

1.3.1. Problema general

¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016?

1.3.2. Problemas específicos

¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016?

5
¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016?

¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión bienestar emocional y resiliencia en familiares de personas

con TEA de ASPAU-PERU, 2016?

¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016?

¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia

en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016?

1.4. OBJETIVOS

1.4.1. Objetivo general

Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

1.4.2. Objetivo específico

Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016.

6
Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión bienestar emocional y el resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Determinar la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida

familiar en la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia

en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

1.5. JUSTIFICACIÓN

1.5.1. Justificación Teórica

Desde el punto de vista teórico la presente investigación tiene como objetivo

brindar información para conocer y dar una coherencia relacional entre la calidad

de vida y resiliencia en familias de personas con TEA. Se realizó un recorrido

histórico de la temática tratada proponiendo así mismo un cambio de paradigma en

nuestro contexto enfocado en cualidades y puntos fuertes.

7
1.5.2. Justificación Social

A nivel social los resultados nos posibilitarán aportar sugerencias basadas en

evidencia a la nueva propuesta de políticas públicas por parte del gobierno de

nuestro país a través de la Asociación de Padres y Amigos con Autismo (ASPAU-

PERÚ) dado que recientemente se ha aprobado el reglamento y el plan de trabajo

de la ley N° 30150, ley de protección de las personas con trastorno del espectro

autista (TEA).

Desde el punto de vista práctico, los resultados de esta investigación nos

ayudarán a entender la realidad que rodea a estas familias, de ese modo colaborar

al desarrollo de nuevos instrumentos y programas de intervención; facilitar la

revisión de los que ya existen y optimizar nuestros servicios sociales, haciéndolas

más preventivas y menos restrictivas. Además, generar recursos para ofrecer una

pertinente orientación a los padres, educadores y profesionales del sector salud.

1.5.3. Justificación Metodológica

A nivel metodológico, el presente trabajo dejará especificado el proceso de

análisis de estudio listo para ser replicado por otros investigadores. Se utilizaron

instrumentos adaptados y validados en nuestro contexto nacional, tomando de

referencia una población en relación al trastorno del espectro autista. Además, se

dejarán descritos los resultados estadísticos con intención que puedan ser

verificados, contrastados o utilizados para el desarrollo de futuros estudios.

8
1.6. MARCO TEÓRICO

1.6.1. ANTECEDENTES DE ESTUDIO

Antecedentes internacionales

Pozo, Sarria y Méndez9 en el 2006, realizaron el estudio “Estrés en madres

de personas con trastorno del espectro autista”. Dicha investigación tuvo como

objetivo analizar el estrés maternal en familias de personas con TEA. La muestra

estuvo conformada por 39 madres de personas con autismo con edades de entre

32 y 63 años de la ciudad de Madrid - España. La investigación fue de tipo

correlacional. Los instrumentos utilizados fueron: un cuestionario

sociodemográfico, el Inventario para la planificación de servicios y programación

individual (ICAP) adaptada para la población española por Montero (1996), la

Escala de apoyo para padres de hijos con discapacidad de Bristol (1979), la Escala

de sentido de la coherencia de Antinovsky (1987) y la Escala de estrés parental de

Abdin (1995). Los resultados indicaron que el nivel del estrés en madres de

personas con TEA fue muy elevado, así como que el estresor está directa y

positivamente relacionado con el estrés. Se confirmó con los resultados de estudios

anteriores la importancia de que las madres de personas con TEA obtengan

capacidad de adaptación, es así que las madres que tienen un alto sentido de

coherencia (SOC) van a definir su situación como más comprensible, manejable y

con mayor significado.

Chacón y Barroso10 en el 2006, realizaron el estudio “Resiliencia en padres

de personas con autismo”. Esta investigación tuvo como objetivo determinar la

9
resiliencia en padres de personas con autismo. La investigación fue de tipo

descriptivo simple, la población estuvo conformada por 86 padres de personas con

Autismo pertenecientes a instituciones para personas con discapacidad tanto

público como privadas de la ciudad de Maracaibo, estado de Zulia. El instrumento

utilizado fue una Escala de resiliencia de Colina (2002). Los resultados señalan que

los padres de personas con TEA poseen un nivel de resiliencia medio siendo la

dimensión control y competencia personal de la resiliencia la que obtuvo la media

más alta, así mismo se encontró que la resiliencia en los padres de personas con

autismo severo es mayor que en los otros niveles de autismo leve, y que la media

de resiliencia de los padres de personas con autismo leve es la menor. Se concluye

que la resiliencia va aumentando de acuerdo a la severidad del autismo.

Urbistondo11 en el 2009, realizó el estudio “Resiliencia Familiar y Autismo: El

caso de una Asociación para Padres de Autistas”. Tuvo como objetivo determinar

los aportes de la teoría de la resiliencia familiar para la promoción de la resiliencia

en familias de niños diagnosticados con autismo y realizar una propuesta de

programa de fortalecimiento de la resiliencia familiar con acciones multi-sistémicas

que abarquen a los terapeutas, a los padres, y a la institución (Argentina). La

investigación fue de tipo descriptiva simple. La muestra estuvo conformada por 4

familias de la organización con su respectivo equipo terapéutico compuesto por una

coordinadora y dos terapeutas. Los instrumentos utilizados fueron: Entrevistas

semi-dirigidas a terapeutas y padres donde se exploró si las familias adoptan y si

los terapeutas fomentan una perspectiva positiva en términos de iniciativa activa a

la perseverancia, el coraje, el aliento, la esperanza, el optimismo, la aceptación de

lo posible y el dominio activo. Los resultados más relevantes señalan que los

terapeutas no promueven un enfoque positivo de manera explícita y sistematizada,

10
se detectó un campo importante de posibilidades de intervención a nivel familiar e

institucional por eso se propone un programa de fortalecimiento de la resiliencia

familiar en donde se le recomienda a los terapeutas focalizar su atención en los

puntos fuertes y las potencialidades de la familia en la hora de construir metas

terapéuticas.

Marques12 en el 2011, realizó el estudio “Análisis e incidencia de los factores

de resiliencia en padres y madres con hijos, que bajo el constructo de la diversidad,

son etiquetados como discapacitados: una propuesta de intervención en el ámbito

socio-familiar”. El objetivo de la investigación fue analizar el proceso de resiliencia

en las familias que presentan hijos con discapacidad. Se trata de una investigación

de carácter comprensivo, exploratorio y descriptivo sobre las percepciones de una

muestra conformada por 326 padres y madres que tienen algún hijo con

discapacidad. Para esto, se construyó un instrumento que fue validado en sus

cuatro dimensiones: capacidad de adaptación, grado de conocimiento de la familia

sobre los recursos de la comunidad, nivel de adquisición de los pilares de la

resiliencia y grado de influencia de los factores de resiliencia. Los resultados

destacaron la recurrencia a los apoyos de educación y de salud, donde no siempre

son bien satisfechos y son considerados insuficientes. Se enfatiza la necesidad que

existe en elaborar nuevos programas de ayuda para enfrentar y superar la realidad.

Respecto a la adquisición de los pilares de resiliencia, se hace notar que las

personas con mayores competencias, se han visto envueltas en mayores

situaciones de adversidad y se muestran optimistas para enfrentar los desafíos

confiando en sus decisiones, además valoran y aceptan en forma mayor a los que

le rodean, así como evaluar sus reacciones con la intención de mejorar, finalmente

11
destacan por ser realistas respecto a sus capacidades, fragilidades y mostrar

esperanza para el futuro.

Merino, Martínez, Cuesta, García y Pérez13 en el 2012, realizaron el estudio

“Estrés y familias de Personas con Autismo”. El objetivo fue determinar cuáles eran

los estresores que perciben los familiares de personas con autismo y cómo este

estrés influencia en la vida de los miembros con TEA en la ciudad de Castilla y

León - España. La investigación fue de tipo descriptivo simple. La muestra estuvo

conformada por 43 familiares pertenecientes a alguna de las asociaciones que

engloba la Federación Autismo Castilla y León. Los resultados señalan que los

padres y madres de personas con TEA perciben como principales motivos de estrés

temas relacionados al diagnóstico, preocupación por el porvenir, el acceso a los

sistemas sanitarios, la dificultad para lograr los apoyos y los recursos necesarios.

Por otro lado, indican que la dinámica familiar específicamente la relación entre

hermanos y de pareja se ve afectada considerablemente. También en la vida social

y económica, se encontraron diferencias significativas entre el estrés percibido por

las familias en función al grado de severidad del trastorno. Las familias de hijos con

discapacidad intelectual asociada perciben más estrés que las familias de personas

con AAF (Autismo de Alto funcionamiento). En cuanto a las relaciones sociales se

demostró que éstas se ven afectadas y disminuidas con la presencia de un hijo con

autismo.

Arellano y Peralta14 en el 2013, realizaron el estudio “Calidad de vida y

autodeterminación en personas con discapacidad. Valoraciones de los padres”. El

objetivo fue evaluar de forma objetiva la calidad de vida de los padres de personas

con discapacidad y de sus hijos. La población estuvo constituida por 40 padres y

madres pertenecientes a cuatro entidades de la Comunidad Floral de Navarra –

12
España. La investigación fue de tipo descriptiva. El instrumento utilizado desde un

paradigma cualitativo fue la entrevista semi-estructurada. Los resultados indican

que los padres obtienen un nivel aceptable de bienestar general en sus hijos,

además se sienten satisfechos con los avances personales y sociales conseguidos.

No obstante, también identifican que existen algunas dificultades que comprometen

su calidad de vida tales como la falta de servicios para promover la participación

social, el coste emocional y económico de la discapacidad, o la escasez de

oportunidades para la autodeterminación. Estos resultados confirman la necesidad

de diseñar y aplicar medidas objetivas y subjetivas, sobre calidad de vida, para así

identificar las áreas de mejora prioritarias y realizar los ajustes necesarios.

Alemán de León15 en el 2015, realizó el estudio “El impacto de la discapacidad

en la familia”. El objetivo fue identificar cómo afecta la discapacidad en un grupo

pequeño de familias enfocando los aspectos positivos que se tienen al convivir con

un miembro con discapacidad. El tipo de investigación fue descriptiva-exploratoria.

La población estuvo conformada por 50 familias que conviven con personas con

discapacidad de la isla de Tenerife – España. El instrumento utilizado fue un

cuestionario auto-administrado de elaboración propia, tomando como referencia el

formulario de la escala INICO (Instituto Universitario de Integración en la

Comunidad) – FEAPS (Federación Española de Organizaciones en favor de las

Personas con Discapacidad Intelectual) de Verdugo, Gómez, Arias, Santamaría,

Clavero y Tamarit (2009). Los resultados apuntan a que todo lo relacionado a la

discapacidad no es siempre de dolor, tristeza y congoja, sino que también, existe

un beneficio personal y familiar, el refuerzo de lazos familiares, aprendizaje de

valores, emociones y sentimientos positivos. Se da un balance adecuado y positivo

dentro de la familia que a su vez abre la puerta al refuerzo de la calidad de vida.

13
Mc Stay, Trembath y Dissanayake16 en el 2014, realizaron el estudio “Estrés

materno y calidad de vida familiar en respuesta a la crianza de un niño con autismo:

Desde preescolar hasta la adolescencia”. El objetivo de esta investigación fue

identificar la relación entre la edad de la persona con TEA y el nivel de estrés

materno. El estudio fue de tipo descriptivo. Los participantes incluyeron 140 madres

de niños de 3-16 años agrupadas para representar 4 etapas clave de la infancia

(preescolar, primeros años escolares, la escuela secundaria y a principios de la

escuela secundaria). Los instrumentos utilizados fueron cuestionarios que evalúan

el riesgo potencial (por ejemplo: problemas de comportamiento infantil, gravedad

de los síntomas, características familiares y los factores de protección atribuidos a

los resultados maternos). Los resultados refirieron que las madres presentaban un

nivel estable de estrés a pesar de las fluctuaciones en las variables claves del niño

y una reducción de los apoyos que ella recibe.

Kuhlthau, Payakachat, Delahaye, Hurson y Pyne 17 en el 2014, realizaron el

estudio “Calidad de vida para los padres de niños con trastorno del espectro

autista”. El objetivo de esta investigación fue obtener evidencia objetiva sobre si la

calidad de vida de los padres está influenciada por tener un hijo con TEA. La

muestra estuvo conformada por 224 padres que informaron acerca de su calidad

de vida relacionada con la salud, la depresión y la carga de cuidados utilizando

herramientas cuantitativas. Los resultados mostraron que los padres de personas

con TEA tienen una baja calidad de vida relacionada con la salud que es

clínicamente significativa en comparación con las poblaciones normativas, sobre

todo en aspectos relacionados con el estrés y la salud mental, el 40% de los padres

reportaron tener síntomas de la depresión clínica. Por otro lado, los padres casados

reportaron síntomas de depresión más bajos que los padres que no lo eran, las

14
familias con tres o más niños con necesidades especiales de salud reportaron

menos calidad de vida y mayor carga de cuidados que las familias con un hijo con

necesidades especiales de salud. Los datos cualitativos apoyan la idea que la

calidad de vida de los padres ha sido influenciada negativamente por el TEA de sus

hijos.

Hsiao18 en el 2015, realizó el estudio “Caminos hacia la salud mental

relacionada con la calidad de vida en padres de niños con TEA: Estrés de los

padres, rendimiento de los niños, apoyo médico y apoyo vecino”. El objetivo de esta

investigación fue analizar las vías para acceder a la calidad de vida relacionada

con la salud mental de los padres. La muestra se conformó por 429 padres de niños

con TEA en los Estados Unidos, estos padres fueron seleccionados de los

encuestados entrevistados por teléfono por la Encuesta Nacional de Salud Infantil

del 2007. Los resultados refirieron que el estrés parental, el rendimiento de los

niños, el apoyo médico y el apoyo del vecino desempeñan un papel importante en

las vías.

Vasilopoulou y Nisbet19 en el 2015, realizaron el estudio “La calidad de vida

de los padres de niños con trastorno del espectro autista: una revisión sistemática”

Esta investigación tuvo como objetivo analizar los estudios de medición de la

calidad de vida de los padres de niños con TEA con el fin de examinar sus factores

asociados relacionados con la infancia. Los resultados confirmaron una baja

calidad de vida en los Padres de niños con TEA comparándolos con padres de

niños con desarrollo normal. Las variables asociadas a la calidad de vida baja en

los padres incluyen: problemas de conducta del niño, el desempleo, ser madre

soltera y la falta de apoyo social.

15
Antecedentes nacionales

Anchante, Burgos, Tarazona y Ahumada 20 en el 2008, realizaron el estudio

“Conocimiento sobre autismo y cuidados del niño en una asociación de padres de

familia”. Cuyo objetivo fue determinar el nivel de conocimiento de los padres sobre

conceptos básicos del trastorno y los cuidados que requieren en las áreas social,

conductual y de lenguaje. La población estuvo conformada por 30 padres

pertenecientes a la Asociación de Padres y Amigos de Personas con Autismo del

Perú (ASPAU - PERÚ). La prueba utilizada para la recolección de datos fue un

cuestionario auto aplicado realizado por las investigadoras, este instrumento fue

sometido a juicio de expertos y prueba piloto. Los resultados indican que los padres

presentan un conocimiento regular sobre los conceptos básicos del autismo y los

cuidados que requieren los niños en las áreas social, conductual y de lenguaje. Los

resultados muestran que 23 (76,7%) padres tenían instrucción superior, sin

embargo la mayoría de ellos (13) tenía un nivel de conocimiento regular sobre el

trastorno y los cuidados que deben proporcionar a sus niños.

Bueno, Cárdenas, Pastor y Silva21 en el 2012, realizaron el estudio

“Experiencia de los Padres ante el cuidado de su hijo Autista”. El objetivo fue

recolectar experiencia en relación a los sentimientos, elemento físico-somático y

dinámica familiar. El estudio fue de tipo descriptivo-transversal. La población estuvo

constituida por 60 padres de niños con autismo de la Asociación de Padres y

Amigos de Personas con Autismo del Perú (ASPAU - PERÚ). Para la recolección

de datos se hizo uso de una encuesta debidamente validada. Los resultados

refieren que el 53.3% de la población presenta sentimientos de negación frente al

diagnóstico de la persona con autismo, el 83% presenta sentimientos de cariño. La

16
paciencia es algo que predomina en un 86.7%. El 70% de los padres se dedican al

cuidado de sus hijos casi todo el día, el 73.3% de madres tuvieron que abandonar

sus trabajos para dedicarse a sus hijos, el 36.7% suelen hacer ejercicios y acudir a

un centro de ayuda. En cuanto a la dinámica familiar, el 73% de los padres se

dividen las tareas en el hogar y realizan actividades recreativas. Se concluye que

el impacto de tener un hijo con autismo genera sentimientos de negación y

frustración en primeras instancias y que el estrés es una manifestación frecuente

en el día a día; sin embargo la exposición a éstas desarrolla cualidades que

refuerzan el amor y la paciencia.

Pineda22 en el 2012, realizó el estudio “Estrés Parental y estilos de

afrontamiento en Padres de niños con Trastorno del Espectro Autista”. El objetivo

fue describir y analizar la relación entre los niveles de estrés parental y los

estilos/estrategias de afrontamiento en padres de niños y niñas con Trastorno del

espectro autista (TEA), además de su relación con elementos sociodemográficos.

La población estuvo constituida por 58 padres de familia cuyos hijos asistían a

módulos de desarrollo infantil. Las pruebas utilizadas fueron: el Cuestionario para

medir el estrés parental (PSI-SF), y otro para identificar los estilos y estrategias de

afrontamiento más empleados (COPE). Los resultados refieren niveles clínicos

significativos de estrés parental en un 89.7% de la escala total, el nivel factorial

comprende: Malestar parental al 82.8%, Interacción disfuncional padres al 82.8%,

y cuidado del niño al 74.1%. El dominio malestar parental correlacionó de manera

positiva con la supresión de actividades competentes, desenganche conductual y

negación. Por otro lado, el dominio interacción disfuncional padres-hijo correlacionó

positivamente con la estrategia desenganche conductual y de manera negativa con

la estrategia aceptación. Finalmente, se observó una correlación positiva entre el

17
dominio estrés derivado del cuidado del niño con la estrategia desenganche

conductual y negación, pero una correlación negativa con búsqueda de apoyo

social por razones instrumentales. Se concluye que tener un hijo con autismo

conlleva en el tiempo, niveles altos de estrés por lo que se tienen que desarrollar

mecanismos efectivos para afrontarlo.

Mendoza23 en el 2014, realizó el estudio “Estrés parental y optimismo en

padres de niños con trastorno del espectro autista” La población estuvo constituida

por 33 padres de niños con TEA que asisten a un centro de educación

especializado en autismo, tomando en cuenta la influencia de factores

sociodemográficos (edad, sexo, entre otros) y factores de enfermedad (tratamiento

psicológico y medicación). El tipo de investigación fue descriptivo correlacional,

cuyos instrumentos utilizados fueron un cuestionario que mide el estrés parental

(PSI-SF) y otro que identifica su orientación predominante hacia la vida entendida

como optimismo o pesimismo (LOT-R). Los resultados encontraron altos niveles de

estrés parental tanto en la escala total como en cada uno de sus dominios. Además,

los padres limeños presentaron un mayor nivel de estrés al evaluar las expectativas

que tiene acerca de los logros de sus hijos y los refuerzos que reciben de ellos en

sus roles como cuidadores. Por otro lado, un porcentaje mayor de los evaluados

evidencia optimismo bajo. La principal conclusión evidencia una correlación media

entre el optimismo percibido tanto con el dominio interacción disfuncional padre-

hijo (0.47**), como con el puntaje total de estrés parental (0.37*).

18
1.6.2. BASES TEÓRICAS

1.6.2.1. Trastorno del espectro autista (TEA)

Hoy en día la Organización Mundial de la salud, define al TEA como “un grupo

de afecciones caracterizadas por algún grado de alteración del comportamiento

social, la comunicación, el lenguaje, y por un repertorio de intereses y actividades

restringidos, estereotipados y repetitivos”1. Por su parte, la Asociación Americana

de Psiquiatría2 que ya ha publicado la quinta versión del “Manual diagnóstico y

estadístico de los trastornos mentales” (DSM), ha hecho notar una modificación en

los criterios diagnósticos del TEA, definiéndolo en base ya no a tres, sino a dos

únicos criterios: el déficit social y de comunicación; y los intereses fijos y

comportamientos repetitivos.

Es de mencionar también que el interés aumenta al verificar que las

investigaciones en su diversidad dan cuenta que en los últimos años el número de

personas diagnosticadas con este trastorno ha ido aumentando significativamente

según estudios epidemiológicos realizados en los últimos 50 años, y esto es

contrastado recientemente a través de la estimación representada en una cifra

media que refiere que 1 de cada 160 niños presenta TEA 1, por lo que ya se

empieza a tomar en consideración la pertinencia de los procedimientos para

comprender a estas personas, su contexto y a sus familias.

Referente a la etiología, “la evidencia científica disponible refiere la existencia

de múltiples factores, entre ellos los genéticos y ambientales, que hacen más

probable que un niño pueda presentar el trastorno” 1.

19
Como refieren variados autores probablemente el autismo ha existido

siempre, sin embargo, fue con Leo Kanner -quien a través de un análisis de once

casos que pasaron por su consultorio- cuando se empieza a describir al autismo

como entidad, sugiriéndole las siguientes características: ponderado aislamiento

autista, insistencia en invariar contextos, excelente capacidad de retención,

rendimiento cognitivo elevado al promedio, poca notoriedad de rasgos físicos,

hipersensibilidad a los estímulos, lenguaje sin intención comunicativa real y

limitaciones en la variedad de la actividad espontánea 24,25.

Con este primer artículo Leo Kanner, daría comienzo a una de las mayores

controversias dentro del campo de la paidopsiquiatría y de la psicología clínica

infantil dado que propone utilizar el término “autismo infantil precoz” como entidad

nosológica, definiéndola como “un trastorno del contacto afectivo” 26.

Otro distinguido investigador, Hans Asperger, pediatra y psiquiatra, meses

después de la publicación de Leo Kanner -el artículo de Kanner es de fines de 1943

y el artículo de Asperger es de comienzo de 1944-, identifica también un patrón de

comportamiento y habilidades muy similares predominante en niños varones y con

menos compromiso a niveles cognitivos. Al contrario de los que ocurrió con el

trabajo de Kanner, el trabajo de Asperger permaneció desconocido hasta su

próxima traducción en inglés (publicado inicialmente en alemán).

Según Campos26, Kanner apuntaba de cierta manera hacia una causa o falla

biológica constitutiva del niño, sin embargo también señaló que se había observado

que los padres de estos niños eran personas muy inteligentes (profesionales todos

ellos), refiriéndolos como interesados en logros intelectuales, con reducida

capacidad para trasmitir calidez emocional y manifestar un poco de interés en las

personas.

20
Como refieren Baron-Cohen y Bolton “se pensaba que el autismo era

consecuencia de una mala interacción con los padres” 27, ello generaba que los

padres no sólo hagan frente a la condición de su hijo, sino también a la sensación

de culpa por creer que ellos eran responsables. Hoy en día, la evidencia ha

demostrado que tal hipótesis es inválida.

Nacería un profundo interés en los investigadores, psicólogos y médicos de

la época, quienes comenzarían a cuestionarse respecto a la etiología de dicha

condición, y a partir de aquí, surgirían dos corrientes teóricas importantes al

respecto: la biológica-organisista y la psicológica-ambientalista, de las cuales se

desprendieron un sinfín de hipótesis etiopatológicas 26.

Según Baron-Cohen y Bolton27, las evidencias médicas refieren umbrales

biológicos para el trastorno del espectro autista, aunque aún es imposible

determinar una causa biológica exacta. Las causas biológicas que se han indicado,

incluyen factores genéticos, infecciones víricas, y complicaciones en el embarazo

o en el parto, cualquiera de los cuales podría provocar el sutil daño a nivel

neurológico que podría producir el TEA.

1.6.2.1.1. Concepto del TEA

Un estudio de Lorna Wing y Judith Gould de 1979 (citado por Martos y Burgos,

2013), extraen dos ideas principales y con importantes consecuencias 24, 25:

- El autismo vendría a ser un conjunto de síntomas que puede estar

relacionado con diferentes trastornos de tipo neurobiológico y con variados

niveles de rendimiento intelectual.

21
- Hay déficits y alteraciones del desarrollo humano que se acompañan de

síntomas de autismo sin necesariamente presentar el cuadro. Sería

pertinente valorar al autismo como un espectro que bien podría presentarse

en diferentes grados o magnitud.

Años después, Lorna Wing en el año 1988 (citado por Benites, 2010), refiere

que para un adecuado entendimiento de la persona con autismo, era más

provechoso definir el autismo como un síndrome, es decir, como un conjunto de

síntomas, relacionado con una variedad de alteraciones neurobiológicas y grados

de rendimiento intelectual muy diversos. Siendo para ella, 3 las dimensiones

elementales sintomáticas que definirían la manera en que una persona con autismo

se comporta, esto fue conocido como la triada autista 6:

- Alteraciones y retraso a nivel del lenguaje, y comunicación verbal y no

verbal.

- Alteraciones del desarrollo social, especialmente de la reciprocidad

interpersonal.

- Alteraciones en el pensamiento y la conducta: rigidez de pensamiento y

conducta, pobre imaginación social, conducta ritualista, perseveración y

retraso o ausencia de juego simbólico.

Para Riviere28 en 1998, el espectro autista estaría caracterizado por las

siguientes 12 dimensiones:

- Trastornos cualitativos de la relación social.

- Trastornos de las capacidades de referencia conjunta (acción, atención y

preocupación conjuntas).

- Trastornos de las capacidades intersubjetivas y mentalistas.

- Trastornos de las funciones comunicativas.

22
- Trastornos cualitativos del lenguaje expresivo.

- Trastornos cualitativos del lenguaje receptivo.

- Trastornos de las competencias de anticipación.

- Trastornos de la flexibilidad mental y comportamental.

- Trastornos del sentido de la actividad propia.

- Trastornos de la imaginación y de las capacidades de ficción.

- Trastornos de la imitación.

- Trastornos de la capacidad de hacer significantes.

Para dicho autor cada una de las dimensiones estaría establecida por cuatro

grados diferentes: el primero para las personas con una alteración mayor o cuadro

más comprometido y severo, con rendimientos de tipo cognitivos más bajos y

relacionado a los niños más pequeños frecuentemente. El nivel cuatro seria

caracterizado, por las alteraciones menos severas ya definiéndolas en buena parte

en función a los casos como el síndrome de Asperger.

Riviere28 elaboraría un análisis más profundo del miramiento del autismo

como un continuo con diversos grados y dimensiones, más no como una categoría

nosológica única. Esto permitiría reconocer lo que hay en común entre aquellos

individuos que presentan el trastorno (y con ellas, otras alteraciones que presentan

comportamientos o rasgos de autismo en su proceso de desarrollo) y lo que podría

presentarse diferente en ellos.

1.6.2.1.2. Sistemas de clasificación internacional

Hasta hace dos años existía un acuerdo interprofesional para el

entendimiento nosológico del autismo enmarcado dentro del conjunto de los

23
Trastornos Generalizados del Desarrollo, donde se clasificó además del trastorno

autista, al trastorno de Rett, el trastorno desintegrativo infantil, el trastorno de

Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especificado 29. Ellos quedan

reflejado en las clasificaciones oficiales siguientes:

1. La propuesta por la Asociación de Psiquiatría Americana (APA, 1994) en el

Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV), y en

la edición revisada (DSM-IV-TR, 2000).

2. La especificada por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1993) en la

Clasificación internacional de enfermedades hallada en su décima edición

(CIE-10) que hoy por hoy sigue siendo utilizada en el sector salud de manera

internacional para codificar enfermedades.

En estas versiones están representadas las tres alteraciones nucleares,

conocidas como la triada de Wing, base para el diagnóstico del trastorno autista 29,
30
:

Criterios para el diagnóstico de F.84.0 Trastorno autista [299.00] (APA, 2000)

A. Un total de 6 (o más) ítems de (1), (2) y (3), con por lo menos dos de (1), y uno

de (2) y de (3):

(1) Alteración cualitativa de la interacción social.

(2) Alteración cualitativa de la comunicación.

(3) Patrones de comportamiento, intereses y actividades restringidos,

repetitivos y estereotipados.

B. Retraso o funcionamiento anormal en por lo menos una de las siguientes áreas,

que aparece antes de los tres años de edad: (1) Interacción social, (2) Lenguaje

utilizado en la comunicación social, (3) Juego simbólico o imaginativo.

24
C. El trastorno se explica mejor por la presencia de un Trastorno de Rett o un

Trastorno Desintegrativo Infantil.

Con el avance de la investigación, el análisis, y viéndose conveniente la

modificación del entendimiento de algunos trastornos, el “Manual diagnóstico y

estadístico de los trastornos mentales” (DSM) publicaría su quinta novedosa

versión donde ya no encontramos a los “Trastornos generalizados del desarrollo”

propiamente dicho, sino que se hallaría la denominación “Trastorno del Espectro

Autista” entendiéndolo como un espectro y continuo de síntomas cuyo nivel de

gravedad o de afectación estaría directamente relacionado al nivel de ayuda que

esa persona debería recibir. En esta versión la triada de Wing es reducida a dos 2:

1. Déficit sociales y de comunicación.

2. Intereses fijos y comportamientos repetitivos.

Siendo los criterios de diagnóstico en el DSM-V (APA, 2014) los siguientes2:

Trastorno del Espectro del Autismo 299.00 (F84.0)

A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social

en diversos contextos, manifestado por lo siguiente, actualmente o por los

antecedentes (los ejemplo son ilustrativos pero no exhaustivos):

B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o

actividades, que se manifiestan en dos o más de las siguientes puntos,

actualmente o por lo antecedentes (los ejemplos son ilustrativos pero no

exhaustivos):

C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del período de

desarrollo (pero pueden no manifestarse totalmente hasta que la demanda

social supera las capacidades limitadas, o pueden estar enmascarados por

estrategias aprendidas en fases posteriores de la vida).

25
D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social,

laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual.

E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual

(trastorno del desarrollo intelectual) o por el retraso global del desarrollo. La

discapacidad intelectual y el trastorno del espectro del autismo con

frecuencia coinciden; para hacer diagnósticos de comorbilidades de un

trastorno del espectro del autismo y discapacidad intelectual, la

comunicación social ha de estar por debajo de lo previsto para el nivel

general de desarrollo.

La definición diagnóstica en el DSM-V especifica además, tres niveles de

gravedad en los síntomas en función al nivel de apoyo que la persona necesita,

siendo de grado 3 cuando se “necesita ayuda muy notable”, de grado 2 cuando se

“necesita ayuda notable” y de grado 1 cuando “necesita ayuda”.

1.6.2.2. Familia

A la familia se le conoce también como “grupo primario”, para Simon, Stierlin

y Wynne en 1988 (citado por Murueta en 2009), este es concebido como “el sistema

básico de referencias afectivas que le permiten a una persona encontrar su propio

significado personal, así como los significados de todo lo que le rodea y, por tanto,

encontrarle un determinado sentido a su vida y actividades cotidianas”31, 32.

Nardone, Giannotti, Rocchi 33, describen como aspectos significativos del

contexto familiar los siguientes:

- Se caracteriza como el ambiente pionero de las relaciones sociales para el

ser humano del cual depende un extenso periodo de tiempo.

26
- Es el ambiente social donde las mentes propias de adultos, padres o

apoderados establecen interacciones de manera continua con las mentes

en formación de los hijos; estas relaciones establecen intensos procesos de

modelado.

- Es en el presente contexto donde median las experiencias a través de

habituales interacciones, potentes y perdurable en el tiempo, creando un

elevado grado de dependencia entre las partes donde podrían evidenciarse

fuertes niveles de implicación, o por otro lado, de reprobación.

Así mismo, Escalante y López34 refieren que las relaciones familiares se

moldean a través de los siguientes elementos:

- Biológica, la familia tiene la función de conservar a la especie; es el elemento

nuclear de la sociedad y tiene la labor de establecer relaciones entre varón

y fémina con la finalidad de engendrar hijos y velar por su formación e

instrucción.

- Psicológica, estando la familia ligada para la satisfacción de las necesidades

afectivas de sus miembros.

- Social, generando afinidad, seguridad y posición. Es la familia el principal

agente de socialización en la que se trasmiten maneras de racionalizar,

percibir el mundo, engendrar la cultura, los valores y las diversas formas de

organización.

- Económica, donde se provee recursos materiales para la satisfacción de

necesidades materiales.

En sumida cuenta entendemos a la familia como el elemento nuclear de

interrelación social, siendo el más fuerte influente en las personas desde que llegan

al mundo, esto puede ser contrastado con los diversos estudios en nuestro medio,

27
donde se enfatiza la relevancia que tiene la familia como pilar psicosocial promotor

de factores protectores sociales como también de riesgo que traigan como

consecuencia dificultades de tipo interpersonal, emocional en el desarrollo de los

infantes, niños y adolescentes.

1.6.2.2.1. Tipos de familia

Como generalidad hay que referir que por patrón cultura se puede encontrar

con mayor frecuencia aquellas familias presididas por parejas desposadas en

primeras nupcias, quienes crían a sus hijos como únicos responsables de su

formación primaria (familias nucleares), seguido están aquellas que cuentan con

terceros, compuestos por otros parientes (familias extensas), hoy en día resultado

de la diversidad se han encontrado otros arreglos sociales35.

Según Benites36, debido a condiciones estructurales y sociales como se da

en el caso de migraciones, pobreza, abandono, desempleo, costumbre, entre otros)

se han ido agregando diferentes tipos de familia tales como: familia agregada,

donde los padres conviven sin haber contraído nupcias; familia monoparental

cuando un sólo miembro de la pareja asume la responsabilidad de los hijos (aquí

podrían entrar también aquellas parejas separadas o divorciadas); familia

reconstruida, es cuando los cónyuges inician una nueva relación después de

alguna separación o divorcio; familia homosexual; llegando los hijos por adopción

o procreación asistida; familia monofilial, conformada por hijos adultos conviviendo

con sus padres. El estilo de familia influye y genera patrones de conducta,

emociones y pensamientos adaptativos o según el clima familiar y estructura

existente en cada familia en particular.

28
1.6.2.2.2. Funciones de la familia

Al respecto, Escalante y López34 refieren que existen siete funciones básicas

y primordiales que debe cumplir la familia:

- Brindar identidad al menor. Cuando se llega al mundo, el ser humano no

sólo asimila las características físicas de los progenitores, sino que además

adopta a través de ellos todo un repertorio de hábitos, actitudes y

costumbres que le permitan reconocerlo como individuo particular. Se le

otorga de esta manera un sentido de pertenencia a través de un nombre, un

apellido, y una cultura.

- Ofrecer protección. Dado que los menores lo requieren de sus progenitores

o cuidadores para su supervivencia, es después de los años, que a través

de las experiencias va ganando independencia y autonomía.

- Desarrollar y establecer la seguridad básica. Esto a través de una oportuna

satisfacción de las necesidades primarias así como también de filiación a

través de una adecuada relación emocional y afectiva, trasmitiendo calidez,

contención y escucha en circunstancias que lo requieran.

- Brindar las primeras y más importantes experiencias sociales. Dado que la

familia es denominado el núcleo de la sociedad, es en ella donde los hijos

van adquiriendo las primeras habilidades sociales, desarrollando valores y

aprendiendo sobre la dicha de compartir con los demás.

- Dictar y determinar la introyección de normas sociales de convivencia. Se

adopta modelos de comportamiento en relación a los estímulos del contexto,

considerando en primera instancia a las interacciones que se mantienen con

29
los padres, con ellos se aprende lo que está permitido a nivel social y lo que

no.

- El aprendizaje de la expresión amorosa. A través del tiempo y del contacto

afectivo con los padres, el menor aprende no sólo a trasmitir necesidades

sino además de expresar cariño, sus emociones y sentimientos,

permitiéndole desarrollar relaciones afectivas significativas.

- Construir un filtro con el resto de la sociedad. El contexto en el hogar permite

al menor comparar su conducta con la de los demás; asimila lo que es

correcto y lo que no lo es, probando su comportamiento y a la vez

moldeándolos, asumiendo diversos grados de permisividad y/o

restrictividad.

Desde un punto de vista funcional, para Carpio 37 la normatividad y

convencionalidad de la socialización son manifestadas dentro de las interacciones

en la familia en manera de expectativas y demandas en afinidad a la conducta de

sus miembros, también como la asimilación de criterios de valoración moral de

aquellos comportamientos. De esta manera la familia impone criterios de:

- Ajuste, en relación a la colocación en tiempo y espacio del menor en

interacción con las precisiones espacio temporales de los escenarios

estimulantes (por ejemplo, delimitar ciclos de alimentación, sueño, higiene y

otros ritmos conductuales).

- Efectividad, asumido como la permuta práctica-efectiva que debe ser

conseguido por el niño como consecuencia de su interacción con el medio

(por ejemplo, la manipulación y alteración de objetos, la producción de

sonidos diferenciados del habla humana, etc.).

30
- Pertinencia, referido a la ejecución y emisión de comportamientos en el

momento y lugar adecuados (por ejemplo, reír o llorar en determinadas

situaciones y no en otras, hablar con “respeto” a los mayores, etc.)

- Congruencia, vinculado a la correspondencia funcional entre el decir y el

hacer del sujeto con el hacer y el decir de aquellos miembros que forman

parte del grupo social de referencia.

- Coherencia, vinculados al equilibrio funcional entre los distintos segmentos

o momentos del decir como práctica desligada de la situación concreta en

que se habla.

Tales criterios descritos tienen la atribución de diseñar y operar las

condiciones que benefician al menor en la consecución de las competencias

conductuales para su adecuada adaptación; se entiende competencia conductual

como “la organización funcional de distintas morfologías de respuesta en relación

con criterios de logros establecidos en la situación interactiva, y su evolución a lo

largo de distintos niveles de complejidad funcional conformando propiamente el

desarrollo psicológico humano” (Ribes y López, 1985) (Citado por Carpio et. al.,

2000)37.

1.6.2.2.3. Estilos de crianza

Al respecto, la propuesta de Baumrind (1973) (citado por Ramírez en 2005) 38

a través de sus investigaciones en preescolares y sus padres define dos

dimensiones claves: la aceptación y el control parental. Esto le permitiría conformar

la siguiente tipología de crianza:

31
- Estilo autoritario. Donde los niveles de control y de exigencia de madurez

son altamente ejercidos sobre los hijos, se representan bajos niveles de

comunicación y afecto, se evidencian rígidos castigos para la consecución

de disciplina y hay criterios de imposición en vez de diálogo.

- Estilo democrático. Aquí existen altos niveles de comunicación, control y

exigencias de madurez, evitando castigos y más bien buscando reforzar

comportamientos, se expresa razones, no rindiéndose a caprichos pero sí

buscando la comunicación con los hijos a través de la valoración de sus

emociones y sentimientos. Se está dispuesto a llegar a acuerdos con ellos.

- Estilo permisivo. Donde los niveles de control y exigencia de madurez son

mínimos y más bien permiten la autoorganización de los hijos, no exigiendo

normas, responsabilidades ni orden.

Nardone, Giannotti y Rocchi 33, encuentran en función a las interacciones entre

progenitores e hijos estilos periódicos de organización que traería como

consecuencia, dependiendo el contexto familiar, la asimilación de cualidades y

complicaciones:

- Hiperprotector. Ponerse en lugar de los hijos considerados frágiles o débiles.

- Democrática-permisivo. Padres e hijos son amigos, comprometiendo en

ocasiones el respeto el uno por el otro.

- Sacrificante. Los padres se sacrifican constantemente por dar el máximo a

los hijos y viceversa.

- Delegante. Los padres delegan a los demás su papel de guía a terceros.

- Autoritario. Los padres ejercen el poder de forma decidida y rígida, dando la

idea que el más fuerte es el que manda.

- Intermitente. Los miembros de la familia oscilan de un modelo al otro.

32
Así como es necesario que los padres requieran de un tiempo determinado

para equilibrar su relación y enriquecer elementos emocionales y afectivos a través

de charlas, paseos, explorar nuevas diversiones, desarrollar una comunicación

plena, eso mismo ocurre con los hijos, se requiere espacios para la convivencia

que propicien cierto grado de intimidad y confianza con los mismos, desarrollar la

escucha y compartir del día a día, buscando armonía y fraternidad.

Es significativo enfatizar la labor de la familia en la satisfacción de las

necesidades de sus miembros, además de la influencia que ejerce en el desarrollo

del individuo; esto mismo ocurre y con un mayor compromiso y responsabilidad en

personas que presentan algún tipo de discapacidad, de aquí la inquietud por

analizar las funciones y roles, en su prioridad, psicosociales que debería cumplir

un núcleo familiar a lo largo del desarrollo de una persona cuyo eje que la encamina

se basa en la complementariedad y el bienestar de cada miembro.

1.6.2.2.4. Familia y TEA

El ingreso de un bebé en la familia se traduce en una inmensa dicha, alegría,

felicidad, ya que cada miembro empieza a nutrir sus expectativas respecto a este

nuevo ser. Es normal que esta agradable sensación vaya acompañada de cierto

nivel de ansiedad y preocupación por las necesidades que pueda demandar el

pequeño, haciendo que, sobre todo los padres, empiecen a adquirir nuevos

conocimientos, competencias, habilidades y recursos que se necesitan para brindar

una adecuada crianza. La mayoría de estos elementos pueden ser transmitidos por

personas ya experimentadas como los abuelos, los tíos, amigos, o tal vez leyendo

33
algún libro de texto, viendo algún audiovisual, etc. Ya en la práctica misma, todo lo

anterior es retroalimentado.

En el caso de las familias con algún miembro con autismo, la sensación es

exactamente igual, los padres y familiares pasan por este proceso ya mencionado,

sin embargo en el trascurso del tiempo empiezan a percatarse de ciertas

peculiaridades en el desarrollo del pequeño como: excesiva tranquilidad, déficit en

la respuesta a estímulos sociales, movimientos estereotipados, la falta del deseo

de pedir alimento, dormir en exceso o no dormir nada, etc. Todo ello causa alarma

y genera que se abalancen a hacer la consulta oportuna al especialista de cabecera

con la intención de descubrir que es lo que podría estar causando estas conductas,

los padres desconocen que el niño podría presentar un trastorno y le brindan al

niño las pautas de crianza como si no tuviera la alteración, en concreto las

consecuencias serían notadas con intensidad en el tiempo.

Según Escribano24, 39, cuando se empieza a sospechar que algo no anda bien

con algún hijo, rápidamente un velo de ceguera mental recorre a las personas y se

niega una y cien veces que eso no esté pasando, ya que la realidad es que las

madres y los padres adoran a sus hijos y si se niega hasta el fondo que algo malo

ocurre, quizá eso deshaga ese mal que acecha a la familia.

La detección del autismo desde un punto de vista centrado en la localización

de indicadores de alarma, fue un asunto no prioritario para el sector salud, que a

pesar que desde su descubrimiento se ha tomado en cuenta la gravedad del

síndrome, se ha ido dejando a los mismos núcleos familiares la consecución de

información que les permita algún tipo de actuación oportuna para sus hijos 3.

Hoy por hoy, las investigaciones y las estadísticas hacen cambiar ese modo

de pensar, se tiene que empezar a generar los recursos pertinentes para una

34
atención adecuada a esta población, demandando a los profesionales de la salud

que se muestren debidamente capacitados para la detección, evaluación,

diagnóstico e intervención del trastorno. Que si bien en ocasiones la topografía

conductual del niño hace llegar a un diagnóstico presuntivo y dudoso, hay que

saber reconocer en qué áreas del desarrollo el menor se encuentra comprometido.

Basándose en las directrices de las prácticas recomendadas por Finke y

Drager en el 2005 (citado por Escribano, 2013) 39, se da unas pautas que pueden

apoyar a padres y profesionales en la toma de decisiones:

- Comenzar cuanto antes.

- Currículo con contenido funcional: cognición, comunicación, socialización,

autorregulación.

- Intervención en contextos naturales.

- Servicios y apoyos individualizados, pero no en soledad.

- Enseñanza sistemática.

- Entorno de aprendizaje estructurado y comprensible.

- Programar la inclusión y la participación social.

- Educación e implicación de la familia.

1.6.2.3. Calidad de vida

Para Carpio et. al37, resulta pertinente antes que nada mencionar que la

calidad de vida de un individuo se halla ligado íntimamente con el progreso

alcanzado por sus grupos de referencia, de este modo apuntar al grado de

desarrollo de una sociedad, pero no sólo a nivel macroeconómico de un país, sino

también, y de forma imprescindible, en función al estado que guarda la existencia

35
concreta de los individuos que la conforman. Desde este punto se puede decir que

se da acceso real a la satisfacción de necesidades físicas, biológicas y sociales, en

el contexto en que una persona se maneja.

Así para la OMS en 1997, en consenso define a la calidad de vida como “la

percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la

cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus

expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto que está

influido por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de

independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con el entorno” 40.

Por otro lado, para Ardila en el 2004, ofrece una definición integradora de

calidad de vida, la cual lo plantea como un “estado de satisfacción general, derivado

de la realización de las potencialidades de la persona. Posee aspectos subjetivos

y aspectos objetivos. Es una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico y

social. Incluye como aspectos subjetivos la intimidad, la expresión emocional, la

seguridad percibida, la productividad personal y la salud percibida. Como aspectos

objetivos el bienestar material, las relaciones armónicas con el ambiente físico y

social y con la comunidad, la salud objetivamente percibida” 41.

Para Carpio et. al, calidad de vida es entendida como “la resultante funcional

del estado conjunto de las condiciones biológicas, socio-culturales y psicológicas

de los individuos, estado que define el modo en que éstos se ajustan a las

situaciones cotidianas en que su comportamiento, como modo de existencia

práctica, tiene lugar, así como los resultados que dicho ajuste tiene sobre el

ambiente y sobre el propio organismo” 37.

Para este autor es posible, ubicar tres grandes dimensiones analíticas:

36
- En un primer grupo, referida elementalmente a una dimensión biomédica en

la que se ofrecen mecanismo con el fin de reunir su atención en la persona

como organismo, sus condiciones biológicas de existencia y operación,

generando de esta manera un modelo de intervención que vele por su salud,

la prevención de enfermedades, la cura y la rehabilitación.

- En un segundo grupo, donde se destina las orientaciones conceptuales

sobre calidad de vida ceñidamente relacionadas a los aspectos culturales

que rigen los mecanismos sociales que regularían la vida humana en los

diferentes episodios del desarrollo histórico expresados por ejemplo a través

normativas de la vida humana (trabajo, moral, derecho, arte, religión, etc.)

- El tercer elemento, es el psicológico, entendida como los procesos de

estructuración ontogenética de las competencias conductuales disponibles

y los estilos interactivos (modos invariantes de interacción que los individuos

efectúan sobre el contexto y sí mismos) que determinan el ajuste efectivo

del individuo a las situaciones que imponen criterio de logro específico.

1.6.2.3.1. Calidad de vida, discapacidad y TEA

El modelo más aceptado de calidad de vida para personas con discapacidad

es la propuesta por Shalock (citado por Verdugo en 2003), entendiendo calidad de

vida como un concepto que daría referencia a las “condiciones de vida deseadas

por una persona en relación con ocho necesidades fundamentales que representan

el núcleo de las dimensiones de la vida de cada uno: Bienestar emocional,

entendido como aquel bienestar psicológico general, disponer de un contexto

seguro y estable, sentirse valioso y a gusto consigo mismo y su ambiente;

37
Relaciones interpersonales, en consonancia a disponer de redes sociales y

relaciones satisfactorias con conocidos, amigos y familiares; Bienestar material,

enfocada en la oportunidad de contar con un trabajo estable y digno, disponer de

ingresos suficientes para cubrir las propias necesidades y contar con una vivienda

segura y confortable; Desarrollo personal, referida a la consecución dinámica de

conocimientos y habilidades que le permita una adecuada adaptación, acceder a

grados educativos y académicos, y verse envuelto en situaciones que le hagan

sentir a uno productivo; Bienestar físico, referido a la ausencia de enfermedad,

capacidad para poder realizar actividades de manera independiente gracias a

funciones sensoriales y de motilidad adecuadas, buena nutrición;

autodeterminación, vista como aquel grado de autonomía y control personal en

cuanto a decidir sobre la propia vida de manera responsable y enfocada en valores

y expectativas personales; inclusión social, enfocado en la calidad de derechos,

apoyos sociales, integración y participación a nivel comunidad; Derechos,

reconocimiento de sus derechos como persona y no discriminación por

discapacidad”42.

El término calidad de vida se conceptualiza con el propósito de alcanzar el

bienestar personal del individuo que posee algún tipo de discapacidad entendida

como un constructo social, es decir que se encuentra influenciado por las

interacciones íntimas, la vida familiar, las amistades, el trabajo, el vecindario, el

lugar de residencia, el hogar, la educación, la salud, el nivel de vida y la situación

del país42.

Tamarit (citado por Benites en 2010) 6 entiende que este modelo ofrece los

siguientes principios básicos para una vida de calidad para personas que cuentan

38
con alguna discapacidad, de las que deben darse a partir de políticas sociales y

prácticas profesionales pertinentes y oportunas.

- La calidad de vida en personas con algún tipo de discapacidad está

compuesta por los mismos factores, elementos y relaciones que cualquier

otra persona, asumiendo preferencias particulares y propias.

- La calidad de vida mejora cuando los individuos perciben que pueden asumir

responsabilidad de los eventos que influyen en su vida, teniendo autonomía,

autovalimiento y participando de las decisiones que se toman en relación

con ellas.

- La calidad de vida aumenta cuando se siente integrada e incluida en los

diversos grupos de referencia sociales.

- En consonancia a lo anterior, se encuentra el principio de afirmar que un

individuo presenta adecuada calidad de vida cuando puede satisfacer sus

necesidades básicas, las necesidades de filiación y el adecuado nivel de

independencias para asumir retos y alcanzar metas en los diversos

contextos: el hogar, la comunidad, la escuela y el trabajo.

Ya teniendo claro que la calidad de vida es un concepto multidimensional que

refiere a aspectos objetivos y subjetivos, y que se refleja en una percepción general

de bienestar o satisfacción42, se puede hacer mención que desde hace algunos

años en nuestro país se han operado una serie de cambios significativos para

mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad, estos se puede reflejar

en el contexto familiar, educativo, laboral, comunitario y legal, haciéndose notar en

los siguientes puntos6:

39
- Desde el punto de vista familiar, las escuelas para padres han posibilitado

una mejor comprensión y afrontamiento de parte de los padres y de la familia

a la problemática presencia de una persona discapacitada en el hogar.

- Desde la perspectiva educativa, los programas inclusivos reconocen la

necesidad y derecho de compartir con otros niños las experiencias

educativas que tienen los alumnos con discapacidad.

- A nivel comunitario, las personas con discapacidad pueden hacer uso de los

servicios con los que cuenta la comunidad (parques, transporte público,

centros recreativos, etc.)

- A nivel laboral, son capacitados e integrados en la actividad laboral ya sea

independiente o con el llamado empleo con apoyo.

- En el plano legal, se cuenta con la Ley General de la persona con

discapacidad, establece el régimen legal de protección, de atención de la

salud, trabajo, educación, rehabilitación, seguridad social y prevención, para

que la persona con discapacidad alcance su desarrollo e integración social,

económica y cultural; asimismo, se cuenta con el Consejo Nacional de

Integración de la Persona con Discapacidad y la Comisión Especial de

Estudio sobre la Discapacidad, del Congreso de la República.

Hoy, a pesar de los esfuerzos por cambiar la realidad de la población de

personas con discapacidad, estos parecen ser insuficientes, dado que aún se

siente el inconformismo de quienes al no ser aceptados de manera plena en

mayoría como miembros de la sociedad, y al no poder disfrutar de los privilegios y

derechos que la ley manda, se ha ido generando en el tiempo una sensación de

desesperanza y resentimiento.

40
De la misma forma ocurre con la población de personas con el trastorno del

espectro autista. Recientemente se ha aprobado el reglamento de la ley N° 30150,

Ley de Protección de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), dado

que por la severidad de sus síntomas comprometen ampliamente no sólo a ellos

como miembros de nuestra sociedad, sino también a sus familias quienes deben

afrontar día a día las variadas dificultades de su hijo, involucrándose en ocasiones

en conductas simples de autovalimiento, autodirección, independencia y vida

productiva, que son acompañadas además de la dificultad de expresar lo que

sienten a través de conductas típicas de su trastorno como negativismo,

aislamiento, rabietas, autoagresión, etc.

1.6.2.3.2. Calidad de vida familiar, discapacidad y TEA

A lo largo de los años ha existido una profunda sensibilización en el tema

relacionado a personas con discapacidad, todo esto gracias a la activa actuación

de ellos mismos, de los padres, de familiares, de los medios de comunicación, de

políticos, de profesionales y de gente comprometida con el tema, entendiendo que

como personas integrales, ellos y sus familias deberían recibir las atenciones

pertinentes para que puedan gozar y disfrutar de la vida como cualquier persona.

En base a ello, se puede percibir la evolución no sólo de un paradigma teórico

base a la persona con discapacidad y su familia, sino también en la estructuración

de adecuados servicios y apoyos para ellos.

Según Turnbull43, la discapacidad era vista de manera clásica como un déficit

que comprometía las actividades diarias y básicas de una persona. Desde este

41
punto de vista, lo que buscaban los diversos servicios de atención era “corregir”,

“arreglar”, “sanar” con el fin de mejorar su accionar en el medio.

Este modelo no sólo influía en las personas con discapacidad, si no también

se veía reflejado en sus familias. Turnbull, Turbiville y Turnbull en el 2000, (citado

por Turnbull en 2003)43 ofrecen tres ejemplos de los modelos servicios e

investigación del antiguo paradigma centrado en las familias:

1. El modelo psicoterapéutico. Este modelo tuvo gran relevancia entre los años

50 y 60, traduciendo la concepción de un niño con alguna discapacidad

como un evento trágico, por lo que había que trabajar con los padres para

que superen el malestar de tener un hijo deficiente.

2. El modelo de formación de los padres. En los años 70, el esquema cambia

y se empezaría a entender que los padres y la familia del niño con

discapacidad deberían tener un mayor protagonismo a través de la

enseñanza de estrategias y metodologías de intervención con el fin de

ayudar significativamente al menor en sus actividades diarias.

3. El modelo de implicación de los padres. Ya no solamente se empezaría a

formar a los padres sino que además se les involucraría en la toma de

decisiones educativas, brindándoles charlas y conversatorios sobre los

diversos programas educativos.

A través del arduo trabajo con personas con discapacidad, ya se ha

empezado a valorar elementos relacionados a su calidad de vida, no sólo a nivel

personal sino también familiar, asumiendo que el entendimiento de las

particularidades de este núcleo de referencia social son indispensables para el

desarrollo y desenvolvimiento no sólo del miembro que cuenta con la discapacidad

sino también de las personas allegadas a él. Ya no se pretende “arreglar” sus

42
deficiencias porque se empieza a tratar de entender a la discapacidad como un

continuo, en la que sus competencias y habilidades no se mantienen estables, si

no que a través de la experiencia van adquiriendo cualidades que les permitan un

cada vez más óptimo ajuste al contexto.

Este punto de vista para Córdoba, Gómez y Verdugo8, generaría abandonar

la perspectiva patológica y alentaría a la familia a reconocer no sólo puntos débiles

sino además sus puntos fuertes como contexto, y trabajar en ellos como un

potencial de desarrollo de capacidades. Esta concepción entendería a la familia

como una unidad de apoyo que retroalimenta a todos sus miembros.

Este modelo de calidad de vida centrado en la familia enfatiza la capacitación

funcional de la familia (empoderamiento).

Desde las premisas del modelo (Park y cols, 2002; Turnbull, 2003; citados

por: Verdugo, Rodríguez y Sainz 2012) precisaron que una familia experimenta

calidad de vida “cuando sus miembros tienen sus necesidades cubiertas, disfrutan

de su vida juntos y cuentan con oportunidad para perseguir y alcanzar metas que

son trascendentales para ellos”44. Desde esta concepción, se persigue la

capacitación de la familia para potenciar su protagonismo, su capacidad de

elección y su función de apoyo.

Como lo refieren Verdugo, Rodríguez y Sainz, “la planificación centrada en la

familia representa una metodología de trabajo que hace posible implicar

activamente a todos los miembros de la familia, reconociendo la importancia de sus

necesidades tanto a nivel individual como de la familia como un todo. Los

profesionales asumen un papel relevante en este proceso. Su rol se focaliza en

orientar a las familias para que adquieran las habilidades que les permitan lograr

su autodeterminación y no en asumir decisiones que a ellas les corresponden” 44

43
Desde este punto, y empezando a considerar la realidad de una persona con

autismo, para Benites en el 2010, “la familia constituye un elemento crucial en la

promoción de la calidad de vida de la persona con autismo, hay que considerarla

como un factor importante en nuestra actuación profesional, por lo que es necesario

brindarles apoyo, capacitación, asesoramiento y orientación” 6.

Según Benites los profesionales involucrados a una persona con TEA deben

tomar en consideración los siguientes aspectos con la intención de fortalecer su

práctica45:

1. Reconceptualizar la práctica profesional (más educativa y menos clínica) y

la ética psicológica.

2. Disponer y emplear estrategias y técnicas proactivas. Evitar el uso de

procedimientos invasivos y restrictivos.

3. Evaluar constantemente las consecuencias y efectos que tienen las

evaluaciones y los procedimientos de intervención y/o tratamiento.

4. Asumir la defensa individual y colectiva de la persona con autismo,

respetando los derechos que tienen como persona.

Riviere en 1997 (citado por Benites en 2010) 6 refiere que para ofrecer

recursos para el mejoramiento de la calidad de vida hay que considerar las

siguientes buenas prácticas:

1. Promover el bienestar emocional de la persona con TEA, disminuyendo sus

experiencias emocionales negativas de miedo, terror, ansiedad, frustración,

hostilidad, etc., e incrementando la probabilidad de emociones positivas de

serenidad, alegría, afecto positivo y autovaloración.

2. Aumentar la libertad, espontaneidad y flexibilidad de la acción, así como su

funcionalidad y eficacia. Para ello es importante disminuir la inflexible

44
adherencia a rutinas, rituales, estereotipias y contenidos obsesivos de

pensamiento o acciones compulsivas.

3. Promover la autonomía personal y las competencias de autocuidado,

disminuyendo así la dependencia de la persona con TEA e incrementando

sus posibilidades de que ésta se sienta bien y sea eficaz.

4. Desarrollar las competencias instrumentales de acción mediada y

significativa sobre el mundo y las capacidades simbólicas que aumentan sus

posibilidades de comunicación, autoconciencia y regulación significativa de

la acción propia.

5. Desarrollar destrezas cognitivas y de atención, que permitan una relación

más rica y compleja con la realidad circundante.

6. Aumentar la capacidad de la persona con TEA de asimilar y comprender las

interacciones humanas, dar sentido a las acciones y a las relaciones con

otras personas y promover su capacidad para interpretar las intenciones de

los demás.

7. Desarrollar las destrezas de aprendizaje, tales como las basadas en la

imitación, la identificación intersubjetiva, el aprendizaje observacional y

vicario, que permiten incorporar pautas culturales y beneficiarse de ellas.

8. Disminuir aquellas conductas que producen sufrimiento en el propio sujeto y

en los que le rodean, tales como las autoagresiones, agresiones a otros y

pautas destructivas, incrementando así las posibilidades de convivencia en

ambientes lo menos restrictivos posibles.

9. Desarrollar las competencias comunicativas.

45
10. Aumentar las capacidades que permiten interpretar significativamente el

mundo, disminuyendo el aspecto cognitivo que aísla a la persona autista y

la hace sufrir.

1.6.2.4. Resiliencia

La palabra “Resiliencia” se tomó de la metalurgia, física e ingeniería y la

designan según Becoña como “la capacidad que tienen los metales de recobrar su

forma original luego de haber sido sometidos a algún proceso de presión

deformadora” o “la propiedad de algunos materiales de recuperar su forma primitiva

cuando se deja de ejercer presión sobre ellos” 46.

Para Del Rio47, el primer concepto sobre el concepto de Resiliencia fue en el

año 1942 en la revista “The American Journal of phychiatric” por Mildred C.Scoville,

que refiere acerca de la increíble resistencia que los niños de la guerra presentaron

al encontrarse en situaciones peligrosas para sus vidas.

Por su parte, Richardson, Neieger, Jensen y Kumpfer en 1990, definen la

resiliencia como “el proceso de afrontar los eventos desgarradores, estresantes o

desafiantes y proporciona al individuo protección adicional y habilidades de

afrontamiento que no tenía antes de la ruptura que resultó de ese evento” 48. (Citado

por Mateu, et. al, 2010).

Por otro lado, Wagnild y Young en 1993, la definen como “la característica de

la personalidad que modera el efecto negativo del estrés y fomenta la

adaptación”49. Esta característica demuestra fuerza y vigor emocional que se ha

utilizado para describir a las personas que salen adelante a pesar de las situaciones

adversas de la vida.

46
Más reciente, Fergus y Zimmerman en el año 2005 (Citado por Becoña, 2006)

mencionan que la resiliencia “es el proceso que tienen las personas para

sobreponerse y afrontar las experiencias traumáticas, exposición de riesgo” 46.

También mencionan que para poseer resiliencia tiene que existir en las personas

tanto factores de riesgo como de protección que ayuden a conseguir un resultado

positivo o eviten uno negativo.

Riso en 2009 (citado por Sac, 2013), define resiliencia como “la capacidad

que poseemos las personas para enfrentar las adversidades de la vida, superarlas

y darles una connotación positiva y pese a lo que ocurra aprender de ellas” 50. Una

persona que es resiliente ve positivamente los problemas a pesar que está afectada

emocionalmente y esta acción contribuye a mantener una buena calidad de vida.

Antiguamente las investigaciones se dedicaron a encontrar las causas y los

efectos negativos que traían consigo tanto las enfermedades físicas como mentales

y los resultados de ellas eran un tanto desmotivantes, fue Werner (1982) quien dio

origen al concepto de Resiliencia. Werner y Smith (1982) (citado por Becoña,

2006)46 realizaron una investigación longitudinal a un grupo de personas desde su

etapa pre natal en 1995 hasta los 40 años de edad, muchos de ellos estaban

aparentemente pronosticados a presentar problemas en el futuro pero este estudio

demostró que a los 20 años, el 30% de la muestra no habían fracasado, al contrario

llegaron a ser exitosos en la vida y constituyeron familias estables. La investigadora

concluyó que todos los sujetos resilientes tenían, por lo menos una persona que

los aceptó en forma incondicional sin importar su temperamento, inteligencia o

aspecto físico. Ellos necesitaban sentirse autovalorados así como sentir que sus

esfuerzos y logros eran reconocidos y fomentados.

47
Wortman y Silver, en el 2002 (citado por Vera, Carbelo y Vecina, 2006)51

recopilaron datos empíricos acerca de los prejuicios y estereotipos que se tiene

acerca de las personas que han sido expuestas a traumas. Aportaron que una gran

cantidad de personas que sufren un daño irreparable, no se deprimen, es inevitable

no tener episodios de sufrimientos y el que éstas no existan no quiere decir que

vaya a desencadenarse algún trastorno. Así mismo, encontraron que un alto

porcentaje de personas salen fortalecidas de sucesos traumáticos y con daños

menores de lo ocurrido.

La resiliencia es un término útil en muchos aspectos y cada investigación

acerca de este concepto ha sido de mucha ayuda en nuestras prácticas

profesionales, uno de los aportes de este concepto es la idea de promover la

resiliencia en las personas, y sobre todo en las personas que se encuentran en un

estado de vulnerabilidad o expuestas a factores de riesgo. Esto aportaría en la

prevención y tratamiento de los problemas psicológicos.

1.6.2.4.1. Teorías de la resiliencia

Según García-Vesga y Dominguez-de la Ossa52, al analizar el desarrollo

conceptual de la resiliencia llegan al entendimiento que puede ser explicado en

función a la siguiente clasificación:

- Adaptabilidad: en el tiempo los seres humanos nos vemos inmersos ante

eventos severamente estresantes y acumulativos, por lo que se consideró

el criterio de adaptación positiva como factor explicativo de la resiliencia,

entendida como aquella expectativa de continuar con una baja

susceptibilidad frente a situaciones adversas; sin embargo, hoy en día se

48
pueden encontrar dos diferencias resaltantes entre ellas. La primera que en

la actualidad entendemos a la resiliencia en relación no sólo a factores de

riesgo sino además de factores protectores; y la segunda, es que un sujeto

resiliente no sólo busca verse invulnerable y resistente ante la situación sino

que se enfoca en llegar más adelante de donde estaba al momento del

percance, por lo que compromete una visión al futuro.

- Capacidad o habilidad: Se puede entender a la resiliencia también como una

capacidad humana universal para hacer frente a la adversidad, superarla y

ser modificado incluso por ella. En la presente teoría se da un resaltante

énfasis en el criterio ambiental.

- Conjunción de factores internos y externos: la resiliencia es entendida como

una parte del proceso evolutivo del ser humano, por lo que puede ser

promovida, reforzada, potenciada, y ello en base a la interacción entre los

atributos personales del individuo y su ambiente.

- Adaptación y también como procesos: En esta teoría se busca explicar el

criterio de adaptación de la resiliencia en función a varios factores y procesos

dinámicos, tales como factores ambientales, el temperamento, habilidades

cognitivas, mecanismos emocionales y socioculturales.

Teniendo en cuenta lo anterior, asumimos a la resiliencia como la capacidad

que tienen las personas para afrontar de una manera oportuna y positiva los

problemas de la vida, teniendo la certeza que cada dificultad, problema y frustración

de cualquier índole mantienen un propósito. Las personas resilientes son aquellas

que han aprendido a ver la vida en forma optimista, que toman los problemas como

retos, son personas que se sienten bien consigo mismas a pesar de la labilidad

emocional y de la situación adversa en la que se puedan encontrar.

49
1.6.2.4.2. Factores que promueven o facilitan la resiliencia

Debido a que la naturaleza de la resiliencia es compleja y multidimensional

que abarca factores individuales, del ambiente socio-cultural y familiares,

consideramos necesario mencionar los factores que las favorecen y promueven; a

estos los llamaremos “factores protectores” Werner (1989) y Durlack (1998) definen

los factores protectores como “una variable que disminuye la posibilidad de

consecuencias negativas en el desarrollo” (Citado por Panez en 2002) 53, 54


.

Dividiremos estos factores en dos grupos:

Factores internos:

- Autoestima: El niño con una adecuada autoestima tiene una apreciación que

es objetiva de sus limitaciones y sus aspectos positivos, pero se considera

valioso como persona. Este sentimiento de valía personal impulsa conductas

constructivas y permite tener la fuerza para salir adelante a pesar de los

problemas.

- Creatividad: Esta capacidad nos permite ver los problemas desde diferentes

puntos de vista y aporta soluciones variadas, nuevas y originales. Panez y

Silva (2002), mencionan que la para la persona creativa la adversidad toma

un carácter de reto que lo motiva para encontrar originales y novedosos

modos de transformarla en algo constructivo.

- Humor: Panez y Silva (2002) mencionan que el humor puede verse como un

recurso para aceptar los fracasos y mantener la tranquilidad y confianza

cuando las cosas no salen como se esperan y así transformar esa

experiencia difícil en una más soportable y manejable.

50
Factores externos:

- La familia: Es un factor primordial en la construcción de la resiliencia, esto

incluye a la familia nuclear, extensa, amigos, etc. Greenspan (citado por

Montenegro, 2007)55 enumera algunas condiciones familiares que favorecen

la resiliencia en niños y jóvenes. Dentro de las más relevantes podemos

mencionar: apoyo entre conyugues, estrategias familiares de afrontamiento,

responsabilidades compartidas en el hogar, redes familiares fuertemente

extendidas

- Comunidad: Son aquellas redes de apoyo externas como la que podemos

encontrar en amigos, vecinos, representantes sociales, grupos de apoyo,

iglesias, clubes, escuela, universidad, etc.

1.6.2.4.3. Resiliencia y familia

La familia es el núcleo primordial para la adquisición de recursos personales

a todos los niveles que permitirá a un individuo asimilar lo más saludablemente las

experiencias fuera de la misma. La resiliencia es parte de ese proceso dinámico

entendida en elementos bioquímicos, fisiológicos, cognitivos, afectivos, sociales y

culturales.

Según Ravazzola56, el estudio y análisis de la relación entre resiliencia y la

línea sistemática comienza cuando se incluye a las madres en el tratamiento al

notarse mayor disposición y refuerzo de recursos en ambos. Tradicionalmente los

profesionales entendían que era la madre quien hacía algo “malo” que producía la

enfermedad o trastorno en el niño. Hoy en día la resiliencia permite dar una visión

positiva ya que da una mirada en función a factores protectores con la posibilidad

51
de reconocer ciertos elementos usados por un individuo y quienes le rodean para

mejorar sus condiciones de vida.


56
Para Walsh (citado por Ravazzola) , sostiene que es indispensable en las

relaciones y redes familiares las siguientes prácticas:

- Actitudes demostrativas de apoyo emocional; entendido en las relaciones de

confirmación y confianza entre los protagonistas.

- Conversaciones en las que se comparten lógicas como acuerdos sobre

premios y métodos correctivos.

- Conversaciones donde se construyan significados compartidos de

situaciones aversivas o perjudiciales, con sentido dignificado para sus

protagonistas con la finalidad de establecer recursos de acción.

En la mayoría de los casos son los adultos experimentados como padres o

abuelos quienes poseen mayores capacidades y cualidades de adaptación y

afrontamiento, por lo que es relevante trasmitirlos a los menores a través de una

relación de confianza afianzada en la comunicación asertiva, humor, optimismo,

alegría, flexibilidad, entre otras.

1.6.2.4.4. Resiliencia y calidad de Vida

Resiliencia ha sido un término que nace al intentar dar respuesta a algunas

interrogantes generadas al estudiar las causas de psicopatologías. En el tiempo y

en base a distintas investigaciones hoy se logra entender a la resiliencia como un

elemento, recurso y capacidad que puede ser promovida para el mantenimiento de

la salud mental y la calidad de vida.

52
Para Grotberg, “el rol de la resiliencia es desarrollar la capacidad humana de

enfrentar, sobreponerse y de ser fortalecido e incluso transformado por las

experiencias de adversidad” 57. Esta idea supera el hecho de eludir o resistir los

sucesos o circunstancias adversas y considera la característica que tiene de

potenciarnos con el fin de responder cada vez con menos susceptibilidad a eventos

similares, es decir que reduciría la sensación de estrés, signos emocionales

negativos, ansiedad, depresión; y aumentaría la perseverancia, el optimismo, el

buen humor, la curiosidad. Ello enriquecería no sólo la salud y bienestar emocional

sino además aquella percepción que tenemos con respecto a la satisfacción de

nuestras propias necesidades traducida en calidad de vida.

1.6.3. DEFINICIÓN DE TÉRMINOS

- Trastorno del espectro autista: “Grupo de afecciones caracterizados por algún

grado de alteración del comportamiento social, la comunicación, el lenguaje y

por un repertorio de intereses y actividades restringido, estereotipado y

repetitivo”1.

- Calidad de vida familiar: “Grado en el que se colman las necesidades de los

miembros de la familia, el grado en el que disfrutan de su tiempo juntos y el

grado en que pueden hacer cosas que sean importantes para ellos”44.

- Interacción familiar44: se refiere a la relación que mantienen los miembros de la

familia y el clima emocional dentro de ella, incluye aspectos como el ambiente

interaccional, la comunicación, el apoyo mutuo y la flexibilidad en la

planificación.

53
- Papel de padres44: que evalúa la forma en que los adultos proveen orientación

o guía, disciplina y enseñanza a los menores del núcleo.

- Bienestar emocional 44: Estado de equilibrio entre las emociones, los

sentimientos y deseos en relación con la identidad personal y la relación entre

los miembros de la familia

- Bienestar físico y material 44: en relación a la salud biológica-orgánica,

condiciones básicas y contextos físicos en los que se desarrolla.

- Apoyos relacionados con la persona con TEA44: en conexión con los recursos

al alcance para el desarrollo y desenvolvimiento de la familia en el hogar,

colegio, trabajo, vecindario y comunidad.

- Resiliencia: “Una característica de la personalidad que modera el efecto

negativo del estrés y fomenta adaptación. Ello connota vigor o fibra emocional

y se ha utilizado para describir a personas que muestran valentía y

adaptabilidad ante los infortunios de la vida” 49.

1.7. FORMULACIÓN DE HIPÓTESIS

1.7.1. Hipótesis General

H01 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Hi1 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y

resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

54
1.7.2. Hipótesis Específicas

H02 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

Hi2 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

H03 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016.

Hi3 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

H04 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión bienestar emocional y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016

Hi4 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión bienestar emocional y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016.

55
H05 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de personas

con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Hi5 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016.

H06 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Hi6 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

1.8. VARIABLES DE INVESTIGACIÓN

Variable 1: Calidad de vida familiar

- Definición Conceptual: “Grado en el que se colman las necesidades de los

miembros de la familia, el grado en el que disfrutan de su tiempo juntos y el

grado en que pueden hacer cosas que sean importantes para ellos” 44.

- Definición Operacional: Entendido como el nivel de satisfacción alcanzado

en la interacción familiar, que es tanto apoyo recíproco y comunicación

existe entre los miembros de una familia; papel de padres, en cuanto al nivel

de compromiso para guiar y trasmitir conocimiento a los hijos; bienestar

56
emocional, en relación al nivel en que una persona se siente bien consigo

misma y con su entorno en contingencia con sus emociones y sentimientos;

bienestar físico material, en cuanto una familiar puede solventar sus

necesidades básicas de alimentación, vestido, educación y salud orgánica;

y apoyos relacionado a la persona con TEA, en conexión a cantidad de

recursos al alcance de la familia para el desarrollo personal de sus miembros

y social como grupo nuclear.

Variable 2: Resiliencia

- Definición Conceptual: “Una característica de la personalidad que modera el

efecto negativo del estrés y fomenta adaptación. Ello connota vigor o fibra

emocional y se ha utilizado para describir a personas que muestran valentía

y adaptabilidad ante los infortunios de la vida”49

- Definición Operacional: Nivel en que una persona cuenta con una

perspectiva balanceada de la propia vida y experiencias, entendida como

ecuanimidad; en que tanto se persiste ante la adversidad y el desaliento,

ubicada como perseverancia; aquella habilidad para creer en uno mismo,

asignada como confianza en uno mismo; comprensión del significado de la

vida, entendida como satisfacción personal; y que tan bien nos podemos

sentir solos y con sentido de libertad.

57
1.9. Operacionalización de variables

Operacionalización de la Variable 1: Calidad de vida familiar.

Dimensiones Indicadores Ítems Escala Rango

(1), (7), (10),


Dimensión Interacciones y (11), (12), Ordinal
Interacción relaciones a nivel (18).
familiar. familiar.
Muy
Compromiso insatisfecho
Dimensión paterno en la (2), (5), (8),
papel de consecución de (14), (17), Ordinal
padres. objetivos, metas (19)
Insatisfecho
y desarrollo de
tareas.

Neutral
Dimensión Satisfacción,
(3), (5), (9),
bienestar autoconcepto, Ordinal
(13)
emocional. ausencia de
estrés
Algo
satisfecho

Dimensión Salud, (6), (15), (16),


bienestar físico actividades de la (20), (21).
y material. vida diaria, Ordinal
atención
sanitaria, ocio, Muy
estatus satisfecho
económico,
empleo, vivienda.

Dimensión Apoyos externos (22), (23),


apoyos para progresar a (24), (25), Ordinal
relacionados nivel familiar, (26)
con la persona escuela, trabajo.
con TEA.

Fuente: Escala de Calidad de Vida Familiar.

58
Operacionalización de la Variable 2: Resiliencia.

Dimensiones Indicadores Ítems Escala Rango

Perspectiva
balanceada de la
propia vida,
Ecuanimidad tomar cosas (7), (8), (11), Ordinal
tranquilamente y (12)
moderando las
actitudes ante la Bajo
adversidad.

Sentirse bien Libertad, (5), (3), (19) Ordinal


solo autonomía. Inferior al
promedio

Confianza en sí Creer en uno (6), (9), (10), Ordinal


mismo mismo y (13), (17),
capacidades. (18), (24) Promedio

Superior al
Perseverancia Persistencia a la (1), (2), (4), Ordinal promedio
adversidad, (14), (15),
deseo de logro, (20), (23)
autodisciplina.
Alto

Satisfacción Comprensión del (16), (21), Ordinal


personal. Significado de la (22), (25)
vida, contribución
a ella.

Fuente: Escala de Resiliencia.

59
CAPÍTULO II

MÉTODO

2.1. TIPO, NIVEL Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN

2.1.1. Tipo de investigación

El estudio será de tipo cuantitativo porque “las variables de estudio fueron

medidos y las hipótesis fueron contrastados estadísticamente” 58; descriptivo

correlacional porque “se describieron las relaciones halladas ente las variables

investigadas”58; y transversal, porque “se describió la relación de dos variables en

un momento determinado”58.

60
2.1.2. Nivel de investigación

La presente investigación se encuentra dentro del nivel aplicado dado que se

“ha hecho uso de los conocimientos de la ciencia psicológica para resolver un

problema determinado”58.

2.1.3. Diseño de investigación

El diseño de investigación utilizado fue el correlacional, el cual busca “conocer

la relación o grado de asociación que existe entre dos o más conceptos, categorías

o variables en una muestra o contexto en particular” 58, “asocian mediante un patrón

predecible para un grupo o población” 58.

V1
Esquema

r
Ob.

V2
Descripción

Variables.

Variable 1: Calidad de vida familiar.

Variable 2: Resiliencia.

61
2.2. POBLACIÓN, MUESTRA Y TIPO DE MUESTREO

2.2.1. Población

La población fue conformada por padres y familiares de niños, jóvenes y

adultos con TEA que forman parte de la Asociación de Padres y Amigos de

Personas con Autismo del Perú (ASPAU-PERU). Esta es una institución civil sin

fines de lucro, unidos bajo el objetivo común de mejorar su atención y calidad de

vida, y lograr que sean integrados a la sociedad sin discriminación alguna, en

condiciones de respeto e igualdad de oportunidades.

2.2.2. Muestra

Tabla 1

Muestra de estudio procedentes de ASPAU-PERU.

Centro de Parientes de familiares con TEA TOTAL


aplicación
Asociación de
Padres y Amigos Masculino 11
con Autismo 60
(ASPAU-PERU) Femenino 49

2.2.3. Tipo de muestreo

Para el presente estudio la muestra será no probabilístico de tipo censal,

López (1998), refiere que “es aquella porción que representa toda la población”59.

62
2.3. TÉCNICAS INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS

- Entrevista personal

Siendo este un encuentro personal con cada miembro donde se aportan

ideas, actitudes y se tienen en cuenta aspectos verbales y no verbales. La

entrevista lleva un propósito definido, que dirige a que cada una de las partes

adopte roles específicos.

Rodríguez, Gil y García60 refieren que la entrevista es una técnica en la que

la persona (entrevistador) solicita información de otra (entrevistado), para obtener

datos sobre un problema aperturado, y sugiere la posibilidad de un intercambio

verbal.

Adicional a lo anterior, se utilizó una serie de instrumentos que fueron

seleccionados considerando su pertinencia teórica en relación a los objetivos de la

investigación permitiendo cubrir la información necesaria de cada una de las

variables objeto de estudio, el análisis fue complementado a partir de los datos

recogidos en el diálogo con los entrevistados respecto a la calidad de vida en

familias de personas con TEA.

- Escala de calidad de vida familiar

Es una adaptación al contexto español de la Family Quality of Life Survey

desarrollada en el Beach Center on Disability (2003) de la Universidad de Kansas

(EE.UU). El trabajo fue realizado por Verdugo, M.; Rodríguez A. y Sainz, F44 en el

Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO) de la Universidad de

63
Salamanca contando con la experiencia de varios años de utilización en contextos

profesionales y de investigación.

El instrumento es un cuestionario de 25 ítems que se adaptó y validó por

criterio de jueces en el contexto nacional para ser aplicados a la población

relacionada con el trastorno del espectro autista, elemento que aborda la presente

investigación.

Ficha técnica

Nombre: Escala de calidad de vida familiar.

Autores: Verdugo, M., Rodríguez, A. y Sainz, F. (2012).

Procedencia: España.

Administración: Individual o colectiva.

Duración: Aproximadamente de 30 a 40 minutos.

Aplicación: Para adolescentes y adultos.

Significación: La Escala evalúa las siguientes dimensiones de la calidad de vida

familiar: Interacción Familiar, Papel de Padres, Bienestar Emocional, Bienestar

Físico y Material, Apoyos relacionados con las personas con autismo.

Validez para la Escala de calidad de vida familiar

La validez de la prueba se efectuó mediante validez de contenido. Esta se

obtuvo mediante criterio de jueces haciendo uso del coeficiente V Aiken el cual

verifica si la muestra de ítems de un test cubre todos los aspectos relevantes de la

variable de estudio a ser medida. Encontramos que todos los ítems obtuvieron

64
coeficientes superiores al 0,80 que es el valor mínimo para ser aceptado, a

excepción de ítem 19 que debía ser modificado y el ítem 21 que se pidió ser

desglosado para una mayor precisión.

Después de los cambios pertinentes la prueba quedó constituida por 26 ítems,

a su vez en su reevaluación se obtuvo el valor total de 0.91 lo cual representa alto

criterio de validez.

Confiabilidad para la Escala de calidad de vida familiar

La confiabilidad de la prueba para el presente estudio se obtuvo a través de

la prueba Alfa de Cronbach, el cual un estadístico para obtener el nivel en que

covarían los ítems de la escala, la cual supone un indicador respecto a su

consistencia interna.

Tabla 2

Confiabilidad total de la prueba satisfacción de la escala de calidad de vida

familiar.

Fiabilidad de la escala total


Alfa de
Cronbach N de elementos
.807 6

Según la tabla 2, la confiabilidad cuando se incluye el Total, el índice alfa de

Cronbach es de 0.807. Se considera un índice de confiabilidad aceptable el de

0.750; en nuestro caso al ser superior indicaría un buen nivel de confiabilidad.

65
Tabla 3

Confiabilidad por componentes de la prueba satisfacción de la escala de

calidad de vida familiar.

Fiabilidad de la escala por


componentes
Alfa de
Cronbach N de elementos
.863 5

Según la tabla 3, la confiabilidad cuando se incluye sólo los componentes, el

índice alfa de Cronbach es de 0.863. Se considera un índice de confiabilidad

aceptable el de 0.750; en nuestro caso al ser superior indicaría un buen nivel de

confiabilidad.

- Escala de Resiliencia

Donde se obtendrá los niveles de resiliencia tomando con consideración ocho

dimensiones: Ecuanimidad, Sentirse bien solo, Confianza en sí mismo,

Perseverancia y Satisfacción. Asimismo, se considera una Escala Total.

Ficha técnica

Nombre: Escala de resiliencia.

Autores: Wagnild, G. y Young, H. (1993).

Procedencia: Estados Unidos.

Adaptación peruana: Novella (2002).

66
Administración: Individual o colectiva.

Duración: Aproximadamente de 25 a 30 minutos.

Aplicación: Para adolescentes y adultos.

Significación: La Escala evalúa las siguientes dimensiones de la resiliencia:

Ecuanimidad, Sentirse bien solo, Confianza en sí mismo, Perseverancia y

Satisfacción. Asimismo, considera una Escala Total.

Validez para la Escala de resiliencia

La validez de la escala de resilencia se efectuó mediante la validez de

contenido. La validez de contenido hace referencia respecto a sí el test una buena

base teórica que ratifique al diseño de la misma. Esta se realizó en nuestro país a

través del análisis de correlación ítem-test, utilizando el coeficiente producto-

momento de Pearson, observando que los ítems evaluados contribuyen al

constructo para la medición de la resiliencia a excepción de los ítems 7 (-0.0524),

11 (0.0435), 20 (-0.0484) y 22 (0.1675). Sugiriendo la consideración de este dato

para estudios posteriores.

Confiabilidad para la Escala de resiliencia

La confiabilidad de la prueba para el presente estudio se obtuvo a través de

la prueba Alfa de Cronbach, siendo un estadístico para obtener el nivel en que

covarían los ítems de la escala, la cual supone un indicador respecto a su

consistencia interna.

67
Tabla 4

Confiabilidad total de la escala de resiliencia.

Fiabilidad de la escala total


Alfa de
Cronbach N de elementos
.806 6

Según la tabla 4, la confiabilidad cuando se incluye el Total, el índice alfa de

Cronbach es de 0.806. Se considera un índice de confiabilidad aceptable el de

0.750; en nuestro caso al ser superior indicaría un buen nivel de confiabilidad.

2.4. PROCESAMIENTO DE DATOS

En el presente trabajo se utilizó para el tratamiento y análisis de los datos

obtenidos el programa IBM SPSS Statistics 23, implementando procedimientos

estadísticos descriptivos e inferenciales. Descriptivos como frecuencias, D.S.,

porcentajes, promedios, así mismo se hizo uso de tablas y figuras para representar

los resultados.

Para la contrastación de las hipótesis de estudio se hizo uso de la prueba de

coeficiente de correlación de Spearman. Para determinarlo previamente se analizó

la prueba Kolmogoroc-Smirnov que contrastó la normalidad de la población.

68
CAPÍTULO III

RESULTADOS

Seguido de la recopilación de datos a través de la metodología e instrumentos

descritos, procedemos al análisis de los mismos. Primeramente presentaremos los

datos de tipo demográfico obtenidos dentro de la entrevista en cuanto al sexo tanto

del evaluado como de su familiar con TEA con la finalidad de contextualizar el

estudio, en segunda instancia representaremos los datos correspondientes a las

tablas de contingencia que nos permitirá visualizar la variación en los niveles de las

variables de estudio; finalmente se interpretará la prueba de hipótesis tanto general

como específicas.

69
Resultados demográficos

Tabla 5

Frecuencia y porcentaje del sexo de los familiares de personas con TEA

encuestados en ASPAU-PERU, 2016.

Sexo de familiares encuestados


Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
acumulado
Masculino 11 18.3 18.3
Válidos Femenino 49 81.7 100
Total 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Figura 1. Frecuencia y porcentaje del sexo de los familiares de personas con TEA

encuestados en ASPAU-PERU, 2016.

En la tabla 5 y figura 1, se observa que la mayor frecuencia de encuestados

corresponde al sexo femenino representado en un 81.7%, por otro lado el sexo

masculino se encuentra representado en un 18.3%.

70
Tabla 6

Frecuencia y porcentaje del sexo de los parientes con TEA de los

encuestados en ASPAU-PERU, 2016.

Sexo de miembros con TEA


Porcentaje
Frecuencia Porcentaje
acumulado
Masculino 56 93.3 93.3
Válidos Femenino 4 6.7 100
Total 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Figura 2. Frecuencia y porcentaje del sexo de los parientes con TEA de los

encuestados en ASPAU-PERU, 2016.

En la tabla 6 y figura 2, se observa que la mayor frecuencia respecto al sexo

del familiar con TEA corresponde al sexo masculino representado en un 93.33%,

por otro lado el sexo femenino se encuentra representado por un 6.67%.

71
Resultados descriptivos

Tabla 7

Frecuencias y porcentajes de los niveles de satisfacción de la calidad de

vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-

PERU, 2016.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Total Alto 18 30 0 0 0 0 18 30
satisfacción Bajo 0 0 3 5 8 13 11 18
Medio 7 12 0 0 24 40 31 52
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Satisfacción de la calidad de vida familiar


60%
52%
50%

40%
30%
30%

20% 18%

10%

0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 3. Frecuencias y porcentajes de los niveles de satisfacción de la calidad de

vida familiar en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

72
En la tabla 7 y figura 3, se observa que la satisfacción media de la calidad de

vida familiar es la frecuencia más alta representado por el 52%, seguido de la

satisfacción alta con un 30%, y finalmente la satisfacción baja con un 18%.

Resiliencia
60%
53%
50%
42%
40%

30%

20%

10% 5%

0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 4. Frecuencias y porcentajes de los niveles de resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

En la tabla 7 y figura 4, se observa que la resiliencia a nivel medio es la

frecuencia más elevada y es correspondiente al 53% de la muestra, es seguida por

el nivel alto con un 42% y finalmente el nivel bajo con 5%.

73
Tabla 8

Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión interacción

familiar de la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Satisfacción. Alto 22 37 0 0 0 0 22 37
Interacción Bajo 0 0 3 5 9 15 12 20
Familiar Medio 3 5 0 0 23 38 26 43
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Interaccion familiar en la satisfaccion de la calidad


de vida familiar
50%
45% 43%
40% 37%
35%
30%
25% 20%
20%
15%
10%
5%
0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 5. Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión interacción

familiar de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

74
En la tabla 8 y figura 5 podemos apreciar en términos generales de la

dimensión interacción familiar de la calidad de vida familiar que el nivel medio es la

más alta con 43%, el nivel alto de satisfacción corresponde al 37% y el nivel bajo

está representado por un 20%. Apreciamos también que del nivel medio de

satisfacción (43%) el 38% posee nivel medio de resiliencia y sólo el 5% posee nivel

alto de resiliencia. Además podemos mencionar que del total de personas que

están dentro del nivel alto de satisfacción (37%) también poseen nivel alto de

resiliencia. Finalmente del 20% que está dentro de nivel de satisfacción bajo el 15%

posee nivel medio de resiliencia y el 5% posee nivel bajo de resiliencia.

Tabla 9

Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión papel de padres

de la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Satisfacción. Alto 25 42 0 0 1 2 26 43
Papel de Bajo 0 0 3 5 1 2 4 7
padres Medio 0 0 0 0 30 50 30 50
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

75
Papel de padres en la satisfaccion de la calidad de
vida familiar
60%
50%
50%
43%
40%

30%

20%

10% 7%

0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 6. Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión papel de padres

de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

En la tabla 9 y figura 6, podemos apreciar en términos generales de la

dimensión papel de padres de la calidad de vida familiar que el nivel medio es la

más elevada con 50%, el nivel alto de satisfacción corresponde al 43% y el nivel

bajo está representado por un 7%. Apreciamos también que el total dentro del nivel

medio de satisfacción (50%) también posee nivel medio de resiliencia. Finalmente

podemos mencionar que aquellas personas dentro del nivel alto de satisfacción

(43%) el 42% poseen nivel alto de resiliencia y sólo 1% posee nivel medio.

76
Tabla 10

Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión bienestar

emocional de la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Satisfacción. Alto 16 27 0 0 0 0 16 27
Bienestar Bajo 0 0 3 5 14 23 17 28
emocional Medio 9 15 0 0 18 30 27 45
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Bienestar emocional en la satisfaccion de la calidad


de vida familiar
50% 45%

40%

30% 27% 28%

20%

10%

0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 7. Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión bienestar

emocional de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

En la tabla 10 y figura 7, podemos apreciar respecto la dimensión bienestar

emocional de la calidad de vida familiar que el nivel medio es la más elevada con

45%, el nivel bajo de satisfacción corresponde al 28% y el nivel alto está

representado por un 27%. Apreciamos también que el total dentro del nivel medio

77
de satisfacción (45%) el 30% posee nivel medio de resiliencia y el 15% posee nivel

alto de resiliencia. Finalmente podemos mencionar que aquellas personas dentro

del nivel bajo de satisfacción (28%) el 25% poseen nivel medio de resiliencia y sólo

3% posee nivel bajo de resiliencia.

Tabla 11

Frecuencias y porcentajes de los niveles entre la dimensión bienestar físico

y material de la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Satisfacción. Alto 17 28 0 0 0 0 17 28
Bienestar Físico Bajo 0 0 3 5 9 15 12 20
y Material Medio 8 13 0 0 23 38 31 52
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Bienestar fisico y material de la satisfaccion de la


calidad de vida familiar
60%
52%
50%
40%
28%
30%
20%
20%
10%
0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 8. Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión bienestar físico

y material de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

78
En la tabla 11 y figura 8, podemos apreciar respecto la dimensión bienestar físico

y material de la calidad de vida familiar que el nivel medio es la más elevada con

52%, el nivel alto de satisfacción corresponde al 28% y el nivel bajo está

representado por un 20%. Apreciamos también que el total dentro del nivel medio

de satisfacción (52%) el 38% posee nivel medio de resiliencia y el 13% posee nivel

alto de resiliencia. Finalmente podemos mencionar que aquellas personas dentro

del nivel bajo de satisfacción (20%) el 15% poseen nivel medio de resiliencia y sólo

5% posee nivel bajo de resiliencia.

Tabla 12

Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión recursos o apoyos

relacionados con la persona con TEA de la satisfacción de la calidad de vida

familiar y resiliencia.

Total resiliencia
Alto Bajo Medio Total
fx % fx % fx % fx %
Satisfacción. Alto 25 42 0 0 3 5 28 47
Recursos y Bajo 0 0 3 5 6 10 9 15
Apoyos Medio 0 0 0 0 23 38 23 38
Total
25 42 3 5 32 53 60 100
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

79
Recursos y apoyos en la satisfaccion de la calidad
de vida familiar
50% 47%

40% 38%

30%

20% 15%
10%

0%
ALTO MEDIO BAJO
ALTO MEDIO BAJO

Figura 9. Frecuencias y porcentajes de los niveles de la dimensión recursos y

apoyos de la satisfacción de la calidad de vida familiar.

En la tabla 12 y figura 9, podemos apreciar respecto a la dimensión recursos

y apoyos relacionados con la persona con TEA de la calidad de vida familiar que el

nivel alto es la más elevada con 47%, el nivel medio de satisfacción corresponde

al 38% y el nivel bajo está representado por un 15%. Encontramos también que el

total dentro del nivel alto de satisfacción (47%) el 42% posee nivel alto de resiliencia

y el 5% posee nivel medio de resiliencia. Finalmente podemos mencionar que

aquellas personas dentro del nivel bajo de satisfacción (15%) el 10% poseen nivel

medio de resiliencia y sólo 5% posee nivel bajo de resiliencia.

80
Normalidad de la Población

Se hizo uso de la prueba de normalidad de Kolgomorov-Smirnov para hallar

la distribución de la muestra compuesta por 60 personas.

Tabla 13

Prueba de normalidad de los datos.

Prueba de Kolmogorov-Smirnov para una muestra


Sat. Sat. Sat. Sat. Bien.
Interac. Papel de Bien. Fis. Sat. Rec. TOTAL.
Famil Padres Emoc. Material Apoyo SATISF
N 60 60 60 60 60 60
Parámetros Media 23.67 21.75 13.02 23.03 15.85 97.32
normalesa,b Desv típica 4.664 5.332 3.629 4.017 2.904 16.845
Absoluta .107 .086 .127 .098 .121 .086
Diferencias
Positiva .088 .061 .127 .068 .088 .074
más extremas
Negativa -.107 -.086 -.065 -.098 -.121 -.086
Z de Kolmogorov-Smirnov .828 .670 .987 .763 .934 .662
Sig. asintót. (bilateral) .499 .760 .284 .605 .347 .773
a. La distribución de contraste es la Normal.
b. Se han calculado a partir de los datos.
Fuente: Población de ASPAU-PERÚ, 2016.

Según la tabla 13, podemos observar que la muestra hace alusión a una

distribución normal. Para el presente estudio se tomó la decisión de hacer uso del

Coeficiente de correlación de Spearman, una prueba no paramétrica dado que los


59, 62
test utilizados han sido diseñados en base a escalas de medición ordinal .

81
Prueba de Hipótesis

H01 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Hi1 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y

resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Tabla 14

Relación entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Satisfacción Resiliencia
total total
Coeficiente de
1.000 0.420**
Satisfacción correlación
total Sig. (bilateral) . 0.001
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0.420** 1.000
correlación
Resiliencia total
Sig. (bilateral) 0.001 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 14, nos permiten evidenciar

una correlación directa, moderada (r= 0.420) entre las variables satisfacción de la

calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel de significancia es 0.001 menor a

0,01 se acepta la hipótesis alternativa y se rechaza la hipótesis nula.

82
H02 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

Hi2 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

Tabla 15

Relación entre la dimensión interacción familiar de la satisfacción de la

calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERÚ, 2016.

Interacción
Resiliencia
Familiar
Coeficiente de
1.000 0,356**
Interacción correlación
familiar Sig. (bilateral) . 0.005
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0,356** 1.000
correlación
Resiliencia
Sig. (bilateral) 0.005 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 15, nos permiten evidenciar

una correlación directa, baja (r= 0.356) entre las variables interacción familiar de la

satisfacción de la calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel de significancia

es 0.005 menor a 0,01 se acepta la hipótesis alternativa y se rechaza la hipótesis

nula.

83
H03 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016.

Hi3 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERU, 2016.

Tabla 16

Relación entre la dimensión papel de padres de la satisfacción de la calidad

de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-

PERÚ, 2016.

Papel de
Resiliencia
padres
Coeficiente de
1.000 0,280*
Papel de correlación
padres Sig. (bilateral) . 0.031
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0,280* 1.000
correlación
Resiliencia
Sig. (bilateral) 0.031 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 16, nos permiten evidenciar

una correlación directa, baja (r= 0.280) entre las variables papel de padres de la

satisfacción de la calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel de significancia

es 0.031 menor a 0,05 se acepta la hipótesis alternativa y se rechaza la hipótesis

nula.

84
H04 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión bienestar emocional y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016

Hi4 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión bienestar emocional y resiliencia en familiares de personas con TEA

de ASPAU-PERU, 2016.

Tabla 17

Relación entre la dimensión bienestar emocional de la satisfacción de la

calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERÚ, 2016.

Bienestar
Resiliencia
emocional
Coeficiente de
1.000 0,416**
Bienestar correlación
emocional Sig. (bilateral) . 0.001
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0,416** 1.000
correlación
Resiliencia
Sig. (bilateral) 0.001 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 17, nos permiten evidenciar

una correlación directa, moderada (r= 0.416) entre las variables bienestar

emocional de la satisfacción de la calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel

85
de significancia es 0.001 menor a 0,01 se acepta la hipótesis alternativa y se

rechaza la hipótesis nula.

H05 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de personas

con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Hi5 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión bienestar físico y material y resiliencia en familiares de personas con

TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Tabla 18

Relación entre la dimensión bienestar físico y material de la satisfacción de

la calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de

ASPAU-PERÚ, 2016.

Bienestar
físico y Resiliencia
material
Coeficiente de
Bienestar 1.000 0.232
correlación
físico y
Sig. (bilateral) . 0.075
material
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0.232 1.000
correlación
Resiliencia
Sig. (bilateral) 0.075 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0,05 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

86
Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 18 nos permiten evidenciar

una correlación directa, baja (r= 0.232) entre las variables bienestar físico y

material de la satisfacción de la calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel de

significancia es 0.075 mayor a 0,05 se rechaza la hipótesis alternativa y se acepta

la hipótesis nula.

H06 No existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar

en la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Hi6 Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en

la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

Tabla 19

Relación entre la dimensión recursos o apoyos relacionados con la persona

con TEA de la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Recursos o
Resiliencia
apoyos
Coeficiente de
1.000 0,414**
Recursos o correlación
apoyos Sig. (bilateral) . 0.001
Rho de N 60 60
Spearman Coeficiente de
0,414** 1.000
correlación
Resiliencia
Sig. (bilateral) 0.001 .
N 60 60
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Fuente: Escala de calidad de vida familiar y Escala de Resiliencia.

87
Los resultados del análisis estadístico, de la tabla 19, nos permiten

evidenciar una correlación directa, moderada (r= 0.414) entre las variables recursos

o apoyos de la satisfacción de la calidad de vida y resiliencia; y dado que el nivel

de significancia es 0.001 menor a 0,01 se acepta la hipótesis alternativa y se

rechaza la hipótesis nula.

88
CAPÍTULO IV

ANÁLISIS Y DISCUSIÓN DE DATOS

A lo largo de los años han existido fuertes movimientos con la finalidad de

sensibilizar a la población en relación a las personas con discapacidad incluyendo

en ellas a personas con Trastorno del espectro autista, haciéndonos comprender

que como vidas humanas deberían gozar los mismos derechos que todos sin ser

excluidos de la sociedad. Esto ha generado que estudiosos vayan superando

paradigmas enfocados en el déficit, que desde una perspectiva patológica, inducían

que los servicios brindados en todos los sectores “corrigieran”, “arreglaran” o

“sanaran” a estas personas. Hoy desde un enfoque centrado en la familia (Park y

cols, 2002; Turnbull, 2003; Verdugo, Rodríguez y Sainz, 2012) se busca enfatizar

una capacitación funcional que se centre en los puntos fuertes como contexto y

trabajar con la familia como un potencial de desarrollo de capacidades tanto en

beneficio de las personas con discapacidad como también de quienes les rodean.

Desde la perspectiva anterior hablamos de nuestra primera variable de

estudio, calidad de vida familiar, en la que ya no nos centramos únicamente en

89
algún miembro específico de la familia sino de todos sus miembros como activos

interactuantes y definida como “Grado en el que se colman las necesidades de los

miembros de la familia, el grado en el que disfrutan de su tiempo juntos y el grado

en que pueden hacer cosas que sean importantes para ellos” 44.

Además, nuestra segunda variable, la resiliencia, asumida como aquella

característica del individuo que modera el efecto negativo del estrés y fomenta

adaptación. Ello connota vigor o fibra emocional y se ha utilizado para describir a

personas que muestran valentía y adaptabilidad ante los infortunios de la vida” 49.

Consideramos a ambos elementos como pilares centrales para la integración a la

sociedad, optimización y satisfacción de las necesidades de las familias que tienen

miembros con Trastorno del espectro autista.

La presente investigación tuvo como propósito principal determinar la relación

que existe entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en

familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

En relación a los resultados correspondientes para la hipótesis general, se

evidencia una correlación directa, moderada (r= 0.420) y significativa con un valor

de 0.001 < 0.01, por lo que se acepta la hipótesis alternativa que establece que

existe una relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y

resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016. Este índice

puede contrastarse con la conclusión propuesta por Alemán de León (2015) 15 quien

entiende que no todo lo relacionado a una persona con discapacidad se encuentra

acompañado de dolor y tristeza, sino que a través del tiempo, la adversidad

personal y social percibidos traen también beneficios en relación a la familia,

reforzando así su calidad de vida. Además, concordamos con Urbistondo (2009) 11

al proponer un estructurado programa de fortalecimiento de resiliencia familiar con

90
la finalidad de investigar su efecto en la calidad de vida en familias con personas

con TEA.

En términos descriptivos hallamos que la satisfacción media de la calidad de

vida familiar general es la más alta representada por el 52% de la muestra, seguido

de la satisfacción alta en un 30%, y finalmente la satisfacción baja en un 18%. En

el trabajo desarrollado por Vasilopoulou y Nisbet (2015) 19 se encuentra que la

calidad de vida en los padres de hijos con TEA es baja en comparación de familias

con hijos en desarrollo normal. Sería oportuno comparar alguna muestra similar a

la presentada en este trabajo, con alguna representación familiar con hijos en

desarrollo normal para analizar el impacto de tener un hijo con TEA en la calidad

de vida dentro del contexto nacional.

Con respecto a la resiliencia, se evidencia que el nivel medio es la frecuencia

más elevada correspondiente al 53% de la muestra, seguido del nivel alto con un

42% y finalmente el bajo con 5%. Estos resultados concuerdan con los hallados

por Chacón y Barroso (2006) 10, señalando que los padres de personas con TEA

poseen un nivel de resiliencia medio. Consideramos que aspectos probables

responsables de ello se encuentran en la perseverancia y constancia que van

adquiriendo las familias, dado que tener un familiar con TEA -dependiendo de la

intensidad de ayuda- requiere de un esfuerzo continuo para obtener resultados

concretos; cada intervención en relación a la adquisición, potencialización o

rehabilitación respecto a conductas de autovalimiento, lenguaje, desarrollo de la

comunicación y adaptación social pueden resultar travesías extensas que tienen

que ir en consonancia de una determinada estabilidad, confianza y madurez de

quienes se hacen cargo de estas personas.

91
Por otro lado, los objetivos específicos tuvieron por finalidad determinar la

relación existente entre las dimensiones de la calidad de vida familiar y la resiliencia

en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016.

Con respecto a la primera hipótesis específica, los resultados obtenidos

evidencian una correlación directa, baja (r= 0.356) y significativa con un valor de

0.005 < 0.01, por lo que se acepta la hipótesis alternativa que establece que existe

una relación significativa entre la dimensión interacción familiar de la satisfacción

de la calidad de vida y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-

PERÚ, 2016. Estos datos podrían mantener relación con el estudio realizado por

Mendoza (2014)23 quien señala que el optimismo percibido correlaciona con el

dominio de estrés “interacción disfuncional padre-hijo” (r= 0.37) que en términos

denominativos estaría en función a la concepción que manejan los padres en

cuento a los logros de sus progenies y aquellos incentivos que reciben de ellos

como cuidadores, perspectiva importante para el desarrollo del clima emocional y

optimización del ambiente interaccional de la familia. Por nuestra parte,

consideramos pertinente diferir entre el optimismo entendido más como una

expectativa o tendencia de las personas a esperar resultados positivos o negativos

en situaciones venideras; en cambio, la resiliencia se puede considerar como una

capacidad adquirida acompañada de variadas disposiciones que entre ellas bien

podrían tener en común con el optimismo, sin embargo no en aspectos generales.

Con respecto a la segunda hipótesis específica, los resultados evidencian una

correlación directa, baja (r= 0.280) y significativa con un valor de 0.031 < 0.05, por

lo que se acepta la hipótesis alternativa que establece que existe una relación

significativa entre la dimensión papel de padres de la satisfacción de la calidad de

vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ,

92
2016. Estos datos guardan relación con los datos obtenidos por Bueno, Cárdenas,

Pastor y Silva (2012)21, quienes señalan a través de su estudio representado por

padres de nuestro contexto nacional, el 53.3% presentó sentimientos de negación,

el 73.3% de madres tuvieron que dejar sus empleos para dedicarse lo más posible

al desarrollo de sus hijos, el 83% evidenció sentimientos de cariño a su hijo con

TEA, y finalmente, que la paciencia predominó en un 86.7%. Los presentes datos

evidencian el criterio de responsabilidad y preocupación que guardan los cónyuges

para con sus hijos, que si bien en un principio tener un hijo con TEA puede resultar

un reto diario lleno de frustraciones, concordamos con los investigadores citados al

referir que a pesar del estrés al que las familias se exponen, éstas desarrollan

cualidades que refuerzan la paciencia y la perseverancia.

Con respecto a la tercera hipótesis específica, los resultados evidencian una

correlación directa, moderada (r= 0.416) y significativa con un valor de 0.001 < 0.01,

por lo que se acepta la hipótesis alternativa que establece que existe una relación

significativa entre la dimensión bienestar emocional de la satisfacción de la calidad

de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ,

2016. A nivel descriptivo respecto de la dimensión tratada encontramos que el nivel

medio es la más elevada con 45%, el nivel bajo de satisfacción corresponde al 28%

y el nivel alto está representado por un 27%, de las cinco dimensiones propuestas

podríamos decir que la más disminuida en términos de calidad de vida familiar es

la presente. Estos resultados guardan en cierta medida relación con los resultados

propuestos por Pozo, Sarria y Méndez (2006)9; Merino, Martínez, Cuesta, García y

Pérez (2012)13; Mc Stay, Trembath y Dissanayeke (2014) 16, quienes realizaron

estudios en correspondencia al estrés en padres de personas con TEA,

encontrando que los niveles del mismo suelen ser elevados, mermando en el

93
tiempo en la salud mental y generando agotamiento emocional, por ello la

relevancia de establecer programas de que desarrollen competencias de

afrontamiento a la adversidad.

Con respecto a la cuarta hipótesis específica, los resultados evidencian una

correlación directa, baja (r= 0.232) y no significativa con un valor de 0.075 > 0.05,

por lo que se acepta la hipótesis nula que establece que no existe una relación

significativa entre la dimensión bienestar físico y material de la satisfacción de la

calidad de vida y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ,

2016. Ello probablemente debido a que el bienestar físico, orgánico y material

necesita de recursos tangibles directamente, más que patrones de comportamiento

adquiridos para ser satisfechos. Lo expresado de alguna manera guarda

consonancia con los estudios de Kuhlthau, Payakachat, Delahaye, Hurson y Pyne

(2014)17 y Arellano y Peralta (2013)14 quienes manifiestan que se ha identificado

dificultades a nivel de atención sanitaria tanto para las personas con TEA como

para sus familiares afectando de manera significativa en su calidad de vida en

comparación con poblaciones normativas.

Finalmente, respecto a la quinta hipótesis específica, los resultados

evidencian una correlación directa, moderada (r= 0.414) y significativa con un valor

de 0.001 < 0.01, por lo que se acepta la hipótesis alternativa que establece que

existe una relación significativa entre la dimensión recursos o apoyos de la

satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas

con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016. Ello guarda relación con el estudio de Marques

(2011)12 y de Hsiao (2015)18 quienes exponen que los apoyos a nivel educación y

social no siempre son satisfechos y son reconocidos por los padres como

importantes para la optimización de su calidad de vida. Ante esta idea

94
consideramos que la resiliencia lidia en la satisfacción de este aspecto, y que si

bien no siempre es satisfecha, la fortaleza personal permite sobrepasar en variadas

ocasiones aspectos sociales, en consonancia con ello no solamente habría que

promover la resiliencia como capacidad sino que además implementar programas

de inclusión para las personas con TEA y sus familias, y sensibilización para la

población.

95
CAPÍTULO V

CONCLUSIONES

1. Para la hipótesis general, el resultado del estadístico Rho de Spearman reporta

una correlación directa, moderada con un coeficiente de correlación r= 0.420, y

con un nivel de significancia de 0.001 menor a 0.01. Esto refiere que “Existe

relación significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar y

resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERÚ, 2016”.

2. Para la hipótesis específica que señala la relación entre la dimensión interacción

familiar de la calidad de vida familiar y resiliencia, el resultado del estadístico

Rho de Spearman evidencia una correlación directa, baja con un coeficiente de

correlación r= 0.356, y con un nivel de significancia de 0.005 menor a 0.01. Esto

refiere que “Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de

vida familiar en la dimensión interacción y resiliencia en familiares de personas

con TEA de ASPAU-PERU, 2016”.

96
3. Para la hipótesis específica que señala la relación entre la dimensión papel de

padres de la calidad de vida familiar y resiliencia, el resultado del estadístico

Rho de Spearman evidencia una correlación directa, baja con un coeficiente de

correlación r= 0.280, y con un nivel de significancia de 0.031 menor a 0.05. Esto

refiere que “Existe relación significativa entre la satisfacción de la calidad de

vida familiar en la dimensión papel de padres y resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016”.

4. Para la hipótesis específica que señala la relación entre la dimensión bienestar

emocional de la calidad de vida familiar y resiliencia, el resultado del estadístico

Rho de Spearman evidencia una correlación directa, moderada con un

coeficiente de correlación r= 0.416, y con un nivel de significancia de 0.001

menor a 0.01. Esto refiere que “Existe relación significativa entre la satisfacción

de la calidad de vida familiar en la dimensión bienestar emocional y resiliencia

en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016”.

5. Para la hipótesis específica que señala la relación entre la dimensión bienestar

físico y material de la calidad de vida familiar y resiliencia, el resultado del

estadístico Rho de Spearman evidencia una correlación directa, baja con un

coeficiente de correlación r= 0.232, y con un nivel de significancia de 0.075

mayor a 0.05. Esto refiere que “No existe relación significativa entre la

satisfacción de la calidad de vida familiar en la dimensión bienestar físico y

material y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU,

2016”.

6. Para la hipótesis específica que señala la relación entre la dimensión apoyos

relacionados con la persona con TEA de la calidad de vida familiar y la

resiliencia, el resultado del estadístico Rho de Spearman evidencia una

97
correlación directa, moderada con un coeficiente de correlación r= 0.414, y con

un nivel de significancia de 0.001 menor a 0.01. Esto refiere que “Existe relación

significativa entre la satisfacción de la calidad de vida familiar en la dimensión

apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en familiares de

personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

98
CAPÍTULO VI

RECOMENDACIONES

1. A los padres de ASPAU-PERÚ; fortalezcan su dinámica familiar a través de

actividades que disfruten juntos; además, optimicen la comunicación entre

ellos con la finalidad que todos puedan repartirse las responsabilidades que

se tornen en el hogar.

2. A padres de ASPAU- PERÚ; fortifiquen su relación de pareja, ello implica

tener objetivos y metas juntos, colaborar mutuamente en el cumplimiento de

las tareas, se contengan física y emocionalmente para que las

preocupaciones sean más llevaderas y la búsqueda de soluciones sean

factibles.

3. A las familias de personas con TEA; mantengan en lo posible una vida social

activa, alejados de barreras y prejuicios, para que así puedan encontrar

soporte a través de amigos y conocidos. Por ejemplo: participar en

actividades de la comunidad, iglesias, clubes, entre otras.

99
4. A las asociaciones y centros relacionados a personas con TEA; desarrollen

programas de capacitación y talleres centrados no sólo en el niño o joven

con la condición, sino también en sus familiares, ya que son espacios en los

que los que se pueden compartir dificultades y progresos del día a día, esto

promoverá un espacio de apoyo emocional, así como motivación para

afrontar los desafíos de manera activa y comprometida.

5. Unificación y trabajo cooperativo entre las asociaciones promotoras de

sensibilización y las diversas entidades gubernamentales con la finalidad de

optimizar los servicios a personas con TEA acordes a nuestra realidad

nacional.

6. Al Ministerio de Salud; optimizar la atención sanitaria a personas con TEA y

sus familias, desarrollando planes de aseguramiento integral en salud,

rehabilitación, acceso a medicamentos y certificación pertinente para el

oportuno registro al Consejo Nacional para la Integración de la Persona con

Discapacidad (CONADIS).

7. Al Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad

(CONADIS); incrementar los recursos y apoyos sociales para las familias de

miembros con TEA, para un mejor desarrollo familiar, educativo, laboral,

recreativo y vocacional.

8. A instituciones públicas y privadas en general; implementen programas de

intervención temprana a nivel psicológico, lenguaje, ocupacional y

pedagógico a personas con TEA, y así mismo, involucrar a sus familias en

cada uno de sus ámbitos de desarrollo.

9. A instituciones públicas y privadas en general; desarrollen actividades y

campañas de sensibilización y concientización tanto en trabajadores de

100
entidades públicas como en la población general que tengan como finalidad

unificar a la población enseñando el correcto trato a personas con TEA.

10. A profesionales en general, desarrollar investigación enfocado en personas

con TEA y quienes les rodean alejado del paradigma patológico y de déficit.

101
CAPÍTULO VII

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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111
CAPÍTULO VIII

ANEXOS

112
Cuestionario de Calidad de Vida

Cuéntenos CÓMO SE SIENTE CON SU VIDA COMO FAMILIA

Emplearemos la información que nos dé para sugerir mejoras en las políticas y servicios para las
personas con autismo y sus familias.
Su “familia” puede incluir a muchas personas – madre, padre, parejas, niños, tías, tíos, abuelos,
abuelas, etc.-. Considere su familia a las personas con las que se apoyan y cuidan de forma habitual,
y no piense como familia en parientes que se relacionan con ustedes sólo de vez en cuando.
Piense en la vida de su familia en los últimos seis meses.

Primer paso, MARQUE LA IMPORTANCIA:

o Si marca el 1está diciendo que es POCO IMPORTANTE.


o Si marca el 2  está diciendo que es ALGO IMPORTANTE.
o Si marca el 3  está diciendo que es IMPORTANTE.
o Si marca el 4  está diciendo que es BASTANTE IMPORTANTE.
o Si marca el 5  está diciendo que es IMPORTANTÍSIMO.

Segundo paso, MARQUE LA SATISFACCIÓN:

o Si marca el 1está diciendo que es MUY INSATISFECHO.


o Si marca el 2  está diciendo que es INSATISFECHO.
o Si marca el 3  está diciendo que es SATISFECHO.
o Si marca el 4  está diciendo que es BASTANTE SATISFECHO.
o Si marca el 5  está diciendo que es MUY SATISFECHO.

EJEMPLOS:

1 2 3 4 5

El 5 en IMPORTANCIA  indica que le parece importantísimo que su familia disfrute pasando del
tiempo junta.

1 2 33 4 5

El 3 en SATISFACCIÓN  indica que está satisfecho cómo su familia disfruta del tiempo que pasan
juntos.

113
Calidad de Vida Familiar
Importancia Satisfacción

Señale con un círculo la puntuación adecuada de 1


a5

1. Mi familia disfruta pasando el tiempo junta. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

2. Los miembros de mi familia ayudan a la/s


1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
personas/s con autismo a aprender a ser
independiente/s.
3. Mi familia cuenta con el apoyo necesario para 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
aliviar el estrés.
4. Los miembros de mi familia tienen amigos u 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
otras personas que le brinden su apoyo.
5. Los miembros de mi familia ayudan a la/s 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
personas/s con autismo con sus tareas.
6. En mi comunidad contamos con medios de 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
transporte para ir donde necesitamos.
7. Lo miembros de mi familia se expresan 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
abiertamente unos con otros.
8. Los miembros de mi familia enseñan a la/s
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
persona/s con autismo a llevarse bien con los
demás.
9. Los miembros de mi familia disponen de algún 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
tiempo para ellos mismos.
10. Mi familia resuelve unida los problemas. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

11. Los miembros de mi familia se apoyan unos a 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5


otros para alcanzar objetivos.
12. Los miembros de mi familia demuestran que se 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
quieren y preocupan unos por otros.
13. Mi familia cuenta con ayuda externa para
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
atender a las necesidades especiales de todos
los miembros de la familia.
14. Los adultos de mi familia enseñan a la persona
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
con autismo a tomar decisiones adecuadas y a
ser independientes.
15. Mi familia recibe asistencia médica cuando la 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
necesita.
16. Mi familia puede hacerse cargo de nuestros 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
gastos.
17. Los adultos de mi familia conocen a otras
personas que forman parte de la vida de la 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
persona con autismo como amigos,
compañeros, etc.
18. Mi familia es capaz de hacer frente a los 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
altibajos de la vida.

114
19. Los adultos de mi familia tienen tiempo para
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
ocuparse de las necesidades individuales de la
persona con autismo.
20. Mi familia recibe asistencia bucodental cuando 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
la necesita.
21. Mi familia se siente segura en casa. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

22. Mi familia se siente segura en el barrio. 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

23. El miembro de mi familia con autismo cuenta


1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
con apoyo para progresar en la escuela o
trabajo.
24. El miembro de mi familia con autismo cuenta 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
con apoyo para progresar en el hogar.
25. El miembro de mi familia con autismo cuenta 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
con apoyo para hacer amigos.
26. Las organizaciones que dan servicios al
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
miembro con autismo de nuestra familia
mantienen buenas relaciones con nosotros.

115
Escala de Resiliencia

Instrucciones: Marque en cada ítem el grado de acuerdo a su criterio.

Nº ITEMS Estar en desacuerdo Estar de acuerdo


1 Cuando planeo algo lo llevo a cabo 1 2 3 4 5 6 7
2 Por lo general consigo lo que 1 2 3 4 5 6 7
deseo por uno u otro modo
3 Me siento capaz de mí mismo (a) 1 2 3 4 5 6 7
más que nadie
4 Para mí, es importante 1 2 3 4 5 6 7
mantenerme interesado (a) en las
cosas
5 En caso que sea necesario, puedo 1 2 3 4 5 6 7
estar solo (a)
6 Me siento orgulloso (a) de haber 1 2 3 4 5 6 7
conseguido algunas cosas en mi
vida
7 Tomo las cosas sin mucha 1 2 3 4 5 6 7
importancia
8 Soy amigo (a) de mí mismo (a) 1 2 3 4 5 6 7
9 Me siento capaz de llevar varias 1 2 3 4 5 6 7
cosas a la vez
10 Soy decidido (a) 1 2 3 4 5 6 7
11 Rara vez me pregunto de que se 1 2 3 4 5 6 7
trata algo
12 Tomo las cosas día por día 1 2 3 4 5 6 7
13 Puedo sobrellevar tiempos 1 2 3 4 5 6 7
difíciles, porque ya he
experimentado lo que es la
dificultad
14 Tengo auto disciplina 1 2 3 4 5 6 7
15 Me mantengo interesado (a) en las 1 2 3 4 5 6 7
cosas
16 Por lo general encuentro de qué 1 2 3 4 5 6 7
reírme
17 Puedo sobrellevar el mal tiempo 1 2 3 4 5 6 7
por mí autoestima
18 Las personas pueden confiar en mí 1 2 3 4 5 6 7
en una emergencia
19 Puedo ver una situación desde 1 2 3 4 5 6 7
diferentes puntos de vista
20 Algunas veces me obligo a hacer 1 2 3 4 5 6 7
cosas aunque no lo deseo
21 Mi vida tiene un sentido 1 2 3 4 5 6 7
22 No me lamento de cosas por las 1 2 3 4 5 6 7
que no puedo hacer nada

116
23 Puedo salir airoso (a) de 1 2 3 4 5 6 7
situaciones difíciles
24 Tengo la energía suficiente para 1 2 3 4 5 6 7
llevar a cabo lo que tengo que
hacer
25 Acepto el que existan personas a 1 2 3 4 5 6 7
las que no agrado

Apellidos & Nombres: Fecha:

Edad:

Instrucciones: Marque en cada ítem el grado de acuerdo según su criterio

“MUCHAS GRACIAS”

117
Validez de contenido de la Escala Calidad de Vida Familiar por coeficiente V
de Aiken

JUECES TOTAL
ITEMS 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 A D V AIKEN
1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
2 0 1 1 1 1 1 1 1 1 1 9 1 0.9
3 0 1 0 1 1 1 1 1 1 1 8 2 0.8
4 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
5 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
6 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
7 1 1 1 0 1 1 1 1 1 1 9 1 0
8 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
9 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 9 1 0.9
10 1 0 1 1 0 1 1 1 1 1 8 2 0.8
11 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
12 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
13 1 1 1 1 0 1 1 1 1 1 9 1 0.9
14 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 9 1 0.9
15 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
16 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
17 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
18 1 1 1 0 0 1 1 1 1 1 8 2 0.8
19 0 0 0 0 1 1 1 0 1 1 5 5 1
20 1 1 1 1 1 1 1 0 1 1 9 1 0.9
21 1 0 1 1 1 1 1 1 1 1 9 1 0.9
22 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
23 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
24 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
25 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 10 0 1
TOTAL 232 18 22.8
V de Aiken Total 0.90

118
MATRIZ DE CONSISTENCIA
TÍTULO: Satisfacción de la calidad de vida familiar y resiliencia en familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016.

AUTORES: Castillo Paz, Jesús Alfredo; Olivares Montes, Jenny Esther.

PROBLEMA OBJETIVOS HIPÓTESIS VARIABLES E INDICADORES

Variable 1: Calidad de vida familiar.


Problema principal: ¿Cuál es la relación Objetivo general: Determinar la relación Hipótesis general: Existe relación
que existe entre la satisfacción de la que existe entre la satisfacción de la significativa entre la satisfacción de la
calidad de vida familiar y resiliencia en calidad de vida familiar y resiliencia en calidad de vida familiar y resiliencia en Niveles o
Dimensiones Indicadores Ítems
familiares de personas con TEA de familiares de personas con TEA de familiares de personas con TEA de rangos
ASPAU-PERÚ, 2016? ASPAU-PERÚ, 2016. ASPAU-PERÚ, 2016.
Dimensión Interacciones y (1), (7), (10), Muy
Problemas secundarios: Objetivos específicos: Hipótesis específicas:
Interacción relaciones a nivel (11), (12), (18). insatisfecho
familiar familiar
1. ¿Cuál es la relación que existe entre la 1. Determinar la relación que existe entre la 1. Existe relación significativa entre la
satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar
en la dimensión interacción y resiliencia en la dimensión interacción y resiliencia Dimensión papel Compromiso paterno
en la dimensión interacción y resiliencia
de padres en la consecución de (2), (5), (8), Insatisfecho
en familiares de personas con TEA de en familiares de personas con TEA de en familiares de personas con TEA de
objetivos, metas y (14), (17), (19)
ASPAU-PERU, 2016? ASPAU-PERU, 2016. ASPAU-PERU, 2016.
desarrollo de tareas.
2. ¿Cuál es la relación que existe entre la 2. Determinar la relación que existe entre la 2. Existe relación significativa entre la
satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar
en la dimensión papel de padres y en la dimensión papel de padres y en la dimensión papel de padres y Dimensión Satisfacción, Neutral
resiliencia en familiares de personas con resiliencia en familiares de personas con bienestar autoconcepto, (3), (5), (9),
resiliencia en familiares de personas con
TEA de ASPAU-PERU, 2016. TEA de ASPAU-PERU, 2016. emocional ausencia de estrés (13)
TEA de ASPAU-PERU, 2016?
3. ¿Cuál es la relación que existe entre la 3. Determinar la relación que existe entre la 3. Existe relación significativa entre la
satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar dimensión bienestar emocional de la
en la dimensión bienestar emocional y en la dimensión bienestar emocional y satisfacción de la calidad de vida familiar
resiliencia en familiares de personas con resiliencia en familiares de personas con y resiliencia en familiares de personas Dimensión Salud, actividades de (6), (15), (16), Algo
TEA de ASPAU-PERU, 2016? TEA de ASPAU-PERU, 2016. con TEA de ASPAU-PERU, 2016. bienestar físico y la vida diaria, (20), (21). satisfecho
4. ¿Cuál es la relación que existe entre la 4. Determinar la relación que existe entre la 4. Existe relación significativa entre la material atención sanitaria,
satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar satisfacción de la calidad de vida familiar ocio, estatus
en la dimensión bienestar físico y en la dimensión bienestar físico y material en la dimensión bienestar físico y económico, empleo,
material y resiliencia en familiares de y resiliencia en familiares de personas material y resiliencia en familiares de vivienda.
personas con TEA de ASPAU-PERU, con TEA de ASPAU-PERU, 2016. personas con TEA de ASPAU-PERU,
2016? 5. Determinar la relación que existe entre la 2016. (22), (23), (24), Muy
5. ¿Cuál es la relación que existe entre la satisfacción de la calidad de vida familiar 5. Existe relación significativa entre la Dimensión (25) satisfecho
satisfacción de la calidad de vida familiar en la dimensión apoyos relacionados con satisfacción de la calidad de vida familiar apoyos Apoyos externos
en la dimensión apoyos relacionados con la persona con TEA y resiliencia en en la dimensión apoyos relacionados relacionados con para progresar a
la persona con TEA y resiliencia en familiares de personas con TEA de con la persona con TEA y resiliencia en la personas con nivel familiar,
familiares de personas con TEA de ASPAU-PERU, 2016. familiares de personas con TEA de TEA escuela, trabajo.
ASPAU-PERU, 2016? ASPAU-PERU, 2016.
Variable 2: Resiliencia.

Niveles o
Dimensiones Indicadores Ítems
rangos

Perspectiva
balanceada de la
Ecuanimidad propia vida, tomar (7), (8), (11),
cosas tranquilamente (12)
y moderando las Bajo
actitudes ante la
adversidad.
(5), (3), (19)
Sentirse bien Libertad, autonomía. Inferior al
solo promedio

(6), (9), (10),


(13), (17), (18),
Confianza en sí Creer en uno mismo y (24) Promedio
mismo capacidades.

Persistencia a la (1), (2), (4), Superior al


Perseverancia adversidad, deseo de (14), (15), (20), promedio
logro, autodisciplina. (23)

Comprensión del
Satisfacción Alto
Significado de la (16), (21), (22),
personal
vida, contribución a (25)
ella.

TIPO Y DISEÑO DE INVESTIGACIÓN POBLACIÓN Y MUESTRA TÉCNICAS E INSTRUMENTOS ESTADÍSTICA A UTILIZAR

Variable 1: Calidad de Vida Familiar


TIPO: No experimental POBLACIÓN: Familiares de niños, jóvenes DESCRIPTIVA: Media, desviación estándar, varianza, frecuencia, porcentajes.
y adultos con TEA que forman parte de la Escala de calidad de vida familiar de
SEGÚN FINALIDAD: Básica Asociación de Padres y Amigos con INFERENCIAL: Coeficiente de correlación de Rho Spearman.
Verdugo, M.; Rodríguez, A. y Sainz, F.
Autismo (ASPAU-PERÚ) (2012).
SEGÚN CARACTER: Descriptiva.

124
SEGÚN ALCANCE TEMPORAL: TIPO DE MUESTRA: No probabilístico por Variable 2: Resiliencia
conveniencia.
Transversal. Escala de Resiliencia de Wagnild, G. y
TAMAÑO DE LA MUESTRA: La muestra Young, H. (1993).
SEGÚN LA ORIENTACIÓN: Orientada al estará constituida por 60 padres de familia.
descubrimiento.

DISEÑO: Correlacional.

125

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