Sie sind auf Seite 1von 11

SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 0110/2012

Sucre, 27 de abril de 2012

SALA SEGUNDA

Magistrado Relator: Dr. Gualberto Cusi Mamani

Acción de libertad

Expediente: 00202-2012-01-AL

Departamento: Santa Cruz

En revisión la Resolución 1 de 8 de febrero de 2012, cursante de fs. 26 vta. a 28 vta.,


pronunciada dentro de la acción de libertad interpuesta por Otto Andrés Ritter Méndez en
representación de Carlos Antonio Escalier Chávez contra Erwin Jiménez Paredes, Juez Cuarto
de Instrucción en lo Penal del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz.

I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA

I.1. Contenido de la demanda


Por memorial presentado el 7 de febrero de 2012, cursante de fs. 19 a 20 vta., el accionante,
por su representado, expone los siguientes fundamentos de hecho y derecho:

I.1.1. Hechos que motivan la acción

Carlos Antonio Escalier Chávez se encuentra ilegalmente detenido a consecuencia de una


denuncia interpuesta en su contra por la supuesta comisión del delito de lesiones gravísimas;
motivo por el cual solicitó la cesación de la medida cautelar impuesta, petición que fue negada
y confirmada en apelación, motivando la interposición de una acción de libertad, que le resultó
desfavorable.

Por todo ello, interpuso nueva solicitud de cesación a la detención preventiva el 20 de enero
de 2012, al Juez ahora demandado, quien no señaló oportunamente audiencia, por lo que el 2
de febrero del mismo año, pidió se pronuncie al efecto; sin embargo, el expediente recién salió
de despacho el 6 de igual mes y año, oportunidad en la que constató con sorpresa, que el
verificativo de la audiencia recién sería para el 29 de ese mes y año, actitud con la cual el Juez
incurrió en actos de denegación de justicia pronta y oportuna con demoras y dilaciones
injustificadas, manteniéndose de esa manera su detención indebida.

I.1.2. Derecho, garantías y principios supuestamente vulnerados

El accionante estima lesionado el derecho a la libertad de su representado; así como las


garantías al debido proceso y a una justicia pronta y oportuna; y los principios constitucionales
de presunción de inocencia y de aplicación de la ley más favorable, citando al efecto los arts.
21.7, 22 y 23 de la Constitución Política del Estado (CPE).

I.1.3. Petitorio
Con esos antecedentes, solicita se conceda tutela a favor de su representado y se ordene al
Juez demandado el señalamiento de audiencia de cesación de su detención preventiva,
debiendo la misma ser llevada a cabo dentro de los “siguientes cinco días” (sic).

I.2. Audiencia y resolución del Tribunal de garantías

Efectuada la audiencia pública el 8 de febrero de 2012, con la única presencia de la parte


accionante, según consta en el acta cursante de fs. 25 a 26 vta., se produjeron los siguientes
actuados:

I.2.1. Ratificación de la acción

El abogado del accionante ratificó el tenor integro de la demanda.

I.2.2. Informe de la autoridad demandada

Erwin Jiménez Paredes, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, no asistió a la audiencia, sin
embargo presentó informe escrito cursante a fs. 24 donde señala: a) La falta de señalamiento
de audiencia en forma oportuna obedece al hecho de que el cuaderno procesal se encontraba
en “Sala” para resolver el recurso de apelación interpuesto por el mismo imputado contra la
Resolución de medidas cautelares; b) Devuelto el cuaderno procesal el 26 de enero del año en
curso, fue radicado mediante providencia del día siguiente, ingresando a despacho en forma
inmediata, señalándose el 30 de ese mes y año audiencia para el 29 de febrero de 2012; c) Lo
anterior, a consecuencia de la recargada agenda procesal que tiene en su juzgado, que sumada
a los feriados de carnaval, imposibilitaron señalarla de manera antelada; y, d) El señalar de
forma inmediata la realización del actuado requerido iría contra los intereses de otros
litigantes, vulnerando el principio de igualdad de las partes.

I.2.3. Resolución
La Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz, constituido en
Tribunal de garantías, mediante Resolución 1 de 8 de febrero de 2012, cursante de fs. 26 vta. a
28 vta., concedió la tutela solicitada, disponiendo que la autoridad accionada señale audiencia
en un plazo menor al fijado, readecuando a tal efecto su agenda sin afectar los intereses de
otros procesados. La Resolución fue emitida con el fundamento que si bien, de acuerdo al art.
125 de la CPE, en el caso de autos no se cumpliría con ninguno de los requisitos para
demandar la acción, por cuanto el accionante “no está ilegalmente perseguido, procesado o
privado de su libertad personal” (sic); sin embargo, estaría sujeto a control jurisdiccional
relacionado con el principio de celeridad procesal, pues de acuerdo a la jurisprudencia
constitucional, la celebración de la audiencia de cesación de la detención preventiva debe
fijarse dentro de un plazo razonable, situación que no sucedió en el presente caso, no por un
actitud dolosa del Juez ahora demandado, sino de forma involuntaria.

II. CONCLUSIONES

De la atenta revisión y compulsa de los antecedentes que cursan en obrados, se establece lo


siguiente:

II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Carlos Antonio
Escalier Chávez, éste solicitó al Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal la cesación de su
detención preventiva, mediante memorial presentado el 20 de enero de 2012, pidiendo se
señale día y hora de audiencia (fs. 2 y vta.).
II.2. El Juez demandado por proveído de 30 de enero de 2012, señaló audiencia de cesación
a la detención preventiva del imputado, ahora accionante, para el miércoles 29 de febrero de
2012, a horas 9:30 (fs. 3).

II.3. Por memorial presentado el 1 de febrero de 2012, el accionante reiteró su solicitud de


señalamiento de día y hora de audiencia, a lo que el Juez demandado dispuso se esté a la
providencia de 30 del mismo mes y año (fs. 4 y vta.).

III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO

El accionante denuncia la vulneración del derecho a la libertad de su representado, así como


las garantías constitucionales al debido proceso, justicia pronta y oportuna, además de los
principios de presunción de inocencia y aplicación de la ley más favorable aduciendo que al
encontrarse detenido preventivamente dentro del proceso penal que se le sigue por el delito
de lesiones gravísimas, el 20 de enero de 2012 solicitó la cesación de la medida cautelar, a lo
que el Juez demandado señaló audiencia recién para el 29 de febrero de 2012; es decir, a más
de un mes de impetrada su solicitud, incurriendo con ello en denegación de justicia pronta y
oportuna. En consecuencia, corresponde en revisión, verificar si tales extremos son evidentes,
a fin de conceder o denegar la tutela solicitada.

III.1. Naturaleza y alcances de la acción de libertad

De acuerdo al nuevo orden constitucional, el art. 125 de la CPE, ha previsto la acción de


libertad como una garantía constitucional de carácter jurisdiccional que tiene por finalidad la
protección a la libertad personal, frente a una persecución, detención, procesamiento o prisión
ilegal o indebida, ampliando su carácter protectivo al derecho a la vida cuando ésta se
encuentra vinculada con el derecho a la libertad. En este sentido, dicha norma constitucional
ha previsto que: “Toda persona que considere que su vida está en peligro, que es ilegalmente
perseguida, o que es indebidamente procesada o privada de libertad personal, podrá
interponer Acción de Libertad y acudir, de manera oral o escrita, por sí o por cualquiera a su
nombre y sin ninguna formalidad procesal ante cualquier juez o tribunal competente en
materia penal, y solicitará que se guarde tutela a su vida, cese la persecución indebida, se
restablezcan las formalidades legales o se restituya su derecho a la libertad”.
La finalidad de la acción de libertad no es otra que proteger y restablecer el derecho a la
libertad física y resguardar el derecho a la vida cuando se encuentra en peligro, por cuya razón
se constituye en una acción tutelar preventiva, correctiva y reparadora.

III.2. De la celeridad en la tramitación de solicitudes de cesación a la detención preventiva

La Convención Americana sobre Derechos Humanos en el art. 8.1, determina que toda
persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable por
un juez o tribunal competente, independiente e imparcial. Asimismo, el art. 14.3.c del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, consagra el derecho de toda persona acusada de
un delito a ser juzgada sin dilaciones indebidas.

En este entendido, se advierte que estos Tratados integrantes del bloque de


constitucionalidad (art. 410.II de la CPE), regulan dentro del debido proceso el derecho del
imputado a ser juzgado en un plazo razonable que no exceda límites temporales muy notorios
que puedan ser considerados injustificables; pues el juzgador tiene el “deber” de resolver los
casos sometidos a su consideración de manera diligente, mucho más cuando está de por
medio la libertad de las personas; por lo que el juez, aparte de considerar la seguridad
personal del imputado y la presunción de inocencia, debe tener presente que la libertad es la
regla y la detención es la excepción; de ahí la necesidad de atender con la debida prontitud el
beneficio de cesación de la detención preventiva en los procesos en los que el imputado se
encuentra detenido.

En el Estado Plurinacional Boliviano, la Norma Fundamental consagra determinados


derechos estatuidos con la finalidad de limitar el poder del Estado, ya exigiendo una
abstención o asignando un deber de prestación. Dentro del derecho penal, la Constitución
Política del Estado ofrece un sistema de control ante los órganos jurisdiccionales, por tal
motivo ha incorporado una variedad de principios, encontrándose entre ellos el de la
“celeridad”, que obliga a que el imputado sea juzgado dentro de un plazo razonable.

En el nuevo y vigente orden constitucional, el art. 115 de la CPE, determina la protección


oportuna y efectiva de las partes por el órgano jurisdiccional en el ejercicio de sus derechos e
intereses legítimos, así como garantiza el derecho al debido proceso, a la defensa y a una
justicia plural, pronta, oportuna, gratuita, transparente y sin dilaciones; precepto
constitucional que se sustenta, conforme se anotó, en el principio de celeridad, previsto por el
art. 180.I cuando señala: “La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios procesales
de gratuidad, publicidad, transparencia, oralidad, celeridad, probidad, honestidad, legalidad,
eficacia, eficiencia, accesibilidad, inmediatez, verdad material, debido proceso e igualdad de
las partes ante el juez”; en consecuencia, la celeridad, es entre otros requisitos, la exigencia
esencial de la administración de justicia y, es por ello, que la Ley del Órgano Judicial, en su art.
3.7. adopta este principio el cual “comprende el ejercicio oportuno y sin dilaciones en la
administración de justicia”.

En materia procesal, el art. 133 del Código de Procedimiento Penal (CPP) señala que
todo proceso tendrá una duración máxima de tres años, contados desde el primer acto del
procedimiento, salvo el caso de rebeldía; determinando, por otro lado, en el art. 135 del
mismo Código, la responsabilidad disciplinaria por retardación de justicia, por lo que a fin de
evitar dicha dilación señala en la mayor parte de los casos y en forma expresa, los plazos en
que debe desarrollarse los diferentes actuados procesales, tales, por ejemplo, el de dictar las
providencias de mero trámite dentro de las veinticuatro horas de la presentación de los actos
que las motivan, de donde se advierte que en caso de no dictarse dentro de dicho plazo se
incurre en una dilación indebida, que puede provocar la restricción a la libertad personal.

En el entendido que el derecho a un proceso sin dilaciones indebidas constituye una


garantía, el Tribunal Constitucional Plurinacional considera que una demora injustificada e
irrazonable en la tramitación del proceso penal, implica el desconocimiento de la garantía del
debido proceso y la violación del principio de celeridad procesal, que puede dar lugar incluso, a
la conclusión del proceso cuando los jueces y tribunales de justicia no dirigen e impulsan su
tramitación hacia su conclusión dentro de un plazo razonable; toda vez que ellos tienen la
obligación de dirigir el proceso y concluir el mismo en tiempo oportuno y conforme a ley, pues
obrar en forma tardía o lenta en contra de las normas estatuidas no es administrar justicia; por
lo que el impulso procesal, entendido como la acción de llevar adelante el proceso hacia la
sentencia definitiva, no es de responsabilidad exclusiva de las partes litigantes, sino
principalmente de los propios órganos jurisdiccionales, cuyo incumplimiento da lugar a la
retardación de justicia, lo cual amerita se adopten las medidas necesarias encaminadas a evitar
la paralización del proceso o su dilación indebida a través de la ejecución de actuados
procesales en plazos demasiados prolongados, cuando, por ejemplo, no están expresamente
normados en nuestra economía procesal, tal como ocurre en los señalamientos de audiencias
para considerar el beneficio de la cesación de la detención preventiva.

III.3. Audiencia para considerar el beneficio de cesación de la detención preventiva


El art. 178.I de la CPE., señala que la potestad de impartir justicia emana del pueblo
boliviano y se sustenta, entre otros, en el principio de celeridad; por lo que, ante la ausencia
de una disposición legal que fije un plazo en el que debe realizarse la audiencia de cesación de
la detención preventiva, se debe aplicar los arts. 22, 23.I y 180.I de la CPE, relativas a la libertad
y celeridad.

Si bien las SSCC 1115/2011-R, 1130/2011-R, 1150/2011-R y 1179/2011-R, entre otras,


coinciden en señalar que las autoridades que conozcan las solicitudes de cesación de la
detención preventiva, tienen la obligación de tramitarlas con la mayor celeridad posible, o
cuando menos dentro de plazos razonables, mas su aplicabilidad en la praxis no ha sido objeto
de cumplimiento de parte de los juzgadores, lo cual amerita que la frase “plazo razonable”,
tratándose de señalamientos de día y hora de audiencia para considerar este beneficio, debe
ser conceptuada como un término brevísimo, de tres días hábiles como máximo, pues el
imputado se encuentra privado de su libertad. En este entendido, el plazo razonable para la
realización de la audiencia de análisis, consideración y resolución del beneficio de la cesación
de la detención preventiva, será el término máximo antes señalado, incluidas las notificaciones
pertinentes, lo contrario constituye vulneración del derecho a la libertad, en el entendido en
que los jueces no pueden obrar contra los derechos fundamentales de las personas privadas
de libertad (art. 73 y ss de la CPE), bajo el argumento de existencia de “sobrecarga procesal”
para justificar una negligencia e incumplimiento de un deber de servicio a la sociedad.

Por otra parte, ante la inexistencia de un plazo específico determinado por ley para que
el juez señale día y hora de audiencia para considerar la cesación de la detención preventiva,
es necesario establecer que el memorial de solicitud, debe ser providenciado
indefectiblemente dentro de las veinticuatro horas de su presentación, conforme dispone el
art. 132 inc. 1) del CPP, al tratarse de una providencia de mero trámite. En este entendido,
habrá lesión del derecho a la libertad cuando existe demora o dilación indebida al no emitirse
el decreto pertinente de señalamiento de este actuado procesal dentro del referido plazo, bajo
sanción disciplinaria a imponerse al juzgador en caso de incumplimiento.

Lo anterior, constituye una modulación de la sub regla establecida en el inc. b) del


Fundamento Jurídico III.3 de la SC 0078/2010-R de 3 de mayo, en cuanto al plazo para fijar
audiencia, el que queda determinado en según lo señalado supra; vale decir, tres días hábiles.

Cabe señalar además, que el Estado Plurinacional de Bolivia, al tenor del art. 1 de la CPE,
se funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídico, lingüístico y ante todo
cultural, respetando y reafirmando los valores ético-morales de nuestra cultura ancestral, tal
como el “ama qhilla”, palabra quechua que traducida al español significa “no seas flojo” y, es
por ello que nuestra Norma Fundamental en su art. 8, la constitucionaliza como principio, al
igual que el “Ama llulla” (no seas mentiroso) y “Ama Suwa” (no seas ladrón), con la
intencionalidad de que la población encuentre en el trabajo y en el cumplimiento del deber
una grata y satisfactoria labor, tal como lo conceptuaron nuestros antepasados y las actuales
culturas que sancionan con severas medidas su infracción, en tanto que nuestra Ley del
Órgano Judicial, en su art. 128, determina que el juez es pasible de enjuiciamiento disciplinario
por incurrir en demora culpable cuando éste dicta resoluciones en los procesos fuera de los
plazos fijados por la ley, tal como acontece en el caso presente, más aún cuando la solicitud
corriente a fs. 2, está vinculada al restablecimiento de un derecho fundamental cual es la
libertad del detenido.

En consecuencia los operadores de justicia tienen la obligación de respetar y cumplir con


la precitada norma constitucional y, solo bajo ésta línea jurisprudencial ya establecida en la SC
0015/2012-R de 16 de marzo de 2012, los jueces y tribunales deben dirigir y resolver los casos
sometidos a su conocimiento dentro de los plazos previstos por ley y, para el caso de no estar
normados, desarrollar los actuados procesales dentro de un término razonable, por cuanto sus
dilaciones indebidas y retardaciones injustificadas, atentaran los derechos fundamentales de
las partes que van exigiendo mayor celeridad en la tramitación de sus causas.

III.4. Análisis del caso concreto

En el caso presente se advierte que la autoridad accionada incurrió en incumplimiento


de normas procesales en materia penal y consiguiente dilación indebida y lesión al derecho a
la libertad, conforme denotan los siguientes actuados procesales.

Habiéndose presentado el memorial de solicitud de cesación de su detención preventiva


el 20 de enero 2012, el Juez no providenció dicho memorial dentro del término señalado por el
art. 132 del CPP, (veinticuatro horas), sino que lo hizo luego de diez días de la recepción del
mismo; es decir, el 30 de enero del mismo año, actitud que implica incumplimiento de
deberes, así como denota una dilación en el proceso innecesaria, injustificada e ilegal,
lesionando y poniendo en riesgo el derecho a la libertad del detenido.
Por lo señalado precedentemente, la exigencia de señalar audiencia dentro del plazo de
tres días, se hace más apremiante en aquellos casos vinculados a la libertad personal, toda vez
que tales peticiones deben ser atendidas y resueltas de forma inmediata, puesto que si bien no
existe una norma que establezca un plazo, se ha establecido que éste debe ser “razonable”, no
obstante a ello, éste no es cumplido por los operadores de justicia, dilatando indebidamente la
tramitación de la solicitudes a la cesación de la detención preventiva, lesionado con ello el
derecho a la libertad personal del detenido.

Por lo precedentemente señalado, se concluye que el Juez Cuarto de Instrucción en lo


Penal, ahora demandado, al no haber providenciado en tiempo oportuno el memorial de
solicitud de cesación de su detención preventiva y señalado la audiencia en un plazo
razonable, no ha cumplido lo preceptuado por nuestra economía procesal penal ni ha
efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes y de las normas aplicables al caso,
incumpliendo de ese modo su “deber”.

Consiguientemente, el Tribunal de garantías, al haber concedido la tutela solicitada, ha obrado


correctamente y conforme a derecho, por lo que corresponde confirmar la resolución 1 de 8
de febrero del año en curso.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Segunda, en virtud de la autoridad que le


confiere la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia y el art. 12.7 de la Ley del
Tribunal Constitucional Plurinacional, resuelve:

1º APROBAR la Resolución 1 de 8 de febrero de 2012, cursante de fs. 26 vta. a 28 vta.,


pronunciada por la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Santa Cruz; y
en consecuencia,
2º CONCEDER la tutela solicitada, en los términos expuestos.

3º Dado que la actitud negligente del Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal demandado, es
reiterativa en cuanto a los actos denunciados como ilegales, puesto que por los mismos
motivos ya fue demandado anteriormente en el caso correspondiente al expediente 00039-
2012-01-AL, se le llama nuevamente la atención, advirtiéndosele que de reiterarse una vez
más su inadecuado proceder, se remitirán antecedentes al Concejo de la Magistratura, para su
consideración y tratamiento respectivo.

Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.

Fdo. Dr. Gualberto Cusi Mamani

MAGISTRADO

Fdo. Dra. Mirtha Camacho Quiroga

MAGISTRADA

Das könnte Ihnen auch gefallen