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CONCEPTO
Se conoce como Estrés al conjunto de relaciones fisiológicas necesarias para la adaptación de
nuevas situaciones.
Etimológicamente la palabra estrés tiene su origen en el término inglés “stress” que significa
“tensión” o “presión”. El termino fue acuñado por el medico Hans Selye, en el año 1930, y fue en
el año 1950, que publicó sus estudios sobre el estrés.
El estrés se produce por la situación de un individuo vivo, o de alguno de sus órganos o aparatos
que, por exigir de ellos un rendimiento muy superior a lo normal, los pone en riesgo de enfermar:
Como tal el estrés es la sensación de una alteración física o mental que produce en el individuo
frustración, nervios y furia.
¿QUÉ CAUSA EL ESTRÉS?
Según Jean Benjamin Stora "el estrés es causado por el instinto del cuerpo de protegerse a sí
mismo". Este instinto es bueno en emergencias, como el de salirse del camino si viene un carro a
velocidad. Pero éste puede causar síntomas físicos si continua por mucho tiempo, así como una
respuesta a los retos de la vida diaria y los cambios.
Cuando esto sucede, (explica Jean) es como si su cuerpo se preparara para salir fuera del camino
del carro, pero usted está inmóvil. Su cuerpo está trabajando sobre tiempo, sin ningún lugar para
usar toda esa energía extra. Esto puede hacerlo sentir ansioso, temeroso, preocupado y tenso.
CAUSAS
Cualquier suceso que genere una respuesta emocional, puede causar estrés. Esto incluye tanto
situaciones positivas (el nacimiento de un hijo, matrimonio) como negativas (pérdida del empleo,
muerte de un familiar). El estrés también surge por irritaciones menores, como esperar
demasiado en una cola o en tráfico. Situaciones que provocan estrés en una persona pueden ser
insignificantes para otra.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
El estrés afecta órganos y funciones de todo el organismo. Los síntomas más comunes son
Depresión o ansiedad
Dolores de cabeza
Insomnio
Indigestión
Sarpullidos
Disfunción sexual
Palpitaciones rápidas
Nerviosismo
TIPOS DE ESTRÉS
Según su duración podemos clasificar el estrés en tres tipos:
ESTRÉS AGUDO
El estrés agudo es la respuesta ante un acontecimiento traumático puntual que puede
aparecer en cualquier momento de nuestra vida. Un plazo de entrega a cumplir o una reunión
importante pueden hacer que sintamos este tipo de estrés. Por lo general, no causa daños
importantes asociados dado que es a corto plazo, estimulante y excitante pero a su vez
agotador.
Entre sus síntomas más frecuentes se encuentran:
Las molestias musculares tales como el dolor de espalda, de cabeza, la tensión muscular o de
mandíbula; o estomacales como la acidez, estreñimiento, diarrea o síndrome del intestino
irritable. La agonía emocional, la cual está compuesta por una combinación de emociones
características del estrés: irritabilidad, depresión y ansiedad.
La sobreexcitación transitoria de la presión sanguínea, que puede dar lugar a arritmia,
sudoración excesiva, dificultades respiratorias, mareos, o migrañas. Este es la forma de estrés
más leve y habitual que todos experimentamos en ciertos momentos y cuyo tratamiento es
sencillo.
ESTRÉS CRÓNICO
Es la forma de estrés más destructiva para nuestro cuerpo y mente y suele darse en
personas que se ven inmersas en situaciones para las que no ven salida. Sus vidas se ven
condicionadas y atadas a largo plazo a algo que les hace infelices, perdiendo así la capacidad de
buscar soluciones. Algunos tipos derivados de este estrés provienen de experiencias traumáticas
pasadas que se interiorizaron perviviendo constantemente en nuestra personalidad.
Puede tener consecuencias críticas como el suicidio, la violencia o problemas graves de salud,
entre otros, por ello es especialmente importante que sea tratado en profundidad
por profesionales especializados e incluso medicación.