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ACTITUDES DEL ANIMADOR O CORDINADOR

DE UN COMUNIDAD JUVENIL

“Que nadie te desprecie por ser joven.


Más bien trata de ser el modelo de los creyentes
por tu manera de hablar, tu con00ducta, tu caridad,
tu fe y la pureza de tu vida”
I Tim 4, 12

Oración de inicio:

El animador es, sin duda, uno de los agentes más activos que tiene la Pastoral Juvenil, en él recae la tarea
de conducir la hermosa experiencia de la vida de comunidad. Mucho se ha dicho sobre la conformación,
duración y dinámica que viven las comunidades juveniles, y lo cierto es que los jóvenes en la experiencia
grupal viven un proceso que les va a permitir un crecimiento en varias dimensiones y una experiencia de
encuentro con Jesús compañero de camino.
la comunidad vive una dinámica interna muy peculiar que es necesario un acompañamiento especializado
y por ello es indispensable la presencia del animador. Esta es una tarea para los mismos jóvenes que habiendo
vivido la experiencia de Jesús en sus vidas son invitados por la Iglesia a compartirla en medio de otros jóvenes.
En este sentido es necesario reflexionar sobre el tema de la animación de la vida comunitaria y en este sentido
definir la identidad y rol del animador.

¿Quién es el animador?

El término “Animador” proviene de la palabra latina


“animare”, que significa dar vida. Se llama animador a aquella
persona que da vida a una comunidad, que es generadora de vida
comunitaria.

Podemos decir que el animador “es un joven llamado por


Dios y enviado por la Iglesia para asumir el servicio de motivar, integrar y ayudar a crecer a otros jóvenes en
el proceso de vida comunitaria”. En este sentido es rico el significado del término: “animar es dar vida”, es
hacer de la experiencia comunitaria una verdadera experiencia de Dios.

Es importante que el animador sepa ubicarse como un joven en medio de otros jóvenes que con él
compartan expectativas, desafíos, logros y dificultades, y ayude a sus hermanos a vivir esta experiencia de
caminar en comunidad.

Es el responsable del ambiente o clima generado al interior de la comunidad, de la participación, el


protagonismo y la corresponsabilidad en la misma conducción de la vida grupal.

La animación es, por tanto, una experiencia formativa pues favorece que el grupo sea un verdadero espacio
para el crecimiento de la fe y la transformación de nuestras vidas según el estilo de Jesús.

¿Qué características tiene?

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 Tiene una permanente mirada a la realidad en su conjunto y especialmente a la que envuelve a los
jóvenes.
 Es una persona que se acepta sí misma, y convive con su propia realidad, contemplando y asumiendo
con serenidad su carácter, su pasado, su historia.
 Se concibe como una persona en proceso de formación permanente.
 Reconoce humildemente que no es el centro de la comunidad, sino busca hacer referencia permanente
a Jesús
 Busca formar en los valores que Jesús nos enseñó con su vida que promuevan la alegría de vivir y de
compartir con los otros la propia existencia.
 Es estable pero flexible y abierto a los cambios, pues vive el presente, pero con un proyecto de vida
a largo plazo.
 Ayuda a otros a clarificar sus ideas y no impone las suyas
 Maneja recursos metodológicos y técnicas que favorezcan la experiencia y protagonismo de los
jóvenes en el grupo, así como elementos de planificación y evaluación.
 Sabe detectar los problemas que vive el grupo y no pretende darle solución inmediatamente, sino que
busca analizarlos, reflexionarlos compartiéndolos con los otros animadores.

¿Qué tareas debe realizar el animador?

Podemos distinguir las tareas que el animador debe realizar en 3 aspectos:

En relación consigo mismo

 Favorecer su formación permanente


 Busca ser coherente entre su fe y su vida
 Sabe tener espacios de enriquecimiento espiritual, una comunidad de referencia: “comunidad de
animadores”.

En relación con el grupo

 Preparar y animar las reuniones de la comunidad juvenil


 Manejo de elementos metodológicos que favorezcan la formación de los jóvenes
 Estar atento para recoger las inquietudes, expectativas, y necesidades que los jóvenes van revelando
en el convivir comunitario.
 Favorecer un clima democrático en la experiencia de comunidad, que lleve a ser una verdadera
convivencia fraterna, desarrolle el protagonismo y la corresponsabilidad
 Propiciar que en la comunidad sea una experiencia de conversión, que se exprese en la oración, la
liturgia y la fiesta
 Ayudar a que la comunidad tenga objetivos cada vez más claros
 Propiciar iniciativas de proyección hacia la comunidad
 Tener un mejor manejo de la Biblia
 Toma nota de lo que va aconteciendo, eso favorecerá hacer la memoria de la comunidad.

En relación con los otros animadores

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 Mantener espacios de comunicación, coordinación y revisión de la experiencia de animación de la vida
comunitaria
 Manejo de elementos de planificación, evaluación y organización de la vida comunitaria
 Propiciar momentos y espacios formativos, de enriquecimiento espiritual
 Mantener niveles de coordinación con los otros animadores y asesores

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ESTILOS DE ANIMAR O COORDINAR UN GRUPO JUVENIL

1- EL DEMOCRATICO.

También se denomina participativo, cooperativo o


centrado en la comunidad. La comunidad participativa o
democrática es aquella cuyos miembros sienten que lo importante
es la misma comunidad. Es aquel en el que quien manda es la
comunidad. Y el animador no intenta ser otra cosa que la
conciencia de la misma comunidad.

El animador invita a la comunidad a decidirse, invita a


cada miembro de la comunidad a referirse a la comunidad.
Provoca a la comunidad a ser fiel a sí mismo.

El símbolo geométrico es la circunferencia: sillas en círculo, todos


iguales, todos en el mismo plano. En cambio, el símbolo geométrico del estilo autoritario y del paternalista
sería el del estrado de un profesor, y en el plano inferior los pupitres de los alumnos.

Lo que importa, por tanto, son las relaciones con el animador, sino las relaciones de todos con todos. El
animador democrático no se siente satisfecho por sentirse él querido, aceptado, respetado, sino que se preocupa,
porque todos se acepten mutuamente, se respeten y se quieran.

Como Jesús no se sentía feliz porque todos sus discípulos estuvieran entusiasmados con Él; les urgía
aceptarse entre ellos, si es que querían ser en verdad sus discípulos.

Es más: el verdadero animador democrático, distribuye el liderazgo. Urge a que todos compartan la animación
según las cualidades y capacidades de cada uno. Uno es animador en la dimensión festiva del grupo, otro en la
artística, otro en las relaciones sociales, otro en lo deportivo, sin necesidad de que sea el animador el que haya
coordinado todas las actividades.

Y en algunos casos de gran madurez, la animación se hace rotativamente. Y ello resulta enormemente
eficaz, como se ha comprobado y como hemos comprobado.

El animador democrático sabe colocarse muy en segundo plano. Se niega a ser Don Preciso.
Convierte al grupo en el protagonista de su propia vida. Es, ante todo y sobre todo, un estimulador y un
coordinador. Un provocador de la participación y la corresponsabilidad. Incita a los pasivos a participar.
Prefiere, con el caldero de la integración, saca el agua de la opinión de todos antes de condicionarles con la
suya. Anima, valorando las intervenciones y la participación de los miembros.

Crea un clima de respeto y libertad para que nadie se sienta retraído a la hora de participar. Hace de agente de
circulación poniendo el semáforo en rojo paro los habladores y poniéndolo en verde para los cohibidos y
comedidos.
Es un poco como el presidente del parlamento: está para hacer funcionar la democracia.
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Él no resuelve nada. Él no decide nada. Hace guardar las leyes del juego que los mismos parlamentarios se han
dado.
El animador democrático procura la igualdad de oportunidades: Que todos puedan realizar alguna tarea,
una responsabilidad bien concreta. Porque todos la necesitamos para sentirnos valorados y para madurar a
través de la acción.

OTROS TIPOS DE ANIMADORES POSITIVOS.

MODERADOR:
El animador tiene que ser provocador del dialogo, con la madurez necesaria para entender que el trabajo se
hace compartiendo; es el que hace que todos entren en juego y participen.

COMUNICADOR:
Está en disposición de adoptar su experiencia y de valorar a los demás compañeros. Está al servicio de las
relaciones de grupo. Es servidor de la unidad del grupo. Reclama y exige para todos el poder expresarse
libremente.

COMPROMETEDOR:
Su trabajo debe llevar a los miembros a querer comprometerse, pero no por sentirse obligados o presionados,
sino porque se sienten sujetos y protagonistas. Sabe despertar en los jóvenes las ganas de servir y de desarrollar
todas sus habilidades en bien de la comunidad y de sus hermanos.

ESTIMULADOR:
Hace honor a su nombre, da ánimo y estimula. Procura comprometer a todos en la programación, realización
y evaluación de los objetivos y tareas comunitarias.

CREATIVO:
Estimula la creatividad de los jóvenes, poniéndolos a todos en estado de búsqueda. Tiene la claridad para
encontrar la respuestas y alternativas a las situaciones que se le presentan a la comunidad.

2- PATERNALISTA:

El animador paternalista es un dictador “camuflado”, pero blando y generalmente querido por los miembros
del grupo, o sea que impone su autoridad desde el afecto “porque les quiero... tienen que obedecerme...”, ahí
está quizá su mayor peligro.

Generalmente es un entusiasta del grupo de sus ideales, o es una persona abierta y cordial.
Unas veces será ciertamente el espíritu posesivo, el deseo de estar en el lugar privilegiado. Pero otras muchas
en su amor al grupo lo que le insita a mantener esa actitud.

Invoca con frecuencia el amor al grupo para imponer sus criterios


y proyectos: “lo pide por el grupo” “si aman al grupo...”

Hay que tener siempre un agudo sentido crítico frente al animador


para convertirlo en un miembro más en forma alguna
imprescindible.
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Hay que exigirle enérgicamente el derecho de decidir, el de voz y voto, pero de verdad, el grupo, antes que
nada, es una relación entre iguales, entre hermanos mayores y no un conjunto de niños a las órdenes de un
papá.

3 EL PERMISIVO O LIBERAL.

Es el opuesto al animador autoritario o paternalista. Este tipo de “animador” no lo es, solo es de nombre ya
que no guía la barca y cada remero rema hacia dónde le viene en gana, la barca da vuelta alrededor de si
misma.

El dialogo es tormentoso, se impone el que más grita, hay quienes se acaparan la palabra y quienes no
pueden estrenarla. No se llega a ninguna conclusión real; todo se resuelve cómodamente asa base de
votaciones sin reflexionar decisiones, sin buscar consenso.
El animador es traído y llevado por los más astutos, que no quieren dar la cara y le ponen como pantalla por
ello sus grandes cualidades son su inseguridad y la falta de confianza en sí mismo dándole miedo de
equivocarse a la hora de actuar.
Quiere complacer a todos y dar la razón a todos, dándole miedo
al conflicto termina dándole la razón al más fuerte.

4-AUTORITARIO.

No es propiamente un “animador” sino el dueño del grupo.


Identifica al grupo consigo mismo. “Ordena y manda” tiene el
poder supremo y el control del grupo. El grupo está centrado en
el animador y este no está propiamente en el grupo, sino por
encima de él.
Hay distintos estilos y grados de autoritarismo:
El intolerable.
El superlativo.
El tolerable o blando.

El “animador dictatorial” puede manipular a los miembros del grupo mediante el premio o el castigo,
mediante la alabanza, o la humillación, mediante el privilegio o la marginación, el aprecio o el desdén.
Pero en tanto en cuanto las personas se sientan en condicionadas y faltas de libertad, el grupo no será grupo,
ya que el enriquecimiento mutuo, será imposible porque no hay aporte de los miembros.
El animador autoritario marca el rumbo del grupo, señala objetivos, distribuye las tareas, sólo él tiene
iniciativas y desaprueba la de los demás o le pone su propio cuño.
En el fondo no hay más que dos actitudes fundamentales en la manera de animar un grupo:

ACTITUD DIRECTIVA  Marca objetivos y hace planes.


(Tendencia autocrática)  Se preocupa de la disciplina.
 Califica solo.
 Posee el saber, lo da hecho.  Trabaja con individuos
 Posee autoridad.  Sanciona, intimida.
 Se hace escuchar
 Aplica reglamentos ACTITUD NO DIRECTIVA
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(Tendencia democrática)  Propone objetivos y planifica con el grupo.
 Se preocupa por el proceso grupal.
 Promueve el saber, enseña a aprender.  Evalúa con el grupo.
 Crea la responsabilidad  Trabaja con el grupo.
 Escucha, hace hablar.  Estimula, orienta, tranquiliza.
 Utiliza técnicas de grupo.

RESUMEN: EL JEFE Y EL LÍDER


El jefe maneja su hombre.
El líder los guía.
El jefe depende de su autoridad.
El líder de la buena voluntad.
El jefe inspira miedo.
El líder entusiasmo.
El jefe dice “estén aquí a la hora”
El líder llega ahí antes de tiempo.
El jefe sabe a quién echarle la culpa.
El líder ayuda a solucionar los problemas.
El jefe sabe cómo se realizan las cosas.
El líder enseña cómo se hacen.
El jefe hace del trabajo una pesadilla.
El líder hace de la labor una diversión.
El jefe dice: “váyanse”.
El líder dice: “vamos”.
El jefe dice “yo”.
El líder dice “nosotros”.

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PARA ANIMAR LA COMUNIDAD JUVENIL

¿Qué tipos de animador?

Podemos distinguir varios tipos de animador en relación a la experiencia grupal, caracterizar ciertos estilos y
sus efectos en la vida grupal:

A) Animador Autoritario
Es aquel que se sitúa “por encima” del grupo, mantiene ciertas distancias con los miembros, da normas y
no favorece la participación de los jóvenes es por ello que los integrantes se muestran inhibidos no toman
iniciativas y dependen constantemente del animador. Sus actitudes lo muestran rígido, dictador, sabelotodo y
manipulador.

B) Animador Paternalista
El grupo es su “protegido”, por lo que este se siente y actúa como un “infante”, no crece, sus relaciones
con el animador son netamente afectivas y por lo tanto poco críticas y analíticas. La participación es pasiva y
poco profunda, todo gira alrededor de lo que le satisface a animador. Sus actitudes lo muestran como
sacrificado y preocupado en extremo, pero esa es una forma de encubrir su autoritarismo, pues controla lo que
el grupo quiere y necesita repartiendo afectos y favores.

C) Animador Permisivo
En el grupo todo puede pasar nadie es responsable del conflicto o caos, este es totalmente libre, su
participación puede llegar a ser aparentemente activa pero sin objetivos claros ni fundamentos. La ley que
prima es “dejar hacer, dejar pasar” así nadie se hace responsable de la desorganización, que en muchos casos
proyecta agresividad y confusión. El animador se muestra pasivo, evita los problemas, prefiere que todos se
manifiesten y observa constantemente, generalmente improvisa y no ayuda al logro de un proyecto común.

D) Animador Democrático

El animador “confía en el grupo” por lo que los miembros participan con iniciativas en forma organizada.
Los aportes individuales son considerados importantes para el crecimiento del grupo. Aprenden a tomar
decisiones cada vez más relevantes para todos, y en esa práctica democrática se descubre la solidaridad como
servicio. Si el grupo es “maduro” logrará comprometerse con sectores externos públicos, gracias a la confianza
ganada en la experiencia de base. Este tipo de animación se encuentra fuertemente ligada al logro de la
autoestima y a la personalización de las relaciones humanas, porque el animador ha logrado un clima de
aceptación y legitimidad, en la medida que ha sabido descubrir la corresponsabilidad de los integrantes en
libertad y valoración de cada uno.

El animador se muestra asequible y acogedor, comparte el poder generando espacios de organización y


compromiso. Este es, sin duda, el tipo de animador al que debemos de llegar.

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