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Partido Liberal
Disolución 1899
Federalismo
Sede Caracas
País Venezuela
Publicación El Venezolano
El Partido Liberal, también conocido como Gran Partido Liberal de Venezuela (GPLV),
nació el 24 de agosto de 1840 con la fundación del periódico El Venezolano,2 donde destacan,
entre otros, las figuras de Tomás Lander y Antonio Leocadio Guzmán.3
Índice
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1Origen
2Ideología
3Políticas
4Presidentes liberales de Venezuela
5Véase también
6Referencias
7Enlaces externos
Origen[editar]
Dadas las limitaciones políticas para la creación de partidos políticos que realmente se
opusieran a los gobiernos, era difícil establecer una organización de carácter nacional que
pudiera concentrar intereses similares en Venezuela, Antonio Leocadio Guzmán aseguraba
que en realidad lo único que había en el país eran fracciones que se ocupaban de sus propios
intereses, pero no de los generales.
El editorial del diario El Venezolano comienza refiriéndose a la necesidad de establecer
un partido político en Venezuela
La mitad de los actuales venezolanos nacieron y se educaron bajo el cetro del rey de España, el más
absoluto de todos los reyes de Europa. Si allá, si en la Metrópoli reasumía en su persona todos los
poderes públicos, sin más regla que su voluntad, sin más principio que la conciencia que Dios quisiera
darle: si por tanto, el vasallo era un ser nulo socialmente, sin más derechos que los que la merced del
príncipe le concediera, ¿qué sería el colono americano; a tantas leguas del trono y de toda luz política?
¡Partidos! La palabra sola habría sido un delito. Donde no había ni podía haber libre examen, discusión,
amplia libertad del pensamiento, de la palabra y de la prensa, ¿cómo habían de existir partidos?4
La política del Partido Liberal entre 1841 y 1846 estuvo orientada en oponerse a la política
interna y económica del gobierno venezolano, así como parte del pensamiento conservador,
en especial el de José Antonio Páez. En 1846 en plena campaña electoral se frustra una
reunión en la ciudad de Maracay entre José Antonio Páez líder del Partido
Conservador y Antonio Leocadio Guzmán candidato presidencial por el Partido Liberal, por un
incidente que suponía la insurrección de un grupo de militares y que según el gobierno habían
sido auspiciados por Guzmán, una vez en Caracas es detenido y sentenciado a muerte en
1847, luego la pena es conmutada en 1847 y en 1849 asume la vice-presidencia de la
República. Desde ese momento y luego de dos destierros de Antonio Leocadio Guzmán el
Partido Liberal sufrió muchos reveses y victorias, estas últimas por la acción de hombres
como Blas Bruzual, Juan Crisóstomo Falcón, Ezequiel Zamora, Antonio Guzmán
Blanco, Wenceslao Urrutia y Manuel Ezequiel Bruzual, los que lograron su posicionamiento
político. De este partido se originaron otras corrientes liberales que dominaron el panorama
político de Venezuela hasta 1908.[cita requerida]
Ideología[editar]
La bandera de la Federación, aprobada en Barinas por Ezequiel Zamora en junio de 1859, vigente
hasta 1863. Las 20 estrellas representaban los 20 estados que para ese entonces formaron la
Federación venezolana.
Políticas[editar]
De acuerdo con Laureano Villanueva, el Partido Liberal en sus inicios se limitó a defender la
vigencia de la Constitución de 1830 y la reforma de algunas leyes exigidas por la opinión
pública. Cuando llega al poder entre 1848 y 1858 abolió la pena de muerte por motivos
políticos, también eliminó la ley de 10 de abril, amplió la educación pública, abolió la esclavitud
y garantizó la autonomía del poder municipal. Entre 1858 y 1859 radicaliza los principios
liberales convirtiendo a las provincias en estados soberanos, descentralizando la
administración con tribunales propios e independientes buscando la intensificación de
derechos individuales y libertades públicas.12 También darían impulso a la Constitución de
1864 que lograría, entre otros, la "libertad de la prensa sin restricciones de ninguna especie".13
Cipriano Castro
Ilustración realizada por Francisco Maduro.
Militar y político tachirense, presidente de la República
(1899-1908) e iniciador de una nueva y larga hegemonía en la
historia política de Venezuela: las de los Andinos (1899-
1945). Hijo de José del Carmen Castro, agricultor de mediana
posición y de Pelagia Ruiz. Después de realizar sus primeros
estudios en su pueblo natal y en la ciudad de San Cristóbal,
prosiguió su formación en el Colegio Seminario de Pamplona,
Colombia (1872-1873).
Educación e inicios en la política
No obstante, dada su inclinación hacia la política, desatiende
la educación formal para iniciarse en el conocimiento de los
postulados del movimiento liberal colombiano. En tal sentido,
no sólo examinó los escritos de sus dirigentes más
progresistas, entre ellos el poeta y panfletario José María
Vargas Vila, sino que asistió como espectador a las
concentraciones masivas del partido liberal de ese país.
Finalmente, abandonó la carrera eclesiástica para retornar
a San Cristóbal, donde empezó a trabajar como dependiente
de la casa Van Dissel, Thies y Cía, empleo que dejó para
incursionar de manera definitiva en el mundo de la política.
Cipriano Castro
Cipriano Castro Ruiz
Información personal
Nacionalidad Venezolana
Familia
Información profesional
Ocupación Filósofo
Firma
Índice
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1Primeros años
2Vida política
o 2.1Revolución Liberal Restauradora
3Revolución Libertadora
4Bloqueo de costas venezolanas
5Ruptura de relaciones diplomáticas con Francia, Estados Unidos y Holanda
o 5.1Enfermedad y golpe de estado
o 5.2Exilio y muerte
6Véase también
7Referencias
8Enlaces externos
Primeros años[editar]
Nació en Venezuela, en una población cercana a la actual ciudad de Capacho Viejo, hijo de
José del Carmen Castro, agricultor de mediana posición y de Pelagia Ruiz. Después de
realizar sus primeros estudios en su pueblo natal y en la ciudad de San Cristóbal, prosigue su
formación en el Colegio Seminario de Pamplona (Colombia) (1872-1873).
Vida política[editar]
Revolución Libertadora[editar]
La inestabilidad política del país, el enfrentamiento del gobierno con el caudillismo anticastrista
y la disminución de los precios de las exportaciones agrícolas particularmente del café
(Venezuela era el segundo productor mundial detrás de Brasil), obligan a Castro a suspender
temporalmente el servicio de la deuda externa. Por otra parte, continúan los reclamos que las
distintas potencias europeas hacen como resultado de daños y perjuicios sufridos por
extranjeros residentes en el país con motivo de las guerras civiles. Estos problemas continúan
siendo los mismos, pero la posición del país es distinta.
Las principales potencias exigen el pago inmediato de sus acreencias en plena Revolución
Libertadora. Ante la negativa del gobierno a reconocer los reclamos y la suspensión de los
pagos de la deuda, Alemania e Inglaterra resuelven bloquear las costas venezolanas a partir
del 9 de diciembre de 1902, aplicando la Diplomacia de las Cañoneras, a poco más de un mes
del asedio de La Victoria. A esta iniciativa se une Italia el 12 de diciembre7 y, poco
después, Francia, Holanda, Bélgica, Estados Unidos, España y México, presentan sus
reclamos para que sean considerados junto con los de los países agresores.
Durante este conflicto el régimen de Castro decreta una amnistía general y maneja un
discurso político de corte nacionalista enfrentado a las potencias extranjeras a la par que los
acorazados alemanes e ingleses hunden varios buques de guerra venezolanos y
bombardean La Guaira, Puerto Cabello y la isla de San Carlos. Sin flota para enfrentar a los
agresores, el presidente Castro se defiende con retumbante proclama: "¡La planta insolente
del Extranjero ha profanado el sagrado suelo de la Patria!". Su eco se refleja en la Doctrina
Drago, suscrita por el Ministro de Relaciones Exteriores argentino de la época, Luis María
Drago, mediante la cual argumenta la ilegalidad del cobro violento de las deudas por parte de
las potencias más importantes de la tierra en detrimento de la soberanía, estabilidad y
dignidad de los Estados débiles.
La mediación del presidente Theodore Roosevelt de los Estados Unidos, obligada por el uso
excesivo de la fuerza contraviniendo los postulados de la Doctrina Monroe, logra que el
conflicto termine con la firma de los Protocolos de Washington el 13 de febrero de 1903. Las
partes en conflicto acuerdan el levantamiento inmediato del bloqueo naval, la reducción de la
deuda externa de 352 millones de bolívares a 150,9 millones, y un cronograma de pagos en
forma progresiva abonando el 30% de los ingresos aduaneros del país.8
Castro, una vez repuesto de la operación quirúrgica a que fue sometido en Berlín, pretende
regresar para recuperar el poder. En 1909 parte para América pero se queda
en Martinica donde sufre una dehiscencia en la herida operada y envía a su esposa Zoila, a La
Guaira, con instrucciones de "hablar con el general Gómez, atender su casa y otros asuntos
particulares", pero este dio órdenes de no permitir su desembarco. Regresaron a Europa, a
bordo del vapor Versalles, prácticamente obligados por las autoridades francesas. Castro
sufrió el acoso de las potencias resentidas por la política que mantuvo hacia ellas durante los
8 años que estuvo en el poder. Al carecer de los recursos para efectuar una invasión armada,
se marcha a Madrid para luego convalecer de su operación en París y en Santa Cruz de
Tenerife. A fines de 1912 pretende pasar una temporada en Estados Unidos, pero es
apresado y vejado por las autoridades de inmigración y obligado a marcharse en términos
perentorios (febrero de 1913). Finalmente se establece con su esposa en Santurce, Puerto
Rico (1916), bajo una estrecha vigilancia por parte de espías enviados por Juan Vicente
Gómez, quien posteriormente asume la presidencia en la más larga dictadura de la historia del
país. Cipriano Castro murió el 4 de diciembre a las 4 de la tarde.
Su esposa Zoila Martínez de Castro solicita y obtiene permiso para retornar a Venezuela
donde pudo vivir tranquilamente sus últimos años, sin ser molestada, inclusive protegidas, su
integridad personal y sus propiedades luego de la muerte de Gómez, en 1935; por los
presidentes Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita, Rómulo Betancourt, Rómulo
Gallegos, Carlos Delgado Gómez Chalbaud y Germán Suárez Flamerich. Doña Zoila supo
desempeñarse con gran decoro y respetabilidad como primera dama de Venezuela.
En la historiografía venezolana, Cipriano Castro es conocido también bajo el apodo de El
Cabito, traducción del apodo de le petit caporal con el cual se designaba a Napoleón
Bonaparte, personaje que Castro muchas veces pretendió emular. El Cabito fue también el
título de una célebre novela de Pedro María Morantes, Pío Gil (1909) que satirizó duramente
al régimen de la Restauración Liberal. Sus restos reposaron en el cementerio de San Juan de
Puerto Rico hasta el 25 de mayo de 1975, cuando fueron repatriados e inhumados en un
mausoleo de su pueblo natal. El 14 de febrero de 2003 fueron trasladados sus restos
al Panteón Nacional por orden expresa del presidente Hugo Chávez.
La primera ópera tachirense denominada "El Jamás Vencido" que Edwin García dedicara a
Cipriano Castro fue estrenada el 23 de noviembre de 2012 en el teatro Luis Gilberto Mendoza
de San Cristóbal, capital del estado Táchira.
conoce
Don Cipriano Castro[1] había estudiado música con los maestros: Rafael
María Sarmiento y José Consolación Colmenares. Éste último era del
pueblo de Pregonero. Castro estudió violín, tocaba la flauta y la trompeta,
y en los años del exilio se ganaba la vida dando serenatas y tocando en las
fiestas. Uno de los personajes poco estudiados de esta época, es Obdulio
Cacique (bombardinista y músico de la Banda Los Cachacos), quien fue
su amigo hasta el momento en que por cuestiones políticas, ambos
terminan en bandos contrarios y acaban enfrentándose en el pueblo
Libertad. En ese enfrentamiento muere un tal Evaristo Jaimes. Algunos
dicen que fue en este momento cuando se conocieron Castro y Juan
Vicente Gómez, ya que este personaje de Evaristo Jaimes venía siendo
padrino de confirmación de Gómez. Refiere la historia que habiendo
tomado Castro poder en el pueblo, Gómez le pidió permiso para enterrar
a su padrino.
Obdulio, muere a los 36 años dizque de un infarto. Dicen algunos que fue
mandado a envenenar por el famoso Pablo Peñalosa, dentro de las
intrigas de la época. La muerte de Cacique causó tanto revuelo que se
publicó su autopsia por la prensa, firmada y convalidada por nueve
médicos. Obdulio era más disciplinado, mejor militar y político que
Castro; Castro era más rebelde.
Existe una gran relación entre la música y el poder, una tesis que ha
trabajado con mucha dedicación el Dr. Luis Hernández Contreras. “La
música es el único elemento estético que aquellos hombres asimilaron
para sí. El tocar el Himno, el rendir los honores, da a estos hombres una
sensación de poder diferente a las otras artes estéticas. No se podía rendir
honores con una exposición de pintura o con un cuerpo de danza.
Cipriano Castro y otros cuatro tachirenses más, llegaron a ser presidentes
del Táchira y músicos profesionales: Castro, Ascensión Niño y Jesús
Velasco Bustamante (cuñado de Cipriano Castro y quien escribe en
formas musicales superiores, es decir, no valses y bambucos sino
fantasías y obras de mayor envergadura). Cuando Castro parte triunfante
a tomar el poder en Caracas, lo acompañan muchos músicos, además de
Ascensión Niño, Agustín Arias y otros que tocaban el violín y el órgano
en la vieja iglesia matriz[2]”.
No se sabe, hasta qué punto Castro aceptaba la anexión del Táchira como
sección del gran Estado Los Andes. Porque él llega a ser gobernador del
Táchira cuando la capital imperaba en Mérida, en los años cuando su
futuro enemigo Carlos Rangel Garbiras era su aliado. Pero al mismo
tiempo, antes de 1899, lo vemos entregado a su afición por las zarzuelas,
por las arte en particular, y por allí cultivándose en el trato con muchos
hombres que posteriormente le serán útil a la hora de emprender su
campaña hacia la capital. Cuando definitivamente parte en esa campaña,
deja a su hermano Celestino, encargado de la responsabilidad del Estado
y de que no se olvide del pago a los músicos de la banda.
Castro se hacía pasar por liberal pero se nutría, para llevar adelante su
causa, de unos artículos interesantes que escribía Pedro María Morantes
(el famoso Pío Gil), titulados “Andinismos”, en los que se buscaba la
separación del Táchira del Gran Estado Los Andes. Entonces en lo
político se vivía una época de gran anarquía, masacres, asesinatos sin
culpables.
Para 1897, Castro era el hombre de mayor prestigio del Táchira. Y los
tachirenses buscaron en él al héroe que los vengara de muchas
humillaciones sufridas y que no habían podido ejecutar ni Juan Pablo
Peñaloza ni Obdulio Cacique. Pero todo este proceso que acaba llevando
a cabo Castro, en lo concerniente al Táchira, produjo un gran retroceso,
porque cuando la sociedad civil estaba comenzando a motorizar por sí
misma los grandes cambios, vino el Estado y se convirtió en un
descomunal aparato dadivoso. Todo el mundo esperaba una ayuda del
Estado, y así fue con la casa y la banda municipal, con las compañías de
zarzuela, con todo.
Una vez que Castro toma el poder nacional quiere una Constituyente
para todo: asambleas constituyentes para los estados y hacer
constituciones en cada estado y, claro, elaborar una revolucionaria
Constitución nacional. Comienza con un equipo de jóvenes que no
pasaban de los 35 años, de modo que se perfilaba como un plan diseñado
para gobernar unos cuarenta años.
Para la exposición del Táchira del año de 1906, inaugurada por Zoila, la
esposa de Cipriano, se muestra por primera vez a todo el ambiente
cultural de la época y la banda que amenizaba los conciertos era la
“Banda Castro”. Fueron ritos de exaltaciones al valiente Castro: valses,
bambucos, marchas de Alejandro Fernández, de infinidad de
compositores venezolanos que escribieron loas musicales al hombre
victorioso. Hay valses cuyas partituras hoy se conocen: “Siempre
Invicto”, “A la Victoria”, “Zoila”, etc. Los músicos tachirenses han sido
dados a componer cantos a sus gobernantes, al único que casi no le
escribieron fue al general Gómez, sin embargo un músico que luego fue
hecho preso en la Rotunda, y murió bajo la tortura del gobierno de este
tirano, José María Rivera, escribió: “Marcha Homenaje al General
Eustoquio Gómez”.