Para el autor los sujetos de la educación son pensados y construidos como
objetos de estudio por los profesionales que trabajan con ellos a través de una serie de prácticas y discursos pedagógicos que avalan la producción de la identidad de los alumnos por medio de las prácticas escolares que llevan a la formación de un niño “educacionalmente discapacitado”.
El autor propone una particular atención al predominio del lenguaje psicológico
en educación y analiza las diferencias entre el lenguaje sociológico, histórico y psicológico en el proceso de presentar al niño.
Se pueden establecer semejanzas y diferencias entre los datos reseñados por
Mehan y los encontrados por Toscano en el conurbano bonaerense en "La construcción de Legajos Escolares: Una decisión en torno al destino escolar de los niños"
En el texto de Mc.Dermott el contexto aparece también como determinante en
la definición de una discapacidad de aprendizaje, en el sentido que para el autor la discapacidad está “disponible” en determinados contextos y se hace “visible” sólo en ellos. Las particularidades del contexto son las responsables del tipo de conocimiento y estrategias empleadas por los sujetos; como si cada procedimiento (el aprendido en la escuela y el manifestado en otro contexto) estuviese ligado a un tipo de prácticas y actividades que lo convierten en adecuado y significativo para un determinado contexto, pero no para el otro.
En el texto de Sipes la autora se interroga sobre el concepto de integración, lo
cuestiona enlazándolo con el concepto de alteralidad y sostiene que la historizacion de las situaciones que llevan al recorrido de un alumno en el sistema escolar para llegar a ser considerado “el integrado”.
La concepción que se tenga de “inteligencia” es la que marca la diferencia
entre los etiquetamientos y las practicas pedagógicas ya que se diferencian según la concepción filosófica, pedagógica y ontológica del otro que se tenga.