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T[STIMONl~

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CuatroC;Yientos CJ3ditoriaJ
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TITULO EN INGLES.
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The 'Gesta lt Approach


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Eye \yitness to Therapy
iRA ) UCCION Do FRANCISCO BUNEEUS
"

Esle libro es trad ucd 6n de :


Thl! C l!sfGlt Appro/lch& -F.ye Wlln t Sl la ThenJ py
@ Selt nce & Hl.'hav¡or Books, 1973.

©CualfO Vien lOS, E dllaríll, 1976.


lrucripcl6n N9 44.929.
IHnchOll r~ervldos
pi ra todos los paises de habla espllñola.
2' ediclón.

DlIt fio de Cubierta:

p'o t.ogTln a :
Imp resores¡
Allan Browne E .
Altl andro Rodrlli\'un M.
JUln H« n!ndez T.
AUabda ~m prt1lOr" Lede., Lira 1-'1 0. S:mlill l!u li t ChUI'.
(J4LTICO
OTROS LIBROS DE ESTA EDITORIAL, c;&
T~TIMONl~
EL DARSE CU ENTA, de Jo1lO O. Strlltrll'.- "

PALABRAS A MI MISMO, de Hugl l Pratn l'f'.

DENTRO Y FUERA DEL TARRO DE LA BASURA. de FreJerlci S. I'LT/,.

I CHING, EL LI BRO DE LOS CAMBIOS


T rllducd 6n y ncte s de Helm n Jocoby de l1off mann.

SUE¡l;OS r EXIST ENCIA . de Fred"rlck S. 1'1'f'/'.


DE
LA PROF UN DID AD NAT URAL EN EL HO MBRE, de Wiloon Van !>usm

ESTO ES GUESTALT, compn acl6n de Johfl O. Stn>trlJ.


c.yERAepI~
LA ESENCIA DE L T' A1 e HI. de Al Huoflg.

NO EMPUJ ES EL RI0 , de 84"'1 SI ~s. PRITZ epERL~


CUATRO VIENTO S 1, compilación de FrancisC() HunU 1I1 ~. Allan Bra..,.,...

Lla. ESTRUCTURA DE LA MAGIA, de Iob« C' indn y Rld "lrd BGn dl~.

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Volumen 1: Lenguaje y Tf'raphl'. .
Volumen JI: Comunlcacrén y Cembtc.

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Ed It<lfl.1
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1. Fundamentos

SICOLOGlA DE LA GUESTALT

Cualquier enfoque razonable de la sicologia q ue no se escon-


da tras la jerga prctesíonal deber á ser comprensible para el lego
- --- . -- _.-- inteligente y deberá basarse en los hechos de la conducta humana.
Si no es así, hay algo radicalmente malo en él. Mal que mal, la si-
cología trata uno de los temas de mayor interés para los seres hu -
manos, nosotros mismos y los demás. La comprensión de. la sicolo-
gía y de ncactros mismos debe ser consistente. Sin ent endernos a
nosotro s mismos jamás podremos esperar lograr ent ender lo que
estamos haciendo, jamás podremos esperar resolver n uestr os pro--
blemas, jamAs podremos esperar vivir plenamente . Sin embargo,
tal comprensión del "sí mísmo"! (sel!) incluye más que el entendi-
miento intelectual corriente. Requiere además de sentimien to y sen-
sibilidad.-
El enf oque presentado aquí des cansa en un a serie de premi-
sas que no son ni abstrusas ni desquiciadas. P or el contrarí o, son
en gran medida supuestos del sentido común, que la experi encia
puede verWcar con facilida d. De hecho, aunque muchas sé expre-
san en forma muy complicada sirviendo así la triple fu nción de con -
fundir al lector, inflar la importanc.ia q ue "e dr. el autor y ensombre-
cer el asun to, estas suposiciones están detrás Le gran parte de la si -
cologia contemporánea. Desgradamente, mu chos sicólogos las acep-
tan como establecidas y las empujan hacia el trasf ondo y, al mismo
tiempo, su teoría se ale~a cada vez más de la realidad y de los he -
chos observab les. Pero si ponemos estas premisas al descubierto en
forma sencilla,
, podremos usarlas contin uamente como una man era

En la UteralUra sico16¡.ica la pal a bra ull suele .parecer liD. uaduCCión al upa&lL
En elte. edidÓtl le h. tr.d~ ¡JIX': ro propio, ¡tO mil lJlo, mi IIliImo y si mismo.
Dorlda aparece como, P!'et'ijo le ha traducido por oww.: p-)r ejem plo "se ír-estee m'' _
auw..I Um.. (N. de! r .)
,

primera parte

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, El ENFOQUE GUESTAlTICO
" tndlee

Prólogo , 8
Introducción 11
P R IMERA PARTE
EL EN F OQUE G UES TALTICO
1. Funda men tos '
SJcologfa de la guestett 17
Homeostasis 19
La doctrina holístlca 23
· . ~._ - - -- _•. .. - . L1m1te de contacto 29
2. Mec;anlnno!!l neuróticO!!!
El nacimiento de la neurcsís 37
lntroyeccIón 43
Proyección 45
Conñ uencl a 48
Ret roñexíén 59
3. y aquf viene el neurótico 53
4. . . del aquí y ahora
Terapia , 69
5. Pelando la cebolla 79
O. Ir y venir, slcodrama , confusi6n 89
7. ¿Quién está escuchando! 103
S EGUNDA PARTE
T ESTIMONIO DE TERAPIA
Nota Introductoria 117
Terapia guestálttce en acción
¿Qué es guestalt? 119
El darse cuenta 124
Matrimonio 131
La oración de la guestalt 136
Memoria y orgullo 159
La ñlosoña de Jo obvio 16 .
El sueño de Madellne 171
Todo es un proceso de dars e cuenta 176
Frítz, amigo y Freud 181
l.

prólogo 9

prólogo dos libros con stituyen una totalidad. Pre ocupado con la canti -
dad de terapeutas que habiendo trabaj ado un poco con él se
limitaban a copiar sus técnicas. constit uyéndose en te rapeutas
g uest álticos, sin una comp rensión ca bal de ella s, se ob ligó a de-
jar estas dos obras antes de mori r.
Cada vez que he te rminad o la traducción de uno de estos
lib ros de Perls. he sentido una honda y hermosa emoción. Es
como haber descubierto - por una extraña coi ncidencia- a al-
gu ien qu e ha da do ta nto y est á dando ta nt o, au n muerto; aun
cer ra do el libro. .
Este es el últ imo libro de Fritz Perts q ue noso t ros pre-
sent ar emos al mundo de habl a hispana. La pluma de Fritz se Dr. F. H U NEEUS
det uvo hace unos año s. Lo Bam ecbea. 1976.
Perls escribió El Enfoque Guest áltico con el o bjetivo de
dejar bien asegurada su teoría detane urosi s y-del p ii5ceso -ter~ .
péutico. Descontento con sus dos libro s teóricos anteri ores : Ego ,
Hunger and Aggrm ion ( 1943) Y CiS/alt T berapy ( 19, 2) por
ser difíciles de leer y un ta nt o a trasados , comenzó est e libro .
mient ras aun estaba en el Instit uto Esa len. Lo concluyó en
Cowichan , al norte de Van couv er, dond e estu vo formando su
comunida d terapé utica qu e sería su testam ento definitivo. En
ella se desarro lla ría un est ilo de vida concent rada en da rse cuen-
ta y en el libre fl uir de las vivencias . Querí a un centro donde
los tera peut as pudie ra n vivir y estudiar d urante varios meses.
Cr eo que tan to este libro como Su eños y Exis tencia logran
transmit ir caba lmente todo el contenido concept ual de lo que
es hoy en día la Tera pia Gue stá ltica . En este lib ro me parece
pa rticula rmen te adecuado y útil pa ra todos los sicc terape uras.
aunque pertenezcan a escuelas dif erentes: porque en él Perls
habla dete nidamen te del paci ente. del terapeuta y su relación.
Su vida estu vo consagrada al proceso de cu ra r. Y Frit z, al decir
de-R. S. Spitzer en su prólogo a la edición origina l. no envejeci ó
como po r lo genera l OCUrre en el occidente. La edad le tr aj o
cada vez más habilidad pa ra vivi r en el ahor a y también rna-
yo r virtuosismo en las artes que 'practicaba .
La segunda pa rt e : T estimonio de la Teraria, tal como lo
indica su título, es precisa men te esto. Fue tomada de películ a s
cinema togr áficas . con lo cu al natu ralmente se pierde mucho de
la excita ción y la intensi dad de lo que ah í ocurr ió. Ju ntos, estos
Introducción

El hombre modern o vive en un estado de vitalidad mediocre.


Aunque por lo gener al no sufre hondamente, sabe poco acerca de
lo que es vivir en forma verdadera mente creativa. En luga r de ello,
se ha 'convertido en un aut ómata angustiado. Su mundo le ofrece
amplia s oportunidades de enriquecerse y disfruta r, y sin embargo
--_._- -_....
,- ,. , ._ -'-' ." - -- se lo ve' vagando sin sentido, sin saber en re alidad lo que qu iere y
por lo tanto completamen te incapaz de poder averiguar cómo conse-
guirlo. Se aprox ima a la aventura de vivir sin excitación ni gusto.
Pa r eciera que sient e que el tiempo de pasarlo bien, de placer, de
cre cer y aprender, es la nifiez y la juventu d y al llegar a la "madu-
r ez" abdica de la vida misma , Se mueve mu cho y hace ademan es
de hacer muchas cosas, pero la expresión de su cara indica su falt a
de inte rés real en lo que está haciendo . Por 10 general t iene cara
de póquer, aburrido, distraído O irritado. Pa rec iera qu e ha perdido
toda espontan eidad, toda su capacidad de sent ir y expresar en for-
ma directa y creativa. Es muy hábil para hablar de sus males y
!Duy malo para encararlos. Ha 'reducido la vida a una serie de ejer-
'cíctos verbales e intelectuales: se ahoga en un mar de palabras. Ha
sustltuidD el proceso de vivir" Por explicaciones siquiátricas y seudo-
siquiátricas de la vida. P asa largas horas t ratando 'de recobrar el pa-
sado o moldeando el futuro. Sus actividades del momento presente
no son más que tareas qúe hay que cumplir. A veces, ni siqulerc
se da cuenta de sus acciones en el momento.
Todo esto puede aparecer como una afirmación arresadore,
pero creo que ha llegado el momento de hace r tal afirmación. Los
últimos cincuenta años han vist o un enorme aumento en el enten-
dimiento que el hombre ti ene de si mismo. Hemos visto cómo ha
crecido nuestro entendimiento de los mecanismos tanto fisiológicos
como sicológicos mediante los cuales nos manten emos bajo las pre-
siones y condiciones siempre cambiantes de la vida ,
Sin embargo no hemos visto un camb io correspondiente en
nuestra capacidad de disfrutar la vida; en el uso de nuestro cono-
cimiento en beneficio de nuestros propios inte reses ; en el expandi r
y ensanchar nuestro sentido de vitalidad y crecimiento. El ent en-
12 enfoque guestáltico introducci ón 13

dcr el compor tam ien to humano por el placer de entender no de ja mayoría en la actualidad. Fue escrito con la convicción de
de ser un juego int electual , un mod o divertido o tortu rado de pasar q ue el hom bre aún no ha come nzado a desc ubrir el potencia l de ene r-
el tiempo: pero no tiene ninguna relación ni ninguna utilidad en la gía y de entusiasmo que yace en el. Este libro intenta juntar una
vida cotid iana. Incl uso podria decirse que gran pa rte de nuest ra in- teoría con su aplicación práctica a los problemas de la vida cotidia -
satisf acción ne urót ica con nosot ros mismos y con n ues t ro mundo na y a las técnícas de sicoterapia. La teoría misma se fundamenta
deriva del hecho de que si b ien nos h emos tragado enteros much os en la ex perienc ia y la observ ación. Ha crecido y se ha modifica do
de los t érmi nos y conceptos de la siquiatr ia y la sicología modern a, con los años de practica y con su aplicación . Y aún está crecien do.
0 0 : 105 he mos digerido ni los hem os puesto a pr ueba ni hem os uti -
lizado nu estro conocimiento verbal e Intelectual . siendo la poder osa
herramienta que su puestamente son . Por el contrario. much os usa-
mos los términos siquiátricos como ra cionalizaciones. com o modos
de perpetu ar conductas presentes insatisfactorias . Justificamos nues-
tra. infelicidad actua l mediante nuestras experiencias del pasado y
nos revolcamos en n uestra miseria . Utiliza mos nuestro conocimien-
to del hombre pa r a justificar tanto el comportamien to socialmente
destr ucti vo como tam bién el comportamiento au todestr uctivo. Nos
hemos grad uad o desde ~l "~o Jnl,::-.puedo valer por m í-mismo" qu e
pr ofiere el niño al "No me puedo valer por mí mismo porque . . mi
ma má me rechazó cuando n iño; porque nunca aprend í a ap reciar mi
comp leja de Edipo; po rq ue soy demasiado introvertido''' del adu lto.
Si n embargo, la siquiatr ía y la sicología nunca tuvieron la in-
tención de ser justificaciones del compor tamiento ne urótico conti-
nu ado, comportamie nto que le impide al individuo vivir al máximo '
sus posibilid ades. El objetive de estas ciencias no es merament e el
ofrecer explicaciones de conduct a, es ayudarn os a nega r al autocono-
cimien to, a la sa tislacción y al autoepey o.
Tal vez una de las. razones por las cuales la siq uia tría en par -
ucular ha caído en est a perversión, es que m uchas de las teorí as
clásicas de la siq uiatría ha n sido petri,ficadas, al ser transformadas
por sus defensores en dogmas . En su esfuerz o por hacer calzar to-
das las form as y ta ma ños dife rentes de conductas human as en el le-
cho procustteno de la teorí a. muchas escuela s siq uiátricas ignoran
o condenan aquellos aspect os de la vida de los homb res que porfi a-
demen te se resisten a ser ex plicados en tér minos de sus argume nt os
pre fer idos. En lugar de aba ndonar o cambiar una teoria cuando ya
no concuerd a con los hechos y ya no sirve adecuadamente pa ra re-
solver dific ultades, ellos da n vuelta los hechos de la conduc ta para
ajustar los a la teor ía. Esto no sirve ni para aument ar el entend í-
miento ni para ayudar al hom bre a resolve r sus pro blemas .
Este libro es una ex ploración de un enfoque un tant o nuevo
en el tema total del compor tamiento hu mano, tanto en su actualidad
como en su pote nciali dad. Está escrito desde el credo que el hombre
puede vivir una vida más plen a y más rica q ue como vivimos la
18 en/ Ofl,ra guest áltico bomeostasís 19

de medir la confiab1Udad y la utilidad de nuestros conceptos y po- Su primera preocupación es averiguar cómo y dón de está colgado
dremos embarcarnos en nuestra exploración Con pl acer y provecho. su cuadro. Seleccionará BU obra en tre todos los demás objetos de la
Vamo s a introducir la primera premisa mediante una ilustra - sala . Al -igilal que el al cohólico , no tendr á el más mínimo interés
ción . Dijimos al comenzar este libro que el enfoque pl anteado aquí por los demás asistentes y se irá directo a su obra, como una paloma
es de muchas maneras nove doso. Esto no signüica que este enfoque a su palomar. O tomemos el caso de l enamora do que viene a la reu·
carezca de tod a relación con otras teorías sobre 1.- conducta huma- nión a encon trarse con su am ad a. Escud riñ ará todas las caras hasta
na o con cualquiera otr a aplicación de teorías a los problemas de la encontrarla. Ella estará entonces en primer plano, todo lo demés pasa
vida diaria o a la práctica si cot erapéutica. Tampoco significa qu e a segundo plan o, al fondo. Para aquel invitado peripatético que p í-
este enfoque está compuesto ex clusivamente de elementos nuevos cotes en un o y otro grupo, de un a conversación a otra, del bar al
y r evolucionarlos. sofá, de la anfitriona a la caj a con los cigarrillos,- la sala se veril
La mayoría de los elementos que aqu í se encuentran ha n de estructurada en forma distinta en momentos distintos. Mientras he-
en contrarse en muchos otros enfcquea .del tema. L;o nueve aquí pe bla con un grupo ese grupo y esa conversación estarán en primer
son necesariamente 10S pedacitos y piezas que form an la · 'tl~oiía _M.& !1 plano. Cuando hacia el final de su conversaci ón esté cans..do y de-
bien es el mo do como Ion usad os y org anb:a dol lo que Je da a este cida sentarse, será el lugar desocupado en el sofá el que pase a cona-
en foq ue su . lnrularldad. - tituir el primer plano. A medida que sus interes es cambian, su per-
La primera premis a bási ca de este libro está implícita en es. cepción de la sala , de las personas y de los obje tos en ella e incluso la
ta última frase. Dice ~.í: ~ ..la-Drganiza(!ión de-beebcsrpercepcc- percepción de sí mismo se modifica. Lo que está en primer plano y lo
nes, conducta y fenómenos y no Jos eJemen tos individuales de los que está en el trasfondo son intercambiables, no se mantienen está -
cuales se componen, lo que Jos define y les da su significado especf- ticos como ocurre por ejemplo a nuestro galán, cuyo inte rés es fijo
ñcc -Y particular. - . e invariable. Ahora llega el último invit ado. El, como muc hos otros
Este - concepto fu e desarrollado originalmente por un grupo en este tip o de reuniones, in icialmente no querí a venir y no tien e
de sicólogos alemanes que trabajaban en el campo de la per cepción. ningún interé s pa rtic ular' en todo el asunto. Para él la escena en su
Ellos demostraron que el hombre no percibe las casas como entída- tota lidad se mantendrá desorganizada y sin significado, a menos qu e
de s sin relación y ais!adas, sin~ que más bien las organíza, medían- algo ocurra que le ha ga focalizar su interés y su atención.
te el proceso perceptlv o, en totalidades sígníñcetí ves.-P or ejemplo, La escuela de sicología que surgió de este tip o de observ acio-
una persona que entra en una sala llena de gente, n opereíbe mera. nes se llama Sicología de la Guestalt. Gu estalt es una palabra ale-
men te manchones de color y movimiento, caras y cuerpos. Pe rcibe ma na para la cual no hay un eq uivalen te directo en inglés 2 : Una gues-
la sala y las personas como una unidad, en la cual un elemento se. talt es una configuración, una forma, la form a particular en que se
Iecc íon edo de los much os ahí presentes r esalta -mientras los demás organ izan las partes ind ividuales que la constituyen. La premisa
retroceden al fondo. La elección del elemento que va a resaltar es. básica de la sicología de la Guestalt es que la natura leza humana
el resultado de muchos factores, todos los cuales pueden juntarse be- se organiza en formas o totalidades 'y es vivenc iada por el tndtví-
jo el término general interés. Mientras .hay interés ,;-}a escena epa - duo en estos términos y puede ser compr end ida únicamente en Iun-
re ce or ganizada de un modo significativo. Unícemente cuando el cí ón de las formas o totalidades de las cuales se compone;
interés está completamente ausente, la percepción se atomiza y 1a
sala se ve como un enjambre de objetos sin ninguna relación , en-
tre sí. HOMEOSTASIS
Veamos aho ra como oper a este principio en una situación Nuestra premisa siguie nte es que toda la vida y todo el como
sencilla. Supongamos que la sala es un living y la ocasión un c éc- portamíent ó son":gobernados- poi el proceso que los ,científicos de-
tel. La mayoría de los invitados ya ha llegado ; los at rasados van
llegand o de a poco. Entra otra persona. Es un alcoh6lico y quiere 2 La pala bra C~Jtal t o GueJt.alt no ueoe una traducción al ~Jpañol. Sl.nifica al rni!mo
beber desesperad amen te. Para él, los dem ás asiste ntes. las sill as y ueeee: forma . ~Jtaffipa. fl.ura )' Mtructura. El " .uest.alliJmo" , que l nicialm~ntt
'U~ liria ~tcII~a aicol6t¡ica drdleed. al e_tudlo de la per~6n. se propone apr ehen-
sofaes, los cuadros en Ies paredes, todo carecerá de importancia dt't 10, f~ Ilqulcos en au totalidad; .In ditodu loi elemenklJ del conjunto
y re tr ocederá al fondo. Se ir á direc to al bar ; de t odos los objet os f'fl QH se ' Illtqrall y fuera del cu. r pIerden 11,1 i lDUticado. El proceso central de
en la sala, ése estará en primer plano. Ahora entra otro in dividuo. la. ~60 ' serUI la -formad&! de 1. piJtalt.·'denoznlnad. t.ambiin pa reJa ti."Ura ·
Es un a pintora y la anfitriona acaba de adquirir uno de sus cuadros. foado. Vu nota 5. (N . del T.)
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20 enfoque guestáltico bomeostasis 21

nominan homeostasis y que los Iegcs denomínen edaptaeí ón. El pro- Tome mos ot ro ejemplo. Para que el organismo se mante nga
ceso hom eostásico es el proceso mediante el cual el organismo mano saludab le, el contenido de agua en la sangre tiene que mantenerse
tiene su equilibrio y por lo tanto su salud, en medio de condiciones en cierto nivel. Al disminuir ese nive l, ta nto la transpir ación como
qu e varían. Por lo tanto, homeostasis es el proceso mediante el cual la salivación y la producción de orina se ven d isminu idas y al mis-
el organ ismo sa tis face sus necesida des. Dad o qu e sus necesidades mo tiempo los tej idos entregan agu a a la sangre. De modo que en
son m uchas y cada ne cesidad altera el equilibrio, el proceso horneos- tales emergencias el cuerpo se ocupa de conservar agua . Este es el
tástcc t ranscurre todo el tiempo. La vida, en tod as sus form as se aspecto fisiológico del proceso. Pero si el contenido de agua en la
caracteriza por este juego continuado de balance ' y desbalan ce en sangre disminuye demasiado, el individuo siente sed. En seguida ha-
el organismo. Cuando el proceso homeostásico falla en alguna me- rá 10 que pueda para recobrar el nivel adec uado Toma agua. Cua n·
dida, cuand o el organismo permanece en un estado de desequilibrio do el contenido de agu a es excesivo, todas estas actividades se invi er-
durante demasiado tiempo y es incapaz de sa tisfacer sus neces ida- ten , tal como en el caso del azúca r. Incluso pod ría decirse lo siguien-
des, está enfermo. Cuando el proceso bomost ásico fa lla, el organis- te : El término fisiol6gico para pérdida de agu a en la sangre es des-
mo muere. ' hidratación; químicamente se puede exp resa r como la p érdida de
Un os pocos ej emplos servirán para aclarar esto. El cuer po tantas unida des de H20 ; sensori alme nte se siente como sed. con sus
humano funciona eficientemente únicamente si el nive l de azúcar en síntomas de sequedad de la boca e intranquilidad; y sicológicamen-
la sangre se mantiene dentro de ciertos lim ites. S i el nivel de azú- te se siente com o el deseo de beber.
car baja de estos límites, las glándulas a~~ ll~ti secretan adrenab::. ;
hac e que el híga do convierta'süs- resúv-as de glicógeno en azúcar; es- Por lo tanto. bie n pode mos llamar al proceso homecstéstcc el
ta azúcar pasa a la sangre con lo cual el nivel de azúca r sube. Todo proceso de la autqrre¡u1aci6n, J;:l procese media nte el eual el orza-
esto ocurre en un plano puramente fisiológico; el organismo no es- nismo interactú a con su ambie nte. Aunque los ejemplos que he da -
tá consciente de lo que está ocurriendo. Pero la disrhin uci ón del ni- . do "implican actividades com plejas por pa rte del crganís mc, ambos
vel de azúcar en la san gre tiene aún otro efecto. Se acompaña de la tratan con las funciones má s simples Y elementales. tod o lo cua l
sensación de ha m bre y el organismo satisface esta insa tis facción y va en favor de la sobrevfvencia del ind ividuo y. medi ante él , de la
este desequtlíbrto mediante el comer . El alim ent o se digiere, una especie .
porción de él se convlérte en azú car y el azúcar va a la sangre. Po r La necesidad de mantener el nivel de azúcar v de azua en la
lo tan to, en el caso del comer el pr oceso homeostásico exige cíerta sanzre dentro de ciertos límites es básico de toda la vida anim al.
capacidad de darse cuenta y cierta acción de liberada por parte de l Per o hay también otras ne cesidades, ya no tan relacionadas eonasun-
organismo. tos de ';ida y 'm uer te, donde la homeostasis también funciona. El ser
Cuan do el nivel de azúca r sube demasiado, el páncreas se- hum ano puede ver mejor con dos ojos Que con uno: pero si se des-
creta insulina 10 cual ocasiona que el hígado retire azúcar de la san - tru ye un ojo, la vícti ma puede seguir viviendo. Ya no será un ' orga-
gre. Los riñones también ayu da n a eliminar el exceso de azúcar , se nismo con dos ojos. Es ahora un organismo con un ojo y pronto
elimina por la erina. Est os procesos, como los primeros que descri- apre nde a funcionar eficientemente ante esta nu eva situaci ón.
birnos, son puramente ñsíol ógtcos. Sin embargo. el nivel de azúcar . , Aprende a med ir cuáles son sus nuevas neces idad es y a encontrar
en la sangre puede disminuirse en forma deliberada, corno r esulta- los medios adaptativos para satisfacerlas. -
do de un acto de darse cuenta (awareness) .' El término méd ico pa- si organis mo también tiene necesidad es de contacto al igu al
ra aquell a falla crónica de la homeostasis res ultante de un exceso oue necesidades s ico16gi~!lA. Estas ' se experime ntan' cada vez que el
const ante de azúc ar en la sang re es diabetes. Apare ntemente el sis- equilibrio sicológico se perturbe, al igual que las ne cesidad es ñ eío-
tema del diabético no pue de controlarse por sf solo. Sin embargo, 16g¡'c~s se sien ten toda vez que el eq uilibrio fisiológico se ve p~ rtur.
mediante el empleo de insulina, el paciente puede proveer el con- . bado. Estas necesidades sicológicas son Ia que podrfam os llamar la
trol . Esto reduce el azúcar en la sangre al nivel ade cuado . contrapartida sicológica del p r oceso homeostásfco. Quiero sf ,deja r
bien establecido 'que los procesos sicológicos no pueden divorciar-
3 La palabra QUlllrellen , que aparece muchu veces en e' k Ubro. QO tiene tradllCCiOn
se de lósfislol6gicos¡ cada uno contiene elementos del otro. Aqu e-
dir ecta al espai\ol Atoare aIDUfiea dane eueuta. alerta . pereltane. tomar concien- llas riecesi~ad~~ . que son de naturaleza prímordíalmente sico lógica
cia. El sulijo un le utiliu. para tOlmIU' el JUbstantivo. por Jo que en esta edid6cl y los 'mecanismos homeostásicos o ada pta tivos que las regul an , cons·
aparece tr adllCida con mAfOl' trecwod. qmo eL- dane -cventa. (N . del T.) tituyen pa rte de la materia de la sicología . -
¡,
2Z enf oq1U gtustáltico f
[
doctrina : boíística ZJ
; . Aquí nue.vamente nos encontramos con que Ioe conceptos es-
¡ se dedicará' a atender la ne cesidad de scbrevívencía dominante. Ope-
ta!lcos de las sicologías más an tiguas han -cbstaculíeado -el entend í- ! ra con-el sen cillo pr incipio de que 10 primero es lo prime ro. En una
miento. Al notar que hay ciertas te nden cias comune s a todos los or- ,~ oPórtunidad ,- estando yo en Africa, observ aba un a ma nada de cíer-
ganismos vivos, los teóricos postula ron que los "instintos" son .Ias vos 'q ue pastaba a menos de unos cien metros de un grupo de leones
fue rzas directrices en la vida y describieron la neu rosis como el re- ,,. que dormían. Al despertar un o de los leones y dar sus pr imeros ru -
sul tado de la represión de tales inst intos. Mae DougaU daba una lis- gidos de hambre , los cierv os emprendieron velozme nte la partida.
ta en que aparecían catorce instintos. Freud eonsideraba que los Ahora trate n de imaginarse por un mom ento que ustedes est án en
dos más básicos e importantes era Eros (sex o o vida) y Thanatos el lu gar de los cierv os. Imagínense que est án corriendo por salvar
(m~erte) . Pero si pudiésemos clasificar todas las posibles pertur- sus vídas. Pront o se encontra r ían sin aliento, luego ten drían que dís-
bactones del equiUbrio organísmico' podríamos encontrar que ha y mirluir la marcha o detenerse por completo hasta re cobra r su al fen -
miles de instintos y que sedan diferentes entre sf en intensida d . too En este momento. el respirar se hubiera convertido en la eme r-
zencía 'más ap remiante - una necesidad mayor- qu e el correr, Al
,, Aún hay otra debilidad en esta teoría. Creo que todo s podre.
mos estar de acuerdo en que la necesidad de sobrevivir actúa como
una fuena obliga da en todas las criaturas vivas y en que todas
tlroal que el correr se había conve rtido en una necesidad más apre-
mian te que el comer.
muestran en todo momento dos tendencias importantes: sobrevivir, Al formular este principio en términos de Ie sicología de 111.
ta nto c<?~o Individuos V como espec ie, y además crecer. Estas son Ouestalf podemos decir aue 1.~ , necestded dominante del organ ismo.
j, ":letas.~lJas P ero el modo_~.!!l.~ abordadas varía, de:!itulleión en f ...Ji-cualouier memento, se convierte en la figura en nrímer plano y
slt uaCl?n , de espec ie -en especie y de Individuo en individuo. SI la •, las ' rfemás necesidades retroceden, al menosjemporelmente, al fon-
sobrevívene ía de una nacf6n se encuentra amenazada, todos sus ciu - , do. Lo oue estÁ en prtmer plano es aquella necesidad que presiona
da danos tomarén las armas. SI la superv iven cia de un individuo se f más agud ame nte pnr su satisfacción, sea ésta , cerno en nuest ro eje m-
ve. amenazada porque su nivel de azúcar en la sangre está dem asiado
ba je, sal drá a bus car aliment o. Scherezade vio que su sobrevivencia
, plo. la necesidad de preservar la vida misma, o estén rela cionadas
con áreas men es vit~.l.es, ,, si~oi6Ilic'a s 0 . fisiQ]6,Q'icas.
estaba amenazada por el SulUn y para salvarse le relató historias "Por .efemplo. pare ce ser una necesidad de las madres mante-
durante mil y una noches. ¿Podr íamos decir entonces que Scherezed e ner a sus críos aleares y cont ent os: una molestia de su hijo pr odu ce
poseía un instinto contador de historias ? ' molestia'en ellas La madre de un bebé podrá dorm ir tr anquilamen-
La teoría de los insti nt os tiende a confundir las ne cesidades te aun cuando af uera ru jan motores de tráfico pesad o. o inclu so du-
con sus síntomas, o con los med ios Que usamos para satisfacerlas. Y rente tormentas eléctricas con truenos ensordecedores. pero desoer-
es ~e esta confusfón de donde surg:l6 el concepto de la re presión de t'ará insta ntá nea mp.nte ' sI su bebé -en otra sala al final del pasillo-
los instintos. da un sua ve quejid o.
. Po~ue los instintos (si es que existen) no pueden ser repri - PP-'l- -que .el , in41y'!~u~. ~tisfag8 sus necesidades, para cr ear o
midos. Estan fuera del alcance de nuestra capacidad de da mos cuen - ~wpJ,!,:r la 9ues t,l¡1~, _P8ra pasar a otro .esu nto, t~e ne que ser cap az
ta y por 10 tanto fuera del alcance de nuestra acd on deliberada N'o de~«::!1~jr !¡t,q\l.e U~~si.ttl .y -d e~ ~~~ r cómo manejarse a !Ji m1~mo "!
podemos re primir nuestra aecesídad de sobrevivir, pero podern os i sú· a mb~~n te, ya que incl uso las necesidad es pura men te fisl016gl-
y de hecho ]0 hacemos, interferir con sus síntomas y señales. Esto ~a·s ' puéden' ser satisfechaS ' únicamente mediante la intera cción del
se logra interrumpiend o el proceso en transcurso impid iéndon os a org~~~o.-,! . ~l amblente,"'
nosotros m ismos llevar a cabo cualquíer accí én qU; sea .Ia aproplada.
. Pero, ¿y qué ocurre si varias nece sidades (o Instintos si Ud.
preñere) se hacen presentes simultán eamente ? El orgenlsmc sano LA DOCTRINA HOUSTlCA
oper a dentro de lo que podríamos lla ma r un a jera rquía de valbfes.
Ya que es incapaz de hacer adecuadamente m,ás de una co~a a la vez, Uno de 'los hechos más notorios del hombre es que es un or-
t:- ;-; ,,; ,.,.'~ ganísmo ü_~ifi~~do. y s,ill embarg o es'ie hecho es completame nte ig-
". ... noráaQ por -las escue las tradicionales pe siquiatría y slcotera pia ~as
.. Neolo¡ 15rno introducido por Kurt Gollh teln en U138. ~ refiere • III CUllUdlld d. los cual es, sea como fuere que de scriban su enfoque, aún operan en ter-
orranfamoa Ylvo:¡ por la cual ~ IlemPf't' tlendeD a rea l!zlr tanto sus PM1bWdades
corno su naturaleza al máximo. en bftldlcto del or,anlsmo total y no de un.. de minos de la antigua divisjó,n me nte-cuerp o. Desde que surgió la me-
aua partes. (N. del T.) dicina sicosomática la estrecha re laci ón ent re la acti vidad mental y
:¡..
,¡ 24
,
.•
enfoque guestáltico doctrina bolistica 25
física se ha hecho cada vez más aparente. Y.:;in embargo, debido a o a la producción de afirmaciones triviales acerca del estado del
la persistencia del paralelismo sicofísica, inclus o este adelant o' en I
tiempo.
el entendimiento no ha tenido los.Iogros que eran de esperar. Aún
est a .amarrado a conceptos de causalidad, tratando una enfe rme dad '1 Incl us o aquello que considera mos, ha bitualmente, corno acti-
vidad mental de bajo orden requiere una buena dosis de hab ilidad
fu~clOn al como una pertur bación física causada por un evento sí- comb inato ria de abstracciones y símbolos. Del mismo modo, in cluso
q UICO.

I
lo que consider am os un a actividad física de bajo orden -como .ser
.1 • . Parecier~ q';1e lo que ha ocurrido al desarrollo del pensar si. sueño- requiere un a dosis considera ble de nue stras capacidades fi-
ccl ógtco es lo srgutente. Observamos qu e el hombre es capaz de fun~ siológicas innat as. Durante el sueño los múscul os no est án tan ac-
Clonar en .dos ni veles cualitativame n t e diferentes l el nivel de l pen- tivos como en la vigilia. pero inevitablemen te hay alguna activida d.
s~ r y el nivel d el actuar. Nos impres iona la dü erenci a entre ambos Dado E;IJ.~P ces que t I ser hum ano ti ene una tendencia innata
ntvejes y su ap arente Independencia entre sí P or lo tanto, post ula- para usar símbolos y para abs traer (e incluso el conductis ta más
mos qu e son or denes diferentes de materia. Luego nos vemos obli- acér rimo tendría que admitir esto , ya que si esta ha bilidad no exis-
gados ~ post ular l~ existen cia de una entidad estructural aún no tiese no podría argumentar acerca de s11 ex istencia). ¿Qué hace en-
descubierta: la men te, que se describe como el asiento de la activi- tonces el ser human o cuando la utiliza ' Yo sostengo que está ac-
dad mental. Desde los inicios del desa rrollo de la sicología profunda tuando en efigie. Está haciend o simbólicamente lo que podrí a estar
y ema~an do de ~ a observación de que el hombre no es puram ente haciendo físicame~te: Si ' pien§Jl en una te orfa cient ífica podrfa es-
una cri at ura racIO,naI -la mente-= _,que ,.antes hab ía sido -ccnsldera - cribirla o explicarl a verbalmente. Escribir y hablar son acciones
da excl~sivamente como la··'1uente de la ra zón, se convierte ah ora físicas. El que pueda lucubrar teorías científicas es en realidad ad-
en el aSi~n to del sucio inconsciente y en una estructura que es ce- mirable y el que pueda escribir y hablar. ver dade ramente no es me-
p,az de ejercer su voluntad no solamente sobre el cuerp o, sino sobre 1 nos admi rable.
SI mis ma. Por 10 tanto, la mente puede reprimir pensamientos y re-
~erdos q ue consider a ofensivos. Puede traspasar .síntomas de un
area del cuerpo a otra. Es el pequeño deus ex machina que nos con-
tr ola en todo sen Udo.
I Desde 'luego que el pensa r no es la única act ividad me nt al a
la cual que flOs ded icamos. La mente tiene además otras funciones ,
Tenemos la fun ción de atención. Al decir " pondré mi me nte

I
a tra bajar sobre el probl ema ", no significa q ue sacaremos un cue rpo
Debido a que el análisis cuantitativo de los procesos fisioló- fisico de dentro de nosotros mismos y lo depositaremos con gran
gicos progresó más rápido que el análisis cuanñtatívc de los prcce- estr uendo sobre el pr oblem a. Queremos decir "conce ntraré gran
sos m~ n t a les , tu vimos la tendencia de aceptar más cosas corno es- parte de mi act ividad y de mi per cepción sensorial en este p roble-
teblecídas acer~a del cue rpo q ue de la mente. No nos peleamos por ma".
También habl amos de la capacidad de darse cuenta (~ware­
los ha llazgos cle ntíñcos de la fisiología y de la anatomía Podemos
describir el corazó n, el hígad o, el sistema muscula r y el sistema cír-
t ness) la cual podría describirse como la melli za desdibu ja da . de la
cula tor~o y s.abemos como funcionan. Reconocemos que lababtlídad atención ~l darse cuenta es más difuso que la ate nción, ir.1Pl¡ca una
de rea lizar Cier tas actividades síquica s y fisiológicas es algo inheren-
te al hombre y hem os perdido nuestra capac id'ad de asombro ante 1 percepción rela jada en lugar de una pe rcepción te nsa , llevada a etec-
to por la persona total.
y hablemos de voluntad. Aq uí el área de atenci ón o: darse
nuestra ma ravillosa 'eficiencia. Además sabemos muchísimo acerc a
d;1 cere bro ~ su funcionamient o y. apre ndemos aún más todos los cuenta es-eltem en te r estringida y Ja persona se iocaliza en iniciar
días. Pe ro míent ras no hay am os pr ofundizado más en este estudio y lle var 'a cabo una serie de ' acciones diri gidas a lograr clertos ob-
tend;emos un entendimiento muy Iírnítado de,Qtr a de las capaclda- '1 jeti vos especific as. --

,,
des inhere ntes a~ hombr e: la habilidad de apr end er y ma nejar sírn- ! . -En cada una de estas activida des me ntales, la relación' en tre
bolos y ab straccíones. Esa ha bilidad parece estar relacionada con la 10 que hacemos y lo que pensa mos es mu y clara. Cuan do estarnos
mayor complejidad y desarrolle del cerebro. Y es' tan natural al ' conscientes de algo o focalizamos nuestra atención en ello, hay al
9
_horn~re como su ha bilidad pa ra empuñar la -mano cam inar o ten er menos algunas señales manifiestas por las cuales un espect ador pue-
de ver que estos procesos están operand o. Es muy probable que la
relaciones sexuales. ' .. ..
persona que está muy concentrada en 10 qUE' dice al otro est é incli-
Esta capacid ad de usar símbolos apa rece en lo que llamamos nada haci a ade lante e n su silla; todo su ser pare ce 'estar dirigido y
actividad men ta l, ya sea esté dirigida a elaborar teorías científicas orientado hacia aqueJIo que le intere sa . La persona que en últi mo
l'
.•
li 27
I 26 lt1foque guestáltico doctrina holistica
1
momento -decide no servirse el quinto pastel posiblemente ha hecho Es así entonces (me la actividad mental actúa, para el )tl divi -
un ademán de alcanzarlo y detiene su mano 'súbitamente antes de duo, conio aho rrador d~ tlejnpo, energía y trabajo. La palanca, P?r
llegar a la fu ente. ejemplo, fundarla de acuerdo al principio que una fuerza pequena
Pero volvamos al área del pensar. És aquí donde -surge la aplicada en un extremo del instrumento produce una fuerza ,mayor
mayor confusión. Nosotros consideramos que el pensar incluye .tod a en el otro extremo. Si coloco un extremo de la palanca balo una
una gama de actividades: soñar, imaginar, teorizar , anticipar, utili- piedra que pese trescientos kilos o más, y pongo todo el peso de
zar al máximo la capacidad de mane jar etmbclcs. ·P ara no ,dilatarnos mi cuerpo en el otro extremo, puedo mover un objeto tan 'pesado
más, llamemos a toda esta actividad fant asia en lugar de pensar. que de otra manera me sería imposible de mover. ' .
Tenemos la tendencia de darle le connotación de racional al pensar Cuando va fantaseo o dirijo mi atención a un problema, uti -
y de ir racional al soñar y ' sin embargo ambas actividades 'son muy lizo una peaue'ña parte de mi energía disponible internamente. ~ara
seme jantes. _ ., ' producir una cantidad mayor de energía corporal o externa eficien-
Quiero, eso sí, dejerbíen claro que con usar la palabra Ian- f temente distribuida Pensamos acerca de problemas en la fant asía
tasfa, no estoy insinuando que ella es una actividad ir real, té trica, para poder reso lverlos en la realidad La dueña de casa, en lusar

!
extraña o falsa, La actividad fantasiosa, en el sentido amplio en el de irse al supermercado sin tener idea de 10 Que va a comprar. de-
que 'estoy empleando el término. es aquella actividad del ser hu- cide con anterioridad Qué necesita y así puede act uar má,s ,eficien-
mano que, mediante el uso de símbolos, tiende a reprodücir la 'r ea- temente. No precisa cor rer de un mostrador a ot!'o, decidiendo a
lidad en una escala disminuida, Goma .a~j:jyidad....que _implica e! ase cada paso si necesita tal, o cual cosa. Ella ahorra tiempo, energía y
de símbolos. deriva de 'Ia:'-reaTICfáa:; 'ya que los sfmbcloa mismos son actividad.
inicialmente derivados de la realidad Los símbolos 'comienzan como I Ahora estamos preoaredoe pa ra enunciar una deflnb-lón de
rótulos para los objetos y los procesos; proliferan y crecen hasta las fu n ciones de la mente v una definición de la actividad mental
llegar a ser rótulos de rótulos ~r rót ulos de rótulos de rótulos. Incluso como parte del orzanísmo total aue ü arnamos ser humano. L a actl-
los símbo los jamás pueder. aproximarse a la .realidad, pero comien- vidad mentol parece "ser actividad de la persona total que ~e, lleva
zan en la realíded. a cabo en un nivel energético inferior al de aquellas acti VIdades
Lo mismo es válido para la actividad de la fantasía, que es que denominamos físicas, ...
actividad interna utilizadora de símbo los. Aquí la reproducción de Aquí debo det en erm e pa ra indicar aue al usar la palabra. m-
la realidad puede extravíerse de sus orígenes,' de la realidad con la. feriar " no estoy haciendo en absoluto un juicio de valor. Sól.n muero
cua l estaba originalmente conectada. Pero ~StR relacionada siempre decir que' las actividades que denomínemos mentales requieren de
de alguna manera a un a realidad que tiene una existencia signifi- ! menos sasto de substancie corporal Que aquellas Que denominamos
cativa para aquella perso na en' cuya actividad fantasiosa penetra.
No 'es que yo vea un árbol real -en el ojo de mi mente, pero la co-
rr espondencla existente entre el árbol real -de mi jardín y el de mi
rt' físicas. Todos sabemos que el profesor sedentario se las puede batir
con menos calorías Que el cavador de zanjas. Tal como el azua se
convi erte en vapor medIante la aplicación de calor, la actividad
fantasía ea suficiente como para que yo' pueda re lacionar el uno I corporal encubierta se convierte en la a?tividad lat;nte ~ privada

I,
con el otro. Cuando yo doy vueltas a un pro ble ma tr atando de deter- que llamamos mental mediante una dismmución de Intensidad. y a
minar qué haré ante una determinada situación, es como si estu- la inversa. tal como el vapor se convierte en líquido mediante la
viera haciendo dos cosas muy reales. En primer lugar sostengo una aplicación de fr ío. así también la actividad latente y privad~, aue
conversación sobre mi problema, en la realidad puede que tenga ,I . denominamos mental se convierte en actividad corporal manifiesta
esta conversación con un amigo. En segundo luga r , reproduzco, en med ian te un aumento de intensidad. El organismo actúa y reacciona
el ojo de mi mente. la sit uación dentro de la cual me precipitará I al ambiente con mayor o menor intensidad; a medida ,que la tnten-
mi decisión. Anti.cipo en fantasía lo que ocurrirá en la realidad; sidad disminuye el comportamiento físico se convierte en compor-
f'.
aunque la correspondencia en tre mi anticipación fantaseada y la si- ,.tamlento mental. A medida que la intensidad aumenta, el compor-
tuación real no sea absol uta, del mismo modo que la equivalencia t~ ''";::;:,;~;'-''t amiento mental se convierte en comportamiento físico.
entre el árbol del ojo de mi mente y el di,<:mi jardín tampoco es
.r Otro ejemplo debiera servirnos para clarificar aún más este
absoluta, como también la correspondencia ent re la palabra "árbol"
y el árbol objeto ES t an sólo aproximada, lo suficientemente aproxi-
mada como para que base mis acciones en ella.
,• concepto. Cuando alguien está atacando a un enemigo, m~es tra gran
cantidad de actividad corporal aparente, contrae sus músculos, su
corazón late fuerte mente, hay ad renalina en grandes cantidades en
,,.
1.

¡
¡
1
28
.. enfoque guestáltico limite de contacto 29
su sangre, su respiración se hace más rápida y supe rficial, sus man- imbric~ sUS acci ones mentales y físicaS. ·Podemos observar ~1 hom-
dibu las se contraen, su cuerpo entero est á tens o. Al referirse a cuánt o bre más agudamente y usar nuestras observaciones más significa-
I~ .desagrada su enemigo también mostrará un n úmero de signos tivamente. lCU;.á;J;!9:.I9'~. {i,IIl~I~a. es ~()~~ . nuestra superficie de. ob-
fl~ICOS aparen tes, au nq ue en me nor cantida d que si de he cho estu- ~ervación ! §.i l:a .!!~I~_~d ~lca 'tla acti~ld.ad mental son del ~o
VIera luchando . Cuando sien te ira v sólo piensa en atacar a su ene- orden podemos observarlas ambas como manifestaciones de l o mis-
m igo. incluso entonces muest ra ; lgunos sísnos físicos. Pero éstos rn9:·~I Iifir. ~~i hQmrn~~: NL$=JJ2¡H:j.en~ _~~ ~l ~iapeutá' es tán limitados
son me n os vis ibles y menos intensos que cuando de ve-rdad estaba exclw;iv~en~ ~ Ic que 4!ce 9 p~ el pecíente, ~1?os pueden
lu chando. o cuando estaba hablando de ello. Su comeortam íentc en t9~ en ~lJep.k..w . qU~ .4!t lJ.~c;h-9 AA~e . , Lo que 1.W.c:e es una cla ve
es te caso, es aún de in te nsidad menor. S u actividad física aparente
se ha tom ado en activida d menta l inaparen te.
Nuestra capacidad de actua r en un nivel de in tensid ad dismi-
nuido - es decir darse a u na conducta mental~ es enormemente
ventajoso no sólo pa ra la res oluci ón de los nroblemns nartlculare s
del se r hum ano, sino que también sirve a toda la especie. El ahorro
de ene rzra oue silmJfica pa ra el homb re el pensa r las rosas en lugar
'

If
de lD que p~~~ l)~ q~l1. Fl~ c!ª ~14v:elJ d~. lo que hace y Iv que
le ~tjl ~ª~r:...~~_J.tN: njyeles. de. pe~ y ~~r ll~Y \1,na ~tapa
~ter~edi~, ~~ e~~p~ d:e :'jy.g8;I' !:" y en terapia, , ~ i obser vamos cui-
dadosamente, ver emos_que el paciente "juega a " muchas cosas. Con
tan s610 consegUir que preste atención a sus accion es, a sus fanta-
sías y a su representar roles, él mismo llegará a saber su sígníñcedo.
El mismo proveerá sus propias interpretacione s.
de ha cerl as, pu ede usarse pa ra enrtouece r su vida. Puede fabric ar ! Por medio de la experi encia de si mismo en los tres niveles
v usa r h erramie~tas que le a~ d e ri aúll más a ahorrar enere:íll: v por r descritos ¡ de l fan~1 del represeil,ai' roles y del hacer, irá Ile-
In ta n,to le dan IncJus~ mayores oportunida des de eertcuecimlento.
Pe ro estas no son las un icas ven tajas. La eap ectdad del hombre de
ª
gandO- un e:A~end.iI:niento d e sí mismo. La sicoter apia deja de ser
así . Una excavación del pasado en: ténniDbs de represiones, conflic-
abstraer v de combin ar las abstraccio nes. su capacidad de inventar tos é'a:ipicos y 'éscénas primariás, 'sin o que se convierte en úna 'éx pe-
!;f~bolns. de crear arte V cie ncia , todas ell as estan íntimamente re- rl encíade Y,i.Yi!~~.~ e~p~~ehte : ~n e~t~ sit.O:a.ción de .v.ida:, el pacten-
Ieclon adas con su capacidad de fantasear. L a habilidad b ásica oara te i pre¡:¡,de por ~~ IIUS~~ ~~~. ~ tegr~;r ~QS pe nsamientos, sus sen-
t~~f:lto.s y sus acci~ne.!! 'la _ ~o úní~e~t.e e~ la sala de consulta,
crea: _v usar símbolos se fomenta con los product os rea les del uso
de slmbolos Cada generación hereda las fan tasías de las generacio-
nes anterio res y por lo tanto acumula mayo r conocím ten to y enten-
. sino
. " .-en .. '.
el transcurso de.. .su VIda cotidiana.
, ~- . -. .
Siente q ue sus conflict os y sus as untos inconclusos lo tienen
d imiento. hecho pedazos. Pero con el reconocimiento de que siendo humano
. Esta ccncepcion de la vida hum ana y de la cónd ucta cue se es una totalidad, viene la habilid ad de recobrar ese se ntido de inte-
conSidera compuesta de n iveles de actividad. barre de una vez por gridad que le pertenece por su patrim,!nio natural.
tod as con el paralelism o sico-físico perturbador e insatisfactori o con
que l~ sicolo/lía se ha es tado enfrentando desde su nacimiento. Nos
permite ver el lado men ta l y ñ sícc del com'pórtamiento humano; no
. como dos entidades independien tes que pod rían ex lster apa rte de
los seres humanos o de uno y ot ro, conclusión por 10 demás inevita -
ble y ló.'rica de las sicologías más antiguas, sin o que contempla al
¡ LIMITE DE CONTAC'l'O

~.é i~~v~~~ es . a!J~':l~.~ente ; e,l individuo p uede exis-


tir únicamente ~p. un ct\IXIpo ~iellta1:~ índ ívíduc es, in ev itable -
,.

se r humano tal cual es, como un todo, un entero .y examina su com- mente· ~t:l todo IgQI:Qentt?, wte de jll~. campo. ~~_ ~mportamiento
portamiento tal cua l se manifiesta en el nivel aparente de la acti- , es··
fu'ñción de l campe total que .10 in cluye tanto a el como a su am -
vidad f~sica y en el nivel Inaparente de la activid ad mental" Una vez l' , biente. La {ljl,turaleza de la réJilci6n c en tre -él y Su-ambiente deter -
reconocido que los pensamientos y las acciones son hechas del mis- mili asu."conducta. Si la relación es mutuamente satisfactoria, el com-
' me m ate :ia l~ podemo s traducirlos y transponerlos de un nivel a otro. po,rtamientó' (íel 'in dividuo es.lo que llam~o.s normal. Si l~ relación
As I, ñnelrnente negamos a introducir en la sícclcgf é el con- es conflictual, el ccmportemíentc del Indi vidue es descr ito como
cep to del campo un üicado -concepto holíst ico- que los científicos anormal. El ambiente no crea al índi víduo, corno tampoco el in di -
.han esperado por largo tiem po y que los sicosomat istas han busc ado
a tientas . .
viduo crea ¡¡l' ambiente: Cada uno es
10 que es ; cada cua l Jiene su
caráCter particular debido a su relecíón cons igo mismo, con el otr o
En sicoter apia, este concepto nos da una herram ienta para y con el todo. El estudio del organísmo humano aislado, de lo qu e
tr ata r con el hombre en su to talidad, Ahora podemos ver cómo se ocurre enteramente en él, es del dominio de la anatomía y la "ñsfc-
JO enfoque glUstáltico limite de contacto,' JI

logia. El estudio del ambiente aislado, de lo que ocurre enteramente guno '. es ni te mporalmente ni lógicamente anterior al otro. Ambos
fuera del individuo, es del dominio de las ciencias físicas, geográfi- son ,f linciones del ser humano total.
cas y sociales. En estas ciencias se pueden abstraer y estudiar ele- Con este nuevo enfoque, el ambien te y el organismo están
mentos del campo total -que incluyen tanto' al individuo como al en-una relación de rec íproc ídad.t.Níngunoes victima del otro. S u re-
ambiente-e- ya que la preocupación de estos campos es precisamen- ~ lación es de hecho una r elación de opuestos dialéctic os. Para satis-
te aquellos elementos que existen independientemente el uno del ! Iacer sus necesidades el organismo tiene que encon trar sus suple-
otro. La estructura del ojo no 't iene ninguna influencia sobre el ob- mentas neceseríospara su sobrevívencía en el ambiente, El sistema
jet o que ve. Tampoco se ve afectada por la estructura del objeto.
l. de orientación descubre lo que es requerido; todos los organis mos
Sin embargo, la sicología no puede hacer tales abstracciones ni tam- vivos son notoriamente capaces de percibir cuáles son los objetos
poco puede tratar con la est ructura per se. El estudio del modo como externos que les satisiarán sus necesidades, El cachorro hambríen-
el
· el ser humano funciona en su ambiente es ' estudio de aquello que to no se confunde con los cíen tos de formas , olores , ruidos y colores
· ocurre en el límite de contacto en tre el individuo. y su ,ambiente. del mundo; se va directo a la teta de su madr e. Esta es 'la figura
Es' en este límite de contacto donde ocurren los eventos sicológicos . ;," que esutá en pr imer p¡1a?O en edse mOl ment,~' h h h 1
Núéstr ospens am íentcs,:nuestras acciones, nuestra: condüct á y nues- • na vez que e sistema e or en tacíon a ec o su ta rea, e
tras em ociones son nuestro 'modode vivencíer -y enfrentar los acon- i: organismo ,ttene g,ue manipul~~ el objeto que necesita de tal modo
tecimientos ' de 'límite de contacto. . ' l, que' .~l balance orgánísmíco se res tablezca, Ia-guestalt se complete,
- D¡l':l ,es~~ c.cI?3,e,!?;9., Üeg~os. _a ~ -'p\Jnto ' de" ·dive'tg~ncia con La madre no se confo rmará con quedarse en su cama mientras su
las sicologías másantígua-s. :gUas establecieron otra división ; Al igual crlosíga chillando. Hará algo pa ra eliminar la perturb ación, Trata-
que l'a'·'divlsióri. mente":cuerpo' procedieron "a tratar "esfll "ab str acción rá de satisfacer las necesidades de su bebé y cua ndo estén satisfe-
c~i?o 'srfpe~~,~il(a, ~~~I!.d.~cr·de,J!e~o;,R,~~" ~~e~~6',~~P'~9~~ 'rri~; el chas podrá' volver a dormirse. Una vez que el cachorro haya encon-
asunto 'eri. su e~~l;le~~,o p.~r" :S8;1#~ -~el. _~tP:n,~~~~~~ , ~~ C¡~~ ~e .~~~18n trado la teta' se pondrá a ch upar. <

metido. D1VidieronlaS experíenCIas'en üi.ternas '''/ externas pa ralue- Estos .conceptos también son significativos en eíccterapta. En
gó' vefse ' frenttf 'al 'p tóblen'l»;',~~1.~1)1e ' ~!'! "s'i e~ ' hozji6}::e' es 'gob~rna do prinier -i{igar, el 'concepto deque la eccl én efectiva es acción dir tgt-
por fuerzas provenientes fuera o de den tro. 'Este 'e nfoque d e est6 "~0 t da ·naéia la satisfacción 'de la n~c~sidad do.m.i¡na:D-te, nos da una ele-
· aquello,' esta ' necesidad 'de üna "causalidad " simple, ' este "olvioo del
: ~.amp?,,·~olt,~l;:: ~.~~~~~~ P~??~~jn~~ 4e"~~hlac1o~é~ .qü_~' ' ~n" ~~~Y'~'a.~
mdiv1Biu ee.: - - -,
"son
. " 'j
1, t;
ve" iiéer ca' "der Significildo'l:le'l aS íormes esp écí íces de comportamien-
to. En segundo lu~ar nos' de una herramienta más para entender
lá"¡:¡'-eurosis,-"SFocurriera que-por alguna perturbación en el pr oceso
Ciertamente,' puedo' dividir la frase " Yci veo un árbol" "en l homeost'8jicó;" el "indivIduo es inc apaz de percibir sus necesi dades
sujeto, verbo y objeto. Sin embargo la experiencia dice que el pro- f dOÍllinantésó' .ae:"innanipular·¡:er"ambiente para lograr satisfacerlas,
ceso no puede dividirse de esta manera. No hay visión sín algo pa- t ent'oñ'ces""'ill! '"éOtil'p:onára de 'un modo desorganizado e inefectivo. In -
ra ser visto. Tampoco hay nada vis to sin unójc peraveño. Sin em- ' }' tenlari 'hacet' demasíades cosas á la · vez ,
bargo, dividiendo la experiencia de esta manera, en dentro y fuera, í: ":". • :Usted'es se 'babr áridedc cuenta eón su pr opia experiencia que
· para luego tratar con sus abstraccíonesc-dentrc y fuera- como si 1 si su atención 'se divide entre dos objetos -d e interés, no se puede
fueran reaüdadeaexperíenc íalee, los cíentíñcoa se vieron obligados ~ concentrar adecuadamente en ninguno de ellos. Esta inca pacidad de
· a encontrar alguna explicación para cada una,' Y en la rea:Iidad, lo ¡ concentrarse es una que ja muy frecuente en el neu rótico. Cuando
' uno no puede sér explicado sin lo 'otro. . r hay más de dos objetos que nos exigen atención o cuando el objeto
· ~,a.~aJ~~pli,¡;:ar la exp,~;r;~!1!p':cia"inteI1la:,;e invent ó .Ia ie orle del
arco reflejo: pri,m~:¡:,¡u;n~p.te ,~~ es~~ulq ,<10 e~terIl~) , 8:~ca ~~~~1 re-
ceptor (los órganca de los sentidos) , luego )o~ i~p"~l?,~. .sl?~ .lleva-
I . ..
¡
de interés e stá desdibujado, nos sentimos confundidos. Al haber dos
situaciones ínconsíatentes que re qu íerende nue stra . atención habl a-
mos de un conflicto. Si además éstas son permane ntes y apar ente-
, ; ~~, . ,...merife insolubles los consideramos conflictos neuróti cos.
dos.por el sistema intermedio (los nervios) al e~~ctor (195 t;nÚ;Scl.l1o,s) . >I' ~''- '*r~:~';~'''' " ~1 neur6ti~-haperdido' '(o talvea nunca tu vo) la capacidad
De acuerdo, actuamos mediante dos sísjemes, el sistema sen.. , d~' oriaiú~&r:,sü ~l;linpoi1.amielito · de "acuer do"f uriá 'j~,~ ~rqui( }~,d is·
sortal y el sistema motor. Pero el organismo contacta al mundo con i: pensable de .neces ídedes. . Literalmente no puede concentra rse. En
los dos. Su sistema sensorial le da una orientación y su sistema motor i terii'pia, tiene' que aprender a disti nguir de ent re las miles de nece-
"le da los medios para manipular . Ninguno es función del otro, nín- te sídades y cómo atenderlas sucesivamente, Tiene que apren der a
t
l'
¡
1
JZ enfoque guestá~tico
I límite de contacto JJ
io
,
descub ri r y a identificarse con sus necesidades. Tiene que aprender que la catexis positiva apunta hacia los elementos que sustentan la
cómo comprometerse totalmente con lo qu e está ha ciend o y en tod o vida, asi la catexís ne gativa apunta hacia el peligro, hacia el apoyo
momento; cómo quedarse junto a una situación el tiempo suficien- disminuido, o incluso hacia la muerte. En todo caso es W1a amenaza
te para completar la gu estalt y segu ir adelante
o
con
.
otros asun tos . donde nuestra vida entera, o parte de ella, está en juego. Ya sea
nue stra ex istencia tísica (enfermedad), nuestro au toconcepto (h wni-
Ilación) , n uestro Weltanschauung (confusión ex ist encial), nuestra
Organización más amb iente. es igual a campo. seguridad (depresión económica), o cualquiera de tantas otras cosas
posibles. 'J

r Volvamos d urante un momento a la discusi ón acerca de la .1!:1 indiv iduo quiere apropiarse o ganarse aquellos obj e tos o
relación del organismo con el campo, o en té rminos más especíñccs, personas en el ambiente que tienen una catexis positiva; e~ joven
a la relación del individuo con su ambiente. Adem ás de necesidades enamorado quiere desp osar a la m uchacha q ue ama, el ha mbriento
y un sistema de orientación y de manipulación con los cuales lo- qu iere comer. Al tratar de adquirir los objetos con catexis positiva,
grar la satisfac ción, el individ uo tiene actitudes ha cía aqu ellas cosas el ind ividuo contacta su ambiente, va hacia lo qu e 10 rodea. P or otra
existentes en el ambiente que pueden facilitar o entorpecer su bús- parte, el individuo tiene un a orientación completam ente diferente
qu eda de sa tisfacción. Fr eud se refirió a esto al decir qu e Jos obje- hacia aq uellos objetos o pers onas q ue ti enen una catexis negativa.
tos en el mundo reciben una catexis. En términos Guestálticos dín a- A estos los quisiera aníquílar o r emo ver del campo. Est o es aplica-
ma s que estos objetos se conv íerteg ellJiiW'as 6• De aquellos que son ble tanto a n uestra fan tasía como también al mundo real. El gran-
deseables porque ayudan a -satiSfacer las necesidades del individ uo jero tratará de dispararle al zorro que asalta su gallinero. Tratamos
y a res taurar su eq uilibrio perturbado, se dice que poseen un a ca- de eliminar "malos" pensamientos y emociones ind eseadas de nues-
te xís positiva. El agua tiene una catexís positiva pa ra el hom bre se- tr as "men tes" como si fueran enemigos reales.
dien to, una cama blanda pa ra el fatigado. Se dice que tienen cet exts . Des de luego qu e el modo más seguro de eliminar al en emigo
negativa aque llos objetos qu e son inde seables ya sea por que son es des tr uyé ndolo o tomándole ind efenso. Esto significa destruir aque -
indeseables, amenazantes para el individuo, o tienden a perturbar su llas cualidades que siguen siendo amenazas para nosotros. Esto biza
equilibrio, o no logran sa tisfacer sus necesidades. Para el cazad or precisamente Dalila al cor tarle la cabeza a Sansón. Lo otro que po-
am enazado por un elefante enfurecido, el ele fante tiene una catexís drfa hacerse -aunque no tan óptiIn~ sería asust arlo o amenazarle,
negativa. lan zarlo para afuera. Además de estos métodos de destrucción. pode-
El hombre vive suspendido entre la impaciencia y el miedo. mos encar ar la situación y al objeto con catexis negativa, por medio
Cada una de las necesidades requiere de gratificación inmediata sin de la aniquilación mágica o fu gánd ose del campo del peligro. Ambos
dilación. La primera forma emociona l q ue asume la excitación - ge. son medios de retraerse . .,
nerada por la presencia de una necesidad y su concomitante pertur- La aniquilación mágica es bien conocida en sicoterapia bajo el
bación del bal ance- es la impaciencia. La im pacien cia es en tonces nombre de escotoma, es decir, pun to ciego . Hay personas que lite-
la base de la catexís positiva. P or el contr ario, el miedo es la base r almente no ven lo que no quieren ver, no escuchan lo que nO quíe-
de todas las cate xis negativas; es la experiencia que va en contra r en escuchar, no sienten lo que no qui eren sentir - y todo esto con
de la sobrevivencia. El miedo se viven cia como lID peligro vago e el único fin de dej ar afu era lo qu e ellos consideran qu e es un peli-
indifer enciado; basta con que aparezca un objeto definido con el gro-, aq uellos objetos y situaciones que pudieran tener para ell os
cual enfrentarse para que el miedo se constituya en temor. Al igual catexís ne gativa. La ani quilación mágica es un retirarse parcial, un
substituto pa ra el re tiro verdadero. .
s Se renere 11. 111. distinc16l1 que aur¡ e en todo proce se perceptivo entre lo Que e¡¡U En esta ép oca de sicoanálisis, tendemos a pen sar qu e el retraer-
en primer plllllo o en rtlieve, llamado Jigllra, y el ambiente en Que se encuentra . se es un síntoma de neurosis. P ero esto es un a ma la comprensión del
lUmado IrnwIo. Ciertas im&¡eDa -como ' el 10¡oUpo de a tll eciitorial- permiteD la f~nómeno. El r etraerse o retirarse, per se, no es ni bueno nI ma lo,
formaci6n de mb de una pareja /i(Jljra-JrnwIo. En una primera w.pecó6r¡ podrb sencillamente es un modo de enfrentar el peligro. Podemos saber si
aparecer como fi&ura una copa. o biea el perfU de dos penon¡as mirálldose de frente. es o no patol6gico únicamente mediante n uestras respuestas a las
Al percibir una de 1u fl¡uras. la útra p.ua " COQaÜtuic el fondo. DitkilmelJte podriD
ve.-ae ambas fi¡ W'u a la vez, En el momento mismo en Que una emoci6n, o una siguientes preguntas : ¿Retraerse de qué ?, ¿retraerse hacia qu é'i, y
sensllcl6n o ranta.ala ocupa nuestra etencíén, ella se cOllItituye en li¡W' a, al tlempo ¿retraer se por cuánto tiempo ? .
Q~ todo lo demál pan a constltuir el fondo. (N. del T.) , Lo mismo puede decirse del contacto. El contacto en sí mismo
J4 enfoque gutstáltico límite de contacto J5
no es ni bueno ni mal o, a pesar de que en nuestr a época de pre,ocu· sida d es un déficit, el objeto catexíal es un más C+). Si un hombre
pac t ón por el "ajuste soctal" tendemos a valorizar n~estr.a capacIdad siente sed, siente que le falta liqu ido, su neces idad es vlv encíada co-
de hacer contacto casi por encima de tod o lo demas ' Sín embargo, mo un déficit (-) . En ese Instante un vaso de agua tiene para él una
algu nas fonnas de contacto no son en absoluto sanas. Uste des habrán¡ catexís positiva y se vivencia como un más. Se puede medir con exec-
tenido la oportu nidad de conocer personas que sencillament e ti ene~ titud el número de un idades de líqu ido .que precisa y al obtener esa
que mantenerse en continuo contacto con un o: los pegotes . Todo 51- cantidad del ,am bien te, sus necesidades están satisf echas. La suma al.
coterapeuta sabe que son tan difíciles de tratar como l? son las ~r­ gebraica, de la necesidad más el objeto catexial da por resu ltado cero.
sonas profundamente retraídas. Ha>: perso.~ as que, se Sienten obliga- .. Est e "contactarse. con" y "retir arse del" ambiente, esta acepta-
rlas a qued arse en conta cto con sus Ideas fIJas ; estan tan ,perturbadas Clan y rechazo del ambiente, son las funciones más impor tantes de la
como aquellos esquizofrénicos casi completamente retra~dos. . personalidad int egr al. Son los aspectos positivos y neg ativ os de los
Por 10 tanto, no todos los contactos son sanos, m todo el re- p;o~esos sicológicos .mediante los cuales vivimos. Son opuestos dla-
trae rse es enfermo. Una de las car acter ísticas del ne~rótico es ~ue Iécñcos, forma n pa rte de lo mismo, de la personalidad integral. Aque-
ni puede establecer un buen contacto ni pue~e organiza r su re!lro. llos sicólogos que sostienen un concept o dualístico del hombre ven a
Cuando debiera est ar en conta cto con su amblent.e, su mente e~ta en estos opuestos naturales como fuerzas an tagónicas que hacen pedazos
otra cosa de modo que no pu ede concentrarse. El insomnio, queja fr e- al in dividue . Nosotros, por el cont rario, los vemos como aspectos di-
cuente d~l neur ótico , es un ejem plo de la incapacidad de ret rae rse. feren tes de la misma cosa : la upacidad de discriminar. Esta capací-
También lo es el aburrimiento.-El-eburrimiento 'ocurre cuando trata- dad puede confundirse como también puede funcionar malamente.
mos de quedarnos en contacto con un ob jeto. qu.~ no es de nuestro Al ocurrir esto el individuo se hace incapaz de reaccionar adecuada-
interés Rápidamente ex tinguimos toda la excnecron que hay a nues- mente y por ende lo describirnos como neurótico. Pero cuando la ca-
tra disposición ; nos cansamos y nos aburr imos. Queremos retraernos pacidad de discriminar funciona en buena form a los componen tes de
de las situaciones . Al no encontrar una excusa adecuada el sobrecon- aceptación y rechazo, de contacto y de retiro esthn siempre present es
tact o también se torna doloroso y lo expresamos exactam~n~e .en es- i, y act ívce,
tos términos: "mortalmente aburrido" o " llorando de abur rImiento ". , En realidad, esta fun ción pareciera form ar parte del ritmo mis-
Si dejamos que nos cont role nu es!ro cansancio nos re traemos a nues- " mo de la vid a. Durante el día, mientras estamos despiertos , estamos
tra fantasía hacia un contacto mas interesante. en contacto con el mun do..Dur an te la noche aJ dorm irnos, nos retrae-
El que nuestro cansancio sea asun to únicamente temporal, se mos, renun ciamos al contacto con el mundo. Durante el verano, por
hace ev idente al descubrir el renovado interés con que nos encontr~ ­ lo general; estamos más abiertos que en el in vierno . Un ejemplo per..
mos súbitam~nte escu chando a un orador fascina nte. Una vez mas ,, fecto del retraerse en la estación frí a lo constituyen aquellos anima-
estamos en contacto, estamos por así decir "ahí enteros" . . , les que hibernan.
El contacto y el retiro son opuestos dialécticos. Son descrtp-
ciones de los modos como enfrentamos eve nt os sicológicos, so~ los
, , El contactar el ambiente es en cierto sentido la for maci ón de
una guestalt. El retraerse es cerrarla completamente o bien reu nir
,' sU.! propias fuerzas para posibilitar el cerrar la guest alt. El boxeador
modos que tenemos para tratar en el limite de contacto ~on O~)~tos
en el cam po. En e l campo organismo/ambiente, las catexts po~ltl~as hace contacto con la mandíbula de su contrincante, pero no deja su
y negativas (contacto y retiro ) se comportan en forma muy similar puño ahí. Lo retira para dar el próximo golpe. Si el contacto es de-
a las fuerzas atractiv as Y aversivas del megneñsmo El c~mpo t.otal masiad o prolongado se torn a inefect ivo o doloroso' si el retiro es de-
anismo/ ambiente es en 51 una Unidad dife renc iada masiado pr olongado, llega a interve nir 'en el procese de la vida. El
compues t o de org . b¡ contacto y el re tiro, en su form a rítmica, son nuestros medios de sa-
dlalécticamente. Biológicamente se diferencia en organismo y am iep-
te ; sicológicament e, en 10 propio ~ 10 otro; In:0ralmente en egoísmo y tisfacer nuestras necesidades, de continuar los procesos siempre en
altruismo, cientificament e en subjetivo y obJeti v?, etc . . transcurso que constituyen la vida misma.
Cuando el objeto catexial, ya sea su catexts po~ltiva o negau- {...-,__.:::.~: Ya tenemos la jer arquía de necesidades, el eq uipo necesario
.. va ha sido ap ropiado o aniquila do, contactadp o alej ado, o tra tad.o e- -c-sensoríal y motor- para satis facerlas, las catexis negati vas y post-
de' alguna manera satisfactoria para el individuo, ento nces tan t? el tivas del campo, el contacto y el retiro, la impa ciencia y el miedo.
como la necesidad con la cual está asociada desaparece~ del amblen- Esto nos trae a la cuestión de la fuerza básica que energí as tod a
te ; se dice que 1& guest.lt está ~errada. ~l . obj eto cate~lal . y la neee: nuestra acción Esa ' fuerza par ece ser la emoci ón. Porque aunque la
sid ad tienen una relación casi matemat lca entre si , sr la nece siquiatría moderna trata las emociones como exceden tes molestos que
,
"

,6 enfoq ue guestáltico

nenen que ser descargados, las emocion~s son nuestra .vida rnlSffi,a. 2. Mecanismos neuróticos
Podremos teo rizar o interpretar la s emociones de cualqwera manera;
sin embargo esto es una pérdida de tiempo. Porque las em ociones son
_el lenguaje mismo del organ ismo; ellas modifican la excitación b ~i­
ca de acuerdo a la situación ante la cual nos encontramos. La exci ta-
·.ción se tr ansforma en emociones específicas y a su vez las emociones
· son trans for madas cn acciones sensoriales y mot6ras. Las emociones
energizan la catexis y movilizan los medios que tenemos para satis-
· fa cer n ecesidades. •
De aquí surgen alg unas indicaciones para la sicote rap ia. Ante-
riormente des cribíamos la neurosis como la enfermeda d que surge
~ cu an d o de alguna manera el individuo interrumpe los procesos en EL NACIMIENTO DE LA NEUROS IS
.,.' incon
transcurso en su vida ' cargándose a sí mismo con tantas sit uaciones
clusas que llega un momento en q.ue no pu ~de continua. CO? e• .
,
proceso de vivir. Con~rast an~o C:OJ.113s mterr~p.clon~s llamad~s f 1810 - Las expeetativns de scbrevt vencía física que tiene el individ uo
lógicas , las Interrupciones stccló gtcas o neUI_o~~ __so~ ~~!. . tipo que al ser abandonado enteramente a valerse por sus propios medios, son
\ ocur ren a un nivel conscien te-e u n-nrvetque puede llegar a serlo. casi inexistentes. El homb re necesita de otros para su sobrevivencia
Ahora vemos otra cosa del neurótico . Su r itmo de contacto-re- en el plano físico. Su sobrevtvencía sico16gica y emocional es aún más
tiro está- descompuesto . No puede decidir por sí mismo cuándo par- precaria al ser dejado enteramente solo. En el plano sicológico el hom-
· ticipar y cuándo re tirarse, porque .todos los asuntos in conclus os de. bre necesita contado al igual que en el plano fisiológico necesita co-
· su vida todas las int errupciones de los pr ocesos en transcurso, han mer y bebe r. El sentido al" relac ión con el grupo es tan natural al
perturb~do su sentido de la orien t ación y. ya no pu~de distinguir e~-· hombre como lo es su sentido de relación con cualesquiera de sus im-
tre aquellos objetos o per sonas en el amble~te que .tIenen una cate x~ pulsos de sobrevivencia fisiológica. Ciertamente. este sentido de iden -
positiva, de aquellos que tienen una catexrs ~egat1va; ya no ~~be m t ificación es probablemente el impulso sicológico de sobrevivencia
cuándo ni de qué retirars e. Ha perdido su libertad de el ección, no más primarIo.
puede escoger medios apropiados p~ra cumplir. sus metas. porque ya El enfoque guestáltico, que considera al individuo como una
no tiene la capacid ad de ver las opciones que tíene por delante. funci ón del campo or gan lsmolambiente y que considera su conduc-
. ta como reflejo de sus relaciones dentro de este campo. da coheren-
da a la concepción del hombr e como individuo y como ser social. Las
sicologías más antiguas describfan la vida hum ana como un conflicto
constante en tre el individuo y su ambiente. Nosotros la vemos ·más
bien como la interacción entre ambos, el ind ividuo y su ambiente en
el marco de un campo contin uamente en' cambio. Y es por esto que las
fonnas técnicas de inte racción --51 queremos oeerer en éJ- deben
necesariamente ser igualmente fluidas y camb iables.
Lo que nos concierne a nosotros Como sícélcgos v síceteraceu-
tas en este campo en perpetuo cambio. son las constelaciones stem nee-
cambiantes de un individuo también siempre-cambiante. P orque 51 ha
de sobrevivir, tiene Que cambiar constantemente . Cuando el individue
se hace incapaz de altera r sus técnica s de maniouIación V de interac-
ción. surge la neurosis. Cuando el indi viduo está congelado en su mo-
do caduco de actuar, está aún en peores condiciones para enfrentar
cualquiera de sus necesidades de sobrevívencía. incluyendo S1,1S ne-
cesid ades sociales . Y el enorme número de indi viduos elíenedcs, sin
identidad y aislados que 'encontramos a nu estro alrede dor es ul)a ele-
J8 enfoq ue guestóitico nacimiento de la neurosis J9

ra evidencia de que esta incapacida d puede surgir fácilm ente . Desde entre su!! ne cesidade s persona les y las exigen cias de su socieda d. Su s
; el momento en qu e consideram os al hombre en" su ambien te como in- dificultades no surgen de su deseo de recha zar tal equilibrio, sino de
dividuo y como ser social , fonnando parte del campo organismo / am- mov im ientos ma l dirigidos a hall arlo y a mantenerlo
bien te , pie rde todo sentido culpar por esta alienación al individu o o Cuando estos movimientos lo llevan a un conflic to severo con
al am biente . En el primer cap itu lo, nI hablar del problem a mente- la sociedad porque en su búsqued a del lí m ite de contacto (el pu nto
cuerpo, decíamos qu e no puede exis tir un a relación caus al entre los de equilibrio) se ha pro pasado trasgred iendo los limites de aquélla , lo
elementos que constituye n el t odo. Y dado que el individuo y el am- de nomi namos cr im inal. Crim in al es aquel que toma pora si fun cio-
bien te son meram en te elementos de un todo único, que es el cam pd, nes que tradicionalmen te se definen como perrogattvas del estado. El
n in guno puede imputarse com o respo nsable de los mat es del ot ro. homb re que indebidamente se da estas fun ciones a si m ismo es, en
Ambos están enfermos. Una sociedad q ue contiene un gra n nu- nuest ra socledad, un criminal. .
mero de individuos neuróti cos ha de ser una socied ad neuróti ca; de Cuand o por el contrarf o, la búsqueda del equ ilibrio lo ' lleva a
tod os los individuos que viven en una sociedad neurótica, un ara n nú - hacerse cada vez más a u n lado, permitiendo que la sociedad obre con
me ro de ell os ha de ser neurótico El hombre oue puede viv ir en un demasiado peso sobre él, qu e lo sobrecargue con sus exigencias ale-
cont acto signi ficativo con su sociedad , sin ser tragado compl etamente jándal o al mismo tie mpo del vi vir social, a emp uja rl o y moldearl o
por ella y sin retirarse comp letamen te de ella . fS el homb re bien in- pas iva men te. lo denominamos neu rótico. El neuróti co no puede ver
tegrado El se au toabastece po~. ~nti e.n~.Ja. relectó e .-exíst entc claram ente su s proplas necesidades y por 10 tanto no les pu ede sa-
en tre él m ismo y su - s ocH~dad; 1ir como las parte s del cuerpo in stin ti- tisfacer. No pu ede d istingu ir adecu ada me nt e entre él mismo y el res -
vamente entienden su relación al cuerpo-com o-un-todo. El es el hom - to del .mundo y tie nde a ver a la sociedad más gr ande que la vid a y
bre que reconoce el Ifmite de con tacto entre sí y su sociedad , qu e le a sí m ismo más pequeño. El cri m ina l no puede ver las necesidades de
da al César Jo que es del César y se dej a pa ra sí Jo qu e le es prop io. los derpás - y por 10 tanto las písct ea-c- porque él tampoco puede
El fin de la sfcote rapIa es crear precisamente este tipo de hom bres. d istinguir adecuadamente entre él mismo y el resto de l m un do. En
P or otra parte, el ideal de una comu nidad' dem ocr ática es crea r contr aste con el ne urótico, ti ende a verse a si mismo más gr ande que
u na soci edad con las m isma s características, u na comunid ad en la cua l, la vida y a la sociedad más pequeña .
a med ida qu e sus nece sidades 10 det erminen, eada miemb ro participe Entonces ¿qué es lo que hay en el campo organismo/ambien te
en beneficio de to dos. Tal sociedad se desv ela por su contact o con sus que pe rmite surgi r ta les pert u rbaciones en el equilibrio? Los socí é-
miembros En dicha socieda d, el lími te entre el ind ividuo' y el grupo logos estudi arán el asun to en té rminos del amb ien te Sicólogos, si-
est á claramente deli neado y es claramente sentido. El ind ivid uo no quíatras y sicote rapeutas 10 exami nan viendo qué le ocurre al indi o
esta al servicio del grupo ni t ampoco está el grupo al servicio de al - vid uo.
gún indi vid uo. El principio de homeostasis, de auto rregulaci ón, tam- A mi me parece que el desbala nce su rge cua ndo el ind ividuo
b í én gobiern a a tal sociedad . Del mismo modo que el cue rpo res pon- y el grupo exp erimentan, sim ultáneamente, necesidades diferentes y
de primero a sus neces idades do mi nantes, también la sociedad res- el ind ividuo es incapaz de di stingu ir cuá l es la necesidad d ominante.
ponderá primero a sus necesidades dominantes. En el caso qu e un in - El grupo puede ser la familia, el Estad o, el circulo social , los colegas.

I
cen dio am enazara la comu nidad ente ra , todos cont ri buirian a apegar cual q uiera y todas las combin aciones posibles de personas q ue tienen
las llam as, sa lvar vidas y pertenencias. Pero al igua l que el cuerpo- una relación funcional particular en un mo mento dado El indiv idu o
como- u n todo lu cha por preservar a cualquiera de sus miembros que q ue forma parte de este grupo v ívencla su necesidad de contacto con
se ve amenazado, asi también en una comunidad bien-regulada o au to- él como uno de sus impulsos sicol égtcos de sob revíven cta más impor-
.rregu lada donde el 'fu egc amenaza solamen te una vivienda, los veci nos ta n tes , aunqu e no sie nta esta neces idad con la m isma agudeza en te--
I
e in cluso la comunidad entera, si fuer a necesario, se un irá n en la lucha do momento. P er o cuando al mismo tie mpo sien te una necesidad per-
con tra las llamas. En ta l comunidad ideal, tanto miembros como go-
si
bernantes se identificarían mutuamente entre y también los mi ~m-
i sonal, q ue para satis fa cerla requi ere retiro del grupo surgen los pro-
blemas. En la situación' de con flicto de necesida des el individuo tle-
- bros se identificarl an entre sí. • ne que ser cap az de tomar u na decisión precisa. S i hace esto, o se
P areciera que el hom bre nació con un sentido de equilibrio so- I :_.,.queda en contacte o se retira, sa cr ifica ' t empor almente la necesidad
cial y sicológico tan agudo como su sentido de equilibrio flslco. Ca- menos apremian te por la más apremian te, y esto es todo. Ni él ni el
da mo vi miento qu e r ealiza en el pl ano sicológico o social es un mo- ambiente sufreh consecuencias muy severas Per o cuando no puede
vimien to dir igido a encontra r ese balance, a esta blece r el equilib rio

I discriminar, cuando no puede tomar una decisión o sen tirse satisfecho


; 40 enfoque guestáIt ico nacimiento de la neurosis 41
con la decisión que ha tomado, ni hace buen contacto ni se r etrae la .más alta concentración dig na de una necesidad de sobrevivencia
3de,c uadam en te y ambos - ambiente y sujeto- se ve n afectados . Pe- primordial. Unicamente con la participación de la personalidad ínte-
reciera Que en todos los seres humanos hay una tendencia innata gra se consigue ese sentimiento religioso de existencia intensificada,
~aci a lo ri tual, la que podría definirse como la expresión de su sen- de exaltacl6n, de integración, sin disminui r la conciencia plena del
o ~do de ide n ~ ficaci6n soc ia l, su necesidad de con tact o con u n grupo. individuo y del grupo, del sí-mismo y del otro y de la pertenencia
- :;sta t en den cia n~ sólo la encontramos ent re los hombres más pr ím í- del individuo al grupo. ,
;. t~ v os , sino tambien entre grupos muy civilizados. Lbs juegos infan- Sin em bargo esta intensificación del sentir es posible única-
t iles se com p o.n~n principalmente de acciones ri tuales y repetición . mente si la participaci6n es ininterrumpida. La más leve interrupción
Los d esfile~ mílí tares, los festiva les. las cer emonias religiosas, son to- - sea ést a del ambie nte, o si se interrumpe en fantas ía- el signifi-
das expresiones d e esta nece sidad . La perversión de es ta necesidad cado y la completa integración de la actividad se pierde.
parece esta: ,tras las neu rosis compulsivas y obsesivas. perversi ones
Que se ma nIfIesta n en necesidades ap are ntemente tan absurdas como Ahora supongamos que en el transcurso de la acti vidad gr.upal
, la d e lavarse las man os cada veinte minutos Est e tipo de ri to obse- o del ritual, el individuo súbitamente toma conciencia de su nece -
· stvo siempre t iene raíce s sociales y personales. Sin embarg o son ca- sidad personal de sob revivencla, que aparece más dominante q ue
; naces de ma nten er la forma social sin su conten ido social y al mismo su partlcipa oi6n en el rit ual Supo nga mos que en medio de la fun-
1t iemp o ~on. i~capaces de _~ a!~~f-ªc.tl. Jas ne ce s i d a d es siempre camb ian- ción un integrante del coro encu entra que ti ene que orinar. Su ne-
tes del Indi viduo En buenas cuentas son la fonna más est éril de ex- cesidad de sobrevivencia se en tromete profanamente en el acto so-
presión: no dan nada ni al César ni al sí mismo. '
, lemne. Tenemos entonces tres posibilidades: el individuo puede re-
I
Sin embarzo. la gente norm al también suele sentir la necesi-
dad de un ritual. Si en un a ocasión importante no hubiera ritual
- nin!tÚn brindis , ninRÚn apret ón de manos. nín eún discurso, cere-
I' tirarse (eso sí que calladamente para no llamar la atención) puede
forzar su necesidad completa mente empujándola al fondo y obli-
I

~a rla , al men os temporalmente a que desaparezca. o tamb ién puede

I
· monia de nin¡:run a esoecte--, entonces 'el asunto entero se vería como vacila r en tre sus necesida des y las necesidades del grupo. En este
-stn sísntñcado V chato. El r itual le brinda a tales experiencias or den , últi mo caso intenta rá mantenerse en contacto con el ritual, dánd ole
form a v ob jetivo En términos euestálttcos podrfs mcs decir que el eí- una ubicación de dominan cia; pero no lo consigue Estará ahora ante

I
un conflicto entre el miedo y la impaciencia. F.l suteto podr á ex-
tual cont rfbuve a hacer más cla ra la suestelt. hace Que re salte más . '
nresar lo que está experimentando de éste con estas oalabras: "Quie-
Por ei emnlo. al enfrent arn os con la muerte todos sentimos la nece-
ro orinar: oialá pudiera int errumpir la sesíén. pero nueremos con-
· sfdad de ateún rito. Hast a el ciuda dano más sofisti cado v moderno
, tinuar. No nos ~ta ser perturbados. Además nn es de buenas ('0"<;-
·efel mu ndo encontrarla chocante si sencillamente nos desh iciéra mos
tumbres pe rt urb ar a los dem ás, de modo que oja lá no tuvi era que
: de nuestros muertos en bolsas desechables .
Al mismo tiem oo de satisfacer una necesidad pro fund amen te
Ii ori nar y me te ndré que controlar. Ojal á que mi vejiga no me moles -
! tara Real mente es una molestia".
a rr aigada en el individuo, el ritual tiene tambié n un va lor social.
Porque el ri to re fuerza el va lor de sobre vívencla oue tiene la vida
en gru po. Une a la gente El ej ercitarse, por ejemplo. au me nta la
! Bajo esta afirmación ap arentemente inofensiva subyace una
serie de confusIones que pueden llevar a la neurosis. El que así
coordenación de los participantes del ejercicio v al mism o tiempo j habla aparentemente es Incapaz de distinguir adecuadamente -entre
sí mismo y el ambiente. Su afinna ción contiene los cuatro mecanis-
aume nta su capacidad de actuar como grupo en defen sa de las nece -
sidades del mismo La magt a -que no es más que man ipulaci ón fan- mos de perturb aciones de límites que la terapia Guestáltica encuentra
tascada del amb iente- sirve para increment ar el va lor del gru po tra s la neu rosis. Desde luego que est o no signi fica que qui en hac e
como medio de lozrar sus meta s. Se la utiliza para invocar el apoyo tal es declaraciones es un neurótico declarado. Significa que la s actí-
:de pode res benéficos (aq uellos q ue tendrían un a catex ís positiva) y . tudes que está n tr as su afirm ación , de seguir su libre curso al re-
:.par a aniouilar pode res amenazadores (aquellos que tienen una catexís presentar una modalidad continu a de pensamiento y conducta, lle-
•neeattve) . Cual quie ra que sea el va lor que t iene para el grupo, el ri- garán a t ransformarse en acti tudes neu róticas floridas manifiestas .
tual inte rrumpirá - y esto es lo que prete nde- algunos de los procesos De modo que dejemos a nu estro sujeto por un momento y veamos
espontáneos y personales de los individuos que fonnan el grupo. Un a qué son estos mecanismos neu róticos y cómo se desarrollan . L uego
vez comprometidos en el r itual, toda otra actividad es descartada, podremos volver a él y ver cómo esta sen cilla situación puede ser
como profana, El r itual exige y consigue con solemni dad y devoción, el modelo para el desarrollo de las configuraciones neuróticas.
f íntroyeccion 4J
42 enfoque gUlstdlt;co

Todas las perturbaciones ne uróticas surgen de la incapacidad


del indi viduo por encontra r y mantener el balance adecu ado entre
¡ INTROYE CCI Ol<

él m ismo y el resto del mundo. Tienen en común el hecho de que r Todos nosotros creemos mediante el ejercicio de la capacidad
en la neurosis, el lími te social y am b iental se siente extendiéndose I de discrim ina r, la q ue en si misma es función de l límit e entre lo
¡
demasiado por sobre el individuo. El neur ótico es ei hombre sobre propio y lo otro. Tomam os algo del ambiente , le devolvemos algo al
el cual la soc iedad actúa con demasiada fue rza Su neurosis es una
¡, ambient e. Acep tamos o rechazamos lo q ue el ambien te tien e pa ra
¡•
maniobra de fensiva para protegerse a sí- mismo de la amenaza de ofrecernos . Podemos crecer únícamn te - si en el proceso de 't omar,
ser apl astado por u n m und o avasall ador. La neurosis es su técn ica digerimos plenamente y asimilamos plena mente. Lo que hemos asi-
m ~. efectiva p~ ra mantener su balance y su sentido de auto-regu -
¡ milado verd aderamente del ambiente pasa a ser nuestro pa ra hacer
lacl ón en una Situación en la cual siente que la suerte no le favorece. lo que nos plazca . Lo podem os retener o lo podemos devolver en su
Aunque asumimos q ue en las neu rosis los disturbios del lími- forma nueva, su destilación a través de nosotros. Pe ro lo que tr a-
te operan pri mordialmente a través de cua tro mecanism os distin- ze mos íntegro, aquello que acepte mos indiscriminadamente, lo que
guibles en tre sí, ser ta poco realista decir que un tipo determ inado ingerimos en vez de digerir, pasa a ser un pa rá sito, un cuer po ex -
de comportamien to neurótico es el resultado de la operación de uno tra ño q ue hace de nosotr os su morada. No for ma parte nuestr a aun-
de ellos a islada mente. Tampoco seria ra zonab le sostener que un tipo que present e la apa rien cia de serlo . Aún es parte del ambi ente.
~e ~e rmin ado de co n fusi ~n _ .~ ~ rca d ~l..J Jrojte _(bound.ary.) - -un t:yc 1 E:; fácil ver este pro ceso de crec imiento por asimilación -de
unl~o del ba lance en el campo organismo/ambiente- pr oduce e eu-
rosis o es evid enci a de un a configuración ne urótica . Desde luego
q ue .h a~ ci~ rt as sit uac iones donde esto ocurre y conducen a lo que
en srquíatrra se denomina las ne urosis traum éñe es. Las neurosis
traumáti cas son esencialmente configu raciones de defensa que sur-
¡, desestructura ción ' y digesti6n- desde un pu nt o de vista ñsí cc. Cre-
cemos y nos man te nem os mediante alimentos que nos tragamos en-
teros, sirlo med iante alimentos que masticamos (con lo cual comíen -
za el proceso de desestru ctura ción) y diger imos ( con lo cual se con-
tinúa el proceso cambiando aún más allá los alimentos hasta llegar

Il·
gen como un intento de l indivIduo por prot egers e de una intrusión a partículas químicas q ue el cuerpo puede utilizar) . El alim ento fí-
ate.rrad ora de la sociedad o de un choque am bien tal. Por ejemplo. sico una vez adecu ad am ente digerido y asimilad o, pasa a ser parte
q ue ha ex pe rim entado el niño de dos años de edad cuyos ' pad res lo nuestra , se convierte en hueso, músculo y sangre. Pero alimen tos
han dejado encerra do du r ante toda la noch e en un gua rdarropas q ue son tragados ent eros, que engullimos, por así decir, no porqu e
obscuro. La cond ucta de ellos 10 ha reducido a una nada , en reel í- lo queremos sino por obligaci ón, yacen pesadamen te en el estómago
dad a menos que nad a; a un objeto de man ipula ción sin derechos ¡.
, Nos ponen incóm odos, q ueremos vomitarIos y sacarlos de nuestros
I) i poderes propi os. Ya no e xiste un "él" sino solamen te un "ellos" sistemas Si no lo hacemos, si supr imimos nuestra incomodidad
! nuestra náusea y nuestro deseo de deshacernos de ellos en t ünces

¡,.
y lo que "ellos" pueden ha cer. Al defenderse de esta sit uaci6n es
posible q ue el niño desa rrolle esquemas rígidos de conducta. Y éstos finalmente logramos digerirl os dolorosame nte o incluso nos intoxi-
persistirá n durante largo tiempo incluso después que ya no haya can.
. peli gro. Fu eron suscitad os por un trauma, pero siguen operando in- El pr oceso sicológico de la asimilaciÓn es muy pa recid o a su
clus o largo tiem po después que el trauma ha dej ado de existir . contrapartida ñs ícl ógtca. Conceptos, datos, patr ones de conducta va-
Sin emb argo las perturbaciones de límite que exi sten en la lore s morales, éticos, estéticos y políticos, todos provienen original .
m ayori~ d: l a ~ neurosis son m.ucho menos dramáticas que ést as. men te del mundo externo. No hay nada en nuest r as men tes que no
Son mas bien Interferencias ma jaderas, cr ónicas y cotidianas en-el prov,enga del ambiente, de alguna ma nera , pe ro no hay nada en el
1 ambiente para lo cual no haya una necesidad or ganísmica ya sea
¡,
pr oceso de crecimiento y de aut o-reconocimiento; pro cesos med ian.
te los cuales logr am os el au toapoyo y la madurez. Y cua lqu iera que ésta física o fisiol ógica . Estas tienen que ser digeridas y domi nadas
s~ a la form a específica que tomen estas interferencias e lnterrup .1 si han de convertirse verdad eramen te en pr opias, verdadera men te en
;ciones al Prccesc de, crecimiento, siempre resultan en la aparición . . u.n.a pa~te de , la personalidad. Pero si sen cillam en te aceptam os por
-de confusiones conti nuadas en tre lo propio (the self) y lo otro (the i • ~SI decir, el c~hanch o entero sin crít icas, la pal abr a de otra persona ,
other) , , ."" , ya sea por ser de buen gusto o por ser seguras o tradicionales o de
6 N.eolog¡s~o utilizado Irecuentemente por Perl. que sir nltica dt4M Ct r t 4lTllclllrC, a

I
diferenClI de la pallbra dt,Irucci6n que h,bJtuI lment, Implica aniquil.ción e reduc-
ción a l. lada. (N. del. T,)
44 enfoque gues t áltico
mal gusto o peligrosas o re volucionari as. entonces yacen pesadamen-
I proyección 45

rentes y aparentemente opuestas. Una de éstas puede resumirse en


te en nosot ros. Son realmente indigeribles. Continúan sien do cuer- la Regla de Oro " tra tad a los dem ás como te gustaría que te tratasen
pos extraños aunque hayan tomad o nuestras men tes por su mora da. a ti ". La otra es la ley de la sobrev ívencía 'del más fuerte que ha sido
Tales act itu des, modos de act uar, de sentir y evaluar sin digerir en reducida al slogan "el hombre es lobo para el hombre" ("horno he-
sicología se les deno min a introyect os y el me canismo me dia nte el minis lupus") . Si llegáramos a íntrcyectar amb os "pedacitos" de dog-
cual estos cuer pos extraños son agregados a la person alidad noso- ma terminaríamos tratando de ser al mismo tiempo generosos; gen -
.tros lo denomin amos introyección. tiles, poco exigentes y gratuitamente agresivos (a gresivos al pedo) ,
. No niego que en algun as oportunIdades este proceso de tra- Amariamos a n uestro prójimo pero al mismo tiempo no confi aría-
gar algo entero tie ne cierta utili dad. El estudiante que la noche an- mos en ellos. Emularíamos a los humilde s y al mismo tiempo seria-
tes del exa men engulle conocim ient os apre su radame nt e para sacar mos brutales y sádi cos. Aq uellos que de he cho in troyectan estos dos
una nota pasa ble. tiene una re e én legitima pa ra hac erlo. Pero si conceptos o cual quier otro conjuto de ideas reñidas entre sí, gue-
se ilusiona a sí mismo cre yendo que ha aprendido algo de su estudio rrean tes, hacen de sus personalidades un campo de batalla. Y el
forzado, tend rá un se,vero golpe cuan do seis meses desp ués sea in te- conflicto interno del neurótico por lo general _se guerrea hasta en
rrog-a do sobre el mismo tema. Ya que en ese la pso hab rá olvida do ' jaque mate, donde ningún lado gana, donde la personalidad se ve
gr an parte de lo que "aprendió". inmo vilizada para proseguir con su cre cimiento y desarrollo. .
Tamnoco est oy d icien do qu e el incii v~YQ . debier a . rechazar La Intrcye ccí ón es entonces el mecan ismo ne urótico mediante
cu alc uier eltme nto sicoIó,gico ·q uep rove"ñga del mundo ex terno Es el cua l incorporamos dentro de nosotros mis mos, patrones, actitu-
tan tmoosible alim entarse de un o mismo slcolé zl camente . como lo des, modos de actua r y pensar que no son verdaderamente n uestr os.
p<: alimentarse de sí mism o fisiológicam ente En otras oal ebres. los En la in tro ye cción hemo s corri do el limite entre noso tros y el resto
alimentos stcol éeícos qu e nos presenta el mundo -el alimento de del mundo tan demasiado ha cia den tro de nosotros mismos qu e casi
.rfMr><: v actitudes sobre los cua les se ccnstruve nu estra personali- no queda nada de nosotro s. Volviendo ha cia at r ás, al ej emplo del
n ll M_ tiP"e Que ser asimilado exactame nte del mism o modo como cantante sufrido quien afirmaba "No debo mole star a los dem ás".
nuest ro alimento real. Tiene oue ser desestruct urado. analizado, de- Este es un ejemplo de íntroyec cíén . Después de todo, ¿quié n dijo
sarma do y luego armado del modo como sea de mayor valor para esto , él o ellos? ¿De verd ad cree que sus necesidades son tan poco
nosot ros. Si sencill amente se tra ga ente ro. no contribuye en abso- importantes que las ne cesidades del grupo deben prevale cer ? Cuan-
luto al desarrollo de nuestra persona lida d. P or el contrario. se to rna . , do el íntrcyector dice "yo pienso" gen eralmen te qu iere decir ."ellos
en alee semejante a una casa tan repl eta de posesi ones de otras per - piensan".
-sen as Que no bav Iuz ar c ara los muebles orootos No!'! convierte en
h:o<:ur er os reoletos de inform ación extra ña e Irreleva nte. Y In c ue •
PROYECCION
-ln hace más trá ,l;!ico aún es qu e s; este materia l nudiera ser temolado,
"alter -ado y transform ado a través de nosotros, nos sería de enorme El reverso de la introyección es la proyección. Tal como la
valor. in troyecci6n es la tendencia a ha cer de sí mismo (seU) respcnssb le
Por lo tan to el peligro de la introyección es doble. En primer de lo que de he cho es parte del ambiente, así tam bién la proyección
Iusar el homb re que introvecta nunca tie ne la oportuni dad de dese- . es la tendencia de hace r responsable al ambiente de lo que se origi na
rrollar su propia personalidad porque está tan ocupado aseg urando en el sí mismo (self) . Clínicamente r econocemos qu e l., paranoia,
los cuerpos extrañ os alojados dentro de su sistema. Mientras mayor caracterizada por el desarrollo de un siste ma alt amente crgan teedo
, es el nú mero de introyectos con que se ha ap are j ado, me nos lugar de Ilusiones, es el caso ex tremo de la proyección. Se ha visto en
hay para q ue él se exp rese e Incluso descubra lo Que él mismo es. caso tras caso, que el paran oico es una personalida d altamente agre-
y en segundo lugar , la introyección contribuye a la desin te gración siva , que siendo inc apaz de soportar la responsabilidad de sus pro-
de la personalidad, Si uno se traga en te ro dos concep tos Incompatr-' pios deseos y sen timientos se los adjudica a objetos o personas en
bIes uno pod rá encontrarse a sí mism o hecho pedazos en el proceso el ambiente. Su convicción de que está siendo pe rseguido es de
de tratar de reconcillarlos. Y esta es hoy en día, una experiencia rela- hech o la afirmación misma de que q uisiera perseguir a otros:
tiv amente corrie nte. Pe ro la proyecci6n existe también en forma s menos extremas
A tit ulo de ejemplo: nuestra sociedad nos enseñ a a todos des- que ésta, y tenemos qu e tener cuidado en distingui r entre p'royec~
de la más temprana infan cia dos tipos de acti tudes enteramente dife- cíón, que es un proceso patológico y las suposicione s basadas, en la
46 enfoque guest áltico proyecci ón 47

observación, lo cual es normal y sano. Tant o el planear corno el de proyección. El "it" asoma su horrible cabeza ; nuestro amigo está
anticipar, el hacer estratagemas y maniobras en el juego de ajedrez a punto de ser victímizadc por su propia vejiga, "Tenia que ocu-
y en muchas otras actividades, comprenden comportamientos y SU ~ rrí rme a mí"; "Yo tengo Que sufri r" , dice. Estamos presenciando el
puestos acerca del mundo externo. Pe ro estos supuestos son reec-. ' nacimiento de un pequeño episodio de paranoia. Porque ta l como
~ocidos como su puestos. El jugador de aj edrez que piensa en varias la resp uesta a la pregunta del introyector '¿Quién dij o eso?, es "e llos";
Jugadas más adelante está haciendo un conjunto de suposiciones así tam bién la' respuesta a la afirmación del proyector es: "es tu ve-
acerca de los procesos mentales de su contrincante, per o basados en
la observación. En esencia lo que hace es decir "Si yo fuera él, esto
es 10 que haria". Pero re conoce que son suposiciones, las cuales no
necesariamen te van a gobernar la con ducta de su contrincante y
reconoce que estos supuestos son suyos.
I, jiga, eres t ú que quieres orinar". Cuando el proyector dice "ít" o
"ellos" por lo general qu iere decir "yo", .
Entonces en la proyección trasladamos el límite entre noso-
tros y el resto del mundo un poco demasiado a nuestro fav or, de
un modo que nos hace' posible desposee r y renunciar a aquellos
aspectos de nuest ra personalidad que encontramos difíciles y ofen-
.

P or otro lado, la mujer sex ua 1men te inhib ida q ue se queja


de que todo el mundo le hace avan ces, o el hombre altivo. fr ío. ret ra í- sivas o poco atracti vas. Y. ademá s. por lo general son nu estros in-
do que acus a a los demás de ser poco amistosos con él, son ejemp los trayectos , los que nos lle van a los sentimientos de poca acep tación
de proye cción neurótica . En estos casos los individuos han hecho del sí-mismo y de auto-alienaci ón que producen las proyecciones.
suposiciones basadas en sus propias fantasías y no han re conocido Debid o a que nuestro héroe ha Int royectadc la noción de que los
que son solamente supcsícíonea-Ademésbán renw ado -r econocer su buen os modales son más im portantes que la satisfacción de las ne-
origen. ~ a c!eación art ística ta mbién exige un tipo de compor ta" cesidades persona les apremiant es, porq ue ha introyectado la creen-
miente l~ a gmativo proyecnvc. A menuda el novelista llega a pro- cia de que uno debe aprender a "sonreír y aguan ta r", debe ahora
yecta rse literalmente en sus persona jes y se convierte en ellos mien- proyectar e incluso expulsar de sí mismo aquellos impulsos dentro
tras escribe acerca de ellos. Pero nuevamente a diferencia del neu- de él que están en desvent aja con lo que ahora consid era activida-
, "
ronce proyecu vo, no padece de Ia confusión ' de identidad 'El sabe des externas. Es así como ya no qu iere orinar; es un buen muchacho.
hast a dónde llega él y dónde comienzan sus personajes, aunque al quiere quedarse con el grupo y continuar cantando. Pero esa vejiga
c~ lo r de la actividad creativa puede perder, tempora lmente, su sen- moledera y desconsidera da, que ocurre reside dentro de él y que
tido de limite y convertirse en otra persona. ahora él concibe como un tntroyecto - un elemento ex traño el cual
El ne urótico no usa el mecanismo de la proyección únt ca- le ha sido introd ucido sin su consenti miento- qu iere que él vaya a
rr.ente en relación a sus qu ehaceres con el mundo que está afuera ori nar. Al -igual que el introyector , es incapaz de distinguir aque-
de él mism o, T ambién lo usa en sí mismo. No sólo tiene la tenden- llas facetas de su personalidad que realmente son de él y aquellas
cia de desposeer sus prop ios impulsos, sino que también tiende a que le son impuestas desde fuera. Ve a sus íntroyectoe como parte
desposeer aque llas partes de él mismo de donde se originan aque- de si mismo y aquellas partes de si mismo que qui siera no tener en
llos impulsos. Les confiere, por así decir, un a existencia objeti va fuer e ese momento, como introyectos no digeridos y adem ás indigeribles.
de él, de modo que puede culparlos de sus problemas sin encara r Mediant e el proyectar espera librarse a si mismo de sus introyectos
el hech o de que son parte de él mismo. En lugar de ser un pert íct- fantaseados, que de hecho, no son en absoluto introyectos, sino partes
paute activ o de su propia vida, el proyector se convierte en un ob- de él mismo.
jeto pasi vo, víctima de las circunst ancias. La personalidad introyectante que se confiere en el campo
L a lacónica afirmación de nuestr o cant ante acerca de su ve- de batalla de ideas no asimiladas en guerra entre si, encuentra su
jiga "Realmente es una molesti a" es un hermoso y pequeño ejempl o paralelo en la personalidad proye ctiva , que hace del mundo el cam-
po de bat alla donde deben guer rearse sus conflictos privados. La
persona excesívamente cautelosa, la cual le dice a uno que qUIere te-
7 Pronombre lnSlb que se pone en lusar de los nombres de ,~85 Inlll nlmllldll5. CorreJ. ,'"", ....Xtgr amigos y ser querido y que al mismo tiempo declara "no se
pe nde en esp,lIol , : ,,1, ,,110, "lIo. lo, la , le. P eels pone éntasis en Que mediante ' u '- " ~ p-q~d e confiar en nad ie, todos quieren despojarlo a uno al menor
: uso la penont elude asumIr ~spons,bl1ldad de la acción o de la pertenencl, de descuido", es un proyector por excelencia.
la con . " Me duele lo aben" es díferente a decir "Me duele mi c.bu." )'
"Yo m" hago doler mi caben" . Eliminando as! el uso de loa pronombres ImPerso · comUlIIII. Y el eetreme de m.nor propiedad. u pre ;.d. por el pa ctenre eJQuizofrénico
nales, l e recu pera, se reposte y se asume la totali dad del proceso vívenctal. El uso que diria algo ni: ·'ElJoa h'Cf' n COSIIII p,r. QU~ I~ dlltla la cabe za , J IIBro·' , ( N.
del pronombre impen0l1lll1 seria una eLlllpa intermedia y habitual entre el extre mo
del T,)
de may or propied , d .obre el proceso, eJempllticlId a por 1&1 dos C11t1ffi111! fra ses entre
enfoque gJUst áltico
confluencia 49
llorar. Incapaz de sollozar, nunca soltaría ni concluiría su pena; es
CONFLUENCIA incluso posible que luego de transcurrido un tiempo olvidaría el mo-
tiv o de su pena. Tanto la necesidad de soll ozar. por una pa rte, como
, Cuando el individuo no siente ningún límite ~ntre .él nUsJ?o la contracción del diafragma como defe nsa en contra de la expre-
y el ambiente que lo rodea, cuando siente que es uno con el, se dice sión de esta necesidad, forman una línea de ba talla única Y. esta-
que está en confluencia con ~l ambi~~te . Las , partes. y el .todo se bilizada de actívidad y contra-actividad.. Esta lucha perpetua trans-
hacen indistin guibles entre .S l . Los, nmos r.e~en. .nacid os viven en curre todo el tiempo y en forma aislada del resto de la personalidad.
confluenc ia; no tienen ning ún sentí dc de dístíncíón entre dentro y El hombre que está en confluencia patológica hace un ovillo de sus
fuera entre ellos mismos y el otro. En momentos de extasrs ,o con- necesidades. sus emociones y sus activida des, r esul tando una con-
centr~ción extrema, la gente adulta tambi én se puede sen tir co~· fus iÓn t al que ya no se da cuenta de qué es 10 que quiere hace r
fluye ndo con su ambiente. El ritual .e~g~ este se~tido de .co ~l U~n C18 ni cómo se 10 está imp idiendo . Esta conf luencia pa tológica yace tras
donde los límites desaparecen y el individue se siente mas el mismo muchas de las enfermedades ahora reconocidas como sicosomá ticas.
debido a que está tan ide ntificado con ~l grupo . Una ~e las ~azon ~~ Si la confusión entre la respiración y el soll ozar, que mencionábamos
por las cuales el ri tu al produce un sentido de ex altaci ón y vive ncia antes, se mantiene por el tiempo suficiente, puede resultar un asma.
enriquecida es que normalmente sentimos en ~orma . basta nte aguda La confluencia patológica tiene también seri as consecuencias
el limite entre el ye-mísmc y el otro. y su disolución tem por al es sociales. En la confluencia, $C exige similitud y se niega la toleran-
experimentada como algo muy ~pactante.. P~r~ cu~do. este seJ.l- . cía de las dif erencias. A menudo encontramos esto en padr es que
u do de identificación toW es. crónícc y -el mdlvlduo -es -m~p~ ~~ consider an a sus hijos como meras extens iones de ellos mismos. Tales
'Ver la diferenci a entr e él mismo y el rest o del mundo, est a siccl ó- padres carecen de la noción de que sus hij os están destinados a ser
.gicamente enfermo. No puede v ívencíarse a sí mismo pues ha perdido destinados a ser distintos a ellos en al menos algunos aspectos. Y si
todo sentido de sí mis mo. los hijos no son confluyentes y no se identifican con las exigencias
· La persona en la cual la confluencia ~s Wl estado patológico de sus pa dres, se encontrarán con rechazo y alie nación: " Tú no eres
'no nos puede decir qué es ella ni pue d~ ,!-ec1fno~ lo que ~n los de- hijo mio", "Yo no quiero a un niño tan tra vieso".
mas. No sabe has ta dónde llega ella IJUSma y donde comienzan los Si los diversos miembros de las Naciones Unidas Ilegerana per-
demás. No se da cuenta del límite en tre sí mismo y los demás, no catarse e incluso a estimar las díferencías existen tes entre las 'nacio-
·puede hacer un buen contacto con ellos. Tampo ~o pu~de r~ tira rse de nes que forman la organización, tendrían buen contacto y habrí a una
eUos. De ver dad. ni siquiera puede contactarse consigo mismo. buena oportunidad para resolver los problemas que ahora aquejan al
· Estamos compuestos por millones d.e ~lu1a,s. Si fuesemo~ una mundo. Pero mientras no se toleren las difer encias y mien tras cada
confluencia seríamos un a masa irúorme Ja.lelforme, y no habría cr- nación exija que todas tiene n que actuar según su propio punto de
"ganteací ón posible. Por el contrario, cada celula esta separada .l~ una vista, punto por punto, el conflicto y la confusión perd urarán. Míe n -
'de otr a por una membran~ porosa, y esta ~embrana es .~l $lU O d~ tras las .dífer encíes no sean aceptadas, van a ser perseg uidas . La exi-
: contacto y de discriminacion en que se define lo que es aceptado gen cia de un acuerdo total, de una confluencia, es como la afirma-
y lo que es "rechazado". . ción que dice "Si no quieres ser mi amigo, te parto la cabeza".
~ Sin embargo. si nuestr as partes componentes, que no solo ope - La afinnación de nuestro cantan te "Queremos seguir aliela n-
\ an como partes del ser human o total, sin o que tamb~én realizan , te" cuando de hecho son ellos que quieren seguir adelante y 'no él
· algunas funciones particulares, son Juntadas y manter:udas ~n una --él quiere irse del coro y orinar- es una declaración de con~uen­
"confluencia patológica, entonces ninguna de ellas podría realizar su cía : una afirmación de que él ya no sabe distinguir entre él mísmc y
J tra bajo ad ecuadamente. Tomemos como eje mplo una inhibición er ó- el rest o del grupo. Cuando el hombre que está en conflue ncia patoló-
"ntca. Supongamos que en varias oportunidad~s Ud. tuvo deseos ~e gica dice "nosotros" uno no puede saber de qué está hablando; si de
"Ilorar pero no se lo permitió, contra yen do deliberadam ente los mus- el
sí mism o o del resto del mundo. Ha perdido compl et amente sentido
· culos del diafr agma. Supongam os mas aún que esta forma de ~m~ de límite.
: portamient o, que originalmente sur:gió como ~ esfuerzo cO~C1ente
-pcr suprimir la necesidad de llorar, se ccnvírtíera en algo hab~t1;1al Y,_
· toma' tico La respiración y la neces idad de llorar se confundman y
1 au .
harían confluyentes entre sí. Ent onces h a b riamos
• pe rdíd b
I o. am as
'; :~tiVidades. la capacidad de respir ar libremente y la capacid ad de
"

50 enfoque guestáltico retro/ lexián 51

RETROFLEXJON el neu rótico, el si mismo,es o una bestia o un ánge l, pero el sí mismo


nunca es yo mismo. ,-
El cuarto mec ani smo neuróti co puede lla~arse reerc ñ e xl én, Freu d- al des cribir el desarroll o de la personalidad contribuyó a
que literalmente significa "volverse atrás in tensamente en con tra". esta confusión . Habl ó ace rca del ego (el "yo") , el id (las ten den cias
El retrc üector sabe cómo trazar una lín ea dem arcatoria entre él y el or gánicas), y el s uper-ego (la conciencia) y de scribió la vida s íquica
ambiente y di buja una lin ea clara y n ít id a por la mitad. pero la tra- individual intermina ble e irrompible consigo mismo, el homb re lu-
za por el medio de sí mismo. El in troy ect or hace lo qu e los demás cha hasta su muerte. El retroflector pareciera que está actuando de
qui eren qu e baga, el proyect or le hace a los dem ás lo qu e él acusa a acue rdo a la imagen fr eu dlan a del homb re Pero deténganse un mo-
los demás de beeer,e a él, el hombre en confluen cia patológi ca no mento a consi der ar -lo que realmente es -el su per-ego. Si no es parte
sabe qu l~n le está haciendo qué cosa a qu ién , y el re t re ñeetc r se ha. del si mismo, del "yo", del ego, por necesidad debe ser entonces un
ce a si mismo lo qu e le gustada hacer a otros. Cuan do alguien r e tro- montón de in troyectos , de act itudes no asimiladas y de pla nteamien -
ñecta una con du ct a, se trata a sí mismo como originalmente quería tos impuest os al individuo por el ambiente. F.reud ha bl~ de la: i ~ t ro­
tratar a otras pe rsonas u objetos. Deja de dirigir sus ener gías ha cia yección como parte de l proceso mo ral del crecím tent o: dice, por ejem-
afu era en un inten to de ma nipular y llevar a ca bo camb íos en el am- plo, que el niño introyecta las "buenas" imágenes pare~ ~a l es y las es-
bleete que le satisfarán sus necesi dades ; más bien , reorienta su .a c- tablece cerno sus ideales de ego. El ego entonces tam bi én llega a ser
tivídad haci a adentro y se sustituye a si mismo por el ambiente como un conglomer ado de introyectos. Sin embargo, todos los probl emas no
c b íeuvc del compo rtamiento. En la med i~~ .q1:1e h~~ esto, dívtde su surgen en relación a la identificación infantil con los pa dres "bue-
personalidad en "hacedor" y eh- ''liec1iOa ll• Literalm ente llega a cons- nos ", sino en relación a la ide ntificación con los padres "malos". De
tituirse enel pe or enemi go de sí mismo. hecho, el niño no Intro ye cta las actitudes y la ét ica de los .padres
': Obviamente ningún ser humano puede pasa r su vida dándole "buenos". Las asimila. Puede que no se dé cuenta de lo que hace en
r ien da suelta a cad a un o de sus impul sos. Al men os algunos tienen té rm inos complicados y en jerga síqu íátríca, pe ro está trad uciendo las
que ser controlados. P ero el resistir impulso s des tructivos de liberada- actitudes tras la conducta satisfactor ia de sus padres en térm inos que
mente es ba stant e diferente que volverlos en contra de uno mismo. él pu ede entender ; redu d énd olos, por así deci r, al mínimo común
La madre que agotada al final del día cuan do su máquina de lavar múltiplo y luego asimilándonos en su nueva forma, una forma que
se descompuso e hizo pe dazos la ropa , su hi jo rayó las paredes del él puede usar . El no pued e hacer lo mismo con las " ma las" actitudes
living con un lápiz roj o, el hombre que deb ió haber venid o a arre- de sus padres ; no tien en medios para encararlas y ciertamente nin-
glar la aspiradora no vino y su marido llegó una hora tarde a la re- gún deseo innato para hacer les frente Así es como tiene que tornar-
ne, es posible q ue se sienta asesina. No seria aconsejable qu e matara las ccmo .íntrcyectcs indigerid os. y ahí comienza n los problemas. Por-
a su hijo O a su marid o, pero sería igu almente desaconsejable que se q ue ahora tenem os una personalidad compuesta no ya de ego y super-
degollara a si misma. ego, sino de yo y no yo, de si mismo y autoima gen. Una personalidad
¿Cómo se pone de manif iesto el mecan ismo de la retroflexi ón ? tan con fusa que se ha ce imposible d istinguir una de la otra.
Tal como la introyecci6n se muestra en el uso del pronombre "yo" Ciertam ente, esta confus ión en la identificación es la neurosis.
cuando realmente quiere significar "ellos"; tal como la proye cción y ya sea q ue se manifieste primariamen te a través del mecanismo de
se muestra en el us o del pronombre "i t" o "ellos", cuando el s ígmñ- la introy ección o de la proyección o de la re tro fiex ión o de la con-
cado real es "yo"; tal como la confluen cia se mu estra en el uso del 1 flu encia, su marca de fábrica es la desintegración de la pers o ~alid ad
pronombre "nosotros" cuand o el sign ificado re al es cuestionable, así y la falta de coordinación en el pensa miento y la acción. .
la retrofle xión se muestra en el uso de l reflej o, "yo mismo". La t era pia consiste en rectif icar las falsas íden nñcacíones. Si
El re troflector dice "tengo vergüenza de mí mismo" o también la ne urosi s es el resultado de ide ntificaciones "malas", la salud es el
"tengo que forzarme a mi mismo pa ra hac er este trabajo". Hace una res ulta do de "buenas" identificaciones. Desde luego que est o deja
serie casi interminab le de afirmaciones de este tipo, todas ba sadas abier ta la cuestión de cuáles son buenas y cu áles son ma las identifi-
en la compren sión de que él y el mis mo son dos pe rsonas diferentes . caciones. Creo que la respuesta más simple y satisfactori a - y que a
¿Y q ué dice n ue stro can tante ? "Yo tengo que con!rolarme a mi mis- la vez se basa en la realidad obse rvable- es que las "buenas" iden-
mo". tificaciones son aquellas que promueven las satis facciones y las rea -
La confusi6n entre el sí mis mo (seU) y el otro que yace tras lizacio ne s de objetivos del ind ividuo y su amb iente . y "malas" Iden-
Id ne urosis se muestra en la confusi6n total ace rca de sí mismo. Par a t íñcac ícnes son aquella s qu e resultan en un aplastamient o y frustra-
52 enfoque guestál tico

cí ón del individu o, o en una conducta d.estructiva ·~aci~ s u ~biente. 3. Y aquí viene el neurótico
Porq ue el ne urótico no s610 se hace ~er able a SI ~mo. sm~ que
tamb ién castiga a todos aquellos que se mteresan por el con su com-
portamiento autodest ructivo. .
; Por lo tanto, en terapia tenem os que restabl ecer la capacidad
del neu rótico de discriminar. Tenemos que ayud arl e 8. descubr ir que
es él mismo y que no es él mism o; 10 que re aliza y lo que l~ frus tra.
Tenemos que guiarlo hacia la integració n. Tenemos que as';St1rl~ en
su búsqueda del balan ce y de los lúnites adecuados entre el ~usmo
y~ el resto del mundo. Es fácil decir "~ncillamente sé ~ú mísmo",
pero par a el neur étícc hay mi1: s de obstac~~os en .el ~mmo. ~nte?­
diendo ahora los mecan ismos como el neurcttco se lm~Hde ser el rrus- y aqu í viene el neu róti co, amarrado a su pasado y a sus mo-
me, podemos dedicarnos a intentar re m~ver los obs t~culos, uno. por do¡ anticuados de actuar , vago acerca del presente porque lo ve os-
un o, ya que esto es lo que d~biera ocurrir en la terapia, y terapia es curamente a través de su cristal, torturado por el futuro, porque el
19 que discutiremos en segu ida . presente está fuera del alcance de sus manos. Al consultor io lleg a
ya sea con cara de vergüenza o de desvergonzado, tímido u osado,
arrastran do sus pies o segur o en su andar. Par a él, el terapeuta pue-
de ser un par de oídos desmembrados, o tal vez un mago que no tíe-
ne más que batir su varita mágica para convertir a la besti a en un
hermoso doncel, espigado y cargado de dinero y encanto O ta l vez
sospecha que el terapeuta no es más que un fr aude y un charlatán,
per o dispues to, en vista de 10 desesperado de su problema y su bon-
dad de corazón, a darle una rápida oportunIdad.
Cualesquiera que sean las fantasías que tie ne en su cabeza
a medida que se acerca, cualquiera que' sea su apariencia , el pacien·
te viene en busca de tratamiento porque síent e que está en un a uisis
existencial, es decir, siente que las necesidades sicológicas con las
que se ha identificado y que son tan vitales para él como su aliento , no
están siendo atendidas en su modo actual de vida. Las necesidades
sicológicas que asumen esta impor tancia de vida o muerte son t an-
las y tan variadas cerno Jo son los pacientes. Para uno, el man tener-
se a la altura de los vecinos y el superarlos, en lo posible, es una ne-
cesidad dominante . Tal persona identifica su existencia total. con su
existencia social y si su posición social se ve amenazada, est o es una
crisis existencial Para otro, el ten er la devoción exclusiva de esposa,
marido o amante es una necesidad domlnante. Si tal perso na no Ic-
gra su cometido, o si hab iéndolo logrado 10 llega a perde r, est4 en una
crisis exis tencial. P ara un neurótico el "autocontrol" es una necesí-
. dad existencial; para otro, la "autoexpresfón". Cualesquiera que, sean
'lis necesidades exist enciales, el hecho de venir a la tera pia es la ad-
misión del paciente de que no están siendo satisfechas. Consulta al
terapeuta porque espera encontrar en éste el apoyo ambiental que
suplementará a sus propícs medios inadecuados de apoyo . .
Piensa que con la ayuda del terapeuta será capaz de satisfacer
1¡ estas necesidades, pues ni él ni su ambiente lo pueden. Siente como

i
54 enfoque gJUstáltico , ti neurótico

qu e está en un pozo sin fondo. Esto puede ser porque se ha propu es- en la medida qu e ha fracasado, viene hasta nosotros frustrado y sin
t o a sí mismo una tare a imposible. Luego en el curso de una te rapia ha ber logrado u na sa tis facción total.
exitosa, sus obj etivos cambiarán; sus necesidades existenciales cam- Sin embargo, no viene con la s manos vacías. Tra e consigo sus
biarán. Puede se r debido a que su experiencia y su entrenamiento medios de manipuJaci6n, sus modos de movilizar y usar al ambiente
no h an de sarrolado en él suficiente autoapoyo pa ra posibilitarle el para que haga el trabajo que le corresponde a él. Y no nos engañemos
logr ar, por sus propios medios, objetivos ral ativamente sencillos En- al creer que est as .técnicas manipulatívas no son ingeniosas. El neu-
tonces una ter apIa exit osa le da mayor auto apoyo. rótico no es estúpido. Tiene que se r bastante hábil pa ra sobrevivi r, YA
. No es tarea del terapeuta ha cer juicios de val or acerca de las q ue carece en gra n medida de una de las cua lidades esenciales que
ne cesidades exístenc íelee de sus pacientes. P uede que el te rapeuta promueven la supervivencia : el au toapoyo. Literalmente, tiene un
no tenga may or interés en los negocíce, pero si su paciente siente que impedimen to y se necesi ta bastante ha bilidad para poder llevarse
"el éxito en los negocios es una necesidad existencial, el terapeuta de- bien con él. Desgraciadamente, to das sus maniobras están dirigidas a
be ayudarlo a encontrar el autoapoyo suficiente que hará posible su minimizar- los efe ctos del im pedimen to en lugar de subsanarlo P ue-
meta. No es tarea del terapeuta reducir a tod os sw pacientes a la' uní- de q ue en un comienzo las maniobras fueran deliberadas y por ahora
lo rmidad, presen tán dolos a todos con el m ismo conjunto de ne cesí- son tan hab ituales que el neuróti co ya no se da cue nta de ellas, pero
dades exis ten ciales, hechos a med ida para calzar ya sea al me nos v por ello no dejan de ser maniobr as ni de jan de se r ingeniosas. Reco-
al más competente de todos. Su tarea es facilitar para cada cua l el nocemos la astucia de la rubia platinada qu e cons igue piel es y di a-
desarrollo que le posibilitará .encon t rarIes metas qUéJe s o n -sig nifi' mante s de su admirador. La mujer plañidera y depend iente que con-
cativas y trab ajar por ellas de un modo maduro. Ya qu e en el m o- sigu e atención y apoyo de marido, hi jos y am istades, no es menos
mento en qu e el pa ciente inicia la te rapia, no p uede hacer estas cosas astuta. Reconocemos la habilidad del político que avasalla a la opo-
por sI solo. sición. El neu róti co de sensíbíltzadc qu e es tá ciego y sordo hacia 10
Su homeos tas is no funciona ade cuadamente; se de bate , corre que no quiere saber, es igualmente hábil . El proble ma del neurótic o
para acá y para allá y al igual que Alicia tiene qu e correr como el no es qu e no pu eda manipular, sino que sus manipulaciones son di-
vien to para permancer donde está. Pero funciona 10 suficientemente rigidas hacia la p reservación Y el cultivo de su imped imento, en Iu-
bien como para que el desbalanr.e produzca la ne cesidad de corregir- ger de esta r di rigidas a deshacer se de él. Si logr a aprender cómo de-
.10 y esta necesidad se siente como una catexis positiva del terapeuta. dica r ta nta in teligencia Y energ ía al apoyars e a sí mismo corno lo
Bien, ¿y qu é nece sita el pacien te de nosotros? ¿Un "Muro de pone en ' ha cer que su am biente lo apoye , entonces ten drá que tener
los lamentos", un hombro en qué apoyarse? ¿Un aliado para conde- éxito. .
nar a su esposa o a su j efe ? ¿Alguien para q ue lo castigue por sus Su capacidad para manipular es su mayo r logro, su pu nto
.pe cados?, o si ya se ha castigado a sí mismo 10 suficien te, ¿alguien Cuer te, y su incapacidad para enfren tar su cr isis ex istencial es su pu n-
q ue lo perdone y lo redima? ¿Ne cesita reañrmacíén, una inyección to flaco. Por 10 tanto, es desde los puntos fuert es que podemos comen-
de confi anza1 ¿Est ará soñando con lograr pod eres mágicos al some- zar a construir . Cuando el paciente se da cue nt a de que está man i-
terse a una cura mñegrcea e indolora? ¿Quiere afirmarse en su au· ¡ pulando su ambiente de una ma ner a qu e, no obstante 10 intricada .
tocontrol ? ¿Un au mento en su potencia sexual, un atajo para llegar es una derrota de sí mismo, y cuando se d a cue nt a de sus t écnicas
antes a la feliclda d ? ¿Quiere aceptación o am or, un empuj ón para manipulativas, podrá hacer cambios,
su fa lta de aprecio por sí mismo, se r rescatado del aburrimiento de Sus med ios de manipulación son mú ltiples y va riados. Puede
su vida, salvaclón de su soledad intolerable, me jorar su me moria ? hablar, mu chas veces ahogándonos con sus pal abr as. P uede arnu rr ar-
¿Se rá que quiere significado s e interpretaciones, esperando que ellas se y decl ara rse en huelga . P uede prometer y tomar resoluciones ; pue-
traerán cons igo en te ndimiento de sí mismo? ¿O quiere un a conñr- de romp er promesas y res oluciones. Puede ser su miso; puede sabo-
mación de su sen sa ción de qu e es un a person a tan enferma que no tear. Puede escu char los ma tices más finos, O pu ede hacerse el sordo.
puede luchar a solas por 18 vida? P uede re cordar u olvi dar, según 10 exija la situación . Puede cubrir-
Sea lo Que fue re, no lo puede conseguir por sí mismo y apa re n- nos los ojos y llevarnos por un camino encantado. P uede mentir y
temente tampoco 10 puede obten er de !U ambiente. De ser así no puede ser compulsivamente hone sto. Nos puede conmover ha sta las
habría recurrido al te rape uta. Pero ciertam ente-ha tratado de lograr lágrimas con SU miseria , o puede soportar su destino con org ullo . Nos
el apoyo -que necesita y ciertamente ha tenido un éxito parcial. De puede hipnotizar con su mon ótona voz o nos puede irritar con sus
haber faltado por completo estaría demente o muerto. Sin embargo, chirridos. Puede adular nuestra vanidad y herir n uestro orgullo. P ue-
.
,

56 eníoque guestáltico el neurótico 57


,,
de, siempre que él mismo se manten ga afuera. traernos sus "proble- Porque 10 que terne con espanto es el rechazo, la desaprobación
mas " elegantement e envueltos en su Jerga sicológica, esperando que y la eventual alta por el te rapeuta (desde luego que los más osados
nosotros se la desenvolvam os y que le expliquemos su contenido pa-
ra su satis facción. S i el terapeuta es un intelectualizador, el paciente
d iscutirá h as ta el día de l ju icio fin al ; si está al acecho de un tr auma
de la infan cia, el paciente cola borará con instancias verdaderas o in-
vent adas. Si el terapeuta tiene interés en las tra nsferencias, el pacien-
te hará de tod os su pa pi (l su m ami, salpic ado con un os pocos de s u
I no pe rmiten que esto se note). Y así el paciente maneja al te rapeuta
tornando la ap ariencia de un niño bueno. Intenta sobornar al tera-
peu ta con sumisión y seudoaceptación de sus peticiones y su sabidu-
ría Al mismo tiempo podrá tener una autoestima mu y pr ecari a, po-
drá ser muy sens ible 8 la crí tica real o 'imaginaria. De modo que se
pone tenso cada vez que el terapeuta le dirige la palabra .
misma ed ad pa ra rivalizar y hacer más interesante la cosa. El paci ent e ha traba jado mucho para pr oveerse de un :auto-
. Más que n ada , él manipula con disociaciones y con preguntas. concep to. Este autcconcentc es conocido en siquiatría bai o diversas
Si le mostram os que no prod uce asociaciones significativas . nos acu- den ominaciones corno: reacción-formación: autosistema, ideal del e go,
sa de falt os de fe, pues lo Que dijo es lo que se le vino a la mente . person a y muc has otras más . A menudo es un concepto completa men-
[Pero de verdad esta rá tan inconsciente de sus interrupciones y evi- te erróneo de sí mism o, cada r asgo r epresenta el opuesto exacto de
taciones de lo relevante ? O:Jn respecto de sus pr egun tas , sus funclo- ' su realidad Este autoconcept o no le puede br inda r al pacient e nin-
nes son inn ume ra bles. Disfr azadas como una apelación a nuestra om- zún apoyo: por el cont rario, se ve ocupado reclamando, deseorob én-
nisciencia. tienen la fina lidad de sonsaca mos infonnación que es clví- dese a sí mismo, aplastand o cualquie r índice de autoexo resíón s enuí-
'dada al minuto siguiente; nos ponen -a pru eba ;"qulerén 'pone inos en na . No sólo se agota a sí mismo en esta justa sislfea na . sino c ue ade-
:ridículo y atraparnos: son las herrami entas más importa ntes del pa- más necesita de l const ante apoyo ambiental de la a nrob aeión y la
ciente pa ra no enfrenta rn os con su problema . Como tales, son indica- aceo tscíón . Ha proy ectado su propio poder de discrírnin aclé n , es de-
ciones muy va liosas de las áreas de su confusión y, bien us adas , nos cir SU ceoactded de aceptar o rechazar a tal e'r adn. a ue cualau ler es-
proveen de un ex celente Instrume nto para hace rles ftent e. . r-aldar azo. no import a de nulen proven s a. ser á bien acoeido. Tam-
Pero, ¿y qué hay de la catexls negativ a. el temor del pacien te bién hA oerdido su capacid ad de acent ar "s en u ín am en t e. de modo oue
~ Que la te raoí a en lugar de ay uda rlo 10 hundirá aún más hondo en ninlWn balseo es asimilarl o v pe rm ane ce ' avariento e insatisfecho, a
IIn terreno de nadie . que le removerá completamente el oísc baj o pesar del afect o Que recib iere. _
su s nies ? Groso modo esto se relaciona con el fenóme no de la re- Este es un elemelo llamativo de corno al falt Al" el snovo 'Oro-
sistencia. Pe ro esta semejan za no debe engañ arnos No debem os caer visto e or la auto apreciación. pI result ado es un a constante necesidad
en la tramna de creer Que las res istencias son malas v que el paci en- de ec cvo-extereo, la necesidad de ser estimado v ;a n~ciado por los
te est aría mejor sin ellas, P or el contr ario, las resist encias nos son rlprn:k V rlebido a cu e este apoyo amb iental es bus cad o para el auto-
tan valiosas como lo fueron los movimientos de 'resistencia durante conceoto. nunca puede llegar a contribuir al crecimiento de l si mis-
J;¡ Seg unda Guerra Mund ial Otto Rank muy adecuadamente llam ó a mo. El hombre se trasciend e a sf mismo ún icam ente nor la via de su
Ias resistencias. voluntad negativa . Si el te r apeuta desaprueba las verdadera naturaleza, jamás por medio de la ambición ni las 'me fas
re siste ncias, más le valiera aba nd onar el oficio. No Importa si expre- artifi ciales. Estas conducen, en el mejor de los casos, al orgullo y la
vanidad glorificada. . .
se su desaprobación abie rtament e o no; la intuición del paciente r a-
ra vez es tan pobre que deje de perci bir la desap robación. El neu ró- La verdadera naturaleza del hombre, como la verdadera natu-
tico. como todos los demás, está adaptado y acostumb rado a vivir raleza de cualquier otro animal, es la integridad. Unícam ente en la
manipulando a su ambiente. Deb ido a que generalmen te ve el am- espontaneidad y en la capacidad de deli berar integrada, toma una
.bíente como hostil , muchas veces está muy sens ibilizado y listo para deci sión saludable, Porque tanto la esponteneidad como la delibera-
zen arle con su capacidad de adivinar, sentir e ingeniar a su oponente. ción están en la naturaleza del hombre. El darse cuenta de y la res -
Con facilidad presenta la máscara de aquellos analistas crtodcjos que ponsabilidad por el campo tot al, por el sí mismo corno tamb íén por
aterrorizados de la contra tran sferencia, se han desemocíonelteado a el otro, le dan sign ificado y configur ación a la vida del hombré .
ellos mis mos. Escabullé ndose de cualquier contacto, muertos ya como Se ha escrito tanto sobre la supe restruc tura del eu toccncepto
din osaurios, presen tan al paciente una cara de póquer. De tod as for- ba jo nombres como: sobre com pensaciones, complejos de i nferi~ridad
mas, el paciente no piensa en sus resistencias corno resistencias; ge- y de superiori dad, etc., que se ha convertido en uno de los fenómenos
.neralmente las vivencia como asiste ncia. Qu iere ayud ar. más cabalmente examinados de la siquiatría. Incluso el hombr e de
la calle habla de su "ot r o yo". Sin embargo, con toda la discusión , de l
¡

,.
58 enfoqué guest áltico r
t
el nrur ótico ., 59
eutoccnceptc y su su perestructura, la te rapia rara vez logra penetrar ¡ y sus expresiones, o cómo lo hacej ¿Nos ocuparemos de las profun-
verdaderamente en 1:"1 sI m ism o. Opino que, esto se debe .a .que. eñ la. ¡
,, didades subterráneas de su personalidad o de su superficie ? j~'pebe ­
. mayorí a de las form as de terapia, no se le .presta .Fuficic.nte at ención mos depender de sus palab ras o de sus acciones? 1.Tratarem(,ls sus
al est r ato de confusi ón que existe entre el sí mismo y el concepto de síntomas tísicos en térm inos sicol ógicos o sus síntomas síquicos en
sí mismo (o eutoconcepto) . Dado que la con fu sión es algo extrema- térm inos fÍsicos ? ¿Lo iremos a obse rvar o a interpretar? ¿Irá a a pren-
damente desagradable, actúa corno un potent e repelente y el pa ciente der por su propia experiencia e le dar emos u na charl a lue go 1e ha-
m nvflíza t odos los medios .qu e tiene a su al ca nce pe ee evitar en focar ber nos propuestos el tema de nu estra diserta ción ?
cla ram en te s us áreas de confusi ón . Ero este respect o. 'se com po rta b as- · 1...3s técnicas de las terapias convencionales se basan en la teo-
tante diferente d e Sócra t es. qu ien libremente admitía s us con fusi ones ria dc que lo que le falta al paciente no es más qu e u na compren-
intelectuales y existenciales dedicando su vida R. desarrollar una téc- sí ón de l . porqu é de su comportamiento y que est os porq ué pu eden
nica de desconfusión . . _ . .. ' ser descubiertos si cavamos lo suficiente en su pasado, en sus sueños
La con fusión es asunto de orientación inadecuada, y la confu- y en su subconscie nt e. Según 'cual sea la filia ción del terapeuta . estos
sión no reconocida es una de las ca re- terletícas de 1:;, neurosis" Cual- porqué pueden se r uno de ta ntos factores. separada mente o combi-
q uier acción basada en la confusió n ev.i d encia r~ vergüenza, titubeos nados. Por ejemplo, Freud hizo cie rta s observaciones conducentes a la
y per tu rbaciones de todos tipos. Cua nd o estamos coniundidos y no teoría del Complej o de Edipo corno la fue nte dom inante de tocios los
lo sabe mos no tenemos libertad de eleccíén, tratamos "" nu estras problem as ; Relch habló en terminas de la arm adura motora y de la
exper-ienclna corno si cíertaa téeníccs es pe cí üc ee de manip ula ción fue- necesídadde potencia or gúníc a: Su lli van en términos del au tosíste-
ran necesidades y absolutos. La siquiatría le ha dedicado mucha "'-ten- ¡ ma. y de las rele cícnes In te r persceal es : Salter en términos de la ne ce-
ción a la confusió n de Ji. ambivalencia . donde el paciente dente que' • sidad d~ autoexprest én : Adler en términos del comp lej o de i~.' ferio-
debiera amar ':J odtae, que él es bueno ':l malo Basta con cambiar el rtdad : etc. .
"esto o aquello" por " tanto es to cerno aque llo", haciendo de esta ma- Cada una de estas contribuciones es válida, pero ninguna da
nera que la catexis tea ne gativa o positiva segun sea el contex to en l
en el clavo (o tedas yerran el pu nto central) porque aún está r, Iim i-
que ocur ra. Podemos gustar muchfslmo de un momen to y sent tmoa
bien y podemos odiar el momento siguiente y sentirnos mal , depen-
¡ ta des por .un enroque qu e no ve el cam po organismo / ambiente como
una totalidad. Todas elles son abstracciones del proceso tota l.
diendo de las satisfacciones o frustraciones Involucrada s en la situa- Los de la escuela de S uIlivan se acercan bastante al tomar en
ción . La ambivalencia presupone que existen estados permanentes cuenta el juego del campo m ismo, aunq ue incl uso aquí el énfasis
de sa tisfacción o estados permanentes de frus tración . Nuevame nte se d istorsiona por el dualismo básico del conce-pto " Nuestro en foq ue,
aparece un eonee pto est áñcc como si nuestras emociones pud ier an qu e considera al ser humano simultáneamente y por su natu raleza,
petrificarse en el tiempo o como si noso tros mísmos pudi éramos pe- tanto ind ividuo como también miembro del grupo, nos da un a base
trificarnos en el tiempo. de ope ración más amplia, Perm ítanme rep etir nuestra expllcecíón
En terapia al no llegar el apoyo ambi ental que el paciente es- una vez más : una neurcsís es un estado de desb alance en el ind i-
pera de nosotros, si no le damos las respuestas que él piense que se vid uo qua surge cuando simult áneamente él y el gru po d e: cua l
merece, al no apreci ar SU3 buenas in tenciones o adm irar sus conoci- form a pa rte experimentan necesidades d ife rentes y el ind ividu o no
mientos de sicología o felicitarlo por su mejorí a. recibiremos nosotros pu ede decir cuá l es dominante . S i este tipo de exper ienci a se re pite
la catexís negativa de EU frustra ción. Pero la Terapia Gues tálti.:a le un número suficiente de vece s, <.1 si una sola de ellas es lo suficien-
da constan te mente mu cho de lo que quiere -c-atencián, et en ct én ex - tem ente impres iona nte, e l se ntido de! balance en el campo de l indi -
clu siva- y no 10 culpamos per sus resistencias. De este! medo la te- viduo se verá lo sufielentemente pertu rbado como para que pier da
rapia comien za con un cierto balance entre frust raci ón y satisfacción " la capacidad de juzgar en forma adecuada el estado de bal ance o
El terreno está. preparado pa ra la operación terapéu tica . ¿Qué de des ba lan ce en cua lqu ier situaci ón. Responderá de un modo neu·
harem os con nuestro pa ciente? ¿Deberá tender se en el diván, cerrar
. los ojos y pon ers e a asociar libremente'[ ¿ ~ pedimos que hable de
,
í ';.;,. ,o<-_rótico ante situaciones que no tienen ni ng una conexión int rínseca
.. Con la "experiencia o las ex pe riencias donde in icialmente su rgió el
recuerdos de su fase ed íp íce , sus relaciones taterpersonetes, su ar- des bala nce. El modo ge,.~ n. l que tie ne el neurótico para enf renta r
madu ra motora ? ¿No.!': conci erne su pasado o su pre sente, su cap ecí- s. tueclcnes es interrumpiénd ose ; el cri minal interru mpe el ambien te
da d de saltar de un tema a ot ro de su mente- o de su cuerpo? ¿Nm: Nuestra def inici ón más amplia no nos lleva a la búsqueda de
ire mos a ocupa r del porque se censura y 31?- Interrum pe a si mismo una causa ún ica para ]11. conducta neurótica, Por 10 tanto. rechaza-
i~
,.,

60 enfoque Ruestáltico el neurótico < 61


1)

mes como re spuestas definitivas cualesq uiera de , las conste lacion es neurosis de nuestro paciente en realidad explican muy poco. -¿Por
específicas con las cuales avanzan otras escuelas. qué es que una dete rminarla sit uación produce una ne urosis en Mr. A,
En la terapia tradicional, la supos ición es que recordando y mie ntras qu e Mr. B, no se ve afe cta do por una situación semejante í

re int~ rpretando los even tos del pasa do. te rape uta y paciente iuntos, ¿P or q ué surgió tal situaciÓn ? ¿Y por qué llegaron a ex istir las cir-
podra n localizar los efect os Que hayan tenido las experiencias pa- cuns tancias que la crearo n? El "porqué" ab re una serie intermina-
sadas sobre el paciente y una vez logrado esto, el paciente no se ble de pr eguntas q ue solamen te pueden ser contestadas por una pri-
verá perturbado por sus proble mas . Apren derá a vivi r con ellos o los mera causa que a su vez es auto-causada. Si un hom bre es neurótico
resolver é. "por que" su madre mur ió en el parto y él fue criado por una tia
A nosotros, estas su posiciones nos pa recen no válidas por va- severa que !?,O. Ie dio cportunídad alguna para J:acer lo que q uería
rios motivos En prime r Iueer. una terapia basada ' en el SUPU€!lto y esto 10 obligo a reprmur ciertos deseos, ·¿Ue que man era una expli-
de (lile hav un conjunto único de "cau sas" simules se concentra en
aauellos asoec tos de la personalida d rel acionados con estas " causas"
1 cación en que la tia aparezca como la villana va a reso lver su.prc-
blema ? Por el contrario, una explicación así sólo le da al paciente
permiso para proyectar todas sus dificultades en la tía. Le dor una
v es cíesa a todos los demás factores. Su propia oríentacíóo es tan
limitada como la del paciente . P odr á rnetorar su habilida d cara excusa, no una re spuesta. Y muchas veces este escap ísmo es el r e-
darse vueltas y ub icarse den tro de las limitaciones impuestas ta nt o sultado de las terapias ortodojas.
bor su neu rosis y la teoría. pero no abre l onas más amplias del darse ' Sin embargo, en el recital de los hechos de este caso hay une
cuenta. En otras palabras, es como -si t árítc pácíen-h~"v- terapeuta es- clave valiosa para la terapia, y ésta se relaciona con el punto stguíen-
tu viesen usan do vise ras con lentes de aumento. P uede Que lo que te. Si la tía no le permitió a nuestro paciente hacer las cosas' q ue
yean directa men te en frente sea muy nítid o, pero no ven nada de quiso hacer, su niñez fue una seri e constante de ínter r upcíonesj tan-
10 que acontece por los costados Ot ro facto r c ue limi ta la movili dad to desde afuera - la tía- como desde adentro -el mismo-. "Sí el
'del paciente, como también las posibilid ades del terapeuta para fa-
vorecerl a. es el én fasis que se pone en "esto oaaueJIo" (o " lo un o
o lo otro"} con lo cual la mayoría de las escuelas se incl inan por los
lactares "mentales" y los re ichlanos ocupándose de los factores
físicos.
I paciente aprende el cómo de sus propias interrupciones -pasadas
y pres entes-e, si realmente llega a vivenc iarse interrumpiéndose a
s í mismo y siente los modos como lo está haciendo, puede, dándose
cuenta de sus interr upciones, conectarse con su verd adero si m ismo
y llegar has ta las activida des que quier e ' r ealiza r.
, Por el cont rario , el enfoqu e uni ta rio guestáltico' hace posible
ensanc har la amplitud de orienta ción y mejorar los med ios de ma-
1,

Si la terapia es exitosa, dejará al pac ient e apoyándose en si
mismo, ya no a merced de fue rzas ajenas que él no puede controla r.
niobras terapéuticas. Creemos que detrás de la ne urosis puede yacer ! Adem és, los problemas no están causados únicamente por lo que
cnal cuíer situación o situ aciones -c-azu das o crónicas- Que el indí- ~ hemos rep rimido sino por aquellas cosas en nosot ros q ue nuestras
viduo ha aprend ido a ma nej ar mediant e un pro ceso insatisfactorio prop ias auto- inte rrupciones nos han impedido aprender . Muchas de
d: auto-interrupción. No pode mos tra nsar en una sola "causa ". Más las difi cultades del ne uró tico se relacionan con su Incapscídad de
aun, ~r~e~os que la div isión "físico-mental " o " mente-cuerpo " es 1 dars e cuenta, sus puntos ciegos, las cosas y re laciones que sencilla-
Joma d ívlsíón enteramente artificial y que concentrarse en cual quiera
de los té rminos de esta falsa dicotom ía es preservar la neurosis en
¡ mente no llega a sentir. Y, por lo tanto, en lugar de hablar del in-
consciente preferimos hablar acer ca de lo que en este memento no
lugar de curarla. ' ' nos damos cuenta. Este término es muchísimo más amplio que el
: Dado que en nues tro enfoq ue, )a fan tasía es una realidad dis- 1' término "incons cien te". Esta incapacidad de darse cuenta no : sólo
contiene . ma terial reprimido, sino que también ma te rial del cual
minuid a y el pensa r es un actuar disminuido, podemos utilizar el
~ a n t asea r de un modo te rapeútico que se relaciona con el actuar y
1 nunca nos percatamos, además de material que se ha desvanecido o
podem~ usar el actuar {ectí ng-ou t ) de un modo terapéutico que
-se relaciona con el fantasear. Es frecuen te q ue nuestros pacien tes
f que se ha constituido en guestalts más am plias, Lo no percatable
incluye destrezas, configuraciones de comportamiento, hábitos ver-
bales y motores, punt os ciegos, etc . .'
.nsen las fantasía s de un modo da ñino, como sus tituto de la satisfac-
Hón de necesidades reales. Así podemos enseñarle a usarlas terapéu- i, Tal como 10 consciente es de naturaleza puramente menÚl.I lo
ticamente para des cubrir y satisfacer necesidades reales. 1, es también Jo incons ciente. Sin emb argo, la capacidad de darse cuen-
Una segunda razón por la cual sen timos que la terapi a orien - , ta (a wa reness) y la incapacida d de darse cuen ta (unawareness) no
tada al pasado no tien e validez es debido a que los porqu é de la
i son exclus iva ment e pr ocesos mentales. De acuerdo a nuestra definí -
enfoque guestáltico el neurótico 63
cí ón, ambas son propiedades del protoplasma qu e a su vez es const.i- Pero descontando al mentiroso crónico, el dolor de cabeza no es Ííni-
tuyente de todas las criaturas vivas. En una criatura tan compleja camente una excusa. Es probable que en algunos exista una expe-
como el hombre, las áreas de incapacidad de darn os cuenta son baso r iencia física genuíne.tun lenguaje corporal que dice: "est a situación
tante amplias. No nos damos cuenta de nuestros procesos vegetativos, me hace doler la cabeza" o "tú me revientas". El dolor de cabeaa. ror-
de las fuerzas que nos hacen respirar, comer y ex cret ar. No nos damos roa parte de la interrupción del mecanismo de contacto. Cada trocito
cuenta de muchos de los procesos del crecimiento. Pero al igual que de excitamiento que el organísmo crea en un momen to determinado
nuestr as áreas dond e somos incapaces de darnos cuenta son ampliss, debiera permitirle a éste encarar la situación actual a través de la
también lo son las áreas donde realmente somos capaces de darnos transformación de la excitación en emoción y acción relevante. Pero
cuenta. Estas no sólo incluyen nuestras actividades sensoriales mani- si el exc ítam íento se dirige en contra del sí mismo, una función ori-
fiestas y motoras, sino también muchas de aquellas actividades des- ginalmente de apoyo se transforma en una inhibición y por lo tanto
vanecídas que denominamos mentales. es pr obable que cree una manifestación sicosomática o Incluso un
. Una escuela de sicoterapia que tiene un planteamiento unlta- síntoma. Según nuestro informe, tratamos de conectarnos con la to-
n o ant e el organismo unitario que es el hombre, no puede ocuparse a talidad de la experiencia del dolor de cabeza, no 10 descartamos corno
sí misma únicamente del material mental, bien sea éste reprimido o un síntoma trivial, ni podemos deshacernos de él como un síntoma
expresado. Debe ocuparse de la configuración total de la conducta y tr ivial. Creem os que tal manifestación s1cosomática se merece' ser
debe además inte ntar hacer que el paciente se percate de la configu- atendida en la sicoterapia. Tampoco tenemos que recurrir, como ve-
r ación total tanto como sea neceseríppara.su sal ud. Por lotante, ). remos más adelante, a interpretar las "motivaciones inconscientes': del
en oposición a las escuelas ortodojas que hacen hincapié en lo que paciente para tratar con ellas ,
el. paciente no sabe acerca de sí mismo, nosotros hacemos hincapié en Para el terapeuta ortodojo la transferencia es la explicación
lo, que sabe , en las áreas en que se da cuenta , en lugar de aquellas del proceso terapéutico. De acuerdo con Freud, el neuróti co le transo
de las cuales no se da cuen ta . Nuestra esperanza es aumentar progre- fiere al terapeuta una serie de respuestas emocionales y actitu des
sivamente su capacidad de darse cuenta en todos los niveles. que el paciente alguna vez tuvo en sus relaciones con alguna per-
Ta l vez podamos ver mejor el signifi cado de esta difer encia de sana o personas del pasado. Por lo tanto, en la transferencia el pa-
pun tos de vista discutiendo algo que en años recientes se ha conver- ciente está exteriorizando (acting-out) una forma de eng año; lo que
tido en uno de los t érminos más de moda en siquiatría y en conver- cree que es un contacto personal con el terapeuta en verdad es un
saciones de salón: sícoeom átíco. ¿Qué es una manifestación sícoso- evento intraorganísmico de su propia fabricación. No es contado
mática ? Si mantenemos la antigua división entre mente y cuerpo, sino más bien algo que evita el contacto. Porque el contacto impli-
con la cual se relaciona íntimamente el concepto altamente limitado ca percibir lo que el otro realm ente es, ha lo que uno lo hace ser.
dé inconsciente, podremos describirla como una per turbación somática A pesar de su gran valor, esto no explica plenamente los sen-
relacionada con un evento síquico o bien como un distur bio síquico timientos que el paciente llega a tener por el terapeuta en el curso
causado por un evento somático. Sin embargo, según nuestro punto del tratamient6. ¿Hemos de asumir que no tienen actualidad? ¿Que
de vista un itario, no tenemos que caer en la trampa de la causalidad. todo lo que el paciente siente es irreal, que puede ser justificado por
Nosotros describimos un evento sicosomático como uno en el cual las su historia ? ¿No hay acaso un ser o un llegar a ser ?
perturbaciones físicas groseras son más impresionantes que aquellas Si perseveramos con el concepto de catexis, original de Freud,
que ocurren en un nivel mental emocional. Las leyes ~el apoyo, .del y lo aplicamos a la situación transferencial, llegamos a una conclu-
contacto y de la interrupción se aplican en todos los nivele s: es im- sión diametralmente opuesta. Lo que es activo en terapia no es lo
posible trazar una línea que divida las manifestaciones sicosomáticas que ha sido; por el contrario, es precisamente lo que no ha sido:
de las enfermedades sicosomáticas. El olvido, por ejemplo, es una ma- un déficit o algo que falta. Lo que ha sido ya es una situaci ón con·
nifestacián sicosomática. Sin embargo, dudo que un medico reclama- clulda . Progrese mediante la satisfacción y la integración hacia la
r ía este síntoma para su órbita. Por otra parte, hay muchas instancias construcción de sí mismo. La situación inconcl usa, que es el fra caso
donde manifestaciones sicosomáticas severas como las úlceras, el as- ,>:,:>aér 'progreso desde tener apoyo ambiental al aut oapoyo, es la he-
ma y la colitis, requieren el apoyo de drogas y cuidados médicos. rencia del 'pasado que se queda en el presen te .
Hablemos un momento de una de las manifestaciones sícoso- Dicho de otro modo, nosotros sostenemos que la tra nsferen -
máticas más clásicas, el dolor de cabeza. Los dolores de cabeza se cia, con sus relaciones de sensaciones actuales, más las espera nzas
utilizan como excusas para retraerse en miles de-casos todos los días. fantaseadas, del paciente además del apoyo anhelado (que el pacíen-
.r

64 enfoque gwest éltiio el neuró t ico 65


.te da por sentado) proviene de su "falta de ser" y no de 10 que fu e no lo puede sentir. ¿Y cómo construye esa barrera ? El pacien te se
, y ha sido olvid ado , Nuestra historia es el tras fondo de nuestra exís- desen.sibiliLa o evita la experiencia med iante un ela borado sist ema
tencía, no es una acumulaci6n de datos sino eJ re gistro de c6mo de sobreesteñ císmo. El introyector tiene que aprender lo que es la
lle gam os a ser lo que somos. Unicame nte las perturbaciones en el experien cia del disgusto, ya que es mediante el in terrumpir el sen-
.. fondo, que in.terfieren con el apoyo de n uestras vidas presentes, ter- tir qu e continua "tragán dose" a otros. Si logramos ayu darl o en que
- mtnan empuj ando hacia ad elante y .tíenen qu e pasar a prime r pla- se dé cuenta de su desagrado y que éste se debe a que se está- tr a-
no para qu e puedan ser atendidas. Sólo entonces pueden transfor- gan do enteros los consej os o los valores de otros, entonces el cami-
marse de un d éñc ít (gues talts incomple tas) a funcione s de apoyo. no estará libre para que obtenga alivio del disgusto y para crear
. En el comie nz? d~ una terapia pocos pacientes le pedirán ap o- él mismo sus propías decisiones, sus r elee y demás pctencíales.
' yo ~l terape uta. Es tan listos para esta llar con sólo darles una opor- Esto no significa que ·no es igualmente importan te que el
.t un ídad . Su falta de ser ap arece progre sivamente a medida qu e pro- ' aprenda qu e el terapeuta no es ni el papito ni la mamita , o en ge-
-g resa la ter apia y el pa ciente intensifica sus exígencías y man ip u- neral que apr enda cuál es la diferencia entre él y las demás 'perso -
',lacione.s . El terapeuta recibe más y más catexis positiva a negativa nas, Pe ro esto lo apr en de a medida q ue aprende que introyecta y
; a. medida que simboliza con mayor intensid ad aquello que el pa~ cómo íntroyecta . A medida q ue eprenc eesto, tambi én aprende que
"cíen te car ece. sus in troyectos no son su propio yo auténti co. 1,
¿Que signif ica esto en las técnicas de tera pia ? Tomemos -eí El apoyo pleno del sí mism o - supe rar la nec esidad de a poyo
, c a ~ o. ~ e un pa ciente. cUY!1 ~raº,ªf.fi~nci a el terape uta crtodcjo des- am biental- puede venir únicam en te me diante el uso crea tivo de
-crtbírta como muy fuerte y que yo describo COmo un sen tir q ue el las energías qu e están comprometidas en los bloqueos que irilpiden
t erapeu t~ r epr esenta toda. su. fal ta de ser. P or Jo general un paciente ' el autoapoyo. En lugar de permitir qu e nuestros pacient es se vean
de ~ste n pc m uestra , el SJg~le~ ~e ~uadro: quiere ser terape uta; está a ~í mismos pasivamente transfiriendo del pasado, tenemos que in-
anSIOSO por usar. su Jerga siquiatrica; asume los mode los y el estilo trodu cir la men talidad de la respons abilida d, que dice: " Yo me es-
del terapeuta. SI el terapeuta trabaja en t érmíncs de la defini ción toy evitando a mí mismo. . ." zc ómc me hnpído a mi mismo? y ta m-
c~ ~s ica de la tr.8:nsferencia, ~usca~á precedentes his tóricos para jus- bién "¿de que me estoy impidiendo a mí mismo?"
tUlear . esta ~ccl0n~ o bus cara al Indiv idue en su' pasado ante qu ien Si el terape uta le da al paciente ap oyo am bienta l -en otras
mostro el mis mo tipo de compor tami en to Introyecnvc. Buscará subs - palabras, sí apoya sus necesidades tran.sferenci ales- está hacíéndo-
"tanela y habiéndola encontrado tend r á espe ranza en que el pacíen- le el juego a la neur osis del pa ciente. Pero si por el ot ro lado, le
te even tualmente ap renderá a düerenciarse a sí mismo de l otro in- fa cilita al paciente el que asimile el bloq ueo y el ma te ria l bloquea-
troyectado, que bien podrían haber sido su madre o 'su pa dre. No- do identUicándose con él y diferenciándose de el, está facilitando el
sot ros, por el cont rario buscaremos el p.roceso antes que la substa n- desarrollo del paciente. ..
cia. Porque el proceso está activo hoy, como lo estuvo en el pasa do. Debemos usar el mis mo enfoque con los sueños, aquellos pe--
Nos concentr are mos en el he cho de que .comc introyector el busca dazos fascinantes de creación h uma na qu e en el an álisis ortcdoj c
atajos, que es flojo para ' asimilar el murido, que interfie~e con su dan a pacíente y terapeuta cientos de horas. de con versación ape tito-
crecimien to y su autorrealizaci ón. Porque en tan to el paciente es sa. Freud describió los sueños como una realización de dese os y su-
.una acumulaci6n de íatrcyectcs, no es él y no puede apoyarse el puso que yen do y viniendo en tre el contenido de ellos y sus asoc ía-
mism o. Si la in troyección es su t écni ca pri ma ria par a enca rar el cienes, su significado se aclara ría. Porque si bien sab emos q ue el
mundo, incl uso si tenemos éxi to en excrcísarle uno o dos in troyec- sueño es nuestra propia creac ión, por lo gene ral no nos es "Signifi-
. tos - por ejemplo, papi y mami- seguirá adelante acumulando ot ros cativo; a nosotros; pareciera provenir de un mundo propio ~ a la
: P or lo tanto, tenemos que concentra rnos en consegu ir q ue él vea vez extraño. . .
cómo se tr aga las cosas ente ras, cdmc interrumpe constantemente Pero una explicación del sueño como reali zaci6n de "deseos
el proceso de desestructurar y asimilar. y la r éduccí én del sueño a una serie de . crudos símbolos verbales
Con el enfoque unitario podemos trata r el problema en los parecieran ir en contr a de la esencia misma de la viveza de l sueño.
niveles de la fa ntasía y de la realidad . Como mos tr é ante riormente Tomemos como ejemplo una pesa dilla . Ciertamente, si la dividimos
si el organismo se traga algo que es ineapaz de asímüar, ncrmalmen- . en una seríe de piezas estáticas se pue de aislar el dese o eséondido
te vomitar á lo indigerible. El lado emocion al de este vomi tar se entre los horrores. O bien puede acercarse más al post ulad o de, Freud
llam a disgus to. Levantando un ti po de barrera contra este disgust o, .
que el su eño es la realización de un desee, si en lugar de eso lo con-
66 enfoque guestáltic o

sideramos la interrupción de un deseo. Pero, por lo visto, es absur-


do considerar la pesadilla entera como la realización de un deseo.
Ii el neurót ico

parado ja de su sit uación vital : ell a carga con un peso y al m ismo


tiempo es un peso .
67

El sueño más bien parece ser (y esto es ap lica ble no sólo a En el caso siguiente inte n tamos resolver dentro de la sesión
las pesadillas sino a todos los sueños) un in tento de en contrar la t erapé~tica la par adoja implicada en el sueño : un hombre presentó
solución a . una aparente paradoja. El sueño es una creaci ón artts- un suen o en el cual V lO a un hombre empujando basura que estaba
t íca en que dos contiendas aparen t eme nte incom patibles est án co- tapando el sile ncioso. Em pu jó y empujó hasta que el sile ncioso en-
locarlas u na frente a la ot r a. En la pesadilla, la paradoja no está ter~ . traspasó ~l piso. Hay cabida para m uch as in terpr etaciones; la
integrada; en la .vida di aria de l neurótico s us parad ojas t am bién aceren Ca lza bien .con la acti tud de l paciente hacia lo des agradable.
permanecen sin integrarse. Harry Stack Sullivan ha indicado q ue P ero e~ lugar de Inte rpretarle el sueño, le pregunté qué h ubiera he-
s i pudiéramos resolv er n ue stros problemas durante el di a, no soña- cho si el fu.era el ~ombre del su eño. Contestó que tomaria un gan-
ríamos en la noche. cho y con el sa~rta . ! o qu e esta ba tapando el silencioso. Lu ego, al
Para darle sen ti do a un sueño, hacemos bien al no in terpre- fan tase ar esta sítuacícn, expuso ante su vista todo el mater ial de-
tarlo. En lugar de especular acerca de él, le pedimos a nuestros pa - sagradable. Sigu ió de inm ediato un a sensación de constric ción en el
cíentes qu e lo vivan más extensamente e in te nsamente para descu· cuello qu e corresponde ,a la estrechez en el desag üe del silencioso.
b rir la pa radoja. En un análisis ortodojo el pacien te extiend e su Mediante la constr icción de l cuello se imp edía vomitar, de echar
sueño me diante la asociación . De un pasaje corto descr ipti vo de un o para afuera todo el mate ri al desagr adable. Es así ent onces como se
d e sus propios sueños, Freud deri vaba págmas y páginas de ased a integ:ó el C?~t enido del sue~o , con su compo rtam iento y su sínto-
dones e interpretaciones . -Pero~pa ra in tensificar el sueño -para in- ma srcosoma trco. La pa radoj a suby acen te - la paradoja del Intro-
't ent ar vivirlo de nuevo-e- el paciente tiene que estar abier to a mu- yector 9.ue se tr aga ma terial desagr ada ble y q ue deb ier a ser censu -
chís imas más cosas que a las me r as interpreta ciones verbales y a
1, rado por su gusto-- no pu do ser resuelta en esa sesión. Trab ajamos
lo que se le viene a la cabeza¡ tiene que admitir también las sen - esto u n poco, pe ro el paciente tenía ahí un p unto ciego. S u pa ladar
saciones, las em ociones y los gest os. Solam ente podrá integrar el esta ba completamente insensible.
. sueño y llegar a la solución de la paradoj a mediante una reidenti- De lo an terior , el lector podrá ver algunas diferencias signi-
ñ cecí ón en participar con los aspectos in te rferentes de su sueño. ficati vas en tre la terapia guestált ica y las técnicas más con vencio-
. La mayoría de las escuelas siquiátri cas están de acuerdo en '1 na les. S~ embargo, c ~eo que las dife rencias má s impo rtan tes aún
,que el sueño es una proyección, que todos los objetos y los caree- 1
teres qu e aparecen son en realida d el soñ ador mismo y q ue la ac-
ción en el sueño es a menudo u n intento de resolver una paradoja
i no ha n sido anahzadas en for ma suficien teme n te exp licita .

ren unci ando a la responsabilidad que u no tie ne sobre las propias es-
peranzas y deseos. Aquel sueño en que nues tro enemigo ha sido ase-
.sin ado por otro es un perfecto ejemplo de esto.
_ Vay a da r dos instancias específicas de cómo tr abaj amos con
l os sueños. En ambos casos el lector se percatará qu e le ped imos
a l pacien te se Identif ique con todas las partes de su sueño, in ten te
darse cuenta de la paradoj a qu e re p resen ta y la resuel va
, En el primer caso, un a mujer joven presentó el sigu iente sue-
.ño: " estoy subiendo por la esca lera con un bulto ba jo el brazo". En
la medida que se identificó con los diferentes objetos en el sueño ,
sus fanta sías fu er on : "Si yo soy una esca lera, alguien me está usan -
do para llegar arriba. Desde lu ego que ese es mi marido, qu e es
amb icioso y ah ora está estudiand o. Depende de m í económ icame n-
te. Si yo soy el b ulto, entonces él tien e que llevarme . Esto tamb ién
es cier to. Tiene qu e lle var me cons igo a las alturas intelectuales que
'va a alc anzar". Aqu í vemo s 10 que a los ojos de la pa ciente es la
j
I
1
, . J
i

4. Te ra p Ia d e ! aquí y ahora

,
,
"."-"

•¿ En el énrasía de la sícoterapta 'or tcdoja está imp lícito el pun-


.' te de vista" que el neurótico es una -persona que un a vez tuvo un
problema y que la resolución de este problema pasado es la mela
de la sico terap ia. TOdo el enfoq ue al tratam iento a través de la m e-
moria y el pasado apuntan hacia esto , lo cual corre directamente en
e .se n u do opu esto a todo lo que vem os acerca del neurót ico y la ne uro-
sis. Desde el punto de vísta guestáltico, el neur ótico no es mera -
men te una pe rsona qu una ve z tuvo un pr oblema , es una persona
q ue tie ne un pr oblema continuado, aquí y ahora . en el presente . Aun-
qu e tal vez hoy se comporta de este mod o "porq ue" algun as cosas
le ocurrieron en el pasado. sus díñ cuhades de hoy se relaciona n con
eJ modo como S~ compor ta hoy. No se lleva bien. en el prese-nte y, a
; menos qu e ap renda a resolver los problemas a medida que' surgen,
tampoco ser á cap az de llevarse bien en el futuro.
~l · objetiv e de-la ter apia debe ser en tonces darle al "paciente
los med ios con los cual es pueda resolver sus problemas actu ales y
cualqu iera que pudiera surgir ma ñana o en e-l futuro. Esa herra-
mienta es el autoapoyo y esto lo logri en fr en tándose consigo mism o
y con sus probl em as con todos los medios a su alcance en el momen -
to, de inmediato. Si logra llegar a darse cuenta plenam ente en todo
inst ante de sí mismo y de sus accione s en todos los nive les - fant a-
s ía , verbal o físico- podr á ver cómo se pr oduce sus propias dificul-
tades. Podrá también ver cuáles son sus dUicultades del .momento
y podrá ayudarse a resolverl as en el pre sen te en el aqu í y ahora.
Cad a problema solucionado ha ce más fácil la resoluc ión del próxi -
,. mo, ya que cada solución aumen ta su eutoapoyo.
, " '
Si la terapia es exitosa, el paciente ine vitablemente hab rá cuí -
dad o de las "m ule tillas" de sus problemas pasados Irre sueltos , por-
que estas muletillas seguramente va n a c'uisar problemas el"! el pre-
senté -y, por Jo tanto, es casi seguro que aparecerán en el curso de
la terapia disfrazándose de diversas m ar-eras -disocia cion es . há bi-
, tos ne rvi osos, fantasías, cte.- . Pero estas mule tillas del pasado tam-
bién son problemas de ahor a q1,:1J inhibe n la partícípací ónvdel pa-
cíente en el pr esente.
terapia del aquí y ahora 71
70 enfoque guestáltico
en el medie ambiente el cual el paciente puede incrementar la pro-
El neurótico es por definición una persona cuyas dificulta-
des hacen que su vida presente sea un fracaso. Además, para naso- pia capacidad de darse cuenta. .
La frase central con la cual le pedimos a nuestros pncíentes
1:.:'05, es una persona que está crónicamente dedicada a autotnterrum- que comiencen su terapia y que mantenemos durante su transcurso
p írse, que tiene un sentido de la identidad inadecuado (y por lo
y no tan sólo en palabras sino que en su espíritu. es la sencilla fra-
Unto no logra distinguirse a sí mismo del resto del mundo), que
se: "ahora me doy cuenta. . .", el ahora nos manifiesta en el presen-
t iene medios inadecuados de autoapoyo, cuya homecstasís sicológi-
te y recalca el hecho de que ninguna experiencia o vivencia" es po-
ca está descompuesta y cuyo comportamiento es el resultado de es- sible a menos que sea en el presente. Y desde luego el presente
fuerzos mal dirigidos crientados a lograr el balance. mismo es una experiencia siempre cambiante. Una vez que. se usa
Desde ya podemos ver 10 que tiene que hacerse dentro de el ahora. le será fácil al paciente usar el tiempo presente todo el
éste esquema general El neurótico encuentra difícil participar ple- tiempo, _podrá trabajar en una base fenomenológica y. como mostra -
namente en el presente, le interfieren sus asuntos inconclusos del té más adelante, proveeré el material de la experiencia de l pasado
pasado. Sus problemas existen en el aquí y ahora. y sin embargo que se requiere para cerrar la zuestalt, para asimilar un recuerdo y
inuy frecuentemente hay s6lo una parte de él aquí como para en- para corregir el balance organísmíco. .
. éarar los. Mediante la ter apia debe aprender a vivir el presente y El "yo" se utiliza como antídoto del "it" y desarrolla el sen"
sus sesiones terapéuticas deben ser sus primeros ensayos en esta tido de responsabilidad que tiene el paciente sobre sus prop.os. sen-
tarea. Por 10 tanto, la terapia guestáltic_~ ~_:;: una terapia del "aquí timientos. pensamientos y síntomas. El "soy" es un símbolo exísten-
y ahora", en que le pedimos ál -'pacieñfe que dirija toda su atención cial. Trae a colación lo que vivencia como formando parte de su
de lo que está haciendo en el presente, durante el curso de la se- ser y que junto con su ahora, es su llegar a ser. Rápidamente apren-
sión, aquí y ahora. de que cada nuevo "ahora" es distinto del anterior
La terapia guestáltica antes Que una terapia verbal o ínter- El "me doy cuenta" le da al paciente un sentido de sus pro'
pretativa, es una terapia vivencial (experiential) . Le pedimos a pías capacidades. de sus habilidades y de su euutoarntento sens órt-
nu estros pacientes que no hablen de sus traumas y sus problemas ca e intelectual Y no es 10 consciente. ya que eso es puramente men-
en las remotas áreas del pretérito y los recuerdos, sino que reviven- I tal. Se treta más bien de la exoertencta tamizada únicamente por
den sus problemas y sus traumas -que son sus asuntos inconclu· la mente v Ias nalabras. El repetir me-vdoy cuenta" brinda algo ade-
50S en el presente- en el aquí y ahorno Si el paciente ha de cerrar más Que Id j-uramente consciente. Al trabajar con lo cue el pacien-
alguna vez el libro de sus problemas del pasado, lo hará en el pre- te tiene. es decir. sus medios ele manipulaclón actuales en lugar de
sente. Pues debe tomar conciencia que si sus problemas realmente aquellos oue no ha desarrollado o ha perdido, se le brinda al pa-
son cosas del pasado, ya no serían problemas, y ciertamente no se- ciente y al terapeuta la mejor perspectiva de sus recursos actuales
rían del presente. Porque el darse cuenta siempre transcurre en el presente. Abre
Además, como terapia vivenclal, In técnica guestáltica exige nuevas oosfbñldedes de acción. La rutina y los hábitos son funcio -
del paciente que se viveneie a sí mismo lo más posible y que se nes establecidas v cualquier necesidad de modificarlos requiere que
vívencíe tan plenamente como pueda en el aquí y ahora. Le pedi- sean traídos al foco del darse cuenta en forma renovada. La mera
mos que se dé cuenta de sus gestos, de su respiración , de sus em o- idea de cambiarlos presume la posibilidad de modos alterna tivos de
cíonee, de su voz y de su expresión facial, tanto como de sus pen- pensar y actuar. Sin la capacidad de darse cuenta. no hay cognición
samientos más apremiantes Sabemos que mientras más se dé cuen- electiva Tanto el darse cuenta, como el contacto V el presente no
~ a de si mismo, más aprenderá acerca de 10 que es él mismo. A me- son más que aspectos diferentes de un mismo y único proceso: la
dida que vivencia los modos en que se evita el "ser" ahora -los mo- autorreelíaecíón . Es en el aquí y ahora que nos damos cuenta
dos diversos como se interrumpe- también comenzará a vivenciar de todas nuestras posibilidades, desde pequeñas decisiones patológi-
1 cas, ¿este lápiz estará 10 suficientemente derecho?, hasta la elección
el sí mismo que ha interrumpido.
En este proceso el terapeuta se guía por lo que observa del
! existencial de dedicarse a una causa o a una vocación.
naciente. En otro capítulo discutiremos más et'! ,detalle el rol del ¡ 8 Traducd6n de "exsertenueí". Al Igual que la palabra "experience". cuya trad ucción
terapeuta. Basta con decir, ahora. que el terapeuta debe ser sensi-
ble ala superficie que presenta el paciente, de modo que la capa-
¡ literal es e%JIerle7lC'ia. en este edleíén se utllizan con mayor fre cuencia res pete -
brll: vlvenclal y V'iVe!lcia por aj;,¡starse mejor al contexto de lo expresado por Perfs .

i
cidad de darse cuenta más amplia del terapeuta se puede convertir Estas no e~ll.ten en el Idioma inglés. (N. del T.)
.
72 enfoque guestáltico t erapia del aquí y abora 73
,
.'
¿Cómo fun cion a est e " ahor a me doy cuen ta" ? ¿Cómo es esta dos del pasado , e insis tirá en hablar de ellos como si realmente fue-
ter apia de l aqu í y ahora en acción ? Tornemos de ej emplo un ne ure- ran del pa sad o. Tiene menos dificultad en asociar qu e en conce ntra r
tico cuyo asunto inconcluso es el duelo incomp leto de un padre muer- y cuando llega a concentrarse tien e dificultad en vivenci a rse a sí
,too Ya sea dándose cuenta o no, tal paciente fantasea con la idea que mismo. Ya sea q ue se concentre en su sensa ción corporal o en sus
su padre aún lo guía, aún está por ah í; actúa como si su padre aún fan tasías -yen un comienzo se ntirá qu e esta tarea es miserable- su
está vi vo y conduce su vida utilizando di rectivas anticuadas . Para asunto inconcluso hace q ue al conce ntrarse en el orden de suS nece-
poder apoyarse en sí mismo y participar plenamen te en el presente sidad es tienda a darles a tod as igu al importancia. Es como aq uel jo-
tal cual se presenta, tie ne que renunciar a est as directivas; ti ene que ven de qu ien hablaba Stephen Leacock que montó en su corcel y sa-
'alejars e, tiene q ue despe dirse de una vez por toda s de su progen i- lió galopa ndo furiosamente en todas las direcciones. .:
tor . Y pa ra hacerlo exitosamente. tiene que ir al lecho de muerte y No es con el afán de hacerle la vida miserab le q ue le pedimos
'e ncarar el alejamiento. T iene que transformar su p ensamiento acer- sea capaz de concentrarse. Si ha de progresar hacia una pa rticipa-
ca del pasad o en acciones del pres ente q ue vivenci a como si el "ahora" ción ple na en el presente y dar los prime ros pasos ha cia la vida pro-
Cuera el "e ntonces". No lo puede ha cer meramente con un relato de ductiva, tiene que aprender a di rigir sus energías, es decir, tiene qu e
la escena, tiene que vivirla de nu evo. Tiene que pasar por lo mis- aprende r a concentrarse. Unicamente si vivencia verdaderamente cada
mo una vez más y asimilar los sentimientos in te rrumpidos q ue son aho ra y cada necesidad podrá cam biar 'del "a hora necesito es to" al
fundamentalmente sentimientos de pena intensa, p'~,!,() gy~ pueden "ahora necesito aqu ello".
· tener también elementos de triunfo o cu lpes - o una serie de otras Ad emás, la técnica de concentración (el da rse cue nta - foca lí-
cosas. No basta con recordar un incidente del pasado, uno t iene que 1 zado) no da una herram ienta de terapia en profundidad , másque en
volver a él sicodramáticamente. Del mis mo modo que hablar -de uno ex tensión . Concentrándose en cada sín toma , en cada área de l darse
· mismo es una resis tencia en contra de vívencíars e uno mismo, así cuen ta , el paciente aprende mu chas cosas de si mismo y de su ne u-
también la mem oria de una experiencia -sencilla me nte habla r ace r- rosis. En prime r lugar aprende lo qu e está vívenciando realmente.
· ca de ella- la dej a aislada como un de pósito del pa sado, ta n falta . Aprende cómo lo está vivenclando. Y aprende cómo sus sent imien-
de vida como las ru inas de Pompeva. Uno se queda con la opor tun i- tos y su comportamiento en un área, se relacionan con sus sentim ien-
dad de hacer rec onstrucciones más o menos ingeniosas , pero no se tos y con su comportam iento en otras áre as.
recobran con viveza. La mem oria de un neurótico no es más que un Volvamos por un momento a esa clásica man ifestación sicosc-
campo de caza para los arqueólogos del comportamie nto humano que mática : el dolor de cabeza . Muc has veces los pacientes lo citan como
· den ominamos sicoanálisis. Lo im portante es el evento inconcluso. uno de sus síntomas más moles tos. Se quej an de que su dolor de ca-
que aún viv o e inter rumpido, espe ra ser asimilado e in tegrado. Es beza Jos molesta y ahor a que vienen al tra tamiento, quieren moles-
aquí y ahora , en el presente, donde debe llevarse a cabo esta asimila- ta rnos a aceo trcs con sus síntomas. Desde lueg o que pueden ha cerlo.
ción. Pero nosotros tam bién los molestamos, les ped imos que tomen menos
De su s vas tos depósitos de con ocimientos teóricos, el slcc an a- aspirina y más respons abilidad. H acemos esto pidiénd oles que des-
list a podrá explicarle a su pacien te : "Aún estás ligado a tu madre cub ran median te la vivencia cómo se produ cen sus cefaleas. (La ex-
porque te sientes culpable de su m uerte". Fue algo c ue deseaste en periencia del "ahá" que vie ne con el descubrimie nto es uno de los
tu niñez y q ue reprimiste y cua ndo tu deseo se cumplió, te sentiste agen tes curativos más pod eros os.) En pr imer lugar les pedimos que
como un asesino". Y puede Que haya elementos de verdad en lo qu e localicen el dolor y que pennanezcan con él, que se sienten, o se tien-
dice. Pero este tipo de explicacione s simbóli cas o intelect ua les no dan en el diván. pero siemp re con su dolor. Les pedimos que , se con-
afectan los sentimientos del paciente, porque estos no son el resu l- centren en el dolor, no qu e se deshagan de él. En el comienzo, sólo
tado de su sentimiento de culpa, sino de la interrupción de ellos cuan- algunos podr án soportar la tensión . La mayoría de los pacien tes ten-
do su madre murió. Si se hubiera permitido en tonces vivir plenamen- derán a in ter rumpir inmedia ta mente dan do exp licaciones, haci endo
te su sentimiento de culpa, no esta ría sufriendo ahora . Por lo tanto asociaciones o descalificando nuestro traba jo. Por lo tanto, el terapeu-
en Terapia Guestáltica le exigimos que el paciente le hable síccd ra- ta tendrá que tra bajar una a un a estas mod alidades d ive rsa s de in -
mática mente a su madre muerta. terrupciones y tendr á que cambia r estas interrupciones en .funci o-
Debido a que el neurótico encuentra difícil vivir y expertmen- nes "yo". Esto significa que in cluso antes de trabajar sobre el do-
te rse a sí mismo en el present e, hallará difícil ate nerse a la técnica lor de cabeza habremos logrado ya bastante integración. S uponga-
del aquí y ah ora . Interrum pir á su pa rticipaci ón presente con recuer- mos que el tera peu ta le píde al pad ente que se quede con sus dolo-
(4 enfoque guestáltico terapia del aquí y ahora 75

res y el paciente responde, como es muy frecuente, "esto es una ton- una muy decisiva, que denominó el Censurador. Dijo: "No interrum-
tería". Si al menos aprendiera a decir "lo que está tratando de. ha - pas el flu3Ó libre de tus asociaciones", Pero también supuso que el
~er es una tontería", estaría dando un pequeño paso hacia adelante. Censurador era el sirviente de la vergüenza, y así habló Freud r: "No
Con este pasito hemos transformado una partícula de "ít" (ver no- tengas vergüenza". Y precisamente con estos dos tabúes interrumpió
ta 7, pág. 46) en una fu n d 6n de con tacto, en una autoexpresión. In- la vivencia de la disolución de la vergüenza Esto da como resultado
cluso podemos proseguir con esta afirmación y pedirle al paciente una desensfbilizaeión, una incapacidad de sentir vergüenza o incluso
que elabore sobre ella. Esto le daría la oportunidad de sacarse de (y esto es aún más aplicable a los pacientes en terapia reichiana) un
encima mucho de su tácito escepticismo, desconfianza, etc., y todo atrevimiento sobrecompensador. Lo que corresponde abordar en te·
i5 parte de sus asuntos inconclusos que se están evitando su parti- rapia no es el material censurado sino el acto mismo de censurar, la
forma que toma la autcínterrupcíón. Nuevamente vemos que no se
cipación total en el presente.
puede trabajar desde adentro hacia afuera, sino desde afuera h acia
Pero finalmente será capaz de quedarse con su dolor de ca-
beza y con sus dolores, que ahora ya pueden localizar. Este "quedar- adentro.
se con" es una apertura a la posibilidad de desarrollar contacto con El proceso terapéutico (que es el establecimiento del sí m ismo
el sí mismo Si se queda con sus dolores podrá descubrir que ha es- mediante la integración de las partes disociadas de la personalidad)
tado contrayendo algunos músculos o que siente adormecimiento. debe llevar-al paciente al punto en que ya no se siga interrumpiendo
Supongamos que descubre que sus dolores están asociados a con- a sí mismo, es decir, hasta el punto en que ya no es neurótico. ¿Có-
tracciones musculares. Verá entonces- cuepuede creefé intensificar mo podemos lograr esto sin cometer el error de interrumpir la inte-
volunteriemente sus propios dolores Puede que ahora, en vista de rrupción? Ya hemos mencionado el mandato de Freud "no censures"
sus descubrimientos, diga "Es como si se me estuviera contrayendo que en sí es una censura al censurador, una interrupción al proceso
18. 'car a para no llorar". El terapeuta pod ría preguntar entonces, "rte de censurar. Lo que corresponde hacer es percatarnos y tratar con los
zpstaría llorar?" Y luego si le pedimos oue nos dirija esta afirmación cómo de cada interrupción, 'antes que con el censurador, que equivale
directamente a nosotros, puede que estalle en llanto. "No cuíerc Ilo- I al postulado de Freud del porqué de la interrupción. Si nos ocupamos
raro ma ldito sea. Déjeme tranquilo, déjeme en paz". Aparentemente de las interrupciones per se, estaremos ocupándonos del cuadro clí-
su dolor de cabeza era una interrupción de la necesidad de llorar Se nico directo, de la vivencia en que está el paciente Nuevamente ve-
hace aparente Que ha perdido su necesidad de interrumpir su llanto rnos que estamos tratando con la superficie que se está presentando a
dándose a sí mismo dolores de cabeza. En el mejor de los casos, el sí misma. No hay necesidad de adivinar o interpretar. Escuchamos la
paciente también perderá su necesidad de llorar ya .aue si la terapia interrupción de una frase o nos percatamos de que el paciente man-
se puede concentrar en este único factor durante un tiempo suficien- tiene el aliento o vetrl;0s que empuña una mano como para golpear
te, podrá trabajar sus interrupciones del pasado que también lo lle- a alguien, o está moviendo sus piernas como para patear, u observa-
varon a la necesidad de llorar en el presente. Sin embareo. incluso mas cómo interrumpe el contacto con el terapeuta dirigiendo su mira-
antes de llegar a esta etapa, se ha progresado bastante. El paciente da a la pared.
ha transformado un compromiso parcial (el dolor de cabeza) en un ¿El 'se dará cuenta de estas autointerrupciones? Esta debe ser
"compromíso total (el llanto), Ha transformado un síntoma sícoso- nuestra primera pregunta en tales situaciones. ¿Sabrá que está ha -
mático en una expresión total de sí mismo, porque durante sus pe- ciendo este? A medida que se da más y más cuenta de los m odos
cueños estallidos de desesperación estuvo total y enteramente compro- cómo se interrumpe a sí mismo, inevitablemente se dará más cuenta
metido. De modo que mediante la técnica de la concentracíón el pa - de lo que está interrumpiendo. Como vimos en nuestro ejemplo del
ciente ha aprendido a participar plenamente en al menos una ex-
dolor de cabeza, quedándose con su interrupción, descubrió cómo
periencia del ahora. Al mismo tiempo, ha aprendido algo acerca de
su proceso de autointerrupción y de los modos corno estas autoínte- estaba usando este mecanismo (de su dolor de cabeza) para ínterrum-
rrupciones se relacionan con la totalidad de su experiencia. Ha des- pír su propio llanto. Este ejemplo muestra cómo concentrándose en
cubierto uno de sus medios de manipulación. .r,, '·~"'I.as ' interrupciones per se y en los "cómo" de ella y no en los "por
Corno ya lo hemos dicho antes, el neurótico es un autointerrup- qué" el paciente llega a darse cuenta del hecho de que se está inte-
toro Todas las escuelas de sicoterapia 10 toman en cuenta De hecho rrumpiendo a sí mismo y de lb que está interrumpiendo. También llega
F'reud construyó su terapia en tor no al reconocimiento de este fenó- a ser capaz de disolver sus interrupciones y a vivir y concluir una
meno. De todas las modalidades posibles de autointerrupción, escogió experiencia inconclusa.
I
76 enfoque guestáltico .terapia del aquí y abora
L os m ecanismos neur óti cos de la introyección, la, proyecc ión y un m omento de descanso en esta casa ?" También su retlr a ese se ve
la retr oflección son mecanism os de Int roy ecclón y mu cha s veces se inter r wnpido. "Ahora t e quedas ah i h asta que termines tus tareas '1
"desar rollan en respuesta a in ter rupciones provenient es del mundo ex - no t e pongas a soñar", o también, "DO puedes salir a j ugar h as t a que
te rior. E n el p roceso normal de crecimiento aprende mos por en sa yo no te com as todo lo que tienes en el plato",
y er ror, poniendo nuestr as vidas y nuestrd mun do a prueba tan libre ¿Debiéramos entonces seguir una política de total n o in terrup-
e ininter r ump idamente com o sea posible. ción? Como todo otro animal, el pequeñctíene que pr oba r el m un do,
Imaginen un gatito tr epando a un árbol. Está comprometido en tie ne que descubrir sUS posibilidades, tiene que tratar de expancn-
experimentar. Pone a pr ueba su balance. p rueba su fuerza y su agi- sus f ronteras , ti en e que experimentar cuan lejos p uede lle ga r , Pero
lidad. P ero la mamá gat a no lo deja en paz; in siste en que baj e de al mismo tiempo hay que ev it ar que se dañe seriamente a sí mismu
'ahí "Te puedes quebrar el pescuezo, gatito mato", le dice. ¡Cómo o a otros. Tiene que aprender a enfrentar las interrupciones.
' i nte r r um pir ía una situación así el p lacer de crecer que siente el ga- El prob lema más serio comienza cuando los padres interfieren
tito! Incluso llegaria a in terrumpi r el proceso mismo de l cr ecimien t o, con la maduración del niño, y a sea mimándolo e in te r rwnpiendo sus
Claro que los gat os no se comp ortan en forma tan estú pid a. E llos de- Intentos -de comenzar s u propia orientación, o s ien do sobrep r ctectcres,
jan la b úsq ueda de la seguridad a los seres humanas. destruyendo con ello su contianza en su propia capacid ad ce sosten er-
Bie n por el contra r io, el gato , al igual que cualquier otro ani- se a si mismo dentro de los lunites propios de su desarrollo. Si ccnsí -
mal y cualqui er ot ro ser humano se nsato, con siderará la ese ncia del der an al niD.o como una posesión que de be ser exhibida in tentarán
· criar en la transformación del a poyo e xterno en auto a poyo" I!:l ga- , crear precocidad haciéndoJe exigencias ambiciosas, que él no pued e
, tito recién nacido n i puede aliment arse ni transpor t ars e n i defenderse . realizar por carecer en ese momento de apoyo inte rno suficiente. Los
P ara todo esto necesita a su madre. P ero eventualmente, él mismo padres sobreprc tectores bloquean la maduración del niño al n o dar-
· de sa rrollará los me dios pa ra esto, e n parte desarrollando sus propios le ninguna opo r tunidad de u tilizar los apoyos internos que h a de-
in stintos innatos y en parte por aprendizaje ambient al. En el se r sarr ollado. P uede que el primer niño crezca autosuficien te, y el se -
h umano, la t rans ición de l a poyo ex terno (1a madre) a a utoapovo, es gundo dependiente, pero ninguno se ap oya. a sí mismo.
de sde Juego más com pli cado. Baste Fon considerar únicamente la ne- N uestros p acientes ll egan hasta n oso tros h ab iend o Incor pora-
cesidad de camb iar pañales, de ves t irse, de coc inar, de escoger una do las interrupciones de sus padres en sus prop ias vidas, y esto es
pr ofesión , o de adqu irir conoci mientos , ' introyeccióa. 'I'ales pacientes son los que nos dicen, po r dar un-ejem -
Debid o a que n os vemos forzados a a pren de r t anto a t ra vés de p íe, " ¡Los hombres grandes no lloran!". Llegan ha sta nosot ros ha-
-Ia educación como usando nuest ros ins ti nt os heredades. falta zran biendo desposeído l as p artes ofe ns ivas de s í mismos -las m ismas que
': pa rt e de la int u ición animal respe cto de lo Que es el rn-cce dimiento fueron interrumpidas en su niñez- esto es proyección. " [Esos ma l-
. adecuado. En lugar de esto, el procedi mi ento "adecu ad o" se esta blece ditos do lores de ca bezal, ¿po r qué tendré que s ufrir yo de ellos ·!"
· por fant así as compuestas que se va n pasando m odificada s de zene- Puede que conviertan las cualidades que sus padres consid-erab an y
ración en generación . Son más qu e nada f unciones ~ a poyo para el las manifestaciones que acarreaban, en contra: de sí m ismos. Esto es
con tacto socia l, como los modales v los códigos de cond uct a (é tica) , retrofl ección . "De bo controla rme a mí mismo. No me debo per m itir
los me dios de orie ntación (l a lect u ra , weltanschauugen ) . los patrones llorar". Puede que h ay an llegado"", t al grado de con fus ión con las
de belleza (es tética) y la posi ción socia l (actitudes) : Sin embargo, inter r upci on es de sus padres que renuncian completamente a s u Iden -
muchas veces estos procedimient os no están orientados b iológ-icamen- tidad y se olvidan d e la diferencia y la re laci ón ex istente entre sus
te, por lo tant o al teran la raíz mism a de nuestra ex istencia y condu- necesidades inter n as y los medios externo s de satisfac erlos. Es te re-
cen a la degeneración . Pero ya sea qu e estos proced imient os son an t í- sul tado es conflue n cia "siempre qu e me gritan me da do lor de ca-
biológicos o an ti pers on ales o antisociales, de t odas formas son tnte- beza ", -
rru pciones del proceso en t ra nscurso q ue dejad o a su propio destino Consiguiendo que nues tros pacientes se den cuenta, en el aquí
lleva ría al autoapoyo. y ahora, que realmente estan int er r ump iendo, como estas Inter-rup -
T ales int er rupciones son las pesadillas en el crecimient o del cion es los afectan. podemos llevarlos a verdaderas integracion e-s . P o-
peq ueño . Son las interrupciones del con t acto enunciad as en fr ase s demos disolver el clinch interminable er. que se encuentran. Le s po-
com o "no toques eso" y "tno hagas eso!", que vue lan por sus oídos demos dar una oportunidad de ser ellos mismos, po rque empezarán
día y noche. T ambién su deseo de inter rum pir a mamá se ve inte- a v ivenciarse ellos mismos ; esto les dar é una verdadera apreciación
r r umpido con fr ases como : "D éjem e' en pa z" . "¿No pu edo aceso ten er tanto de elles m ismos como de los demás: y les permitir á hace ~' buen
78 enioqwe guestáltico

contacto con el mundo, porque sab rán dónde está el mund o. Enten der
5. Pelando la cebolla
sign if ica, básicamente, ver la parte en.relación con el todo. Para nues·
tres pa cientes sign ü ica verse ellos mismos como pa rte de un campo
total y. por lo tanto, relacionarse tanto con ellos mismos como con
el mundo. Esto es buen contacto.

Ah ora podemos seguir adelante hacia una discusión mas ex-


tensa de técnicas y resultados. En p rimer luga r nos gustaría na cer
explicitas ciertas cbserv actcnes que torman parte de ra lógica que
hay tras nuest ro procedimiento .
En el experimento "Ahora me doy cu enta " q ue d is cuti mos en
el cuarto capitulo, el área de darse cuenta de l pa ciente, al intentar-
lo por primera vez, po r lo gen er al se limita a im pres iones sensoriales
externas. Mas tarde, en la medida que con t inua se a mplia esta área
para mcluir muchos ot ros fac tores tanto inte rn os como ext er n os. En
e rr as palabras, sencillamente d á ndose cuen t a de que uno es capaz
de darse cuenta aumenta el área potencial d e ope racron . Da una onen -
raci ón m as amplia y mayor libe rtad de acción y de e lec ción .
Este hecho es de extrema im por ta nc ia para el ne ur ótico. Tal
como lo indique anteriormente, el no carece de la capacidad pa ra
manipular s u ambiente, pero defin iti vamente carece de un a ori e nt a-
ción de ntro -de el. Está enca jonado por su inca paci dad de darse cuen-
ta tanto de si mismo y de la si t uació n externa y tiene muy poc o
espacio pa ra maniobrar. Pero t a n pronto como su capacidad de darse
cuenta aumenta, su ori e nt ación y maniob rabl1idad ta mbién aumentan.
J::ntonces toma mejor con tacto y a q ue es te requiere mej or orienta-
cíen enfocada al momento.
Est'o es importante pa ra el ne ur ótic o. Tiene poco sentido de si
mismo ; siempre está tnterrump í énd ose a si mismo. P ocas veces lle-
ga dentro de sí mismo. Consecuentemente, no puede e x pres arse a s í
mis mo con fa cilidad. Incl uso esta m odalidad rela tiva mente sim p le
y r udimen t a r ia es un gran pa so h acia adelante .
Yo so y un convencido d e q ue la téc nica del darse cuen t a por
s í sola pr oduce valiosos resultados terapé uticos. Si el terapeuta se
viera limitado en su trabajo a hacer solamente tres preguntas , even-
,. .tuetmente t endría é xito con todos, men os los más perturbados de su s
pacientes. Estas tres preguntas, que esencialmente so n ref ormulacío-
nes de la afirmación "Ahora me doy cuenta" son : "¿ Qué estás h acten -
do?" "¿Qué es 10 que sientes ?" y "¿Qué es lo q ue quieres?" . P odrí a"
mos agregar dos más : "¿Qué estás evita ndo ?" y "¿ Que es lo que es-
:'

·80 enfoque guest ált íco ,,


pelando la cebolla 81
peras ?". Estas son cbvtamente extensiones de las primeras tres , y
todas ellas j unt as serían un arsenal suñc íecte para el terapeuta. cie !o que el terapeuta cebe ver. P ero ' llO se engañen, esa S~Perfi­
Estas cinco preguntas son pr eguntas sana mente apoyantes, es cíe es mucho m ás amplía y sígníñcatíva 'de lo que el terapeut e orto-
decir q ue estimulan el autcapoyo. El pacien te sólo las ' p uede cen -es - tioj? j ~m ás va a admitir. En prcHe:- ¡ug~ sus convi cciones previas
· tar en la medida que se lo permita su propi a capacidad de darse cuen- le impiden ver gran parte de ella. Y, en segund o lugar, tiend e a to-
•' la Pero al mismo t iempo le ay udan a da rse cuenta de mi.... cosas. Lo ma.~a como un hecho establ~cido y hablar de eUa como algo :óbvio.
' lan za n sobre sus propios rec ursos, lo t raen a un reconocimien t o de - A qu í es donde comete su mas grande error. Desde el momento que
rsu propia resp on se b üídad, le pide n que r eúna sus fuerzas y sus me- tomamos cualquier cosa como un hecho establecido y lo descartam os
·d ios de autoapoyo. Le dan un sen tido de sí mism o porq ue est án di - como obvio, es que no tenemos ni la n.ás remota dtspcslct ón. para
rigi das a el mis mo. efectuar un cambio ni tenemos las herramientas para hacerlo.~
Puede ser que sus respuestas ver bales provengan de su ínte- , Cons id ere~os por un. momento este hec? o: todo 10 que el pa-
'Iecto, pero su respuesta total proviene de una persona total y es de crente hace , obvío o escondídc, es una expresion de sí mísme. Se in.
.. una indicaci ón de su personalidad total, a menos que estuviera com- clina hacia adelante o hacia atrás, sus puntapiés abortados, su~ titu-
pletamente desensib ilizado. Apa rte de las cont estacícues bien prepa- beos, sus palabras entrecortadas, las sutilezas de su entonaci én su
"radas, que habit ualmente est én t. Lt mano, siempre habrá algun a reae- cal ígraña, su uso de metáfora y lenguaj e, su utiliza ción del "ít': en
- ci ón adicional : conf usión, el ceno fr un cido, una sacudida en. un hom- contr apósición d.el "tú" y "yo"; todas están en la supedicie,lodas
-bro, "jqu é pregun ta más tonta :", \!.n. poco d-a .vergüenea, un desee ¿t-. son cosas obvias y todas son stgníñcetívas . Est os son los único~ ele-
'no ser molestado, dudas, un " ljDioS mío, ya empezó de nuevo!", un mentos verdaderos con los cual~s el terapeuta tiene que trabaja'r . Sus
ansioso echarse para adelante, etc. Cada una"de estas respuestas es ideas preconcebid as no ayu daran en absoluto al pacient e. :
mu chísimo más Impor tante que la respuesta verba l. Caca una d-e ' Por lo tanto, les preguntas del terapeuta estarán basadas enBU
, ellas es una indicación del sí mismo y del estilo de] paciente. En un observ ación y d irigi d~ a trae~ .cier tos factores dentro del campo del
comienzo el comportamiento del paciente puede serlc de más ·...alcr darse cuenta del paciente. Utiliza su técnica de ha cer preguntas en
al terapeu ta que el paciente rcasmo. El terapeuta, con una may o!' lug ar de hacer afirmaciones de modo que el peso del reconocimien-
área de darse cuen ta, puede ver el comportamiento como una Iun ci ón to ~. la acción sea colocado dond e ~orespond e, en el paciente. Pero en
de la personalidad tota l. El paciente, cuyo darse cuenta u ún es limi- rea lidad sus preguntas son traducciones de sus observ aciones. Pregun-
tado, puede no pe rcatarse ce nada más que su respuesta verbal. O s.;. tas ~..l ~s como: "¿Te ~~ s cuenta ,de tu lenguaje ?", pueden representar
se perca ta de alguna de estas respuestas, puede que no capte el si g ~, la srgurente observací én y podna convertirse en la siguiente afirma-
nificado de su estilo de respuesta. Pero eventualmente ta mbi én habril. ción: "Me doy cuen ta de que hablas muy r ápidame nte. 'I'a mbíén me
un clíckv en el darse cuent a del 'pacie nte, Este será el pri mer gr an per~a to de que est~ ccntinuamente SÜ'l a ~ento. Sería beneñcicsc pa-
"" paso que se da en su terapia . .. ra ti dar te cuenta tu mism o de lo qu e estas haciendo, cosa que coda-
El terapeut a puede ayudar al paciente en el descubrim ien to mas encarar el excttamíentc qu e estés dísíp andc de esta mane'a".
de si mismo actuando como un espej o ampliador. El terapeuta no Hay, sin embar go, una modalid ad de hacer pre guntas -c-eniplea-
puede hacer descubrimientos para el paciente, sólo pued e facilita r de por la mayc rra de los .te~a peu tas or todojos- que a mí me parece
el proceso en el paciente. Por med io de sus pregunta s p uede lleva r de muy poco val or terapeuttco. Estas son, las preguntas que coraíen-
al pacient e a ver su comportamient o co n más claridad y puede ayu - zan con "¿por qué ?". Algo hemos hablado de est o ant eriormente pe~
darle al paciente a determ inar por sí mismo 10 que su comportamíen- ro el tema me parece lo suficientemente importante como para 'vol.
· to representa. . ver a él nuevamente. "~
y el terapeuta agudo podrá encontr ar bastante mate rial ahí " Las ~ceguntas "¿por, qué.?" producen únicamente r('sp 4 estas
bajo su na ri z; sólo necesita abr ir Jos ojos. Desgra ciadamente, est o oportunas , defensas, racíonelíeec íones, excus as, y la ilusión. que
tampoco es fácil, ya que para mira r y realmente ver, se requiere que U? e~':l to puede ser e~licado por una causa úni ca. El porq ué no
.' el terapeu ta este completamente vacío y sin ideas preconcebidas. De- d iscrímína propósi to, origen o trasfondo. Bajo la máscara del escru-
bido a que el contad o siempre ocurre en la superñe íe, es !a super ñ- tinio y la indagación, ha sido la palabra que tal vez más ha contr í-
buido Do la confusión humana. No ocurre lo mismo con el "c ómo". El
, , ()oomatopeya re!erida ~I inslanl t' el¡ que la IJt'"l"1oClla ha ce ,un Ijescubrimi ent.c imp:¡r·
"cómo" indaga en la estructura de un evento y una vez que 1~ es-
tr uetura se ha clarificado, todos los porqué qued an automáticamen-
tante en sI mwr&. (N, del ':',)
te respondidos, Una vez que hemos aclarado la estructura del dolor
,

;'
82 .enioque g.~estáltico
pelando la ~e b olla 83
de cabeza pcd emce respon der ad líbítum .tcd aaIas pregu ntas a los
p reguntones . Nues t ro pacien te ten ía dolor de cabeza "porq ue" contraía Alprlncipio 'Sl;' ve na atener sen cillam en te a dar rode os ¿ san do
su s músculos, "porq ue" se int errumpía a s{ mismo, "porque" habla ot ras palabra s, pero al Igu al se guirán preguntan do: "Tengo curiosi-
ín trcyectadc una orden de no llor ar , etc. Si emplearnos nuestro dad, ..", Entonc es repeti mos nuestra petición. Ahora el pacie n te po-
tie mpo en bus car causas en l ugar de est ructuras, m ás vale q ue aban- drá decir : "Yo soy de tal o .cu ál opini6n: ¿qué es lo q ue piensa ust ed?".
do nemos la ide a de hacer terapia y que nos unamos al gr upo de abue- Esto al me nes es un paso :nás adelante , ahora el pa cien te está ma -
las preocupada s que ata can su víctima con preguntas tan sin sentido n ifestando ante si mísmc su inseguridad y su ne ces idad de ap oyo in -
com o: "¿Por qu é te restrtaet ést ' o " ¿por qué te has portado tan mal?". te lectual , P odem os ir más allá aun y pedir una reformu lación de la
Desde lu ego que todas las preguntas del terapeuta son interrup- p regun ta y entonces es posible que el paciente se relaje y deje sali r
ciones de algún pr oceso en transcurso en el pa cien te . Son intrusione s, mu cho material que hasta en tonce s estaba siendo reten ido. A : título
y muchas veces shocka en miniat ura. Es to con duce a une sit uación d e ~ ~~ ,
apa ren te me nte in justa. Si el terape uta ti ene que frus trar las exigen-
cias del pacient e, pero se siente a si mismo libre par a dis para r P acie nt e : - ¡ Qué qu iere de cir por apoyo ?
preg untas, ¡ne consti tuye acaso este una situaci ón in justa? , aun Terapeut a : - ¿P ot.1rifl. t r ansformar eso en un a af irmací¿n ?
proced imie nto autorít -r río que va dtrectemente en centra d e n ues tro Pacien te : -Qub:era saber q ué qu iere decir por apoyo.
esfu erz o pa ra elevar al terapeu.."l. de tilla figu ra de pod er a la de ser . Terapeuta: -Eso aú,-. es unto pregunta. ¿Pod ría cambiar esto
hu man o ? De acuerdo, no es I éctl encontrar u ncaminéa travésde l. o por una añrmecí ónf . .
inco nsi ste n cia, pero una vez qu e ~l padentc h a re suelto su. pa~adoja . Pacien te: - Me gustarle sacarle la cresta a usted en esta pre-
terapéutica de tmbai er tanto con apoyo y con frust rRcl6n , conjunte- gun ta si t uv iera 1~ oportunidad.
. ment e, sus procedimi ento caerán adecuadamente en su Jugar.
Desde luego que el te rapeuta n o es el único que puede hacer Aho ~a sí Que tenemos un pt'dadto de autoexpre sión . Cie rta-
pregun tas . Y es imposible enumerar 13lJ muchas CO:5as que el pa ciente me nte un rente hos til. pero aunqu e sea social men te In aceptable, le
puede h acer con esta técn ica. S us pregu ntas pueden ser in teligentes da al p acien te u n pequ e ño inc..ementc de s u autoapoyo al aum en ta rle
;, y apoyadoras de la te rapia, Pueden ser irritantes y repetitivas. P ue- su darse cuenta de sí m ism o. A pesar de que el terapeuta bie n oodrta
den ser los: " ¿Qu é es )0 q ue dijo?" y "¿ qué quiere de cir con eso ?'' de batlrselns con 1.15 cinco pregu nta s menclcn adns ante r ior ment e ··~n es-
los semán ti cam en te b loq uea dos. Ni tam poco es siempre aparente de te capít ulo, no se limi ta solamente a éstas. P orque como las pregun -
"que esta área de la con fusión del pa cien te su rj an las preguntes. A ve- tas ini ciale s del terapeu ta sen un modo de lleg ar h asta el sí m ismo
" ces no sabe si p uede con fia r en el terapeuta, así q uc usará. pregun tas del paciente , Así ta mbién las d ive rsas afir maciones y modalid ades
.para ponerlo B prueba. S i tiene dud as obsesivas, hará la misma pr e- que u tiliza el pacien te para m anejar al terapeuta nos dan la clave
gunta u na y ot ra vez . de los meca nismos neu r6tlcos para animarse precav iéndose de lo que
La gra n mayoría de las pregu ntas que hace el paciente son se-- él consi dera un cola pso existe ncial. Las afi rmacione s del p acien te
ducciones del intelecto. relacionadas con la noci6n de que las exp li- siem pre son cla ves par a pregun tas ul teriore s y posi bl em en te algunas
, cacícnes verbales son un sustit uto del en tende r. Mientras a estos pa- m ás específi cas.
cien tes se los alimente con interpretaciones, particularmente si están Lo que el paciente hac e a través de estos me canismos es en
b loqueados em ociona lmente , se acurrucarán felices en el ov Ulo de esencia evitar la re sponsabilidad qUf> le cabe por su compor tamten to.
su neurosis y se q ueda rá n ah í. ru nrunea n do ap aciblemente. Pa ra él la responsab ilidad es cul pa, y al Igual que te me se. culpa do,
La idea de fru strar las pregu ntas del paciente es tan antigua es tá listo para culpar . Parece q ue es tuv iera d icien do : " Yo no scy res-
como if¡ terapia misma. Incluso resp uestas simples com o "¿p or qu é ponsabl e de m is acntudes, es m i neuro sis ". Pero res ponsabilidad en
, haces esta pregunta ?" tiene por objetivo de volver al paciente a sus realidad es hab ili da d de resp onder, responsa- habili dad, la ha bili dad
- propios recu rsos. P ero, como decíamos antes. la pre gu n ta por qué es _• •. ». pa ra elegir las rce ccton es prcpras. Ya sea que el neu rótico se d isocia
u na he rramienta muy Ina de cuada. Querernos suscitar la estructu ra de <. .... a sí mis mo de sí m ism o med ian te la proy ección , la confluencia, la
las pregu n tas de l pacient e, su trasfondo ; y posjb~~m e nte podamos al- o
. n trcy ecctón la ~ t rofle)fién . está en u na posíel ón do nde ha biendo
ca nzar el si mismo en ~1 proceso. De m odo que nuestra t écn ica es pe- abdicado d-e su responsabilidad ta mbién ha" renu nciado a su responsa -
dí rle al paciente que transforme S\l5 pregu ntas en propos tcíones o ha bilidad y a su libertad de e lección.
afi rm ac iones . Para reinteg rar al neurótic o tenemos que recurrir a cu alq uier
canti dad de re spo nsabilidad que esté dispuesto a acep ta r. Lo mis mo
pelando la cebolla 85
84 enfoque guesttiltico y cuán suavemente se ob tiene la r esp uesta. Es casi como si el p a'
clen te hubiese estado esperando desesperadamente una oport unidad
se puede aplicar al terapeuta . Tiene que tomar responsab ilidad total de expresarse. Es sorpren dente no s610 para el observador sino ta m -
de sus reacciones ante el paciente. No es responsable de la neurosis bién para el paciente .
I del pacie nte, ni de su mis eria o falta de comprensión. Pero es res- Cuando el paciente hace una af irmación que al te rapeuta le
~ ponsable de sus propias motivaciones, de su manera de tratar al pa - parece ser una proyección, le pedimos hacer una de var ias cosas. Si
" d ente y de la situaci ón terapé utica . ha estado hablando en térm inos " ít", "me molesta", tenemos qu e con-
• La pr imer a respon sab ilidad del terapeuta es desafiar cualquier sezuír que se asocie a sí mismo con su dolor de cabeza de mod o que
· afirmación o conducta de parte del paciente q ue no es representen- este ya no sea un "alg o" sino parte de sí mismo. Si profiere opinio nes
, va del sí mismo y que es evidenci a de su' falta de autorresponsabili- de otros que son proyecciones, "yo no les gusto a ellos", o "siem pre
· dad . Esto signü ica que tiene que v érseles con cada uno de los me- est án t rat ando de mand one anne", le pedimos que in vierta la afirm a-
canismos neu rót icos a medida que aparecen . Cada un o debe ser in- ción "A mí no me gustan" o "Estoy siempre tratando de mandonear
· te gr ado por el paciente y debe ser transformado en una expresión a los demás" y puede q ue lo mantengamos repitiendo esto hasta que
de si mismo, de modo qu e realmente pueda descubrirse a sí mismo. emerja como una expres ión de sí mismo.
¿Qué podemos hacer con estos mecanismos? Los ejemplos que Podemos tratar las introyecciones ex actamente del modo. opues-
vimos anteriormente, el dolor de cabe za llorado y el ataq ue de an- to haciendo o ue el paciente se dé cuenta de su actitud con respecto
· gusua, muestran algunos de los caminos que podemos seguir para del mate ri al íntroyectado. Es interesante ver cuán r ápidamente el
trabajar con las confluenci as. Ambos síntoma s sicosomáticos son en da rse cuen ta em ocional de haber tragado algo en tero puede resultar
esencia evidencias de la confluencia. Estas víctimas han sellado el en verdadera náusea física v deseos de vomitar . ~
control de los mús culos faciales y el control de su respiración por me- A menudo le pe diremos al paciente que haga un expe rime nto
dio de l control de sus respuestas emocionales. Habien do establecido con material que nos ha dado la observ ación de él. ya sea por' Jo que
una identidad entre los dos t érminos diíerentea de dos relaciones di- . ha ce n por lo que deja de ha cer . El objetivo del experimento es que
, ferentes, ambas interr umpen el segundo término de cada uno inte- descubra por sí mismo cómo se interrumpe a sí mism o y se impide
rrump iendo el pr imero. Ay udamos al pacien te a que deshaga su click tener éxito Es probable que no se alcancen las metas de nuestros
ayu dándolo a descu brir, med iante el v ívencter, su síntoma. cómo ha ex perimentes terapéuticos. Cualquier cosa que el paciente pu eda ha -
conectado am bos términos en forma artificial, sustituyendo la auto- cer para man ejar al terapeuta se mantiene incólume, pero el pacien-
expresión y la autovivencia por el síntoma. te no se contenta rá sólo con eso. Seguirá y seguirá siemp re: eneon-
¿Cómo se eviden cia la retrcflexí ént Esto a menudo lo en con- tr ándose con una frust ración toler able, hasta que Ilegue el mom ento
tr amos tanto en el comportamiento físico del pa ciente como en el qu e se dé cuenta de lo que está haciendo. '
uso q ue hac e del lenguaje "mí mismo"; Supongamos por ej emplo, que Si por ot ro lado, el paciente está genu ina me nte bloqueado ,
el paciente est á senta do hablándonos de algo y al mismo tiempo es- tam bién dará señales de ésto. P odrá sonrojarse o podrá ta r tamudear .
tá golpeándose una palma con el puño de la ot ra mano. Esto es con Ahora segu iremos con nuestro ex perimento en fant.<lsía, ya que aún
toda segu rid ad, comp orta mien to retroflect ivo. Si el terapeuta le pre- nuest ro paciente no puede llevarlo a cabo ni en el nivel re al ni en
gunta : "¿A quién le gustaría golpear?", pu ede ser que el paciente el nivel de dramatización. .
primeramente lo mire perplejo, "Oh, es simplemente un hábi to ner- Terapeuta: Si usted se atreviera a de cirlo, ¿podría im';ginarse
vioso". En este punto aú n no est á dispu esto a tomar re sponsab ilidad. cuál sería mi respuesta?
Pero en la medida que progresa la ter api a y su áre a'de darse cuen ta P aciente: Claro, usted pensaría "q ué horrible criatur -a es uso
se amplía , su responsabilida d también se ampliará. Si continúa con ted".
el hábito nervioso, algún día en respuesta a la pregunta del terapeuta. Terapeuta : ¿Podr ía imaginarse una situación en que me pe-
dará un a respuesta directa que proviene del sí mismo. Puede respon- dría decir a mí "q ué horrible cr iat ura es usted"? ':
der: " a mi madre", o "a mi pad re", o "a mi jefe", o "a usted". Sea Paciente : (con voz animada) Por supuesto, eso es exactamen-
lo que fuere, en este punto el pacien te se habrá dad o cuenta desu te lo que pensé . Qué horrible cri atura es usted al ponerme 'en una
comporta miento, de su objetivo y de sí mismo. Desde luego que no situación tan embar azosa. .
dejamos la situación ah í. Más adelante describiré los mod os de pro- Terapeuta : ¿Podría darme más detalles de cómo a mí"me gus-
seguir. Lo discuti remos en gene ral en el capítulo siguiente. ta poner a las personas en situacion es em barazosas'i :
'.
Suele ser sorprendente para alguie n que t iene poca experien -
cia en Terapia Guest áltt ca ver cuán r ápídamente, cuán claramente
86 enfoque guestáltico lf7
pelando la ceboll a
Ahora el paciente está más lib re de lo que estaba antes, Y
' puede que esté li sto para hacer sicodrama en fantasía acerca de c ó- Hay sí un problema en la te rapia gu estáltica , díñcu hac q .ze
.mo alguien con sigu e que los de más se sientan avergonzados. Con es- también es tá presen te en las demás tera pias. Y es q ue el paciente
t o logra con vertir una proyección ("el terapeuta me quiere- av ergc n- se adapta a nuestra técnica . Entonces puede que comi ence a: mara-
"z ar a m í") en una eu tcexpresí ón. Cuando haya terminado la sesión , pular al te rapeuta con experiencias fabricadas e irrelevant es sólo
' pud iera ser que el pa cien te tome concie ncia de que int err u mpe el pl a- pa ra agradar y al mismo tiempo ev it ar el encararse con sus p r op l4.S
ce r que ob tiene al a ver go nza r a los demás, avergonzá ndose a s i dificu ltades . En tonces el énfasis de la terap ia tiene que trasl adarse
.m ismo. del tener vivencias a l inventar viven cias . El terapeu ta ten dr á ernon -
Ya hem os intemalizado el conflicto proyectad o y podemos ces que encarar la actitud " finj amos".
A todos nuest ro s pa cientes les pe d imo s que realicen al ¡:;u:: a5 ta -
integrar sus dos componentes con fa cilidad: el inter rum pir y el aver-
.gonzar. Podremos encontr ar , por ejemplo , que el paciente siente qu e reas en sus casas y muchos de ell os logran acele ra r su terapi a con -
con detenerme a mi en mis ta reas te rapéuticas me va a hacer sen ti r siderab lemen te de este modo. Desde luego que la primera vez q ue 1f"5
y ergüenza . De este m odo él me estaría controlando y me haría sen ti r pedimos esto están lle nos de buenas intenciones , v todos pr ome ten
ind efen so. Es ob vi o que aquí tenemos una actitud que de no ser hacer sus ta reas fi elment e, pe ro un gran número falla en est o A oe-
.ouesta al descubierto con rapidez, va a sabote ar todo el t ra tamiento. nas se aorcxíman a la zon a de peligro - y con este obje tivo se ha
de sar roll ado la téc n ica del darse cuen ta - se desvían a s i rr.ísmcs
.De modo que le su gerimos que fantasee acerca de su necesi dad de .
cont rolar a las personas. P odremos en contrar fantas ías bastante des- de un a u otra forma.
.cabelladas de aplastar a las.P.e_I'SQI1as para que no lo puedan uañllr Te óricamente su ta rea es tan sim ple que parece iuc reib! e .; ~ t"
a él , con esto y a podemos in ter iorizar el dañar proyecta do e Integrar el paciente 'se dé tanta m añ a para evi tarla. Mal que mal. re pre-sen -
el ap lasta r y el da ñar , tal como anteriormente in te gram os 1:.. interrup- ta una con sid e rab le econ om ía de ti empo y di nero P ero a pesar ::i..
ción con la vergüenza. que el ne u róti co qu iere ser " curado", también es cierto que se ~ ; ...n -
te más seguro y mejor vestido con su n eurosis a cues tas q ue sin
Ya en este mom ento es posible que el terape uta se pe rcate de ell a, y teme que una terapia ex itosa 10 lance al vacío . Prefiere S(}-
q ue el pacien te está comenzando a usar sus músculos ; em puña una cortar estos mates q ue conoce bien a ot ros que le son desconocid os
mano o hace un movimient o brusco de algun a extrem idad. Cada vez Event ualmen te, y a med ida que progrese la tera pia y el ¡:: aC':~~ r' :"
ha y más de su personalid ad tota l involucrada en su eu tcexp resió n. desarroll a má s aires de aut oapoyo,.se hace más cap az de e !1r~ t' r! ! ar
. Mientra s que en un comienzo, es posible que hubiere estado r ígido su taree.
de su s codos pa ra arriba, ahora por p rimera vez . está usando sus La tarea consist e en re visar cada ses ión en t ér mi nos ~ t" ;,;na
.b om brcs. En lu gar de sentirse aplastado, como le ocurre muchas ve - anlicaci?n sistemática de la técn ica del darse cuen ta En :,-jüs 'os
ces, ahora siente de seos de aplastar, indicando que está dando el prl- ti pos de te rapia ex iste algú n tipo de re visión Algu nos pacientes re-
me r paso hacia la agresi ón manu al y dental, hacia el dcsestructura r ca rda rá n un os pocos pun tos ín teresentes de la ses ión - esla rá ~ a; ~3 ­
y el asimilar . . decidas. resentidos, ponderados o de primidos. Ot ros cl vid aráa todo
A pesar de que este re lato es una sobresimplifica ción, muestra lo qu e ocur rió tan pronto como ab andonen la sela de la C'onsu !:"
t res cosas importantes : el te rapeuta siempre puede traba jar con los . Siem pre utilizand o la. m ism a. orientación de nuest ro e,.-;t..-cue
e ventos del presen te, ya sea en "actu ali dad física o en fantasía. En le ped imos al paciente que se imag ine que está de vuelt a en la ' sa-
segund o lug ar, pue de integrar inmed iata mente lo que surge en el la de consulta. ¡.Qué es lo que exper imenta ? ¿Puede re visar sin o..
curso de la sesión y no de be permitir qu e las situaciones inconclu· ficu ltad la sesión enterar, ¿E ncuent ra espa cios en blan co? Si lo ha -
sas se vayan acumulando. Y, fin almente, el terapeuta puede t raba. ce, ase da cuenta de los esp acios en bl an co, es dec ir , siente que hub-:
lar con vive n cias y no ta n sólo con verbalízactones y recuerdos. De algo vagamen te pert u r bador y que no ha podido esclarecer " : Le
hecho, casi ' n o existe el paciente en terapia guestáltica que no nos expresó al terapeuta todo lo q ue sintió ante él ? ¿P od da hacerte ah o-
.diga que tuvo más vivencias y sintió más cosa s en las primeras se- ra y con toda su persona? ¿Puede da rse cuen ta que est á evna nco e
siones de nuestra te r ap ia que en meses de análisis. In cluso tornan- . " " ''.- :;' '':;':~. ! n te rru m p i en d o algunos aspectos de su expresión tota l? ¡,Se á a C :': U ,'
do en cuenta la necesidad de ma n ipular al terap eu ta por me dio de ta de qu e' está comprometido más que nada con s us em ociones o con
1" adulación, estas observaciones la s escuc hamos con .demasiada fre- sus movimien tos o sus sensaciones O sus v isualizaciones o sus ver-
cuencia como para ser descartadas p or engañ osas balizaciones?, o dicho de ot ro mod o: ¿Hace lo que siente y sien te lo
q ue dice ?
88 enfoque gues táltico ,

Puede que los ejem plos que h e darlo y la técnica que he de s- 6; Ir y venir, s leodrama y confusión
crito ap ar ezcan com o mundanas y poco dram áticas , en com pa raci ón
"con las expediciones arqueológ icas del análisis ortodojo que un buen
día recupera el complejo de castración, y al día sigui en te dese ntierra
'los r estos de la situación edípíca, y al tercer día recobra todos los
'.sucesos traumáticos de la escen a p rimal. Sin emb ar go, n o importa n-
do cuán m und anas sean las cosas t ra tadas en una sesión de terapia
' gu estáltica, su carga em ocion al es mu y alta Si, como yo h e pl antea-
do. la emoción es l a fuerza básica que energiza toda acción , ent cn-
:ces la emoción existe en toda situación vital. .Uno de los problemas
.-más serios de l hombre m oderno es que se ha dese nsibilizado a sí
' m ismo a todas men os a las r espuestas emocionales más ex crbítan- Hay una limitación obvia en el uso aislado de la técn ica del
, tes. Y esto lo hace a tal grado q ue llega a ser incapaz de la libertad
d arse cuenta . Seguramente de mo rar ía años obten er resu lta dos, y a
. de elección ne cesaria p ar a una acción relevant e . ese ~aso l a siquiatr ía jamás podría dar abasto al n úmero siempre
cr~cl;n te de personas perturbadas m entalmen te y al mayor núme-
No, no hay n ada de necio o de despilfarro o de peq ueño en ro aun de pe rs onas que VIven m uy por de bajo de su potencial real.
n uestro métod o de llega r a los problemas. Dado' que el objetivo de A pesar de que el enfoque analítico ha fr acasado frente a esta em er -
: la terapia es dar le al paciente una herramienta ~auto apoyO-, con ge n cia social. la técnica del d ars e cuen ta . por sí sola tamb ién fra-
lo cual pueda resolver sus propias. dificultades , podemos t ra bajar cas aría,. :'
efica zm en te con cad a situación a medida que ésta se presen te . P o-
demo s ab rir solamen te una pu erta a la vez. P odem os pelar la cebo- S in embargo, habiendo re conocido la relación ent re fa ntasía y
lIa qui tán dole solamente una tela a la vez, Cada capa es pa rte de re alid ad . podemos aprovechar de ll eno la fantasía en t erapi a, con
la neurosis y en la medida que es t ratada, el pr oblema se modifica . tod os sus es tados de intensidad aumenta da hacia la re alidad. T rá -
y a me dida que cambia el problema. tambi én cambian las n eces i- . tese de fan tasía verbalizada o una fantasía esc rita, o u na fan ta sía
dades espe cífic as. T ras cada uno de los p asos de l camino, el paso act uada com o en el sicod rnma Podemos jugar al sicodrama con nues-
sigu ie nte se hace más fácil de da r , esto de bido a que en cada sesión t ro s .pacientes y también les podemos pedir que jueg uen por sí so-
el autoapoyo ha aumentado un poco. los, ju eao qu e denom ina mo s "mo no terapia" .
En es te último caso el paciente crea su prop io escena rio . sus
crooíos actores , sus bastidores, su direcció n y su expres ión Es to le
da la oportun idad de ' perc ibi r qu e todo lo que fantasea está en él.
y adem ás le d a la oportunidad "d e ver l os conflictos que hay dent ro
de él. P or 10 ta nto la monoterapia evita la contaminación y los con-
eE;ptos de las otra s pe rsonas que . por lo general interv iene n en el
sí codrama convencional. '
. Adem ás utilizam os varias otr as técnicas. La primera que quie-
ro d iscutir es la d e "ir y venir". Como pla.nteamien to, n o t iene nada
de n ovedoso. Los fr eudianos manej an ' los sueños p recisamen te de
este mod o. p idi énd ole -al p acie nte q ue vaya y v ue lva repetidamente
en t re el con te nido del sueño y sus asociaciones. Sin embargo su
ap licación sLstemática en T erapia Guest áltica y el mod o como se
usan son no vedosos. Ya lo he demostrado en n uestro experimento
de la an gustia aguda. en que se le pedía al paciente q ue pusiera
atención alt ern adamente en su respiración y luego en su s músculos,
¡ hasta qu e la relación entre ambos se hace m :miflesta y el " acien te
I puede nuevamente respi rar libremente. És te ir y venir no s ay u da a

1 '.
Ir Y ventr 91
90 enfoque guestdltico
lares kinestésicas. Las sensaciones propiocepti vas no tienen tiempo
de struir configuraciones de confluencia. tales como aquel dol or de y únicam en te pueden vivenciarse en el aqu í y a hor a. P or lo tanto
cabeza que resu ltó ser un llanto camuflado. si hac emos ejercicio el ir 'y venir entre una visu ali zación y una pro-
Una de mis primeras " curas milagrosas" se debió a la apli- piocepción podrem os llenar los espacios en b lan co y comp letar los
cación intuiti va de esta técnica . Un hombre relativamente joven asuntos incon clusos del pasa do. El terapeut a bien en t renado, tam-
llegó a la terapia con la queja de impotencia se xual. Me relató con bién tomará en cu en ta cualquier movime nto in volu ntario del pa-
lu jo de detalles cosas con cernien tes a su situaciim fam iliar, acti vi - ciente --en cogim iento de hom bros, movimiento de los pies. ietc.c-,
dades sociales , etc. Pero lo más int eresante fue su observación de v le lla m ará la ate nción sobre ellos.
que a pesar de qu e su sa lud en general era buena, est aba en t rata- - Su pongamos que el paciente h a imag in ado el retom o de una
miento con un otorrinolaringólogo por una congestió n nasal cró ni - sit uación re ciente qu e le molestó. Lo pr imero que dice cuando en-
ca Esto me pareció la clave centra l de su proble ma, y recordando tra en la sala de cons ulta es que su trabajo le est á atacando los ne r-
la obser vac ión de Fleiss-Freud de que la congestión de la muc osa vios. Nadie , d ice, lo trata con suficie nte resp eto No hay nada mu y
nasal era muchas veces un desp lazamiento provenien te de la zona preciso que pueda decir, pero le desagrada la atmósfera Cosas pe.
genital, le pregunté si estar ía dispue sto a interrumpir ese trata- queñas )0 deprimen . Algo muy poco impor tante ocu rrió ese día en
m iento por un ti empo . Estuv o de acu erdo. En la siguiente sesión . el comedor de la compañía, que lo molestó y no puede entender por
le pedí que dirigiera su at ención alternad amen te de s us se~sacio­ qué se vio tan perturbado po r un incidente aparentemente tan in -
nes nasales a sus sensaciones genítelea inexistentes. Y ocu rrió algo trascendental.
ext r aordin ario. Disminuyó la cong estión nasal y , a.u!!:~~ t~__~, turne- Le pedimos qu e vuelva en fantas ía al comedor , y a la expe-
facc ión de su pene Ahora -podía -respirar Ubremente y también man- rien cia que le molestó. Esto es lo que podría ocu rrir .
ten er re laci ones sexua les. No era tan s610 que Interrumpía la erec-
cron y desplaz ab a t anto la sensación y la tu mefa cción a su na ri z, P acien te : Estoy sentado en el come dor . Mi jefe está sen tado
si no qu e ha bía comen zado a com partimen talizar sus sín tomas. . una s pocas mesas m ás allá.
Al cons idera r los despl azamientos de este modo, se ha ce eVI- Terap euta : ¿Qué es lo que sien te?
dente que és tos no pueden ser t ra ta dos dentro de la ubicaci ón don- P aci ente : Nad a. Est á convers ando con al gu ien. Ah ora se le-
de surgen deb ido a que en es e lugar no ti enen ningún sentido fun - vanta. ,
cion al. Hay que nevar de vuelta el des plazamien to al sitio q ue le Terapeuta : ¿Qu é siente ah ora?
cor respon de : ú nicamen te podrá se r re suelto en el área donde tiene P acien te : Sien to mis latidos. Viene ha cia acá . Ahora me estoy
' sign ificado. El paciente que su fre de dolores oculares deb idos a re- sintiendo inquieto. P asa de largo.
ten ción del ll anto, pod r á disolver sus dolores únicamente mediante Tera peuta : ¿Qué es lo que siente ahora?
el ll anto Del mismo modo aquel peeíen te que ha 'desplazad o de su s Paciente: Nada, absol utamente n ada.
. testfcu los (en ve rnacular : sus pelotas) donde tiene se men re tenido, Te rapeu ta : ¿Se da cuen ta de que está empu ñando una man e?
a los globos ocu lares (y he tenido varios pacientes como éste) ten- P aciente: No, en realidad no. P ero ah or a que usted lo me n-
drá que desplazar sus dolor es de vuelta a donde cor responden an - cion a, la siento Incluso recuerd o que estab a enoj ado con mi jefe
"te s de poder tratarlo. Uni cam ente entonces podrá gozar de u n buen por que pasó por mi la do sin dir igir me la palabra y además le ha b l6
. orgasmo y pe rder su síntom a. a algu ien q ue me desagra da much o. Estoy enojado con migo mismo
Ah ora permítame presenta r ot ro e jemplo, ta l vez no tan d ra- por ser tan quisquilloso. '
m~ti co, pe ro igualm en te valedero. En este caso hace mos ej erci cio del Terapeuta : ¿Estab a en ojad o adem ás con alguna ot ra personat
ir y venir, no como el an alista ortodo jo entre los re~u e rdos y las Paciente : Sí, con ese tipo con el cual mi je fe se detu vo a con-
asoci acion es sino en tre el revivir un recuerdo y el aqul y ah ora. Ce- versar. ¡.Qué derecho ti ene él de pe rt urbar al jefe? Ve, me está tem-
-- m o y a he dicho con anterio;idad, n osotros con~ideramo s to~o el tie m~ blan do el bra zo Podría darle un a bofetada en este m ism o m omento
po comprendido en la sesión como per tenec ien te al aqui y ah or~, a ese asq ueroso chupamedí as.
porque el d arse cu en ta de la vivencia solamente pu ede t ranscu rrtr
en el presente. P ero a pesar de revivir y vis ualiza r mu y nitidamen- Ahora podemos da r el pa so sigu iente e ir y venir en t re los
te un recu erdo. en el trasfon do siempre queda la noción de que es sentimientos de l pacien te y sus proyecciones. La f rase "chupame-
a lgo pas ado. Sin emb arg o, esto no es v álido para 10 q~e ll amam os d ias" nos hace sospe char. Tal vez el pacien te no es taba enojado con
las propio-cepciones, las se nsacione s int ernas, las sensa ciones mu scu-
,,
,
92 enfo que guestáít íco

·SU jefe cu ando sinn ó Ja Inqa .: ,~: '.i. ~ ú :U!;;it.-.1Ild al comíenzc de la es-
ce na. sicodrama 9J

Terapeuta: Volvamo s ;.! momento cuando su [efe se levant a Paciente : Mi espesa uc tiene ninguna consideración por mí .
de la mesa . ¿Q ué es lo q ue si ente cu ando v ís ual íea ese? (Este es W1 re cíamo, una de sus té cniraa para macípular al "mundo
ex terno "para" qllc le brinda e; apoyo que no p uede darse a ií mís-
Pa ciente: Espere.. . Se est á levantan do.' Viene hacia mí. Me mc.j . . -
estoy ex citando. Oj..:á me hab le. Siento la cara acelerad a, ahora pasa
Terapeuta: ¿ PO\Jii:. i!:1:lgirl.~ !' "decirk directamente ti ente a
de largo. Me sie n to muy decepctcnadc.
., ., tren te eatc j (Le estam os pidiendo qu e. no recurra a nosc tr cs para
obtener apoyo, sino que se expr ese dttectamente.)
Esto fue par a el pacient e u na sitaacr ón traum áti ca menor El Pacien te : No, ·z..o p ue do. Me Iaterrumpírla ape nas y o come n -
-excíta mle n tc movilizado ena nce apareció el jefe no pu do encontra r za rz¡ o (Otr a que je.) .
una expresión adecuada y la cato xts pes.uva hacia '!l [e tc (oja lá se Tera pe uta : ¿P('l d.Ó2, decir le esto a ella ? (Oh-a vez una peti-
dlrfja a mí) se convírt tó (;1 . una ,,:~.bx is n e~dtiva. ha cia e r cc mpen- ci ón ·!'arll. que be exprese di rectameute.)
dcr de l pa ciente. Como re-ultarf rn ús edelunte, la catex ts r.egan Ja Paciente : S i tu nunca me ¿~jas11ólhla r, (Si bien esto aún es
fue di ri gida hacia Ias prc yec ctones de l paciente, en lugar de semi: un reclamo . a l menos es rtcecto.) ei. terapeu ta ae percata que- la voz
'y satisfacer sus propia s necesidades, suave con qu e el paciente hace S~ reclame, traicione sus palabras.
, Es corr iente que el p ccícn te n uevo encuentre m;,¡c:J::.<'. s difi- Te rap euta: "Pued"e escuchar su "J2? (Aqu í nos hemos ido de
cult ades in icialm e nt e al t rn ba jar 'con la 'téc nica . del 'jr y venir pa ra :¡¡, "q ueja a los medíos Inad ecuados de: eutcexpresí ón.)
recobrar abst racc iones que fal ten. Pero con el t tempc se oace rnáa Pcclentc: Craro 'i.u~ ::i. S uene mi::; bien débil, ¿no le parece?
'fácil y bien vale la pena. Pcr ej '~1Y'pl0, :o1,J1'!:'OS lJ~ ci~ntq iam és ~~.s­ {:::'l.a au tcínterrnpcí én .)
.cuchan : otros carecen de cmocíc nes que val ga la pena mencionar: Terapeu ta: ¿Ped.ría dar un a orden, algo qu e comience con las
hay otros que no pueden ve rbaltaa r ] y un cuarto grupo carece t n- oalebr és " tu debier as"? (Dic ho en otras palabras, el terape ut.. le es-
talmen te del poder de a utoexprest én. 'I'rab c.jem os un pc ~ sobre el ~ &. r;.idiendo que ee e xp rese e u forma .sncp te, direct a y ade euade .)
problema que al menos en teorfa es el más simple de todos, la Inca- p acíente : No, no puedo. .
pacidad de expresarse. . Terapeuta : ¿Qué es 10 que siente ehorar (Aqui vam os u las
Tomem os el caso de l nomhre maduro relati vame nte exitoso sensacíonea que acompañan las accícnes del paciente.)
que pa rece est ar requ írtendo en "MUro de los lamentos", Comenzar á Pacien te : Sien to los latidos de mi caraaón. Me estoy angus-
quejándose íncesant eroen te, ante el terapeuta , de su esposa. de S:.lS hi- ti a n ~ . /
jos, de sus empleados. de sus "ccmpettdcres, etc. Pero no 1(' permití - Terapeuta: ¿Podria decir te C.i;O Á su esposa ? .
mos se guir esta cxp:ro;:s:ón ln rli=-cC"ta. Lé pedi mos qu e se visll'l!h.:e ¡: Paciente: No, no PL:.\..C:o, p C!"C' mt' e:ná d ando rabia , Si~~rto ca-
~í mism o habl ánd oleo:s. o qUé ie hiJ.hl~ ea fo rma sicodrarr..átit:3 al U~- . nas de O:ecirl~ "cállatt.' de un a vez por' tod as". (Y ahora ten emos a l-
rap euta como si éste fuerA. in espos:.: , hijos o 10 que fue re. COII10 acns- go más que q ..tejas, autviI'.teaup ciones y falt a de expresión , Tene -
t umbramos, le pOnE"'rno3 en clac,) que m . debe e.:to¡:zar>e al l/:m to de ¡r:~:.; una . aut¡;"eypre.i¡':'o !~) dirl: cta , )
¡ene r é xito. no debe interrt;mpirse. Le aciaramos 4,u t: nu~strl')s e xpe- T.e..apeut..: Se lo acaba de · dE:ci r,
rimentos se ll evan a efect o con e! obi ~to U~ que tome mas conc:et:- . - P2.dente : (Gritando.) Cállate . cA1h:t,.. . , ¡CALL...<\.TE! ¡Po r am or
eia de los diversvs modos ero qUe se bl oquea a sí mismo. Lc explic.'l·· de Dius déjame c:!ech' algo a' m!! !Autoe xp re;;;¡ón expl osiva .} .
mes que queremüs q U E" com:ie rte; :,u;; á r p.ás bl oquead:) .:;, o r e-pr'! sior.es, El terél:peuta no dice nad~; el p .. c:entc va .mora eu ,amino
.m expresicnes. sn:c" Y muy luego dice : "NQ, rio podri:l 'd eccirl e ll. el1a " cáll ate)', pero
En una situa.::ión como és tá podem os tener tres po:;h:lon': s el"> m.. puedó im agi n i:lt el iJlh::rrum pirIa" y com ienz a erltonces a re pre-
:r~ las . cuales ir y " cnir : las q eejas del paciente (su , madpultlc:.ón sentar-ae.tllar esp.. in te,fr u'pdón: "por ~f:vor . déjame deci r al~o" .
del terapetua pan . legr ar npoye) , su au toex presión inadt::cc ada (que
P.S una iaaa de buen oont::.cto·-y :.t;t oap.J)'o) , y !il.1S inh ibi¿on<, ¡ (.:¡ue
¿Hasta d6n4e podemos perrr.Hi= ,que llegue esta acu ia ci6n ?
:;on las autoin te rrupciones dd pa ciente) , Lo qu e lSigue 'es él tipo c::> PorGue la act uaci6n , ( a nti n~-(, ut) de ~u tendencias neuróticas 1re-
=lIe;te men te 'e s perju :iid cl al p acienté. Frl;'Jd vio es to e indicó _el pe-
diá lo~ e que puede svsdh:fSf':
lig ro de ianctuación en i:::. VIcia eoLidia n'i. 1uet a de 1&sala d e consul-
ta~ m queda q ll':l el paC1';rlt.~ :u v.i.el·e, p¡'esentc la tendellcia ne ur ótic a
q\.!~ e..tah&. repit!endo. Nue..t ro cnfoql,le l:S u n ta n to düerente; Deci-
, ,
}
¡,
.sicodranúJ 95
_ tnloq ~.e guestált.ico
1
.nos que queremos que el paciente se dé cu en ta, en el consultorio,
! ell as mientras habla b an Mu ch as v eces en estos casos ha y una de-
sensibilizaciófl de la boca,- por jo que 1<.' r edimo) al paciente {Iue se
,.

.del significado de lo que est á h acie ndo .. y creem os que puede logr ar dé cuenta, de :m s labios y so lell~ l a n med ida (juro habla. Una \·~z qut'
es te darse cuen ta mediante la actuacl ón, 'enel consultorio, del síg- logre escucharse a si misino y a sentirse ha blando, habré da40 dos
¡lii ieado de lo que está haciendo. Esto lo podemos lograr median te :'1 .pesos ha cía ad elante. ~
~ctu a ció n en fan ta sía de cu alquier cosa q ue sea, que esté po r coro-
u letarse y todo esto en la terapia . Vale la p ena recalcar que este es
1 Ahora pu ed en escuchar .. los demás y h an abierto el camino
a le ha verbal en el se r y el com un ícerse. P orque su ha bla r ccmpu l-
~' l concepto b ási co de l a Terapia Guestáltica. El paciente se siente ~iVO aho&ll. tanto a su ambien te t omo a ellos m ismos. Es su té cn íca
obligado a repetir en la vida diar ia todo lo que no lugra concluir en .de auto ín ter rupcí ón. ¿Qué es lo qu e es tá n interr umpiendo? Esto lo
:~o rmasat isfactoria. Estas rep et ícíones son sus asuntos Inconclusos. descubrimos con nu evas índagacíones y experimentos. ..
P ero no puede lleg ar a la scl ucíón. creativa de ellos. porq ue junto I Lo q ue con m ás frecuencia se descubre es que una vez que
con su ') repeticiones . trae sus Interru peícnes, vate .dccir su ec tua - Imped imos a tales pacientes consumir 'tod o .su ex cita m iento -c-todo
eí ón (ant íng-out) . Pcr lo ta nto, si ea su vida e vtrate rapéut íca está s u pote ncial 't:mocion tll- - en cucb ácha ra inces an te y su ve rba lismo ,
~·.ct ua n do una tendencia n eurótica, le pedim os qu e du rante h sesi ón com ienzan <:1 da r s e üeles de gra n ansiedad . En ell os el hablar ;se ha
rep ita d eliberadamentL en fantasía , le que h a ested c h ucrendo en 11 con vertido ,",11 u na compulsi ón y como en tod as las comp uhiones,
ect u eü ded. De este m ane ra podernos d...scub rtr ",1 momen to en qu e si se ta terrumpe. aparece detr á,... un.' ,grs:; tenst on.
~'1 te rrumpe su flujo de vívcncías Iciptd í én dose.a si rrihmo- -':Íf! llevar Además C ~ la .t écmca del ir y ven ir, h ay ot ros atajos q ve po -
pna solución creati va a su prob li:: 1rI3.. . . dem os usar para UeJ ar al da rse cuente. L :;. técn ica de l ir y ven ir
. Vea m os ot ro ejempl o. Un e...se di rectamente opt.•esto el que ag'IJi:!.Q el" dar-se cuent e. de l paciente d ándole un senti do más claro
¿ escribimos anteríormen te . Nuestro pacien te tiene dtñcultades ccn de las re la ciones en s u comp ortam íento . Estas ob ras téc nicas E: i p ro-
f":J. esposa y esto sin lugar a dudas r-ct lÍ. re lacíon adc con al h acho de pender a la eutcex pre-í ón, tamb ién producen tanto una may...r ca -
que es tán ac tu ando (autíng-out) sus tenden cias neuróti cas en su ví- pacidad de darse cue nta y un eutoapoyo in crementado , Hay v ar ias
c a cotidiana. A medid" que p rogr esa la terapia se va de nde más y escuelas aparte de la n ues tra, que u tilizan el m étodo de la autoex-
Illás cuenta que hay muchas cosas qu e quisiera decirle a ell a y 'que presión como un me di o par-a la rel denttñ cacíón. Todo s son ese ncia l-
t'O ex presa; le ofen dc r ían . P ero aú n no ha ll egado a un a soluci ón me nte enfoq ues Integrat ivos, pero m", gus t ar ía selec cion ar la . écn í-
creati v a, e inter rum pe su cx pvcst én directa siendo ah ora ind irecta- ca síccd ram áü ca de Mor eno com e u na de las más vi ta les y ta mbién
mente sádico. Ll ega con stantemen te tarde a las comíde s. la rgno r«, como otra demos tesci ón de c ómo pod emos u t ilizar la t écníce del ir
)'- en gen eral se comporta de un a manera cal cu lada para SCr irritan - y veni r.
te. Si le ped ímos qu e act úe (:11 tera pía lo qu e no pu ede hacer en la La modalida d en q ue Moreno m aneja una si tuación s ícod ra-
realidad, que deje a ..al lado SUS íntcrrupcíones y que de no ser por- m átíc:a es esen cia lmen te ptd í én dcle al pacien te q ue vaya represen-
Que tiene temor , que fantasee y le exprese 'e n su ausencia 10 que Lende diferentes roles, represe nt ar por e jemplo: desd e un níñ o apa-
1... diría en su presenc ia. encontramos en un com ien zo la misma difi- bul:arlo hasta' 13 lIladre cri tieon 'l. De ese mod o el paciente pued e
nItad de h ablarle f:r. farJtas~a I.lue en con t ramu.'l en ia realidad . darse cuenta de que su supHego cr iticón es su ma dre fant nsiada
I'ero a I;led ida que disminuye la dificu ltad :r el plIciente le (s u i n tro)'~to), en realidad es él m ismo qu ien es tá cri tica nd :l, no
puede expr esar al terApeuta, cerno si éste fu era su esp"5a, ca da vez le basta con tene!" que escu char las cr íti cas si no que al mis mo :iern-
r¡-,ás sus resentimientos, irá aprendiendo a erlCaT'l?1os '1 no .tenurt. po crítica 'i e~ cu lpado al mism ') tie mpo. La significaci ón terapéuti -
r. ~ cesi d ad de vo lver o. su sad ismo er.cub it'-!"to. -ce. de este ejercicio, es facil ita r el desen:ace del click, la ri ña con s-
Ha y ot ros pal:ientes que senci1l&ri1en te no escu ch an . Pu dran ta nte en tre perro de Ilrrib:. y pc rr o de abaJo. lo Est e desen lao;: e f I-
a110gar al te rapeuta en pa labra:">. Lo podrán interrumpir . P odrán apa- n al se lleva a efecto no por una ad ap taci ón sino por una in tegn ción .
. r ~'ce r muy ate n tos, pero e'il obvio quP. to do lo que les en t ra pcr un j - i ~' El " alar de la técnica sico dramática se pone de m an ifiesto en
oido le sale p or el otro, Pueae q1.ie Uteralm en.t e n<J lo escuche n. Podrán 1 ..." : la ", volución d in ica de la cefal.a a l. que no, " fedamo, en el ca -
ir.t erpretar m al sus peticíones y af irmaciones. A ~estos pacientes les
p,m nitimos ir y venir entre hablar j' el escuchar a sí mismos. Al
• 10 PflTO de arr iba y p("rro d I" a b.ljo ca rnponden a ! lJp ·dUQ' y l"rd~Nl'og 1 50: rd iere n
c;.ornien z(', luego ::le cada un a d~ sus fuSt.'5 le preguntamos: "¿Se d:¡ 11 1& J... Can¡'J.I II q\lI' ... ...u. b1ece e;¡ Ul II Jllud a : 1!1 que dom ina. el OPl"flOf y e¡ domi·
c,enta us ted de esia fra~?". P or lo gener al ~C'.Jl' rdan haber dic ho ! nado. el o;tri n¡lJde. eN. del T.)
las p alab r as, pe ro rnLach2.!'l vecu cacen q••"" n l' se daban cuenta de
'. I
confusión 97
96 enfoque guestáltico
Este es un buen ejemplo del modo como trabajamos con los
pitulo anterior. Recordarán que fin alm en te tod o se red ujo a qu e síntomas sícosc m átícos en general. A pesar de que la interrupción
el paciente profirió dos afirma ciones ímperattves y mutuamente con- se está nevando a cabo en el plano somátic o, don de se pone de ma-
tradictorias "no llore s" y "déjame tranquilo" . Ahora está preparado nifiesto en este caso como un dol or de cabeza, tenemos que comple-
el esce nario para un sicodrama en fantasía . El pacien te , d ándose tar el cuadro encontrando la fantasfa que promueve esta interru p-
cu enta de que ambas afirmaciones demuest ran una f isura en su pe rso- ción. Al hace r esto in variablem ente enco ntramos que el paciente
nalid ad, pod rá rep resentar la parte "no llo res " como también la fantasea alg una orden opuesta a su ex igencia. En este caso la exi -
parte "déj ame tranquilo" . Puede qu e mientras represente la parte gen cia era "d éjeme solo". Las órdenes eran "no llores" y "un hom-
"no llore s" descubre "lloro cuando se me dé la gana" o "no me im- bre no debe llorar" y "no seas cobarde". Incluso puede qu~ haya
porta si soy un marica" y realmente llegu e a sentir su desafío Mieo· una orden seguida por una amenaza: "Si no dejas de llorar te daré
tras j uega a la parte de "no llores" puede que sienta su desprecio algo por qué llorar". Dicho de ot ro mod o, el paciente se compor ta
por las personas que se compor tan cobardem en te. X sin embargo, como si algu ien le estuviera ordena ndo qu e in terrumpa sus lá grima s.
al minuto o dos, se podrá encontr ar mus itando cariñosamente "no Cualesquiera que fueran las frases que 'en el pasado se le obligó a
llores". En ese momento la catexis ne gativa, "las personas que llo- escuchar , ahora son el él, y del él las fanta sías y las obedece.
ran son estúpidas y coba rdes " , se to rna positiva, "a mí me import a Podemos ocuparnos de estas órdenes sin tener qu e sumergir-
la gen te que llora, y se abre el camino a la integración. Tal vez aho- nos en el incons ciente , po rq ue un a vez que hemos lleg ad o a este pun-
ra v íven cre su "déjame tranq1:1J-l9:: cerne "no inte rrum pas mi Ilantc to hay dos posibilidades. O el paciente se da cuenta que se hace
equivocadamente, por ser "cobar de. Interrúmpelo por que tengo lás- exigencias inh ibitorias a sí mismo, que por lo general es lo que ocu-
tima de mili. Y es posible que la sesión concluya con una ne cesi- rre, o no se da cuenta de ello . En este segundo cas o se dará cuenta
da d de confluen cia : "Ll oro por que te ngo que despedi rme, pero no de las ex igencias, pero como una proyección, como una suposición
quiero que Ud. lo ve.aj no qu iero demost r arle cuánto lo n-ecesito" . de que es el te rape uta qui en se opone a su llanto. Una vez que re ú-
y nuevamente estamo s de vuelta donde comenzamos. Esta- ne suficiente energía para estallar en un "d éjem e tranquil o", po-
mos de vuelta a la fa lta de autoap oyo de nuestro pacie nte. Sin em- drá tomar un a posición ante la contra exigencia, sea que la localiza
bargo, hay ahora una gran diferencia. El paciente ya no est á sin- como parte de su propio anti sí mism o (una introyec ción) o en el
tié ndose miserable por razones neuróticas, al decir de Freud , sino terapeuta como el frustrador de sentimientos espontáneos. Si la lo-
por razones humanas. En n uestro leng uaj e diríamos qu e ya no esta caliza en el te r apeuta, el paso sigui ente (que tampoco t ien e nada
preocupado por su disociación, su dolor de cabeza, sino consigo mis- que ver con el inconsciente) se da cuando el paciente ve la parad o-
mo. En este momento está completam ente unificado, descontento en ja de acus ar al terapeuta de querer interferir con su llanto, al mis-
su sole da d. Pero lo ex presa, se da ple namente c,-;enta de ello y pu- mo tiemp o que ve la posibilidad de que el terapeuta esté de acuerdo
diera ser que ah ora esté dis puesto a dar el paso siguiente. Que se con su llanto. Si el terapeuta no ha tomado partido en es ta centro-
haga de ell o responsable y haga algo por ello. vers ta, qu e ma l qu e mal no es suya sino del pa ciente, el paciente
La pr imera -vez q ue el paciente entró al consultorio porta n- descubrir á por sí mism o lo absurdo de hacer al terapeuta r esponsable
do su dol or de cabeza, ciertamente no estaba en contacto con el te- de sus in terr upciones y llegará a ver el síntoma como su propia res-
rapeuta. Estaba en contacto con su dolor de cabeza, y su dolor de ponsabilidad. Y así, una vez q ue la sesión haya terminado, el pa-
cabeza estaba en contacto con el 'tera peuta. Al igual qu e otros ofre- cien te estará en contacto consi,¡:o mismo y este es el primer paso
cen como medio de contactar, un a máscara o una fachada, él ofreció su para contactar a los demás.
cefa lea. El pacien te no se quitará la máscara mientras su sensación Ustedes habrán notado q ue en la disolución del dolor 'de ca-
de segur idad al usarla sea mayor que la incomodidad que proviene beza utilizamos algunos descubrimientos de Reich. No quiero aden-
de usarla, y desde luego se opondrá a cualquier intento de nuestra trarme en la violenta controversia acerca de Hubbard, pero ' quiero
parte para arrancársela. El solo hecho de qu e trajera su dolor de dejar en claro que encuentro que su trabajo en ciertas ár eall es útil
cabeza a la terapia significa que esta ba dispuesto a rec onocer una como complemen to a la téc nica del darse cuenta. Dondequiera qu e
si tuación inconclusa; en este aspecto estaba con el te rapeuta. Es ro- fuere que sus trabajos se desviaran , el de Reich sobre las interrup-
mo si dij era "H ágame sentirme tan bien que no ne cesite este síntoma ciones mot órtcas (por ejemplo, el dolor de cabeza) y el trabajo de
o máscara o persona o armadura". Pero el terapeuta n o logró hacer- Hubbard sobre el retorno a la experiencia revivida senacrl almente
l o sentirse bien cómodo, porqu e el paciente no estaba en contacto (por ejemplo, el episodio del comedor), junto con las interrupcio-
consigo mismo, sino con su síntoma, en este caso su dolor de cabeza.
98 enfoque guest áltico coniusion 99
nes verbales pueden brindarle al terapeuta herrami en tas import an- habla de matemáticas y yo sien to desinterés me es posible retraer-
tísimas para la restitucl6n de las funciones de l si mismo. me, "esto a mi no me conciern e", Pero sí por una r azon u otra llego
El recuerdo viven eiadc sensorialmente no es nuevo. Este mé-
todo fue descr ito ha ce más de una década, util izando el procedimien- .. , a interesarme, es inevitable que me confun da de bido a mi escaso co-
nocimiento del tema. Dich o en otras palabras, la confusión por lo
to de pedirle al paciente que complete" la situación visualizada ca- general resulta de un esforzarse para contact ar en un área donde
da ve z más en detalle. Esto es revivenciar en el nivel de fantasía. el contacto no es posib le -sea cual fuere la ra zón de esta unposibi-
En cuant o a las interrupciones verbales se re fie re, la idea de la re - lidad-, tal vez, no hay Inter és suficiente, pe ro si una nec esicac de
petición ha si do us ada extensamente. El repe tir una y otra vez las mostrar intereso La mayoria de las personas tratan de mane jar sus
órden es, lemas significativos del pasado, que de he cho constituy,n conf usiones, debido a lo desagrada ble q ue son , ya sea con especu-
en la actualidad gran pa rte los introyectos, también puede tener un Iaerones , con interpretaciones, explicaciones y racionaliza ciones. h;s-
electo terapéutico. Como pu dimos apreciar en el caso del paciente te es el esquema de muchos neuróticos y en especial los intel ectuales.
con dolor de cabeza, estos. ideales implíci tos en los lemas, apa ren te- y en cierto modo es incentivado por m uchas rormas de terapia. Por
mente han tenido un profundo efecto sobr e él, Estoy en desacuerdo ej empto: gran parte del análisis fre udiano se basa en el error c e que
con Hu bbard en que no creo que estos ideales tengan su efect o me- el conocimiento intelectual y sim bólico es eq urva.ent e al en tender.
diante un proceso traumático, sino más bien por su intromisión co- s-ere ese conocimiento es en si una interrupci ón, una rnter r upcicn
tidiana en la vida de los pacientes. _ prema tura del ceserrollo, que deja tras si una estela ce con fusión
Hay si una desven~j~ _ ~_o1! _cualquiera de . estas técnicas: el existencial. ~to a su vez contribuye a W1a rane de autoapoyo, a la
paciente en cierta medi da, ya tiene que ser capaz de expresarse, Y necesrdac de apoyo externo, y al c eserrcuc de un a crremacion esrre-
' par a ha cer sicodrama , tiene que ser capaz de identificarse con un cna, que ti ene que provenir del am bient e y no del m 01VIQUO.
rol que le disgusta. Pero aun cuando las técnicas no nos brmden , A pesar de que se ha pr estado mucha atenci ón al factor de
más que un experiment o en cómo sonsacarl e al paci ente su s resis- ccnrusrcn en la sicosis, poca atención, poca a te nci ón se le ha dado
tencias en contra de la au toexpresión son bastante útiles. en su .ror en la neurosis. Sin em bargo, todos los pacientes en terapia
Otra importante técnica terap éutica es la aproximaciÓn a las se ven a si mis mos como la ima gen misma de la cont usiono x esto
áre as de contusión vía las interrupciones manifiestas. La confusión el terapeuta no puede dej ar de verlo S i solament e obser va ra qué es-
es un ma l apoyo del cont acto y es muy fre cuente que los pr oblemas ta ocurriendO bajo sus narices. Cada "eh" y "ahn", cada q uie bre en
del paciente se pongan en evidencia en sus zonas de confus ión. An- la frase cu bre un área pequena o grande ce courusion. Caca una es
tes de discutir cómo fu nciona esta técni ca, debo manifestarles que un in tento c e aferrarse, mantener contacto, cuando la nece sidad
la vive ncia de la conf usión es extremadame nt e desagra dabl e y que, verdader a del pac iente es de r etirarse.
al igual que con la angust ia, la ve rgüenza y el desag rado ha bitual- Una vez que el paciente apren de a acepta r el hecho de q ue
mente, sen timos un -intenso deseo de aniquilarlos, mediante la evi- tiene áreas de confusión, en tonces estará c ispuesto a colaborar con
ta ción, el verbalismo o cualquier otrottpc de interr upción. el terapeuta. Si vuelve a los quiebres en su nabla r, peor é recupera r
y sin embargo, una buena parte de la lucha cont ra la neu- mucno material bor rado o dejado a un lad o durante su m ter rupción.
rosis se gana con el solo hecho de ayudarle al pacien te a darse cuen- Aunque muchas veces este mat erial será irrelevan te, provee toda
ta de su confusión, a tolerarla y a quedarse con ella y su correlativo, ciase de indicaciones út iles acerca de qu é está nacrenoo el pa ciente
los momentos en blanco, a pesar de que la confusión es desagrada - en el nivel de las fan tas ías. Durante estos momentos de conf usión
ble su único verdadero peligro es interrumpirla y por lo tanto con- está re alizando actividad motor a velada (t oda escondida tras el nom-
fur:dirse en la acción. Porque la confusión, al igual que cua lquier
bre colectivo de pens ar) y gr an parte de la acci ón que falt a en su
otr a emoción, si se la' deja desarrollarse sin interrupciones, no que-

~
. comportamiento d ía a día y que constituye en alguna medida los
dar á como confusión. Se transformará en una sensación que se vi-
vencia más positi vamente y que podrá generar la acción más aprc- . asuntos inconclusos de su neurosis, puede en contrarse aquí y ahora,
piada. '· ' .. :: .:~;¡.;:; entreme tida en aquellas quebr adas .
La confusión por lo gene ral se asocia a una falta de co mp ~e n · Pe rmÍtanme presentar algunos ejem plos de cómo esto funcio-
sión acompa ñada por una necesidad de comprender. La única garan- na en la práctica. Como dije anteriormente, el espacio en blanco es
tí a ve rdadera para librarse de la confusión es la completa despreocu- el correlativo a la confusión , un esfuerzo por elimina rla completa -
pación por el comp render. Si estoy entre un grupo de gente que mente. Donde se ve esto con mayor fre cuencia es al tratar con el
confus ión 101
enfoque guest áltico
La pe rsona que es capaz de quedarse con la experien cia del
problema de la visualiza ción y la imaginación visual. d?nde aparece, vacio fértil - viven ciando al máx imo su conf wión- y qUl; puede
que pa r a m uch os pacientes hay puntos CIegos o CUasi oegos. . . darse cuenta de todo 10 que llama su ate nción (a lucinaciones. fra-
Si le pedimos al pa ciente qu.e visualice alg o, nos. podr é decir ses cortadas , sensacio nes vagas, sensaciones extrañas) Va a te ne r una
q ue sus imágenes fan taseadas son muy ~rrosas. Al pedirle que pro-, gran sorpresa. Probablemente tendr á una súbita sensación de "ahá" ;
siga nos podrá decir : son como si estuvieran en un... nube o en la súbit amente aparecerá una sensación que no estab a presente antes.
niebla. Esta niebla o nube es cons iderada por el terapeuta como el un descubrimiento introspectivo que no estuvo ahí an tes , un: relám-
autoconcepto del paciente, una estructura de carácter, un siste ma de pago de realización y descubrimiento enceguecedor . '
verbalíaactones . Aparenteméhte el p~ciente t ie~e que col o ~ar una Lo que ocurre en el vacío fértil es una experiencia esquízo-
.ccr nna de h umo en torno a sus Imá genes o SI no sumergirlas en ,Crénica en miniatura. Desde luego, pocas personas pueden', tol erar
una n ube. Y el terapeuta no debie ra engañ a~se por l.as .quejas d~l
paciente que dice que le gust arí a pod er visualizar su;> imágenes mas
claramente. A pesar de q ue -hay algo de eler to en esto, n? es toda la
i esto. Pero aquellos que se sienten confiados l uego de hab er , acla ra-
do algunas áreas de ,confus ión y hab iendo descubierto que enel pro-
verdad. Podem os supo ne r que hayal menos a lgunas areas donde
-t íene q ue ev itarse a si mismo el mirar, de ',o tra manera no ~e t o~ a'
, rí a la molestia de hacerse el ciego a me dias en su fantasía. SI el
;--paciente puede quedarse el n empo sui.~ ciente con. ~u ~~~lina ésta
¡ ceso no queda ron hechos añicos, ten drán el coraje de meterse en
sus propios basurales y volver má s enteros de 10 Que estuvie ron al
entrar . La , ca rte. más difícil de este expe rimento es abs tenerse de
intelectualizar - V verbalizar sobre el pro ceso en transcurso. Ya Que
esto sería una interrupci6n V cclcceríe al exn ertmen ta dor en la si-
se levantará. · . tuación dividida entre el observador exnlicativo v el eíe cutante ví-
Tomen el caso en q ue la nie bla se transformó en algo gris vencl an te. L o, expe riencia del vacío fértil no es ni subiettve,' ni ob-
bla nquecino, 10 cual fue re (,:on~cido por el p~cien t~ ~om"' . un muro jetiva. Tam poco es intros pección Sencillam ente es da rse cuenta sin
de piedra . El ter a pe ut a le p idi ó a.l pacien te S l pedía imagina r se es- especular .
. t a r trepando por sobre ese muro . Y cuando el paciente lo hizo se P odríamos tinificar los extremos de rea cciones nosih'les a nte
'desarrolló que al otr o lado había .pastizales ~~rp es. El muro había IR idea del vacío fértil escu ch and o oué dirían an te ta l oron osící ón
constituido la cárcel de l paciente ; era un prrsronero.
Tam bién puede ocur rir que nuestro pacient e tenga un esp~­
, un intelectualizador y un artista . El primero di ría: ase ha vuelto
loco uet ed t Esto es completamente ch ifl ado. S i" embar co . el a rti,,-
cio en blanco tota l y completo. No ve nada . Supongamos que descrí- ta recibiría eesuramente la idea así : " ¡,Y por qué tanta I'l I h a r~ca ? Yo
be la oscurid ad como una cortina de terciopelo. Ahora, ade más de na so l!ran parte de mi vida en este estado Si estov traba jando v me
nuestro paciente, contamos con un teló~. Le p,odem~ pedir q ue en sie nto atasca do. me relajo o me d uerm o v el blooneo desaoarece",
fantasía abra la cortina . y es m uy posible que detrás de ella des- E l objetivo o"! consultar el vacio fértil. es h ~ <:;; i ca m ente el de
cubra aquello que estaba escond iendo de sí .mis!n0' Tamb íén p udiera . desh a ce r la confusi ón. En el vad o férti l. la c-nnfll"ioSn :c;p tr:on:c;ff'T1TI Il.
ser que tras su oscuridad, no hay ~~ter~~nte nada, una ceguera. en claridad. la emergencia en continuidad, el interoretar en .víven -
Aún pod emos obtener un a o ri~ n ta c.lOn pídíénd cle que r epr esent e a ciar. El vacío fértil aumenta el autcarovo mostránd ole a o ute n l o
un homb re cteg c. experim enta que tie ne mucho más cosas en la mano de la s cue él
El paso final · al tratar las áreas de confusión cuando ocurre se ima etna. .
por prime ra vez, es una ex periencia sobrecogedo ra, a m enudo ~me­ Volvam os nuevamente a esta aproximaci ón a las áreas de con-
[ante a la sensación de algo milagroso. E.vent ualmen t~, se convierte fusión me dian te las interrunciones donde ell as se manifi estan In -
en algo r utinario y pierde su n~vedad. Nosotros denominamos a esta cluso en este tipo de trabajo pode mos operar exitosam ente dentro
experienci a retraerse al vado Certil. ' de un tiempo real muy restrínzído . Generalmente tres minut os es
P ar a poder ret raerse a) vacío fértil, deben cumplirse dos re- toda el área qu e podemos cubrir y recuperar en su tctalíde d. Está
quisitos. Un o debe ten er presente sus. té.cnicas para interru~pirlo . En: muy bien qu e los fr eudianos exijan como objett vn del sí coené üs te,
, tonces se puede entrar en el vacio fer tll~ q u.e es una espe cie ~e tran la recuperaci ón de la extensión entera de la vida , Pero tr aten de
o a diferencia de éste, se acompan a ce una total capacidad de exper imentarlo para us tedes mismos y vean si pueden recobra r. exac-
ce .~ .. d . ta me nte 10 que ustedes u otra pe rs ona dije ron O hic ieron ha ce unos
darse cuenta , Muchas personas t iene n esta vrvencra ~tes .. e ~ncl -
m ínu t os. Dese e luego. hay personas qu e pr-eden hacer esto . Son del
liar el sueño y el fen ómeno ha sido descrito como alucínací ón hípna- tlpc de personas que J eensch denominé p -rs onas eid étices. Goethe
gógica.
/02 enfoque guestáltico
era una de estas persona.'>. Estas personas registran con fidelidad fo- 7•. ¿Quién está escu chando?
tográfica en un nivel presom étt cc. Registran todo 10 que les llega
por los sen tidos , sea significativo o no y por lo tan to pued en hacer
"uso de s us registros cada vez que lo deseen

Con respecto al resto de nosotros, y esta es la gran mayoría.


c edem os recobrar la facultad eidética perdida en gran medida a t re - I
vés del va cío fértil y demás med ios de elernl n ar las tnterrupcíones y
los espacios en blanco. Baste por considerar que cada u no de noso-
t~s ha desarrollado su estilo propio. su propio carácter . Las ínte-
erupciones y las disociaciones de nuest ros pacientes se pond rán de
manifiesto en su test de Rohrscha ch, en su ~1igrafí:l. y en su con- Cu an do el paciente entra al consultorio, ya sea por pr imera
ducta . Se pondrán de m an ifiesto en los detalles má s pecueños de vez o por vet nteav e vez, t rap consig o to dos los asuntos inconclusos
su pe nsa r y $U sentir: Si m odificam os la actitud de l eecíente frente de su pasa do. Sin emb argo de la multitud de posíbí h dades pone en
a su condu cta interruptora que muestra en el consultorio, su actitud primer pl ano un evento a la vez. P or muy borr osas qu e sean su s
modi ficada even tualmen te se extenderá y englobará su estilo, su form aciones gues tálticas, in cluso ellas ti enen form a y organ ización ;
carácter. su m odo de vivir. Su ..comportamlento aquí y aho r a e.s ti.. si estu vieran completame nte fr agm entadas n o podría fun cionar en
corte t ransversal microscópico de su conducta global. S i llega a ver abso luto. Lo que el p acien te t ra e al pr imer plano siemp re e1tá dic -
cómo est ruct ura su comportamie nto en l a t erapia, podrá ver tam- taminado por el impulso de sobrevivencía oper an te en ese momee -
bi én cóm o estructura su com portamiento en la .víd a cotidiana . . to o A pesar de que la conexi ón muchas veces es muy re mota, es
nue stra tarea en terapia el seg u irla . P or 10 general encontra mos que
la n ecesidad dominante es de ob ten er la segurida d y la ace ptación
del terapeuta . Ya hemos hablado en de ta lle sob re el prejuicio espe·
cífico de n uestra escuela : que el oecíente viene e n busca de ay ud a
y para él ayuda slgnifka apoyo ambiental ya que carece de eutoapcyo.
Esta explica ción qu e aca bo de da r par ece la m ás acertada de
, toda s. Sin embargo. n o podemos esta r seguros de ell o a menos que
el paciente nos lo diga .en forma convincente Com o el obj eti vo de
la terapia debe estar relacionado con la vivencia aue ti ene el pa-
cien te de sus ne cesidades, y como es posible que no vívencte su s
necesidades de esta m an era , debiéramos hablar en términos de un
obj etivo general aún más amplio en el que t odas las escuelas de
eícot e repte coincidan : una terapia ex itosa debe liberar en el paci en-
te la capacidad para Abstraerse e integr ar sus abst ra cciones.
Para logr ar esto, el pacien te deb e rescatar su s "sentidos ". De-
be apren der a ver lo que está ahí, y no únicamente lo que se imagi-
na que está ahí. De be dejar de al ucinar, tran sfe rir y prove cta r De-
be dejar de retrofIectar y de in terrumpirse a sí m ism o. Debe liberar
sus facultades sem ánti cas. Debe comprenderse a sí mismo y a los
dem ÁS, y al mismo tietnpo, de jar de torcer y distorsionar los signi-
fica tivos a través de l len te deformador de la in t royección, los pre-
,, j uici os y ,las convicciones . En ton ces' adquirirá libertad de acción
(que forma parte de la salud ) al t ra scender los limit es de su car ác-
ter específico, y aprendiendo a en cararse con cada n ueva situación ,
como nueva situ aci ón q ue es, usando su potencial to ta l.
enfoque guestáltico
¿Y cómo puede ayudar el terapeu ta siendo qu e sus propias
!I ¡quién escuchar

minará aplastando al pac iente denomina ndo "resis tencia " cua lquier
~-
105

abst racciones están d lctum inu das por sus interrupciones y las co-- punto de vista en que rlJficra.n . Si el terapeuta est á nr cfundamente
sas que busca en e l paciente " Lo ideal sería qu e el terapeuta se - retrefdo, hablad de relacione s Interpersonales, pero ~o llegad. has-
tua se en concordancia con 111:; ex ígenc tas de los sabi os orientales : ta el paciente. '. ..
,t
','v acíese par a que pue da ser llen ado" o con la ref ormulación que hi- En todas estas situaciones y otras m uchas que también son
l o Freud de esta actitud al exlgt r que -l a atención del te ra peu ta debe posibles, estará sucu mbiendo ante las m enípul acfones del pc cíen te
flot ar libremente y él mismo debe de estar libre de complej os. .porq ue no ~ dará cuenta de qu e· la ace ptaci6n superficial de SI.iS p ré-
; Pero no ex iste ta l terapeuta- ideal, y de existir no estoy seg u- : dícase ínterpretacíones no producen ningún cambio en su conducta .
ro que se ría de gran ay uda. Porque de exi stir al gu no asLsería una
máquina reztstradora y computado ra y no un se r humano Estaría Por lo eeneral el terapeut a puede eSC02er uno de tres (;calTli-
libre de problemas. estaría lib re de sí mism o. S i r ealmente le doliera nos s." seeuír sean cual fueren sus preiuicios ·0 su enfoaue teórico .
~a muela , se esperaría que colocara su dolor de muelas entre pa -
'Une es la simpatía o compromiso con el campo total, un dar se' cuen-
réntes is y pusiera su atención enter ame nte a disposición del paciente. te de sí mismo y del p aciente. 'Otro camino es la empatía, un rl' espe-
~ El terapeuta re al. de carne y bu eso, inevita blemente mostra- . ere de identificación en la que el te rapeuta se excluye a sí mis mo del
rá su propia neracnalid ed y sus nr octos Prejuicios en la situación campo y - ooi end e elimi na la mitad del campo. En la emoatfa. el
tera péutica . El asoci acion ista estar á al acecho de asociaciones. es de- interés del terapeuta est' centrado exclusivamente en torno ~ l na-
cir , contenido verbal e im_ágenes_ El coductista buscarA coeraclcnee ciente y sus reacciones El ter apeuta ide al que mencioné an teri or-
ver ba les v mot óricas; El moralista esta rá al acecho de actitu des b ue- mente es un "empatista". Y final mente esté la apa tía, desínte r ée'ejem-

1· as V malas El zuestalttsta estar á al acecho de situaciones concluí- nli ficad c:i DOr el antilZUo chiste slc utétrt co. "¿Y qui én escucha?". Evi ·
dentemente. la apatía no conduce a ninguna parte. ~
as e inconclusas. ' '
, P er o mientras más se confía el terapeuta en sus nrooias con- La mavcrfa de la s escu elas siqu látricas en su búsque da del te-
vicciones V prejuicios. más tendrá que depender de sus propias es- raee uta ideal nld e Que mb bien 1'lP. 8 emoátíco. E~t " sur ee en parte de
pe culaciones para descubrir cué es 10 que está ocurriendo dentro su enfoaue nrecameo dualfstico. P ero incl uso así. hav un a buena r a-
del paciente A pesar de Que muchas de estas eseeculactones siquiá- zó!'! oara reducir la simoatí a a emnatía Si ~l te raeeuta est á el. sim-
t ri ces han sido tan extensamen te aceptadas au e ' han 102Tado c-asi patía con su paciente, tenderá a darle el aooyo ambiental que quie -
el cará cter de un r eñ efo - por et emolo. el símbol o fálico ·escond ido
tras la aparición de cua lauier objeto al ar s ad o-c-. no alter a el Que
,, re. o torna rse defen sivo o sen tírsc cul oablc si se lo níeea . Es fre-
cuen te oue los t erape u tas t engan ex periencias en las cuales !:e ven
sean sólo esc eculscton es v ab stracciones fij as: íeueles oue las abs- demas iado como rometidos con sus pa cientes : no se cercetan 'tde la
tracciones ñ ias del neurótico. Como tales, impiden al terapeuta ver na turaleza tremendamente su til de -sus técnicas manJou lator14s. En
cualquier otra cosa. estos casos la t erapia puede fracasar. Porque nara lograr la tr ans-
En otras palabra s, tod o 10 dicho acerca de las interrupciones . fonnaclón desde apoyo externo a autoapoyo el terapeuta tiene que
las abstracciones fij as. etc., del paciente, son aplicables en un grade frustrar Jos Inten tos del nacien te oa ra lograr ap oyo ambiental. Y
men or al terapeuta . No hay stq u íere una difer enc ia cualitativa m uy esto no lo puede hacer si la sim patía le enceguece ante los m anejos
clara entre los dos, ni tam poco una igua ldad absoluta. Se esta blece del paciente.
una jerarqu ía Que va .de más a menos neurótico. Muchas veces en y sin embargo, si el terapeuta se refrena a sí mismo q uedán-
nuestras sesiones de terapia en grupo en contramos dos pacientes dose en empatía con el paciente, está privando el camp o de su ins-
ju gando a "folie a deu x" e in variablemente ocurre que aquel Que trumento más importante ; de su intuición y de su sensibilidad an -
tiene menos necesidad de apoyo ambiental (o sea el menos neuróti- te los procesos en transcu rso del pa ciente. P or lo tanto, tendrá que
co) , hará las veces de terapeuta ---es decir, fa cili tará el desarrollo apre nder a tr abajar tanto con simpatía como con frustración. ;·p.are -
del otro-, incluso si el otro pone aún más empeño en ha cer de te- cería qu e estos elementos son incompatibles, per : el arte del te rapeu-
rapeuta. ta estriba precisamente en su capacidad de Iusi-narlos de modo que
\ S i el terapeuta es demasiado d ominan te, no ayudará al Pe- sean una herramienta efectiva. Para poder Sf r bondadoso 1i!ndr á
dente hacia su autoa firm ación , sino más bien le impedirá incluso que ser cru el. Tendrá que darse cuenta de las relaciones del ca mpo
iftentar conseguir su au toafil:maci6n. Si por ot ra parte pre cisa del total, ta nto de sus prcpíea necesidades y r ea ccones an te las man í-
apoyo de teorías r ígidas para compensar su falta de aUtOJfjQYO, ter- pulaclones del pecíente remo de las necesidades del paciente y sus

u
¡
106 enfoque gtteslálti¿o ! ¡quién escucha! 107
'!

¡

reacciones ante el teI ~pelJta "Y deberá sentirse con la libert ad para lizan précisamente este enfoqu e. Tanto BU in tuición sobre los .~eseos
e xpresarlas. _ . del paciente , COtr~O su cepecidad de contacto con ~nos es bastante
. En realidad, si uno se de tiene R exa minar durante un momen- alta . Y en el caso de la s íccsís, la frustración ya esta presente en tal
to esta proposición, se verá que. es la qu e más .cer canamente llega B¡ ¡ grado que el jerape uta río tiene necesidad de engendrarla. El con-
hacer del consultorl o un mícroccsm cs de la vida. También en nues- ¡ tacto con el paciente de porsi puede facilitar la trans íormací ón del
tr as relaciones coti dianas con las personas - 11 men os qu e esté n en - ¡ apoyo. Pero en prtmer lugar el pa ciente deberá da rse cuen ta de sus
so m brecid as por hostt h da d u ot ros asu ntos Incon clusoe-c-, es to ' es lo necesidades y en lo posible encontrar el suficiente autcapoyo en la
que se obtie ne. Una relaci ón ve rdaderame nte sa ti sfaCtoria y sana en- comu nlcaci én como para permitirle expresarl as, a pesa r de que ha bla
tre -dos personas exige de cada un a de elles la capacidad de cambi- con I1n lenguaje que resulta incompre nsible para la gran may oría
o na r la simpatía con la frustración . La pers on a sana no piso tea la s de nosotros. Al tratar con sic6ticos tenem os mucho cuidado "de no
, necesid ades de los demás, n i tampoco pe rmite que se pisoteen sus usar demasiado la herra m ienta de la fru stración. Tam bién tene mos
• propies neces ídades T am poco se . resten te si su pareja reafirma !lUS cuid ado de dejar que nos guier. ellos mismos y su conducta! antes
pr opi os derechos. qu e nuestras fantas ías y teorías acer ca de la sicosis" -.
Desde luego g ue el otro proc edimiento te rap éuttcc. e! de la En una oportunidad se llev é a efecto una demostracíén de la
empa ñe, ta mbié n es parecido a la vi da r eal . Per o su plinto débil es- terapia 'guest álttca en un gran bosp íta l men ta l con una pa cten-e qu e
triba en que. se ase meja a 1& vida rea l precísemen te en aouellas el- habla esta do años en I1n estado cercano a la cataton¡a . Nadie ni na -
t uacíones que en ze nd rnn y fortalecen el des arr-ollo ne u ró tico . .Eu ID da hab ía sido capaz de llegar hasta elle. Cuando logra ba com unicar-
em patía no puede beber un contacte verdaderu ' En el peor "de los se era para deci r que no sentfe nade . Cuando comencé a traba jar
casos se convierte en . confluencia . ¿Y qué ha v -del ' terapeu ta cuve con ell a . me percaté que tenia los ojos discreta men te hu medecidos.
actitud es cons íste ntemente In de Iru strador-? Con esfn está dupli- Yl\ que esto pod ría ser in dicat ivo de un dese o de llorar le pregunt é
cando las st tu aeíonee de in t er r-upcio nes cons tan tes Que el na ciente ha si estarte díscuesta a repet ir var ías veces la fr a!>e "No voy a llora r"
tn corporsdo e n su pr"pi-. vi da y a ho r... se m an ifiestan ecerno su neu- (ya hemos hablado de esta técnica de la repetici ón) . Ella aceptó Re-
rosis. . pitió la fr ase varias veces en forma monótona e inexpresiva . Ad ve r-
Con solame n ta slm catta, el terape ut a se convierte en pacten- tí sin embargo que m tcn trae repetía la frase me cánicamente, "e gol-
te ; si fu ér em os a hablar en té rminos an ticuados. podrí amos deci r que peaba una cadera con la mano. Le pregunté qu é le recordaba e.e mo-
hace del paciente un malcriado. Con frust raci ón solamente. el te r:'! vimiento. Entonces se PU.A.> a hablar.
peuta se convierte en el ambiente hosti l, con el cu al el pacien te pue- ' . "Es corre. mi marná golpeand o a un njño. , . , lo único qu e p ue-
de lidia r sólo de un modo nou rético. E~ amb os casos, la terapia no de hacer mi mamá por m í es re zar ".
d a- al pacíen te incen tivo alguno para CAmbia r "¿Tú pued es re zar por ti misma ?", le pregu nt é
En la simpatía. al Igu al que en tedas les form as de confl uer-- . Un , tan to más anímeda. que al com íen ac de la sesron. per o
ele. el límite de contacto está ausente. El ter apeuta se convie rt e de aún bas tan te apá ti ca, comenz ó a recitar algu nas or aciones, Esto si-
tal modo en el paciente, qu e pierde absciutarnen te toda perspectiva gu ió durante un ti empo. Un momento las or aciones er an compren-
de los problemas de l paciente. Está tan sumergido en el cam po qu e sibles, luego se hací an tn ínteügtb les. Súbitame nte lanzó un grito su-
no puede ser testigo de él He conocido te rapeutas que han teni do la l plícan te "Dios. dam e mi salud" . Y se convirtió en torrente de l ágrl-
necesidad de m imar y ser ayudadores que estaba n en confluencia mas. - .
~' crónica con sus pacientes. No es de ex trañar q ue fueran muy apre- Esta fue la primera vez que most ró alg o de emoción. Per o al-
, ciados por sus pa cientes. Estos dependían tanto de ellos q ue no era go aún más eígn l ñcat ívo, 'su oración cra una for ma de autoexpresíón .
_, ode e xtra ñar qu e tia pudiera ocur ri r nir.gún cambio decisivo . Si hay Fue por pri mera vez. un enunciado de sus nec esidades. Fue 1~ aper-
, demasJada identificación, el tera peuta puede frustra r al pa ciente tura h..cia ell a misma. Y al igu al que el neurótico que transforma
• tant o como se puede fru strar la. s: mismo Y eso es lo misrr.o que na- ' . _"".•,: una re presión o una reststenc¡e cn una expresión está dem ostrando
.da en aq uellas áreas de con fusi ón :{ crists qu e .., n relevantes para la · · fS,,:, algú rl grad o de eutoapoyo, así ta mbién esta sícótlca comenzó a des-
. prod ucción de la ne ur osis. cub rir en sus: explosiones qu e tenía ap oyo y en ergía suficiente co-
Hay si una excepcí én. Se ha vist o que !a tpcnic'l no frus tr ante mo para da r :- conocer sus uecestdades.
'. empát ica es m uy útil en el trata mient o de la tase inlcls l de sícosis. El en foq ue completame nte frustrante y la actitud sádica son
Algunos te rapeutas corn o F romm- Retchm ann, RCMen y Ste ínfeld, ut i- de hecho ,la me rcancía ti ~ Rq i:,...1I 0~ terapeutas que at errorizados de
iJ
'.' 1,

· /08 enfoque guest áltico ¡quién escucbat /09


la cont ra tra nsfe rencia y temerosos de sus propios sentimientos , le po o mi propia destre za y las técnicas de la terap ia guestalnca Jo q ue
" pr esentan al paciente una cara de póquer, Lo negar án vociferando, ' pr odujo en él cambios importantes, DO lo puedo decir. Pero incues-
, pero frust ran al paci ente con su apatía. tionablemente ocurrieron cambios. Y fueron tan ev identes qu e e l
¿Los podemos cata logar de sádicos? Podemos definir el sadis- pac iente rue sintiendo que yo era milagroso.
.' mo como cru eldad innecesaria . Pero esta defini ción suena como una Cuando apareció en un comienzo, era casi totalmente mudo.
: formula ción muy laxa . ¿Acaso no son Innecesarías todas las formas 1, Se sentía débil e inc ap az ; sen tia que de bía arrancarse de las perso-
, de crueldad ? Aparentemente no. Los animales se ma tan entre ellos nas , no pedía sostener ninguna conversación y sufría reales tormen-
, y nosotros matamos ganado y porcinos para obte ner carne. Cierta-
1 tos ante cualquier even to social. Adem ás tenia un sistema de pro-
· me nte , los bien alimentados habitantes de ciudades viven bastante yecciones bastante desarro llado; se sentía perseguid o y estaba con-
alejados de las crueldades primitivas de la vida , pero reemplaza n vencido que los demás pensaban que er a homosexual.
" los horrores del ma tadero y la selva con su cine de horror y series Las pri meras seis semanas de terapia - más de la mitad del
poli ciales. Como esquem a fi jo de tomar cont acto, el infli gir dolor tiempo disponible- fu eron gastadas en frustrarle en sus intentos de-
, es sadismo, pero el hacer doler como un medio o un significado pue- sesperados de conseguir qu e yo le dijera lo que tenia que hacer, Fu e a
" de ser beneficioso. He rimos a nuestros hi jos cuando le negamos al- su tiempo argumen tador, agresivo, mudo y deses perada . Ensay ó todos
go no razonable, pe ro est o no es sadismo. Somos crueles pa ra poder los trucos del libro. Me lan zó una y otra vez el limite de tiempo tra-
· ser bondad osos; este es esencialmente el significado de aforismos ta- ¡ . tanda de hacerme responsable de su escasa mejoría. Si yo hubiera
: les como "perdona la vara ymalcríarés a tu hij o", a pesar de que cedido ante sus demandas, sin lugar a dudas hubiera saboteado mis
'~ en su a plicación no siemp re es fácil decir cuanto de ,esto puede ser esfuerzos, me hubiera exaspe rado y se ' hubiera mantenido exacta -
· racionaIi z.ación para encubrir la satisfacción sensual de golpear, 10 1 ment e igual que al comenzar.
que sin lugar a dudas constituye sadismo.
El imponerle sufri miento innecesar io al paciente en terapia,
,r Un día llegó al cons ultorio quejándose que se comporta ba co-
mo un bebé. Le sugerí en tonces que jugara a ser bebé, fantaseando
aparece como frustración innecesar ia y por ta nto es sadismo. Dem a- todas las satis faccio nes que podría obtener de ello. Desde ese mo-
siados son los te rapeutas que presentan a sus pacient es con largas mento su mejoría fue eno rme, Representó, con enorme satisfac ción,
list as de "no debieras". Les imponen tabúes de abstención, les cul- todas las fases de su desarrollo, desde la infancia hasta la adolesce n-
pan de sus resistencias. Si el terapeuta es dominante e impositivo. cia. Revi vió y expresó en fantas ía un a gran cantidad de sucesos per·
las razones que tiene pa ra hacer estas exlzencías son de naturaleza turbadores y sit uaciones inconclusas. Cuando se comp letaron los
sád ica Pero, por lo gene ral, este no es el casd, más bien cree de tres meses de terapia había alcanzado un punto desde el que, habien-
buena fe au e con lhriit ar el comp ortamiento del paciente fuer a del do logrado satisfacción en las áreas que previam ente estaban blo-
consult or io va a re ducir las frustra ciones de éste Se equivoca . De que adas y frustradas, podría ahora seguir adelante hacia nuevas
todos modos estas frustraciones están fuera de control: ya que si lo satisfacciones y nuevas formas de autoapoyo.
est uvieran, el paciente no estaría en terapia au mentando las fru stra- Lo que quiero demostrar aquí es que no puede haber desa rro-
ciones que ya tiene en lo cotidiano; no vamos a tran sfonnar el apo- llo antes de que el paciente logre la satisfacción en todas Iea. árees
· yo ambiental en au toapoyo. Lo que fru st ram os son sus intentos de en las cuales está confundido, vacíe o at ascado. Y el pre rrequísitc
controlar nos a nosotros med iante sus manipulaciones neuróti cas. Es-. para una satisfacción plena es el sentido de identificación del pacien-
to le obligará a recurrir a sus pr opios recursos y desarrollar su pro- te con todas las acciones en que participa, incluyendo sus autotnte-
pio eutoapcvo. Entonces podrá dir igir toda su destreza man ipulator ia rrupcícnes. Una situación puede concluirse -lo q ue es igua l a decir
hacia la satisfacción de sus necesidades reales. . que se logra satisfacción- , únicamente si el paciente está compro-
El pacie nte sobr efrustrado sufr irá, pero no se desarrolla rá y metido enteramente en ella. Dado que sus manipulaciones neurót icas
con la ag uda intuición del neur ótico y su visión dist orsionada en- son un modo de evit ar el compromiso total de las situaciones, .deben
contra rá todo tipo de man eras de evitar las frustraciones de largo fr ustrarse.
alcance que le impone el terapeuta. Debido a est o el procedimiento analitico y catártico es tan
Sin embargo, la frustración debe usarse. En una oport unidad insuficiente, al igual que el pr ocedímíento basado en los intentos del
tuve un paciente que conta ba solamente con tres mes es para esta r terapeuta hac ia una integración interp ret ati va. En el prime r , caso,
en te rapi a ; al cabo de ese tiempo debía irse a otra ciud ad. Acaso. fue con la descarga puramente catártica, na hay transfor mación ' de la
el tra ba jo de preparación de otros terapeu tas, o la premura del ü em- emoción en acción, en autoexpresión e integración. Por el contrario.
¡quién escucha! Jll
l/O t'!loque guestáltico
la energía destinada a apoyar las funciones de contacto se pierde, y
¡
, paci ente hace una ex igen cia, ya está comenzando a clarificar y ·a des-
la balanza de poder está en favor del autoconcepto. En el segundo
caso , a pesar de que el considerar su conducta como signifi cativa. I cubr ir su falta de ser. No debemos proveer los suplemen tos que es-
tá buscando, pero ahora que comienza a reconocer sus necesidades
apacigua en gran medida su confusi ón , la terapia s ubs tract íva -de ¡ comenzara a ap render cómo satisfacer las por sí mismo.
~in embargo, tenemos que distinguir ent re discurso expresi-
,!
qui tar sínto mas y confus i6n- no propende al desarroll o del aut oap o-
yo que p re cisamos par a d arnos cu enta y llevar a cabo n uestras elec- vo y díscurac impresivo, es decir, entre discurso que tiene por obje-
cion es ex istenciales . Pued e que el paciente ll egu e a "entende rse" a , to ventilar los sentimientos y las exigencias del que está destinado
si mismo por completo, pero es incapaz de hacer algo por si mismo. a pr odu cir un a reacción en el otro. Y tales instanci as de expresión
La ter apia guestáltica tiene como pr emisa básica el que al pa- e impres ión rela tivamente puras, existen como extr emos en la es-
ciente le falta autoapoyo, y que el terapeuta simb olice el si mism o cala de la. comunicación . Por ejemplo para expresar alegría no ne-
(se lf), in completo del paciente. P or 10 tanto, el primer paso en la cesitamos de hedíe a quien impresionar con nuestr o estado. Pero
tera pia es entonce s, av eriguar qué es lo que necesita el pacient e. Si para impresionar nece sitam os de público y con urgencia. En el dis-
no es sícétíco (e incluso si lo es, como vimos en el caso descrito an- curso hnpresivo har emos cualq uier cosa con ta l de llamar la aten-
teriorme nte) , el paciente se da cuenta parclalmente de sus neces ída- ción. Aun cuand o no ha ya nada que ex presar, alg una confab ulación
¡ padremo,! inventar o rast rojear algunos recu erdo s para arm ar una
des y puede exp resarlas al menos parcialmente. Pero hay áreas en
que el paciente o no se da cuenta de sus necesidades específicas o I conversación adecuada mente impresiona nte.
está bloqueado en su capacídad .deex ígírIc que quiere . Muchas V~­ 1 La comun icación gen uina no está en ninguno de los dos ex-
tremos de esta escal a. Funciona como un event o de campo; es de

I
ces el terapeu ta descubre q ue el paci ente tie ne vergüenza de pedi r
algunas cosas: con la misma frecuencia encuentra q ue el paciente importancia y es verdadera tanto para el que manda el mensaje co-
est á convencido de que la única ayu da valiosa obtenible .es aquella mo pa r a que el que lo recibe . La exigencia pr imaria ---que es comu-
que se adivina y que se da sin ser requerida. Muchas veces no sabe nicacl6n genuina- no está diferenci ada en expresión o impresi ón.
pedir, o está confundido acerca de lo que realmente quiere . Pero Hay un mundo de diferencia entre el lla nto angustioso del bebe, al
un a vez que logra exp resar sus exigencias, sus órdenes, sus mand a- 1 cual la madre responde automáticamente, y el aullido clamando
tos y sus peticiones en forma directa y realmente diciendo lo que
q uiere, ha dado el pas o más importante.
I atención del malc riado, al cual la madre tambi én podrá respon der ,
pero con enojo.
En lugar de cubrirse a si mismo con sus técnicas de ma nipu- ¿ y qu e tiene de malo el llamar la ate nción ? ¿No es esto lo
lació n neu rótica, él muestra y se compromete con sus necesidade s. que persigue el an unciad or al gritar "Escuchen todos", el judío pia-
El sí mismo y el otro suplementario (el terape uta) está n ahora cla- doso con su "Shma Yisroel", el "silencio en la corte" o el grito de
ramente defin idos y e l paciente está fre nte a frente con su problema. aux ilio de l hombre que se ahoga en el mar?
La diferencia entre estos casos y el bebe por un lado, el exhi-
El imperativo es la forma pr imaria de la comunicación. Va bicionista y el niño malcriado por el otro, estriba en la diferencia
desde la señal más primitiva hasta la maraña más elaborada de las en tre la expresión genuina y la actitud del "como si" . b:l malcriado
afirmaci ones abstractas objetivas que hacen que las señales per se, fr agua sus alaridos y los reemplaza en cualquier momento por una
sean irreconocibles. Sin emba rgo, incluso ante éstas reaccionamos co- rabieta o cualquier otra cosa con tal de interrumpir lo que en ese
mo si fueran señales puras y simples, imperativos y ·exigencias. Hu- momento está haciend o su madr e. Está manipuland o, pero no est é
bo un tiempo, no muy lej an o en que los postulados de Einstein, que comunican do su verd adera necesidad , que no es propiamen te aten -
ahora damos como esta blecidos, fu eron tomados por muchos cientí- crón , sino ql,le puede ser un alivio a su aburrimiento. Tan to el bebe
ficos como un desafío. Eran para ellos como si Einstein hubiera di- como el hombre que se ah oga en el mar, est án por alg o para lo cual
cho: "Miren lo que he encontrado. Los desafio a que lo acepten o lo '. no tienen autoapoyo . Pero el malcriado clama por algo en una área
descarten".
P ara el neurótico es completament e difere nte si trata con su
k,.. .'. <)W la cu ~l ya de.biera t e~ er autoapoyo.
l ' . . ,.,: .. El unperatlvo genumc corresponde a la form ación figu ra-Ion-
terapeut a med iante insinuaciones veladas e implícit as o mediante f • do na tura!; apunta d i recta~ente hac~a la catexís positiva y negativa.
ex igencias hechas al descubierto, explícitas. En el pr ime r caso está ¡ Ku rt Lewín decía que el objete catexíal ttene un "Aufforderungs cha-
in tentando mane jarnos para que apoyemos su ne urosis y no podemos l racter ", es deci r, es pro vocativ o, t iene el carácter de una ex igen cia. El
darnos el lujo de caer en esa trampa. En el segundo caso, cuando el i obj eto con catexis positiva exige ate nción, el objeto con cet exrs ne-

!
J
1I2 enfoque guestáltico ¡ q¡áén escucbat ll J
g~ tiva exige aniquilación. No es: aecessr ío d estruirlo para an1quilulo. Ahora sí qu e las e-dgencías del paciente son un ímper at ívc ge-
S í hay al gui en que me írnta j' enfurece, no es necesario que le dís- nuino. Expresa sus necesidades. Es . igu ifica tivo para él y para el te-
pare un ba lazo, o que 10 lance fuera de la sala, o que le cierre la. rapeuta. El terapeuta puede y debe h a cer lo posible por satisfacer
coca con una tela ednesrve. Basta con la exigencia "vete de aquí" o tales necesidades y demandas verdaderamente sen tid as, ta l como la
"cállate". madre para tranquilizar el llanto de su bebé.
El Imperativo es por naturaleza la nerremíenta más poderosa
para m,aldear al individuo a 1Et. forma requerida socialmente . Desde
! Podríamos resumir él en foque terapéutico presentado aquí y la
utilización por parte del terapeuta de las her ramientas dé la frustra-
los tabue s primitivos y los D iez Ma ndámicn tos. h as ta Jos "haz esto"
ción y la satisfacción dl cíend c que el terapeuta debe fru strar aq uell as
y "no hagas aquell o" de la m ad re, j amás se he subestimado s u im-
por tancia. El imp er ativo no n ene na da de malo en sí mismo; los pro-
1 expresiones del pa ciente que re ñejsn su a utcco ncepto, sus té cni cas
~lem.as surgen cuand o qu ien los re cib e n., quiere re:;l!Ju'c[ mease-
l manípulatcrtes y sus configuraciones ne uróticas . Y de be sat isfacer
~ je, bien sea por r azones c ící ógícas o razones aiccl ógtcas. E:a ;¡ es me- I a quellas expr esiones :!~l pacien te que son verdader amente expresío-
ra~en te otra re!o~muló.ciÓ:l et: ~t:.cst ra tesis .bás íca acerca de la gé-
nesis de la neurosis : la neurosis surge si coexisten simult áneame n te
¡ ces- de si mismo del paciente. Si ha de ayu dar al pa cien te en cual-
qui e-r for ma de autorre..ríaac í ón , de berá por definición, disuadir cual-
imperativos de índole :;[~ ! y personal qu e no pueden ser entren -
taces mediante la misma acc i ón.
Si tanto l a exigt:flC i~ , CO~ 1<,. cosa cx ígtda son acept ables, ia
I
I
quier satisfacción de las configuraciones que im piden la autorrealtae-
crón [l a ne uros is) y es rímu le,r exhib iciones del sí mis mo esencial que
el paciente es tá tratando de en contrar . ;
guestatt se haya cerrada. Le demanda del bebe por su madre el
pedido de or ien ta ción d~l Inseguro, la orden que libela ..1 soldado
¡

Esto muestra nucvemec te cómo en la medida que p rogresa la
terapia, la sesión terapéc t.ce se hace cad a vez m és parecida a la vida
de . respo~<;abi1id ~d , son . -':l~p ta d~ gr aclos...m ente P ero si ha y una 1

¡
resístencía y el ímperattvo se ejecut a de todas maneras, tendremos cotidiana idea l. Eil la medida que aume nta la vivencia qu e t iene el
resentimiento y. neurosis. Si , por el ot ro la do, el imperativo ha esu- paciente de sí m ismo se torna méc aut oepoyante y más capaz c e ha-
nu do la categcn e de ley natura : como en el caso del "ho nrarás 1\ Da- cer buen contacto con 1:15 dem ás. A medida que deja a un Iad c cad a
dre y madre " y a pes ar di! todo es rechazad o, tendremos cri mi n1li- vez más sus t écn icas mani ~A,l :l tori as ne uró ticas, el terapeuta te ndrá
dad o tendremos el ne uró n cc sen tim iento de culpa. qu e frust rarl o cada vez menos, ~. lo ayudará cad a vez más en Ja ob-
Los problemas de l neur ótico comíeneen por lo general en la tencí ón de sat isfacciones. T..l corno dij imos anteriorm ente, el au toa-
niñez. Ocurre si el íroperan vo Y.. a Contrapelo. pero al igual es aceo- poro es m uy distinto de la autosuficien cia . Cuando el paciente ter-
tad o de buena ~p.. Se c~ c~~ en tonces un a ár ea de confus i ón sim ple-,j 1 mine su terapia no habrá perdido su necesidad de las otras person es.
doble y cua lquiera decísió n que Sé' torne lleva 'a la dese speracl én. Por el contrsrto, por- primer" vez encontrará sa tisfa ccione s Ion su
. P ?I' ej emplo la' éde~ "n? llores " recib ida cuando hay congo-
1 contacto con los demás. :
-ja genuina, es una confusi ón sírnple. Esta contusión se complica si 1'
además se le agrega une conf usión semencca. Manda tos tal es cerne í
"compórtate de acuerde a tu edad' o "portare bien" y en os que Ú~­
nen conn ot a ci o~les ?xtcn ~ as · ter minan por dej er al niño comple ta-
ment e confun dido. ~ Qu e es 'C omportarse de acuerdo a mi edad? ",
"¿Qué es portarme bien ?" . En n uestra practica clín ica hem os enccn-'

trado con frec uenci a q ue personas escrupulosas por I~ denilles fue- .r
ron confrontadas en su niñez con exigencias tan vagas corno éstas.
No sería cxager..do decir que toda vez: qu e un pacien te h" in-
tegrado las partes disociadas rie un evento neurótico , como ser un
sín toma, y ha Iogcedo p n, f~:ri.r un imper ativo sentido plena mente
1

I
como "dé jeme tra nquíl o". ha logrado también aclarar un a de sus
áreas de confusi ón . Est o es ¡Jéro qu é ha esta do queriendo decir du ran-
te años, pero su cont íguract én tntroyect íva lo ha fo rzado a ínterrum-
pir su ex pr esi ón. i
I
segunda parte

---- ._. - ~-

:
TESTIMONIO DE TERAPIA
·l·
·
·1
nota Introductoria

Frit... Perú pudo habe r empezado ~u int rod ucción a esta. sección
con lu uiJ1nolliciOn que " La Terapia C uestáltica es un compromiso (Ji
aburrimiento", "M uchos de los que ~istíamos el ~W sesiones nos babiamoe
aCostumbrado a lo que aparecían como sus curas milagrwO$. Es tábamos
un tanto Iwstiados por la sucesión (le personas qu e trabajando en la silla
caliente, súbitamente se liberaban de sus juegos ile aut ot ortura im puestos
por eUos mismos. En sus últi mos ajios, Fri!:; estaba cada vez más con-
soda M este juego de Lourdes. E n cierto sentido, esto fu e lo qu e nas
atrajo.
Frit:. sabía muy bic u que t enía 141) "aud itorio de alU71lllOS sedoso En
~u proyectado libro ~Eye Witness to Therapy", Frie:; quería comenUJr con
transcripejon~ l.Jcrbalel de películas cinematogrófica,¡ del trabajo gues-
táltico introductorio. Quería que sus alumnos estudia ran detalla dam ent e
esas peJicuÚJ8 y sus transcripciones. N o consideraba que su trab ajo fuera
enigmático o mila~roso., CreÚJ que una ve;:; que se comprendiera real-
mente el p roceso gu estdltico, estos milagros aislados encon trarían su lugar.
Tenía la esperanza de que estas pelicu/tls y estos libros contribuirían a
deshacer el mito del cult o a Frit: Perls.
El ob¡et ioo de este libro es est im ular el estudio introcluctorio serio.
Richard Bandl er escogió troz os que son en gran m edida aut oeX¡Jlicatitlos.
.U d! adélante presentará trabajos guestáItlcos más olXlmados que serán
acompañados por comentarios de Karl Hu m iston, Virginia Satir y otrOI
terape utas que tu vieron la oportunidad de vivir y trabajar con Fri ~z Perú .
D esde lu ego que hoy p robkTrnls obvios en est~liar las úanscrip -
cione, sin liJs peUc ulas. Fritz daba gran imp ortancia al tono de la oce, a
sus inflerio nes y a la comu nicación no verbal. lAs pe lículas .ton esen-
ciales plll'a captar esta di tne usi611. También Ilay un problema con la dls.
torsi6n del tiem po. La palabra "pausa" puede represent ar dos segundos o
dos minutos, y además podemos leer mucho más rdpidamente de lo que
118 nota introductoria

podemo.r hablar. Una .testón de m edia hora de duracf6n puede ser leída Terapia ~ Guestáitica en acción
e 'l cinco m inuto.!', Todol estO.J factoru contribuyen a llJ 'l~ tU que
L~ Terapia GucsuUtlca es instantánea, con lo cual se malogra el ob;et/vo
pd w::pal de este estudio.

R OBEftT S . SPITZ!:R, M . D.
Editor iD Chiel
Seeaee and Behavlor Booh

¿QUE ES GUESTALT?

La' Idea de la te rapia G-uestá!ti ca es conve rtir a las personas


de cartón en persones de verdad . Ya lo e é, es un bue nbocado . .Y ade -
m és eonseguír que el hombre de nues tro tiempo vuelva a la vida y
en se ñarte a usar. su pqtenc:&l. In nato , q ue pueda ser u n líd er sin ser
un rebelde, q ue te nga un centro en lugar de vivir apoyándose 'en co-
sas. Todas estas ideas suenen a mu y exigentes, sin emba rgo creo que
ahora son posibles; que ~JO ce preciso estar du ran te años, d écadas y si-
glos, tendidos en un diván par a legrar camb ios que no son e-sencia-
les. LO:'. condición pera ccnseguír ~3tO es la sigu iente: Nue v...mente
tengo qu e Irm e atrás y referirme al med io social en que nos encon-
,. tram os En las d écadas nnter íores e! hombre de la socieda d viv ía pa-
; r a 10 qu e e ra correcto, y cumplía su ta rea sin imp ortarle si real mente
q ueda su trabajo. o si era adecuado para él. La sociedad ente r a esta ba
r egida por el "d ebe-ísmo" y el pu r itanismo . Uno hada su cosa le gus -
ta ra o no. Ah ora creo q U E:: el med ie socia! completo ha cam bí-idc. El
pur itanismo ba paeedc a ser hedonismo. Comeneamcs a vivir para
divertirnos, para el disfrutar . par a estar Incitados!". Cualqui-er ' cosa es
aceptable siempre que sea a gradable. Por 10 demá s. suen a bastante
bien. Sin embargo es lUI tr aspié ba stante serlo. Me re fiero a que nos
hemos tornado f6hfco!o hecto e¡ doler y el sufri miento. Permítanme
repetir estas palabras - cnos hemos remado fóbicos hacia el dolor y el
suír imiento-. Toco aq uel lo que no es d ivertido o agradable, debe
evitarse. De modo que le arraocam oa a cua lquier frustr ación q ue pue -
de se r dolorosa e Intentemos irnos por un ataj o. Y el resultado es
falta de crecimiento. Cuan do ha to lo de esta r dispuest os para entren-
tar cosas que no son egradab les. por cierto q ue no estoy ha bl..ndo en
favor del ma.soq uísmc: 90r el contra rio, el masoquista es un a persona
que le, teme al doler y ensaya siem pre pa r a tolerarlo. Me refiere al
: 1 Tn duedÓlJ de tur.ud-«l : 8f;ilI' '' Ul l"::IC1efo<!id... En su 11M.' .dual e ~ un !l'K.lJsmo riel
'. "ernacular ep.3 d ~l:".Jfden..q y " rtriep' 11. vn estad o de excltaci6n. ecu vecco. elAl.
t.'1¡;;Ó!l o aniroaclóc de Gll f !' o:!01\ ¡-¡¡la y h¡¡a:. "'~. del T.)
120 testimonio de terapia guesíolt 121

s ufrim iento que va jun to con el crecer. Estoy hablan do de en carar


con honestidad sit uaciones desagradables. Y esto est a muy relecío -
com.pues to de eut ctc rt ura, j uegos futiles de au tomejoramiento re ali-
zaeiones y cosas po r el estilo. Y enton ces se encuentran dos pe rsonas
.
n ado con el en foqu e gu estáltico. Sin embargo, n o quisiera ext enderme y tienen argumentos vitales diferentes y entonces t ra tan de impon er -
demasiado sob re el fenómeno mismo de la G uestalt. La idea cen t ra l nos su guión vital o uno quiere agradar al otro olvidand o las necesi -
de Guestalt consiste en un todo , a lgo completo, en sí m ismo. u n ente- dades propias y convertirse en parte de su guión, y en tonces vi ene el
ro que es ta. Apenas divid imos una Guestalt , tendremos pa rtes y pe- com prom iso, la confusión, las peleas ; y las personas se queda n pega -
dazos y ya no un enter o. Esto lo encontra mos muchas veces, per o di- das entre ellas y todo el guión vi ta l se enreda, lo que a su vez, es
ré que si tenemos tres trozos de madera. u no aquí, uno aq ui y otro pa r te del gu ión vit al,
aqu í, estos tres pedazos consti tuyen una Guestalt muy imprecisa. Si De mod o oue lo que q ueremos hacer es reorgan izar n uestro
uno los junta así, se ve de in mediato que for man un triángulo, pe ro a rg~men to vital. Y los mod os para hacerlo pueden enten derse bastan -
apenas los separan , el t r iángulo desaparece y la gue st alt desaparece te bien En este momento estoy interesado en tener un encuentro con
Ah or a bien , en la formación gu est áltica b iológica, la guestalt ti ene a~ gunos de us tedes, aunque debo confesarles que tengo mala me m o-
un a dinámica que regula toda la vi da orgán ica. n a para los nombres, y tengo q ue conocerlos bastante bien o haber
La Guestalt q uiere ser comple tad a. S i la gu estalt no se com - experi men tado un sho ck o una alegría muy grande con esta pe rsona
pleta, quedam os con asuntos inconclusos, y estas situaciones inco n- para sat>t:r s~ ~om bre . ~ara t rabajar hag o alarde de los seis componen-
clusas presi onan y pres ionan y quie ren ser completadas. Supo ngamos tes de rm O f i CIO . Necesito mi des treza , la ll am ada silla caliente", que
q ue hemos ten ido una r iña con -alguíen, re almente nos enfurecimos e?;.este caso es muy he rmosa (risas) , la silla vacía, que tiene por mi -
~on ese ti po de l que qu erem os vengarnos. Esta n ecesidad de vengan- sron el t0":lar roles que uno ha desposeído y también de otras personas
za jod erá y joderá hasta qu e con clu yamos la sit uación . De modo que qu e ne ces itamos para entender nuestro guión vital. T ambién necesi-
hay miles de guestalt in conclusas. Es m uy sen cillo desh acerse de es - tamos algo que no veo, y espe ro que h oy no necesitemos, toallas de
tas guest el ts Est as guestalts van a emerger. S aldrán a la superficie. Y papel , adem ás de mis cigarrillos, un cenicero y entonces estoy listo
siempre ocurre que la guestalt m ás importante s ur ge pri mero. No es para t rabajar (Risas) . Así es qu e invito a cualquie ra que quiera tra-
necesari o cava r "a lo Freud" en el in consciente más profundo. Tene- bajar con migo que venga y se sien te en la silla caliente .
mos q ue darnos cuenta de lo obvio Si logr amos en tender 10 obvio ve-
remos que está tod o ah í. Todo neurótico es una persona que no ve (Se ad...lan ta Don: es un hombre de u nos cu arenta a ños. usa
lo obvio. De modo q ue lo que estamos tratando de hacer en te rapia barba V es pro feso r de ar te.)
G ues táltica es entender la palabra "aho ra". el presen te , el darse cue n- Frit z: ¿Te lla mas?
t a V ver lo cue oc u rre en el ah ora . Y el ne ear a entender el a hora Don: Don .
to m a un tiemp o indefinido, desde cu at ro semanas hasta veinte años. Frttz: Don Te ngo solam en te una cosa que pedir te, y es que en
El "a hora " es un con cepto tan interesante y a la vez dificil, lo posible u tilices la palabra "ah or a" en cada fr ase.
porque sólo se pu ede trabajar y log rar alg o si se trab aj a en el ahora Don : Como ahora siento los l atidos de m i cor azón. Ah ora me
y el presente. Por ot ro lado, tan pron to como se hace de esto una pregu nto po r qué estoy sentado aquí. (Risas.) ¿Por qué qutse.Ilenar
ex igencia mo ralista, se ve de inmediato que resulta imposi ble. S i se el vacío ? Ah or a me pregunto qué hay para traba ja r. .
trata de ag arrar el ah or a, ya se ha ido. Es una pa radoja pod er t raba- Fritz : Claro, penníteme interrumpirte aquí y volver atrás a
jar en el ahora y ser incapaz de a te rrarse a él e incluso focalizarlo. Freu d y su sicoanálisis . Freud de cía que un a person a que est u viera
El otro punt o qu e quiero re calcar con respect o a nuest ra tera- li bre de. sen ti m ien tos de cu lpabilidad y de angustia es una persona
pia Ii'S la pa labr a "cómo". En los si glos anterior es preguntábamos "por s~n a . Mi te oría acerca de la angustia y las culpas es la sigu iente. Sen-
qué". Andábam os a la siga de causas, r azon es, excusas Y racionaliza- n rse cul pable no es más q ue un resentimiento ínexpresado. Y la an-
ciones. Y pensábamos que cambiando las causas podriamos camblar gustia no es más que la brecha entre el ahor a y el después. Tan pr on -
el e fecto . to como de jamos la base segura del ahora y saltamos al fut uro, ex -
En nuest ra era electró nica , ya n o pregu ntamos por qué, pre - U El Dr . Perb ftÜi senLado en UlIa silla wbre un pequchu escena rio. Adem.i ~ de su
gunta mo s cómo. In vestigamos la estructura, y al en tender la est ruct u- cecrcero. hay doJ sillas vaci«s en este momento: 1I "silla cali ente" donde se sient.
ra , sólo entonces pod emos cambia r la estructura Y una estructura que 11 persooa que sube Gel a ud.itorill a trab&jar con él. y la " silla vada", Q ~ sirve de
nos interesa muchísimo es la estructura de nuestro ar gumen to vi tal, a¡,pjliaT y doode la penooa coIc.ca $!U pfOy~ooes U otras peTJ.Ollas con las cuales
- a menudo ta mbién ll amado Karma o destino-, po r lo gene ral está desarrolla un encuentro imaginario. ( N. del T .)
IZZ testimonio de terapia guestalt IZ3
pert mentamos la angusUa, y en este caso, páni co de esc;n~. Uno se Sí, a ver , veamos, parece que re cibiste el mensa je y lo .único
excita. el pulso se acelera, etc., tod os los sintomas del pamcc de es· que tienes que hacer es ha cer algo.
cena. El hecho de que con fre cuencia no nos percatemos de nuest ra y algo hag o, al menos tra to, hmmmm, a veces. Estoy siempre
engusña crónica se debe simplemente a qu e llenamos la ~recha en - conscie nte de que tengo que hace r alg o por ell o. Y no siempre hago
tre el ahora y el después con póli:tas de seguro, con formacIon es rígi- al go. De vez en cua ndo.
das de carácter con ensoñaciones . et c. Si reducimos el después al Fritz: ¡Oh! Acaba n de conocer una de las fisuras más corrie n-
ahora. Cierr a ld5 ojos y cuént an os en detalle qué estás vivenci ando tes de la personalid ad humana. La división entre "per ro de arrib a"
ahora. y "perro de abajo". Este dese nlace final se lleva a efect o no pc r una
Don : Físicamente, siento el cal or de una man o en la otra . Abo- ada ptac ión, sino por una integración. El perro de arriba es conocido
ca siento, b mmm, sien to tensión en mi cuerpo. Especialmente 'acá. por el sicoanálisis como el superego y también como la conciencia.
(In dica su pech o.) . Desgraciadam ente Freud dej 6 afuera el perro de aba jo. y no se per-
Frit z: Bien. ¿Podrías me terle en esta te nsión ? cató que por lo gene ral es el perro de abajo quie n gana en el con-
Don: Es como si me estuviera estirando as!. (Tira sus brazos flicto entre perro de aba jo y pe rro de arriba. Les daré las caracte-
en form a atravesada, como en cruz.) rísticas más salie ntes de cada uno. El perro de arriba es normativo ,
Frit:z: ¿Podrí as hacerme eso a mí '! Estír ame. a veces tiene la ra zón, pe ro siempre actúa como si la tu viera. El da
Don : (Se levanta y tir a de los hombros a Fritz) . Es como si como un hech o est ablecido qu e este perro de arriba le dice que se
me est uvi eran tir ando así. _.. _ _. estire para dem ostra rle que está en lo correcto. El perro de 'arriba
Fritz: Más, hazlo tanto como necesites. Está bien, sién tate . siempre dice "tú debieras" y hace amenazas si no se le obedece.
Don: Ahora desap areció. (R Isas.) Sin embargo el perro de arriba es basta nte directo y claro . El pe-
Fritz: SI ap rendes a hacerle a los de más lo que te haces a ti rro de aba jo, en cambio, hace las cosas de un modo diferen te. Dice
mismo y dejas de reprimirte a ti mismo y deja s de impedi rte a ti a todo que sí, "claro qu e sí", "te lo prometo", "estoy de acuerdo"
mismo lo que vas a hacer. No entiendo tu necesidad de estirar me (risas), "sí, pero mafiana y si es que pue do". De modo que el pe rro
_ y aquí tengo que decirte al go que te va a choquea r-, porq ue ten- de abajo es un ex celente fr ust rador, y entonces el per ro de ar ri ba
go que introducir uno de los términos técnico s de la te r apia guest ál- •\ desde luego no le permite salirse con la suya y al aba el uso de la
tica: mast urbación mental". En el instante mismo en que nos pon e- vara y así el ju ego de autotortura o de automej oramiento, como
mas a hacer ju egos intelectua les, como por lo general hacen en las quieran llamarle, conti nú a imperturbado año tras año, ¿verda d'!
. terapias de grupo, lanzándose opiniones e inte rpretaciones unos a Don: No total mente. pe ro. . . , el perro de ar riba sigu e empu-
ot ros, nada ocurre excepto estos ju egos intelectuales. ¿Qué es lo jando, y consigue. . .
qu e vivencias ahora Don ? Fritz : Dile esto al 'perro de arriba.
Don: Mi propia masturbaci6n mental (Risas.) Dándome ex - I Don : Claro, sigues empujando y ~ veces te doy alg o, pero mu-
plicaciones a mI mismo de por qué querí a est irart e a ti. chas veces siento que no te basta , no es bastante para tus exigencias.
Fritz: Bien, introduzcamos aho ra la silla vacía . Hazle a Don Fritz: Sé tu pe rro de arriba y exige. ¿Cuáles son tus exigen-
esta pregunt a. cias ? Tú deb ieras . . .
Don : Don, ¿por qué quieres estir arte a ti o a otra persona? Don: Te podrías organizar mejor y podrías ser mucho más
Fritz : Ahora cámbiate de sillas. Y esta es la (ase decisiva, co- inteligente acerca de cómo estás haciendo las cosas hoy en día.
mienz a a escribir el argu mento en tre los dos oponent es. Fri tz : Bien, ah ora hado de nuevo. Haz'le a los demás 10 que
Don: Bueno, Don ; re sulta que no eres lo suficientemente bu e- te hace s a ti mismo . Repite esta misma frase a las personas que es-
í
r
no tal como eres, así que tienes que estirarte. (Párrafo aparte en el tán aq uí. Tú debi eras or ganizarte mejor.
diá logo de Don indica cambio de la silla caliente a la silla vacía ) Don : (Su spir a) . Bill , si quiere s mejorar tend rás que organi-
. Ya eso no es posible. Un o nunca llega a saber cuál es su pro- zarte mucho mejor y utilizar mej or tu tiemp o y tu energía. Don,
pi o pote ncial a menos que se estire . Estoy de acuerdo, debiera estl- tú debieras organizarte mejor y ser más intelige nt e en el modo de
._. hacer las COSaS y así vas a llegar mucho más lejos. Gail, tú pcd rles
f
rar me.
hacer lo mismo.
13 En la edicl6rl ori¡tnaI I~ mind-Jvckillq. CUYI u lI.duc:d6n liter ll seri.. " forn icI' Frita : ¿C6mo t e sientes cuando le dices esto a los de más en
ei6rl melltal' '. <N. del T.)
I luga r de decírtelo a ti mism o?

I
124 testimo nio de terapia el darse cuenta 125
Don : S iente que me podrían decir qu e me vaya a la mierda . der es des cubrir que algo es posible, Es ta m os usando gran parte de
Fritz: (Al grupo). Digan le que se va y a a la mierda. Tú si - -s: nuestras energías en j uegos autodestrucñvos, en juegos para auto-
gues reclamando y reclamando y nadie te dice qbe te vayas a la impedirse. Y tal como lo men cioné antes. Hacemos esto para imped ir -
mierda . nos a nosotros mis m os elcrecer. En el instan te m ismo qu e su rge al-
.1 Gatl : Andate a la m ierda ." ; go desagradable y doloroso, en ese instante nos ha cemos I óbícos. Nos
~. Don: ¿No te he dicho ya vanas ve ces (risas), que deb ieras escab ullimos, nos desensibillzamos. Usam os todo tipo de medío s y
trabaj a¡' más? moc os para impedir el proceso de cre cimiento.
Gail : De hecho. sí. S i u no t rata de darse cuen ta de lo que está transcu rriendo,
Don : An n , ¿no pod rías trabaja r mas intensamen te? ¿No te po- pronto ver án que abandona la base segura del ahora y se torna f ó-
d rias organ iza r mejor? btcc. Uno comienza a escaparse al pasa do asociando libremen te, o se
l An o : No. no quiero, Don Babcock. (R isas.) . arranca al fut uro fantaseando toda suerte de cosas horribles que me
Don: ¿Y tú, BiJI? P od rías llegar mu ch o más lejos si te crgam - van a ocur ri r si me quedo con lo que es tá aconteciendo. O bie n ha-
zaf as me jo r . Ya ser-ías u n hombre ri co (risas) . Tendrías una empre- cem os cualquier cosa, con tal de no darnos cuenta de lo que esta
Sil fantásticamente ex itosa si te org anizaras mejo r y pusieras m ás
ocurriendo . Súbitamente -de scubrimos que hemos tomado demasia-
empeño en tu trabajo, con tu talen to. do tie mpo del gr upo. Esta es la tarea del terapeuta -o del ccte rspeu-
Frltz : Bien , ¿y cóm o te síe ntes ahora ? ta- vel ar porque él o ella se mantenga tocalizando su exper íencta
Don : Me sie nto como un.. , m uy autonormativo ~I! rtgbteous y que descubra qué es 10 qu e le ha ce escabullirse. En esto hay im-
(risas) . pl icado un proceso m uy comp licado de autodecepcí ón . Y tal como lo
Fritz : ¿Y cómo es tá tu pánico de escena? he mencionado antes, un poco de honestidad da para mucho - -esto
Don: Oh , como qu e se fue. es precisamente lo que la mayoría tememos-, el ser honestos con
F ritz: S í, pero esto de ser autonormativo es parte de t u guion nosotros mismos y detene r la ide a de la autodecep ción. Al decir de
vital. de mod o que ne cesitas m uch as pe rs on as con qu ienes pod er ser T. S. Eli ot : "La mayoría de ustedes son autcdecepc ton ados, dándose
a n oncrmattvo. gran maña pa ra esto, pero ra ras veces ti en en éxito". Y Eliot ag regó;
"Tú nc eles m ás que un montón de respuestas obsoletas". Y si )' 0 se
está en el presente, no se puede tener un a vida cre ati va.
Nuevamente te ne mos que da r u n. piso mas y deci r q ue el s u-
fr imiento neurótico es s ufr ir en la imagin ación, s ufr ir en fan tasía .
EL DARSE CUENT A Alguien lo tr ata a un o de hijo de puta y un o cree que es ta su frl éndo .
Uno se siente dulido , pero no. es ve rdad, uno no siente do lor . NO:-hay
her idas , no ha y lesión alguna. Es nues tro as í llamad o ego, o nuestr a
Este lab oratorio l ! es u n tan to diferente al la borato r io corrien - vani dad la que está dolida. Se puede ir aún más allá dtcrendo ' que
to. aun que en ambos casos tenemos algo en común . En ambo s ca- cuando uno se siente dolido es en realidad sentirse vindicativo y con
ses estam os tratando C('I n el p roceso de aprendizaje Hay muchos rna- deseos d e herir al otro. Bueno lo que quisiera hacer ahora es pedir-
len tendidos con el apren dizaje . Mi de finici ón de aprendizaje es des- le a alguno de us tedes que se .udelan te y trabajem os fencn-en o-
cubrir q ue algo es posi ble. No es únicamen te el ingerir in for m aci ón. lógicamente en la silla caliente . Es to sígruñ ca trabajar en el d arse
Y" lo ún ico q ue q uiero h acer acá es mostr arles q ue es posible desc u- cuen ta del proceso .en t ranscurso . Si se vi ve en el presente se , us a
brir medios y mo dos por los cuales se puede crecer y desarro llar
Sil propio pote nci al y arreglar las difi cult ades en sus víd es. Dese e
, todo lo disp on ible. Si se viv e en su compu tado ra o su má qu ina .pen-
sante o en las respuestas obsoletas o en el modo ríg ido de en carar l a
¡
lu ego que esto no puede hacerse en u n labo r atorio de ta n ec rta d u- vida, entonces es ta mos muy atascados. ¿Quién quiere ve ni r ac át Y
recí ón. Pero tal vez puedo dejar plantad as algunas semillas, qu it ar
! mien tras más páni co de es cena , me jor. (Pausa.) Se levant a Murek
al gunas d e las cubierta s que abrirán las pos ibilida des . Rep ito : epre n-
1
,
y ~ sienta en la silla calien te.
14 Una de In , denomillaci'l'll'a que 'C dil a !:u rorma.~ de terilpill de Il"rupo llr¡;longadas.
Fritz : Vamos a trabajar m uy pri~itivllmente, Incluso n i es -
otra s dcnom i" ac ione~ ecn: Taller ( W''l' l;slw:>l , Mllratón ( ¡'~ ll rll thohl . Gru l'O~ de E:\·
cuent ro { F.ll cClunter G rou .~ ., } .
1
,¡, tructuramos el asun to U!l poco. En UI1 primer memento, ep ar eceré s


u•
126 testimonio de terapia el darse cuenta 127
d gido y pomposo, pero 'pronto verás su sign ificado. Comi enza con
.
promiso con lo que hay ahí. El paso'síguíente es con qué se é~tá en
~a frase "ahora me doy cuenta de ", contacto. Hay tres posibilidades¡ se puede estar en contacto con el
. Marek: Ahora me doy cuenta de una te nsión, hmm, en el mu ndo, se pu ede esta r en contacto con uno mismo, o se puede estar
brazo derec ho, ah ora me doy cuenta que hay caras (sonrie) que me en cont acto con la vida de Iantasia. La vida de fantasía o zona ,media
miran a mí. Ahora me doy cuenta de ti; Frítz. Ahora aún me estoy -s-como tambié n le l1amasnos- tue desc u bier ta primeramente por
dando cuenta de mi mano. y ah ora me doy cuenta qu e estoy cam- Freud, q uien le dIo el nomb re de complejo . Esta zona med ia es la par-
biandc de una postura a otra más cómoda. Ahora me d oy cuenta de te loca que tenemos en nosotr os mism os. Es la fant asía toda V ¡;Z qu e

.
la caja que está al frente mío . Ahora me doy cuenta que estoy es-
.pecando que no se fijen más en mí. (Sonríe.)
Fritz: Vieron, en este instante saltó ha cia el futuro, La pal a-
'bra "esper ando" signi1ica que dej ó de darse cue nt a de lo qu e le es-
I
1
la fantasía es tomada como si fu era la rea lidad. La persona loca es
aquella que no sólo dice "yo soy Napoleón" , sino qu e además j,) cree
rea lme nte. Si yo declaro que qu ier o ser Nap oleón, no por eso m i! con-
sider aría un loco. Pero si digo "Yo soy Nap oleón, vayan y ma rchen
taba ccurr íendc. Ahora le r edu cfmcs su anticipación del proceso en 1 sobre -Auster ütz", us tedes se preguntarán: ¿qué le ocurre a este ti-
transcurso, y lo h aremos me díren te I l a " e6mo "El
a pregun . " e6mo " po, se habrá vuelto loco? Hay una zona en particular donde somos
cub re todos los medios posibles de conducta. ¿Cómo vivencias la es- total y completamente locos. Estos son nuestros sueños. Verár. más
pera? .. . ade lante que al igual que ia zona media, estos sueños ha n adq uirido
Marek: Siento la espera como una tremen da tensron aqui. Ten- 'tanta importancia en nuestras vidas que perdemos todo contacto con
sión en todo mi cuerpo, .!i.dc~~ .de una cierta sen sación de esta r I: U la realidad del mundo, o aquella ot ra re alidad de nuestro yo au tén-
blanco y que me atemoriza. tico. Bien (dírígt énd ose a Don qu ien ha ocupado la silla calícnte) ,
F.átz: Ah ora tengo que agr<!gal aquello de que me doy cuenta podrías comenzar por el experimento: aho ra me doy cuenta de.
yo en este momento. Me doy cuenta de que te son ríes m ucho. Y que Don! Mmm , de inmediato me doy cue nta de qu e tu atención
incluso al hablar de cosas desagrad ables - la ten sl én- c-, sigues son-
riendo, y para mi esto es ínconsístente .
Marek: (Riendo) . Tienes toda la razón, hmmm, es un arma,
. supongo.
Fritz: ¿Qu é estás haciendo aho ra?
I se está dirigiendo ha cia mí, hmmm, que mi voz está temblorosa.
Hm mm , que mi mente es un a especie de d ivisión entre una Ianta-
sía y estar consciente de mi cuerp o.
Fritz: Ahora , m í cu-erpo est á div idido entre fan tasía y cuerpo.
Pan. mí la mente es la fantasía (pausa) , y cuando tú dices que tu
Marek: ¿lntelectulllizando?
Fritz: Claro que sí. te estas defendiendo. ¿Te dAS cuenta de.
¡. 1 mente está divid ida, supongo que qu ieres decir que tu atención es-
tá d ivid ida.
eso? Don: Correcto, exactamente. Si mi cuerpo está en mi me nte,
Marek: Sí, ahora sí. mi merite se 'ocu pa de mi cuerpo y ahí es donde tengo puesta mi
Fritz: ¿Tal vez mi observación te resultó desagradab le ? atenci ón. Todav ía siento algo tem bloroso, como una hoja vibrante
Marek: Sí, un poco tal vez, sí (se muer de l os Ieb íos, sonríe) . en el pecho. Me pe rca to de qu e mi mano da un os salt itos. Indico ha -
Fritz: ¿Te das cuenta de tu sonrisa? i cia mi pecho. El te mbl or sube a mi garganta. Estoy mirando la al -
Marek: ¿No te gusta qu e sonria? ¡ fombra. Veo corno los demás mu even los pies.
Fritz: ¿Te diste cuenta de lo que hiciste con esa frase? Fritz: ¿Te das 'cuenta también de que evitas mirarme a mi,
Marek : Pensé que expresé hostilidad. tal vez. que no miras a nadi e ?
Fritz: Tú me atacaste. Don: Claro, no miro , hasta aho ra, las person as se ven mu y
Marek: No tuve la intención de atacarte, pero. . . tensas, cerne suspen didas, pero muy rea les.
Fritz: Ahora nuevamente. ¿Te das cuenta de que estás a la Frttz : De modo que ahora puedes ir y venir entre tu propio
defensiva? darte cuenta , y tu darte cuenta del m undo. Este autodarse cuenta
Marek: Sí, soy de na turaleza muy defensiva, creo. está simbolizado en la palabra "yo " y el mundo en la pa labra "tú".
Fritz: Bien, ah ora que venga acá el próximo. Sólo quíero un Yo y tú. y si tienes demasiado yo, eres centr ado en ti mismo, retraí-
ejem plo corto para hacer hincapié en esto del darse cuenta. Ustedes do y todo lo dem ás. Si tie nes demasiado tú, eres paranoico o agresi-
ver án que estamos tan solo ha ciendo CL muestreo; un sencillo aproxí- vo O un hombre de em presa o al go por el estilo.
muse a tomar conciencia del proceso en tran scu rso y ver cómo las Don: (Al grupo). Rien, los he estado contemplando a ustede s.
distintas pe rs ones tienen modalidades diferentes de evitar el com- Los estoy contem plando aho ra y mientras más los miro, men os tem-
"
el darse cuenta ;. 129
128 testimonio de terapia
labr a me r etiro al diccionario dentro de mi cabeza y vuelvo cuand o
bl oc sien to adent ro. Hmmm , a lgu nos pa reciera que me miran direc- he encontr ado la palabra adecuada para Ilenar el vacío en la frase.
t am en te a mi, y algunos, es como si me mi ra sen de sde un costado De modo que este ritmo continúa todo el tiempo . El yo y el tú for-
de la ca beza, o desde la parte de arriba de su s ca bezas. P arece que man una unidad. Al tener la zona media, esta se interpo ne ent re uno
-t ú, Shírley , me es tás mirando de sde e be do, ardba l"Da wn, tú pareces y el mundo, y le impide D. uno fun cionar adecuadame nte . Es en esta
mira r me desde un costado de tu cabeza , y los demás . . . zona media donde se alojan especialmente expecta ciones catas trófi-
Frttz: Ahora, date cuenta de u .mismo. cas an te los complejos qu e distorsion an la visión del mundo, etc .
Don : T ose , H mmm , sien t o u na 'gran pel ot a de tensión aq uí Tendremos que ocuparnos de esto más adelante. En este mement o
.aden t ro. T en go la b oca seca. qui ero darles a sentir lo que es esto de l contacto y el retiro. Re tírate
Fri tz: Ahora date cuenta del mundo alrededor. incluso de esta sala¡ luego vuelve acá y raíranos nuevamente. Vea-
Don : Pareciera que me qu iero focalizar en un o u . . mos qué ocurre si intentas este r itme.
Fritz: Aún estás en el "y o".
Don : Hmmrn, Gor don tú te ves m uy confiado, pe ro poco feroz. Penny: Volver acá es más cómodo.
'{Son rie.) Fritz:: Continúa con ese ri tm o. Cierra los ojos nuevam ente.
Frttz : Ah ora ya lo v ist e . Vu elve a ti m ismo. Retráete y ha bla acerca de dónde te vas cada vez. ¿Te vas a la pla-
Don : Eso m e hace tene r con fianza . el q ue t ú (se r íe) estés ya? ¿Te estás sumergiendo en tus pensamientos? ¿Te esta su mien do
algune tensión muscular ? Lu ego sal afuera y dinas de que te estást
confiado.
Fr itz: Ahora acaban de presen ciar una integración. El munJ v dando.cuenta. .
. y yo somos uno. Si yo veo, no veo, ~ 1 mundo está sen cilla men te ahí. Penny: Me siento más rel ajada. Cada vez más, hmmm, más
y desd e el momen to que veo, me esfuerzo, pen et ro, hago todo tipo adentro. (Pausa.) Pero no me quie ro quedar. (Pausa.) Me ab urre.
de cosas con la excepción de te ne r un mundo. Bien, gracias (pau sa, ' ~~ritz : ¿Recuerdas lo que era nuestro contrato bás ico? :Ir di-
Peny sube a la sill a cali ente) . ciendo cada vez; ah ora me doy cuenta. Y cuando me miraste a mí
Fritz : ¿Cuál es tu nombre ? ah ora , ¿de qué te estabas dando cuen ta ?
Penny : Penny. Penny : (Pausa.) Estoy buscando una respuesta.
Fritz: Penny, ah, tú eres Penny. Fritz: Claro. ¿Ves ? Esto ahora aparentemente te r esult a de-
Penny: Hmmm, me doy cuenta de q ue mi cora zón está latien- sagradable. Emp iezas a pensar y juguetear examinando dentro de
do. Tengo las ma nos frías. Tengo miedo de mirar b ac ía afuera y mi tu cabeza, buscando cosas. En otras palabras, aún est ás ret r aída en
. coraz ón aún late. t u computad or a. No estás conmigo, aún no est ás en el mundo. Cie-
Fr ita: ¿Te diste cuenta de que me est aba s evitando a mí? Me rra los ojos. Retírate. La vez anterior encontraste aburrimiento. Tu
mirast e y r ápídemente mir aste a otro lado. ¿Qu é estés evitando? sensación de abur rimiento, ¿es agradable o desagradable ?
¿Te diste cuen ta de que son reías mientras me mirabas a mí? Penny: Desagradable.
Penn y: Hmmmm hhh hmmmm. Fritz; Ah. Quédate un mome nto con esa sensación y : dinos
Fritz: ¿Qué tipo de sonrisa experiment aste mie ntras me mira- qué hay de desagradable en el estar aburrida.
bas a mí? Penny : (P ausa.) Me siento !rostrada. Q uiero ha cer algo.
Penny : Ten go miedo. Trato de esconder mi miedo (trata de Fritz: Di esto nuevamente.
detener las lágrimas, se mu erde el labio) . Penny: Quiero hacer algo. (Pausa, cierra los cjcs.)
Fritz: ¿Tu miedo es agradable o desagra dabl e? ¿Te sientes Fritz: Ahora vuelve acá. ¿Qué es lo q ue exper imentas aqu í,
confortab le con tu miedo? , ahora ?
Penn y: Sí, ya no me late ta n fue rte el corazón. Penny : (Mir a en rededcr.) Los colores los veo muy Intensos.
Fritz: Hmmmhhm mm . Ahora in tenta captar el ri tmo del con- Fritz:: Perd 6n, no te escucho .
tacto y de l retiro. Enfrenta rse y retraerse. Este es el ri tmo de la vi- Penny: Los colores están intensos.
da. P rimero se fluy e hacia e l mundo y luego se ret rae dentro de uno Fri tz: Los colores están intensos. Este es un buen síntoma, es
mismo. Este es el ritmo bás ico de la vida. Du rante el invierno est a- lo que en te rapia guestáltica llamamos un rr.mísatcr i. Ella comien za
mas más retra ídos, en el ve rano más hac ia afuera. En el transcurso a despertar. Se dieron cuenta: el mundo se hace verdadero, los colo-
de la noche nos retraemos profundamente y durant e el día esta mos res resaltan mas . Esto me pareció muy esp -ntánec y genuino.
más ocupados enfrentando al mu ndo. Si no puedo en tender una pa-'

,.
,
IJO testimonio de terapia matrimonio ,. IJI
J (Pausa) . Podrfas venir tú ee é. ¿Cómo te ll amas ? n~cesita m~s del LSD o de otros medios artificiales para j a zzific ~nos . u
Ann : Ann. ,:. SI prcducímcs nuestro propio da rnos cuenta, sin te ner que depender
r Frit:t: Ann (pawa). de artefactos, si lo hacem os nosotros mismos, tenemos todos .Ice ele -
r Ann : Me d oy Cloenta de una tensión en mi ca beza . Va total- mentos necesarios para crecer. Creo que es hor a de que tomemos un
me nte alrededor . La siento como un cosquílleo y una apretazón. Ce- descanso. '.
ino que se me due rme, como cuando se duerme un brazo. Y tamb ién ,
hmmrn, quema. .
Fr itz: Ahora, dirígete al mun do. ¿De qué te das cuenta en el
amb ien te ?
Ann: (P ausa. comie n za a llorar.) Me doy cuenta de un mu-
cheche ah í, que me mira muy bondadosam ente. Siento q ué es muy ;\lATRI1'IIONIO
bonda doso y com prens ivo.
Fri t%.: Ahora llegamos a otra condición en terapia gue st ált tca. ,
Siempr e tratamos de establecer contacto. ¿Podrías decirle lo mism o . . Ayer hablábamos d~l guión ;tital de la persona y que este guión
El. él directamente, en lugar de hablar acerca de él ? D iscl c a él. Vita l in volucra a una canttded de personas, que precisamos pa ra man-
Ann: S iento, yo sient o, que te sientes muy bon dadoso y com- tener en alto ~~estro auto:estím a. Necesitamos de otr os pa ra alimen-
órenstvc hacia mi, tamos y tambi én para sattsíacer nues tras uecestdades sexuales. P ero
• Fritz : Ahora retráete- mi " p~ m.ás~ (Pausa .) ¿Te percatast e en m uchoa casos el m atr~onio es parte de nuestro argumento vital.
ae qu e llorabas un poco? y el proble~ en el matrímoaíc ccm ien za cuando el cónyu ge no calza
.Ann: MmnUnmI'.lj hhmm. en aq uel gwo~ . En otrllS palabr 8:l, cuando en lugar de estar enamora-
Fritz: ¿Y por qué no lo dices? do de s~ pareja, está en am orado de una ima¡en, de lo que debie ra ser
· An n : Me doy cuent a, me do)' eaenta de estar lloran do . COr.'lO su pareja. Ahora bien, es poco frecuente que la imagen y la p ers one
que estoy un poco indispuesta. (Suspíre.) Siento, como que, hmmm, de ~e:rlll.d, c~cen. De modo que hay frustra ciones y dificultad(~s es-
la indisposición, como que, hmmm, coreo q ue se deshizo. peClalment;e SI uno de la pa reja tiene la m ald íci én del pe rfe ccic n ís-
". Fritz : Ahora vuelve a noso tros. Esta vez fíjate en mí. ¿Cómo 1 ~o" .Esto Sl que plantea un .problema. serio. La maldición de l pe rr ec-
me vivenci as a mí ? crorusmc es lo peor que pu diera ccurrírle.a cualquier persona. Cuan do

I
_ Ann: Te vivenci a como, hmmm, una perso na, hmmm, como se es perfeccionista se tiene una re gla con qu é batirse a uno mísmc
uue verdader a, persona deñn tde, que está pr óxima o est á aqu í con- y batir a los demás , porq ue siempre se exige lo impos ible. y una
migo. Bu eno, no conm igo, peco con todos los q ue estemos acá, vez q~e ~ em ple.za a. exigir lo imposible en la pareja, comienza el
· Fritz: Ahora retírate de mí otr a vez. El ~pararse es un a pena resenttmíento, el Juego de las culpas, las ir ritaciones y de cu ánto ha y.
.j c ree. (Sonr íe.) . As.í en n~estro ju eg!) matrlmoníal, lo único que podemos hacer

I
· Ann: (Peus a.) Siento, me doy cuenta de, honro, tensión en mi aqu í ~s , ~u g ar Juegos, buscar algunro base común pa ra saber cuál es
'c-abe za. Algo como ap retado en espccíal encima de mis oídos. la P()SI~10n. ?el uno frente al otr o. Comencem os por el mismo tipo de
Frit:z:: ¿Puedes cerrar los ojos? co~unIcaclon. que usamos en el ejercicio de darse cuent a, O sea yo
Ann : Mmmmmmhhhmmmm. . y tu. !,e~o primer o hagamos que ustedes dos lleguen hasta acá (Don
" Fritz: ¿Y descub rir cómo ha ces esto? ¿Qué es lo que estás ten- y ,Clalre s~ Sientan en las sillas calie ntes) , y enfrenten al enemigo
(ríses). ¿Como se llaman ?
~ando y cóm o pro duces la tensión?
-< Ann: (P euse.) Siento que meto las cosas ad ent ro y j unto las
coses . Claire: Claire.
Frit:z:: Vuelve una vez más acá. Don: Don.
Ann: (Mira enrededor.I Siento que el gru po como que se ha . Fritz; Claire, a Don y a mi nos gustada que hagas esto en cam-
abierto un poco más. ." •" bío, que te retraigas dentro de ti misma usando la pal abra "yo " para
Fritz: Ya, bien . Grades. (Estrecha su mano.) Ahora .bíe n, ('s- ~ ~
'i.a es la base para poder expand ir Ia capacíd ed de darse cue nta. No , ~ 15 Pro\iene de Jcu-.ri~p, modJ l lIll' en --.' ,~. .....
-~ .. "'''' co <" UU" '"...e "'6'"
- 't lca ace Ierar.
1.n"¡';'IIr .auperflclalmmte. (N. del 'T.'
.~"..

,.
"

, .
13Z testimonio de terapia matrimonio JJJ
"
luego volver a Don y digas "tú", Repe tida mente, yo y tú. y tú vas Fritz: ¿Te das cuenta que estabas todo el tiem po diciendo yo
a hacer lo mismo . .. ir y venir entre el mundo interior y el ex terior, creo, estoy tratan do? ¿Podrías decirn os de q ué te das cuenta ?,
y ver qu é grado de comunicación sim ple es posible. Desde lue go que Don: (Suspira) Me doy cuenta de que me estoy convirtiendo
-lo más que nos in teresa es el tipo de comunicació n que evit an. Por en al go como el concreto. Algo así como fragu an do.
' ejemplo: Si te d igo 10 que realmente pienso de t i no me vas a que - Fritz: Algo así como.. .
rer, te vas a separar de mí. o cualesquiera que sea;n las expectacio nes
Don : Corno que estoy fragua ndo. Voy hacia la r igidez. Todo es-
ca tastróficas que t engan. ¡
tá qui eto. (Pausa, Claire dirige su mirada a Fritz.)
Cla ire : Hmrn, siento que es difícil adentrarme en mi misma I
Fritz: ¿Qué es lo que q uieres de mí?
(pausa), quiero salir y llegar donde ti , y aseg urart e que estoy contigo. "
Fritz: Vue lve otra vez dentro de ti. I Claire : Bueno iba e empezar a hablarle a él, y supongo qu e
Claire: Vue lve. a en trar dentro de mí misma, ade más quiero ; estaba chequeando contigo.
ser yo mis ma. (Son ríe.) ! Fritz : ¿Me estabas chequeando a mí?
Fritz : Te das cuenta de q ue estás llena de buenas intenciones , Cta íre: No, no era eso.
"yo quie ro", "yo qu iero". No nos estás diciendo nada de lo qu e te ' I Fritz: ¿Mmmmm mm ?
estás dando cuenta, sino de 10 qu e estás q ueriendo, O sea, no estás Claire : Orientación, supongo que se ría alg una indicación de

I
en el ahora, no nos esté hablando de 10 que hac es sino de lo que quie- qu e lo que hacía estab a bien .
res. Bien, ahora tú, Don. _ __ Fritz: ¿Podrías decirle 10 mis mo a Cl? .
Don : Hmmrn, estoy de vuelt a a esto que está agarra do den tro Claire: N~ me gus ta decirle lo mismo a él: que estoy m írándo-
de mí, y siento que me es fácil me terme dentro de mí mis.mo y más 10 a él para que me oriente. Pero me doy cu enta que mi acti tud deja
difícJl llegar a ti. Y, hmrn, cre o que .me acordaba qu e cuanuc me sen- ver ~SO. Iba a decir que me sen tía resentida de que te pusie ras rígi-
té acá antes miré a toda la gen te y a ti no te dirigí la mirada. do cuando sientes que ten go miedo de valerme sola con mis pro pios
Fr itz: Esto es mu y sencillo, un claro sín toma de ev itación . SI sen timientos, y me hizo sen tirm e ba stante fue rte.
se evita mirar a otro es que no se est á abier to. Ahora, tú, Cla ire. . Fritz: Bueno, que venga Ia parej a númer o dos. Aún no quie ro
Claire: (Pausa.) Me doy cuenta de que tengo te nsión acá, den- profundizar más. Sólo quiero tener una idea de cuánta comunicació n
tro de mí misma. (Pausa.) Una. especie de latido. Un especie de ex- hay. ¿Sus nombres ?
pectación trémula. !de d o~ cuen ta de tu calma (s?~rie), h m~.' tu se- Russ: Russ.
guridad, lo que esta debajo. Me doy cuenta de mi ínadecua cíón para Penny : Penny. (Peuse.)
expresarme. Me sujeto el pulgar. Siendo insegu ra . " Fritz: Este experimento es tan simple. No imp orta si soy un
Fritz : ¿Te das cuenta de tu voz? ta nto ríg ido en esto. Pri mer o 10 que me doy cuenta con res pectó de mí
Claire: Suave.
Fritz: ¿Podrías hablarle a Oon acerca de tu voz r de lo que le
1 m isma , y 10 que me doy cuenta con respecto de ti . Si esto r-esulta
dema siado difícil, por favor dfganlo, para trabaj ar entonc es sobre la
estás haciendo a él con tu voz? ' . dificultad que pudieran tener en entender un a ord en tan sencilla.
Claíre : Bueno, espero que no sea tan suave que tengas que es- Russ: Me doy cuen ta de que tengo m iedo de lo qu e va s a de -
forzar te para escucha rme. cir. (Pausa.) Puedo escuchar.
Fritz : Esperas. ¿Qué estás haciendo? Fritz: Ah ora es tu turno, Penny. .
Clai re: Estoy habl ando suavemente. Indecisa (pausa), insegura. Penny : Me doy cuenta de la tenst én en mi pecho . Me doy cue n-
Fritz: Incluso este hablar en voz ba ja siempre es un síntoma ta. de q ue me miras muy Inten samente, que parece que qu ieres q ue yo
de cr ueldad encubie rta. Es uno de los mejore s modos de tor turar a lleve la pelota . IRísas.)
los demás. Fritz : ¿Esto es lo que te das cue nta o jo que piensas?
Claire: No siem pre es tan suave. (Sonríe.) Penny : Es lo que pienso. .
Fritz: Don. , Russ: Me doy cuenta de que yo quiero que hagas eso. QL:iero
Don : Ah or a-me doy cuenta de q ue estoy más tranquilo y, hmm que me sirvas de cebo y me doy cuenta que . . .
creo que se debe a que siento tu inseguri dad, y tu miedo ~ esto me Fritz : ¿Te das cuenta de 10 que están haciendo tus manos?
hace una ex igen cia de esta r aq uí y presente . Por den tro SIento una Ahora vamos a ensayar 10 más dificil de todo, quiero que te quedes
especie de rigidez. Hmm, cree qUI: estoy tr atando .de decirte .. . con lo obvio . Es obvio qu e acab as de mover tu cabeza . Es obv io que
JJ4 testimonio de terapia matr imonio 1J5

estás moviendo tu s man os ha cia ac:i..Es obvio que estás asintie ndo Ann : Me doy cuenta que mi corazón está latiendo fuerte y me
con la cabeza . Trata de ll egar a la dif ícil tarea de la simplicidad. doy cuente de que estoy como que sentada muy s6lid amente en esta
, Russ: Me doy cuenta de que estoy intentando con demasiada silla, con mis manos apoyadas en cada cost ado. Y me doy cuent~ que
intensidad . Estoy tratando de re lajarme y al mismo tiempo de seguir me miras muy intensamente a los ojos (pausa) y que estoy respir an-
. aferrado. . do más rápido, hmmmm, al menos me doy cuenta de tu respiración.
Fritz: ¿Y cómo haces esto de tratar? Frit:z:: BitI, ahora tú .
Ru ss : Con mis manos y con mi cuerpo rfgido . Estoy rígido. Bill : Mi cor azón está golpeando. Y estoy inclinado sobre mi
Fritz: ( A Penny.) Ah ora, ¿de qué te da s cuenta tú ahí? br azo izquierdo. Lo qu e pasa es que parece que estoy dejánd ome
Russ: Tus manos está n diciendo algo. Calladamente, suevemen- compl etamen te, reposand o, llegando al centro. (Pausa) Y te veo a
te te es tás alejando de mí. ;, ti, Ann . Veo tu cara como suave, pero un poco tensa. Y veo tu hcm-
Fritz : Ya, ahora por primera vez está viendo algo. Ahora vuel-
ve nuevamente a ti mismo. ¿Qué ocur re en el intervalo? ¿Estás ensa-
, br o derecho, un poquito 'tenso y . . .
Fritz: ¿Te das cuenta de Jo que hacen tus ojos?
yanda? Bill: Están me rod eando.
Russ: Supongo que sí. Fritz: ¿Qué es lo q ue ev itas cuando la miras a eHa?
Fritz: Dile a ella en tonces cómo ensayas. BiIJ: Creo que me estoy buscando a mí mismo, aho ra. Y no es-
Russ : Quiero decir lo apropiado. Quiero h acer lo apropi ado . No toy prep arado para enfre nt arme con lo que está allá af uera, hasta no
estoy bien segu ro en qu é punto.estoy contigo todo el tiempo, no es- volve r acá.
toy seguro de que te escucho, o de si te est oy proyectando. Fritz: Muy bien. Cierra los ojos y retráete. Este es un buen
Fritz : Ahora ha bla tú, P en ny. ejemplo, no est á aún listo para enfrentarse aJ mundo, por 10 que pre-
Penn y: Me doy cuent a de 'que me inclino alejándome de ti. Me cisa de más tie mpo para re traerse dentro de sí mismo , y lograr apoyo
siento como si me estuviera ap artan do de ti. Ten go. miedo de que
me absorbas por completo.
Fritz: Ahora te toce a ti. RU$!:
I desde adentro. ¿Y ahor a qué es 10 que estás experimentando?
Bi1l: Siento una necesidad de verdad, de cambi ar de postura
y de llegar directamente aJ centro. . . de volver a, hmmm.

I
Russ : (Pausa.) Qu iero ab sorberte. Fritz; Tómate tu tiempo. Cuan do'estés list o pa ra volver, vuelve.
Fritz: ¿Te das cuenta de eso? Hmmm, otra dificultad, tienen Bill : Ahora siento algo de tensión en mis rodillas. Mis piernas
~ mucha inclinación por hacer este asunto de Ja masturbación mental. están temblando un poco.
Hablar, hablar, hablar; basta con que nos dígas cuál fue tu reacción, Fr itz: Ahora integremos ambas cosas . Cuéntale a ella de tus

¡
q ué es lo que realmente sientes. Te sientes ah! sentado en la sill a, experien cias internas.
te sientes asintiendo con la cabeza. Quédate con lo simple. BiIJ: Ahora me siento un poco tembloroso, un poco inseguro,
Russ: Muy bien . Siento que estoy colocando mucho peso sobre nervioso, saltón. (Pausa.) Ahor a eso está cambiando
mi brazo derecho. Fritz : Ahh . ¿Se dan cuenta de 10 que ocur ri6? Desde lo con-
Fritz : De eso se trata. ceptual, al usar de sus experiencia s como medio s de comu nica ci6n, se
Russ : Me estoy reteniendo con eJ brazo izqu ierd o. fue ron' desde lo int encional a Ia atención. Ahora ya no oculta su tem-
Frib:: Ahora estful dándonos algo real Ahora, abre los ojos blor, se lo da a ella. Y tan pron to como uno se ex presa genuinamen te
nuevam en te. ¿Qué es lo que ves? ¿Qué es lo que oyes? desaparece tod a la in comodidad.
Russ: S upongo que no puedo salir por completo. Si uno se siente incóm odo ante alguien , se puede estar seguro de
Fritz : Está bien . Gracias. La pare ja que sigue. (P ausa.) Es real- no estar en un a comunicaci6n ve rd adera . Bien . Gra cias.
mente increíble que un a vez que se llega al nivel verdadero, aJ niveJ
más sencillo y concreto, pe rsonas que viven juntas ten gan tan poca
comunicación entre sí.
Ann: Me doy cuenta de. . .
Frib:: ¿Cómo te llamas ?
Ann: Ann.
Bi1I: Bi1I.
Fritz: Ann , Bill
.
" I
!J6 testimonio de teraoia 1 parejas I J7

o
,
LA ORACION DE LA GUES TALT

En esta oportunidad quiero comentar, por así d ecir , a ~ final


del cam ino. Me refiero a la oración de la Guestalt. Me gustarte que
.repl t teran conmigo y me gustarí a ver qué pueden hacer las parejas
.que hay acá con esta s fra ses. La oración de la Gue stalt es algo así:
I¡ culpa. Ensaye mos otra vez, pero aJ mismo tiempo qué dense en el ah o-
ra Exprésenle al otro sus reacciones y sus pensamientos y el modo
mAR senc illo de lograr esto es pensado en voz alta. Incluso, les ga-
ra? tizo q ue ceda un o de ustedes podr á llegar a ser escritor en cues-
tion de seis semanas con sólo pode r sen tarse a la máquina y escri bir
cada uno las ne labras exact amente como la pie nsan . Seda algo así :
- Fri tz me di jo que podría convertirme en escritor en seis sem anas.
•.Yo soy yo. No lo creo. Cre o que son tonterías. ;.Y q ué debie ra escribir ahor a?
No lo sé. Estoy atascado, no sale nad a. Al diablo con Fritz. (Risas.)
Grupo: Yo soy yo. Ustedes sabr án que si son ex act os y honestos, cad a ne labra senc ílle -
Fritz : Y tú eres tú . mente. apa rece en su pensamiento. por que pensar no es m ás c:u~ un
Grupo: Y tú eres tú . hablar subvocal Lo q ue s eneralmente bucem os en el asf llamado pen -
Frttz: No estoy en este mundo pa ra llenar tus expe ctat ivas. sar , no es ~ás que ensayar; probamos las cosas y Iuezo las h".cemos
G r upo : No estoy en . esie mund o para llenar t us expectativas. pasar por la censu ra y dej amos sali r al exterior solamente aquellas
., Fr ftz: Y tú no estás en este mundo pa ra Henar Ias mías. frases que sirv en para manipular al otro. General mente nroduclmos
Gr upo: Y tú n o estás en este mUnGO para llenar ~l!s mías. fr ases pa ra hipnotizar al otro, para persuadir, ensañ ar o convencer .
Fritz: Yo es YO, - -- . . _.. - - - . , --- Rara vez. hablamos para expresarnos y sacar afuera cosas nuestras .
Grupo : Yo es yo. ' El result ado es que t odos aou ellos en cuentros entre seres humanos
FrUz: y tú es tú. son por 10 general estériles. O bien. son mas turbación mental O si no
Grupo: Y tú es tú. son manipulac i6n. De mod o que intenten otra vea decir cuá l es la
Fritz: Amén. (Risas.) A ver, que vengan algunas parej as y vea- base de la excectactén . Y luego para aho rrar tiempo, vayan diciendo:
mos qué pueden hacer con esta oracíén de la Guestalt . (Don y Claire Ahora vivenci o esto , et c. Y no ensayen. La situación te rapéutica es
se ade lan ta n.) una situación de eme rgencia bien segur a. Pueden probar todo ti po de
Don: Hmm, tú me esperas en casa todas las ta rdes a las seis y ' COS 3 S y verán Que el mundo no se hace peda zos si están en ejados y si
no vay a llegar a esa hora . {Rlsa a.] so~ hones tos. Y Juego sa len afuera al mundo y ve rán Que tie nen un
Clatre : No creo que espero eso. (Risas .) poco ~ás de confi anz a Verán que la gente aprecia la honestid a d mu -
Don: Yo cre o que si. cho mas de lo que se imaginan . Desde Juego que muchos se sl'n ti rán
Cla ire: Yo siento qu e comparto al gun as cosas contigo, y a ve- ofendidos y molestos, per o serán personas cuya amistad no vale la
, ces siento que tú no quieres compa rtir conmi go. (Pausa.) Yo realmen- pE'na cultivar. - .'
· te estoy tra ta ndo de ser yo v tal vez no te permttc a ,ti ser tú mismo . Cla ire: Veo que estás aprehensivo y te estás pell tzcand c los
10 suficiente . (Carraspea ) Y pareciera cue mientras más tra to de ser dedos como si estu vie ras buscando algo que decir. ,.
yo misma , nunca es lo suficient e. Pareciera qu e tengo que ser tanto Dan : Hmm, tú, hmmm, yo también me he percata do ele eso
más. Me da la impresión que nunca me pongo al día conm igo misma. de que me estoy pellizcando a mí mismo y me he estado pregu~.tand~
· Don: (Pausa.) Hmm, si te estás sintiendo un tanto mal e inea- por qué hago esto: manipularme a mí mismo. '
· tisfecha de ser tu mism a, ese no es mi problema . Fritz: Ya. Ahora bien, aquello que la pe rsona hace en un ni-
Claire: Entonces me preocupa, tal vez de masíadc, Ie qu e- tú eres, vel nl1 verbal por lo general es aplicable a aq uella persona q¡:ie está
· ademá s de (risas) andar preocupado de dónd e est oy YO, . en la cosa ~pJíci ta o explícitamente. Si se pellizca a sí mismri qu ie-
Don : Si tú te preocupas de dónde yo est oy o de lo que estoy re decir que en re alidad la quiere pelUzcar a ella. (Pausa.) ?or 10
· haciendo.. . . general nos hacemos a nosotros mis mo aquello q ue quísíéramcs ha-
· Fritz: Ya , ah ora pu eden ver lo que ocurre. Les di una tare" cerle a los demás. De modo que pellíecela. ,.
sencilla y de inmediat o lanzan por la ventana tqdo .e l enfoque gues- Don : (Se inclina y pellizc a la pie rn a de Clet re , riéndoslL) Ese
· táltico. Ya no hablan de la vivencia del presente . Ya no se habla de fue un pellizco muy suave. (Risas.) P ienso que hay verdad un eso,
lo que realmente está ocurriendo. En lugar de comunicarse en el pla- hmm, te estaba dic iendo antes de subir acá que de biera s contar ese
no que r ealme nt e est án, comie nzan a juga r el famoso juego de la mas- sueño.
turbación mental, que fin almente termina en el juego de echarse la Cafre: Me estabas emp ujando.


~ !

}) 8 t esti monio d~ terapia parejas ., }) 9

Don: Yo estaba siendo dominante y creo que no me debíbe- Penny : Yo espero que rú trabajes. Tú esperas que yo trabaje.
bcrme entr emetido en aqu ello que hiciste, porque yo ta mbién tengo (Risas.) Yo espero de ti que te intereses por lo que a mí me in t eresa .
un. sueño. Tú espe ras que yo olvide mis intereses.
Claire: Desde luego. . Fritz : ¿Vieron su sonr isa forz ada ? Mantengan sus ojos y sus
" Fritz : Otra form a impor tante de expresi6n no verbal es la más- oídos bien abiertos.
(na o careta que lleva la persona. Se habr án fijado que ella está Russ : (Pausa.) Yo espe ro que tú estés interesada par ló que
siempre haciendo m orisque tas con la cara mientr as que él siempre Ile- a mi me interesa. (?ausa.) Estoy en blanco. (Pausa.) Yo esp ero que
ve puesta la m áscara delprotescr serio y estudioso. Háblense un poco te comuniques conm tzc, pe.z::o no pretendo comunicarme contigo. (Pau-
entre ustedes acerca de sus caras. ¿Qué es lo que ven? ¿Qué es lo que sa.) Algo esí, (S uspira.)
c oserven t Penny: Yo espero de ti que ten gas algunas respuestas y tú es-
Don : Bueno, a mI me gusta tu cara, pe ro sonríes demasiad o y peras de mí que yo tenga todas IDoS respuestas.
piense que refleja un a incomodidad y que estás trata ndo de hacerl e Russ: Yo espero que tú tengas hi jos. Espero que seas una bu ena
qJgo aIas pe rso nas con tu sonrisa: madre. '.
. Fritz: La está interpretan do :i ella. Friti:Desde ¿¡cá M r uedo ver si la está mirando. Dile eeto de
Claire: Bueno, es toy de acuerdo. .. nuevo y mírala a la cara. -
,. Fritz: Y desde luego que todas las Interpretacíonce CO!'lªtituyen Russ: Espero que ~~s una buena medre. . . para mí. (S f~ ríe ,
I

v-ta Inte r fer encia. Un o le 'd íce a1-ófro 10··que el 'otro está pensando riSAS en la sala.) Espero que tú no querrás ser eso.
y.sínt íendo. Uno le impide al otro que descubra por sí m ismo. P enny: Yo sé que ~ú esperas eso.
< Cla ire : Bueno, yc.' pienso que esto es cierto. Yo en mascaro 10 Russ: Esper o que a veces me vas a dar duro en ese respecto .
q ue estoy sintien do con m i sonri sa. Y no me gusta herir a las perso- , y espero. que hasta que yd deje de querer eso, contaré con tu apoyo,
n .1S o ser dem asiado honest a. (Sonrf e.) Tm ve z eso cs. Hmm, yu hallo Frtt z: Ahora trebej emcs un poco sobre est o. Coloca en esa
q ue tú miras muy directamen te y en fonna muy honesta, un a mir ada silla a esa madre Que quieres: esa espos a madr e y h áblale.
• Russ: Quiero tu apoyo. Quiero tu a..mor, Quiero que me gules.
tal vez un poco inquisitiva.
Fritz: ¿Cómo es que no te gusta infligirle dolor? Dfcelo a él , F ri tz : Bien, aho ra cámbiate de sillas y dal e todo 10 que qi.Iere.
,, Dale apoy o, consejos, amor, cariño, teta y todo el asunto.
nc meo gust a L,mgirle doler siend o a:-f.
Russ: (Se r íe moviendo la cabeza.) Ese no es mi rol.
Cla ire : Tal vez siendo demasiado honesta. (Se rf P-.) Mostrando Fritz: Dile esto ,a él.
t..l vez que soy demasiad o dependiente o queriendo algo que no estás
dispu esto a darme. R~: ~ no es mi rol. Yo no debo hacer eso. Soy.
Fr ltz : Fmgelo. (Risas) Supongo que tend rás por lo menos una
. Fritz: Cu ando dejes esa sonrisa forzada puedes ser basta nte he r - image,n de lo q ue tanto qu ieres. Lo importante es que muchas perso-
mosa. nas aun andan con sus pad res a cues tas. Aunque tengan cínc uenta o
Don : (pausa.) Ere s hermosa. sesenta años, muchas personas aún necesitan a su mad re y todo lo
Claire: (Se rfe.) Eso es verdader amen te. . . (suspira ) eso acaba dem ás y lp hacen potra man tener su status de niño. Forma parte de
con la convers ación. (Se ríe .) su falt a de deseos de crecer . Ahor a sé su propia madre . Dale todo

,,,
.. Frltz: Ha y dos fr ases que quiero que usem os acá. y que por . lo que él q uiere.
ahora lla ma r emos trucos. Uno es ser muy honesto con el estado en Ru sa: No sé como hacerl o.
que está n. Como: estoy atas cado, ahora no sé que decir Me hac es sen: Frit.z: Bien, cámbiat e de silla. Dile a mam á como hace rlo, dile
ti,r mal. S i uno se da cuenta de une mismo es muy sencillo hacer lo qUE' quieres a esa mamá., espese.
una frase así; inmediatnmente produce algún tipo de reacción y al- Russ: ~::ausa, luego de un puntapié lan za al otr o ex tremo de
guna comu nl caci6n. El otro truco es traducir el famoso telón de pro- l~ sala un cOJ~ que estaba en el su elo. Suspir a y mira a la silla va-
yecc íones del "it" (ver nota 7, pág. 46), en yo o tu~ Con el "it" se eva- cía.)
de toda responsabilidad. (Pausa.) Bien. veamos a.' 13 pa re ja síguíen- Fritz: ¿Qué es lo que sientes ah ora ?
te, ¿Quiénes eran número dos? (Russ y Penny va n-a la silla calíente.) Ru ss: Animosidad, rabia.
Comiencen por la ora ción de la Gu estaIt y veam os qué re sulta. Tú Frttz : No parece que estuvieras en ojado. No pare ces ju dío (Ri 8

l
Ie dices esto a él y tú le dtces esto a ella. sas.) Pero de todos modos dile este. a esa madre. '.
parejas 141
140 testimonio de terapia ,,
'q uieres de mí? Apen as te hice la pregunta me quitaste la mirada.
.' Russ: Estoy enojado contigo. Quiero tu amor y tu atención. ¿Qué está ocur ri endo?
pero siento que no me vas a dar esto. . Penny : Yo (se r íe) , yo estoy bien , s610 que no veo nada.
F ri t z: Bien, ah ora de nuevo. T oma ese asien to i da le amor y Fritz: De modo que· aquí probablemente estamos en una im-
aten ción. Ru ss, te quiero mucho. te doy todo el am or y t oda la aten- passe. En la impas se uno se confunde, se pone tonto, el carrusel, te-
ción q ue qui eras. . do da vuel tas y repetimos e.l asunto una , y otra vez tratando de sa-
Rusa: {Pa usa.) Tú sabes, hij o que te quiero mucho. Pe ro tienes' lirno s de él, pe ro uno está atascado. Y en r ealidad estos dos parecen
que ser hombre. No puede s hacer esas cosas, tienes que pararte en estar atas cados en sus expectat ivas. Pero una vez que han estableci-
t us propios pies. tienes que ser el hombre de la famili a. (Se cambia do el gui6n si no se atraviesan y se superan la impasse, esto ..sigue
de silla.) Mam á, no soy un hombre. Soy aú n peque ño. Quiero las así para siempre. Y este es, Ilam émcsle olSÍ, mi crguno. Creo que con
cosas que un niño pequeño quiere . . la 'rerapía Guestálti ca por primera vez podemos superar la impasse.
F rit z: Ya. Ahora puedes ver dó nde es que' en tra el traba jo Si DO se super a la. 1mpasse, lo único que queda es mantener el,statu
de sueños. En su sueño 'comenzó con el mismo pr oblema. El camino quo. Ya sea en terapia o en un conflicto matrimonial, lo m il que
que tiene que brindarle apoy o. Es más un asunto de terapia indivi- se consigue es mantener el status qUO¡ en el mej or de los casos" cam -
dual o crecimiento individu al, del qu e puede lograr a través de un , biamos de te rape utas o de parej a, pero la naturaleza de este estar
encuentro con ella . Bien, ahora volvamos ¿Puedes recordar la ora-
ción de la Gues ta Jt? Repítela.
Penny: (Suspira.) Y o espero de ti tu apoyo.
Fri tz: No querida. Puede que lo q ue necesites sea un par de
¡ dividido sigue siendo un guión vital. Permanece intacto, aun que' cam -
bien los actores. Gra cias. Veam os ahora, la pareja núm ero tres. (Diri-
giéndose a Bill.) Dile a ella la oración de la Gue stalt. ~
BID: Yo soy yo. Y tu er es tú. y no tendré expecta tivas ' de ti.
oídos nue vos. Este es un caso de alguien que no t íea e oídos. Proba- y no aceptaré expectativas mías para contigo. (P ausa.) Yo Soy yo.
blemente habla mucho y las personas que hablan mucho, por 10 ge- y tu eres tú. Amén.

I
neral. no t ien en oidos. Esperan que los demás ten gan oídos. pero Fritz: Ahora díse la tú a él.
ellos mismos son sordos. (Dirigiéndose a Russ.) ¿Tú puedes reccr - An n : Yo soy yo y tú eres tú. No tendré ninguna expectati va
da r la oración de la Guestalt ? de ti. Y tu no puedes tener expectativas de mi. Yo soy yo y t lÍ eres
Russ : Recuerdo la pr imera parte. tú .
Fri tz: Dísela a ella. Bill : Formidable. (Suspira.) Así es el mundo y asi fun ciona
Russ : Yo soy yo. T ú eres tú. No recuerdo mas.
Fr itz: ¿P odrías decir . no quiero re cor dar?
!e estupendamente bien.
Ann: En realidad yo no lo siento así par a mí . (Se r re.j . Se ntí
Russ: No, de hecho q uiero record ar . Bueno. (Pausa.)
Fritz: ¿Qué sientes, ah ora ?
.r que es, que sería, tú sabes. . . .
Bill: En este preciso momento no es asi par a ti. (Pausa.) ¿CÓ-
Russ: Me siento un poco tonto. ~ ~ ~ ati~~! ~
Fr itz: ¿Qué sientes tú acerc a de ella que no recuerda la or a-
! Ann : Sien to, como que tú vienes a mí y yo no he ido has ta
¡ ti. De modo que siento un a especie de expectativa, ¿sabes? ~
:ción ?
Russ : Ell a no es ton ta . ¡ Bill: TU sientes que est oy hac ien do una exigencia, dícíendc
Fritz: Cu and o tú no rec uerdas eres tont o. Cuan do ella no re- ¡ algo como: ven por aquí. .
Ann: Sí. Cuando tú dices, es grandioso que esta, hmmm, exi -
cuerda, no es tonta.
Russ: (Se rie .) En est e momen to está un poco tensa . gencia yo la. siento, tú sabes, también me gusta muchísimo. (Comien -
Fr ttz: Hmmmmhmm mmmm. za a llorar.)
Russ: Eso no ayuda mucho a la memoria. (Suspira. P ausa pro- Bill: ¿Tú me cree rías si yo dijera que ese es exactamente el
modo como me sen tí cuando, cuan do lo dije ? .
.1ongada .) Ano : Dilo. Dilo otra ve z.
Fritz: Tal vez tendrías que darle un poco de sopa de pollo Bill: Yo soy yo. (S uspira.) Y tú eres tú . (Pausa.) Y ahora no
(Risas.) pued o decir qu e eso es así, porque ha entrado acá una tenslén.
Russ : (Carraspea , pausa .) Hmm , no pued?, no puedo exp re-
Fritz: ¿Ves ? Es muy fácil repetir -una fra se e hipnotiza rse a
sarlo. ' sí mismo con la creencia de q ue la frase es una realidad.
Fr itz: (A Pe nny.) Me; est ás mir ando a mí. ¿Qué es 10 que
14Z testimonio de terapia parejas' ' 143
"
" Ann : (Ll orando.) Y o, yo sie nto que este no sentir por ti, eso Ann: Tú debieras estar- ahi cuan do me siento perdida. Pero
eú que como tú sientes 'que algo es bueno para ti y yo lo amo rtigu a- (llor a), sin m ostrarme el camino. Sólo estar ah í. No deb ieras darme
b.1, porque no pensaba igu al que tú y no te estbnulaba, ¿sabes 1,-o no dírecttvas. .:
te daba lo que querías. ¿Cómo te sen tiste cuando F:i.tz dijo ' eso. . . ? Fzitz: Esté!. es un a forma 'muy impo rtan te de mani pulacíi$n y
~ BilI : Sencillamente, hmmm, sólo una tensión aquí. Cuando me ¡. man ej o. Hacerse la nena lloricona . Me doy cuenta que éste es un o
p~ediste que lo repitiera, entonces sentí una especie de compulsión de tus roles favoritos.
a~ hacer1o. Y por lo tanto, ¿no fue verdadero!
. Ann : ¿Qué es lo que sentiste hacia mi en ese instante? . .
I An n: Hmmmmmhhmmmmm.
F::-itz: En lugar de hacerlo llorar a él, lloras tú. El llan to es
Bill: (P ausa.) YC', en ese preciso instante, ' me .senñ paciente. una forma bien conocida de agresión. Mira lo que me estás had en-
: Ann: Condescendiente. Paciente. ¿ Qué quieres de cir por pa- do, d íselo a él. Mita lo que me estás ha cien do. '
"
cíentet . ' An n : Mira lo qu e me estás haciendo. >

: Bill: No sentí 'que debieras hacer algo . Y tú sabes q ue a 've- Fritz~ De n uevo.
~!S pienso que debier as hacer algo. En ese momento no. No estaba Ann : Mira lo' qu e me est ás hacien do.
~i fa ctor " debi eras". (Peu sa.) Ahora descubriste más o menos don - Ftitz:' Más fuerte.
d~ estoy. ¿Y dónde estás tú, ahora? Ann : ¡Mir,a Jo que me est és ha ciendo!

.'
Ann: Estoy tratendc .de encontrarme a mi misma otr a v ez.
Supongo. Bueno, eso e:. pensar. ,__~ :.
Fritz: ¿Estás at1"lcada.! ,
Ann: S i, claro que lo estoy.
. t Fritz: Más fuerte.
Ann : (Ll orendo.) ¡Mira lo. que me estás ha ciendo!
. Friti:· Ah ora estás comenzando Il. comunicarte. A estas al tu-
ras, él debiera esta r sin tiénd ose culpabl e y en el fondo .del pozo.sép-

r1
': tico. ¿Verdad? .. .
Fri tz : Bien, de scribe lo que sien tes al estar atascada.
. Ann : (Pausa.) Siento que estoy como que sentada aqu í, un Bill : Nó. (Risas .)
tanto inmovilizada esperando que algo me desatasque. (Pausa.) Sien- Fritz: En tonces comienza de nuevo.
to un a sensación de ccequülec en los ojos. An n: (Riéndose.) Esto 10 h a vivido ya demasiadas veces.
F ritz: ¿Cómo te sientes atascada? Eill : Supong o que te estar ás pregunta ndo qué es lo que te es-
Ann: Siento qu e no quiero mo verme. (Pause.) S iento que no
~ dónde estoy. (P eusa.) Tamporo quiero que me lo digas tú. Quier <J
<;escubrir. . . .
I1 toy hecíendo.
Fri tz: No est ásHena uc c sus expe cta ñv es. Eres un niño muy
malo. (Risa".) Cad a unu de nosotros tiene un gu ión vita l que q uiere
- Bil1: Me siento tentado, mi tentación es de encontrá r telo o be-
cer alg o. (Pausa.)
.' F ritz: Ustedes sa ben que se pueden dist inguir, a gra ndes ras- I actualizar . A ve ces uno encuentra una persona que aparentem en te
calza bie n e~ el guión " ital y en tonces uno se casa con esta perso-
na y lue go VIene el gran momento en Qu e descub ren qu e están atas-
gos, tres categorías de hablar. Un a es el "scbre-Ismo", cuando se, ha-
bla sobr e o acerca de algo, pers onas, lo que uno siente, sin llegar ja-
más a la médula d..l asu nto. Y esto es lo que generalmente se ha ce
i n la ter apia de -grupo: Rente que se hablan entre sí. La segunda ca-
í cados el ltno con el otro. Esta idea de estar atascado es bien cono-
cida. Lo que es menos sabido es que ninguna pare ja puede fun cio-
nar bien o puede ser mejorada a men os qu e estén plenamente cons-
cientes del modo el! que est én atascados. Algunos de ustedes habrá
tegor ía no está explicita acá, pe ro constituye la base de una mal a visto la película "The w omen in the Dunes" y recordarán que mien -
comun ícacíón. Es el "debe-ismo" o el moralismo. Constantemente in- tras más empeño le ponia, m ás se en terr aba en la arena moved iza.
'sa tisfecho con 10 que se es. Debier as: ser dJferente; deb ieras hacer y hemos visto lo mism o con la gu erra en Vietna m. Mien tras m ás
este : yo d ebiera hacer esto, de biera, fi~b l.. ra , d ebiera. Y esto es Id én- nos tr ata mos de despe gar de ella, más envueltos estamos. Y yo me
tíco a las expectativas: Bsp er c que escuches mis ór denes y mis ex í- enorgull ezco 'I1e ha ber superado aquell o que Jos rusos denominan el
generes. Y la tercera es el es- ísmc o ex istencialismo. Esto es Ic que "punto enfer mo". Los r usos' han viste q ue en el cent ro de cad a ne u-
es. Una rosa es una reoS", es '.1l1a rose. Ahora estoy etascedo . Siento ~_ rpsis hay un punto enfe rmo y est én sa us íech cs de darse cuen ta qu e
que qu iero alg o de ti. Xo s~ f!U~ ha cer, Quisi~ra decirle a Fritz, .9.:1-
date al d iablo. Est oJ" aburrído. Sea 10 que fuese. Ens ayem os un po-
no pueden supe rar ese punto enfermo. As' es q ue van de jando el
punto enfermo tal cual y orga etaen las energías en torn o a J él, p ara
(:0 más en UJ, nivel m&; h('rl~3b de "debe-ísmo". Diganse el uno al sublímarlo. Yo creo que podernos a trav esa r la Impasse siempre y
otro lo que debier an ha cer y tú dile a él ló que debie ra hacer, etc. cuando pon gamos toda nuestra atenció n en el modo como estamos
144 testimonio de terapia parejas 145
atascados. Desde luego que no es ni agradabl e ni di vertido. Es mucho Frtta : ¿Y qué me dices de tus sueños nocturnos ? ¿S ueñ as en
mejor seguir jugando el juego de echarse la culpa. Uno debiera ser la noche?
distinto de como es y todo eso en lugar de darse cuenta que uno es- J enny : Si. ¿Estás preguntándome por alguna cosa que se r e-
ta atascado y descubrir cómo se eses atascado y seguir trabajando pita en mis sueños ?
desde ahí. Me gust a dar al menea una idea supernc ief de cómo us- Frítz: Sí, posibleme n te. ,
reces, personas enamoradas o casadas, est á n atasc ados el uno con J enn y: No estoy consciente de cosas repetitivas en mis s ueños,
el otro . Me gusta r ía que cada pareja t uviera la oportunidad de ve' pero sí que sueño.
m r adela nte por un os se gundos o minut os. ¿Como se Jlaman ? F ri tz: ¿Y q ué me dices tú ?
Russ: Russ . . Mark : Estaba pensando en un sueño que ella tie ne a menu-
Penny : Peno)'. do. El de la escalera sin esca lones . La figura amenazada que r esu lt ó
}o'ritz: Russ y P enny. Dile a Penny: P enoy est oy atasca do con- ser algo como el.. .
tigo. Dl1e como estas atascado con ella. -J en ny : Bueno, mis sueños gen er alm ente son de aventu ras y
Russ : ¿c..lue le diga como estoy atasca do con ella ? Estoy atas- hacer cosas , cosas un tanto angustiantes ,'
cado con tigo . ¿Cómo estoy atascado con tigo? Frí tz: Bien, gracias . Veamos la pareja siguiente .
, Frltz: Está bien. '(Rísas.) Más ade lante hablaremos de los h o- . Sylvia : Siento que ten go que in ventar cosas , No puedo pen -
yos en la personalidad. Aparentemen,te Russ no tiene oíd os. Por lo sar en nada.
tanto te voy a ayudar. Dile a ell a cómo estás atascado con ella. K en: Yo me siento atascado con tu em puj ar me a hacer cosas,
Russ : (Pausa .) . .- - a vec es con tu ag resividad, t us gene r alidades poco definidas, y con
b'ritz : Buen o, entonces dile t ú, Penny, a. él cómo estas at asca- tus exigencias.
da con él Friu: ¿Y qué hay de tus s ueños¿ ¿S ueñas en la noche? ¿T ie-
Penoy: Estoy at ascada con tigo. Eres un flojo de mierda. Es- nes pesa dill as que se r epitan ?
toy atascada con tu ocio, estoy atascada con tu grandiosida d, estoy Sy lvia : ¿Si son iguales todo el ti empo ?
ata scad a con t u motocicleta. (Risas.) • Fr'itz : S í, algo por el estilo.
Fritz: Bien, aho ra h abla t u, Rusa. Sylvia : No, son todos diferentes
Russ: Estoy atascado con t u hin ch arm e las pelotas. (Rísas.) Frttz: ¿Y t ú!
A veces "estoy atascado con tus extravagancias, estoy atascado con Ken : Solamente uno que tuve hace p oco. Era, pero se m e 01-
t u sentido práctico. . vida.
.f rltz : ¿Cómo son tus sueños? '(P ausa.) ¿Qué fu e lo que di je t Frrtz: Bien.
" Russ : No p ude escuchar. Ken : Tenía que ver con Sylvia. Estábamos t repando un a mon-
Frnz: (A Penny.) ¿Q ué fue lo que dij e ? ta ña con m i ga to (risas), y h abía una vía férrea que s ubía a la m on -
Penny : ¿Cómo son tus s ueños? taña y n o podía entender cómo podría s ubir el tren directo hacia arri -
Fritz: ¿Nos puedes decir ? ba o Estábam os b astante arriba y mi gato sa ltaba de una cornisa' ha-
,. Penny: ¿Cómo son mis sueñ os ? Son llenos de color ido y muy cia abaj o y lu ego aparecía d irectamente encfma.. . volvia a saltar
iuud cs. pa ra abajo. . .
Russ: Muy desd ibujados. Por lo gen eral no los re cuerdo. F ri tz: Bien.
Frtta: Bien, que ven ga la parej a sig uiente , . J ud y: ¿Por qué no com ienzas tú ?
Mark : ¿Quieres que yo comience? (Pausa.) Est oy atascado con Nic k: No me siento en absoluto atascado.
t us s ue ños, con t u impe tu osidad, con tus cualidades poéticas y tUS Fritz; Diselo a ella .
sueños. Nick : No m e sien to en absolu to atasca do.
Fritz: ¿Al r eferirte a sus sueños qu ier es decir sueños n octur- Judy : Bu eno, yo sí que estoy atascada.
nos o ensoñaciones? Frrta : Dile a él cómo estás atascada . "
Mark: (Pa usa .) J udy : Bueno, él sabe que estoy atascada, pero no ha y m ane-
J en ny : Estoy at ascada con que n o qui eras que ha ga ciertas ras específi cas que pueda de cirlo porque siento que él es una Perso-
cosas, con t us críticas. Estoy atascada con tus temores, estoy atas- na atascada, en el sen tido de qu e todo en él está bl oqueado. P or 10
cada con tu cons ervan tismo . tan to no puedo decir que estoy b loq ueada por ciertas cosas de él, por-
146 testimonio de terapia pareias 147

que puedo ser objetiva y deci r que me gustas, pero en n uestra re- Fritz : Bien , gracias. ¿Hay más parejas ? ¿Cuantas pa rejas Ile-
lación, es tás atascado po rque nada sale pa ra afuera . P ero si y o qui e- vamos?
ro algo siempre tengo que meter me a buscarlo yo misma. Pregunta : Yo pienso que Nick está tan acostumb rad o a .la pa -
. Fritz: ¿C6mo son tus sueños ? lab ra "atascado" y la conno tación de que estás trata ndo de . encon-
Nick: Sueño pocas veces y cuando ocurre los recuerdo en u n trar las cosas mal as en ello o las cosas equivocad as, cua ndo sabes
estado semínconsc íente. Cua ndo reci én despierto los re cuerdo con muy bien que estamos acostumbrados a esa pa labra.
nitidez, pe ro después jamás. Respuesta : Yo creo que fu e Fritz quien lo hizo. A ti-. de In-
Feitz: ¿Y tú? mediato te rechacé el que hicieras aquella fant ástica generali zación
Judy : Yo sueño mucho y el es tado de án imo es siempre el acer ca de' que las personas est án atascadas. Es como algo que has
m ismo, a pe sar de que las cir cunstancias cambian . Aparecen un os elaborado y que ha s visto en muchas parejas y por lo tanto es ver-
escena ri os m uy elaborados, pero siem p re el m ism o estado de ánimo . dadero pa ra todos y me sentí enredado en tu clis é. Puedo decir que
Feitz: Mu y bie n, gracias. rechazo algunas cosas , pero no por eso estoy atascado en ellas.
BiU: Yo siento que a veces estoy atascado con tu desconfianza. Pregunta : ¿Eso no sign ifica qu e estamos enred ados en la se-
como quien dice, con tu m odo de arruinar mi ambiente . El modo q ue mántica ?
tienes de mover las cosas, siento a veces que me tropiezo en ellas. Respuesta : Bueno, ' tal vez, tal vez. S abes que yo puedo esco-
Fr itz: ¿Y tú ? ¿Cuál es tu no mb re? ger estar atascad o y no por eso voy a estar atascad o. Qu iere decir,
. An n : Ann. Hay muchas cesas. en las que me siento ata scad.. que yo elijo, estar. (Ris as.)
contigo. Pero lo más importante es una especie de juego a que juga- Pregunta : La pa labra estar at ascado implica qu e un o se quíe-
mos y hay toda clase de CO$l\S en ti que me molestan cuando esta -
mos en esto, sabes, cosas que siento que me son impuestas ... me con-
,• re salir de ello.
Respuesta : Tal vez eso es solamente un problema semántico.
vierto en el gu ard ián de tu prisión y me convierto en la persona qu e i Pregunta: Bueno, ¿en tonces la humanidad irá a estar por mu-
en cierto sen ti do te lim ita.
Fritz: Esa es una observación interesante -yo me conv ier to
¡ cho tiempo at ascada con el matrimonio o podremos en contrar una
tnst ítucíón mejor ?
en guardián de tu prisión- 10 que de inmediato 10 hace sospechar Fritz: Díganme, ¿algunas de las parejas aqu í pr esen tes han
que ta l vez en su guión vital haya la necesidad de una cárcel. En- pens ado ir donde un consejero ma trimonial o ped id an ayud a para
lances uno escoge una persona que proveerá la prisión. Los gu iones su mattimoni o? Bueno, de se r así creo que tod o esto est á fuera de
vitales en realidad son las cosas m ás intrincadas im aginables. Es in- tie sto Uno puede hacer hasta una peHcula sob re los matrim onios,
creí b le cualqu iera de nosotros podrfa escribir todo esto en un drama s610 que, la idea cen tral es ayudar a qu e las pa rejas mu erta s mejo-
o una 'comedia sin darse cuenta que u no mismo está usando esta s ren. En todo caso lo q ue puede n hacer es tratar de mejorar su ma -
coses. tri monio fing iendo qu e no están tratando de zafarse de sus cade-
An n : Yo sueño m ucho y recuerdo mu cho. Teng o dos sueños nas. (Rísas.) Bien, veam os la próxima pareja . (Ellen y Gordon se
recurrentes. adel an tan .) Lo primero que salta a la vista aquí - y est o es 10 esen-
Fritz : ¿Y tú, Bill? cial de la Terapia Guestáltica- : lo no verbal es más impo rtar.te que
Bill : Yo sueño más ocasionalmente. Hay un especie de sueñ o 10 verbal. La s palabras engañan y persuaden ; pero la postu ra, la
repetido. Es un sueño de liberaci6n. voz, el comportamiento no verbal , es veraz. ¿Se han percatado? Lo
Fritz: Regio, bien, liberaci6n, (Risas .) Veamos la pareja si- primero es una postura cerrada. ¿Cuál es tu nombre?
g uien te. Ellen : Ellen.
Díck : L arga. Fritz: Ellen . Habrán notado que Ellen es un sistema cerrado.
J ulie : Esloy atascada con tu irritabilidad, tu impaciencia y tu
acritud cond escendiente.
, Sus piernas están cerradas, sus manos están cerradas. Muy dif ícil
comunicarse con un sistema cerrado, ¿Me ha rtas un fa vor?
Dick: Yo estoy pegado con algo así como, hmmm, como el E ll~n : Hmmmmmhmmmm.

I
modo en qu e te necesi to pa ra evitar que mi impe tuosidad llegue a Fritz: Veam os que ocurriría si te ab rie ras. ¿Cómo lo sientes ?
un extremo, en que . . , Ellen: Es más fácil.
Fritz : Necesita fre nos de pod er. Fritz: ¿Le hablarl as a Gordon para decirle cómo estás at as-
Dick : ¿Ahí es donde e-stá? (Risas.) cada con él? .

!
,
.',.
,."
testimo nio de terapia

Ellen : No lo sé. Ha c-e m ucho que veía a Gordon . Nancy : Na n cy.


Fri tz : Cardan, ¿le pod rü-s expresar a Eller. cómo est és atas' Fritz : Naney ¿Ccmen1.9.ri a."l habl ándose el une al ot ro dur an-
cado con ell a? te t-n par de minutos?
Gordon : Ahora no me stentc at ascado contigo. Irwln : Hola.
Ellen : No entendí la pala b ra que us aste. Pens éque hab ías di- Nancy: ¿Cómo estás t:í?
cho atascado v estaba tra tando de- entender-la. Iryti~ : Bte n... (Pausa.) ¿Te gustó es tar tend idos al sol ? ~:
Fritz: Atascado. A tas cado. (Ris-·u.) Nancy: F ue muy de scan sa do. Me gustó much ísimo.
Ellen: No me sien to nta5cada con Gordon, me si ent o, me sten-
Irwin : Claro. (Pausa.) Es difí cil hablarte. No sé qué decirte.
t e y o misma.
F r it z: ¿De modo q ue no h ay quej as Q~ tu m at r imor.,io? Nan cy : Bueno, tal vez no me tie n es que decir nada.
Ell en : Bueno, las ha h abido. Irw ín : Hmm, me sien to como que tuviera que est ar diciendo
alg o. Pero no sé qué decir, Huh , primera vez que te miro po'; tanto
Fritz: Pero ya no las hay.
Ellen: Bueno, porq ue no est arnos viviendo, ya no estamos vi- tiempo a los ojos, Nun ca había mi rado tus ojos por tanto ti em po. . .
vien do juntos . Fr -itz: ¡ Me podrías dar tu opinión? ¿Qué p iensas tú de 'tu ma -
t rimonio ? . ~ -
i Fritz: Entonces DO están at asced cs el \lI'">Q con el ot ro. (Risas.)
t fi t'ne n a lguna fa n t as ia' acerca de juc t a rs e nuevam ente ? Irwin : Buen o, en al gunos as pec tos cs buen o y en otro s ';no ta n
" Ellen: Al menos ye-, y.. no. . bueno Lo b ueno es que a veces ha y bastante cariño entre ncsctros.
n GS regaloneemcs Donde n o es h u b uen o, a veces, es que yo hago de
P ritz: ¿Y qué dices tú , Cordcn t
Gordon: Yo sien to q ue licy :¡1&0 in completo. Como que hem os amo )- 'e ll a de esclava.
lle gado a un acuerde de vív. r separados, pe ro aún est án los niños y • ~ri t= : Bueno, pued,;n ve r 'l uz el i \leeO perro de a rriba, perro
a ún hay, aú n hay algo q ue me j-recc a pe . c e ab aj e ( ver n ota 11, pcg 119). no eet n con finado solamen te a la
Frit z: ¿Y qué dic es tú ':' lu cha interior; mu chas VE C.;>S nos gusta proyectarlo, exteríorl-arlo y
Ell en : Bu eno yo t ara bí én estoy preocupada, pero eso no sig- en esos casos nos darn os cuen ta únicamen te del perro de arriba que
llev~mos der:tro de nosotros, pero no nos percatamos del pe-rro de
nifi ca necesariamente vol ve r a j untarnos.
F rit z:-¡ Y qué es lo q ue quieres de él? Dices que aún hay ec- aba¡o, porque el perro de ab a jo ect á siem pr e ahí.. Y víceversr.. NaO"
cy, ¿cual es tu.. . ?
ra s por d iscu tir. ¿Y cuál es tu posición ?
Ellen: Pi enso q ue podriomos discu tir m uch as cosas. P e ro c e Nancy : Bueno, creo qu e muchas veces ha go de perro c e aba-
veo, ni te ngo ningun a ex pectativa particular de m an tenerace separa- jr; ? en tonces me tor ne resentida, y en cierta medida, tamb-én me
¡;: usta hacer d e perro de arr iba ,
dos o de jun tar n os, O lo que sea. .
F ri tz: No importa q ue sea d e un e u ot ra manera . ¡No, no di- . Fritz : Ya: Ah ora cu ando tr aba jen el un o con el ot rc vernos a
sia esto, "pero"! prob ab lement e ti enes un "p ero" me tido por ah í en- Juga r algunos Juegos m atri moniales. Y nada de lo q ue diga," ser á
tomado corno evidencia" en con tr a de uno de u sted es . Esto si rmlfica
t re las ma nos .
Ellen: (S e rte ) Tal vez tú lo tienes. que si prometen algo ·o dicen algo, esto es válido ún i cam ente pa ra
F ritz : Hav des asesinos. Uno es la risa maliciosa y el atto es Ia sit uació n aq uí. Esto lo quiero afirmar porque tal vez esto movñt-
_"1 palabra "perc". Son c!.~~ asesinos sicológicos. Primero . se ~ j c e que ce sus fanta sías. P rimero vamos a [u gnr el ju ego de la evocación .
d . L uego viene el pero. ¡h oom ! Les vaya relatar una h istori a sobre Cuando nos dirigimos a una pers ona , queremos que esta person a es-
ésto , La mam á le dice a su hi ja: bueno en realidad es 'muy 1"'0, paro té <1hí; siem pre evocamos a la otra pers ona. Ya sea al de cir qüerlda ,
tiene treinta mil d ólares. y la h ija dice ; madre, tien es toda la razón n hijo de puta,_o encanto, o Jesucristo . (Risas .) Quiero que Jo ha-
Ti ene trein ta mil d ólares. pero es tan feo. [R isas .} gamos de la m anera sig ui tmte . Tú d ices el n ombre , Nancy, e- spe ras
, Frttz : Bueno, el'. est e grupo ten emos una pareja nueva y qt..ríe - un momento './ luego l o repi tes. Y tú con t u cabeza ind icas si le está
~o "ce qué pas a con las personas que n o ha n sido ini ciad ..::; en eol Ilegendo o no COI; el eclo hecho de evocar t u nom b re .
en foque rj uest ált ico. ·¡, T ornar j¡m asiento? ¿S us nombres ? Irwin: Bien. (S usptra.) Na noy. . . Nan cy . . . !Jar, e)': (¡'faus¡;.)
j rw¡ n : Irwín . Podr ido
:J"rit:!: Irw¡n . :v f:i ! cy c~ Na n.;y: ( ~~ ..:::!) .
testimonio ' de terapia oareias
150
una sensaci ón agradable de calor, un cobijarme. A veces ta mbi ér
Irwin : Pelotu da. aprecio tus ideas . ' -.
Frih:: Sigue con el nombre Nancy. Nan cy : Y yo aprecio tu tuerza y tu capacidad de dar, a veces
Irw ín : Hmmmhhrnmm. Bien . Nancy. . . Nanc y. .. Nancy. " cuando la necesito. Aprecio tu sentido del h um or . Y aprecio que tra i
Nancy . .. Nane¡ . .. ¡Nancy ! Na ncy.. . Nency . "". N~ncy. gas a casa ideas para com partirl as conm igo. Aprecio, alg o (pausa ) d.
Fr itz: Ahora invirtamos la cosa . Veamos SI tu puedes evocarlo tu espon taneid ad .
a el. . Irwin: Yo aprecio tu imprudenc ia. Ap recio el q u~ en ciert.
Nancy: Irw in . (Carraspea.) ' Irwin . . modo es t és d isp uesta a arriesgarte má s que yo. .
Fritz: (A Irwin.) P odr ías hacer movímíe ntos con la cabeza Fritz: Ya. Volv amos ahora al juego de los resentimientos. Ca
para saber. . . m iencen por el resentimiento y lo siguen po r un "d ebiera ". Detr á
Irwin : La primera vez pensé que llegaste hasta mi. La segun- de cada resen ti miento ha y una exigencia .
da vez.. . (Mueve la cabeza.) Ir wln: Hmmmhhmmmm. T ú debi eras se nti r q ue a veces t.
Nancy: Irwin . . . Irwln. .. Irwln.. ' Irwin; . ,' neces ito. Creo que a' veces ad ivinas lo que quie ro decir an tes de de
Fri tz: Cada vez que ella te lla ma, tú estás mirando para ctrc cir io o ti veces como que me facilitas el cam ino para decir lo qu·
lado. Bueno. muchas cosas están ocurriendo con sólo estos dos n<~m­ quiero decir. _
bres . ; Se pudieron da r cuenta de cuánto sintieron con ,e ste sen cillo F'ritz: ¿Po dr ías recalcar esto? Di, tú debi eras ha cer esto o aque
jueg o? Este es el mejor test de comunicación . ~hor~ luguemos el 110. Ha z tus exigencias en forma clara pa ra que ell3 sppa a qué a te
fuego de Jos resenttmíentcsy 'va s repitiend,O y comp letando la fr~se : nerse.
Irwln estoy resen tid a ccnñgc por ta l y cual cosa. De modo que Jue- Irwin : Bueno. El otro d ía, tu ve una especie de encontrón cm
guen al "pímpén" de los resentimientos . uno de los p rofeso res en la escuela . Y me estaba síntíen. lo mal DO
Irw in : Bien . (Suspir a.) Claro , estoy res entido contigo, porq ue ello: quedé ma r con él y yo estaba rese ntido. Y cuando ent r é al dar
710 manttenes la casa tan orden ada como yo quísíer a. m ltori o tú deb iste ha ber no tado que estaba dolido y de bie ras bebe
Nen cy: Yo estoy rese nti da contigo, porque quieres qu e man- respondido a mi malestar.
tenga tu casa como tu madre ma nti ene su casa. , Frita: Aho ra tú, Nancy. Dl1e en qué estás rese ntida y s tgu
Ir-wín : Hmm, yo estoy resentido conttao, porq ue a veces tu no con una exigencia.
entiendes 10 que yo estoy siutiendo. No sientes conmigo . Nency : Yo a veces est oy resentida porque me exiges tan t.
Nancy : Yo estoy r esentida contigo, porque me exiges qu e yo atención y tanto tiempo qu e no me qued a tiempo para h ace r las ca
sienta 10 mismo que tú. ses de la casa y otras cosas. Te ofendes de ma sia do. porque hago cual
Fr itz: Ven , Jo que ocurre, ell a sencillamente se va al suelo qu ier cosa que no sea estar pe ndiente de ti. Cr eo q ue está s con tent.
otra vez. Ahora haz una docena de frases de esto)' resen tida contigo, cuan do est oy ahí y en tonces pu edes Irt e tranquilo
por . . . . Fritz : Ah ora hazle la exigencia .
Nancy : Bien, cor recto. Estoy res entida contigo, porque SIemp re Irwin : Bien . Cuando estoy cerr ado, no te vengas encima .
me estás jodiendo con tus quejas. me abras a la fuer za . No me asalt es. No sé lo que pu ed es ha cer, ta
i¡ Irwin: Hmmm. .. vez dar una señal de que estás por venir a m í. En rea lida d eso no tie
I I Fritz: No, conti nú a dándonos resentimiento. ne sentido, pero. hmm, pero por Jo menos, hm mm, cuando me sien
II !' Nen cy: Oh, ¿yo? Bien. Estoy resenti da contigo, porque de al-
guna manera me hace s sentir culpable. Esto y r esentida contigo, por-
to cerrado, no te vengas encima . Cuando yo esté abie rto, entonce
ábrete tú a m í. Específicamen te, a vece s en la mañana vienes y m
que a veces no nos de dicas más tiempo a mí y a los ni ños y porque abrazas y yo me esto y sintiendo cerr ado, no me ab races cuand.

I
i
no me permites enojarme. Pero estoy r esentida con tigo, porque te
tapas los oídos con las manos cuando estoy enojad a contigo.
Fri tz: Muy bien , ahora hagamos 10 m ismo, pero con aque llo
sientas que estoy cerrado.
. Fritz: Ah ora tus exlgen ctes, Nancy.
Nancy : Hmm, no me qui ero sentir tan culpable . Y no sé s
I que ap re ciamos en el otro. eres tú quien me hace sentir culpable o soy yo misma . Pero ere,
qu e tu no me ayudas en esto. Y ta mpoco sé cómo dec irte exacta
I Irw ln: Hmm, bien. Cuando te lla mo. aprecio el que est és ahí
mente que no me hagas sentir cu lpable, porq ue eso es necio. Pe
..uando te llam o. Aprecio el que en ocasio nes me ab races y me des
1
, ro, hmm, creo que de alguna manera est ás metido en esto.

i
,"

152 testimonio de terapia parejas 153

Fritz: Bien , sigamos con el paso siguiente. El te ha ce una exi- Nancy : Me gustarla Ir al ccncíerto de la sinfónica y sé que t ú
gencia y tú le estás escupiendo. Tu estás diciendo : muy bien , si vas no q uieres ir, Vaya lla mar a algunos de m is amigos e Iré con ellos.
a estar cer rado yo voy a ve nir con un hach a y te voy a abrir a ha - Irwin : Bueno, tal vez iré con tigo. Y si la músIca no es de m I
chazos. Traten de ponerle t odo el rencor pos ible. (Risas.) gusto, te vaya hacer pasar rin mal rato. T e dIré lo mala que es y
lo m oderna qu e es y lo mi er da que es y di r é que esta música es de-
Nancy : Hmm. Bien. masiado n ueva pa ra m i y te haré sentarte misera ble . Te diré que la
Fritz : Est e es el m odo mej or de arreglar las parejas, cr éanlo.
Irwin : Claro. Est o realmente ocurrió la semana .pesada {Rl- . música es u na porquería , porque a ti te gu sta la música.
sas.) Hmm , siento ga nas de salir a caminar solo y no q u iero que me Fritz : Ahora. juguemos el juego de la obediencia . Tú hac es
acompañes. Tengo ga nas de irme a la escuela caminando solo y me un a exigencia y tú exageras la obediencia. .;
que do e n casa y ne ces ite un mom ent o de soleda d y no ve ng-as eonmí- Itwin : Acarícia m e loo pies, ¿lo h arás? '~
go . Quédate ah i do n de est ás, quéda te en el sof á. Y, hmmm , adiós. Nancy: Oh , te acaricia ré los pies. T e los acariciaré to da 'la no-
F rit z: T rata de en ojarlo. . che. 'fe los a ca riciaré 'con tanto empeñ o . .. que te d oler án . (Rísas.)
Nancy : Est oy furi os a, po rque está s ha ciendo eso Te voy a. . Fritz : Hay una exigencia. Veamos aí es capaz d e ser obed iente.
Fritz: No, no no, es o no lo Vil d enfurecer. Cuando vayas 5 010 Irwin : Bien . Cu and o rr,e sie nto mal , cuando estoy doli do, por-
a la escue la me voy a pegar a ti , . • que algo anduvo mal en la escuela, zpodrfas ven ir a m í y da rme se-
guridad?, ¿podrías de cirme que el mund o no se está cayendo.a pe-
Nancy : Clar o, me voy f. peger a ti. dazos y que todo está bien? .
Fritz: Frústralo ha sta los tuétanos.
Nancy : P uedo intentarlo. Lo puedo hacer. ¿T iene que ~~i así
Nancv : Voy a llora r, voy a llorar. Voy a tener una pat aleta . de absurdo? . .
Voy a da r sa ltos, te voy a decir que no vayas. Te voy ha cer sentirte
muy culp able .
Frltz: No, Quiero ver 51 eres ca paz d e ser coop erativa apc-v
yadora y obed iente. O si no eres más qu e una badulaque re ncorosa.
Fritz: Ah ora ella está despertando . Nan cy : Hmm, claro, p uedo acercar me, hm m, y ta l vez. . .
Nan cy: Claro, sí. (Ri sas.) Voy a dar saltos. Te voy a hacer Fr itz : Tal vez. Lo intenta ré, etc. Con oces el lenguaje t ípico de l
sentir muy culpable dicié ndote corno me dej as abandonad a y, hmmm, perro de abajo. Vaya repetir. en este contexto, el comp ortamiento
que no debie ras, que tu deber es qu edarte conmigo per ro de abajo, perro d e arriba. El perro de arriba es el matón nor-
Fritz: Muy bien . Ahora tú ha zle u na ex igencia. Y tú tr ata de mativo y ejemplar. El que le di ce al perro de abajo como debe com-
en furecerla. Vea mos cuán bueno eres pa ra esto. portarse. etc . Por lo general es directo en sus ex igencias y sus 'ór de-
Nan cy : Hm m, ve a sacar la basura. nes. El perro de abajo dice : claro qu e sf, haré lo posib le si es que
Ir-win: No, no voy a sacar la basura, te ngo que ir arriba a leer , puedo . En otras palabras, el perro de aba jo es el que por 10 gener al
y tengo mu chas cosas qu e hacer En re alidad estoy demasiado can- gana. El pe rro de arriba es el qu e controla y el per ro de abaj e es
sado. Saca tú la basura. Hmm, tengo que bajar al subterráneo para el controlado. Bien, gra cias Hasta aquí es donde quiero lle ga r con
seguir con m i escultu ra. Tengo qu e hacer a lgo más Importante que ustedes.
saca r la basura. No lo ba ré . Tú debie ras ha cer lo . Nancy : Gracias. '
Fritz: Ah ora hazle u na ex igencia. Intenta enoja rl a ot ra vez. Se Fritz: Veamos, la pareja sigu iente. ¿Sus nombres ?
da rán cuan ta que en esto de enrabiar al otro ella es m ucho me jor que Maity: Marty.
él; y al com ienzo ella era la " niña buena". y det rás de la niña bue- Sus án: S usan.
na y del buen m uchacho siempre ha y un ba dulaque rencoroso. Frit7.: Bien, ustedes dos me agradan. Veamos si podernos lle-
Irw m: A ver, ve amos, bien Maneja con cu idado. Recuerda gar a entender algo má s del rencor. Come naeremos por el ju ega de l
empu jar el embrague hasta el fon do y no te olv ides que debes an - resen tim iento Pero pri mero el juego de la evocación. (Pausa.)
d ar en cuarta y no en tercera. Te he dicho cientos de veces qu e Marty: Bien. Estoy resentido con tigo, por qu e no me das ' más
cua ndo vayas a más de ochen ta tienes que pasar a cu ar ta . libertad ytú deb ieras ser ca paz y estar d ispuesta a darme m¿s li-
7 Fritz: Ah ora te toca a ti . bertad de la que me das . .
Nancy : Bue no, entonces no sobrepasaré los cin cuenta Y as i S usa n: Yo también estoy resentida porq ue no tengo libertad.
no te nd ré que pone r la cuarta yeso te se rv irá de lección. (Rísas.I y estoy resentida por el sen timien to de culpa que tengo cuando 'me
Frít z: Bie n, aho ra he ale Ull3 ex igencia . tomo libe rtad.
154 testim onio de terapia parejas /5 5

Ma rty : Yo est oy re sen ti do cu and o te alejas. cuando te cierras Fritz: ¿Verdad ?


a m í. Cuando finges estar enojada. Susan : Verdad.
Frltz: Dile que ' debiera. Sigu e esto con debieras. Frit z: Ahora refuer za esto . Elab ora sobre ell o.
Mart y: (Suspi ra) . Tú debieras, y no debieras hacer esto . Susan : No te puedo tom ar 'e n serlo, porque t ú no quieres que
F rltz: Repítelc. te tome en serio y no deb ieras h ace r eso, b mm , no deb ieras hacer
.. Mar ty : ¿Y acaso no debieras hace r esto? eso y no debieras contar las histor ias en círculos. No debi eras de-
F r it z: Podr ías eliminar el "y ". cirme las cosas en círculos. (S usp ira.)
Marty: No debieres hacer esto . . Fritz : ¿Qué es lo que sien tes en este mom ento?
Fritz: De nuevo. Marty: Frust ración .
Marty : No debieras hacerlo . Fritz: Díselo a ella.
Fritz: Más fuerte. Marty: Siento frustración . Si en to que no puedo seguir bien
Marty : No d eb iere s hacerlo lo que me est ás tratando de deci r.
.. Fritz: Grítaselo. Frlt z: Podrías decir, por favor,
estás di cien do.
me niego a seguir lo que me
Marty: ¡No debieras hace rl o !
• Fritz: ¿No debieras hacer qué cosa? .Marty : Me n iego a seguir lo que me estás d iciendo.
.' Marty: No debíer ss , no debi eras fingir estar eno jada conmigo Frttz : De nuevo. .
cua nd o en reali dad no lo e~t~. __.. ___ __ Marty: Me nieg o a seguir 10 que me estás d iciendo.
,Frltz : Ah or a dale ti él t us resentim ientos y h az tus ex igencias Fritz : ¿Y cu ál es t u reacci ón ?
m ás explícitas. Susa n: Le creo.
Susan : Estoy re sentida con ti go, porque cu ando real men te es- F ri tz : Dile esto a él .
to v enojada con ti go, te m arch as y no escu chas, y debieras escu ch ar- Susan : Te creo. . .
m~. Pritz: Nuevame nte, y con un a voz más fuerte.
Frrtz : Dil e solamente escu ch e . escucha , escucha. Susan : Te creo porque, h mmm, 10 haces todo el t iempo. Te
Susan: Debieras escucha r . cierr as Jos oídos.
Fritz: De n uevo. F rit z: Sigue cada ur..a de t us f rases con: y te hallo r id ículo
S usan: De biera s escuchar. Susan : Te ' ha llo r idículo.
Fritz: Más fue rte. Fritz : Ya. Cada frase de ahor a en adelante. (P ausa ) '¿Q1..l e es
;1
Su san: [D eb ie r es escuchar! 10 que estás sintiendo tú; nb ore t
Ma rty: Siento que es graeícso eso que le dij iste q ue agregara
., F r it z: ¿Te das cue nta de lo que estás hac ien do con t u cara ?
Susan: No. al final de cada fr ase, que f'0Y ridíc ulo .
.. Frttz : Me R'ustaríól que verballea ras lo que veo en tu ox presíón. F'r itz : Dile est o a ella.
Dile , te desprecio . Ma rty : Sentí u n poco de bue n h umor cuando F ritz d ijo q ue
Sus an: ¿Decirle a el qu e lo de sprecio? agregaras ridícul o.
Fritz : Sí. 1 F ritz : ¿Que es lo que sientes tú , ehcra t
Susan : Te desp recie . Susa n : Q':.liero p reguntar por qué, pero no se debe preguntar
Fri t z: De nuevo." por qué, enton ces cómo , que viene a ser 10 mIsmo.
S usan: Te de sprecio. F ritz:, Pregú ntale po r qué.
F ritz: ¿Puedes sen tfrlo? Susan : ¿Por qué ? (P ausa.)
S usan: No. Fritz: ¿Qué es lo que sen ti ste en tes de querer preg untarle?
Frit z: ¿Y qué es esa sonr isa for zada que veo en ti? Ensaye- Susan: Hmm, sentí ve rdad . Se ntí que era cie rto es to de ser
m oa otra formu lación que tal vez ca lce mejor : no te pu edo tom ar , " ri dícula, que eras ridícu lo, que tú eres ridículo y tú lo sabes y por
en serio. . eso te ca usó gracia .
Susa n : No te pu edo tomar en serio. Fritz : (Pausa.) Qu is1era ensayar un juego contigo. ¿POdrías
F'rttz: De nuE'VO. ir a la puerta y representar a Crísto en la cruz" (Pausa) Ah ora an-
Susan : No te puedo tomar en serio. (Pausa.) da donde é~ y qu ítale los clavos. Sácalo de 13 cruz.
156 tes timonio de terapia parejas 157

Mar ty: Tengo una espada en el costado . Fr iU : Ahora dale órd enes : t ú deb ieras haber .. .
Susan : Yo no te clavé la espada . (Risas.) Ell en : Ahora no re cuerd o lo que le di je q ué me hacía esta r
Marty : Sácamela. . . resentida. .
Fr itz: Ahora podrías descender hasta donde nosotros, los mor- Fritz: Mu y conveniente. Y creo que estás mintiendo. '
tal es. Ellen : Creo que lo pu edo re scatar. Hmm, nunca debiste ha -
Mar ty : Si. Muy bien . blarme así, mir ándome de arrib a abajo. Debiste hab erme acep tado
Fritz : jD ónde se conocieron ? S i la vier as por primera ¿qué como t u igu al y pe rmeti rme senti r.
es lo que verí as ? Fritz: Bien , usem os esto. Ah ora dile a él: Gordon , no me ha -
Marty : Una m uchacha físicame nte int eresan te (S uspiro.) Que bIes mi rá ndome de arriba abajo.
aun no conozco, hmm, pero qu iero llegar a conocer. Ellen : No me hables j amás mirándome de ar riba aba jo.
F rtt x: Aho ra 10 sigu ien te. Parecie ra qu e no tienes ma nos. Tus F rttz : Mas fu erte.
ma nos aú n están en caden adas ent re sí. No, no . mante nlas así. Ahora Ell en : No me ha bles jamás mirándome de arriba abajo.
h ábla le as í, hazle el amor así. Ve por t i m ism o cómo se sient e si se F ri tz: Ahora di esto con todo t u cuerpo. :
está tan ce rrad o con las m anos. Ellen : ¡No me ha bles jamás mirándome de arriba abaj o!
Marty : ¿Qué. hmm , qu e te est ab a pasand o cua ndo despe rtas· Frit z: De nuevo.
te esta mañana? Parece que no te sentías muy b ien . Ellen: ¡No me hables jamás m ir ánd ome de arriba aba jo!
S usan : Me duelen las pierna s y la esp alda de la caída que su- F rit z: ¿Puedes decir esto m as desde t us t ri p as que de tu gar-
frí aye r . ga nta ?
Marty : ;.T e sorprendiste de que R uss no ap areci era hoy? . Ell en: [No me hables de arriba abajo ! ¡No lo hagas jam ás ! [No
Susan : Sí. te nas tampoco!
F rit z: Ahora haz un a ro nd a y t ócanos a al gunos de nosot ros, Fritz: Ah ora in virta mos el j uego. Tú h aces de Gordon . Hábla-
'., sí con las ma nos apr et adas ent re sí. ¿Ahora podrías abrir las m a- le a él de arriba a ab ajo. '.
n os y ver como se siente el tene r manos? Tal vez puedes man ipular Ellen: ¿Por qué siempre tienes que meterte con las cosas m ás
"a las pe rsonas así. ¿P uedes inten ta r man ipularla a ella, ah or a? difíciles qu e h ay qu e hacer en el estudio? Tú sab es, pod rías ser un
Marty : Tus m anos est án Ir-ías. buen arti sta y hacer m uchas cosas bien si no f uera porque siempre
Fritz: Dile, yo te en fríe tienes que intentar las cosas más difíciles de todas .
Susan : Yo te enfr ío. . . Fritz : Sigue adelante, dale d uro. ¡

Fritz : De n uevo. Ellen : Eres ridícu lo. Estás siempre q uejándote que no eres re -
Su san: Yo te en frío . conocido. Y tú , t ú m ismo lo imposibilitas. Siempre te est ás derrotan-
Fritz : ¿Lo puedes sentir? do a ti m ismo.
Susan : No Fr itz : Sigue dici én dole lo que debiera hacer.
Marty : (Pausa) . Yo sí. El len: De bieras q uedar te en una Sola cosa. Debieras comen-
F r itz: Bien, hasta aqu í qu iero lle gar con ustedes Ahora, Gor- zar una cosa y qued ar te con ella hasta el final, lo su ficiente com o pa-
.don y Ellen. Aú n nos queda n unos 'm inu tos. P odr ían habl arse de 10 ra logra r algo. (Pausa .) No debieras tener que sen tirte s upe rior.
que ha acontecid o desde el úl timo o el primer enc uentro que t uvie- Fritz : P od rías deci rle esto a él , y o no tengo que senti rme s u-
ron acá. pertcr .
Ellen : ¿Aquí? . ElIen : Yo n o te ngo que sentirme su pe rior.
Fritz : Eso fue h ace dos o t res día s, ¿v erdad ? Fritz: ¿Qué ocu rrir ía si no te p udieras sentir sup eríc rt ¿No
Ellen: Sí. tendr ías acas o q ue sentirte superior ? tI
Frt tz: Tú le dic es a él )' tú le dic es a ell a, lo que ocu rrió. In- Ellen : Sen cillamente me sentiría y o mism a.
: ren ten compartir sus experiencias, ¿o ya las h an d iscutido ? F ri tz: ¿Podrías ensayar esto ahora con él ? ¿Y perml urre a él
Gor don : No mucho (Pausa.) ser como es? (P au sa.)
Ell en : Buen o, re cuerdo que lueg o de decirte alg unas de las Ellen : Sí, sí.
cosas por las que estaba resent ida , me di cuen ta de q)Je eso que. me F ritz: ¿Le pu ed es decir eso a él ?
res entía . . . era yo mi sma que estaba permiti endo que esto ocur r iera.
1 ~8 testimonio de terapia I i
me moria y orgu llo 159

Ellen : Su pongo que ese es el modo como eres y por lo tanto


as í es com o debes ser.
!,, ME~IOR[A Y ORG ULLO

Fritz: ¿Lo dices en serio o es s610 para agrad arme?


Ellen : No. creo que lo digo en serio. (Pausa.) Creo que 10 di- ¡ En est e mom en to estoy escud r iñando en tre mi matenaj inte-
go en ser io porque siento, hmm, que no me imp orta ta nto a mI. lect ual para en cont r ar algo que les pueda d ar . a fin de que siga n
.( Gord on : No te cre o. Es una fa rsa , un cambio sú bito. No me t rab aj an do por su cue nta. Sé que algunos han tenido exp eriencias de
con vence. crecimiento que permanecerán con us tedes y qu e segu irán surti en do
, Fr it z: ¿ P od rí as ens ayar m i fórm ula ? Tú no calzas en m i gu ión efecto; sin embargo, me gus tarla darles algunas ideas más generales
vi~.a I. y debier as. acerca de cómo t rabajar eh ustedes m ism os y en los dem ás. Para
_ Elle n: ¿Yo? hac er es to ten emos q ue h ablar un poco más ace rca del material pro-
. Frit z: Ya . Dile : tú no calzas con mi argume nt o vital. 'Tú de- yectado. Gran p arte de lo que hay alienado en nosotros está proye c-
hieras ser esto o aquello. No sé lo que quieres de mi. ¿Cuál es el ta do, ya sea en los sueños o en el mundo. Ah ora b ien, muchas .pe r-
guión vital que tú tienes pa ra tu marido? sanas padecen de una timidez extrema {sel t-conscíousnessj .w ¿Al-
ElIen : Tú no calz as en mi gu ión vital porque, h mmm , deb ie- gu ien acá su fre de esto? (Rísas.) Bien, ¿vendrías ac á? (S e ade lan ta
ras estar d isp uesto a ser un a pa reja , compartir por igual. (Pausa ) De wn ' h ast a la sill a caliente. Es u na mu jer de 23 añ os, alta y de l-
Fritz: Mu y bi en. P u edes ah ora hac er u na fr ase con , Gord on, gada.) ,
yo ap recio esto , cua lqui er . cosa que ap recies de él. Da wn : Cuan do vine acá m e sentí m uy alta y est aba m uy pen-
Ell en : Oh, yo aprecio, h mm , el humor, el. .. diente de mí . . . , ac er ca de eso. .. Yo. . . .
Fritz: Háblale a él. Fritz : Bie n, tom a asien to .1.112.. (Indica h ac ia la silla vacla.)
Ellen : El en tusiasmo. . . Ahora representa al auditorio.
Fritz : Y dale t us resentimien tos. Dawn: (Pausa) . Er es muy grande. Hmm, en realid ad eres un
Ellen : Estoy resen ti da de no pod er en con trarme en el mundo poco torpe, Hmm. . .
del ar te creativo. Y aún esto)' re senti da . Frttz : Ah ora cámbiate de silla. Aho ra contem p la est o. ¿Alguieu
Fritz: ¿Puedes decirle que él es re sponsable de q ue tú no te se percató cuando salió adelante q ue era m uy alta ? (Se escu chan
encuentre s a ti misma? voces en desacu erdo.) Ni una sola persona. (A Dawn ] ¿No te pa-
Ellen : No, n o puedo, porque yo tampoco lo creo. rece ex tr aordinario ?
Fritz: Entonce s, ¿dónde está el resen ti m ien to ? Dawn : Hm m, es qu e cuan do un o se levanta y lus demás per-
El len : Bueno, ta l Vez (se r íe) el resent imi ento fue, se está yen- ma necen sen ta dos me sentí como en la ti erra de Lil íp ut.
do. Frlt z: ¿P erdón?
Fritz: Uh hu h. ¿Pod rías encont rar el bal an ce en tre el r esenti- D áwn : Me sentí como. qu e estaba en la ti erra de Llli p ut.
m iento y la acept ación ? Tal vez diciendo gracias . ¿Hay algo por lo Frltz: Ah, eso es d istinto. Ahora lev án tate. Ahora tú eres el
cu ál pu ed es estar agradecida? giga nte y obsérvanos a nosotros como si fu éra mos lil iputienses. (Ri-
Ell en : Claro que sí. Estoy agradecida de que, de que tuve un sas.) H áblanos.
cambio sú bito en el curso de mi vida cuando te conocí. y muchas Dawn: (Con voz grave) . Hola, allá abajo. No teman de mi.
cosas ha n sido b uenísimas. ( P ausa .) Estoy especialmente agradecida Fritz: Aún te sientes tímida.
por los niños y te ap recio por todas las pe rsonas que he conocid o. en Dawn! Sien to como q ue me estoy s uje tan do.
gran parte debido a ti. Fritz : ¿Dónde? ¿Qu é cosa ?
Fritz: Mu y bien. ¿Podrí an darse la mano? Dawn : Aquí. (Ind ica hacia su pelvis ) Siento que soy bas tan-
Ellen: Desde lu ego que sí. te fuer te, pero no dejo sa lir mi f uerza . ,.
F r itz : Muy bien. Ah or a sién tate acá. Dile a Da wn : no dejes
que salga tu fue rza .
Dawn : No dejes que 'salga t u fuerza.

16 Eri la edid6Q 8ri¡inal ap&rft e .reJ/.c01lKio lll . Su Llad uCClOfi li!.eral el conJ(:~ntf 1>
pmdlt nte de ,1 ~ c:oo tx811tradOn. (N. ~1 T-l
160 testimonio de t erapia memoria y orgullo 161

F r itz ; Ccnr ín va, dale d uro. sc t ros no lo sabemos. Que sabernos s ólo de fra gmentos. Que sabemos
Da.wn : Hm~ , ¿debo yo ser la fuerza? Soy sólo el audí torlo. de llora r y de sonreír, que sabemos de algunas faceta s de nosotros
Fritz: L lam émoslc me j or tus inhi biciones. T ú eres tus "n o". mismos, pero tú todo 10 sabes . .
Dawn : No voy a pe r mitir q ué t aIga tu fu erza . Hmm escúcha - F'ritz : Representa a la falsedad. .
" me, porque en realidad, te estoy protegiendo. ¿Qué p ens arfan ellos' Ma re k: (Suspir a) . Bue no, son rodea esos pequeños juegos fal-
. si su piera n lo que tú piensas de ti misma? (Se cam bia de sillas) sos que voy a jugar con todas sus cebeess, pero incluso pueden s íg-
Podrían llegar a tener te miedo. nificar algo. Depende de ustedes. Puede que yo sea falso, per o quíe-
Frtt a: ¿Ah ora podrías cambi ar el "ellos" 'po r " tú" y hablarles, ro que ust edes se den cuenta de que son fals os y tal vez. . . h::nm , yo
y de cirl e esto a la audiencia? mismo estoy siendo falso en este momento, por que en re alidad no
Dawn : P ue de que me lleguen a temer. sien te. . . claro, siento mu cha tensión. Quisiera re traerme en este
F rit z: De nuevo. momento. La talsedad se va retraer den tro de sí misma. (:3e rfe.)
Daw n : Puede que m e lleguen a temer. Falseda d, siento mucho temblor adentro. Me tiemblan todas las tri-
. Fritz: Ahora levánt ate y di la misma fra se como lo berta un pas o
": giga nt e. • Fritz: ¿Piensas que est e temb lor es falso?
~ , Daw n : Ust ed es real men te me tendr ían miedo. (Suspiro.) P u- Marek: No. Para la falsedad es ce verdad. Ahi cs dond~ estoy
.: di er-a ser qu e no me t uvie re n miedo. Pudieran, hrom, pudieran pe n- en est e momen to, en la falsedad. Asi que (suspira) si voy 1I ser la
.' sar que es una idea tonto. Pod r ían reírse de mí. h lsedad, entonces me siento muy fuerte.
Fri tz: Bien. R íete d e. Dawn . (Se rfe.) Mófate de el la . Fritz : Ya. Ahora det ente un momento, falsedad. Quiero que
Dawn : Eres una ni ña nocía. (pausa ) ¿Por que no puedes ser te ccnvlertas en de verdad , porque tu apoyo está en tu te mblor .
senc illamente como eres ? LPuloldes bailar tu temblor?
Fritz: Muy bien. Ahora levántate y d ínc s esto a nosotr os. Ríe- Marek: (Se pasea, moviendo los brazos.) Sí, un poco. Sí, un
te de nosotros. Dincs le n ecios que somos. poco. . . l
Dawn : T odos ustedes son basta nte necios, pe ro yo. . . yo no) Frit2:: Bueno, dev u élvete. H ábla le una vez a la falsedad.
les diría eso. No quiero ofenderlos dici éndoles eso. Marek: (Su sp íra.) Fals edad, he perdi do contacto cont igo. Me
Fcitz: Repite esto. ' gusta sent irme a mi mísmc. Síentc como me late el corazón. No
Dawn : No quiero ofenderlos diciéndoles eso. veo . . . veo un tabure te. Siento un dolc.r en mis pies por haoer sal-
Frit z: ¿Pcd rh s t-accr 10 Inv ers o? Ot éndelos :. ellos. P onlos en ta dc al ponerm e de pie. Y veo personas en la sala : Gcrdco, Ann,
la silla y ofende los. Haalos llorar a ellos. tú. Tú.
Duwn : Estú pidos; Busca ndo respuestas aqu í. Atrtvien'd o"e a Fr itz: ¿Qu é pa s ó con tu sonrisa forzad a? (Se r íe.) Ahora vol-
pensar que exist en resp uestas. T odos parecen tan estúpidos. No V2 n '
a encontrar nada así. . vió.
Mare k : Bueno, su pongo que alg') de scnrisa es posíble, ¿ver.'
Fritz: Ah,?ra dile esto mism o a los miembr~s del grupo.
. Da ~ :1 : ASI, n o van a encontrar nada. (Mira al gr upo ) Y a ún dó!d? <
estas sonri endo. (A Ma rck.) Fritz: Muy bien . ¿Te das cuen ta de lo hermoso de esta pela-
cidad ? Por un lado la falsedad y su opuesto, el ser real y aut éntico.
Marek : Peoro es toy descubriendo cosas. Y tú estás descubrien- .Bueno sigamos, pongamos tu sonrisa fingida en la silla. H áb lal e a
do muchas cosas acer ca de ti misma. Compart o much os scntímien -
tu sonrisa. ::
tos acerca de esta situ ación y :0 falsa que es. Pero es un camino muv Mar ek : Sonr isa forzad a, tú no me gustas. Det rás de elie ocul-
lar go y tal ve z éste es .uu paso. (Pausa.) No me estoy sonrie ndo. . tas tus dientes torcidos y cu ando te los arr eglaron tr ataste de sen-
Frítz: (A D awn} . i.Y cómo te sien tes ahora '! re ír . Prefer lrfa verte .::1 ti. . . pre feriría verte a ti, antes qu e lo qu e
Dawn : Hmm. .. (resolla ndo ) más pequeñ a. tu viste an tes. Era ur:a mueca. (Súbitamente explota dándole .an pun-
Frit z: Muy bien . Quis iera que t ú (indkéa a Mard:; pusieras tapié. al taburete y 'luego lanza la silla lejos.) ¡Esos mald itcs puer-
la falsedad en esa cilla. Háblale a la falsedad. cos de Hitler! (Irwín lo de tíene.)
Marek: La falsedari está sen tada en esa silla . (P ausa.) Fa lse-
Fritz: Bien, si éntate. Cierra 10s ojos :' conc éntrate -en t u res-
dad. falsedad. Te ngo que 11eg.:1:- o. sen tir esa palabra . Falsedad, tú
nos vas a decir de qué se u ·:.t :l tod o. ':"Ú lo :>'.::: ~s . Y tú <: il b~.; que no- piració n. I
J6Z testimonio de terapia mem oria y Oí g U!:O 16J
Marek: (Pausa. Marek respira profundamente.) Tengo cin co M!lTCk: l'stoy en el corredor de Uka Vit za que dis ta .tretnta
en oe "/ medio. (Llora. luego detiene el llanto.) No, no 10 puedo creer. kílómetrcs de Varsovia , Está.. . estoy en este corredor. Hay un hom-
N" qu iero volver allá. bre mu y peculiar' al ñnnl de este corredor . Está pin tando. Ned íe se
,: Fritz: Antes de volver all á, ven primero Do nosot ros. ¿Me pue- pued e acercar a él. (Dirige la mirada a Fritz.) Tú eres ese viejo,
des v er a m! ? Frit:z . .
Marek : Claro que te p uedo ver a ti. Ftitz: 'Míram e bien. ¿Soy yo _ese viejo?
Fritz: Estás... ¿realmente me ves? Marek: (Se ríe.) No. -
t. Merek: Claro que te veo. Fritz: Coloca al viejo en la silla y comp ár alo cc nmígo., ¿Cuá -
Fritz: ¿Te ves donde estás, en tiempo real ? les son la s ~emej anzas y cuá les son las diferencias ? .
Marek:(Pausa) . Claro, creo que sí. Marek: La sem ejanza es, viejo, que cuando yo tení a cin co
Fritz; Bien. Ahora cierra los ojos. Ah ora nuevamente tienes añ os y med io. . . y estás al fin al del corred or y yo me estoy acercan-
cL'1CO años y medio. "¿Qu é es -lo que e ncuentr as ah!:? do a ti. Y tú, Fritz, pa reces qu e estás al final de la avenida -de las
Mare k : (Suspira) . Eetamcaa treinta kil ómetr os de Varsovia . pers onas y tambi én me estoy acercando a ti. Tu tienes el pel o ca'
Est én quema ndo Ja ciudad . Son del partido. Hay un hombre m uy cese y él nene e! pele canoso. Tú Eres art ista y pintas con tod o lo
gord o de la Gestapo. 'I'iene el rostro grande y colorado. Me le van ta que ha ces. Eres un escultor de persona s. Y él es artista. :
en sus hombros. {Suspíra.) No, no. ' . . ' ,. Fr-ita: ¡,Y e n qué nQ5 d ífer enctamos j
Fritz: ¿Qué es lo que ·ves realmente? 'Sigue con los ojos siem- Mare k: Tu .hables. El [arn és ebr t é la boca .
pre cerrados, Esto es muy importante. .Escúchame. No tra tes de re- Fr rtz: Dile esto a él ahora .
cordar cosas. Sencillam-ente trata de tener cinco añ os y medio y di- Marek : Tú nuncas abriste la beca . Sin embargo siempre fuis-
me lo que ves, sientes y escuchas. , te tan dísttntc, porque, pintabas y es entonces cua ndo yo ccm anc é a
. Marek : (Pausa.) Te ngo cinco añ os y med io de edad. (Se r íe.) dtou jer. Tú me enseñaste a dibujar. Y supongo (d ir igiéndose a Fritz),
Estarnos j ugando en el patio con un amigo. (Sus pira.) Nos han ro- que t ú ta m bién me estás ens e ña nd o algo. (Pausa.) Uste des so n dos
d oad c. Los del partido nos roban. Los aleman es. personas diferentes .
,Fritz: ¿Los estás viendo? Fritz : ¿Te das cuenta de eso ah or9. ?
Marek: Sí, los veo. Están... Ma rek : Cl aro qu e sí.
Fritz: ¿Qué es 10 que ves ? Frttz: Bien . Ahora vuelve c onde los Alemanes. Hacia lo de-
" Marek : S OD tres. EstR.n entran do en la casa. Es una mansión sngradable.
g rand e. Ten go q ue. . . Quiero entrar y darle aviso a to<:!oo. : . bu eno, Marek: No. .
I~ sé, pero no me va n a obligar a volver a entra . allá . Lo sien to. ¡O'ritz : ¿Cuál es tu obj<?c1ón?
Ese es todo. Marek: Eso ocurrió hace ya muc ho ti empo .
Frrtz: Dime eso a mí. Fritz : Aún lo llevas a cuestas.
. Marek: No. Vamos, sí ahora esto)' en Cana dá . (Se rle.) Eso Mar ek : Y probablemente lo and e trayendo a cuestas por un
e;~ todo.
buen tiempo.
Fritz: ¿Quieres quedarte con ese recuerd o? ¿Pa ra qué nece- Fritz : ¿Podrias hab larte una vez más a ese re cuer do; Dile,
Sitas ese recuerdo? ." recuerdo, no te quiero largar. . . te ab razo 1 me aferro a ti y te llevo
Marek : P ara golpe an ne la cabeza con él. en mi regazo, día y noche.
Fritz: ¡ A qu iero más qule res golpear en Ja cabeza ? Marek: Recuerdo, te voy 8 llevar en mi regazo d ía y noche.
Marek : A todo el mundo. Y Jo acabo de hacer. (Pe use.) No, eso no es cierto. No, supong o que. . . (se ri el me estoy retr ayen-
Fritz: Vuelve a nosotros. (Marek mira alrededor' de la sala.) de en la fals edad, tal vez.
Marek : Bueno, si les parezco hostil, bueno es verdad y te ngo Fritz: Cámbiate dé asientos. Representa a ese recuerde.
• Marek: (S usp ira.) Marek, no te pued es deshacer de m i. .. yo
mucho odio. Tengo mucho odio por t",100 ustedes, perc, tal vez muo
C!1 0 amor tam b ién . No. demesiedo. P er o algo hay,
scy tú. Yo te agrado. Me hace sentirme bien. Te hago sentirte bien .
Te hace sentirte mejor que todos los demás. Tú suf riste mucho, mu-
Fritz: Bien. Cierra los cjoc. Vu elve otra vez allá. Toma tu
chacbo. Así es qu e me vaya quedar contigo. . . , pa ra todos los demás
máquina del t iempo n uevamente y vuelve a ser el niño. In cosa fue fácil. Y tú sabes qu e eso no es bueno, (Pausa.)
164 testimonio de terapia , filosoflo de lo obvio 165
Fr itz: ¿Qué está ocu rriendo ahora ? ra bien, la mente sana es una especie de edición al minuto de la rea-
Marek : Yo, hmrn, pen sé -recuerdos- ya no son imp ortantes. lidad. Pero amb os van juntos. Son idénticos, pero en una escala más
Fr ltz: Di entonces, ad iós, recuerdos. pequeña. -
Marek : Chau. (Se ríe.) La guestal t que se forma en nuestra fantasía t iene que coin-
Fritz: Nietzsche dij o en un a oportunidad, la memoria y el or- cidir con la guestalt prese nte en el mundo exterior para pod er lle-
gullo se están pele and o. La memoria decía que fu e de tal modo y gar a una conclusión que sirva para enfrentar la vida, concluir una
el orgullo sosten ía qu e era imposible que hub iera sido así. Ustedes determinada situación, et c. Cuando no' hay una conexión entre am -
verán, tomamos a la memor ia y los recuerdos como algo que pe rtene- bas, ent onces nos enfrentamos a la persona que vive constantemen-
ce al presen te. Ya sea qu e los recuerdos sean veraces o estén dis- te ya sea con expe ctaciones an astróficas o expectaciones catastr óñ -
torsio nados, nos aferramos a ellos . No los asimilam os. Los mante- cas, imaginando q ue será rico y famoso y cosas por el estiJo .. O si se
nemos como un campo de batalla o Como un a ju stificación a algo. es de esos que tienen exp ecta ciones cat astróficas se imaginará que
En realidad no los necesitamos. Creo que esto basta por hoy, será castigado, que la gente no lo querrá. Y muchas de las distorsio--
nes y las reales cat ástrofes en la vida resultan de est a falta de cene-
tatación, entre la fantasía y lo real, éste no captar el pa r ale lo entre
el mundo interno y el mundo externo.
Ahora bien, hay una región en que verdad era mente somos in-
sanos, donde tenemos una verdadera vida pri vada de alienaci ón -una
~ FILOSOFIA DE LO OBVIO vida inte rior desconectada del mundo externo-, y eso es en los sue-
ños. Los sueños aparecen como verídicos. Tan pronto com o se está
soñando se est á verdade ramente en esa situación. Uno vivencia el
Me gustarí a llama r a la Ter apia Guest áltica la filosofía de lo sue ño como si fuera la existe ncia misma -particularmente si se es
obvio. P or 10 gene ral, tomamos a lo obvio como un hecho estable- un au tofrustra dor-, entonces se sueña con pesadillas. Uno quier e en-
cido. Pero al examinar 10 obvio más detenidamente, vemos que tras carar la sit uaci ón y logr ar algo y cada vez uno se frustra a si mis-
10 que llamamos 10 obvio, hay una cantidad de pr ejuicios, fe dist or- mo. Uno se impide a sí mismo lograr lo que quiere lograr. Pero no
sionada, creencias y cosas por el estilo. Para llegar a lo obvio y pa- es esto lo que se vivencia mientras uno lo ha ce. Uno vivencia esto
ra en tender lo obvio, en pri mer lugar te nemos que captar lo obvio como si hubiera una fuerza externa que me impi de lograr ' lo que
y esto es lo más difícil. Todos queremos ser inteligentes o escon- quiero.
dernos o pretendemos ser algo que vale la pena, etc. 'Ayer comenzamos con esto de ir y venir entre el estaren con·
Ust edes ya tuvieron la opor tuni dad de darse cuenta de las tacto con el mundo ex terno y est ar en contacto con uno mis mo. Y
dificultades que tienen para tr at ar con 10 obvio. Un ne uró tico es una vez logrado el contacto con uno mismo, por lo general aparecía
sencillamente una persona que no ve lo obvio . Pero para tratar con algo sign ifica tivo. Si hay una conexión bue na y directa entre el sí
lo obvio primero hay que cap tar lo obvio. Ahora bie n, el factor más mism o y el mundo, se funciona muy bien , en ese caso nuestro po-
obvio que encon tra mos en nuestr a esfera de acci ón es el hecho de te ncial está a nuestr a díeposlc íén. uno pu ede r ecurrir a sus ' propios
que tenemos dos niveles de exist encia: un mundo interno y un mun- potenciales. Pe ro si uno no es capaz de retraers e y no puede. retraer-
'do externo. Y el mundo interno, que a me nudo es denominado la se de nt ro de uno mismo llegando solamen te hasta ese núcleo, esa
mente, parece ser algo distinto y opuesto al mundo extern o. Una parte sicótica dentro de nosotros mismos, la vida de la fa ntasía, la
de las car acterísticas de este mundo inte rno es su modo de ser homeo- computadora, lo conceptualizador , lo , explicati vo, los re cuerdos, el
pá tico. Digo qu e la mente funciona ,de un modo bomeop át ícc por lo retirarse al pasado, entonces uno nunca llega al verdadero sí mismo.
siguiente: Quie ro comprar un trozo de pan, y en lugar de dirigirme Del mis mo modo que Freud nunca llegó al sí mismo, quedándose siem-
al peletero de la acera del frente y pedirle pan , o de dirigirme al ' pre atascado en el ego. 1..0 que podemos hacer para compre nder y uti-
banco a comp rar pan , pr imero ensayo en fantasía. Y este en sayo to- lizar plen amen te nuestros sueños es comprender q ue este mundo in-
ma una fr acción de segund o. Uno r ecorre todas las posibilidades; terior de los sueños también es nuestro guión vital, es una modali-
este es el lugar a que deb o dirigi rm e para compr ar pan. Por lo tan- da d mucho más explIcita de nuestro gui ón vital. .
to, este poco de ensayo en fantasía nos aho rra mu cho trabaj o. Y ha- En nuestros sueñ os, al igu al que en la vida diaria, nos en-
bitualmente hacem os bastante de este planificar en fa nt asía. Aho- contramos y nos enfrentamos a diversas personas, sólo que la be-
,
test imonio de terapia filosofía de lo obvio ., 167
,., .
ñeae del sueño es precisamente esto, y el sueño cumple, además, mu- ser un aJcantariila o un policí a y luego súbitamente apa rece ' escon-
cbes otr as funciones fuera de ésta. Pode mos empezar con ' el he cho dido tras estas prcyeccíones un caud al de ene rgía valio sa. P odemos
d ~ que nos encon tr amos "con las personas que son los objetos del sue- 'a similarlas y reposeerla s una vez más. Ha y mu chas cosas más. en los
ñc y que cada t rozo del sueñ o, cada persona; cada cose, 'cad a estado sueños que no quiero mencionar en este momento. Hay una sí que
de ánimo, forma parte de nuestro propio yo fr accionalizado.· Esto es me parece fundamental: No hay que t rabaj ar el sue ño entero. In -
ti!'l importante que 10 vaya repetir . Tal como' estarnos hoy día , 50- cluso con toma r algun as de las part es ' del sueño e identifica rse con
~.,s personas fra ccionaIizadas, somos personas div idida s en pa rtes y ellas se está asimilando esta parte, se está creciendo y se está incre-
peda zos. Y de nada sirve analizar estas partes y pedazos _y div id ir mentando el propio potencial. Se est á comenzando a cambiar,
a¿n más. Lo que qu erernos hacer en la Terapia Guestáltica es inte- Veamos entonces, primero con un fr agmento pequeño: Haga-
gÚlr tod as las partes dispe rsas , alieriadas y desp oseídas del sí mismo mos las cuatro etapas con algunos de ustedes, con la sola idea de
y -ha cer de la persona , nuevamente; un " todo enter o. Una person a que vean por sus propios ojos qu e podem os hac er esto sís t em ática-
en ter a es una persona que funciona bien , que puede confiar en sus mente. y que algo siempre ocur rirá. ¿Hay algú n volu ntar io?
pro pios recursos y que puede reasumir su prop io crecimíe nto donde Russ: YO estaba en esta mon tañ a , parecida a las qu e hay acá
q ~ iera haya sid o q ue se quedó atascada . detrás. y había un amigo mío. un amigo íntimo y estaba e ncucltlles.
De modo que 10 que qu isiera h acer es comenzar una vez más Se veta bien , bastante bien Tenía una olla. un plat o azul y "una es·
el.! la base del trabajo de los sueños y t engo que decír esto cuando pecie de taza. todo colocado en fila .
n?s enco nt ra mos con un a persona y-_esta persona siente la ne cesidad Fritz : Bien . Ahora da ei pas o sigui en te. Relata la sección com-
de relatamos un sueño, esta pe rsona nos relatará el sueño como una pleta del sueño e-porque supongo que eso no es todo el sueñc-, pe-
h!:;tor ia.' Este es el primer paso : la htstcría. El segu ndo paso es re- ro en tie mpo presente. ;:
vivir el sueño y esto 10 - t:on seguimos med iante un cambi o gra ma tical. Ru ss: Chris está sen tado, está sentado al fre nte mio. encucl í-
En luga r de relata r una histori a, relatam os un dr ama, sencill amen- lI..s. Y al fre nte suyo veo una olla, un pla to azul r una till a. (A F rt t z.)
te cambian do el tíempo pretérito por tí empo presente. Estoy esca- ¡.S igo con el resto?
leudo una montaña . Aparece est o y aquello. El te rce r paso es ha cer Frtte : No. Qu iero que tomemos seccíones pa ra Que armes el
de, director de escena, armamos la esce na. Aquí est á la montañ a. esce nario. Haz de esto un a obra de teatro. Est e es tu esce n ar io. ¿Dón .
Aéá estoy yo. Se da n cuen ta de que poco a poco estamos constguíen- de está se n ta do él? , i.dónde"est á el plato?, etc. ¡
dó' una r epresentación del sueñ o en vívc y directo.. Y mu chas veces Rusa: Ch rls, aqu í está Cbris, aquí está el plato y estn taz a,
p ód emos recobrar gran .parte de -su nitidez original" Comenzam os 3 y al fondo están las mon tañas -y alrededor ha y algo como paja o
percatar-nos de que sornes el autor, q\le somos ta mbi én el director de pas to seco. Yo estoy aouí, mirand o. Estaba cam inand o por este se n-
eseena. Podemos prosegui r y hacer aún más. No·s conver timos no de ro Que con t in úa ~lrede ~or de- ]~ parte 'de Atrás de estas mon t añ as .
t a ~ sólo en auto r y di rector de escena, sino tambiér. sornes los acto- y lue¡:ro me detengo. "
ré.1 y toda la demás utilerfa ah í p re sente. Lue go vemos-que hay una Fritz : ¿Podr ía's hecer esto una vez más? Creo Que eres un
cahtidad de- encuentros posibl es. Oportunidades pa ra des cosas: pa- po ca flojo Le ván tate y realm en t e ponte a armar el escen ario ': mués'
U'. Integrar los con ñtctos y para reldentificarnos con las partes ulie- -tranos todo ~l drama , '
midas. Si hemos alienado partes de nosotros mism os; SI las hemos-des- Russ: El sendero . . . llega hasta acá y continúa. ..
pcsefdo . Jas re pos eemos mediante la r eídentí ñ caci éri con ell as. Es Fritz: ¿Dónde? ¿Dónde?
decir, siendo una, vez más esas partes. Tenemos que llegar a ser el Russ : ¿Perdón?_
villano y el demonio y darn os cuenta que son todas partes nuestras Fritz: Sigu e por el sendero.
proyecta das. Russ: Te veo m ás ta rje, Chris
'. : y así lle gamos, por primera ve z, ala noción de proyección. La Frtta: Bien .
proyección es la deeposesíó n de un a parte de nosotros 'mismos que Russ: ' Ahí está nuevamente. (Camina en círculo y se detiene
lu ego aparece en el mundo externo, en n uestro mund o pe rsonal , y ," ". fren te a la silla calíente.I
deja de ser parte nu estra. Ahora bten. la .repc sesté n de muchas de . lt'ritz : Ahora no rr.e mires a mí. Tú prod uces y le ha blas a los
estas partes es desagradab le. No n ce go.Jsta acepta. que sc mo s una d istin tos actores. Ah ore tú eres el productor.
alcantarflla o un polici:i."A(4t:.í es donde aparece el momen to de apren- Russ : (Se enc oge de homb ros .' Bu eno, ¿q ué está pasando aquí?
der a sufr-ir . H ay q ue su fru pJ memento ante la idea que podam os -. , Que son: estas- cosas? La olla , el pla to r 1:1 taza. ¿Que estás bacíen-

't , ..
168 testimonio de terapia íilosofía de lo obvio 169
do ? (P asa a se r Chris.) Mira esto . (Toma los platos y empieza a mo- Fritz: ¿Viste ? No interpretaste y algo se dej ó ver.
verlos de un la do a ot ro como en un jueg o de m alabarista de mos-
t rand o con un velozmov ímtento de las manos ) Mir a esto. ¿Qué Russ: Russ está caminando sobre mí, pero se detuvo. Ahora
está con Chrís. Aún está sobre mí. .
crees que hay debajo de esta oll a ? El plato azul. ¿Qu e crees que
Fri ~z.: Bien: . Ah ora tenemos un encuentro def inido que po-
hay deba jo de est e plato azul? La olla.
Fritz: Muy bien . Ah ora convié rtete en los d istin tos act ores. Tú dem os utilizar. Si éntate aquí. Inter rumpimos el sueño pa ra ha cer
te to rnas en tu amigo, tú eres el plato, tú eres el sende ro. Y si te un encuentro. Tú eres el sendero, ahí está Russ. (In dica hacia la
sill a va cía) Y ambos se hablan . Escribe el gu ión. '.
resulta dificil puedes empez ar diciendo: Si yo fuera un sendero ten-
dría este tipo de ex ist enci a. Una advertencia. Hay sólo un gran error Rusa : Yo sé que me estás caminan do por encima . No .er es de l
que se puede come ter. Yeso ce interpretar . Si empiezas a interpretar todo ma lo. Pero tus botas son más pe sadas que la mayoría: '
est és pe rdido. Conviertes esto en un juego intele ct ual freudiano y (Como Chris): Bueno, creo que tienen que ser así, para te-
en el m ejor de los casos podrás ar chiva r algu nas introspecciones muy ne r una buena tracción.
I
interesantes en tu archivador in te lectual, asegurándote así que na - ( R u sa) : Tú me desgastas. Has estado cam inando m uchísimo
j a de ve rdad ocurra. No interpretes, sólo sé esa cosa, conviértete en por en ci?"la de m I con esas botas pesa das. ¿Po r qué no te bajas?
ese plato, esa olla, sé ese amigo tu yo. . ;.Por que no te quitas de en cima ? ¡.P ara qué necesitas un.rmald ítc
Russ: Chris, mir a esto R1.1SS. ¿Ves lo que pueda hacer? Vea- sendero? Mie rda. si no me necesitas. Tienes tus grandes bot as, l ár -
mas si me puedes seguir. Es difícJl. gate a hacer tus cosas.
n
Frrtz: Por ejem plo ahora,' si ya estuviér amos trabajan do en el (Chr ls) : Si me salgo de ti , sendero, me pued o ex tra viar . Me
yo le dir ía, ah ora da te vuelta. . . puedo caer . Tú eres seguro. Eres parejo, todo está a rreglado. Otra
Russ : ¿Quieres deci r, ahora? persona ha pasad o por ti y, como te d ije, me podría e xtr av iar.
Fritz : Date vuelta . Sé el mism o ti po, y re pres enta esto para . Frit z: Muy bien. Quiero interrumpir aquí. Te fi jast e qu e ya
el auditorio . esta em pezando a ocur rir alzo. Sientes que se te están r emoviendo
Russ: (Al grupo.) Miren esto. Veamos si me pu eden seguir. algu nas cosas.
Es muy rápido. Ah ora, ¿qué es lo que se im aginan que hay debajo Russ : Claro que sí.
de esta olla ? El plato, ¿verda d ? Bien, ¿aho ra qu é se imaginan que Fritz: Nos aproxima mos a un pe queño segmento de un sueño
hay debaj o del plato? La olla. ¿Qué se imaginan que hay deba jo de y lo trabajam os. En r ealidad yo creo que si uno toma un sueño y
la olla ? El plat o, todo al mismo tiempo. ' lo. trabaj a en su totaUdad , esa es toda la terapia que se necesita.
Fritz; ¿Se han fija do en lo distinto que se comporta hoy en Só lo q ue por lo general ocurre que una vez qu e uno est é desa r re,
comparación con 10 tímido que era ayer ? ¿Te sientes cómodo en ese lIando su pe rs onali dad , sur ge otro sueño que le está da r.do otro
rol? mensa je existen cial Esto es para mí el significado del sueño: un
Russ: Me sie nto cómodo '/ end emon íadamen te evasivo también . mensaje ex istencial. No es ún icamente una situación Incon clu sa, no
Fritz: Bien. Ahora sé esa otra cosa diferente. Sé el sendero. es un problema del 'momento, no es solam ente un síntoma o una
Ru ss: Bu eno. (Pausa.) Yo soy el se nde ro. formación de ca r~cter. Incluye la existencia total de la pe rs ona ,
Fritz: ¿Cuá l es tu objetivo. sendero? ¿Cu ál es tu forma 'j compromete el gu i ón vita l en su totalidad. Bien, vea mos ot r a per-
j u condición ? , sona. (Ann se adelanta a la silla caliente.) ¿Cuá l es tu nombre ?
¡ Russ: Soy un sendero. Esto y en esta montaña. Soy un sende- A.nn; Ann . Este es un sueño que tengo a menudo con algu-
ro agr..dable. Es cómodo. No soy demasiado dif ícil para caminar . nas va r raciones y no es. . .
;I Fritz : Di est o de nuevo. Fritz: P ermite que te inter ru mpa . Estos son los sueños más
. Russ: No soy demas iado d iiíci l de andar. (Pausa.) Te ngo her- im portantes y aqu¡ te ngo una posición enterame nte diferente a la
mosos paisa jes alrededor mío. Llevo a lugares hermosos, ha y al- de Freud. Fr eud vio la re pe tición compulsiva - la necesída-t de r e-
'gunos lugares donde acam par . Voy, hmm, a la cumbre de la mon- petir algo, una y otra vez-, y concl uyó que era funci ón del instinto
taña. Las pers onas caminan sobre mí hasta la cumbre. de 1:1 m uerte. Yo creo que estos sueñ os repetitivos son un intento
Fritz: Di esto de n uevo. de lle g~r a una solución, de conclu ir al eo. Tenemos que remover
Russ : Las personas caminan sobre mí hasta la cumbre. (Pause.) el obstaculo para que la persona pueda concluir la sí tuacíé n, ce-
Eso me dolió. rrar la guestalt y segui r ad elante a un desarrollo mayor. Y pueden
· 170 testimonio de terapia 171

tener la seguridad de que donde hay un sueño repeti ti vo está en ra ellos donde comer, salas de baño, un lugar para sentarse y esta r
juego un asunt o exist encial muy importante. . cómodos. ,
Ann: Voy de viaje en un tren con un grupo de personas. To- Fritz: Bien . Usemos est o pa ra un enc uentro. Siéntate aquí.
dos vamo s a alguna par te, pero no se adónde . Nos detenem os en un a Tú eres Ann y esta es la estación. Háblense entre sí. Supongo que
es tación y yo me se paro del grupo . P or lo general, mi marido for- ya se habrán fijado lo mucho de la personalida d que reflejan las
ma pa rte de l grupo y ta mbién me se pa ro de él. El se dirige a ot ra diversas esencias. Yo no los llamo símbolos, son esencias de la pe r-
parte. Yo tom o un tren por mi cuenta. Sú bitamente me doy cuenta sonalidad.
que h e olvidado cuál es mi destino . Al t ratar de or ientar me me doy Ann : He llegado hasta ti , estación, y me he deten ido' aquí con
cue nta q ue tampoco recuerdo d ónde he estarl o, de modo que tam- el grupo, pero no he en trado. (Se enjuga los ojos.) Podría encon-
poco me puedo ortentar mira ndo hacia atrás. trar algú n consuelo (llorando) o alguien que se ocupara de mí.
o Fri tz: Bien. Come ncemos por el princip io. Ya te saltaste el (Estaci ón) : ¿Por qué no qu isis te entrar? ¿Por qué no te de-
pri me r paso, rel ataste el sue ño en tie m po prese nte . Ahora arma la tu viste y te sentaste a comer algo y a descan sar un poco' antes de
escen a . prosfguir ? Para eso son las estaciones. ,
Ann : Voy viajando en un tren con un gru po de gente. En (Ann) : Tengo un poco de mie do de detenerme y de sent ir-
realidad no sé. . . No siento a estas pe rsonas como ami gas o enemi- me cómoda. Siento qu e ten go que seguir adelante, aunque no se pa
gas O extrañas ni nada en particular . Sencillamente vam os ' todos adónde voy. .
juntos. Seguimos los movimientos del tren con uri sua ve vaivén . (Estación) : ¿Por qué lo haces? . . no tiene nin gún sentido el
(Pausa y se mece.) No siento que nos estemos comunicando o qu e que sigas viajando, tomando otro tren y luego ba jándote en al gu na
vayamos a algu na parte en particula r. Sencillamente nos movemos parte y ni siquiera sabes dón de ha s estado ni adónde vas o . . tienes
Llegarnos a esta estación y el grupo se d ispersa. Nos bajamos del amigos aquí y los dej as at rás.
tren . Frrtz: Bueno , aqu í ya pueden ver como surge un mensaje exis-
Fritz: ¿Ahora pod ría s hac er las ve ces de directo r y decirle a tencial. Dejémoslo ha st a aquí. Gracias Ann.
cada uno exactamen te 10 que tie ne que ha cer ? Noto Que aún est ás
ahí sentad a y que no te estás ba jando del tren y no est ás comenzan -
do a ccmun ícarte.
Ann : Muy bien . Ahora nos bajamos del tre n. Entramos en
una ~ ra n ~stación con enormes pilastras, una de esas esta ciones de EL SUE.''lO DE :I1ADELINE
granito grrs con enorm es pilares. Y no entramos en ninguna de sus
s~ las . Como q ue nos quedamos de pie en el vestfb ulo, j unto a las
pilastras. ~ yo estoy muy cerca de un o de los pilares y no le habl o
a nadie. SIento que el grupo está aquí, pero, hrom, no estamos co- Cua ndo por pri mera vez me apa rté de Freud y el sicoanális is
nectados. escribí un libro titulado Ego, Hunger and Agression (Ego Hambr~
Fritz: Muy bien . ¿Te puedo suge rir qu e escojas el pilar? Re- y Agresión) . En él in troduje ]0 q ue yo lla ma ria tres nuev~s teorías
presenta al pilar y representa la estación. ¿Si tú fueras un pilar, básicas: la teoría del darse cuenta (awareness), la te oría del yo y la
. qué ti po de existencia tendrfas ? teoría de la agresión . Ah ora ustedes saben que hoy en dfa la te oría
Ano: Ser uno de los pilares de esta en orme y anti gua esta'· de l darse cuenta es ampliamente aceptada bajo dife ren tes rótulos :
gru pos de enc ue ntro, expansión de la concien cia, etc. Toda la onda
ción, veo que hay muchas personas que vienen y se van. Algunos
d~ 1 da rse cuen ta se está ponie ndo de moda en los Estados Unidos. Por
parecen sabe r adónde van y otros se quedan cerca de mí para que ejemp lo, la agresión en. pe queñ as dosis es aceptada ahora como algo
les dé apoyo. (Comienza a llorar.) no ~e cesari amente mal o, sino como una fu nción del organismo. En
Fritz: Algo está ocurrien do. Ahora representa a la esta ción. ... ~~ .
particular el papel de los die ntes y Ie, asimilación. La agresión mu-
An n: Soy una vieja y sólida estación de fer roca rril. Muchas chas veces se e-quipara con la hostilidad y cosas por el estil o. No
personas pas an a través de mí . .. y doy alguna comod idad . Una es- Quiero adentrarme en los detalles de la teoría, sólo qu iero rnencío-
pecie de lugar para las pe rsonas cuando están un poco. . . cuando se na.r qu e esta agresión es ne cesari a pa ra asimilar al mun do. Si no
detienen o cuando van a alguna parte. Si quiere n entrar, tengo pa- estm ítemos lo que está disponib le, no podemos hace rlo parte de no-
172 testimonio dt .¡:c;.~'''a pl''
_ ; ~e r. o de maddi,,: aJ
... ~

e
de pele O:>CUT9 .) E..ta V"::-. '~lli~:.) que :~:l ' 10 posible vuelvas cada vez
a tu vivencia. :En vete me-cen-o, ~qlj,¡; ~~ Ic que sientes ahora~
Mad,dine: H~•. . .
Yr itz: Est á:> 5inti~ :.d j ::\r;:1 esí. " M,:.r..: f>n te ron l'jf'~ y o ído s bien
ebtertos." Cada un a de !:¡~ scüales tecerae'S c ue tomarla an cuenta.
Madelíne : Siento ':..;a 'l.a:: {~e 'i~litanne Ics ~él.pató3. (Se rf e.) -Síen-
-! '> que tengo que F.cr rol') d a~'1\ cuando rel at e mi sueño.
Frit:c; Eíen, -
Madeline: Hmm, e! sue ñe ¡¡U D. tuve lo soñé cuando en; muy
joven, tal vez ter.. :lrb ~;;hn eñoa, e i:1c1u:-lo últim amente lo he .exp e-
¡ : r.': 'L ~ -ldo. E,:. t,>y -:!e píe en 1:. plava. La playa e... suave y arenosa y
hey trozos d~ -aadera a mi etr ..-deoo r. Al trente mí o hay un lal:o qu e
0:1" un cir culo cas¡ ~If~et,) . Dt's¿e donde estoy no.veo e l otro ex iremo
del lago, pero sé que el lago czte es IOLlY redondo e ta l vez Io des-
ct.lh.·,·, m ás tarde . Pero sten cc que ..:s m...y r edondo, muy circular y
.. 113 orilla:> SOA l!l ill .J;'I ol: .,.j s S. !:~. un t;l ~oJ muy suave y la luz e', her-
1tIt;'.$~i.m.1_ No está ('1 scl, ¡.cr.-. ::~ cicle ~tá m l.!Y hriltan te.
Fritz: Y a . T C:l!:oajer.'>''''s ... :~ rJ ';;'~:J el s ueño. Sé el.Jago. y ; lago,
. uootame t:,.¡ Hstcría. :J
1.1:ic eli!"".e: Hmm, :a ; ~':;; , :._1 1.1 1-:: ': ':' '1Ut:: t .: enez,te m i hís t c.:.·ia?
!-'Ti!z: S~ e l Ligo :: '~'.:t:-,;: ;,.J": #: tu ~u';:"'r.iól,
Ma deline : Scy u n 1.;,'.:"0 ::;1': -1-:. .:.1·:) M~"'; Úf:::-. ~t' , s ien te CO~'J q ue
soy Uf: lago pcr tectc . Yo, mi lagu::. f>~ r:::- cI;'T buena y suave de tocar.
~''ritz : ¿A cuí én 1<: eerés k .b·,.:i.r.:to?
Madehne. A mí rr.it:n:~.
lo'ritz: A hora tu ,;::lDe.: : ~. tc rcer.; iey en t er-ap ia Gr.estilUc;l..
H:'.:,!z a Ioa dem ás lo que re hw..' Cr. ~ í.i r.:l¡~m ::l . H áb'anos <:. no-otros.
?..la ~ e~~e: l:IriuP-.. . . . .
E'rit2: T ú eres el Ia r o.
Marl..H~(: ; Yo soy el lag: . .\ cs le des les ·. eU.c.':Il·;:" eritlat en
n::, e l'. mi 13C('\ , en cate IaC~' porque ' \: !O muy hermoso y el aj ~ua es
muy. . . · .' . . .
:::'zitz · La ~·:s1,; :\~ ley de b t~ ~·1I. p ¡;¡ Gl.OudJti;:: , no ¿ig;!.S "~t"
co.n-cai iU '~l~U. , :Ü !<:(, ln r-m ln¡¡d :>, di yo u oí:. (Vez nota 7, pf.:.t:. 46)
Madelín c: Hmm. .. (SE. mueve un poco.) . '.
Frit::': E r::':.·¡;-'l notado que me es:~:'y poniendo Jnl;~' ofi:;:l~so.
. Ma.d e l!~:~ : Les ::;i1.Ü;;.rl:1 me terse ¿~~~r'''' de mi. P uede n nadar
con lod a : fC1cilj1 a(~ y ro j .~ ~; r...:3<I f:;.;:C'iCt r -n :1''1 fondo . Ten go el ' fondc
de arena PUI'i:. Y '_·I:e r:¿c!: ~?,Uell {.l me cUo :!e rd lago h:.ty ui.1. so¡·~
pr~s.• . H:;y alg,;. que :.l'it,-~: LS c:;: ~;i:'t!'r.. y puede q ue les a ten:.i:r ice o
r' I{.~ ~ gustar~-es- n·h¡d'~ ~; llr.·-" p Hi) h'lY t lg(l justo íÜ nleCio rdo, en
el '¡ ¡; ~ '" que E'.'i &lUr ·e:ó ·Pofi(.. T{ ~· .. t'a ll¿ f!U::' .ti eJi:o tie:"~i1 que ' n..da r
t;o rp-m2r. No E ~ "'f: ~Itd "' ~a o.. . ~ni.\ . H~f;, hw~ntt> vale la pena nad..: hu .
~ :. Ft !~3 p:lftl. vr:cJo. (Se ":1".) " . •
l''rit :c. ¿,V er " lo'"?
.
,
.

/].1 testi monio ' de "terapia 5fieliú de -rnadeíine / 75


<. Mfidcllnc : Vp.rme. · (se r fe.) tr c. No sé por qué, per o a veces no t e puede llegar a be berla, vienen
lo'ritz: Di esto al g:'1JpO nuevamen te. a b eb~rla •. llegall todos alegres- y 3onten tos y luego están n adando y
Madeline : Vale la pena n adar dentro de m' o tomar un bote, la qlUer~n beber y n o p ueden. Yo n o me puedo inclin ar ha c-a us-
pe ro no un bote a motor. ' ted es. S olo p ued o seguir vertien do mi agua y deseando qu e puedan
~; Fr itz: ¿A quién le vale la pena ? . Jtegar a be berla. . . I
Mad el1ne : Hmm, ¿a ti te vale la pen a?
Fri:z: ¿A quién le vale la pena? Dices vale la pena. F ritz : Dinos esta última fra~e otra vez .
Madeline : ¡':l. • • vale la pena. . : . . Ma.deUne: No 'pued o Inctina rme y darles agua. S ólo p uede se.
í"ritz: No digas vele la pe na , Prueba de usar "yo". "Yo" val- gurr ve~tIendo ~ agua y desean do q ue ve ngan a beberla. S ólo pue-
do segUIr ve rtiendola. . .
go la pena. ' '
I Madelíue: Yo sO~'. Yo valgo la pena, el qu e naden o toruen \IT.
el agua;
F rite : B ien. Ahora represent a al agua . Cu én ta nos. Ah ora eres
b c~;e p 8.rP. n egar a ' ver lo que h ay en el medio del lago, porq ue 'Os
um sorpresa. Mad eline: ¿En el j arro ?
Fritz: ¿Ea unasorpresa? F ritz : S!; el egua en el ja rro. ¿ ~ uál es tu guión? , Cuá l es t u
histo ria , agua ? '
.. Madeline: Hmm .· So y uwi' sorpresa. · .S~ embargo, pu ed e que
no resuelv an la sorp resa. Es ,un, tengo en . . . el medio de mi lago, Madelíne : No sé much o acerca d ~ mí mism a. (P ausa com íen -
tengo una esta tu a. Es un muchachito..que está vernendc ag;u á~- -. . , pe- za a Il'Jrar.) .S alg o. No sé cómo sa lgo, pero sé que soy buena , eso es to-
ro 'mu ches person as.. . cuando voy s l Icgo y vuelv e a be ber el agua, do lo qt..u;- se. l\-~e gustaría q ue me bebi eran, porque sé que SO) bue-
rnf despie rte, as í que tal vez . . . . - . - na: No se de donde vengo.. . est oy en ese ferrón eno rme. Es un ja -
l' Friti: : Espera. Detente aq uí. ' C.~nl\ t un ojea. Continúa SOlían- rran negro. '· .
d o. El despertar es un hcrmoso truco p ara Int errumpir la solución F ri tz: Ah ora levántate . D ín os esto a cada uno de nosc tror. An -
de; sueño. da a cada un o y dile esto .mísmc. Tú eres el agua .
I...t adeUne: La.. . Madeline : (L lorand o y solloz an do) . Soy agua en un jr.rro y
F ritz: Voiviste ac~ a nosotros, ¿v cr d3.d ! ¡.Seguiste soñando? no sé de dó~ d~ proven go. P ero sé q ue soy buen a pa ra be ber. SO)'
Madeline : ¿El m ismo sueño? T ornó mucho tiempo antes de vol- agu a en u n Jarro.
v er al su eño. Vi las luces en mis ci oa y una sensación de, de esta r Fritz : Ahora usa t us prop ias pelaor as.
muy ocupada. Madeline : P arezco agua y me dicen agua y estoy ahí en el je-
F ritz : Gesticu la CC;~ esto. rr~. Y no ha y atngún hoy o en ct jar ro. No sé de dónde, n ad ie, estoy
Madeline : Muy ocupada. (Muev e los brazos j . se ríe.) ahí todo el tiempo. Me estoy saliendo, y quisiera que me bebieran
Fritz : Báilalo. (H ac e una danza m ovien do los brazos.) M UJ" Fritz: Sigue al ot ro. .
btrn. Ahora veamos el cuento de l a figura d e la estatua. Ahora tu. Madeline: Estoy 11M ' y soy bl a nc a y pura y si me preguntas de
erea la estatua. • d~nde p rovengo no te ,sabré responder. Pero es un m ilagro, sie mp re
Madelinc : Yo soy un a es tatua en el medie del lago. VIerto, s?lo para que .tu .m ~ bebas. Tlem:s que salirte del ag ua y ven ir
Frit z : ¿A quién Ie está s hablando ? . a m í. (S igue con la eigutente per sona , llorand o.) Yo estoy en un ja rro
Madelíne: Estab a tratando de h ablarle a Helen . (Se ríe .) Soy y. no se de donde proven go, pero estoy .vert íendo todo el ti em po y
de material gris y de líneas m ás o menos clásicas. Me veo cerno la t u ti enes que beberme, h as ta la última gota. '
m..yoria d e Ias es ta t uas de muchachitos. Y tengo. un jarro en los Frttz: ¿/4J101 a que te est ás hacien do a ti misma ?
nrnzos. B:; un j arro que tiene un cuello angosto y es grande abajo. Medetíne : Me estoy suje tando .
y 10 sostengo, y :1 pesar de qu e est oy en el egua, Ic vierto, y víerto li'r itz : Házmelo a mi. (Ella 'la hasta él y le frot a los brazos.)
agua en este lag o. No s~ de dónde previene, pero est a agua es ext re- Bien , aho ra siéntate. ¿Qué es lo qu e vivencia s ahor a ? ",, ' .
msdamen te pura y rea lmente se beneficiarían si bebieran de esta ;:~';' - Madeline : Síeríto que he descub ierto aíg o.:
ague. Se senttr ícn muy bien, porquc tendrían fuera de sus cuerpos a Frttz : ¿Si ? , Qué cosa?
es -e agua del la ~o en el qne estoy metido. Y el agua es re almente Madeline: y " antes pensaba qu e los sueñ es, pensaba q ue el
buen s fuera de sus cuerpos. Pero, tambi';u _qu íerc que b eban del agua .en. el jarro era la esptrítuelldad .
agua que tengo en mi jerrc, porque 1~3 h ará sent irse b ien por den - Fritz: Mmmrnhhmm .
,.
,
<
I

176 testimonio de terapia todo es darse cuenta 177


,
Madeline: La hermosura de, del nacimiento y . . . es un misterio
d arse cuenta siempre está concatenado con Ie experiencia de l F'resen·
tan grande para mí, la hermosura de la vida y pensaba que el jarro te . No es posible estar dándonos cuenta ' del pasado y no podemos
era un secreto y que yo no era lo suficienteme nte alta como para
darnos cuenta del futuro. Nos damos cuenta de recuer dos, nos damos
alcanzar y beber de su agua. P or eso despe r té. Cuando era aú n muy
cue nta de las anticipaciones y de los planes para el fu turo; pero nos
pequeña esto no me m olestaba. Me conten ta ba con nadar. No me
damos cuen ta aq uí y aho ra : son una parte del proceso del; darse
import aba no beber del agua y despertaba. Per o a med ida que iba cue nta. .
crecien do me iba sintiendo más y más res entida de no poder beber
el agua . . . El darse cuenta decisivo es darse cuenta de la peculiaridad de
Frrta: Muy bien . Hasta aquí qu iero Uegarl Viero n que hicimos cada uno de nosotros. Nos vivenciamos a nosotros mismos como algo
lo mismo. Nada de interpretaciones. Tú sabes todo; sab es m ucho único, llá me se a esto alma, personalidad o esencia. Y también nos
mas que yo ~; lo ún ico que consegui ría con m is interpre ta ciones se ria damos cuen ta de que en todo momento estamos dándonos cuenta de
desviarte . Es sencillamen te cuesti ón de aprender, de descu brir el ver- algo düerente. De modo que siempre trat amos de captar y descubrir,
dadero si mismo. y siem pre empeza mos en Terapia GuestálUca con la idea : ¿dónde es-
tás tú ? ¿dónde estás en el tiempo? ¿dónde estás en el espacio? ¿Es-
t ás todo -ahí o estás en casa atendiendo al gún asun to inconcluso y
dónde estás en tu darte cuenta ? ¿Estás en con tacto con el mu nd o, es-
tás en contacto contigo mismo, estás en contacto con tu zona med ia, la
r vida de fantasia que interfiere con estar completamente en con tacte
TODO ES UN PROCESO DE DARSE CUENTA contigo mismo o con el mundo ? f;
Al estar en contacto con el m undo, entonces algo ocurre . Lo
que nos hace estar en contacto con el m undo es la guestalt surgente,
Bue no, creo que ha llegado el mome nto de j untar todos los la necesidad emergente y la situación emerge nte in conclusa. Si po-
Pedazos y ver si pod emos lograr un centro para nuestro enfoque. demos enfr en ta r . esa situación, buscam os apoyo, algo o algu ien en
y el cen tro bás ico desde luego es unificar el mundo ente ro en uno qu ien apoyarnos. Ese apoyo se puede conseguir manipulando el am-
solo. Se pu ede hacer esto con ay uda de la religión, diciendo que todo biente, pidiendo ayuda a gritos, haciéndose el indefenso, r epresen tan-
ha sido creado por Dios. Pero uno se queda con la dicotom ía entre do a un nene Ilcr tcón, o controlando al mundo. También se puede
Dios y el mundo, y la duda de si Di os hizo al mundo o el mundo hizo conse gui r el apoyo dentro de nosotros mismos, nos retraemos -den tro
a Dios. Sin em bargo. si consid erarnos las tres dimensiones posibles de nosotr os mismos para encontrar este apoyo. Y cuando nos retrae-
-c-extens í én, duración y darse cuenta {ewerenessj -c- entonces pode - mos siempre encontramos algo. Puede qu e en contremos ap oyo en
mos decir qu e t odo es un proc eso del da rse cue nta . Aún tenemos nuestro yo mismo, o puede q ue encontremos apoyo ún icamente del
cierta dificulta d pa ra 'a tri buirle a la materi a una capaci da d de darse apoyo de n uestra vida de fantasía. Este apoyo tiene qu e ser exam í-
cuen ta, Tan acostu mbrados estamos a creer que el da rse cuenta se nado rigu r osam ente ya que puede tr at arse de una expectación ca-
concen tra en los sesos. Es difí cil en . un comienzo imaginar que el tastrófica. P uede que este apoyo nos esté diciendo: no en frentes la
mundo entero tie ne esta ca pacidad de da rs e cuen ta. Cada día hay situación, puede ser peligrosa. O puede 'd ecir también: claro qu e sí,
m ás prueb as cien tíficas de esto. lárga te: será el paraís o. . ,
Por lo tanto, tod o es un proceso de darse cuenta. Comencemos Un mundo de estúpidos. Pero en cada caso, en es te Ir y venir
, d e ahí. Yo me doy cuenta. Tú te da s cuenta. La silla en q ue estoy entre el enfrentarse y el buscar apoyo pa ra encarar, estamos comen-
" sen tado se d a cuenta ; aunque ta l vez en una fr acci ón de un billoné- zando a movilizar nuestro propio potencial. Yo diría qu e en una sola
simo de billonésimo de unidades de darse cuenta. Pero estoy seguro frase, esta sería toda nues tra teoría y nuestro enfoque. Y tal como lo
que el darse cuenta está ahí. Tan pronto como aceptam os esto ce- dij e antes, creo que no hay mejor manera de llegar a comprender la
mie nz.a a derrum bars e otra importante d icotomia entre lo objetivo zona me dia, el fa ctor perturba dor, que el sueño. De modo que siempr e
y lo subjetivo. Lo subjetivo es siempre da rse cuenta y lo ob jetivo es trabajamos en torno al sueño y las otras formas no verbales 'de ser,
'el conte nido del darse cuen ta . Tenemos que darnos cuenta de qu e no pa ra vaciar, hacer un lavado de cerebro, o como qu ier a q ue"deseen
nos estamos dando cuenta de nada . Sin darse cue nta no hay na da . llamarl e, y remover de la personalidad ese cánc er o esa parte enfe rma.
Hay un contr aste entre lo ex ist ente ' y lo no existente o la nada. El De modo que ¿quién quisiera trabajar un sueño? (Se ade lanta Hele n
178 testimonio de terapia todo es darse cuent a 179

a la silla caliente. Es una mujer regordeta, vivaz, de alr ededor de Suenas como si estuvieras a la defensiva y decepcionad a.
. cu arenta años de edad.) . S i, claro que lo estoy. Y me siento un poco triste porque soy el
. Hele n: Estamos todos sentados en un grupo de encuentro y living de Fritz Perls y no hay vida en m í, excepto el sonido del ma r .
todos estamos en sillas de directores. La sala cambia constantemente Me doy cuenta de mi polvo y m i dureza y mi atestamiento.
entre dos salas que me son familierea: la sala Maslow y tu living. (Sonríe) Yo soy la sala de docenas de personas y realmente
Sé que cambian las salas por su alfomb ra . Una vez esta es del gada, me siento calida: Y, adem ás, no me gusta mirarte demasiado por que
de color rojizo con negro y pol vorienta, y la ot ra es gruesa y su ave . . . siento que ten go tanto más que tú y cua ndo te miro advie rto lo que
.' Fritz: Bien. Hagamos que estas dos alfombras teng an u n en- esta faltando .
cuentro. . Fritz :- Di esto de nuev.o.
Helen: (S onríe.) Yo soy una rica alfombra gruesa , jugosa, de He len : Realmente no te quiero mirar.
color naranj a, suave. Y, hmm, si te sientas en mí me acomodo a t i. Fritz: De nuevo.'
Soy de un color cálido medio anaran jado . . Helen : Realmente no te quiero mirar.
y yo soy una alfomb ra delgada, de mal olor. de color rojo y Fritz: Más fuer te.
.negro, polvori en ta y árida. Y todo lo que toc a me duele d ebid o a que Helen : [Realmente no te quiero mirar!
soy tan de lgad a. Y me siento olvidada y abandonada . . . me siento Fr itz: Usa todo tu cuerpo para decir lo.
sola como si nadie quisiera límp íarme. . . Hel en : ¡No te quiero mira r , no te quiero ver!
. Fritz: Esto me le estás diciendo a mi. ¿Qúé tal si se lo dij eras Fritz: Ahora cámbiate de sillas.
a la otra alfombra? . ' .. H elen : ¡POr amor de Dios, no dije que tuvieras que mirarme!
Helen: Yo te envidio. Re alm ente te envidio. Por que a las pe r- ¡No me mires 'si no quieres! ¡Pero ta mpoco me grites! (Gr itando en
sanas les gusta sentarse en ti, y cuando llegan a sentarse en mí sien - voz al ta.) ¡Detesto que me griten! ¡Estoy furiosa! (Pausa. ' Así que
ten hasta sus huesos. Ojalá por 10 menos colocaran algo suave debajo consegu iste lo qu e querles. Yo 110 tengo lo que quiero. No te ngo lo
de mi. que necesito.
(Sonrie ndo) En r ealidad no te culpo de envidia rme. Soy muy Fr itz: Di esto nuevament e.
suave y agradable. A veces Ja gente llora sobre mí, pero no se pued en Helen: No tengo lo que necesito. (Pausa, continúa calladamen-
ver sus lágrimas porque yo la, absor bo en mi pelaje. Ni siquiera las te .) Y tampoco sé como conseguirlo. En la piedra, el cemento y Ja
manchas se hacen notar en m í, y no me sobra nada con qué poder delgadez ha y limitaciones estructurales. (P aus a.) Durante un minuto
tenerte lástima porque estoy tan ocup ad a dívírtí éndcme yo mísma y olvidé respirar . (Toma aliento.)
' no me gusta mirarle porque estás toda roñosa. IY estoy tan feliz de Fritz: Podrías cerrar los ojos y adentrarte en tu cuerpo para
ser yo mism a ! (Se ríe.) Bueno, en re alidad me hace sentir mal. ver qué es lo que estas sintiendo físicamente.
Fritz: Bu en o, hagamos lo mismo pe ro con la oposición de la Helen: Tengo las mejillas acaloradas y la voz ronca. Mi gar-
sala Maslow con la sala de mi casa. Permite que estas dos salas ten- . ganta está tensa. Hay' tristeza en el fondo de mi garganta y también
:gan un en cuentro . ' I hacia abajo. en mi pecho. Estoy respirando pr ofundamente y se sien-
Helen: Yo soy hecha entera de madera y. tengo hermosas es- te bien . Me da confort y me hace sen tir segura. Estoy conscíente
:trías en mis paredes,' y mi alIombra es gruesa y profunda. Tengo . de como estoy sentada - es corno -s í de repente fuera a despegar.
grandes ven tanas que tienen he rm osos tallados en made ra que ocul - Soy tan enc ubierta y de fensiva. Mi hombro derecho está echado para
tan parcialmente la vista de afuera hacia adentro, pero hacen que la ade lante y mi man o de recha est á erguida como si fue ra a hace r algo.
vista desde ad entro sean Incluso mej or qu e si no estuvieran estos Frit z: ¿Hacer qué cosa?
tallados. Mi proble ma fundamental es que mi llumínaclún es de ñ- Hele n : Golpear.
cíente. La mitad del ti empo la luz es mala 'J la calefacción es mala. Fri tz: Muy bien, golpea la sala ·Maslow. (Lo hace varias veces.}
Va soy una sala austera, pedregos a, con alfcmbr a delgada y una ho- Ahora hazlo tamb ién con tu ma no izquierda.
guera sin usar y no puedo ver el paisaje, todo est á tan lleno de co- , Helen : No, no quiero golpea r la con mi mano izqu ierda. (Sonríe.)
sas y no doy ap oyo. Pero tengo algo que tú no tíenca. Tengo el
Quiero tocarla. (Alcanza como pa ra tocar la.)
sonido del mar y la mayor parte del tiempo inunda la sala. Y mi
siste ma de calefacción es bastan te bueno y tengo mu chos enchufes y Fritz: ¿Podrías nacer esto al temadamente ? Da una palmada
tomacorrlentes . . con tu man o derecha y palpa con la izquierda . (Ella hace-esto unas
180 testimonio de terapia Irilr y IreJU! 181
,
tres veces.) Ahora hazme un favor, aunque sea alg o ficticio . Cámbía- Fritz: Di esto otra vez con tu mano izquie rda.
te de manos. Golpea con la izquierda y toca con la de recha. Helen : Es esta plenitud la que no puedo soportar . (A ¡" ritz.) No
Hele n: Hmmmhhmm . Puedo tocar con mi derecha. 10 siento como verdader o. (P ausa ) Es más bien esto, en vidio tu ple-
Fritz: ¿Qué es lo que sientes al hacerlo? nitud. (Sonríe.) Me siento muy mal de esto. Es como si q uisiera algo
Hele n: Es hermoso, me gusta. Puedo senti r tanto con mi ma no que realmente no puedo llegar a tener y no quie ro contentarme con'
de rec ha com o con mi m an o izquierda. Siento que me costaría mucho lo que te ngo.
golpe ar con la izquierda. . Fritz: Dile esto al grupo.
Fritz: Dile esto a la sala Meslow. Helen: No quiero contentarme con lo que tengo.
Fritz: ¿Podrías hablar un poco de esto?
Helen : No te quiero golpear con mi mano izqui erd a. Sólo quie-
Helen : Claro que sí. Yo. tengo muchas cosas, pe ro he podido
ro tocarte. No quie ro golpearte. vislumbra r tantas otras. Y entonces las quiero.' Y estoy dispues ta a
Fritz: Ensaya una vez más . trabatar d uramente e invertir mucho tiempo y esfuer zo pa ra tener
Helen : ¿Golpear ?
. :n á!'! . Y lo que he podido vislumbra r' es que hay mucho más . de mí
Fritz: Claro, con tu man o izqu ierda. de lo Que yo suponía ; pero eso Implica trabajar con otra s ne rsonas
Hele n: De verd ad que me asombra mi falta de gan as. No q uiero .v ah í es donde me da miedo. Asustada de ve ras (sonríe a Fritz) en
hacerlo. al gun os lugares, y en otros no.
Fritz; Di esto de nuevo. Fr itz: Bueno , a uiero llegar hasta acá . S upongo Que habrán no-
Hel en: Realmente no quiero hacerlo. tado algo que. hice. Dirid muy poco. P ero cuando siento 1) veo Q U E'
Fritz: De nuevo. hay aIRO irracional incluido, entonces trabajo en eso hasta Que el asun-
Hele n : ¡No te quiero golpe ar! to se aclara. Y para esto hay que desarrollar una gran can tidad de
Fritz : Y otra vez. intuició n y sensibilidad. Hay que buscar las fr ases eleven SI cre o
Hele n : No te quiero golpear. (Sonrien do, su VOiZ cambia a un que hay algo básico en una fr ase, ent onces la refu erzo. la dejo hablar
tone mas tierno y a la vez burlón.) No te quiero golpear. (Risas.) un a y otra vez re forzándola hasta que sale la personalidad completa.
No te q uiero golpea r , sólo quiero tocarte. Ent onces ocurre algo totalmente inesperado. Se compromete la pe r-
Fritz: Ahora int enta una vez más golpear. sonalidad con las emociones y otra vez estamos fre nt e a un mome nto
Helen : Lo puedo hacer, pero no lo haré con el corazón. importante en el proceso del crecimiento.
Fritz: De todos modos, intén ta lo.
Helen: (Se rie.) No dolió. (Toca con am bas man os.) Se siente
mucho mejor cuando se toca con ambas manos. ¡.
Fr itz : Bueno, golpea una vez más con tu ma no izqu ier da. S &. ~
bes, veo qu e hay algo irraciona l en esto y por ello lo qu iero trabajar.
Helen : Si te mir o a ti puedo golpearte. (Golpea la silla, lue go FRITZ, MUGO Y FnEUD
la comienza a patear muy metódicamente.) Claro,' ahí está, si te mir o
te puedo pa tear y golpear. Te puedo odiar. (Pausa.) Ere s re luciente.
Te tengo envidia. No, no te envidio, maldición, tu tie nes tu cosa. Eres
sencillamente diferen te. (Mas suavemente.) Te envidio.
(Bárb ara está sentada en la silla caliente. Es una mu jer de
Frttz : Cámbiate de asientos. un os 38 años de edad, un tanto tímida. Es asistente sczíal de pr ofe-
Helen : Hola. No me gustó cuando me golpeaste. Yo sé que ten- sión y ya antes había trabajado con Fri tz.) -,
. go muchas COS3 S que tú no ti enes, pe ro llegué así. No es nad a que yo Bárb ara: Quise ser una niña buena y te tengo un sue ñe mcg -
me haya acapa rado quitándoselo a otro. De otra pe rsona, de ti. Yo . nífico lleno de cosas. También ocurri6 otra cosa que puede ser impor-
"ocurrí a l igual que tú ocurriste, pero no te privé a ti de ncda. tante. Anoche en cama - - y me ha ocurido desde hace mu cho tíempc
Una parte de mí quiere argumentar ccntigo y la otra quiere aunque no con fr ecuen cia-e- de repente me encuentro compl etamente
hacerte a un ledo. Oj alá no fuer as tan demasiado suculenta. Un poco paralizada y no me puedo mover en absoluto . No puedo mover los de -
de moderación. Es esa plenitud la que no puedo soportar. dos de los pies y tampoco puedo abrir los ojos, no puedo hacer nada
••
"
18Z testimonio de terapia Irit, y [reud 183

Estoy complet amente paralizada. Me d a mucho miedo est o y luego Frltz: Ya.
desapare ce. Me da la impresi6n que dura much o ti empo , pero cre o Bá rbara: y entonces me da rabia conmigo misma porque me
que son u nos pocos minutos na da más, tal vez ni siquiera eso. Pe ro metí en una sit uació n dific il y en tonces castigo y castigo y castigo.
es como que no puedo hace r absolu tam ente nada y me hiz o pensar (Se golpea el muslo nueva mente.) Y es como si no tuviera fin, y nun-
acerca de mi incapacidad de actuar cuando tengo mi edo o rabia. (In ' ca estaré sa tisfec ha. (Comi enu:. a llorar .)
~ al a profun damente su cigarrillo.) Me in movi lizo. de modo que estoy F rttz: Dile esto a Bárbar a. Nunc a estaré conf orme contigo, ha-
~gu a l tanto despierta como dormida, aún estoy para lizad a.
gas 10 que hagas, jamás es ta ré conforme con tig o.
FrUz: Bien. P odrías relatar la his toria nuevam ent e pero ima-
Bárbar a : Bár bar a, nunca estoy conforme contigo. i S~a lo que
ginándote que eres resp onsable por todo 10 que te ocurre . Por ejem-
plo "Yo me paralizo a mí misma". . fuere .q ue hicie ras ja más será lo suficie ntemente b ueno!
. Bárba!a : Hm rn, mu y bien. Hmrn, yo me pa ralizo, yo me par a- Fritz: ¿Le puedes decir esto a tu m amá o a tu papá ~amb i én?
h zo a mí misma. .. yo me inmovilizo. No me permitiré a mí m ism a Bárbara: Mamá, sea lo q ue fuese qu e haya hec ho o ha ré, jamá s
se n tir nada ni act uar de algún m odo que no sea civili zado y bueno. será ba stante.
No me permitiré escapar cua ndo tengo m iedo ; no le diré a los demás Fritz: ¿Podrías decirle esto t amb ién a ella? Mam á, sea 10 que
que ten go miedo. No pelearé de vuelta cuando estoy eno jada u ofen- fuere Que hicieras, jamás será lo sufici en tem en te bu en o.
did a. Jamás permitiré que las personas se pan qu e tengo sen tim ien- Bárbara : Uh hu h. Mamá , sea lo que fuere que hagas, no basta.
tos ma los. (Com ien za a l~.orar.) No los dejaré ver que- a vece s loa dé Fritz: Dile lo que de biera hacer .
testo, o q ue a veces ten go pánico y hmmm . . . que a ve ces para cas- Bá rbara : Mamá, ' tu debieras trata r de conocerme. No me co-
tígarme me sumo en un estado de péntcc donde no puedo hacer nada. noces. SOY una des conocida pa ra ti y tú me permites fingir -o. . tú sa -
Tengo miedo de respirar y luego me to rtu ro a mí m isma con todas bes que te:'l~O un a personalid ad completa únicamente para tI. Y esa
las cosas mala s que permiti ré que me OCUlTan. Eso es todo 10 qu e no soy yo No soy en absolu to el tipo de pe rsona que tú crees que soy.
puedo pensar ahora. (Sollcee .) Fritz, no qu iero llora r porque creo Fritz: ¿Y qué contestada ella ?
que me ha~c mucho mal. Cre o qu e me escond o detrás de m is lágrimas Bárbara: Desde luego que te comprendo, Bárbara . TI] eres mi
Pero no se qué . . . es 10 que escond o. (A medida que habla se est á
hija. Comprendo todo lo tuyo. ¡Y sé 10 qu e es bueno para tI!
golpeando el muslo con una mano.)
Fritz: Con téstale.
Fritz: ¿Podrías hacer esto otra vez? Con tu mano derecha . Há-
blale a Bárbara. Bárbara: Mam á, ¡tú no sabes 10 qu e me conviene! Tus modos
de hacer la s cosas no me sirven a mí. No me gust an y yo no respet o
Bárbara: (Se rfe mi entras se golpea el mu slo.) ~B árb a ra nece -
sitas unas pelmedas ! tus actitudes. Simp lem ente pie nso que no son p roductiv as. Cre o que
sirven para aislarte y no negar n unca a acercarte a las person as. Est ás
Fritz: Dale palmadas. I
siempre de scalifican do a Jos de más . No h ay nadie que te guste y yo
. . Bárbara : (Aún golpeándose.) ¡Eres un a ni ña mala porq ue eres
ñngtdora y deshonesta! Te mientes a ti m isma y los demás y est oy no q uiero ser así .. .
harto de esto porque no funci ona. Frit z: Dil e más sob re lo qu e ella debiera hacer, ¿Qué clas e de
FrJtz: Y qué con testa Bárbara. persona debier a ser?
Bárbara : (Alzando la vca.) Ella contesta que jam ás aprendi ó Bárbar a : Tú debieras tratar de comprender a las demás pe r-
a hacer ot ra cosa. sonas. Ellos sien ten la vida en for ma muy dife rent e a la tuy a. ¿Po -
Fritz : El abora esto. d r ías por una seda vez inten ta r saber cómo se siente el ser otra pe r-
Bárbara : Jamás aprendí a hacer otra cosa. Sé que se p ued en sona ?
hacer ot ras cosas, pe ro no sé como hacerlas. Fritz: Ya . QuIsiera. que d ieras u n paso más. Há blale a ella en
Fritz: Repite esto. tiempo imperativo. "Sé m ás compr ensiva ".
Bárbara: ¡No sé cémo hacerlas! Las puedo hacer ú nicamente . Bárbara : Sé más comprensiva . . .
cuan~o estoy prote gida, en u na situaci6n que me da apoyo; y en ton- Frttz : Tod os los imperativos.
ces solo puedo hacer un poco. Pero si estoy sola en una situación Bár bara : ¡Sé más empátfca.! ¡Sé m ás sensible l ¡No te d efien
frfa entonces tengo demasiado miedo. Y entonces me meto en un das tanto, n o ti enes para qué hacerlo! ¡No seas tan d escon fiad a ~
pa.ranolde!. IN~ creas en la m agia , es una locura creer en la m a gia
emb rollo.
_.
184 testimonio de terapia Irit( y /r,euJ 185

No estés todo el nempc en ccble vín culo tra tando de ser una per- Frilz: Menc ion aste :'.".i n~ ~'r.¡o':a. ~ Di::r.;: P.. ...t onces qué soy )" 0 ':
sena ta n bu en a, tan san ta, ese :O :'!'e~gém de la conumtdad, esa ma - ¿Qué me estás !.l:litrmJ Q:'
trrsrca. y detestando cada Instante de eso. ¡No hag as eso! Bárbara : Fritz, t ú cree wr ~l:":"J b ::e q ue tr at.:\ja con I ss per-
Fri tz: Aho ra hé blale 3 1>í a Bérbara. En Imperat ívos. sones y les permites q ue te ~ ;s ~ · ' . ~(;,;¡ penuítes qua te US(;11 para crecer,
Bárbara : [Bérbera, no seas <!~:sYa !iü<.!. ! ¡Es una locura. . . hmrn . .. F):ic: Ye,
nc l tenga s miedo de tus se nt imient os l-Tus malos se ntimientos tienes Bérbera ., Y "j{) L<>.mbHi.¡ quíerc bccer ese J prenso que -Io que
a u ~ e xo res aelos i ~'ie nes que !évgr. ta::1:e sol a! ¡T ie nes que se r verde- haces realmente sirve . . . pero yo nc puedo representar a Fri.:z. Eso
ripi-a! No jceee es a Ias escon didas, ese es u na pcrcuerfa de jceeo ce resulta porque yo no so:J" tú y mi tendencía sería imitarte. _'
(Comienza a Ilorar.I No seas ana C3:llfr.: rlnd, y oc iuecues cara e ne Fritz: Veamos. cómo me imitas. JIaz de F ritz. '
l n~: ñpmá:. tensan lást ima de {j e se sienta n 'culnables. Ent(J:I':éS se Bárbara: (Se r fe.) M uy bien. ¿LJ hago contigo? r
sentir án incómodos }' se irán y eso n o es lo que tú quieres. Frl~ : Ya . ~. -

Fri tz: Ahora m ás detalle s. Quédate con tus ímoerau vc s. v ca- Bárbara : Muy bien . (Rí éndose.)
da-vez aísuelo con una r eceta para B árbara . lo que ella deb iera ha cer . (Pausa pr olonga da.) ¿Quieres t l abajar'!
Bár b ara : Hmm . .. n o ~'"::::; . un mimo. u n camaleón. F ritz : Sí.
F ri t ?: : Dil e cóm o nod rÍ<: li ,g!'<l.T este : no ser un camale ón . Bá rbara : ¿ No quieres qua Y0 h·-J.b <:j ~ ? ¿Para ti?
'.; BÁrhara: D escubre ndé~ I!r~~ ,, " ~uién en teres ser v O'l~ h i'l li'! Fritz: Si. .
V ~ ;l:'lo rle una veo: r,l:l r todas. No at.des buscando nersones a " 'dpo"I"r, Bárbara: No puede, 'Fd~z . Nc pued e tra baj ar pal'a .t í.
Irrri tar. Has imitado a :1",11",:; de perso nas en t u vida v ;.adfln:;p te ha F r ítz: Si q ue pu edes-,
lIe,vlldn eso? Aún te sie ntes como un capa r azón vacío. i Tien~s que Bárbara: 1'Io.
decidir quién e res y qué es lo qu e quie res ha cer! F ritz : TU eres FrilZ. (con cica moJic:..,Q<) tÚ todo lo sa bes. (Ri-
F rttz: Dile cómo puede decidi r. sac.) r..res tan sebíc.
Bárbara: Eso no es verdad. Yo ¡ I I} s~ tQ.l .) y tampoco fOY tan
B árbara: (Con tono amc nestadcr ) Sabes muy bien cuá les son
tu s gus tos . tus propiO!: intereses y tus va lores. Y lo hu sabido por sable. Tu tie nes que hacer e; trabaje. ..
largo tiempo. Y n un ca . . . Fritz : 1.luy bien Y\J realmente tra to. Me gus taría trs baj .u-, pe -
ro no") puedo. 'renco uro bloqueo. (Htl av ídcd gencral.)
F ritz : Dil e en detalle cu áles sen sus Intereses.
B árba ra : Bien, re presenta tu bloqt'ec
Bérbera : Bu eno hAY rnuc h aa cosas que t e interesan .
Fritz: Pero es que no !o pu ?!!n ver .
F r itz: ¿Com., cu~hs'? Bárbara: . :r~1} me . est~ CSCUcl1flr.::i O. :
Bárbara : T áles crmlO.. . !~ gt;:'ita trab3jar con la s pc,.'Sonas y Fritz: Claro que sí, to estoy e¡;( c c1-a,n uo con muc~a ct~idado.
te ha ce sen t ir tE' mu~' b ien ~u:.mdo s!entes que has si d o út il, ' ('lile te Te a.:::ibo d~ I!~.::u ch ;l.r q~c decías ' No mc est ?! escu ch an do". ,,
ha.~· 'Perm itido se r u sada por lns de más de un modc productivo' ¡Ha ?: Bárbara: Euer.o. \' cc¡ mv.~ .!:i púdemos hacer algu na ot r .-¡ cosa.
ese:! Y arrélllatelas para desc ubrir un modo de hacerlo sin~Hndo t '::! H az com o si estu-o'ieras allá. .
exitosa y útil.
Fritz: ¿Allá?
. F ri t z: Vamos, trata de descubrir lo. Bárbar a: Uh huh.
Bárbar a: Bueno, ',;endrás q'Je desa rrollar .. . tienes que hacer Fri tz: ¿Donde! Aq UÍ, o all á, " rJ ló. (l,dicando diferent es lu-
do~' cosas: tienes que empeñar le realmente para aprerid er' de .')~ ras
g[:.-res en ia .s l!-la) o allá.
personas que tienen má s experiencia y oficio que tú y al mi!¡mo ti~ n:.­ Bárbara : Don de · quier as.
po tienes que seg uir silJn cio tú misma. No puedes andar por 'ahí imi - Fritz : I:1i,ee t ú. .
tar.do a Fritz Oa Vir ginia 3 atir n 1k1 Dr . Delchamps o quien qu iera qu e Bárbara : Sient o qu~.te ~stáu riendo de mi. Y ta l vez in tentan-
fUl:re el consulto r del momen to o dond e quiera que hubiera sido el
úlÚmo seminaric o laboratorio a que asist ist e, ¡No hagas e:m, es do .. .
Fritz: ¿YO? ¿Riénd ürne de ti ? ¡ .T:m~ & s ro':! c:.trevcría a se__~nejan ­
m<1) o! Porque n o eres ellos y no puedes hacer lo mismo que ellos r..i
t-e cosa! Tú eres ta.n v(;n !: rclbl ~ 'y yo m E:! d.::rrito de ap~ecia ción por ti.
def;ir las cosas que ellos dicen . Con eso no le sirves a nadie. '::abrá n
Ja ~~l:J.s osa rí a m ~':a.rlT, ~ c e ti. ¡Qué o c\~ nencü~! <
qu~ eres una impost(lra.

' . ,,-
"
,.
I ~¿ zescnnor ua de terapia tri! t Y [ reud 18
Bárbarl'l.: P odríamos ensayar al gur-a ctrs, CO~;¡ enton ces . ¿P o· Frit:z: p...hora esto y atascad o. Quisiera hace rl o. Qu isie ra ser t--
dr h s bañ arme tu vene r ecl én por mí? . pacien te en esta s i ~ u ac:.Sll ~. hmtn..m (hablando mu y qUf>da rr.ente '
. Frltz: Oh, sí. (PJs.e~.) P ero ah ora .n c puede ha cer n ada . T ú Profes or Freud . . . un gr an hombre per o mu y en fermo . . . nc per
-
t tenes que darme la música.
. .
· Bárbara : Hmm. Trata de hacer 12 música dentro de .tu prop ia
m iles que n adie t i!' toq ue. Ti enes que decir la úl tim a palabr a ~ y t i '
peia bre .es eva ngelio. Quisi!:!ra que me escucharas. En cier to mod
cab-eza. . " . yo sé más que tú. Tú p ud ieras ha ber resuelto el problema de la nec
rosis. Aquí est oy yo ... un si mple ciu dadano. : : qu e por la i:'raci
.' Frit 7.: Pero es que no 50Y musical de' Dios he descubierto rI simple secret o de qu e lo que es, es.. :ra n~
. BArbara : Todos sornes musicales. pece 10 descubr í : '0. Fu e Gcrtru dc S teín. Yo la imito. No. eso 1'1 0 e
Fríta: Hazte tú . (RiskS.) cor recto. Adq ui rí el Inismo modo Uf' vivir, de pensar, con ella . N
cuma int electual , sino sencillamen te come una planta hum an a, u:
. ' . Bár bara : Ocur ra le que ocur ra , el peco siempre vue lve a mí. animal, y es aq uí donde tú te enceguec íste. Tú moral izaste y ce fer .
!,- . ;; ua~qu ier sugerencia d<" parte m í~1 me dtces que no, hallo tú. No diste el se xo, apartán dole del con texto com pleto de la vida . .Y a! ¡
sé com e hacerlo, perdist e la vida. (Hay silencie en In sal a que du ra varios mtoutor .
. Fritz: De sde luego. sr no f uera tan incapaz no estarte aqu í. Luego Fr-itz se vuelve ha o¡... BJ.rb::.r."I,./ De modo que tu imitacHn el
¿N;f puedes acaso ve r q ue esta ea ra í enfermedad ? Fri tz no fue ta n ma la. (u d:J un bese ... B érbara .) Hiciste a lgo p .~r m
B árb ara : Grectee, F rilt .
.t:3árbara: H áblale a tu" en fer mednd. ,,
Fritz: Pero. si mi -eníer med ad 110 está aqu í. ¿Como p uado ha- ,
b18:0'le' 8. un enfermedad ? Y si 11!:(;Ar¡:¡ a hab la rlc a mí enfermedad no
me escuchar le porque esa es la enfermedad. -

meua.d?
'.
Bárbara : B UCnCI, yo te escuchar é. ¿Alguien te dió ecta en fer-

F r it z: (Len tem en te.) Sí.


Bárbara : ¿Q ui.én?
,

-
--
}
't

Fritz: Sigmund F rc ud . (Much as r tsas en la audiencia.)


:
Bárbar a: Pero si Sigmu."1rl no está Aq uí. Está . . .
F ritz: Pero eetuveIníectado durante siet e años.
Bárbara: ¡Oh ! Yo te llevo tre-s años adelant ados por que eatu-
v e diez años con un analista. ¡No me d igas nada! Podrfes habl... r íe a
Sl gmund.
Fritz: No, no puedo. Est á muerto.
-Bárbara: Estás cambiado. Es l.l primera vez q ;.le dejas ver algo.
¿D::. qué te das cuen ta aho:a?
· Fr1tz: (Sobr teme ntc.) Una gran peno!' de que Freud esté m uer-
to :ui te:l d e ha be r hablado con H de hombre a hombre.
· Bárbara: (S uavemen te.) Cr eo que aú n podrías hablarl e. , Te
gü sta r fa?
Fritz: Creo que sí. _..... ;
- " ._,
BArbara : Bien . (Peuse.) Me ~ stufR escuch arte.
• . ;-

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