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PSIPE 515
TRABAJO SOBRE:
PRESENTADO POR:
JOSUE SANTOS
4-742-242
PROFESORA:
ITZA PINZÓN
II SEMESTRE
2017
INTRODUCCIÓN
2.1. EL SUSPIRAR
Este método permite suprimir el exceso de tensión de la laringe. Se hace de la siguiente
manera: respire profundamente y lance un suspiro… pero emitiendo el sonido característico
de cuando usted suspira natural y relajadamente, sin temor a que lo escuchen.
Si lo hace así generalmente escucha un sonido como el siguiente: ¡ahhhhhh! Sienta cuán
natural sale la voz, cuan relajada y libre.
2.2. EL SUSURRO
Esta técnica consiste en iniciar la fonación por medio de un susurro (con voz débil). Se utiliza
un fonema “amortiguador, como lo veríamos anteriormente, como, por ejemplo: “J”, “SH”,
“F”, “S”, para evitar el duro y brusco golpe glótico.
Se inicia con una respiración adecuada y, al sacar el aire, se dice así: “jjjjjaaaaaaaaáááá”,
alargando la emisión. El sonido repetido de “j” indica que se debe alargar el fonema; el sonido
repetido de “aaa” indica que se alarga ese sonido, pero emitido suavemente; el sonido “áááá”
indica que se sube gradualmente el volumen de la voz, pero sin llegar a emitir una voz muy
fuerte.
Después el paciente puede buscar palabras que inicien con esos sonidos, las cuales dirá bajo
la forma que se ha indicado. Cuando sintamos que emitimos una voz suave y relajada,
procedemos a incorporar frases y oraciones. Es importante recordar lo fundamental que es
mantener una fonación fácil, débil en volumen y relajada, esta última, en cuanto a tensión
muscular laríngea del área del cuello.
2.3. EL BOSTEZO
El bostezo es una forma fácil para relajar nuestra musculatura laríngea y nuestra voz. Cuando
usted bosteza, realiza una profunda inspiración, que conlleva una apertura máxima de las vías
respiratorias superiores: boca, faringe e hipofaringe, tanto al inicio del bostezo como en su
segunda etapa, de exposición de aire.
Nos aprovechamos de la condición natural del bostezo para varias finalidades:
Relajar la musculatura laríngea.
Facilitar una emisión de voz suave, sin tensión asociada;
Impostar la voz adquiriendo el máximo de resonancia supraglóticas.
Como técnica de impostación vocal, lo que debe simplemente hacer es aprovechar el aire
espirado del bostezo, para decir el sonido característico, cuando se hace un bostezo:
“JJJaaaaaaaa”.
Una adaptación de la técnica del bostezo consiste en combinarla con la del suspiro, que vimos
anteriormente. Anteponiendo el sonito de “J” al suspiro o al bostezo, alargándolos y
practicando con vocales y fonaciones suaves, controlando el volumen emitido y la tensión
muscular.
2.4. EL TOBOGÁN
Es una adaptación para los niños, de todas las técnicas anteriores. Se pueden usar técnicas,
del susurro y del bostexo, para decirles que:
“vamos a subir por la escalera del tobogán una vocal”
“para tirarla diremos así: ¡Aaaaaaaa!”: el inicio de A es un tono poco agudo y con
voz susurrada con escape de aire y conforme se alarga la “a” va descendiendo el tono.
Este método facilita la emisión suave de la voz y entrena para el uso de tonos medios fáciles.
CONCLUSIÓN
Se pretende adquirir una articulación precisa de vocales y consonantes, que ayudaran a que
la emisión de la voz sea clara y concisa, manteniendo con flexibilidad la movilidad de la
mandíbula y la lengua.
La asociación fono-respiratoria la iniciaremos con los sonidos vocálicos intentando ralentizar
y controlar al máximo el soplo aéreo. Haremos ejercicios de moldes vocálicos, vocal
mantenida y combinación de vocales.
La reeducación trata de liberar el aparato fonador de las causas ajenas a él que obstaculizan
su buen funcionamiento. Prepara al profesional para que utilice su voz sin ningún esfuerzo
mientras desarrolla su trabajo, tratando de liberar su laringe de toda tensión, consiguiendo
una fonación fluida y descansada.
BIBLIOGRAFÍA
Cruz C., Luis D. (1995). Voz Y El Habla, La. Principios de Educación Y Reeducación.
Universidad Estatal a Distancia. San José, Costa Rica.