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Nazaret. Con la llegada del cristianismo, la Pascua trasciende esta festividad de origen
judío y celebra el culmen de la promesa de Dios: el cielo, la victoria sobre la muerte.
Por ello se conoce como Semana Mayor, que inicia con el Domingo de Ramos y
termina con el Domingo de Resurrección. Las fechas dependen del calendario lunar.
La Pascua de Resurrección se da siempre el domingo posterior a la primera luna llena
que se observe luego del equinoccio de primavera: entre el 22 de marzo y el 25 de
abril, según estableció la Iglesia Católica en el primer concilio ecuménico de Nicea, en
el año 325 después de Cristo.
Se leen las lecturas en las que aparece toda la historia de la salvación, con sus
salmos, y se lee el evangelio de la resurrección. Se cantan las letanías y se bendice el
agua bautismal para que los adultos se bauticen ese día, y se sigue con toda la liturgia
rutinaria y finaliza con un compartir. Es el día de la Semana Santa en el que los
cristianos rememoran a Jesucristo en el sepulcro. Una vez es de noche, se
celebra la principal celebración cristiana que es lo que se denomina la Vigilia
Pascual "
Durante el Triduo Pascual (jueves, viernes y sábado) se realizan las celebraciones centrales de
Semana Santa. El tiempo de Cuaresma continúa hasta el jueves. A partir de la misa
vespertina, "en la Cena del Señor", comienza el Triduo Pascual, que continúa
durante el Viernes y el Sábado Santo, y tiene su centro en la Vigilia Pascual y acaba
con las Vísperas del domingo de Resurrección.
Jueves Santo
Los Santos Oficios del Jueves Santo se celebran en una misa vespertina al caer la tarde
de dicho día, a partir de la hora nona (las tres de la tarde aproximadamente), que es la
hora a la que termina el tiempo de Cuaresma. El Jueves Santo es tiempo de Cuaresma
hasta la hora nona, es decir, toda la mañana hasta las tres de la tarde. A partir de ahí
comienza el Triduo Pascual, que durará desde la tarde del Jueves Santo hasta el Domingo
de Resurrección. En la celebración participa, junto a los sacerdotes celebrantes, un seglar,
que será el que nos irá informando de lo que se va a ir celebrando a lo largo de estos
oficios.
Se inicia con la entrada procesional, encabezada por los acólitos, seguida por los ministros
sagrados (diáconos, concelebrantes si los hay) y finalizada por el celebrante principal, un
Sacerdote u Obispo. Mientras tanto, el coro acompaña con cantos, pues ya ha terminado
la Cuaresma y se va a celebrar uno de los momentos más importantes del año litúrgico, la
Institución de la Eucaristía y el mandamiento del amor. Los cantos de esta celebración
están enfocados a la celebración de la institución de la Eucaristía. El color de esta
celebración es el blanco eucarístico, sustituyendo al morado cuaresmal.
En esta celebración se canta de nuevo el "Gloria" a la vez que se tocan las campanas, y
cuando éste termina, las campanas dejan de sonar y no volverán a hacerlo hasta la Vigilia
Pascual en la Noche Santa.
Las lecturas de este día son muy especiales, la primera es del libro
del Éxodo (Prescripciones sobre la cena pascual), la segunda lectura es de la primera
carta del apóstol San Pablo a los Corintios (Cada vez que coméis de este pan y bebéis de
este vino , proclamáis la muerte del Señor) y el salmo responsorial El Cáliz que
bendecimos, es la comunión con la sangre de Cristo. El Evangelio es el momento
del lavatorio de pies a los discípulos, que adquiere un destacado simbolismo dentro de los
oficios del día, ya que posteriormente se realiza por el sacerdote lavando los pies a doce
varones a modo de los doce apóstoles y en el que recuerda el gesto que realizara Jesús
antes de la Última Cena con sus discípulos, efectuándose en esta ocasión entre la Homilía
y el Ofertorio, omitiendo el Credo. Durante el lavatorio de los pies se entona un cántico
relacionado con el Mandamiento Nuevo del Amor entregado por Jesucristo en esta noche
santa, destacando frases del texto del discurso de Jesús en la última cena, recogido por el
Evangelio de San Juan.
La celebración se realiza en un ambiente festivo, pero sobrio y con una gran solemnidad,
en la que se mezclan sentimientos de gozo por el sacramento de la Eucaristía y de tristeza
por lo que ocurrirá a partir de esa misma tarde de Jueves Santo, con el encarcelamiento y
juicio de Jesús.
Desde hace unos años, la Iglesia Católica celebra el Jueves Santo, el llamado Día del
Amor Fraterno.
Historia[editar]
El Jueves Santo Jesús cenó la Pascua con sus apóstoles o discípulos, siguiendo la
tradición judía, ya que según ésta se debía cenar un cordero puro y del año; con la sangre
de éste se debía rociar la puerta en señal de purificación, puesto que si no se hacía así, el
ángel exterminador entraría en la casa y mataría al primogénito de esa familia (décima
plaga), según lo relatado en el libro del Éxodo.
En Almuñécar (Granada), salen algunas de las cofradías más antiguas, como "El
Nazareno" (merece la pena ver las tres caídas), la Virgen de los Dolores (lo más
destacable es el encuentro con su hijo), la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte,
Nuestra Señora de la Amargura y San Juan Evangelista, y la Cofradía de Nuestra
Señora de la Esperanza.
En Antequera (Málaga), los costaleros de varias cofradías han de subir corriendo, con
su respectivo trono una empinada cuesta.
En Ávila se realizan las procesiones de La Madrugada (con la imagen del Santísimo
Cristo de Las Batallas que perteneció a los Reyes Católicos) y de Los Pasos.
En Cádiz en la tarde-noche del Jueves Santo procesionan las cofradías de Afligidos,
Oración en el Huerto, Nazareno y Medinaceli. Estas dos últimas son las que más
devoción causan a la ciudad hecho que reflejan las largas filas de penitencia que
siguen a sus titulares. El Nazareno de Santa María, también conocido como el Greñúo,
es a su vez regidor perpetuo de la ciudad y procesiona con el bastón de mando
(cedido por la Alcaldesa en la mañana del Jueves Santo) como Alcalde de la ciudad de
Cádiz.
En Cieza (Murcia) el Jueves Santo invita al recogimiento y a la reflexión con sus dos
Procesiones: en esa tarde de mantillas, la de los Hijos de María; a las doce en punto
de la noche, la Procesión del Silencio.
En Cantillana (Sevilla): Salida Procesional de Ntra Sra del Consuelo y San Juan
Evangelista, desde la ermita de San Bartolome.
En Cee (La Coruña), por la tarde salen en procesión San Juan Evangelista, Nuestro
Señor Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores.
Este día nos recuerda la Última Cena del Señor con sus discípulos para celebrar
la Pascua, que para los judíos representaba la conmemoración de la liberación
de Egipto. Siguiendo la costumbre, Pedro y Juan siguieron las disposiciones de
Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.
El jueves por la mañana se celebra la Misa Crismal en las catedrales, llamada así
porque en ella se hace la consagración de los óleos que han de usarse para los
sacramentos del bautismo, confirmación u ordenación, mismo que puede usarse
para la unción de los enfermos.
La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, sabemos que Jesús está real
y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad
bajo las especies del pan y del vino. Así lo dijo a los apóstoles con las palabras de
consagración que ahora repiten los sacerdotes en la Santa Misa, este es mi
cuerpo…, esta es mi sangre…, hagan esto en memoria mía.
Nuestro propósito de este día y para siempre, puede ser el de prepararnos cada
día para recibir mejor la Sagrada Eucaristía, asistir con mayor disposición a la
Santa Misa para aprender las enseñanzas de Cristo, o tal vez, visitar con más
frecuencia el sagrario aunque sea un minuto. Son muchas las devociones
eucarísticas, vivirlas y fomentarlas, es la mejor manera de tratar al Señor, de
hacer crecer nuestro amor por Él y de llevar a otros hasta su presencia.
"Con la misa que tiene lugar en las horas vespertinas del jueves de la Semana
Santa, la Iglesia comienza el Triduo Pascual y evoca aquella última Cena en la cuál
el Señor Jesús, en la noche en que iba a ser entregado, habiendo amado hasta el
extremo a los suyos que estaban en el mundo, ofreció a Dios Padre su Cuerpo y su
Sangre bajo las especies del pan y del vino y los entregó a los Apóstoles para que
los sumiesen, mandándoles que ellos y sus sucesores en el sacerdocio también lo
ofreciesen."
Toda la atención del espíritu debe centrarse en los misterios que se recuerdan en la
misa: es decir, la institución de la Eucaristía, la institución del Orden sacerdotal y el
mandamiento del Señor sobre la caridad fraternal.
El lavatorio de los pies, que, según la tradición, se hace en este día, significa el
servicio y el amor de Cristo, que "no ha venido para que le sirvan, sino para servir".
Conviene que esta tradición se mantenga y se explique según su propio significado.
El jueves de Semana Santa inicia el tiempo litúrgico más corto: el Triduo Pascual. En
la mañana tiene lugar la llamada Misa Crismal, oficiada por el obispo diocesano. En
esta misa se bendice el santo crisma y se santifican los demás óleos que se utilizan en
los sacramentos de bautismo, confirmación y unción de los enfermos.
Guzmán detalla que este día se celebra la entrega de Jesús a Dios padre en cuerpo y
sangre, por lo que se conmemora la institución de la eucaristía, al pronunciar la frase
“este es mi cuerpo, esta es mi sangre, hagan esto en conmemoración mía”.
En esta celebración además se instituye la orden sacerdotal y el mandamiento del
amor, este último a través del acto “lavatorio de los pies”, basado en el evangelio que
cuenta el momento en que Jesús lava los pies a sus discípulos en la última cena.
En esta celebración eucarística se realiza una procesión de El Santísimo al altar, y
santifican las hostias suficientes para Jueves y Viernes Santo, pues este último día no
hay misa en ninguna iglesia.
Viernes Santo
Este día constituye el núcleo central de la Semana Santa. Es el día del máximo
dolor y de la muerte de Jesús. Es día de riguroso luto y no se celebra misa sino un
rito de oración. Se lee la Pasión según san Juan, se reza por todas las causas en
una continua ceremonia de arrodillarse (Flectamus genua) y levantarse (Levate), y
en el centro de la celebración está la solemne adoración de la Cruz: “He aquí el leño
de la Cruz del que pendió la salvación del mundo”. “Venid , adorémoslo”. Hoy es el
segundo gran día de las procesiones en que se vuelca el dolor por la muerte de
Cristo y el dolor de su madre. En este día, en que "ha sido inmolada nuestra
víctima Pascual: Cristo", la Iglesia, meditando sobre la Pasión de su Señor y Esposo
y adorando la Cruz, conmemora su nacimiento del costado de Cristo dormido en la
Cruz e intercede por la salvación de todo el mundo.
La celebración de la Pasión del Señor ha de tener lugar después del mediodía, cerca
de las tres (15 horas). Por razones pastorales, puede elegirse otra hora más
conveniente para que los fieles puedan reunirse más fácilmente: por ejemplo,
desde el mediodía hasta el atardecer, pero nunca después de las nueve de la noche
(21 horas).
Éste es un día de silencio, pues se recuerda la Crucifixión de Cristo y es, por eso, el único día
del año en que no se realiza misa. En su lugar se hace una celebración en la que se recuerda la
Pasión del Señor, se reza por la salvación de todo el mundo y se adora la cruz. Una de las
tradiciones populares que ha tomado mucha fuerza en la celebración del Viernes Santo es la
representación en vivo del Via Crucis
Por tradición en Venezuela, luego de la misa del jueves se cubren o se retiran todas
las imágenes de las iglesias “para que el Viernes Santo permanezcan cubiertos todo el
día (…). Son días de suprema oración y de pensar todo en Cristo Jesús. Se celebra
solo a Jesucristo”.
El Viernes Santo es el día de la muerte de Jesucristo. El padre Guzmán explica que “el
Viernes Santo nos invita a reflexionar la pasión y el sufrimiento de Cristo, y a
experimentar la generosidad y la obediencia con que se nos dio el sacrificio de Jesús,
que dio su vida para salvarnos a todos nosotros”.
Como no hay misa, se celebra la liturgia de la palabra con la lectura de la pasión, la
“oración universal, donde se reza por todo el mundo, por aquellas causas perdidas,
por los que nadie reza, por todo”, y la tercera parte, que corresponde a “la adoración
de la cruz, que es redentora”.
La comunión viene dada por las hostias en reserva desde el Jueves Santo. Luego de
tomarlas, los feligreses se retiran en silencio del templo.
Guzmán destaca que “el Viernes Santo Jesús se despoja de todo lo que él es para
darnos la salvación, de ahí que sea importante que la gente asista para tener contacto
con la humanidad de Jesús para que comprendamos que su amor es capaz de
transformar todo, incluso la misma muerte”.
Sabado Santo
La característica esencial del Sábado Santo es la ausencia del Señor, ya que se recuerda
su muerte no hay Eucaristía. Es imposible la Eucaristía por que el Señor no está, hoy ha
muerto...pero se prepara todo con alegria para llegar al Domingo de la Resurrección.
A pesar de ser actos de carácter religioso, estas liturgias conllevan muchos elementos
que las tiñen de belleza y llaman a la curiosidad de los turistas y no creyentes por todo lo
que representan.