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aL 3401789 UOAY DIArs rea te BYZela) — te POSTMODERNIDAD ultra y condi social ha dado gar a Uh exfenso : © Alianza Editorial 4 en ocasiones, agrio debate en las ciencinsfumanes, DAVID LYON postula un concepio aborts sory de postmoderidad que nos refiere a una serie de transformaciones decisivas que se estin produciendo a finales de Siglo xx: el nipido cambio eenolésico, ‘uevas preccupaciones potticas, el suge de los ‘movimientos sociales y la globalizacién, Pero la ‘cestidn va ids ali la quichea dela modernidad conlleva a del concepto iusto de riz ¥ progreso2 st surgiendo un nuevo tipo de sociedad eentada en los consumideres y el eorsumo ms queen forno @ la produceiény los trabajatores? Fl ator aborda ‘ erfticamente estos interroganies, a tiempo aie ayuda al lector a situarse ante und de las mds complejas controversias contempordneas. En esta misma coleceién: «tiertad> (LB 1587), de Zygawint Bauman; «Demociacia» (LB 1597), de Anthony Arblaster «EI Estado» (LB 1603), de ohn A. Hall y G. Tohn Ikenberry; «Liberalism» (LB 1659), de John Gray: «Socilismon (LB 1673), de Bernard Crick, y «Conservadurisma> (LB 1728), de Robert Nisbet. ISBN-B4-206-0789-4 i El libro de bolsitio : I } i Ceca Alianza Editorial o Messe 3. El malestar en la modernidad ‘Pavimentaron el paraiso! y consruye- son un aparcamientc Jow Mircimis, «Big Yellow Tesi» ideas que se presentan como novedades suelen te- do, La modernidad, aunque hasta cierto punto es legada a la escena conceptual, en realidad lle tre nosotros largo tiempe aunque con otros nom ‘Pero la legada de la postmoderidad nos obliga a guntamos zqué era o es, después de todo, la mademi- 2 Como el de postmodemidad, el concepto de moder- ad tiene una larga historia. En el siglo v se utilizaba el no latino moderaus para distinguir el presente cris- cial del pasado romano pagano!. Pero con la Hus francesa el término ba ae una nds semejante a como lo empleamos hoy. Los pbilo- ¢s declararon que la disputa entre los axciens y los Barry Smart, «Modernity, Pastmodernity and the Presents, en Tunes (ed), Teeores of Modernity and Postmederty (Londres = uy Park, CA, Sage, 1990), p. 17 8 *. David Lye ‘morlemnesse estaba resolviendo en favor de los tilinoy, civilzacién modema, postmedicval, basada primey mente en la Razén, era superior — Asi pues, qué es la moderidad? El sérmino se refine al orden social. que surgié tras la Hustracion, Aunque ee es pueden buscarse mucho antes, el mundo modeme se caracteriza por un dinamismo sin precedentes, el rechs 20 0 la marginacion de la tradicién_y sus consecuenciag tlobales, La marcada orientacion hacia el fururo de la me deri et etechamenerelaconada con la fe xyen el poder dela razén humana para promovge ene eee eee ee post “manifiesta en logros como la ciencia y la tecrologt o la politica democritica, también afecta ptofundamente a la tn a diaria. Las cuestiones sobre la autoridad — qu — y sobre la identidad —zquién soy?—se plantean cde maneras nevas y acuciantes En el desarrollo de la sociologia durante el siglo x1x ya ‘estaba presente la idea de modemidad, aunque no el con- cepto. Este no cobré relevancia hasta hace poco tiempo, Aunque frecuentemente se utiliza el término «modemnizs- iém» como epitome de los procesos sociales y politicos asociados con el crecimiento econéimico indlucido por la ‘tecnologia, el concept —lo mismo que las cansecuencias acumulativas de esos procesos— no se empled de forma genetalizada antes de los aos setenta, En Berger, por ejemplo, la modernidad sign ee -demase y se cuestiona hasta qué punto podrlan expartar seatlos paises que atin no se habian modemnizado, Con an- terioridad predominabsa la idea de que la modernizecién |) era un proceso deseable e inevitable que simplemente ex sa que se dieran los factores necesarios. De esta forma, dos paises «subdesarrollados» podrian «desarrolarse> si- i 6 neta aproximada una férmula que parecia ite occidental. (a medias del siglo 20%) metafora de W. ‘un pais determinado habria acumulado sufi also para el «despeguc> modernizador sdlo iciera ciertas condiciones y cumpliera una se- 9: Por ejemplo, el trabajo tendria que reali= ayuda de medios mecinicos y la energfa se ob- fuentes inanimadas, Existiria un mercado de la produccién se organizaria en centros donde sible supervisar a los obreros. Més atin, tendria er hecho su aparicion cl imprescindible wempre- nila descripcién de Daniel Lerner en The Passing Society, el empresario —el tendero de Bal- E como un héroe’. All actuar como interme- sentre los comerciantes extranjeros de las sociedades ercialmente més avanzadas y los campesinos rurales iay poscer la primera radio en su almacén, esta- xdo como un precursor de la modemidad. stante, la obra de Berger consideraba la moderni no sdlo desde un punto de vista econémico, politico co, sino también profundamente cultural. Sus 0s, como los de Marx, Weber, Durkheim y Simmel aque él, reconocian gue las cuestiones relacionadas cligién y la cultura son cruciales para comprender su vez, &ta es el conjunto de re 5 nidad de la aldea, la vida religiosa 0 los ancianos 0 es que ejercian la autoridad. La modernidad sustieuye E Wak W. Rostow, The Stages of Economic Growth (Cambridge, de Utcssiy Pras, 190) mal Lerner Tbe Pa of Tradtomel Soy (Glencoe, TL, The sa. 4% David yoy a dichas normas, que se habian dado por supuestas, jes espaciales eran ciencia ficcién del estilo de «yas nueva relacionadas con a rutin da vice ne oH. G. Welles, y la comunicacin via satéite neate impensable. jicl lector pensara que estoy cayendo en una suet- determinismo tecnol6gico, diré en seguida que de estas innovaciones conllevé profundos cam- les. La rutina diaria se altera, por ejemplo, pains necesara la presencia fisca para comul iuestras relaciones sociales se extienden en el ‘el espacio, conectadas por seftales de television de fibra dptiea. Cada vez hacemos mas cosas a TLos caminos que recorremos entre el amane- @lcrepiisculo son completamente diferentes si son tios, el reloj y ordenadores los que enmarcan is actividades, y no las estaciones y la salida y la brrca o las regulaciones de la orpanizacion buroctiticg con ello se sscitan cuestiones de autoridad e identicay En este capitulo veremos c6mo la modernidad ing responder a estas preguntas, La modemidad se refine ante todo a los tremendos cambios que se produjeron ¢ iltiplesniveles desde mediados del siglo xvi en adelaye te, cambios sefialados por las transformaciones que doxy rraigaron alos campesinos los conwvistieron en trabajady. Ufindus y sbanos moves. La moder! cos |tiona todas las formas convencionales de hacer las cose, cstableciendo sus propias autoridaces basadas en la cien |cia, el desarrollo econémico, la democracia las leyes, ¥ altera el «yo». Si en la sociedad tradicional, la personal dad se recibe, en la mademidad se construye. La moder. del sol. Incluso «amanecer» y «creptsculoy son nidad se propuso conquistar el mundo en nombre de ly inos que cada vez tienen menos sentido cuando las taz6n; la certeza y el orden social se asentarian sobre una idades pueden continuar sin interrupcion aunque se nueva base. Si durante casi dos siglos parecis que pocka Ta luz natural. La luz eléctrica simplemente toma vindicarse esta visiGn, epor qué ahora hay tantos que ven en la modemnidad a su propio enterrador? ‘no sélo son profundamente sociales las conse- fas de tales desarrollo téenicos; también lo son sus 3. Su motor mas evidente es el capitalismo, con su la constante de nuevas materias primas, nuevas s de fuerza de trabajo y, més recientemente, nuevas slogias que complementen o sustituyan a dicha fucr- bajo y nuevas aplicaciones que atraigan a nuevos es. Desde el principio, las innovaciones se su- Por ejemplo, el acelerar en un punto el proceso dado de la lana produjo obstrucciones 0 escasez en pproblemas para los que se busc6 la correspondien- cién técnica, Como escribié Karl Marx (1818- en el Manifesto comunista Eb logo de la modernidad ELlogro de la modernidad es asombroso, En el espacio de pocas décadas comenz6 en Europa una transforma cién que cambiaria el mundo de formas irreversible y sin precedentes. Buena parte de lo que ahora nos parecen as- pectos «normiales» de la vida diaria habrfan sido impenss- bles para mi bisabuele, y mucho menos para la suya Mientras que mi abuela viai6 en coche —un Mortis Cow Jeg, para ser precisos— y us6 el teléfono, su madre cono G6 los trenes de vapor y el telegrafo. Pero para la madre de éstalatniea forma de transporte eran los caballos, an que asisti6 a los comienzos del correo postal. Para todes ‘bunguesia no puede existir sino a condicién de revolucio: Fincesantemente los instrumentos de produccién y, por con 48 David Lpg a siguiente, ls rlaciones de producei6a, y con ello todas las re, “\piones sociales... Una revokucién continua en la produccibn, any {ngensante coamocién de todas las condiciones sociales, uns in, ‘quietud y un movimiento constantes distinguen la época buy usa de todas las anteriores. sca Marx el analista social por excelencia de los 1 tiempos de la modernidad —entendida como d capitalista—, pero otros socidlogos también hi- f aportaciones distintivas que nos ayudan, a com Jer lo que estaba ocurriendo. La emergente sociedad se caracterizaba por una division del trabajo. ‘mayor, en la que las funciones se especializaron jamente: Emile Durkheim (1858-1917) expuso jeste proceso de diferenciacion dio lugar a un nuevo icipio de integracién social que denomin6 «orginico», ; Bposicién a la solidaridad «mecinicu». Esta altima, | Pentigua, se apoyaba en la coercién y en el peso-de la |, mientras que el anterior se -desarrollé a partir de feciente interdependencia que la divisién del trabajo Una vision optimista, no compartida por Marx, gmo veremos. n sociologia de Durkheim puso los cimientos de un sriante tema que ocuparia a los cientificos sociales en p xx: emo se extiende la diferenciacién a todas las_ sociales, El trabajo se separa no sdlo del hogar, sino | én del oci, la teligién, etc. De la misma forma, la | siblica se distingue de la privada de formas nuevas y, ~ Jo las vidas de hombres y mujeres tambien se rede- fen términos de tareas especializadas. En las clases as, por ejemplo, el padre, «que gana el sustento», se gue del «ama de casa» (aunque los dos tengan traba- alariados). La familia extensa queda reducida ala fa. nuclear y se convierte principalmente en una unidad... Seonsumo més que de produccién. Las tareas que en el | gado corrian a cargo de la familia o de la iglesia pasan a 1 de la escuela, la cultura juvenil y los medios de cacién, por un lado, o de los hospitales y organis- _ de bienestar, por otro. te el siglo Xx esta cucstion seria retomada por En este parrafo Marx capta el dmbito societal de log cambios que sc estaban produciendo, cambios para lo {que otros han utilizado términos tales como «indus zaciém. En realidad, aunque cl término «moderni pueda parecer mas bien impreciso, tiene la virtud dicar la enorme magnitud de los cambios sociales que tuvieron lugar con cl desavolloindustial-capitalisa-ee ‘Volviendo al ejemplo del coche, vemos cémo ciertos as: pectos de la produceién industrial, tales como la especia lizaci6n, la uniformidad o la estandarizacién, se han con- vertido en rasgos cotidianos de la vida moderna. Damas por sentado que unas piezas pueden sustiuir alas gasta das 0 rotas. Lo que era vilido para la fébrica, se hizo aplicable sucesivamente a los grandes almacenes y sus productos, las granjas y las oficinas. FW. Taylor dio su nombre al sistema de produecién organizado minucioss- ‘mente, en el que todas las tareas se reducen a sus elemen- tos, se cronometran y verfican a fin de maximizar la pro- ductividad y el beneficio. Los métodos de montaje en se- “tie de Henry Ford se basaron hasta tal punto en esta clase de técnicas de gestion que su nombre también se utiizd como epitine del mctodr efordsmo». Cada Modelo T que salia de Dearborn, Michigan, levaba inscrtas las se fias de la modemidad. Tales simbolos, a su vez, sirvieron para reforzar cl sistema. (ea Kua hee, acrin en Prop ond Pret The Sociology of Indasirial and PestindastralSocery (Hiaramodss Penguin, 1978), p. 5. %0 Davie Ly Talcott Parsons y su escucla de sociologia. A parti de un, analogia orginica, Parsons sugiti6 que los nuevos subsic temas estaban en constante evolucion, diferencisndose adaptindose, de forma que, a medida que avanzas j, modemidad, estaban en mejores condiciones para enfres tarse a sus propios problemas, La diferenciacién plantey ria especialmente problemas de integracién: cémo coord nat una sociedad compleja. La respuesta, para Parsong radicaba en Ia creaci6n de una meritoctacia, Retirar las an. tiguas barreras a la participacién social que se imponfan al adscribir autométicamente a las personas a roles concre: tos, de esta forma, permitirlas llegar hasta donde pucle ran dentro de un metcado libre de téenicas y habilidaces Como observa Roland Robertson, la aceptacisn de la mo. demidad por parte de Parsons y su brisqueda de bases teGricas para su futura existencia hacen de Parsons un so cilogo modemo por excelencia’, Racionalizacin Si la sociologia de Marx nos presenta un mundo de ‘mercancias, gobemado por la incesante bisqueda del be- neficio, v la de Durkheim un mundo de precisas subdivi siones de tareas y responsabilidades, la vision de Max We ber (1864-1918) de la modernidad también era un tanto diferente. Para él, lo esencial cra la racionalizacién. Con ello se referia ala gradual adopeién de una actitud calcu- Jadora hacia mas y mas aspectos de la vida modema Tras provocar la desaparicion de lo que consideraba los «espi- ritus y demonios» de la cultura tradicional, se impuso el enfogue racional subyacente ala ciencia y que encontraba » Roland Robertson, Talcott Parsons: Theorie of Modernity (Londes y Newbury Park, CA, Sage, 1991) st si6n més dinémica en la economia capitalista, pe De rjamiticamente cada sector de la sociedad. La dad dervaba cadaver mis de ea racionalidad cal ‘menos dela tradicién, 3 ar exes ls dstinivos de la moder ‘Weber, El método de laboratorio del cientif- sreetablidad del capitalista con sus pérdidas y ga- Tus normas y escalafones de! sistema burocritico, tos stestiguan la importancia de la racionalizacion. Jo atento era una fuente de control y un instru. ide dominio, Con la hesramienta de la racionalidad eaible adomar» la naruraleza, someter a los trabaia- Fhacer que cuadraran los libros de cuentas y mante Trcomplejidad dentro de ciertos limites. La organiza- sprodlctiva y eficiente por excelenca, septin Weber Mpurocracia, Pero la misma tendencia se extendi6 al fa miisica; la precisién mecanica se convirtio en un dd la pintura y la notacion musical se estructurd de ‘con nuevas ideas de la armonia. Tanto si se trata- demejorar las cosechas y acrecentar la precision mil- @ de sutomatizat el bogar 0 coordina los welos creas, la racionalizaci6n se convirté en un Feo ccnval delamodernidad durante el siglo misono de organizacién racional era la ciudad. La Se ee de lax panies 9 pueblos rurales alos ide produceién industrial en répido desarrollo én provocaron grandes transformaciones sociales, fh definicién precisa de «urbano» ha sido una debatida —se decfa que los Estados Unidos se on urbanos cuando la mayoria de su poblacin vivia M asentamientos de mas de 250 personas—, esta claro ue la experiencia moderna es abrumadoramente urbana, 2 2 David gg em contraste con el pasado, predominantemente rn Como hemos visto, Georg Simmel pensaba que la unt tropol> tenia un efecto distinivo sobre la «vida mene ademis seser electro dela economia one Era propias palabras: «La complejdad y la extensin de fo el potencial de {beni mewopeltininpenen pune eT ence Le lad, exactituds, eee ir ie serfa una «maqui- Simmel y otros consideraban a cindadel crsol ene que ee se formaria yreformaria la modemidad, En este micros, eo Tajosa posicién del conductor de automo ‘mos podia observarse la diferenciacién, la mereantilizacign Bee coke cooenivian ol tuge celta ‘yl racionalizacion a gran escala, Los habitantes de las cin. Deis conatrsiria para los coches. La eliminacén ‘dades cada ver se distinguian mas, pensaba, por su actitud Ba chinariel detiyin rebels reservada y hastiaca. Mostraban tina aparente urbanidad, sambién elimina teyéndose portadores de la eivilizacidn, pero distancin, dose de ls relaciones que pudieran ser claramentefntinas, 1La identidad ya no se hallaba en la comunidad local. Ha bia surgido una sociedad de extrafios que floreca en la cit dad, En la obra de un compatriota de Simmel, Ferdinand Tonnies, se manifiesta un énfasis similar, Para Ténnies, la vida moderna se caracterizaba por unas relaciones mas for ‘males y contractuales que las de la Gemeinschaft 0 comm nnidad. Aunque este fendmeno también se daba en las reas rurale, era ms marcado en las urbanas. La Escuela de Chicago de socidlogos urbanos retoms esta cuestén, dejando su sello en buena parte del andlsis social del siglo xx. Para ells, la modernidad se configuré enllas florecientes ciudades del Nuevo Mundo, sobre todo en Chicago. El urbanismo, sostenian, era nada menos que un emodo de vida» nuevo y distinivo, La ciudad se con vertia en el medio de procesar las oleadas de inmigrantes, situandolos en zonas yclasficéndolos para emplearlos en las fibricas y oficinas del progresivo industialismo, Al ‘mismo tiempo, la ciudad conservaba su ambivalenci, un rasgo al que volveremos en la préxima seccién. 0, en el Viejo Mundo, Le Corbusier se reconci- Presi en as cals de Paris Aunque co Hdeas de utbanismo se percbia la nostalgia por precedieron a la existencia del automévil, no Telebrar la modernidad, De manera semejante a Tos objetivos de la modemnidad: excluir y otimi- Gpedincnts cos delincucntes ydesvaos, con del impulso contrcador y dasfcador ibia en todos los émbitos. La ciudad era uno Jambitos, pro surgieron muchos otros. La moder- Htambién puede relacionarse con el auge del ejéreito oun aspecto especializado del nucvo Estado nacio- Fl uniforme, la nstruccidn, las civisiones en estrictas de rango tenian por objeto que el ejército ope- clicacia y garantizar la conformidad de todos. La ade estilo militar habsia de tener un impacto tre- fo en las pauitas organizativas de la industria, la admi- cin y el comercio, por no mencionar los hospitales las, de la era moderna*. Bitae (Ritopher Dancer, Suen, Power and Moder abridge, Polity Press, 199) © Gtado en Kumar, Prophecy ond Progress. TL 7 David 3 De hecho, desde el comienzo del period dejaron de surgir tacticas y estrategias rake Sti. Camo han mostrado los historiadores sig le Max Weber a Michel Foucault y Norbert Elie antiguos métodos para mantener el orden, tales con e castigo pablico y brutal de os infractores, fueron suena por ottos gue hacian hincapié en la aurodisepling autocontrol. Elias mostré cémo el «proceso eiviliznl Supuso el rfinamiento de las maneras en la mesa y presion o al disimulo de estornudos y flatulenciay” bo otra parte, Foucault insste que en el plan de pista Mi, enconiramos el epitome de disciplina ‘moder ediante un rgimen de observacidn no verifieabe, cn] due los reclusos nunca estén seguros de cuando se les ob ser Ios prescs se ateclcpinan para mastener len y comportarse de acuerdo con los descos dela ad nistraciGn de lacircel Al final, observa Foncaul, «xe cargan ellos mismos de su propia vsilancian!® ste alas formas de tratara los infractores dictadas Biigion. De hecho, era una parodia secular de un nisciente, A medida que avanzaba el siglo x0x, on muchas alternatives 2 las antiguas formas zcli- Ho mismo propiciadas deliberadamente que como nencia indirecta de los procesos modernizadores. lismo urbano parecia eliminar la influencia de ‘en Europa desplazando a las personas de sus ccontextos comunales y ofreciendo nuevos prinei- organizacion social en sustitucién de los consagra- [a religién. Finalmente, el propio paisaje urbano ta este proceso cuando las aguias y las torres de las sfuesen sobrepasadas con creces pot los rascaciclos lucién Francesa destroné a Dios de manera ssible proclamando el advenimiento del Estado se Pero como muchos observaron durante el siglo si de Alexis de Tocquevilleen adelante", esta forma conservaba muchas reminiscencias de la reli-| in duda, el horizonte de la esperanza habia bajado temporal, pero, por lo demés, cieros elementos a sagrada, el proselitisma e incluso el martirio alli. Marx, Weber, Durkheim y Simmel también de diferentes formas el cambio de dioses que ifest6 en los primezos tiempos de la modernidad ekheim, por ejemplo, creia que, pese a las aparente- nie poco prometcdoras perspectivas del cristianismo, Sformas esenciales de la vida religiosa persistirian de propias de la era moderna. Por su parte, Simmel juso percibis la aparicién de nuevas formas misticas de dad, pero pensaba que algo vital estaba desapare- ndo, Tal secularizacién como logro negativo de la mo- tnidad reaparecers més adelante. on ini en Secularizacion El pandptico fue concebido icel Por Jeremy Bentham a ales dl siglo x1 Su nominees serkeer re ‘inp ‘motivo de la modemidad: a suerte cambiante de la rei siGn. Bl plan de Bentham representaba una alternativa * Noibeg Eli, The Citing Pres (Os, a SpE et areca Madrid, PCE, 1988,] " (Nusa Yok Va Bons 379) El cae vinery eee Ms Abi Silo, 1990} Et bs js de mde eg so Be dso Mh Ip fut Me of Bt cs | Hot, Pet, 1978 en lc on a tec eens el Lyn, Th Electronic Ege The Rise of Surcelan Soy Cam ele aly Pes, y Maocapols, Univesity of Minneaa Pre 1954) [Ed cht: Elo clear Madd Alcea ea Gitndo en Krishan Kumar (ed, Revoluston: The Theory and Prac of « Pure Ides (Londres, Weidenfeld and Nicolson), p. 115 36 Davidson Asi pues, la modernidad es un fenémeno de gran diver. sidad y tiqueza, dificil, si no imposible, de resumin El tento de Anthony Giddens de ver la modernidad en tc. ‘minos de sus principales esferas institucionales nos ay, 4 comprender esto. Giddens sugiere que la modemids no deberia considerarse producto de un solo factor pre ddominante tal eomg el capitalismo, sino como un con}, to de instituciones, Estas incluyen el capitaismo, el inch trialismo, a vigilancia —especialmente en el Estado ne Gional— y el ejército, Ahora bien, estas cuatro ing tituciones son evidentes en lo que hemos tratado hast, ahora y es jgualmente evidente que ninguna de ellas pu de reducirse a las demés, Para trazar un cuadro més completo de la modemidac| hhemos de arrojar luz sobre otros dos aspectos. En parte los podemos extraer de otras obras de Giddens. Por un lado, Ia mencién de las materia primas y lafterza de tea bajo para la produccién capitalista nos recuerda que el proyecto de la modemidad afecto desde el principio a ‘ottos paises aparte de los europeos, Las relaciones étniens ‘emergentes, basadas en el colonialismo y la descoloniza ion, son un rasgo importante de la interucciones plobs. {es contemporineas. Por otra parte, la revolucicn indus. trial trajo consigo grandes cambios en las relaciones entre dos sexos,asignando la esfera doméstica ala mujer y la pi blica al hombre, y reforzando asi las antiguas pautas de dominio y subordinacién. El patriarcado tom5 nuevos formas, quizi més rigidas, en la modemidad!? Otra cuestin extremadamente significativa que esti casi ausente en el andlisis de Giddens es la dela religion, J (Giddens abords la caestin del nero tantocn Mederty and Sel entity (Cambridge, Polity Press, 1991) fe. east: Madomitad owe ded delve, Barcelona, Peninsula, 1995] como en The Transformetion of Fetimacy (Cambridge, Polity Pres/Stantord University Press 1992) TEAL cast: La ronsformanciin dla inimided, Maid, Cixedra, 1993 1 odernidad 7 deja de reaparecer". Sin embargo, el caleidosco- ;de matices culturales también esta en constante finjo ‘modernidad y se halla ireversiblemente unido a las: ‘Las formas en que la creencia en el progreso Pp’ la confianza en la providencia se ‘manifestaron i cae ¢l arte ys racionalizaisinstucenes jciales. Cuando Sonne Se a ei iidad, la dimensién cultural vuelve une ra er les entrelazandose con la social, Ja politica yla ica. Asi, aunque el esquema de industrialismo, ca- cia y ejército es muy tril como resumen a moclernidad, es necesario engarzazla con las dimen- nes de la etnicidad y el género y de la cultura y la reli- ivalencia de la modernidad ro de la modemidad fue inaugurar nada menos ee Orden social, introducir un cambio sin pre- Jee con frecuencia irreversible a ecala maa, De 0, la oserida se cov en a primer forma de nizacin social que adquiti6 un predominio global te muchas décadas, tanto quieaes vivian en socieda- ‘ransformadas por la modemnidad como quienes aspi- faban a la misma crefan que ofrecia unas ventajas abruma- sob los dems modos de vida. Quien podia re azar el sueldo fijo, Ia lata de Coca-Cola y al teléfono: considerasen simbolos de progreso. Los desgarros causa pc cance eaidiccies deka én La ten su Moder and 3 Giddens no pa po ao a eligi. La Nedeinend i det (Cambridge Ply Pres 1991). Per no gids inten Se eacomice ee 38 David Leg Inds que una abrasién temporal provocada por la trang. cin a las nuevas condiciones, La lucha de clases p sjemplo, no era para Durkheim un rasgo endémico del pitalismo, como lo era para Marx, sino que sefalabe fase que precedia a nuevas formas de cooperacién. Pero la modernidad s6lo era una bendicién en parte Ya en los primeros andlisis sociales se escuchan notas sg advertencia y preocupacién. En el mundo de la proc cisn, Marx vefa alos capitalistas explotadores y os tribe Jadotes alienados. Durkheim percibis una inquietud ¢ in certidumbre profundas sobre el fururo entre los alectacoc or la nueva division del trabajo. Weber temia que la ra, cionalizacion acabata por aplastar al espiritu humano, en, ccernindolo tras los barrotes de la jaula de hierro burocrs j ea. Simmel intuta que la sociedad de extrafios produciria | un nuevo aislamiento y frapmentacion social Y asf suce sivamente. A finales del siglo xx, cuando la realidad alean. 26 estas premoniciones ciemtifico sociales, la modemiciad aparecia en una situacin caética, De hecho, para muches observadores, las cosas estaban peor de lo que temian sus antepasedos. La modernidad quizé estaba creando las condiciones para su propia muerte. lung Alicnacton y explotacion Marx, aunque favorable a la modernidad, era enemigo de su comadrona; el capitalismo, La constante actualiza ion de la tecnologia, la obstinada busqueda del dominio del mercado, la extensién a nivel global de los tentaculos del capital eran aspectos de un sistema disefiado para se- 3 ‘Aunque no es un obra tan importante como otras suyes, EP mas ter ot le cltura de Freud, cons pesimismo sobre el socialstno techs osato, también pods consilerarse como un juico negative da es ddemidad. De abi que ala a esta obra ene lo del capitulo, ia ” ra quienes se beneficizban de él de quienes no tenian o ee ‘cadenas. Para Marx, el capita- habia logracoincroducir una cua entree capitals el trabajos, entre los propios trabsaclores —pucs ‘que competir por los excisos puestos de trabajo pter— aun vel mis profundo, eels le ia identidad, De esta forme, los : Ea Satara propia humanidad,entendida mo una actividad libre con un fin, y explotados - saciable de beneficio. Antes de pagarles su redu- rio se les arrebataban los verdaderos frutos de su iarx analizé el capitalismo como un sistema total ein B papas ar cad rte rd ¢l camo fa io maura, Aunaue se an be jmichos intents de desareditar al marsismo es mis ghntesascido su postu aac con la ideo control xa inperane bape comunismo, much sus prncipos conserva su relevanciaen la acta, bin ceo gue se has desrola nuevas aes del italsmo, les como el fordspo desea Primers ga Segunda Guetta Mundial hay abundanes ince ue €limpulso imparable ala acumulacién de capt to pot seria arta noha csi er bso- Ta cueson postmodern cs lis tansfomacions ids tanto en el modo de produccién como en los menes de regulacion relacionados? representan un nundo postmnarxista o simplemente més de lo mismo con, fn nombre diferente “Aunque Marx nol sabfa, parte de su proyecto exainal lager odoun ger de crea dela mveridad. A wat qué la economia monetatia se habia convertido 5 Das arya os ads depron eine dea Ian co Th Pome Conte vr, Uy Cab Ma So lll 199, cpio

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