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Esto porque el Cristianismo puede ser considerado como el acto triunfal, sin
embargo, Pablo Richard dice: “el imperio Cristiano lo vemos, no como un triunfo
del cristianismo, cuanto como la derrota del movimiento histórico de Jesús”
(Richard, Pablo, 2009; Pp27).
Los primeros creyentes en Jesús asumieron el legado judío del que procedían;
estaban arraigados en la fe monoteísta e interpretaron a Jesús a la luz de las
Escrituras judías (Primera generación). En este sentido y gracias al contacto que
se tuvo con el mundo helénico, el cristianismo entonces comenzaría a surgir del
tronco judío. El proceso formativo del cristianismo puede entonces interpretarse
como un movimiento inclusivo, que hace del cristianismo una religión con gran
capacidad de acogida y apertura a la diversidad cultural, lo que no debe
entenderse como una pérdida de identidad, es decir, la apertura del cristianismo
no es una contrapuesta al judaísmo, así lo plantea Rafael Aguirre.
Más adelante y según Rafael Aguirre: El testimonio más antiguo sobre los
cristianos de un autor pagano es el de Plinio el Joven, gobernador de Bitinia, en su
correspondencia con Trajano (durante los años 111-113). En su carta está claro
que los cristianos se distinguen de los judíos y no gozan de los privilegios
religiosos de estos. Esto quiere decir que ya existía un claro alejamiento del
judaísmo y por ende el movimiento del Cristianismo habría tomado su rumbo,
olvidando que su tronco era el mismísimo movimiento de un Judío.
2. ¿Mito sobre el surgimiento de los orígenes del Cristianismo?
El mito de los orígenes es una idealización que se hizo a cerca del triunfo que tuvo
el movimiento Cristiano y que ha perpetuado hasta el día de hoy, de manera
alejada de su tronco natural. Esta idealización según Rafael Aguirre se decanta
por crear una historia idealizada del surgimiento de un movimiento, en la cual
fundamentan su historia resaltando sus posturas, sin ningún criterio histórico, es
decir, no busca proveer datos verídicos, sino idealizaciones, acerca de: “la
memoria, que selecciona e idealiza, se conserva y transmite en relatos venerados
y en celebraciones periódicas; la referencia a este pasado mitificado condiciona el
presente” (Aguirre, R. 2010; Pp 18).
Por ende lo negativo de esta idealización del mito del cristianismo, es que no se
puede hacer una reconstrucción histórica verídica, acerca de todas las
implicaciones que tiene el movimiento tanto histórico de Jesús como la
fecundación del cristianismo en el mismo ceno judío. Esto entonces nos da una
óptica muy reducida y casi falsa de los verdaderos hechos.
Representante hermano de
Jesús Santiago, con algunos
discípulos y familiares de Jesús
Sobrevive un
remante hasta
Judeo- Año 70 Guerra la segunda
Cristianismo judía guerra
Judaísmo
Palestinense Cristianos
disperses en
decapolis.
Egipto
Centros del
Cristianismo Lógica de
Escuela pensamiento
gnóstica
Escuela de
Tomas
Siria Evangelio de
Renacimiento fuente de
representada Tomas
del judeo- logias
por Mateo y
Cristianismo
Santiago
Recepción
Gnóstica
Cristianismo
Juanico
Cristianismo Renacimiento de
Asia la apocalíptica
Eran iglesias
post-paulinas
5. Breve desarrollo de las cuatro etapas del cristianismo Primitivo
Segunda etapa: esta se comprende entre el año 70, en donde explota la primera
guerra judía y el año 110 en donde se da el mayor auge de escritos que
pertenecerán dentro del canon en el NT; esta fase es caracterizada por la
dispersión de los grupos como movimiento muy plural. Rafael Aguirre dice que:
“La tensión con el judaísmo fariseo es muy fuerte y va creciendo la necesidad de
autodefinición de los grupos cristianos también por el contacto con la sociedad
grecorromana” (2010, Pp40).
Tercera etapa: La tercera etapa se extiende desde el año 110 hasta el 150; se da
una confluencia de diversas líneas cristianas en reacción a las etapas anteriores,
en donde se puede apreciar un claro proceso de institucionalización y es donde se
puede hablar del cristianismo como autónoma, es decir, alejada ya de su tronco el
judaísmo.
Cuarta etapa: va desde el año 150 hasta el 190, es aquí donde se va consolidando
el conjunto escrituras sagradas del cristianismo, lo que es decisivo para su
consolidación institucional y su diferenciación del judaísmo. De tal manera que ya
hay un total desligamiento del judaísmo y un potencial olvido del movimiento
histórico de Jesús y de su misma memoria histórica.