El Congreso Nacional anula normas de protección con el fin de permitir latifundios y talas de árboles. La pérdida de masa forestal aumentó un 30% en 2016
Brasília 29 MAY 2017 - 00:35 CEST
Madera talada en la Amazonia brasileña. JOS BARLOW
La deforestación p brasileña avanzó un 30% en 2016, según los datos oficiales. Y
lejos de tomar medidas para atajarlo, las autoridades del país sudamericano abren la puerta a nuevos proyectos para legalizar latifundios y permitir la tala de árboles. La última iniciativa la ha tomado hace unos días el Congreso Nacional: en medio de la crisis política que sacude Brasil, decidió disminuir el área de protección ambiental en una de las zonas de la Amazonia más castigadas por la pérdida de masa vegetal.
La decisión del Senado implica que la Floresta Nacional de Jamanxim, en el
Estado de Pará (norte), uno de los que integran la Amazonia, vaya a perder 480.000 hectáreas de los 1,3 millones que la integraban. A partir de ahora, las normas ambientales serán mucho más laxas. El área que corresponde estrictamente a bosque tropical es de 320.000 hectáreas, más del doble de la superficie de las dos grandes megalópolis latinoamericanas: Ciudad de México y São Paulo. El recorte del área protegida facilitará la legalización de latifundios que hasta ahora estaban en situación irregular. Y posibilitará la ocupación de nuevas tierras, hoy intactas, así como la explotación maderera, según denuncian los grupos ambientalistas. Explotar bien la selva es posible Una empresa madrileña exporta de forma sostenible y transparente madera de ébano desde Camerún
Madrid 11 NOV 2016 - 08:32 CET
Empleados de Crelicam marcan un árbol de ébano en la selva de Camerún para
facilitar su trazabilidad.MADINTER MÁS INFORMACIÓN
de cientos de sus habitantes, además de empujar hacia la extinción a la rica fauna
que alberga y terminar con su rica biodiversidad.
El gobierno camerunés otorga concesiones a empresas madereras que
normalmente destrozan literalmente la selva para conseguir los troncos que luego son transportados en grandes camiones hasta las serrerías de Yaundé o el puerto de Douala, desde donde parten para el exterior encerrados en grandes contenedores. En repetidas ocasiones, la organización Greenpeace ha denunciado las importaciones de madera procedente de talas ilegales llevadas a cabo en las selvas de Camerún por parte, principalmente, de China pero también de compañías europeas. De hecho, en septiembre de 2015, Greenpeace España denunciaba la entrada en el mercado español de madera sospechosa de ser ilegal procedente de ese país y revelaba el nombre de las compañías importadoras. Además de la tala ilegal, estas empresas operan imponiendo condiciones de trabajo muy duras a sus empleados y pagando sueldos muy bajos.
Así, los bosques tropicales, que podrían ser una fuente de riqueza y de trabajo para muchos de sus habitantes, están desapareciendo y condenando a la ruina y desesperación a las poblaciones que los habitan.