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APRENDIZAJE Y EMOCIONES

Katia Ivette Gómez Estrada


PSICOLOGÍA SABATINO
3er CUATRIMESTRE
Profesor: Lic. Manuel Alejandro Rodríguez Díaz.
Sábado 12 de julio de 2014.
Morelia, Michoacán
“Debemos enseñar con creatividad, imaginación, y sobre todo…con placer.
Que el espacio áulico sea un espacio cálido, donde se pueda transmitir
la pasión por el conocimiento y el descubrimiento”.
(Carolina Frigerio.)

INTRODUCCION.

Las emociones desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas, de allí la


importancia de conocer cómo se desarrollan y cómo afectan a las adaptaciones
personales y sociales y, particularmente, cómo afectan a los procesos de
aprendizaje que tienen lugar en las instituciones educativas.

Las emociones juegan un papel muy importante en nuestros estudios y nuestro


aprendizaje, en todas las etapas de la vida: la escolar, la universitaria y la del
aprendizaje permanente a que hoy nos obligan las responsabilidades
profesionales y ejecutivas.

Hay emociones que favorecerán nuestro aprendizaje, y hay otras que lo perjudican
o lo obstaculizan. Se puede decir que estados anímicos como la alegría, el
entusiasmo o el coraje nos impulsan con la energía emocional adecuada para
llevar adelante con eficiencia cualquier proceso de aprendizaje. Y estados
anímicos como la tristeza, el miedo o la cólera perturban, obstaculizan o incluso
pueden llegar a invalidar el proceso de aprendizaje.

Un clima escolar nutritivo, caracterizado por un ambiente que da confianza, que


crea un sentido de pertenencia, que da seguridad, que motiva y refuerza los
logros, se ha visto que estimula los aprendizajes. Por el contrario, emociones
negativas (por ejemplo de inseguridad, temor, rabia, tristeza, etc.) y un clima
escolar negativo, caracterizado por la desconfianza, falta de apoyo y malos
tratos, pueden interferir en la atención, en la memoria, en la comprensión de lo
que se trata en clases, y contribuir a comportamientos que perjudican el
aprendizaje.

Las emociones y las relaciones afectan cómo y qué se aprende. El proceso de


aprendizaje es colectivo, y las relaciones entre los compañeros y el clima de
convivencia afecta sus aprendizajes y rendimientos.
DESARROLLO

Comenzando con el tema, es importante mencionar ¿qué es el aprendizaje?, lo


cual conceptualizo como el proceso a través del cual se adquieren o modifican
habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores como resultado del
estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación.

En la educación formal o escuela, este proceso está dado a través del paso de
información de un cerebro más informado como el profesor a otro menos
informado como el alumno. Pero esta información debe tener un sentido, un
objetivo, una intención para que nuestros sentidos los capten y permitan el ingreso
a nuestro cerebro. Es decir, se debe conquistar, en primera instancia, nuestra
atención. Por lo que los sentidos, deben reconocer esa información como aquello
que reviste de importancia para el futuro, para nuestra supervivencia. Se puede
decir entonces, que la capacidad de captar y centrar la atención es el paso previo
al aprendizaje y a la memorización.

Una vez que la información ingresa a nuestro Sistema Nervioso Central (SNC)
recurrimos a lo denominado “Bancos de memoria”. Donde se compara esta
experiencia actual, con otras del pasado y se la clasifica como “a favor de la
supervivencia” o “en contra de la supervivencia”. Por ello debemos tener en cuenta
cuáles son los factores que facilitan el aprendizaje, y de esa manera, nuestra
UCCM (Unidad Cuerpo Cerebro Mente) estará tranquila, segura, y no sentirá
sensación de peligro (que en primera instancia puede generar la conducta de
huida, rechazo). Estos factores son: Estado emocional tranquilo (por parte del
docente y alumno); medio ambiente enriquecido, el espacio donde se lleva a cabo
este proceso de enseñanza-aprendizaje que debe ser en un ambiente fraterno, y
donde se le pueda encontrar sentido a lo que se aprende.

Sin embargo, no se debe olvidar aquellos factores que pueden limitar este proceso
de aprendizaje como son: biología del cerebro de cada especie, biología del
cerebro individual, experiencia de vida personal, o de otras personas, tiempo
histórico en que nos toca vivir, o el contexto seleccionado.

Nuestro “Cerebro Emocional” o Sistema Límbico está formado por estructuras que
se relacionan con respuestas fisiológicas ante estímulos emocionales. Y está
sumamente relacionado con la memoria, las emociones, la atención y el
aprendizaje.
Nuestro cerebro por naturaleza, puede seleccionar del mundo exterior, aquellos
estímulos que son necesarios para vivir, y por lo tanto los recordará con facilidad,
y los aprenderá. Y también captará aquello que este a favor de nuestros
paradigmas, que está vinculado a conocimientos anteriores, lo que se comprende
con facilidad, genera impresión, la última información que se memoriza, lo que se
ejercita con frecuencia y aquello que se practica con significado. Mientras que
olvidará rápidamente aquello que no es significativo, está en contra de nuestros
paradigmas, que no capta la atención, o no se comprende fácilmente, aquello que
se memorizó hace mucho tiempo y no se ejercita con frecuencia.

Hay cuatro niveles en los que nuestros estados emocionales pueden afectar
nuestro aprendizaje:

1) En una etapa inicial (predisposición, motivación, interés)


2) En una etapa intermedia (perseverancia, persistencia, regularidad del
estudio)
3) En una etapa de obstáculos (manejo de, de las dificultades, de la frustración
o de la adversidad)
4) En una etapa final (equilibrio emocional en el examen de nuestros
conocimientos o en la aplicación de los mismos)

CONCLUSIONES.

Como conclusión podemos decir que el proceso de enseñanza-aprendizaje, y así


mismo, el proceso de aprendizaje, no son simples, ni mucho menos fáciles. Son
complejos. Implican tiempos, la intervención de diferentes factores. La importancia
de la motivación, intereses, organización. Pero creo que si, como enseñantes y
como alumnos conocemos cómo funciona, sabemos qué es lo apropiados y qué
no lo es, puede llegar a ser un proceso donde ambas partes intervengan,
interactúen y se produzca de una manera más significativa. Es decir, que el
aprendizaje se logra siendo ambas partes (docente y alumno) actores activos de
este proceso. Donde la transmisión de la información no sea lineal-unidireccional
(solo de enseñante a aprendiente), sino donde se tenga un espacio para compartir
pensamientos, ideas, se trabaje creando, construyendo, representando (como por
ejemplo: maquetas, obras de teatro, preparación de una clase, juegos). Así, la
información del mundo exterior ingresa a nosotros a través de una mayor cantidad
de canales sensoriales (no solo auditivo con el discurso del docente), y al vivirse el
conocimiento con una experiencia emocional, que logre conquistar nuestro
sistema límbico, dicha información será más fácil de recordar, difícil de olvidar, y
nuestra Unidad Cuerpo Cerebro Mente estará agradecida con nosotros por
brindarle un espacio seguro, y placentero.

Hoy en día, la educación suele ser solo una institución donde el alumno asiste
para rendir, aprobar, pasar de año, y nada más. Donde el docente concurre para
dictar lo que los libros dicen, y responder a un “Currículo Educativo” (Nacional,
Provincial y Áulico). Ambas partes han perdido (en gran medida) la motivación del
aprendizaje, de conocer, de saber. De enseñar, de transmitir, de conquistar la
imaginación y la creatividad del niño que aprende. Motivación que, cuando se es
niño parece infinita; pero que termina siendo limitada por el sistema.

Cuando pienso en Aprendizaje, imagino un espacio abierto, donde se respeten los


tiempos del niño, donde las clases sean lugares de hacer, crear, pensar,
reflexionar, representar; poniendo el cuerpo, el pensamiento, la imaginación, el
arte, la cultura. Integrando y entramando la información y los conocimientos.
Cuando pienso en la Educación actual Argentina, me genera angustia, desilusión,
decepción. Creo que hay un estrecho muy grande entre mis ideales y la
realidad.Pero espero, como futura Psicopedagoga y como asistente y partícipe de
la educación, poder colaborar para generar un puente entre ambas partes. Y
conquistar los ideales de otros educadores, enseñantes, pedagogos, para mejorar
juntos, la educación, nuestra educación.

Utilicemos la sorpresa, la imaginación, la creatividad, el asombro, el carisma, la


tranquilidad, confianza, seguridad, y los alumnos se podrán sumergir en este
maravilloso mundo del aprendizaje, explorándolo con sus propias manos, cuerpo,
capacidades, manipulándolo, transformándolo y así, disfrutando de este
importante proceso de aprender.
Algunas estrategias que puede utilizar el docente son la anticipación positiva,
novedad, recuperar los intereses individuales de los alumnos y utilizarlos como
motivación, la sorpresa.

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