Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Definición y objetivos
Utilizo el término "proconcepción", o reproducción asistida, para referirme a aquellos
procedimientos encaminados a favorecer la fertilización del óvulo por el
espermatozoide y su consecuente desarrollo dentro del claustro materno. Digo que
"dentro del claustro materno", pues la proconcepción y desarrollo filera de él, es decir,
la ectogénesis integral, no es una idea imposible de realizar, pero sí descalificada
científica y moralmente por su absoluta futilidad.
Lo que buscan quienes se dedican a la proconcepción como disciplina médica,
científica, es dar satisfacción a aquellas parejas que por una u otra razón, anatómica o
funcional, no han podido lograr su deseo de reproducirse. Sin duda, es una actividad
licita moralmente por cuanto lo que persigue es el bien, la felicidad de otros. Aquí
encuentra la ciencia médica la oportunidad de demostrar su papel de defensora de la
pareja conyugal y de la sociedad, como que lo buscado va a favorecerlas a ambas: a
aquélla, propiciando su descendencia; a ésta, dándole validez y sentido a la familia, que
es su núcleo social primario.
En sus inicios, la Medicina fue en esencia naturalista, por cuanto la enfermedad era un
designio de la Naturaleza y sólo podía combatirse con la ayuda de los dioses, es decir,
con la intermediación de fuerzas superiores a las de los hombres. Todo intento de
enderezar lo que la Naturaleza había desviado era una intromisión abusiva, una
sustitución sacrílega, pues sólo las deidades eran las llamadas a subsanar lo malo.
Cuando la corrección no ocurría era porque ellas así lo querían y los hombres, por lo
tanto, debían aceptar esos mandatos superiores.
Los tiempos fueron cambiando y la Medicina también. El curador pasó a ser un
intermediario entre la divinidad y el enfermo, con dispensa para contrariar los desvíos
de la Naturaleza. Más luego, el cultor de la Medicina, ya conocedor experto de la
Naturaleza, se liberó de la dependencia divina y asumió, solo, el papel de colaborador
de aquella, a veces con la pretensión de ser su sustituto. En esta tónica -colaborador y
sustituto- se encuentra hoy el hombre de ciencia transitando los terrenos de la
reproducción humana. La posibilidad de que llegue a ser amo y señor de ellos ha
llevado a los guardianes de la moralidad a tocar a somatén, a despertar las conciencias
en defensa de valores y principios fundamentales para la preservación de la dignidad del
hombre y de la especie.
Dentro de ese marco es donde hay que analizar el tema de la proconcepción; con ánimo
objetivo, claro está, pero sin prevención. Espero poder hacerlo asi.
"Investigación
La técnica de la fecundación in vitro y el trasplante de embrión puede igualmente ser de
utilidad en el campo de la investigación cuyo fin es tener una mejor comprensión de
cómo se originan y se trasmiten los defectos genéticos y cómo se les puede prevenir o
tratar. Tanto para el médico como para el paciente pueden surgir profundas
implicaciones morales y éticas. El médico no puede violar sus propios principios
morales y debe ser sensible a los principios éticos y morales de sus pacientes y
respetarlos. El médico tiene el gran deber de hablar con entera franqueza con los
pacientes que van a participar en la investigación, y el consentimiento informado de
dichos pacientes no sólo debe ceñirse a lo que exige la ley sino también estar a la altura
del nivel especial de responsabilidad profesional establecido por las normas éticas. Los
principios de la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial se aplicarán
a toda investigación clínica en materia de fecundación in vitro y de trasplante en
embrión, así como también a todos los problemas que puedan surgir de dicha
investigación clínica.
"La Asociación Médica Mundial recomienda a los médicos abstenerse de intervenir en
los procesos de reproducción que permitan elegir el sexo del feto, a menos que sea para
evitar la transmisión de enfermedades graves relacionadas con el sexo.
"Donación
La técnica de la fecundación in vitro y el trasplante ( embrión posibilita la donación de
óvulos, semen y embriones, de manera que los donantes biológicos pueden no ser los
padres de la criatura producto de este procedimiento Esta utilización de los gametos o
embriones donados (puede plantear serios problemas jurídicos, morales éticos, tanto
para los pacientes como para los médicos entregados a tales procedimientos de
fecundación in vitro y trasplante de embrión. El médico debe observar todas las leyes en
vigor y todas las normas de ética impuestas por la Asociación Médica Nacional u otros
organismos médico pertinentes. El médico también debe tomar en cuenta ~ respetar los
principios morales y éticos de sus pacientes y abstenerse de utilizar los gametos o
embriones donados cuando ello pueda entrar en conflicto con las normas legales o
éticas, o con los principios morales de los pacientes. El médico tiene el derecho dé
rehusar cualquier intervención que considere inaceptable.
"La técnica de la crioconservación aumenta la disponibilidad de gametos y embriones
para donación. Cuando es permitido, si uno o más donantes de gametos, o los donantes
de un embrión no asumen las funciones de padres de la futura criatura, el médico debe
asegurarse de que los receptores acepten plena responsabilidad por la criatura por nacer,
y que los donantes renuncien a todos los derechos o reivindicaciones sobre la futura
criatura, sin perjuicio de los derechos de ésta después de nacer.
"En el caso de una mujer adulta que no tiene útero, el recurso al método de maternidad
subrogada o por sustitución es posible mientras este método no esté prohibido por las
leyes en vigor o las normas éticas de la Asociación Médica Nacional o de otros
organismos médicos apropiados. Se debe obtener el consentimiento libre y claro de las
partes que participan en cualquier forma en este método de maternidad subrogada o por
sustitución. El uso de este método presenta repercusiones legales, éticas y morales y el
médico debe conocerlas y tenerlas en cuenta en toda decisión de recurrir al mismo.
"El párrafo anterior no pretende apoyar el llamado acuerdo de los "padres sustitutos"
mediante el cual una mujer acepta, por una determinada suma de dinero, ser inseminada
artificialmente con el semen de un hombre con el fin de concebir una criatura que será
adoptada por tal hombre y su esposa.
"Todo acto comercial por el cual óvulos, semen o embriones sean objeto de compra
o venta es expresamente condenado por la Asociación Médica Mundial".