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Ardeola 50(1), 2003, 85-102

FORUM
Forum es una sección que pretende servir para la publicación de trabajos de temática, contenido o for-
mato diferentes a los de los artículos y notas breves que se publican en Ardeola. Su principal objetivo es fa-
cilitar la discusión y la crítica constructiva sobre trabajos o temas de investigación publicados en Ardeola u
otras revistas, así como estimular la presentación de ideas nuevas y revisiones sobre temas ornitológicos ac-
tuales.
The Forum section of Ardeola publishes papers whose main topic, contents and/or format differ from the
normal articles and short notes published by the journal. Its main aim is to serve as a lighter channel for dis-
cussion and constructive criticism on papers or reseach lines published either in Ardeola or elsewhere, as well
as to stimulate the publication of new ideas and short revisions on current ornithological topics.

LA EVALUACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL SOBRE LAS PO-


BLACIONES DE AVES RAPACES: PROBLEMAS DE EJECU-
CIÓN Y POSIBLES SOLUCIONES
José Antonio MARTÍNEZ1, José Enrique MARTÍNEZ2, Iñigo ZUBEROGOITIA3, Jesús T.
GARCÍA4, Roberto CARBONELL5, Manuela DE LUCAS6 & Mario DÍAZ5*

RESUMEN.—La evaluación de impacto ambiental sobre las poblaciones de aves rapaces: problemas de eje-
cución y posibles soluciones. La evaluación de impacto ambiental de proyectos es en la actualidad la principal
herramienta legal para prevenir los efectos negativos de las actividades humanas sobre los recursos naturales,
integrando de esta manera la conservación de estos recursos en el desarrollo socioeconómico. Desgraciada-
mente, la mala calidad general de estas evaluaciones está impidiendo que se alcance esta importante función
preventiva. En este trabajo se revisa de modo selectivo la información disponible sobre de la biología de un
grupo de aves, las rapaces diurnas y nocturnas, potencialmente útil para la correcta realización de estudios de
impacto ambiental. El objetivo de esta revisión es analizar si la mala calidad de estos estudios se debe a ca-
rencias importantes de información o si, por el contrario, existen limitaciones, intrínsecas o extrínsecas, de las
evaluaciones de impacto para la consecución de sus objetivos. Con base en la bibliografía revisada, cabe con-
cluir que existe información contrastada suficiente como para desarrollar estudios y evaluaciones de impacto
adecuados sobre poblaciones de aves rapaces a escala de lugares de nidificación y áreas de campeo, faltando in-
formación básica para desarrollar evaluaciones a escalas mayores (poblaciones y metapoblaciones). Se sugie-
re que debería controlarse con más rigor la calidad de los estudios de impacto ambiental y de los profesionales
que los realizan, y se indican las limitaciones de las evaluaciones de impacto ambiental para el análisis de efec-
tos a escalas espaciales amplias. Para solventar este último problema se recomienda, por un lado, la adquisición
de la información de base pertinente y, por otro, el desarrollo de las evaluaciones estratégicas ambientales de
planes de desarrollo como marco para la realización de los estudios de impacto ambiental.
Palabras clave: demografía, escalas de análisis, especies paraguas, estudios de impacto ambiental, eva-
luación de impacto ambiental, evaluación estratégica ambiental, rapaces, selección de hábitat.

1
C/ Juan de la Cierva 43. E-03560 El Campello, Alicante, España. qvcocotiers@hotmail.com
2
Departamento de Ecología e Hidrología. Universidad de Murcia. Campus de Espinardo. E-30100 Es-
pinardo, Murcia, España. ecoljemt@um.es
3
E. M. Icarus S. L. Apdo 106. E- 48940 Leioa, Bizkaia, España. inigo.zuberogoitia@wanadoo.es
4
Departamento de Biología Animal I (Vertebrados). Facultad de Biología. Universidad Complutense. E-
28040 Madrid, España. jtgarcia@bio.ucm.es
5
Departamento de Ciencias Ambientales. Facultad de Ciencias del Medio Ambiente. Universidad de
Castilla-La Mancha. E-45071 Toledo, España. rcarbone@amb-to.uclm.es, mariod@amb-to.uclm.es
6
Departamento de Biología Aplicada. Estación Biológica de Doñana (C.S.I.C.). Avenida de M.a Luisa
s/n. Pabellón de Perú. E-41013 Sevilla, España. manuela@ebd.csic.es
* Autor para la correspondencia. e-mail: mariod@amb-to.uclm.es
86 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

SUMMARY.—Environmental impact assessment on raptor populations: difficulties in implementation


and a search for solutions. The environmental impact assessment of projects is currently the main tool for pre-
venting negative impacts of human activities on natural resources, thus allowing the integration of socio-eco-
nomic development and conservation. Unfortunately, the general low quality of environmental impact studies,
and thus the assessments derived from them, makes them useless for accomplishing this task. In this paper we
review biological information potentially useful for the proper development of studies of environmental im-
pact on raptor populations in Spain. Our main aim is to analyse whether the low quality that characterizes this
type of studies is due to a lack of relevant biological information on raptors, or to limitations, either intrinsic
or extrinsic, of the environmental impact assessment process itself that intends to protect raptors populations
from potentially harmful human activities. Based on a selective literature review, we conclude that there is suf-
ficient biological information to carry out proper studies of the impact of human activities on most Spanish
raptor populations, provided that the focus is on the effects on nesting places and home ranges; however, the-
re is a general lack of relevant information needed to evaluate impacts on populations and metapopulations.
We suggest that both the environmental impact studies and the professionals who work on them should be
monitored much more closely by the public administration, in order to prevent malfunctions or wrong as-
sessments from an ecological viewpoint. Also, we indicate which are the main limitations encountered
when analysing impacts on a large-scale basis, i.e. on raptor populations and metapopulations. In order to sol-
ve problems associated with the latter, we recommend, on the one hand, the acquisition of proper ecological
data and information, and, on the other, the implementation of Strategic Environmental Assessments of
Plans and Programs of Development.
Key words: demography, environmental impact assessment, environmental impact studies, habitat se-
lection, population dynamics, raptors, scales of analysis, strategic environmental assessment, umbrella species.

INTRODUCCIÓN especies amenazadas o en declive dependen de


hábitats seminaturales tales como medios agrí-
La destrucción y la alteración de los hábitats colas extensivos o bosques gestionados, cuyo
naturales y seminaturales es en la actualidad la mantenimiento depende del manejo tradicional
causa más frecuente del declive de las pobla- de dichos hábitats más que de una protección
ciones de aves tanto a escala nacional (Ma- estricta (Donald et al., 2001). En tercer lugar,
droño et al., 2003), como europea (Tucker & buena parte de las poblaciones animales, y en
Heath, 1994) e incluso mundial (Stattersfield & particular de aves, pueden presentar una gran
Capper, 2000). Inicialmente, este problema tra- movilidad a lo largo de su ciclo vital, con lo
tó de solventarse mediante la identificación, que la protección de áreas concretas o redes de
protección y manejo de aquellas zonas que áreas puede no garantizar su conservación
mantenían las últimas poblaciones de aves es- (Tucker & Evans, 1997).
casas, amenazadas o en declive. No obstante, Para solventar las limitaciones que conlleva
esta aproximación basada en la creación de zo- conservar sólo ciertas áreas protegidas, en las
nas protegidas (IBAs —áreas importantes para últimas décadas se va incorporando en la polí-
las aves— y ZEPAs —zonas de especial pro- tica ambiental la idea del principio de preven-
tección para las aves—; Grimmett & Jones, ción y de ordenamiento de las actividades hu-
1989; Viada, 1998), si bien necesaria, presenta manas. Los sucesivos programas sobre medio
tres limitaciones importantes. En primer lugar, ambiente de las instituciones europeas han ido
el establecimiento de una zona protegida no insistiendo en que la mejor manera de actuar en
garantiza el mantenimiento de sus poblaciones esta materia es tratar de evitar deterioros am-
de aves a largo plazo, pues el tamaño de estas bientales en lugar de restaurarlos una vez pro-
zonas es, en general, demasiado pequeño para: ducidos. En esta línea destaca la evaluación de
(1) evitar el fenómeno de pérdida estocástica de impacto ambiental como una herramienta que
especies asociada a la fragmentación de los há- permite prevenir daños sobre los recursos natu-
bitats (relajación faunística; Karr, 1990); y (2) rales derivados de proyectos de desarrollo. El
suprimir la influencia de la alteración de los impacto de proyectos y actividades con inci-
hábitats periféricos —atmósfera y clima inclui- dencia ambiental importante fue regulado en
dos—, sobre los hábitats del interior de la re- la normativa española de un modo fragmentario
serva (Díaz, 2003). En segundo lugar, muchas hasta 1986. En este año se traspuso la Directiva
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85/337/CEE relativa a la evaluación de las re- entre impactos cuando se van a realizar dife-
percusiones de determinados proyectos públi- rentes proyectos en una misma zona, así como
cos y privados sobre el medio ambiente. De evaluar impactos en zonas más o menos aleja-
este modo se alcanzó un reconocimiento gene- das de las afectadas por el proyecto (véase
ral de la evaluación de impacto ambiental como Oñate et al., 2002 para una revisión). Otro pro-
una potente herramienta técnica y administrati- blema asociado a la corta duración temporal
va para la preservación de los recursos natura- de estos estudios es la necesidad de recurrir a
les y defensa del medio ambiente (R.D.L. información bibliográfica contrastada. Esta in-
1302/1986). formación puede ser inadecuada o poco accesi-
La evaluación de impacto ambiental es un ble para los profesionales que ejecutan los es-
procedimiento administrativo que incluye el tudios de impacto ambiental, especialmente
conjunto de estudios e informes técnicos y de cuando su transferencia desde los científicos
consultas que permiten estimar los efectos que que la generan es escasa o inexistente (Tree-
la ejecución de un determinado proyecto o ac- wek, 1999; Díaz et al., 2001).
tividad causará sobre el medio ambiente, con el Por otro lado, existen una serie de proble-
fin de prevenir, evitar y corregir dichos efectos mas extrínsecos al procedimiento de evalua-
(R.D.L. 1302/1986). Consiste en un proceso ción de impacto, ligados a decisiones políticas
que se inicia con la definición genérica del pro- y administrativas, que pueden dificultar su co-
yecto que se pretende realizar y culmina con la rrecto desarrollo. El hecho de que sean los pro-
Declaración de Impacto. La evaluación se rea- pios promotores de los proyectos los que deban
liza sobre la base del estudio de impacto am- realizar los estudios de impacto ambiental pue-
biental, que es el documento técnico presentado de llevar a considerarlos meros trámites admi-
por el promotor del proyecto o actividad y que nistrativos, especialmente cuando la calidad de
debe identificar, describir y valorar de manera estos estudios no es correctamente evaluada
apropiada los efectos previsibles que la realiza- por los técnicos de la administración encarga-
ción del proyecto o actividad produciría sobre dos de realizar la evaluación de impacto (Her-
los distintos aspectos ambientales, valorando nández, 2000). Esta situación puede causar que
diferentes alternativas técnicamente viables. En los promotores descuiden la cualificación téc-
este proceso se incluye un periodo de informa- nica de los profesionales que realizan los estu-
ción pública para incorporar en las evaluacio- dios de impacto ambiental a favor de otros cri-
nes de impacto ambiental las alegaciones de terios como los económicos en tiempo y dinero.
afectados o de cualquier interesado. Con base Sería difícil imaginar un promotor de una ins-
en la evaluación de impacto y las alegaciones, talación que no se asegure de la capacidad téc-
el organismo competente en materia ambiental nica de los equipos que diseñan los elementos
(Administración regional o estatal, según el constructivos de la misma; sin embargo, esto
tipo de proyecto) emite una Declaración de Im- parece suceder con frecuencia en los estudios
pacto Ambiental, que formula y recoge las con- de impacto ambiental.
diciones de ejecución del proyecto (incluida la El presente trabajo pretende poner de mani-
no-ejecución) necesarias para proteger el medio fiesto algunos problemas relacionados con las
ambiente y los recursos naturales (R.D.L evaluaciones de impacto en nuestro país, con
1302/1986; R.D. 1131/1988). ánimo de que los distintos colectivos implica-
En la práctica, no obstante, esta herramienta dos reflexionemos sobre la necesidad de mejo-
no siempre ha conseguido integrar la protec- ras sustanciales en la ejecución de esta impor-
ción de la diversidad biológica en el desarrollo tante herramienta de conservación. A modo de
de proyectos (Petts, 1999; Treewek, 1999; Her- ejemplo, se realizará una revisión de la infor-
nández, 2000). Las razones de esta falta de efi- mación biológica potencialmente útil para la
cacia pueden estar relacionadas con limitacio- mejora del desarrollo de los estudios de impac-
nes intrínsecas al modo de realización de los to ambiental sobre poblaciones de aves rapaces,
estudios de impacto ambiental, como es la re- tanto diurnas como nocturnas (conocimientos
ducida escala espacial y temporal en las que se sobre selección de hábitat y demografía, fun-
desarrollan habitualmente. Este hecho impide damentalmente; véanse, por ejemplo, Tellería
poder evaluar correctamente los impactos acu- et al., 1992; Díaz et al., 2001). Este grupo de
mulados, impactos indirectos e interacciones aves tiene una importancia a menudo crítica en
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88 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

las evaluaciones de impacto ambiental en nues- que engloba varias subpoblaciones locales se-
tro país. Su gran atractivo social ha llevado a paradas en el espacio pero conectadas por mi-
que muchas rapaces sean consideradas espe- grantes ocasionales (metapoblaciones; Hanski,
cies bandera (Simberloff, 1998). Son aves de 1999). Las dimensiones concretas de cada una
mediano o gran tamaño, con áreas de campeo de estas escalas espaciales pueden establecerse
en general amplias y que requieren una gran de manera más o menos arbitraria cuando no
variedad de hábitats para desarrollar sus ciclos existe información detallada sobre la ecología
vitales, lo que implica que su conservación de las especies analizadas (Sánchez-Zapata &
efectiva requiera la protección de extensos te- Calvo, 1999; Martínez et al., 2003) o, a ser po-
rritorios. Esta cualidad implica que muchas ra- sible, atendiendo a criterios biológicos (Martí-
paces puedan utilizarse como especies para- nez, 2002; Martínez et al., 2003). Para las dos
guas, cuya protección beneficia a muchas otras primeras escalas es especialmente útil la infor-
especies (Simberloff, 1998). Una elevada pro- mación derivada de estudios sobre selección
porción de las especies de aves rapaces cuenta de hábitat (North & Reynolds, 1996; Pribil &
con poblaciones reducidas o en declive, lo que Picman, 1997). Para la tercera escala, las eva-
implica que el mantenimiento de sus poblacio- luaciones deberían centrarse en el análisis de
nes necesite una protección efectiva de su en- las repercusiones de los proyectos sobre el ta-
torno a corto o medio plazo. Este hecho ha con- maño de la población utilizando modelos de
llevado un importante esfuerzo de investigación abundancia (Sánchez-Zapata, 1999; Loyn et
aplicada en los últimos años, hasta el punto de al., 2001; Zuberogoitia, 2002). Finalmente, la
que existe una revista científica de alta difu- cuarta escala requiere la descripción de la es-
sión internacional dedicada exclusivamente a tructura metapoblacional de las poblaciones in-
este grupo de aves (Journal of Raptor Re- volucradas (Serrano & Tella, 2003), junto con
search). Mediante esta revisión de la informa- la de las áreas de dispersión que, aunque no
ción científica sobre este grupo de aves pre- tengan un papel importante durante el periodo
tendemos analizar si existe información sufi- reproductor, sí que pueden ser de vital impor-
ciente como para evaluar el impacto ambiental tancia para la supervivencia de los jóvenes tras
de proyectos sobre las aves rapaces de una ma- su emancipación y de los adultos durante el pe-
nera rigurosa, divulgar esta información y po- riodo no reproductor (González, 1991; Mañosa
ner de manifiesto carencias importantes si las et al., 1998; Sánchez-Zapata, 1999; Ferrer,
hubiere. Finalmente, se tratarán algunos pro- 2001). Dado que en muchos casos la dinámica
blemas extrínsecos al procedimiento de eva- de una metapoblación no se puede deducir de la
luación de impacto ambiental que dificultan el dinámica de las subpoblaciones que la compo-
uso de esta información de base, así como po- nen (supervivencia, fecundidad, factores esto-
sibles modos de solventarlos. cásticos, tasas de intercambio de individuos), la
incorporación de la escala de metapoblaciones
en los estudios de impacto ambiental pude re-
LIMITACIONES INTRÍNSECAS sultar un factor decisivo como parte de una es-
trategia de desarrollo sostenible (Akçakaya,
1. Escalas de evaluación 2000).

Las aves rapaces, al igual que otros anima-


les de tamaño mediano o grande, suelen tener 1.1. Problemas derivados del uso de escalas
áreas de campeo que incluyen hábitats de dis- inadecuadas
tinta composición y estructura. Por esta razón,
pueden distinguirse hasta cuatro escalas espa- El protocolo habitual de los estudios de im-
ciales relevantes para evaluar el impacto de pacto ambiental se basa en la subdivisión del
proyectos sobre sus poblaciones: 1) requeri- impacto según actuaciones de orden menor. La
mientos de nidificación (características de los instalación de un parque eólico, por ejemplo, se
lugares donde se ubican los nidos); 2) caracte- suele dividir en voladuras, desmontes, apertura
rísticas de las áreas de campeo en torno a los de caminos, líneas de evacuación, etc. En la
nidos; 3) características del área que ocupa la práctica, es frecuente que para la evaluación
población local; y 4) características del paisaje final se asuma que (1) el impacto final resul-
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tante es una combinación lineal de los impactos tos potenciales se realiza tan sólo a la escala de
individuales, (2) cada actuación causante de requerimientos de nidificación, se podría llegar
impactos es susceptible de ser compensada in- a concluir que no existe un riesgo previsible
dividualmente de manera efectiva mediante para dicha población de aves. En cambio, un
medidas correctoras y (3) las actuaciones que análisis a escalas superiores (áreas de campeo
se llevan a cabo fuera de la estación reproduc- y población local) podría revelar que la proba-
tora no afectan a la probabilidad de ocupación bilidad de abandono del territorio es alta a me-
de los territorios. nos que se preserven los nidos y se mantenga
Respecto a las dos primeras asunciones, cabe la disponibilidad de alimento, puesto que la
decir que, debido a la estructura de organiza- reproducción está normalmente ligada a la
ción de los ecosistemas y a cómo se relacionan abundancia del mismo (revisión en Newton,
entre sí los distintos elementos que los com- 1998). Sin embargo, los efectos de la reduc-
ponen, la modificación de uno de ellos afecta ción de la cantidad de alimento sobre la re-
de formas muy diversas al resto de los elemen- producción son, en general, difíciles de detec-
tos (Martín-Cantarino, 1999). Respecto a la ter- tar, puesto que operan a distintas escalas
cera asunción, está ampliamente documentado espaciales (desde territorios simples hasta
que tanto las molestias causadas por las activi- grandes áreas geográficas) y temporales (desde
dades arriba mencionadas como las alteraciones a largo plazo hasta efectos en pocos minutos).
de la composición y estructura del hábitat pue- En la literatura podemos encontrar numerosos
den modificar los patrones de campeo de aves ejemplos de la influencia del alimento sobre la
rapaces (Gamauf & Preleuthner, 1996; Martí- reproducción de distintas especies como el
nez et al., 1999), reducir su éxito reproductor Águila-azor Perdicera Hieraetus fasciatus
(Izquierdo, 1996; Galeotti et al., 1997) o pro- (Ontiveros & Pleguezuelos, 2000; Mañosa et
vocar cambios en la distribución espacial de al., 1998; Real & Mañosa, 2001), los aguilu-
los territorios (Penteriani & Faivre, 1997; chos del género Circus (Arroyo, 1998; Sala-
Ramsden, 1998; Sergio et al., 2002) tanto en la molard et al., 2000; Amar & Redpath, 2002;
época de cría como fuera de ella. Además, los Redpath et al., 2002), el Halcón Peregrino Fal-
modelos de preferencias de hábitat para espe- co peregrinus (Zuberogoitia et al., 2002), el
cies que ocupan territorios alterados (canteras Mochuelo Boreal Aegolius funereus (Norrdahl
en activo, zonas con sobreabundancia de ca- & Korpimäki, 1996) o el Búho Real Bubo
minos transitables) ponen de manifiesto que la bubo (Martínez & Zuberogoitia, 2001; Martí-
ocupación de dichos territorios puede no repre- nez & Calvo, 2001), entre otros. Esta impor-
sentar tanto las preferencias de hábitat de las tancia del alimento a la escala del área de cam-
especies involucradas como el carácter poten- peo se ha empleado para establecer medidas
cialmente subóptimo de esos territorios resul- correctoras basadas en fuentes artificiales de
tante de las actuaciones realizadas (Martínez alimento, tales como palomares, vivares para
et al., 1999; Rico et al., 2001; Martínez, 2002; conejos, etc. Este razonamiento, en principio
Martínez et al., 2003). atractivo y de uso extendido en algunas zonas
No obstante, lo más frecuente es que el como la Comunidad Valenciana, puede sin
apartado de fauna de un estudio de impacto embargo resultar falaz si se amplía la escala de
ambiental se reduzca a tan sólo los requeri- evaluación a las poblaciones o metapoblacio-
mientos de nidificación (aunque cada vez se nes. Por ejemplo, Ontiveros & Pleguezuelos
están tomando más en cuenta los pasos migra- (2000) han puesto de manifiesto que estas me-
torios). La bibliografía muestra que las varia- didas correctoras a escala de área de campeo
bles descriptoras del paisaje que influyen, de probablemente serán poco eficaces en el caso
manera positiva o negativa, en la probabilidad de las poblaciones meridionales de Águila-
de ocupación de los territorios varían en fun- azor Perdicera, cuya distribución parece estar
ción de la escala (Loyn et al., 2000; Martínez limitada por la estructura, composición y ex-
et al., 2003). Supongamos que se pretende tensión de las zonas de campeo, especialmente
construir una carretera cuyo trazado coincide en áreas en las que la mortalidad causada por
con una zona de alimentación preferencial de la caza ilegal, la electrocución o la colisión es
una especie, pero donde no se han detectado acusada (véase Mañosa et al., 1998; Real &
nidos de la misma. Si el análisis de los impac- Mañosa, 2001).
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90 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

2. Disponibilidad de información relevante dad actual del medio ambiente y su probable


evolución en el caso de que no se desarrolle el
El estudio de impacto sobre la fauna se de- proyecto en cuestión, de modo que se tenga un
sarrolla utilizando varios tipos de aproxima- elemento de referencia para identificar y eva-
ción o una combinación de varias aproxima- luar correctamente los impactos potenciales de
ciones: la actividad que se propone.

a) Aproximación descriptiva, mediante la Sea cual sea el nivel de aproximación que se


cual se valoran de forma deductiva los impac- utilice hay que tener muy presente que la ex-
tos caracterizados en las fases anteriores y se trapolación de resultados de unos estudios de
aplican los criterios para la significación de los impacto a otros es, en general, poco recomen-
efectos (deduciendo, por ejemplo, si los impac- dable. Es muy normal encontrar en estos estu-
tos de la actuación sobre una determinada es- dios de impacto situaciones en las que se extra-
pecie serán positivos o negativos, permanen- polan los resultados obtenidos en una región
tes o temporales, etc.). La calidad de esta biogeográfica a zonas de actuación distinta, lo
aproximación depende críticamente de la cali- que puede representar un serio problema. Por
dad de las fuentes bibliográficas utilizadas. Para ejemplo, la catalogación del Abejero Europeo
las rapaces ibéricas existen varias revisiones Pernis apivorus en el País Vasco (que condi-
generales más o menos recientes, como las de ciona su valoración en los estudios de impacto
Díaz et al. (1996), Purroy (1997) y Madroño et ambiental) está basada en los resultados obte-
al. (2003), así como obras de revisión para es- nidos en la provincia de Álava, de carácter cla-
pecies o grupos de especies concretas (por ramente mediterráneo (Martínez et al., 1995),
ejemplo, Donázar, 1993; Ferrer, 2001; Zubero- donde esta ave utiliza bosques de frondosas
goitia et al., 2002). Las guías de campo no son (Gainzarain, 1998), mientras que en Vizcaya,
fuentes adecuadas de información, pues su ob- de carácter eminentemente eurosiberiano (Loi-
jetivo principal es iniciar a los aficionados en la di, 1987), la especie está ligada a las planta-
identificación de aves, no revisar el estado de ciones de coníferas y eucaliptos (datos pro-
conocimientos sobre su biología. pios). Esta práctica es ocasionalmente
b) Aproximación valorativa, en la que se aceptable, aunque de alcance limitado. Para su
trabaja con indicadores y se asignan distintos correcta aplicación deben especificarse clara-
niveles cualitativos o cuantitativos a los impac- mente las asunciones que guían el trabajo y de-
tos. Esta aproximación permite la comparación jar claro que la extrapolación se basa en una
entre distintos impactos o entre distintas alter- opinión experta (McDonald, 1995). La inferen-
nativas, siendo muy frecuente el uso de mode- cia deductiva extendida mas allá de un área de
los predictivos. Los modelos más usados son estudio sólo es posible cuando un buen número
los de selección de hábitat (por ejemplo, Telle- de estudios independientes llega a los mismos
ría et al., 1992; Díaz et al., 2001) o los demo- resultados, mientras que la inferencia estadísti-
gráficos, combinados con el uso de radio-se- ca mas allá de una zona de estudio es general-
guimiento para estimar la influencia de la mente impracticable (McDonald, 1995). Por
implantación de una infraestructura sobre pará- ejemplo, la aplicación de radios de amortigua-
metros seleccionados previamente (Shenk et ción a partir de los modelos publicados (Mon-
al., 1996). topoli & Anderson, 1991) debe ser valorada de
c) Aproximaciones experimentales, en las novo en cada ocasión.
que se compara la evolución de las poblaciones Otro ejemplo ilustrativo de extrapolaciones
en el área afectada y en áreas control, sin ac- que podrían ser erróneas es el empleo frecuen-
tuación (Hunt, 1998; NWCC, 1999), e incluso te de las tasas de mortalidad obtenidas en los
se simula la denominada «Alternativa 0» (Oña- estudios realizados en los campos de aerogene-
te et al., 2002). Esta alternativa ya está empe- radores de la zona de Gibraltar para los estudios
zando a ser incluida en los procedimientos de de impacto de otros parques eólicos. Las tasas
evaluación de impacto ambiental de algunas de mortalidad potencial (número de muertes
comunidades autónomas (Comunidad de Ma- por paso a través del espacio que quedará abar-
drid; Ley 2/2002), y consiste en un conjunto cado por las aspas del aerogenerador) no son
de parámetros mensurables que definen la cali- iguales en los distintos parques eólicos y su
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ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL CON RAPACES 91

utilización indebida puede provocar evaluacio- rapaces. Estos ejemplos pueden ser de utilidad
nes de impacto erróneas. Las diferentes espe- a la hora de enfrentarnos a determinados estu-
cies de aves que vuelan por un parque eólico dios de impacto ambiental y aportan una idea
tienen tasas de mortalidad potencial diferentes del tipo de información con la que se cuenta en
(Barrios & Martí, 1995) y el significado de es- este tipo de estudios.
tas tasas es diferente según el status migrador o
residente de las poblaciones de estas especies.
Imaginemos una tasa de mortalidad potencial Efectos a escala de los lugares de nidificación
de un ave por cada mil pasos. Si la especie es y las áreas de campeo
fundamentalmente migradora, esta mortalidad
podría ser asumida, puesto que cada individuo Quizá uno de los aspectos más estudiados
pasa sólo una vez por estas zonas durante el en las aves sean sus requerimientos a la hora de
viaje migratorio y el resultado de instalar el ae- escoger sus lugares de nidificación (ubicación
rogenerador sería de un ave muerta por cada concreta de los nidos y características de las
mil que pasan. La misma tasa de mortalidad áreas de campeo). Podemos encontrar nume-
podría ser catastrófica para poblaciones resi- rosos ejemplos en la literatura que hemos agru-
dentes, pues los individuos podrían tender a re- pado en los cuatro grandes tipos de paisaje de
petir asiduamente los mismos movimientos du- nuestro país que suelen concentrar estas actua-
rante todo el año e incluso durante toda su vida. ciones sobre el medio ambiente (medios fores-
Si se calcula la tasa de paso diario de un ave tales, medios de montaña, zonas húmedas y
sobre el emplazamiento y se multiplica por la medios agrícolas).
vida media de la especie, el resultado sería de
varios miles de pasos de cada individuo por la
zona de riesgo. Una tasa de mortalidad de uno Medios forestales
por mil significaría por tanto que el individuo
acabaría muerto por colisión tarde o temprano, Las características del microhábitat de nidi-
a no ser que aprendiera a evitar las zonas de ficación, tales como la estructura del arbolado
riesgo. No hay motivos para suponer que pueda en el entorno del nido (densidad de pies/ha) y la
haber un aprendizaje en sentido estricto por tipología del árbol que lo sostiene, son deter-
parte de los individuos (aspecto no estudiado en minantes para la reproducción de las rapaces
la mayoría de las especies), puesto que en caso forestales (Dijak et al., 1990; Selas, 1997; Rot-
de error se produce la muerte del animal, aun- tenborn, 2000), por lo que las actuaciones di-
que sí se han detectado cambios de comporta- rectas sobre estas variables condicionan, en la
miento en las aves que inducen a suponer que mayoría de los casos, la reproducción. Estas
son capaces de detectar la presencia de un obs- características del microhábitat varían según
táculo (en este caso el parque eólico; Osborn et las especies y las zonas, pero se puede encon-
al., 2000) y variar su trayectoria de vuelo (De trar abundante literatura sobre este tema en dis-
Lucas et al., 2003). Finalmente, si tras la muer- tintas zonas de nuestra geografía.
te de un individuo se produce la ocupación de De esta forma, las actuaciones forestales rea-
su territorio por individuos de otras zonas, que lizadas en las proximidades de los nidos como
indefectiblemente seguirían la misma suerte, el entresacas, aclareos, cortas a hecho, o los tur-
parque eólico podría convertirse además en un nos de corta, pueden afectar negativamente a
sumidero para las poblaciones del entorno (On- las rapaces forestales (Fargallo et al., 1998;
rubia et al., 2001). García-Dios & Viñuela, 2000; Suárez et al.,
2000). Para algunas especies muy sensibles, in-
cluso la mera presencia de caminos con tránsi-
2.1. Efectos de actividades humanas to de personas o vehículos puede condicionar la
sobre poblaciones de rapaces ubicación de los nidos, como es el caso de los
Buitres Negros Aegypius monachus del Parque
A continuación recopilamos diferentes estu- Nacional de Cabañeros, que no nidifican a me-
dios que ofrecen numerosos ejemplos de cómo nos de 400 m de pistas y caminos forestales
afectan o pueden afectar las actuaciones sobre (Jiménez, 2002), o el éxito reproductor de las
el medio ambiente a distintas especies de aves parejas, como es el caso del Águila Imperial
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92 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

Ibérica Aquila adalberti en Madrid (Soto-Lar- prolongados de los padres y el cambio de los
go, 1996). Sin embargo, estas actuaciones no hábitos de prospección de las aves adultas (He-
tienen por qué tener el mismo efecto en todas redia & Heredia, 1991). La magnitud de los
las especies forestales. Por ejemplo, algunas impactos causados por las molestias en el en-
rapaces parecen tolerar actuaciones silvícolas torno del nido puede ser inversamente propor-
en las zonas de nidificación (Bakaloudis et al., cional a la distancia a las paredes donde se si-
2001) siempre que la reducción de la cobertura túan los nidos, de modo que, para mitigar los
arbórea no exceda determinado umbral. Para impactos negativos derivados, se han propuesto
el Azor Común Accipiter gentilis el límite de radios permanentes de restricción de activida-
reducción de masa forestal ha sido estimado des de hasta 1200 m para el Pigargo Europeo
en un 30% en el centro de Italia y en el este de Haliaetus albicilla (Grubb et al., 1992) y 1500
Francia (Penteriani & Faivre, 2001). Otras ra- m para el Águila Real Aquila chrysaetos (Mc-
paces forestales requieren cierta estructura del Grary et al., 1998), aunque estos autores no in-
bosque que no se mantendrían sin actuaciones corporan a su propuesta el efecto aditivo de las
silvícolas. Este es el caso del Mochuelo Boreal, preferencias o uso de hábitat, ni la valoración
cuya presencia y productividad está asociada de la alteración de la estructura y composición
a la existencia de zonas de claros en proporcio- del hábitat. Sería necesario un mayor número
nes mayores del 30% (Hakkarainen et al., de estudios para poder aplicar los radios de res-
1996; Mariné & Dalmau, 2000), mientras que tricción a las especies ibéricas de una forma
otras especies holárticas tales como el Azor precisa. Además, es preciso tener en cuenta que
Común, el Esmerejón Falco columbarius o el se dan casos de nidificación en lugares inespe-
Cárabo Lapón Strix nebulosa responden positi- rados por sus características locales (Donázar,
vamente a fragmentos grandes de forma irre- 1993; Gil-Sánchez, 1999; Zuberogoitia et al.,
gular (Petty, 1995; Duncan, 1997; Sulkava & 2002).
Huhtala, 1997; Widén, 1997). Finalmente, también deben valorarse los im-
pactos sobre estructuras alternativas de nidifi-
cación o descanso. La probabilidad de ocupa-
Medios de montaña ción de territorios de varias especies está
fuertemente ligada a la presencia de cierto nu-
En las aves rapaces rupícolas, las molestias o mero de estructuras que actúen como dormi-
alteraciones en las paredes de nidificación sue- deros o nidos alternativos (Ceballos & Doná-
len ser causa de abandono del territorio. En zar, 1990; Ramsden, 1998), lo que implica la
este sentido, cabe destacar por su especial rele- existencia de un umbral variable de escala es-
vancia los impactos generados por la apertura pacial y de estructura del hábitat por debajo
de caminos y pistas forestales y la construc- del cual el territorio será abandonado aunque se
ción de canteras e instalación de parques eóli- preserve el nido.
cos. En general, las molestias causadas por las
actuaciones en las inmediaciones de las paredes
rocosas ocupadas por rapaces tienen efectos Zonas húmedas
negativos sobre la probabilidad de asentamien-
to de estas aves y su éxito reproductor (Doná- Los efectos sobre la estructura de la vegeta-
zar, 1993; Donázar et al., 1993; Gil-Sánchez ción de las zonas húmedas parecen ser decisi-
et al., 1996; Gil-Sánchez, 1999; Olea et al., vos en la evaluación de impactos sobre hume-
1999; Ontiveros, 1999; Rico et al., 2001; Mar- dales a escala de lugares de nidificación
tínez et al., 2003). Además, la accesibilidad de (Martínez et al., 1999; Cooper, 2000), aunque
los nidos favorece la acción de cazadores furti- para algunas especies influyen también otros
vos (Heredia et al., 1988), facilita el trasiego de factores. Por ejemplo, la variación de los nive-
excursionistas (Izquierdo, 1996), ciclistas y ve- les de agua en zonas de nidificación, la quema
hículos motorizados por las inmediaciones de de carrizales, la desecación de lagunas y la ex-
los nidos con las consiguientes molestias, si- tracción de áridos en ríos pueden afectar direc-
tuaciones que puede determinar la persecución tamente a especies como el Aguilucho Lagune-
directa de las aves adultas y pollos, la depreda- ro Occidental Circus aeruginosus (Ferrero,
ción o pérdida de las nidadas por abandonos 1995). Las actividades forestales en el entorno
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ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL CON RAPACES 93

de las zonas húmedas ocupadas por especies radio determinado y protegiendo la zona contra
como el Águila Pescadora Pandion haliaetus depredadores. Estas medidas dan buenos resul-
inciden de manera negativa en su reproducción, tados, aunque suponen un gran esfuerzo para
bien sea debido a talas en las proximidades del salvar pocas parejas (Castaño, 1995; Arroyo &
nido durante la época de cría o a la tala de los Bretagnolle, 2000; Arroyo, et al., 2002; García
árboles que sustentan los nidos o los inmedia- & Arroyo, 2002).
tamente cercanos fuera de dicha época (Sauro- Además de los cultivos cerealistas extensi-
la, 1997). vos, existen otros sistemas agrícolas importan-
tes para las aves rapaces. Así, en amplias zonas
del Levante los cultivos de cítricos se constitu-
Medios agrícolas yen como los últimos hábitats costeros dispo-
nibles para rapaces de porte pequeño (Martínez
La superficie ocupada por los cultivos cerea- & López, 1999). Por ejemplo, en Valencia al
listas de secano ha sufrido una considerable re- menos el 73% (n = 23) de los nidos de Lechuza
ducción desde el principio de la década de los Común Tyto alba de la Huerta Sur han desapa-
ochenta debido a la conversión en regadío o la recido entre 1996 y 2001 como consecuencia
política de abandono voluntario promovida por de la desaparición de los cultivos de cítricos y
la Unión Europea (Suárez et al., 1997). Un pro- de las estructuras de nidificación y descanso
blema peculiar para las rapaces de los cultivos asociadas a los mismos (datos propios).
cerealistas es que la Administración pocas ve-
ces contempla la necesidad de someter a eva-
luación de impacto ambiental las concentracio- Efectos a escala de poblaciones locales
nes parcelarias, eliminaciones de barbechos, y metapoblaciones
cambios de cultivos de secano por regadíos,
empleo masivo de pesticidas, instalación de va- La evaluación de las consecuencias de las
llados, etc., sobre todo porque algunas de estas pérdidas de territorios, de los descensos en el
actuaciones son llevadas a cabo en superficies éxito reproductor o de diversas causas de mor-
no muy grandes que por tanto no están someti- talidad no natural sobre las tendencias demo-
das a evaluación de impacto. Los principales gráficas y la persistencia a largo plazo de las
factores de riesgo sobre las poblaciones nidifi- poblaciones de rapaces está mucho menos de-
cantes de estas especies son la alteración del sarrollada que la evaluación de efectos sobre
hábitat y la modernización de las labores agrí- nidos y áreas de campeo. Probablemente esto
colas (Ferrero, 1995). En el primer caso, la sus- es debido a que se requiere información deta-
titución de cultivos de secano por cultivos de llada y recogida a lo largo de una serie larga de
regadío o la unificación de las parcelas causa la años, mientras que los estudios sobre selección
desaparición de orlas arbustivas, lindes de ve- de hábitat pueden realizarse en plazos mucho
getación silvestre y ribazos, que son empleadas más breves. Existen, no obstante, varios estu-
preferentemente por algunas especies para ob- dios que relacionan la variabilidad en las ca-
tener su alimento (Tella et al., 1998) en el en- racterísticas del hábitat en torno a colonias de
torno inmediato de sus colonias de cría (Ne- cría con las tendencias demográficas de estas
gro et al., 1993). En el segundo caso, el uso colonias, o que tratan de calcular el número de
de variedades de crecimiento rápido propicia territorios que podrían establecerse en áreas
un adelanto de la maduración y la mecaniza- geográficas amplias en función de las caracte-
ción del campo supone una considerable re- rísticas de estas áreas y los patrones de selec-
ducción del tiempo empleado en la siega, con ción de hábitat de las especies analizadas. Así,
lo que los nidos de especies que crían en los Bustamante (1996a) estima las relaciones entre
campos de cereal, como los Aguiluchos Cenizo la distribución, tamaño y probabilidad de ex-
y Pálido C. pygargus y C. cyaneus quedan al tinción de las colonias de Cernícalo Primilla
descubierto demasiado pronto cuando no son Falco naumanni en Andalucía y los usos agrí-
triturados por las máquinas (Ferrero, 1995). En colas en torno a dichas colonias, encontrando
la actualidad, las medidas de conservación más un marcado efecto de determinados cambios
extendidas son la búsqueda de nidos y su pro- en dichos usos sobre la persistencia de las po-
tección, evitando que se siegue el cereal en un blaciones locales de esta especie. González et
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94 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

al. (1990) analizaron el efecto de factores cli- La viabilidad a largo plazo de las poblacio-
máticos y de uso humano sobre la probabilidad nes no sólo depende de factores deterministas,
de existencia de poblaciones locales de Águilas sino también de factores aleatorios como las
Imperiales Ibéricas en hojas 1:50000 del mapa oscilaciones interanuales del éxito reproductor,
geográfico nacional, encontrado efectos signi- la razón de sexos de los pollos o las tasas de
ficativos y positivos de la extensión de bos- endogamia, entre otros. La importancia relativa
ques mediterráneos y negativos de la extensión de estos factores aleatorios con respecto a los
de cultivos de regadío. Bustamante (1996b) cal- deterministas depende del tamaño efectivo de la
cula el área de ocupación potencial por el Que- población, existiendo un tamaño crítico, deno-
brantahuesos Gypaetus barbatus en los Pirine- minado tamaño mínimo viable, a partir del cual
os y Jiménez (2002) por el Buitre Negro en el la probabilidad de extinción en un periodo dado
Parque Nacional de Cabañeros usando modelos se hace mayor que cero por efectos aleatorios
de selección de hábitat y sistemas de informa- (véase, por ejemplo, Meffe & Carroll, 1997).
ción geográfica, concluyendo que existen áreas La determinación de estos tamaños mínimos
óptimas aún no ocupadas. Este resultado po- viables requiere, no obstante, de información
dría indicar que la pérdida de territorios de ni- muy detallada sobre parámetros genéticos y de-
dificación no sería un factor determinante de mográficos y su variabilidad interanual, con lo
los bajos tamaños poblacionales de estas espe- que hasta el momento sólo se han aplicado al
cies. análisis de proyectos de cría en cautividad y
En los últimos años se han documentado im- reintroducción del Quebrantahuesos (Busta-
pactos de diversas infraestructuras, tales como mante, 1996c, 1998) y al proyecto de reintro-
tendidos eléctricos, parques eólicos o carrete- ducción del Águila Imperial Ibérica en Anda-
ras, en forma de mortalidad de adultos o jóve- lucía (Ferrer, 2002). Recientemente se ha
nes o cambios en el comportamiento de varias publicado un avance de una simulación de las
especies de rapaces (McGrary et al., 1986; Ho- tendencias de las distintas subpoblaciones de
well & Didonato, 1991; Colson, 1995; Martí- esta última especie (Madero y Ferrer, 2002),
nez & López, 1995; Musters et al., 1996; Ferrer que parece predecir su extinción en estado sal-
& Janss, 1999; Janss et al., 2001; Onrubia et vaje antes de 200 años dado que ninguna de
al., 2001; Barrios & Rodríguez, 2003; de Lucas ellas parece tener un tamaño efectivo superior
et al., 2003). No obstante, en muy pocos casos al mínimo viable. Una recomendación de la si-
se ha demostrado el modo en que estos aumen- mulación es la creación de nuevas subpobla-
tos de mortalidad han afectado a las poblacio- ciones que puedan atraer individuos dispersan-
nes locales de las especies analizadas. Un ejem- tes, compensando así los procesos de extinción
plo destacable es el descrito por Hunt (1998) local con procesos asistidos de recolonización
para las Águilas Reales en torno al mayor par- local.
que eólico del mundo en número de aerogene- Los balances entre extinción y recoloniza-
radores, donde después de cuatro años de ra- ción y sus consecuencias para la persistencia a
dioseguimiento de 179 individuos detectaron largo plazo de un conjunto de subpoblaciones
una tendencia poblacional en ligero descenso. parcialmente aisladas constituyen el núcleo de
Otros ejemplos son los de Mañosa et al. (1998) la teoría de metapoblaciones (Hanski, 1999).
y Real & Mañosa (2001) para las Águilas-azor Las rapaces en general parecen ser malas reco-
Perdiceras del noreste de España y por Ferrer lonizadoras, quizá por problemas ligados a la
(2001) para las Águilas Imperiales Ibéricas en propia biología de las especies. Por ejemplo,
el sur de España, en ambos casos debidos a un reciente estudio ha demostrado que el Agui-
electrocución y colisión con tendidos eléctri- lucho Cenizo se reproduce principalmente en
cos. En general, estos autores encuentran, em- áreas donde la abundancia de alimento es ele-
pleando modelos demográficos deterministas, vada y donde el número de volantones produ-
que el aumento de la mortalidad de la fracción cidos en la temporada de cría anterior fue alto
adulta de la población puede tener importantes (Arroyo et al., 2002). Esto último implica que,
consecuencias a largo plazo, ya que la estrate- en el caso de impactos negativos sobre la po-
gia vital de estas especies está basada en una blación de una determinada zona en la que se
elevada longevidad que compensa su baja pro- reduzca el número de volantones producidos,
ductividad anual. los perjuicios no solo afectarán en esa tempo-
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ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL CON RAPACES 95

rada de cría, sino que el número de reproducto- experto es fundamental para el correcto desa-
res en años posteriores se verá mermado. De la rrollo de estos estudios. El experto debe, no
misma forma, implica que la capacidad de que obstante, «definir de antemano los supuestos
aparezcan nidos nuevos en zonas no ocupadas valorativos que han guiado el trabajo» (Martín-
en años precedentes es muy baja, y que la crea- Cantarino, 1999). Los efectos potenciales de la
ción o fijación de nuevas colonias deben reali- actuación que se propone y que se recogen en
zarse a partir de poblaciones ya existentes, don- el estudio de impacto ambiental requiere de un
de haya existido una buena productividad en proceso deductivo que sólo es capaz de realizar
años previos. Este tipo de mecanismos podría un experto en la materia. De la misma forma,
explicar, al menos en parte, los fracasos detec- los estudios del impacto ambiental sobre las
tados al intentar crear nuevas poblaciones o co- poblaciones de aves deberían someterse al cri-
lonias de algunas aves (Cernícalos Primillas, terio externo de un grupo de expertos naciona-
por ejemplo) en zonas donde no criaba la espe- les o internacionales, con el fin de decidir sobre
cie. la validez de los resultados y conclusiones pre-
Por otro lado, las poblaciones de especies en sentados en cada proyecto. De esta forma, los
expansión, como el Buitre Leonado Gyps ful- estudios de impacto ambiental que emulan una
vus, aumentan su área de distribución desde los pequeña historia natural, la falta de documen-
bordes de áreas previas (Olea et al., 1999), y tación científica sobre las distintas especies y
los jóvenes tienden a ser muy filopátricos, tra- los problemas que la actuación puede suponer-
tando de instalarse en las proximidades de su les, o los meros listados de especies, quedarían
localidad de nacimiento tras la dispersión juve- rápidamente rechazados por defecto de forma,
nil (Negro et al., 1997; Ferrer, 2001; Serrano et contribuyendo de forma progresiva a una ma-
al., 2001; Serrano & Tella, 2003). Este hecho yor seriedad a la hora de encargar la realización
plantea, por un lado, que las extinciones de de este tipo de estudios.
subpoblaciones locales de pequeño tamaño
sean muy difíciles de compensar, a no ser que
se utilicen costosos métodos de recolonización LIMITACIONES EXTRÍNSECAS: CONTROL
asistida (Madero & Ferrer, 2002). Por otro, DE LA CALIDAD DE LOS ESTUDIOS DE IMPACTO
pone de manifiesto la necesidad de conservar
subpoblaciones de tamaño superior al mínimo Como puede apreciarse a la vista de los
viable, evitando de modo prioritario la frag- ejemplos citados anteriormente, existe infor-
mentación de las poblaciones actuales y favo- mación contrastada suficiente como para desa-
reciendo su expansión e interconexión por me- rrollar estudios y evaluaciones de impacto ade-
dio de corredores. Pequeñas pérdidas o cuados sobre las poblaciones de muchas
pequeñas ganancias en lugares estratégicos del especies de aves rapaces, al menos de las más
área de distribución pueden tener efectos des- amenazadas, a las escalas de lugares de nidifi-
proporcionados sobre la dinámica a largo plazo cación y áreas de campeo, y utilizando aproxi-
de la metapoblación, con lo que deberían in- maciones descriptivas o valorativas. La escasa
cluirse estos aspectos metapoblacionales en los calidad de estos estudios y evaluaciones no
estudios de impacto ambiental. puede por tanto atribuirse a carencias graves
de información (véase Treewek, 1996 para un
argumento similar en otro país), sino a otras li-
2.2. La opinión del experto mitaciones extrínsecas del proceso de evalua-
ción de impacto ambiental.
Podría considerarse que las evaluaciones de Los responsables de realizar los estudios de
impacto, así como los estudios de impacto am- impacto ambiental en los que se basa la eva-
biental, son en parte subjetivos, situándonos así luación de impacto son los promotores de los
en la encrucijada entre los intereses particulares proyectos a evaluar, lo cual puede llevar a con-
y su poder relativo (económico). En la práctica, siderarlos como trámites administrativos si no
es muy raro contar con todos los argumentos se controla eficazmente su calidad por parte de
científicos arriba mencionados, por lo que la la administración. La falta de control adminis-
evaluación de impacto ambiental es por defini- trativo puede venir dada bien por una forma-
ción parcialmente subjetiva, y la opinión del ción inadecuada de dichos técnicos o bien por
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96 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

falta de recursos materiales y humanos (Her- cimientos científicos relevantes (muchas de las
nández, 2000), hechos que reflejarían una falta referencias empleadas en este trabajo, por
de voluntad política real de dotar a los servicios ejemplo, han sido publicadas en los últimos
de la administración encargados de evaluar los dos o tres años).
estudios de impacto ambiental de personal y
medios necesarios. Ante esta situación, que
puede considerarse generalizada en nuestro país CONCLUSIONES
a pesar de las muy honrosas excepciones, los
promotores tienden a subordinar los inventa- El procedimiento de evaluación de impacto
rios y estudios de impacto ambiental a otros ambiental de proyectos es una de las mejores
aspectos técnicos del proyecto, infravalorándo- herramientas legales con que contamos en la
los en tiempo y presupuesto, con lo que en actualidad para la integración de desarrollo so-
buen número de ocasiones los apartados relati- cioeconómico y conservación de los recursos
vos a la fauna y flora de estos estudios son me- naturales (Petts, 1999; Treewek, 1999). No obs-
ras revisiones basadas en bibliografía escasa, tante, existen limitaciones intrínsecas y extrín-
antigua e inadecuada. secas para su correcta ejecución que deberían
La infravaloración de los estudios de impac- solventarse a fin de potenciar su importante
to por parte de los promotores parece estar pro- función preventiva e integradora.
duciendo una cada vez más frecuente contrata-
ción de asociaciones conservacionistas o
ecologistas que no cuentan con profesionales Limitaciones intrínsecas: posibles soluciones
adecuados para desarrollar esta labor de un
modo independiente y objetivo, al menos en el El modelo vigente de los estudios de impac-
caso de los estudios de impacto sobre las co- to ambiental, excesivamente centrado en la au-
munidades de aves. Otras veces los estudios toecología de los organismos y en la evaluación
son realizados por biólogos u otros profesio- del impacto de actuaciones aisladas, debe servir
nales poco cualificados. Ambas circunstancias de base para un nuevo modelo holístico de ges-
repercuten negativamente en la calidad final de tión de ecosistemas que solvente sus limitacio-
los estudios, aunque sean opciones más eco- nes intrínsecas. La previsible falta de estudios
nómicas para el promotor. Es cierto que mucha para todas las especies involucradas en cada
de la información relevante para la realización área de estudio podría sugerir que las medidas
de evaluaciones de calidad se encuentra dis- correctoras o compensatorias que se despren-
persa en la literatura científica, que a su vez dan de los estudios de impacto ambiental sobre
está depositada en nuestro país en lugares muy especies paraguas (como las rapaces) podrían
concretos. A modo de ejemplo, la mayor parte compensar, en parte, estas carencias de infor-
de las referencias citadas en este trabajo están mación básica. No obstante, incluso el uso de
publicadas en inglés y en revistas especializa- una de las especies de rapaces para las que su
das sólo disponibles en algunas bibliotecas uni- autoecología está más ampliamente descrita, el
versitarias y de otros centros de investigación. Cárabo Californiano Strix occidentalis, se
Esta circunstancia obliga a los profesionales muestra tan sólo como una estrategia de desa-
que se dedican a la realización de estudios de rrollo sostenible parcialmente eficaz (USDA &
impacto ambiental a una elevada cualificación USDI, 1994) comparada con la gestión inte-
técnica y científica, que podría facilitarse po- gral de ecosistemas (Marcot & Thomas, 1997).
tenciando una transferencia más efectiva de co- Por otro lado, la escala espacial reducida a la
nocimientos que puedan ser útiles para la eva- que se desarrollan la mayor parte de los estu-
luación de impactos desde la comunidad dios de impacto ambiental implica la ausencia
científica que los genera hacia estos profesio- de evaluaciones a otras escalas relevantes para
nales. Algunos medios de potenciación de esta las poblaciones, tanto de rapaces, como de mu-
transferencia serían el desarrollo de cursos, ma- chos otros organismos. Estas limitaciones po-
nuales o revisiones como la aquí esbozada, que drían ser solventadas mediante el reciente de-
facilitasen a estos profesionales tanto la labor sarrollo de las evaluaciones estratégicas
de alcanzar la cualificación exigida como la de ambientales de Planes y Programas de Desa-
mantenerla ante el rápido avance de los cono- rrollo Regional (Therivel & Partidario, 1996;
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ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL CON RAPACES 97

Díaz et al., 2001; Ley 2/2002 Comunidad de cargados de la evaluación de los estudios de
Madrid; D.L. 1/2000 Castilla y León; Oñate impacto ambiental, por los técnicos que elabo-
et al., 2002), que reconocen las limitaciones ran los estudios y por las sociedades científicas
de los estudios de impacto ambiental de los y grupos conservacionistas (Hernández, 2000).
proyectos individuales y consideran necesario Esta situación, junto con el hecho de que sea el
una evaluación ambiental previa de las opcio- promotor del proyecto el responsable del desa-
nes estratégicas de nivel superior (por ejem- rrollo del estudio de impacto ambiental, da lu-
plo, grandes planes de infraestructuras como el gar a situaciones tales como ‘guerras’ de in-
Plan General de Carreteras, el Plan Hidrológi- formes y contrainformes, asignación de
co o el Plan Nacional de Regadíos). El desa- estudios de impacto a profesionales no com-
rrollo de estas evaluaciones estratégicas per- petentes para su realización y, en definitiva, a
mitiría prevenir los potenciales efectos grandes disparidades en la calidad final de los
ambientales transectoriales y estudiar las al- estudios presentados. La integración de crite-
ternativas pertinentes, siempre y cuando exista rios de calidad en los estudios de impacto am-
información sobre las áreas de distribución de biental y en sus evaluaciones podría ser factible
las especies y sus requerimientos de hábitat a mediante la creación por parte de la adminis-
las escalas espaciales relevantes (Díaz et al., tración de un organismo especifico análogo al
2001). Regional Ecosystem Office (RAO, Oficina Re-
gional de Ecosistemas) norteamericano. De este
organismo podría depender una red coordinada
Limitaciones extrínsecas: posibles soluciones de Oficinas Autonómicas de Gestión de Eco-
sistemas (OAGE), que serían responsables de la
La Administración está obligada a controlar realización de las evaluaciones de impacto am-
la calidad técnica de los estudios de impacto biental, bien directamente o mediante contrata-
ambiental, así como la integración del impacto ción de profesionales cualificados y homolo-
de cada actuación individual en el total de las gados. La formación de estos profesionales
actuaciones previstas en regiones geográficas podría realizarse mediante planes de estudio
con sentido biológico, que para la fauna no tie- específicos, bien dentro de licenciaturas ya
nen por qué coincidir necesariamente con los existentes como la de Ciencias Ambientales o
límites administrativos (provincias, autono- bien dentro de los estudios de postgrado, mien-
mías). Igualmente, se debería fomentar un en- tras que su homologación podría ser responsa-
foque experimental de los estudios de impacto bilidad de grupos de asesores científicos a es-
ambiental, que aproveche experiencias de ante- cala nacional o autonómica, de manera similar
riores evaluaciones y medidas correctoras, en a como ocurre actualmente para la homologa-
lugar del actual y ampliamente difundido enfo- ción de los aspirantes a profesores de Universi-
que descriptivo (Hunt, 1998; NWCC, 1999). dad. En todo caso, se trata de establecer con-
En particular, debería exigirse, siempre que sea troles de calidad que eviten la paradójica
posible, la contemplación de la «alternativa 0», situación de falta de uso eficaz de una herra-
de modo que se tenga un elemento de referen- mienta y una información disponibles y rele-
cia para identificar y evaluar correctamente los vantes para la conservación de nuestro patri-
impactos potenciales de la actividad que se pro- monio natural.
pone. Si lo que los promotores o las consultoras
ambientales subcontratadas piden a los profe-
sionales es una evaluación comparada de varias AGRADECIMIENTOS.—Cierto día, un consultor le
alternativas sin incluir la «alternativa 0», estos dijo a uno de los autores (IZ) que el medio ambiente
profesionales estarán forzados a dar un cierto es una forma de ganar dinero, el cómo no importa.
visto bueno al proyecto, aunque sea en el su- Desde entonces uno de sus retos ha sido demostrar
puesto menos perjudicial. que esta idea, muy arraigada en nuestra sociedad, es
la que hunde nuestro entorno, y la posibilidad de
Hoy en día sigue existiendo una ostensible cambiarla es lo que más coraje le da para seguir ade-
falta de acuerdo respecto a los criterios de cali- lante. «Gracias» por el empujón. MD quisiera agra-
dad empleados por los departamentos respon- decer a sus alumnos y compañeros docentes de la
sables de la conservación de especies de las asignatura de Evaluación de Impacto Ambiental del
distintas autonomías, por los departamentos en- Plan de Estudios de Ciencias Ambientales de la Uni-

Ardeola 50(1), 2003, 85-102


98 MARTÍNEZ, J. A., MARTÍNEZ, J. E., ZUBEROGOITIA, I., GARCÍA, J. T., CARBONEL, R. ...

versidad de Castilla-La Mancha las oportunidades ded vulture in southern Spain. Animal Conserva-
de reflexionar sobre los temas expuestos en este tra- tion, 1: 229-238.
bajo. J. Cassinello, A. Barbosa y J. J. Sanz aportaron CASTAÑO, J. P. 1995. Efecto de la actividad de sie-
interesantes sugerencias a una primera versión del ga y causas de fracaso reproductivo en una po-
trabajo. blación de Aguilucho Cenizo (Circus pygargus)
en el SE de Ciudad Real. Ardeola, 42: 167-
172.
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