La Trinidad, 31 de enero de 2018

U.E. Colegio Los Arcos

Materia: Filosofía

Diego Sanz. 5to “H”

“El problema del conocimiento”

Subtítulo 3.2. “La posibilidad del conocimiento”

Ensayo

La ciencia de la filosofía se caracteriza por formular interrogantes que

sobrepasan el mundo de lo natural y cotidiano, en esta se plantean problemas y
situaciones los cuales, en una gran medida, son pasados por alto como si no
tuvieran importancia alguna. El conocimiento en sí mismo es un problema filosófico
sin solución definitiva que enfrentan todos los individuos cognoscentes que tratan
de explorar, describir, explicar, interpretar o comprender cualquier realidad,
podemos decir que el conocimiento es la relación dinámica que se establece entre
un sujeto pensante y cualquier objeto o cosa establecida.

Los filósofos han discutido desde los inicios de la filosofía la naturaleza exacta
de esta relación entre sujeto y objeto a la cual nos referimos. Los principales
problemas asociados al referirnos a este tópico se encuentran en las interrogantes
tales como el origen del conocimiento, es decir si es posible aprehender una
realidad tal cual como es. Así también como en el origen y alcance del mismo. Por
cada uno de los tres problemas enunciados se han dado dos respuestas
fundamentales que han constituido, a su vez, a escuelas filosóficas confrontadas.

En la sociedad de hoy en día, el hecho de que alguien dude de la posibilidad de

conocer y de los alcances del conocimiento se interpreta como una locura,
especialmente tomando en cuenta los avances científico-tecnológicos los cuales
con el pasar de los años, nos han mostrado la fascinante capacidad humana para
comprender los fenómenos de la naturaleza y la sociedad misma. Sin embargo, tal
seguridad es reemplazada por muchas interrogantes cuando se toma conciencia de
la inseguridad filosófica de gran parte de nuestros conocimientos.
 Como se comentaba anteriormente, en la cotidianeidad de nuestras vidas el tema
del conocimiento se erige como un asunto irrelevante, esto significa, que nadie
cuestiona si se puede o no conocer, si lo que se conoce es cierto, verdadero o
seguro, o si todos conocemos de la misma manera o llegamos al mismo nivel de
certeza.

Cuando un sujeto establece una relación de conocimiento con un objeto por

conocer, utiliza, consciente o inconscientemente, ciertos supuestos filosóficos, (los
cuales no son más que los postulados erigidos por grandes filósofos en relación a
este controversial tema), mediante los cuales resuelve los problemas que presume
el conocimiento, y de esa manera establece con el mismo una relación lógica. Estos
supuestos filosóficos a los que nos referimos, son: dogmatismo, escepticismo,
subjetivismo, relativismo, pragmatismo y criticismo, todos con concepciones y
objetivos distintos en lo que el tema del conocimiento se refiere.

Para caracterizar cada corriente de manera breve, y por lo tanto comprender de

manera eficiente el análisis realizado, nos disponemos a exponer de manera
concisa cada uno de estos postulados filosóficos.

El dogmatismo presupone la supremacía del objeto respecto al sujeto, de la

realidad de las ideas, de la naturaleza del espíritu. Los dogmas expresan verdades
ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica. Se cree
que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos, por lo tanto,
afirma que el conocimiento es causa de verdades absolutas.

En contraposición, se encuentra el escepticismo, para el escéptico el

conocimiento cierto e indubitable de la realidad no es posible, nada de lo que
conozcamos o podamos conocer es absolutamente fiable sin ningún género de
dudas, además, sostiene que el hombre es incapaz de alcanzar la verdad porque
tiene duda y tendencia a no creer nada de lo que los demás reconocen como real o
verdadero. En el caso del escepticismo una de sus características principales es
que desconoce al objeto.
 En relación al origen del conocimiento, se erigen el racionalismo y el empirismo,
para la primera la razón es la facultad humana que hace posible el conocimiento, y
para la segunda, esa facultad no es la razón sino la experiencia.

En cuanto al tema del alcance del conocimiento, se encuentra el pragmatismo, el

cual establece que no existen límites para el conocimiento, y para el criticismo este
se limita a la experiencia humana.

Tomando en cuenta estas concepciones, los seres humanos no se encuentran

en la posición de conocer con total certeza, por lo tanto, las herramientas a nuestro
alcance son las que definen todos los supuestos filosóficos, tales como suponer,
estimar, presumir, conjeturar, atribuir, conceder, presuponer, qué son, cómo son sus
características, función, finalidad, clasificación, problemática; es decir, realizar un
mapeo sobre todo aquello que podamos decir sobre cualquier fenómeno, hecho,
suceso, acontecimiento, objeto.

En esto, y no más, consiste la relación lógica entre el sujeto y el objeto por

conocer, en lograr realizar un discurso sobre el mismo utilizando las únicas
capacidades con las que contamos para relacionarnos con cualquier otra realidad,
sea esta concreta o abstracta: la razón y los sentidos.

De tal manera, logramos concebir que la problemática a la cual nos estábamos

ateniendo (problema y posibilidad del conocimiento) no posee una única resolución,
sino diferentes respuestas y posturas, cada una de las cuales, así como una
variedad de combinaciones entre ellas, se han dado a lo largo de la historia del
pensamiento para formar parte del arte filosófico.