Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
REFLEXIONES
Adrián Escandell
Sui géneris
Creo que los desafíos a los que se enfrenta la Educación Técnica no son muy distintos a los
que enfrenta la educación en general, y creo que principalmente pasan por una pérdida de
legitimidad de sus fundamentos constitutivos.
No es algo nuevo decir que el contexto social-cultural actual no es el mismo contexto que
existía en el momento de creación de la educación técnica en Argentina. Si tomamos en
cuenta que las escuelas técnicas tuvieron su origen como respuesta a la demanda de mano
de obra y apuntó en sus orígenes a dotar de calidad a la mano de obra necesaria ante un
contexto de sustitución de importaciones y principios de industrialización de la producción,
ya tenemos la primer impronta.
Un sistema educativo donde los estudios universitarios estaban bien lejos de las
posibilidades de la mayoría de la población, la escasa cantidad de instituciones que
brindaran posibilidad de formación universitaria, hacía socialmente aceptable la aparición
de una instancia intermedia que pudiera dar solución a la necesidad de profesionales al
contexto productivo nacional.
Hoy en día, la idea de que una persona, a los 18-19 años de edad pueda intervenir como
profesional en cualquier área de la actividad económica, es en principio, irrisorio, porque la
situación contextual, desde mi punto de vista, está requiriendo para un profesional, actuar
en un universo mucho más complejo que hace 50 años, haciendo necesario para un
desempeño eficiente, un recorrido formativo bastante más extenso.
Ahora bien, si concebimos a la Escuela técnica como una formación de base, un recorrido
previo orientado para una formación superior creo que muchos de los cuestionamientos en
los que se encuentra hoy la ETP se diluirían, Donde el objetivo primordial no sea
exclusivamente la formación de operarios obedientes, eficientes o profesionales con
responsabilidades y competencias que se comparan con profesionales universitarios, sino
que apunte a una diversificación de las posibilidades, que habra la puerta para continuar
una formación terciaria o universitaria o, si se prefiere, ingresar al mundo del trabajo pero
con un abanico de posibilidades que pueda brindarle mayor cantidad de opciones para
elegir y no estructurado en una sola dirección.
Creo que la división tan taxativa entre escuelas orientadas y escuelas técnicas ya no tienen
sentido. Si concebimos a la educación como la formación integral de las personas
encontraremos que ambos sistemas tienen grandes falencias y así mismo, ambos sistemas
poseen grandes fortalezas.
Creo que es urgente integrar las fortalezas de ambos sistemas para enriquecer el recorrido
de nuestros jóvenes y que no se encuentren en la situación de que, por tener que asistir a
una determinada escuela, por cercanía, por comodidad, etc, se vean privados de tener
recorridos que sí tendrían en otras escuelas. Estas divisiones tan taxativas también generan
un sentimiento discriminatorio, donde las escuelas técnicas se han erigido como
“profesionales” como las que “educan para el trabajo” pretendiendo de esta manera alzarse
por sobre las escuelas medias, generando climas de competencia que luego vemos
reproducidas en la sociedad.
Particularmente, en mi desempeño trabajo todos los días para desmitificar los supuestos,
creo firmemente que relativizar los supuestos es la mejor práctica para la libertad.
Constantemente vivimos presos de los supuestos: “se supone que la educación técnica….. “
“se supone que el docente…….” “Se supone que este barrio….” “Se supone que estos
alumnos……”
Lo que me ocurre generalmente es que más que respuestas a las preguntas, me surgen
nuevas preguntas. Si nos remitimos a la definición de la palabra perfil, palabra muy
utilizada en todo lo que refiere a la educación, remite a primera vista a una línea que define
una cosa, marcando su límite, mirada desde un punto de vista determinado. Obviamente la
respuesta sobre la definición de perfil, abre nuevas preguntas: el perfil es una línea que
define, pero no define sólo una cosa, define lo que es o está dentro como lo que no es o está
por fuera, ahora ¿Qué es definir? (marcar exactamente), límite implica separación,
demarcación, una barrera, algo que, si uno la traspasa está en otro lado, es otra cosa. Por
último: mirada, que implica un punto de vista, una determinada vista, una manera de mirar,
una posibilidad de mirar y obviamente, alguien que mira.
En mi mirada acerca de la docencia, no hay perfil definido no hay exactitud no hay
unanimidad, hay multiplicidad. Las cosas no son de una manera, o mejor dicho no
representan lo mismo para todos, son de una manera para mí hoy, son de otra manera para
otro hoy, fueron para otro de otra manera ayer y serán para otro de otra manera mañana.
Antonin Artaud
Creo en la apertura de esos límites y la deformidad de los perfiles, las cosas no son de una
forma, sino que somos nosotros los que les ponemos forma a las cosas y en ese catalogar,
recortar, informar, muchas veces discriminamos, estigmatizamos, subestimamos, nos
subestimamos y creamos un círculo vicioso de impotencias construido sólo sobre
supuestos.
Es por eso que se hace imprescindible, no sólo tener el título docente, sino preocuparnos
diariamente por otros componentes que enriquezcan nuestras prácticas, tener a disposición
el abanico más grande posible de opciones y recursos para generar el aprendizaje.
Estos otros componentes, estos recursos van a configurar nuestro marco teórico de
referencia, así como la didáctica puede aportar desde un afuera sobre nuestras prácticas,
debemos considerarla como herramienta imprescindible y un marco en el cual referenciar
nuestros replanteos hacia nuestras propias prácticas.
¿Por qué no consideramos técnicas a las técnicas que se aprenden en escuelas orientadas?.
¿No se necesita una técnica para ejecutar un instrumento? ¿No se necesita una técnica para
realizar un cortometraje? ¿No se necesita una técnica para actuar? Considero que estos
errores son los que por inercia seguimos repitiendo y repitiendo y nunca nos ponemos a
pensar que significan las palabras que repetimos. ¿Qué diferencia hay entre manejar un
torno y tocar la zampoña? ¿Vale una más que la otra? ¿Es socialmente útil una y menos útil
la otra?, nuestras respuestas tranquilamente podrían ser afirmativas, lo que no podrán ser
nunca es ingenuas, declaran abiertamente nuestra posición valorativa, si son fruto de la
meditación o hablarán de nuestra ingenuidad si son fruto de una inercia no meditada,
probablemente esto último sea más peligroso.
Volviendo al tema, creo que la dinámica de taller se debe incorporar a todas las asignaturas
y áreas de la educación, si no podemos articular los marcos o contenidos teóricos con la
realidad tangible, quizá estemos alejando a los alumnos de un aprendizaje fecundo.
Igor Morski Art 305
Con el debido pedido de disculpas, creo que en cuanto a las mentadas capacidades docentes
de la ETP insisto: ¿en qué pueden diferir esas capacidades enumeradas con las que debe
tener un docente cualquiera, independientemente de la orientación?. Desde mi punto de
vista, esa enumeración es perfectamente aplicable a cualquier docente.
Los debates acerca de lo que es ser un buen docente y el aprendizaje del alumno se
encuentran en un punto, por más que intentemos seguir los ítems señalados para ser un
buen profesor, no será sino cuando el alumno aprenda, cuando podamos tener tal galardón.
Sostengo que hay relaciones directas entre la atención que brinda el alumno a la clase, con
el aprendizaje. Nos pasa constantemente en nuestra vida, las cosas que merecen nuestra
atención por interesarnos, quedan grabadas y suscitan la necesidad de profundizar para que
no se agoten.
De la misma manera, podremos tomar una evaluación clásica, memorística; pero eso no nos
asegurará el que el proceso de aprendizaje del alumno se haya dado. De la misma manera,
cuando observamos el desinterés de nuestros alumnos en la clase es indiscutible que en esas
situaciones no se está dando el aprendizaje. Es fundamental, además de considerar los
puntos citados en el apunte, el poder sostener la atención, tarea nada fácil en estos tiempos
donde el miedo o el castigo físico ya son impracticables como estrategias legítimas. El
desafío del docente a cualquier nivel es generar los recursos con los que puedan presentar
los contenidos como materias significativas y atractivas.
A esta afirmación agregaría que ese mismo placer y dedicación son las que debemos
generar en nuestros alumnos porque no podemos permitirnos ser buenos docentes de malos
alumnos.
1
NOTAS SOBRE LA EDUCACIÓN TÉCNICO PROFESIONAL (ETP) EN LA ARGENTINA.
https://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&cad=rja&uact=8&ved=0ahUK
Ewj75ej1qZrVAhVMPJAKHZ5aCv0QFgguMAA&url=http%3A%2F%2Fwww.tupac.edu.ar%2Fformularios
%2FProftecnico%2FNotassobreLaeducaciontecnicoprofesional.Contextomarzo.doc&usg=AFQjCNEBy8Ps0n
YIGwTc2LKEqLRj2znyPg