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Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

Técnico Superior en Análisis e


CARRERA Intervención en los Campos
Grupal, Institucional y
Comunitario

MODALIDAD Educación a Distancia

CURSO Segundo año

ASIGNATURA Teoría y Técnica de la


intervención psicosocial

Primera Escuela
INSTITUTO Privada de Psicología
Social
A-1245

Material 1
DIRECCIÓN GENERAL: Ana P. De Quiroga
RECTORA: Prof. Rosa María Marcone
Selección de materiales: Ana P. de Quiroga
Edición, corrección y elementos didácticos: Rosa María Marcone
Contenidos de este módulo elaborados a partir de clases dictadas en la Primera Escuela Privada de
Psicología Social fundada por el Dr. Enrique Pichon Rivière por Ana P. de Quiroga, Derechos de
autor. Exp. Nro. 291428. Última revisión marzo 2016

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 1


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Estimado/a Alumno/a:

Al avanzar en el estudio de esta asignatura

Tenga en cuenta:

 Respetar las secuencias planteadas en el cuadernillo para organizar su


aprendizaje.

 Resolver las actividades propuestas, así retroalimentará su aprendizaje.


 Cumplir con el cronograma establecido para esta asignatura.
 Remitir en fecha las actividades obligatorias al tutor.
 Recurrir al tutor en toda ocasión que estime conveniente: para aclarar
dudas, reorientar su aprendizaje.

También es importante que Ud. recuerde...

ÍCONOS DESCRIPCIÓN Y USO


Glosario
(definiciones de conceptos que facilitarán la lectura y comprensión
de los temas)
Bibliografía
(textos que fundamentan y amplían la comprensión de los
contenidos de cada unidad)

Anterior
(tema trabajado en ítem o materia anterior)
Posterior
(se irán precisando y enriqueciendo aspectos de este tema en
otros ítems o unidades de aprendizaje)
Anterior y Posterior
(tema ya trabajado en ítem o unidad anterior y al que seguiremos
aproximándonos en otros ítems o unidades)

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Actividad sugerida
(actividad no obligatoria que ayudará a una mejor comprensión del
tema)

Importante
(contenido esencial para la comprensión del tema)

Definición
(concepto explicitado en sus aspectos esenciales)

Recordar
(conceptos, reglas, ideas de gran significatividad para la formación
del operador en Psicología social)

Actividad Obligatoria
(requisito para la aprobación de la unidad de aprendizaje)

A
Anexo
(ilustra sobre el tema facilitando su comprensión)

Leer
(Realizar lectura comprensiva para afianzar el conocimiento del
tema)

¡No olvide…!

Para su orientación en el examen final Ud. deberá presentar previamente un


trabajo sobre la temática desarrollada en la asignatura. Oportunamente recibirá las
consignas para realizarlo.

Objetivos
Es nuestra intención que al finalizar el estudio de esta asignatura Ud. logre:

 Diferenciar los distintos sentidos del concepto intervención.


 Diferenciar las particularidades de los distintos campos de intervención.

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Esquema
Módulo 1. Concepción y sentido de la intervención

Unidad 1. Relación persona – rol y campo de trabajo en la intervención psicosocial


- La intervención como operación psicológica
- La actitud psicológica requerida para la intervención psicosocial.
- Encuadre

Módulo 1. Concepción y sentido de la intervención


Unidad 2 - Metodología de la investigación
- La entrevista
- Tipos de entrevistas

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Teoría y técnica de la
intervención psicosocial

Estamos en...

Módulo Unidad de
Aprendizaje

1.-
I
Relación persona –
Concepción rol y campo de
y sentido trabajo en la

de la intervención
psicosocial
intervención

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 5


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Introducción
Esta etapa de tarea inaugura una nueva instancia en la formación: en ella intentaremos
aproximarnos a un nuevo posicionamiento en el campo operacional. Las materias que
Ud. estudiará en este cuatrimestre se articulan en ese objetivo.

Contenidos
Módulo 1. Concepción y sentido de la intervención

Unidad 1. Relación persona – rol y campo de trabajo en la intervención


psicosocial
- La intervención como operación psicológica
- La actitud psicológica requerida para la intervención psicosocial.
- La ecuación persona, rol y campo de trabajo
-

¿Por qué hablar de una nueva instancia de formación?

Porque el proceso formativo, en psicología, tiene como objetivo la construcción de una


capacidad de intervención operativa, en un campo interaccional en el que se despliega
un interjuego entre sujetos, el que implica una dialéctica entre el mundo interno y el
mundo externo de cada uno de los actores comprometidos en dicho campo.

Esa intervención la denominamos operación o tarea psicológica

Ella se realiza desde un rol que requiere - como Uds. han visto al introducirnos al tema
de actitud de aprendizaje, como fundamento de la actitud psicológica:

Modalidades relativamente integradas, estables y coherentes de


pensamiento, sentimiento y acción.

La formación, que es objeto explícito de nuestro contrato, que es el eje de nuestro hacer
compartido, consiste en un procesamiento y sistematización de experiencias,
emociones, informaciones, percepciones, conceptos.

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Formarse implica lograr una creciente organización de esos contenidos. Esta


organización es integradora y a la vez direccionada, ya que apunta a la realización de
un trabajo especifico.
Tal integración y organización se cumple en nuestra interioridad, abarcándonos
como sujetos totales, e implica transformación subjetiva, en términos de crecimiento.

¿Por qué?

Porque la organización y sistematización de elementos tan heterogéneos como la


vivencia, la práctica y la conceptualización dan lugar a la construcción de una estructura
o modelo interno de interpretación de un sector de la realidad y de acción sobre la
misma.
Por ello la formación se diferencia de la información -aunque la incluye- ya
que genera y pone en obra aptitudes y actitudes necesitadas para la realización de la
operación psicológica.
En esta instancia que se abre, el entrelazamiento de teoría y práctica se
intensifica, y esto se expresara en el trabajo de la concepción de la operación o
intervención psicológica, así como de los dispositivos y recursos técnicos en los que
esta se efectiviza,
A la vez, para que nuestro hacer no sea un mero practicismo sin sólido sustento,
profundizaremos en el método de análisis y su fundamentación en la concepción del ser
y del conocimiento que lo sostiene.
Por ello transitaremos tanto por el estudio de la dialéctica, concepción filosófica
que interpenetra al E.C.R.O, a la psicología social pichoniana y sus actuales
desarrollos, como también por los conceptos de grupo, tarea, pretarea, planificación,
emergente, portavoz, encuadre, dispositivos técnicos, entre otros, y siempre desde esta
nueva perspectiva
Para visualizar con mayor nitidez algunos de los contenidos a reelaborar, y que
constituyen un elemento de la operación psicológica partamos entonces de una pregunta
siempre presente en quien se acerca a un campo de trabajo y que se refiere al

Cómo y con qué instrumentos operar

Esa pregunta suele relacionarse con los dispositivos técnicos.

Continuamos…

¿En qué consisten estos dispositivos técnicos?


Se trata de un conjunto de elementos organizados, relacionados entre
sí, objetivables.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 7


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Podemos visualizarlos, analizarlos, este conjunto es transmisible, es decir, lo podemos


describir. Enunciar, comunicarlo a otros

¿Cuál es el sentido de un dispositivo técnico?

Producir efectos en un campo de operación.


Esa técnica, a su vez, se sustenta en una teoría

Un ejemplo de técnica en nuestro campo de trabajo es la de grupo operativo, otra la de


grupo de discusión, otro, la dramatización, otro la entrevista, otro el braing-storming o
lluvia de ideas, el taller, la asamblea.

Actividad Nº 1

(Estas actividades tienen el objetivo de ir acompañando el proceso


de comprensión de la temática. No es obligatorio su envío a la
tutoría)
¿Recuerda alguna otra técnica utilizada por el equipo de coordinación en el transcurso
de primero o segundo año? Si es así ¿podría – tentativamente – reflexionar sobre el
sentido que la misma tuvo en esa oportunidad?

Los recursos técnicos son formas concretas de práctica, están al servicio del
análisis y la intervención, que son dos planos de tarea indisolublemente articulados en
una relación dialéctica, de mutua realimentación, de un constante remitirse uno al otro.

¿Cómo se da esto en el día a día de nuestro trabajo?

Analizamos, desde un E.C.R.O y operamos desde él. Desde esa operación y sus efectos
en el campo de intervención, examinamos ese E.C.R.O, las hipótesis que elaboramos
desde ese cuerpo conceptual, las ideas que nos orientaron, los recursos que empleamos
y ratificamos o rectificamos la perspectiva teórica que guió la operación. Afirmamos o
nos replanteamos hipótesis, estrategias, técnicas.

Como hemos dicho anteriormente

Y quisiéramos enfatizarlo:
El análisis y la intervención, pasan ahora, en esta su nueva etapa de aprendizaje a tener
otra dimensión, otra presencia y otra cercanía con Uds., ya que en este camino crecerán
en su condición de actores de ese analizar e intervenir, ya no tanto para Uds., sino para
otros. Se entiende que, en la experiencia de grupo operativo, Uds. intervienen
espontáneamente pero a la vez, frecuentemente, reflexionan acerca de ese acontecer

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grupal que están construyendo, de sus modalidades de comunicación, la movilización de


ansiedades, el impacto subjetivo frente al otro o el objeto de conocimiento, que se
expresa en encuentros, desencuentros, ansiedades, obstáculos, movimientos de
crecimiento. No solo viven estos procesos en determinadas circunstancias y sostenidos
por el encuadre y como una dimensión de la tarea, los llevan al plano de la elaboración
emocional y simbólica. Lo analizan. Hacen insight1 de sus causas, establecen relaciones
con situaciones vividas o fantaseadas.
Lo descripto remite a aspectos de la operación psicológica, vivida desde el rol de
protagonista de la misma y sostenidos, acompañados por un agente de esa operación, en
este caso, el equipo de coordinación.
Esa modalidad formativa que implica transitar por la experiencia de ser sujeto de una
operación psicológica ligada a los procesos de aprendizaje y formas de vínculo, en una
estructura grupal, es un paso necesario de tarea para ir logrando una lectura de los
procesos interaccionales y la construcción de la actitud psicológica, de continencia y
desciframiento, la que los habilitará más tarde - ya como agentes de la misma - para ese
rasgo de la operación psicológica, según el cual ese agente - ( coordinador, terapeuta,
etc.) - desde un rol asimétrico, está al servicio de las necesidades de otros, sus actores o
protagonistas.
La propuesta para esta etapa es que - reiteramos - en un movimiento, con
distintos tiempos, puedan aproximarse y entrenarse en el ejercicio de intervenciones en
un campo relacional concreto.
Esto implica una indagación y comprensión de ese campo, de las conductas que
en él se despliegan y de lo que en él vaya emergiendo en la particularidad de su
proceso.
Quisiéramos insistir, antes de entrar de lleno en el tema de la operación o
intervención psicológica, en el término aproximación.
De hecho-y esto Uds. lo verán cuando abordemos el estudio de la dialéctica y de los
procesos de conocimiento - el conocer es siempre un movimiento infinito y no lineal
de aproximación.
Cada aproximación nos muestra aspectos nuevos pero deja siempre algo por
explorar o resignificar dada la complejidad de la realidad y su carácter cambiante.
Esa aproximación del conocer se inscribe - tanto en el plano de lo social como
de lo personal - en una historia, en la que hay continuidades y discontinuidades.
El conocimiento siempre tiene una apoyatura en lo previo, aún cuando a veces
implique un salto y una ruptura.
Por ejemplo, no hace mucho Uds. tomaron contacto con el tema de actitud
psicológica y actitud de aprendizaje y, en cierta medida, lo pudieron comprender y
trabajar. Ahora quizás, en los dos años y medio que aún faltan, se apropiarán en forma
cualitativamente diferente de lo que esas actitudes significan, lograrán otras formas de
construirlas, pero a la vez se sorprenderán al descubrir que cuentan con más
herramientas para desarrollarlas de las que creen, ya que quizás en estos momentos
sientan a la posibilidad de intervenir como algo muy lejano o ajeno.

Y esto ¿por qué?

1
Insight: darse cuenta. Conocimiento de sí. Tema que abordaremos próximamente en la otra asignatura:
Fundamentos de la metodología de análisis del campo operacional.

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El aprendizaje implica procesamientos internos de los que no somos siempre


conscientes y que, ante hechos concretos emergen, llegan a la conciencia y nos
permiten comprender esos acontecimientos desde un nuevo lugar y más
profundamente.

En cuanto al plan de trabajo:


Al retomar el análisis del E.C.R.O en términos de sus fundamentos en la dialéctica,
trataremos inicialmente de comprender el carácter dialéctico de procesos que nos son
conocidos.
Intentaremos aprender a visualizar en ellos su carácter fundamental de
movimiento, las contradicciones internas o juego de opuestos que dan lugar a ese
movimiento permanente aunque no siempre perceptible, lo que nos llevará a la cuestión
de la complejidad presente en todo lo existente.
Complejidad que está tanto en el átomo o en la célula, como en los grupos y las
organizaciones sociales.
Analizaremos entonces cómo esa forma del desarrollo, que denominamos
dialéctica, se despliega en situaciones concretas que hacen a nuestro campo de trabajo,
que opera y da vida a los procesos inter e intrasubjetivos y su interrelación , a los
vínculos , grupos, instituciones y espacios comunitarios.
La dialéctica, como fundamentación teórica y filosófica, sustenta y está presente en
los aspectos metodológicos de la psicología social.
Desde esa perspectiva analizaremos, por Ej., ese acontecer que Enrique Pichon
Rivière denominó emergente; esa estructura en movimiento que es el grupo; el
interjuego entre mundo interno y mundo externo; la relación entre ansiedades y técnicas
del yo; las múltiples dimensiones de la tarea; la relación entre tarea y pre-tarea; así
como otros aspectos de la conducta humana.
Como ya lo hemos dicho, el sentido de ese análisis es la intervención, la
operación psicológica.

¿Qué entendemos por operación psicológica o intervención?

Para responder a esta pregunta, partiremos de una definición, pero al detenernos más
tarde en los objetivos, características, modalidades, condiciones y efectos de esa
operación, tenemos la expectativa que lo condensado en la definición se despliegue y
Uds. puedan profundizar en su comprensión

La operación psicológica es un hacer, una tarea que tiene como materia de


trabajo, las vivencias, afectos, representaciones e ideas, fantasías, deseos,
defensas, ansiedades, necesidades y conflictos de los sujetos a quienes se
destina ese hacer.

Esa tarea indaga sus modalidades de vinculación, de interpretarse a sí mismo y al otro,


el situarse en una red relacional compleja, de la que se es síntesis y emergente.
La operación psicológica trabaja sobre las posibilidades de aprendizaje y
transformación de los sujetos, la plasticidad o estereotipia de su conducta e investiga la
complejidad de sus causas, siempre desde la perspectiva de la transformación, de la
elaboración de conflictos, del alivio del padecimiento que de un modo u otro, con mayor
o menor intensidad, está siempre presente en la vida psíquica, dado que la contradicción
y el conflicto hacen a su esencia.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 10


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Aborda al sujeto en su historicidad, parte del presente, de su aquí y ahora, a la


vez que indaga su trayectoria vincular, así como su proyección de futuro - lo que
requiere analizar y trabajar con su proyecto vital, su situación. - 2

Analicemos...

¿Cuál es la intencionalidad de esta indagación activa?


El esclarecimiento - y esto implica a los distintos actores de la operación
psicológica, sus sujetos y sus agentes - de las causas, sentidos y direccionalidad de la
conducta.
Por ello entendemos la operación psicológica, siguiendo a Enrique Pichon
Rivière como

Indagación ―activa y compartida‖, desarrollada en una trama vincular.

Como praxis, la operación psicológica tiene objetivos e intencionalidad. Apunta a la


visualización y resolución de contradicciones internas del sujeto y a las que éste guarda
con el universo de relaciones y hechos que hacen a sus condiciones concretas de
existencia.
Hablamos de visualización y resolución porque ese conocimiento de sí en
situación, ese visualizar contradicciones internas y con su contexto vincular, familiar,
institucional, social, del que cada uno de nosotros es a la vez emergente y productor, no
tiene una finalidad especulativa, sino, como ya hemos dicho, de transformación
recíproca.
Esa transformación es caracterizada por Enrique Pichon Rivière como
adaptación activa a la realidad.
al logro
Por tanto la tarea psicológica apunta afianzamiento
o desarrollo de la salud
mental

Y se sustenta en una concepción de salud mental

La operación psicológica es un hacer que define como su pertinencia los procesos


psíquicos en su diversidad de aspectos: lo vincular, lo que acontece en la dimensión del
mundo interno como argumento o dramática interna, la relación de ese proceso interno
con la realidad objetiva, con lo que se da en esa trama interaccional, escenario y en gran
medida determinante de su experiencia. Este hacer aborda al sujeto en el interjuego de
aspectos conscientes e inconscientes

Operación psicológica y planificación.


Una de las primeras cuestiones que podríamos decir es que la intervención, al tener
objetivos, es necesariamente una acción planificada. Intervenir, desde una disciplina,
implica siempre un grado de planificación.

2
Situación: Pichon Rivière dice sólo existe ―el sujeto en situación‖, en un universo de relaciones y
significaciones.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 11


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¿Qué es la planificación?

Es un proceso, un hacer anticipatorio, ya que se refiere a algo a realizar, que aun


no existe.

Pero planificar no sólo es anticipatorio, es también un hacer complejo.


¿Por qué hablar de complejidad?

Porque la planificación es una organización de elementos, datos, recursos,


diagnóstico de situación y de problemas, modalidades operativas, en función de
lograr una finalidad.

Para Enrique Pichon-Rivière, cuyo modelo de pensamiento está fuertemente


marcado por su apertura, su atención a lo que surge, a lo emergente, a lo que se da, la
planificación es, sin embargo, un paso fundamental. La tarea en psicología social es
inconcebible sin planificación. Sin negar la existencia de la espontaneidad, la intuición,
la creatividad en la intervención, todos estos procesos subjetivos tienen un fundamento
en el conocer. No son invención pura o espontaneísmo.
La caracterización de la planificación como proceso puede parecer una
paradoja, dada la representación habitual de planificación como algo que no es solo
anticipatorio, sino estructurante, modelador.
Sin embargo, desde una mirada dialéctica la planificación es procesual ya que
implica movimiento. Consiste en un hilo conductor pero no es rígida ni cristalizada, se
ratifica o rectifica en el camino, como se ratifica o rectifica el diagnóstico de
situación, o las modalidades técnicas previamente pensadas y esto en función de la
relación que se dé entre objetivos y emergentes.

Los elementos de la planificación:

Estos son la estrategia, la táctica, la técnica y la logística.

1) la estrategia Se ubica en el plano del pensar, del pre-diseñar, como dijimos


diseño general de es una visión global, y anticipatoria. la idea de estrategia
la operación. remite a la de conducción de una operación, y tiene su
antecedente etimológico en el hacer de un comandante ante
una batalla (proviene de la antigüedad como un aspecto de la
ciencia militar y se extiende hoy a múltiples campos de la
vida social, por Ej.: el mercado, el deporte, la política, la
educación, etc.)

La estrategia remite a la necesidad de otro paso de la operación


2) la táctica El término táctica hace referencia a instalar, a efectivizar en
el campo esa estrategia o diseño previo. Táctica implica
ordenar u operar en la realidad concreta lo que se diseña en la
estrategia, a darle forma y acción real a lo que fuera ideado.
Por Ej., nosotros, ante una demanda de intervención, nos
acercamos al campo (por ejemplo), a una institución, a un
grupo, a una organización comunitaria) con un diseño previo

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 12


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y global de operación.
La construcción de ese diseño implica, por Ej., tener en cuenta
lo que se ha definido como problema, una hipótesis acerca de
cuáles podían ser sus causas, qué actores estarían
comprometidos en la situación, cómo podría ser encarado el
abordaje de la misma. Qué objetivos particulares y generales
nos planteamos para la intervención, cuál será su
direccionalidad, en qué plazos esta intervención seria factible.
Todo esto está aún en el plano del pensamiento.

Podríamos ejemplificar este movimiento previo con el caso de recibir una


consulta desde la dirección de una institución educativa:
En dicha institución, según somos informados y se nos enuncia como
problema, se vive un clima permanente de confrontación y violencia entre los
alumnos. Los docentes, por su parte, se sienten impotentizados o desbordados ante
ello, perturbándose el proceso de enseñanza aprendizaje.
Ante esa demanda nosotros recogeremos, como primer paso, una cantidad de
datos, lo que hace a un aspecto de la logística, que es otra instancia de la
planificación.
A partir de los datos acumulados y procesados nos planteamos una estrategia,
un diseño de operación, que incluye varios elementos: la forma de nuestro ingreso a
esa institución, la definición de espacios de comunicación, las modalidades de acción
(técnicas a emplear), los posibles interlocutores, y en primer término y como lo
determinante, los objetivos de la intervención.
Esa estrategia no será nunca un diseño cerrado, sino relativamente tentativo, y
debe albergar a la vez varios interrogantes a explorar en la práctica. Por ejemplo, en el
mencionado caso de la escuela: rol de los padres, su relación con la institución,
formas de interacción entre los docentes, características de la conducción, condiciones
concretas de vida de los alumnos, pertenencias de clase, de alumnos y docentes, rasgos
culturales, historia institucional entre muchos otros.
La modalidad concreta de abordar un conflicto, en el escenario en que ese
conflicto se desarrolla, es la táctica y, en este caso, en la táctica se efectivizará el
cómo acercarse a los que estarían señalados como los protagonistas del conflicto,
¿Directamente? ¿Indirectamente? ¿Convocando a otros actores?. En este caso ¿a los
docentes, a los administrativos y maestranza, a los padres? Estas decisiones dependen,
en principio de ese prediseño estratégico, aunque no sólo de él, ya que este va a tener
carnadura de realidad a partir de la táctica, y de lo que en su ejecución emerja, lo que
nos llevará a ratificar o rectificar aspectos de la estrategia, desarrollar algunos, incluir
u omitir otros.

3) Las técnicas
Consisten en ciertos recursos operativos para ese abordaje; para llevar adelante la
táctica (los remitimos a la definición de dispositivo técnico).
Dijimos que operar sobre la comunicación sería una acción táctica, pensada desde la
estrategia pero puesta en juego en el campo.
¿Cómo lo hacemos?
Instalando dispositivos aptos para la escucha y análisis de los discursos,
realizando acciones para lograr un registro abarcativo de lo que se dice, no sólo
teniendo en cuenta el contenido de la palabra, el juego de sentidos, uno consciente y
otro inconsciente (este último se muestra y oculta a la vez, en la palabra), sino también

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 13


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el cómo se usa la palabra, dónde y a quien se la dice. Qué tipo de interacción entre los
sujetos implica tal o cual uso del lenguaje, del gesto, del aferrarse a un tema, de
eludirlo aún cuando su presencia sea evidente, si hay o no contacto corporal y, de
haberlo, ¿cómo es éste?
El explorar estos aspectos nos remite a un movimiento que es a la vez táctico,
técnico y logístico: la observación.
Observaremos no sólo a los sujetos, sino las características del espacio, su
disposición y su uso, los lugares, tiempos y ocasiones de encuentro, las formas de
contacto, el hábitat y su contexto.

¿Por qué decimos que el observar es táctico?

Porque la presencia del observador-operador introduce una variable en el campo.


Ese hacer y esa presencia es un signo y a la vez un elemento de la operación, materializa
aspectos de la estrategia pero es también un elemento de naturaleza técnica, en tanto las
distintas modalidades de observar producen cierto tipo de efectos, no sólo por presencia,
sino por los movimientos que generan, y es logístico (sólo hemos mencionado, pero no
hemos abordado aún, uno de los más significativos aspectos de la planificación, la
logística, de la que adelantamos que consiste en el recabar y procesar un monto de
información acerca de la situación problemática y sus actores, (esto incluye al operador,
su persona y su formación, su disponibilidad ante ese trabajo, etc.)

La logística, En permanente acción de relevamiento de datos nos dice de la


situación problemática, sus movimientos, los obstáculos y las
potencialidades para realizar un cambio, para revertir aquello
que es motivo de padecimiento, o que requiere transformación.

Retornando a la Esta palabra es también de origen griego y remite a la idea de


técnica, modalidad de hacer, habilidad para realizar alguna cosa,
ejercicio de un oficio o arte, que se concreta en un producto.
Si retomamos la idea de dispositivo técnico, se trata de la
utilización de instrumentos, una modalidad de usarlos que
apunta al logro de un efecto, de un resultado, ligado al
objetivo de la intervención.
En el grupo operativo, por ejemplo, hacen a ese dispositivo un
encuadre, una normativa de funcionamiento, la definición de
una tarea (con aspectos explícitos e implícitos), la existencia
de ciertos roles prescriptos (por Ej. coordinador, integrante,
observador) y en ese dispositivo se incluyen modalidades de

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 14


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intervención del coordinador, como el señalamiento, la


interpretación, consignas o las devoluciones de un observador
participante.

En ciertas ocasiones hablamos de la intervención como


sinónimo de la operación o tarea psicológica en su conjunto,
por Ej., la intervención puede ser el ingreso de un equipo de
trabajo en una comunidad o una organización de acciones para
encarar un proceso de desarrollo o de resolución de conflictos

Cuando hablamos
de intervención,
podemos
entenderla en dos
sentidos que están
entrelazados:

Pero también denominamos intervención por ejemplo, a una


interpretación, un señalamiento, al dar una consigna o plantear un
ejercicio. Esta última forma de intervención hace a lo específico
de la dimensión técnica.

Respecto de los aspectos técnicos, a las modalidades de utilizarlos, analizarlos y


recrearlos, citamos a modo de ejemplo por qué los consideramos muy enriquecedores,
desde aportes como los de D. Jackson3, uno de los fundadores de la terapia familiar
(escuela sistémica).
Podemos tomar, e insistimos, a modo de ejemplo y no de receta, alguna de sus
reflexiones en torno de lo que es el empleo de una técnica, el análisis de sus efectos, su
redefinición desde los objetivos, la estrategia, la táctica y la logística (aunque él no los
mencione de esa manera).
D. Jackson, refiriéndose a las modalidades de trabajo en el grupo familiar,
repensando su experiencia en términos de recursos técnicos y sus efectos, así como sus
modificaciones a partir de la practica, plantea lo siguiente: cuando el enunciado o
señalamiento interpretativo del terapeuta familiar no consigue cambios, es decir, esa
operación técnica no es eficaz en relación al objetivo de influir en patrones de conducta
repetitivos, que son expresión de una interacción destructiva para los sujetos y el grupo,

3
Jackson Comunicación, familia y matrimonio. Ediciones Nueva Visión, Bs. As., 1984

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 15


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el registro de ese hecho, de ese fracaso parcial, lo condujo –en su caso-a ensayar otras
acciones, muy diferentes de las que se consideraba la operación técnica habitual y a
explorar y evaluar su efecto.
Una de ellas ha sido, por ejemplo, descentrar el diálogo de los integrantes del
tema familiar más visiblemente conflictivo aportando, con un comentario, una
pregunta, a que el intercambio se desplace a cuestiones más secundarias o
aparentemente irrelevantes.
Esa operación técnica permitió, en muchas ocasiones, que los integrantes del
grupo no depositaran en el tema ―candente‖ la totalidad del conflicto, aferrándose a él,
sino que pudieran visualizar, ellos y el terapeuta, que esa modalidad de relación
identificada como negativa, dolorosa, estaba también presente en otras instancias de la
interacción familiar, aunque no fuera tan visible ni desgarradora.
¿Qué permitía plantear como hipótesis esta nueva modalidad de operación,
aparentemente tan sencilla y a la vez inesperada? Que el conflicto dicho, jugado,
presentado como lo más real, si bien mostraba algo de la familia, a la vez operaba como
ocultante de otros aspectos de la situación familiar, y remitía a la naturalizada
habitualidad y arraigo profundo de esa forma de interactuar.
Esa interacción se daba en mil formas cotidianas, pero era vivida o reconocida
por los integrantes como propia del conflicto visible, podríamos decir que la parte
ocultaba el todo.
Al descubrirse aspectos de la interacción operando en otras situaciones
familiares y con otras modalidades explicitas, muchas veces resultó factible que se
abriera una nueva posibilidad de reflexión sobre si mismo s-no rígidamente
estereotipada- lo que eventualmente podría dar lugar a un nuevo plano de insight y
camino de cambio.
¿Cuál ha sido, en este caso, la operación técnica? Favorecer un desvío o
desplazamiento, en el diálogo, hacia un tema aparentemente no pertinente a la tarea
terapéutica, vivido como banal y no tan cargado afectivamente.
La escuela sistémica, tanto como el psicoanálisis, aunque desde otra concepción
del sujeto, la salud y la enfermedad, ha aportado valiosísimas herramientas técnicas.
Entre ellas, señalaríamos la intervención paradojal, la provocación, la
implicación del operador en la situación, dando a conocer sus vivencias ante el
acontecer familiar, etc.
Desde nuestra experiencia, coincidimos en la importancia que adquiere en
ciertos casos - y hecha una evaluación en cada situación, ante cada sujeto, grupo o
institución o comunidad – el abordar las situaciones conflictivas desde temas
aparentemente laterales y secundarios.
Muchas veces el abordaje frontal, puede operar contraproducentemente,
incrementando ansiedades, conduciendo a reforzamientos defensivos que ahondan el
estereotipo. Eso se manifiesta ya sea por la negativa a abordar el problema o a un
―como sí‖ de elaboración, en una ―impostura―de tarea, que preserva la
inmodificabilidad de dicho estereotipo, reforzando el obstáculo.
Otras veces, por el contrario, ante la evitación de abordar el conflicto, un
―hacerse el distraído‖ ante una realidad más que visible, el operador puede tener que
recurrir a la frontalidad. Eso es evaluable, como hemos dicho, en cada situación
concreta, teniendo en cuenta que trabajamos con los aspectos íntimos y sensibles de los
sujetos. Y que la ética nos requiere no ser ni cómplices ni verdugos, sino facilitadores y
acompañantes en ese costoso trabajo de cambio.
Entre los recursos técnicos podemos mencionar, por ejemplo, el planteo de un
juego, la utilización de materiales, la realización de tareas que creen nuevas instancias

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 16


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de interacción en las que puedan expresarse los protagonistas de ese campo de trabajo.
El role playing e intercambio de roles es un recurso frecuentemente empleado.
Distintas corrientes psicológicas han desarrollado una diversidad de
modalidades o recursos técnicos. La técnica siempre reenvía, implícita o explícitamente
a una concepción de sujeto, de salud. Por tanto, cuando recogemos recursos elaborados
en otros marcos teóricos, no podemos realizar una ―importación‖ acrítica. Debemos
analizar la coherencia de las técnicas con nuestro propio posicionamiento en esas
concepciones fundantes de nuestro hacer e implementarlas desde ellas. A esto remite
Pichon-Rivière cuando habla de algunos aspectos del ―análisis sistémico del E.C.R.O‖
Hemos dicho que un elemento fundamental de la planificación es la logística.
¿Qué es la logística? Anticipamos que consiste en el relevamiento de los datos del
campo en el que se ha de operar.
¿Qué indagaremos?: fortalezas, líneas de desarrollo en términos de crecimiento,
aspectos conflictivos, debilidades, por Ej., intensidad de ansiedades operantes en un
vínculo, grupo o institución, o el grado de estereotipia en la interacción, fluidez u
obstáculos en la comunicación, existencia de sobreentendidos y malentendidos,
liderazgos y sus características, capacidad de insight o toma de conciencia, entre otros
muchos aspectos de la situación.
Al trabajar sobre procesos, al ser la realidad cambiante, estar en movimiento,
necesariamente la logística - en términos de evaluación de la situación - es una
actividad permanentemente requerida en cada paso o momento de trabajo.
Es anticipatoria, porque suele ser un punto de partida, permite una hipótesis,
una aproximación al diagnóstico, hace posible el diseño de una estrategia; pero debe
operar en cada momento del proceso porque pueden emerger nuevos conflictos,
desarrollarse nuevas fortalezas, aparecer nuevos recursos.
Al desplegar los pasos de la planificación: la estrategia, la táctica, la técnica y la
logística, entiendo que se hace evidente su constante interacción, el cómo cada uno
influye sobre los otros. Por eso hablamos de planificación como proceso, con una
dialéctica interna y con el campo de trabajo.
Hecha esta introducción al tema de la intervención y su carácter planificado,
direccional, retomo lo que fuera enunciado más arriba como rasgos de la tarea de esta
etapa:
En ella trabajaremos el análisis, la lectura de situaciones así como los
fundamentos de ese análisis dados por la concepción dialéctica de la realidad.
Desde dicha concepción, el hacer, el transformar y para ello operar o intervenir
es lo que da sentido a ese análisis, lo ratifica o rectifica. La teoría tiene como sentido
guiar la acción, y a la vez esa práctica es la ―prueba de verdad‖ de dicha teoría.
Al referirnos a la operación psicológica hemos señalado que se trata de una
acción direccionada desde un objetivo y un análisis de situación. Este objetivo tiene
centralidad en el diseño de la intervención:
Entendemos que es pertinente establecer una distinción entre los objetivos
generales y los particulares de la operación psicológica, si bien están interpenetrados
y no podemos diseñar objetivos particulares que excluyan a los generales ni apuntar a
esos objetivos generales, sin ajustarnos a necesidades, problemáticas y objetivos
específicos.
Hemos mencionado, al definir la operación psicológica, que se trata de una
tarea que apunta a promover, crear condiciones para que los sujetos que en ella se
incluyen sean los protagonistas de un proceso de esclarecimiento progresivo.

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Esto define como un objetivo de la intervención el crear aperturas para que se


de el insight, el conocimiento de sí en situación y de la trama vincular en la que se está
inmerso y de la que se es actor.
Se apunta al insight, a una conciencia no solo intelectual, sino profundamente
implicante en lo emocional de nosotros mismos, del contexto y de las relaciones de
determinación recíproca entre el sujeto y ese contexto vincular social.
Tiende a que se puedan integrar aspectos de sí mismo hasta allí disociados. Se
busca entonces que se puedan establecer relaciones entre hechos cuyos nexos
significativos, hasta allí, permanecían ocultos, escotomizados, invisibilizados.
Este es un sentido posible en la direccionalidad que le da el objetivo general a
la operación psicológica. Habría una direccionalidad opuesta que también hace a ese
objetivo general; ya no se trataría de unir lo fragmentado o disociado, sino de romper
asociaciones que no se corresponden con la realidad y cuya presencia y operación
constituyen un obstáculo y causas de padecimiento psíquico del sujeto. Se trataría,
según el pensamiento freudiano, de ―desligar lo que ha quedado arbitrariamente
ligado‖. ¿Qué puede haber sido ligado en la arbitrariedad de ciertas vicisitudes de la
vida psíquica? Por ejemplo: placer / culpa; castigo / goce; crecimiento/ trasgresión/
muerte; estos serían aspectos de lo que denominamos ―argumentos o dramática
interna‖, que en ese caso perturban nuestra interpretación de la realidad objetiva,
nuestra posibilidad de aprendizaje.
La operación psicológica apunta a que quienes se comprometen en ella, desde
los distintos roles que requiere, puedan discriminar lo interno de lo externo, los afectos
y vínculos del pasado de los afectos y vínculos del presente, que se logre que el deseo
y los miedos escenificados en la fantasía sean discriminados de lo real.
Por ello en la operación psicológica, se propone como un plano de tarea, el
crecimiento, la elaboración, resignificación y reinterpretación de lo vivido, así como
ciertos grados de transformación de sí y del contexto.
Para Enrique Pichon-Rivière la operación psicológica es un proceso
instrumental, un movimiento cuyo eje es el aprendizaje de la realidad y que –en tanto
proceso- está sujeto a avances y retrocesos.
¿Por qué Enrique Pichon-Rivière enfatiza el carácter instrumental de la
operación psicológica?
Porque en ella se plantea que los protagonistas de la misma, adquieran, se
apropien y desarrollen las herramientas necesarias para visualizar analizar, enfrentar y,
en alguna medida, resolver integrando progresivamente, sentimiento, pensamiento y
acción, sus contradicciones internas y con el contexto.
La operación psicológica define, entre sus objetivos generales, que los sujetos
de ese proceso hagan suyo, se apropien de un método de análisis e interpretación de la
propia realidad.
En la medida que esto se logra, se construye una situación de autonomía
respecto del agente y de la estructura de la operación. Esto se da por internalización y
aprendizaje. La red vincular y la tarea en que se desarrolla la intervención opera desde
la interioridad del sujeto, es parte de su ser en el mundo, de su posicionarse en él. Un
ejemplo claro de esta interiorización es el aprendizaje grupal, en el proceso terapéutico
o en el formativo.
Si nosotros aprendemos a pensar en grupo, si incorporamos el estilo de
pensamiento grupal, podremos lograr mayor apertura de pensamiento, empezaremos a
trabajar con mayor soltura en lo que es esencial a la creatividad y el conocimiento. Me
refiero al interjuego de lo divergente y lo convergente, lo heterogéneo y lo homogéneo.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 18


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Si aprendemos a pensar en grupo iremos rompiendo con una visión monocular


(Kesselman), acercándonos a una visión multilateral, como es la que se incorpora en el
co-pensar del diálogo grupal, que permite analizar una cuestión desde diversas
perspectivas.
Este acontecer, ya intrasubjetivo, se ha gestado en la intersubjetividad de la
estructura de la operación psicológica, ya sea ésta grupal o vincular.
Esta internalización y sus efectos son registrables en el proceso terapéutico:
terminada la sesión, hay un tiempo y espacio particularmente rico en que el paciente
continúa con un diálogo interno, es otra instancia del diálogo terapéutico.
Y también - señala Enrique Pichon Rivière - en ciertas situaciones que se dan
en el propio ámbito de la sesión, en que el paciente, en silencio, dialoga con el
terapeuta, está operando en el vínculo internalizado, procesa lo dicho y ese silencio es
de tarea y no de resistencia, contrariamente a lo que muchos interpretan. (Esto no niega
el carácter resistencial de algunos silencios, pero plantea indagar su particularidad).
Lo mismo podemos decir de ciertos silencios grupales, cuando trabajamos con
la técnica de grupo operativo, sea cual fuere la tarea explícita..el silencio es parte de un
juego comunicacional.
Cuando éste tiene un carácter reflexivo, en cada integrante esta operando la
Gestalt, la estructura grupal, elaborativamente.
Estos son pasos de movimientos de autorregulación grupal, en que los
integrantes avanzan en su proceso de modificación interna, en su capacidad de insight
sin necesidad de la intervención del operador. Esto da cuenta de grados de apropiación
de los instrumentos de la operación psicológica en función de su crecimiento en
términos de salud mental.
Esta apropiación de un método de análisis, instrumentarse en recursos subjetivos
para enfrentar y tramitar integradoramente conflictos y contradicciones se define como
objetivo de la operación psicológica, porque remite al criterio de salud mental que en
ella se sustenta y en la concepción de sujeto como protagonista de la praxis, de la
historia, como sujeto del hacer y del conocimiento.
Este criterio y la concepción que lo fundamenta conducen, como objetivo, a
promover transformaciones en nosotros mismos y en nuestro contexto vincular-social.
Nos reencontramos así con la idea de adaptación activa a la realidad. Esta
adaptación activa requiere una creciente capacidad de conocer y de hacer.
Para Enrique Pichon-Rivière el para qué de la operación psicológica es que los
sujetos comprometidos en ella adquieran la condición de sujetos situados, conscientes
de sí, de su circunstancia histórica, de su temporalidad.
Más tarde y en un trabajo conjunto incluimos en la concepción de salud mental,
la concepción de conciencia crítica.

¿Qué entendemos por conciencia crítica?

El reconocimiento de las necesidades propias y las de la comunidad a la que se


pertenece, conocimiento que va acompañado de la estructuración de los vínculos que
permitan satisfacer esas necesidades.

La conciencia crítica es una forma de vinculación con lo real, una forma de


aprendizaje que implica la superación de ilusiones acerca de su propia situación, como
sujeto, como grupo, como pueblo. Esto se logra en un proceso de transformación, en
una praxis que modifica situaciones que requieren de la ficción, la negación, la
disociación, o distintas formas de alineación para ser toleradas, en un proceso que

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entonces definimos como de adaptación pasiva en el que no hay suficiente grado de


registro, de conciencia de sí y de la realidad y tampoco intento de transformación aún
cuando esa realidad implique distintas formas de padecimiento.
Enrique Pichon Rivière incluye en los objetivos de la operación psicológica
la elaboración de un proyecto vital, que permita visualizarnos en un tiempo futuro, pero
que a la vez encierre conciencia de la temporalidad, de la propia finitud. Esto hace a la
conciencia de la mortalidad, de nuestra condición de seres sociales e históricos,
limitados en el tiempo y a la vez, en interrelación permanente con otros.
¿Qué es lo que toda operación psicológica debe desarrollar, como objetivo
general? El afianzamiento de la identidad, conciencia de sí y de los otros, capacidad de
transformaciones internas y externas. Para que esta situación de transformación se dé,
deben enfrentarse y resolverse obstáculos, cuya presencia es inevitable en el devenir del
sujeto y obviamente en el campo de la operación psicológica.
Esto plantea, también como aspecto del objetivo general de la intervención, que
las ansiedades disminuyan a un nivel tolerable, que las técnicas del yo crezcan en
instrumentalidad, que estén al servicio del aprendizaje del sujeto y de la exploración de
la realidad, que sea posible un movimiento de libre interjuego entre mundo interno y
mundo externo, emergente de la plasticidad y fortalecimiento del yo.
El trabajo sobre las ansiedades y las técnicas del yo de parte de los sujetos
incluidos en la operación psicológica es un eje central de tarea. Si las ansiedades
descienden se debilita o abandona la apelación a defensas y modelos estereotipados,
se hace posible la reparación de objetos internos, de vínculos que a nivel de dramática
interna se viven como deteriorados, destruidos o amenazantes, abriéndose posibilidades
de nuevas formas de relación consigo mismo y con los otros, restituyéndose el carácter
instrumental de las técnicas del yo.
Quizás al plantear objetivos tales como: descenso de ansiedades, reparación,
ruptura de estereotipos, visualización y resolución de contradicciones, la tarea del
operador parezca titánica, pero este proceso surge del ―trabajo psíquico‖ que realizan
los sujetos comprometidos en ese vínculo que sostiene la intervención.
El operador se implica, como agente, desde su acontecer interno, pero opera con
acciones mucho más simples que la complejidad de procesos que este trabajo psíquico
implica para sus protagonistas. Su tarea es el sostener y, en un proceso, aportar al
desciframiento, por ello distinguimos entre agente y sujeto de la operación psicológica.
¿Por qué señalamos el trabajo sobre ansiedades y técnicas del yo como un eje
central de tarea?
Aunque lo hemos visto en temas anteriores (teoría de la conducta) entendemos
que conviene insistir en esta idea, que es nodal en la concepción de Pichon –Rivière, y
que hace a su idea de salud y enfermedad:

la intensificación de las ansiedades configuran una situación de padecimiento y


obstáculo, que conduce a una rigidización de las técnicas del yo, las que, al
estereotiparse, pierden su carácter instrumental y quedan alojadas en una
función exclusivamente defensiva, deteriorándose la relación mundo interno-
mundo externo, deteniéndose los procesos de aprendizaje y creatividad.

La operación psicológica, como tarea, es escenario e instrumento de esa batalla, la que


cada uno de nosotros libra contra sus miedos, su sufrimiento. Podríamos continuar
extendiéndonos en los objetivos generales de la operación psicológica, los que, como
ya dijimos devienen de una concepción de sujeto y un consecuente criterio de salud

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 20


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mental. Sin embargo entendemos que hemos trazado un panorama en el que es posible
aproximarnos a los

Objetivos particulares de la intervención.

Aquellos criterios y objetivos generales, si bien son rectores de la operación, tienen a


su vez un grado de abstracción. En cambio, la situación de una institución, una pareja,
una comunidad en riesgo, es una situación concreta, marcada por una infinitud de
rasgos.
Esa situación particular en la que se desarrollara la intervención
es única e irrepetible.
podrá tener aspectos comunes con otras relativamente similares, pero es única desde su
realidad, y es esa realidad particular la que debemos conocer y a partir de ella, desde las
necesidades, conflictivas, potencialidades, que le dan identidad, definiremos los
objetivos pertinentes para esa situación, objetivos que enmarcados en los que hemos
llamado generales, toman una modalidad especifica y una direccionalidad particular en
cada operación, ante cada grupo, ante cada sujeto o institución.
Esto se hace posible desde una actitud de apertura, exploración, investigación,
que permita una fluida relación entre la teoría y la mencionada particularidad de la
situación.
Esa actitud excluye cualquier forma de esquematismo, o aplicación mecánica de
conceptos, metodologías o técnicas.

El objetivo particular

El objetivo particular se define entonces en función de lo que ocurre en ese campo, de


lo que configura la situación problemática, el conflicto.
Tomando el ejemplo mencionado al comenzar esta exposición: el deterioro de la
tarea educativa por situaciones de violencia en la institución escolar, trabajar sobre ella
apunta a –como primer diseño de objetivo particular- que se modifiquen las relaciones
entre los integrantes, disminuya o desaparezca la violencia que las marca, sean menos
dolorosas y destructivas. Esto requiere que surja, entre los chicos, una nueva posibilidad
de identificación y sostén. Que ese entramado de relaciones no signifique riesgo,
hostilidad, frustración. Estos objetivos particulares nos envían como tarea a una
investigación en diversas direcciones, a fin de determinar cuáles son las raíces del
conflicto y qué posibilidades hay, en esos sujetos, de revertir esa situación.
Un paso posible de esa investigación, a fin de establecer estrategias, tácticas y
técnicas, es indagar qué significación tiene, en ese contexto, la violencia de los
alumnos. ¿Hay algo que no encuentran como respuesta sus necesidades en el espacio de
la escuela? ¿Cuáles serían, en ese caso, esas necesidades desconocidas o
descalificadas?. Esa es una línea que puede complementarse con otra: ¿Qué de lo que se
da en su situación familiar puede ser expresado en la escuela y no en el ámbito familiar,
o qué se reedita en lo escolar de lo familiar? Esa violencia es un emergente, pero un
emergente incluye observables, a veces aparentemente desarticulados entre sí y
condiciones de producción de esos observables.
Abundando en lo ya planteado, operar requiere, para la elaboración de un
diagnostico de situación, una estrategia, movimientos tácticos y operaciones técnicas y
una logística. Ella conduce a indagar las modalidades de comunicación, de contacto, el
rol de los padres, su ausencia o presencia, las formas de vínculo entre y con los
docentes, qué mensajes circulan en esa instancia institucional, qué otras formas de

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 21


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violencia se estarían dando en la escuela, o en su contexto social, barrial, en el ámbito


familiar. El conocimiento de las particularidades, de los rasgos concretos que hacen al
perfil de la situación –y esto depende en gran medida de la exploración logística-, que
hacen factible una definición crecientemente precisa del objetivo particular y, en
consecuencia, estrategias, tácticas y técnicas pertinentes para la operación psicológica
requerida en ese ámbito
Tomando como ejemplo otro hecho frecuente que encontramos en nuestro campo de
trabajo:
La imposibilidad -en un ámbito comunitario- de gestionar un proyecto creativo
por rivalidades en que subgrupos se neutralizan recíprocamente.
En este último caso, podríamos decir que habría una tarea enunciada, explicita,
desarrollar un proyecto. Pero, ¿qué es lo que se da en el escenario de ese hacer? Una
guerra permanente en que, en distintas formas, cada subgrupo intenta imponer sus
ideas, sus modalidades de operar, trabando el hacer de los otros, dilematizándose la
situación en una profunda pre-tarea.
¿Por qué hablar aquí de pre-tarea? De hecho ambos subgrupos convergen en que
la tarea se paralice, en que se dé una situación de sabotaje, todo parece separarlos, pero
en lo profundo los une la resistencia, aquello que cada uno proyecta en el otro y que nos
remite al monto de ansiedades operantes. Obviamente nos referimos a sujetos o
subgrupos que no están enfrentados en situaciones objetivamente antagónicas aunque
sean vividas de esa manera.
La exploración compartida acerca de la relación de las necesidades de los
integrantes de esa comunidad con el proyecto explícito, las fuentes de ansiedad, grados
de resistencia, el abordaje de la fantasmática que interpenetra la vida y el proyecto
comunitario, y la posibilidad de la convergencia, ya no en el resistir, sino en el cooperar,
ampliar la pertenencia subgrupal a una dimensión comunitaria, lograr una comunicación
clara, esclarecer malentendidos, crecer en integración y reformular desde allí un
proyecto que pueda ser vivido como común, incluyente y no excluyente, podría ser un
objetivo particular para esa comunidad. No nos detendremos aquí en los pasos de
estrategia, táctica y técnica para operar en esa situación.
En algún caso, con estas características, nos resultó de mucha utilidad el
descentramiento al que hacía mención Jackson. Es decir, abordar en esa comunidad
otras necesidades, tareas y proyectos, que al no aludir directamente a la situación
conflictiva, puedan movilizar ciertos estereotipos de relación, descubrir nuevas formas
de encuentro lo que permitiría un descenso de ansiedades y un pasaje de la pre-tarea, de
la clausura en su propio posicionamiento a nuevas posibilidades de tarea
Hemos dicho reiteradamente que la intervención es siempre movimiento.
¿Cómo y en qué ámbitos se da ese movimiento?. En la relación del operador con el
campo así como en el campo mismo. En función de ese movimiento, la operación
psicológica – intervención - requiere una disponibilidad interna para el asombro, la
escucha, la plasticidad, la identificación de lo emergente.
Todo ello hace a los rasgos de la actitud psicológica. Lo que nos remite a una
temática que desplegaremos en las próximas unidades: la relación persona, rol, campo
de trabajo (nos referimos a la persona del operador).
Volvamos ahora a ¿Cómo surge la intervención? En general se da a partir de
una demanda. ¿Cómo surge la demanda? A partir de una situación problemática, que
por su intensidad se experimenta como malestar y a veces como sufrimiento. Esa
situación es identificada por quienes la viven, así como puede ser descripta a partir de
algunos de sus signos, pero sus causas, no son comprendidas o tienen distintas
interpretaciones de parte de sus actores. Una demanda se gesta, entonces, cuando

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varios integrantes de una institución, de un grupo, de una comunidad han detectado un


malestar o se ha identificado una situación problemática.
La identificación de una situación como problemática, como conflicto, significa
ya un paso positivo hacia la resolución, porque ese malestar, tantas veces sufrido en
silencio, no simbolizado, comienza a ser puesto en palabras.
¿En qué consiste el avance? En el transitar, que se da desde del malestar, muchas
veces expresado en queja repetitiva y desesperanzada, a un cierto grado de hipótesis o
de búsqueda de solución. Aunque una intensa carga afectiva, a veces de enojo u
hostilidad marque esa hipótesis, por ejemplo a través de la adjudicación de
responsabilidades y culpabilización. La demanda se concreta cuando se pide la
colaboración de quien sería un experto, un especialista. Esto es lo habitual, pero también
puede ocurrir que de parte de los especialistas –al detectarse un problema-haya una
oferta, lo que puede generar una demanda de intervención. Esto suele ocurrir ante
situaciones por Ej., de emergencia social como se dio en la guerra de Malvinas, o en la
situación profundamente crítica que se atravesaba y, en muchos aspectos, aún atraviesa
nuestra sociedad en los últimos años, o cuando se dio la catástrofe de Cromañón, o las
inundaciones en Santa Fe. Trabajaremos más adelante alguna de esas situaciones como
ejemplo de planificación, estrategia, táctica, técnica y logística.
¿Cómo llega la demanda al operador? ¿Quién la hace formalmente? Alguien
que entiende la situación como perturbadora y tiene el poder de convocar un recurso
externo. El desarrollo de la demanda, el establecimiento de ciertos objetivos y el
contrato, requiere, como técnica, entrevistas. Las entrevistas en las que se expone el
problema son individuales o grupales participan en ella los gestores o el gestor de la
intervención y el o los operadores.
Desde los que desempeñan el rol de gestores se plantea lo que se entiende como
dificultad, conflicto, necesidad y que requeriría -a su entender -intervención. Tengamos
en cuenta que lo que es relatado inicialmente como problema y planteado como
demanda no necesariamente da cuenta de lo que ocurre, es la representación que el
gestor y el grupo que expresa tiene de la situación. Pero esa representación puede ser
distinta de la que tienen otros actores de la misma. (Por ejemplo en un servicio
hospitalario, el jefe, los médicos, los enfermeros, los pacientes). En una escuela, la de la
dirección, los docentes, los alumnos, los padres, los administrativos, el personal de
maestranza de allí que nuestra actitud debe ser de escucha abierta a varias voces e
indagación de lo que ellas expresan de la estructura.
¿Cuándo empieza el proceso de intervención? en el primer llamado, en el primer
contacto. El cómo se hace, cuándo, quién, todo eso son datos para tener en cuenta. Allí
se va armando la relación entre el que demanda y el demandado. En todo ello hay
información que debe ser descifrada por el operador. Por Ej. La carga emocional con
que es planteado el pedido, el que se tenga apuro o más tranquilidad para encarar la
situación, el que se convenga un encuentro y luego se postergue o se intente adelantar.
Todos estos, por nimios que parezcan, son datos del campo. Todavía no sabemos muy
bien a qué remiten pero tienen que ser registrados, son elementos de logística y aportan
a ir elaborando -siempre en proceso- un diagnóstico.
Suele suceder que quien pide una intervención se acerca con tres tipos de
fantasías concientes e inconcientes: una fantasía de dificultad, otra de abordaje, y por fin
otra de solución. Estas fantasías son explorables en los primeros encuentros y en esas
fantasías, expectativas, debemos tratar de visualizar cuando se trata de demanda o
cuando se trata de un encargo que no es lo mismo (en el encargo el operador es
requerido no para indagar, explorar el problema, sino para obtener un resultado
previamente definido por quien realiza el encargo, por ejemplo controlar la violencia.

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La existencia del encargo no invalida que el operador opere sobre ese proceso de
gestión, indague por que se plantea ese encargo, porque no se tolera la exploración de la
situación, a fin de trabajar juntos el logro de objetivos.
En cuanto a la demanda, indagaremos cuánto se ha podido elaborar como
demanda ¿Qué forma tiene ésta? ¿Es sólo un pedido de ayuda por un malestar vivido
pero en alguna manera indefinido? hay alguna hipótesis más definida acerca de lo que
ocurre?
A veces no es solo el malestar lo que motiva la demanda, a veces hay un ansia de crecer,
de elaborar un proyecto y tener un sostén o co-pensor, un referente.
Los operadores tenemos a la vez una fantasía que en parte replica a aquellas.
Vamos elaborando una fantasía de problema, de abordaje y de solución y eso lo
debemos indagar ya que en la intervención y su diseño, su planificación tenemos que
preguntarnos cuánto de lo que queremos hacer responde a la demanda, a las necesidades
de ese otro o a nuestras propias necesidades y deseos. Es decir, tenemos que revisarnos
en lo que hace a nuestra actitud psicológica, a lo que emerge de la relación persona-rol-
campo de trabajo.
Cuando nos referimos al momento de la formulación de la demanda, nosotros
estamos aún sólo en el terreno de lo hipotético esas hipótesis, por tanto pueden ser
orientadoras, pero también puede suceder y esto es muy frecuente, ya que responde a las
características habituales de un proceso de conocimiento, que en nuestra aproximación
al campo tengamos que rectificar esas pre-hipótesis teniendo en cuenta nuevos datos a
los que podamos acceder, y también a lo que se denomina desde la técnica ―unidad de
trabajo‖, un existente, una modalidad de intervención, presencia o ausencia de signos
de cambio en el campo, lo que llamaríamos nuevo emergente.
¿Como nos posicionamos en el campo? Desde un E.C.R.O. desde un objetivo
general que hace a la concepción de salud. Pero necesitaremos la capacidad de
observación y escucha lo más amplia posible. Una vez que nos incluimos en la
situación en la práctica, esa primera etapa es fundamentalmente exploratoria, no solo de
diagnóstico y pre-diseño de estrategia, sino también de construcción de un vínculo con
los sujetos de la operación psicológica. A ese vínculo lo denominamos vinculo
habilitante. ¿Cuándo podemos hablar de un vínculo habilitante para una operación
psicológica? Cuando construyamos una relación con los sujetos de la misma y
logremos una inscripción psíquica en ellos que nos autorice, nos legitime desde el
vínculo a realizar un análisis de lo que les ocurre, que son aconteceres personales,
grupales que hacen a su privacidad, a sus aspectos más íntimos y sensibles. Por tanto
ese vínculo debe estar marcado por la confiabilidad y la continencia.
De allí que la tarea inicial sea ―un trabajo para poder trabajar o intervenir para
llegar a intervenir‖ en el sentido de ir creando el vínculo, la posibilidad de la
comunicación y aprendizaje recíprocos desde roles diferenciados. De hecho la
operación psicológica encarada como construcción colectiva de salud, este vínculo
habilitante, no es sólo un contrato formal. Es en realidad una alianza, un contrato
comprometido.
Contrato y alianza ¿entre qué y qué, entre quiénes? Es una alianza, un encuentro
entre los aspectos más desarrollados, sanos, productivos del operador o agente de la
operación psicológica y los aspectos más desarrollados y sanos de los sujetos que
integran el campo de operación. Esa alianza configurará un polo de movimiento hacia
la transformación, el cambio y es factor de continencia para la tarea.
Por eso insistimos en el trabajarnos como operadores también como tarea
logística ya que también puede darse una alianza-y en ciertos momentos emerge-entre
los aspectos menos positivos de esos sujetos enfrentados a un cambio, a ansiedades y

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los miedos propios del operador. Esos pueden ser momentos resistenciales, de
obstaculización de la tarea. No es extraño que esto ocurra, trabajamos con semejantes,
con historias y problemas, con logros y padecimientos que resuenan en nosotros, que
nos remiten a nuestra historia, que movilizan nuestro mundo interno. Lo importante es
procesarlo, analizarlo y para ello es fundamental un proceso formativo que incluya el
autoexaminarse y el dialogo. Esto se continúa con la supervisión o co-visión en la tarea,
la autoexploración del operador.
Tomaré como un primer ejemplo un pedido que recibió la Escuela en ocasión del
primer viaje de los familiares de caídos en la guerra de Malvinas a las islas.
Describimos la situación: año 1991. Venían esos familiares desde distintos puntos del
país, no se conocían entre sí, se aprestaban a llegar a esa tierra tan inhóspita, en que
habían muerto su padre, hermano, marido, hijo, sabían que algunas tumbas estarían
identificadas, otras tumbas dirían: ―soldado conocido sólo por Dios‖ unos eran
familiares de militares de carrera, otros de conscriptos.
Para todos, es decir para los argentinos, Inglaterra había impuesto las duras
condiciones del vencedor. El avión de Aerolíneas que los conduciría no podía llevar
ningún elemento identificatorio de nuestra nacionalidad. Más aún, ninguno de los que
viajaba podía tener un solo símbolo de Argentina, ni escarapela, ni bandera, ni escudo.
Nada que simbolizara a Argentina en Malvinas o más bien para ellos Falklands. Lo
único que recordaría la presencia argentina eran las tumbas de ese cementerio.
Pero lo principal era la profunda necesidad de realizar ese viaje y la ansiedad
que ello despertaba una situación que era a la vez un nuevo e imprescindible momento
en el proceso de duelo.
¿Qué nos pidieron las autoridades de la Secretaría General de la Presidencia de
la Nación? Ellos habían alojado a esas trescientas personas en hoteles de la capital, eran
concientes de su estado de padecimiento, de la angustia y nos pidieron que fuéramos a
los hoteles a fin de contenerlos; aquí léase contener no como albergar, sino como
controlar ya que lo que se temía era un desborde.
Analizamos la situación: como argentinos sentíamos un profundo
involucramiento en la situación, la idea de mantenerlos aislados en sus hoteles y
aguardando con angustia creciente viajar el lunes- esto era el jueves - nos parecía
generadora de daño, es decir antagónica con el objetivo general de promover salud
mental. En consecuencia desde ese objetivo general y como objetivo particular
planteamos que se diera en esas personas el mayor grado de fortaleza del yo para
encarar esa dolorosa y a la vez necesitada situación.
Entonces nuestra decisión fue: trabajar con los autores de la supuesta demanda -
encargo y explicarles que entendíamos que la única posibilidad de hacer algo por ellos,
que fuera realmente efectivo, era reunirlos en un mismo espacio y crear condiciones
para que pudieran comunicarse entre ellos, contarse sus historias, compartir sus miedos
y dolores; que se desplegaran los procesos de identificación; con todo esto que digo
estoy desplegando el objetivo particular.
Para la realización de la tarea ofrecíamos el espacio de la escuela, que no era un
espacio oficial lo que era importante, porque en realidad todos en mayor o menor grado
sentían enojo ante un gobierno activo en un proceso que se ha caracterizado como
desmalvinización, culpabilización de las victimas, segregación social, negación.
Entonces lo de un espacio no oficial era ya parte de la logística, como el de
evaluar el efecto negativo de lo oficial. Como recurso, nuestro conocimiento de las
técnicas grupales y de la posibilidad, dado el trabajo en grupo, de comunicación en
grupos grandes.

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Por nuestra parte convocamos a los coordinadores que se sintieran en


condiciones, con disponibilidad para trabajar con esa población y esa problemática -
persona –rol-campo—capacidad de análisis de la implicación, etc. Convinimos como
cláusula de contrato que la oferta fuera hecha a todos, y que participaran libremente de
ella.
¿Cuál era nuestra estrategia, si estamos hablando de fortalecer el yo?
Apuntábamos a lograr la mayor capacidad de sostén recíproco posible en esa situación.
¿Cuál seria la táctica? El generar espacios de encuentro, es decir reunirlos, que se
conocieran, como dijimos, que se hablaran. Y la técnica fue la del trabajo grupal, con
una breve introducción y luego un cierre de asamblea o mejor dicho, encuentro del
grupo grande.
En ese interjuego permanente de estrategia, táctica, técnica y logística que hace
de la planificación y la intervención un proceso permanente, asumimos que si
queríamos lograr el mayor sostén recíproco, no podíamos obviar el conflicto militares-
civiles que estaba planteado allí, en un momento en que estaba muy cercana la salida de
la dictadura militar, realizado el juicio a los comandantes, conocidos los horrores de ese
proceso y a la vez, se empezaba a difundir las situaciones de maltrato de las que habían
sido victimas muchos conscriptos, a manos de oficiales o sub-oficiales, así como de las
terribles condiciones que habían tenido que soportar en la guerra. Por ello también
decidimos como táctica que los grupos fueran heterogéneos y el conflicto se desplegara
allí.
Se trabajó todo un fin de semana, con prácticamente todos los participantes del
viaje. En el encuadre del grupo descubrieron cuántas situaciones compartían, el dolor de
la pérdida; el orgullo de que ese ser querido hubiera dado la vida por la Argentina; la
indignación por la situación en que se viajaba; por el abandono a los veteranos y el
encubrimiento de la situación; la intención de burlar algunas de las prohibiciones; la
angustia de no saber si se iba o no a encontrar la tumba.
El clima fue de creciente encuentro y comunicación. Se desplegaron diferencias;
se trabajaron; se pudieron reconocer en lo que se identificaban y, al irse el domingo al
atardecer eso era realmente un conjunto en el que se desplegaba la grupalidad.

A
Como elemento logístico imprescindible y obviamente parte de la táctica, estaba
la presencia de un equipo de apoyo a los coordinadores que tenían que trabajar en un
campo recorrido por tan intensos sentimientos, contener tanto y a la vez trabajar el ir y
venir de sus sentimientos, sus resonancias y consonancias ante ese acontecer, ante la
tarea, ante los integrantes que movilizaba duelos propios, por Ej.: pérdidas propias,
vínculos familiares, etc.

Actividad Obligatoria Nro. 1


En el anexo a esta unidad usted encontrará el relato detallado de esta experiencia. Léala
atentamente a la luz e los conceptos antes expuestos. ¿Cuáles articularía con este relato?
Envíe el trabajo a su tutor/a.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 26


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

Mencionaremos ahora e iremos desplegando para analizarlas en otros momentos de la


formación distintos trabajos que hemos realizado ó estamos realizando.

De los realizados: por Ej.:


- La oferta que realizamos al barrio en agosto del 2001 – trabajo que se extendió durante
varios años que se plasmó en la Multisectorial Vecinos de San Cristóbal 19 de
Diciembre-, en conjunto con varias instituciones de la zona: la parroquia Santa Cruz, el
distrito escolar VI, el hospital Ramos Mejía. Participamos en: Comisión de Salud junto
a trabajadores del Hospital Ramos Mejía - Una Comisión de Educación que brindó
talleres de lectoescritura y apoyo escolar para chicos de escolaridad primaria y
secundaria - Club del trueque organizado por los vecinos todos los domingos con una
extensión en preparación de grupos autogestivos de producción - Una olla solidaria que
brindó alimentos todos los sábados al mediodía (en un promedio de 450 raciones),
espacio que nos permitió acercarnos a las personas que tenían más necesidades y riesgo
de enfermar.

- Coordinadores, docentes, egresados y alumnos concurrieron durante varios meses en


el año 2003 a trabajar en la contención y el acompañamiento de los afectados por las
Inundaciones Santa Fe en un trabajo de apoyo a la Escuela de Psicología Social de
Santa Fe.
-Integrantes de la Escuela formaron parte de la delegación del Ministerio de Cultura y
Educación en el viaje a Paraguay a raíz del incendio en el Centro Comercial Ycuá
Bolaños. Se trabajó conjuntamente con el Ministerio de Educación del Paraguay en el
acompañamiento y Tareas de Asesoramiento de los profesionales que – desde dicho
Ministerio – trabajaron con los afectados dentro de las escuelas.
- La demanda de una organización de desocupados que originó un trabajo de varios años
sobre formación de agentes de salud y con el tema de violencia en la familia.
- Handball-Area deportiva. Tarea Rentada. Termino en Diciembre de 2007. Se trabajó
con un equipo de mujeres. La demanda fue hecha a la escuela por el DT.

- Convenio con la Universidad de Buenos Aires. Facultad de Arquitectura. Seminario de


Formación para la comunidad de Estudiantes de distintos años de carrera y egresados
son convocados desde la Secretaría de extensión de la Facultad. En el 2007 trabajamos
en el 1er. y 2do.cuatrimestreClase teórica y grupo. Visitas guiadas. Acercar
conocimientos teóricos prácticos para trabajos en la comunidad. (rentado)
- Ferizama: Trabajo Feriantes de Parque Lezama. Planificación y acompañamiento en
tareas de la Comisión Directiva y delegados referentes de la Feria. Integración.(rentado)
- Trabajo Comunitario en San Antonio. La Casa Social San Antonio es una institución
educativa religiosa de la orden salesiana y con una fuerte inserción en el barrio
trabajando en diferentes áreas.
- La escuela trabaja activamente como miembro permanente de la mesa de salud escolar
Distrito VI de la cual participan 25 escuelas del distrito, 3 escuelas oficiales, equipo de
orientación escolar, el COBE y el área programática del los Hospitales Pena y Ramos
Mejía.
- Alfabetización. (2003). Continúa. Formación de alfabetizadores en la Escuela.
Aprendizaje y Psicología. Social. Equipo de estudiantes y egresados. Capacitación p/
alfabetizadores. C /Ceps
- Desde enero del 2005 hasta la actualidad se trabaja con familiares y sobrevivientes del
incendio en el local Cromañón.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 27


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

- Trabajo con vecinos de barrios de Moreno – zona oeste del Gran Buenos Aires,- a
partir de un pedido de una fundación: Tarea: tendido de red de gas en esos barrios. -
Tarea rentada-
- La Escuela participa de la Red de Cultura de Boedo y desde allí en la Comisión
Todos por la Plaza. Estudiantes y egresados trabajaron en el 2007 en hacer encuestas
significativas (188) según la población del barrio con el propósito de informar, y saber
qué pensaban los vecinos sobre la historia del predio, el nombre que les gustaría que
tuviese la plaza, y cómo tendría que ser. Continúa este año la investigación con otro eje.
C / Ceps
- Barrio Cildañez, Villa 6. Villa Lugano. Parroquia. Centro Comunitario. Trabajan con
la ayuda de las monjas que apoyaron el proyecto y hoy consiguieron un subsidio de una
ONG de Francia, para establecer un Centro Comunitario en lugar físico propio. Este
trabajo ya cumplió más de un año y todos los integrantes están cobrando honorarios ya
que consiguieron casa propia.

- MULTIORGANIZACIONES Balvanera-San Cristóbal. Trabajo junto a la Parroquia


Santa Cruz, con trabajadoras sociales haciendo relevamiento en casas tomadas,
conventillos, hoteles en relación al déficit habitacional, tomando como eje-Trabajo-
Educación-Salud. C/Ceps.

- Villa 21- Con la parroquia del lugar un grupo de egresados esta trabajando en un
espacio de recreación para chicos y apoyo escolar. Es un lugar propuesto por ellos. La
Escuela lleva adelante la supervisión.

- Villa Cartón. Equipo de egresados y alumnos en acompañamiento en espacio de


recreación para chicos junto con algunas mamás que se fueron incorporando. Talleres
creativos, artesanías, dibujan etc.

- Proyecto voluntariado con Gob. De la Ciudad de Buenos Aires. Formación en trabajo


grupal para voluntarios que trabajan en la comunidad. (subsidiado)

- Violencia familiar. Género. Grupos de mujeres coordinados por psicólogas sociales.


Trabajo rentado a través de proyecto presentado. (2001). Equipos de trabajo en Capital
Fededral y Gran Buenos Aires.

- Centro de Mediación Comunitaria. En la Escuela de Psicología Social.


Anexo: Centro de Mediación Comunitaria San Antonio. Trabajo interdisciplinario con
asistentes sociales

- Se comenzó con un plan de prácticas profesionalizantes rentadas para alumnos del


último año de la carrera (en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires).

Anexo Módulo I – U 1-
A
Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 28
Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

BOLETIN DE TEMAS DE PSICOLOGIA SOCIAL


Psicólogos sociales trabajando con familiares de soldados argentinos sepultados en Malvinas
EXPERIENCIA EN UNA EMERGENCIA SOCIAL
Por Jorge B. Blanco, psicólogo social.

El domingo 17 de marzo pasado se llevó a cabo en la Escuela de Psicología


Social una actividad grupal con los familiares de soldados argentinos sepultados en
Malvinas, quienes viajarían al día siguiente a las islas a visitar las tumbas. De la jornada
participaron los organismos convocantes, Secretaría General de la Presidencia y
Dirección General de Defensa Civil, así como miembros del Comité Internacional de la
Cruz Roja. El presente artículo relata esa experiencia basándose en los informes de los
psicólogos sociales participantes.

El equipo que trabajó estuvo compuesto – entre directivos, supervisores y coordinadores


- por 25 psicólogos sociales- se formaron 16 grupos. Participaron 300 personas.

En la lejanía, sobre la desolada pradera de tundra barrida por el viento helado, un


tractor cruza el paisaje sin árboles. Sólo la mujer parece verlo. Abrazada a una cruz sin
nombre, ella encuentra en ese vehículo solitario un único rasgo familiar en el entorno.
Un tractor como ése supo maniobrar su hijo, sepultado ahora, quizá, bajo la cruz que
reza en inglés: "Soldado argentino sólo conocido por Dios". También con un tractor
como ese un vecino la ayudó, días atrás, a sortear el lodazal entre su casa y la ruta,
donde embarcó en ómnibus hacia la Capital Federal. Así salió por primera vez de su
provincia, para, también por primera vez, abordar una nave aérea, en la que voló sobre
el Atlántico Sur rumbo al cementerio de Puerto Darwin, en las islas Malvinas. Como
ella, otros 375 familiares de argentinos caídos bajo el fuego enemigo en la guerra de
agresión británica de 1982, partieron desde distintos y remotos lugares del país para
visitar por primera vez la tumba de sus seres queridos muertos por la Patria.
Desconocidos entre sí, alojados en la impersonalidad de hoteles de la gran ciudad,
atribulados por la incertidumbre respecto de lo que les esperaba en las islas y por las
duras condiciones del viaje impuestas por Gran Bretaña, encontraron en una actividad
de la que participaron psicólogos sociales - y que este artículo se propone narrar- una
oportunidad para reconocerse, compartir el dolor, solidarizarse, desplegar emociones y
afectos, elaborar ansiedades, unirse y fortalecerse mutuamente para enfrentar un trance
cargado de expectativas, bronca y temores.

LA DEMANDA DE ASISTENCIA PSICOLOGICA.

Desde la Secretaría General de la Presidencia de la Nación, por intermedio - e iniciativa


- de la Dirección General de Defensa Civil dependiente de la Municipalidad de la
ciudad de Buenos Aires, la Escuela Privada de Psicología Social, habida cuenta del
antecedente de su trabajo comunitario en ocasión de la guerra de Malvinas, recibió el
pedido de colaborar en la contención afectiva de los familiares que viajarían a las islas
el lunes 18 de marzo de 1991. El viaje fue acordado entre la Cancillería argentina y el
gobierno británico y organizado y supervisado por el Comité Internacional de la Cruz


Boletín de Temas de Psicología Social. Año 2 – Nro. 4- mayo-junio 1991.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 29


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

Roja.
Entre el viernes 15 y el sábado 16 se llevan a cabo las primeras reuniones
preparatorias del trabajo en la Escuela, de las que participan alternadamente la asesora
presidencial Dra. María del Carmen Roqueta, coordinadora de las actividades
concernientes al viaje; la directora general de Defensa Civil, Lic. Noemí Fernández
(psicóloga social); la directora de la Escuela, Ana Pampliega de Quiroga; y una decena
de psicólogos sociales que coordinarían los grupos de familiares (en la noche del sábado
se convocaron de urgencia veinte coordinadores más para trabajar ad-honorem el
domingo 17)
En cuanto a esta primera parte del trabajo, los informes de los participantes señalan
que en el pedido de colaboración resaltaba la preocupación por controlar posibles acti-
tudes hostiles por parte de los familiares, ya que éstas podrían ser utilizadas para
legitimar una reacción británica que impidiera la realización de otros viajes a las islas.
En las Consideraciones Generales sobre el viaje distribuidas por la Secretaría General
de Presidencia se incluyen las condiciones que los vencedores imponen a sus vencidos:
―estricta identificación personal; riguroso control del equipaje; severo sistema de
división en grupos; discreción personal que se espera tengan todos los viajeros, evitando
en lo posible las polémicas o discusiones; se le retendrán los documentos de identidad
en Ezeiza y deberán viajar con un 'título de viaje' como toda identificación; vestimenta
sobria; se retendrán las cámaras fotográficas y, finalmente, del orden y seriedad de este
viaje surgirán argumentos cada vez de más peso para que este tipo de eventos puedan
desarrollarse sin las actuales complejidades diplomáticas. Sin ser éste un viaje oficial,
cada uno de ustedes representa a la Argentina en la búsqueda de este objetivo‖.
Esta condición de ―prisioneros de guerra‖ creó fuertes resistencias en los psicólogos
sociales a colaborar en esta empresa que parecía movida en gran parte por el objetivo de
'sedar' o 'aplacar' a los familiares de los muertos en Malvinas. Luego de arduas
discusiones llegamos a la conclusión de que había un objetivo central, que era el
derecho que tenían esas personas a visitar a sus muertos y a los que la Escuela les iba a
ofrecer en los grupos un ámbito de libre expresión para sus emociones, incluso las de
hostilidad. Por otro lado, nuestro objetivo era crear, a través de la reunión grupal, lazos
y vínculos de sostén afectivo que les permitieran un espacio elaborativo autónomo, no
dependiente de los organizadores.
Quizás las siguientes palabras de una de las coordinadoras al presentarse en su grupo
condensen la posición del conjunto, acordada con la dirección de la Escuela y con la
supervisión: "Los psicólogos sociales que hoy estamos con ustedes nos sentimos
contentos de que nos brinden la posibilidad de acompañarlos. Queremos que sepan que
sentimos como propias las limitaciones con las que ustedes van a realizar este viaje.
Nos duelen esas limitaciones. Pero al mismo tiempo, también estamos con ustedes en el
entendimiento de que (honrar a sus muertos) se trata de un derecho al cual no se debe
renunciar".

EL SENTIMIENTO PATRIÓTICO

Todos los familiares manifestaron claridad respecto de ese derecho por el cual, por otra
parte, venían luchando desde hace casi diez años y en torno a las condiciones del viaje,
que incluían la prohibición británica de exhibir enseñas nacionales, leyendas patrióticas,
incluso publicaciones donde apareciera impreso el nombre Malvinas, los viajeros
expresaron su disconformidad y predominó un profundo sentimiento patriótico: "En
cada 25 de Mayo, en cada 9 de Julio recuerdo a mi hijo. Cuando esté allá vaya cantar

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 30


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

el Himno en silencio", dice una madre. Otras muestran su orgullo por el hijo que
combatió y dio su vida por la Patria. Otros cuentan cómo en su pueblo los vecinos han
puesto el nombre del muchacho muerto a una calle y se muestran sorprendidos porque
en la Capital no suceda eso. Un adolescente expresa con ira: " Vengo a la capital y veo
a los chicos con banderas inglesas en la ropa". Otra madre confiesa que trae una cinta
con los colores argentinos oculta entre el vestido. "No podemos llevar siquiera una
escarapela, pero la vamos a llevar adentro nuestro", dice alguien, y también: "A la
vuelta, cuando lleguemos a las 50 millas, les cantamos el Himno". Y: "Que nunca más
tengamos que viajar así, sin bandera y sin ser lo que somos".
Muy pocos de los 375 familiares que llegaron en varios micros a la Escuela
desistieron de pasar a los grupos luego de la reunión plenaria donde se les informó de
las condiciones del viaje y de la posibilidad de encuentro grupal que se ofrecía. Y la
mayoría de esos pocos desistió por problemas de salud, cansancio, edad avanzada, de
familia, etc. La participación masiva habla de la necesidad mayoritaria de diálogo y
sostén grupal. Los familiares son de todas las edades y sexo: madres, padres, abuelas,
hijos, hermanos, algunas familias enteras.

EL DOLOR COMPARTIDO

Fue común a todos los grupos que, al inicio, en una ronda de presentación donde cada
uno dio su nombre y el del familiar caído en acción, hubiera un momento de llanto
compartido, de honda emoción y solidaridad ante los relatos de lo que cada uno conocía
sobre la forma y las circunstancias de la muerte del hijo o hermano. El mayor dolor lo
exteriorizaban aquellos que tenían familiares en tumbas no identificadas, pero
agregaron: "Nos va a tranquilizar estar allí, pisar la tierra que pisaron ellos".
- Yo me hago solidario con los que no tienen identificados a sus familiares, es una
frase recortada por alguno de los coordinadores, y estas otras:
- Yo me identifico con lo que dicen los demás y eso me alivia.
- El olvido es lo que me duele.
- Recordar, ¿es remover heridas o plantear algo que es justo?
- Es bueno esto porque hacemos amistad entre nosotros.
- Que Dios nos ayude y que la memoria de los chicos sea guardada.
- Que el viaje sea bueno y lleguemos a estar con ellos como esperamos tanto.
- Llegó el momento de mi sueño.
- Este es el sueño que tanto soñé.
- Que no me despierte y resulte ser sólo un sueño.
- Que lleguemos bien y podamos volver cuantas veces queramos.
- Que las visitas a las tumbas lleguen alguna vez a ser como si fuéramos personas,
no como perros.
Un denominador común reiterado es la idea de "cierre" de una situación pendiente:
―cierre de un proceso”, “cierre de un ciclo de la vida”, “cerrar un capítulo”: "Si yo no
veo esa tumba, cada vez que golpean a la puerta pienso que es él que vuelve..."; "Ir
ahora es como si recién ahora muriera"; "Cuando vuelva, mi familia será una familia
normal. Lo normal es que a nuestros muertos podamos tocarlos, besarlos, despedirlos,
velarlos".

¿‖REPATRIACION‖ DE LOS RESTOS?

Se discutió sobre el punto de traer o no los restos de los enterrados en Malvinas hacia
sus lugares de nacimiento. Apareció la expresión "repatriados". La Patria también está

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 31


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allá -se contestó desde los familiares-, No está bien decir “repatriación”', y también:
- Esa porción de tierra es de ellos, por eso tienen que quedar allí. Yo no voy a firmar
nada.
-Nosotros lo traeríamos, siempre y cuando el acuerdo no diga "repatriación", porque
sería como decir que ésa no es su patria.
-Mi hermano desde chico decía que iría a pelear a Malvinas para recuperarlas.
Cómo lo voy a traer, si era eso lo que él más quería.
- No me importa traer a mi hijo porque su espíritu está conmigo.
Algunos no hallaban sentido a traerlos porque no tenían identificado al familiar. Sobre
este tema hubo emocionantes muestras de solidaridad: "Yo quisiera visitar a todas las
tumbas, ponerle flores a cualquiera, porque cualquiera es como un hijo".
Muchos expresaron su deseo de traer un puñado de tierra. Algunos la traerían y le
pondrían aquí una vela. Una madre llevaba el perfume favorito del hijo para derramarlo
sobre su tumba. Varios llevan placas para colocar sobre los túmulos. Un hermano
viajaba con el pantalón verde-oliva del caído. Otra señora relató que el florista de su
pueblo le había traído dos flores para que ella colocara en la tumba del hijo: ―una en
nombre de todo el pueblo, otra de parte mía".
Surgieron también ilusiones como la de lograr que se abrieran las tumbas para
identificar a los inidentificados: "Yo tengo que reconocer a mi hijo"; "La cruz dice sólo
conocido por Dios', pero yo sin ser Dios, puedo identificarlo"; "No somos Dios, somos
sus padres y también los conocemos ";..."Y mucho mejor, señora".
También circuló la fantasía de que el caído aún estuviera vivo. Que no estaban claras
las circunstancias e la muerte, etc. También por esto algunos, incluso con familiares
identificados, deseaban que se abriera la tumba para cerciorarse: "Nadie lo vio morir. A
lo mejor perdió la memoria o sigue de rehén de los ingleses"; "Yo sé que es una
fantasía, pero no puedo dejar de pensar así".
Surgieron recuerdos de la guerra. Comentarios sobre los jóvenes que quisieron ir
voluntariamente y los que fueron reclutados. Discusiones sobre si murieron por la Patria
o la Patria los mató. Relatos de las vicisitudes vividas después de finalizada la guerra
para saber si sus hijos vivían o no. Las recorridas durante años por cuarteles y hospitales
en la más completa orfandad, sin información militar oficial. Sentimientos de bronca e
impotencia. Se relatan los efectos nefastos que tuvo la muerte lejana del ser querido en
las familias, en los hermanos varones sobre todo: enfermaron, anduvieron mal con los
estudios, etc.
Para los coordinadores el impacto emocional que produjo el contenido de las
reuniones grupales fue muy alto. Todos lo señalan en sus informes. Fueron invadidos
por la congoja y por un sentido de solidaridad que pudieron desplegar por medio de su
tarea.
"Compartí el dolor profundo -señala una coordinadora-(...). Sentí que tenía ganas de
volver a verlos y de ayudarlos porque el agradecimiento fue muy grande como para
que quede en el olvido. Y porque el amor al prójimo debiera ser inevitable como la
muerte."
Todos los grupos se despidieron con demostraciones de afecto, besos, contacto
corporal, incluso con los coordinadores, a quienes agradecieron el haberse sentido
acompañados, haber podido compartir sus angustias, sus ansiedades y deseos de " que
este viaje se vuelva a hacer para honrar a nuestros muertos y que otros familiares
puedan viajar sin tantas trabas como ahora".
Al inicio de los grupos, los familiares en su mayoría no se conocían, salvo de vista
por compartir el mismo hotel. Al final salieron conociéndose, comprendiéndose, sos-
teniéndose y confraternizando. Tal vez esta última frase de un familiar resuma el

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 32


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espíritu solidario entre ellos:


"Yo quizá ponga una flor donde está sepultado su hijo y usted otra donde está mi
hermano".
Jorge B. Blanco
(En base a los informes de los coordinadores y de la supervisión.)

La demanda, al inicio muy difusa, recibió de la Escuela como propuesta básica


que los familiares realizaran una reunión con trabajo grupal. Nuestro objetivo era
que a través del conocimiento y el intercambio, establecieran lazos de apoyo e
identificación. Esto les permitiría abordar con menos angustia y soledad la
situación tan esperada ya la vez tan dolorosa: el encuentro con la tumba de su
hijo, su marido, su hermano caído en Malvinas.
Ese encuentro, aún en el caso de los muertos no identificados, era un paso
imprescindible en el proceso de duelo. Por ese encuentro ese ser querido dejaba la
insoportable condición de desaparecido, alojado en un lugar impensable entre la
vida y la muerte, oscilando entre la esperanza siempre abierta del retorno, y la
imposibilidad de la despedida.
Este viaje abre para muchas familias argentinas la oportunidad de esa despedida,
tan necesaria, que todas las culturas incluyen en los rituales de la muerte. Nuestra
sociedad, sin embargo, sigue negando, para otras miles de familias (las de los
detenidos-desaparecidos, las de las víctimas de la represión) y en consecuencia
para la comunidad toda, ese esclarecimiento, esa certeza que permite la
elaboración del duelo. No lo olvidemos.
Ana P. de Quiroga

Aportes técnicos de la experiencia


Esta experiencia no sólo nos deja riquísimos aportes vitales sino que
moviliza interrogantes en el plano técnico:
1) Cómo se resuelven las vicisitudes de la definición de un contrato en
situación de emergencia y con ambigüedad en la demanda.
2) Cómo se logra establecer la distancia adecuada cuando desde el lugar del
psicólogo social hay un fuerte compromiso emocional e ideológico; distancia
óptima que exige identificación y discriminación.
3) Otro tema aún más profundo es el que se planteó respecto de qué
priorizar, qué significa ser agente de la operación psicológica al servido de la
necesidad del sujeto -en este caso los familiares- en un momento en que la
indignación frente a las condiciones impuestas por Gran Bretaña oscurecía la
definición del problema principal. Esto requirió un trabajo y un
autocuestionamiento que todos los participantes del equipo técnico evaluamos
como posibilidad de crecimiento en lo personal y en lo profesional

OPINIONES DE NOEMI FERNANDEZ. Psicóloga socia1, Directora General de Defensa


Civil.

- ¿Con qué objetivo Defensa Civil recurrió a la Escuela de Pichon Rivière para el trabajo grupal
con familiares de muertos en Malvinas?
- Pensamos que era adecuado que la Escuela tuviera una participación activa en tanto el rol
del psicólogo social tiene que ver con la tarea planteada; y a la luz de los resultados, no nos
equivocamos. El pedido de colaboración de Nación se originó en otras tareas que esta Dirección
hizo con ella, eminentemente preventivas, donde la técnica utilizada proviene de la psicología

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 33


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social. Defensa Civil coordinó esta vez el servido médico, psiquiátrico y también el de la
Escuela. En nuestra hipótesis de trabajo con los profesionales de la Escuela se consensuó, luego
de un debate, que el objetivo era acompañar a los familiares. Esto lo dijo Ana Quiroga en
nuestro primer encuentro. La propuesta era para nosotros altamente movilizadora; jugaba en
esto qué significó la Guerra para todos nosotros así como el interrogante de si los muertos de
ellos no eran también los nuestros.
Debíamos transmitir a los familiares lo importante que era poder llegar a Malvinas, aún con
las pautas tan duras estipuladas para el viaje. La importancia del trabajo de los psicólogos
sociales fue vital para el éxito del viaje -sin que decir esto implique menosprecio a la excelente
tarea realizada por Nación y demás instancias organizativas. Los psicólogos sociales con-
tuvieron mucho y la gente quedó realmente agradecida. Los responsables de Nación, que
recibieron a la gente a su regreso, también tuvieron palabras de agradecimiento. A mí me
hubiese gustado haber hecho también un trabajo con el retorno; no se pudo porque la gente ya
tenía previsto regresar a sus hogares, pero queda abierta la posibilidad de programarlo en viajes
futuros.

- ¿Qué papel le asignás al psicólogo social en el abordaje de la emergencia social?


- Desde mi experiencia en la función pública, trabajar con la emergencia social es muy rico.
Los psicólogos sociales tenemos una actitud psicológica y una concepción de lo grupal que nos
permite descubrir en la emergencia la importancia del trabajo del conjunto. Nosotros hacemos
trabajo grupal dentro de la repartición antes de trasladarnos a la comunidad. Defensa Civil pudo
incorporar en estos dos años otras disciplinas; y hemos practicado nuestro "saber escuchar" en la
relación con otros profesionales: médicos, bomberos, fuerzas de seguridad, gente de medio
ambiente, etc. Hemos incorporado también otra psicóloga social rentada y cuatro más ad-hono-
rem, aunque yo tengo como compromiso con mi profesión y con la de mis compañeros
psicólogos sociales el cobrar por nuestro trabajo, que es una de las formas de jerarquizar nuestra
profesión. Nuestras hipótesis de trabajo en Defensa Civil ya no son sólo de catástrofes sino
centralmente preventivas y de emergencia cotidiana. Y la emergencia y la prevención son áreas
de trabajo muy importantes para el psicólogo social. Nosotros hemos hecho un congreso con
más de doscientos participantes el año pasado con un éxito total, en el que participó la Escuela
coordinando los grupos. Cuando nos requieren de cualquier otra área para la realización de
congresos siempre sugiero que los grupos sean coordinados por psicólogos sociales, quienes sin
lugar a duda garantizan la comunicación. Esto hace que a Defensa Civil se lo demanden como
un servicio más, lo cual es una fuente de trabajo para los psicólogos sociales.

OPINIONES DE MARIA DEL CARMEN ROQUETA. Abogada, asesora legal de la


Secretaría General de la Presidencia de la Nación. Coordinadora del viaje a Malvinas

- ¿Por qué razón la Secretaría consideró necesario recurrir a los psicólogos sociales de la
Escuela de Pichon-Rivière?
- En los contactos con los familiares, previos al viaje, notamos mucha carga emotiva, mucha
angustia. Debido al objetivo eminentemente humanitario del viaje, nos interesaba atender estos
aspectos y que todos se sintieran afectivamente cuidados. Por otra parte, debíamos cuidar
también el aspecto internacional, evitar cualquier hecho que pudiera generar conflictos. Yo
pensaba en el momento de llegada a las islas: en ese clima inhóspito, en el vuelo posterior en
helicóptero hasta ese cementerio al descampado..., sería un shock muy fuerte. Además, estaba
todo lo acumulado durante tantos años: no poder hacer el duelo, no poder llevar una flor
sabiendo qua tu hijo, tu hermano o tu padre está ahí enterrado... Entonces pensamos que pese a
la falta de tiempo y de la gran cantidad da familiares que venia de todo el país, ese fin de
semana deberían estar concentrados juntos en Buenos Aires, tener un contacto entre ellos y
disponer de mi momento de reflexión y da exteriorización de los sentimientos.
Nosotros teníamos previsto formar grupos donde recibieran información y pudiesen charlar
entre ellos. Después vimos con el doctor Bonadío -también asesor presidencial- la necesidad de
contar con profesionales adecuados para ese trabajo.

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 34


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

- ¿Qué evaluación hicieron del trabajo realizado en la Escuela?


- Todos estamos muy agradecidos. Yo tuve una charla primero con los coordinadores -que a mí
me ayudó mucho, porque tenía una ansiedad terrible- donde conté las condiciones del viaje y el
tema de las tumbas no identificadas, que ara muy duro para los familiares. Mi mayor miedo eran
las reacciones violentas que podían producirse en las islas al tomar contacto con militares
ingleses.
Entre los familiares había muchos que venían de regiones rurales apartadas, gente muy
humilde, con un modo de ser y una cultura muy especiales, acostumbrados a ser callados y a
bancarse lo que venga. Nosotros tratamos de decirles, antes de entrar a los grupos, "ustedes
tienen todo el derecho del mundo a manifestarse, si quieren insultar, háganlo, si quieren llorar,
lloren, les va a aliviar". Había muchas mamás solas, ya que muchos hombres enfermaron antes
de partir, o desistieron por otro motivo, esto de formar grupos les permitió tener al lado otra
persona en su misma condición. Y solidarizarse que es tan importante. Les permitió llegar a
Malvinas y no estar solas, poder abrazarse a alguien. Al salir de los grupos muchas se fueron
juntas, charlando. Fue muy lindo. Y más allá del impacto del cementerio y la congoja del
regreso, todos quedaron muy agradecidos con todos nosotros por sentirse tan cuidados. Me
trajeron terrones de tierra malvinense, plantitas... El cariño de la gente es con lo que uno se
queda para siempre. Los objetivos generales se cumplieron, y el objetivo personal del afecto con
ellos también.
- Como argentina, ¿cómo jugó en vos el tener que trabajar con las prescripciones establecidas
para el viaje, la prohibición de portar símbolos o colores patrios, etc.?
- A mí, como argentina, me costó muchísimo tener que plantearla esas condiciones a la gente.
Por eso en las reuniones de la Escuela yo dije que no estábamos renunciando a nuestra
identidad y nacionalidad. Pero es una realidad: la guerra se perdió. Las restricciones nos dolían
a todos, pero había que cumplirlas porque era lo mínimo que debíamos hacer para rendir este
homenaje a los que cayeron allá. Y dentro de todo, si bien hubo lógicas demostraciones de
bronca, la gente trató de cuidarse y se comportó maravillosamente.

Bibliografía

- E.C.R.O. Análisis del concepto Ana P. de Quiroga (Ficha) (En Anexo)


- Identidad y sujeto situado (en crisis, procesos sociales, sujeto y grupo) Ana P.
de Quiroga

OPTATIVA
- La formación de coordinadores de grupo en la Escuela de Psicología Social de
Buenos Aires fundada por el Dr. Enrique Pichon Rivière en Enfoques y
Perspectivas en Psicología Social Ana P. de Quiroga
- Una experiencia interdisciplinaria de trabajo en comunidad ante una situación de
emergencia social (Guerra de Malvinas) en Enfoques y Perspectivas en
Psicología Social. Ana P. de Quiroga

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 35


Instituto Primera Escuela Privada de Psicología Social A-1245

- Reflexiones sobre una experiencia terapéutica con madres y padres de víctimas


de la masacre de Cromañón. Berta Aronowicz, Mirta Marina, Beatriz Romero,
en Revista Temas de Psicología Social Nro. 26, noviembre 2007
- Intervención comunitaria. artículos varios en Revista Temas de Psicología Social
Nro 22, octubre 2003
- La memoria arrasada. José Töpf, en Revista Temas de Psicología Social Nro. 23,
octubre 2004

Teoría y Técnica de la intervención psicosocial – Módulo I – Unidad 1 Material Nro. 1 36

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