La moral y sus límites

En los últimos años se ha discutido sobre algunas cuestiones sobre los animales. En
específico sobre los derechos de los animales. Sin embargo, hay una larga discusión
racional sobre si es necesario que los tengan o no. En el caso de este texto nos
centraremos sobre si los animales y los objetos tienen una entidad. Dicha propuesta está
basada en el primer capítulo del libro de Peter Carruthers; La cuestión de los animales.

Límites de la moral

Cuando decimos que los animales tienen una entidad moral nos referiremos a que si los
animales tienen derechos y que los humanos tienen obligaciones hacia ellos.
Es de suma importancia preguntar: ¿Los animales tienen entidad moral? Y no es que
conlleve necesariamente al interés sobre los animales, sino que por el hecho de que son
seres vivientes deben de tener dicha entidad moral.

Hablando de otras existencias morales, hay que preguntar: ¿los objetos cuentan no la
entidad moral? La respuesta es; no cuentan con dicha entidad moral. A pesar de que
algunos objetos sean muy preciados para la humanidad (como lo son obras de arte,
monumentos históricos o pertenencias propias), no se tiene un compromiso moral para
preservarlos, sino que se tiene obligación profesional o laboral de aquellas personas que
quieran o deseen preservarlos, estamos hablando de un deseo por uno o varios por
resguardar algunos objetos a través del tiempo. Hay objetos que parecen tener una
obligación moral, podemos observar que hay objetos que parecen ser más importantes
que una vida humana. Pero, la importancia u obligación indirecta que se tiene con los
objetos es una vinculación de conocimiento entre los seres humanos, es decir, tenemos
idea que son valorados (es decir, que tienen un valor ya sea monetario, sentimental, etc.),
ya que dicha valoración es aprendida. Un ejemplo de esto es que no nacemos sabiendo
que el oro es “valioso” o que los diamantes tienen un precio exorbitante. La valoración
está determinada por un grupo de personas, supongamos que nos dijeran que una roca
es aquel objeto más valioso que hay sobre la Tierra, pero el oro también es un objeto muy
preciado, no tanto como la roca, y dieran a escoger entre oro y una roca. Es claro que nos
podamos imaginar que se elegirá a la roca sobre el oro porque uno es más valioso que
otro.
Pero haciendo esto último de lado y regresando a la cuestión de los animales, a éstos se
debería de tener obligaciones indirectas, es decir, por lo menos si no tienen entidad moral,
tener alguna responsabilidad hacia con ellos.