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Recurso Administrativo

Los recursos administrativos surgen como un remedio a la legal actuación de la administración. Son
medios legales que el ordenamiento jurídico pone a disposición de los particulares para lograr, a través
de la impugnación, que la Administración rectifique su proceder. Son la garantía del particular para
una efectiva protección de su situación jurídica.

Son denominados recursos, porque se trabaja con un acto preexistente, es decir, con una materia
procedimental ya decidida, que en este caso, es un acto administrativo de efectos particulares, nunca
general (artículo 85).

En cuanto a la naturaleza de los recursos administrativos, la tesis predominante considera los recursos
administrativos como un derecho del interesado, que forma parte de la garantía constitucional a la
defensa. Este es el criterio acogido por el Tribunal Supremo de Justicia, en sentencias de la Corte
Federal del 05.08.55 y del 24.11.53. Otra tesis considera los recursos como medios procedimentales de
defensa de los derechos de los individuos ante las autoridades públicas, criterio éste mayoritariamente
aceptado, ya que el procedimiento en sí no puede ser calificado como un derecho, sino como un
medio que permita al particular revelarse ante la conducta ilegítima de la Administración.

El recurso administrativo es un acto por el que un sujeto legitimado para ello pide a la Administración
que revise, revoque o reforme una resolución administrativa, o excepcionalmente un trámite, dentro de
unos determinados lazos y siguiendo unas formalidades establecidas y pertinentes al caso.

Es necesario distinguir el recurso de la petición. En el primero se parte de la existencia previa de un


acto o resolución administrativa, que es lo que se pretende que se reforme o revoque, mientras que la
petición tiene como finalidad última la realización por parte de la Administración de un acto nuevo.

Los recursos administrativos se interponen y resuelven ante la misma Administración, por lo que esta
se convierte así en juez y parte de los mismos. De ahí que la garantía que se pretende asegurar
ofreciendo mediante la interposición de recursos una posibilidad de reacción contra las resoluciones
administrativas se vea limitada por el hecho de ser la propia Administración la que ha de resolver el
litigio planteado y que deriva de un acto suyo. Y de ahí que en muchas ocasiones, tras la resolución
administrativa, haya que acudir a otras instancias (la vía judicial) para la última consideración y
sentencia sobre el asunto en cuestión.

Se podrán interponer contra las disposiciones administrativas dos tipos de recursos: el ordinario, que
puede ser considerado como el sustituto del antiguo recurso de alzada, y el extraordinario o de
revisión. Sus características las examinaremos más adelante.

Por el contrario, no cabrá la interposición de recurso contra las disposiciones administrativas de


carácter general. En este sentido la Ley a que hacemos referencia ha introducido una modificación
sustancial con la situación anterior, no permitiendo proceder a la impugnación de forma directa de una
disposición de carácter general. No obstante, sí cabe la posibilidad de una impugnación indirecta
mediante la impugnación de un acto administrativo de aplicación de una disposición general,
pudiéndose interponer el recurso ante el órgano administrativo del que emanó la disposición general
de cuya aplicación deriva el acto recurrido y no sólo ante el órgano del que emanó el acto.

Las leyes podrán sustituir el recurso ordinario por otros procedimientos de impugnación o
reclamación, incluidos los de conciliación, mediación y arbitraje. Ello se hará en supuestos o ámbitos
sectoriales determinados y cuando la especificidad de la materia así lo justifique y ante órganos
colegiados o comisiones específicas no sometidas a instrucciones jerárquicas. No obstante, deberán
sujetarse a los principios, garantías y plazos que la Ley sobre Procedimiento Administrativo establece.

Fin de la vía administrativa

Para saber qué tipo de recurso procede interponer ante una resolución administrativa habrá de tenerse
conocimiento de cuándo se produce el fin de la vía administrativa. En este sentido, ponen fin a la vía
administrativa:

– Las resoluciones que recaigan en los Recursos Ordinarios interpuestos.


– Las resoluciones que recaigan en los procedimientos especiales que sustituyan al recurso ordinario,
que se han indicado anteriormente (procedimientos de impugnación o reclamación, incluidos los de
conciliación, mediación y arbitraje).

– Las resoluciones que sean dictadas por órganos que carezcan de superior jerárquico, salvo que se
establezca lo contrario por Ley.

– Otras resoluciones administrativas que por ley o reglamentariamente se haya establecido que ponen
fin a la vía administrativa.

La disposición adicional novena de la Ley a que nos estamos refiriendo establece las resoluciones que
ponen fin a la vía administrativa en lo concerniente a la Administración General del Estado, que son:

– Las del Consejo de Ministros y sus Comisiones Delegadas.

– Las de los Ministros dentro de sus competencias departamentales.

– Las de los Subsecretarios y Directores Generales en materia de personal.

Tipos de Recursos Administrativos

Como se dijera en el capítulo anterior, los recursos administrativos forman parte de los procedimientos
de segundo grado. Dentro de estos procedimientos pueden destacarse, de acuerdo a la Ley que rige
la materia, tres tipologías distintas, a saber:

Recursos Ordinarios:
Son aquellos que revisten un carácter genérico, ya que pueden plantearse en todos los casos, salvo en
aquellos que exista disposición legal en contrario.

a) Objeto: El recurso ordinario es el que se interpone por las personas interesadas contra las
resoluciones que no pongan fin a la vía administrativa o contra los actos de trámite que determinen la
imposibilidad de continuar un procedimiento o produzcan indefensión. Dicho recurso se interpone
ante el órgano superior jerárquico del que dictó las resoluciones o actos impugnados en el. A estos
efectos, los tribunales y órganos de selección del personal al servicio de las Administraciones Públicas
se considerarán dependientes de la Autoridad que haya nombrado al presidente de los mismos.

b) Plazo: El plazo para la interposición del recurso ordinario será de un mes. Transcurrido dicho plazo
sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será firme a todos los efectos, sin perjuicio, en su caso,
de que proceda la interposición de recurso extraordinario de revisión

c) Motivos: El recurso ordinario podrá fundarse en cualquiera de los motivos de nulidad o anulab ilidad
de los actos de las Administraciones Públicas.

Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes:

a) Los que lesionen el contenido esencial de los derechos y libertades susceptibles de amparo
constitucional.

b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de materia o del territorio.

c) Los que tengan un contenido imposible.

d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido o de
las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos
colegiados.

f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren
facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.

g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición legal.

También serán nulos de pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren la Constitución,
las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior, las que regulen materias reservadas a
la Ley, y las que establezcan la retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o
restrictivas de derechos individuales.

Por otro lado, son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del
ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. El defecto de forma sólo determinará la
anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé
lugar a la indefensión de las personas interesadas. Por último, la realización de actuaciones
administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando
así lo imponga la naturaleza del término o plazo.

Los vicios y defectos que hagan anulable el acto no podrán ser alegados por los causantes de los
mismos.

Interposición: El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que se impugna o ante el
órgano competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera presentado ante el órgano que dictó el
acto impugnado, este deberá remitirlo al competente en el plazo de diez días, con su informe y con
una copia completa ordenada de su expediente. En este sentido, la persona titular del órgano que
dictó el acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo anteriormente indicado.
Resolución Presunta: Transcurridos tres meses desde la interposición del recurso ordinario sin que
recaiga resolución, se podrá entender desestimado y quedará expedita a vía procedente.

Se exceptúa el caso de recursos interpuestos contra la desestimación presunta de una solicitud por
transcurso del plazo, en el que se entiende que queda estimado si la Administración no resuelve en el
plazo oportuno.

Dentro de los recursos ordinarios se distinguen a su vez: el recurso de reconsideración y el recurso


jerárquico.

El recurso de reconsideración se le suele calificar como un recurso horizontal, en el sentido de que el


mismo es ejercido en contra de la actuación emanada del órgano que dictó el acto originario. El
mismo debe ser decidido en un lapso de 15 días hábiles. Ahora bien, cuando quien debe decidir el
recurso de reconsideración es la máxima autoridad, éste cuenta con un lapso mayor, el cual es de 90
días continuos.

Debe destacarse que en contra del acto que decide el recurso de reconsideración, no es posible volver
ha ejercer este tipo de recurso.

El recurso jerárquico es denominado, a diferencia del anterior, como un recurso vertical, ya que el
mismo se intenta ante la superior jerarquía dentro de la organización. En el caso de los Municipios,
ante el Alcalde o en los casos de la Administración Pública Nacional, ante el Ministro respectivo.

El lapso para decidir el recurso es de 90 días continuos, contados a partir de la interposición del
mismo.

Es de hacer notar que las decisiones que resuelvan el recurso jerárquico, agotan la vía administrativa,
es decir, que al ser dictadas por la máxima autoridad del ente administrativo de que se trate, dicha
decisión, abre el camino al ejercicio de los recursos jurisdiccionales judiciales.
Recursos Especiales:

Estos recursos sólo proceden en aquellos casos expresamente previstos en la norma, la cual especifica
el recurso admisible.

En nuestra legislación se considera como recurso especial, el denominado recurso jerárquico impropio,
el cual se ejerce ante las máximas autoridades de los entes descentralizados de la Administración
Pública. Por ejemplo, en caso de una decisión emanada de un Instituto Autónomo Municipal, el
recurso debe plantearse ante el Directorio o Junta Directiva del mismo y luego de su decisión,
conocería eventualmente el máximo órgano del organismo de adscripción que sería el Alcalde. Este
recurso se funda en el principio de jerarquía administrativa, según el cual, los entes que ejercen la
tutela de los órganos que componen la Administración Descentralizada, tienen competencia para
revisar no sólo la legitimidad, sino la oportunidad o conveniencia de sus actos.

Recursos Extraordinarios: A diferencia de los anteriores, los recursos extraordinarios operan “aún
cuando el acto ha quedado firme”, es decir, aún fuera de los lapsos que la ley prevé para su
impugnación.

Dentro de estos recursos encontramos el denominado recurso de revisión, el cual, como se dijo
anteriormente, supone un acto firme y, por lo tanto, la decisión que eventualmente se dicte afectará la
autoridad de cosa juzgada administrativa. Este recurso procede frente a cualquier acto que haya
quedado firme, no necesariamente ante aquellos que causen estado.

El lapso para su ejercicio es de tres meses y varía según el motivo de impugnación de que se trate. En
efecto, cuando los motivos de la impugnación sean documentos o testimonios declarados falsos por
sentencia judicial definitivamente firme, que hubieren influido de manera decisiva en la resolución del
asunto, o cuando la decisión hubiere sido adoptada por cohecho, fraude, violencia o soborno, y ello
hubiere quedado establecido en sentencia judicial definitivamente firme, el lapso de impugnación será
dentro de los tres (3) meses siguientes a la fecha de la sentencia. Ahora bien, si el motivo hubiere sido
la aparición de pruebas esenciales para la resolución del asunto, no disponibles para la época de la
tramitación del expediente, este lapso comenzará a computarse a partir del momento en que se haya
tenido noticia de la existencia de las pruebas. Por lo que se refiere al lapso para decidir, éste es dentro
de los treinta días siguientes a la fecha de presentación del recurso. (Artículos 85 al 99 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos).

Es de hacer notar que, una vez interpuesto cualquiera de los antedichos recursos, el interesado no
podrá acudir ante la jurisdicción contencioso-administrativa hasta tanto se produzca la decisión o se
venza el plazo que tenga la administración para decidir, ello con la finalidad de evitar decisiones
contradictorias.

a) Objeto: El recurso extraordinario de revisión es el que se interpone por las personas interesadas
contra los actos que agoten la vía administrativa o contra los que no se haya interpuesto recurso
administrativo en plazo.

b) Motivos: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse cuando concurra alguna de las
circunstancias siguientes:

1ª. Que al dictar los actos recurridos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.

2ª. Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución del asunto que,
aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.

3ª. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados falsos por
sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella resolución.

4ª. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia,
maquinación fraudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en sentencia judicial firme.

c) Plazo: El recurso extraordinario de revisión se interpondrá cuando se trate de la causa primera


indicada en el apartado anterior, dentro del plazo de cuatro años siguientes a la fecha de la
notificación de la resolución impugnada. En los demás casos, el plazo será de tres meses a contar
desde el conocimiento de los documentos o desde que la sentencia judicial quedó firme.

d) Interposición: El recurso extraordinario de revisión podrá interponerse ante el órgano que dictó el
acto que se impugna o ante el órgano competente para resolverlo. Si el recurso se hubiera presentado
ante el órgano que dictó el acto impugnado, este deberá remitirlo al competente en el plazo de diez
días, con su informe y con una copia completa ordenada de su expediente. En este sentido, la persona
titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directa de cumplimentar lo
anteriormente indicado.

El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión debe pronunciarse, no
sólo sobre la procedencia del recurso, sino también sobre el fondo de la cuestión resuelta por el acto
recurrido.

e) Resolución Presunta: Transcurrido el plazo de tres meses desde la interposición del recurso
extraordinario de revisión sin que recaiga resolución, se entenderá desestimado, quedando expedita la
vía jurisdiccional contencioso-administrativa.

Recurso Tributario

Los recursos tributarios Es un medio de defensa que la ley otorga a los particulares afectados en sus
derechos por un acto administrativo, con la finalidad de obtener la revocación o modificación del
mismo, cuando sea demostrada su ilegalidad.

El recurso administrativo tiene por objeto proteger los derechos de los particulares y sujetar la
actuación de la autoridad al régimen de derecho. También da origen a una controversia entre la
administración y el administrado.

Los Recursos Administrativos se interponen y resuelven ante la misma Administración, por lo que esta
se convierte así en Juez y parte de los mismos. De ahí que la garantía que se pretende asegurar
ofreciendo mediante la interposición de recursos una posibilidad de reacción contra las resoluciones
administrativas se vea limitada por el hecho de ser la propia Administración la que ha de resolver el
litigio planteado y que deriva de un acto suyo.

Revisión de Oficio.
En este tipo de Recurso la Administración Tributaria se reserva en todo momento para corregir sus
actos, para subsanar todos los vicios de que adolezcan.

Actos Administrativos absolutamente nulos:

Existen actos que sólo pueden considerarse viciados de nulidad absoluta, es decir, no pueden ser
convalidados de ninguna manera. Tal es el caso que su ejecución sea ilegal, por ejemplo: que se
pretenda aplicar una sanción distinta a la señalada en la ley; y que sea emitido por un individuo con
credenciales falsas de funcionario público.

Los recursos tributarios son:

1. Recurso jerárquico:

Es una opción que le da el legislador al contribuyente, para impugnar un acto emanado de la


Administración Tributaria. Según el C.O.T (Art 245 - 247), Esté procede no procede contra actos que:

• Contra los actos dictados por la autoridad competente en un procedimiento amistoso previsto en un
tratado para evitar la doble tributación.

• Contra los actos dictados por autoridades extranjeras que determinen impuestos y sus accesorios.

• En los demás casos señalados expresamente en este código o en las leyes.

El recurso jerárquico deberá interponerse mediante escrito donde se expresaran las razones de hecho
y de derecho en que se funde con la asistencia o representación de abogados o cualquier otro
profesional al área tributario éste recurso deberá interponerse ante la oficina que emanó el acto en un
lapso de 25 días hábiles contados a partir del día siguiente a la fecha de la notificación del acto que se
impugna.

Una vez Interpuesto el recurso, la oficina podrá revocar el acto recurrido o modificarlo de oficio, si no
fuese la máxima autoridad, en caso de que se compruebe errores de cálculos y otros errores
materiales, dentro de los 3 días hábiles siguientes, contados a partir de la interposición del recurso. Su
revocación total produce el término del procedimiento, en caso de modificación de oficio, el recurso
procede por la parte no modificada.
La suspensión de los efectos del acto recurrido, en virtud de la interposición del recurso no impide
exigir el pago de la porción no objetada., la interposición del recurso suspende los efectos del acto
recurrido, la suspensión de los efectos del acto recurrido en virtud de la interposición del recurso
jerárquico, no impide a la administración tributaria exigir el pago de la porción no objetada. La
Administración Tributaria admitirá el recurso jerárquico dentro de los 3 días hábiles siguientes al
vencimiento del lapso de la interposición del mismo.

Igualmente se considera causal de inadmisibilidad del recurso:

• La falta de cualidad o interés del recurrente

• La caducidad del plazo para ejercer el recurso

• Ilegitimidad de la persona que se presente como apoderado o representante por no tener capacidad
necesaria para recurrir o por no tener la representación que se atribuye, o porque el poder no sea
formal.

• Falta de asistencia o representación de abogado.

La Administración Tributaria podrá realizar todas las diligencias de investigación, que considere
pertinentes para esclarecer los hechos, pudiendo solicitar del propio contribuyente informaciones
adicionales, que juzgue necesarias y llevando los resultados al expediente, al igual que todos los
elementos de juicio de que disponga. A tal efecto, se abrirá, una vez admitido el recurso, un lapso
probatorio no mayor a 15 días, el cual será fijado de acuerdo con la complejidad del caso.

La administración tributaria dispondrá de un lapso de 60 días continuos para decidir el recurso


contado apartir de la fecha de culminación del lapso probatorio.

2. Recurso de revisión:

El recurso de revisión contra los actos administrativos firmes podrá intentarse ante los funcionarios
competentes para conocer del recurso jerárquico en los siguientes casos:

Cuando hubiere aparecido pruebas esenciales para la resolución del asunto, no disponibles para el
momento de su tramitación.
Cuando en la resolución hubieren influido en forma decisiva documentos o testimonios declarados
falsos, por sentencia judicial firme.

Cuando la resolución hubiere sido adoptada por cohecho, violencia, soborno u otra manifestación
fraudulenta, y ello hubiere quedado establecido en sentencia judicial firme.

El recurso de revisión solo procede dentro de los 3 meses siguientes a la fecha de la sentencia y
deberá ser decidido en los 30 días siguientes a la fecha de su presentación.

3. Recurso contencioso tributario:

Es una impugnación de un acto de efecto particular sin necesidad del uso previo de un recurso
jerárquico, o que éste haya sido denegado.

El lapso para interponer este recurso será de 25 días hábiles, contados a partir de la notifi cación del
acto que se impugna o del vencimiento del lapso previsto para decidir el recurso jerárquico., cuando el
recurso no hubiere sido interpuesto ante el tribunal competente el juez o el funcionario recetor deberá
remitirlo al tribunal competente dentro de los cinco días siguientes.

el recurrente podrá solicitar del tribunal competente que reclame al juez o funcionario receptor el
envió del recurso interpuesto, la suspensión parcial de los efectos del acto recurrido no impide a la
Administración Tributaria exigir el pago de la porción no suspendida ni objetada

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