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LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA
PSICOLOGÍA EVOLUTIVA II
Realizado por:
Hacer críticas destructivas hacia un adolescente resulta una fácil tarea para los adultos,
así como también tacharlos de inmaduros sociales, pero ¿Cómo saber cuál es el
comportamiento normal de un adolescente?, si tienen tantos cambios en ese proceso,
adaptarse a un nuevo mundo para ellos dejando al lado otro con el que estaba
acostumbrado y en al que no pensaba dejar de pertenecer no es tarea fácil.
Requiere de tiempo, espacio, comprensión y apoyo de las personas que lo rodean pues
dejar de ser el niño que dependía de sus padres en su totalidad, teniendo comodidades
y tareas mínimas a de repente tomar el papel de adultos que tienen que decidir por sí
mismos, y crear independencia, además de aceptar que en su cuerpo se están
produciendo una serie de cambios muy notorios, genera angustias en el adolescente.
La edad de la punzada es la continuación del libro “este que vez” del mismo autor
Xavier Velazco que redacta el pensamiento y emociones que vive un adolescente de
trece a catorce e incluso quince años y que cuenta la historia que vive en el instituto al
que asiste, y los sucesos que vive fuera de ella pero ¿Cuál es la conducta patológica
que desarrolla el protagonista del libro?, ¿Cuál es la búsqueda de sí mismo y su
identidad?, ¿Qué cambios físicos y psicológicos se producen en el adolescente? Y si es
que ¿Existía un juicio moral en el o no?
¿Cuál era la conducta patológica de Xavier?
Xavier presentaba rasgos fetichistas al tener fantasías sexuales con las empleadas
domésticas que trabajaban en su casa además de tomar una conducta un tanto
obsesiva por la ropa interior de ellas, observarlas escondido entre su recamara y el
baño con un espejo al bañarse, u olfatear su ropa interior y sus pertenencias cuando
ellas no estaban en casa, mirarles las piernas cuando pasaban por la escalera o verles
los calzones cuando estas se agachaban a recoger o limpiar algo en el piso.
Así como también insinuarles en ocasiones los deseos sexuales que tenía sobre ellas,
al dejarles ver intencionalmente los recortes que coleccionaba sobre mujeres
encueradas, y hasta en una ocasión estar completamente desnudo cubierto por una
manta al recogerles la merienda. Xavier era una adolescente que compraba revistas
pornográficas en los puestos y recortaba las páginas que le interesaban para pegarlos
en su cuaderno como una especie de álbum pornográfico.
Para Xavier vivía en un mundo donde ya no pertenecía al mundo infantil que tenía pero
tampoco embonaba en el mundo del adulto que se le presentaba, En el instituto al que
asistía y donde estaba rodeado única y exclusivamente de hombres y al cual él
llamaba con el nombre de instiputo, se veía como ese inadaptado cuya única salvación
que podría tener seria el hecho de que sus padres le regalaran una moto que le
consiguiera una novia que llegara a cámbiale su vida y su suerte.
Pese a que tenía todas las comodidades posibles, así como unos padres que nada le
negaban a excepción de cuando reprobaba, no lograba entender como podría ser el
peor hijo si lo consentían como a nadie, el que reprobaba de tres a once materias.
Razonaba la situación y se encontraba entre el niño de mamá y el joven maleante,
recordando que desde niño nunca le había gustado que sus mundos se juntaran y pese
a ello estaba pasando, en la escuela era uno, con sus amigos otro y el tercero era el
que sus padres creían que era.
Xavier tenía una relación inestable con sus padres, en especial con su mamá, con
quien tenía riñas constantes, así como diferencias y peleas por la actitud que el tenia y
el que ella le producía. El autoconcepto que él iba desarrollando no era el más
agradable para él, lo único que lo mantenía con una actitud ganadora pese a no tener
nada que ganar, era el consuelo de saber que tenía una moto que no cualquiera de sus
amigos podía tener, que tenía buena puntería con los gargajos y que algunas niñas lo
saludaban para pedirle dar una vuelta en moto.
En un mundo cambiante, de asistir a un instituto donde era una escoria para los
profesores y donde no había una sola niña a su lado, al pasar a aquel otro mundo de
preparatoria mixto donde se encontraba entre mujeres y no solo hombres, era la gloria
para él, pese a que ellas algunas muy sangronas se burlaban de él como los demás
niños. Sus intereses cambiaban y con ello su forma de pensar y de actuar, no siempre
para bien pero a veces tampoco para mal.
Le gustaba arriesgarse debido a esta relación influenciada de los pares con los que se
juntaba (sus amigos), desarrollando más la red socioemocional sensible a estímulos
sociales. A Xavier le constaba trabajo enfocarse en metas a largo plazo en especial si
tenían que ver con algo educativo, por ello estaba en constante búsqueda de
emociones y de novedades de su interés.
Como la vez que rayo la caricatura del subdirector en la pared de la escuela, donde lo
insultaba además, él sabía que hasta podía ser expulsado más sin en cambio quiso
realizar el acto para fastidiarlo y dejarlo en ridículo frente a todos los estudiantes como
una vez él lo dejo cuando reprobó once materias y por lo que le asignaron el apodo de
“el campeón de las materias reprobadas”.