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Bour dieu
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Sobre su teoría y práctica de la entrevista
ANGELA GIGLIA
E
n los últimos años de su vida, después de casi La prueba más evidente de su compromiso del
medio siglo dedicado a la construcción de una lado de los sectores subalternos ha sido su constante
obra única, por sus dimensiones y envergadu- atención por el estudio de la dominación a nivel cultu-
ra, en la sociología del siglo XX, Bourdieu sin- ral o, dicho en otros términos, por la forma como la
tió la necesidad de tomar posición en la temperie políti- cultura contribuye a hacer posibles las relaciones de
ca de su tiempo, convirtiéndose en una figura pública dominación. Como él mismo lo expresó en una entre-
del movimiento en contra de las políticas neoliberales vista, lo que intentó hacer durante toda su vida fue “ar-
(las políticas de mundialización, como él las llamaba). Con- ticular la idea de Marx según la cual la sociedad está
sideraba que hoy “el investigador no tiene elección: si está dividida en clases” y tratar de repensar uno de los prin-
convencido de que existe una correlación entre las políti- cipales nudos no resueltos en la tradición marxista, esto
cas neoliberales y la tasa de delincuencia, entre las políticas es, la que vulgarmente se denomina como la relación
neoliberales y la tasa de criminalidad, entre las políticas entre estructura y superestructura, y “el simple hecho
neoliberales y todos los signos de la que Durkheim hubie- de denominarlo así hace que el problema sea insolu-
ra llamado anomia, ¿cómo podría no decirlo?”1 Sin ble” –decía Bourdieu (D’Eramo, 2002). Desde los aná-
embargo, su compromiso político se remonta a los ini- lisis del sistema escolar hasta los estudios entorno a la
cios de los sesenta, con la guerra de independencia de estratificación de los gustos, en sus trabajos subyace una
Argelia,2 y siempre estuvo presente en su trabajo, aún interrogación entorno a los específicos procesos socio
en los años del ascetismo académico. culturales que hacen posible que los dominados asu-
1
Texto leído en Atenas en mayo 2001 en una reunión con investiga- únicamente el objeto de tomas de posición personales. La tarea no
dores y sindicalistas sobre los temas de la unión europea, la cultura y consiste simplemente en expresar opiniones, no importa que tan
el periodismo, de próxima publicación en Interventions (1961-2001). nobles o progresistas sean, sino en proveer un cuadro lo más autén-
Sciences Sociales et Action Politique, Agone, Marseille. tico posible de la realidad y, al mismo tiempo, las razones para ac-
2
“Empecé a hacer sociología durante mi servicio militar en Argelia, tuar. Emprendí, entonces, un trabajo científico que no es un objetivo
por razones que pueden calificarse como políticas. Quería intentar en sí mismo, sino que pretende llenar un vacío político, o más bien,
poner a disposición de los franceses las herramientas para hacerse un vacío de la pedagogía política. Pero esto es totalmente otra cosa
una idea realista de la situación allá. En ese entonces me di cuenta que elaborar un programa político agregándole legitimaciones cien-
que las cosas que se discuten en el campo de la política no pueden ser tíficas” (Bourdieu, 2001a).
man y “acepten” su condición, convirtiéndose de esa una voluminosa recopilación de entrevistas, intitulada
forma en portadores de la que Bourdieu denominaba La miseria del mundo, en la que toman la palabra los
violencia simbólica, una violencia “dulce”, difícil de per- protagonistas de la exclusión social en la Francia mo-
cibir como tal, ya que “se ejerce con el consentimiento derna y multicultural. Este libro, posible únicamente
de quien la padece”, constituyéndose como un reflejo del gracias al trabajo de un numeroso grupo de investiga-
“orden de las cosas”, algo que se presenta como “natural” dores, representa una contribución muy importante a
(Bourdieu y Wacquant, 1995). lo que suele llamarse enfoque cualitativo en ciencias so-
A principios de los noventa, su interés por enten- ciales. En particular para los antropólogos interesados
der las nuevas facetas de la dominación vinculada a los en entender las sociedades contemporáneas, este libro
procesos incipientes de mundialización se concretó en es un importante ejemplo de cómo trabajar sobre la vi-
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Para comprender a Bourdieu
sión del mundo de actores que se encuentran inmersos se al doble riesgo del subjetivismo y del objetivismo, un
en contextos socioculturales complejos, en los que in- doble riesgo en contra del cual Bourdieu edificó toda
tervienen fenómenos de diferentes índole, escalas y pro- su sociología.3
cedencias. Las narraciones de La miseria del mundo ilus- Para superar estas antinomias, la teoría de Bour-
tran magistralmente hasta dónde puede llegar la dieu se construye al mismo tiempo como teoría del su-
aplicación rigurosa de la teoría socioantropológica a la jeto y teoría de la práctica, instituyendo una vincula-
comprensión del mundo actual desde el punto de vista ción muy estrecha entre los dos conceptos de habitus y
de sus protagonistas más humildes. de campo. El habitus indica –para Bourdieu– contem-
En las páginas que siguen nos centraremos en la poráneamente lo social de nuestra subjetividad y lo sub-
importancia de la vinculación entre la perspectiva teó- jetivo de nuestra actuación como sujetos sociales. Es
rica de Bourdieu y la práctica de la elaboración e inter- una subjetividad socializada, entendida como sentido del
pretación de las entrevistas cualitativas. En particular, juego, como conjunto de disposiciones vinculadas a una
veremos el breve texto sobre “La ilusión biográfica”, posición objetiva en el campo, por lo tanto, como saber
las reflexiones contenidas en la “Introducción” y en el un tanto “automático”, no necesariamente reflexiona-
ensayo intitulado “Comprender” que cierra magistral- do, entorno a lo que puede o no puede hacerse desde
mente La miseria del mundo y que se ha convertido in- cierta posición. El campo es, a su vez, un espacio social
mediatamente en una suerte de breviario para los que provisto de reglas propias en el que los actores actúan
trabajamos con entrevistas abiertas. como en un “juego” cuyo objetivo es el incremento del
capital propio del campo. Cada actor juega a partir de
PARA COMPRENDER AL OTRO: cierta posición dotada de cierta dosis de capital. De allí
TEORÍA DEL SUJETO Y TEORÍA puede aumentar o disminuir su capital, lo cual se tra-
DE LA PRÁCTICA duce en un desplazamiento hacia una posición más o
menos ventajosa. Cada campo –campo del poder, reli-
Como es sabido, las técnicas cualitativas, y entre ellas gioso, artístico, académico, etcétera– se distingue por
las entrevistas abiertas, son cada vez más usadas en las un tipo de capital específico y específicas reglas de fun-
ciencias sociales, aún si no siempre correctamente. Apa- cionamiento.4
rentemente al alcance de todos, en realidad se trata de Es importante recordar que para Bourdieu las
técnicas difíciles de manejar, ya que pretenden al mis- posiciones son objetivas, análogamente a las relaciones
mo tiempo hacer hablar al actor, haciendo emerger su sociales objetivas en el pensamiento de Marx, y los he-
subjetividad, y decir algo “objetivo” sobre su condición chos sociales en el pensamiento de Durkheim, esto es,
y su realidad. Los materiales que resultan de su aplica- fenómenos cuya naturaleza no es necesariamente evi-
ción (relatos biográficos, historias de vida, narraciones dente en la forma como se presentan al ojo del observa-
entorno a la colocación del sujeto en su entorno y a su
visión del mundo) presentan de forma ineludible la cues-
3
tión de como escapar al riesgo de una doble deriva. Fren- Al respecto, uno de sus intérpretes más agudos sostiene que “lo
más inquietante de su obra es su perseverante afán de trascender
te a la tarea de interpretar una entrevista, nos vemos varias de las perennes antinomias que socavan la estructura interna
fácilmente arrastrados, por un lado, hacia lo que tiene de las ciencias sociales, a saber, el antagonismo al parecer insupera-
ble entre los modos de conocimiento subjetivista y objetivista, la se-
de particular esa específica visión del sujeto y, por el paración entre el análisis de lo simbólico y el análisis de lo material,
otro, hacia la tentación de tomar el testimonio como en fin, el divorcio persistente entre teoría e investigación empírica”
(Wacquant, 1995: 15).
simple reflejo de una determinada situación o condi- 4
Para una exposición menos sucinta de la teoría de los campos en
ción sociohistórica. En otros términos, es difícil sustraer- Bourdieu reenviamos a Giglia, 1995.
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inseparablemente el conjunto de acontecimientos de una A través de esta forma absolutamente singular de no-
existencia individual concebida como una historia y el minación que constituye el nombre propio, resulta ins-
relato de esta historia. Esto es, en efecto, lo que dice el tituida una identidad social constante y duradera que
sentido común, es decir, el lenguaje corriente, que descri- garantiza la identidad del individuo biológico en to-
be la vida como un camino, una carretera, una carrera dos los campos posibles en los que interviene en tanto
(Bourdieu,1994: 74). que agente, es decir, en todas sus historias de vida po-
sibles (Bourdieu, 1994: 78).
Contra la idea de una historia de vida, como de-
sarrollo lineal de sucesos provistos de sentido, Bourdieu En la construcción de una historia de vida en
(1994: 76) propone la idea de un sujeto como creador cuanto biografía oficial, congruente con los actos de ins-
de una ilusión (la ilusión biográfica) “ideólogo de la titución asociados a su protagonista, intervienen, por lo
propia vida”, que selecciona “en función de un propó- tanto, los presupuestos inconscientes del interrogante y la
sito global, unos acontecimientos significativos concre- situación de investigación que siempre oscila entre los dos
tos” estableciendo entre ellos unas conexiones que sir- polos opuestos del interrogatorio y de la confidencia y,
van para justificar su existencia y darle coherencia, como finalmente, la representación que el entrevistado se for-
las que implica su institución en tanto que causas o, me de la situación de investigación, “que orientará todo
más a menudo, en tanto que fines. En este proceso de su esfuerzo de presentación de sí, o mejor dicho, de
creación de sentido, el sujeto encuentra la “complici- producción de sí” (Bourdieu, 1994: 81).
dad” benévola del entrevistador, o del biógrafo, quien En estas pocas páginas, Bourdieu enuncia ya los
comparte con él “el mismo interés por aceptar el pos- principios de método que guiarán la recopilación de
tulado del sentido de la existencia narrada” (Bourdieu, entrevistas en La miseria del mundo, sosteniendo –en
1994: 75). contra de la idea de historia de vida– la necesidad de
Una vez aclarado el carácter convencional de la ubicar el relato del sujeto dentro de los campos sociales
historia de vida en cuanto representación de una “exis-
tencia dotada de sentido, en el sentido de significado y
de dirección” (Bourdieu, 1994: 76), Bourdieu plantea
El “habitus” (la práctica y la
“la cuestión de los mecanismos sociales que propician visión del mundo de los
actores) no es ni del todo
o permiten la experiencia corriente de la vida como
unidad y como totalidad” (Bourdieu, 1994: 77) y que
hacen aparecer absolutamente normal la visión de la
existencia arriba mencionada, como recorrido sensato
subjetivo, ni totalmente el
y lógicamente conducente hacia ciertos resultados, pro- reflejo de condiciones
externas. El “habitus”
tagonizado por un sujeto que se percibe y es percibido
como una totalidad irreductible. Este sujeto –nos re-
cuerda Bourdieu– no es más que una construcción so-
cial, un ente que no existe si no es a partir de un proce-
expresa más bien esta síntesis
so social de construcción, que empieza con la nomina- original de lo subjetivo y lo
social, inextricablemente
ción (la atribución del nombre propio) y que procede
con la producción de los papeles de identidad y la ins-
titución del estado civil y de sus certificados.
vinculados.
que atraviesa, en un recorrido que propone llamar tra- LA MISERIA DEL MUNDO, O LAS
yectoria, entendida como: MUCHAS CARAS DE LA VIOLENCIA
SIMBÓLICA
[...] serie de las posiciones sucesivamente ocupadas por
un mismo agente (o un mismo grupo) en un espacio en Coherentemente con su compromiso, Bourdieu no ocul-
sí mismo en movimiento y sometido a incesantes trans- ta sus posición ético-política en sus elecciones científi-
formaciones (Bourdieu, 1994: 82). cas. Desde su primitivo interés por la crisis de la agri-
cultura argelina en situación de descolonización, pa-
En La miseria del mundo, el esfuerzo por situar las sando por el estudio de las razones sociales del fracaso
narrativas orales dentro de su contexto social de pro- escolar, hasta el estudio de la violencia simbólica conte-
ducción, en el marco de una problemática general del nida en la compleja estratificación de los gustos en La
malestar social, se acompaña de otro esfuerzo paralelo distinción, su trabajo puede leerse como una incesante
que consiste en situar las entrevistas en su propio con- interrogación sobre la eficacia del poder y sus formas
texto de producción, reconociendo su carácter de cons- de actuación en el plano simbólico.
trucciones sociales, de discursos generados por dos su- Este interés explícito para aquellos que padecen
jetos, donde el entrevistador juega un papel decisivo, el poder y sus mecanismos se concreta exhaustivamente
que no puede ser pasado por alto. en La miseria del mundo, obra colectiva en la que toman
la palabra las víctimas de una sociedad desigual y ex-
cluyente, pese a haber sido la pa-
tria de los “derechos universales
del hombre”. El desfile de histo-
rias, lugares y situaciones es ver-
daderamente impresionante: el
obrero desempleado, el trabajador
precario, los inmigrados, la enfer-
ma, la anciana sola, los jóvenes
marginados y pequeños delin-
cuentes, los trabajadores sociales,
la actriz sin empleo, la feminista
militante, la profesora de secun-
daria, los pequeños propietarios
endeudados, la empleada en ho-
rario nocturno, la secretaria de
una pequeña empresa, los habi-
tantes y los trabajadores de las
urbanizaciones difíciles, la joven
inspectora de policía, el magistra-
do, el educador callejero, etc.
Como se ve, no todos los sujetos
pertenecen a sectores marginados
o pobres. Hay entre los entrevis-
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Mientras la segunda es una miseria de condición, en la años noventa, y con la disminución de la eficacia de las
que prevalecen la escasez material y la falta de posibili- redes de solidaridad tanto formales (véanse los servi-
dades, la primera es más bien una miseria relativa, en el cios complejos del Estado del bienestar, hoy reducidos
sentido que la experimentan los que ocupan “una posi- a mecanismos simples de erogación de ayuda indivi-
ción inferior y oscura en el seno de un universo presti- dual) como informales. Encontramos, por lo tanto, a
gioso” (Bourdieu, 1999: 10). Ésta, definida como mise- los pocos franceses blancos que se quedaron en las ur-
ria de posición, la viven en forma especialmente aguda banizaciones difíciles, a los comerciantes asaltados por
aquellas profesiones “cuya misión es ocuparse de la gran los jóvenes hijos de los inmigrantes, a los trabajadores
miseria, o hablar de ella” (Bourdieu, 1999:10). Desta- precarios, públicos y privados. En suma, a sujetos que
cada esta diferencia, el libro apunta a comprender el padecen sobre todo por ser y por sentirse desampara-
malestar propio de un orden social en el que la gran dos en cuanto aislados, sin nadie que les ayude y en-
miseria ha sido casi derrotada, pero al precio de una tienda sus problemas. La polifonía de voces que este
proliferación de espacios en donde la pequeña miseria concierto nos devuelve constituye ese “espacio de los
tiene amplias posibilidades de surgir y de expandirse. puntos de vista”, a menudo encontrados, cuya devolu-
Es por eso que en el libro se recogen y se escuchan ción o reconstrucción se revela sumamente enriquece-
también las voces de los maestros, de los policías, de los dora desde diferentes ángulos de lectura y que consti-
magistrados, de las enfermeras. En otros casos, se trata tuye un modelo para cualquier investigación.6
de actores cuya “dificultad de vivir” tiene que ver con
la precariedad y la flexibilidad que han caracterizado LA PERSPECTIVA REFLEXIVA
en forma masiva las relaciones laborales a partir de los
La riqueza y la relevancia de las temáticas propuestas
en las entrevistas de La miseria del mundo no serían su-
El valor metodológico de ficientes para hacer de este libro una piedra angular, si
no fuera por su valor metodológico. Éste reside –como
“La miseria del mundo” ya lo explicamos– en la consideración de estos testimo-
reside en la consideración nios a la luz de una teoría social específica, por una
parte, lo cual les confiere de antemano un espesor que
de estos testimonios a la luz no tendrían si los viéramos como simples casos indivi-
duales o expresiones subjetivas.Y, por la otra, en la adop-
de una teoría social ción meticulosa de la perspectiva reflexiva7 tanto en la
interpretación del fuente inestimable de reflexión para su propia vivencia y labor coti-
diana.
testimonio.
7
Véase al respecto sobre todo Bourdieu y Wacquant, 1995 y Bour-
dieu, 2001.
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Para comprender a Bourdieu
investigador.
usamos o el terreno que elegimos implica considerar
críticamente nuestra colocación en el campo científico
y el campo mismo como objeto, si es que queremos
ganar “un grado superior de libertad” con respecto a
las constricciones propias de la actividad científica
por situarse a uno mismo dentro de su propia trayecto- (Bourdieu, 2001b: 176).
ria familiar, escolar, académica y dentro de su campo Si se logra valorar correctamente los elementos
de acción, el campo académico. sociales del discurso subjetivo y, al mismo tiempo, la
La perspectiva reflexiva se hace manifiesta en la especificidad del punto de vista del sujeto como resul-
práctica de las entrevistas en la medida en que el entre- tado de su trayectoria social particular, y el papel de
vistador no se pone como un supuesto agente neutral uno mismo como productor de la entrevista en cuanto
frente a un experimento de laboratorio (objetivismo), construcción social, se llega casi naturalmente a la con-
ni se abandona a la empatía sentimental que se hace clusión de que “contra la antigua distinción de Dilthey,
cómplice del interlocutor, sino que intenta todo el tiempo
dominar las opuestas derivas –objetivista y subjetivista–
mediante la operación que consiste en considerar la 8
Se trata de ponerse en condición de reconocer las condiciones ge-
nerales del trabajo científico, en cuanto trabajo institucionalizado,
entrevista como una situación social asimétrica, que
socialmente e históricamente producido y reproducido, que se reali-
involucra a actores que hablan desde posiciones dife- za dentro de lo que Bourdieu denomina campo científico. El tema
rentes, a menudo con capital social y cultural desigual. central de la “objetivación del sujeto de la objetivación” no es plan-
teado en términos individuales, sino en términos relacionales, con
El testimonio recogido es el resultado de una conversa- vista al campo de fuerzas en el que el científico tiene que operar. “Lo
ción entre dos seres humanos, que el investigador debe que se trata de objetivar no es la experiencia vivida por el sujeto del
conocimiento, sino las condiciones sociales de posibilidad y, por lo
asumir como tal, si no quiere tergiversar y falsificar la tanto, los efectos y los límites, de dicha experiencia e inclusive del
realidad de sus datos que es, a la vez, la realidad de su acto de objetivación” (Bourdieu, 2001:182).
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hay que plantear que comprender y explicar son una de opinión y en las entrevistas que realizan los profe-
sola cosa” (Bourdieu, 2001b: 532). sionales de la asistencia pública), que no tienen el me-
Hay que “ponerse del lado del entrevistado” para nor sentido para el entrevistado, cuando no llegan a
percibir desde allí las condiciones sociales que lo pro- molestarlo abiertamente, por la ignorancia y el desinte-
ducen. Hay que estudiar de antemano, previamente a rés que denotan hacia su discurso.10 Al contrario, las
la entrevista, dichas condiciones, para estar a la altura preguntas pertinentes –semejantes a verdaderas hipó-
de la conversación. Lo cual implica que para llevar a tesis– surgen casi espontáneamente sobre la marcha, a
cabo una buena entrevista hay que haber construido partir de una escucha atenta y de la aplicación del co-
mucho conocimiento previo entorno a la problemática nocimiento previamente acumulado sobre la problemá-
que se quiere tratar en la misma entrevista. Hay que ser tica. Paradójicamente, mientras más esté funcionando
conscientes de la doble asimetría que es propia de la el proceso de construcción social del objeto que se en-
situación de entrevista, debido a que el entrevistador es
no sólo quien conduce el juego, quien domina la pro-
blemática, quien guía la conversación sino que, al mis-
Las preguntas pertinentes
mo tiempo, se encuentra ubicado más arriba en la je- –semejantes a verdaderas
rarquía social y cultural. La entrevista es, en suma, una
suerte de intrusión que hay que convertir en una situa- hipótesis– surgen casi
ción provista de sentido –y de interés– para el entrevis-
tado, para que pueda hacerla propia. Mientras más se
espontáneamente sobre la
domina el terreno que se pisa, más la entrevista puede marcha, a partir de una
escucha atenta y de la
(y debe) parecerse a una simple conversación entre dos
personas, donde una está más interesada en escuchar,
pero no por ello se priva de hacer comentarios o de
expresar su opinión.
aplicación del conocimiento
previamente acumulado sobre
la problemática.
El sueño positivista de una perfecta inocencia epistemo-
lógica enmascara, en efecto, el hecho de que la diferencia
no es entre la ciencia que efectúa una construcción y la
que no lo hace, sino entre la que lo hace sin saberlo y la cuentra en la base de toda buena entrevista, mucho más
que, sabiéndolo, se esfuerza por conocer y dominar lo esta última se parece a una situación social común y
más completamente posible sus actos, inevitables, de cons- corriente en la que los dos actores conversan sintiéndo-
trucción, y los efectos que, de manera igualmente inevita- se igualmente a gusto, entregándose en la situación. Se
ble, éstos producen (Bourdieu, 1999: 528).9 comprende ahora claramente cuán difícil –en el senti-
do del trabajo que implica– es llevar a cabo una buena
Se trata de manifestar un auténtico interés por la entrevista y cuán importante es este trabajo de cons-
palabra del entrevistado, escapando en la medida de lo trucción y de preparación para permitir la generación
posible al mecanismo del interrogatorio como sucesión de testimonios verdaderamente representativos de una
de preguntas impertinentes (frecuente en los sondeos determinada condición, de un determinado punto de
9
Para un tratamiento exhaustivo sobre el tema de la no neutralidad 10
A este propósito, Bourdieu pone el ejemplo de un entrevistador
de la ciencia, véase Bourdieu, 1976. que se encuentra frente a un obrero metalúrgico, quien repite más
vista en el espacio social, narrativas que permitan en- Forma parte del rigor metodológico el asumir
tender lo complicado de los procesos sociales de exclu- aquello que escapa de la explicación racional para ins-
sión, más allá de los estereotipos comunes y corrientes. cribirse dentro de la experiencia que no es posible ni
medir, ni reducir en palabras.11
A MANERA DE CONCLUSIÓN
¿Cómo pretender hacer la ciencia de los presupuestos sin
No es casual que en los últimos años de su vida Bour- un afán por darse una ciencia de los que uno maneja?
dieu haya, por un lado, acentuado su compromiso pú- Hay que esforzarse, en especial, por hacer un uso reflexi-
blico en favor de las víctimas de las políticas neolibera- vo de las conquistas de la ciencia social para controlar los
les y, por el otro, haya regresado sobre un tema persis- efectos de la encuesta misma y embarcarse en el interro-
tente en su reflexión, el del estudio del campo científico o gatorio dominando sus efectos inevitables (Bourdieu,
de la ciencia de la ciencia, asociándolo explícitamente a 2001b: 79).
la postura reflexiva, como lo hizo en sus últimas clases
en el Colegio de Francia (2001). El concepto de habitus De allí la importancia de la teoría de la práctica, ya que:
como saber incorporado, saber hecho cuerpo, se revela
más sugerente que nunca cuando se le aplica al propio [...] la práctica es siempre subestimada y subanalizada,
habitus científico, entendido como conjunto de mientras que para comprenderla habría que emprender
automatismos semiinconscientes, incorporados en las mucha competencia teórica, paradójicamente mucha más
prácticas del trabajo intelectual, tales como hacer una que para comprender una teoría. Hay que evitar reducir
entrevista o redactar un protocolo de observación. Una las prácticas a la idea que tenemos de ellas cuando nues-
parte importante de la “objetivación del sujeto de la tra experiencia de ellas es puramente lógica. Ahora bien,
objetivación” consiste justamente en considerar el tra- los estudiosos no saben necesariamente, a menos de tener
bajo científico como un conjunto de disposiciones de una teoría adecuada de la práctica, investir en sus descrip-
las que no somos conscientes, a menos de realizar un ciones de sus prácticas la teoría que les permitiría darse y
acto explícito de objetivación. dar un verdadero conocimiento de esas prácticas. (Bour-
dieu, 2001b: 81).
Este dominio práctico es una suerte de “un arte de cono-
cedor” que puede ser comunicado por el ejemplo y no Entre muchas otras razones, Pierre Bourdieu
por preceptos (contra la metodología) y que no es dife- merece ser recordado por haber demostrado la vincu-
rente con respecto al arte de individuar una buena pintu- lación ineludible entre los aspectos más teóricos y
ra y determinar su época y su autor, sin estar necesaria- abstractos del trabajo científico y los aspectos más em-
mente en condición de articular los criterios que ese arte píricos y concretos. Nadie lo ha logrado tanto como él
pone en operación (Bourdieu, 2001b: 79). y con igual coherencia. Por eso sus reflexiones sobre la
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Para comprender a Bourdieu
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