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SERIE DE DIVULGACiÓN ECONÓMICA

PUBLICADA EN COEDrcrÓN colección vitra I


CON LA FACULTAD De ECONOMíA
DE LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDes

EDITORIAL NORMA
El gran resquebrajamiento
Cómo hemos perdido el rumbo
en el nuevo siglo
Paul Krugman

El 9ra n
resq uebrajam ¡ento
Cómo hemos perdido el rumbo
en el nuevo siglo
Traducción de Cristlna Lanzetta Mutis

GRUPO EDITORIAL NORMA

www.norrna.com
Bogotá 8arc~lona Buenos Aires Caracas Guatemala Lima México

Panamá Quito San José San Juan San Salvador Santiago


I
Krugman, Paul R" 1953f
El gran resquebraja 'iento: cómo perdimos el rumbo
en el nuevo siglo / Paul rugman: Traducción de Cristina
Lanzetta Mutis. - Bog tá : Grupo Editorial Norma, 2004.
398 p, : il. : 23 cm. -- (Colección vitral)
ISBN 958-04-7980-'
Título original; The reat Unraveling : Losing OUT Way in
the New Century.
1, Estados Unidos· Política económica 2. Economía·
Estados Unidos 3. Esta os Unidos· Condiciones económicas
1. Lanzetta Mutis. Cristi a, tr. JI. Tít. 111. Serie,
330,973 cd 20 ed.
AHW0699 I
C,,·.~. ,. "'1"."__ 'o, .".,,-.
Título original: Tlle real Este libro hace parte de la serie de
Ullravelillg. Losl, g Ol1r Way Divulgación Económica, publicada
il1 lile New Cel1t" y en colaboración con la Facultad de
Economía de la Universidad de los
Primera edición: Andes
Norton & Comp ny,
Nueva York, 200: EDITOR ECONÓMICO
Juan Carlos Echeverry Garzón
© Paul Krugman, '003 Decano Facultad de Ecol1omía

© Editorial Norma, 2004,


para América La ina I1l1stración de cubierta
Oiga Lucía García
Apartado aéreo 3550, Revisión y corrección de la traducción:
Bogotá-Colombi Leopoldo Fergusson y Pablo Querubín
Armada:
Luz Jazmine Güechá Sabogal
Impreso por Primera Clase Impresores
Impreso en Argentina
Prfnted /11 Argentll1a
ce 22301
ISBN 958-04- 7980-1

Prohibida la reproducción total o parcial


de este Ubro. por cualquier media, sin
permiso escrito de la editorial
Este libro SCCOlllpUSO en OClaVlan y Rotls
CONTENIDO

15 Agradecimientos
17 Prefacio
31 Introducción: un poder revolucionario

PARTE I
la burbuja problema
CAPiTULO 1

55 Exuberancia irracional
57 Siete hábitos de inversionistas
altamente defectuosos
61 El advenimiento de la era del hielo
64 El paradigma de Ponzi
67 ¿Dinero fácil?
70 El daño causado por el Dow
CAPiTULO 2

73 Portentos extranjeros
75 Asia: ¿qué salió mal?
79 Por qué Alemania no puede kantpetir
82 No somos Japón
CAPITULO 3

85 Greenspanomía
87 No le pregunten a Alan
90 y van once
93 Rebaños en Wall Street
96 Viviendo con osos
99 Cuidado con el hueco
102 Evadiendo la culpa
105 Acciones y bombas
108 Cuestión de visión
111 Lidiando con W
114 Mi plan económico
CA íTULO 4

117 U. A: capitalismo de compinches


119 USA: capitalismo de compinches
122 Dos. tres. ¿muchos?
125 Enemigos de la reforma
128 La codicia es mala
131 Sabor a fraude
134 Todo el mundo está indignado
137 Triunfando en los negocios
140 El juego de los de adentro
143 Limitación por indignación
146 Los negocios de siempre

p RTE 11
¡¡temáticas confusas
e PITULO s
155 lo¡ carnada ...
157 iUps! Lo hizo de nuevo
160 No somos responsables
163 Tajando el salami
166 La panacea
16 9 Mal día para los herederos
172 Se te crece la nariz
CAPiTULO 6

175 ... Y el cambio


177 Me gané la lotería
180 Nuestros andrajosos estados
183 La contabilidad agresiva de Bush
186 Los estadounidenses azules de verdad
18<) La gran evasión
19 2 ¿El maestro es un fraude?
CAPiTULO 7

195 2-1=4

197 El cerdo en el pitón


200 La fábula de la jubilación
20 3 No es una buena acción
206 2016 Ytodo eso
209 Pecados de comisión
212 Una mala medicina
215 El temor de hacer todas las sumas

PARTE 111
Vencedores y botines
CAPiTULO 8

225 los polos se apartan


227 Estado Unidos polarizados
230 Los retoños también florecen
233 ¡Oigan. afortunados!
CAP rULO 9

237 EII terés privado


239 agando el precio
242 I interés público
245 llegas de avaricia
248 -e Jargo aliento

CAlll rULO 10

25 1 Exp atando el 11 de septiembre


253 I tuerto
256 na realidad alterna
259 a doctrina Rove
262 na cuestión de realidad
265 I principio de Pitt
268 encedores y botines

CAP! ULO 11

27 1 ¿Un gran conspiración?


273 a máquina de humo
276 a gente enfurecida
279 ara el pueblo
282 IÍ media res
285 La era de los nuevos robber barons?
288 etrás de Ja gran brecha
29 1 -anaJes de influencia
PARTE IV
Cuando los mercados se portan mal
CAPiTULO 12

301 California grita


303 California grita
306 La cosa irreal
309 El precio de la energía
312 El verdadero lobo
315 Encendiendo a California
318 Emon cae al agua
321 Niño gordo fumando
324 A plena luz del día
327 Delirios de poder

CAPíTULO 13

331 Smog y espejos


333 La cruda verdad
336 Arde nena. arde
339 Sintiendo el dolor de la OPEP
342 Política climática artificial

CAPiTULO 14

345 Desastres extranjeros


347 La dura lección de Hong Kong
350 . Llorando con Argentina
353 Perdiendo a América Latina
356 El continente perdido
ARTE V
na visión más amplia
AP[TULO 15

363 alentamiento global


365 Enemigos de la OMe: argumentos débiles en
contra de la Organización Mundial del
Comercio
370 Trabajadores contra trabajadores
373 El síndrome del tacaño
376 El corazón de las mezquindades
379 Estado Unidos, burlones de la ley

APlrulo 16

383 conomía y economistas


385 Oferta, demanda y comida inglesa
388 ¡Oh Canadá! Una nación ignorada obtiene
su Nobel
392 ¿Quién lo Creyera? Ell)lodelo sueco está
funcionando
395 Extrañando a James robin
El gran resquebrajamiento
Cómo hemos perdido el rumbo
en el nuevo siglo
Agradecimientos

Escribir una columna, especialmente en tiempos difíciles, es una tarea


que es mejor no hacer solo. Por suerte he contado con una enorme
ayuda.
En primer lugar, gracias a toda la gente crucial de The New York
Times. Howell Raines y Arthur Sulzberger me ofrecieron el trabajo y
me persuadieron de que valía la pena hacerlo; tenían razón (y gracias
a Dios por la creencia de The New York Times en el principio de la li-
bertad de prensa y por su disposición para respaldar a sus escritores).
Gail Collins es mi supervisor ahora y, consistentemente, me ha dado
buenos cons~os.
Incluso más importantes que los jefes son, por supuesto, las per-
sonas con las que uno trabaja. La mayoría de estas columnas fueron
editadas por Steve Pickering, una leyenda en el Times, quien reciente-
mente ha pasado a un muy merecido retiro. Si usted nunca ha hecho
este tipo de trabajo, es difícil que comprenda lo importante que es la
labor del editor. En verdad, una parte de ese trabajo consiste en decir
"usted tiene una línea de más, ¿qué podemos recortar?". Pero cuando
Sleve, o Linda Cohn, o Sue Kirby -quienes también hicieton un
magnífico trabajo en estas columnas-, dicen "realmente no entendílo
que usted dijo acá", es una forma amable de decirme que tengo que
hacer una revisión seria.
Muchas gracias también al equipo de trabajo de Norton: Drake
McFeely. quien ha pastoreado la carrera de este autor a lo largo de los
años; Bah Weil, cuyo entusiasmo llevó a que este trabajo se completa-
ra; y Ann Adelman otra invaluable editora. ¡Ah!, y Bve Lazovitz, quien
muy amablemente evitó que mi logística se saliera de control.
Y. sobre todo, a mi esposa. Robin Wells, quien ha sido más que un
apoyo; ella lee el borrador de cada columna y es una pattc inll'~ral del
proceso de escritura. Este ¡'bro es tan de ella como mío.
Prefacio

Las metáforas pueden ser engañosas. pero la del "reloj de la deuda"


de'Manhattan es tan buena como suena.
Un empresario con vocación de servicio público instaló el reloj en
1989. con el objeto de inducir a los políticos a actuar de Una manera
responsable. Números inmensos fueron contando una deuda siempre
creciente-siempre creciente. porque cada año el gobierno federal gas-
taba mucho más de lo que recibía. y tenía que pedir prestada la dife-
rencia-. Pero a finales de la década de los noventa pasó algo gracioso:
los impuestos del gobierno se incrementaron notablemente a la par con
la bolsa de valores y los inmensos déficit fiscales se redujeron y pos-
teriormente se convirtieron en superávit sin precedentes. En septiem-
bre del año 2000 el dueño del reloj lo desenchufó.
En julio de 2002. con la nación enfrentando de nuevo déficit muy
grandes. lo volvió a prender.
Poco después de que el gobierno federal declaró la victoria en su
larga lucha contra los déficit. los saldos en rojo volvieron a aparecer.
y de la misma manera en que se comportaron las finanzas públicas.
también lo hicieron muchos otros indicadores del bienestar nacional.
A principios de la década de los noventa éramos una nación deprimi-
da económica. social y políticamente: uno de los libros más vendidos
en los Estados Unidos se titulaba América: en qué nos equivocamos.
Al final de la década parecía que nos habíamos recuperado. La econo-
mía florecía. había una gran abundancia de empleos. y millones de
personas se estaban volviendo ricas. Los déficit fiscales habían dado
paso a superávit sin precedentes. La larga ola de crímenes que comenzó
en la década de los sesenta terminó: de un momento a otro las princi-
pales ciudades se convirtieron en lugares admirablemente más segu-
ros de lo que habían sido por décadas. El futuro parecía casi
increíblemente brillante.
Después. los buenos tiempos dejaron de correr. Para 2003. el teji-
do de nuestra economía -y. tal vez. de nuestro sistema político y de
nuestra sociedad- de nuevo pareció desmoronarse. La nación fue po-

17
PAUl KRUGMAN

seída por la ansi dad. y las encuestas mostraban que la mayoría de


público sentía qu el país estaba yendo en la dirección equivocada.
Este libro es. , n primer lugar. una crónica de los años en que todo.
de nuevo. fue m" o; cuando el precipitado optimismo de finales de los
años noventa dio aso a la pesadumbre. Es también un intento de res-
ponder el cómo y el porqué: cómo fue posible que un país con tantos
elementos a su fa or tuviera un descenso tan veloz y por qué nuestros
líderes tomaron ecisiones tan malas. Porque esta es. en buena parte.
una historia sobr el liderazgo. el liderazgo increJblemente malo. en el
sector privado y n los corredores del poder. y. en efecto. es una acu-
sación a George . Bush. Helen Thomas.la veterana periodista de la
Casa Blanca. h" lamado al señor Bush "el peor presidente de la his-
toria norteameri, ana". Yo no estoy seguro de eso --él tiene una com-
petencia dura-; 1ero los malos presidentes del pasado lideraron una
nación en la cual a incompetencia presidencial y la corrupción impor-
taban mucho mer os de lo que importan hoy. tanto en nuestro país como
en el mundo.
Este libro est compuesto. principalmente. por las columnas que
escribí para The ew York Times entre enero de 2000 y enero de 200}
Espero que los le tares encuentren que la suma de la partes es mayor
que la totalidad {e ellas -tomadas en su conjunto las columnas cuen-
tan una historia ( herente-. Contaré brevemente cómo llegué a escri-
bir estas column s. pero primero recordemos el contexto de la época.

Los años tri es


A finales de 1: década de los noventa. como todo parecía andar bien
-los empleos PI'( liferaban. los precios de las acciones estaban dispa-
rados. las cifras scales presentaban superávit e incluso las tasas de
crimen eran baj: s-o la tristeza de los primeros años de la década se
borró de las me tes. Para el año 2000. pocas personas recodaban el
temor nacional evaleciente en 1992. Sin embargo. ese temor es im-
portante para lo. sucesos posteriores.
Si usted es u a de esas personas que cree que la grandeza de la
nación se define Or sus triunfos militares (y esas personas son las que
están mandando en el país actualmente). el ambiente nacional de apo-

18
Prefacio

camiento que reinaba en 1992 puede parecerle extraño. Militarmente.


los Estados Unidos estaban en la cima del mundo. El comunismo ha-
bía colapsado. La guerra de! Golfo Pérsico. que muchos temieron que
se convirtiera en otro Vietnam. fue. por e! contrario. una demostración
espectacular de pericia militar. Ya nos habíamos convertido en 10 que
seguimos siendo. la mayor y única super-potencia mundial.
Pero la gloria no paga las cuentas. Una frase común en esos tiem-
pos -<¡ue llamaba la atención sobre el contraste entre el estancamien-
to norteamericano y el aparentemente interminable ascenso japonés-
decía "La guerra fría se acabó. Ganó Japón". Sea que usted crea o no
la tesis de que los Estados Unidos fueron víctimas de una competen-
cia desleal por parte de Japón (no fueron). ese fue un tiempo de desi-
lusión nacional.
Aunque Japón no fue el villano que algunos se imaginan -pronto
experimentaría reveces económicos que deben ser una alerta para to-
dos nosotros-las penurias económicas de los Estados Unidos fueron
suficientemente reales. Es cierto que. para 1992. las estadísticas habían
declarado que la recesiÓn de 1990 había llegado a su fin. Pero en 1991-
921a situación era de "recuperación con desempleo" -esto es. un pe-
ríodo en el cual el PlB crece pero e! desempleo sigue aumentando-o En
lo que incumbía al norteamericano corriente, la recesión continuaba.
La situación tampoco era buena para los trabajadores que habían lo-
grado conservar sus empleos: el salario real del trabajador típico se
había estancado o había estado cayendo por casi veinte años. Las in-
dustrias tradicionales como la automotriz o las acerías. en las cuales
los trabajadores corrientes podían recibir buenos salarios. parecían
estar en un descenso continuo. La pobreza aumentaba. no caía -más
del 20% de los niños estaban viviendo por debajo de la línea de pobre-
za.la fracción más alta desde 1964-.
la cultura popular reflejaba un profundo sentimiento de desilusión.
Entre las grandes películas de los años noventa se encuentran. Falling
Down (Un día de furia), que trata sobre un trabajador despedido que
entra en cólera; Grand Canyon. sobre la amenaza del crimen; y Rising
Sun. sobre e! descenso americano y el ascenso de Japón.
¿Y qué puede decirse sobre la promesa de la nueva tecnología? A
principios de los años noventa parecía que la promesa se había roto.

19
PAUL KRUGMA

La nueva teenol gía estaba por todas partes pero no parecía estar tra-
yendo muchos r sultados. Más y más trabajadores estaban equipados
con computado es. todas las oficinas tenían fax. los teléfonos celula-
res y el internet staban comenzando a expandirse. pero nada de esto
parecía reflejar en mayor empleo o en mejores condiciones de vida.
Un economist prominente -quien más tarde sería un notable
triunfalista am'cano- me dijo en privado que él consideraba la alta
teenologíacoml una" gran m... ".
Por encima e todo. los norteameric~nos estaban desilusionados
con sus líderes. rivados y póblicos. Todas las librerías de los aeropuer-
tos mostraban en sus vitrinas filas de volúmenes con guerreros
samurai en sus carátulas. prometiendo enseñar a los lectores los se-
cretos de la adrinistraciónjaponesa. El punto no era solamente que
los japoneses s parecían saber cómo manejar las corporaciones mo-
dernas. sino qu las personas que estaban administrando las corpo-
raciones nortea ,ericanas no sabían. Todos los accesorios modernos
parecían venir< eJapón; la etiqueta "hecho en los Estados Unidos" no
sólo dejó de ser na garantía de calidad sino que muchos consumido-
res comenzara a desconfiar de los productos domésticos. Los geren-
tes de las prinr pales corporaciones eral) ridiculizados como ineptos
sobre-remuneró dos. Cuando el presidente George Bush llevó a Japón
a los ejecutivos e las compañías automotrices a solicitar concesiones
económicas. la 'estión terminó en un desastre de relaciones públicas.
La pérdida el respeto se extendió a nuestro políticos. El hecho más
prominente de as elecciones de 1992 no fue que Bush perdió sino que
H. Ross Perot. 'n candidato completam~nte apartado de las corrien-
tes tradicional s. obtuvo el 19% de la votación. En una nación en la
cual los tercero partidos nunca han florecido. esa fue una inmensa vo-
e
tación de falta confianza en los líderes políticos tradicionales.
En resume. estos no fueron los mejores tiempos y muchos obser-
vadores espera an que las cosas siguieran empeorando. Sin embargo.
durante los oel ,ó años siguientes el país experimentaría un increíble
giro económity social.

20
Prefacio

Los buenos años


Se necesitó un buen tiempo para que la gente se diera cuenta de
que las cosas en realidad habían mejorado. Podría decirse que e! pesi-
mismo se había convertido en un hábito nacional. Inclusive en el in-
vierno de 1995-96. a pesar de la caída permanente de la tasa de
desemple.o.los p,riódicos eStaban llenos de titulares alarmistas sobre
las pérdidas de empleo y los despidos masivos. En la campaña presi-
dencial de 1996. los economistas de Bob Dale atacaron a la adminis-
tración Clinton por lo que ellos llamaban una recuperación económica
lenta. Otros economistas, menos parcializados, conocían mejor la si-
tuación, pero seguían siendo cautelosos, por haber visto demasiados
falsos amaneceres. Sin embargo, eventualmente la evidencia se volvió
demasiado fuerte para poderla negar: la economía de los Estados
Unidos estaba realmente recuperada. y también, según parecía, lo
estaba nuestra sociedad.
Dado nuestro estado adual de desilusión, es tentador tildar todos
los buenos resultados de la administración Clinton como milagros. De
hecho, el optimismo maníaco de finales de los noventa fue más allá de
la realidad. Pero los logros reales del país fueron espectaculares.
Primero, y más importante para la vida de las mayoría de perso-
nas, para finales de la década de los noventa había abundancia de
empleo -mayor abundancia de la que había habido por décadas-o
Entre 1992 y 2000, la compañías norteamericanas sumaron 32 millo-
nes de trabajadores nuevos a sus nóminas, llevando la tasa de desem-
pleo a su menor nivel en 30 años. Pleno empleo significó puestos de
trabajo, es decir, una oportUnidad de escape para las familias que ha-
bían quedado atrapadas en la trampa de la pobreza: las tasas de po-
breza cayeron rápidamente, por primera vez desde mediados de los
años sesenta. En parte como consecuencia, indicadores sociales como
las tasas de criminalidad mostraron una mejoría espectacular: para
finales de los años noventa la ciudad de Nueva York era tan segura
como había sido a finales de los años sesenta.
Si e! crecimiento de! empleo era impresionante, e! aumento en la
productividad -la cantidad producida por trabajador- era aún más
impresionante. En los años setenta y ochenta e! bajo crecimiento de la
productividad -apenas 1% al año- era e! mayor fracaso de la econo-

21
PAUL KRUGMAN

mía de los Estad s Unidos. El pobre desempeño de la productividad


era la razón más importante para el estancamiento de los niveles de
vida de la familia típica norteamericana: una economía sin crecimien-
to de la producti 'dad no puede generar un aumento sostenido en los
salarios. Pero du ante la década de los noventa la productividad des-
pegó; para el fina de la década estaba creciendo más rápido que nun-
ca en la historia orteamericana y los salarios habían terminado su
largo período de stancamiento.
¿Por qué repltó la productividad? La principal razón, probable-
mente, se encuen .. a en la tecnología de información que para enton-
ces ya había alea Zado la mayoría de edad: todos esos computadores
y redes estaban :almente mostrando todo lo que podían hacer. Pero,
como es comprenible.los líderes empresariales se apropiaron de bue-
na parte de los ( .éditos. Y cuando Japón comenzó a tambalear. los
negocios nortean ericanos recuperaron su confianza y los empresarios
norteamericano se convirtieron en héroes. Fue la época en que los
gerentes se convi tieron en superestrellas. Y. ¿qué tendría de malo que
esas superestrell s se llevaran a sus casas unos supercheques? Pare-
cía que los Esta . s Unidos tenían un modelo en que los grandes in-
centivos produc,í'~ grandes resultados.
Veamos que asó en el mercado de valores. A finales de 1992 el
Dow Jones est1 ~ en 3 500; para el año 2000 ya estaba en más de
10 000. Y. sin em .argo.los inversionistas de estos mercados se sentían
perdedores: se h. pían perdido de las ganancias realmente grandes.
pues las accione :de las empresas de tecnología de una día para otro
habían converti a muchas personas en millonarios. Nunca. desde
1929, y probable: ente ni siquiera entonces, había parecido tan facti-
ble el enriqueci .·~nto veloz. Voces con tono autoritario nos asegura-
ban que mucho ~ ás estaba por venir y que el Dow Jones pronto
llegaría a 36 000'
Había tambi '. algunos escépticos de esta evolución del mercado
de valores. Yo er :\lno de ellos (inicialmente también tenía mis dudas
sobre el milagro e la productividad norteamericana. Para el año 2000
ya estaba conve:ido de este, pero seguía pensando que los precios de
las acciones esta )m inflados).:Y los que estábamos haciéndole segui-
miento a las eco Comías extranjeras también nos preocupamos por lo

22
Prefacio

que sucedería cuando las bolsas de valores descubrieran de nuevo la


ley de la gravedad. Había algunas similitudes innegables entre la eco-
nomía norteamericana de finales de la década de los noventa y la "eco-
nomía burbuja "de Japón una década antes -y después de que la
burbuja del mercado de valores de Japón colapsó, esta en apariencia
invencible economía entró en una profunda depresión que ha continua-
do hasta hoy en día-o
Con todo, los años noventa nos habían dado una razón para ser
optimistas, a pesar de que la burbuja se hubiera reventado. Porque los
problemas de Japón se habían exacerbado por el pobre liderazgo ja-
ponés -y el liderazgo económico de los Estados Unidos era excepcio-
nalmente bueno--.
En los primeros años de la administración Clinton esto no era cla-
ro para nadie. Yo, por mi parte, era bastante crítico del equipo econó-
mico del nuevo presidente, antes de que la influencia de Robert Rubín
estuviera totalmente establecida. Pero para finales de la década, las
"Rubinomics" habían obtenido un triunfo rotundo. En primer lugar,
Bill Clinton se había atrevido a aumentar los impuestos para ayudar
a disminuir el déficit fiscal-una acción que era doblemente valiente--.
Su antecesor, George Bush, había sido difamado por su incremento en
los impuestos (aunque Ronald Reagan se había retractado parcialmen-
te de su propio recorte de impuestos); los conservadores pronostica-
ban que el incremento tributario realizado por Clinton hundiría la
economía. Sin embargo, él hizo 10 correcto y como recompensa obtu-
vo una economía en auge y un superávit fiscal.
Es más, Washington demostró ser flexible y efectivo para manejar
las crisis. Cuando el peso mexicano se desplomó en 1995, la adminis-
tración -enfrentando, de nuevo, duras críticas de los conservadores-
salió al rescate de su vecino. Después, una crisis financiera aún ma-
yor estalló en Asia. En otoño de 1998 la crisis se extendió a los Esta-
dos Unidos, cuando la moratoria de la deuda por parte de Rusia causó
el desplome del Long-Term Capieal Management, un gigantesco fon-
do de cobertura. Los mercados financieros se atascaron momentánea-
mente: el sistema crediticio quedó virtualmente paralizado. Yo estaba
en una reunión en la cual un funcionario de la Reserva Federal nos hízo
un resumen de la situación; cuando se le preguntó "¿qué hacemos?",

23
PAUL KRUGMAN

él contestó "reza". Sin embargo. Rubin. en conjunto con Alan


Greenspan, logró royectar una sensación de calma -¿recuerdan cuan-
do la gente verda eramente admiraba al Secretario del Tesoro?-. Ylos
mercados se recu éraron. A principios de 1999 la portada de la revis-
ta Time mostraba a Alan Greenspan, presidente de la Reserva Fede-
ral. Robert Rudi ,;secretario del Tesoro, y Larry Summers, delegado
del secretario del- ,esoro, a quienes llamaron en tono cursi pero justifi-
cado "el comité pi ra salvar al mundo".
Al principio d . 'milenio, por lo tanto, parecía que los Estados Uni-
dos estaban bend tOS con líderes económicos maduros y capaces, los
cuales en un abril.y cerrar de ojos harían lo que tuvieran que hacer.
Insistirían en polí "cas fiscales responsables, actuarían rápida y efec-
tivamente para pi Venir que se repitiera el aumento en el desempleo
de principios de I . años noventa, y se mantendrían apartados del es-
tancamiento Japo .és. Incluso los que nos considerábamos pesimistas
éramos básicame te optimistas: pensábamos que los inversionistas
testarudos podría, tener un despertar abrupto, pero que todo tendría
un final feliz.

¡-
Norteamérica :'¿qué hicimos mal?
El satírico sel ' narío The Onion se describe a sí mismo como "la
mejor fuente de 1\ 'ticias de Norteamérica" y en los últimos años eso
ha sido literalmen ce cierto. La sección de ridiculización de noticias de
enero 18 de 2001 ~porta un discurso en el cual el presidente electo,
George W. Bush, eclara: "nuestra larga pesadilla de paz y prosperi-
dad ha terminado i: y así sucedió.
¿Qué pasó con 'QS buenos años? Para mucha gente, el gran momen-
to de quiebre em,,, :'onal-el momento en que sus sueños de seguridad
fueron destrozado' - fue el 11 de septiembre de 2001. Pero para mí el
giro fue más lento:: amplio que eso.
No pretendo rn 'nospreciar el horror, pero cualquiera que le hubiera
hecho seguimienta los eventos del Medio Oriente sabía que los Es-
tados Unidos eran,' n objetivo del terrorismo. Puede que usted recuer-
de que al principi :\odo el mundo asumió que detrás de la bomba que
explotó en Oklaho',, a estaban los musulmanes. Los expertos en terro-

24

\
t
Prefacio

rismo nos advirtieron repetidamente que algún día habría un ataque


importante sobre el territorio de los Estados Unidos -sin embargo. el
gigantesco tamaño de la masacre del 11 de septiembre fue impactante--.
Nosotros sabíamos que había gente que quería hacernos daño y no nos
causó tanta sorpresa cuando ellos finalmente dieron su golpe.
La verdadera sorpresa fue la falta de liderazgo. privado y público.
que reinó en casa.
Algunas personas se dieron cuenta de que en los años noventa hubo
excesos en algunas empresas. pero no lograron llamar la atención so-
bre sus advertencias. El tamaño y descaro de esos excesos fue mayor
de lo que todos pensábamos. El alza en los mercados. aprendimos muy
tarde. motivó y encubrió malos comportamientos corporativos a es-
cala épica. ¿Quién se hubiera podido imaginar que compañías famo-
sas, tomadas como ejemplo en las facultades de administración como
los modelos por excelencia de las corporaciones modernas, hubieran
resultado ser un poco más que esquemas de Ponzi? (En realidad algu-
nas personas sí lo dijeron pero fueron tildadas de locas).
Aún más problemática fue la revelación de que nuestro sistema
político era mucho menos maduro de lo que pensábamos, y que elli-
derazgo responsable que habíamos dado por hecho había sido una
especie de accidente. En la campaña del año 2000. George W. Bush ofre-
ció un plan tributario y un plan de seguridad social que. a la luz de la
aritmética básica, eran pura charlatanería. Sin embargo, los medios
de comunicación se enfocaron en la política de las personalidades y
evadieron explicar los planteamientos. Mientras tanto, Alan
Greenspan resultó no ser quien habíamos pensado que era: quien ha-
bía sido el estricto defensor de la austeridad y de la disciplina fiscal
cuando un demócrata estaba en el poder, tan pronto la Casa Blanca
cambió de manos, se convirtió en el defensor de irresponsables recor-
tes tributarios, inclusive a la luz de déficit rápidamente crecientes.
Aún más, el nuevo equipo económico no mostró ni la responsabi-
lidad de largo plazo ni la flexibilidad de corto plazo de sus anteceso-
res. El plan económico original de Bush incluía grandes recortes
tributarios de largo plazo, llevados a cabo en fases graduales. Para
2002 ya era claro que ese plan tenía sus problemas. Como su padre,

Bush estaba presidiendo una economía con "una recuperación con

25
PAUL KRUGMAN

desempleo" -esto • una economía que estaba creciendo, pero muy


lentamente para pr 'veer nuevos empleos, luego la mayor parte de la
gente sentía que su 'vidas estaban empeorando-, Esta economía ne-
cesitaba desesperae mente un empujón de corto plazo y no un recor-
te tributario de larg plazo, Yel espectacular deterioro de la situación
fiscal significó que s recortes tributarios de largo plazo, desde todo
punto de vista, ya n se podían costear. Sin embargo, los asistentes de
Bush continuaron i sistiendo en que su programa, formulado en 1999
en la cima de la bur uja, era la solución perfecta para las dificultades
actuales de la econe ía. A principios del año 2003, cuando finalmen-
te se dieron cuenta ,!le que se necesitaba algo más, el nuevo plan de
"estímulo" que pro usieron era prácticamente la copia del plan origi-
nal: muy poco par 'estimular la economía ahora, pero cantidades de
recortes de impues ' s de largo plazo, principalmente para los ricos.
Más nefasto aú ,gradualmente se fue volviendo claro que había
más que una mala deología económica. La historia completa es que
la política en Norte mérica cambió, lo cual constituye el tema central
de la introducción I e este libro.

¿Por qué yo?


Empecé a escr! ir para The New York Times en enero de 2000. Ni
The New York TimE -ni yo sabíamos en lo que nos estábamos metiendo.
Era y soy profi or de economía de profesión, Una de mis princi-
pales especialidad 'han sido las crisis financieras, y me pasé buena
parte de los años oventa haciendo seguimiento y comentando los
desastres que suce jeron en el extranjero, Parte de mi trabajo consis-
te en lo que yo llal . "economía de letra griega", oscuros artículos es-
critos para publiC' . iones profesionales, Pero también escribo sobre
temas económicos loba les para audiencias más amplias, Ya en 1998
tenía dos columna mensuales, una en la revista Fonune y otra en una
revista de internet lamada Slale: algunas de esas columnas están in-
cluidas en esta sel ,ción.
En el verano d !999, The New York Times me contactó para escri-
bir un artículo pm la página editorial. Howell Raines, quien era el
editor de la págin¡ .ditorial del periódico, sentía que en esa época en

26
Prefacio

la cual. más que nunca. los negocios en Norteamérica eran buenos


negocios. The New York Times necesitaba ampliar sus comentarios
editoriales. para ir más allá del foco tradicional en asuntos internacio-
nales y en temas de política doméstica. A mí me trajeron con la expec-
tativa de que escribiera sobre particularidades de la nueva economía.
los impactos de la globalización y las políticas erróneas de otros paí-
ses. Yo no esperaba gastar mucho tiempo hablando sobre política do-
méstica. ya que todo el mundo asumía que la política norteamericana
seguiría siendo sensible y responsable.
He tratado hasta donde he podido de cubrir los temas de econo-
mía y negocios. Como verán. algunas de las columnas incluidas en este
libro son análisis económicos puros. sin tocar el tema político. Pero en
la medida en que los eventos cambiaron. inevitablemente la política se
inmiscuyó en mis escritos. Y cada vez con más frecuencia me encon-
tré cantándole verdades muy incómodas a quienes detentan el poder.

¿Por qué yo?


Últimamente. con frecuencia. me veo siendo acusado de ser libe-
ral recalcitrante. o incluso socialista. Pero hace pocos arlOS los verda-
deros liberales recalcitrantes no gustaban de mí -una revista incluso
dedicó el tema de portada a atacar mis ideas procapitalistas. y yo aún
conservo la carta enfurecida que Ralph Nader me envió cuando criti-
qué sus ataques a la globalización-. Ysi he terminado escribiendo con
más frecuencia piezas que atacan a la derecha es porque la derecha
ahora está gobernando -y gobierna mal-o No es sólo que la políticas
son malas e irresponsables: nuestro líderes mienten sobre lo que es-
tán tramando.
Yo comencé a señalar la atroz deshonestidad de la administración
Bush mucho antes que la mayoría de los expertos. ¿Por qué yo sí vi lo
que otros no vieron? Una de las razones está en que. como economis-
ta veterano. no estuve tentado ni siquiera por un minuto a caer en el
estilo de periodismo de "él-dijo-ella-dijo". bajo el cual afirmaciones
opuestas de los políticos tienen la misma credibilidad sin importar los
hechos. Hice mis propios cálculos -o cuando fue necesario me apoyé
en verdaderos economistas que pudieran enseñarme sobre los temas

27
PAUL KRUGMAN

que estaba escribien p- y pronto me di cuenta de que acá mismo. en


los Estados Unidos. ~tábamos lidiando con tramposos de talla mun-
dial. No estaba total'ente solo en esto: una cosa que había notado en
los últimos años era ue los reporteros económicos. que saben reco-
nocer las farsas. con recuencia acusaban a nuestros líderes de enga-
ño descarado mient ~s los expertos políticos los alababan por sus
supuestas calidades '~cepcionales, Pero los escritos de los reporteros
económicos necesalÍ jnente tienen Un foco angosto y muy rara vez tie-
nen efectos en políti '. Con una visión más amplia y un espacio en la
página editorial, yo _gré atraer mucha mayor atención.
Además, he tra1 o de ver las cosas de una manera distinta. y ha-
cer reportajes de lo e veo. porque no tengo el mismo nivel de socia-
bilidad. Los repon os son en su mayoría personas que viven en
Washington y que Isten a las mismas reuniones. Esto fomenta el
pensamiento de gru ; en todo momento hay una línea de pensamiento
que da forma a las p eepciones de los comentaristas. Hasta septiem-
bre 11 esta línea de 1 ,nsamiento decía que George W. Bush era tonto
pero honesto; despm de septiembre lila nueva historia era que él era
un héroe tenaz, dota ,'de determinación y claridad, "un soldado tejano
al servicio del mund :' (sí. un prominente experto en realidad escribió
eso), La abrumador, hidencia de que ninguna de estas imágenes te-
nía relación alguna _n la realidad, simplemente fue dejada de lado,
Pero yo no hago ~rte de ese círculo -yo trabajo desde el centro de
New Jersey. y sigo v 'iendo la vida de un profesor universitario--, por
lo cual no he sido i ,uenciado por estos supuestos compartidos. Es
más, no puedo par! ~ar como lo hacen normalmente los periodistas.
La mayoría de ellos 1 oknejan principalmente información confidencial
que obtienen de fu~ es muy posicionadas. a través de encuentros y
entrevistas con los ~derosos, Esto los vuelve vulnerables: ellos pue-
den ser seducidos e o ofertas de acceso a información excepcional o
amenazados con lal ~rspectiva de que sin esa información sus carre-
ras se verán perjudí( ·das. Yo, por el contrario, me apoyo casi por com-
pleto en cifras y a .lisis que son de dominio público; no necesito
congraciar con los f¡ ncionarios de alto rango y, por lo tanto, tampoco
tengo que demostra res la deferencia que caracteriza a muchos perio-
distas,

28
Prefacio

Cualquiera que sea el motivo. he dedicado buena parte de los últi-


mos tres años a ofrecer una interpretación del mundo muy distinta de
la de otros expertos muy influyentes (algunos comentaristas que es-
criben en las páginas web han cumplido una labor de alertar a la opi-
nión pública. pero ellos no aterrizan en la puerta de las casas de
millones de personas dos veces por semana). Una de las columnas que
se incluye en este libro se titula "Una realidad alterna", frase muy
diciente. En un momento en que la mayoría de sabios exaltaban la vi-
sión, capacidades y la claridad moral de nuestros líderes, yo veía con-
fusión, ineficacia y deshonestidad. Mi punto de vista era impopular,
especialmente en los meses posteriores al 11 de septiembre. Pero ¿he
estado en lo correcto' Lea el libro y decida usted.

Acerca de este libro


He tratado que este libro sea más que una secuencia cronológica
de columnas de opinión Existe. obviamente, un elemento cronológico;
cada columna fue escrita en una fecha en particular y mis opiniones
sobre unas ciertas materias han evolucionado en la medida en que han
sucedido nuevos hechos. Pero las columnas se han agrupado según los
temas principales y al interior de cada tema hay capítulos que se en-
focan en aspectos particulares. El libro tiene también una introducción
en la cual se analiza el escenario político, y en el principio de cada sec-
ción temática se ofrece material adicional para darle a las columnas
una perspectiva más amplia.
Las columnas comienzan con la subida y el desplome de la bolsa
de valores norteamericana y todo lo que sucedió a la par con esto.
Como muestran estas piezas. yo siempre fui escéptico sobre la bolsa
de valores -pero, como verán, no lo suficiente-. Mi enfoque en las eco-
nomías extranjeras que habían enfrentado problemas me preparó para
la posibilidad de que los Estados Unidos sufriera serias dificultades
cuando la burbuja se reventara. De lo que nadie se había dado cuenta
es de lo corrupto que se había vuelto el sistema corporativo de los Es-
tados Unidos; como todos los demás, yo también caí en la trampa.
A continuación, el libro se centra en el presupuesto federal y en la
suerte de la seguridad social. Es la historia de una deuda anunciada.

29
PAUL KRUGMAN

Desde el principio f e obvio para mí que la aritmética de los planes


de George W. Bush 1 cuadraba. que su equipo de gente simplemente
estaba mintiendo so re las cifras importantes y que sus planes disi-
parían el superávit cal. y loque ha sucedido es loque yo temía. pero
más rápido y más fu rtemente de lo que esperaba. Cuando estaba es-
cribiendo estas pala ras. la administración Bush reconocía que el su-
perávit de $230 billoes que había heredado se había convertido en un
déficit de $300 billo!s -y todos sabemos que esta cifra es una subes-
timación-,
¿Cómo fue posi e tanta equivocación? En la parte III voy más allá
de la simple y pura l onomía. para tratar de entender cuál fue el error
de la política nortea ericana. Me parece que muchas personas razo-
nables. tanto liberall como conservadoras. aún no lo entienden -como
explico en estas coh nas. el mundo real de la política es mucho más
pernicioso y feo que o que la mayoría de nosotros imaginamos-o
Estos últimos a os no sólo debilitaron mi fe en nuestro sistema
político sino tambié me recordaron que el libre mercado. que con fre-
cuencia es una gran osa. puede a veces tornarse en algo muy negati-
vo. La parte IV descr e algunas de las fallas más notorias que presentó
el sistema de merca o en los últimos años. abarcando desde la crisis
energética de Calir. nia hasta la catástrofe argentina.
Por supuesto. t .os estos sucesos no sólo generan altibajos en los
Estados Unidos sin que afectan al mundo entero e inclusive al mun-
do de la economía. I libro concluye con una visión más amplia -una
mirada a la econO! a global y a los instrumentos que tenemos para
entenderla-o
Siento decir qur ~ste no es un libro alegre. Habla princip;·I.,- _;¡te
de chascos econón)! os. de mal liderazgo y de las mentiras del poder.
Pero no desesperen nO hay ninguna de estas equivocaciones que no
pueda ser reparada Pero el primer paso en el trabajo de reparación es
entender dónde y ( 1)10 se fracturó el sistema.

30
Introducción

Un poder revolucionario
Muchas cosas han pasado en estos últimos tres años -el desplo-
me del mercado accionario y los escándalos corporativos. la crisis ener-
gética y la recaída ambiental. los déficit presupuestales y la recesión.
el terrorismo y las alianzas problemáticas y ahora. finalmente. la gue-
rra. Yo he escrito sobre todos estos temas. principalmente desde una
perspectiva económica. Pero. como lo expliqué en el prefacio. hablar
de economía requiere. cada vez más. abordar el tema de la política. Y
hay una historia política que ha determinado mucho de lo que le ha
pasado últimamente a este país-la historia del surgimiento y creci-
miento del dominio de un movimiento político radical. acá en los Es-
tados Unidos.
Estoy hablando. por supuesto. de la derecha radical norteamerica-
na -un movimiento que ahora controla efectivamente la Casa Blan-
ca. el Congreso. buena parte de la rama judicial y una buena tajada
de los medios de comunicación-o El dominio de ese movimiento lo cam-
bia todo: ya no aplican las viejas reglas de la política y de las decisio-
nes de política económica. En esta introducción quiero ofrecer una
explicación sobre ese surgimiento. y la diferencia que trae consigo.

Un cambio en el mar político


La mayoría de gente ha sido lenta en captar el sorprendente cam-
bio en el escenario político doméstico. Durante las elecciones del año
2000. muchas personas pensaron que nada muy importante estaba en
juego; durante los dos primeros años de la administración Bush. mu-
chos expertos insistían en que la tendencia radicalmente conservado-
ra de la administración era sólo una maniobra temporal. y que Bush
retornaría al centro después de solidificar su base. Y el público toda-
vía no tiene claro lo radicales que son nuestros líderes políticos real-

31
PAUL KRUGMAN

mente. Un ejemplo mpactante: en el otoño del 'año ZOOI. cuando se le


pidió a los grupos emáticos que reaccionaran ante las propuestas
republicanas de re ortar retroactivamente los impuestos corporati-
vos -propuesta de (rita en mi columna "El hombre tuerto" que está
en el Capítulo 10-- iembros de esos grupos literalmente se rehusa-
ron a creer la descr ción de la política que hicieron los líderes de esos
grupos.
Por razones qu describí en el Prefacio. pude darme cuenta antes
que otros que algo adical estaba sucediendo. Como economista pro-
fesional. estaba en ~a posición desde la cual podía apreciar la desco-
nexión entre los a ncios onciales y la realidad; como un intruso en
los medios de com nicación. no era parte de la cultura de Washing-
ton. en la cual es c< : siderado de malos modales sugerir que los líde-
res políticos tienen nos motivos ulteriores que tienen poca similitud
con los objetivos q e plantean abiertamente. Pero viendo los destro-
zos que se han hec p. me doy cuenta de que yo tampoco entendía lo
lejos que llegarían s cosas.
Para dar el ejen plo más claro: en el año 2001 incluso muchos libe-
rales pensaron que )lo no debería hacer mucho alboroto sobre la irres-
ponsabilidad fisca ne Bush. Los recortes de impuestos no son muy
buena idea. deCÍan 110s, pero tampoco son algo tan importante. Pero
en elzo03 vimos el spectáculo sin p~ecedentes de una administración
proponiendo gigan scos recortes adicionales de impuestos no sólo en
presencia de un dé tit récord, sino en medio de una guerra. ("Nada
es más importante (Uando uno está enfrentando una guerra, que re-
cortar los impuest s", declaró el líder principal de la Cámara, Tom
DeLay).
Otro ejemplo: l s que sugirieron que los republicanos iban a ex-
plotar el 11 de septi )TIbre para sacar provecho político fueron amplia-
mente denunciado, por socavar la unidad nacional. Con todo, ellos sí
lo hicieron -de hed . durante la campaña electoral del año 2002, quie-
nes apoyaban al pa tido republicano pusieron a circular avisos vincu-
lando al senador d' ócrata Tom Daschle con Saddam Hussein-.
¿Qué está pas;iao,'y por qué la mayoría de las personas han sido
tan lentas para ca ar la realidad? Justo antes de terminar este libro,
descubrí un VOlunl: que describe la situación casi perfectamente. No

32
Introducción

se trata de un nuevo libro deun liberal, escribiendo sobre Norteamérica


contemporánea; es un viejo libro, escrito por nadie menos que Henry
Kissinger, sobre la diplomacia del siglo XIX.

Un poder revolucionario
En 1957, cuando Henry Kissinger publicó su tesis doctoral. Un
mundo renovado, él era un brillante joven iconoclasta, estudiante de
Harvard. Su eventual carrera como cínico manipulador político y. más
tarde, como ambicioso capitalista estaba aún muy lejana en su futu-
ro. Uno no pensaría que ese libro sobre los esfuerzos diplomáticos de
Metternich y Castlereagh sea relevante para las políticas de los Esta-
dos Unidos en el siglo XXI. Pero las tres primera páginas del libro de
Kissinger me dieron escalofrío por toda la espina dorsal. porque pa-
recen muy relevantes para los eventos actuales.
En esas primera páginas, Kissinger describe los problemas que
confronta un sistema diplomático, que hasta ese momento había sido
estable, cuando se enfrenta con un "poder revolucionario" -un poder
que no acepta la legitimidad del sistema-o Como el libro se trata de la
reconstrucción de Europa después de la batalla de Waterloo, el poder
revolucionario en el que él estaba pensando era el de la Francia de
Robespierre y Napoleón, aunque él claramente construye paralelos
implícitos con el fracaso de la diplomacia para confrontar de manera
efectiva los regímenes totalitarios en los años treinta. (Nota: construir
paralelos no significa afirmar que haya una equivalencia moral). A mí
me parece claro que uno debería tomar el movimiento de derecha de
Norteamérica -que ahora, en efecto, controla la administración, las
dos cámaras del Congreso, buena parte de la rama judicial. y una
buena porción de los medios de comunicación- como un poder revo-
lucionario en el sentido de Kissinger. Esto es, es un movimiento cuyos
líderes no aceptan la legitimidad del sistema político actual.
¿Estoy exagerando el caso? De hecho, existe amplia evidencia acer-
ca de que elementos claves de la coalición que ahora gobierna el país
creen que algunas instituciones norteamericanas establecidas hace
mucho tiempo, en principio, no deberían existir, y no aceptan las nor-
mas que el resto de nosotros damos por sentadas.

33
PAUL KRUGMAN

Consideren. !r ejemplo. el Estado de bienestar tal como lo cono-


cemos -program, •del New Deal como la seguridad social y el seguro
de desempleo. o pgramas de la Gran Sociedad. como Medicare. Si
usted lee la litera }a que emana de la Heritage Foundation. que ma-
neja la ideología,. ~onómica de la administración Bush. descubre una
agenda muy radi 1: Heritage no sólo quiere echar para atrás los pro-
gramas del New eal y de la Gran Sociedad. sino que interpreta la
existencia misma 'e esos programas como una violación de principios
básicos,
O consideren " política exterior. Desde la Segunda Guerra Mun-
diaLlos Estados' nidos han construido su política exterior alrededor
de instituciones ¡ >rnacionales. y ha tratado de dejar en claro que no
es un anticuado p ,der imperialista. que usa la fuerza militar como más
le convenga. Per:si usted sigue las ideas de política exterior de los
intelectuales neo;onservadores que fomentaron la guerra con Irak.
entiende que ello :'desprecian todo eso -Richard Perle. presidente de
una junta asesor: dave del Pentágono. desechó "el concepto liberal de
seguridad a trav ,de la ley internacional administrada por las insti-
tuciones interna 'onales "-. Ellos no tienen dudas sobre el uso de la
fuerza; un prom' "ente pensador que es cerCano a la administración.
Michael Ledeen ~l American Enterprise Institute. declaró que "noso-
tros somos gent ~guerrera y amamos la guerra ". La idea de que la
guerra contra Ir: _ es sólo el proyecto piloto de una serie de espléndi-
das guerras peq\ 'ñas pareció. al principio. una fantasía izquierdista;
pero muchas pero ~nas cercanas a la administración han dejado en claro
que ellos interpr "an esta guerra sólo como el comienzo. y un funcio-
nario important • el Departamento de Estado. John Bolton. le dijo a
los funcionarios 'raelíes que después de Irak.los Estados Unidos "li-
diarían con" Sir ".Irán y Corea del Norte.
Pero esta no 's toda la historia. La separación de la iglesia y el
Estado es uno d jos principios fundamentales de la Constitución de
los Estados Urii 'os. Pero Tom DeLay. el líder de las mayorías en la
Cá mara. le ha 'ha a los constituyentes que está en esa posición para
promover la "in '/pretación bíblica del mundo." y que su incansable
persecución hac -Bill Clinton estaba motivada en el hecho de que esta
no compartía es 'misma perspectiva (DeLay también ha denunciado

34
Introducción

la enseñanza de la teoría de la evolución en los colegios. llegando al


punto de acusar a esa enseñanza de los tiroteos que tuvieron lugar en
el colegio de Columbine).
Inclusive hay dudas sobre si las personas que están gobernando
el país aceptan la idea de que la legitimidad emerge del proceso demo-
crático. Paul Gigo!. de The Wall Street Journal, es famoso por su elogio
a la "revuelta burguesa" en la cual violentos manifestantes cerraron
el reconteo de votos en Miami (más tarde se reveló que los manifes-
tantes no eran ciudadanos enfurecidos: eran operativos políticos pa-
gados). Mientras tanto. según su amigo cercano Don Evans. ahora
secretario de Comercio. George W. Bush cree que él fue llamado por
Dios para liderar la nación. Tal vez esto explica por qué la disputada
elección del año 2000 no pareció inspirar ninguna cautela o humildad
de parte de los vencedores. Considere la respuesta que el magistrado
Antonin Scalia le dio a un estudiante que le preguntó cómo se había
sentido tomando la decisión de la Corte Suprema de Justicia que le dio
las elecciones a Bush. ¿Estaba que se moría? ¿Se preocupó Scalia por
las consecuencias? No: "Fue un sentimiento maravilloso". dedaró.
Supongan por un momento que ustedes toman seriamente la ima-
gen que yo acabo de pintar. Concluirían que a las personas que ahora
están gobernando no les gusta Norteamérica tal como es. Si ustedes
combinan sus agendas aparentes. el propósito parecería ser algo así:
un país que básicamente no tiene una red de seguridad social en casa.
que depende principalmente de la fuerza militar para hacer cumplir
su voluntad en el exterior. en el cual los colegios no enseñan la evolu-
ción pero sí enseñan religión y -posiblemente- en el cual las eleccio-
nes son sólo un formalismo.
Con todo. aquellos que interpretan al pie de la letra a los derechis-
tas de línea dura que están ahora en el poder. y sugieren que están
haciendo un intento de llevar a cabo ese objetivo radical. son acusados
de exagerar con su quejumbre. Dice la sabiduría convencional que. con
seguridad. no deberíamos tomar muy en serio la retórica: las metas de
la derecha son más limitadas de lo que esta imagen sugiere. ¿Lo son?
Volvamos a Kissinger. Su descripción de la confusa respuesta de
los poderes tradicionales al reto revolucionario. funciona muy bien
para explicar la respuesta del establecimiento político y de los medios

35
PAUL KRUGMAN

de comunicación I rteamericanos al radicalismo de la administración


Bush durante lo,; os últimos años:
Calma os por un período de estabilidad que había parecido pero
manente, a :Uos les parece casi imposible tomar en serio la afirma-
ción del p der revolucionario que quiere aplastar el marco de
referencia, oistente. Los defensores del statu quo, por lo tanto, tien·
den a come zar tratando al poder revolucionario como si sus protes-
tas fueran era mente tácticas: como si en realidad aceptaran la
legitimida( pero exageraran su causa con propósitos de negociación:
como si ell. ~stuviera motivada por resentimientos específicos a ser
aliviados e ñ concesiones limitadas. Aquellos que alertan oportuna-
mente acer a del peligro son considerados alarmistas: aquellos que
aconsejan ¡ aptarse a las circunstancias son considerados equilibra-
dos y sano. ~.. Pero la esencia de un poder revolucionario es tener co-
raje sobn~ us convicciones. estar dispuesto. de hecho deseoso. de
llevar sus 1 incipios hasta sus últimas consecuencias.

Como dije, es epasaje me produjo un escalofrío por toda la espalo


da porque explic; muy bien el proceso, que de otra manera parecería
desconcertante, o ediante el cual esta administración ha podido pasar
políticas radicaleocon muy poco escrutinio u oposición efectiva. Para
elaborar este pu o déjenme hablar de dos grandes ejemplos: los re·
cortes de impues s del año 2001 y la guerra contra Irak del año 2003.

Los recortes ~ impuestos y la guerra


La guerra y l olítica económica parecen, superficialmente, tener
poco en común - o en tiempos normales cada una de ellas juega un
papel muy distin en la escena política-o Aún así. ha habido una si·
militud sorprend nte entre la forma como se vendieron los recortes de
impuestos de Bu, y la manera en que se vendió su guerra contra Irak.
Los capítulos y 6 cuentan la historia del recorte de impuestos de
2001: pero déjen oe echar un vistazo preliminar. El candidato Bush
introdujo su prol oesta original de recorte de impuestos en 1999 para
solidificar sus cr oenciales del ala derecha, y detener un primer reto
republicano proc dente de Steve Forbes. Cualquiera que esté familia·

36
Introducción

rizado con la historia política reciente sabe que Forbes representaba


un ala de! partido republicano que siempre quiere más recortes de
impuestos para los ricos, sin importar las circunstancias económicas,
Después de todo, los líderes republicanos del congreso trataron de
pasar grandes recortes de impuestos en cada año de la década de los
años noventa, tanto en los buenos tiempos como en los malos, en défi-
cit yen superávit. Una afirmación clara hubiera sido que Bush se
había unido a esa posición y que por lo tanto sus metas eran muy ra-
dicales, como resultaron serlo. Como lo señala Dan Altman de The
New York Times, si uno analiza la propuesta de recortes de impuestos
de la administración Bush como un todo, ellos efectivamente lograron
una meta que hacía mucho tiempo tenía la extrema derecha: terminar
con todos los impuestos a los ingresos de capitaL moviéndonos hacia
un sistema en e! cual sólo los salarios están gravados; si usted quiere,
un sistema en e! cual los ingresos que uno ha trabajado son gravados
pero los que uno no ha trabajado no se gravan.
El punto es que en materia de impuestos, la derecha prácticamen-
te ha declarado su intención de -como lo pone Kissinger- .. aplastar
el marco de referencia existente", en este caso. el marco de referencia es
el sistema tributario norteamericano, tal como lo conocemos. Con todo,
el establecimiento político y de los medios de comunicación norteame-
ricano no podía creer que Bush trataría, en realidad, de obtener ese
objetivo. A pesar del radicalismo evidente de la gente que está detrás
de las políticas de Bush, los moderados se convencieron a sí mismos
de que los objetivos de Bush eran limitados y que él podría ser apaci-
guado con una victoria limitada. Más aún, no estando dispuestos a
admitir los objetivos radicales de Bush, los moderados creyeron cabal-
mente la racionalidad siempre cambiante de la administración para
justificar sus políticas, que nunca cambiaban. Al principio, los recor-
tes de impuestos buscaban devolver a la gente un superávit excesivo
-y, sobre esa base, muchos senadores demócratas también votaron a
favor del recorte de impuestos-o Después, en la medida en que e! su-
perávit desapareció, el recorte de impuestos tuvo el objetivo de dar un
estímulo económico de corto plazo. Más tarde. cuando quedó claro que
no estaban sirviendo para ese propósito, los recortes de impuestos tra-
taron de promover el crecimiento de largo plazo. Incluso ahora, a mu-

37
PAUL KRUGMAN

chos políticos y pe 'odistas bienintencionados les parece difícil afron-


tar la verdad,
Pero ¿y sobre 1 guerra qué?
La gente que 1 :hizo seguimiento a los debates sobre la política
exterior sabía qu na facción importante de la derecha estaba tan
determinada a ten r una guerra con el Medio Oriente como lo estaba
otra facción con I specto a recortar los impuestos, En 1992, Paul
Wolfowitz, subsectario de Defensa (y ahora asistente del secretario)
trató de convertir que se conoce como la "Doctrina Bush" en la po-
sición oficial de eliha cartera: el documento que escribió pedía la in-
tervención en Irak . la legitimación de los ataques preventivos a otros
países, Dick chel ey, en ese entonces secretario de Defensa, inicial-
mente respaldó e . visión, Se echó para atrás ante las protestas pú-
blicas, pero él y v ~ias personas que ahora están en cargos claves de
la administración continuaron promoviendo, durante la década de los
noventa, la agitac 'n a favor de una guerra contra Irak y la adopción
de la prevención mo una política regular.
Dado este con ,xto, era o debió haber sido obvio que la propuesta
de invasión a Irak ,al igual que el recorte de impuestos, no era en rea-
lidaduna respues . a los eventos actuales (al 11 de septiembre en este
caso): era parte el na agenda preexistente y mucho más radicaL Sin
embargo, como e 'el caso de los recortes de impuestos, el estableci-
miento político y :, los medios de comunicación no pudo llegar a acep-
tar que la derecha 'n realidad se proponía conseguir los objetivos que
estaba planteand ; En cambio, la mayoría de gente aceptó como sin-
cera la siempre c; , biante argumentación que ofrecía la administra-
ción Bush, La gura contra Irak fue en un principio justificada por
supuestos víncul 'entre Saddam Hussein y Al Qaeda, Cuando no se
encontró evidenc _sobre este vínculo, a pesar de los intensos esfuer-
zos que se hicierol para hallarla, el motivo se transformó en el supuesto
programa nucle, de Saddam (la administración deliberadamente
planteó de manCi' confusa el asunto, estirando el término" armas de
destrucción masia" para que incluyera las armas químicas: pero el
gas venenoso rea . ente no cabe en la misma categoría y nunca impu-
so una amenaza . ria sobre los Estados Unidos, Lo que asustó al pú-
blico fueron las mágenes de una nube con forma de hongo), Las

38
Introducción

preocupaciones sobre ese programa ayudaron a convencer a muchos


moderados de que una guerra contra Irak era una buena idea y el
Congreso le dio luz verde a Bush para seguir adelante con su plan
bélico.
Eventualmente. las razones para creer en un programa nuclear
iraquí fueron desacreditadas. Una de las dos piezas claves de eviden-
cia.la compra de los tubos de aluminio por parte de Irak. resultó ser
un error de interpretación: los tubos no eran apropiados para el supues-
to propósito de enriquecer uranio. Sobre la otra pieza clave. que eran
los documentos que supuestamente mostraban las compras de uranio
a Nigeria. se supo que eran burdas falsificaciones. Pero para esa épo-
ca. Bush ya estaba introduciendo la idea de que al instalar un gobier-
no democrático en Irak. Norteamérica estaría generando una ola de
democratización en la región. una meta idealista que. una vez más.
consiguió el apoyo de moderados bienintencionados. Sólo ya cuando
la guerra era un hecho. James Woolsey. quien se cree que está en línea
de espera por uno de los principales cargos en el gobierno de la ocu-
pación. declaró que la guerra en Irak era el comienzo de la "cuarta
guerra mundial" (siendo la Guerra Fría la número tres). conflicto que
involucraría a Siria y a Irán así como a Irak.
Hay un patrón común en todo esto: de hecho. se puede contar una
historia muy parecida acerca de la política energética. de la política
ambiental. de la política de salud. de la política de educación y así su-
cesivamente. En cada caso los funcionarios que están haciendo la po-
lítica en el interior de la administración Bush tienen una historia de
posiciones altamente radicales. lo que debería sugerir que la adminis-
tración en sí misma tiene objetivos radicales. Pero en cada caso la ad-
ministración ha logrado mantener de su lado a los moderados
aparentando otra cosa --{)freciendo razones para que su política no pa-
rezca tan radical-. y en cada caso los moderados han seguido una es-
trategia conciliadora. tratando de llegar a un acuerdo a medio camino
con la administración y sin lOmar en serio ni el radicalismo de sus
políticas ni el rosario de promesas rotas. El joven Kissinger tenía razón:
las personas que han estado acostumbradas a la estabilidad no pue-
den llegar a creer lo que está pasando cuando se encuentran con un
poder revolucionario. y por lo tanto no son efectivas en oponerse a él.

39
PAUL KRUGMAN

En este punto d, o admitir que no estoy totalmente seguro de por


e
qué está pasando 'o -por qué estamos enfrentados ahora a este reto
radical a nuestro si lema político y social-, A la gente rica le fue muy
bien en la década : los años noventa; ¿por qué este odio hacia cual-
quier cosa que sue ~ a redistribución del ingreso? Las corporaciones
han florecido; ¿por 'hé esta necesidad de quitar del camino las moder-
nas regulaciones a ,bientales? Las iglesias de todas las denominacio-
nes han prosperad ¿por qué este ataque a la separación entre la iglesia
y el Estado? El pod, norteamericano nunca ha sido más grande; (por
qué esta necesidad e destrUir nuestras alianzas y embarcarse en aven-
turas militares? A " asÍ, es crecientemente claro que la derecha quie-
re hacer todas esta ~cosas, ¿Cómo deberíamos responder todos lo que
no estamos de aOl 'do con sus objetivos?

Reglas para h ,er los reportajes


El primer paso;n estos tiempos es entender lo que está pasando,
Como periodista d ;tiempo parcial. abordo este asunto en términos de
unas normas para 'acer los reportajes -{;ómo contar la historia-, Pero
ellas también se a !ican para OIalquier ciudadano que esté tratando
de entender las no ,~ias,

/, No supong :que las propuestas políticas tienen senrido en tér-


minos de los o 'rtivos planteados
Cuando usted ': tá lidiando con un poder revolucionario. es impor-
tante caer en cuen ede que él sabe lo que quiere y que creará cualquier
argumento para 11 ' ar a ese objetivo, Por lo tanto. no se debe asumir
que los argumen1 'que dé para defender sus acciones tengan sentido
en sus propios tér : nos, Como lo explico en el capítulo 7. el plan Bush
de privatizar la s 'ridad social no fue una forma dubitativa o poco
efectiva de fortale .r las finanzas del sistema -no tenía absolutamen-
te nada que ver <' ' el objetivo planteado y. por el contrario. hubiera
agravado los pro ~mas del sistema-, Las propuestas de recortes de
impuestos ofrecid ~ por la administración Bush a principios de 2003
fueron introduci' como un plan para acelerar el crecimiento econó-

40
Introducción

mico. Con todo. cuando la Oficina de Presupuesto del Congreso--cuyo


nuevo director hasta hacía pocos meses había trabajado para la ad-
ministración- trató de evaluar los efectos de la propuesta sobre el
crecimiento. encontró pocos motivos para pensar que serían signifi·
cativamente positivos. En un frente diferente. la mayoría de los análisis
independientes esperaban que la guerra contra Irak aumentara. y no
redujera. los riesgos de un ataque terrorista.
A los periodistas les parece muy difícil manejar argumentos que
son mentiras flagrantes; por inclinación y por entrenamiento. ellos
siempre tratan de ver dos lados de un mismo asunto. y les parece muy
difícil siquiera concebir que una figura política principal simplemen-
te esté mintiendo sobre el contenido de sus propuestas. Yo escuché que
varios periodistas estaban furiosos después de que hice un chiste en
mi columna diciendo que si Bush decía que el mundo era plano. el ti-
tular de la sección de análisis de las noticias diría "La forma de la tie-
rra: las posiciones difieren" --cada uno de los airados periodistas pensó
que me estaba burlando de él-o
Para ser justo. cuando uno está lidiando con movimientos políticos
normales tiene sentido asumir que sus propuestas de política. correctas
o equivocadas. están hechas con buena fe. Pero cuando uno está tra-
tando con un movimiento revoludonario, un movimiento que no acepta
la legitimidad del sistema existente. no hay razón para hacer ese su-
puesto. Los movimientos revolucionarios. a los cuales no les importan
las reglas del juego. no tienen ningún problema en hacer una falsa re-
presentación de sus objetivos. David Wessel de The Wall Street Journal
escribió sobre un ayudante de la Casa Blanca que hizo una afirmación
cuando lo estaban grabando y la opuesta cuando no lo estaban gra-
bando; cuando Wessel protestó. el ayudante respondió; "¿Por qué ha-
bría yo de decir mentiras? Porque eso es lo que se supone que yo debo
hacer. Mentirle a la prensa no da remordimiento de conciencia".

2. Haga la tarea de descubrir los verdaderos objetivos


No existía una teoría económica ampliamente aceptada. de izquier-
da o de derecha. bajo la cual la clase de recorte tributario propuesto a
principios de 2003 -que gradualmente acabaría con los impuestos

41
PAUL KRUGMAN

sobre los ingresos d ,capital, pero que inyectaría muy poco dinero a la
economía durante e ' rimer año-tuviera sentido como forma de crear
empleos en el corto 'lazo. Con todo. los funcionarios de la adminis·
tración presentaron ~u plan como una estrategia de creación de em·
pleo. ¿Estaban ello' 'al informados? No. en realidad no. Cualquier
cosa que hubieran ( :, ho esos funcionarios. su objetivo no era el creci·
miento económico.
Más aún, no el' ,ifíci! darse cuenta de cuál era el verdadero obje.
tivo. Como lo señ¡J ¡antes, los conservadores radicales han defendi·
do durante mucho t "mpo la abolición de todos los impuestos sobre el
capital-yeso es lo 'ue la propuesta de la administración lograría en
efecto-. Por lo tanl ,la forma para entender la política era mirar lo que
sus arquitectos que ~an antes de tratar de vender su plan al público.
Este es un prin :pio general para entender lo que está pasando:
trabajar un poco pa , encontrar lo que esta gente realmente quiere. Yo
no estoy hablando ',motivaciones profundamente escondidas: usual·
mente el verdadel' ~bjetivo es de conocimiento público. Basta con
atender a lo que dij ',on las personas que impulsan las políticas antes
de que intentaran v pderlas al público en general. Cuando usted sabe
que el funcionario : e ahora está encargado de la política forestal ano
tes trabajaba hacie po lobby para la industria maderera, puede pre·
sumir que la inicia ¡va de "bosques saludables", bajo la cual se les
permite a las com 'ñías madereras cortar más árboles, no está real·
mente orientada a henir los incendios forestales. Cuando usted sabe
que el líder de las 'yorías en la Cámara ha dicho que el propósito de
su cargo es promo\ la "visión bíblica del mundo", puede conjeturar
que las iniciativas . asadas en la fe" no están buscando la forma de
proveer servicios S 'eiales de manera más efectiva. Cuando usted se
entera de que los a •uitectos de la guerra contra Irak han querido de·
rribar a Saddam ¡'ssein durante una década. puede suponer que la
guerra no tiene na< :: que ver con responder al 11 de septiembre.
De nuevo, este ' un tema difícil de manejar para los periodistas:
ellos no quieren pm \:er teóricos conspiradores locos. Pero no hay nada
loco en indagar so Oc los verdaderos objetivos del ala derecha: por el
contrario, es poco "alista esperar que no haya algún tipo de conspi·

42
Introducción

ración acá. aunque sea una cuya organización y objetivos son en bue-
na parte conocidos.

3. No suponga que las reglas usuales de la política aplican


Por mucho tiempo Washington ha tenido una rutina de escánda-
los. Se conocen algunos hechos extraños sobre un funcionario y la
prensa comienza a publicar la historia: pronto. al funcionario se le pide
con urgencia su renuncia. y la vida sigue igual.
Por lo tanto. cuando varios funcionarios de la administración Bush
comenzaron a tener problemas. la gente esperó que se presentara un
historia en la misma línea. pero esto no sucedió. Stephen Griles. que
hacía lobby para la industria carbonífera y después fue nombrado
asesor del secretario del Interior. participó en una disputa sobre explo-
ración energética en defensa de un antiguo cliente: aún así. él sigue en
su cargo. Thomas White. un antiguo ejecutivo de Enron. fue designa-
do secretario de! Ejército. Luego se descubrió que su división en Enron
era fuente de utilidades fantasma. pero él sigue en su cargo. Se dio a
conocer que Richard Perle. presidente de la Junta Asesora de la Polí-
tica de Defensa. tenía negocios que levantaron fuertes cuestionamien-
tos sobre conflicto de intereses. pero él simplemente fue levemente
degradado de presidente a miembro. y ahí sigue. Y. por supuesto. tan-
to el presidente como e! vicepresidente han sido causa de preocupación
por sus cuestionables carreras empresariales.
¿Por qué ahora no se aplican las reglas normales? Porque un poder
revolucionario. e! cual no contempla e! sistema existente como legítimo.
no se siente obligado a jugar con las mismas reglas. ¿Existen pruebas
de escándalos que involucran a personal de la administración? No
importa: Fax News. The WashinglOn Times y The New York Post no le
harán seguimiento a la historia -en cambio amenazarán a otros medios
de comunicación por hacer de ese tema un escándalo-. ¿Hay quejas
sobre la manera en que se está abordando e! tema de la seguridad del
suelo patrio? Un racha repentina de alertas terroristas harán olvidar
la historia-o "iPero ellos no harían eso! ". protesta la gente sensata -y
un régimen normal no lo haría-o Pero acá no estamos tratando con un
régimen normal. acá estamos lidiando con un poder revolucionario.

43
PAUL KRUGMAN

4. Espere que 11 (poder revolucionario responda a las críticas ata-


cando
Un poder revol :ionario, que no acepta la legitimidad del sistema
existente, tampoco; :epta el derecho de los demás a criticar sus accio-
nes, Cualquiera ql1l ,evante preguntas puede esperar un incontenible
contraataque,
En abril de 200:, 'ubo un ejemplo espectacular. John Kerry, uno de
los principales can ~atos a la siguiente nominación demócrata para
la presidencia, dijo h una audiencia que "lo que necesitamos ahora
no es sólo un cambi "en el régimen de Saddam Hussein en Irak. sino
también un cambi 'de régimen en los Estados Unidos". Para los
estándares normal "de la retórica política -incluyendo el tiempo de
guerra- esto no el" inusual. Por ejemplo, en las elecciones de '944
-esto es, en la cim ',e la Segunda Guerra Mundial, con millones de
norteamericanos lu hando en múltiples frentes-, Thomas E. Dewey
hacía campaña Ual :ando a Franklin Roosevelt un "hombre viejo y
cansado". Hasta d 'de yo sé, esoa nadie le pareció una gran traición,
Después de todo ur ' no puede tener unas elecciones libres si no pue-
de criticar a los con udores -y ¿no estábamos nosotros luchando por
la libertad?
La tradición delerancia hacia la crítica, inclusive en tiempos de
guerra, ha continu, o, Por ejemplo Tom DeLay fue duramente crítico
con el presidente Si Clinton durante la campaña de 1999 en Kosovo,
culpándolo por la n • erte de civiles y pidiendo con urgencia terminar
la campaña. Algun : cejas se levantaron, pero la carrera de DeLay no
se afectó,
Sin embargo, al :ra que la Casa Blanca está en manos de un poder
revolucionario, las 'osas han cambiado, "El senador Kerry traspasó'
un delicado límite ,ando se atrevió a sugerir reemplazar al coman-
dante en jefe de No! :' américa, mientras Norteamérica está en guerra",
declaró el presiden -del Comité Nacional Republicano, y docenas de
políticos republican .s se unieron, cuestionando el patriotismo de Kerry
(sucede que Kerry :s un veterano condecorado de la guerra de Viet-
nam).
La experiencia ,e Kerry fue sólo la última de una serie de episo-
dios en los cuales '1 ¡enes cuestionan o critican a la administración son

44
Introducción

tildados de demonios. su ética se cuestiona y. si es posible. se destru-


yen sus carreras. Como ya lo mencioné. el partido republicano puso
en circulación avisos vinculando a Tom Daschle. el líder demócrata del
senado. con Saddam Hussein: también. de manera exitosa. cuestionó
el patriotismo del senador Max Cleland. quien perdió tres extremida-
des en Vietnam.
Todo esto se podía esperar. La administración Bush se ha vuelto
notoria por su intolerancia ante quienes disienten de sus opiniones.
inclusive cuando los cuestiona mientas provienen de quienes están
principalmente de su lado. De acuerdo con rhe Washington Post. "los
legisladores y quienes se dedican a hacer lobby al GOP' dicen que la
táctica que usa la administración Bush sobre sus amigos y aliados es
extraordinariamente cruel y vengativa". Hasta cierto punto esto pue-
de reflejar los valores familiares de Bush: pero también es lo que uno
podría esperar de un poder revolucionario. Veamos acá un poco más
de Kissinger: "la característica distintiva de un poder revolucionario
no es que se sienta amenazado ... sino que nada puede darle total se-
guridad (énfasis de Kissinger). Sólo la seguridad absoluta -la neutra-
lización del oponente- es considerada suficiente garantía".

5. No piense que hay límites para los objetivos del poder revolu-
cionario
Cuando se introdujo el recorte de impuestos de 2001. muchos mo-
derados subestimaron su significado. llamándolo un modesto rever-
so de los aumentos de impuestos de la década de los noventa: aunque
ellos no estuvieran de acuerdo. pensaron que no era tan mala idea dejar
que Bush obtuviera lo que quería. Cuando se probó que las proyec-
ciones presupuestales con base en las cuales se justificaron los recor-
tes tributarios eran excesivamente optimistas. los moderados le
pidieron con urgencia a la administración reconsiderar sus planes,
creyendo que escucharía y buscaría un consenso. La administración
respondió presionando por mayores recortes de impuestos -y los se-
nadores que en la primera vuelta votaron a favor de los recortes de

* GOP: Grand Old Party. como también se conoce al partido Republicano en


los Estados Unidos (N. del E.).

45
PAUL KRUGMAN

impuestos. pasar ¡ momentos muy difíciles explicando por qué se


oponían a más de mIsmo-.
Sólo hasta aho . la opinión respetable está comenzando a recono-
cer que el verdad o objetivo de la administración era eliminar los
impuestos sobre e ngreso de capital y reducir radicalmente. si no eli-
minar, la progresi ]dad del sistema impositivo -y que el apacigua-
miento inicial de 1 _ moderados removió el principal obstáculo hacia
ese objetivo-o Má "aún, yo ni siquiera estoy seguro de que eliminar
e
los impuestos sob el capital e imponer impuestos planos sobre los
salarios sean los h 'ites de la ambición de la administración. Impues-
tos por encuesta. 'Iguien quiere?
De manera sir llar. unos cuantos moderados apoyaron la guerra
contra Irak, como -n caso especial para manejar el caso de un dicta-
dor peligroso y b la!. Pero se ha vuelto cada vez más claro que el cír-
culo interno de la 'tIministración ve la guerra contra Irak sólo como
un comienzo de la ' octrina Bush", en la cual el poder de los Estados
Unidos será usa 'agresivamente en la mayor parte del mundo. Y
habiendo dado sir ,j razo a torcer en el primer paso. para los modera-
dos es difícil expl¡ :' r por qué no apoyan el derrocamiento de otros dic-
tadores. Pax nort .mericana, allá vamos.
En alguna par" debe haber límites a lo que la derecha en realidad
quiere lograr. La . -ministración puede llevarnos a un sistema tribu-
tario en el cual la ente pobre pague una mayor proporción de su in-
greso que la gen! . ica, pero no nos llevará a un sistema en el cual la
gente rica en reali d pague menos que la gente pobre -¿o sí lo hará?-
. y de pronto pa rá de Irak a Siria y a Irán, pero no comenzará a
amenazar con ata '~es militares a países que ya son democráticos -¿o
sí lo hará?-. Yo l) ;sé dónde termina la agenda de la derecha. pero he
aprendido a nun ',suponer que puede ser apaciguada con concesio-
nes limitadas. e expertos que en cualquier aspecto predijeron la
moderación por 1 -rte de la administración Bush han estado consis-
tentemente equi cados. De nuevo Kissinger: .. es la esencia de un
poder revolucioIl "io tener coraje sobre sus convicciones. y estar dis-
puesto a. de hech Ideseoso de, llevar sus principios hasta sus últimas
, " 11
consecuenCiaS , d

46
Introducción

Esta es la realidad. Sospecho que muchos lectores. a pesar de todo


lo que ha pasado. pensarán que esta es una imagen alarmista. Como
Kissinger escribió. "todos aquellos que adviertan sobre el peligro se-
rán considerados alarmistas: aquellos que propongan adaptarse a las
circunstancias serán considerados equilibrados y sanos". Pero hasta
el momento los alarmistas han estado en lo correcto todas las veces.
¿Qué podemos hacer?

El gran cambio brusco


Un número creciente de personas está comenzando a caer en cuenta
de lo seria que es la situación. Tal vez Andy Rooney de 60 Minutes de
la CBS lo expresa de la mejor manera: "la noticia realmente buena será
cuando esta terrible época de la historia norteamericana se acabe".
¿Qué puede acercar esas noticias verdaderamente buenas?
Para poder esperar que las cosas cambien uno tiene que creer que
la mayoría de los norteamericanos no apoyan realmente la agenda de
la derecha -que el país como un todo es más generoso. más tolerante.
y menos militarista que la gente que ahora lo está gobernando-o Yyo
creo que esa es la verdad: a pesar del éxito que ha tenido la derecha en
oscurecer sus objetivos y en envolverse en la bandera. creo que la
mayoría de norteamericanos se opondrían con fuerza a la dirección que
ha tomado este país.
Tengo la visión -o tal vez es sólo la esperanza- de un gran cam-
bio brusco: un momento en el cual la gente norteamericana vea lo que
está pasando. entienda la medida en que su buena voluntad y su pa-
triotismo han sido abusados. y pare esta fuerza destructora de buena
parte de lo mejor de nuestro país. Cómo y cuándo llegará ese momen-
to. no lo sé. Pero una cosa sí es clara: eso no pude pasar a menos que
todos hagamos un esfuerzo por ver y reportar la verdad sobre lo que
está pasando.

47
PARTE I

La burbuja
problema
¿Recuerdan cómo era cuando parecía que se hubiera repelido la ley
de la gravedad en los negocios? Inteligentes jóvenes estaban dejando
la universidad para convertirse. en un momento. en multimillonarios.
Compañías desconocidas repentinamente valían 20 billones de dóla-
res y usaban sus ultravaliosas acciones para tomar el control de nego-
cios que habían existido por generaciones. Todo el que poseyera
acciones -especialmente de compañías de tecnología- se había ganado
la lotería. Todo el que no poseyera acciones, tenía un sentimiento de
pérdida e inclusive de vergüenza. "Papá, ¿cuánto hiciste tú en el auge
del mercado?". preguntó mi compañero columnista de! Times. Mau-
reenDowd.
Algunas personas le dirán que e! auge de! mercado accionario de
los años noventa es la raíz de todos nuestros problemas actuales --<¡ue
ahora estamos pagando el precio de los años de auge-. Aunque hay
algo de verdad en ese punto de vista. está lejos de representar la his-
toria completa. Como veremos más adelante en este libro, las tenden-
cias de largo plazo -<:reciente polarización económica y política. y la
influencia de un ala derecha muy organizada- también contribuyeron
a nuestros actuales problemas. Eventos específicos, ante todo e! II de
septiembre, una crisis hecha con explosión, también jugaron un pa-
pe! importante. Y mucho de lo que ha salido mal también refleja el ca-
rácter de! hombre que está en la Casa Blanca. Aun así. usted no podría
entender dónde estamos hoy sin recordar las ilusiones y los excesos
de la década de los noventa. Por lo tanto, esta parte del libro trata so-
bre la exhuberancia irracional y sus consecuencias.
Un misterio es por qué tan poca gente prendió las alarmas rojas
cuando e! Dow pasó de 10 000 Yel Nasdaq pasó de 5 000. Había fuer-
tes indicios de que los precios de las acciones estaban muy, pero muy
inflados: las medidas estándar de valoración de las acciones, como la
relación precio-utilidades, estaban de sobra en el interior de lo que se
denomina la zona de peligro. Y en los años en que el mercado echaba
para arriba, ya había escépticos; yo era uno de ellos. Con todo, hom-
bres inteligentes, empacados en costosos vestidos inventaban toda cIa-
se de razones para justificar el ascenso del mercado. El capítulo I
contiene algunos de mis intentos -volviendo a mis días anteriores a
The New York Times- portumbar esos argumentos y también por ex-

51
PAUL KRUGMAN

plicar por qué gent . normalmente sensata quedó atrapada en este fre-
nesÍ.
Los que eran e cépticos sobre los precios de las acciones no sólo
estaban preocupa .s porque los inversionistas perdieran dinero cuan-
do el mercado vol :era a tener relación con la realidad; también esta-
ban preocupados :r el daño colateral que se le causaría a la economía
real. La historia tie e algunas lecciones siniestras: la burbuja del mer-
cado de valores de . s años veinte fue seguida por el desplome de 1929
y después vino la ran Depresión. Afortunadamente. desde los años
treinta. los Estado, Unidos no había tenido que lidiar con crisis finan-
cieras importante! 'pero otros países sí han tenido experiencias más
recientes -y yo sé Igo sobre ellas-o
Como econom . ta académico. he sido algo así como conductor de
ambulancia: gran ~arte de mis investigaciones se han enfocado hacia
economías que esl n pasando problemas. desde Indonesia hasta Ja-
pón. Como resulta o. yo sabía. incluso antes de que se reventara nues-
tra burbuja. que r : estra experiencia de los años treinta era normal:
una pérdida de COI . an2a financiera después del al2a de los mercados
con frecuencia llr. . a una crisis en la economía real. Muchos econo~
mistas estaban ba : ante seguros de que eso no podría pasar acá. que
la economía de lo Estados Unidos era inmune a enfermedades simi-
lares; yo no estab- tan seguro. En el capítulo 2 hablo de las crisis eco-
nómicas en el ext :ior y de las lecciones que nos dejaron.
y ¿cómo ha h, ,ho los Estados Unidos para manejar el fin de los
años burbuja? Inc .. so los pesimistas en general esperaron que nues-
tros líderes econó. icos -sobre todo Alan Greenspan. el legendario
presidente de la R serva Federal- pudieran manejar de manera efec-
tiva las consecue -ias económicas de la vuelta a tierra de los precios
de las acciones. p, :0 como economista con perspectiva internacional.
yo estaba conscie .le de la historia de Japón -la potencia económica
del mundo en la d .cada de los ochenta. pero también el escenario de
una de las mayore ;burbujas financieras de la historia-o Y la experien-
cia de Japón fue \1 ~ advertencia acerca de que no deberíamos dar por
hecho un final fel .. Cuando la bolsa de valores japonesa se desplo-
mó. esa caída fue ~guida por un período de estancamiento económi-
co que continúa J . sta hoy. En otras palabras. incluso un país muy

52
la burbuja problema

avanzado y con líderes sofisticados puede tambalear gravemente. Yasí


ha sucedido en los Estados Unidos. que ha experimentado por lo me-
nos un toque del mal que afectó a Japón. El capímlo 3 hace una cróni-
ca del deslizamiento de la economía norteamericana hacia la recesión:',
y de su inadecuado intento por volver a la senda de crecimiento. (El
término corriente usado para definir un crecimiento tan lento que no
logra reducir la tasa de desempleo es "recuperación con desempleo".
pero yo siempre he creído que el antiguo término de "crecimiento con
recesión" ilustra aún mejor el punto). Dicho capímlo también hace una
crónica de mi creciente sentimiento de desilusión con la política eco-
nómica de los Estados Unidos. en la medida en que los esfuerzos de
Greenspan prpbaron ser inadecuados y la administración Bush se negó
tercamente a tomar en serio el problema.
Parte de la razón por la cual las secuelas de la década de los noventa
han sido tan problemáticas es que mucho otros elementos. aparte de
la sobrevaluación temporal de las acciones. estaban yendo por la sen-
da incorrecta. Y en una época de crecimiento continuo de los precios
de las acciones. casi nadie notó que al mismo tiempo que cambiába-
mos de milenio algo estaba muy dañado en el capitalismo norteame-
ricano: pero a la luz clara y fría de la mañana siguiente sí podemos
verlo. En este tema yo no fui más perceptivo que otras personas: du-
rante los años del alza de los mercados algunas personas me enviaron
cartas advirtiendo que grandes corporaciones estaban alterando sus
libros. pero -para mi gran pesar- yo los ignoré. Sin embargo. cuando
Enron -la compañía más celebrada de su época. tomada como el mo-
delo de una empresa moderna- explotó. inmediatamente vi las impli-
caciones: si esa famosa y admirada compañía pudo haber sido un
esquema de Ponzi, era muy improbable que el resto de las compañías
de los Estados Unidos estuvieran perfectamente pulcras. De hecho,
rápidamente quedó claro que los años de auge fueron tanto la causa
como el efecto de una corrupción epidémica a nivel corporativo.
El capítulo 4 profundiza esa revelación: describe las motivaciones
y las técnicas de fraude en las compañías. Además cuenta una histo-
ria que mucha gente no quiere oír: la medida en que nuestros líderes
políticos acmales son parte del problema. Porque es un hecho claro que
George W. Bush y Dick Cheney se volvieron ricos con trucos muy si-

53
PAUL KRUGMAN

milares, aunque ¡ . menor escala, a los que enriquecieron a los ejecu-


tivos de Enron y d ~tras corporaciones que suscitaron escándalos. Esto
es parte de una hi : oria más larga: en un tiempo en el que en realidad
necesitamos otro 'ranldin
e-
Roosevelt. estamos liderados, en cambio,
por hombres que, _n parte del problema. Hablaremos de esto más ade-
lante en este libr ;

54
Capítulo 1

Exhuberancia

irracional
Siete hábitos de inversionistas altamente defectuosos
Fartune, diciembre 29 de 1997

A mí me gusta tanto como a cualquiera la teoría de los mercados


financieros eficientes, No me molesta que el Premio Nobel reciente
haya sido otorgado a Robert Merton y Myron Scholes por mostrar
cómo esa teoría puede ayudar a ponerle un precio a instrumentos fi-
nancieros complejos, Pero, a menos que usted haya estado durante los
pasados seis meses en un monasterio tibetano, debe haber notado que
últimamente los mercados se han estado comportando de una mane-
ra bastante extraña, Enjunio pasado las economías "milagrosas" de!
sureste asiático no podían hacer daño alguno, los inversionistas equi-
vocados ponían alegremente billones en los mercados de valores loca-
les. En octubre, esos mismos inversionistas estaban en pleno vuelo:
después de todo, cualquiera podía notar lo corruptas y mal maneja-
das que estaban esas economías, Cuando e! Fondo Monetario Inter-
nacional y e! Banco Mundial tuvieron su reunión de septiembre en
Hong Kong, todo e! mundo felicitaba a los anfitriones por sus políti-
cas económicas, que los habían aislado de! caos de! sur y que habían
mantenido la prosperidad a lo largo de su devolución a China, Un mes
más tarde Hong Kong no sólo había colapsado sino que se había lle-
vado por delante a Brasil y a casi todo e! resto de! mundo,
¿Y ahora qué trama el mercado? Bueno, tuve recientemente la opor-
tunidad de escuchar al mercado, o por lo menos a una parte importante
de éL cuan asistí a una reunión de administradores de dinero. En con-
junto ellos controlan varios cientos de billones de dólares, Por lo tan-
to, cuando ellos hablan, yo escucho, Quería, principalmente, saber por
qué esos hombres y mujeres inteligentes -deben ser inteligentes, por,
que si no lo fueran entonces ¿por qué son ricos?- hacen semejantes
tonterías, Acá está lo que aprendí: los siete hábitos que ayudan a pro-
ducir los mercados todo-menas-eficientes que mandan e! mundo:
1, Pensar en e! corto plazo, Poca gente en esa reunión trató de ha-

blar con una visión de largo plazo acerca de cuál sería e! crecimiento
de las ganancias que podrían obtener las corporaciones norteameri-
canas en los próximos cinco años, Esta clase de temas fue dejada de

57
PAUL KRUGMAN

lado por consider )-se demasiado académica. Pero esperen: todo eco-
nomista dirá que : duso un inversionista de corto plazo debe mirar al
largo plazo. El pI' -io de las acciones durante este año depende de las
ganancias obteni. ?s este año más lo que piense la gente que va a ser
el precio el año en '·ante. Yel precio del año entrante dependerá de las
ganancias del añ ~ntrante más lo que la gente espere que sea el pre-
cio durante el añ( siguiente ... Por lo tanto. el precio de hoy debe to-
mar en cuenta las Croyecciones de ganancias hacia el futuro. Trate de
decirle eso a los p -fesionales. .
2. Ser ambiel ' o. Muchas de las personas que estaban en esa reu-
nión se la pasaba ~ hablando de sus expectativas acerca de que los
precios se quedar; , pegados en un nivel alto antes de que sufrieran la
gran corrección .Y : e cómo planeaban llevar el mercado hacia arriba
por un período má : largo. Bueno. puede ser que ellos tuvieran la razón.
pero si usted real : nte piensa que los mercados están sobrevaluados.
¿qué tanta confia :a puede tener en su habilidad para calcular cuánto
tiempo se demon :á el desplome inevitable' Tratar de ganarse esos
puntos porcentua :s adicionales puede resultar muy costoso.
3. Creer en el pnto más grande. Varios administradores de dinero
argumentaron qu '; los mercados asiáticos habían estado sobreven-
?
didos. pero que tU no debería comprar sino hasta que comenzara a
cambiar la tenden _~: mientras tanto. otros argumentaban que los mer-
cados de los Esta "s Unidos estaban sobrevaluados pero que ellos no
planeaban vende ~asta que el mercado comenzara a debilitarse. La
pregunta obvia er' :¿si es daro pora ustedes que el mercado ya ha dado
un giro. no será r : daro para los demás? Implícitamente. todos ellos
parecían creer que ~ estrategia era segura. porque siempre hay alguien
lo suficientementt torpe como para no darse cuenta sino hasta cuan-
do es realmente J "y tarde.
4- Corra con 1:manada. Usted puede haber esperado que un gru-
po de inversionist : haya estado interesado en escuchar puntos de vista
contrarios de alg 'n que sugiera que los Estados Unidos está al bor-
de de sufrir serios 'roblemas inflacionarios. o que Japón ha alcanzado
el equilibrio para :: a rápida recuperación económica. o que la Unión
Europea va a fraca ; r -lo cual hubiera ofrecido un reto interesante para
la sabiduría conve ¡ ional-. Pero no: los pocos y tímidos contradictores

58
La burbuja problema

fueron ridiculizados. Aparentemente el grupo quería reforzar la sabi-


duría convencional en vez de ponerla a prueba.
5. Sobregeneralizar. Yo estaba impresionado de oír que el grupo
acusaba a las compañías japonesas de no ser competitivas. de estar
atrozmente administradas. y de no tener capacidad para enfocarse en
lo fundamental. Pero con seguridad eso no se puede aplicar a todas las
compañías japonesas: muchachos que lograron exportar inclusive a
80 yenes por dólar deben tener por lo menos unos cuantos trucos entre
sus mangas. Y ¿no fue sólo unos pocos años atrás que las técnicas ja-
ponesas de administración fueron tema de cientos de libros y artícu-
los que las adulaban? Estas nunca fueron tan buenas. pero con
seguridad son m~ores que la reputación que tienen actualmente.
6. Seguir la tendencia. Llegué a la reunión esperando escuchar
mucho sobre el Nuevo Paradigma Económico. el cual afirma que tec-
nología y globalización significan que todas las viejas reglas se vol-
vieron obsoletas. que el crecimiento libre de inflación de los seis años
pasados continuará indefinidamente. y que estamos en el comienzo de
un auge de 20 años. etc. Esa doctrina básicamente no tiene sentido. pero
de todas maneras rápidamente determine que. como dicen en BujJy la
cazavampiros. eso fue cierto "hasta hace' cinco minutos". Todas las re-
gias han cambiado de nuevo: ahora estamos situados al borde de una
terrible época de deflación global. y a pesar las experiencias pasadas
de recuperaciones diseñadas matemáticamente. no hay nada que la Re-
serva Federal pueda hacer sobre ello. Como ven. es una nueva nueva
economía.
7. Jugar con el dinero de otras personas. Si. como yo dije. la gente
que estaba en esa reunión es muy inteligente. ¿por qué actúan de una
manera aparentemente tan tonta? Parte;de la respuesta. sospecho. es
que ellos son empleados y no directores o socios; están tratando de
hacer carrera y dinero para sí mismos. i¡n esa posición es difícil tener
una visión de largo plazo: en el largo plazo. si usted aún no está muer-
to. probablemente no estará trabajando en el mismo lugar. Y también
es difícil para alguien que está manejando el dinero de otros tomar una
línea independiente. Estar equivocado ruando todo el resto de perso-
nas está equivocado no es una Cosa tari terrible: usted puede perder
un bono. pero probablemente no el trabajo. Otra cosa es estar equivo-

59
PAUL KRUGMAN '

cado cuando todo ¡¡os demás están en lo cierto ... De manera que todo
el mundo se enfoe ¡en las mismas cifras de corto plazo, trata de seguir
la tendencia, y co . pra la teoría económica boba del día.
Escuchar esa ( 'aria sobre dinero me puso muy nervioso. Después
de todo, toda esa 'ente puede inyectar dinero en los mercados nacio-
nales y de un mo ,. mo a otro sacar esa plata y crear un ciclo de auge
y crisis de proporc : nes bastante espectaculares. No creo que ellos pue-
dan hacer eso en I '5 Estados Unidos -yo confío en Greenspan- pero
no estoy \00% se : ro.
Una cosa de 1: ~ue sí estoy seguro es que los líderes asiáticos que
han condenado I '. diabólicas maniobras de los especuladores, han
estado equivocad '~. Lo que yo vi en ese cuarto no fue un paquete
predatorio de lob : esp~culadores: era una congregación extremada-
mente peligrosa d :ovejas financieras.

60
El advenimiento de la era del hielo
Fortune, mayo 25 de 1998

Entre más veo el increíble ascenso de la bolsa de valores de los


Estados Unidos, más me convenzo de que estamos ante un problema
psicológico del tamaño de un mamut. No me refiero a mamut en el
sentido de "gigante" (aunque también puede ser) sino de "elefante".
Déjeme explicarle.
Si usted se ha estado informando acerca de las tendencias de la
sicología, sabrá que Freud está pasado de moda y Darwin está de
moda. La idea básica de la "psiquis evolutiva" es que nuestrbs cere-
bros están exquisitamente diseñados para ayudarnos a acoplarnos al
medio ambiente; pero, desafortunadamente, el medio ambiente para
e! cual están diseñados es el mismo en el que hemos evolucionado y
vivido en los últimos dos millones de años, y no la civilización que crea-
mos hace sólo un par de siglos. Todos nosotros somos cazadores-re-
colectores perdidos en la gran ciudad. Y ahí, dicen los teóricos, se
encuentran las raíces de muchos de nuestros malos hábitos. Nuestra
compulsión por e! dulce evolucionó en un mundo sin helados; nuestro
interés en e1 chisme evoJucionó en un mundo sin titulares sensaciona-
listas; nuestra respuesta emocional a la música evolucionó en un mun-
do sin Celine Dion. Y nuestros instintos de inversión están diseñados
para cazar mamuts, y no ganancias de capital.
Imagínense volver a una situación como la que la sicología de la
evolución llama el ambiente ancestral de adaptación, Suponga que dos
tribus --el Clan de la Cueva del Oso y sus vecinos, el Clan de la Cueva
del Toro- viven muy cerca, pero tradicionalmente han tenido distintas
estrategias de caza. La tribu de la Cueva de! Oso tiende a cazar conejos
-una estrategia segura, pues tienen casi la certeza total de poder en-
contrar un con~o cada día, pero limitada, pues un conejo no es más
que un conejo-. Por otra parte, la tribu de la Cueva del Toro va tras
los mamuts -estrategia riesgosa, pues uno nunca sabe cuándo va a
encontrar uno, pero potencialmente muy gratificante, pues al fin y al
cabo un mamut es un mamut-o

61
PAUL KRUGMAN

Supongamos a 'ora que en los dos años pasados le ha ido muy bien
a la Cueva de! Tor ': logrando cazar una presa prácticamente cada se-
mana. Al prolong :se esta situación. e! instinto de la tribu de la Cue-
va del Oso la lleva' sentirse celosa. y a tratar de apropiarse de parte
de esta buena suer . comportándose igual que la tribu de la Cueva de!
Toro. La razón por ~ cual esto es un instinto natural es. por supuesto,
porque en e! amb! 'te ancestral ~ste comportamiento era e! apropia-
do. La clase de ci :. nstancias que daría lugar' a una buena caza de
mamut -buen clir 'a que resultara en una buena cosecha de pasto.
patrones migrato _os que trajeran un gran número de bestias a la
zona- tendía a se ~ersistente y. por lo tanto. era buena idea emular
cualquiera de las '¡rategias que habían funcionado en e! pasado re-
ciente.
Pero ahora tra ,. plantemos estas tribus al mundo de las finanzas
modernas, y ~e a erdo. por lo menos. con la teoría financiera- esos
e

instintos no son p- 'a nada apropiados. La teoría de los mercados efi-


cientes nos dice qu :'toda la información disponible sobre una compa-
ñía debe estar repr "entada por su precio. por lo cual todo movimiento
futuro en el precit '~s inherentemente impredecible -una caminata
aleatoria-o En part 'ular, e! hecho de que la gente haya obtenido gran-
des ganancias del :pital en e! pasado no da absolutamente ninguna
razón para pensar 'e en el futuro también las obtendrá. Los inversio-
nistas racionales. a':acuerdo con la teoría, deben tratar el pasado como
pasado: si e! año 1 .. sado su vecino hizo mucho dinero con acciones
mientras, desafort ~ adamente, usted mantuvo su dinero en efectivo,
esa no es una razó) :para comprar acciones ahora. Pero suponga que.
por cualquier razó ',: el mercado sube mes tras mes; su agudo intelec-
to de administrado ;'de empresas puede decir" Caramba, esos precios
parecen bastante a .. urdos"; mientras tanto, su programación prehiS-
tórica está gritand !"¡mí querer carne de mamut!" -yesos instintos
son difíciles de ign 'ar-.
Además, esos i 'stintos pueden autorreforzarse, por lo menos por
un tiempo. Despll ' de todo, mientras un aumento en e! número de
gente que actúa co '0 , la tribu de la Cueva del Toro tiende a represen-
tar menos mamuts 'orcazador, el aumento en el número de toros mo-
dernos tiende a pJ't . ucir incluso mayores ganancias de capital ~n la
"

62
la burbuja problema

medida en que dure la carrera-o Cualquier corredor de bolsa puede de-


cirle que en los últimos meses el mercado ha estado subiendo. a pesar
de las noticias sobre las ganancias mediocres de las empresas. por las
recientes compras de más y más gente que se siente frustrada por ha-
berse perdido las ganancias previas e intenta desesperadamente en-
trar en acción. Tarde o temprano la oferta de esta gente se acabará y
entonces ¿qué pasará?
Bueno. bueno. yo sé que se supone que esto no va a pasar. Se su-
pone que los inversionistas sofisticados tiene~ una visión de largo pla-
zo y se cubren en contra de los ciclos de auge y crisis. Y de pronto. sólo
de pronto. el mercado está en ese punto. porque gente sabia y con vi-
sión entendió que la Nueva Economía puede producir ganancias cre-
cientes indefinidamente. y que el aumento en los fondos de inversión
ha eliminado la necesidad de la anticuada prima por el riesgo. Pero mi
sensación es que la gente que trata de tener una visión de largo plazo
ha quedado en riesgo de extinción por las inmensas ganancias recien-
tes. y que las supuestas explicaciones que se escuchan ahora sobre por
qué Jos precios actuales si tienen sentido son racionalizaciones más que
teorías serias.
Toda la situación me da escalofrío. Puede ser que yo no entienda
lo que está pasando. que sea una hombre de Neandertal, con cráneo
demasiado grueso para entender la nueva era. Pero si usted me pre-
gunta, le diría que veo una Era de Hielo en el horizonte.

63
El paradigma de Ponzi
Marzo 12 de 2000

Charles Ponzi n 'fue el primero, pero se ha unido al doctor Bowdler


y al capitán Boycot ' ntre aquellos cuyos nombres serán por siempre
sinónimos de abus ,Y el clásico fraude que lleva su nombre por usar
dinero de los nuevo, ~nversionistas para pagarle a los antiguos, crean-
do la ilusión de ten: un negocio exitoso, no muestra signos de estar
perdiendo su efecti dad,
El magnífico nu ~o libro de Robert Shiller, Exhuberancia irracio-
nal, contiene un cor resumen de cómo fabricar un esquema de PonzL
El primer paso es p ,sentar una oportunidad de ganancias plausible
y atractiva pero COI ¡plicada, una oportunidad que sea difícil de eva-
luar. Los negocios ilpuestos por Ponzi estaban relacionados con es-
tampillas para cup : es de respuestas de correos internacionales, En
un ejemplo más red" te, los estaf'1dores de Albania convencieron a los
inversionistas de ql ~ tenían un rentable negocio de lavado de dinero,
A partir de ese p 'oto, todo es cuestión de escoger el momento opor-
tuno y de hacer pub :cidad, Debe atraerse un grupo inicial de inversio-
nistas, lo suficiente, ente grande como para llamar la atención, pero
no demasiado gran ,~: después debe involucrarse un segundo grupo
más grande, cuyas 'versiones se pueden usar para pagarle al primer
grupo, y un tercer R 'po aún más grande, y así sucesivamente, Si todo
marcha bien, las his rias sobre lo mucho que han ganado los primeros
inversionistas com 'zarán a darse a conocer, atrayendo más y más
gente, y el éxito COI ,'inuado de la empresa silenciará o convencerá a
los escépticos, i
En los Estados 'nidos las autoridades de regulación, que saben
muy bien lo efecthi que son dichos fraudes, hacen lo más que pue-
den para pararlos a 'es de que hayan empezado, De forma que usted
puede pensar que I :, esquemas de Ponzi son principalmente una cu,
riosidad histórica, 'ro el señor Shiller no está interesado en la histo-
ria por sí misma: él sa los esquemas de Ponzi como un modelo para
algo mucho más im 'ortante,
- f,

64
la burbuja problema

Imagínense. sólo de manera hipotética. que un nuevo conjunto de


tecnologías -tecnologías que son real. verdadera. profundamente fa-
bulosas- acaba de aparecer. Y supongan también que se crean unas
cuantas compañías para explotar estas tecnologías. con la creencia
honesta -pero muy difícil de evaluar- de que eventualmente podrán
tener ganancias inmensas. Por el momento ellas ganan muy poco o
nada; incluso si tienen una ganancia contable, tienen que conseguir
más dinero para pagar los equipos. las compras y todo lo que se pre-
sente. Aún así, como la evidencia de una verdadera revolución tecno-
lógica se sigue consolidando, los precios de las acciones de estas
compañías siguen aumentando. produciendo inmensas ganancias de
capItal para los primeros inversionistas, lo cual atrae más y más in-
versionistas, presionando los precios aún más arriba.
Si este proceso perdura lo suficiente -y no hay una razón para que
no pueda durar años-las personas que han dudado del negocIO co-
menzarán a parecer tontas. y los osos se irán a hibernar. Todo aquel
(bueno, casi todo aquel) que participa en este juego puede ser totalmen-
te sincero; sin embargo. en efecto, se tiene un esquema de Ponzi sin
Ponzi, una estafa sin estafador.
Dado el título del libro del señor Shiller. usted puede adivinar cuál
será el punto culminante. En su libro él defiende poderosamente la te-
sis según la cual la reciente alza en el mercado de valores es un inmen-
so y accidental esquema de Ponzi en progreso. un caso que tendrá un
muy mal final. El libro, en realidad. se centra en el mercado amplia-
mente definido (la mayoría de las cifras son para el s.& P. 500), pero
funciona aún mejor como un relato de lo que ha pasado con las acciones
de compañías de tecnología. Es un libro que espero que mucha gente
lea, aunque dudo que muchas personas vayan a ser persuadidas
Verán. ahora los osos tienen un problema adicional de credibilidad.
No hace mucho tiempo muchas personas eran escépticas no sólo so-
bre los pronósticos de las compañías de tecnología sino sobre la im-
portancia de la tecnología en sí misma (yo me declaro culpable). Pero
todas las estadísticas recientes que constatan el gran crecimiento de
la productividad y de las ganancias indican lo equivocados que esta-
ban. Uno puede aceptar la realidad de la revolución tecnológica como

65
PAUL KRUGMAN

algo lógico, y afir 'ar al mismo tiempo que las valoraciones de muchas
compañías de te~ ología son locas, pero ¿quién va a escucharlo?
También es e no que muchos inversionistas astutos (o al menos
que parecen ast ,s) están siguiendo la estrategia de Levi-Strauss:
dejemos que otro queden atrapados en la fiebre del oro, nosotros les
venderemos los i :umos. Es muy posible que las valoraciones de las
compañías que nden infraestructura de internet tengan sentido,
aunque las de la~ ompañías "punto-com" no lo tengan.
De todas mar ras, cuando uno observa a aquellos que se perdie-
ron del primer au ento de unos cuantos miles de puntos del Nasdaq,
tratando fervient • ente de recuperar el tiempo perdido, hay motivos
para pensar. De .o de 80 años, ¿hablará la gente, sin siquiera saber
el origen del tér· o, sobre estár "bezosificado" o "qualcomizado"?

66
¿Dinero fácil?
Mayo 28 de 2000

Los economistas norm,lImente no son buenos especuladores, por-


que piensan mucho. Como el famoso profesor apócrifo que se rehusó
a recoger un billete de cien dólares, tienden a asumir que si hubiera
dinero para recoger. alguien ya lo habría recogido.
Sin embargo, la prudencia, que puede ser un pasivo en el piso co-
mercial. es un activo fuera de este. A veces una persona observadora
detecta la oportunidad de hacer grandes ganancias libres de riesgo-
billetes de cien dólares tirados en la calle- que otros, de alguna mane-
ra, no ven. Pero un hombre sabio no asume que esas oportunidades se
le presentarán de una manera regular y, ciertamente, no usa ese su-
puesto como base para su presupuesto familiar o para garantizar su
seguridad social.
Es un hecho que las acciones han sido históricamente una muy
buena inversión. La mejor demostración conocida de ese hecho provie-
ne de Jeremy Siegel. de la Universidad de Pennsylvania, quien ha se-
ñalado -en su libro Acciones para el largo plazo- que durante el siglo
xx a cualquier persona dispuesta a comprar y mantener por un pe-
ríodo largo la inversión le habría ido mejor con acciones que con bo-
nos. Por lo tanto. no había que escoger entre riesgo y rendimiento:
sencillamente las acciones eran una mejor inversión y punto. Resulta
que había un billete de cien dólares tirado en el andén (en realidad unos
cuantos billones de billetes) que por alguna razón nadie recogió.
Pero mucha gente ha malentendido lo que significa esa observa-
ción. No significa que exista una ley natural que garantice que las
acciones siempre serán una gran inversión; lo que significa es que his-
tóricamente las acciones han estado subvaluadas. Los inversionistas
no estaban dispuestos a pagar por derechos sobre los ingresos corpo-
rativos como sí lo hubieran estado si hubieran entendido de manera
apropiada el bajo riesgo que involucraban.
Yuna cosa graciosa pasó en el camino al siglo XXI; la relación pre-
cio/ingresos -el precio de un dólar de ingresos corporativos- se dis-
paró. En el período estudiado por el profesor Siegellos precios de las

67
PAUL KRUGMAN

acciones fueron en romedio menos de 15 veces los ingresos, y los in-


versionistas en acci( :, es recibieron en promedio un retorno real del 7% .
En la actualidad, la ~lación precio/ingresos está en promedio cerca de
}O, ,Es esto una ex 'uberancia irracional o es que los inversionistas
finalmente absorbi : on la lección del profesor Siegel' De cualquier
forma, ese billete eh ¡ ien dólares ya fue recogido. Si los inversionistas
en acciones tienen, 'lOra que pagar el doble que antes por el derecho
sobre los IIlgresos. ,si las ganancias aumentan en el futuro como lo
han hecho en el po : do. esos inversionistas deberían esperar ahora
ganar sólo la mItad' e la tasa de retorno histórica.
Y. sin embargo, , uchos de aquellos que andan ofreciendo planes
para reformar la se ' ridad social-entre ellos, por supuesto, los ase-
sores de George W. 'ush- insisten en que las acciones son la respues-
ta. y que es ,eguro 'sumir que las acciones se mantendrán rentando
iYo para sIempre.' ~í. si usted trata de señalar que comprar una pe-
dazo de una corpor ~ción norteamericana es mucho más costoso aho-
ra de lo que solía se ':ellos sólo repetirán el mantra de que las acciones
históricamente han :ido una gran inversión. En otras palabras, ese bi-
llete de cien dólares :'staba ahí ayer y, por lo tanto, debe seguir estan-
do ahí. ¿correcto'
¿Es la rara suse ' tibilidad de los economistas de primera línea a
tan ingenua falacia, ;n triunfo de la ilusión sobre el análisis o una falsa
venia a una oportu 'dad política? Algunos comentarios recientes del
señor Bush ofreceu :~idencia de que lo que está operando es una anti-
gua falsedad non", :\ericana.
En un dISCurso . 15 de mayo, el serlor Bush le pidió a la audiencia
"considerar este JI( ~ho simple: inclusive si un trabajador escoge la
inversión más segu ~ del mundo, un bono indexado del gobierno de
los Estados Unidos ¡él;
o ella recibirá el doble de la tasa de retorno de
la seguridad SOCial' 'Ese es un hecho asombroso: y es aún más asom-
broso cuando ustec '. apta que el sistema de seguridad social invierte
todo su dinero en, ( :mo usted lo imaginará, bonos del gobierno nor-
teamericano. PeJO 1 '.explicación -que es muy bien entendida por los
asesores del señor I ~sh aunque el gobernador no la entienda- es que
los trabajadores de e y no están pagando únicamente sus propias pen-
siones sino tamblér 'stán financiando las de quienes están pensiona-

68
la burbuja problema

dos actualmente. y si usted piensa que ese es un detalle menor -que


la pregunta de cómo cumplir con las obligaciones actuales cuando los
trabajadores están autorizados a invertir sus contribuciones en otra
parte es un tema diferente- déjeme asegurarle que yo tampoco tendría
problema en inventarme un plan poco doloroso para salvar la seguri-
dad social. si me permite asumir que gran parte de las obligaciones
del sistema desaparecerían mágica mente.
O quizá "magia" no es del todo la palabra correcta ¿Qué tal
"vudú"?

69
~El daño causado por el Dow
Septiembre 2 de 2001

A finales de ) :99 -aproximadamente cuando George W. Bush


anunció por prim 'a vez su plan de recorte de impuestos- yo estaba
almorzando en Un :itio de cerveza y pizza. esa clase de lugar que tiene
una televisión ene a del bar. en la cual los patrones pueden ver ESPN.
Pero la televisión r : estaba puesta en ESPN --estaba mostrando CNBC-.
Pensé para mis a ',ntros, "Esto va a terminar mal". Y así fue.
Primero, el Oc pasó de 10 000 en 1999. Aunque a principios del
año 2000 el índice 'e localizó, por un período corto, por debajo de ese
hito, esa caída en •alidad no contó -fue un efecto perverso secunda-
rio de exhuberan "a irracional verdadera-, pues los inversionistas
abandonaron el al 'rrido y viejo Dow por el Nasdaq. La era de la bur-
buja del mercado ~, valores ha llegado verdaderamente a su fin. Pero
iqué lío ha dejado sa burbuja tras de sí!
Para este moo 'nto, el impacto económico directo de la burbuja es
una historia fami . r. Durante los años de auge de los precios de las
acciones_ los cual ' estaban muy ligados a la euforia sobre la Nueva
Economía, las eml ~esas invirtieron frenéticamente, dedicando grandes
sumas a la teenol "'a de información. Ahora, por supuesto, muchas de
esas empresas se . n dado cuenta de que invirtieron mucho más de la
cuenta. Y es prob' le que ese exceso de capacidad mantenga la inver-
sión de las empre "s deprimida por años.
Ese no es un p -samiento estimulante. Pero las consecuencias eco-
nómicas directas, e la burbuja son sólo la mitad de la historia. La
burbuja tambiént ,o un efecto funesto sobre nuestra política nacional.
Después de to p. no fue un accidente que el plan tributario de Bush
fuera propuesto JI 'to antes de que estallara la burbuja. Hubo una ín-
tima relación enl ~la manía del mercado de valores y la manía de re-
cortar impuestos, "na relación que se dio en ambas direcciones.
Por una parte finales de la década de los noventa los medios de
comunicación de -recha impulsaban de manera entusiasta el auge de
las acciones. La p , ina editorial de The Wall Slreel Journa/, en parti-
cular, gustaba ex 'emadamente de teorías extrañas acerca de la valo-

70
La burbuja problema

ración de las acciones. siempre y cuando ellas apuntaran hacia arri-


ba. ¿Recuerdan cuando el Dow estaba en 36 ooo? Cualquiera que se-
ñalara que esas teorías se apoyaban en matemáticas borrosas y que
sugiriera que no se podía contar con que las acciones dieran altos re-
tornos eternamente. era claramente un izquierdista peligroso-después
de todo. el mercado de valores es la expresión pura del capitalismo. por
lo cual cualquiera que dude de ese mercado debe serun anticapitalista.
¿correcto?~.

Pero la causalidad más importante se daba en el otro sentido: la


burbuja del mercado accionario. con su perdón. creaba un ambiente
en el cual propuestas políticas muy irresponsables parecían temporal-
mente plausibles.
Es importante caer en cuenta cuánto del lamentado superávit fis-
cal fue el resultado del alza del mercado. Las tasas de impuestos no
aumentaron entre 1994 y 2000. pero los recaudos de impuestos como
porcentaje del PIB sí lo hicieron. en buena parte por los impuestos adi-
cionales pagados sobre todas esas ganancias de capital. El resultado
fue una falsa sensación de tener las manos llenas de dinero. de modo
que recortes de impuestos podrían manejarse cómodamente en el pre-
supuesto. Y el plan tributario de Bush fue formulado cuando este en-
gaño estaba en su mayor nivel.
Ahora la realidad ha comenzado a salir a flote. Desafortunadamen-
te. aunque el nuevo realismo puede haber llegado lo suficientemente
pronto como para evitar un desastre en la seguridad social-pues la
otra propuesta política del señor Bush también estaba basada en la
engañosa burbuja económica-o ha llegado muy tarde para evitar el
desastroso recorte u·ibutario.
Claro está. usted debe preguntarse por qué el señor Bush no tuvo
segundos pensamientos -por qué pensó que exactamente el mismo
plan tributario que propuso para el ferviente mercado alcista de finales
de 1999 era aún apropiado en la economía postburbuja del año 2001-.
ya que sus funcionarios seguramente sabían que los recaudos tribu-
tarías estaban cayendo como una piedra. incluso mientras estaban afir-
mándole a un Congreso dócil que todo estaba bien.
Pero una cosa que hemos aprendido sobre esta administración es
que nunca responde a cambios en las circunstancias con cambios en

71
PAUL KRUGMA

sus planes; todO, que hace es cambiar el color de la pintura del mos-
trador. Así. el re : rte de impuestos fue rebautizado como una medida
de lucha contra : recesión. una tarea para la cual es particularmente
desacertado. Ca tese propósito, la administración tampoco se ha dado
por vencida en CI pnto a la privatización de la seguridad social. Ahora
que ya no puede 'entar a la gente con imágenes endulzadas del mer-
cado de valores, 'a decidido. en cambio, asustarla con crisis imagina-
rias.
En cualquier aso. ya se ha hecho un daño inmenso. La burbuja del
mercado de valOJ 's llevó a tomar malas decisiones políticas y también
malas decisione, ' e negocios, y estaremos pagando el precio de estas
malas decisione. ~urante muchos años.

72
Capítulo 2

Portentos
extranjeros
Asia: ¿qué salió mal?
Fortune, marzo 2 de 1998

Hay una parte de mí que está excitada, e incluso feliz, por la crisis
financiera asiática. Verán. los desastres financieros son una de mis es-
pecialidades. El primer artículo económico serio que escribí. hace más
de 20 años. se tituló "Un modelo de crisis de balanza de pagos". Y. por
lo tanto. soy Un poco como un cazador de tornados que acaba de
toparse con un torbellino monstruoso. A mí me duele. como a todo el
mundo. esa pobre gente que vive en los parques. pero también estoy
bastante emocionado por tener la oportunidad de ver este increíble es-
pectáculo al descubierto. Incluso puedo ofrecer una excusa para esta
mezcla de sentimientos: uno aprende mucho más sobre cómo funcio-
na la economía global cuando algo marcha mal que cuando todo rue-
da suavemente. Y es posible que la lección que aprendamos de esta
crisis nos ayude a evitar. o por lo menos a manejar mejor. la siguiente.
Entonces ¿qué hemos aprendido del desbarajuste asiático? Los ata-
ques especulativos en contra de las monedas no son nada nuevo, e in-
cluso hace un par de años algunos de nosotros advertimos que los
países del sudeste asiático podían estar en riesgo. Pero el tamaño y la
profundidad de esta crisis nos ha sorprendido a todos; este desastre
ha demostrado que existen peligros financieros que no nos hubiéra-
mos soñado en nuestra filosofía anterior.
Para este momento tenemos bastante claro qué pasó en Asia. Ana-
licemos lo que ha sucedido hasta el momento como una obra de teatro
que consta de dos actos. siendo el primero un comportamiento impru-
dente y el segundo sus consecuencias. Lo que nadie sabe aún es qué
tan cerca estamos dellinal. ¿Está por acabarse esta obra de teatro. o
hay un linal trágico por delante?
El primer acto es la historia de la burbuja. Esta comenzó. nos da-
mos cuenta ahora. con errores por parte de la banca. En todos los paí-
ses que están ahora en crisis existía una línea borrosa entre lo público
y lo privado; e! sobrino del ministro o e! hijo de! presidente podía abrir
un banco y ganar dinero procedente del populacho o de prestamistas
extranjeros. y todo el mundo creía que su dinero estaba seguro porque

75
PAUL KRUGMA

había conexione toficiales detrás de las instituciones. Las garantías


gubernamental. :. sobre los depósitos bancarios son una práctica
estándar a lo lar, ' del mundo, pero normalmente estas garantías es-
tán asociadas a Iras regulaciones. Los dueños de los bancos tienen
que cumplir con 'equerimientos de capital (esto es, poner en riesgo
bastante de su p : pio dinero), restringirse a inversiones prudentes, y
así sucesivamelU :. En los países asiáticos, sin embargo, a demasiada
gente se le conce ¡eron los privilegios sin exigirle las responsabilida-
des, permitiénd,,_ "les jugar a "cara, yo gano: cruz, alguien más pierde".
y los préstamos :nanciaron negocios de finca raíz altamente especu-
lativos y expans :nes corporativas exageradamente ambiciosas.
La burbuja s 'nfló aún más con los crédulos inversionistas extran-
jeros, que estab ' ansIOsos por colocar su dinero en países lejanos
sobre los cuales :0 sabían nada (excepto que estaban prosperando).
La burbuja tamb,'· fue autosostenible por un tiempo: todos esos prés-
tamos ¡rresponsé )es crearon un auge en la finca raíz y en los merca-
dos de valores, q e hicieron que los balances de los bancos y de sus
clientes se viera Ínucho más saludables de lo que realmente eran.
Pero pronto I ia estaba preparada para el segundo acto, la explo-
sión de la burblV_ :La explosión tenía que sucedertarde o temprano. En
algún momento I 'ía que quedar claro que los valores panglosianos' que
los mercados asiá cos le habían dado a los activos, no eran realistas en
este mundo imp ''fecto, y que los conglomerados asiáticos no son
mejores que sus { ;ntrapartes occidentales a la hora de tratar de estar
en todos los neg ,ios y en todos los países. El colapso vino más tem-
prano que tarde rque las burbujas especulativas son vulnerables al
pesimismoauto-i 'fligido: tan pronto como un número significativo de
inversionistas COI .ienza a preguntarse si la burbuja va a explotar, ex-
plota. ~
Entonces Asi; ,.tcayó en una espiral descendente. En la medida en
que los inversion .tas nerviosos comenzaron a sacar su dinero de los
bancos, los predI ~ de los activos se desplomaron. Con la baja en los

* De Pangloss, ' ersonaje del Cándido de Voltaire que representaba las po-
siciones filosóficas f Lelblllz, en especial aquella según la cual estamos en el
mejor de los mundo. :posibles (N. del E.)

76
La burbuja problema

precios de los activos. creció la duda sobre si los gobiernos en realidad


garantizarían los depósitos y los préstamos que permanecían en los
bancos. y los inversionistas se espantaron inmediatamente. Los inver-
sionistas extranjeros salieron en estampida forzando devaluaciones de
la moneda. las cuales empeoraron aún más la crisis porque los bancos
y las compañías se encontraron en posesión de activos denominados
en devaluados bahts o rupias. pero con obligaciones en dolorosamente
sólidos dólares.
En realidad ¿qué inició este espiral descendente? iAquién le impor-
ta! Cualquier cosa insignificante puede desencadenar una avalancha
una vez que las condiciones para ella están dadas. Probablemente las
causas próximas fueron el desplome del mercado de semiconductores
y el aumento en la tasa de cambio del dólar al yen. pero si estas no hu-
bieran detonado la criSIS. algo más lo hubiera hecho.
Naturalmente. la implosión financiera en Asia está arrastrando
consigo las economías reales. En parte esto es consecuencia de que el
colapso en los valores de los activos está haciendo que la gente se sienta
más pobre. deprimiendo la demanda de los consumidores. y en parte
porque los bajos precios de las acciones y las altas tasas de interés
están deprimiendo la inversión. Pero también hay un efecto del lado
de la oferta. Aunque la corrida bancaria fue la fuente original del caos.
un sistema bancario que funcione es un lubricante crucial para el motor
económico. Como en algunos países asiáticos los bancos efectivamente
se paralizaron. ese motor está dando signos de estar atorado: incluso
compañías que deberían ser rentables -<:omo las exportadoras- se
están encontrando paralizadas por falta de crédito. En resumen. este
es un espectáculo terrible pero también fascinante
¿Podría empeorar? Si hay un tercer acto. este incluirá la interacción
de los economistas y de los políticos: la crisis económica llevará a la
inestabilidad política. la cual llevará a una fuga de capitales que re-
forzará la crisis económica. desatándose una situación infernal. Pero
por el momento sólo Indonesia muestra tenues signos de este nuevo
círculo vicioso. e incluso allá los observadores más sensatos piensan
que el riesgo de disturbios realmente serios ha sido exagerado.
Espero que tales observadores tengan la razón. Para los cazadores
de tornados econónllcos. los desastres asiáticos pueden haber sido una

77
PAUL KRUGMAN

tormenta perfecta , ero a cualquiera a quien le importe seriamente que


los medios de sul '~istencia de la gente real-yen algunos casos sus
vidas- estén en ri ,:sgo, lo único que puede desear es que la tormenta
pronto termine.

78
Por qué Alemania no puede kantpetir'
Fortune, julio 19 de 1999

Hace un tiempo comenzaron a circular vía correo electrónico va-


rias versiones de un documento falso de la Comisión Europea. El
memorando argumentaba que, una vez establecida la moneda común
europea, el siguiente paso obvio sería la adopción de un lenguaje co-
mún. Las consideraciones prácticas dictaban que ese idioma fuera el
inglés, con unas pocas mejorías. Por lo tanto, el memorando sugería
que la superflua "e" dura fuera reemplazada por la "k". eliminando
una fuente de konflikto: y que para konfusiones evitar. escritores los
verbos al final de las frases poner deberían. Para el final del
memorando el inglés había sido transformado en alemán.
Lo gracioso era, por supuesto, la suposición de que la nueva Euro-
pa sería dominada por Alemania. Alemania no solamente es la nación
más populosa de la Unión Europea, sino la que tradicionalmente ha
tenido la economía más fuerte. De hecho, desde principios de los años
ochenta Alemania ha ejercido efectivamente una hegemonía moneta-
ria sobre sus vecinos: el trabajo de los bancos centrales de Holanda,
Bélgica, e inclusive de Francia era simplemente seguir los pasos del
Bundesbank. Pero, de alguna manera, cuando nosotros no estábamos
viendo, Alemania dejó de ser la casa fuerte de Europa y se convirtió
en su mayor fuente de debilidad.
¿Cuándo se convirtió Alemania en el enfermo económico de Euro-
pa' Para cualquiera que sea lo suficientemente mayor como para re-
cordar las décadas de los cincuenta y de los sesenta. el sólo adjetivo
"alemán" estaba seguido por las palabras "milagro económico". in-
cluso hasta finales de la década de los noventa el desempeño alemán
era aún bastante bueno para los estándares internacionales. Pero úl-
timamente casi todas las noticias sobre Alemania han sido malas.
Algunos le atribuyen los problemas a las decisiones equivocadas
del gobierno acrual de Gerhard Schróder. que ha erosionado la confian-
za de los empresarios con su regreso ocasional a la retórica socialista

* El título original en inglés es "Why Germany Kant Komplete" (N. del T).

79
PAUL KRUGMAN

tradicional. Pero el e cimiento económico alemán estaba debilitándose


incluso antes de qu ~Schr6der fuera elegido: todo lo que él ha hecho
es empeorar un poq )to las cosas.
Otros creen que problema se originó por la reunificación de Ale~
mania después de \¡ ccaída del Muro de Berlín. Ciertamente el efecto
no buscado de la rel ificación fue convertir a Alemania en una Italia
pero sin la do/ce vil ,Así como Italia está dividida en una zona norte
próspera y producti yen una atrasada zona sur, Alemania está ahora
dividida en una zon: . ccidental productiva y una zona oriental depenc
diente: y en los dos sos la ayuda otorgada a la región atrasada pre c
siona no sólo al pre upuesto sino a toda la sociedad. creando en los
receptores una espe "e de cultura de la dependencia.
Otros piensan q e el problema data de más atrás. Hace ya veinte
años que el econon ',sta alemán Herbert Giersch acuñó el término
"euroesclerosis" pa! ~: describir cómo la sobrerregulación y un sistema
de bienestar estatal :emasiado generoso menoscaban la eficiencia y
la creación de emp o: y Giersch estaba pensando en Alemania en
particular. .
Pero esto parec onvertir el contraste entre Alemania y las vigo c
rosas economías an oparlantes en un simple problema de izquierda c
derecha: mercado Iil e versus una fuerte mano del gobierno. Y aunque
sí hay algo de esto, ( .alquiera que haya gastado tiempo hablando con
economistas y fune narios alemanes sabe que en muchos sentidos
ellos son más conse~ "adores -esto es, más reacios a gobiernos activis c
tas- que los americ . os. Puede q(¡e ellos no crean en la conveniencia
de dejar que las tíe as abran hasta la hora que los dueños quieran,
pero sí creen en la ¡ ,'portancia de una moneda y unos presupuestos
sanos, detestan la i a de que el gobierno deba bajar las tasas de inte c
rés y les horroriza d aluar la moneda para combatir el desempleo.
Pues bien. aquí tá mi teoría: la división real entre las economías
actualmente exitos : como la de los Estados Unidos, y las que están
en problemas, com, ,ia alemana, no es política sino filosófica: no es
Carlos Marx verSl ~ Adam Smith: es el imperativo categórico de
Immanuel Kant ver "s el pragmatismo de William James. Lo que los
alemanes reahnente uieren es un conjunto claro de principios: reglas
que especifique la n¡ raleza de la verdad, las bases de la moral. cuán-
:
80
La burbuja problema

do estarán abiertos los almacenes y cuánto vale un marco alemán. En


contraste, los norteamericanos son descuidados filosófica y personal-
mente: están de acuerdo con lo que más o menos parezca funcionar. Si
la gente quiere ir de compras a las 11 de la noche, está bien; si e! dólar
unas veces vale 80 yenes y otras 150, eso también está bien.
Ahora, el estilo americano no siempre funciona mejor. Incluso hoy
en día, Detroit no puede o no hará autos lujosos según los estándares
alemanes y Amtrak no puede ofrecer o no ofrecerá los estándares de
cumplimiento que los alemanes dan por sentados. Los americanos si-
guen siendo bastante malos para las exportaciones; la sobresaliente
calidad de algunos productos alemanes y la virtuosa ingeniería ale-
mana, han permitido que el país siga siendo un poderoso exportador
a pesar de tener los mayores costos laborales de! mundo. Y Alemania
hizo un mejor trabajo que nosotros para resistir las presiones inflacio-
narias de los años setenta y ochenta.
Pero e! mundo ha cambiado de una manera que parece favorecer
la flexibilidad sobre la disciplina. Con la tecnología y los mercados en
cambio continuo, no todo lo que vale la pena hacer, vale la pena ha-
cerlo bien; en un ambiente en que la deflación es una mayor amenaza
que la inflación, la obsesión con una moneda sana puede ser una rece-
ta para una recesión permanente.
y entonces Alemania está en problemas-y con ella todo e! proyecto
de una Europa más unificada-o Porque se supone que Alemania es el
motor económico de la nueva Europa; si. por el contrario, se convierte
en una carga, es posible que todo e! tren corra en la dirección equivo-
cada, ¿o no?

81
No somos Japón
Diciembre 27 de 2000

Cuando Lucy ~ dice a Charlie Brown que esta vez ella sí lo va a


dejar patear el ba .n de fútbol americano. usted sabe qué va a pasar.
Cuando Wile E. yote insiste ~n que esta vez sí va a agarrar al Co-
rrecaminos. ust~ : abe qué va a pasar. Y cuando los funcionarios ja-
poneses le dicen 'ue esta vez su nación sí está en la senda de una
recuperación au! ostenible ...
Un nuevo p¡¡ •do de indicadores confirma que. casi seguramen-
te.la economía SI . a estancado de nuevo. La confianza de los empre-
sarios se ha estar ado. el gasto de los consumidores está cayendo. el
desempleo creciol o y la deflación acelerándose. Yel índice Nikk~i de
acciones. que es! .0 por encima de 20 000 a principios de este año. está
ahora fluctuando lrededor de 14 000.
Para Japón e a misma vieja historia. Pero con la economía de los
Estados Unidos ~ avesando su más duro camino en muchos anos. con
analistas en páni y políticos con intereses personales declarando que
el cielo se está c~ ndo. quizás .vale la pena explicar por qué nuestra
historia sigue sie no muy diferente.
Verá usted. la gla general---de la cual Japón es la gran excepción-
es que las recesi es no son un problema serio para las economías
grandes y mode as. No es que las fuerzas que causan la recesión
hayan sido abolic s -aunque toda expansión prolongada trae procla-
maciones tontas . bre el fin de los ciclos económicos-o Más bien. el
punto es que las. dencias recesivas usualmente pueden ser efectiva-
mente tratadas e una medicina barata y que no necesita prescrip-
ción: baje las tas de interés un par de puntos porcentuales. provea
abundante liqui: y llámeme en la mañana.
O. de maner ás precisa.llámeme en seis meses -o hasta en un
añD-. La experie .ia sugiere que la Reserva Federal casi siempre pue-
de persuadir a 1 consumidores y a los empresarios a gastar más
mediante un ree te en las tasas de interés. pero existe un rezago en-
tre el recorte en:l . tasa y el incremento en el gasto. Y esa es la razón

82
La burbuja problema

por la cual aún somos vulnerables a las recesiones: de vez en cuando


la Reserva Federal se queda por debajo de la curva. fallando en reco-
nocer que la economía se está debilitando hasta que es muy tarde para
prevenir una caída. Eso fue lo que pasó en 1990 y lo mismo puede es-
tar sucediendo ahora.
La Reserva Federal puede y casi con seguridad logrará reversar esa
trepada de las tasas de interés lo suficientemente pronto. pero los efec-
tos favorables de ese recorte en las tasas sobre el gasto se tomarán un
tiempo en materializarse. Entre tanto. la economía marchará a un paso
más lento y podría encogerse por un par trimestres. situación que co-
rresponde a la definición técnica de recesión. Pero debería ser sólo un
estancamiento temporal. lo cual nos remite a las diferencias entre no-
sotros y Japón.
En Japón el cielo realmente se está cayendo. Porque la tasa de in-
terÉs ya está muy cerca de cero (no está en cero por la decisión tonta
del Banco de Japón de aumentar las tasas en agosto pasado ... pero no
me hagan comenzar). la desaceleración es un signo de que las políti-
cas económicas básicas del país no están funcionando. y que se ha
esperado demasiado para hacer algo radical. En contraste. nuestras
desaceleraciones son sólo una de esas cosas que suceden de vez en
cuando: ellas no son síntomas de una falla fundamental en nuestra
política económica y no es necesario hacer nada distinto a recortar las
tasas de interés.
y entonces ¿de qué deberíamos estar asustados? El escenario de
pesadilla. que no puede ser totalmente descartado. es que nosotros
resultemos ser más parecidos a Japón de lo que pensábamos -que
acabamos de atravesar por nuestra propia versión de la vergonzosa
"economía burbuja" y que estamos a punto de darnos cuenta de que
esta vez el recorte de las tasas de interés no funcionará-o Pero en este
punto. ese escenario no es muy plausible.
Lo que me preocupa no es la recesión que podemos o no estar a
punto de vivir: es la manera en que es probable que nuestros políticos
reaccionen ante la desaceleración de la economía. ¿Irán a usar una
enfermedad suave y fácil de tratar como excusa para embutir por la
garganta de la nación el uso de costosos y peligrosos remedios de cu-

83
PAUL KRUGMAN

.
,,
randeros? Por sup esto. estoy hablando de recortes de impuestos que
no van a curar la d aceleración de corto plazo. y que socavarán nues-
tra salud fiscal de . rgo plazo.
No tenemos q\ temerle a una recesión; si ella llega. es algo que la
Reserva Federal ' ede curar fácilmente. A lo que le tenemos que te-
mer es al miedo el . í mismo: el pronóstico de que la amenaza de una
recesión nos hará ntrar en pánico llevándonos a hacer cosas de las
cuales nos arrepel _iremos por muchos años.

84
Capítulo 3

Greenspanomía
No le pregunten a Alan
Agosto 6 de 2000

En e! escenario, e! canto y la danza salieron perfectos. Sin embar-


go, fuera de las tablas, el principal asesor económico de George W,
Bush echó a perder su parlamento. El miércoles, The Financial Times
publicó una entrevista con Lawrence Lindsey en la cual el antiguo fun-
cionario de la Reserva Federal hizo un amplio relato de su relación con
Alan Greenspan y dio a entender que este apoyaba e! plan económico
del señor Bush. Al día siguiente, el señor Lindsey estaba desmintien-
do furiosamente estas declaraciones, aceptando que de hecho él nun-
ca discutió el plan con el gerente de la Reserva Federal y opinando,
además, que "no le corresponde al gerente Greenspan apoyar uno u
otro plan tributario, o apoyar un candidato u otro".
Presumiblemente, el señor Lindsey -<juizás un poco alarmado por
los analistas de! Goldman Sachs y por las declaraciones de otras per-
sonas que habían advertido que el plan de recorte de impuestos pro-
puesto por el señor Bush aumentaría las tasas de interés- sólo estaba
siendo descuidado, Uno espera que a partir de ahora e! equipo repu-
blicano defienda sus planes con base en sus méritos -empezando, en
el caso de la seguridad social. por explicar en qué consiste realmente
el plan- en vez de tratar de asegurar que todo está bien porque el tío
Alan lo aprueba. Pero, aparte de la metida de pata de! señor Lindsey,
hay más en esta historia, Si me lo preguntan, yo digo que en estos días
estamos escuchando demasiado sobre las opiniones del señor
Greenspan,
Después de todo, Greenspan está en una posición que tiene que ser
asumida con gran discreción, porque tiene un grado de autonomía que
es peculiar en un Estado democrático. Ni e! Congreso ni el presidente
pueden decirle al señor Greenspan lo que debe hacer: él es un poder
en sí mismo.
Existen buenas razones para ese estatus especial. La política mo-
netaria puede presentar peligrosas tentaciones para los políticos -por
ejemplo la de inflar la economía justo antes de elecciones-o Para pro-
tegerse de esas tentaciones, inclusive países en donde el banco central

87
PAUL KRUGMAN

solía estar al man p del Ministerio de Hacienda, como Gran Bretaña


y Japón, han esco do (después de haber aprendido costosas lecciones)
tener juntas de p \ica monetaria independientes.
y ningún ba 'o central ha justificado tan ampliamente su inde-
pendencia como Reserva Federa!. El señor Greenspan ha tenido
suerte en presidi a Reserva durante un período en el cual todo ha
estado marchancl< Ibien en la economía norteamericana, pero también
ha causado buena 'arte de esa suerte al dar rienda suelta al crecimiento
sin revivir la infl .ión, Y dos veces -en 1987 y 1998- calmó los mer-
cados en moment • en que desplomes financieros parecían inminen-
tes. No es sorpre1 :: ente que se acuda a sus opiniones sobre muchos
asuntos, f
Pero aquí está 1problema: si la Reserva Federal va a estar exenta
del control polític _orma!. ella debe ser en sí misma escrupulosamente
apolítica así sea s o por su propio bien, Cosas pasan: es muy seguro
apostarle a que Ul ,.'de estos días -de pronto bajo la dirección del se-
ñor Greenspan o su sucesor-la Reserva Federal va a cometer un
gran error, Si ella 'percibida como una institución que respeta estric-
tamente sus límit :, ese error será perdonado, Pero si el gerente de la
Reserva Federal h 'empezado a percibirse como otro actor político más
que está tratando .e influir en áreas que no tienen nada que ver con
sus competencias, a pregunta" ¿quién lo eligió a él?" va a ser dificil
de contestar.
Por eso, me sie to intranquilo cuando veo al señor Greenspan me-
tiéndose en temas ue parecen lejanos a las responsabilidades de su
cargo. Por ejempl ¿qué estaba haciendo cuando se declaró a favor de
relaciones comerci les normales con China? Estoy de acuerdo con él
en ese tema, pero I .política comercial está muy distante de la política
monetaria y él deb .a haberse mantenido al margen de esa discusión,
l
Incluso la resl , esta a la metida de pata del señor Lindsey fue
inapropiada. De a erdo con el vocero del señor Greenspan, "él pre-
fiere los superávit :Itos o crecientes", pero "si los superávit crecien-
tes no se pueden guir defendiendo, preferiría que esos recursos
fueran asignados recortes de impuestos antes que a iniciativas de
gasto", Me imagi que la primera parte está bien -dado que la polí-
tica monetaria y la olítica fiscal son interdependientes, es legítimo que

88
La burbuja problema

el gerente de la Reserva Federal recomiende austeridad fiscal-o Pero


las decisiones sobre si los superávit deben ser usados para financiar
recortes fiscales o para ofrecer beneficios -¿deberíamos eliminar los
impuestos estatales u ofrecerle a los ancianos cubrimiento en medici-
nas?- con seguridad son temas que debe decidir el electorado y no tec-
nócratas monetarios no electos.
Cuando el señor Greenspan se convierta en un ciudadano priva-
do. sus visiones sobre esos aspectos serán y deberán ser escuchadas.
Pero mientras sea el gerente de la Reserva Federal. tiene que ser cui-
dadoso: debe evitar cualquier señal de que está sobrepasando los lí-
mites de su posición.

89
y van once
Diciembre 14 de 2001

Vergonzoso per 'cierto: hace sólo un mes el Instituto James Baker


IIIpresentó a Alanreenspan como el ganador del Premio Enron. No
estoy sugiriendo q\ haya habido irregularidad alguna. Esta fue sólo
otra muestra de qu an profundamente estaba enredada la compañía
de energía quebra 'con la élite que está en el poder. y aún así el se-
ñor Greenspan se e 'cuentra también en el capítulo 11. Esto es. la Re-
Serva Federal ha b, ,ado los intereses once veces y los resultados aún
están por verse. ¿Q é está pasanQo?
Un respuesta e :que algo está funcionando mal con el "mecanis-
mo de transmisión' , onetaria.la locomotora que normalmente conec-
ta las acciones de I ;Reserva Federal con la economía reaL y una de
las personas que d, tapó los mecanismos de la Reserva Federal fue el
propio señor Gree pan,
El poder direcl e la Reserva Federal sobre la economía es en rea-
lidad más limitad 'e lo que se cree comúnmente, La gente dice con
frecuencia que la ,serva Federal controla las tasas de interés. pero
lo que en realidad 'ntrola es sólo una tasa de interés. la del mercado
de los fondos feder 'es de un día para otro (overnight), Yesta tasa de
interés tiene en sí r 'sma muy poca importancia económica,
Sin embargo. n 'malmente una disminución en la tasa de los fon-
dos federales !Jede lfunds raee) afecta indirectamente las variables
financieras que sí ~nen importancia; conduce a incrementos en los
precios de las acci es. a debilitar el dólar y -sobre todo- a menores
tasas de interés d :argo plazo. Los economistas del Galdman Sachs
han incorporado e as variables'en un "índice de condiciones finan-
cieras" que. mues n ellos. históricamente ha logrado predecir muy
bien el comporta .nto futuro de la economía.
Con base en la xperiencia pasada. uno hubiera esperado que los
dramáticos recort en la tasa de los fondos federales desde enero dis-
minuyeran el índic tle Goldman Sachs en cerca de cinco puntos -sufi-
ciente para praduc 'un colosal 2002-, De hecho. sin embargo. el índice

90
La burbuja problema

ha caído tan sólo cerca de medio punto, en buena parte porque las ta-
sas de interés de largo plazo no han caído en absoluto. En otras pala-
bras, la Reserva Federal no está" arreando las bestias ". ¿Por qué?
Parte de la explicación es un optimismo autodestructivo. Los co-
merciantes de bonos siguen creyendo, a pesar de una sólida evidencia
en contra, que el señor Greenspan es un mago -que pronto hará un
conjuro para crear otro auge dramático, y que después aumentará las
tasas de interés para enfriar una economía ardiente-. Irónicamente,
esta sola creencia ayuda a mantener altas las tasas de interés de largo
plazo, y por lo tanto asegura que tal auge no parezca inminente.
y después está el presupuesto federal. Hace tan sólo algunos me-
ses estábamos encantados con las proyecciones de inmensos superávit
federales. La administración Bush insistía en que había dinero suficien-
te como para hacer un gran recorte de impuestos. aumentar los gastos
y aún así pagar la deuda federal. Pero el martes, Paul O'Neil discre-
tamente le pidió al Congreso aumentar el tope de la deuda del gobierno
federal: algo que él mismo ya había dicho que no sería necesario hacer,
por temprano, antes del año 2008.
¿Ha tenido la repentina reaparición de déficit federales un impac-
to sobre las tasas de interés de largo plazo? Por supuesto que sÍ. Hace
sólo Unos meses todo el mundo esperaba que el gobierno federal pa-
gara sus deudas, reduciendo drásticamente su oferta de bonos: ahora
resulta que en realidad estará pidiendo plata prestada. Inevitablemen-
te, esto deprime los precios de los bonos, lo cual es lo mismo que aumen-
tar las tasas de interés de largo plazo. De tal forma que el rápido
deterioro de las tinanzas federales es parte del problema del señor
Greenspan (¿ha contrarrestado el impacto negativo que el recorte de
impuestos ha tenido sobre la economía, vía su efecto sobre las tasas
de interés, el efecto positivo sobre el consumo? Sí. con base en cualquier
cálculo razonable).
El señor Greenspan, entonces, encuentra que tiene mucha menos
capacidad para mover la economía de lo que todo el mundo espera. Y
es en parte su propia culpa. Después de todo, hizo mucho por cultivar
una mística que ahora resulta ser un impedimento. Y no olvidemos que
en enero pasado él intervino decisivamente a favor de los grandes re-

91
PAUl KRUGMAN

t
cortes de impuesto 1cuando le pidió con urgencia al Congreso impe-
dir lo que en ese m : ento veía como un gran riesgo: los superávit se-
rían muy grandes se pagaría la deuda federal demasiado rápido.
Ahora sería COI e eniente que el señor Greenspan dijera algo que
ayudara a amortig r la creencia autodestructiva en un revés econó-
mico repentino. Se¡ ¡, aún más conveniente que aceptara, aunque in-
directamente, que d un mal consejo al Congreso en enero pasado: eso
podría preparar el . reno para un eventual retorno a la responsabili-
dad fiscal. Pero el ente de la Reserva Federal. que estaba bastante
dispuesto a interve¡ r en la política fiscal cuando eso era benéfico para
la administración 'ush, se ha mantenido extrañamente silencioso
sobre la materia ah a que esos superávit proyectados resultaron ser
mala ciencia ficciór .
Tal vez el señor : reenspan, después de todo, se merecía ese pre-
mio Enron.

92
Rebaños en Wall Street
Abril 30 de 2002

El viernes. el Departamento de Comercio anunció que la economía


creció 5.8% en el primer trimestre de 2002. El Dow rápidamente cayó
por debajo de 10 000. dando lugar a la peor semana del mercado de
valores desde septiembre ll. Y las acciones cayeron de nuevo ayer.
¿Qué está pasando? Tal vez el mercado está nervioso por la filtra-
ción de rumores acerca de un ataque a Irak. sobre lo cual todo el mun-
do está de acuerdo en que es una cortina de humo. pero nadie está
seguro para qué. O tal vez deberíamos ignorar el Dow; un viejo adagio
dice que el mercado de valores ha predicho nueve de las cinco últimas
recesiones. Pero la verdad es que los números. cuando usted los mira
cuidadosamente. son en realidad bastante desalentadores. ¿Cómo
puede ser preocupante un crecimiento delS.8%? Ténganme paciencia
mientras respaso un ejemplo de los libros de texto. Esto no dolerá (mu-
cho).
Imagínense una compañía que produce artefactos mecánicos (las
compañías de estos ejemplos siempre producen artefactos mecánicos).
la cual normalmente vende cien al mes. La compañía trata de mante-
ner las ventas de un mes. cien artefactos mecánicos. en inventarios.
Pero por alguna razón las ventas caen a noventa por mes. Y la compa-
ñía se demora un mes en darse cuenta de qué ha pasado.
Al final de ese mes la compañía, habiendo producido cien artefactos
mecánicos pero vendido sólo noventa. se encuentra con un inventario
de 110, pero sólo quiere mantener noventa. Para eliminar rápidamen-
te el exceso de inventarios, podría disminuir la producción del siguiente
mes a 70 y después volver a aumentarla a 90. Pero. a menos que las
ventas aumenten de nuevo, ahí se termina. la producción nunca recu-
pera su nivel original.
Así como funciona la compañía de artefactos mecánicos. también
funciona la economía. Cuando la demanda cae. los inventarios aumen-
tan y la producción cae rápidamente en la medida en que las empre-
sas se deshacen del exceso de inventarios. Finalmente. cuando el
sobrante de inventarios es eliminado. hay un "rebote de inventarios ".

93
PAUL KRUGMAN

Pero el rebote no nc, ariamente presagia una verdadera recuperación:


para obtener eso, s . ecesita que las ventas a los compradores finales
aumenten,
y más de la mil d de ese 5,8% de crecimiento fue únicamente un
rebote de inventario Las ventas fina les, de hecho, sólo crecieron 2,6%,
cifra inferior a la del imestre pasado, Eincluso esa tasa de crecimiento
puede no ser soste le: la construcción de vivienda aumentó mucho,
en parte como cons encia de un clima inusualmente cálido, pero ya
hay signos de que e ' ercado de vivienda se está enfriando, Mientras
tanto, la inversión ( las empresas, abrumadas por el exceso de capa-
cidad y por las baj, utilidades, en realidad disminuyó, En resumen,
no hay nada en las fras que sugiera la inminencia de un gran auge.
Esto no debería orprendernos, pero en realidad lo hace, porque la
gran mayoría de an istas económicos se han convertido en porristas,
Como Alan Abelso .Io pone en Barrons: "donde estamos hoy [, .. ] no
es donde se supone ue deberíamos estar, de acuerdo con la sabiduría
recibida a principi< del año. Económicamente, la tormenta perfecta
iba a ser sucedida 1 r la recuperación perfecta ".
Nunca entendí el todo de dónde vino esa sabiduría. Los econo-
mistas de Wall Str t nos aseguraron que la inversión de las empre-
sas estaba a punto.! despegar, pero los líderes corporativos -quienes
en realidad toman s decisiones de inversión- han sido consistente-
mente mucho más simistas que quienes realizan las predicciones,
Entonces, ¿qué es 1 'ue ellos saben?
De todas mane s, han habido intensas presiones sobre los econo-
mistas de las empr ,as para que corran con las muchedumbres opti-
mistas,
Los escépticos a :rca de la inminente recuperación no sólo han sido
ridiculizados sino!¡ bién marginados, Stephen S, Roach del Morgan
Stanley -que era UI ,scéptico solitario en las épocas en que el Nasdaq
estaba en 5 000 Yq e es hoy en día uno de los pocos economistas de-
dicados a hacer pr ecciones en las empresas con el coraje para desa-
fiar la ortodoxia-[, . a los correos electrónicos que me manda" Desde
la soledad",
Por supuesto, ~ osible que los profetas del auge se reivindiquen
en el futuro, Pero t 'bién es posible, y yo diría que con igual proba-

94
La burbuja problema

bilidad, que la recuperación se nos escape. En este momento, la mejor


apuesta para los próximos trimestres es la de una "recuperación sin
nuevos empleos", en la cual el PIB crece pero el desempleo se mantie-
ne alto. Después de todo, la economía necesita crecer cerca del3,s%
sólo para evitar el aumento de la tasa de desempleo, y las apuestas
están por lo menos parejas en cuanto a que el crecimiento no llegará a
esa cifra.
Lo gracioso es que una recuperación lenta y con desempleo (y sin
utilidades) es exactamente lo que la gente sensata ---como los econo-
mistas de la Reserva Federal- han estado prediciendo por mucho tiem-
po. Entonces, ¿cómo fue que una visión testaruda se volvió no sólo
reinante sino más o menos obligatoria en Wall Street? ¿Cómo es que
---con el panorama empresarial salpicado aún por los escombros de la
burbuja- el optimismo maníaco se volvió de nuevo la regla tan rápi-
damente? Parece que la euforia brota eternamente.

95
Viviendo con osos
Julio 23 de 2002

Parece como si l autores de! Dow 36 000 -¿se acuerdan de eso?-


tal vez le hubieran p ,esto un dígito más de la cuenta a su título, Espe-
remos que haya sid itm "3" y no un "o" adicional.
La tendencia ale ',ta del mercado ha llegado realmente a su fin, De
hecho, si usted ajust :por la inflación el s,& p, soo-una medida mucho
mejor que el sobre-\ i!izado Dow- este se encuentra ahora en un ni-
ve! inferior al de fina !s de 1996, cuando Alan Greenspan dio su famoso
discurso sobre la "e : uberancia irracional",
Entonces, ¿qué d ería n estar haciendo los funcionarios responsa-
bles -el señor Green " an, George W, Bush, y "comosellame" e! secre-
tario del Tesoro-?
;
Un primer paso ,certado sería no seguir tratando de impulsar e!
mercado mediante a 'banzas a la fortaleza fundamental de la econo-
mía, Por un lado est ' huele a desesperación, Por e! otro, las acciones
aún están altamente .aloradas en comparación con los ingresos de las
empresas, y. más ÍlT ortante aún, los fundamentales de la economía
no están realmente t bien, Las dudas sobre los gobiernos de las cor-
poraciones están el' )endo, no desvaneciéndose, Los gobiernos esta-
tales y locales seen •ntran en una crisis fiscal desesperada, Eincluso
antes del desplome r entino de los mercados, las cifras apuntaban no
hacia un auge sino cía una "recuperación sin nuevos empleos", en
la cual la economía •ece muy lentamente como para tener un efecto
apreciable en la tasa e desempleo,
De hecho, e! rep :te preparado para apoyar e! testimonio reciente
del señor Greenspan 'o proyectaba una caída significativa en e! desem-
pleo durante este aii y tampoco mayor caída durante e! año próximo,
Con mercados en de, enso a la vista, incluso nos tenemos que preocu-
par de si dicho pron 'tico es demasiado optimista,
Dado este pano 'ma económico claramente incierto, ¿no debería
el señor Greenspan : tar pensando seriamente en bajar otra vez las
tasas de interés? Es ( ~rto, las tasas se encuentran ya muy bajas, Pero
si hay algo que he! 's aprendido de la experiencia de Japón es que

96
La burbuja problema

cuando se enfrenta el riesgo de caer en una trampa deflacionaria -aún


no es el escenario más probable. pero no tan improbable como parecía
hace unos pocos meses- no tiene sentido" ahorrar municiones" reser-
vando para más tarde los recortes en la tasa de interés. El momento
para combatir la deflación es antes de que ella tenga tiempo de meter-
se en la sicología del país.
Es cierto. la Reserva Federal está preocupada porque otro recorte
podría hacer entrar en pánico a los mercados. Pero ahora que los mer-
cados han entrado en pánico por sí mismos. no hay nada que perder.
¿Qué pasa con el resto del gobierno? La reforma corporativa es esen-
cial: si los inversionistas no pueden estar absolutamente seguros de que
se les está tratando de manera justa. cogerán su dinero y se irán a casa.
Pero no podemos contar con que las reformas le darán un empujón in-
mediato a la economía: una vez se pierde la confianza. esta no puede
ser recuperada rápidamente. ¿Qué más puede hacer el gobierno?
Olvidémonos de la política y miremos la situación objetivamente.
Por un lado. gracias en parte al final del mercado alcista. el panorama
del presupuesto federal de largo plazo ha empeorado de tal forma que
ha superado las expectativas incluso de los más pesimistas (como las
suyas). De manera realista. estamos mirando hacia una década de
déficit la cual eventualmente pondrá en serios problemas a la seguri-
dad social y a Medicare.
Por otra parte. con la recuperación aún tambaleante. no es tiempo
de austeridad fiscal-ahora el gobierno federal debería estar inyectan-
do más dinero en la economía del que está inyectándole-.
La respuesta obvia a este aparente dilema está en aflojar las rien-
das ahora. pero prepararse para apretarlas cuando la economía se haya
recuperado plenamente. Por ejemplo. la administración Bush podría
resolverse rápidamente a ayudar financieramente a los gobiernos es-
tatales en problemas. evitando fuertes (y contradictorios) recortes en
los programas esenciales. Entre tanto. para mitigar las preocupacio-
nes sobre la posición fiscal de largo plazo. se podrían suspender futu-
ros recortes de impuestos que fueron escritos en la ley cuando las
imágenes de dulces superávit estaban danzando en nuestras mentes.
y después de que la administración dé estos pasos responsables.
miles de lingotes volarán por los cielos de Washington.

97
PAUL KRUGMAN

Véanlo de est ~manera: los planes económicos de la administra-


ción Bush no han - mbiado significativamente desde el otoño de 1999.
cuando fueron ad tados como una forma de detener el reto impues-
to por Steve Forb ~. Hace un tiempo. cuando el recorte de impuestos
que eventualmen . se convirtió en ley fue anunciado. el Dow 36 000
estaba ascendierl< - en la lista de los libros más vendidos. El ambiente
económico ha cal biado completamente: pero los planes de la admi-
nistración han ca . biado sólo un poco.
Nuestros prol emas económicos son reales. pero de ninguna ma-
nera catastróficm "Lo que me asusta es la absoluta inflexibilidad de
las personas que eberían estar resolviendo esos problemas.
!

98
Cuidado con el hueco
Agosto 16 de 2002

¿Qué tanto se ha encogido la economía japonesa desde que estalló


su burbuja? Esta es una pregunta engañosa: la economía de Japón no
se ha encogido. Tuvo sólo dos años decaída durante la década pasada
yen promedio creció 1 % al año.
Aún así. Japón es una economía claramente deprimida. Como el
crecimiento ha sido tan lento. se ha abierto un hueco permanentemente
creciente entre lo que la economía podría producir y lo que en realidad
está produciendo. Este "hueco del producto" se traduce en un desem-
pleo creciente y en una deflación acelerada. El crecimiento lento pue-
de ser un problema tan grande como las caídas reales en la producción.
Ahora la pregunta no engallOsa es: ¿qué diría un análisis similar
sobre los Estados Unidos?
El producto potencial de la economía de los Estados Unidos-laque
podría producir en condiciones de pleno empleo-- ha estado creciendo
recientemente en cerca del3,s% al año. gracias al fuerte aumenlo de
la productividad que empezó a mediados de la década de los noventa.
Pero. de acuerdo con las cifras revisadas que salieron hace un par de
semanas. el crecimiento real ha sido menor que el potencial en siete de
los últimos ocho trimestres.
La visión convencional dice que tuvimos una corta y leve recesión
el año pasado y que la recuperación ya ha comenzado. Pero el hueco
del producto cuenta una historia diferente: hace dos años entramos en
un pánico económico del cual aún no hemos salido. La verdadera pre-
gunta es cuándo comenzará a crecer el pllllo sufIcientemente rápido
para cerrar el hueco del producto. Y por el momento no hay señas de
que esto esté sucediendo.
No hay misterio sobre las causas de nuestro pánico: los años de la
burbuja nos dejaron con demasiada capacidad instalada. demasiada
deuda y una acumulación de escándalos empresariales. No debería-
mos haber esperado una recuperación rápida y fácil. y no la estamos
logrando.

99
PAUL KRUGMAN -

Algunos lectOr! ' ya habrán adivinado hacia dónde voy con esto,
La burbuja de las a ciones durante la segunda mitad de la década de
los noventa en los lados Unidos fue tan grande como la burbujaja-
ponesa de la segun ' mitad de la década de los ochenta, ¿Se converti-
rá nuestro temor <l ,dos años en un temor de cinco o diez años, tal y
como pasó en Japó
Un gran coro .está gritando "ino somos Japón!" La mitad del
tiempo, dependienl , de qué desayune (¿arroz y pepinillos?), yo hago
parte de ese coro, o déjenme compartir algunos pensamientos in-
quietantes, Hace UI i s cuatro años, cuando me obsesioné profesional-
mente con los probmas de Japón, hice una lista de razones por las
cuales los Estados :nidos no atravesarían por una década de estan-
camiento como la -Japón, Lo que escribí fue lo siguiente:
1, La Reserva) deral tiene mucho espacio para bajar las tasas de

interés, lo cual ,bería ser suficiente para manejar cualquier even-


tualidad,
2, La posición esupuestal de largo plazo de los Estados Unidos
es muy fuerte y. -or lo tanto, hay mucho espacio para dar un estí-
mulo fiscal en e poco probable evento de que el recorte de las ta-
sas de interés n 'sea suficiente,
3, No tenemos . e preocuparnos por una pérdida de confianza en
nuestro sector e presarial como la que se dio en Asia, porque te-
nemos excelent gobiernos corporativos,
4. Puede que t . gamos una burbuja en el mercado accionario.
pero no en el de nca raíz, ,
Cada vez más nte está usando la palabra "burbuja" para refe-
rirse al mercado dQ :vienda, Un documento reciente de Dean Baker.
del Center for Econ ic Policy R,esearch, desarrolla un análisis par-
ticularmente convi ente sobre la existencia de una burbuja en el mer-
cado de vivienda. :s precios de la vivienda han subido mucho más
que los arriendos. giriendo que las personas están comprando ca-
sas para especulad n más que para su uso. Y las explicaciones que
uno oye para esos a os precios se:parecen a las racionalizaciones que
se oían cuando el sdaq estaba en 5 000.

100
La burbuja problema

Si tenemos una burbuja en e! mercado de vivienda, y estalla, esta-


remos pareciéndonos demasiado a los japoneses como para sentirnos
cómodos,
Un análisis reciente de la Reserva Federal sobre la experiencia
japonesa declara que e! error más importante que cometió Japón a
principios de la década de los noventa fue "no que los encargados de
la política económica no hubieran predicho la deflación -después de
todo nadie la predijo-, sino que no se aseguraron lo suficiente contra
los riesgos de un desplome, aflojando precaute!ativamente la política
monetaria un poco más", Esas son las palabras de la Reserva Federal
para decir: "si usted cree que la deflación es al menos una posibilidad,
bótele dinero a la economía ahora y no se preocupe de estar haciéndo-
lo en exceso",
y aún así la Reserva Federal escogió no bajar las tasas de interés
e! martes pasado. ¿Por qué?
El año pasado, algunos economistas comenzaron a referirse en pri-
vado acerca de! gerente de la Reserva Federal como "Greenspan-san",
El chiste se desvaneció a medida que e! optimismo sobre la recupera-
ción se convirtió en sabiduría convencional. Pero tal vez, después de
todo, no es tan mal apodo.

IOl
Evadiendo la culpa
Septiembre 3 de 2002

Algunos años: tes de la caída del comunismo. en alguna parte leí


una conferencia s re la planeación económica óptima. El delegado
soviético declara ' que su agencia de planeación siempre hacía lo
mejor posible anl ",as circunstancias que se presentaban, Por lo tan-
to. la planeación s . 'ética siempre era óptima,
El hombre del (¡SPLAN' se hubiera entendido muy bien con Alan
Greenspan. Este n .ga toda responsabilidad por la inmensa burbuja
de! mercado que S 'infló a su vista: su política fue la correcta. dice él.
porque hizo lo mej 'r que pudo,
En su breve el ~urso de la semana pasada en la conferencia de
Jackson Hole. e! s -or Greenspan ofreció dos excusas. Primero. dijo
que no era absolul 'mente claro. incluso durante la disparada maniá-
tica del mercado 'e '999. que algo andaba mal: "era muy difícil
identificar de fom " definitiva la burbuja hasta después de sucedido
el hecho -esto es. ( ando el estallido confirmó su existencia-", Segun-
do. argumentó qu ; de todas maneras. la Reserva Federal tampoco
hubiera podido ha 'fr nada, "¿Existe alguna política que por lo menos
pueda limitar el ti año de la burbuja y. por lo tanto. su destructiva
caída? [... ] la resp ~sta parece ser no",
No fui el únic '1 que esta charla le pareció enervantemente evasi-
va. Como anotó 1 e Financial Times. las personas encargadas de la
política económic, : iempre tienen que actuar con base en información
limitada: "La pro< ',a exigida a un banco central no debería ser la cer-
teza absoluta", El itorial también le recordó a los lectores que mien-
tras el señor Green pan ahora se muestra a sí mismo como un escéptico
sin poder durante ' años de la burbuja. en ese tiempo muchos lo veían
como una porrist : "El gerente de la Reserva Federal [... ] también
puede haber con , uido a la explosión de exhuberancia de finales de
los años noventa . n sus observaciones crecientemente optimistas".
Peor aún. hay ,videncia de que e! señor Greenspan en realidad sa-

* Comité de PI: ,eación Estatal de la VRSS (N, del E,l,

102
La burbuja problema

bía más. En septiembre de 1996 en la reunión del Comité del Mercado


Federal Abierto. le dijo a sus colegas. "reconozco que hay un proble-
ma de burbuja en el mercado accionario en este punto". y tenía la so-
lución: "tenemos la posibilidad de [... ] aumentar los márgenes
requeridos. Estoy seguro de que si ustedes se quieren deshacer de la
burbuja. eso es lo que hay que hacer".
Aún así. nunca aumentó los márgenes requeridos. esto es. nunca
exigió que los inversionistas dieran más efectivo al comprar acciones.
De hecho. aparte de dar un discurso sobre la exhuberancia irracional.
seguida por un pequeño aumento en la tasa de los fondos federales. el
señor Greenspan no hizo absolutamente nada. Ahora dice que no hu-
biera podido hacer más. pero ¿cómo lo sabe si nunca lo intentó? Uno
sospecha que lo que realmente pasó fue que a principios de 1997 el
señor Greenspan descubrió que sus esfuerzos tentativos por desinflar
la burbuja emergente enfurecieron a los inversionistas. y se salió de ca-
sillas.
Peor aun, comenzó a pronunciar discursos aún más eufóricos so-
bre las maravillas de la nueva economía. Seguramente debió haber sa-
bido que estos discursos eran interpretados por los inversionistas como
una retracción de sus advertencias pasadas. como una señal de que.
después de todo. los precios crecientes de las acciones estaban justi-
ficados.
Aún asÍ. lo más importante sobre la actitud defensiva del señor
Greenspan no es lo que ella dice sobre el pasado. sino lo que implica
para el futuro.
Verán. el señor Greenspan es el único formulador de política eco-
nómica que tenemos. La política fiscal no tiene ningún margen de ac-
ción. en parte porque los déficit de largo plazo se empeoraron por los
malos consejos del señor Greenspan. Es gracioso que él no estuviera
seguro de que el Nasdaq 5 000 fuera una burbuja. pero sí creyera que
proyecciones de diez años de superávit eran lo suficientemente
confiables como para justificar un inmenso recorte de impuestos. En
cualquier caso. una acción fiscal seria está descartada por el oportu-
nismo despiadado de la administración Bush; cualquier propuesta de
estímulo económico de corto plazo se convierte en un intento de lograr
recortes permanentes de impuestos para las corporaciones y para los

103
PAUL KRUGMAN ;

ricos, Así. si la I't :: peración sigue perdiendo ímpetu, le corresponde


a la Reserva Fed al tomar medidas,
Sin embargo, os comentarios del señor Greenspan refuerzan las
preocupaciones q :e he tenido durante los meses pasados: que los fun-
cionarios de la R'erva Federal sigan respondiendo a la debilidad eco-
nómica con excu. , s y no con acciones.
Ya hemos vis "el proceso, muy claramente, en Japón, Los directi-
vos del Banco de apón negaron tener responsabilidad alguna en la
lucha contra el esl 'ncamiento económico; su mandato, decían, era úni-
camente asegura 'a estabilidad en los precios, Así. como la inflación
dio paso a la de dón, incluso la estabilidad de precios dejó de ser
asunto de ellos, 1 :, otras palabras, en vez de arriesgarse a tratar de
solucionar los pr lemas del Japón y fallar, el banco reiteradamente
ha redefinido su 1 jsión, de forma que ni siquiera tenga que tratar,
Yo nunca pen :é que la Reserva Federal fuera a seguir el mismo
camino, Pero d 'pués de escuchar las explicaciones del señor
Greenspan de po ,qué no pudo y no debió, ya estoy comenzando a
imaginarlo, '

104
Acciones y bombas
Septiembre 13 de 2002

"Esta situación de! mercado de valores -¿cuáles son las opciones


militares?-". Ese fue e! título de una tira cómica de! New Yorker e! mes
pasado. Pero en estos días la realidad está tomando la forma de una
sátira subida de tono. En junio pasado. el erudito de CNBC. Larry
Kudlow. publicó una columna en The Washington Times con el enca-
bezado "Recuperando e! mercado ... a la fuerza". En ella se argumen-
taba a favor de una invasión a lrak para reactivar el Dow.
Cosa bastante sorprendente. aunque no tanto como una columna
de julio pasado. escrita por John Podhoretzen The New York Post. cuyo
encabezado decía "Por favor, una sorpresa en octubre" seguida por la
orden ':Adelante señor presidente, suelte a los perros".
En general. es un mal presagio que los defensores de una política
argumenten que ella resolverá problemas que no están relacionados
con su propósito original. La cambiante racionalidad para sustentar
el recorte de impuestos de Bush --se trata de devolver e! superávit; no,
es un estímulo de demanda; no, es una política del lado de la oferta-
deberían habernos advertido que se trataba de una obsesión en busca
de una justificación.
La cambiante racionalidad para justificar la guerra contra Irak
-Saddam estaba detrás del!! de septiembre y de los ataques con án-
trax; no, pero él está a punto de desarrollar armas nucleares; no, pero
él es un hombre realmente diabólico (que sí es)- da una sensación si-
milar.
La idea de que la guerra sería, de hecho, buena para la economía
parece un paso más en esta progresión. Pero uno tiene que admitir que
ha habido ocasiones en las que la guerra ha tenido efectos económi-
cos positivos. En particular, no hay duda de que la Segunda Guerra
Mundial sacó a los Estados Unidos de la Gran Depresión. Y a la eco-
nomía actual de los Estados Unidos, aunque no está pasando por una
depresión, seguro que le vendría bien algo de ayuda; la última eviden-
cia sugiere una recuperación tan lenta y poco estable que parece más
una recesión continuada. Entonces, ¿es la guerra una solución?

105
PAUl KRUGMAN ,~

No: la Segunda : uerra Mundial es un modelo muy pobre para los


efectos económicos e una nueva guerra en e! Golfo Pérsico, En suma,
es más probable qtl esa guerra tienda a deprimir que a estimular nues-
tra emproblemada conomía,
No hay nada m gico en e! gasto militar-no produce más estímu-
lo económico que 1, isma cantiqad gastada en, digamos, limpiar lu-
gares con residuos xicos-,
La razón por la ualla Segunda Guerra Mundial logró lo que e!
New Deal no pud ograr, es simplemente porque la guerra removió
las inhibidones us ~ les, Hasta Pearl Harbor, Franklin Rooseve!t no
tuvo la determinac n o e! respaldo legislativo para llevar a cabo pro-
gramas realmente bndes para estimular la economía, Pero la gue-
rra no sólo hizo po ble sino necesario que el gobierno gastara a una
escala antes incone ible, logrando de nuevo e! pleno empleo, por pri-
mera vez desde 19~ :'
En contraste, e, a vez e! Congreso está deseoso de gastar en pro-
yectos domésticos, ' la administración quiere bombear dinero a la eco-
nomía, todo lo que 'cesita hacer es eliminar las objeciones que le han
puesto a la ayuda e ' tra las sequías que enfrentan los campesinos o a
un nuevo equipo d comunicaciones para los bomberos, En otras pa-
labras, si la econo a necesita un impulso procedente de! gasto fede-
ral, ni la economía ~ i la política requieren que este impulso tome la
forma de una gue ~
y. en cualquier -so, no es claro qué tanto impulso daría una gue-
rra, Uno asume qu as municiones necesarias ya están en inventarios,
por lo que no se g erarían nuevas órdenes de trabajo, Habrá gasto
en esfuerzos pacifl ~ dores -¿no es cierto?-pero ellos se distribuirán a
lo largo de mucho, j\os, Mientras tanto, hay un inconveniente econó-
mico potencial, qll uede resumirse en una sola palabra: petróleo,
Irak, por sí mis o, ofrece actualmente tan poco petróleo al merca-
do mundial que u 'interrupciól) en su producción por motivo de la
guerra causaría n¡ pocos problemas, Ni la guerra árabe-israelí de
1973 ni la revolucl 'iraní de 1979 afectaron directamente la produc-
ción de petróleo,
En cambio, las percusiones políticas indirectas del conflicto fue-
ron las que causar , el incremenlo de los precios del petróleo, En esta

106
la burbuja problema

época los líderes árabes han advertido que una invasión a Irak abriría
las "puertas del infierno". Eso no suena bueno para el mercado del
petróleo.
Vale la pena recordar que cada una de las crisis petroleras de la
década de los años setenta estuvo seguida por una recesión severa. y
que el pico más suave de los precios del petróleo antes de la guerra del
golfo estuvo también seguido por una recesión. ¿Podría un incremen-
to en los precios del crudo socavar nuestra débil recuperación econó-
mica. creando una recesión de doble hondonada? Sí.
Nada de esto debería detenernos al momento de invadir a Irak. si
la administración argumenta de manera convincente que debemos ha-
cerlo por razones de seguridad. Pero es tonto y peligroso minimizar
las consecuencias económicas potenciales de una guerra. diciendo sim-
plemente que ella sería buena para la economía.

\07
Cuestión de visión
Septiembre 20 de 2002

Esta es la for ~ en que termina una recesión: no con un golpe sino


con un lloriqueo,
Está bien, yo oría estar equivocado, La producción industrial cae
y aumenta el núrr ,ro de trabajadores despedidos, Pero aún no es se-
guro que los mes : que vienen serán suficientemente malos para los
árbitros del ciclo e 'nómico como para declarar una renovada recesión,
y, por otra parte,,1 'administración parece determinada a darun nue-
vo golpe en algún i omento antes del 5 de noviembre,
Pero parece q! 'en este momento la economía se está estancando
y que las persona ;encargadas no tienen la menor idea de qué hacer,
En pocas palabra ,a situación se está pareciendo mucho a la de prin-
cipios de la décad 'de los noventa,
En realidad, nI 'mporta si llamamos a lo que está sucediendo aho-
ra una lenta recup .ación o una recesión, A la mayoría de la gente no
le importa si el cr 'miento del PIS está ligeramente por encima o por
debajo de cero: lo ue le importa es si puede encontrar empleo y con-
servarlo, y el tem ~de los empleos es crecientemente desconsolador.
Una tasa de deseo leo del 5, 70/; no parece tan mala, pero un número
inusualmente alto trabajadores ha dejado de buscar empleo, La tasa
global de desempl ~ tampoco refleja el rápido crecimiento del núme-
ro de personas qu stán realmente desesperadas porque no han teni-
do trabajo durant 'eis o más meses, Y, recientemente, la situación de
desempleo ha dad un giro hacia el empeoramiento: el número de per-
sonas que están 11 'ando solicitudes de seguro de desempleo, un in-
dicador líder de! d ~empleo futuro, aumentó marcadamente durante
el último mes,
Entonces, en ~I , ejor de los casos, esta es una recuperación que,
en lo que conciern : los trabajadores, puede incluso ser una recesión
continuada, El Ce :ro de Presupuesto y Prioridades de Política' se-
ñala que, en térmi ,s de pérdidas de empleo y desempleo de largo pla-

1. Cenler on BII el and Policy Priorities, (N, del T.),

108
La burbuja problema

zo, la desaceleración actual es muy parecida a la horrible recesión de


principios de la década de los noventa,
AsÍ. esto realmente parece la repetición de dicha época. El pareci-
do económico entre nuestras dificultades actuales y la depresión que
se vivió bajo el mandato del primer George Bush es mucho mayor de
lo que la mayoría piensa. En 1990, como en 2001, la economía entró
en una recesión causada en parte por los excesos pasados -aunque
esos curiosos viejos escándalos que involucraban a los bonos basura'
ya la especulación en finca raíz parecen inocuos en la era de Enron y
Tyco-. A principios de la década de los noventa, al igual que hoy en
día, la recesión fue seguida por una "recuperación sin empleos", en la
cual el PIS creció pero el empleo no, Y entonces, como ahora, preocu-
paba que las bajas en la tasa de interés de la Reserva Federal no fue-
ran suficientes para cambiar el rumbo de la economía -sin embargo,
en aquella época no teníamos aún el ejemplo de Japón para mostrar
que la "trampa de liquidez", en la cual incluso una tasa de interés de
cero no es suficiente para producir una recuperación económica, era
una posibilidad real en el mundo moderno-,
Pero, me parece, la similitud más sorprendente entre ahora y una
década atrás es política. A pesar de todas las diferencias entre el pa-
dre moderado y el hijo profundamente conservador, ahora como en esa
época tenemos administraciones cuyas principales figuras están fun-
damentalmente desinteresada por, y poco familiarizada con, la políti-
ca económica.
Esa afirmación puede causar extrañeza: ¿no fue el recorte de im-
puestos de George W. Bush un logro primordial antes de que Osama
bin Laden apareciera en escena? Pero el recorte de impuestos nunca
intentó ser una política económica: fue un gesto político diseñado para
responder a un reto planteado por Steve Forbes y satisfacer a la base
conservadora. Sólo después, la administración hizo el descubrimien-
to providencial de que esa medida era perfecta para combatir la rece-
sión, promover los valores familiares y curar la gripe.
y no parecen tener nada más para mostrar, ahora que el recorte
de impuestos, que no estaba diseñado para combatir la recesión, con

2 Junk bond, (N. del T.).

109
PAUL KRUGMAN

bastante segurida( : ha fracasado en combatirla. Cuando se le pregun-


tó al secretario del .esoro. Paul Q'Neill, por las nuevas ideas que sur-
gieron de la cómic' cumbre de Waco, su respuesta fue -¿están listos?-
hacer permanente 11recorte de impuestos.
¿Deberíamos tar preocupados por la falta de visión de la admi-
nistración en cua se refiere a la economía? Sí. deberíamos. Los ex-
cesos de la décad -e los noventa empequeñecieron los de la década
de los ochenta, y lo ~riesgos económicos son, de manera correspondien-
te. más grandes. S ,pongo que. como parece crecientemente plausible,
el deterioro de la si ación de empleo finalmente socavará el persistente
optimismo de los : nsumidores norteamericanos. En ese caso, nece-
sitaremos alguna, . ción deciSiva; acción determinada por las necesi-
dades de la econo ía, no por lo que Karl Rove piense que conviene
para las eleccione, '¿Qué tan probable es que lo logremos?

110
Lidiando con W
Octubre 1 de 2002

Tokio -me obsesioné con la economía japonesa después de que


estuvo de moda-o
Los americanos prestamos mucha atención a Japón en los años
ochenta. cuando las manufacturas japonesas estaban conquistando el
mundo. ¿Recuerdan cuando las librerías de los aeropuertos estaban
llenas de libros de administración mostrando guerreros samurai en las
portadas? Después. la burbuja japonesa estalló y la mayoría de los
norteamericanos concluyeron que no teníamos nada que aprender de
Japón -excepto cómo un país puede tambalear cuando carece de líde-
res empresariales y políticos adecuados-o y nosotros, por supuesto,
no tenemos ese problema. ¿O sí? Los instintos de Jack Welch están co-
menzando a parecer sobrestimados, al igual que las empresas samurai.
Nuestros líderes políticos no exactamente inspiran confianza. De he-
cho, últimamente hemos comenzado a tener un pensamiento verdade-
ramente deprimente: a pesar de lo mala que ha sido la política
japonesa, es posible que los Estados Unidos lo hagan peor.
Es difícil decir algo bueno acerca de la manera en que Japón ha
manejado su economía después de la burbuja. Pero me he preocupa-
do durante años sobre cómo otros países podrían manejar problemas
similares. Es cierto que mientras Norteamérica trata de salir adelante
con su propia burbuja desinflada, es mucho más fácil ver cómo se to-
man malas decisiones de política económica.
También es verdad que Alan Greenspan y sus colegas comenza-
ron mucho mejor que sus contrapartes japonesas. Ellos sabían que el
Banco de Japón bajó las tasas de interés muy lentamente, y que cuan-
do se dieron cuenta de la seriedad del problema japonés ya era muy
tarde: incluso una tasa de interés de cero era insuficiente para impul-
sar una recuperación. Por lo tanto, la Reserva Federal recortó las ta-
sas rápido y con frecuencia: esas once bajas de la tasa de interés
durante el año 2001 alimentaron un auge tanto en la compra de vivien-
da como en la refinanciación de las deudas hipotecarias, lo cual ayu-

111
PAUL KRUGMAN

dó a que la econom no experimentara una recesión mucho más se-


vera,
Pero está come ando a parecer como si los recortes de las tasas
de interés no fueran .uficientes. No necesito contarles acerca del mer-
cado de valores. Los ,dicadores económicos sugieren fuertemente que
la economía está ro "ndo hacia una recesión de doble caída. una rece-
sión con forma de \ .-les apuesto que ustedes pensaron que yo me
estaba refiriendo al po de la Casa Blanca ... o algo similar. lo que no
hace mayor diferenc "-. Los mercados de bonos están prediciendo cla-
ramente que la Res ,va Federal bajará las tasas de interés de nuevo.
y ¿qué pasa si la R 'erva FederaL como el Banco de Japón. baja los
intereses a cero y se 'ncuentra con que esta medida no logra cambiar
el curso de la econOl 'h?
Poca gente se da ' enta de que. en muchos sentidos, la política eco-
nómica japonesa re . ondió bastante efectivamente al desplome sos-
tenido de la econom . Es fácil burlarse del enorme gasto del país en
obras públicas -en I rticular de todos esos puentes que no conducen
<

a ninguna parte. la arreteras sin tráfico y así sucesivamente--. Sin


lugar a dudas se ha :despilfarrado sumas enormes. Pero también es
claro que todo este 'sto inyectó dinero a la economía, previniendo lo
que, de otra manera, ,ubiera podido ser una depresión de mucho vuelo.
Entonces ¿cuál sÍa el equivalente en los Estados Unidos? En este
momento estamos s uiendo la política opuesta: reduciendo drástica-
mente el gasto públi . cuando nos encontramos de cara a un desplome
económico. Algo de ~to está sucediendo a nivel federal. La adminis-
tración Bush está es . timando el gasto cada vez que puede. recortan-
do un billón acá y ,tro allá en rubros que comprenden desde los
beneficios para los veranos de la guerra y la seguridad interna, hasta
los gastos en Medie :e. Y. lo que es más importante, el gobierno fede-
ral no está haciendo .ada para ayudar, mientras los gobiernos locales
y estatales, con sus .gresos salvajemente golpeados por la recesión,
hacen profundos re< (rtes de todo lo que no es urgentemente necesa-
rio, e incluso de mu< as cosas que sí los son.
Es verdad que n ;nos hemos confrontado aún con la posibilidad
de que el tío Alan n pueda salvarnos fácilmente. Pero el debate del
otoño pasado sobre :s estímulos económicos sugirió que nuestros lí-

112
La burbuja problema

deres políticos no pueden responder racionalmente a nuestros proble-


mas económicos. Donde los economistas vimos problemas, la Casa
Blanca y sus aliados en el Congreso vieron una oportunidad de em-
bestir a través de más recortes tributarios para las corporaciones y los
más pudientes, medidas que se acomodaban a su agenda política, pero
que no tenían prácticamente ninguna relevancia sobre los problemas
económicos. ¿Recuerdan la propuesta de dar recortes de impuestos
retroactivos a Chevron Texaco y a Enron?
Al final, la necesidad de estímulo fue menos urgente de lo que pa-
recía en ese momento, pero no hay razón alguna para pensar que nos
iría mejor si, como ahora parece muy probable, la recuperación tam-
balea.
Por supuesto, la peor cosa de todas sería que nuestro líder decidiera
que ese no es su tema, y que simplemente tratara de distraer la aten-
ción del público sobre el creciente desempleo y la caída de las accio-
nes mediante un bombardeo e invasión a otro país, Pero nosotros no
tenemos que preocuparnos por eso, ¿o sí?

113
Mi plan económico
Octubre 4 de 2002

Aunque otras ,,oticias han sido opacadas por el ladrido de los pe-
rros de la guerra, ego nefasto está sucediendo en el frente económico,
Noes dramático, ero mes tras mes las cifras se van volviendo peores
de lo esperado, P : un momento apartémonos totalmente de la políti-
ca y revisemos d' :de estamos y qué deberíamos hacer,
El punto cenl! ,es que esta no es la recesión de su papá, -es la re-
cesión de su abue : Es decir, no es la recesión estándar de la postgue-
rra, diseñada por 'Reserva Federal para combatir la inflación y que
se puede reversar cilmente cuando la Reserva Federal suelte las rien-
das, Es una clásic ',descolgada de exceso de inversión, de la clase que
fue normal antes ~ la Segunda Guerra Mundial. Y esas descolgadas
siempre han sido ifíciles de combatir mediante un simple recorte en
las tasas de inter
Ahora no hay uda de que las rápidas reducciones de la tasa de
interés que realiz !la Reserva Federal ayudaron a evitar una caída
mucho más fuert : Pero una mirada juiciosa a la política monetaria
sugiere que la Re ; rva Federal no ha hecho lo suficiente -y posible-
mente no pueda t cerlo-, Aunque la tasa de los fondos federales, la
medida usual de ' política monetaria, está en el menor nivel que ha
tenido durante ge ,raciones, la tasa real de sus fondos -la tasa de in-
terés menos la ta, : de inflación, que es la que importa para las deci-
siones de inversi '- está casi en el mismo nivel que tenía cuando
estábamos en la' 'ima recesiólj, a principios de la década de los no-
venta, porque la i ación está considerablemente más baja,
y la caída en ' tasa de los fondos federales, diseñada por Alan
Greenspan y com cañía, aunque fue llevada a cabo más rápidamente
que en la anterio 'ecesión, hasta el momento ha sido mucho menor:
la vez pasada cay 6,75 puntos Yesta vez cayó sólo 4,75, Incluso sila
tasa de interés C:l< asta cero, esto implicaría una reducción de la tasa
de interés real me or que la de lil última vez, Si lo piensa, los excesos
de los años nove 'fueron mayores que los de los años ochenta y la
economía necesito más estímulo para arrancar: entonces parece que

114
La burbuja problema

la Reserva Federal no ha hecho lo suficiente y es bastante probable que


ni siquiera llevar las tasas a cero sea suficiente.
Esta situación puede durar un buen tiempo. El exceso de capaci-
dad instalada. especialmente en telecomunicaciones. irá desaparecien-
do lentamente. Es muy posible que aún en 2004. e incluso más allá. nos
enfrentemos a una economía todavía débil. La Reserva Federal debe-
ría bajar las tasas un poco más -puede no ser suficiente. pero ayuda-
rá-. ¿Qué más deberíamos hacer?
La respuesta es que deberíamos tener un buefl plan de estímulo
fiscal -uno que expanda el gasto ahora. para sobrellevar este lapso
mientras la inversión empresarial revive-. Algunos elementos de ese
plan son obvios y fueron descritos por JeffMadrick en el Times de ayer.
Primero. extender los beneficios al desempleo. los cuales son conside-
rablemente menos generosos ahora que en la recesión pasada. Esto ju-
garía un doble papel. ayudando a algunos de los más necesitados y a
la vez poniendo dinero en las manos de gente que muy posiblemente
va a gastarlo. Segundo. dando ayuda a los estados. los cuales están
en aprietos económicos cada vez más apremiantes. Esto también cum-
pliría una doble tarea. evitando bruscos cortes en los servicios públi-
cos. siendo los servicios médicos para los pobres la meta más probable.
y al mismo tiempo reactivando la demanda.
Si estos elementos no alcanzan a sumar lo suficiente -estoy de
acuerdo con el señor Madrick en que cien billones de dólares a lo lar-
go del próximo año es una buena meta-, ¿por qué no hacer otra reba-
ja. esta vez dirigida a todos aquellos que pagan impuestos sobre la
nómina?
Y. ¿cómo vamos a pagar todo esto? Ustedes saben la respuesta:
cancelando el futuro programa de recortes de impuestos. La economía
necesita estímulos ahora: no necesita recortes de impuestos para los
más pudientes durante los próximos cinco años.
Esto no es ciencia espacial. Es estricta economía de texto aplicada
a nuestra situación actual. Y estoy muy consciente de que. en térmi-
nos políticos. está fuera de consideración. Pero pienso que estamos lla-
mados a preguntar por qué.

115
Capítulo 4

USA: capitalismo

de compinches
USA: capitalismo de compinches
Enero 15 de 2002

Hace cuatro años. mientras Asia enfrentaba una crisis económica,


muchos observadores acusaron" capitalismo de compinches". Los em-
presarios acaudalados de Asia no se preocuparon por decirle a los in-
versionistas la verdad acerca de sus activos. sus deudas y sus
utilidades. Bastó con el aura de invisibilidad proveniente de sus co-
nexiones políticas. Sólo cuando estalló la crisis financiera la gente
comenzó a mirar seriamente sus negocios. los cuales pronto
colapsaron.
¿Suena esto familiar?
Ya teniéndola en frente. la repentina tormenta política de Enron es
desconcertante. Después de todo. la administración Bush no salvó a
la compañía de la Quiebra. Pero entonces. ¿por Qué la administración
encubrió por tanto tiempo sus contactos con Enron? ¿Por Qué George
W. Bush hizo el reclamo absurdo de que el gerente de Enron. Kenneth
Lay. se opuso a su primera candidatura a la gobernación y que los dos
se vinieron a conocer sólo después de esas elecciones? Y. ¿por qué los
medios actúan como si pudiera estarse cocinando un gran escándalo?
Porque la administración teme. y los medios sospechan. que las
últimas revelaciones sobre Enron dejarán al descubierto el capitalis-
mo al estilo americano.
La compinchería no es nueva en Norteamérica: la administración
Clinton nos llevó al límite de una guerra comercial en nombre de
bananos Chiquita. un gran contribuyente a su campaña. Pero la ad-
ministración Bush. con su sentido de lo que le es permitido. parece
despreocupada incluso con los conflictos de intereses más flagrantes
-como el plan de Marc Racicot. el nuevo director del Comité Nacio-
nal Republicano. para continuar extrayendo un salario de siete dígitos
como agente de cabildeo (Ahora dice que no va a seguir haciendo lo-
bby. pero sí seguirá recibiendo ese salario)-.
La verdadera pregunta sobre las relaciones de Enron con la admi-
nistración incluyen lo que pasó antes de que la empresa comercializa-
dora de energía se quebrara. Ahí fue cuando el señor Lay. en tono

119
PAUL KRUGMAN ,

amenazante. le di ' al director de la Comisión Federal Reguladora de


Energía que debía' ooperar más si quería conservar su puesto (este no
cooperó y nocons vó su puesto), Y en ese momento fue cuando Enron
ayudó a Dick Ch ey a idear un plan energético que. ciertamente. pa-
rece como si hubi< ,a sido escrito por y para las compañías que lo ase-
soraron en esta ta "a, El señor Cheney. desafiando claramente la ley.
se ha rehusado a 'velar información sobre las deliberaciones que se
dieron en estas re . iones de trabajo. ¿qué está escondiendo?
y mientras fr on ha hecho implosión. otras compañías de ener-
gía han logrado ca :servar la comunicación con la administración, Sólo
unos pocos días a 'tes de las últimas revelaciones de Enron. la admi-
nistración mostró u intención de relajar las normas sobre la polución
emitida por las pi "tasde energía: al final de la semana pasada anun-
ció su decisión de ' roceder con un controvertido plan para guardar
residuos radioacLi os en Nevada, Cada una de estas decisiones vale
billones para coml pñías que tienen vínculos muy fuertes con el señor
8ush, El CBSMarl 't Watch,com declaró. en su relato sobre la decisión
concerniente a la sura nuclear. que "un grupo de grandes empresa-
rios del sector ener ,tico que hicieron donaciones a los políticos. se aca-
baba de ganar el p , mio mayor de la lotería",
Nótese la fuen " de esa cita, En los meses recientes. mientras los
reporteros político han estado muy ocupados ondeando la bandera.
los reporteros eco '-micos han tomado el liderazgo en decirnos lo que
realmente está su< diendo. y parecen disgustados por lo que están
encontrando, Fuel ,director ejecutivo de CBSMarketWatch. y no al-
gún quejumbroso, 'mentarista político. quien advirtió que "un peque-
ño grupo de líder. mpresariales ejerció una enorme influencia sobre
8ush y su equipo , ara lograr que las normas se cambiaran en su
beneficio".
y la revista de egocios Red Herring ha publicado la mayor reve-
lación hecha hasta 1momento sobre el reservado Grupo Carlyle. una
compañía cuya hi oria parece la trama de una mala serie de televi-
sión.
Carlyle se esp 'aliza en asociarse temporalmente con contratis-
tas "venidos a mer s" en el terna de defensa. y después revenderlos
cuando sus fortun<' milagrosamente aumentan. una vez reciben un

120
La burbuja problema

negocio con el gobierno. Entre los empleados que ha tenido la compa-


. ñía se encuentra el expresidente George H. W. Bush. Entre los inver-
sionistas del Grupo se encontraba, hasta finales de octubre, la familia
Bin Laden de Arabia Saudita.
A otra administración le hubiera parecido indecente el papel del
viejo Bush en Carlyle: pero a esta no parece importarle. Y recientemen-
te el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, le dio a su antiguo com-
pañero de lucha, Frank Carlucci, cabeza de Carlyle, un magnífico
regalo: el señor Rumsfeld decidió proseguir con el muy criticado sis-
tema de artillería Crusader, el cual hasta el Pentágono quería cance-
lar. El resultado fue un giro crucial para otra de las compañías del
Grupo carlyle.
Triste decirlo, nada de esto es claramente i1egal-sólo apesta has-
ta muy l<jos-. Por eso es que la administración Bush tratará de man-
tener la historia de Enron enfocada en la etapa de agonía final de la
compañía. Sólo recuerden que la historia real es mucho más grande.

121
Dos, tres, ¿muchos?
Febrero 20 de 2002

Hay una preg¡ ,ta miedosa: ¿cuántos Enrons hay por ahí?
Incluso la sabi 'ría convencional afirma ahora que Enron era par-
ticularmente de, 'onesta, Está bien, otras compañías se han
involucrado en "e 'tabilidad agresiva", el tipo de arte antes conocido
como fraude, Pero 'qué tan probable es que otras compañías grandes
resulten ser. detrá. "e sus fachadas grandiosas. sólo un poco más que
un esquema de pir mide?
iQué pena! To( , es tan parecido, Yo no puedo decirles cuáles ído-
los corporativos r Ultarán ser de papel maché. pero me sorprendería
mucho si no tenen 's en el futuro dos. tres o incluso muchos Enrons.
¿Por qué digo esto (Como en cualquier crimen, un esquema de pirá-
mide requiere los 1 édios. un motivo y una oportunidad, Últimamen-
te ha habido abunc ~ncia de esos tres requisitos,
Los medios: ah a nosotros sabemos lo fácil que es para una com-
pañía que tiene uti oades modestas, o que incluso pierde dinero. ves-
tirse de forma tal q ~ parezca tener una alta rentabilidad. Por ejemplo.
el simple truco de agarles a los empleados no con el salario. el cual
cuenta como un ga to, sino con opciones de acciones que no constitu-
yen gasto, puede 1 ,:er un asombroso efecto sobre las utilidades repor-
tadas por la campa a. De acuerdo con el economista británico Andrew
Smithers. en 1998 isco report6 una ganancia de $1.35 billones de
dólares. Si hubier •ontabilizado como un gasto el valor de mercado
de las opciones de ,cciones que emitió. hubiera reportado una pérdi-
da de $4.9 billones e dólares, y las opciones de acciones son sólo una
de las técnicas disonibles para hacer que una situación muy mala
parezca artificialr nte buena,
El motivo: el p ,pósito de inflar las ganancias es. por supuesto.
aumentar el preci -e la acción. Pero ¿para qué quiere una compañía
hacer eso? Una res : esta es que el precio alto de la acción ayuda a que
una compañía crez ': le hace más fácil conseguir dinero. adquirir otras
compañías. atraer Ínpleados. entre otros factores. Y no hay duda de
que la mayoría de. 'ministradores han inflado el precio de sus accio-

122
La burbuja problema

nes por el deseo de hacer que sus compañías crezcan. Pero así como
vemos a los altos ejecutivos salir ricos de las compañías mientras es-
tas colapsan (hay casos peores que Enron: el fundador de Global
Crossing aparentemente salió de la empresa en bancarrota con 750
millones de dólares entre el bolsillo). es claro que deberíamos pensar
también en los incentivos que se les está dando a los administradores
de las compañías. No pregunte qué puede hacer un precio alto de una
acción por su compañía: pregunte qué puede hacer por su interés per-
sonal.
No es coincidencia que un alto precio de las acciones facilite los
mejores trucos usados por las compañías para crear utilidades fantas-
ma. las cuales a su vez aumentan el precio de las acciones. ¡Es tiempo
dePonzi!
¿Y la oportunidad? Durante finales de la década de los noventa una
confluencia de tres factores abrió las puerta para las picardías finan-
cieras a una escala no vista en generaciones.
Primero fue el surgimiento de la "nueva economía'. Las nuevas
tecnologías, sin lugar a dudas, han creado nuevas oportunidades y han
removido las jerarquías industriales. Pero eso crea una clase de con-
fusión en la cual los pícaros florecen. ¿Cómo sabe usted si una com-
pañía ha encontrado un nicho altamente rentable en la nueva economía
o si es pura apariencia?
Luego fue la burbuja del mercado de valores. Como lo señaló
Robert Shiller en su libro La exhuberancia irracional, un mercado en
alza es un esquema de Ponzi natural. en el cual cada ola sucesiva de
inversionistas genera ganancias para la ola anterior. haciendo que todo
parezca magnífico hasta el día en que se queda sin nuevos participan-
tes. Lo que él no señaló, pero que ahora parece obvio, es que en ese
ambiente también es fácil crear deliberadamente esquemas
piramidales. Cuando el público cree en la magia, ha llegado la prima-
vera para los charlatanes.
y finalmente, existía (y existe) un ambiente legal permisivo. Hace
mucho tiempo, la amenaza de demandas traía muchos problemas a las
compañías y a los auditores que, para evitarlas, utilizaban estrictas
prácticas contables. Pero, en 1995, el Congreso, pasando por encima
de un veto de Bill Clinton, aprobó la ley de reforma a los litigios sobre

123
PAUl KRUGMAN

la seguridad en el , :~ctor privado. lo cual dificultó mucho esos pleitos.


Pronto las firmas uditoras. las compañías auditadas por ellas y la
banca de inversiór :'lue vendía sus acciones se volvieron todas muy
amigas.
Yen este caso ,I o debe mirar no sólo las motivaciones de las cor-
poraciones, sino la :motivaciones personales de los ejecutivos. Ahora
sabemos que los ,11 Ininistradores de Enron le dieron a sus banqueros
de inversión -no a os bancos de inversión sino a los banqueros indi-
viduales-la opor jlidad de invertir en las compañías "fachada" que
ellos utilizaban par' esconder la deuda y para desviar dinero. ¿Quiere
apostar que no se ( eron negocios similares en muchas otras firmas?
Espero que Enr 'h termine siendo única. pero estaría muy sorpren-
dido de ello.

124
Enemigos de la reforma
Mayo 21 de 2002

"Yo sugerí que la innovación más importante para darle forma al


mercado de capitales (norteamericano) fue la idea de principios con-
tables universalmente aceptados". Eso declaró Lawrence Summers.
quien en ese momento era subsecretario del Tesoro. en una presenta-
ción en 1998. El señor Summers pidió con urgencia a las emproblema-
das economías asiáticas. que en esa época se encontraban en medio de
una crisis financiera desastrosa. emular el estilo americano de "trans-
parencia y apertura".
Ahora Norteamérica tiene sus propios problemas con la contabi-
lidad de las corporaciones. de los cuales el mejor ejemplo es Enron.
Entonces ¿seguiremos nuestro propio consejo? ¿Le daremos a nuestros
inversionistas las verdades requeridas para que ellos puedan tomar de-
cisiones informadas? Probablemente no. Y esa es una mala noticia
porque el caso de Enron. aunque extremo. de ninguna manera fue
único.
Para las corporaciones norteamericanas como un todo. 1997 fue un
año de quiebre. De acuerdo con las estadísticas del gobierno. las utili-
dades de las corporaciones en general crederon rápidamente entre 1992
y 1997. pero después se estancaron. Las utilidades después de impues-
tos en el tercer trimestre de 2000 fueron ligeramente superiores a las
registradas tres años antes. Pero los ingresos operativos de las S.& P.
500 --esto es. las utilidades que las compañías reportan a los inversio-
nistas- aumentaron en un 46% en esos tres años.
Hay razones técnicas para que esas medidas de utilidades no ten-
gan que crecer a las mismas tasas. pero históricamente ellas han teni-
do un desempeño similar. ¿Por qué divergieron repentinamente? Seguro
que la raZÓn está en que después de 1997 las compañías hicieron uso
creciente de la gimnasia contable para crear la ilusión de crecimiento
de las utilidades.
Los líderes corporativos estaban desesperados por mantener el
crecimiento de los precios de las acciones en un ambiente en que cual-
quier cosa inferior a 20% de crecimiento de las utilidades era conside-

125
PAUL KRUGMAN

rado como un fra .so. Y ¿por qué estaban tan desesperados? En una
palabra: opciones. .1 mercado en ascenso. combinado con paquetes de
opciones cada vez ~ ás generosos. llevaron a que las compensaciones
a los ejecutivos se •spararan. En 1980, los más altos ejecutivos de las
grandes compañí ',de acuerdo con estimaciones de Business Week,
ganaron 45 veces J 'ás que los trabajadores de cargos sin responsabi-
lidades de supervi 'ón. Sin embargo, para 1995 esa relación creció a
160, y para 1997 lit :ó a 305. Los gerentes querían que los buenos tiem-
pos continuaran y : to en realidad sucedió: para el año 2000, a pesar
de que las utilidad . no habían aumentado, a ellos se les pagó 458 ve-
ces más que a los : bajadores ordinarios.
El punto acá n< es que los altos ejecutivos estuvieran sobre-remu-
nerados, aunque S ' uro que sí lo estaban; el punto es que la forma en
que se les paga los ' compensa por crear ilusiones de éxito, sin impor-
tar la realidad.
De cualquier f¡ :ma, esa es la clase de cosas que se supone que las
regulaciones con! les deben evitar. Lo que permitió que nuestros
emperadores corp 'ativos escondieran las evidencias fue la combina-
ción de regulacion 'pobremente establecidas, sobre lo cual escribí la
semana pasada, y ditores condescendientes. Las principales firmas
de auditoría estah, muy contentas dejándose engañar por el humo y
los espejos de las i rporaciones; siempre y cuando ellas obtuvieran
lucrativos contra! de consultoda.
¿Es el momento . e una reforma? De acuerdo con algunas personas,
no. Hoy el Comité , ancario del Senado
.
está citado para comenzar a
trabajar sobre un oyecto de ley escrito por Paul Sarbanes, el direc-
tor del comité, qu ' vanzaría algunos pasos modestos hacia una re-
forma contable y d 'uditoría. El proyecto está respaldado por algunos
s
de los nombres m respetados en finanzas -personas como Paul
Volcker, el magnífi anterior presidente de la Reserva Federal, y John
Bogle, el afamadoj ersionista. Pero el senador Phil Gramm, haciendo
su mejor esfuerzq e lobby a favor de la industria de contaduría, ha
dejado en claro qu tratará de tumbar el proyecto.
Me gustaría se imparcial en este tema, y voy a serlo. De hecho hay
demócratas que h, recibido grándes sumas de las firmas de conta-
duda, pero el esfu 'zo actual por evitar cualquier reforma contable

126
La burbuja problema

significativa es explícitamente una iniciativa republicana. dirigida por


los altos mandos: The New York Times reporta que el señor Gramm
está "trabajando muy de cerca con la administración Bush" en sus
esfuerzos por bloquear la propuesta de Sabarnes.
Déjenme repetir lo que dije la vez pasada: la honestidad en la con-
tabilidad de las corporaciones no es un asunto de la izquierda; se tra-
ta de proteger a todos los inversionistas de la explotación de quienes
se encuentran dentro de las corporaciones. Bloqueando la reforma de
un sistema quebrado. la administración Bush está favoreciendo los
intereses de una pequeña oligarquía corporativa sobre los de todos los
demás.
Una idea final: esto no sólo busca tratar de manera justa a los in-
versionistas norteamericanos. Al igual que los países asiáticos antes
de la crisis. los Estados Unidos depende fuertemente de las entradas
de capitales extranjeros. entradas que dependen de la confianza inter-
nacional en la integridad de los mercados de los Estados Unidos. La
administración Bush puede creer que los inversionistas no tienen a
dónde más ir. y que su dinero seguirá entrando incluso si no hacemos
la reforma. Eso también es lo que pensó Suharto.

127
La codicia es mala
Junio 4 de 2002

"El punto es. s oras y señores. que la codicia es buena. La codi-


cia funciona. la ca tia está bien ... y la codicia .... noten mis palabras.
salvará no sólo a ldar Paper sino a otra corporación que está fun-
cionando mal. lIan . da los Estados Unidos de América".
Gordon Gekko d guerrero corporativo que dio ese discurso en la
película Wal/ Stree "de 1987. recibió su castigo: pero en la vida real su
filosofía vino a do 'nar las prácticas corporativas. Yeso es lo que hay
detrás de la ola de ,scándalos que hoy está afectando a las empresas
norteamericanas. .
Déjenme ser el :- o: no estoy hablando de moral. estoy hablando de
teoría de la admini . ación de empresas. Al igual que las personas. los
líderes corporativ -'de hoy en día no son peores (ni mejores) de lo que
siempre han sido. o que cambió fueron los incentivos.
Las corporacie _es norteamericanas de hace 25 años se parecen
muy poco a las ter s instituciones de hoy en día. De hecho. para los
estándares actual -aquellas eran repúblicas socialistas. Los salarios
de los gerentes era ';bajos comparados con los generosos paquetes de
hoy en día. Los ,ecutivos no se enfocaban exclusivamente en
maximizar el preci :de las acciones: se sentían responsables de servir
a múltiples campo entes. entre los cuales se encontraban sus emplea-
>
dos. La especialísi' corporación anterior a Gekko era internamente
conocida como Gel 'rous Motors. En estas nuevas épocas. estamos tan
sumergidos en la ie -ología que afirma que la codicia es buena. que nos
es difícil imaginan s que ese sistema funcionó alguna vez. De hecho.
durante la generacn que siguió a la Segunda Guerra Mundial. el nivel
de vida de los país 's se duplicó. Pero entonces. el crecimiento tamba-
leó ... y llegaron 1m ' uerreros corporativos. Estos guerreros afirmaban
-casi siempre corr .zón-que aumentarían las utilidades y por lo tanto
el precio de las acc enes. induciendo a las compañías a volverse peque-
ñas y eficientes.
Reemplazand( .- uchas de las acciones con deuda. forzaban a los
administradores a 'ustarse. o de otra forma se quebrarían. Al mismo

128
La burbuja problema

tiempo, dando a los ejecutivos fuertes remuneraciones personales ba-


sadas en el precio de la acción de la compañía, los inducían a hacer lo
que fuera necesario para aumentar ese precio.
Todo esto tenía sentido para los profesores de finanzas corporati-
vas. La conferencia dictada por Gekko era prácticamente una exposi-
ción de libro de texto de la teoría del "principal-agente", que dice que
el pago a los administradores debe depender estrechamente de los pre-
cios de las acciones: "los administradores de hoy no tienen participa-
ción en las compañías. En conjunto los hombres que están ahí sentados
(los altos ejecutivos) son dueños de menos del 3% de la compañía".
Yen los años noventa las corporaciones pusieron en práctica esa
teoría. Los depredadores desaparecieron de la escena, porque ya no se
necesitaban: las corporaciones norteamericanas aceptaron su Gekko
interior. 0, como lo expresó Steven Kaplan, de la Facultad de Admi-
nistración de Empresas de la Universidad de Chicago -en tono apro-
batorio-, en 1998: "ahora todos nosotros somos Henry Kravis". Por
encima de todo se impuso la tenacidad, con ejecutivos que recibían su
sueldo en paquetes que contenían magníficas remuneraciones si los
precios de las acciones subían.
y hasta hace unos pocos meses pensábamos que ese sistema esta-
ba funcionando.
Ahora que cada día parece traer un nuevo escándalo empresarial.
podemos ver el defecto fatal de la teoría: un sistema que de manera
despilfarradora premia a los ejecutivos por el éxito, tienta a esos eje-
cutivos, que controlan la mayoría de la información que se ofrece ha-
cia afuera de la compañía, a crear la apariencia de éxito. Se induce así
a la contabilidad agresiva, a las transacciones ficticias para inflar las
ventas o a lo que sea necesario.
Es verdad que, en el largo plazo, la realidad se pone al día con to-
dos. Pero unos pocos años de logros ilusorios pueden dejar a un eje-
cutivo inmensamente rico. Ken Lay, Gary Winnick, chuck Watson,
Dennis Kozlowski -todos serán consolados en su retiro prematuro con
sus nidos de nueve dígitos. A menos que usted vaya a la cárcel. Y, ¿al-
guien cree que alguno de nuestros malhechores modernos de gran
riqueza en realidad cumplirá una condena? Así las cosas, la deshones-
tidad, hay que aceptarlo, es la mejor política.

129
PAUL KRUGMAN

, ,
y no, no esta! s hablando de unas pocas manzanas podridas, Las
estadísticas de lo 'Itimos cinco, años muestran una dramática diver-
gencia entre las g 'ancias reportadas por las compañías a los inver-
sionistas y otras' , didas de crecimiento de las utilidades; esa es una
clara evidencia de ue muchas, o posiblemente la mayoría de las com-
pañías grandes e 'n adornando sus cifras,
Ahora la desc( 'fianza acerca de las corporaciones amenaza nues-
tra aún débil rec '-eración económica, Resulta ser que, después de
todo, la ambición mala, Pero ¿qué reformará nuestro sistema? Was-
hington parece d 'rminado a validar la opinión de la muy apolítica
página web de Co 'orate Governance (corpgoy,net), la cual, de manera
prosaica, anota; " 'ado el poder de quienes hacen lobby corporativo,
el control del goh rno con frecuencia es igual al control corporativo
de facto",
Es posible qulas corporaciones se reformen a sí mismas, pero
hasta el momento ,o dan señas de estar cambiando sus costumbres,
y uno se queda p ,sando ¿Quién va a salvar a esa corporación que no
está funcionando 'en, llamada los Estados Unidos de América?

t
,':

\30
Sabor a fraude
Junio 28 de 2002

Usted es el administrador de una heladería. No es muy rentable,


¿cómo puede usted volverse rico? Cada uno de los grandes escánda-
los empresariales que se han destapado hasta el momento, muestran
diferentes estrategias en el comportamiento de los ejecutivos.
En primer lugar está la estrategia Enron, Usted firma contratos
para -vender un cono de helado por día durante los próximos }o años
y deliberadamente subestima el costo de venta de cada cono. Enton-
ces usted registra todas las utilidades proyectadas sobre esas ventas
futuras de helados como parte de la línea de base, De repente, resulta
teniendo un negocio altamente rentable y puede vender acciones de su
almacén a precios inflados.
Después está la estrategia Dynergy. La venta de helados no es ren-
table, pero usted convence a los inversionistas de que va a ser rentable
en el futuro, Después hace un acuerdo secreto con otra heladería veci-
na: cada uno de los dos le va a comprar cientos de conos al otro todos
los días. O mejor, se van a hacer los que compran -no hay necesidad
de ponerse en el problema de mover realmente todos esos conos deuna
heladería a la otra. El resultado es que usted parece ser un agente gran-
de en el negocio y puede vender acciones a precios inllados,
O también está la estrategia Adelphia. Usted firma contratos con
los clientes y hace que los inversionistas se enfoquen en el volumen de
los contratos antes que en su rentabilidad. Esta vez usted no se
involucra en transacciones imaginarías, simplemente se inventa mu-
chos clientes imaginarios. Con su base de suscriptores creciendo tan
rápido los analistas le dan puntajes altos y usted puede vender accio-
nes a precios inflados,
Finalmente, está la estrategia WorldCom. En este caso usted no
crea ventas imaginarias, sino que hace que el costo real desaparezca,
aparentando que los gastos operativos -crema, azúcar, salsa de cho-
colate-- son parte del precio de compra de una nueva nevera. De esta
forma su negocio, que no es rentable, en el papel parece ser un nego-
cio altamente rentable que se endeuda únicamente para financiar sus

13l
PAUL KRUGMAN

compras de nuev _equipos. Así usted puede vender acciones a pre-


cios inflados.
iAh!. casi se - 'olvida: ¿Cómo se enriquece usted personalmente?
La manera más fál es darse a sí mismo muchas opciones de acciones,
de forma que se b _eficie de esos precios inflados. Pero también pue-
de usar. al estilo ron. otras entidades con propósitos especiales, los
préstamos persa _es al estilo de Adelphia y así sucesivamente, para
pegarse a esta r~ a de suerte. Es bueno ser gerente de una corpora-
ción.
Hay un par el cosas nefastas acerca de este menú de malas juga-
das. En primer lu _r, que cada Una de los escándalos empresariales
que se ha destapo o hasta el momento. tiene involucrado un fraude
diferente. Por lo t to, no hay consuelo en decir que otras compañías
hubieran podido -sar los mismos trucos usados por Enron o por
WorldCom -seg mente otras compañías encontraron otros trucoS-o
Segundo, las fec ías no deberían haber sido tan difíciles de descu-
brir. Por ejemplo orldCom ahora dice que el 40% de sus inversiones
del año pasado fI ron falsas. pues en realidad fueron gastos operati-
vos. ¿Cómo pudo gente que debía haber estado alerta a la posibili-
dad de fraude ca. rativo -los áuditores.los bancos y las autoridades
gubernamentales dejar pasar algo así de grande? La respuesta, por
supuesto, es que -ellos no querían verlo o se evitó que hicieran algo
al respecto. .
Yo no estoy d .iendo que todas las corporaciones de los Estados
Unidos son corrll taso Pero es daro que los ejecutivos que quieren ser
corruptos encuen 'an pocos obstáculos. Los auditores no estaban in-
teresados en pon en dificultades a las compañías que. según hemos
aprendido a trav del caso EnrOn.les pasaban subrepticiamente par-
te de esas lucrati s ganancias: Los funcionarios electos también se
convirtieron en e plices gracias a las contribuciones que recibieron
para sus campan y otros alicientes. y por eso evitaron que las auto-
ridades competer es hicieran s~ trabajo, dejando sus oficinas sin fon-
dos o creando "h os negros" en la regulación, lo cual permitió que
las prácticas os: as florecieran.
(Incluso, mie - as se hacen fuertes denuncias sobre WorldCom,
George W. Bush tá tratando de ascender al hombre que redactó la
La burbuja problema

infame" exención de Enron" -una ley particular diseñada para prote-


ger a esa firma de ser inspeccionada- a un alto cargo en una agencia
reguladora muy importante. Yalgunos congresistas parecen estar más
interesados en apretarle las clavijas al fiscal general de Nueva York,
Eliot Spitzer, que en hacer algo en los casos de corrupción que él ha
estado investigando).
Mientras tanto, siguen saliendo revelaciones a la luz pública. Hace
seis meses, en una columna ampliamente atacada, sugerí que, al final,
el escándalo de Enron marcaría un punto de quiebre más importante,
en cuanto a la percepción que Norteamérica tiene de sí misma, que el
11 de septiembre. ¿Parece eso tan poco plausible hoy en día?

133
, oda el mundo está indignado
;,
Julio 2 de 2002

Arthur Levitt, ~ persona escogida por Bill Clinton para dirigir la


Comisión de Val. '. s y Cambios', estaba empeñado en mejorar la po-
lítica de contabili< d corporativa -aunque con frecuencia estuvo blo-
queado por el po fr de quienes hacen lobby-. George W. Bush lo
sustituyó por Ha •ey Pitt, quief! prometió que la comisión sería más
"bondadosa y su . e". Incluso después de Enron, la administración
Bush se opuso ca góricamente a cualquier reforma significativa en
la contabilidad. I r ejemplo, rechazó la petición de personas como
l'
Warren Buffet, dr .xigir deducir de las utilidades reportadas el costo
de las opciones d, acciones de los ejecutivos.
Pero el señor 'sh y el señor PiU dicen que se sienten indignados
con el caso de Wo ¡dCom.
El representan ': Michael Oxley, presidente republicano del Comité
de Servicios Final :ieros, jugó un papel clave para aprobar una ley en
1995 (pasando po rncima del veto del señor Clinton) que, al bloquear
los pleitos de los i: ersionistas, puede haber abierto las puertas para
la ola de crímene ,corporativos. Más recientemente, cuando Merrill
Lynch admitió ha , r presionado las acciones que sus analistas consi-
deraban de muy I ,ca valor, el señor Oxley estaba furioso ... no por-
que la compañía 1" biera despistado a los inversionistas, sino porque
había aceptado P" ar una multa, posiblemente sentando un preceden-
te. Pero él tambié ;afirma estar indignado con el caso de worldCom.
¿Es posible q ~ este repentino brote de claridad moral tenga algo
que ver con las e ' estas que muestran un creciente desaliento de la
opinión pública c . respecto a las corporaciones fraudulentas?
Aún así, inclu (, esta epifanía inducida por las encuestas es bien-
venida. Pero pro ' lemente no eS genuina. Como lo expresó la pági-
na web dailyenriJ 'com la semana pasada, "los zorros le aseguran a
los norteameric31 ' s que le están pisando los talones a esas gallinas
que aún están pe idas".

• Securitie, an' ¡Oxchanged CoÍnmission (N. del T.).

134
La burbuja problema

Era particularmente difícil tomar en serio la supuesta ira del pre-


sidente, Como Chuck Lewis, perteneciente al independiente Centro
para la Integridad Pública, delicadamente lo expresa, el señor Bush
"tiene más familiaridad con las compañías de energía que se encuen-
tran en problemas y presentan irregularidades contables, que cualquier
jefe anterior", El señor Lewis se estaba refiriendo a la leyenda de
Harken Energy, la cual vale la pena que sea ventilada públicamente
en estos momentos.
Mi última columna, que describe las técnicas de fraude corporati-
vo, omitió un método también usado en Enron: la venta ficticia de ac-
tivos, Volviendo al ejemplo de la heladería, lo que usted haría sería
vender su vieja camioneta de domicilios a la corporación XYZ a un pre-
cio extravagante, y tomar la ganancia de capital como una utilidad,
Pero la transacción es un engaño: la corporación XYZ es, en realidad,
usted con otro nombre, Sin embargo, antes de que los inversionistas
se den cuenta de esto usted puede vender muchas acciones a precios
artificialmente altos,
Vamos ahora a la historia de Harken Energy, como la reportó rhe
Wall Srreer Journal el4 de marzo, En 1989 el señor Bush pertenecía a
la junta directiva de Harken, Asumió esa posición, al tiempo que ad-
quirió muchas acciones de la compañía, cuando Harken pagó dos mi-
llones de dólares por Spectrum 7, una pequeña compañía de energía
que estaba perdiendo dinero y que tenía grandes deudas, de la cual e!
señor Bush era gerente, Al explicar lo que Harken estaba comprando,
el fundador de esta compañía ,dijo, " Su nombre era George Bush",
Desafortunadamente, Harken también estaba perdiendo dinero,
Pero en 1989 la firma se las arregló para ocultar la mayoría de esas
pérdidas con las utilidades obtenidas de la venta, a alto precio, de una
subsidiaria, Aloha Petroleum, ¿Quién compró Aloha Petroleum? Algu-
nas personas cercanas a Harken, quienes obtuvieron la mayoría del
dinero para la compra de un crédito otorgado por la misma Harken,
Eventualmente la Comisión de Valores y Cambios dictaminó que esta
transacción era falsa y obligó a la compañía a arreglar la cifra de in-
gresos de! año 1989,
Antes de que se diera esa orden -y a pesar de que unas semanas
antes las malas noticias sobre la compañía ya no pudieron ser oculta-

135
PAUL KRUGMAN

das. causando el splome del precio de sus acciones- el señor Bush


vendió dos tercer' ~ partes de su participación por valor de 848 000
dólares. Sólo parener un punto de comparación. esa cifra es cerca
de cuatro veces ni or que la venta que hizo Martha Stewart en agua
caliente. Extraña ~nte. a pesar de que la ley exige que las ventas de
acciones de las pe ~onas relacionadas con una firma se divulguen rá-
pidamente. él se II 'ó a informar al gerente sobre su transacción y sólo
lo hizo 34 semana. más tarde. Un memorando interno de la Comisión
de Valores y Cam 'os concluyó que se había violado la ley. pero no se
registraron cargos ; oda el mundo insiste en que esto no tuvo nada que
ver con el hecho dque su padre fuera presidente.
Dada esta hist ia. y otra igual de interesante que involucra a Dick
Cheney como ge¡ te de Halliburton. uno diría que esta administra-
ción está particul¡ 'mente bien calificada para perseguir a los malhe-
chores corporativ "Después de todo. el señor Bush y el señor Cheney
tienen experienci " e primera mano en la materia. Y si algún cínico
sugiriera que la n : va ira del señor Bush con respecto a los fraudes
corporativos no r incera. yo sé cómo reaccionaría su vocero: se sen-
tiría indignado.

136
Triunfando en los negocios
Julio 7 de 2002

El martes próximo. George W. Bush tiene programado dar una


charla con la intención de colocarse al frente de la indignación nacional
con respecto a las fechorías corporativas. Les dará una severa lección
a los ejecutivos de WaU Street sobre ética y. sin duda. se retratará a sí
mismo como un creyente en la probidad de los negocios de viejo cuño.
Con todo, esa pose es surrealista. dada la forma en que funciona-
rios como el secretario de la Armada. Thomas White. Dick Cheney y
el mismo señor Bush han adquirido sus fortunas. Como lo dice Joshua
Green en The Washington Monlhly. en un artículo que debe ser leído,
escrito justo antes de que la administración se volviera de un momen-
to a otro semejante exponente de ética corporativa: "El nuevo tono que
el señor Bush ha traído a Washington no es uno de integridad sino de
permisividad [... ] En esta administración. enriquecerse uno mismo
mientras el negocio al que uno pertenece se quiebra. no necesariamente
es motivo de desaprobación".
Desafortunadamente. hasta el momento la administración ha lo-
grado que los medios de comunicación se enfoquen en la pregunta
menos importante sobre los negocios del señor Bush: no haber obede-
cido la ley al no haber informado prontamente sobre su venta de ac-
ciones en calidad de persona relacionada con la empresa. Es cierto que
la historia del señor Bush acerca de esa desobediencia ha cambiado
repentinamente. pasando de "el perro se comió mi tarea" a "mi abo-
gado se comió mi tarea -{1]atro veces-". Pero la administración espe-
ra que el enfoque exclusivo sobre estos lapsus desvíe la atención lejos
del punto clave: el señor Bush se benefició personalmente de una con-
tabilidad agresiva, idéntica a los recientes fraudes que han aterrado a
la nación.
En 1986 uno hubiera tenido que considerar al señor Bush un hom-
bre de negocios fracasado. Había manejado millones de dólares de
otras personas sin tener nada que mostrar excepto una compañía per-
diendo dinero y acosada por las deudas. Fue rescatado de la quiebra
cuando Harken Energy compró su compañía a un precio increíblemen-

137
PAUl KRUGMAN

te alto. No cabe do< de que Harken estaba pagando básicamente por


las conexiones del . ' ñor Bush,
Apesar de este! , anexiones, a Harken le fue mal. Pero por un tiem-
po la compañía ese 'ndió su fracaso -sosteniendo el precio de su ac-
ción el tiempo neces 'rio para que el señor Bush vendiera la mayor parte
de sus acciones y 01 ~ viera una gran ganancia -usando un truco idén-
tico a una de las pri cipales maniobras usadas por Enron una década
:r
más tarde. (Sí. Ard Andersen era el contador)-. Como lo expliqué
en mi columna anl :ior, el truco es el siguiente: la personas al interior
de la corporación ( an una organización fachada que parece indepen-
diente pero que en 'ealidad está bajo su control. Esta organización
compra algunos de os activos de la firma a un precio extremadamen-
te alto, creando un : tilidad fantasma que infla el precio de las accio-
nes, permitiendo a "s ejecutivos vender sus acciones a buen precio.
Eso fue exactaI fite lo que pasó en Harken. Un grupo de personas
relacionadas con la :rma, usando dinero prestado por Harken mismo.
pagó una suma ex ~bitante por una subsidiaria de Harken, Aloha
Petroleum. Eso dio ',gar a una utilidad fantasma de diez millones de
dólares, la cual tapó' es cuartas partes de las pérdidas que tuvo la com-
pañía en el año 198, ':Los asesores de la Casa Blanca han relativizado
la importancia de e _a maniobra diciendo que diez millones de dóla-
res no es mucho. ca parado con la magnitud del escándalo reciente,
De hecho. es una 'queña fracción de las utilidades aparentes que
Halliburton creó a.t avés del cambio repentino en los procedimientos
contables cuando . ~k Cheney era su gerente. Pero para el precio de
la acción de Harken 'y por lo tanto para la fortuna personal del señor
Bush -este truco c table hizo toda la diferencia,
. iAh!. Ylas utilid :des falsas de Harken fueron varias docenas más
grandes que el negio de tierras de Whitewater -y sin embargo a su
investigación se des ~nó sólo una séptima parte del costo de la investi-
gación de Whitewa ·r-.
El señor Bush ¡'. aba en el comité de auditoría contable de la com-
pañía. y también en 'n comité especial de reestructuración, Antes. en
1994. otro miembro e ambos comités, E. Stuart Watson, aseguró a los
reporteros que a él ~ al señor Bush se les había tenido siempre bien

138
La burbuja problema

informados acerca de las finanzas de la firma. Si el señor Bush no supo


sobre la maniobra de Aloha. entonces era un director muy negligente.
En cualquier caso. el señor Bush ciertamente supo en qué había
estado envuelta su empresa cuando la Comisión de Valores y Cambios
ordenó reestablecer los ingresos de la firma. Por lo tanto. no puede es-
tar realmente aterrado con los fraudes corporativos recientes. Su pro-
pia compañía usó exactamente los mismos trucos. para su considerable
beneficio. Por supuesto. lo que en realidad volvió rico al señor Bush
fue la inversión de los recursos que obtuvo de Harken en los Texas
Rangers ---{)tra historia igual de extraña-o
El punto es el contraste entre la imagen y la realidad. El señor Bush
se describe a sí mismo como una persona común y corriente. con la cual
los norteamericanos se pueden identificar. Pero su fortuna personal fue
construida con base en los privilegios y el manejo de información in-
terna de las empresas en las que estaba involucrado -y. después de la
venta de Harken. en beneficios corporativos a gran escala-o Algunas
personas la tienen fácil.

139
El juego de los de adentro
Julio 12 de 2002

La crisis actual el capitalismp norteamericano no se trata única-


mente de detalles e ecíficos -trucos contables. opciones sobre accio-
nes. préstamos a ej : tivos. entre otros-o Se trata de la forma en que
el juego ha sido ma ipulado en beneficio de las personas de adentro
de las empresas.
y la administr'ón Bush está llena de esas personas. Esa es la
razón por la cual e1l :esidente no puede salir del paso con la mera opo-
sición retórica a los 'ecutivos malhechores. Para dar el ejemplo más
extremo (hasta e11 mento). ¿cómo podemos tomar en serio su posi-
ción moralizadora ando Thomas White. cuya división de Enron ge-
neró 500 millones d .dólares de falsas ganancias. y quien vendió sus
acciones por valor' . doce millones de dólares justo antes de que la
compañía colapsar- 'es aún el secretario de la Armada?
y aún así. todo I c¡ue el señor Ilush ha dicho y hecho recientemente
muestra que no lo h pptado. Cuando se le preguntó sobre el negocio
de Aloha Petroleum levado a cabo por su antigua compañía. Harken
Energy -venta en 1; cual se registraron grandes ganancias. que fue
pagada por la misl,< compañía y cuyo único propósito fue inflar los
ingresos reportado,· respondió: "había una honesta diferencia de opi-
nión ... cuando se tI'< ' de procedimientos contables. algunas veces las
cosas no son exacta ente blancas o negras".
y él aún se opO! tanto a las reformas que reducirán los incenti-
vos para los fraudeS brporativos. como a exigir que las empresas con-
tabilicen las opci es de acciones de los ejecutivos contra las
utilidades: y a refor 'as que harían más difícil realizar esos fraudes.
como prohibir que lo ',contadores reciban pagos por asesorías por parte
de las mismas firm •a las que les hacen auditoría.
Lo más cercano, . na propuesta sustantiva en la severa. pero casi
inocua charla que d tó el martes el señor Bush. fue su llamado a au-
mentar los castigos 'los ejecutivos condenados por fraude, Pero esa
es una amenaza va , En realidad. los altos ejecutivos muy rara vez
quedan con cargos I r crímenes. Hasta el momento no se ha llevado

140
La burbuja problema

a cabo ni un solo proceso por el caso Enron, e incluso" Chainsaw Al"


Dunlap, un experto en alterar contabilidades, tiene por el momento
sólo un proceso en su contra, Y a ellos casi nunca se les declara culpa-
bles, Los temas contables son suficientemente técnicos como para con-
fundir a muchos tribunales: costosos abogados crean la mayor parte
de esas confusiones y, si todo lo demás falla, los renombrados ejecuti-
vos tienen amigos en altos cargos que los protegen,
En este tema, al igual que en buena parte del tema del gobierno
corporativo, la actual ola de escándalos está prefigurada por la pro-
pia historia del presidente Bush.
Al margen, algunos expertos han tratado de descartar las dudas
sobre la carrera empresarial del señor Bush, refiriéndose a ellas como
injustas -eso fue hace mucho tiempo y por lo tanto es irrelevante-. Sin
embargo, a muchos de estos expertos les pareció perfectamente apro-
piado dedicar siete anos Y70 millones de dólares a investigar un ne-
gocio de tierras que fracasó, el cual era más antiguo en la vida de Bill
Clinton que los escándalos que ahora empañan la reputación del se-
ñor Bush, Ysi quieren algo más reciente, ¿qué tal contar la historia de
la inversión extremadamente lucrativa del señor Bush en los Rangers
de Texas, la cual fue tan rentable debido a la red altamente incestuosa
entre política pública y asuntos privados? Como en el caso de Harken,
no es necesario llevar a cabo un gran trabajo: Joe Conason hace dos
años lo desplegó todo en Harper.
Pero la historia de Harken tiene todavía más qué enseñarnos, por-
que la investigación de la Comisión de Valores y Cambios sobre la ven-
ta de las acciones del señor Bush es una ilustración perfecta de por qué
sus severos discursos no van a asustar a los malhechores bien conec-
tados. El señor Bush dice haber sido "vetado" por la Comisión de Va-
lores y Cambios. De hecho, la investigación realizada por la agencia
fue particularmente superficial. De alguna manera, y sin hacerle in-
dagatoria a él ni a otros miembros de la junta de Harken, la investiga-
ción concluyó que una venta tan oportuna de las acciones del señor
Bush no reflejaba que él tuviera información confidencial de la com-
pañía, Es probable que los altos funcionarios de la Comisión de Valo-
res y Cambios sintieran que sabían suficiente sobre el señor Bush: su
padre, el presidente, había nombrado a un buen amigo como presidente

141
PAUL KRUGMAN

de la Comisión de ores y Cambios. Yel asesor general. que normal-


mente hubiera tom o la decisión sobre alguna acción legal. había sido
el abogado personal e George W. Bush -d mismo que negoció la com-
pra de los Rangers e Texas. Yo no me estoy inventando esto-.
La mayoría de J( malhechores de las corporaciones no estarán tan
bien conectados COl o el joven se~or Bush; pero. como él. esperarán.
y probablemente re irán. un trat~miento muy considerado. En un pa-
ralelo interesante. I ,actual Comisión de Valores y Cambios. que ale-
ga estar investigan la muy cuestionable contabilidad de Halliburton
que convirtió una p .dida en una utilidad. tiene aún pendiente entre-
vistar al gerente de a época. Dick Cheney. .'
El punto crítico que durante la semana pasada todas las espe-
ranzas que usted h .iera podido abrigar de que el señor Bush hubie-
ra hecho un corte n su pasado y hubiera triunfado la necesidad
desesperada por lÚ reforma corporativa. quedaron frustradas. El
señor Bush no es un .erdadero reformista. sólo pretende serlo ante las
cámaras.

142
Limitación por indignación
Agosto 23 de 2002

Las altas remuneraciones de los gerentes de las corporaciones nor-


teamericanas reflejan una intensa competencia entre las compañías por
el mejor talento administrativo. Las opciones de acciones y otras for-
mas típicas de compensación a los ejecutivos están diseñadas para dar
incentivos al desempeño. Estos incentivos alinean los intereses perso-
nales de los.administradores con los de los accionistas.
Nada del párrafo anterior es cierto. Ese es el mensaje de un extraor-
dinario informe de investigación circulado por el National Bureau of
Economic Research. que es un importante centro de investigación. Vale
la pena Jeer eJ informe para entender Jo que en realidad está pasando
en nuestra economía.
Primero leí el artículo: "La compensación a los ejecutivos norte-
americanos: ¿contratación óptima o extracción de rentas?", escrito en
diciembre pasado por Lucian Bebchuk. Jesse Fried y David Walker (de
Harvard, Berkeley y Boston, respectivamente). Y buena parte gracias
a su análisis concluí, temprano en el juego. que Emon sería sólo el
primero de muchos escándalos.
Lo que ellos muestran es que la teoría oficial de las corporaciones.
en la cual el gerente está al servicio de la junta directiva. que representa
los intereses de Jos accionistas. es muy engañosa. En la práctica, el ge-
rente moderno fija su propia remuneración, limitado únicamente por
la "indignación" -indignación no de parte de la junta directiva, ya que
sus miembros dependen del prestigio del gerente para su propia posi-
ción, sino de parte de algunas personas ajenas a la compañía que pue-
den crear problemas-o Y el verdadero propósito de muchas de las
características de los paquetes de remuneración de los gerentes no es
dar incentivos sino" camuflaje" -permitir al gerente que se remunere
a sí mismo copiosamente, minimizando, a la vez, la indignación aso-
ciada-o
El caso más obvio son las opciones de acciones. Hay un buen ar-
gumento para ligar el pago de un ejecutivo con el precio de las accio-
nes de su compañía, pero el verdadero esquema de incentivos debería

143
PAUL KRUGMAN ,

tener característica 'que uno casi nunca ve en la práctica, Por ejem-


plo, e! pago de un ( ~ cutivo debería depender del precio de la acción
de su compañía co ,parado con un índice de referencia que estaría
compuesto por el p io de las acciones de otras compañías similares,
de forma que lo que 1obtiene refleja el trabajo que está haciendo y no
las condiciones gen ales de! mercado,
Sin embargo, d, echo, un gerente casi siempre recibe opciones de
acciones a los preci corrientes del mercado -fin de la historia-, Si e!
precio de la acción, 'be, él las vende, Si e! precio baja, recibe nuevas
opciones a precio lT s bajo, A decir verdad, existen grietas en las le-
yes tributarias las ales estimulan esta práctica, Pero e! principal
motivo por el cual '¡ os ejecutivos se les paga de esta manera es que
así ellos reciben un: : osa casi segura -a menos que la acción caiga de
manera permanent ,tarde o temprano e! ejecutivo que sigue adqui-
riendo opciones a lo recios corrientes gana mucho dinero- y lo hacen
de una manera que : mufla la conveniencia del arreglo, Los premios
otorgados en opciol s de acciones, con mucha frecuencia, ni siquiera
son contabilizados 'mo un gasto corporativo, ye! día en que la retri-
bución se hace efe~ 'va, casi siempre puede ser presentada como un
premio por los logr obtenidos,
Gracias a las cr ,ientes habilidades de las empresas para camu-
flar, y a la perman te erosión de las antiguas inhibiciones ante los
excesos aparentes, 'pago promedio de un gerente de las compañías
más grandes se ha lsparado, Una generación antes este era "sólo"
40 veces superior al ago de un trabajador promedio: hoy en día es 500
veces superior, Eso, mucho dinero, pero los gastos directos no son e!
principal problem~, l mayor problema es que los trucos usados para
camuflar los exorbi ntes pagos, dan a los ejecutivos enormes incen-
tivos para hacer qll os precios de las acciones suban en e! momento
en que ellos van a v der sus opciones,
Estamos hasta a ora comenzando a ver e! punto hasta e! cual esos
incentivos distorsio an e! comportamiento corporativo, Ahora sabe-
mos que algunas ti as se embarcan en grandiosos programas de
compras yexpansi 'es que terminan en fracasos", pero sólo después
de que los altos eje' 'ivos se han lucrado inmensamente, También sa-
bemos que las emp ,sas, ansiosas por alcanzar o sobrepasar las ex-

144
La burbuja problema

pectativas de los analistas, se involucran en contabilidad creativa a


gran escala: en cada uno de los últimos años de la burbuja, la mayo-
ría de las grandes compañías reportaron un crecimiento de dos dígitos
en las utilidades, a pesar de que las estadísticas nacionales mostraban
que las utilidades de las corporaciones apenas si estaban creciendo,
No estoy acusando a los gerentes de las corporaciones de ser vi-
llanos conscientes, que se enroscan sus bigotes y se ríen entre dientes
por sus acciones diabólicas, La gente es muy hábil para racionalizar
sus acciones -inclusive JeffSkilling se considera a sí mismo una vÍc-
tima- y la gran mayoría de los gerentes seguramente se comportan de
acuerdo con la ley,
Pero e! hecho es que tenemos un sistema corporativo que da inmen-
sos incentivos para torcidos comportamientos. Yestaría muy sorpren-
dido si las excusas que Michael KOpper, de Enron, dio el miércoles son
e! comienzo de! fin: yo creo más bien que son e! fin del comienzo,

145
Los negocios de siempre
Octubre 22 de 2002

El estado de á 'jmo de quienes hace lobby empresarial. de acuerdo


con un alegre fu }onario de la Heritage Foundation. es de un "opti-
mismo que casi c ~ en la frivolidad", Ellos esperan que las elecciones
del S de noviembl "les den a los republicanos el control de las tres ra-
mas del gobierno 'ya tienen escrita su lista de regalos, "Es el equiva-
lente doméstico d 'hacer planes sobre la postguerra con ¡rak" dice ese
funcionario.
La Casa Blan 'a, aparentemente, también espera la llegada de la
navidad en novie ~bre, De hecho. está tan confiada que ya le ha dado
a las personas qlH ',acen lobby empresarial el regalo que más querían:
acabar con todo e , sinsentido de la reforma corporativa. En julio pa-
sado. George W. :ush declaró que "los delitos de las corporaciones
serían descubier! ~ y castigados", solicitando una nueva ley que die-
ra fondos frescos' ara investigadores y tecnología a la Comisión de
Valores y Cambl ,para destapar las fechorías", Pero eso fue en ese
momento: ¿acaso :sted no sabe que ahora estamos en guerra?
El primer grm ipaso para erosionar la reforma fue cuando Harvey
Pitt. presidente d ':la Comisión de Valores y Cambios. se echó pa~a
atrás en sus plan - de nombrar una figura fuerte e independiente en
la dirección de un ; nueva junta de vigilancia contable,
Pero eso fue s 'lo el preludio. La Comisión de Valores y Cambios
ha estado pobren 'nte financiada durante años. y la mayoría de los
observadores -in -uyendo Richard Breeden. quien dirigía la agencia
cuando el padre, ;'1 señor Bush era presidente- pensó que el presu-
puesto aprobado . r Bush en julio pasado era realmente escaso, Pero
ahora la adminis -ción quiere cancelar la mayoría de los "nuevos fon~
dos" de los cuale ',el señor Bush se jactaba, Los funcionarios de la
administración al gan que la Comisión de Valores y Cambios puede
hacer su trabajo ' n un presupuesto mucho más reducido, Pero la
Comisión está ri, ;culamente subfinanciada: el salario de los aboga-
dos de planta y d, os contadores es la mitad de lo que ellos recibirían
en el sector priva ,o: normalmente se encuentran abrumados por la

146
La burbuja problema

cantidad de departamentos legales y compañías que tienen que inves-


tigar, y con frecuencia tienen que hacer su propio trabajo de tecleado
y copiado. Los funcionarios dicen que hay investigaciones que debe-
rían seguirse, pero que no es posible por falta de recursos. Y la nueva
ley expande las responsabilidades de la Comisión.
Entonces, ¿qué está pasando? Acá hay un paralelo. Desde 1995, el
Congreso ha forzado sistemáticamente al Servicio Interno de Ingresos
(IRs), la institución a cargo de la recaudación tributaria, a reducir sus
operaciones. Desde entonces el número de auditores ha caído en un
28%. Sin embargo, es daro que al dar más recursos allRs se reduciría
el déficit federal: la agencia estima que pierde por lo menos 30 billo-
nes de dólares al año en impuestos no recaudados, principalmente
porque los contribuyentes de altos ingresos creen que pueden evadir
impuestos. Así que matar de hambre allRs no busca ahorrar dinero
sino proteger a los más pudientes, que hacen trampas tributarias.
De manera similar, los altos funcionarios no creen realmente que
la Comisión de Valores y Cambios pueda hacer su trabajo con menos
dinero: el punto es evitar que la agencia haga su trabajo.
En retrospectiva, es difícil ver por qué todo el mundo creyó que
nuestros líderes actuales eran serios con respecto a la reforma corpo-
rativa. Hasta un punto sin precedentes en la historia reciente, este es
un gobierno de y para las personas relacionadas con las corporacio-
nes. No estoy hablando de tráfico de influencias, estoy hablando de ex-
periencia adquirida en sus carreras personales. La administración
Bush contiene más antiguos gerentes de corporaciones que ninguna
administración pasada: pero, como lo dijo James Surowiecki en The
New Yorker, "Casi ninguno de los antiguos gerentes que hoy hacen
parte de la administración Bush lideró negocios empresariales com-
petitivos". Al contrario, proceden de un mundo de "capitalismo de
compinches, en el cual es más importante a quién se conoce que lo que
se hace y cómo se hace ". ¿Por qué habrían ellos de volteade la espal-
da a ese mundo?
y no olviden los incentivos personales. Casi todos esos ex geren-
tes que están en la administración se volvieron ricos gracias a las co-
nexiones que hicieron en Washington; la excepción es el propio señor
Bush, quien se hizo rico gracias a las conexiones que su padre hizo en

147
PAUL KRUGMAN

Washington, Est " roceso continúa, El senador Phil Gramm, quien


presionó para saC' 'adelante la legislación que eximió del cumplimien-
to de la regulació la las prácticas comerciales de Enron mientras su
esposa se sentaba:n e
la junta directiva de la compañía, se está pose-
sionando discretal ente en su nuevo cargo: asumirá la dirección de UBS
Warburg, la com¡ 'ñía que compró la operación comercial de Enron,
De alguna maner' nlos cruzados en contra de los abusos empresaria-
les no reciben ofer ' s similares,
Al final. usted" o debería preocuparse por esas imágenes de tele-
visión que mues h hombres en vestidos elegantes, caminando con
actitudes reflexiv ~, Eso era para el consumo público: ahora que el
público está enfoc "o en otras cosas, volvamos a los negocios de siem-
pre -los negocios ue hacen los de adentro de las empresas-,

148
PARTE 11

Matemáticas
confusas
Una vez leí una historia de un país latinoamericano en el cual los
políticos tenían el hábito de hacer promesas vacías. Un partido políti-
co incluso prometió aumentar el número de millas por galón de gaso-
lina. diseñando todas las carreteras en bajada.
Ahora ese chiste se ajusta a nosotros.
Hay un parecido evidente entre el recorte de impuestos que hizo
Bush en el año 2001 yel que hizo Reagan 20 años antes. Sólo que aho-
ra la política es muy diferente a esa época. y mucho más tenebrosa. No
soy un admirador de Reagan pero él por lo menos presentó su plan de
manera honesta: no negó que estaba proponiendo grandes recortes de
impuestos para los ricos ni escondió el hecho de que esos recortes de
impuestos podían costearse sólo a la luz de las teorías económicas del
lado de la oferta. Cuando Bush propuso Un plan similar. sin embar-
go.Jo presentó de manera engañosa: aparentó que el recorte de impues-
tos era principalmente para la clase media y alegó que era claramente
coherente con un presupuesto responsable. Basta un ejercicio simple
para mostrar que ambos argumentos son sencillamente falaces. pero.
por alguna razón, casi nadie en los medios de comunicación estuvo dis-
puesto a hacer ese ejercicio.
En los primeros meses de la campaña del año 2000 me fue difícil
creer lo que estaba pasando. ¿Estaba el candidato del principal parti-
do político mintiendo descaradamente sobre el contenido de su propio
programa? ¿Estaban los medios de comunicación dejando que se sa-
liera con la suya? En efecto, él estaba mintiendo y ellos lo estaban de-
jando. ¿El resultado? Bush ha realizado la más grande operación de
poner la carnada y salir corriendo de la historia. Primero, describió un
recorte de impuestos que dejaba en bancarrota al presupuesto y que
daba los principales beneficios a los más pudientes, como un plan
modesto para devolver los ingresos sobrantes a Jas familias comunes
y corrientes. Después. cuando la tinta roja comenzó a aparecer en
abundancia, se arropó a sí mismo y a sus políticas en la bandera na-
cional, diciendo que los causantes de los déficit eran los terroristas dia-
bólicos y otras fuerzas fuera de su control. Como economista que soy,
entendía lo que estaba pasando y trataba de explicarlo en mi colum-
na. Los críticos me llamaron Casandra, y tenían toda la razón -aun-
que nadie creía las profecías de Casandra, estas se volvieron realidad-o

151
PAUL KRUGMAN

El capítulo 5 d ·cribe la forma como se vendió el recorte de impues-


tos de Bush -los "cos.las evasiones y las abiertas mentiras que usó
al principio de la c mpaña electoral y. después. para que fueran apro-
badas por e! Con es()-. Un subtema que se deriva de esta historia
es e! fracaso de la. _nstituciones' y los individuos que debieron haber
protegido e! interé ;público. Los medios de comunicación fracasaron.
desastrosamente. . explicar e! asunto: a Bush se le permitió escapar
con mentiras f1agr _tes acerca d~l presupuesto. y las personas que se
habían estereotipa ocomo defensores de la probidad fisca!. dejaron a
un lado sus supue os principios. El caso más notable fue e! de Alan
Greenspan. un alt redicador de la disciplina fiscal durante los años
de Clinton. que s - marró a sí mismo con nudos intelectuales para
apoyar e! meticulo ~mente irresponsable recorte de impuestos de Bush.
Para mí fue el que el plan de Bush dilapidaría e! superávit pre-
supuesta!. ganado ,on mucho esfuerzo. Lo que no anticipé fue lo rápi-
do que esto suced,t ía. transformando en un abrir y cerrar de ojos un
superávit record e ,un déficit. Y. por supuesto. no sabía que el 11 de
septiembre le ofre Tía a la administración la oportunidad de cubrir
sus huellas. culpal o a los extranjeros diabólicos de los ríos de tinta
roja. El capítulo 6 ce una crónica de! debate sobre e! presupuesto.
que tuvo lugar des -és de septiembre 11. cuando el tamaño de! desas-
tre presupuestal f¡ 'ya evidente -y a nadie pareció importarle-.
Bueno. ¿por qu debería importarnos? Los apologistas de la admi-
nistración Bush no dicen que. según los estándares históricos. la deu-
da del gobierno fe ral no es tan grande en relación con el tamaño de
la economía y que actual déficit presupuesta!. aunque no tiene pre-
cedentes cuando s ira en términos de dólares. tampoco es tan ex-
cepcional cuando s compara con el tamaño de la economía. Pero esas
comparaciones his ricas son pr~fundamente engañosas: las políticas
de la administrad< son excesivamente irresponsables. preparándo-
nos para una crisi. '-nmensa en el futuro no muy distante. ¿Por qué?
Porque nos faltan lo unos pocos años para el "día B": e! día en que
las personas nacid 'en la época de! baby boom se empiecen ajubilar.
El gobierno de .s Estados Unidos puede entenderse mejor como
una gran compañf "e seguros que también tiene un ejército. Los gi-
gantescos program 'para los retirados -seguridad social y Medicare-

152
Matemáticas confusas

ya dominan el presupuesto federal. y se volverán mucho más costo-


sos dentro de una década. Si tenemos que pagar esas cuentas, y tam-
bién intereses sobre una gran deuda nacional. alguna de las partes
tendrá que ceder. Por lo tanto, este sería un buen momento para gene-
rar superávit y pagar la deuda federal. Es difícil imaginarse un momen-
to peor para estar mostrando déficit gigantescos,
Pero, ¿porqué no reformar, en cambio, la seguridad social y
Medicare' Suena bien -al plan de Bush para "reformar" la seguridad
social le fue bien durante la campaña-o Sin embargo, como se explica
en el capítulo 7, ese plan fue un fraude desde el principio, Cuando us-
ted lo mira de cerca, Bush estaba insistiendo en qUf2 -1 = 4, que des-
viando parte de los ingresos del sistema de la seguridad social hacia
las cuentas privadas fortalecería las finanzas del sistema, cuando la
aritmética simple mostraba que esa política llevaría al resultado exac-
tamente opuesto. La mentira que contenían los programas de la admi-
nistración sobre Medicare fue más sutil, pero igualmente palpable. En
ambos casos, las supuestas curas para las calamidades de los progra-
mas, en realidad empeorarían mucho, pero mucho, las cosas, yagra-
varían los problemas creados por las políticas fiscales irresponsables.
y esto, ¿a dónde nos va a llevar? Mientras armaba esta parte del
libro, estuve analizando a fondo el futuro fiscal de la nación -y resol-
ví pasarme a una tasa de interés fija para mi crédito de vivienda-, Uno
de estos años, probablemente mucho más pronto de lo que usted pien-
sa, los mercados financieros se van a dar cuenta de la situación y van
a notar que el gobierno de los Estados Unidos ha hecho promesas in-
consistentes -promesas de beneficios a los futuros jubilados, repagos
para aquellos que compren las deudas del gobierno, y tasas de impues-
tos mucho más bajas de las que se necesitan para pagar todo eso-o
Algunas de las concesiones van a tener que sacrificarse, yeso no va a
ser bonito. De hecho, yo creo que los Estados Unidos se están ponien~
do en posición de una crisis al estilo latinoamericano, en la cual los
temores de que el gobierno trate de resolver su dilema inflando la deuda
hacen que las tasas de interés se disparen.
Usted lo leyó primero aquí.

153
Capítulo 5

La Carnada ...
¡Ups! Lo hizo de nuevo'
Octubre 1 de 2000

Llegó la época de las confesiones en las noticias financieras. Mu-


chas compañías están admitiendo que las utilidades no colmarán las
expectativas del mercado. Programas como Moneyline de CNN se han
vuelto dolorosos de ver: noche tras noche los ejecutivos se retuercen
en la medida en que los entrevistadores los interrogan severamente
acerca de por qué los ingresos fueron menores a lo esperado. No es
necesario decir que se da por hecha una contabilidad honesta. Después
de todo. los entrevistadores hacen su tarea -dios brincarían ante cual-
quier error obvio en las cifras-o
Pero creo que algunas personas reciben un tratamiento especial.
En verdad yo no estaba planeando escribir más columnas sobre la
aritmética de George W. Bush. pero su presentación del pasado miér-
coles en el programa Moneyline fue francamente alucinante. Tuve que
conseguir una transcripción para convencerme de que había oído co-
rrectamente. Era como si los asesores del señor Bush le hubieran pre-
parado un memorando que decía 'Algunas de las cosas que usted dijo
en su presentación no eran verdad. Su misión. en los pocos minutos
que le quedan es repetirlas todas. No hable sobre generalidades. dé
números específicos falsos. iEso les enseñará!".
En primer lugar. el señor Bush habló sobre el presupuesto. "Se
proyecta un superávit cercano a los 4.6 trillones de dólares". declaró.
lo cual es cierto. aunque las proyecciones sean dudosas. y después dijo:
"Quiero que una parte de ese dinero. casi un trillón. se use para pro-
gramas que ofrecen medicamentos para las personas de la tercera
edad. Dinero para fortalecer el ejército y mantener la paz. Ahora ten-
go algunas ideas para mejorar la educación. que las he traído de mis
viajes alrededor del mundo. Y quiero. -ustedes saben- que haya al-
gunos recursos para el medio ambiente".
¿Cerca de un trillón? El informe de presupuesto presentado hace tres
semanas por la campaña del candidato muestra un gasto total en nue-

• El título original del capítulo es "Dops! He Did It Again" (N del T.)

157
PAUL KRUGMAN

vos proyectos por alor de 474.6 billones de dólares -menos de la mi-


tad de un trillón-' " resumiblemente. el señor Bush quiere transmitir
la sensación de q 'es un hombre compasivo que en realidad se preo-
cupa por la educa 'ón. el medid ambiente y todo eso. Pero eso no lo
excusa de anunci 'que va a gaStar en estas causas nobles el doble de
lo que está inclui en su propio presupuesto.
"Pero -<ontin aún hay una cuarta parte sin gastar. cerca de 1.3
trillones [el tama del recorte de impuestos de Bush]. Pienso que
deberíamos devol . rsela a la gente que paga sus cuentas". ¡Ah! Cua-
tro veces 1.3 es 5. no 4.6: perq. en cualquier caso. el costo total del
recorte de impues s para el presupuesto. incluyendo intereses. es de
1.6 trillones de el lares. más de una tercera parte del superávit
proyectado-.
Después habl e la seguridad social. En este tema se necesita un
poco de explicaci . El motivo por el cual la seguridad social está en
problemas es porq dicho sistema tiene un gran "hueco" -básicamen-
te una deuda esco ida-o porque a los jubilados de generaciones an-
teriores se les pa: on sus beneficios con cargo a las contribuciones
de los trabajador jóvenes. Ese hueco también significa que no se
puede justificar la rivatización 'de la seguridad social-la cual es de-
fendida por el seil Bush- com~arando la tasa de retorno que un in-
dividuo podría ob ner invirtiendo en bonos del gobierno y la tasa de
e
retorno implícita as contribuciones de la seguridad social. Esa com-
paración ignora u multitrillonaria deuda en dólares que alguien tiene
que pagar.
El señor Bush:; 'n perder tiempo. fue directo a una engañosa com-
paración. "La in,!: ión más segura de todas rinde aproximadamente
un 4% (haciendo. erencia a los bonos del gobierno). que es el doble
de lo que están r~ iendo hoy eh día los recursos acumulados en los
fideicomisos de la, eguridad sooial".
¿Hay alguna fl a de aclarar los comentarios del señor Bush -tres
afirmaciones erróI as y facilistas mayúsculas. en el curso de unos po-
cos minutos-? Po menos a mí no se me ocurre ninguna explicación
para esto. Acá nn tamos hablando de análisis económicos cuestio-
nables. sólo de he os: lo que el señor Bush le dijo a la te\evidencia
nacionalsimplen¡ te no es verdad.

\58
Matemáticas confusas

lo que es realmente asombroso es e! silencio de los medios de co-


municación -esos" medios de comunicación liberales" de los cuales se
quejan los conservadores-o El programa Moneyline nunca dejaría que
un gerente anunciara un gasto en investigación dos veces superior a
la suma que se dio a conocer en los comunicados de prensa de la pro-
pia compañía. Pero cuando el señor Bush dijo que gastaría e! doble de
lo que había anunciado en su propia campaña en nuevos programas.
e! entrevistador se quedó callado y nadie más retomó el asunto.
Como ya dije. no quiero seguir escribiendo sobre estos temas. pero
los reporteros parecen estar tan ocupados persiguiendo ratas y perros
que no pueden mirar lo que los candidatos dicen acerca de sus propues-
tas de política. Por lo tanto. alguien tiene que señalar que en una en-
trevista que era una vitrina de su programa económico. el señor Bush
lo hizo de nuevo: exageró ampliamente sus planes de gasto. subesti-
mó mucho el costo de su recorte de impuestos y mintió acerca de los
asuntos de la seguridad social.

159
No somos responsables
Octubre 1B de 200

Cualquiera q ~ sea el resultado de estas elecciones. los historia-


dores fururos verá 'este año como aquel en que Norteamérica repro-
bó un gran exame :político.
Después de dé . das de irresponsabilidad bipartidista. en la déca-
da de los noventa. : ilagrosamente.los Estados Unidos comenzaron
a parecer una nad : madura -un país capaz de planear con anticipa-
ción. de aprovech ~;los buenos tiempos para prepararse para las épo-
cas tormentosas p r venir-o Pero eso fue una ilusión: resulta ser que
sólo estábamos ju . ndo a ser maduros.
La norma bás ,a de la responsabilidad fiscal para un gobierno
nacional es. en bU( 'a parte. la misma que la de una familia: pague sus
deudas y constru) 'reservas financieras en los tiempos buenos para
usarlas más adela 'e. Y. por lo menos portres factores. ahora estamos
viviendo unos de 1 s mejores tiempos para los gobiernos norteameri-
canos.
Primero. esta 'os en tiempos de paz y no tenemos rivales milita-
res significativos: o hay que creer en una nueva guerra fría para pen-
sar que es impro\l . le que las cosas se mantengan así de bien. y que
por una u otra raz el gasto militar va a tener que aumentar con res-
pecto a sus nivele ctuales.
Segundo, nUe : a demografía está en un buen momento con res-
pecto al futuro q : se puede proyectar. El gobierno norteamericano
moderno está en an medida en el negocio de asegurar el ingreso y
los gastos médico e los ciudadanos de la tercera edad. Dentro de sólo
diez años la pobla Ión que estará en posición de recibir los servicios
de Medicare y seg . 'dad social comenzará a aumentar. aumentar y au-
mentar sin interr ción visible. Y. de la misma manera. subirán tam-
bién las cuentas, i los impuestos sobre la decreciente fracción de
nuestra població . ue no va a estar jubilada se han de mantener en
un nivel tolerable. s mejor que comencemos a ahorrar ahora.
Finalmente. m a acrualidad. la economía de los Estados Unidos
-e indirectamenl ,'1 presupuesto federal- se está beneficiando de la
'

160
Matemáticas confusas

percepción que tiene el resto del mundo de que Norteamérica es e1lu-


gar para invertir su dinero, Inmensas entradas de capital extranjero
han mantenido las tasas de interés de los Estados Unidos bajas y los
precios de las acciones altos, factores que contribuyen a que sigan
entrando recursos a las arcas del gobierno federal. Algunos economis-
tas piensan que estas entradas de capital. de forma similar a los flujos
de capital que llegaron a los países asiáticos antes de '997, sólo nos
están preparando para una crisis futura -y yo no vaya decir que no
estoy preocupado por este tema-, Pero incluso sin una crisis, sabemos
que los inversionistas extranjeros (y también los norteamericanos)
eventualmente descubrirán otras oportunidades en otros países dis-
tintos de los Estados Unidos, que las entradas de capital eventUalmente
se convertirán en salidas, y que nos sentiremos muy mal si no estamos
preparados para ese día,
Así que la conducta responsable y sensata del gobierno norte-
americano debe enfocarse en lograr amplios superávit ahora, De
hecho, quienes han analizado el presupuesto a largo plazo creen que,
incluso sin los recortes de impuestos ni las iniciativas de gasto pro-
puestas por los candidatos presidenciales, durante la próxima déca-
da careceremos de los superávit que deberíamos tener, por lo cual.
si algo deberíamos estar haciendo, sería aumentando los impuestos
y recortando el gasto,
Pero, ¿cómo le explica usted al público esa visión de largo plazo?
La verdad es que nuestros líderes nunca lo han intentado realmente,
En cambio, incluso los políticos que han tratado de ser responsables
se refugian en verdades a medias, Todo ese asunto de poner la seguri-
dad social y Medicare en "cajas cerradas" es un intento de venderle a
los electores la responsabilidad fiscal sin haber tratado realmente de
explicarles por qué es necesaria, Por lo tanto, no deberíamos sorpren-
dernos de haber terminado en el peor de los mundos, Por una parte, el
público siente, correctamente, que los políticos como Al Gore, quien
usó esas verdades a medias para presionar por políticas responsables
a medias, les están hablando con altivez, Por otra parte, el público sien-
te, equivocadamente, que los políticos como George W. Bush, que les
dice que ellos pueden tener su propio ponqué y también comérselo, son
los hombres del pueblo,

161
PAUL KRUGMAN

La voluntad del ',eñor Bush de confiar en la incapacidad del públi-


co para interpretar ps número es sobrecogedora. En el segundo deba-
te posiblemente dij : la mayor mentira de todas. declarando esta vez
que en su plan tribt 'ario "la mayoría de las reducciones de impuestos
benefician a las per @asdel extremo inferior de la escala económica"
(ese sonido que ust : escucha es la risa de los millonarios y las carca-
jadas de los multin '¡Ionarios).
Pero el regocijo ce las masas que escogieron el canto orwelliano de
"no a los números 'onfusos" (orwelliano porque lo que en realidad
significa es "no a I \ números claros -nosotros no queremos saber-")
sugiere que este pa ',simplemente no estaba listo para el razonamien-
to serio que nos hu 'iera permitido actuar de manera responsable. Es
posible que mejore. :políticos hubieran podido hacer un mejor intento
para poner en mar ,a las políticas correctas, O tal vez la culpa no la
tienen nuestros poi',icos sino nosotros.

_ f

162
Tajando el salami
Febrero 11 de 2001

La forma en que George W. Bush vendió su recorte de impuestos


descansa fuertemente en tácticas de! salami: ir recortando la oposición
poco a poco. Para entender lo fundamentalmente engañoso que es ese
montaje de ventas. tenemos que mirar al salami completo.
Básicamente. hay tres impuestos federales gravando a los indivi-
duos. El impuesto sobre la nómina. recaudado a una tasa plana de!
15.3% sobre e! ingreso hasta un máximo de casi US$70000. es e! prin-
cipal impuesto pagado por cuatro de cada cinco familias norteameri-
canas. El impuesto de renta representa menos de! 10% de los ingresos
pagados por la mayoría de familias. pero aumenta hasta cerca de! 30%
del ingreso en el caso de quienes ganan millones de dólares. y e! im-
puesto sobre las herencias. el cual aplica sólo para fortunas superio-
res a 675 000 dólares (e! doble para las parejas). que es un impuesto
sólo para los más ricos: apenas un 2% de las herencias pagan dicho
impuesto. y la mayoría es pagado por unas pocas miles de fortunas
multimillonarias cada año.
Ahora pasemos a las tácticas del salami.
Los conservadores que censuran la carga tributaria siempre inclu-
yen los impuestos a la nómina entre sus cálculos. Ycuando defienden
los recortes de impuestos. la administración empieza a trabajar con
números que incluyen e! salami completo. Así. una y otra vez oímos
sobre e! superávit proyectado de 5.6 trillones de dólares. Usted no
debería creer en esa proyección. pero vale decir que aproximadamen-
te la mitad (la mitad más creíble) corresponde a la seguridad social y
a Medicare -programas financiados con impuestos a la nómina-o
Sin embargo. cuando se habla de los recortes de impuestos. la
gente de! señor Bush ignora los impuestos a la nómina ..."sto es. no
propone recorte alguno en el impuesto que paga la mayoría de las fa-
milias. pero sí pide grandes recortes en e! impuesto de renta. que recae
principalmente en los más ricos-o Y quiere eliminar e! impuesto a las
herencias. el cual es claramente un impuesto sobre los sumamente
adinerados.

163
PAUL KRUGMAN

~
\:
Al proponer 1 ":eliminación del impuesto que recae enteramente
sobre los ricos. el ,corte de un impuesto que descansa principalmen-
te en los acomoda ;os. pero ignorar el principal impuesto pagado por
la mayoría de la /lte.la administración ha decidido claramente ha-
cer un recorte de i '"puestos sesgado a favor de quienes se encuentran
en la parte alta de ': escala económica. Las familias que ganan 50 000
dólares al año redirían en promedio un alivio tributario de 800 dóla-
res anuales; las fa 'ilias que ganan un millón de dólares al año se be-
neficiarían en al :dedor de So 000 dólares al año. Sí. las familias
acomodadas acut [mente pagan una porción más alta de sus ingresos
en impuestos. per '"no mucho más alta" Y no. no se trata de promover
la lucha de clases 1señalar que el recorte tributario beneficia de ma-
nera desproporci ada a los muy. muy ricos.
Ahora. usted &dría tratar de justificar los recortes de impuestos
sesgados a favor d 'las familias de altos ingresos. diciendo que una ma-
rea alta levanta to 'os los botes y que. al recortar los impuestos de los
ricos. se logrará 'r .: la economía crezca más rápido. Pero esto no es lo
que argumenta la "dministración -probablemente debido al extraor-
dinario auge econ ico de los años de Clinton. es difícil argumentar
que los impuesto :xcesivos han socavado el crecimiento económim
En cambio. la ' ministración aparenta estar ofreciendo un amplio
alivio tributario p a todas las familias trabajadoras" La semana pa-
sada. el secretario" el Tesoro. Paul O'Neill, declaró que el plan "se en-
focaría en ayudo I las personas que están cerca de las franjas de
ingresos bajos y 1 ios" y añadió que" afectaría a cada uno de los nor-
teamericanos que 'ctualmente paga impuestos". Esta afirmación no
es. técnicamente. pa mentira: "cerca de" no significa "en" y "afec-
tar" no necesarim ente significa que los impuestos que paga una fa-
milia serán en real Cad reducidos. Pero uno tiene que decir que el señor
O·Neill. a quien 1, 'prensa ha retratado como una persona que se ex-
presa de manera e tricta. está aprendiendo de manera veloz su nuevo
papel. :
La pretensión ¡, que se trata de un recorte de impuestos populista
está sustentada el ; na cuidadosa manera de tajar el salami. Ala gen-
te de Bush le ene 'ta señalar que las familias en los segmentos más
bajos de la esca]; económica tendrán una reducción proporcional
Matemáticas confusas

mayor en su impuesto de renta que la de aquellos que están en los seg-


mentos superiores. Espera que usted no note que la principal carga
para aquellas familias no es el impuesto de renta sino e! impuesto so-
bre la nómina. el cual no será recortado. y que los hijos de los pudien-
tes recibirán un gran alivio tributario adicional al eliminar el impuesto
a las herencias.
Esas escenas montadas con los "impuestos de las familias" tajan
el sala mi aún más finamente. evitando de manera cuidadosas cual-
quier referencia a los principales beneficiarios. El único contribuyen-
te de altos ingresos. y e! único heredero probable de una fortuna
gravable nunca mencionado en estos eventos es el propio señor Bush.
Se supone que atto von Bismark declaró que "la gente dormirá
mejor sin saber cómo se hacen sus salchichas y la política". El señor
Bush. sin lugar a dudas. está de acuerdo con esa afirmación: espera
que los norteamericanos no miren muy de cerca la composición de!
salami de impuestos o cómo es que él propone rebanarlo.

165 ..
La panacea
Mayo 16 de 2001

Escenas de la nta del recorte de impuestos:


Enero de 2001 '1 asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence
Lindsey, argumel) ~ que los recortes de impuestos de George W, Bush
-no las reduccion ' en la tasa de interés- son la solución adecuada
para la desaceler ión económica, porque tienen "un peso mucho
mayor", Los econ istas están confundidos por los intentos de ven-
der un recorte de puestos de largo plazo como la respuesta a una
desaceleración ec¡ -ómica de corto plazo, especialmente por el hecho
de que la mayoría e los recortes propuestos por el señor Bush no se
darían antes de la ~gunda mitad de la década, Más tarde, ruando el
Congreso pasa un ':resolución autorizando recortes de impuestos por
valor de 1,35 trillo es de dólares, los aliados de la administración tra-
tan de eliminar la, alabras que exigen que, de ese total, se reserven
US$100 billones e ~recortes inmediatos para estimular la economía,
Ellos preferirían 11 ' r ese dinero en recortes de impuestos para las fa-
milias de altos ing sos, aunque esos recortes no se pudieran introdu-
cir plenamente sin ,hasta el año,2006,
Marzo de 200 ;EI president~ Bush declara que" a nivel nacional
hay más de 17,4 m ones de propietarios de pequeños negocios y em-
presarios que se eficiarán de la reducción de la tasa máxima del
39,6% aI33%", comunicado de prensa del Departamento del Te-
soro parece respal ~ rlo, al declarar que "es evidente que por lo menos
17,4 millones de ~ opietarios de pequeños negocios y empresarios,
muchos de los ru s actualme~te pagan una tasa del 39,6%, tienen
derecho al benefid que dará el plan de recorte tributario del presiden-
te", Los economia s están perplejos, pues sólo aproximadamente un
millón de contribu 'ntes tienen ingresos gravados a una tasa del 39,6
por ciento, y la m oría de ellos no son dueños de pequeñas empre-
sas, Estimaciones dependientes sugieren que sólo cerca de 1 % de los
pequeños negoci 'recibirán algún beneficio del recorte en la tasa
máxima, análisis ~ ~e le da un nuevo significado al término "muchos",

166
Matemáticas confusas

Mayo de 2001: Se le pregunta al señor Bush qué está planeando


hacer su administración de cara a los altos precios de la gasolina .
.. Déjenme decirlo de nuevo. si es que puedo ser más claro", respondió
él, "yo le digo al Congreso, que está interesado en ayudar a que los
consumidores puedan pagar los altos precios de la gasolina: 'Pasen el
alivio tributario lo más rápido posible'. Hemos reservado cien billones
de dólares para ayudar a los consumidores a pagar los altos precios
de la energía. Esa es la manera más rápida de ayudarlos. Estoy muy
preocupado por ellos. Estoy muy preocupado con los altos precios de
la gasolina. Para cualquiera que quiera encontrar la forma de ayudar
a los consumidores, apruebe el alivio tributario lo más rápidamente
posible". Los economistas están confundidos, ya que las familias más
pobres, que son las más afectadas con el aumento en el precio de la
gasolina, no se beneficiarán del recorte de impuestos del plan Bush.
Además, esos cien billones que el señor Bush dice tener reservados
"para ayudar a los consumidores a pagar los altos precios de la ener-
gÍa" corresponden al recorte de impuestos de corto plazo que sus
aliados en el Congreso están tratando de eliminar de la resolución
presupuestal.
Junio de 2001: El aumento vertiginoso de los precios de la electri-
cidad le genera grandes dificultades a muchas familias y pequeños
negocios en muchas partes de los Estados Unidos. El señor Bush, por
su parte, insiste en que no hay soluciones a corto plazo para los pro-
blemas energéticos, así que la solución es buscar petróleo en el Refu-
gio Nacional de Vida Silvestre del Ártico. Sin embargo, agrega que su
paquete de alivio tributario le permitirá a las familias pagar las cuen-
tas de la electricidad, o por lo menos comprar velas y lámparas de gas.
Julio de 2001: la fiebre aftosa aparece en los Estados Unidos y
se esparce rápidamente. El señor Bush niega que dichos brotes pon-
gan en cuestiona miento los recortes planeados en el presupuesto del
Departamento de Agricultura. La mejor respuesta, dice él. es un
amplio alivio tributario, que ayude a los campesinos a comprar nue-
vos animales, a los consumidores a pagar los mayores precios de la
comida y que permita que las amas de casa tomen clases de cocina
vegetariana.

167
PAUL KRUGMAN

Agosto de 2001 :as condiciones climáticas adversas y las laxas po-


líticas sobre poluci: han dado lugar a problemas severos en la cali-
dad del aire en Ho "ton, ciudad que durante el período en que Bush
fue gobernador su¡ :ró el liderazgo que tenía Los Angeles en cuanto a
polución de! ozono ,,1 señor Bush niega que la polución sea un signo
de alarma sobre su 'olítica de energía orientada a la producción, yar-
gumenta que su re 'rte de impuestos ayudará a aliviar el problema,
dándole a las fami !, s el dinero necesario para pagar filtros de aire,
respiradores y trat ,lnientos médicos,
Septiembre de - ~01: los críticos cuestionan severamente la progra-
mación de televisió : del nuevo otoño, describiéndola como "para evi-
tar la televisión" y t dándola como el peor grupo de programas nuevos
visto durante déca )ls. El señor Bush declara que" está muy preocu-
pado" con e! deterj¡ '0 de la calidad de las emisiones de entretenimien-
to. Le pide urgent ' ente a los televidentes que apoyen su plan de
recorte tributario, e ;cual le dará a las familias el dinero necesario para
suscribirse a HBO, :ermitiéndoles ver Los Soprano.

168
Mal día para los herederos
Mayo 29 de 2001

Hay una escena en la comedia británica de 1966 La caja equivo-


cada en la cual el hijo de un plutócrata irascible, empuja la silla de
ruedas de su padre hacia la cima de un barranco, respondiendo con
un obediente "Sí. padre" a cada chorro de insultos, Después, e! viejo
muestra con la mano toda la zona industrial que se ve desde e! barranco
y declara "Cuando yo me haya ido, todo esto será tuyo". "Sí. padre",
replica el hijo. y lo empuja barranco abajo.
Esa escena me vino a la mente al ahondar en la absurda pieza de
legislación tributaria diseñada por la Cámara y e! Senado, que George
W. Bush firmó triunfante la semana pasada.
El plan tributario de Bush siempre fue peculiar: para ocultar e!
verdadero impacto sobre el presupuesto. sus autores postergaron al-
gunos de los principales recortes de impuestos hacia e! final del período
de diez años: en particular, la anulación de! impuesto sobre las heren-
cias fue pospuesta para e! año 20\0. Pero incluso eso deja los libros
insuficientemente cocinados. por lo cual los ponentes añadieron una
cláusula de "ocaso". la cual hace que la totalidad de la reforma expi-
re, y las tasas de impuestos vuelvan a los niveles del año 2000. a prin-
cipios del año 2011.
De esta manera, en la ley que está actualmente escrita, los here-
deros de grandes fortunas se enfrentan a la siguiente situación: si su
achacosa madre muere el 30 de diciembre de 20\0, heredarán su for-
tuna sin tener que pagar impuestos. Pero si muere e! primero de enero
de 20l!, la mitad de la fortuna tendrá que ser pagada en impuestos.
Eso crea algunos incentivos interesantes. Tal vez esa ley debería lla-
marse Acta Bote a su Mamá del Tren, de 2001.
Ese no es e! único elemento extraño del programa tributario. Casi
tan raro es e! repentino aumento de impuestos para las familias de
ingresos medios-altos, programado para el año 2004. Cualquiera que
haya estado siguiendo el debate sobre la reforma tributaria -en parti-
cular a través de la extremadamente informativa página web de! Cen-
trasobre Presupuesto y Prioridades de Política- sabe que el impuesto

169
PAUl KRUGMAN

mínimo altemati ,'(IMA) es una mina antipersonal oculta en el cami-


no, Bajo la refom ' tributaria que acaba de ser aprobada, el número
de contribuyente :: ujetos a este impuesto se inflará de 1.5 a más de
36 millones, dand ;como resultado que muchas personas -la mayoría
de ellas perteneci, ',tes a familias acomodadas, pero no ricas, que ya
pagan altos imp\l 'tos estatales y locales- encontrarán que les arre-
bataron el recorte ,e impuestos que pensaron haber obtenido,
y. ¿por qué no : antener indefinidamente los recortes tributarios?
Porque eso aume 'ría en billones de dólares su impacto sobre el pre-
supuesto, Aún así Huienes redactaron la ley sintieron que tenían que
hacer algo al resp' "to, así que introdujeron un arreglo parcial al IMA,
Pero, incluso si e 'parte se hubiera mantenido fija durante toda la
década, no habría :odido acomodarse en las proyecciones presupues-
tales, Entonces, ¿a Jvine qué? La parte fija del IMA se programó para
que expire en 200 'Ha cual significa que, de acuerdo con la ley, millo-
nes de familias en 'entarán un repentino aumento en los impuestos,
En pocas palal cas, la reforma tributaria es una broma, Pero si la
administración se ,as arregla, la broma es contra nosotros, La refor-
ma es absurda des e su diseño, Y la administración, sabiendo que su
t
recorte de impuest s no sería compatible con ningún presupuesto res-
ponsable, presione :: na reforma que contiene los elementos que más
le interesan -gran ~s recortes de impuestos para los muy, muy ricos-
y aplicó la gimnasi ,'contable que fuera necesaria para hacer que el im-
pacto sobre el pres puesto global parezca menor de lo que es en reali-
dad, La idea es q\ " cuando todas estas cosas absurdas se vuelvan
evidentes -cuande 'jas masas de enfurecidos jóvenes vicepresidentes
de New Jersey con .encen a hacer manifestaciones en contra del IMA,
o cuando la tasa d ':accidentes fatales de viejos multimillonarios au-
mente extrañame ~ el Congreso responderá con mayores recortes
de impuestos, Y si _resultado de todos esoS recortes de impuestos es
evitar que el gobier '-o cumpla con todas las promesas que hizo durante
la campaña, como :' bertura en medicinas por parte de Medicare o au-
mentar la ayuda p :a educación, bueno, eso era parte del plan,
Algún día, polí ~os responsables -¿o eso es un oxímoron?- tendrán
que resolver este c¡: s, Y. claro que sí. eso significa que algunos de los
recortes de impues ': s que el Congreso acaba de aprobar tendrán que

170
Matemáticas confusas

ser cancelados (Y. ¿qué tal un pacto que fije el IMA Ypague por haberlo
fijado. devolviendo las tasas del impuesto a los segmentos más altos
a su nivel del año 2000? Sólo un pensamiento).
Pero. por ahora. se trata de un juego defensivo. Como la adminis-
tración logró pasar a la fuerza una reforma tributaria ridícula. tam-
bién tratará de engañarnos en otros temas. Así que la siguiente
pregunta es si los hombres honorables insistirán en tener una conta-
bilidad honesta para !levar a cabo la reforma de la seguridad social.
Sí. Senador Moynihan. esto va dirigido a usted.

171
Se te crece la nariz
Agosto 24 de 2001

Para: Mitch D, ~ iels, Oficina de Administración y Presupuesto


Querido Mitch tengo una sugerencia. Es deshonesta e irrespon-
sable, pero sospecl ' que eso a ti no te molesta. Y te ayudaría a salir
de un problema qu I'ambos sabemos que no tiene solución.
En verdad, esto :impresionado por la manera en que te haz desen-
vuelto. Algunas pe '. onas realmente han creído tu argumento de que
el superávit se des :areció por los altos gastos del Congreso, aunque
las cifras de gasto ~ si no han cambiado desde tus tercas proyeccio-
nes pasadas. y la n "yoría de periodistas da gracias por sus pequeñí-
simas cabezas: ha 'scrito sobre el faltante presupuestal como si este
fuera un problema )upora!. Ellos no han mirado el cuadro 3de tu pro-
pio informe, el cual. ,pesar de lo mucho que cocinaste los libros, mues-
tra sólo un pequeñ imo superávit excluyendo la seguridad social de
los próximos cinco ·ños.
Pero se visluml an más problemas en el futuro. Convenciste a la
Oficina de Presupl • to del Congreso para que se demorara hasta la
próxima semana, terminar sus proyecciones presupuestales, de
manera que pudi<! .s sacar tus cifras primero. De todas maneras,
cuando la Oficina ¡Presupuesto del Congreso muestre sus cálculos,
todos se darán cue 'a de que la situación se ve mucho peor que con
tus cifras.
y. por supuesto .·os dos sabemos que la realidad será mucho peor
que todo eso, porqil la Oficina de Presupuesto del Congreso tiene que
creer en lo que le d ~en los políticos. Por ejemplo, cuando dices que
puedes ofrecer el se 'ro para cubrir las medicinas por una tercera parte
del costo de lo qU(! •dos los demás piensan que cuesta, o cuando no
ajustas el impuest . ínimo alternativo aun cuando millones de elec-
tores encolerizados starán preguntado por qué les han arrebatado su
recorte de impuest< ,~, la Oficina de Presupuesto del Congreso intro-
duce, como es debi ~,esos factor~s en sus proyecciones.
Es una buena C( -a que los periodistas hayan sido suficientemente
perezosos y no ha h leído el reporte que la semana pasada sacó el

172
Matemáticas confusas

Fondo Monetario Internacional. Reconozco que el título "Conferen-


cia Artículo IV 2001" no es muy atractivo. pero el contenido es ardien-
te. Básicamente. lo que dice el Fondo Monetario Internacional es
"Mentiras. mentiras. se te crece la nariz". Cuando los funcionarios del
FMI muestran la verdad. como el hecho de que el supuesto recorte tri-
butario por valor de "1.35 trillones de dólares" costará. en realidad.
no menos de 25 trillones. se hace muy obvio que año tras año ustedes
estarán saqueando e! superávit de la seguridad social. sin que pueda
vislumbrarse el final de esa situación.
Yo te hago esta sugerencia: declara que el presupuesto para la de-
fensa hace parte. en realidad. de la seguridad social. Los militares le
ofrecen seguridad a la sociedad ¿o no? Entonces podrías decir. con la
cara en alto. que no hay un superávit en la seguridad social; ¡cuando
se incluye el gasto en defensa. e! programa en realidad está en déficit!
Yeso te hará feliz. pues ya no tendrás que preocuparte de proteger un
superávit que has declarado inexistente.
Mi idea es. por supuesto. sólo una versión expandida del engaño
que ha montado tu administración sobre el tema de Medicare.
El programa de seguro de hospitalización de Medicare está funcio-
nando de la misma manera que la seguridad social: recauda unos in-
gresos de los impuestos a la nómina. los cuales se van acumulando en
un fideicomiso. para ayudar a financiar los beneficios de las personas
que nacieron en la época de! baby boom. para cuando estas se retiren.
Si tratas el superávit del seguro de hospitalización de la misma ma-
nera que hoy tratas e! superávit de la seguridad social-como segura-
mente lo hiciste. ya que los dos programas funcionan de la misma
manera- se hará obvio que estás pagando el recorte de impuestos con
dinero que supuestamente estaba reservado para los futuros jubilados.
Sin embargo. Medicare también tiene un programa de seguros su-
plementario. Este programa siempre ha sido financiado con los
ingresos generales -lo mismo que la defensa-o pero tu administración
insiste en que se debe agrupar con el seguro de hospitalización. Eso te
permite declarar que no hay superávit en Medicare. yusar e! superávit
de los seguros de hospitalización para pagar los recortes de impuestos.
Algunas personas han declarado que esta es una forma muy ex-
traña de tomar medidas de política. Señalan que. aparte de la conta-

173
PAUL KRUGMAN

bilidad abiertamel1 . deshonesta. un país con una población que está


envejeciendo debri estar reservando recursos para pagar por los
cuidados médicos ( los futuros jubilados. Pero tu haz hecho un buen
trabajo en callar a' itos a esas personas. Por lo tanto. no veo por qué
no puedas hacer lo ismo cuando empieces a pasarle las cuentas de
los costos de los mi. les de defensa a la administración de la seguridad
social.
Al final. ambo o sabemos. la verdad se volverá evidente. Even-
tualmente no habrá rma de encubrir el hecho de que. gracias al recor-
te de impuestos. la ción ha fracasado en prepararse adecuadamente
para el chubasco d ográfico. y que los recursos que se suponía que
se habían acumula o para pagar los beneficios de los jubilados han
sido. en cambio. u dos para ofr~cer grandes recortes de impuestos a
los muy. muy adiI\ ados.
Pero. al fin y al abo. ese ha sido siempre el plan. ¿o no?
, j

174
Capítulo 6

...Y el cambio
Me gané la lotería
Diciembre 7 de 2001

Poco después del II de septiembre, George W. Bush interrumpió


sus insultos a los personajes diabólicos para hacer un chiste. El señor
Bush había prometido en varias ocasiones mantener un superávit pre-
supuestal global al menos tan grande como el superávit de la seguri-
dad social, excepto en caso de una recesión, una guerra o una
emergencia nacional. "Qué buena suerte la mía", le dijo a su director
de presupuesto. "Le pegué a la trifeCla"',
En realidad tuvo buena suerte, La analogía con Enron pronto se
tornará un pesado cliché, pero en este caso es irresistible hacer el pa-
ralelo. La administración de Enron y el gobierno que con tanta fuer-
za Enron misma ayudó a poner en el poder, aplicaron idéntica
estrategia: primero, use cifras cocinadas para justificar ganarse los pri-
meros premios por ser el mejor. Después, si las cosas no funcionan,
deje que los trabajadores comunes y corrientes, que confiaron en us-
ted, paguen el precio, Pero los ejecutivos de Enron fueron capturados:
el señor Bush por su parte, cree que los eventos del II de septiembre
lo sacarán del apuro,
A comienzos de este año, el señor Bush usó proyecciones de am-
plios superávit presupuestales para presionar la aprobación de un
gigantesco recorte de impuestos que se pondría en marcha en los pró-
ximos diez años. La mayor parte de tal recorte fue dirigido a personas
con ingresos superiores a 200 000 dólares al año. Ahora el señor Da-
niels nos dice que el presupuesto -no solamente el presupuesto que
excluye la seguridad social. sino la enchilada entera-, estará en déficit
todo el año 2004. Como las matemáticas falsas de la administración
(en este punto el término confusas ya no sirve), se vuelven cada vez
más falsas, esto significa que efectivamente hemos retornado a un es-
tado de déficit permanente.

* "Pegarle a la trifecta": ganarse una lotería acertando en orden los tres pri-
meros números (N delT.).

177
PAUL KRUGMAN

Sin embargo, 1m la televisión ocupada haciendo reportajes des-


de las cuevas de TI 'a Bora, esta revelación ---{jue muestra que el recor-
te de impuestos f¡ "1 promocionado con base en premisas totalmente
falsas- no fue sic¡ :era considerado en los titulares de las noticias.
Los funcionar' 's de la administración insisten en que la desacele-
ración económica . la guerra al terror, y no el recorte de impuestos,
S6h'los're~on~a 'sudé los saldd!"e'il"roj'ó. P'erli'esiaeg'illi~"mehtj'ra
rotunda: efgastQ • o'tra la luchá antÍterrorista es un [actor menor: y
la persistencia de . s déficit proyectados al futuro indefinido nos dice
que esos resultad 'tampoco son causados por la recesión.
De cualquier anera, ellos están equivocados. Los que se oponen
a los planes de la dministraci6n siempre advirtieron que era tonto
basar el gigantes : recorte de impuestos en proyecciones hipotéticas
de superávit. Ped . n con urgencia, aunque sin efecto alguno, que es-
peráramos a ver ·s resultados presupuestales reales. Ahora sus ad-
vertencias se ha ,evelado como proféticas -y los norteamericanos
comunes y corrie tes sufrirán las consecuencias de que dichas voces
hayan sido ignoro . as-o
Ahora la ad, llistraci6n dice que el recorte de impuestos era neo
cesario para com : tir la recesión actual. Pero nadie está cuestionan-
do la rebaja de 4 ,billones de dólares que, de hecho, se han pagado
hasta el mamen!, :y pocos se quejarían de otra ronda de recortes tem-
porales de impu tos para el Pr6ximo año. El gran problema son los
'il1mensos recorte dicionales de impuestos que tendrán lugar después
de 2002 -recorte. l. Uf ahora son ley en nuestratierra-. Claro está; se
supone que debCl os aceptar esos recortes futuros como un hecho con-
sumado. ¡Ajá! E! eñor Bush le pegó a la trifecta.
Mientras ta :' el regreso a déficit presupuestales tiene horribles
consecuencias r 'es. Por supuesto, la muerte del seguro para los me-
dicamentos es in: itable. ¿Apoyo a la seguridad social? No sea tonto:
los ingresos de 1 'impuestos a la nómina están siendo usados, no para
adquirir activos para pagar la deuda federal, sino para subsidiar los
déficit del resto I gobierno.
y, ¿reglas de .' steridad? Ni siquiera en las áreas que uno hubiera
pensado que er ' de la mayor prioridad. ¿Dinero para reconstruir
Nueva York? Lo entimos, no hay. Los propios expertos del gobierno

\78
Matemáticas confusas

dicen que necesitamos tres billones de dólares para montar guardia en


contra del bioterrorismo. Recorte la cifra por la mitad. Los recortés de
impuestos son más importantes.
Mientras tanto. los gobiernos estales y locales. lastimados tanto
por la recesión como por los nuevos gastos en seguridad. están despi-
diendo maestros y reduciendo radicalmente los servicios. Y. ¿qué tal
compartir con ellos algunos de los ingresos del gobierno federal? 01-
vídenlo.
Cada vez que sé les preguntó a los electores sobre sus preferencias.
contestaron que las partes "compasivas" de las promesas de la cam-
paña del señor Bush -asegurar la seguridad social. dedicar más recur-
sos para ofrecer cubrimiento en medicinas y apoyar la educación-eran
más importantes que los recortes de impuestos. Pero a ellos se les ase-
guró que había suficiente dinero para todo. Esas afirmaciones eran
falsas; sin embargo. el recorte de impuestos es sacrosanto. en cambio
el resto sí se puede sacrificar.
El señor Bush podría tratar de deshacer parte del daño que ha he-
cho. cancelando los recortes futuros de impuestos para los segmentos
más altos de la escala de ingresos. Pero. por el contrario. quiere acele-
rar esos recortes. Esa es una ética equivalente a la de los grandes bo-
nos que Enron le dio a sus ejecutivos sólo unos pocos días antes de caer
en bancarrota.
Las carreras de caballos son un juego de "suma-cero". También pa-
rece serlo la política del presupuesto. El señor Bush le pegó a la trifecta;
la gran mayoría de norteamericanos. por su parte. perdieron ... y de
qué manera.

179
: uestros anclrajosos estaclos
Enero 11 de 2002
ji

Muchos nortea ,ericanos están sorprendidos con la velocidad a la


que las afirmacion , según las cuales los inmensos superávit federa-
les se mantendría! ;dieron lugar a la realidad de los déficit Sin em-
bargo, algunos de 'osotros no estamos sorprendidos: simplemente
estamos siguiendo nrastro de los incendios que se han presentado en
lugares como Rich 'ond y Austin, En los años noventa, la mayoría de
estados tenían gob 'nadores republicanos, y estos aplicaron la misma
estrategia que la a ,inistración Bush aplicó a nivel nacional en elzool,
-usar proyeccione ,;optimistas y falsa contabilidad para justificar re-
cortes de impuestc 'para los ricos-, En ambos casos, las consecuen-
cias fueron predec 'les,
La diferencia e lque en casi todos los estados la constitución pro-
híbe a los gobierno 'endeudarse para cubrir sus déficit Eventualmente,
también el gobierr ' federal debe vivir con sus propios medios -pero
dando vueltas y ro :negaciones puede posponer el arreglo de cuentas-,
Los pollos estatal 'llegan mucho más rápido a casa a descansar, En
otras palabras, el! tado actual de los estados es el que Se va a presen-
tar a nivel nacion 'en el futuro,
¿Qué tan grav ¡es la crisis fiscal de los estados? La Asociación
Nacional de Gobe adores recientemente informó que sus miembros
enfrentan un défi 'combinado-esto es, una brecha entre los ingresos
y los gastos proye 'ados- de por lo menos 40 billones de dólares -la
cual posiblement' ,:scienda a 50,-, Esta última cifra podría represen-
tar casi el 10% de ~esupuestos de los estados, una cifra muy grande,
ciertamente, ,
Si el 10% no 1 i arece tan grande, recuerde que la mayor parte del
gasto de los estad ", al igual que la mayoría del gasto federaL no pue-
de ser recortado specialmente en el corto plazo-, Un déficit presu-
puestal del 6,5% a :rincipios de los noventa dio lugar a severos recortes
en los servicios y -rzó a 44 estados a aumentar los impuestos, La si-
tuación actual pa 'ce mucho peor,

180
Matemáticas confusas

¿Cómo cayeron los estados en esta situación? La principal causa


de este aprieto presupuestal es e! fin de! gran auge económico de la
década de los años noventa. En segundo lugar se encuentra e! incre-
mento en los costos médicos. Los gastos para la seguridad nacional
constituyen un ataque final.
Pero las ~osas pasan. ¿Por qué no se prepararon los estados para
un día lluvioso? Aunque ellos no pueden endeudarse en los malos tiem-
pos. sí pueden acumular reservas en las épocas de auge. Sin embargo.
por e! contrario. muchos gobernadores actuaron como si e! auge nunca
se fuera a acabar.
Aumentaron e! gasto. es cierto pero tampoco tanto. El gasto de los
gobiernos estatales y locales como proporción del PIB se mantuvo es-
table durante toda la década de los años noventa.
Más importante aún. estos gobiernos recortaron los impuestos.
Ahora bien. es verdad que los gobiernos estatales aumentaron los im-
puestos a principios de los noventa -pero. como lo muestra un nuevo
trabajo del Centro sobre Presupuesto y Prioridades de Política. no re-
cortaron los mismos impuestos que habían aumentado previamen-
te-. Los aumentos en impuestos regresivos nunca fueron reversados.
como el incremento en e! impuesto a las ventas. e! cual recae más du-
ramente en las familias de ingresos bajos y medios. Por e! contrario.
los estados recortaron impuestos que recaen principalmente en las
familias de ingresos altos. El resultado final fue una redistribución de
la carga impositiva de los que tienen hacia los que no tienen. Una fa-
milia que gane. digamos. 30000 dólares al año. gasta ahora conside-
rablemente más dinero en impuestos estatales de lo que gastaba en
1990 una familia con el mismo ingreso constante en dólares. Por e! con-
trario. una familia con ingresos de 600 000 dólares al año paga consi-
derablemente menos.
A estos recortes selectivos de impuestos se les abrió paso no sólo
con proyecciones que no contemplaron reservas para imprevistos. sino
también con contabilidad creativa propia de Enron. Por ejemplo. en
1999. e! gobernador de Texas -sí. él- justificó nuevos recortes a los
impuestos corporativos con base en un presupuesto que no sólo subes-
timaba en 550 millones de dólares los gastos en Medicaid. sino que es-

lBl
PAUL KRUGMAN

condía los pagos e : ientes para guarderías y otros servicios, pasán-


dolos del último m, "del año fiscal 2001 al primer mes de 2002, Preci-
samente el año pó ~ado, cuando el panorama fiscal ya se había
oscurecido, el gobe ' ador James Gilmore, de Viginia (quien renunció
al cargo de jefe del,' omité Nacional Republicano después de que su
partido perdió las 'ecciones en Virginia y New Jersey), evadió una
regla automática q ~ exigía posponer los recortes de impuestos en el
caso de una escase' 'de ingresos, introduciendo en los libros de conta-
bilidad una estima ón del valor total de los pagos futuros que harían
las compañías de t baco como un ingreso corriente,
Ahora los esta, ,'s deben lidiar con los efectos de las trampas pa-
sadas incluso de ca "a una recesión, con los costos de los servicios mé-
dicos disparados ~on el impacto fiscal del terrorismo, El resultado
será: maestros y p licías despedidos de sus trabajos, servicios médi-
cos negados a los :¡'bres, demoras en las reparaciones de puentes y
carreteras y, -eWI ' almente, cuando ya no pueda evitarse por más
tiempo- aumentos c'n impuestos, Y. ¿por qué creo saber de quiénes son
los impuestos que ,umentarán?
No es un pan "ma hermoso, pero ustedes deben irse acostum-
brando, Y como y', ," los estados, así va Norteamérica,

,
:
-r

182
La contabilidad agresiva de Bush
Febrero 5 de 2002

El senador Kent Conrad en realidad se equivocó ayer cuando cri-


ticó e! nuevo presupuesto de la administración Bush por su contabili-
dad al estilo Enron. El presupuesto del año pasado. que incluía un gran
recorte de impuestos. era e! que tenía una gran influencia del estilo
Enron. El presupuesto de este año involucra un estilo distinto de con-
tabilidad agresiva. aunque igual de pernicioso.
Las ilusiones de rentabilidad de Enron descansaban. en buena par-
te. en una contabilidad mark to market. La compañía hizo contratos
que. si acaso. serían rentables en unos cuantos años. Pero Enron se ade-
lantó: trató el valor capitalizado de esas ganancias futuras hipotéticas
como ganancias corrientes. las cuales. por lo tanto. podrían ser usa-
das para justificar altos precios de las acciones. grandes bonos para
los ejecutivos y así sucesivamente.
Yeso fue. más o menos. lo que sucedió en el presupuesto de! añp
pasado. ~ ad';;¡~islr~d¡(¡~ Bush ,tomó·una proy.ooión inflada de.su-
peráviÚ' diez años -una
lLt!, '~' ~ ._,
proyección
" ,
que había incorporado un sesgo
,1,,'

hacia arrilla. y que en cualquier caso debería haber sido tomada. si aca-
so, como una adivinanza- y la trató como un hecho cierto. Sobre la
base de esas fantasías de superávit. la administración -ayudada por
el comité auditor. también conocido como e! Congreso de los Estados
Unidos. que falló en pronunciarse con la diligencia requerida- se asig-
nó a sí misma un gran bono. expresado en la forma de un gigantesco
recorte de impuestos. . .",
Un año más tarde. se han hecho evidentes para todos,I~~, SHl?'l~s­
tos erróneos con base en los cuales se construyeron las proyecciones
del presupuesto del año pasado. Y en un mundo racional la adminis-
tración habría sido llamada a rendir cuentas por haber engañado al pú-
blico norteamericano. Pero. en cambio. la administración Bush ha
girado hacia el equivalente político de otro truco de contabilidad cada
vez más común: "los gastos de una sola vez".
De acuerdo con Investopedia.com, los gastos de una sola vez son
"usados para esconder gastos desfavorables o malas inversiones". Esto

183
PAUL KRUGMAN

es, en vez de admi r que se ha estado haciendo un mal trabajo, la ad-


ministración argu "enta que los malos resultados son causados por
eventos impreded es extraordinarios: "estamos haciendo mucho di-
nero, pero tuvimo, gastos especiales por valor de un billón de dólares
asociados a la ad 'isición de la corporación XYZ", y. por supuesto,
eventos extraordh rios suceden, e! truco es sacarles e! máximo pro-
vecho posible, ca ,una manera de evadir las responsabilidades (al-
gunas compañías "amo Cisco, tienen e! hábito de incurrir de forma
recurrente en "ga,.• s de una sola vez '').
Los eventos d ; 11 de septiembre impactaron y horrorizaron a la
nación: pero tamb ,n le ofrecieron a la administración Bush una opor-
tunidad de oro pa . esconder sus errores pasados, ¿Se ha evaporado
un superávit proy 'ctado de más de cuatro trillones de dólares de un
momento a otro?] .o le ponga atención al recorte de impuestos: todo
se debe a la guerr '~ontra e! terrorismo,
En pocas palal 'as, la estrategia de la administración es evitar las
críticas por lo qu onstituye una debacle fiscal, envolviendo e! pre-
supuesto en la ba era, Y lo que digo es literal: el informe de presu-
puesto que salió a -r vino envuelto en una cubierta roja, blanca y azul.
representando lal ndera norteamericana,
Pero, ¿por qu' ay tan cínico? ¿No es la guerra contra e! terroris-
mo un asunto im 'rtante?
La respuesta, que emocional y moralmente sí lo es: pero en tér-
minos fiscales rep senta casi lo mismo que un error de aproximación,
Es verdad qm "a administración está utilizando la amenaza de!
terrorismo para j tificar una gigantesca operación militar, Pero hay
un par de cosas , ciosas sobre esa operación, Primero, si nosotros
en realidad tenem que sacrificar mantequilla para pagar por todas
esas armas, ¿no d 'eríamos recqnsiderar esos recortes futuros de im-
puestos que fuero ;concebidos en tiempos de abundancia? "Sobre mi
cadáver" no es en alidad una respuesta, Yes particularmente difícil
tomar en serio ((jI ese discurso sobre la guerra siniestra cuando la
administración, ~ , ismo tiempp, está proponiendo un recorte adicio-
nal de impuestos r valor de 600 billones de dólares,
Segundo, la 01 'ración militar parece tener poco que ver con la ver-
dadera amenaza; "menos de qu~ usted crea que el siguiente paso que

184
Matemáticas confusas

tomará Al Qaeda será un asalto frontal por parte de varias divisiones


fuertemente armadas. Nosotros, expertos en temas diferentes a la de-
fensa, estamos un poco confundidos acerca de por qué un ataque lle-
vado a cabo por maniá ticos armados con cortadores, justifica un gasto
por valor de !s billones de dólares en piezas de artillería de 70 tonela-
das, o el desarrollo de tres tipos diferentes de combatientes avanzados
(incluso antes del!! de septiembre, funcionarios de la administración
sugirieron que eran demasiados), Ningún político que esté aspirando
a la reelección se atrevería a mencionarlo, pero el nuevo lema de la ad-
ministración parece ser "No dejar de lado a ningún contratista de la
defensa",
Yo podría seguir, pero ustedes ya captaron el punto, La adminis-
tración insiste, e incluso puede creerlo, que la guerra contra el terro-
rismo se ha convertido en una misión. Pero en lo que concierne al
presupuesto, no es una misión, es una excusa.

185
Los tadounidenses azules de verdad
, Mayo 7 de 2002
~

iRecuerdan lo ( ro que tuvieron que luchar los representantes ele-


gidos por Nueva '/i .k para obtener una ayuda de US$20 billones para
la herida ciudad _c ha ayuda que ya había sido prometida-? Bueno,
recientemente el C : greso estuvo de acuerdo en dar a los agricultores
180 billones de dól tes en subsidios a lo largo de la próxima década.
Por cierto, la pobl tión de la ciudad de Nueva York es dos veces la
población campesi'" total de Norteamérica.
Yo he sido un 'jtico severo de la administración Bush, pero éste
es un caso en el cm ',los demócratas que están en el Senado fueron los
villanos. Para su opio crédito, la administración inicialmente se
opuso al aumento ' los subsidios al campo; pero, como en el caso de
la protección a la i ustria del acero, no pasó mucho tiempo antes de
que los cálculos d los políticos triunfaran sobre los principios que
defendía la admini -ración. Dejando a un lado la política, es probable
que ~s.te' desastros rograma a favor del campo nos libere de un mito
na~iq;;al muy pe,j icial: que la "tierra del corazón", compuesta por
los estados centra s, relativamente rurales, es superior en términos
morales al resto dE ;país.
Usted ha escu 'ado la historia muchas veces: los habitantes de las
"tierras del corazó l' son fuertes, seguros de sí mismos y dedicados a
la familia; los habi htes de las costas son yuppies chillones. De hecho,
George W. Bush h :declarado que visita su escenario -el rancho- en
Crawford, para" -ar en contacto con los verdaderos estadouniden-
ses" (Y enton~es, "ué somos los que vivimos en New Jersey? ¿Híga-
do picado?),
Pero ni el mOli n de alabanzas a "la tierra del corazón", ni la de-
nigración de las e( tas, tienen base alguna en la realidad.
He hecho algu : s comparaciones estadísticas usando una defini-
ción popular de ''1 'ierra del corazón"; 10$ "estados rojos" que -en una
elección que incU la pelea de ambas costas contra el centro- vota-
ron por el señor B _h. ¿Cómo se comparan con los "estados azules"
que votaron por A -Gore?

186
Matemáticas confusas

Ciertamente, las tierras de! corazón no tienen derecho a reclamar


superioridad en lo que respecta a los valores familiares, Si algo, a los
estados rojos les va un poco peor que a los estados azules cuando us-
ted mira indicadores de responsabilidad individual y compromiso con
la familia, Hay mayor probabilidad de que los hijos en los estados ro-
jos nazcan de madres adolescentes o no casadas -en 1999, el 33, ?,Yo
de los bebés de los estados rojos nacieron por fuera de un matrimo-
nio, versus el 12,5 en los estados azules-o Las estadísticas nacionales
de divorcio son desiguales. pero en términos per cápita hubo 60% más
divorcios en Montana que en New Jersey.
y los estados rojos tienen problemas especiales con e! sexto man-
damiento: la tasa de asesinatos fuq,4 por cada 100000 habitantes en
los estados rojos, comparada con 6" 1 en los estados azules, y con 4, 1
en New Jersey.
Pero lo que es realmente inaudito es la afirmación de que la tierra
del corazón es autosuficiente. La grotesca suma que se le va a pasar al
campo, por sí misma, debería poner fin a esas afirmaciones; pero hay
que sumarla a los inmensos subsidios que la tierra del corazón ya re-
cibe del resto del país. En conjunto, los estados rojos pagan conside-
rablemente menos impuestos que lo que e! gobierno federal gasta en
e! interior de sus fronteras; los estados azules pagan mucho más. Como
un todo, la Norteamérica azul subsidia a la Norteamérica roja en 90
billones de dólares al año o algo parecido.
Yen e! interior de los estados rojos, son sus áreas metropolitanas
las que pagan los impuestos, mientras las regiones rurales obtienen
los subsidios. Cuando usted hace los cálculos para los estados rojos
sin incluir las principales ciudades, encuentra que ellos se parecen a
Montana, estado que en 1999 recibió 1,75 dólares de gasto federal por
cada dólar que pagó en impuestos federales, Las cifras para mi esta-
do natal de New Jersey son casi opuestas. Añádale a eso los subsidios
ocultos, como las provisiones de agua para riego a un precio por de-
bajo de los costos, e! uso prácticamente gratis de las tierras federales
para pastaje, entre otros, con lo cual queda claro que, en términos eco-
nómicos, la tierra rural de! corazón es nuestra versión del sur de Ita-
lia: una región cuyos habitantes están en buena medida sostenidos por
la ayuda de sus compatriotas más productivos.

187
PAUl KRUG'MAÑ

No hay mister 's sobre por qué la tierra del corazón recibe ese tra-
tamiento tan espe cal: es el resultado de nuestro sistema electoral. el
cual le da a estad( , con pequeñas poblaciones --especialmente, aun-
que no enteramell "estados rojos- representación desproporcionada
en el Senado y, en 'enor medida, en el Colegio Electoral. De hecho,la
mitad del Senado 'elegido por sólo el 16% de la población,
Pero mientras "ta cruda influencia política es un hecho de la vida
podemos, por lo I _ os, pedir que se acabe la hipocresía, La tierra'del
corazón no tiene n -gún motivo especial para representar a la "verda-
dera Norteaméric ;,', Y los estados azules tienen derecho a preguntar
por qué, en un mo ;'ento en que el gobierno fedftral ha vuelto a presen-
tar déficit y los pI' 'ramas domésticos esenciales están en peligro, una
pequeña minoría ( 'norteamericanos altamente subsidiados se siente
con derecho a red F ar aún más ayuda,

188
La gran evasión
Mayo 14 de 2002

La semana pasada Stánley Works, una compañía de herramientas


de Connecticut, pospuso su plan de incorporarse a Bermudas para
evadir impuestos. La decisión provocó una reacción por parte de la
Casa Blanca, que denunció el movimiento como antipatriótico en un
momento de emergencia nacional.
Por supuesto, estoy inventado esa última parte. El voto de los ac-
cionistas aprobando el trasteo de Stanley fue retado por las autorida-
des de Connecticut; además, la compañía ha sido puesta en la mira de
David Cay Johnston, el invaluable reportero tributario del New York
Times. Pero la administración Bush, siempre veloz en cuestionar el
patriotismo de cualquiera que se atraviese en su camino, no ha dicho
nada sobre stanley Works, y poco sobre el número creciente de corpo-
raciones de los Estados Unidos que se están declarando extranjeras
para propósitos tributarios.
Para ser justo, la administración no creó el hueco que Stanley quie-
re explotar. Y no es sunciente con denunciar las corporaciones que
aprovechan los huecos de la legislación tributaria. La verdadera res-
puesta está en cerrarles esa posibilidad. De todas maneras, el silencio
de la administración es peculiar. ¿Qué está pasando?
Lo más parecido que tenemos a un pronunciamiento oncial sobre
el tema de las compañías que se están trasladando al exterior, viene
del jefe de imposición tributaria del Departamento del Tesoro: "vamos
a tener que repensar algunas de nuestras normas tributarias interna-
cionales, que fueron escritas hace}o años, cuando nuestra economía
era muy distinta, y que ahora pueden estar obstaculizando la capaci-
dad de las compañías de los Estados Unidos para competir interna-
cionalmente".
Desafortunadamente, la afirmación representa mal el tema. Por
una parte, las compañías de los Estados Unidos no necesariamente
pagan mayores impuestos que sus contrapartes extranjeras. La tasa
impositiva para las corporaciones alemanas es signincativamente más
alta que la nuestra. En Francia la tasa es más o menos la misma, yen

189
PAUL KRUGMAN

Gran Bretaña es s ~o marginalmente más baja. De todas maneras, la


afirmación del re 'ro hace pareCer como si estuviéramos perdiendo
ingresos porque I ,~ ompañías con , base en los Estados Unidos estu-
vieran pasando s casas matri~es a lugares con costos más bajos, o
porque ellas están rdiendo participación en el mercado a favor de sus
rivales extranjer~ 'Ninguna deestas proposiciones es cierta. De he-
cho, nosotros estal ~os perdiendoingresos porque las compañías de los
Estados Unidos q ~ son rentables están usando maniobras sofistica-
das para evadir el ago de impuestos.
Al incorporar ~ a Bermudas, una corporación con base en los Es-
tados Unidos pu e, sin necesidad de cambiar la localización de su
casa matriz o alg ~ or el estilo, proteger de la tributación las utilida-
des que ha obteni oen otros países. Mejor aún, la compañía después
puede establecen a "residencia legal" en una jurisdicción con bajos
impuestos, como . rbados, y hacer que, misteriosamente, sus opera-
ciones en los Esta( ~ s Unidos se vuelvan no rentables, mientras que la
dirección usada j) recibir correspondencia secreta en Barbados gana
dinero a raudales .. n otras palabras, esto no se trata de competencia:
se trata de evasió :de impuestos.
La respuesta tural parecería ser castigar violentamente a los
evasores -encont r un forma de gravar a las compañías sobre las
utilidades que rea, ente están ganando en los Estados Unidos, yevi-
tar que usen con ~ i1idad creativa para hacer que las utilidades apa-
rezcan en otro lu -. Es difícil pero no imposible.
Pero este es el unto clave: los funcionarios de la administración
no quieren ayud a recaudar impuestos sobre las utilidades de las
corporaciones. In osibilitada para presionar al Congreso por mayo-
res recortes de inl estos para las corporaciones, la administración ha
utilizado cualqui posibilidad para ofrecer esos recortes sin tener que
afectar las leyes; he Hi/l, una publicación independiente que cubre
los asuntos del ngreso, reportó recientemente sobre "una serie de
órdenes ejecutiva que han sido poco percibidas [, .. llas cuales darán
a las corporacioll billones de dólares en alivios tributarios sin e! con-
sentimiento de! e ngreso".
Ahora e! sile io sobre e! caso Stanley se vuelve comprensible. La
administración I quiere decir abiertamente que está a favor de la

190
Matemáticas confusas

evasión de impuestos; pero tampoco quiere recaudar realmente los


impuestos. Es mejor no decir nada en absoluto.
El problema es que insinuar. incluso con el silencio. que está bien
no pagar impuestos es un juego peligroso. porque se puede agrandar
hasta causar una pérdida mayor de ingresos para el fisco. Los conta-
dores y los asesores tributarios han entendido la insinuación; ahora
áeen'que es seguro mandar el sobre al correo. Incluso teniendo en
cuenta el efecto de la recesión. los recaudos de impuestos de este año
están muy por debajo de las expectativas. Mi apuesta es que una agre-
siva evasión de impuestos por parte de las corporaciones (y de las per-
sonas ricas) es parte importante de esa historia. Y empeorará el
próximo año.
Aún más. ¿cuál es el mensaje que se le transmite a la nación cuan-
do las compañías que están orgullosas de seguir siendo norteameri-
canas son castigadas. mientras las compañías que por conveniencia
están dispuestas a cambiar de bandera son recompensadas?
Si la administración quiere eliminar los impuestos a las utilidades
corporativas. entonces tengamos un debate real y abierto --empezan-
do por una explicación de cómo serán reemplazados los ingresos tri-
butarios perdidos en una época de severos déficit fiscales-o Mientras
tanto. castiguemos violentamente la evasión de impuestos.

191
.lEI maestro es un fraude?
Febrero 7 de 2003

Es probable qu f~ea un pensamiento optimista, pero algunas per-


sonas esperan que '1 viejo Alan Greenspan -el hombre al que noso-
tros respetábamos ::vuelva a aparecer la próxima semana.
Durante los a' ,s de Clinton, el señor Greenspan se convirtió en
un icono de la pro oad fiscal. que constantemente le predicaba a los
políticos la import ncia de eliminar los déficit y pagar la deuda. En-
tonces, George W..ush subió al poder y el señor Greenspan se convir-
tió en -o se reveló ,'mo- un hombre diferente.
En primer luga iel director de la Reserva Federal prestó un apoyo
decisivo al recorte e impuestos de Bush, pidiendo con urgencia al
Congreso reducir I '$ impuestos para que el país no tuviera superávit
presupuestales mu ~:grandes y pagara la deuda demasiado rápido. No,
realmente.
Después. cu . do el presupuesto cayó en déficit. el señor
Greenspan no sól :se rehusó a reconsiderar sus conceptos, sino que
apoyó los planes 1 ra hacer permanente el recorte de impuestos. El
riguroso maestro' : había convertido en un tío indulgente.
Pero ahora el d ; erioro fiscal ha alcanzado proporciones catastró-
ficas. En su prime! ' resupuesto, la administración Bush proyectó un
superávit de 262 '.Iones de dólares para el año 2004. En su segundo
presupuesto, reali' "do hace un año, proyectó un déficit de 14 billones
de dólares para el "ismo año. Ahora proyecta un déficit de }07 billo-
nes de dólares. Eso ',s un deterioro de 570 billones de dólares, sólo para
el próximo año - ,n deterioro comparable en cada uno de los años
siguientes-o US!er .hbe, 570 billones de dólares acá y 570 billones de
dólares allá, y muo ,pronto estaremos hablando de mucho dinero.
No es mi culp ; dice el señor Bush. "Una recesión y una guerra
que nosotros no es " gimas nos han llevado de nuevo al déficit" decla-
ró. ¿Es verdad? ¿ "s costarán la recesión y la guerra 570 billones de
dólares anuales, tilos los años? Aparte de esto, el señor Bush sabía
todo acerca de la r ;. esión y de Osama bin Laden (¿se acuerdan de él?)
un año antes, cuar : o sus proyecciones mostraban un retorno al supe-

192
Matemáticas confusas

rávit en 2005. Ahora ellas muestran déficit para siempre, a pesar de


que no incluyen e! costo de una guerra con Irak.
De todas maneras, ¿no se supone que un líder resuelve problemas
en vez de buscar excusas? Pero el señor Bush propone empeorar el
problema. Contrario a todas las prácticas anteriores, quiere recortar
aún más los impuestos, cuando se encuentra de cara a un déficit de
"tiempo de guerra",
Aunque los periodistas financieros han comenzado a darse cuenta
de que e! señor 8ush ha perdido e! control-ha "perdido sus canicas",
dice ess Market Watch-, la irresponsabilidad de sus planes no ha sido
ampliamente apreciada. Ese recorte de 674 billones de dólares del cual
usted ha oído hablar no es ni la mitad de! costo total de la medida, In-
cluso, de acuerdo con sus estimaciones optimistas, la administración
quiere entregar 1,5 trillones de dólares en recortes de impuestos du-
rante la siguiente década -más de lo que hizo durante 2001-. Se nece-
sitarán otros 575 billones de dólares o algo por e! estilo para establecer
e! impuesto mínimo alternativo -algo que los funcionarios han anun-
ciado que harán, pero que no han introducido en e! presupuesto--.
La administración ha usado artimañas para posponer la mayoría
del costo de estos recortes de impuestos hasta después de 2008 -la
Oficina de Administración y Presupuesto repentinamente dejó de ha-
blar de proyecciones a 10 años y ahora, oficialmente, sólo mira 5 años
adelante--. Pero hay proyecciones a largo plazo ocultas en el respaldo
del presupuesto. Estas son extremadamente optimistas; pero aún así
sugieren un desastre fiscal una vez las personas que nacieron en la
época de! baby boom comiencen a recibir los beneficios de la seguridad
social y Medicare ("no pasaremos nuestros problemas a otros Congre-
sos, otros presidentes y otras generaciones" declaró e! señor Bush en
el Estado de la Unión, Y también con la cabeza en alto),
Entonces, ¿dónde entra en escena e! señor Greenspan? La semana
entrante él atestiguará ante e! Comité Bancario de! Senado. ¿Será él,
a la larga, quien reconozca la incompetencia de la administración?
El señor Greenspan debe saber que mucha gente, a pesar de lo que
diga en público, lo considera ahora un partidista vendido. Eso en bue-
na parte incluye a los republicanos, quienes asumen que él apoyará
cualquier cosa que proponga e! señor Bush. Lo que él haga la semana

193
PAUL KRUGMAN

entrante determin . á en buena parte si esa es la percepción que se


queda en la mente ,e la gente.
Ciertamente, ~enspan se ha quedado sin excusas. Como famoso
fiscal regañón que 'Jguna vez fue, no puede adoptar el enfoque de dé-
ficit-imbécifil. Y ta 'poco puede hacer e! planteamiento de! lado de la
oferta. según e! cú " el recorte de impuestos aumentará los recaudos.
cuando sólo dos añ _atrás decía que esa medida reduciría el superávit.
Si e! señor Gr.: span. a pesar de todo. encuentra formas de racio-
nalizar la irrespon, 'bilidad de! señor Bush, o si se refugia en e! suspi-
ro final délfico, e f> puede significar todo o nada, La historia lo
recordará como un 'ombre que exigió posiciones fuertes en otros pero
que se rehusó a as ~irlas él mismo,
Esta puede ser JI última oportunidad que tenga Alan Greenspan
para salvar su rep ¡ación -y la solvencia del país-,

- ~

194
Capítulo 7

2-1=4
El cerdo en el pitón
junio 21 de 2000

Los demógrafos describen la generación del baby boom como" el


cerdo en el pitón": un bulto inmenso en la distribución por edades de
la población. que en otras circunstancias hubiera permanecido unifor-
me. que se mueve hacia abajo gradualmente. a medida que los boomers
van envejeciendo. Conforme el hocico del cerdo se aproxima a las re-
giones inferiores del pitón. plantea dos problemas de política distin-
tos: un problema "financiero" manejable y un problema "real". más
complicado. Pero el debate en la campaña presidencial no parece tra-
tarse de ninguno de los dos.
El problema "financiero" es cómo pagar la seguridad social. Este
problema es un legado del pasado esquema de la seguridad social de
prima media (pay-as-you-go): debido a que las contribuciones de los
baby boomers fueron usadas para ofrecer beneficios generosos a gene-
raciones anteriores. no hay dinero suficiente en el sistema para pagar
los beneficios que se le promelieron a los boomers. La buena noticia
es que resolver este problema financiero no es tan difícil. A pesar de
la retórica apocalíptica que a veces se escucha. inyecciones de dinero
que están al alcance permitirían que el sistema ruede sin problema por
lo menos durante 50 años más. Es sólo una cuestión de afrontar los
hechos.
El problema "real" es que en pocas décadas la distribución por
edades de la población de los Estados Unidos será similar a la de los
habitantes de la Florida hoy. ¿Cómo podrá un número relativamente
pequeño de trabajadores producir los suficientes recursos como para
vivir bien ellos mismos y ofrecer a la inmensa población de jubilados
el nivel de vida que espera?
Este problema es mucho más difícil de resolver. La única respues-
ta -distinta a permitir una inmigración masiva- es hacer que los tra-
bajadores del mañana sean lo más productivos posible. Podemos tener
esperanza en cambios tecnológicos: con máquinas suficientemente
inteligentes. ¿quién necesita trabajadores? Pero un gobierno responsa-

197
PAUL KRUGMAN

ble trataría mientr; :' tanto de asegurar que el ahorro nacional-priva-


do y público- sea Ita. para que los futuros trabajadores estén bien
equipados con cap al y sin el peso de grandes deudas extranjeras,
Sin embargo. 1 :campaña parece estar girando alrededor de un
asuntó bastante d "tinto: la percepción de que los norteamericanos
obtienen un rendi "ento demasiado bajo sobre sus contribuciones a
la seguridad social: amo he explicado en columnas anteriores, el ren-
dimiento implícito :obre las contribuciones de la seguridad social es
bajo sólo porque 1 ,trabajadores, hoy en día, están siendo gravados
para pagar las del!< ~s que el sistema adquirió en e! pasado, Puede que
a usted no le guste' so, como puede que tampoco le guste el hecho de
que el 15'/0 de un d 'lar de impuestos federales que usted paga se des-
tina a pagar los int e eses de una deuda que se contrajo principalmen-
te en las décadas d :los años ochenta y noventa, Pero en ambos casos
las deudas son un ~cho de la vida,
.' están promoviendo las personas cercanas a
Aun así. la ide ',que
George W. Bush s e re la seguridad social, se centra en e! contraste,
sin sentido. entre 1 srendimientos que un individuo sin obligaciones
puede obtener so ;e sus inversiones y e! rendimiento implícito que
puede ofrecer el m :, recargado de obligaciones sistema de seguridad
social, Y el nuevo lan de Al Gore. que ofrece cuentas subsidiadas de
jubilación. no se e' tra en los problemas reales: es la respuesta a la
promoción que Bu hestá haciendo de su programa,
Habiendo dich eso. e! plan del señor Gore pudo haber sido peor.
No quebrará al pre -'puesto; probablemente se estimulará un poco más
e! ahorro privado,; al igual que la seguridad social en sí misma. ten-
drá un efecto prog, sivo -esto es. tenderá a disminuir las disparida-
des en la riqueza·~ ::
También hay' e darle algunos puntos al señor Gore por honesti-
e
dad. Los detalles este plan se han escrito y dado a conocer en su
totalidad; él tamh '¡, ha dicho claramente cómo va a extender la vida
de! sistema de se!~ 'idad social-transfiriendo recursos del presupues-
to general-. En c( :traste. e! señor Bush no ha dicho nada sobre en
cuánto está planJ 'ndo reducir los beneficios de los cotizantes. en
contraprestación :' r permitirles invertir sus contribuciones en otra
parte. ni cómo va e acer para manejar la cantidad de obligaciones que

198
Matemáticas confusas

ha adquirido el sistema en el pasado. Todo lo que él ofrece son asteris-


cos mágicos: "los detalles serán dados más adelante". Mi apuesta es
que si el señor Bush finalmente ofrece los detalles, el tamaño de los re-
cortes a los beneficios propuestos iniciará una tormenta política, for-
zándolo a utilizar el recaudo general para, después de todo, rescatar
la seguridad social. Pero eso no sucederá sino hasta después de las elec-
ciones.
y. ¿de dónde provendrá el dinero? Recuerden que el señor Bush
también está proponiendo un gigantesco recorte de impuestos, Apar-
te de eliminar el superávit que podría haber sido utilizado para ayu-
dar a la seguridad social. esos recortes incentivarán a la nación como
un todo a consumir más y ahorrar menos, exactamente lo opuesto a
lo que debería estar haciendo una sociedad que está envejeciendo.
Mientras tanto, el cerdo está aún en el pitón, avanzando inexora-
blemente hacia su destino. ¿Hay alguien poniendo atención?

199
La fábula de la jubilación
Octubre 11 de 2000

Había una ve' ,na tierra en la que la gente vivía sólo dos años. En
el primer año las '~ersonas trabajaban; en el segundo vivían de sus
ahorros personal. "
Llegó un tiem ~ en que el gobierno decidió ayudar a los viejos, Así
instituyó un sistel ,a llamado seguridad social. Cada joven trabajador
:0,
pagaría un impue el cual sería usado ese mismo año para pagar los
beneficios de cad :'ndividuo mayor jubilado.
Para la prim(!! 'generación de beneficiarios, la seguridad social fue
una gran cosa, E ' s no habían sido obligados a pagar cuando eran
jóvenes y, sin em ~ rgo, recibieron los beneficios, Pero las generacio·
nes subsiguiente. : o entendieron el sistema. Ellas interpretaron sus
contribuciones 01 ,igatorias al sistema como una inversión, aunque
estas en realidad : an unos impuestos necesarios para pagar los be~
neficios de la gen 'ación de sus padres, Así. aquellas se imaginaron
que podrían ten€' ~ ayores rendimientos invirtiendo esos recursos en
el mercado. ,~
Eventualment : un político ambicioso apareció declarando "iEs su
dinero. Yo confío ( las personas, no en el gobierno!". DUo que dejaría
que los trabajado :s invirtieran por sí mismos la mitad de las contri·
buciones, Cuand Jos críticos trataron de señalar que estos recursos
ya habían sido pi . etidos a los ciudadanos de la tercera edad (cuyas
propias contribu nes habían sido usadas para pagar los beneficios
de la generación a terior de retirados), fueron abucheados con cantos
de "¡No a las cik confusas!". Y. por lo tanto, la reforma se puso en
funcionamiento.
Al año siguie! ~e el sistema cayó en la quiebra. Sin entradas sufi·
cientes de dinero, "los retirados no se les podían pagar los beneficios
que se les habían ometido.
A mí me gusU ia poder decir que esta fábula simplifica excesiva·
mente el debate q 'se está dando este año sobre el tema de la seguri·
dad social. Pero e 'ealidad es así de simple, y la propuesta de George
W. Bush de ponm • arte de las tontribuciones de la seguridad social
f,

200
Matemáticas confusas

en cuentas individuales. sin que estos fondos sean reemplazados por


otra fuente. es realmente irresponsable. Como los norteamericanos
viven más de dos años, el drama se demorará un poco más en hacerse
evidente. La quiebra de la seguridad social no se dará antes de aproxi-
madamente 30 años. por lo cual las víctimas serán aquellas que actual-
mente tienen edades intermedias y no quienes ya están retirados. Pero
la crisis vendrá mucho antes. en la medida en que el desastre inminente
se vuelva obvio.
El señor Bush ha hecho un descubrimiento político importante.
Resulta que las afirmaciones erróneas no pueden ser confrontadas de
manera efectiva. porque los votantes no pueden creer que una perso-
na que parece tan confiable sea capaz de hacer una cosa de esas. En el
debate de la semana pasada. el señor Bush declaró de nuevo que pla-
nea gastarse una cuarta parte de! superávit en nuevos programas po-
pulares. aunque su propio presupuesto muestra que en realidad planea
gastar menos de la mitad de dicho monto (" ino a las cifras confusas!"
gritaban las masas -pero estos son sus propios cálculos-). Y él insis-
te en tener un plan que salvará la seguridad social. cuando su propues-
ta real. tal como la está planteando ahora. quebraría e! sistema.
Pero. ¿no hay buenos economistas. e incluso expertos en seguridad
social. que respaldan la propuesta del señor Bush? Piense en ello como
una apuesta fáustica -vender sus espíritus no por poder o dinero (pue-
de que también por eso. pero eso no es asunto mío) sino por una
reforma.
Porque hay todavía una buena posibilidad para reformar la segu-
ridad social. si estamos preparados para pagar e! precio. El sistema que
está actualmente en vigencia le promete a los trabajadores de hoy que
las generaciones futuras se harán cargo de ellos. de la misma manera
como ellos se están haciendo cargo de los retirados de hoy en día. Como
lo ha señalado un asesor de Bush. Martín Fe!dstein. esto hace que la
gente se sienta más rica de lo que realmente es. llevándolos a consu-
mir demasiado y a ahorrar muy poco.
Pero corregir este problema requeriría mucho dinero -dinero para
pagar las obligaciones existentes que tiene e! sistema- O. para plan-
tearlo de una manera distinta (planteando e! mismo punto desde otro
ángulo). como el problema de la seguridad social es que hace que la

201
PAUL KRUGMAN

gente se sienta ar ¡ficialmente rica, cualquier reforma real tiene que


hacerla sentir má 'obre. Pero eso, por supuesto, no es lo que está ven-
diendo el señor Bl ~h.
Lo que supue! -¡¡mente creen los economistas que apoyan su pro-
puesta es que desl ~ és de las elecciones todo esto podrá ser arreglado.
Cuando el verdad 'ro plan sea anunciado, todo tendrá sentido.
Pero es difícil : aginarse cómo. Traten de pensar en un victorioso
señor Bush explic }1do que, después de todo, él tiene que recortar be-
neficios o abando ~r su recorte de impuestos, de forma que haya di-
nero suficiente pa ~ costear la reforma a la seguridad social.
Lo que es ciee " es que la propuesta del señor Bush para reformar
la seguridad socj¡ ',quebrará el sistema,
Estas no son e fras borrosas: es un hecho frío y real.

202
No es una buena acción
Noviembre 5 de 2000

Todo comenzó con una buena acción. En la década de los años


ochenta el Congreso decidió actuar de manera responsable. haciendo
provisiones tempranas para una crisis que. aunque predecible. tarda-
ría 30 años en llegar.
Hasta los años ochenta la seguridad social había funcionado sobre
la base del pay-as-you-go. Casi todo lo que se recaudaba de impues-
tos cada año era usado para pagar los beneficios corrientes. Pero para
1980 ya era claro que. treinta años después. este sistema caería en gran-
des problemas. Los nacidos en la época del baby boom son los villa-
nos: cuando ellos comiencen a retirarse. el número de trabajadores
cotizando a la seguridad social se estabilizará. mientras el número de
retirados que el sistema tendrá que sostener se elevará rápidamente.
En este momento hay cerca de 3.4 trabajadores por cada personajubi-
lada: para el año 2030 habrá sólo dos. Entonces tocará forzar el siste-
ma de pay-as-you-go para aumentar drásticamente los ingresos o
disminuir drásticamente los beneficios. o ambos.
Lo que el Congreso hizo en los años ochenta fue aumentar los im-
puestos a la seguridad social-un aumento moderado. de dos puntos
porcentuales- para evitar consecuencias más severas en el futuro. En
el camino hacia la crisis demográfica el sistema tendría que construir
una gran reserva. posponiendo el día del arreglo de cuentas o tal vez
cancelándolo del todo. Puede que esta no sea una solución permanen-
te. pero nos ha dado mucho espacio para respirar. Tal como está aho-
ra. el sistema puede seguir funcionando por lo menos hasta el año 2037
Ycon medidas adicionales modestas se puede extender su vida hasta
el año 2050 y más.
Pero cualquier acción política que tome en cuenta una visión de tan
largo plazo corre el riesgo de ser debilitada por los políticos futuros.
quienes se van a ver tentados a atacar el tarro de galletas. Lo cual nos
lleva a la disputa actual.
George W. Bush quiere cancelar ese aumento de dos puntos en el
impuesto. Es verdad. él no propone devolverlo en efectivo. sino poner-

203
PAUL KRUGMA

lo en cuentas pe 'anales que pertenecerían principalmente a los tra-


bajadores jóven' _y, por lo tanto, no estaría disponible para sostener
a los trabajadore :que en la actualidad están en rangos intermedios de
edades, quienes, e suponía, se beneficiarían con esa reserva, ¿Y?
Porque segll debe haber un "y", Si e! dinero con el que se supo-
nía que se iban~ ~proveer los beneficios para los baby boomers está
siendo usado pa -otros propósitos, tenemos que hacer algo más -re-
cortar los benef íos, transferir dineros adicionales procedentes de
otras fuentes, o ¡ go-, ¿No es cierto?
Pero el seño) ush nunca ha terminado la frase, Sus asesores si-
guen proclaman b que le pon~rán bases financieras sólidas a la se-
guridad social. p ,o sus propu~stas no hacen nada, literalmente nada,
para apuntalar l finanzas del sistema, Ni siquiera tratan, No es un
asunto si quier,¡ 'ebatíble: no hay medidas que debatir,
No entiendo or qué las corporaciones de los medios de comuni-
cación han hech n trabajo tan malo en aclarar estos puntos, Tal vez
los periodistas s - plemente no se atreven a decir que el gobernador
no tiene ideas, <[1 una propuesta principal de! hombre que puede Jle-
gar a ser presid, ,te no contiene medidas que por lo menos traten de
hacer lo que él d e que harán sus propuestas,
Incluso ahor 'la mayoría de los reportajes inventan excusas para
la falta de plane del señor Dush, diciendo que no se están poniendo
en peligro los b, :eficios de los jubilados de hoy porque hay dinero
suficiente para n ntener los beneficios en los niveles actuales por los
próximos 20 añ' Pero eso es Qesplazar e! objetivo, Todas las deman-
das para reform el sistema de seguridad social han sido promovidas
por las adverten as de que el sistema es insostenible en el largo pla-
zo, Ahora, de re nte, se supone que debemos aceptar una "reforma"
que en realidad I quita 14 años de vida al sistema,
De cualquier rma, ¿qué cree usted que en realidad pasaría? ¿Con-
tinuaría realme - la administración de la seguridad social pagando
todos los benef! : s durante las próximas dos décadas, y de un mo-
mento a otro se, ,unciaría: "Qué pena amigos, nos quedamos sin di-
nero. Estamos re nando inmediatamente los beneficios en un 40% "?,
La realidad es q e la presión por recortar los beneficios comenzará

204
Matemáticas confusas

cuando se haga efectiva la desviación de los impuestos hacia las cuen-


tas individuales. Muchos de los actuales retirados sentirán el apretón.
De pronto si el señor Bush gana. revelará un plan secreto. uno que.
en buena parte. tendrá que involucrar recortes de beneficios. porque.
¿dónde más puede encontrar él dinero? (El superávit presupuestal ha-
brá sido eliminado por los recortes de impuestos). O. tal vez. le pedirá
a una comisión bipartidista desarrollar un plan y después culpará a
los demócratas por la inhabilidad de la comisión para encontrar una
forma de crear algo a partir de la nada.
Es irónico. La acciones responsables que llevó a cabo el Congreso
en los años ochenta montaron el escenario para una maniobra políti-
ca realmente irresponsable. Pero ustedes conocen el dicho: "Toda bue-
na acción tiene su castigo,".

205
2016 Y todo eso
Julio 22 de 2001

Yo sabía queJ :comisión para la reforma a la seguridad social con-


formada por Geo e W. Bush produciría un informe sesgado. uno di-
señado para indu al Congreso a privatizar e! sistema. Pero e! reporte
preliminar que d ron a conocer esta semana es un torcido y mezqui-
no absurdo.
La comisión; un intento'por sembrar e! pánico. afirma que la
seguridad social tá en riesgo inminente. y que el sistema entrará en
crisis en el año' '16. Claramente. esto choca con las proyecciones
estándar que m~ tran que las. reservas de la seguridad social dura-
rán hasta el 203 E incluso esa proyección está basada en supuestos
bastante pesimi . s sobre el crecimiento económico futuro y. por lo
tanto. sobre los raudos de los impuestos a la nómina. Si se usan pro-
yecciones más o Jimistas -digamos. los mismos supuestos que se
usaron para jusI car e! recorte de presupuestos de! señor Bush- e!
sistema sería fin; cieramente viable hasta e! 2075. Para esa época. sin
embargo. el sisu a de seguridad social habrá acumulado un fondo
en fideicomiso d . ultitrillones de dólares. Tal como un fondo priva-
do de pensiones sa los intereses sobre sus activos para pagar sus
beneficios. e! sis ma de seguridad social puede usar los rendimien-
tos provenientes e sus activos para pagar los suyos. Y ese fondo en
fideicomiso e,l . derá la vida de! sistema por décadas incluso
indefinidamente
Pero la comis . n declara que estos activos acumulados no son" rea-
les" y que no se' enta con recursos para pagar los beneficios futuros.
¿Por qué? Porqu. 1I0s están invertidos en bonos de! gobierno -activos
perfectamente b nos cuando son acumulados por los fondos priva-
dos de pensione ero sin valor. dice la comisión. cuando son acumu-
lados por una a cia gubernamental-.
¿Tiene sentid todo esto? Hayuna escuela de pensamiento que dice
que la segurida acial no debería separase del presupuesto general.
que los recaudo e la seguridad social deberían ser tomados simple-

206
- l'
Matemáticas confusas

mente cama ingresos de! presupuesto general. y sus gastos como par-
te de! gasto general. Pero en ese caso es difícil ver por qué deberíamos
preocuparnos acerca de lo que sucederá en el año 2016: ¿a quien le im-
porta si el impuesto a la nómina, que es sólo uno entre muchos impues-
tos, recauda menos dinero de lo que gasta e! gobierno en los beneficios
para los retirados? Los beneficios de la seguridad social pueden ser
pagados con recursos del presupuesto general. haciendo una transfe-
rencia de ingresos que está claramente justificada si, entre tanto, los
recaudos de los impuestos a la nómina han sido usados para pagar la
deuda nacional, ahorrando cuantiosos pagos de intereses.
De forma alternativa, usted podría decir que por razones políticas
es importante que la seguridad social tenga su contabilidad separa-
da. Pero, en este caso, deberíamos contar los bonos de! gobierno que
están en e! fideicomiso como activos reales, tal como lo haríamos si la
seguridad social fuera un fondo privado de pensión (tengo una pro-
puesta: lavemos los fondos del fideicomiso poniéndolos en bancos pri-
vados, los cuales después comprarán bonos del gobierno. ¿Esto sí los
convertiría en activos "reales "?)
Entonces la comisión está tratando de ganar por punta y punta.
Cuando la seguridad social presenta superávit, no recibe ningún re-
conocimiento porque simplemente hace parte del presupuesto fiscal.
Pero cuando presenta déficit. la seguridad social está por su propia
cuenta. Esta lógica torcida expropia, en efecto, todo e! dinero extra que
los trabajadores le han pagado al sistema desde 1983, cuando e! sena-
dor Danie! Patrick Moynihan, entre otros, presionó por lograr un au-
mento en los impuestos a la nómina -un aumento cuyo propósito era
construir un fondo en fideicomiso, el cual la actual comisión, codirigida
por el propio señor Moynihan, dice que no es real.
y, ¿qué tan grandes serán los déticitde la seguridad social una vez
el fondo en fideicomiso haya sido expropiado? La comisión dice que del
37% de los recaudos del impuesto a la nómina, lo cual suena inmen-
so, pero eso es sólo un 2% del PIB. Ese es un número interesante: es
aproximadamente lo que e! gobierno federal paga ahora en intereses
sobre su deuda -la deuda que se está pagando con los superávit de la
seguridad social-.

207
PAUL KRUGMAN

¡Ah! Y ahí está .: tro rubro del presupuesto que tiene más o menos
el mismo tamaño ( . e el supuesto déficit putativo de la seguridad so-
cial: el recorte de i ·.puestos de Bush, el cual eventualmente reducirá
los ingresos en apl ximadamente 1.7% del PIB.
Hayargument' . para la reforma de la seguridad social: hay incluso
argumentos para 1. privatización. Pero no podemos hacer un debate
razonable sobre la ': forma, a menos que las partes involucradas en el
mismo estén dispu : tas a discutir las cosas honestamente. Ylos miem-
bros de la comisilÍl 'incluido el señor Moynihan, se acaban de desca-
lificar a ellos misn ·s. •

208
Pecados de comisión
Julio 25 de 2001

Hace 18 años usted comenzó a ahorrar para su retiro. Pudo haber


comprado acciones y bonos corporativos, pero su sobrino lo persua-
dió de mantener ese dinero en la familia, Y desde entonces usted le ha
estado prestando dinero a él. Sus contribuciones le ayudaron a supe-
rar momentos de dificultades financieras y recientemente él ha esta-
do usando ese dinero para pagar su hipoteca.
Pero ahora su sobrino le dice que mejor comience a invertir para
su retiro. Después de todo, dice él. usted no tiene ningún activo real.
"Y, ¿qué pasa con el dinero que yo te presté?" le pregunta usted. "Ese
no es un activo real" contesta él. "Es sólo una promesa. La única for-
ma en que yo podría cumplir esa promesa sería ganando más dinero o
gastando menos, y tu no puedes pedirme que haga eso", Mientras tan-
to, usted se entera de que él ha encargado un yate, y que las cuentas
del yate serían suficientes para cubrirle su deuda,
La mayoría de las personas dirían que la actitud de su sobrino es
reprobable. Pero la comisión para la reforma de la seguridad social.
escogida a dedo por George W. Bush, cree que la idea de su sobrino es
la correcta. El sistema de seguridad social ha presentado superávit
desde 1983, cuando el impuesto a la nómina fue aumentado para cons-
truir un fondo en fideicomiso con el cual se pagarían los beneficios
futuros. Estos superávit pudieron haber sido invertidos en acciones o
bonos corporativos, pero pareció más seguro y menos problemático
comprar deuda de! gobierno de los Estados Unidos, El sistema ahora
tienen 1,2 trillones de dólares en su rápidamente creciente fondo en
fideicomiso. Pero la comisión dice que los bonos del gobierno que es-
tán en ese fondo en fideicomiso no SOn activos reales,
Eso es como decir que cuando usted pagó la hipoteca de su sobri-
no, no hizo nada para m~orar su flujo de caja.
Cada dólar que el sistema de seguridad social coloca en bonos del
gobierno, en oposición a invertirlo en otros activos como bonos carpo·
rativos, es un dólar que el gobierno federal no tiene que pedir presta-
do a otras fuentes. Si e! fondo en fideicomiso de la seguridad social no

209
PAUL KRUGMAN·

hubiera usado sus uperávit acumulados para comprar 1.2 trillones


de dólares en bon del gobierno. el gobierno hubiera tenido que pe-
dir prestados esos cursos en otra parte. Yen vez de pagarle intereses
por valor de 65 bil nes de dólares este año al fondo en fideicomiso. el
gobierno hubiera ¡ ido que dedicar ese mismo monto extra en pagos
de intereses a los nedores privados de bonos. Así que el fondo en
fideicomiso hace 1 a contribución real al presupuesto general. ¿Esto
no lo hace un actÍl real?
Como el fond 'n fideicomiso ha sido usado para pagar deuda.
reduce la cantidad e dinero que el gobierno tiene que gastar en el ser-
vicio de la misma. hace más fáCil pagar los beneficios a los retirados.
Aun asÍ. es verda· ue cuando el sistema de seguridad social empiece
a redimir sus bon del gobierno. el gobierno federal tendrá que colo-
car impuestos m;¡ Itos y/o gastar menos que en caso de que simple-
mente renegara de us promesas: Pero. como dice la comisión. estamos
hablando de una'( ligación aplastante.
Hagamos un· co d.e aritmética: si tuviéramos en este momento
la demografía de! ño 2040 (48 retirados por cada lOO trabajadores.
en vez de los 30 q tenemos ahora) los pagos de los beneficios de la
seguridad sociaL' 'cederían a los recaudos del impuesto a la nómina
en 180 billones d~ ólares. Eso parece mucho dinero. Pero si los recor-
tes de impuestos. Bush que fueron aprobados hace dos meses (el yate
de su sobrino) se; cieran efectiyos hoy en su totalidad. se reduciría el
ingreso del sist en 170 billones de dólares.
Ayer. el más rcializado que nunca Alan Greenspan. quien hace
18 años llevó a la' misión a aumentar los impuestos a la nómina para
crear un superáv en la seguridad social. le dijo a la audiencia del
Senado que el re te de impuestos de Bush era "bastante modesto".
Si este es un mod to recortede'impuestos. entonces las sumas que la
seguridad social a a necesitar para cubrir sus déficit también son
modestas. Uno Íl puede ganar¡ por punta y punta.
Pero de gan~ or punta y punta -lo que George Orwell llamó el
pensamiento do es de lo que se trata el informe de la comisión. Se
supone que debe os creer que los superávit de la seguridad social no
significan nada ue todo es un sólo presupuesto; pero los déficit de
la seguridad soel sí son algo terrible. porque el programa debe sos-

2\0
Matemáticas confusas

tenerse por sí mismo. Se supone que debemos creer que 170 billones
de dólares al año son una suma modesta si se trata de un recorte de
impuestos para los ricos, pero son una carga insoportable para el pre-
supuesto si se trata de una obligación para con los retirados.
y se supone que debemos escuchar con seriedad las recomenda-
ciones de una comisión que redactó un informe sesgado, internamen-
te inconsistente y deshonesto.

211
Una mala medicina
Marzo 19 de 2002

La historia de la primera página de! Times de! domingo pasado


trata de unos pac entes de Medicare que no fueron atendidos por los
doctores, lo cual e :bastante alarmante, Parece que los recientes recor-
tes en los pagos d ~ edicare están induciendo a muchos médicos a no
querer tratar a los -a dentes de este sistema. Pero este es sólo el comien-
zo de un problem ~ ue pronto estará dominando la escena política nor-
teamericana,
Piense en ese ema como en la colisión de una fuerza irresistible
(el creciente costo: e los servicios médicos) yun objeto inmóvil (la de-
terminación del - vimiento conservador norteamericano de reducir
e! tamaño de! gob .mol. Por e! momento, la administración Bush y sus
aliados no admit :án que hay un conflicto entre sus promesas a los
retirados y la ide -ogía del gobierno pequeño. Pero ya hemos pasado
la etapa en la cua 1conflicto puede ser escondido con cifras endulza-
das. El esfuerzo .or cumplir metas irrealmente bajas de gastos en
Medicare se ha 1 :ejado en pagos irreal mente bajos a los proveedores
de estos servicio. Y la situación sigue empeorando,
¿Por qué sigu :0 subiendo los costos de la atención médica? No es
porque los docto ~s y los hospitales sean muy ambiciosos, es por e!
progreso médico, '. ás y más enfermedades que antes se salían de las
manos de los doc 'res, hoy en día pueden ser tratadas, sumando años
a las vidas de los ?cientes y mejorando mucho la calidad de esos años:
pero a un costo ( da vez más alto, Un puente coronario triple hace
mucho más por '.ted que una cama de enfermo, pero también cuesta
mucho más,
Durante la dI "ada de los noventa la tendencia creciente en los cos-
tos de los servid médicos pareció haberse estabilizado. Pero ahora
está claro que es 'ue un apretón de costos de una sola vez, explicado
por e! paso hacia ganizaciones de mantenimiento de la salud (HMOS),
Ahora los costos' édicos han retomada su tendencia creciente.
Si la medici . fuera un asunto totalmente privado, e! progreso
médico no cread 'más dilema que, digamos, e! progreso de los siste-

212
Matemáticas confusas

mas de entretenimiento privado. Pero, de hecho, los Estados Unidos,


al igual que todos los demás países desarrollados, tratan los cuidados
médicos esenciales como un derecho y no como un privilegio. Nues-
tra combinación de Medicare/Medicade (atención médica y ayuda
médica) provee estos beneficios un tanto al azar. De todas maneras,
la intención de nuestro sistema es que a nadie se le debe negar, por falta
de recursos, un tratamiento que le salve la vida.
¿Por qué no simplemente dejamos la responsabilidad de los cuida-
dos médicos en manos de cada individuo? Incluso en los Estados Uni-
dos, hay límites a los niveles de desigualdad que el público está
preparado para tolerar. Una cosa es que los ricos puedan costear casas
más grandes, y vacaciones más sofisticadas que las familias comunes
y corrientes. Los norteamericanos aceptan esas diferencias alegremen-
te. Pero una sociedad en la cual las personas ricas pueden resolver sus
problemas de salud mientras las personas comunes y corrientes se
mueren por esas causas, es muy dura, incluso para nosotros,
y por eso es que tenemos programas de atención y ayuda médica
(Medicare y Medicaid), Por la misma razón, la gente apoya amplia-
mente que el servicio de Medicare incluya medicamentos de prescrip-
ción: a la mayoría de norteamericanos no les parece bien que sólo las
personas suficientemente ricas, que pueden pagar de su bolsillo las dro-
gas, tengan acceso a ellas, ya que hacen mucha diferencia en la cali-
dad de vida, Incluir el cubrimiento de medicinas en e! programa
Medicare noes tanto una cuestión de ampliar el programa sino de ha-
cer realidad su intención originaL
Pero satisfacer las expectativas de atención médica -esto es, ase-
gurar que cada norteamericano, y en particular cada norteamericano
jubilado, tenga acceso al cuidado médico esencial- requerirá un gran
gasto por parte de! gobierno, Y e! movimiento conservador en gene-
raL y la administración Bush en particular. no están preparados para
conseguir esos recursos. Después de todo. e! gasto del gobierno debe
ser pagado con impuestos,
Aun así. ellos no se atreven a decir abiertamente que están prepa-
rados para negar la atención médica básica a los que no pueden pa-
gar por ella. Entonces. ¿qué pueden hacer?
La administración Bush todavía está tratando de disfrazar este

213
PAUL KRUGMAN '.

hecho: la propuest edada a conocer el mes pasado tenía a los economis-


tas de la salud refl ,gándose los ojos. Asumía una tasa de crecimiento
de los costos de \licare mucho más baja de lo que el resto de perso-
nas creen factible· " n total. se presupuestaron 300 billones de dólares
menos durante la róxima década de lo que la Oficina de Presupues-
to del Congreso, tidad no partidista, cree que se necesitará-.
Hemos llegad 'al punto en que tenemos que recolectar más dine-
ro o negar la aten 'ón médica a los retirados. La moraleja de la histo-
ria del domingo . ado es que los pagos para Medicare ya han sido
recortados más a fi de sus límites, al punto en que los beneficiarios
ya no pueden en ,ntrar doctores que estén dispuestos a atenderlos.
Alguna de las pal ~s va a tener que ceder, y pronto.

214
El temor de hacer todas las sumas
Julio 21 de 2002

"Es difícil lograr que un hombre entienda algo" escribió Upton


Sinclair. "cuando su salario depende de que no lo entienda". Para que
tenga sentido lo que se presentó en el debate acerca de la reforma a la
seguridad social. uno debe saber que quienes defienden la privatiza-
ción -reemplazar el sistema que hay ahora. o por lo menos parte de
él. con un sistema de cuentas personales- están determinados a no en-
tender la aritmética básica. De otra manera. hubieran admitido que
esas cuentas debilitan. y no fortalecen. las finanzas del sistema.
Tal como nosotros la conocemos. la seguridad social es un siste-
ma en el cual los impuestos a la nómina de cada generación son usa-
dos principalmente para sostener generaciones anteriores de personas
retiradas. Si. por el contrario. las contribuciones de los trabajadores
jóvenes se destinan a cuentas personales. el problema que se crea es
obvio:¿quién va a pagar los beneficios de los que hoy en día están reti-
rados y de los trabajadores mayores? Es un problema de aritmética
=
simple: 2-1 l. Así las cosas. la privatización crea un hueco financie-
ro que debe ser compensado recortando los beneficios. o haciendo
grandes transferencias financieras procedentes del resto del gobierno.
o ambas.
Durante la campaña electoral del año 2000. George W. Bush pudo
salir del paso con la afirmación sin sentido de que las cuentas priva-
das no sólo darían mayores rendimientos con bajo riesgo. sino que al
mismo tiempo salvarían a la seguridad social. Por alguna razón. po-
cos periodistas señalaron que él estaba afirmando que 2-1= 4
Pero cuando llegó el momento de producir planes concretos. la
aritmética no se pudo seguir evitando. Es bastante seguro que los pla-
nes propuestos por la comisión para fortalecer la seguridad social. ci-
tada por el señor Bush.los cuales fueron presentados de la manera más
confusa posible. incluían severos recortes en los beneficios y gigantes-
cos "asteriscos mágicos". infusiones de trillones de dólares proceden-
tes de orígenes aún escondidos. El tamaño del daño es documentado
en un informe realizado por Peter Diamond. del Centro sobre Presu-

215
PAUL KRUGMAN

puesto y Priorid ¡les de Política del Instituto de Tecnología de


Massachussets ( r) y por Peter Orszag. de Brookings Institution (El
señor Diamond. ( 'e es uno de los economistas más eminentes del
mundo y posiblm nte uno de los principales expertos en sistemas de
retiro. fue mi colel ~ cuando yo enseñaba en MIT).
El reporte Dial ond-Orszag es informativo. Incluso yo me sorpren-
dí con un par de r ;elaciones. Por ejemplo. las misteriosas infusiones
de dinero que la co -isión asume que de alguna manera estarán entran-
do al sistema son ~penas suficientes para preservar la seguridad so-
cial en el estado, ': que se encuentra ahora. sin tener que recortar
beneficios en nin ~ ,n momento en el futuro. Además. los planes de la
comisión incluyen ecortes severos en los beneficios para las personas
con incapacidad", :~una parte crucial del sistema de seguridad social.
que los privatizad: es han tenido el hábito de pasar por alto.
Pero. de algu forma. lo más interesante del informe es la reac-
ción de la admini ación. Charles Blahous. quien fuera director eje-
cutivo de la comis n y que ahora hace parte de los funcionarios de la
Casa Blanca. ráp amente respondió con un memorando que puede
Ser descrito como istérico. La cantidad de ideas sin sentido y de re-
presentaciones en 'neas que el señor Blahous alcanza a comprimir en
unas pocas págin: pueden fijar un récord. Entre otras cosas. acusa
furiosamente a lo. ,señores Diamond y Orszag de no haber resaltado
temas que ellos e, ren de manera clara. En respuesta a una de esas
acusaciones. el se or Orszag apunta secamente que" en su arrebato
por escribir una r "puesta a nuestro artículo. el director ejecutivo pa-
rece haber pasad .or alto la tabla final [... J que trata precisamente el
tema y hace las e, ' paraciones que él solicita (aunque puede que no
le gusten mucho 1, . resultados). Nosotros le solicitamos que se fije en
esa tabla ".
Una muestra . las tácticas usadas por el señor Blahous es su in-
sistencia en el ar ento de que las cuentas privadas no debilitan la
seguridad social, arque desviar dinero del fondo en fideicomiso ha-
cia esas cuentas . reduce la suma total de dinero disponible -si us-
ted sigue contand ,las cuentas privadas como parte del total-o Como
ellos dicen en la Ii : atura técnica. "Bueno. viejo". claro está que el di-
nero no se desapa ~ce. pero no estará disponible para pagar los bene~

216
Matemáticas confusas

licios de los norteamericanos de la tercera edad. cuyas propias contri-


buciones a la seguridad social sí fueron usadas para pagar los beneli-
cios de las generaciones anteriores.
Como la realidad acerca de la privatización de la seguridad social
emerge gradualmente. la estrategia general de los privatizadores pare-
ce ser tener al público confundido el mayor tiempo posible. De hecho.
ahora a los republicanos se les está diciendo que nieguen que las cuen-
tas personales -que exponen a sus propietarios a todos los riesgos de
una inversión privada-constituyen una privatización. "No sean cóm-
plices de la demagogia de los demócr~tas" pide con urgencia un me-
morando del partido republicano. Es decir. parece un pato y camina
como un pato pero no es un pato. -no hasta las siguientes elecciones-o
Digan lo que digan. sí es un pato. Y los economistas de la admi-
nistración que dicen que la privatización fortalecerá a la seguridad so-
cial. están. ahora más que nunca. mostrándose como unos cuacs.

217
PARTE 111

Vencedores
y botines
¿Cómo llegamos a ese punto? ¿Cómo fue que el sistema político
norteamericano. que produjo unos líderes económicos tan razonables
durante la década de los años noventa. nos condujo al actual embro-
llo de deshonestidad e irresponsabilidad? Esta no es una pregunta que
yo hubiera esperado estar contestando porque aún no me considero un
columnista político. De hecho. como lo expliqué en la introducción de
este libro. originalmente esperé que mi columna en The New York Ti-
mes estuviera enfocada hacia los negocios y la economía internacional.
y no hacia la política interna. Pero como los restos se acumulan. he sen-
tido la necesidad de explicar por qué nuestras políticas son tan malas.
Creo que parte de la respuesta es que la política norteamericana
se está polarizando: las posiciones de centro desaparecieron. Detrás
de esa polarización política se encuentra la creciente desigualdad en
la distribución del ingreso. El resultado es una forma de lucha de cla-
ses. motivada no por los intentos de los pobres de abofetear a los ri-
cos. sino por los esfuerzos de la elite económica por expandir sus
privilegios. El capítulo 8 mira la polarización de la política norteame-
ricana desde el punto de vista económico. haciendo un paralelo con la
polarización de la distribución del ingreso. Ese capítulo también des-
cribe cómo ideas que habrían estado por fuera de los límites de lo acep-
table hace poco tiempo -como por ejemplo. que es bueno que se
hereden los privilegios o que las personas pobres no pagan suficien-
tes impuestos- se han estado abriendo camino en el discurso político.
La cruzada en contra del Estado benefactor descansa en una ideo-
logía que denigra de casi todo lo que hace el Estado. excepto la defen-
sa nacional. Los conservadores de hoy en día quieren quitarle al
gobierno inclusive algunos roles que ha jugado tradicionalmente. como
la protección del medio ambiente. la regulación del mercado de valores
yel control del tráfico aéreo. Algunos -incluyendo la página editorial
del New York Times- pensaron que el ataque terrorista del!! de sep-
tiembre. el cual no tuvo semejanza alguna con un conflicto militar con-
vencional. cambiaría esa actitud. Pero no. tal como lo documenta el
capítulo 9. la administración Bush y sus aliados en el Congreso siguie-
ron indiferentes. Por ejemplo. sólo dos días después del!! de septiem-
bre. aún estaban tratando de evitar que el sector público se hiciera
cargo de la seguridad aérea. Ydespués de varios días de efusiva sim-

221
PAUL KRUGMAN

patía por Nueva Yo y de entusiasmo por tomarse fotos con los bom-
beros. comenzaron' romper las ,promesas de ayuda. En febrero de
2003. la lógica de 1 privatización alcanzó el punto de lo absurdo: no
habiendo hecho ca nada para garantizar la seguridad de nuestra
patria. la administ .ción le pidió con urgencia al público protegerse
con cinta para tub< ' y con plásticos.
Es entendible p "qué muchas personas esperaron que la adminis-
tración Bush echa :para atrás su agenda. Después de todo la admi-
nistración dijo que e trataba de una guerra -y la tradición dice que
durante las guerra na hay que adoptar políticas que dividan a la na-
ción. El caso más f )naso fue cuando. después de Pearl Harbar. FDR
dijo que el "Docto ew Deal" había tenido que ser reemplazado por
el "Doctor Win 1111 War": él pospuso su agenda política en pro de la
unión nacional.
Sin embargo. d ,pués del 11 de septiembre. la administración Bush
hizo lo opuesto: tr . ar al terrorismo como una oportunidad política
para su partido. PI :as cosas de las que yo he escrito han causado tan-
tos mensajes lleno :de odio como las columnas en las que he acusado
a la administració eusar el 11 de septiembre para obtener ganancias
políticas. de envol .rse en la bandera mientras debilitaba las regula-
ciones ambientale "de recortar los impuestos de las corporaciones y
de los ricos. y. sob todo. de controlar las elecciones de mitad de perío-
do. Pero. como se plica en el capítulo 10. la explotación política del
ataque comenzó p ras horas después de haber sucedido este -y gra-
dualmente se fU(, lviendo evidente. no s610 para mi sino también
para otros obserdores. que teníamos un grupo de personas muy
inescrupulosas go : mando al país. Toda administración tiene algunos
funcionarios cÍni . a su servicio -sin ellos. ni el mejor hombre podría
acceder al poder-" ero esta administración parece tener sólo funcio-
narios políticos cí cos que usan la tragedia nacional para lograr ga-
nancias políticas. . tratan de abordar los problemas reales y creen que
alguien más va a nir después a arreglar el caos que dejaron.
Y entonces. ¿ imo terminamos siendo gobernados por estas per-
sonas? El capítulo ,1 echa una mirada a los sucios secretos. no tan se-
cretos. de la políti norteameritana: la creciente manipulación de los
medios de comun .ación y de los procesos políticos por parte de gru-

222
Vencedores y botines

pos de derecha que cuentan con generosas fuentes de financiación. Sí,


en Virginia hay una gran ala de derecha conspirando. Incluso no está
especialmente escondida: cualquiera con un modem yun poco de tiem-
po libre puede informarse sobre la red de instituciones que sistemáti-
camente están hostigando a liberales prominentes y amenazando a
fuentes nuevas que no respetan sus reglas (yo. por supuesto. he sido
uno de sus objetivos). Ya que esto no se discute con frecuencia en los
principales periódicos, acá usted puede leer sobre ello.

223
Capítulo 8

Los polos

se apartan
Estados Unidos polarizados
Enero 4 de 2002

Cuando el Congreso vuelva a Washington, se reiniciarán las ba-


tallas -y cada partido acusará al otro de estar parcializado-. ¿Por qué
no pueden simplemente llevársela bien?
Porque asUntos fundamentales están en juego, y las posiciones de
los partidos con respecto a esos temas están más distanciadas que
nunca.
Un artículo recientemente publicado en Slade me condujo a Keith
Poole y Howard Rosenthal. unos científicos políticos que usan cifras
sobre los votos en el Congreso para crear mapas de las posiciones ideo-
lógicas de los políticos. Ellos encontraron que los votos de los repre-
sentantes pueden predecirse de manera bastante precisa a través de
dos variables; aspectos raciales y una escala económica de izquierda
versus derecha que refleja temas como las tasas marginales de impues-
tos y la generosidad de los beneficios para los pobres.
También encuentran -cosa que no sorprende demasiado- que la
representación política de centro desapareció, Aunque Ralph Nader
hace mofa de los "Republicrats",lo cierto es que desde los años ochen-
ta las posiciones ideológicas de los demócratas y los republicanos han
divergido radicalmente y en los temas económicos ahora muestran las
mayores divergencias vistas desde principios del siglo xx.
¿Quiénes cambiaron de posición? Tom Daschle no parece mucho
más liberal que, digamos, el finado Tip ONeill. Por otra parte, Tom
DeLay, quien pronto será el líder mayoritario de la Cámara de Repre-
sentantes, está claramente más a la derecha que otros líderes republi-
canos anteriores. En resumen, observaciones casuales sugieren que la
política norteamericana se ha polarizado porque los republicanos se
han movido hacia la derecha y los demócratas no los han seguido. Y
es bastante seguro que las cifras de Poole-Rosenthal que muestran una
divergencia entre los partidos, muestren también que esa divergencia
refleja un movimiento de los republicanos hacia políticas económicas
más conservadoras, mientras los demócratas se han mantenido más
o menos en la misma línea, Según los hallazgos de personas como

227
PAUl KRUGMAN

James Jeffords y ¡ ~ coln Chafee, se ha vuelto muy difícil ser lo que


antes llamábamos n republicano moderado.
Pero, ¿por qué os republicanos se movieron hacia la derecha?
Podría ser una ,osa de pura convicción intelectual. Los republica-
nos piensan que 'os impuestos y un gobierno pequeño son muy
buenas políticas l' ~ a todos, cosa que los demócratas no entienden.
Pero las ideas tiell< . n a enraizarse cuando la tierra ha sido fertilizada
por tendencias so les y económicas. El doctor Poole sugiere que la
fúente más probab ~ de polarización política es la polarización econó-
mica: la creciente ( sigualdad del ingreso y la riqueza.
Sé por experiel ia que una simple mención del tema de la distri-
bución del ingreso . nduce a furiosas acusaciones de estar promovien-
do la "lucha de el ,ses"; pero de todas maneras acá está lo que la
(verdaderamente) . parcial Oficina de Presupuesto del Congreso en-
contró recientemér e; el ingreso re las familias que se encuentran en
el centro de la distl bución del ingreso de los Estados Unidos aumen-
tó de US$41 400 e :979 a US$45 lOO en 1997, un incremento deI9%·
Entre tanto, el in eso de las fumilias del 1% más alto creció de
US$120 200 a us$ i116 millones. un incremento del 140%. O pongá-
maslo de otra ma . a, en 1979 el ingreso de las familias del 1% más
rico de la poblaciól era 10 veces el de una familia típica y en 1997 esta
proporción había ~mentado a 23 y seguía en crecimiento.
De hecho, serí orprendente que este cambio tectónico en el pa-
norama económic< o estuviera reflejado en la. política.
Uno podría es . rar que la concentración del ingreso en los más
ricos provocara dé 'andas populistas para hacerles daño. Pero, como
ya lo hemos dicho, . nto las observaciones casuales como las cifras de
Poole-Rosenthal n s dicen que los demócratas no se han movido ha-
cia la izquierda y ( 'e los republicanos sí se han movido a la derecha.
De hecho, los repu icanos se han movido tanto hacia la derecha, que
los votantes comu . y corrientes tienen problemas en aceptarlo; como
yo lo señalé en u : columna anterior. grupos de trabajo temáticos
([ocus groups) se r usaron literalmente a creer las descripciones de-
talladas del progr a de estímulos que los líderes republicanos de la
Cámara aprobarQ ,'con un voto de partido en octubre pasado.
Vencedores y botines

¿Por qué. en respuesta a la creciente desigualdad. se han reducido


los impuestos para los ricos? Es una buena pregunta. No es simple-
mente cuestión de que las personas ricas hayan estado votando por
mejorar su situación personal: evidentemente ellas no son tan nume-
rosas. Para entender las tendencias políticas de los Estados Unidos
probablemente necesitamos pensar en las finanzas de las campañas.
el lobby y. en general. el poder del dinero para moldear el debate polí-
tico.
De cualquier forma. la moraleja de esta historia es que las bata-
llas políticas que tienen lugar actualmente en Washington no son por
detalles menores. La derecha está en la ofensiva; la izquierda -que
asume una línea antes conocida como de centro- quiere mantener su
posición. Muchos comentaristas seguirán engañándose con el pensa-
miento reconfortante de que todo es una aberración partidista tempo-
ral. Lo siento muchachos: así es como va a ser de aquÍ en adelante.
Acostúmbrense.

229
os retoños también florecen
Noviembre 22 de 2002

Todos sabemo ,ue Norteamérica es la tierra de las oportunida-


des, El éxito en la v a depende de las habilidades y de la voluntad de
cada uno y no de q jén fue el padre,
Sólo pregúntele .los hermanos Bush, Hable con Elizabeth Cheney,
quien tiene un carg 'specialmente creado para ella en el Departamen-
to de Estado, o COII u esposo, el consejero jefe de la Oficina de Admi-
nistración y Presul esto,
Entreviste a EII 'ne Scalia, la abogada principal del Departamen-
to de Trabajo, ya, 'net Rehnquist, inspectora general del Departa-
mento de Salud i, rvicios Humanos, Y no se le olvide hablar con
William Kristol. ed or de The Weekly Standard, y con el comentaris-
ta conservador Joh :Podhoretz,
Lo interesante s ' los pocos comentarios, sin hablar de críticas, que
hall suscitado estas stas, Simplemente puede ser otro de los temas que
la prensa ha tratad on guantes de seda, pero yo creo que es síntoma
de un fenómeno m 'amplio: el retorno del estatus heredado,
Siempre ha sid< ueno tener un padre rico o poderoso, La semana
pasada Alan Krue r, mi colega de Princeton, escribió una columna
para The Times ex; inando los estudios estadísticos que destronan
el mito de la movili ad social norteamericana, Él escribió: "si los Es-
tados Unidos sobr ale en comparación con otros países es por tener
una distribución de ngreso entre generaciones más estática, que ofre-
ce menos oportunid ,es de surgir", Kevin Phillips, en su libro Riqueza
y Democracia, mUe Ira que las fortunas de los robber barons han per-
sistido mucho más 'lá de lo que cuenta la leyenda,
Pero el pasado" lo es el prólogo. De acuerdo con un estudio cita-
do por el señor K ger, en las décadas recientes ha aumentado la
posibilidad de here 'r el esta tus, Yeso es sólo el comienzo, Las ten-
dencias económica sociales y políticas subyacentes le darán a los
hijos de las persona 'adineradas de hoy en día ventajas inmensas con
respecto a quienes ,cogieron mal a sus padres,

230
Vencedores y botines

Por una parte hay más privilegios para pasarle a los hijos. Hace
30 años el gerente de una compañía muy grande era un burócrata
-bien pagado pero no realmente rico. Él no podía entregar a sus here-
deros ni su posición ni una gran fortuna. Los gerentes imperiales de
hoy dejarán grandes fortunas tras de sí- y con frecuencia también
pueden dejarle a sus hijos unos lucrativos empleo.s. Y en términos más
generales. el aumento espectacular en la desigualdad norteamericana
ha ampliado la brecha entre los ricos y la clase media y. por lo tanto.
ha hecho más difícil cruzar esa barrera hoy de lo que era en el pasado.
Mientras tanto. se ha ido cerrando uno de los principales instru-
mentos para la movilidad hacia arriba: un buen sistema de educación
disponible para todos. eada vez más y más padres con ambiciones
sienten que la educación en un colegio público es un callejón sin sali-
da. Es muy diciente que Jack Grubman. el antiguo analista de Smith
Barney. aparentemente vendió su alma no a cambio de riqueza perso-
nal sino de dos cupos en la guardería correcta. Es una lástima que la
mayoría de las almas norteamericanas no valgan lo suficiente como
para lograr que sus hijos entren a la Calle 92 con Y.
Además. la posibilidad de heredar el esta tus se reforzará podero-
samente con la eliminación del impuesto a las sucesiones -el mejor
ejemplo de la manera torcida como las políticas y la opinión pública
se han desplazado a favor de medidas que benefician a los ricos. a pe-
sar de que nuestra sociedad se siente cada vez más agobiada con el
tema de las clases sociales.
Esto no fue así siempre. Las in/luyentes dinastías del siglo xx.
como los Kennedy. los Rockefeller y. sí. los Sulzberger. tuvieron que
enfrentarse a la desconfianza que les tenía la opinión pública por haber
heredado su posición. Ellos superaron esa desconfianza demostrando
una fuerte conciencia de que la nobleza obliga. y justificando su exis-
tencia mediante la defensa de nobles principios. De hecho. la leyenda
de los Kennedy tiene un sabor a Bonie Prince eharlie: los herederos
legítimos también eran percibidos como defensores de los oprimidos
en contra de los poderosos.
Pero los herederos de hoy en día no sienten la necesidad de demos-
trar preocupación por aquellos menos afortunados. Por el contrario.

231
PAUl KRUGMAN

son ávidos defens res de los poderosos en contra de los oprimidos. El


señor Scalia es [;; oso por su cruzada en contra de las regulaciones
que protegen a lO! rabajadores de los riesgos ergonómicos. mientras
la señora Rehnql t ha causado controversia por sus esfuerzos por
debilitar el castig( las compañías de servicios médicos halladas cul-
pables de fraude.
La ideología o cial de la elite norteamericana sigue siendo la me-
ritocracia al igual ue nuestros líderes políticos aparentan ser popu-
listas. Pero eso n( va a durar. Pronto nuestra sociedad redescubrirá
la importancia d," aber nacido de buena cuna y la vulgaridad de quie-
nes han ascendid( . or su propio talento.
Por años nues os líderes de opinión nos han hablado de la impor-
tancia de los valo .s familiares. Pero tomará un tiempo para que la
mayoría de la gen! ,se dé cuenta de que lo que eso significa es el valor
de proceder de la I milia correcta.

232
iOigan, afortunados!
Diciembre 3 de 2002

Los críticos acérrimos del movimiento conservador se han carac-


terizado por decir que su programa económico consiste simplemente
en recortar impuestos, recortar impuestos y recortar más impuestos.
Yo mismo soy de los que lo han dicho.
Si es aSÍ. excúsenme. Envalentonados por las elecciones de mitad
de período. ideólogos conservadores claves se han declarado a favor
de los aumentos de impuestos ... pero sólo para las personas con ba-
jos ingresos.
Como sucede con frecuencia con esta clase de ideas. el debut pú-
blico de esta ideología se hizo en la página editorial de The Wall Stree!
Journal. Los editores parecen estar molestos porque algunas personas
de bajos ingresos pagan poco o ningún impuesto a la renta. No se tra-
ta tanto de los recaudos perdidos sino de que estos "suertudos" -el
término es del Journal. no mÍo- no sienten aún suficiente odio hacia
el gobierno.
El Journal pone el caso hipotético de un suertudo que sólo gana
12.000 dólares al año -ialgunas personas tienen mucha suerte- y. por

lo tanto. de acuerdo con el editorial, "paga menos del 4% en impues-


tos a la renta". No sorprende que esta afirmación sea una equivoca-
ción deliberada: el cálculo se refiere únicamente al impuesto a la renta.
Si usted incluye el impuesto a la nómina yel impuesto a las ventas.
un trabajador que gane 12 000 dólares al año probablemente paga bas-
tante por encima del 20 % de su ingreso en impuestos. Pero ¿quién está
haciendo las cuentas?
Sin embargo. lo interesante es lo que el Journal desaprueba: que
los impuestos pagados por este trabajador no son lo "suficientemen-
te altos para poner su sangre a hervir del odio".
En caso de que usted esté inquieto sobre de qué se trata todo esto.
es acerca de una riña interna de la derecha. El Journal está aterrado
de que los futuros recortes de impuestos puedan incluir concesiones
para familias comunes y corrientes: se quiere asegurar de que todos
los beneficios vayan a las corporaciones y a los ricos. Pero la teoría

233
PAUL KRUGMAN

política que revela { :editorial-las políticas deberían ser repugnantes


para todas las perr.< : as con bajos ingresos. no vaya a ser que despier-
ten sentimientos p' itivos hacia el gobierno- puede explicar mucho
de lo que ha estado ucediendo últimamente.
Por ejemplo. re entemente los republicanos de la Cámara se re-
husaron a extender 1seguro de desempleo. Su omisión significa que
a finales de este me :más de 800 000 trabajadores recibirán cartas de
Feliz Navidad envj¡ .as por el gobierno. anunciándoles que sus bene-
ficios han sido canc adoso Bajo cualquier circunstancia. esta hubiera
sido una decisión di cil. En un momento en que la administración dice
que necesita mayor : recortes de impuestos para estimular la deman-
da. reducir drástica ente los ingresos de muchas amas de casa. que
por esta razón tend ,n que recortar su gasto. parece una proposición
pierde-pierde. Peni na vez usted se da cuenta de que el dolor es bue-
no porque hace que os ciudadanos odien a su gobierno. todo adquie-
re sentido.
Un ejemplo tod, ,ía mejor es el fracaso del Congreso para proveer
adecuada financiac .n para el Programa Estatal de Seguro de Salud
para los Niños. Los, 'talles de la maniobra política son complejos. pero
se reducen a que lo sonservadores no mostraron interés alguno en
mantener una ade, ,da financiación para este programa que había
sido altamente exit . o. Las sumas que están relacionadas con este
tema no son grande para los estándares de Washington. Pero los re-
sultados del recorte 'serán dramáticos: de acuerdo con las estimacio-
nes de la Oficina d Administración y Presupuesto. 900 mil niños
perderán su seguf(! e salud durante los próximos tres años.
Nosotros estam . viviendo en lo que George W. Bush ha llamado
la "época de la respo sabilidad personal": si un niño escoge tener unos
padres que no puedt pagar un seguro médico. tendrá que aceptar las
consecuencias. Pero ambién pueden haber algunos cálculos políticos
involucrados. De nu va. el gobierno no debe hacer nada bueno porque
entonces la gente pi 'de no darse cuenta de que el gobierno es malo.
¿Entienden?
¿Qué aprendem de este catálogo de crueldades? Aprendemos que
"conservatismo con asivo" y "no dejemos ningún niño atrás" eran
palabras vaCÍas -y nque esto puede haber cogido por sorpresa al

234
Vencedores y botines

hombre-de-fe. John J. Dilulio. para algunos de nosotros fue obvio todo


el tiempo. Más importante aún. aprendemos lo inclemente y extremista
que realmente es el movimiento conservador acmal.
Algunas personas -los republicanos moderados que no están lis-
tos para admitir lo que le ha pasado a su partido. y los demócratas que
piensan que su partido puede apaciguar a la derecha haciendo sus
propias promesas de un gobierno más pequeño- aún no han entendi-
do la verdad. Se imaginan que en algún momento la derecha decidirá
que ya ha obtenido lo que quería.
Pero la ambición de la derecha no tiene límites y nada que puedan
ofrecer los moderados logrará apaciguarla. Evenmalmente el público.
que de verdad se beneficia de muchos de los programas que la dere-
cha está decidida a abolir. se dará cuenta. Pero cuándo se den cuenta
los votantes dependerá mucho de si los políticos moderados logran
articular claramente todos estos temas o si. por el contrario. tratan de
evitar ser detectados sonando como conservadores.

235
Capítulo 9

El interés

privado
Pagando el precio
Septiembre 16 de 2002

En este momento, la mayoría de los norteamericanos están pensan-


do en castigar a quienes perpetraron el ataque. Pero la tragedia del
martes fue parcialmente auto-inflingida. ¿Por qué nos pusimos en una
posición tan vulnerable?
Esta es una historia no sólo de villanos, sino también de mezquin-
dad -y de un sistema que estimuló. e inclusive forzó, esa mezquindad-o
Es un problema que va más allá del terrorismo. Algo anda mal en nues-
tra filosofía política: nosotros somOS una nación que no está dispues-
ta a pagar el precio de la seguridad pública.
En retrospectiva, nuestra negligencia nacional en el tema de la
seguridad aérea es sobrecogedora. Hace muchos años sabemos que
Norteamérica es un blanco potencial de los terroristas. Y todos los ex-
pertos advirtieron que un complot terrorista probablemente involucra-
ría a las aerolíneas comerciales.
Aún así, los aeropuertos a lo largo y ancho de los Estados Unidos
basan su seguridad en personal al que se le paga cerca de seis dólares
por hora, menos de lo que ellos ganarían sirviendo comidas rápidas.
Estos guardianes de nuestra vidas sólo reciben unas pocas horas de
entrenamiento. y más del 90% de quienes miran en la pantalla el con-
tenido de las maletas, han estado en ese trabajo durante menos de 6
meses.
No tenía que haber sido asÍ. Un informe del año pasado de la ofi-
cina General de Contabilidad reprochaba el estado de seguridad de los
aeropuertos de los Estados Unidos, comparándolo de manera desfa-
vorable con los sistemas de otros países avanzados. En Europa la gen-
te que mira en la pantalla el contenido de las maletas recibe quince
dólares por hora más prestaciones. y además les dan una capacitación
exhaustiva. ¿Por qué en los Estados Unidos no tuvimos el mismo cui-
dado?
La respuesta es que en Europa la seguridad de los aeropuertos es
tratada como un asunto de cumplimiento de la ley, y es pagado por los
aeropuertos o por el gobierno nacional. En los Estados Unidos, sin

239
PAUL KRUGMAN

embargo, la segur ad de los aeropuertos es costeada por las aerolí-


neas: no es sorpre aente que ellas gasten lo menos posible. No las
culpen -la culpa l¡ tenemos nosqtros mismos por dejar en manos de
compañías privad un trabajo que es estrictamente del ámbito pú-
blico,
A lo largo de lo ,años, han habido muchas propuestas para poner
este trabajo en "l anos cornictas, Por ejemplo, en 1997 Robert
Crandall, el presi ~te de American Airlines, propuso la creación de
una corporación m ·ional sin ánimo de lucro encargada de manejar la
seguridad de los a :opuertos, Esas propuestas se diluyeron, Iban ra-
dicalmente en cont 'vía del espíritu de esos tiempos, de reducir el rol
del gobierno en ve- 1 e expandirlo,
y el espíritu d~ 'sas épocas iba definitivamente en contra de todo
lo que pareciera mi . mento en el gasto del gobierno, a menos que fuera
explícitamente gas ' militar, Si usted mira la triste historia de las pre-
cauciones que no· 'tomaron, la explicación recurrente es la reticen-
cía a gastar sumas e dinero que hoy en día parecen triviales, En 1996,
un comité asesor d _gobierno en el tema de la seguridad de los aero-
puertos recomend gastar un billón de dólares por año en mejoras
-cerca de dos dól¡í ,s por pasajero-, El panel rechazó la idea de poner
un impuesto esped ¡en los aeropuertos para pagar por estas mejoras,
argumentando qu omo se trataba de un asunto de seguridad nacio-
nal, los recursos d .erían proceder de los recaudos generales de im-
puestos, Pero los -ncionarios de la Oficina de Administración y
Presupuesto advi¡t 'ron que el comité tenía "expectativas poco realis-
tas en relación con visión de los fondos discrecionales"-esto es, no
esperen que los po 'icos consigan dinero-, Y no lo consiguieron,
Este es un tem, _ue va mucho más allá del terrorismo, El año pa-
sado Laurie Garre ¡ la autora de The coming Plague, publicó un es-
calofriante libro ti ado Traicióna la confianza: el colapso de la salud
pública global (Il 'rayal ofTrust: The Collapse of Global Public
Health), La histOJ'i .queella cuenta es estremecedoramente parecida
a la de la seguridal ' e los aeropuertos: se ha permitido que una pieza
crucial pero poco a 'activa de nuestra infraestructura pública se dete-
riore al punto de é, ~psar -en parte porque hemos dljado que el sec-
tor privado haga e rabajo que le corresponde al sector público, y en

240
Vencedores y botines

parte porque las agencias públicas han estado muy escasas de recur-
sos por la postura de los políticos en contra del "gobierno grande"-.
No se sorprendan si resulta que hemos quedado tan vulnerables a un
ataque de los microbios como lo estábamos a un ataque terrorista, y
por exactamente las mismas razones.
Yo espero que pongamos en manos de la justicia a quienes perpe-
traron el ataque de la semana pasada. Pero también espero que, una
vez se haya calmado la ira, los norteamericanos estén dispuestos a
aprender una de las lecciones claves del horror de la semana pasada:
hay algunas cosas en las que el gobierno tiene que gastar dinero y no
todas ellas involucran soldados. Si nos rehusamos a aprender esta lec-
ción, si continuamos escatimando dinero en servicios públicos, puede
que encontremos --como lo hicimos la semana pasada- que hemos
escatimado en cuidar nuestras propias vidas.

241
El interés público
Octubre 10 de 2001

He identifica\! .:una agencia gubernamental que. según los crite-


rios usuales. debe a estar en el primer lugar de la lista de las que se
quiere reducir de t maño -e inclusive abolir--.
Algunos arglll entarían que se debería dejar buena parte de las
funciones de esta' 'encia a la iniciativa privada. Yno hay duda de que
los costos de la ag . cia se reducirían si este trabajo fuera contratado
a compañías priv; as. que no tienen que acatar estrictas normas de
contratación y de. 'ido de trabajadores. De hecho. a muchos de los
empleados de la a ncia se les paga considerablemente más que lo que
reciben en el sec!< . privado empleados con un nivel de calificación
equivalente.
¿Qué agencia' :toy describiendo? El Departamento de Bomberos
de la ciudad de NI :va York.
¿Por qué neces a Nueva York un Departamento de Bomberos? Es.
o debería ser. obv , por qué no podemos dejar la protección contra
incendios en man< : de los propietarios individuales de los edificios:
un incendio que el pieza en mi edificio puede extenderse al suyo.
Puede ser men 's obvio por qué Nueva York no debería contratar
compañías privad para combatir los incendios. La respuesta básica
es que la ciudad, •puede redactar un contrato que cubra todas las
eventualidades y. .or lo tanto. una firma privada siempre tendría
incentivos para e~ ,timar recursos a expensas de la seguridad públi-
ca. Y simplement .sto no es aceptable cuando estamos arriesgando
tanto. y en particu . r cuando lo que nosotros necesitamos son servi-
dores públicos orl, osos de su trabajo y preparados para hacer lo que
sea necesario por otegernos -personas como los heroicos bomberos
de Nueva York-o , , vez de empleados que sienten que se les paga lo
menos posible por :arte de una compañía enfocada en dar lo mínimo
de sí.
En pocas pala ·as. hay algunas cosas que el gobierno tiene que
hacer. Lo cual nos leva al tema del momento: la seguridad aeropor-
tuaria.

242
Vencedores y botines

Estudio tras estudio urgen la federalización de la seguridad de los


aeropuertos. básicamente por las mismas razones que el gobierno de
la ciudad debe asumir la responsabilidad de la lucha contra los incen-
dios. Tal vez nosotros no esperamos que el personal de los aeropuer-
tos ponga su vida en juego. pero sí ponemos nuestras vidas en sus
manos. A esta lista de razones se le suma otra: la necesidad de com-
partir información sensible sobre terroristas potenciales. ¿Los eventos
recientes finalmente convencieron a los escépticos?
De ninguna manera. El Representante Bob Barr. republicano de
Georgia.lo dijo en estas palabras: "como conservador. miro el proble-
ma y me pregunto. ¿es esta una función federal?"
Pensemos en eso por un momento. Los terroristas toman unos
aviones en Boston. y los usan para matar millones de personas ino-
centes de Nueva York -¿y el señor Barr aún así no entiende por qué la
seguridad aeroportuaria es una función federal? ¿Qué lo convencería
a él de que el rol federal en ese caso es claro? Uno sospecha que si el
Ejército de los Estados Unidos no existiera. él se opondría a su crea-
ción -tal vez argumentaría que unas milicias estatales. asistidas por
unos pocos contratistas independientes (esto es. por compañías de
mercenarios) podrían realizar este trabajo.
Yel señor Barr no es. de manera alguna. excepcional en sus pen-
samientos. Los líderes republicanos del Congreso se han declarado
irrevocablemente en contra de cualquier propuesta para federalizar la
seguridad aeroportuaria. sobre la base de que esto crearía nueva bu-
rocracia federal --ellos han denunciado la federalización como" socia-
lismo". Yellos han escrito informes a la administración Bush diciendo
que prefieren que no haya reforma alguna a la seguridad de los aero-
puertos a que se creen nuevas funciones federales.
La historia que estamos contando no se limita al tema de la segu-
ridad de los aeropuertos. Lo que ahora queda claro. en caso de que
usted tenga alguna duda. es que la extrema derecha de Norteamérica
es simplemente fanática -literalmente no hay nada que pueda persua-
dir a estas personas de aceptar la necesidad de aumentar el gasto fe-
deral-. Y no estamos hablando de un grupo extremista aislado; se trata
de los hombres que controlan el partido republicano en el Congreso y
parece. de nuevo. que controlan también la Casa Blanca.

243
PAUL KRUGMAN

En cuanto a la 'dministración Bush. después de coquetear con la


moderación en la •emanas que sucedieron al ataque terrorista. pare-
ce que en los últi : s días ha retornado a su convicción de que la ex-
trema derecha -<JI . es despiadada y rencorosa-es lo más importante.
inclusive en époc : de crisis nacional.
Tengo que ad 'tirio. llega un punto en el cual ya no entiendo. Pue-
do entender. aunq e esté en desacuerdo. por qué las personas se opo-
nen a cualquier, 5a que suene a redistribución del ingreso. Pero.
¿cómo puede uno ponerse. en prmclplO. a un programa cuyo UOlCO
propósito es prote er al público y recuperar la confianza?
Cualquiera ql . sea la explicación. la disputa sobre la seguridad
aeroportuaria no ~a dudas sobre una cosa: la desconfianza fanática
de la derecha en el 'obierno es el hecho central de la política norteame-
ricana. inclusive ' épocas de terror.

244
Juegos de avaricia
Febrero B de 2002

Primero existe una promesa. Después no hay promesa. Después


hay una promesa. hasta que la atención se dispersa de nuevo.
Inmediatamente después del u de septiembre. antes de que George
W. Bush empezara su ascenso estratosférico en las encuestas -y jus-
to antes de su primera visita post-terror a Nueva York- él hizo una
promesa personal: que la ciudad recibiría por lo menos veinte billones
de dólares en ayuda para la reconstrucción. En ese momento todo el
mundo pensó que esa cifra era un piso y no un techo.
Después pasó una cosa graciosa: en realidad sólo se presupuesta-
ron once billones de dólares para ayuda a la ciudad. En noviembre en
pasado escribí sobre este tema en una columna titulada "La solución
de los 55 centavos": pero fui reprendido por los críticos que insistían
en que. por supuesto. el señor Bush haría honor a su promesa.
Ahora tenemos la propuesta de presupuesto de la administración
Bush de 2.1 trillones de dólares en total. Extraño decirlo. pero esta no
contiene ayuda adicional para la ciudad de Nueva York. Parece que el
empeño llegó hasta acá. al55% del compromiso original.
Los legisladores de Nueva York reaccionaron rápidamente y pidie-
ron que Mitch Daniels, el director de presupuesto de la Casa Blanca,
explicara el faltante. El señor Daniels primero respondió que pensaba
incluir los cinco billones de alivio a las víctimas del II de septiembre
como parte del paquete de ayuda a la ciudad -una clara violación de
lo que todo el mundo entendió que significaba la promesa-o Después
él atacó ferozmente a los representantes de Nueva York, diciendo:
"Para mí es muy extraño tratar esto como si fuera unjuego sucio y de
poco dinero".
La Casa Blanca rápidamente trató de deshacer el daño. El señor
Daniels se retractó de sus comentarios y el señor Bush reiteró su pro-
mesa de dar a la ciudad veinte billones de dólares-justo a tiempo para
tomarse otra foto con los oficiales de la policía y de los bomberos de
Nueva York-o Pero la plata aún no está en el presupuesto. Yesehecho
""""n conjunto con los comentarios iniciales del señor Daniels, que con

245
PAUL KRUGMAN .

seguridad repres tan sus verdaderos sentimientos -<lice mucho a


cerca de las priori ades de la administración.
Para poner en ·ontexto la dureza para con Nueva York. usted tie-
ne que entender e cuando se trata de recorte de impuestos y gasto
militar, e! presup esto de la administración Bush es un ejercicio de
autoindulgencia. restricciones. Hay mucha retórica conmovedora
advirtiéndole a la ación que este es un tiempo de guerra, en el cual
todos deben hace sacrificiOS; pero esta austeridad no se extiende al
pequeño poreenl e de la población más adinerada, quienes no sólo
recibirán la mayO! orción de los futuros recortes de impuestos que ya
están escritos en 1 . ley, sino que también obtendrá la mayor parte de
los 600 billones dólares de recortes adicionales de impuestos que la
administración ." ;á proponiendo ahora (en realidad, sin los trucos
contables, es cen:: de un trillón de dólares, pero ¿quién está llevando
las cuentas?)
Pero, mientra, : e habla mucho de decisiones difíciles, la adminis-
tración parece rea la a tomar decisiones cuando se trata de! gasto en
defensa. ¿Tiene 11I . subsidiaria del Grupo Carlyle una pieza de arti·
lIería de 70 tone! as que sólo tenía sentido, si es que alguna vez lo
tuvo, durante la e .erra Fría? Bueno, comprémosla.
¿Compiten el\ e sí dos contratistas que ofrecen aviones avanza·
dos diseñados pa . luchar en contra de una inexistente generación
siguiente de avio s MIG? Bueno, tomemos ambos.
Pero el resto d rubros están sufriendo fuertes recortes, y también
se están haciendo 'randes desviaciones de recursos que, en el futuro,
harán necesarios evos recortes. Usted ya sabe de la desviación del
superávit de la se . ridad social para cubrir los déficit de! resto del
gobierno -<léfici~ ue serían mucho menores si la administración se
abstuviera de han :algunos de esos recortes de impuestos, y que desa-
parecerían si adel s se pusieran algunas restricciones en sus compras
de armas-o Pero, :abía usted que la administración ha presupuesta-
do 300 millones cl.dólares menos para atención médica de lo que la
Oficina de Presu :esto del Congreso dice que se necesita para man-
tener los beneficio :actuales, sin tener en cuenta adiciones como la del
seguro para los m' .icamentos recetados? No es claro si la administra-
ción en realidad in; nta negarle los servicios médicos a los retirados o

246
Vencedores y botines

si simplemente está tratando de esconder la escala astronómica del


desastre fiscal.
La promesa rota a Nueva York afecta muy poco toda la situación
fiscal. lo cual. de alguna manera. confunde. Dado que en el futuro
predecible el presupuesto ya está en profundo déficit, ,por qué no po·
ner otros nueve billones en déficit por un año y así evitar ofrecer a los
críticos un objetivo tan fácil?
Una respuesta es que. con terror o sin él. los legisladores republi·
canos claves tienen un desagrado constante por la Gran Manzana -y
esta administración nunca ofende a sus simpatizantes de la derecha-o
Pero creo que todo eso se trata de una arrogancia torcida. Anima·
da por esos favorables resultados de las encuestas, la administración
simplemente cree que sus promesas iniciales no tienen importancia.
Después de todo ¿no sabe la gente que estamos en guerra?

247
De largo aliento
Septiembre 10 de 2002

Los norteamer 'anos deberían estar orgullosos de su reacción ante


el!! de septiembr 'Ellos no respondieron a los llamados al sacrificio
porque no se hicie~ ~ dichos llamados. Pero respondieron al horror con
calma y tolerancia No hubo pánicos; cuando hubo un puñado de ho-
rribles crímenes" ,hubo masas enfurecidas atacando a las personas
que tenían una fal;l , distinta. El comportamiento de la gente norteame-
ricana le hizo h01l1 : a lo que en realidad es Norteamérica.
Sin embargo, ~ año más tarde hay una gran ansiedad en esta
nación. Los escán< ,los corporativos, la caída en los precios de las ac-
ciones y el desemp p creciente explican buena parte del malestar. Pero
parte de lo que no. reocupa es que aún no sabemos qué pensar sobre
lo que nos pasó. estros líderes y buena parte de los medios de co-
municación nos Ili 'en que somos una nación en guerra. Pero esa fue
una mala metáfor ,desde el comienzo y en la medida en que pasa el
tiempo parece peo •
Tanto en térm os económicos como humanos, los efectos del 11
de septiembre en S ' ismos recuerdan más, no a un ataque militar, sino
a un desastre natu ' 1. De hecho hay unos paralelos miedosos entre el
11 de septiembre. los efectos del terremoto que sacudió a Japón en

'995. Al igual que) ataque terrorista, el terremoto de Kobe mató mi-


les de personas in entes sin advertencia alguna. Lo mismo que el ata-
que terrorista, el ,mblor dejó a la nación afligida con pesadillas y
sentimientos pral\. 'dos de inseguridad. Y al igual que el ataque terro-
rista. el terremoto :uso en problemas a una nación que ya estaba en
problemas con las 'onsecuencias de la burbuja financiera
Sin embargo, _ ~terremoto de Kobe sólo tuvo efectos pasajeros so-
bre la economía ja¡ 'nesa -sugiriendo que los efectos del" de septiem-
bre sobre la econ,mía de los Estados Unidos serían igualmente
pasajeros-. Yeso 'Jedó comprobado. Kobe tuvo efectos de más largo
plazo sobre la psi 'iSjaponesa, tal como e1" de septiembre los tuvo
sobre la nuestra. '. o lo principal es que Japón ha seguido adelante y
también lo hareml . nosotros.

248
Vencedores y botines

Por supuesto que hay diferencias entre un acto de Dios y una atro-
cidad deliberada. Nosotros estábamos furiosos e impresionados. y
determinados a perseguir y castigar a quienes perpetraron el ataque.
Fue natural pensar en elll de septiembre como en el equivalente mo-
ral de Pear! Harbor y en la lucha que comenzó ese día como el equiva-
lente. para nuestra generación. de la Segunda Guerra Mundial.
Pero si esto es una guerra. no se parece a las guerras que
Norteamérica ha ganado en el pasado. ¿Dónde está el llamado al sa-
crificio. por un gran esfuerzo nacional? ¿Cómo vamos a saber si noso-
tros ganamos o cuándo ganamos? Uno no tiene que ser un experto
militar para darse cuenta de que la lucha que tenemos por delante no
involucrará "Días-O". y que no habrá un V-J Day'. Nunca habrá un
día en el cual podamos declarar que el terrorismo se ha erradicado para
siempre. Será más como luchar contra el crimen. en donde el éxito es
siempre relativo y la victoria nunca es final. que como pelear en una
guerra.
y la metáfora que usamos para describir nuestra lucha tiene rele-
vancia: algunas cosas que son justificables en un período de guerra no
se justifican en una lucha permanente contra el crimen. aún si los cri-
minales son asesinos fanáticos.
Esto es cierto inclusive para la forma en que manejamos temas
rutinarios como el presupuesto federal. Las guerras son tradicional-
mente una causa válida para incurrir en déficit presupuestales. por-
que tiene sentido que el gobierno se endeude para cubrir el gasto de
una emergencia severa pero temporal. Pero esta emergencia no es se-
vera ni temporal. ¿Hay alguna razón para esperar que el gasto para
garantizar la seguridad de nuestro suelo patrio y la defensa nacional
vuelva a caer a los niveles de antes del 11 de septiembre. en un monto
suficiente que alcance para recuperar el equilibrio presupuestal en
cualquier momento en el futuro predecible? No. no hay. Por lo tanto
tenemos que encontrar la forma de pagar las cuentas del gobierno de
forma permanente.

* V-J. Day hace referencia a la fecha de la victoria aliada sobre Japón, el 15


de agosto de 1945 (N. del E).

249
PAUl KRUGMAN' e

y mucho má,¡ , portante que eso. por supuesto. es la pregunta


sobre la ley y las 1 :ertades civiles. Los grandes líderes democráticos
han roto las regla :n tiempos de guerra: si Abraham Lineoln no hu-
biera suspendido andato del habeas corpus en 18ó1. hoy en día no
existirían los Esta< -s Unidos. Pero la situación era extrema. yellap-
so fue temporal: d iunfo en la guerra civil trajo el retorno a los pro-
cedimientos legal e ¡normales. ¿Se le ocurre a alguien un evento que
pudiera persuadir : nuestros líderes actuales de que ya no se necesi-
tan los poderes exl , ordinarios?
El punto es qu uestra nueva condición de nación amenazada no
es temporal. Es un 'situación que tendremos que acarrear por largo
tiempo. por lo cua ,as medidas que tomemos para combatir el terro-
rismo deben ser di ñadas para vivir con ellas indefinidamente.
El verdadero r 'ahora no es cómo acabar con el terrorismo; esa
es una meta inak. ,zable. El reto es encontrar una forma de poder
manejar la amena del terrorismo sin perder la libertad y la prospe-
ridad que han hed 'de los Estados Unidos la gran nación que es,

250
Capítulo 10

Explotando el

11 de septiembre
El tuerto
Octubre 31 de 2001

En alguna parte leí que para entender a cabalidad la legislación hay


que buscar la cláusula que le da un trato especial al hombre tuerto.
barbado y cojo-es decir. uno tiene que buscar la cláusula que convierte
a una propuesta que está ostensiblemente orientada a una causa pú-
blica en una concesión para satisfacer intereses particulares.
La mayoría de los comentarios que se hicieron a los programas de
"estímulos" que fueron aprobados por la Cámara la semana pasada.
se enfocan en los beneficios que otorgan a las grandes corporaciones.
Pero eso no nos dice mucho sobre los intereses especiales que se están
satisfaciendo. Lo que es bueno para la Norteamérica corporativa. es
bueno para General Motors: es difícil diseñar un programa que con-
sista principalmente en concesiones para las corporaciones sin que le
reporte mucho dinero a las compañías más grandes. Para entender de
qué se trata realmente la propuesta. hay que mirar la retribución que
reciben las compañías no tan grandes.
Una parte de la propuesta está cuidadosamente diseñada para
beneficiar a un pequeño grupo de firmas financieras multinacionales.
Otra parte está claramente dirigida a beneficiar a ciertos asegurado-
res de la salud. Pero la cosa más notoria es cuánto del beneficio de
abolir el impuesto mínimo alternativo -una medida que también se
incluye en el supuesto plan de estímulos de la administración Bush. el
cual parece ser una de las principales prioridades de la administra-
ción- va a compañías que no son tan grandes.
Por ejemplo. no es muy sorprendente que los cálculos realizados
por Ciudadanos por la Justicia Tributaria muestren que General
Motors. con sus 380 000 trabajadores. obtendría un cheque por 800
millones de dólares. Pero lo que es bastante increíble es que TXU (an-
tes Dallas Power and Light). una compañía con sólo 16.000 emplea-
dos. obtendría un cheque de 600 millones de dólares. y hay varias
compañías de tamaño mediano que. como TXU. quedan a la espera de
recibir beneficios sorprendentemente grandes dentro de estas compa-

253
PAUL KRUGMAN

ñías se incluyen Clvron Texaco, Enron. Phillips Petroleum. IMC Glo-


bal y CMS Energy. : ué tienen ellas en común?
Bueno. ellas ti den a estar e! sector de la energía o de la minería:
y tienden a tener S\ ase principal en. o cerca de. Texas. En otras pala-
bras. e! hombre tue 'o. barbado y cojo se parece mucho a Dick Cheney.
Casi con total rteza se puede decir que hay mucha superposi-
ción entre las com 'ñías que derivarían grandes beneficios de la abo-
lición de! impuest( lIlínimo alternativo y las que recibirían grandes
subsidios bajo e! n de energía diseñado por el grupo de personas
que trabajan para : señor Cheney. Puede que usted recuerde que la
administración. en :vidente desafío a la ley. se rehusó a dar a conocer
al Congreso los [(:1 rtes de las reuniones de! grupo de personas que
trabajan para el sm .r Cheney. Ese es uno de esos asuntos que parece
haberse olvidado d ~pués del!! de septiembre.
y yo creo que e isuperfluo señalar que las grandes ganadoras de
s:
todo esto parecen las compañías que en las últimas elecciones die-
ron jugosas donad ~es exclusivamente al Partido Republicano. (No
se trata de sugerir 'e los demócratas sean menos susceptibles a de-
jarse influenciar p .e! dinero).
A mi modo de r. la historia de la administración Bush se está
comenzando a pan: r a la trama de Victor ¡Victoria. Primero teníamos
un candidato que SI ',uponía que era moderado. Después aprendimos.
o pensamos que hal ,amos aprendido. que esto era una máscara: él era
en realidad un cons ~vador de línea extrema que aparentaba ser mode-
rado para llegar al der.
Pero las últim ,propuestas económicas de la administración.
como el plan de en ,gía de Cheney. no parecen provenir de unos se-
rios partidarios del bre mercado. Ellas no tienen sentido ni desde la
perspectiva de las í rías económicas del lado de la demanda ni de las
del lado de la ofert:l ero sí le dan mucho dinero a algunas compañías.
Entonces. tal vez la eología era sólo otra máscara para una persona
que en realidad er~ candidato de las corporaciones -no de las cor-
poraciones en gene '1. sino de Un pequeño grupo de compañías con
un conjunto muy es .cífico de intereses empresariales-y que sólo está
aparentando ser UI) . nservador ~ ultranza que aparentó ser modera-
do para llegar al po r.

254
Vencedores y botines

Esta es una imagen interesante y muy probable. Pero es una ima-


gen que la mayoría de gente nunca verá en sus televisores. y que mu-
chas personas Se rehusarán a aceptar no importa qué tan fuerte sea la
evidencia. Eso. por supuesto. es lo que hace posible todo esto. En la
tierra de los ciegos. el tuerto, barbado y cOjo es rey.

255
Una realidad alterna
Noviembre 25 de 2001

La mayoría d(, :s norteamericanos toman sus noticias de la tele-


visión, Y lo que V"I ; s conmovedor -la imagen de una nación portán-
dose bien en mom tos de crisis-, En efecto, la gran mayoría de los
norteamericanos h : sido tanto firmes como generosos,
Pero esa no es 'da la historia, pues las imágenes de la televisión
sólo muestran las cenas conmovedoras, La historia completa mos-
traría políticos y h bres de negocios portándose mal. siendo este mal
comportamiento p 'ible --e incluso empeorado-- por el hecho de que
en estos días el eg 'mo viene fuertemente envuelto en la bandera, Si
usted le pone atell ón a la historia completa, comienza a sentir que
está viviendo en 11 'realidad distinta a la de la televisión,
La realidad alt na no está muy escondida, Está disponible para
cualquiera que ten e un modem, y algunos también la obtienen de los
buenos periódicos, 'n las secciones económicas con frecuencia usted
puede encontrar l mejores reportajes sobre lo que realmente está
sucediendo, porq!J :no se espera que los periodistas que cubren los
temas de negociosean el mundo con anteojos color rosa,
Desde el punt' e vista de un economista, el indicador más reve-
lador de lo que rea " ente está pasando es la afición de los políticos a
las" transferencias e suma fija", Ese es el término económico para los
pagos que no está ujetos a las acciones de quienes los reciben y, por
lo tanto, no dan in tivo alguno par cambiar de comportamiento, Eso
es bueno si la tral! ,erencia está destinada a ayudar a alguien necesi-
tado sin reducir s otivación al trabajo, Es malo si el propósito que
se dice que tiene 1 transferenci~ es lograr que el receptor haga algo
útil. como una inv ~ión o contr'!tar más trabajadores,
Por lo tanto e iciente cuando el Congreso vota a favor de una
ayuda por valor d, ,uince billones de dólares y otorga garantías para
préstamos para co pañías aéreas, pero no da un solo centavo para los
trabajadores despe 'dos por las aerolíneas, y es aún más diciente cuan-
do la Cámara apr eba un programa de "estímulo" que no contiene
prácticamente na 'para los desempleados, pero incluye recortes re-

256
Vencedores y botines

troactivos de impuestos para las corporaciones por valor de 25 billo-


nes de dólares ---es decir, puras transferencias de suma fija para las
corporaciones, la mayoría de ellas altamente rentables-,
La mayoría de los reportajes políticos sobre el debate del progra-
ma de e.stímulos lo describen como Un conflicto de ideologías. Pero la
ideología no tiene nada que ver con esto. No existe una doctrina econó-
mica, de izquierda o derecha, que yo conozca, que diga que una trans-
ferencia de suma fija por valor de 800 millones de dólares a General
Motors conducirá a mayor inversión, cuando la compañía ya está apo-
sentada sobre 8 billones de dólares en efectivo,
Como lo señala Jonathan Chait. había algunos cuestionamientos
sobre las verdaderas motivaciones de personas como Dick Armey y
Tom DeLay. ¿No creían ellos verdaderamente en la libertad de merca-
dos, o sólo querían tomar recursos de los pobres para dárselos a los
ricos? Ahora ya sabemos.
Por supuesto, no todo se trata de transferencias de suma fija. Des-
de el 11 de septiembre ha habido un esfuerzo sostenido, encubierto por
la emergencia nacional. por abrir las tierras públicas a las compañías
petroleras y a los intereses de la explotación forestal. Los funcionarios
de la administración alegan que todo es en pro de la seguridad nacio-
nal. pero cuando usted descubre que también se está tratando de echar
para atrás las normas para prohibir el uso de vehículos automotores
especiales para nieve en el parque Yellowstone, la verdad salta a la
vista.
Entonces ¿cuál es la verdadera situación de la nación? En la televi-
sión esto parece como la Segunda Guerra Mundial. Aunque nuestra
causa es justa, para el 99.9% de los norteamericanos esta guerra, li-
brada por una cuadrilla pequeña de profesionales muy entrenados, es
un evento en el cual ellos son espectadores. Las fachadas de las casas
no lucen como en tiempo de guerra sino como en tiempo de postgue-
rra, en el cual los instintos que despierta la guerra en la nación --<lar
apoyo a la bandera y confiar en nuestros Iíderes- son muy fáciles de
explotar.
De hecho, los eventos recientes tienen una semejanza aterradora
con el período posterior a la Primera Guerra Mundial. John Ashcroft
está reestableciendo las campañas de Palmer, las cuales barrieron con

257
PAUL KRUGMAN

miles de inmigran s sospechosos de radicalismo: la gran mayoría


resultaron inocente de cualquier fechoría y algunos resultaron ser ciu-
dadanos norteame panas. Los ejecutivos de Bnron parecen haber es-
tado llamando al e . íritu de charles Ponzi. Y la presión por abrir las
tierras públicas al:· xplotación privada parece como el Domo de Tea-
pot, el cual tambié 'involucra la extracción de petróleo en las tierras
públicas. Presumi emente esta vez no ha habido sobornos abierta-
mente, pero los be! :ficios para las corporaciones son en realidad más
gra.ndes.
Lo que este pa necesita es un retorno a la normalidad. Y yo no
hablo de la norma ad selectiva que quiere la administración Bush,
en la cual todo elll ndo sale de compras, pero los medios de comuni-
cación continúan portando sólo historias alentadoras y noticias de
guerra. Es hora d ostrarle a los norteamericanos la historia com-
pleta.

258
La doctrina Rove
Junio 11 de 2002

Hace unos meses. un colega académico -un hombre con fuertes


conexiones en el partido Demócrata- me pidió con urgencia que es-
cribiera un par de columnas elogiando la administración Bush. ¿Qué
debería elogiar? pregunté.
Hubo un silencio largo -es chistoso. ¿o no? Cómo el "balance" se
convierte en el objetivo en sí mismo-- pero eventualmente él salió con
algo: "¿Qué tal su compromiso con el libre comercio?"
De hecho. George W. Bush ha resultado ser bastante proteccionis-
ta. El arancel al acero y el programa para el sector agropecuario lla-
maron mucho la atención. pero ellos hacen parte de una película mucho.
más amplia que también incluye la tarifa punitiva (y casi totalmente
injustificada) a las maderas blandas aserradas procedentes de Cana-
dá y la revocación de los privilegios comerciales a la zona del Caribe.
Cuando se trata del libre comercio. la administración Bush está a favor
-a menos que exista algún costo político. aunque sea pequeño-- de
honrar sus supuestos principios.
Esto me lleva a una historia que tiene agitados a los admiradores
políticos de Washington: ese artículo. publicado en Esquire. en el cual
Andy Cardo jefe de los funcionarios de confianza de la Casa Blanca.
expresa su preocupación por la gran influencia que tendrá Karl Rove.
de la línea dura. tras la salida de la moderada Karen Hughes. Si los
pasados 18 meses han sido como han sido con el señor Rove al man-
do sólo parcialmente. escalofría pensar en lo que viene ahora.
La característica más notable del modus operandi del señor Rove
no es su conservatismo: es su visión de que la administración debe
hacer cualquier cosa que le dé ventajas políticas. Esto. por supuesto.
incluye explotar la guerra al terrorismo - algo de lo que el señor Rove
se vanagloria-. Pero eso también incluye cuidar los intereses particu-
lares.
Una de las virtudes poco apreciadas de BilI Clinton era su consi-
derable idealismo cuando se trataba de la política económica. Brad
DeLong. economista de Berkeley. aclamaba que el señor Clinton" es-

259
PAUL KRUGMAN

taba dispuesto a i currir en grandes riesgos políticos con el objetivo


de hacer lo que él . nsideraba bueno para el país en lo concerniente a
su política de ecoI 'mía internaCional". Él estaba pensando en la for-
ma como e! señal' Jinton desafió las encuestas y se opuso a las líneas
del partido, panl ,probar en 1993 e! NAFTA (North American Free
Trade Agreement) 'asumió un ri:esgo aún mayor para rescatar a Méxi-
co de su crisis fin nciera en 1995. Al igual que el señor DeLong, yo
conozco algunas' 'las personas claves en esas dos decisiones y estoy
seguro de que eUi • fueron adoptadas por sus méritos: Clinton y su
equipo en verdad 'eían que estaban haciendo lo correcto.
Esa escrupulo 'dad continuó hasta e! final. Si BiII Clinton le hu-
biera dado a la ilIl stria del acero los aranceles que ellos querían. Al
Gore probablemel ce estaría viviendo ahora en la Casa Blanca. Pero
los funcionarios d la administración realmente se preocuparon de las
consecuencias qu : endría -para la nación y para la economía mun-
dial- ceder ante iI :ereses particulares.
La administra ón de! señor Rove no hace uso de estas delicade-
zas. Estos asunto •o terminan en los temas del comercio y los subsi-
dios al sector agrt ecuario. Como lo señalan los analistas del Cato
Institute, e! plan denergía Bush-Cheney puede haber sido conserva-
dor en e! sentido : que era anti-ambientalista. pero de resto estaba
lleno de cosas que . s partidarios del libre mercado se supone que abo-
rrecen: expandir 'poder del gobierno para apoderarse de las tierras
privadas (para la íneas de transmisión), y grandes incentivos tribu-
tarios para las fu 'tes de energía que no pagan sus costos a precios
de mercado (en paicular la energía nuclear). El plan de energía no se
trataba de princip 's: se trataba de retribuciones.
y si la adminj 'ración no respeta los principios ¿entonces quién?
Yo quedé particul :mente preocupado con una historia publicada en
el periódico The 1 iII titulada "Los sindicatos miran con libertad al
GOP". Citaba al VI ero deuAw' diciendo que su sindicato estaba "mi-
rando más allá de . s rótulos departido" y que se uniría a las posicio-

• Siglas del Un ~ Internationa\. United Automobile. Aerospace and Agri-


culturallmplement "rkers of American. uno de los principales sindicatos de los
Estados Unidos (N '1 E.j.

260
Vencedores y botines

nes de los políticos sobre" ciertos temas". En otras palabras. este sin-
dicato se unirá a cualquiera que satisfaga sus intereses particulares.
De alguna manera ya hemos estado así antes. Paula Stern.la an-
terior directora de la Comisión de Comercio Internacional. de hecho
describe a Ronald Reagan como el "presidente más proteccionistas
desde Herbert Hoover" y dice que él "legitimó los esfuerzos de las
industrias poderosas de usar sus brazos políticos. sin que fuera nece-
sario tener mérito económico o un criterio legal" para obtener lo que
querían. Entonces. de alguna manera. el señor Bush está siguiendo los
pasos del señor Reagan.
Pero a mí me parece que esta vez es peor. que estamos siendo tes-
tigos de una carrera política guiada por intereses particulares. que nos
está llevando a profundidades que no se veían desde antes del New
Deal. Y si la historia de Esquire es para creerla. es posible que empeo-
re. Smoot-Hawley. ¿o cualquiera?

261
Una cuestión de realidad
Agosto 20 de 2002

No cuenten. t: 'vez ellos no yan a preguntar. Ese era e! mensaje de


un funcionario de ~ epartamento de Asuntos de los Veteranos puesto
en talkingpoints : mO.com por Joshua Marshall. Citando la "guía
conservadora pa e! presupuesto de la Oficina de Administración y
Presupuesto" p¡(¡ . e! gasto en cuidados médicos para los veteranos.
e! memorando in 'uye a los subordinados a "asegurarse de no llevar
a cabo actividad ede mercadeo para enrolar nuevos veteranos a sus
redes". Los vetel 'os tienen derecho a atención médica: pero la admi-
nistración espera 'ue algunos de ellos no se enteren de eso y puedan
ahorrar dinero m ~ teniéndolos ,ignorantes.
No es la clase e comportamiento que uno esperaría deuna admi-
nistración que se 'vue!ve fuertemente en la bandera -a menos de que
uno haya estado S uiéndole la pista a su comportamiento-. Historias
como esta están ~ tallando cada vez con mayor frecuencia.
Tomemos la cisión de George W. llush de la semana pasada de
bloquear un gas! por valor de 5.1 billones de dólares para la seguri-
dad doméstica. B.o resultó ser un error porque la propuesta que fue
rechazada asign 'a recursos para mejorar e! cuidado médico de los
veteranos y panl ',inle nuevos equipos a los bomberos. incluidos sis-
temas de comuni( ,ción que hubieran podido salvar vidas el11 de sep-
tiembre.
Acordémono e esas escenas bajo tierra que aumentaron tanto la
popularidad de ~ sh en las encuestas. en las cuales e! presidente de
la Asociación In!. 'hacional de Bomberos advertía "No alaben a nues-
tros hermanos ca os. para después apuñalamos por la espalda ".
¿O qué tallo,;. ineros atrapados en las minas de carbón? Después
de su rescate e! s or Bush se anotó unos puntos al felicitarlos en per-
sona -y Michael ~ ovak. escribiendo en National Review Online. de-
claró a Somerset, 'ensylvania.la" capital conservadora del mundo"-.
Pero el señOl' 'ovak no mencionó la asistencia crucial ofrecida por
la Seguridad M! ra y por la Administración de Salud de! gobierno
federal. Eso hubi a generado algunas preguntas complicadas: a pe-

262
Vencedores y botines

sar de que los programas energéticos de la administración Bush bus-


can aumentar la minería del carbón, sus planes de gasto recortan los
fondos para seguridad minera. Una guía más de presupuesto conSer-
vador.
El punto es que hay una brecha inexorablemente creciente entre la
imagen y la realidad de las políticas de la administración Bush.
El señor Bush es un maestro de las tomas fotográficas populistas:
sus asesores buscan las oportunidades para mostrarlo mezclándose
con obreros. Pero la realidad es que la administración los ama cuando
hay cámaras de televisión y se olvida de ellos cuando se trata de las
políticas reales. Y esa realidad se está volviendo cada vez más difícil
de conciliar.
El presupuesto federal está ahora en un déficit profundo y todo el
mundo, menos la administración, piensa que el déficit continuará -no
por los aumentos en el gasto sino principalmente por los recortes de
impuestos del año pasado, los cuales no se han hecho efectivos aún.
Como lo señala mi colega Frank Rich, para contrarrestar las pérdidas
de recaudos por sus grandes recortes de impuestos, el señor Bush ten-
dría que vetar propuestas.de gasto por ."alor de cinco billones de dó-
lares cada día laborable durante el siguiente año. El señor Bush no
puede seguir aparentando, como lo hizo durante la campaña del año
2000, que hay dinero suficiente para todo. Ahora, para justificar ese
recorte de impuestos, tendrá que bloquear de manera permanente pro-
gramas que son importantes para la gente común.
Pero ¿no son los recortes de impuestos importantes también para
las personas ordinarias? Eso depende. Las devoluciones de impuestos
del año pasado llegaron a muchas familias. Pero los rubros que aún
están en curso son los recortes del impuesto de renta para los segmen-
tos más ricos de la población -especialmente para el más rico-- y la
eliminación del impuesto a las herencias. Para las parejas casadas, sólo
los ingresos superiores a 297.000 dólares caen en el segmento supe-
rior y sólo fortunas superiores a dos millones de dólares pagan impues-
tos a las herencias. Los bomberos y los mineros del carbón no ganan
esas sumas de dinero.
En otras palabras, detrás de las fotos, la administración está muy
ocupada reduciendo los programas que benefician a los bomberos, a

263
PAUL KRUGMAN

los policías, a los 'neros del carbón, a los veteranos y a otras "perso-
nas humildes de· rteamérica" (frase del señor Novak), para abrir
espacio para los ( artes de impuestos que principalmente ayudan a
un puñado de pe! . nas no tan humildes. Eso no es demagogia, es la
pura verdad. y ellna verdad que se va a volver cada Vr:l más difícil
de encubrir.
¿Cuáles son la 'mplicaciones políticas? Cuando Al Gore escribió
un artículo en la p 'ina editorial condenando las políticas elitistas de
la administración ush, los eruditos -y muchos políticos demócratas
incluyendo su con añero de fórmula en la campaña- saltaron sobre
él con ambos pies, 'odos insistían que el populismo no funciona en la
política nortea me ana.
Sin embargo, I . conservadores se están apoyando con mucho en-
tusiasmo en el PI) 'lismo -falso populismo, basado en montajes de
compenetración c< norteamericanos comunes y ataques al elitismo
cultural imaginari e los medios de comunicación liberales-. ¿Por qué
no deberían los lib ales, que en realidad tienen los hechos de su lado,
tratar de involucr e en la cuestión de realidad?

264
El principio de Pitt
Noviembre 1 de 2002

Harvey Pitt decidió no decirle a los otros miembros de la Comisión


de Certificados y Cambios un pequeño detalle sobre e! hombre que él
había escogido para dirigir la nueva junta supervisora de la contabili-
dad. después de darle la espalda a un candidato mucho más calificado.
Stephen Labaton reporta en The Times que William Webster dirigía e!
comité auditor en us Technologies. Ahora esa compañía está siendo
demandada por los inversionistas que reclaman que la administración
los estafó en millones de dólares.
y ¿qué hizo e! comité de! señor Webster después de que un auditor
externo levantó sospechas sobre los controles financieros de la com-
pañía? Sí eso es correcto: despidió al auditor.
La respuesta del señor Pitt cuando esta historia se dio a conocer
supera cualquier cOSa que un satírico pudiera haberse imaginado. "Pitt
busca que lo investiguen" se leyó en un titular. Honestamente: la pro-
pia agencia del señor Pitt va a investigar cómo fue que él escogió al
señor Webster.
Mientras tanto ¿en qué pensaba el señor Webster? Nadie piensa que
él sea corrupto; pero habiendo fracasado tan espectacularmente en
vigilar a los ejecutivos de una sola compañía pequeña. ¿cómo podría
sentirse calificado para hacer cumplir la contabilidad honesta en toda
la Norteamérica corporativa?
Sin embargo. no es un accidente que e! señor Pitt haya escogido el
hombre equivocado. El señor Webster fue seleccionado por encima de
candidatos mucho mejores porque quienes hacen lobby para la indus-
tria de la contabilidad -un grupo que claramente aún incluye al señor
Pitt- creyeron que él no sería efectivo.
Llamemos a esto el Principio de Pitt. El famoso Principio de Peter
dice que los administradores fracasan porque llegan a su nivel de in-
competencia. El Principio de Pitt nos dice que algunas veces la incom-
petencia es exactamente lo que quiere la gente que está a cargo.
En este caso particular. los inversionistas ordinarios pidieron un
castigo violento para la mala conducta corporativa -y e! señor Pitt

265
PAUL KRUGMAN

aparentó cumplir- -Pero esta administración está gobernada por y


para personas qUe e han beneficiado generosamente de sus conexio-
nes con las persu ' s que manejan las corporaciones, (¿Recuerdan
Harken y Hallibul n? Y¿por qué no habría de salir bien librada la ad-
ministración acen de su grupo de trabajo en el tema de la energía?)
Entonces él escogi alguien con \Ina trayectoria impactante pero irre-
levante, y en quiq) odía contar, para que no hiciera su trabajo.
Este principiei ' plica mucho. Por ejemplo. el trabajo del Secreta-
rio del Tesoro es 'scar políticas fiscales y económicas sanas. Si us-
ted no quiere que e trabajo se haga, nombra en el cargo un ejecutivo
prominente de la·¡ dustria con muy poco conocimiento de los presu-
puestos federales ·de la macro~conomía, El sólo será el hombre que
presida la rapidísh a transición desde superávit presupuesta les récord
a déficit enormes; I inclusive declarará alegremente que "los últimos
indicadores son b - nos" sólo unos pocos días antes de que la confianza
de los consumid<JI caiga a su nivel mínimo en nueve años,
El trabajo del· cal general de la nación es defender la Constitu-
ción y hacer cum 'r el mandato de la ley, Entonces si usted no quiere
,que\~se.~rabajos~ aga. usted puede ~ombrar a u~ antiguo senador
qtle tia tiene·nlui¡ respeto ni por la ley ni por la'Constitución-en
particular sobre i: as bobas como procesos vencidos. la separación
de la iglesia y el e. ado y todo eso, Él será sólo el hombre que respon-
da a una crisis na( nal encarcelando a más de 1.000 personas sin car-
gos en su contra. n capturar a una sola que haya cometido un acto
de terrorismo- ni quiera a una' de las personas que envió sobres con
ántrax,
El mismo pri, pio se puede aplicar a los niveles más bajos, Los
expertos en inteli ncia y en defensa deberían evaluar seriamente las
amenazas contra seguridad nacional y las consecuencias de una
acción militar pOr arte de los Estados Unidos. Pero si usted no quie-
re que ese trabaj( , e haga. usted lo pone en manos de prominentes
intelectuales neoc servadores, con ninguna experiencia en el mundo
reaL Se puede con r con que ellos perciban enlaces terroristas en don-
de la C,J,A, dice q . no los hay y que ofrezcan garantías descuidadas
acerca de realiz ' na guerra ep zonas urbanas altamente pobladas
cuando los mism militares se:muestran muy nerviosos al respecto,

266
Vencedores y botines

Pero la aplicación más importante del principio de Pitt está en la


cima. El trabajo del presidente es unificar la nación, y conducirla para
superar los tiempos difíciles. Si usted no quiere que ese trabajo se haga
usted nombra a un tipo afable procedente de una familia famosa que
ha liderado fascinantes negocios y una vida política gracias a sus Con-
tactos y ventajas personales. Él sería la clase de persona que no ve nada
malo en sacar ventajas partidistas de una crisis nacional e inclusive
yendo tan lejos como para declarar que a los miembros del otro parti-
do no les importa la seguridad nacional.
De esa manera un gran impulso de unidad nacional y de buenos
sentimientos, en un poco más de un año puede convertirse en una sen-
sación de desaliento, con más y más norteamericanos diciendo que el
país está moviéndose en la dirección equivocada.

267
Vencedores y botines
Noviembre 19 de 2002

Regla No. 1: S 'mpre tenga una historia de fachada. El propósito


ostensible del plan ela administración Bush de abrir 850.000 empleos
federales a la com ,tencia privada es promover la eficiencia. Se nos
dice que el vigor dt 'a competencia terminará con la pereza burocráti-
ca; los costos des': 'derán y todq el mundo -a excepción de un puña-
do de miembros d 'sindicato que están sobre-remunerados- estará
mejor.
y ¿quién sabe?, ~ede que efectivamente la reforma ahorre unos dó-
lares aquí y allá. o dudo que haya un solo político o periodista en
Washington que ó :a que la privatización de buena parte del gobier-
no federal-un pa ,que la administración dice que puede tomar sin
una nueva legislac .n- está realmente motivada por el deseo de redu-
cir costos.
Después de to , hay muchas experiencias con privatizaciones en
todos los niveles dt 'gobierno -estatal. federal y local- y estas no reS-
paldan argumento extravagantes sobre mejoras en eficiencia. A ve-
ces se logran redil dones significativas en costos pero con mucha
frecuencia los ahor 's esperados terminan siendo una ilusión. En par-
ticular. es común q '~los contratistas privados pongan un precio bajo
para lograr que sé s asigne el c~ntrato y después aumenten los pre-
cios una vez la fue 'a de trabajo del gobierno ha sido despedida. Las
proyecciones de TI! cciones de costos en un 20 o 30% con el cambio
de sistema son ton' s -y uno sospecha que los funcionarios que es-
tán haciendo esas oyecciones lo saben-o
Entonces, ¿de n é se trata todo esto?
Primero. se tra de proveer un encubrimiento político. Al enfren-
tarse a déficit pre puestales en todo el futuro predecible -y con la
determinación de e ,pandir y de no reconsiderar el programa de recor-
tes de impuestos q e inicialmente había sido justificado por las pro-
yecciones de gigm escos superávit- hay que hacer un montaje de
recorte de costos., n embargo, ¿qué puede recortar? La mayor parte
del gasto público s 'destina en servicios esenciales como defensa o el

268
Vencedores y botines

sistema de justicia. o a beneficios para la clase media. como la seguri-


dad social y los servicios médicos. que la administración no se atreve
a atacar abiertamente.
Privatizar los empleos federales es la respuesta perfecta para este
dilema. No es una respuesta real-el pago a esos empleados amena-
zados representa sólo como e!z% del presupuesto federal. así que las
ganancias en eficiencia por la privatización. inclusive si las hay. no
harán casi ninguna diferencia en e! gasto global-o Sin embargo. hablar
durante unos pocos años de la privatización dará la impresión de que
la administración está haciendo algo por superar e! déficit.
Pero podemos estar seguros de que distraer al público de la reali-
dad del déficit es sólo un beneficio incidental. También está e! hecho
de que privatizar es una forma de romper el poder remanente de los
sindicatos. Karl Rove está buscando un juego mucho más grande.
Hace algunos meses. el señor Rove comparó a su jefe con Andrew
Jackson. Como algunos de nosotros señalamos en ese momento. uno
de los principales legados de Jackson fue el "sistema clientelista" bajo
e! cual los empleos federales estaban reservados para los seguidores
del partido. El servicio civil federal. que protege cuidadosamente a los
trabajadores de las presiones políticas. fue creado precisamente para
acabar con e! sistema cliente!ista; pero ahora la administración ha
encontrado cómo evadir estas restricciones.
No tenemos que especular sobre lo que vendrá porque Jeb Bush
ya ha marcado e! camino.
El gobernador de Florida ha sido un privatiza dar agresivo y como
lo expuso The Miami Herald después de hacer un estudio cuidadoso
de lo sucedido. "su osado experimento ha sido un éxito -por lo menos
para él y para el Partido Republicano. según muestran los resultados-o
La política ha sembrado una red de contratistas que le han dado a él y
a otros políticos republicanos de la Florida millones de dólares en
donaciones para la campaña".
Lo que es interesante acerca de esta red de contratistas no es sólo
la forma en la cual las grandes contribuciones están ligadas a los gran-
des contratos; es el fin de la práctica tradicional en la cual los empre-
sarios cubren sus apuestas dando donaciones a los dos partidos. Los
grandes ganadores en la Florida de! señor Bush son las compañías que

269
PAUL KRUGMAN

le dan nada o muy 'oco a los demócratas, Extraño ¿no es cierto? Es


como si las firmas 'teresadas en tener negocios con el Estado de la
Florida estuvieran ~jetas a un examen de lealtad,
Entonces ¿esto "diciendo que hemos vuelto a las épocas del Jefe
Tweed y de Mark I ~nna? No, por Dios -esos tipos eran unos sobor'
nadores-, El conll'C ,del gobierno que tiene hoy en día un sólo partido,
le ofrece oportuni 'des de premiar amigos y castigar enemigos que
nunca fueron soñó) 's por las antiguas maquinarias políticas,
¿Qué tan lejos! puede llevar el nuevo sistema c1ientelista? ¿Has·
ta qué punto será, ado para sellar de manera permanente la ventaja
política del partidcque está en el poder? Sigan pendientes: yo estoy
seguro que pronto ,sabremos,

270
Capítulo 11

¿Una gran

conspiración?
La máquina de humo
Marzo 29 de 2002

De alguna manera. es una lástima que el libro Cegados por la de-


recha: la conciencia de un ex conservador se trate de las vidas priva-
das de nuestros propios guardianes morales. Estas historias pueden
vender libros. pero lo malo es que oscurecen el mensaje importante: que
la "gran conspiración de la derecha" no es una metáfora recalentada
sino una clara realidad. que funciona en buena parte como un lobby a
favor intereses particulares.
La economía política moderna nos enseña que con frecuencia los
grupos pequeños y bien organizados prevalecen sobre el interés gene-
ral. La industria del acero obtuvo el arancel que quería aunque las
pérdidas para los consumidores excederán con creces las ganancias
para los productores. porque el consumidor típico de acero no entien-
de lo que está pasando.
Cegados por la derecha muestra que la misma lógica se aplica a
los asuntos no económicos. La máquina de escándalos que empleó al
señor Brock fue. en efecto. un pequeño grupo de interés. financiado por
un puñado de fanáticos adinerados -hombres como el Reverendo Sun
Myung Moon. cuya secta Hamada Iglesia de Unificación es dueña de
The Washington Times. Richard Mellan Scaife. quien financió el es-
cándalo comerciando con el American Spectator y muchas otras em-
presas de la derecha. y fue efectivo. porque el típico consumidor de
noticias no entendió lo que estaba pasando.
Los esfuerzos del grupo lograron convertir Whitewater-una inver-
sión que dio pérdidas por valor de $200 000 dólares- en un sinónimo
de escándalo. a pesar de que una investigación que duró ocho años y
costó 73 millones de dólares nunca encontró evidencia alguna de que
los Clinton hubieran hecho algo incorrecto. Sólo imagínense lo que la
máquina de escándalos hubiera podido hacer con una materia prima
más prometedora -como las inusuales transacciones de los negocios
del joven George W. Bush.
Pero no existe. por supuesto. una máquina de escándalos compa-
rable en la izquierda. ¿Por qué no?

273
PAUL KRUGMAN

Una respuesta 's que por alguna razón hay un nivel de ira y odio
en la derecha, que )1 el mejor de los casos ha tenido un pálido eco en
el ala izquierda qu ,'se opone a la globalización y ningún efecto en la
corriente principal 'el liberalismo, De hecho, los liberales que conoz-
co generalmente 1) 'se muestran .dispuestos a unirse a las porquerías
de la política conl poránea,
También es ver ad que en la naturaleza de las cosas, lo billonarios
tienen más probab '¡dad de ser fanáticos de derecha que de izquierda,
Cuando los billon: ios apoyan causas más o menos liberales, usual-
mente tratan de a :dar al mundo y no de tomarse el sistema político
de los Estados Uni os, Como para que se entienda: mientras George
Soros gastaba gen 'osamente en promover la democracia en el exte-
rior, el señor Scaif¡ , astaba generosamente socavándola en casa.
y sus logros so :impresionantes: figuras claves del imperio Scaife
son ahora funcion jos de primera línea de la administración Bush, (Y
el periódico del ser r Moon es en efecto ahora el órgano de la casa de
la administración ,Claramente, la comercialización de escándalos
funciona: el públic y menos excusable aún. los medios de comunica-
ción legítimos asu 'en rápidamente que donde hay humo debe haber
fuego -cuando en alidad es sólo un grupo de tipos ricos con rabia
que se compraron 'na máquina de hacer humo--.
Y los medios d comunicación son increíblemente fáciles de enga-
ñar. Sólo mire a la . rma en que la prensa cayó en la fraudulenta his-
toria de vandalism 'por los funcionarios salientes de la administración
Clinton, o la más riente difusión de la confusa historia que decía que
Ken Lay se había ( ,edado en la Casa Blanca de Clinton,
Los lectores r~, lares de esta columna saben que no hace mucho
tiempo fui objeto ( una campaña de difamación por parte de las li-
gas menores, El p: ón fue típico: las fuentes de la derecha insistien-
do en que una tra 'acción normal de negocios (en mi caso hacer una
consultoría para II on, cuando yo era un profesor universitario y no
un columnista de inión de la página editorial y en ninguna posición
desde la cual pudi . a hacerle fa~ores a la compañía) era, de alguna
manera, corrupto ntonces los medios de comunicación legítimos
retomaron la histOl asumiendo que detrás de tanto ruido algo de cier-
to deberían tener 1 acusaciones: y dejando sin dudas una impresión

274
Vencedores y botines

prolongada de que la persona que está en la mira debe haber hecho algo
mal. a pesar de que no se hicieron ni recibieron favores, (¿No es hipó-
crita de su parte criticar el capitalismo cómplice cuando él mismo es-
taba en la jugada?) Ahora que he leído el libro del señor Srock entiendo
lo que pasó,
Tim Noah de Slade, con quien normalmente estoy de acuerdo, dice
que el señor Srock no dice nada nuevo: "Nosotros sabemos ... que una
increíblemente bien financiada a la duna de la derecha estaba obsesio-
nada con desprestigiar a Clinton". Pero ¿quiénes somos "nosotros"?
La mayoría de gente no sabe que -de cualquier forma él no debería
hablar en pasado- una asombrosamente bien financiada ala derecha
está aún metida en el negocio de desacreditar a cualquiera que esté en
desacuerdo con su agenda, y demasiados periodistas aún permiten ser
usados para este juego.
A mí me pareció Cegados por la derecha de mal gusto pero revela-
dor. Así le parecerá, creo yo, a muchos otros.

275
La gente enfurecida
Abril 23 de 2002

Un candidato d 'centro izquierda se lanza para la presidencia. En


un mundo racional ganaría fácilmente. Después de todo, su partido
ha estado gobernat : o el país con gran éxito: el desempleo está bajo,
el crecimiento econ, . ico se ha acelerado, la sensación de malestar que
prevaleció durante administración pasada se ha evaporado.
Pero todo funei na mal. Su moderación se ha convertido en una
carga: la denuncia, ,e hicieron los candidatos de la izquierda -que no
tienen ninguna pos ,i1idad de ganar pero que están metidos en la po-
lítica como si esta era una obra de teatro-- de que él está a favor de
los mercados le qui ' un apoyo crucial. El candidato, aunque todo in-
dica que es un mu uen ser humano, no es un candidato natural: él
tiene, dicen los críti os, un "estilo profesoral", que a muchos electores
les parece "condes pdiente y falto de humor". Por encima de todo,
hay apatía y compl .cencia entre los moderados: ellos dan por hecho
que él ganará o qu . n cualquier caso las elecciones no harán mucha
diferencia.
El resultado es 1 a victoria aplastante de la extrema derecha. Este
es un país tolerante de mente abierta: pero también hay algunos nú-
cleos, aproximada nte un 20% del electorado, que viven profunda-
mente disgustados'nclusive en los buenos tiempos. Y debido a las
peculiaridades del, tema electoral. esta minoría del ala derecha pre-
valece a pesar de q más gente en realidad entrega sus votos a la iz-
quierda moderada, \
Si todo esto sue . como un post-mortem a la campaña de Al Gore
del año 2000, eso e. ntencional. Pero yo en realidad estoy describien-
do las sorprendent ,elecciones que tuvieron lugar en Francia el do-
mingo pasado, en 1 cuales el actual primer ministro, Lionel Jospin,
quedó de tercero, el ás del furioso Jean-Marie Le Pen, de la derecha,
Hasta hace muy po ,al señor Le Pen se le veía como una fuerza ago-
tada. Ahora él se al ntó un triunfo aplastante.
Como he suger o implícitamente, hay algunos paralelos impor-
tantes entre el terre 'oto que sacudió la política francesa y los eventos

276
Vencedores y botines

políticos recientes de los Estados Unidos. Déjenme mostrar esas simi-


litudes para después pasar a la gran diferencia.
Lo que reveló la elección francesa es que en Francia, al igual que
en los Estados Unidos, hay mucha gente enfurecida. Ellos no son una
mayoría: el señor Le Pen obtuvo cerca del 17% de los votos, menos de
lo que obtuvo Ross Perot aquí en 1992. Pero ellos están muy motiva-
dos y pueden ejercer una influencia que no guarda proporción con sus
cifras, si los moderados dan por sentado que la sociedad es tolerante.
Pero ¿de qué están bravas todas estas personas enfurecidas? No de
la economía: la paz y la prosperidad no los reconciliaron con Bill
Clinton ni con el señor Jospin. Su rabia, en cambio, parece tener que
ver con los valores tradicionales. Nuestra enfurecida derecha se levanta
en contra de los liberales ateos: en Francia se enfurecen contra los in-
migrantes. En ambos casos, lo que en realidad parece molestarles es
la falta de certidumbre: ellos quieren volver a tiempos más simples sin
esa complicada mezcla moderna de personas e ideas.
y en ambos casos esta enfurecida minoría ha tenido mucha más
influencia de lo que sugerirían sus cifras, en buena parte por la incom-
petencia de la izquierda y por la apatía de los moderados. Al Gore te-
nía a Ralph Nader: el señor Jospin tenía un potpurrí de izquierdistas
tontos (dos trotskystas ganaron elID% de los votos). Yambos hombres
fueron objeto de burla e ignorados por los moderados complacientes.
Ahora pasemos a la diferencia importante. El señor Le Pen es un
político independiente: lo que demostró en las elecciones del domingo
lo hace pasar a la segunda vuelta pero en realidad él no va convertirse
en el presidente de Francia. Por lo cual. por lo pronto, sus ideas de
extrema derecha no serán puestas en práctica.
En los Estados Unidos, en contraste, la extrema derecha ha sido
capturada por el Partido Republicano --() tal vez es al contrario--. En
este país las personas cuyas ideas son, de alguna manera, extremas
como las del señor Le Pen, están en una posición de poner esas ideas
en práctica.
Consideremos, por ejemplo, el caso del Representante Tom DeLay.
La semana pasada el señor DeLay le dijo a un grupo que él había reci-
bido de Dios la misión de promover la "visión bíblica del mundo "y que
él había denunciado a Bill Clinton en parte porque el señor Clinton

277
PAUl KRUGMAN

tenía una "visión ) mundo incorrecta", Bueno, hay políticos raros


en todas partes, Pe : el señor DeLay manda a la mayoría en la Cáma-
,ra -yen concepto :e muchos observadores él es el poder detrás del
vocero Dennis Ha. ert-,
y después está ohn Ashcroft.
Lo que revelar las elecciones en Francia es que nosotros y los
franceses tenemos ,ás en común de lo que ninguno de los dos países
admitiría, Allá cor ¡, acá, resulta que, como siempre, hay mucha ira
irracional moviénd 'se debajo de la superficie política, La diferencia es
que acá la gente e ,recida ya está gobernando el país,

278
Para el pueblo
Octubre 29 de 2002

Espantoso pero cierto: mientras Minnesota llora la muerte del Se-


nador Paul Wellstone, muchos de los residentes del estado han recibi-
do volantes que muestran la imagen de una lápida, Los volantes,
enviados por un grupo empresarial conservador, denuncian el apoyo
que recientemente dio el senador a mantener el impuesto a las suce-
siones, Debajo de la lápida se lee un texto que dice: "paul Wellstone
no sólo quiere ponerle impuestos a usted y a sus negocios hasta la
muerte", él quiere ponerle impuestos en el más allá",
Para ser justos, las personas que sacaron esos volantes -los cua-
les están redactados cuidadosamente como para que el costo de enviar-
los no cuente oficialmente como una contribución a la campaña- no
sabían lo de mal gusto que iban a parecer ahora, Pero en un sentido,
ese envío masivo de volantes es un epitafio apropiado: él nos recuerda
la causa por la que Paul Wellstone luchó y lo valiente que fue para
asumirlo,
A veces parece como si los norteamericanos hubieran olvidado lo
que significa el coraje, Acá va una pista: hablar con dureza no lo hace
a usted un héroe: usted tiene que tomar riesgos personales, No estoy
hablando únicamente de riesgos fíSicos-aunque es llamativo cuán po-
cos de nuestros grandes personajes nacionales se han puesto en una
situación de peligro alguna vez-, Lo que nosotros deberíamos pedirle
a nuestros representantes en Washington es la disposición a asumir
riesgos políticos para defender sus principios, inclusive si eso significa
ir en contra de grupos de interés poderosos,
Paul Wellstone tomó riesgos, Todo el mundo sabe que él fue un
político que verdaderamente votó por sus convicciones, que apoyó lo
que pensaba que era correcto y no lo que creía que le ayudaría a ser
reelegido, Él asumió posiciones riesgosas en muchos asuntos: esté de
acuerdo o no, hay que admitir que su voto en contra de la autorización
a la guerra contra ¡rak fue un acto de especial valentía, Sin embargo
el tema por el que trabajó en forma más consistente fue el económico
-él apoyó con mucho coraje los intereses de los norteamericanos or-

279
PAUL KRUGMAN

dinarios en contt edel poder creciente de nuestra plutocracia emer-


gente-.
En nuestra po tica dominada por el dinero. esa es una posición
muy riesgosa de a -miro Cuando Wellstone se postuló por primera vez
como candidato a enado. su oponente gastó siete veces más que él
en la campaña. 1 -acuerdo con uno de sus asesores. el éxito de esa
destartalada cam ña. hecha desde un raquítico bus escolar verde.
"volvió a hacer se e ra la política para los populistas".
Pero no sólo e .. Casi todos los políticos en la Norteamérica mo-
derna pretenden: "r populistasl de hecho. es una regla general que
entre mayor sea e -poyo servil que un político presta a los intereses
de los individuos edinerados Ode las grandes corporaciones. más
folclórico tiende a -r su estilo. Pero ser un populista genuino. alguien
que en realidad s eostiene en contra de lo que Wellstone llamaba las
políticas de "Rob . Hood en reversa" no es fácil: usted tiene que en-
frentarse no sólo 'poder
1
del dinero sino de la hipocresía sostenida y
sinvergüenza.
y es por eso q . esos volantes son la ilustración perfecta de la lu-
cha de Paul Wells neo
Por una partl:.. abolición del impuesto a las sucesiones. incluida
en el recorte de im estos federales del año pasado. es el ejemplo más
impresionante qu 'hay hasta el momento de cómo nuestro sistema
político sirve a los . tereses de los ricos. Después de todo. el impuesto
a las sucesiones a . ta sólo a una pequeña minoría de familias; el grue-
so de sus recaud!! .. roviene de una pequeña élite. De hecho. la aboli-
ción del impuesto e·las sucesiones favorece a los adinerados hasta tal
punto que los defe eores del recorte de impuestos del año pasado ---<:0-
mo el Senador ch les Grassley. republicano de Iowa. quien publicó
una engañosa cal' en el Times del viernes pasado (octubre 25 de
2002)- siempre lo miten cuidadosamente de los cálculos de quienes
son los beneficiad . (La carta sólo hablaba del impuesto de renta: si
hubiera incluido I efectos de la anulación del impuesto a las suce-
siones. se hubiera Isto forzado a admitir que más del 40% de los be-
neficios del recort ue impuestos va al! % más rico de la población).
Eliminar el impm:. a las sucesiones ante un déficit presupuestal sig-
nifica hacer a los cos aún má~ ricos. inclusive cuando eso implica

280
Vencedores y botines

tener que eliminar servicios esenciales para la clase media y para los
pobres.
Por otra parte. el debate sobre el impuesto a las sucesiones ilustra
la dañina hipocresía de nuestros políticos. Porque la eliminación del
"impuesto a la muerte" se ha mostrado de manera increíble como un
asunto populista. Gracias a la propaganda sostenida y ampliamente
financiada -de la cual el volante anti-Wellstone fue un Ijemplo clási-
co- millones de norteamericanos se imaginan. equivocadamente. que
el impuesto a las sucesiones afecta principalmente a los pequeños ne-
gocios y a las fincas. y que su rechazo ayudará a la gente común y
corriente Y ¿quién paga la propaganda? Adivinen.
Es increíble lo que el dinero puede comprar.
En una época de falsos populistas. Paul Wellstone era la cosa real.
Ahora él se ha ido. ¿Tendrán otros el valor de seguir sus pasos?

281
In media res
Noviembre 29 de 2002

Esta semana' Gore dijo lo obvio. ·'Últimamente los medios de


comunicación se e án portando un poco raro con la política·· dijo a The
New York Observ . "ya decir verdad. hay algunas voces institucio·
nales importante, ·que hacen parte del Partido Republicano·'.
La reacción d a mayoría de los periodistas de los "medios libera-
les" fue un silene vergonzoso. Yo no entiendo por qué, pero hay al-
gunas cosas qll :uno no debe decir precisamente porque son
claramente cierta. "
Para tomar el ·emplo más importante, la agenda política de Fax
News. es bastant. oscura. Roger Ailes. el presidente de la cadena ha
estado asesorand 'la administración Bush. Brit Hume de Fax, inclu-
sive reclamó que. le diera crédito por las elecciones en la mitad del
período. "El resul do fue producto de nuestro cubrimiento. le dijo a
Don Imus ... La g te nos ve y toma de nosotros las señales electora-
les. Nadie debería udar de la influencia de Fax News en estos temas ...
(Este comentario 1 .ede haber sido dicho en secreto. pero imagínense
la reacción si los d ócratas hubieran ganado y Dan Rather. aunque
fuera en chiste. hl :iese reclamado después créditos por ello).
Pero mi propó. to en la columna de hoy no es atacar a Fax. Yo quie-
ro abordar un ter más amplio~ ¿Irán en detrimento del cubrimiento
objetivo de las no ias los intereses económicos de los medios de co-
municación?
Por más de 50 ños, la política pública dio por sentado que el ses-
go de los medios d omunicación era un problema potencial. Después
de todo, sólo habí: 'res cadenas nacionales, un número limitado de li-
cencias para la ra( 'o y sólo uno o dos periódicos en muchas ciudades.
¿Cómo podía evit: e que aquellos que controlaban las noticias hicie-
ran un mal uso d~ u posición?
La respuesta f¡ una combinación de regulación y guías informa-
les. La "doctrina e la justicia': forzaba a que las ~misiones de los
medios de comuní . ción dieran una representación similar a los dis-

282
Vencedores y botines

tintos puntos de vista que estaban participando en la contienda. Las


restricciones sobre la propiedad de los medios mantenían la diversi-
dad de opiniones. Y había una expectativa general con respecto a que
las principales emisiones de noticias estarían por encima del enfren-
tamiento. distinguiendo claramente entre los comentarios de opinión
y los reportajes de noticias. El sistema no siempre funcionó pero sí fijó
algunos límites.
Sin embargo. durante los últimos 15 años se ha desmantelado bue-
na parte de ese sistema. La doctrina de la justicia fue abolida en 1987.
Las restricciones sobre la propiedad se han vuelto más laxas y es pro-
bable que el próximo año la Comisión Federal de Comunicaciones eli-
mine muchas de las restricciones que quedan -incluso permitiendo.
posiblemente. que las principales cadenas se compren las unas a las
otras. y las reglas informales en Contra de reportajes abiertamente
parcializados- por lo menos para quienes se parcializan a favor del
partido correcto.
La Comisión Federal de Comunicaciones dice qUe'Y~ tíO'!ie' tilh-
sitan las reglas viejas porque el mercado ha cambiado . De aCúel'do con
los lineamientos oficiales. los nuevos medios de comunicación -prime-
ro la televisión por cable y después Internet-le han dado al público
acceso a una diversidad de fuentes de noticias. eliminando la necesidad
de guías públicas.
¿Pero ess esto realmente cierto? La televisión por cable ha expan-
dido mucho el rango de entretenimiento disponible. pero ese efecto ha
sido mucho menor en el campo de las noticias. Existen ahora cinco. y
no tres fuentes principales de noticias por televisión. pero se puede
argumentar que este incremento ha sido más que contrarrestado por
otras tendencias. Por una parte. la influencia de las noticias impresas
ha continuado su largo descenso: por otra parte. todas las cinco fuen-
tes de noticias por televisión son ahora divisiones de los grandes con-
glomerados -usted recibe sus noticias de AOL. Time Warner. General
Electric. Disney WestinghouseNewCorp-.
E Internet es un medio magnífico para fanáticos de política y para
adictos a las noticias -cualquiera puede ahora leer periódicos cana-
dienses o británicos. o bajar análisis de política de los principales cen-

283
PAUL KRUGMA

tros de investiga ón-, Pero la;mayoría de la gente no tiene tiempo o


no tiene la inclirl' ,ión para hacerlo, En realidad, la red hace poco para
reducir la influer ia de las cinco grandes fuentes,
En resumen, nemos una situación llena de conflictos de intere-
ses, El puñado de -rganizaciones que le ofrecen a la mayoría de la gente
las noticias, tier) , grandes intereses comerciales que inevitablemen-
te los tientan a s gar su cubrimiento y que, en términos más genera-
les, los llevan a ( rle un tratal1liento deferente al partido que está en
el poder, Ya hall 'abido algunos ejemplos peculiares de noticias que
no han sido repo 'adas, Por ejemplo, la fuerte manifestación en con-
tra de la guerra ( _e tuvo lugar la semana pasada en Washington, en
la que participar '100000 personas-un evento importante cualquiera
que sea su posicl :n con respecto al tema- fue prácticamente ignora-
da en las emisior s de algunos medios importantes,
Por el momer .o, el sesgo descarado de los medios está todavía li-
mitado por las vi 'as reglas y normas de comportamiento, Pero pron-
to las reglas ser abolidas y las normas se están erosionando ante
nuestros ojos,
¿Será que 1m! nilictos de intereses de nuestros altamente concen-
trados medios d -omunicación constituyen una amenaza para la de-
mocracia?
Yo he hecho { reportaje: usted decide,

284
¿La era de los nuevos robber barons? •
Diciembre 6 de 2002

Las malas metáforas conducen a malas políticas, Todo el mundo


habla de la "autopista de la comunicación", Pero en términos econó-
micos la red de telecomunicaciones recuerda más que a una autopista,
a la industria ferroviaria de la era de los rabber barans --esto es, antes
de que esta enfrentara la competencia efectiva de los camiones-, Y los
ferrocarriles eventualmente se enfrentaron a una dura regulación por
una buena razón: ellos tenían un poder de mercado importante y con
frecuencia abusaron de él.
Sin embargo la gente que está tomando las decisiones hoy sobre
el futuro de Internet -y por encima de todos Michael Powell, el presi-
dente de la Comisión Federal de Comunicaciones- parece no estar al
tanto de esta historia, Y mientras tanto, los futuros rabber barans es-
tán fortaleciendo sus castillos,
Hasta hace poco tiempo, Internetparecía la representación del ideal
del mercado libre -un lugar donde competían miles de proveedores del
servicio, y donde cualquiera podía visitar cualquier lugar-, Y el sector
de la tecnología fue un caldo de cultivo fértil para ideologías libertarias,
pues muchas empresas involucradas en el negocio decían que no ne-
cesitaban ayuda ni regulación de Washington,
Pero el mundo ampliamente abierto y competitivo de Internet por
vía telefónica, dependía de las regulaciones gubernamentales que tanto
menospreciaban algunos de los entusiastas de Internet, El servicio de
telefonía local es un monopolio natural y en un mundo sin regulacio-
nes los monopolios de la telefonía local probablemente insistirán en que
sus clientes usen su sistema, La razón por la cual uno ¡¡ene opciones
es porque a ellos se les exige que actúen como conductores comunes,
permitiendo que otros proveedores independientes del servicio usen
sus líneas.

>1<El título en inglés es "Digital Robber Barons)" y hace alUSIón a los mag-
nates industriales de finales del siglo XIX conocidos con ese nombre (N. del E.).

285
PAUL KRUGMAN

Hace unos a11 Stodo el mundo esperó que la misma historia se


aplicara a la band cancha. Se suponía que la Ley de Telecomunicacio-
nes de 1996 crearí: , na industria muy competitiva de la banda ancha.
Pero lo que se hiz 'fue un trabajo chambón; la competencia prometi-
da nunca se mater •Iizó. Por ~emplo. yo personalmente no tengo nin-
guna posibilidad 'escogencia: si yo quiero tener banda ancha sólo
tengo a disposici el servicio de Internet ofrecido por mi compañía
local de cable. Yo 'y como un agricultor del siglo XIX que tenía que
embarcar su gran :en Pacific Union. y no tenía otra opción. Si yo vi-
viera más cerca d na central de teléfonos o si tuviera una vista clara
del cielo del sur. p: ría tener algunas alternativas. Pero hay muy po-
cos lugares en los tados Unidos en donde hay competencia efectiva
en el negocio de la 'anda ancha.
Y probableme 'e así se quedará. La voluntad política para arre-
glar la Ley de 199 " crear en la banda ancha un ambiente de compe-
tencia. el cual m hos usuarios de Internet dan por sentado. se ha
evaporado.
En marzo pas o, la Comisión Federal de Telecomunicaciones usó
un truco lingüísti -al definir el acceso a Internet por cable como un
"servicio de infor ación" más que como telecomunicaciones- para
eximir a las comp ías de cable del requisito de actuar como conduc-
tores normales. 1. Comisión probablemente sacará una regulación
similar para el sel ,icio DSL. el cual utiliza las líneas de propiedad de
las compañías tel ónicas locales. El resultado será un sistema en el
cual la mayoría de 'milias y empresas no tendrán más opción de esco-
ger cómo acceder '1 espacio cibernético que un típico campesino del
siglo XIX decidie do qué compañía ferroviaria transportaría sus
granos.
Había y haya ernativas. Nosotros podríamos haber recuperado
la competencia di, iendo la industria de la banda ancha. restringien-
do las compañías e telefonía local y de cable al negocio de venta del
espacio sobre sus eas a los proveedores independientes del servicio
de Internet. O pod 'amos haber aceptado competencia limitada y pro-
veedores regulad :de Internet, con una regulación similar a la que se
aplicaba a AT&T. I ro en este momento parece que nos estamos enca-
minando a un sist Ina sin competencia efectiva ni regulación,

286
Vencedores y botines

Aún peor, la Comisión Federal de Telecomunicaciones ha estado


de manera permanente levantando restricciones sobre la propiedad
cruzada de compañías de los medios y de comunicaciones, Puede no
estar muy lejos el día en que un solo conglomerado pueda ser dueño
de su periódico local. de varios de sus canales de televisión, de su com-
pañía de cable y de su compañía telefónica, y ofrecerle una sola ruta
para acceder a Internet
El resultado de todo esto será probablemente unas tarifas de acce-
so exorbitantes, pero eso es lo de menos, Los proveedores de banda
ancha que no enfrentan competencia efectiva ni regulación podrán
dificultar el acceso de sus clientes a páginas que estén fuera del domi-
nio de su propiedad -acabando con el Internet que nosotros conoce-
mos-, Y hay también una dimensión política, ¿Qué pasa cuando unos
pocos conglomerados controlan no sólo lo que uno puede ver en la te-
levisión, sino lo que uno puede bajar de internet?
Todavía hay tiempo de volver a pensar estos temas, un buen nú-
mero de congresistas de los dos partidos tienen dudas sobre el enfo-
que que el señor Powellle está dando a este tema, Pero el tiempo se
está agotando,

287
Detrás de la gran brecha
Febrero 18 de 2003

Se ha especul- .o mucho sobre por qué se han deteriorado las re-


laciones entre Eur a y los Estados Unidos. ¿Es por la cultura? ¿Por la
historia? Pero no 1 . visto mayor discusión sobre un punto obvio: te-
nemos diferentes 1 . ntos de vista porque vemos noticias diferentes.
Miremos pan trás. Muchos norteamericanos ahora culpan a
Francia por el enlí ' miento de las relaciones entre los Estados Unidos
y Europa. Inelusi ·se habla de boicotear los productos franceses.
Pero la actitu ;de Francia no es excepcional. El sábado pasado
grandes manifest 'iones confirmaron los resultados de las encuestas
que muestran una . ran desconfianza hacia la administración Bush y
escepticismo haci: :la guerra contra Irak en todas las principales na-
ciones europeas, el 'Iquiera que sea la posición que estén tomando sus
gobiernos. De het: o, las manifestaciones más grandes ocurrieron en
países cuyos gobi< :nos están apoyando a la administración Bush.
También hub 'randes manifestaciones en los Estados Unidos.
Pero la desconfian ~ hacia los Estados Unidos en los países extranje-
ros ha alcanzado \ ' nivel tan elevado, inclusive entre nuestros alia-
dos británicos, qu ~na encuesta realizada en ese país posicionó a los
Estados Unidos e o el país más peligroso del mundo -por encima
de Corea del Nort :y de lrak-
Entonces, ¿por 'ué otros países no ven el mundo de la misma ma-
nera en que lo ven -s nosotros? El cubrimiento de los medios es grao
parte de la respue "a. Un nuevo libro de Eric Alterman, ¿Cuáles me-
dios de comunica ~n liberales?, que no hace énfasis en las compara-
ciones internaciclI 'les sino en la diferencia entre los reportajes de
noticias que ven lo!norteamericanos y los europeos, es una demostra-
ción absoluta de s :punto. Por lo menos comparado con sus contra-
partes extra'lieros ¡os medios "liberales" de los Estados Unidos son
sorprendentement . conservadores y, en este caso, partidarios de la
guerra.
No estoy habl< 'do de los medios impresos en particular. Aunque
hay diferencias, 1 :principales periódicos nacionales de los Estados

288
Vencedores y botines

Unidos y del Reino Unido parecen estar describiendo la misma reali-


dad.
La mayoría de gente, sin embargo, se informa sobre las noticias a
través de la televisión -yen ese caso la diferencia es inmensa-o El cu-
brimiento de las manifestaciones en contra de la guerra recordó en qué
medida las noticias por cable en los Estados Unidos, en particular,
parecen estar hablando de un planeta diferente del que cubren los
medios internacionales.
¿Qué se le transmitió a una persona que ve noticias por cable? El
sábado, las noticias de Fox describieron a los manifestantes de Nue-
va York como los "manifestantes de siempre" o los "manifestantes en
serie". CNN no minimizó tanto la noticia, pero el titular de la página
web de esta cadena decía "las marchas en contra de la guerra deleitan
a Irak" y la foto que acompañaba la noticia mostraba a los manifes-
tantes en Bagdad pero no en Londres o en Nueva York.
Esta no fue para nada la forma en que los medios de comunicación
del resto del mundo informaron sobre los eventos del sábado, lo cual
no es inusitado. Durante meses, las dos principales cadenas de noti-
cias por cable de los Estados Unidos han actuado como si la decisión
de invadir Irak ya se hubiera tomado y en consecuencia han asumido
que su tarea es preparar al público norteamericano para la guerra que
se avecina.
Por lo tanto no es sorprendente que la audiencia objetivo tenga un
poco borrosa la diferencia entre el régimen iraquí y Al Qaeda. La en-
cuestas muestran que la mayoría de los norteamericanos piensan que
algunos o todos los que perpetuaron el ataque del 11 de septiembre eran
iraquíes y muchos creen que Saddam Hussein está involucrado en este
acto de barbarie, algo que ni siquiera la administración de Bush ha
dicho nunca. Y como muchos norteamericanos piensan que la necesi-
dad de una guerra contra Saddam es obvia, ellos creen que los euro-
peos que no están de acuerdo con esto son cobardes.
Los europeos. que no ven las mismas cosas en la televisión, están
mucho más inclinados a preguntarse por qué Irak -antes que Corea
del Norte, o para ese caso Al Qaeda- se ha convertido en el foco de las
políticas de los Estados Unidos. Ypor eso es que muchos de ellos cues-
tionan las motivaciones norteamericanas, sospechando que en el fon-

289
PAUL KRUGMAN

do todo se trata dI! ~tróleo o que la administración simplemente está


escogiendo un ene ,&0 conveniente que sabe que puede derrotar. Ellos
no ven la oposición ¡la guerra de Irak como cobardía; ellos la ven como
coraje. como una fo . a de sentar su posición en contra de la desafiante
administración Bu ..
Hay dos posi es explicaciones para el gran distanciamiento
trasatlántico de lo.. edios de comunicación. Una es que los medios
europeos tienen un . erverso sesgo anti·norteamericano que los lleva
a distorsionar las n .icias. incluso en países como el Reino Unido don·
de los dos princip¡ tS partidos son partidarios de Bush y apoyan el
ataque a Irak. La . a es que algunos medios de los Estados Unidos
-que operan en un ,mbiente en el cual todo el que cuestiona la políti·
ca exterior de la ad . inistración es acusado de no ser patriótico- han
interpretado que SI tarea es vender la guerra en vez de presentar una
mezcla de informa, pn que puede poner en cuestionamiento la justifi·
cación de la guerra·
Entonces ¿cuál e ellas es la explicación? Yo he hecho el reportaje.
usted decide.

290
Canales de influencia
Ma"o 25 de 2003

Las manifestaciones a favor de la guerra. por mucho. no han atraÍ-


do tanta gente como las manifestaciones en contra de la guerra. pero
sí han sido muy vehementes. Una de las más impactantes tuvo lugar
después de que Natalie Maines.la cantante principal de Dixie ehicks.
criticara al presidente Bush: una multitud se reunió en Lousiana para
ver a un tractor de 33 000 libras aplastando una colección de discos
compactos. casetes y otras parafernalias de las Dixie ehicks. Aque-
llos que están familiarizados con la historia europea del siglo xx sa-
ben que eso recuerda pavorosamente ... Pero como dijo Sinclair Lewis.
eso no puede pasar acá.
¿Quién ha estado organizando esas manifestaciones pro-guerra? La
respuesta. al parecer. es que estas han sido promovidas por agentes
importantes de la industria de la radio. con nexos muy cercanos a la
administración Bush.
La destrucción de los discos compactos fue organizada por KRMD
que es parte de eumulus Media. una cadena radial que ha sacado a
Dixie ehicks de sus listas. Sin embargo. la mayoría de las manifesta-
ciones de apoyo a la guerra a lo largo y ancho de! país han sido orga-
nizadas por emisoras de propiedad de elear ehannel eommunications.
un gigante con base en San Antonio. que controla más de 1 200 emi-
soras y tiene un dominio creciente sobre las ondas aéreas.
La compañía argumenta que las manifestaciones. que se hacen bajo
e! nombre de Campaña por Norteamérica. reflejan la iniciativa de
emisoras individuales. Pero esto es improbable: de acuerdo con Eric
Boehlert. que ha escrito en Salan artículos reveladores sobre elear
ehannel.la compañía es bien conocida -y ampliamente odiada- por
ejercer con mano de hierro un fuerte control centralizado.
Hasta ahora. las quejas sobre elear ehanne! se han enfocado en
sus prácticas empresariales. Los críticos dicen que ella usa su poder
para exprimir a las compañías disqueras y a los artistas y que contri-
buye a que la música que se emite sea cada vez más insulsa. Pero aho-
ra parece que la compañía está usando su influencia para ayudar a una

291
PAUL KRUGMA

de las partes de disputa política que está causando profundas divi-


siones en el intel r de la nación,
¿Por qué una mpresa del sector de los medios de comunicación se
involucraría de, ta manera en la política? Podría ser, por supuesto.
una simple cues ón de convicfiones personales por parte de los ad-
ministradores. 1 ro también hay buenas razones para pensar que
Clear Channel- ue se volvió un gigante sólo en los últimos años.
después de que j Ley de Telecomunicaciones de 1996 removiera mu-
chas restriccioru existentes sobre la propiedad de los medios de co-
municación- qll e ganar pmltos con e! partido que está en e! poder.
Por una parte. ,ar Channel está sintiendo un poco de presión: está
siendo demand a por acusaCiones de que amenaza con reducir la
emisión al aire .los artistas que no hacen giras con su división de
conciertos. e ine sive hay algunos políticos que quieren echar para
atrás la desregu ción que hizo posible e! gran crecimiento de esta
compañía. Por (1 parte. la CQmisión Federal de Telecomunicaciones
está estudiando ofundizar la desregulación lo cual permitiría que
Clear Channe! m xpandiera aún más. particularmente a la televisión,
O tal vez la: dencia a favor del esta tus qua tiene un foco más
estrecho, Los blf. ologistas experimentados lanzaron un 'Ajá" colec-
tivo cuando se r eló que clear Channel estaba detrás de las mani-
festaciones a [;, r de la gue~ra. porque las altas directivas de la
compañía tienen na historia con George W. Bush, El vicepresidente
de Clear Chann: s Tom Hicks. cuyo nombre puede ser familiar para
los lectores de n\ alumna, Cuando el señor Bush fue gobernador de
Texas. el señor . ks fue presidente de la University ofTexas lnvest-
,

ment Mangemeh Company.llamada Utimco. y el presidente de Clear


Channel. LowrJ[ ays, estaba ~n sujunta directiva. Bajo la dirección
de! señor Hicks, timco entregó la administración de buena parte de
los recursos de I universidad a compañías con fuertes lazos con el
partido republic~ o o con la familia Bush. En 1998 el señor Hicks com-
pró a los Texas' ngers en un 'negocio que volvió multimillonario al
señor Bush,
Algo está pa. ndo acá, No 'está totalmente claro qué es. pero una
buena aproxima ' n es que ahOra nosotros estamos viendo la siguiente
etapa en la evolu on de una nueva oligarquía norteamericana, Como

292
Vencedores y botines

Jonathan Chait ha escrito en The New Republic, en la administradón


Bush "el gobierno y los negocios se han fundido en un gran' nosotros"'.
En casi todos los aspectos de las políticas domésticas dominan los in-
tereses empresariales: "se ha nombrado un buen número de funcio-
narios medios que,., ahora supervisan las industrias para las cuales
ellos trabajaron". Nosotros deberíamos haber entendido que esta es
una calle de doble vía: si los políticos están ocupados haciendo favo-
res a las empresas que los apoyan, ¿por qué no deberíamos esperar que,
en reciprocidad, las empresas estén haciéndole favores a esos políticos,
mediante, por ejemplo, la organización, a nivel de la base, de manifes-
taciones que los beneficien?
Lo que hace esto posible, por supuesto, es la ausencia de perros
guardianes. En los años de Clinton al menor indicio de comportamien-
to inadecuado inmediatamente estallaba un escándalo: en estos días,
es más probable que quienes hacen los escándalos persigan a los pe-
riodistas que levantan preguntas. En rualquier caso, ¿no sabe usted que
estamos en guerra?

293
PARTE IV

Cuando
los mercados
se portan mal
La gente que no sabe mucho de economía con frecuencia se imagi-
na que los economistas se pueden clasificar en dos corrientes: o son
conservadores, partidarios de! libre mercado, o son liberales amigos
de los gobiernos grandes, y que estas dos corrientes nunca se deben
mezclar. Pero, de hecho, hay mucho menos desacuerdo entre los eco-
nomistas que lo que dice la leyenda. En particular, los economistas con
un enfoque político generalmente liberal. como yo, con frecuencia tie-
nen un gran respeto por la efectividad de! libre mercado.
Pero respetar los mercados no significa endiosarlos. Algunas ve-
ces los mercados se portan mal-yen los últimos años ha habido al-
gunos ejemplos espectaculares de lo que los economistas llaman" fallas
de mercado"-, con consecuencias horribles para el público.
El capítulo 12 se enfoca en la crisis energética de California de los
años 2000 y 2001, en la cual un intento de darle vía libre a las fuerzas
del mercado, levantando las regulaciones del mercado eléctrico, se
convirtió en un desastre. La naturaleza de ese desastre se mantuvo
oculta tras los rígidos prejuicios sobre la efectividad de! libre merca-
do. Para muchas personas se ha convertido en un artículo de fe --der-
tamente entre la expertocracia-- que los mercados dan e! resultado
correcto y que la regulación gubernamental siempre es mala. Enton-
ces, cuando de repente California se enfrentó a una disparada de los
precios de la energía y a apagones intermitentes, la mayoría de comen-
taristas sabían que eso tenía que ser el resultado de errores guberna-
mentales y de una "regulación equivocada" (aunque nunca tuvieron
muy claro cuáles eran esas equivocaciones). Ellos también han culpa-
do a los ambienta listas porque supuestamente han impedido que la
industria energética construya suficiente capacidad instalada.
Yo abordé e! tema con una mente abierta y, aún mejor, con suficien-
te conocimiento de economía como para encontrar algunos verdade-
ros expertos y entender lo que estaban diciendo. Muy pronto me quedó
claro que el desastre de California no había sido el resultado de una
escasez en la capacidad de producción sino de manipuladones de!
mercado por parte de los productores y comercializadores de energía.
Al principio estaba prácticamente solo reconstruyendo el caso: la
evidencia, aunque era muy clara, también era circunstancial y enfren-

297
PAUL KRUGMA

taba los prejuici , prevalecientes. Pero eventualmente la evidencia


salió a flote y se 'lvió convincente hasta para los no economistas: se
encontraron me .orandos con detalles sobre las estrategias para
jugarle tretas al 'ercado. e incluso grabaciones de los comerciantes
diciéndole a los o 'eradores de las plantas generadoras que las apaga·
rano En ese punt,:quedó claro que se había realizado un enorme ata-
que al mercado a lena luz del día, y casi nadie estaba dispuesto a creer
lo que había paso , O.
¿Por qué esta 'a la gente tan dispuesta a creer que la crisis de Ca-
lifornia había sid ,causada por los ambientalistas cuando nunca hubo
una sombra de ev ~encia en este sentido? Relacionémoslo con otro mito
existente sobre l' ncompatibilidad entre el libre mercado y la protec-
ción ambiental. 1 ~ hecho, hay una cosa que tienen en común los am-
bientalistas extr os y los partidarios radicales del libre mercado y
es que creen que 'buena economía y los valores ambientalistas no se
pueden conciliar. ' ero eso no es verdad: los libros de texto de econo-
mía nos dan mu ,buenas razones para proteger el medio ambiente,
reconociendo qu; :1daño ambiental es un costo tan real como los gas-
tos monetarios 1 "5 convencionales. Los economistas, incluyéndome.
con frecuencia cti,can la forma en que funcionan las políticas ambien-
talistas, pero es 1 a crítica dirigida a los medios más que a los fmes:
una regulación I s inteligente no significa menor protección para el
medio ambiente,
Pero nuestro íderes políticos actuales, aunque algunas veces ha-
blan de hacer m : inteligente nuestra política ambiental. parece que
lo que quieren es ener menos regulaciones de cualquier tipo. De he-
cho, la administr "ión Bush es increíblemente anti-ambientalista tal
vez porque much sde sus miembros -y mucha de la financiación de
su campaña- pr . edió de industrias extractoras (petróleo, carbón,
madera, etc.). El, 'pítulo 13 describe las políticas anti-ambientalistas
de la administrac •n, en conjunto con la inevitable deshonestidad que
se usó para enClI! :ir esas políticas.
En el último, _pítulo de esta sección se le da una corta mirada a
una gran tema: :fracaso de las políticas de libre mercado en otros
países. Justa o in stamente, buena parte del mundo cree que los Es-

298
Cuando los mercados se portan mal

tados Unidos presionan a las naciones extral\ieras a liberar sus mer-


cados y luego no asume su responsabilidad cuando las especulaciones
cambiarias y otros desastres del mercado causan grandes daños a sus
economías. En ese capítulo ofrezco algunos estudios de caso.

299
Capítulo 12

California grita
California grita
Diciembre 10 de 2002

Se suponía que la desregulada industria energética de California.


m la cual los productores pueden vender tanta electricidad como el
tráfico puede soportar. daría lugar a una oferta de energía más barata
ymás limpia. Por el contrario. el estado está sufriendo una escasez de
~rgía tan severa que el gobernador apagó las luces del árbol oficial
Ik navidad - una escasez que ha probado ser muy rentable para las
compañías energéticas y que ha levantado sospechas sobre posiblrs
manipulaciones del mercado-.
la experiencia hace surgir preguntas sobre la desregulación. Y. en
trrminos más amplios. nos está poniendo en alerta sobre los peligros
«confiar ciegamente en los mercados.
Es derto que parte del problema de California es un aumento ínes·
~ado de la demanda de electricidad. derivado del auge económico.
Es posible que la crisis se hubiera presentado incluso sin la desregu.
dón.
Pero probablemente no. En las malas épocas pasadas. las compa ·
, seon poderes monopólicos tenían garantizada una buena ganancia
aúnsi la industria tenía exceso de capacidad. Por lo tanto. acumulaban
ás capacidad de la que necesitaban. suficiente para dar abasto ruano
do la demanda aumentaba inesperadamente. Pero con el mercado
regulado. en el cua l los precios fluctúan constantemente. las como
ñías sabían que si elJas invertían más de la cuenta. los precios y las
nancias caerían. Por lo tanto. eran readas a construir nuevas plan·
s - razón por la cual una fuerte demanda inesperada ha llevado a
asez de energía y a grandes aumentos de precios-o
Usted podría decir que en el largo plazo eso no implica ningún
blema. Construir más capacidad de generación era costoso yesos
tos serían transferidos a los consumidores: mientras los precios
edan fluctuar. en un sistema con menos excesos de capacidad. en
medio. los consumidores pagarán menos. De hecho. la economía
texto sugiere que es bueno que los precios de la electricidad ascien·
ncuando hay escasez de energía: eso es lo que le da un incentivo a

J()3
PAUL KRUGMAN ,

las compañías d nergía para invertir. y. por lo tanto. uno podría ar-
gumentar que nos necesaria ninguna intervención del gobierno. que
las regulaciones ue imponen un tope a los precios de la energía em-
peoran el problen . y que deberíamos basarnos en la competencia del
mercado para re :Iver la crisis.
Pero. ¿qué tar 'ompetitivo ~s el mercado de la electricidad? Lo que
hace que la actu crisis energética de California sea políticamente
explosiva es la s( :pecha de qu~ 110 se trata únicamente de inadecua-
dos niveles de ca cidad de proflucción sino también de precios infla-
dos artificialmen
¿Cómo pued uncionar la manipulación de! mercado? Supongan
que es un mes de. Iio muy caliente. e! aire acondicionado está funcio-
nando a plena Cl¡ . cidad a lo largo y ancho del estado de California y
la industria ener 'tica está operando cerca de sus límites de capaci-
dad. Si. por cual ier razón. una porción de esa capacidad se cayera
de repente. la es< sez resultante dispararía los precios al por mayor
de la e!ectricida Es dem. un gran productor podría aumentar sus
¡

ganancias invent pdose proble(l1as técnicos que apagaran algunos de


sus generadores :que. en consecuencia. incrementaran los precios de
aquella energía q .e sí está proquciendo.
¿Fue esto lo q e pasó en re"lidad? Un artículo reciente publicado
en el National Bt 'fau ofEconomic Research. escrito por Severin Bo-
renstein. James 'shnell y Frank Wolank. cita evidencia de que exac-
tamente esta fue 'clase de manipulación del mercado que tuvo lugar
en Gran Bretaña ntes de 1996 yen California durante los veranos de
1998 y '999·
Uno normal 'nte no esperaría que esto sucediera en meses más
fríos. cuando la manda es más baja. Aún así. los funcionarios del
estado de Califor ,Cia. con justa razón. tienen sospechas sobre las cau-
sas de la actual ( 'sis energétiqa de California -una emergencia que
se precipitó por :extraño hecho de que cerca de una cuarta parte de
la capacidad de neración de ~nergía del estado está fuera de servi-
cio como resulta pde arreglos programados o de daños-.
Es posible q 'las compañías energéticas de California no estén
manipulando los \ecios de la ellergía. Pero claramente ellos tienen los
medios y los ince "livos para hacerlo: y uno tiene que preguntarse por

304
Cuando los mercados se portan mal

qué quienes redujeron las regulaciones de este mercado, no se preocu-


paron por esto, y por qué no se hicieron preguntas en apariencia ob-
vias sobre si el mercado que se proponían crear en realidad funcionaría
como estaba anunciado,
Tal vez esa es la lección más general que deja este caos: no nos apu-
remos a buscar soluciones de mercado cuando hay serias dudas sobre
si el mercado va a funcionar. Tanto el análisis económico como la ex-
periencia británica han hecho sonar campanas sobre el esquema de
desregulación de California: pero esas alarmas están siendo ignora-
das por los entusiastas de las soluciones de mercado en campos que
van desde la cobertura de los seguros para las medicinas prescritas,
hasta la educación.

305
La cosa irreal
Febrero 18 de 2001

"La traición nca prospera, ¿cuál es la razón?" preguntó Sir John


Harrington. "Pu que si ella prqsperara nadie se atrevería a llamarla
traición". Una v .ión moderna diría: "La desregulación nunca falla,
¿entonces de qu' se trata? Que cuando falla decimos que no dio la
talla" .
El caos energ tico de California nos da una lección sobre los ries-
gos de la desregul ción. Se suponía que la magia de los mercados libres
proveería energí abundante, barata y limpia; pero, por el contrario,
el estado se enfn,r t,a no sólo a escasez y a precios disparados sino tam-
bién a insístentedemandas para que se relajen las normas sobre la
calidad del aire. 's únicos puntos que aún brillan en el estado -Iite-
ralmente-- son al únas pocas ciudades, incluyendo Los Angeles, que
poseen sus propl s sistemas de generación de energía.
Aun así, un e ro creciente de personas niega que la des regulación
hubiera tenido la Ipa de la crisis. De acuerdo con lo que parece es-
tarse volviendo s biduría convencional, algunos burócratas entrome-
tidos evitaron qu'e1 estado tuviera una verdadera" desregulación",
creando en su lug r un sistema híbrido que combina las peoreS carac-
terísticas de amb ~ mundos, Es una visión reconfortante: dejemos que
los verdaderos cr }'entes de la infalibilidad del libre mercado persis-
tan en su fe y que <ltros estados continúen diciendo que una crisis así
no les puede suce er a ellos.
Al analizar 1'1 firmación de que la desregulación de California no
dio la talla se encu )ltra que, aunque la desregulación fue en efecto muy
defectuosa, esos d Jectos no fueron los que causaron la catástrofe ener-
gética.
Para entende ]as limitaciones de la desregulación californiana
recordemos que s paró la industria energética en dos partes. Por un
lado están los gen hdores, que en su mayoría son propiedad de com-
pañías de fuera d l;estado, que producen energía y se la venden al por
mayor a empresa -pe servicios públicos, las cuales venden energía al
por menor a los.: nsumidores.

306
Cuando los mercados se portan mal

Un aspecto en el cual California no eliminó totalme)1te las regula-


ciones fue que mientras los precios del mercado mayorista no estaban
controlados, los precios que las empresas de servicios públicos le co-
braban a los consumidores seguían siendo fijados por el estado. Esto
significaba que incluso cuando una escasez de energía enviaba al cie-
lo los precios al por mayor, los hogares y las empresas no tenían nin-
gún incentivo financiero para ahorrar energía. La historia de los
controles a los precios al por menor es un poco confusa. Se puso como
una medida temporal para favorecer a las empresas de servicios pú-
blicos, permitiéndoles ganar unas utilidades adicionales en un momen-
to en que se esperaba que los precios de la energía al por mayor
bajaran. Pero después resultó que la rigidez de los precios al por me-
nor le dificultó al estado manejar la crisis.
Pero. ¿hubiera hecho una gran diferencia si esos precios no hubie-
ran estado fijados? Toda la evidencia sugiere que para reducir la de-
manda lo suficiente como para lograr eliminar los actuales faltantes de
energía, los precios al por menor hubieran tenido que aumentar enor-
memente -aumento que hubiera sido políticamente inaceptable-. De
hecho, el congelamiento del precio al por menor se eliminó en San
Diego antes de que estallara la crisis. Pero cuando repentinamente los
precios se triplicaron, una tormenta de indignación pública forzó la
imposición de nuevos controles.
Otro punto en el cual la desregulación fue incompleta fue que los
reguladores no dejaron que las empresas de servicios públicos hicie-
ran contratos a largo plazo de compra de energía, forzándolas a com-
prar energía en un mercado spot, de entrega inmediata, de corto plazo.
Los altísimo precios del mercado spot quebraron a las empresas de
servicios públicos y están forzando al gobierno estatal a gastar billo-
nes en mantener el fluido eléctrico. Si las empresas de servicios públi-
cos hubieran asegurado grandes cantidades de energía a precios más
bajos, no estarían ahora en quiebra -pero estaría, de todas formas, con
una hemorragia monetaria-o
Mientras los contratos de largo plazo podrían haber pospuesto el
día en que se hubiera reconocido la realidad financiera, ¿hubieran re-
sultado en oferta de más energía al mercado? Unos dicen que sí, otros
dicen que no; si buena parte de su producción estuviera bajo contra-

307
PAUL KRUGMAN .

tos de largo plaz·los generadores tendrían menor poder de mercado


-esto es. menor i e ntivo para r~stringir la producción con miras a au-
mentar los preciocorrientes-. Las plantas generadoras. por supues-
to. niegan estar n :iendo esas maniobras. a pesar de que hay evidencia
circunstancial dé \le sí lo están haciendo. Si nosotros aceptamos esas
negativas. los co tratos de largo plazo no hubieran hecho nada para
evitar la actual e .asez de ener~ía.
y. en cualquCcaso. ¿de quién fue la idea de evitar los contratos?
:e
En 1999 alguna:; las principales empresas de servicios públicos
solicitaron autori' ación para firmar esos contratos. Grupos de consu-
midores que inici lmente tenía!] dudas. finalmente apoyaron esta pe-
tición. Pero los fguladores la negaron. en buena parte porque
cualquier cambio en las reglas para permitir esos contratos generaba
una oposición fer Z por parte de. sí. usted adivinó. los generadores.
Hay un mito en f • ación. el cual pinta a California como la víctima.
no de los males ca sados por la desregulación. sino del cuasisocialismo
de los políticos ql ~ no dieron la: oportunidad de que la desregulación
funcionara. Esto ofue lo que pasó. Los defensores de la desregula-
ción deberían d~j I de dar excusas y mirar seriamente qué fue lo que
falló.

308
El precio de la energía
Marzo 24 de 2001

Bienvenido al cartel de California. Un informe de la semana pasa-


da hecho por el Independent System Operator. quien maneja la red
energética de California. hizo una declaración más o menos oficial: la
crisis energética del Golden State es parcialmente consecnencia de una
manipulación del mercado por parte de los generadores de energía. El
informe alega que los generadores le pusieron tarifas muy altas a las
empresas de servicios públicos estatales, que son las que distribuyen
la energía entre los consumidores, dando lugar a sobrecostos para las
empresas de servicios públicos por valor de más de 6 billones de dó-
lares en un período de 10 meses.
Es casi seguro que el reporte será ignorado por las autoridades fe-
derales. Pero en un minuto volveremos a ese tema. En primer lugar,
hay un par de cosas que necesito aclarar sobre lo que dice ese reporte.
El Independent System Operator no está diciendo que las plantas
generadoras de energía hayan hecho parte de una amplia conspiración.
En realidad yo no debería haber usado la palabra" cartel" en la primera
frase. Los generadores no tuvieron que conspirar: la lógica de la situa-
ción hizo casi irresistible para cada compañía individual manipular el
mercado. De hecho, para creer que los generadores no se involucraron
en manipulación del mercado uno tiene que creer que o ellos son san-
tos o muy malos para los negocios, porque estarían dejando pasar una
oportunidad obvia para aumentar sus ganancias.
Imagínense la situación: es un verano caliente, y el mercado de
energía de California está muy apretado. Usted es uno de un puñado
de grandes agentes que venden energía al por mayor. Es seguro que la
idea se le tiene que ocnrrir: ¿qué pasaría con los precios de la energía
si una de mis plantas de repente se dañara? y cuando las compañías
actúan con base en ese pensamiento... bueno, usted se imagina la si-
tuación.
También es importante entender que las acnsaciones que se hicie-
ron cuando estalló la crisis, con respecto a que las compañías de ener-
gía estaban reteniendo electricidad para aumentar los precios, no

309
PAUL KRUGMAN

surgieron de la na a; este no es un caso en que los políticos comiencen


de repente a busca chivos expiatorios. Por el contrario. los economis-
tas estaban levant -do banderas rojas sobre la posibilidad de que hu-
biera manipulació del mercado mucho antes de que las aflicciones de
California llegarm a los titulares de la prensa. De hecho. algunos eco-
nomistas advirtie n sobre este hecho incluso antes de que California
levantara las regu áciones de este mercado: ya había clara evidencia
de que el "poder d mercado" era un problema en Gran Bretaña. país
que empezó a expe ¡mentar con desregulaciones y privatizaciones años
antes de que esta t ndencia llegara a Norteamérica.
y la evidencia ue surge de las investigaciones se sigue acumulan-
do. Justo antes d 'que saliera el informe dellndependent System
Operator. los ecol amistas Paul Joskow y Edwrd Kahn pusieron en
circulación un esll dio que encontró sólida evidencia a favor de que el
"ejercicio del pod de mercado" jugó un papel importante en el au-
mento de los preci ~ de la energía eléctrica durante el verano pasado.
Aun así. hay t das las razones para creer que Washington o.c.
tendrá oídos de so do ante esta evidencia. Como lo explicó un artícu-
lo publicado el vier -es pasado en este mismo periódico. la Federal Ener-
gy Regulatory CI) . mission. (FERC. Comisión Federal Reguladora de
Energía). que se s;¡ pone actúa como el perro guardián de la industria
energética. última cente parece más el perrito faldero. Yo quedé parti-
cularmente impac: <lo con el reporte de los funcionarios de la FERC que
encontró que las e mpañías energéticas de California "tenían la posi-
bilidad de ejercer Jpoder de mercado ". pero no pudo concluir si en
realidad usaron es 'poder. Como ya dije. esos generadores de energía
deben ser santos muy malos hombres de negocios.
¿Qué deberían star haciendo los reguladores? Soy escéptico hacia
las propuestas de acer que los generadores paguen grandes multas;
no es claro que un '. pueda encontrar cuál compañía fue responsable
de qué parte del¡lIblema. o incluso que las compañías hubieran he-
cho algo ilegal. Lo que la FERC podría hacer es imponer un tope .tem-
poral a los precios 1por mayor. Esto limitaría el daño financiero que
se le hace a Califo ia ~l gobierno estatal está gastando actualmente
más de un billón d Hólares al mes para subsidiar las compras de elec-
tricidad-. Yen un • ercado en donde "ejercer el poder de mercado" es

310
Cuando los mercados se portan mal

un factor importante. un tope al precio al por mayor puede en realidad


aumentar la oferta. porque las compañías generadoras de energía ya
no tienen el incentivo para retener energía con el objetivo de aumen-
tar su precio.
Pero esto no va a pasar. Culpen a la ideología obsesa con el libre
mercado o a la influencia política de las compañías energéticas (mu-
chas de las cuales tienen su base. sí. en Texas). Cualquiera que sea la
razón es difícil imaginarse una administración que tenga menos pro-
babilidad de simpatizar con las promesas hechas a California. que la
que actualmente está en el poder.
y si esta indiferencia enfurece a California. así debe ser.

311
" El verd~dero lobo
Abril 29 de 2001

Recientemente recibí una carta de un economista que yo respeto,


regañándome por 1 is columnas "naderistas" sobre la crisis energéti-
ca de California. É.simplementeno creía que la manipulación de los
mercados por pan l1e las compañías generadoras de energía pudiera
ser un asunto tan' .uportante: todo esto le sonaba como la clase de
cosas que uno le o ca los izquierdistas, que culpan al capitalismo sal-
vaje de todos los p ~blemas, desde la pobreza del tercer mundo hasta
los altos arrendam entos de los apartamentos. La izquierda ha grita-
do tantas veces "i ·Lobo!" que la gente sensata ha aprendido a pasar
por alto estas alar as.
Pero ahora un •uténtico lobo ha llegado, y su comportamiento
depredador está h ~iendo un daño terrible al estado más poblado del
país -y nadie lo v ~ creer-o
En verdad, Cal fomia se estaría encaminando a un verano con ra-
cionamientos de en rgía aunque n~nca hubiera hecho la desregulación.
E incluso si en la p ~ctica hubier~ habido competencia en el mercado
de energía al por, )or, los precios en ese mercado se subirían en los
períodos de picos d )emanda, transfiriendo billones de dólares de los
contribuyentes o d ~los consumidores a los generadores.
Pero ahora hay -yidencia abrumadora que muestra que, en la prác-
tica, no hay suficie "te competencia en el mercado energético de Cali-
fornia, y que los ac "s de los generadores para "manipular el sistema"
han magnificado:, 'ucho la crisi~. El hecho clave es que, de alguna
manera, Californf ¡ha seguido en una situación más o menos conti-
nua de escasez de hergía y de muy altos precios al por mayor, inde-
pendiente del ni ~l de la demanda. Temerarios apagones han
mantenido el mer ~do de la electricidad convenientemente -y muy
rentablemente- ca 10 de oferta, incluso en épocas de baja demanda,
en las cuales debe ~n haber fuentes de exceso de capacidad.
Como lo ha señ Dado Frank Wolak, el economista de Standford que
también asesora a 1jred energética del estado, un apagón en una planta
de energía se pare! ~ mucho a cuando un empleado llama a decir que

312
Cuando los mercados se portan mal

no va al trabajo porque está enfermo. Usted no puede determinar di-


rectamente si él está realmente enfermo o si ha decidido faltar al tra-
bajo por otra razón. pero sí puede buscar evidencia circunstancial. Y
esa evidencia ha convencido al señor Wolak de que "los generadores
usaron estratégicamente los apagones forzosos para retener capaci-
dad" -visión que es compartida por un número creciente de otros
investigadores-o
Esto nos lleva al último paso dado por la FERC. El miércoles. apa-
rentemente. la Comisión decidió darle un alivio a California. e im-
puso unos precios tope al mercado de la electricidad en este estado.
Digo "aparentemente" porque entre uno más mira el plan. parece
menos probable que vaya a ser de alguna ayuda. De hecho. la medi-
da fue aprobada en una votación de 2 a \. con William Massey --el
comisionado que ha estado pidiendo la imposición de controles de
precios- votando en contra de la propuesta porque él cree que no va
a ser efectiva.
¿Cuál es el problema con el plan de la Comisión Federal Regula-
dora de Energía? En primer lugar. le pone tope a los precios sólo en
condiciones de emergencia -ignorando el hecho de que los precios de
la energía han estado en niveles dificiles de explicar incluso cuando no
ha habido emergencia-o En efecto. el plan fue hecho como si el merca-
do de electricidad fuera realmente competitivo. a pesar de que toda la
evidencia indica que no lo es.
Segundo. incluso esos precios tope de emergencia están llenos de
vacíos. lo cual abre muchas oportunidades para lo que el señor Wolak
llama "lavandería de megavatios" -vender energía a compañías afi-
liadas. que por una u otra razón están exentas de controles de precio
(por ejemplo. los controles no aplican a las "importaciones" de los es-
tados vecinos). y después revenderla al mercado californiano-o Severin
Borenstein. del Instituto de Energía de la Universidad de California.
añade que. como el precio que se permite cobrar depende de los cos-
tos de generación de la planta menos eficiente. los generadores tendrán
claros incentivos para producir de manera ineficiente: "Yo predigo que
encontraremos algunas plantas que nunca hemos oído nombrar. que
de repente entran de nuevo en operación y que serán bastante
ineficientes" .

313
PAUL KRUGMAN

El veredicto ge oral parece ser que este no es un plan serio, Ya se


han hecho propues liS serias sobre cómo mitigar la crisis -de hecho,
el otoño pasado el sfior Wolak remitió una propuesta que fue bien re-
cibida por otros eXl ertos- pero la FERC las ha ignorado todas,
La interpretació ;cándida es que la FERC todavía no puede creer que
esta vez el lobo sí ~ reaL La interpretación no caritativa es que las
acciones de la ser 'na pasada estaban destinadas al fracaso, Una
página web de nOlÍ ~as llamada rhe Nedley Report llama al plan de
la FERC "un gran ~I ~cicio de pose,: que carece de sustancia alguna [",1
un inteligente paso emporal de la administración Bush para desviar
cualquier tormenta política que pueda surgir del desastre",
Cualquiera qu ~ea la explicación, el hecho es que la Comisión
Federal de Regula 6n Energética y la administración todavía tienen
que ofrecerle a Cal únia un alivio significativo,

314
Encendiendo a California
Junio 27 de 2001

Se suponía que los californianos. con toda su prosa confusa sobre


conservación y su hostilidad hacia la "gran energía". se pasarían todo
este verano sofocados en la oscuridad. Pero los eventos no están suce-
diendo como estaba escrito. El verano ha comenzado y hasta el momen-
to la oferta de energía ha sido la adecuada -y los precios han estado
en niveles bastante razonables-o De hecho. en los últimos días la elec-
tricidad al por mayor, que con frecuencia a estas alruras del año pasado
era vendida a 750 dólares por megavatio/hora. se ha estado vendien-
do a menos de cien dólares. y algunas veces a menos de 50.
Todo el mundo parece reacio a comentar estas buenas noticias. por
miedo a que decir algo optimista se pueda convertir en una profecía
autodestructiva. y todavía es posible que las cosas se pongan muy mal.
De todas maneras. el contraste entre las pésimas expectativas y la si-
tuación relativamente benigna requiere una explicación.
Ulla gran razón para la mejor situación energética de California
es la conservación. Teniendo en cuenta la temperarura. los consumi-
dores californianos están usando entre 5 y 10% menos electricidad de
lo que se esperaba.
Otra razón es la fuerte caída en el precio del gas natural, que es una
parte importante del costo de generar energía. Hablaremos más de ese
tema en un minuto.
Sin embargo. el principal factor que explica el cambio en la sirua-
ción energética de California es que las plantas generadoras están
funcionando de nuevo. En marzo. cuando los aires acondicionados
estaban apagados. debería haber habido mucho exceso de capacidad
de generación. Pero cerca de 15 000 megavatios. un tercio de la capa-
cidad del estado, misteriosamente no estaba disponible, Ahora la ca-
pacidad que no está disponible es menor a 4 000 megavatios.
¿Por qué están funcionando de nuevo las plantas de energía del
estado de California? O. de manera más específica. ¿por qué no esta-
ban funcionando cuando el estado estaba desesperado por la escasez
de energía y los precios estaban mucho más altos que ahora?

315
--
·
""

PAUL KRUGMAN

Muchos econq :istas aceptall ahora la respuesta incómoda: las


plantas generadora "deliberadamente retuvieron energía para aumen-
tar aún más los pI' ios. Hasta hace poco la evidencia sobre esta ma-
nipulación del mer )do era puramente circunstancial: pero ahora se
ha reforzado por e ~estimonio directo de antiguos empleados de un
generador. ~_
Entonces. ¿por ~'ué se termin~ la manipulación del mercado? Los
generadores ahora- tán vendiendo buena parte de su producto bajo
contratos de largo ~azo con el estado. lo cual reduce el incentivo para
aumentar los preC'i ~ del mercado. Pero. probablemente. la principal
respuesta es que el ~:tenso escrutil1io público. que culminó en la recien-
te decisión de las .~ "toridades reguladoras federales de imponer pre-
cios tope. ha conv ~ cido a los generadores de que es mejor que se
porten bien (Los d )lIes sobre los precios tope pueden ser menos im-
portantes que la ~ -al de que los reguladores. finalmente. están pre-
parados para hace :¡:Umplir algu)1as regulaciones).
La historia del as natural es similar. El año pasado. El Paso Na-
tural Gas. que con tola uno de los principales gasoductos que surte a
California. le dio t iJa buena parte de la capacidad de ese gasoducto
en leasing a su pro ~ subsidiaria de mercadeo. Esa subsidiaria ha sido
ampliamente acus lIa de usar su control sobre el gasoducto para rete-
ner gas fuera dd l ' rtado de California y causar así un aumento en
los precios. La col' 'añía niega la acusación y dice que un documento
interno. que habla: bre la "habilidad de influenciar el mercado físico
en beneficio de su ¡pOSición financiera o hedgil1g". no estaba dicien-
do lo que parece ~ cir, Pero a finales de este mes. cuando expiró el
leasil1g. rápidame fe los precios en California cayeron un 50%,
y de esta mall ~a. más pronto de lo que todos esperaban. parece
haber quedado atr ); lo peor. Una sequía o una ola de calor aún pue-
den causar apago ~s intermitentes. Pero el tiempo está del lado de
California: en un, :pocas semapas unas nuevas plantas de energía
entrarán en funcC ~amiento. yen el curso de los próximos 18 meses
muchas más. '"
El gran perde~ e de todo esto -siempre hay alguien que se perju-
dica incluso con la ~buenas noticias- es. por supuesto. Dick Cheney.
~

316
Cuando los mercados se portan mal

el arquitecto del plan energético de la administración Bush. Recuer-


den que el señor Cheney se mofaba despectivamente de la conserva-
ción como un mero" signo de virtudes personales" y reprochaba
seriamente a la personas que pensaban que los controles de precios
ayudarían. Ahora. de repente. las cosas parecen mejorar porque los
controles de precios y la amenaza de mayor intervención por parte del
gobierno ha evitado que los productores manipulen el mercado.
En otras palabras. resulta que el señor Cheney -quien se siente
muy orgulloso de su implacable realismo-estaba inocentemente apar-
tado de la realidad. Y los verdaderos realistas fueron esas personas
tontas que pensaron que California podría resolver su crisis ahorran-
do energía y demandando a los productores de la misma.

317
Enron cae al agua
Agosto 17 de 2001

Aquién destru rían los dioses. fue lo primero que apareció en la por-
tada de Business liek. Cuando la edición del!2 de febrero mostró en
su portada una fo <) de Jeffrey Skilling. todos supimos que cosas ma-
las estaban a pun Q de pasarle tanto a Enron como a su nuevo geren-
te. Eljueves. el se ar Skilling renunció por "razones personales". Al
día siguiente ace ó que la más importante de esas razones persona-
les era la disminu Ión del 50% que había sufrido el precio de la acción
de Enron desde er ero.
¿Es esta fábul' _de expectativas extravagantes frustradas. la clase
de historia que s ha vuelto muy común últimamente? No. este caso
tiene una impor!: ncia muy grande. Enron. compañía que tiene base
en Houston. está la vanguardia de un poderoso movimiento que es-
pera "financializ ¡'" (término de Enron) prácticamente todo ~sto es.
comerciar casi to o como si fueran opciones de acciones-o
Ese movimit'rto abarca tanto la política como los negocios, y la
compañía no ha ido tímida en usar sus conexiones políticas para
avanzar en su caa :a. Con la llegada de George W. Bush a la Casa Blan-
ca ~n buena pare gracias a Enron. que fue importante promotor de
la campaña- el ú'co límite parecía ser el cielo.
Pero la "finar éialización" parece más y más un movimiento que
se ha sobre-estirn do a sí mismo.
Enron era ori inalmente una compañía que transportaba gas natu-
ral a través de ti '-gasoducto y. como todas esas compañías. estaba
envuelta en una e, misa de fuerza regulatoria. Sin embargo. a mediados
de la década de lo -años ochenta. los mercados de gas se dejaron libres.
situación que el g rente de la época. Kenneth Lay. quien ahora ha vuel-
to a reemplazar -señor Skilling. vio como una gran oportunidad.
Él transforma Enron de una compañía que transportaba BTU en
una que repartía -antratos. COmo lo escribe BusinessWeek.la compa-
ñía se volvió "rn s parecida a Goldman Sachs que a Cosolidated Edi-
son". Enron se e virtió en el principal agente creador del mercado de
la nueva industri -_ del gas natural libre de regulaciones. Como la des-

318
Cuando los mercados se portan mal

regulación funcionó bien para el gas natural, el cual se fue convirtien-


do de manera creciente en el combustible preferido por la nación, el
nuevo rol de Enron era muy rentable.
Después del gas, vino la electricidad. Como la desregulación de
las fuentes de energía entró en furor a lo largo y ancho de los Estados
Unidos, Enron asumió un importante papel como comisionista del
comercio al por mayor de electricidad. Pronto la compañía estaba bus-
cando nuevos mundos para conquistar, incluyendo la oferta de agua,
cables de fibra óptica para banda ancha, almacenamiento de datos e
incluso espacios para publicidad.
Después las Cosas empezaron a ir mal. Cuando quedó claro que
los gobiernos eran reacios a entregar un tema tan crucial como la ofer-
ta de agua a la magia de la mano invisible, Enron se salió de este ne-
gocio. Ylos escépticos encontraron una amplia justificación a su falta
de fe cuando la desregulación de la electricidad, que se suponía que
sería una historia de éxito garantizado, cogió estruendosamente por
mal camino en California.
Los verdaderos creyentes insisten en que la crisis energética de los
años 2000 y 2001, que le transfirió diez billones de dólares de los con-
tribuyentes a las compañías de generación de energía -y también unos
cuantos dólares a Enron -no constituye un veredicto sobre la desregu-
lación, sino que todo fue culpa de políticos entrometidos que no deja-
ron funcionar el mercado. Pero esta afirmación no es particularmente
convincente, principalmente porque no es verdad. La verdadera lección
de la catástrofe californiana fue que las preocupaciones que hacían que
la regulación fuera importante- el poder monopólico y la amenaza de
manipulación del mercado- son, aún hoy en día, asuntos reales.
Los gobiernos estatales y locales, que están en alerta por lo que
pasó en California, de ahora en adelante serán mucho más cautelosos
sobre la desregulación. Eincluso hay un movimiento para volver a re-
gular el mercado de la electricidad. Yeso significa menos oportunida-
des para Enron, cuyo precio de acción depende de la expectativa de que
la compañía pueda seguir encontrando nuevas Californias para con-
quistar.
Por supuesto, la gente que Enron puso en la Casa Blanca aún está
ahí y parece que no ha aprendido nada de la crisis de California. Es

319
PAUL KRUGMAN

verdad que la adl. inistración Bush a veces cede con respecto a sus
principios de libre. ercado -cree, por ejemplo, que los productores de
energía necesitan ·iJbsidios gigantescos, aunque la escasez mostró la
poca efectividad _e esos subsidios para corregir las situaciones de
escasez que se su -·onía que ellos evitarían (una reciente historia de
carátula de Barro )¡ advirtió sobre "los excesos de energía que se ave·
cinan"-.
Pero, de todas maneras, la fe de la administración en los mercados
absolutamente de .regulados siguen inalterada. El nuevo director de la
FERC -la agencia vigilante que sospechosamente se negó a hacer su

trabajo en Califor 'a- es, usted adivinó, un texano con cercanos lazos
con la industria eergética. Yla administración sigue creyendo que la
"financializaciónes la forma en que se deben manejar todos los asun·
tos, desde los bo ós de los colegios hasta la seguridad social.
Pero está equ ocada. Esperemos que no se necesite una cadena de
catástrofes para: ~render que hay límites en lo que el mercado puede
hacer.

320
Niño gordo fumando
Mayo ¡ Ode 2002

Un chiste viejo: un campesino escucha ruidos sospechosos en su


gallinero. ¿Quién está ahí?-pregunta-. "Nosotros. los pollos" contesta
el ladrón. Y el campesino satisfecho vuelve a su cama.
Eso resume básicamente el comportamiento de los reguladores fe-
derales durante la crisis energética de California. Como lo he venido
señalando durante más de un año. hay sólida evidencia circunstancial
de que la manipulación de los mercados jugó un papel clave en esa
crisis. Las compañías energéticas tuvieron la motivación, los medios
y la oportunidad de aumentar muchísimo los precios: buena parte de
la capacidad de generación del estado se mantuvo ociosa incluso cuan-
do los precios de la energía al por mayor subieron a niveles que esta-
ban 50 veces por encima de los normales.
Aun así. los funcionarios federales, desde George W. Bush hacia
ab'1io. sólo le ofrecieron a California sermones sobre las virtudes del
libre mercado. La FERC. que se supone debe vigilar estas actividades,
no encontró evidencia de que hubiera habido un juego sucio. En parti-
cular. la FERC le preguntó a las compañías si estaban manipulando el
mercado. "¿Quiénes? ¿Nosotros?", respondieron enas -yeso fue todo--.
Mi estudio favorito, realizado por la FERC. encontró que las compañías
energéticas tenían la habilidad de ejercer "poder de mercado" y que
para ellas hubiera sido rentable hacerlo, pero que en realidad no ha-
bía evidencia de que lo hubieran hecho. iEsos ejecutivos de la indus-
tria energética deben ser unos tipos estupendos!
La importancia de los memorandos que representaron la "pistola
humeante" en el caso de Enron, que salieron a la luz pública hace unos
pocos días, es que muestran exactamente lo estupendos que eran esoS
hombres de negocios. Resulta que Enron de hecho sí estaba manipu-
lando el mercado con esquemasa los que les daban ínteresantes apodos
como Niño Gordo (Fa! Boy), Estrella Muerta (Death Star) y Quédese
Quietecito (Get Shorty). ¿Quién dijo que los negocios no son divertidos?
Estos memorandos salieron a la luz pública a pesar de la determi-
nación evidente de la FERC de no ver nada incorrecto (nosotros sabe-

321
PAUL KRUGMAN

mos que, en efe('! ~: la administración Bush permitió que Enron esco-


giera a los miem ros de la Comisión), Como lo expresó un funciona-
rio de California: ~la Comisión Federal de Regulación Energética es
como un padre (1' ~ no quiere creer que su hijo aqolescente se ha por-
tado mal. Los mé ~orandos son significativos porque son Como encon-
trar un diario en I bmorral de mi muchacho que diga 'Yo entré a robar
la licorera "', 'i
El gran riesgo ~hora es que esto se trate como una historia que sólo
involucra a Enron '):so es incorrecto: Enron era un comercializador más
que un productor oe energía y, como tal. sólo podía ejercer un impac-
to limitado sobre lbs precios de la energía. La historia más completa
involucraba maIl :ulación del mercado por parte de varios producto-
res. La evidencia :"rcunstancial de que esa manipulación tuvo lugar
es abrumadora. 'si no hubieran salido a la luz pública estos memo-
randos de "pistol ;humeante", ¿qué podríamos esperar? La historia de
Enron muestra lo ". cil que es para una compañía tapar los rastros de
sus acciones, esp í:ialmente cuando los reguladores están de su lado.
Si Enron no hubi (a perdido su poder al caer en la quiebra, ténganlo
por seguro que n ~otros nunca hubiéramos oído hablar del Niño Gor-
do o la Estrella . erta.
Hay un punt gspecífico de bnron que quiero tratar acá. Es posible
que yo haya com ado una injusticia con Thomas White, secretario de
la Armada, Él di 'gía los servicios de energía de Enron, una división
que -{) por lo me ~ ~s yo pensé que- era usada principalmente para ge-
nerar falsas utili( .des, inflando el precio de la acción de Enron. Pero
resultó que la di ~ión jugaba otro rol: crear transacciones talsas de
energía, infland nas ganancias de Enron a expensas del estado de
California. ¿Por ~é, exactamente, está el señor White todavía en su
cargo? "
p
Sin embargo, que en realidad me molesta de esta historia no es
el comportamien l) de las compañías de energía. Y tampoco es, ni si-
quiera, el compo: miento de la administración Bush -aunque la ad-
ministración no s ')0 se quedó quieta mientras a California le robaban
cerca de 30 billo 3 de dólares sino que, además, sin vergüenza algu-
na, explotó la pe ~ ria del estado para promover su propio e irrelevan-

-::;,
322
Cuando los mercados se portan mal

te plan energético (ahora. por supuesto. ese mismo plan energético es


esencial para la guerra contra el terrorismo)-.
No. lo que me molesta es la posición que han tomado muchos co-
mentaristas del mundo de los negocios y de la política: que la catás-
trofe de California no dice nada sobre los riesgos de la desregulación
ni sobre e! peligro de! amor excesivo a los mercados libres. Ellos dicen
que la culpa la tuvo la misma California por crear un sistema defec-
tuoso -un término maravillosamente vago que evita la necesidad de
explicar lo que realmente pasó-. De hecho. el principal defecto fue que
e! sistema no contenía seguros en contra de la manipulación del mer-
cado.
y estoy seguro de que habrá un claro esfuerzo para ignorar inclu-
so estas últimas revelaciones. Después de todo. ¿por qué dejar que los
hechos se interpongan en el camino de una teoría bella y políticamen-
te conveniente?

323
A plena luz del día
Septiembre 27 de 2002

"Usted es sólo no de un puñado de grandes agentes que venden


energía al por may r, Es seguro que la idea se le tiene que ocurrir: ¿qué
pasaría con los pre fios de la energía si una de mis plantas de repente
se dañara?Y cuand 'las compañías actúan con base en ese pensamien-
to ... bueno. usted$e imagina la situación".
Escribí eso en arzo de 2001. cuando la crisis eléctrica de Califor-
nia estaba en su pe t momento. Incluso los expertos con los que hablé
-<economistas qU(,- ,abían seguido de cerca la situación y que mante-
nían una mente abi ,ita-creían que las compañías de energía delibera-
damente estaban c'cando la escasez. Pero sólo en las últimas semanas.
cuando se han con "ido una serie de reportes probatorios y sentencias.
la sabiduría convel ~ional ha aceptado. a regañadientes. lo obvio.
y ese es el mis'rio real de la crisis de California: ¿cómo pudo te-
ner lugar. a plena 1r del día. un robo de 30 billones de dólares?
Es cierto que si mpre ha sido dificil probar específicamente actos
de manipulación d j mercado. Frank Wolak. de Standford. compara
las compañías de ::ergía con un empleado que se mantiene faltando
te
al trabajo porque d estar enfermo: el patrón de conducta está claro;
pero. a menos que; ted lo descubra fingiendo una enfermedad. es di-
fícil probar que él ~tá actuando oe modo malintencionado.
Pero la evidene ~ se está comenzando a acumular. Primero fueron
los memorandos (~ Enron. Después la California Public Utilities
Commission (Con {sión de Empresas de Servicios Públicos de Cali-
fornia) determinó!le la mayoría de los apagones que sufrió Califor-
nia entre noviemb,de 2000 y mayo de 2001 tuvieron lugar no porque
la capacidad de g : eración fuera inadecuada sino porque las princi-
pales compañías g oeradoras de energía mantuvieron buena parte de
su capacidad fuera de servicio. Más recientemente, un juez, emitiendo
un concepto por pe -ido de la FERC, determinó que El Paso Corporation
usó su control so 're un gasoducto clave para crear una escasez
artificial de gas na. ral.

324
Cuando los mercados se portan mal

¿Por qué creyeron las compañías de energía que se podrían salir


con la suya?
Una respuesta puede ser que los malhechores son grandes bene-
factores del Partido Republicano. Algunos analistas han sugerido que
las compañías de energía se sintieron en libertad de manipular los
mercados porque creyeron que habían comprado la protección de la
regulación federal-su mente conspiradora señaló que los severos re-
cortes de energía comenzaron justo después de las elecciones del año
2000 y terminaron cuando los demócratas ganaron el control del Se-
nado--.
Los reguladores federales ciertamente siguen determinados a no
ver ni oír nada malo y. sobre todo. a no revelar evidencia de algo malo
a los funcionarios del estado de California. Una decisión previa de la
FERC sobre El Paso era para muchos observadores un encubrimiento.
En otro caso, la compañía AES/Williams fue acusada de apagar las uni-
dades generadoras, forzando al sistema energético a comprar energía
a otras unidades de la misma compañía a precios muy altos. En abril
de 2001, La Comisión Federal Reguladora de Energía y Williams lle-
garon a un acuerdo según el cual la compañía reembolsaba el exceso
de ganancias, pero no pagaba multa -la Comisión Federal Regulado-
ra, de Energía guardó la evidencia-o La semana pasada, el noticiero CBS
News reportó que los "reguladores federales tienen bajo su poder gra-
baciones que prueban que comercializadores de Williams Energy lla-
maron a los operadores y les dijeron que apagaran la electricidad. El
gobierno guardó las grabaciones en algún lugar secreto -¿el mismo
lugar?- "y aún se rehúsa a liberarlas".
Si eso es cierto, en medio de la crisis la FERC sorprendió con las ma-
nos en la masa a por lo menos una compañía energética, en el momento
en que los funcionarios estatales estaban rogándole a la agencia que
hiciera algo -y después eliminó la evidencia-o Aun así. esta historia
ha tenido poco despliegue nacional.
Por alguna razón, nunca ha sido cool hablar de lo que realmente
estaba pasando en California. Cuando la crisis estaba en su peor mo-
mento, la mayoría de los comentaristas enfocaban la historia de una
forma en que culpaban a unos burócratas entrometidos y no al acapa-

325
PAUL KRUGMAN -

ramiento de las co •oraciones. Cuando la crisis se terminó. de repen·


te todo esto se vol 'ó noticia vieja.
Es posible que ,·uestra fe nacional en los mercados libres sea tan
fuerte que la gente Jmplemente no quiera hablar de un caso en el que
los mercados se p ttaron espectacularmente mal. Pero yo aún estoy
confundido por la alta de atención que se le prestó, no sólo al desas·
tre, sino a las pist ~ de encubrimiento. Después de todo, este fue el
abuso más espect cular del poder de mercado que se haya conocido
desde los tiempos -e los robber barons -y las autoridades federales
no hicieron nada p ·ra ponerle fin-o
y si la FERC fu :tan extrañamente ineficiente durante la crisis de
California, ¿qué 1" demos esperar de las otras agencias? Además. las
personas que ante -,hacían lobby para las industrias reguladas ahora
tienen cargos cla -s en todos los niveles del gobierno -incluido el
Departamento dd Interior. el Servicio Forestal. y la Agencia de Pro·
tección Ambientalor muestran poca inclinación a crearle problemas
a quienes fueron o serán sus empleadores.
Así las cosas. stamos ignorando la experiencia de California a
nuestra propia co ~. Todo parece indicar que esta será la clase de co·
sas que seguiremviendo en el futuro.

326
Delirios de poder
Marzo 28 de 2003

Ellos se consideraban a sí mismos unos convencidos realistas y


pensaban que quienes dudaban eran llorones de mente confusa, Ca-
llaban a quienes ponían en duda sus premisas, aunque entre los escép-
ticos se encontraban muchos de los analistas del propio gobierno,
Estaban supremamente confiados pero, con todo, a una velocidad pas-
mosa se ha probado que todo lo que han dicho es un craso error,
No, no estoy hablando sobre la guerra; estoy hablando sobre el gru-
po de trabajo del tema de energía, que Dick Cheney dirigió en el año
2001, Sin embargo, hay algunos paralelos preocupantes, Ahora nues-
tros expertos se están preguntando cómo es que el señor Cheney -que
confidencialmente predijo que nuestros soldados recibirían "bienve-
nidas como libertadores "-pudo haber estado tan equivocado, Pero un
devastador informe que se acaba de dar a conocer sobre la crisis ener-
gética de California nos recuerda que el señor Cheney ha estado igual-
mente confiado, e igualmente equivocado. sobre otros temas.
En la primavera de 2001 las luces se apagaron a lo largo y ancho
de California, Había apagones totales y parciales, y el precio de la
energía se disparó, El grupo de trabajo de Cheney estaba reunido en
medio de esta crisis, En pocas palabras, este concluyó que la crisis
energética era un problema de largo plazo, causado por burócratas
entrometidos y ambientalistas exasperantes, que no estaban dejando
que las grandes compañías hicieran lo que se debería hacer, ¿La solu-
ción? Luchar en contra de las normas ambientalistas y darle a la in-
dustria energética subsidios multi-billonarios,
En la misma línea en que el señor Cheney despreció la conserva-
ción de energía como un mero" signo de virtudes personales", desde-
ñó a los funcionarios de California que pedían control de precios y dijo
que la crisis estaba siendo exacerbada por la manipulación del mer-
cado, Para ser justos, la actitud burlona del señor Cheney sobre este
último punto era compartida por casi todos los políticos y los medios
de comunicación -y, en efecto, yo me estoy dando palmaditas en mi
espalda por haber tenido la razón-,

327
PAUL KRUGMAN

Pero ahora ya sabemos que todo lo que dijo el señor Cheney era
un error.
De hecho. la el sis energética californiana no tuvo nada que ver con
las restricciones .' bientalistas y si mucho que ver con la manipula-
ción del mercado. n el año 2001 la evidencia sobre manipulación del
mercado era bási ~ mente circunstancial. Pero ahora ya tenemos un
nuevo informe de a FERC. que hasta hace poco había desconocido ta-
les acusaciones. o más: el nueVo informe concluye que la manipula-
ción del mercadoue penetrante y ofrece una montaña de evidencia
directa. incluyend conversaciones telefónicas. mensajes de correo elec-
trónico y memora' dos. Ya no hay duda alguna: la escasez de energía
de California fue n gran parte artificial. creada por las compañías de
energía para aum iltar los precios y las ganancias.
y. ¿qué termi _con la crisis? Los factores más importantes inclu-
yen la conservad:n de energía y los controles de precios. Mientras
tanto. ¿qué pasó n ese faltante de capacidad instalada de largo pla-
zo que requería c( ntroles ambientalistas fragmentados y ofrecer mu-
cha ayuda a las « rporaciones? En los meses posteriores al informe de
Cheney.los anali. tas de la bolsa redujeron la calificación de las com-
pañías de energía porque se asomaba un exceso de capacidad de lar-
go plazo.
En pocas pala <ras. el señor Cheney y sus convencidos realistas es-
taban botando h . o: su reporte describió un mundo de fantasía que
no tenía relaciónlguna con la realidad. ¿Cómo se pudieron equivo-
car tanto?
'$
Una respuest que el señor Cheney se aseguró de que su grupo
de trabajo incluy 'ra sólo hombres con la misma mentalidad: hasta
donde sabemos' ; consultó sino ejecutivos del sector de la energía.
Entonces el grupo de trabajo estaba sujeto a lo que los militares llaman
"amplificación in ~stuosa". definida en Jane 's Defence Weekly como
"una condición. el .Ima contienda. en la cual uno sólo escucha a quienes
ya han logrado u acuerdo cerrado. reforzando las creencias ya esta-
blecidas y creand ;una situación propicia para un error de cálculo".
Otra respues,es que el señor Cheney construyó su recomenda-
ción sobre cómo t rminar la crisis energética básicamente a partir de

328
Cuando los mercados se portan mal

las opiniones de las mismas compañías que crearon la crisis. por di-
versión y por ganancias. Pero. ¿hacía él parte del chiste?
Probablemente nunca sabremos lo que realmente pasó dentro de!
grupo de trabajo sobre el tema de energía. ya que la administración
Bush ha llegado a niveles extraordinarios para evitar que encontremos
la verdad. Al principio la no partidista General Accounting Office. que
se supone que actúa como una vigilancia interna, parecía empeñada
en desenmascarar e! asunto. Pero. de acuerdo con e! informativo rhe
Hill. después de las elecciones de mitad de término. los congresistas
republicanos abordaron al jefe de la agencia y lo amenazaron con re-
cortar el presupuesto de la agencia si no paraba la investigación.
En los dos últimos años. el señor Cheney y otros funcionarios de
primera línea se han equivocado una vez tras otra -sobre energía. eco-
nomía. presupuesto-. Pero e! músculo político los ha aislado de cual-
quier consecuencia adversa. Entonces ni ellos ni e! país aprenden de
sus errores. y estos se siguen agrandando.

329
Capítulo 13

Smog y espejos
La cruda verdad
Mayo 9 de 2001

Los precios de la gasolina están subiendo de nuevo y la adminis-


tración está afanada por convertir esta situación en otro argumento a
favor de su estrategia energética de perforar y quemar. Pero una mi-
rada a las causas de la escasez actual de gasolina sugiere. en realidad,
una moraleja diferente: que la conservación debería ser un elemento
importante en nuestra estrategia energética y que la falta de conser-
vación es en buena parte lo que hemos estado haciendo mal.
Primero lo primero: el aumento en el precio de la gasolina durante
este año no tiene nada que ver con una escasez de petróleo crudo. Aún
si hubiéramos llenado de huecos exploratorios la tundra de Alaska y
el fondo del océano de Florida, seguiríamos en la misma situación. La
restricción efectiva en este momento es la limitada capacidad para re-
finar petróleo crudo y volverlo gasolina.
¿Por qué tenemos una inadecuada capacidad de refinación? En este
país no se han construido refinerías desde hace 20 años, un punto que
ha sido enfatizado por Dick Cheney, con un obvio placer. El corolario
implícito es, por supuesto, que es culpa de los ambientalistas que se
interpusieron en el camino de la industria. ¿Esa debe ser la historia,
no es cierto?
Falso. Es cierto que las normas ambientalistas de alguna manera
han obstaculizado la producción de las refinerías existentes. El proble-
ma no es tanto que las regulaciones sean muy estrictas sino su falta
de consistencia: cada región tiene sus propias reglas -por ejemplo, los
estados del medio oeste han insistido en que su gasolina contenga
etanol derivado del maíz- fragmentando así la producción nacional.
Pero la razón por la cual la industria petrolera no construyó nuevas
refinerías en dos décadas, es porque no se necesitaban. De hecho, hasta
el año pasado la refinación de petróleo era un negocio que se había
mantenido deprimido, plagada por el exceso de capacidad instalada.
Les cuento lo que pasó: durante la crisis energética de la década
de los años setenta, la gente común y corriente de los Estados Unidos
comenzó a ahorrar energía -no como un "signo de virtudes persona-

333
PAUL KRUGMAN

les". como lo pone: urlonamenteel señor Cheney. sino porque querían


ahorrar dinero~.!l particular. los automóviles se volvieron mucho
más eficientes en -,Óuso de gasolina. Mientras tanto. la industriao pe-
trolera fue objeto eun incremento lento de la capacidad de refinación.
el cual se dio a tr . és de mejoras en las refinerías existentes. aunque
no se construyero }luevas refinerías. El resultado fue un exceso de ca-
pacidad y una re . cción de los márgenes de ganancia. situación que
se prolongó hasta finales de la década de los años noventa.
Lo que final. Ílte nos condujo a restricciones de capacidad fue el
crecimiento de 1" _~manda. causada parcialmente por el auge econó-
i
mico de los últill\ años del gobierno de Clinton. pero principalmen-
te debido a un r novado entusiasmo de los norteamericanos por
vehículos inmens _ que consumen mucha gasolina ---entusiasmo que
fue alimentado p ! los bajos precios de esta~. En 1998 la gasolina es-
taba más barata ue nunca en la historia de los Estados Unidos en
comparación con ~l índice global de precios al consumidor ~un 60%
más barata de lo 'ue estuvo en 1981~. La nación se apuró a comprar
carros más gran 's que nunca. cuando de pronto descubrió que se ha-
bía quedado sin "apacidad de ,refinación. Las refinerías no estaban
atrapadas por nI ·mas que les impidieran construir nuevas plantas:
simplemente fue I)n cogidas por sorpresa.
Ustedes deb ¡\ tener esta historia en mente para cuando escuchen
las conferencias ~cientes del señor Cheney. Al oírlo. se imaginan que
vivimos en un p' 15 en el cual poderosas fuerzas políticas se oponen a
la producción d ~nergía y predican el retorno a las épocas de oscuri-
dad. El señor Ch bey declaró en una charla que" hablar exclusivamen-
te de conservaci bes eludir los asuntos dificiles ... no existe suficiente
base ---en sí mis )¡~ para una política energética sensata yexhausti-
va". En otra con arencia ridiculizó a algunos hombres cuyos nombres
no especificó p.:"decirle a la gente norteamericana que tienen que
vivir en la oscur 4ad. y apagar todas las luces". En otras palabras. de
acuerdo con el ji\or Cheney la historia es que ahora nosotros tene-
mos una escase ':de energía porque los ambientalistas extremos evi-
taron que desar .:lláramos la capacidad de oferta que la gente seria sí
sabía que neces tabamos.

334
Cuando los mercados se portan mal

¿Necesito señalar que esto. como muchas de las cosas que uno le
oye a esta administración. es una representación errónea y cínica? Reto
al señor Cheney a dar ejemplos de personas influyentes que "hablen
exclusivamente de conservación" y a que mencione a alguno que le
diga a la gente norteamericana que tiene que vivir en la oscuridad. De
hecho. creo que casi ningún político importante ha hablado de conser-
vación en la década pasada.
Tendremos que construir más refinerías. más plantas generadoras
de energía. oleoductos. gasoductos. y así sucesivamente. Pero es ridícu-
lo sugerir que nuestros problemas energéticos actuales son el resulta-
do de mucho énfasis en la conservación. Estaría más cerca de la verdad
decir que ahora estamos en problemas porque nuestros políticos ni
siquiera se han atrevido a usar esa palabra.

335
Arde nena. arde
Mayo 20 de 2001

¿Quién sabía q e Dick Cheney tenía tanto sentido del humor?


Él nos tiene mn nos de la risa después del famoso acto humillante
en el cual depreciá a conservación de energía como nada más que un
"signo de virtud p rsonal". Pero el chiste se puso mucho mejor el pa-
sado jueves. cuan . se dio a conocer el plan energético. Sólo para ri-
sas, el señor Chen y anunció la adopción de una cuantas divertidas
medidas conserva ionistas. La primera de la lista fue el crédito tribu-
tario -escuchen-ara personas que compren autos híbridos a gas y
electricidad.
En caso de que sted no haya entendido del todo el chiste: durante
la campaña una de as frases preferidas de George W. Bush involucraba
burlas sobre las opuestas de Al Gore de otorgar -usted adivin6-
créditos tributario :para quienes compraran autos híbridos. Provocó
grandes carcajada .porque·eso simbolizaba la supuesta preocupación
de su oponente p :trivialidades. Ahora. en un fino gesto satírico. el
señor Cheney ha 1echo de exactamente la misma propuesta. su prin·
cipal propuesta e : servacionista. iTengan eso, idiotas!
Parece que lo expertos. habiendo juzgado mal al señor Bush y al
señor Cheney, du . nte la campaña. han cometido de nuevo el mismo
error. Ahora sab,!,:os que la retórica moderada que el señor Bush usó
durante la camp 'a no era sincera; pero resultó ser que la retórica
libertaria que us6 . ara vender el recorte de impuestos era igualmente
deshonesta. Esto Jipos no creen en el mercado libre: a ellos lo que les
interesan en real :ad es el metal pesado. iRefinerías! iOleoductos!
iPlantas de ener,g ~ nuclear! Ese es el cuento.
Para justifica "su pasión por el acero tubular. el señor Cheney y
sus colaboradore "han ido muy lejos con el objetivo de fabricar una
crisis energética - 'y. después de todo, de repente han decidido que los
mercados libres n :funcionan-. El informe dice" estimaciones indican
que durante los piíximos 20 años el consumo de petróleo de los Esta-
dos Unidos aum ¡\tará 330/0". ¿Estimaciones de quién? Nunca nos lo
dicen. Pero esa e.1ma cifra horriblemente alta. En los 20 años que ter-

336
Cuando los mercados se portan mal

minaron en 1999. el último año para el cual hay cifras oficiales. el con-
sumo de petróleo aumentó menos de un 5%. 10 que me imagino es que
la gente del señor Cheney extrapoló las cifras de la caída abrupta de
la eficiencia en el consumo de combustible de los automóviles de los
cinco años pasados. por la sustitución de los automóviles ordinarios
a camperos. Ylo que están diciendo es que deberíamos basar nuestra
política energética en el supuesto de que esta es una tendencia muy
reciente que continuará durante décadas sin debilitarse.
Esto no tiene que pasar. De hecho. eso no va a pasar. incluso en
ausencia de medidas conservacionistas serias. Para quemar tanto pe-
tróleo como dice el informe Cheney. todo el que aún tiene un automó-
vil tendría que adquirir un campero. y todo el que maneja un campero
tendría que comenzar a manejar algo del tamaño de un tanque
Sherman.
¿Qué hay detrás de las matemáticas grasosas del señor Cheney?
Sin decirlo. estas van en la línea de asustarnos para que relajemos las
regulaciones ambientales. Pero hay más: el plan Cheney ofrece una
serie de subsidios. explícitos e implícitos. para los productores de ener-
gía. De hecho. el libertario Cato Institute llama a este plan "un buffet
de regalos y subsidios para virtualmente cada grupo que hace lobby
para el sector energético en Washington". Raro. ¿no es cierto? Si us-
ted es un trabajador mal pago o un consumidor de energía. el merca-
do libre es sacrosanto -sería una cosa terrible que el gobierno le diera
cualquier clase de asistencia-o Pero. en apariencia. los productores de
energía necesitan estímulos especiales para llevar a cabo su trabajo
normal.
De hecho. por supuesto. ellos no los necesitan. El señor Cheney
adora hablar de nuestra supuesta necesidad de construir una nueva
planta energética cada semana por los próximos 20 años. indicando
que esta es una tarea muy difícil de realizar. y que sólo puede lograrse
con la ayuda de Washington. Pero los altos precios han disparado un
gran auge constructor en la industria energética. el cual añadirá tres
o cuatro plantas por semana durante los próximos años. Y. como al-
gunos burlones lo han expresado. si queremos que la industria ener-
gética cumpla las metas del señor Cheney. esta tendrá que bajarle la
velocidad a su programa de construcciones.

337
PAUL KRUGMAN

La verdad es 'he la administración tiene las ideas totalmente al


revés. Dice que e lamos enfrentados a una crisis energética de largo
plazo, pero que JI '¡tenemos respuestas de corto plazo. La realidad es
que en el largo pI ~o las fuerzas de la oferta y la demanda se ocupa-
rán de resolver n ~stras necesi4ades de energía, con o sin el nuevo y
costoso program :pe! señor Cheney de bienestar corporativo. Lo que
necesitamos es u ~ estrategia para manejar los altísimos precios y las
ganancias asocia : s a la crisis. Pero no la vamos a obtener, por lo me-
nos no de Washi -ton.

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-~

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338
Sintiendo el dolor de la OPEP
Agosto 5 de 2001

El otro día GeOIge W Bush dijo algo interesante sobre economía.


No. en serio. No fue su línea usual sobre cómo los recortes de impues-
tos son la respuesta para cualquier cosa que le esté haciendo daño. Dijo
algo que no estaba escrito. algo que refleja lo que en realidad piensa y
cree. Uno podría decir que ese comentario nos da una idea de su alma.
y resulta que su alma -o tal vez es s6lo su corazón-pertenece a la gen-
te. de cualquier nacionalidad. que vende petróleo.
Recientemente se le preguntó al señor Bush qué opinaba sobre la
decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo de
reducir la producción de crudo en un millón de barriles al día. Eso es
aproximadamente lo que el Departamento de Energía estima que po-
dría extraerse en un día pico de producción si perforáramos la tundra
de Alaska. un pico que no llegaría sino hasta mediados de la próxima
década. Y la OPEP recortó la producción para mantener altos los pre-
cios del petróleo a pesar de la baja repentina en la demanda mundial.
lo cual parece ir en contra de los intereses de los Estados Unidos.
Aun así. el señor Bush ha simpatizado notablemente con la causa
de la OPEP; parece que él siente el dolor de los exportadores de petró-
leo. "Es muy importante que haya estabilidad en el mercado. Yo he leí-
do algunos comentarios de los ministros de la OPEP. que dicen que este
asunto sólo busca asegurar que el mercado se mantenga estable y
predecible", declaró. Sólo por si usted está dudando de si esto era un
espaldarazo a una maniobra de fijación de precios o si el señor Bush
sólo estaba siendo amable, su vocero Ari Fleischer despejó todas las
dudas; "El presidente piensa que es muy importante tener estabilidad
y que la estabilidad puede tomar la forma de precios bajos o de pre-
cios moderados".
Este es el mismo hombre que durante el último año de la campaña
sejactó de que forzaría a la OPEP a "abrir la llave". ¿Interpretó la OPEP
los comentarios del señor Bush como una luz verde para más recortes?
De acuerdo con un analista petrolero que fue entrevistado por
Reuters, la aparente expresión de apoyo del señor Bush a sus esfuer-

339
PAUL KRUGMAN

zas por mantener I precios altos, "agradó mucho a los ministros de


la OPEP",
Gracioso ¿no 1', -cierto? Cuando California se queja de los altos
precios de la e1ectri '~ad, recibe una lección sobre cómo no se pueden
contravenir las ley :-de la oferta y la demanda, Pero cuando los pro-
ductores extranjeró -hacen colusión para evitar que los precios caigan
ª
ante una abundanc de petróleo, la administración no sólo da señas
de aprobación sino ue endosa la vieja y desacreditada teoría de que
los carteles están a avor de los intereses de los consumidores.
Este no fue el ú 'to caso en que la administración dejo de lado sus
principios cuando, !-tema fue el petróleo. El programa energético de
la cámara, aprobad ':la semana, pasada, fue notorio por la indiferen-
cia hacia las cons¡" uencias ambientales y la falta de medidas serias
de conservación -a -mentar los estándares de eficiencia del combus-
tible podría fácilme . te ahorrar mucho más petróleo que'lo que obten-
dríamos si lIenáran ós de huecos la tundra-.
Pero la cosa má~sorprendente es que la propuesta otorga más de
30 billones de dólar S en subsidios y recortes especiales de impuestos
a los productores d .;energía. Eso es aún más sorprendente dado que
nos estamos viend ¡lnuy apretados de dinero: los republicanos están
nerviosos esperand ':las nuevas proyecciones de presupuesto que, se-
gún todo el mundo'spera, mostrarán que los recortes de impuestos
han eliminado el s -erávit presupuestal en el futuro predecible.
Entonces paree que muchos de los principios de la administración
contienen una dáu "¡¡la especial. que hace una excepción cuando se
trata del petróleo. ¡a administración le dice a la gente que debería
confiar en el merca ,0 libre, y aceptar el hecho de que los precios se
mueven hacia arri : y hacia abajo con los cambios en la oferta y la
demanda -a meno, i¡¡ue se trate de la gente que vende petróleo-. La
administración le d Fe a la gente que debe ser autosuficiente y que no
debe esperar subsi< ios del gobierno federal-a menos que se trate de
la gente que vende }tróleo-. y la administración le dice a los países
que deben esperar Hue los Estados Unidos defiendan sus propios
intereses, y que nu 'tro gobierno no se preocupa por ofender sus deli-
cadas sensibilidad _c -a menos, claro, que se trate de los países que
venden petróleo-.

340
Cuando los mercados se portan mal

No es necesario decirlo. pero el señor Bush fue inocente al atribuir


cualquier motivación altruista a los ministros de la OPEP. Ellos no
quieren estabilidad. ellos quieren dinero -su dinero-. Y su acto no le
hizo un favor a la economía mundial. Por el contrario. la caída de los
precios del petróleo era una de las cosas que los economistas espera-
ban que hubiera podido reducir el riesgo de una recesión global. En-
tonces.la decisión de la OPEP de recortar la producción. la cual pareció
ser tolerada por el señor Bush. fue mala para el mundo y mala para la
gente de los Estados Unidos. excepto. por supuesto. para aquellos que
venden petróleo.

341
;~ Política climática artificial
Febrero, 15 de 2002

Los comprad 'es atentos saben que una palabra adicional en la


descripción de un }oducto puede hacer una gran diferencia, y rara vez
para bien. pido f ~ sas a los conocedores de Velveeta, pero a la ma'
:0
yoría de nosotros nos parece'que "comida de queso" sea un buen
sustituto para el _'eso común y corriente.
Para los despr :, cupados, la promesa que hizo ayer la administra-
ción Bush de redli ~ "la intensidad del gas invernadero" en 18 %puede
haber parecido un ~ompromiso para reducir "los gases invernadero",
las emisiones (pr hcipalmente de dióxido de carbono que se libera
cuando se quema! ~combustibles fósiles) que causan el calentamiento
global. En efecto, Jí se presentó en algunos artículos de prensa. Pero
la palabra.adicion ~j hace toda la diferencia. De hecho, la administra-
ción no propuso 1 _rar prácticamente nada. En consistencia con esa
meta, también an ~ció políticas que son triviales en su alcance y que
no tendrán prácti< ¡mente ningún efecto.
¿Qué es esta )a llamada intensidad del gas invernadero? Es el
volumen de las el'. [siones del gas invernadero dividido por el produc,
to interno bruto. _Jadministración ofrece que disminuirá esta tasa en
18% durante la si ,- iente década. Pero ya que la mayoría de las pre-
dicciones dicen q' ~ el producto interno bruto se expandirá en un 30%
o más durante el, §mo período, esta es en realidad una propuesta para
permitir un aume"o sustancial en las emisiones de dicho gas.
-" '
Pero aun así. ¿. }mantenemos el crecimiento de las emisiones en una
tasa inferior a la d :, crecimiento de la economía, no estamos haciendo
algún esfuerzo po :enfrentar el cambio climático? No, porque eso pa-
saría de todas mar :ras, De hecho, la meta que tiene la administración
para reducir la in' "nsidad del gas invernadero bien puede alcanzarse
sin acciones de PQ ftica -una buena noticia, porque la administración
en realidad no ha "opuesto ninguna política-o
Las razones JI ~ las cuales la intensidad del gas invernadero tien-
de a caer con el tie ~: po son complejas, pero la lógica básica es simple:
nos estamos conv ;tiendo gradualmente en una sociedad post indus-

342
Cuando los mercados se portan mal

trial. en la cual el conocimiento y las industrias de servicios crecen más


rápido que el antiguo sector de chimeneas. Como producir bits con-
sume mucha menos energía que producir grandes piezas de hojas
metálicas. un dólar de PIB de la nueva economía generalmente no re-
quiere quemar tanto carbón como un dólar de PIB de la vieja econo-
mía.
Pero la vieja economía aún está ahí y la nueva economía todavía
usa cantidades significativas de energía ---especialmente si los traba-
jadores de las oficinas manejan largas distancias en sus camperos en
el camino de su casa a la oficina y en el regreso-. Por lo tanto. la eco-
nomía crece. la intensidad del gas invernadero puede caer. pero las
emisiones del gas invernadero --{jue son las que dañan el planeta- con-
tinúan aumentando.
Entonces. ¿qué propone hacer la administración Bush? No mucho.
La principal política real que fue descrita ayer consistió en un con-
junto de beneficios tributarios para las actividades que son amigables
con el planeta. como instalar energía solar o capturar metano de un
pedazo de tierra. No vale la pena entrar a analizar las especificidades
de esta propuesta. como por ejemplo las razones por las cuales los
beneficios de impuestos deberían ser la herramienta escogida (¡ah!. me
olvidé. los recortes de impuestos son la respuesta para todos los pro-
blemas). El punto clave es que la política propuesta es muy pequeña
para poder hacer el trabajo. pues se ofrecen 4.6 billones de dólares du-
rante los próximos cinco años. Eso es menos de un centavo de dólar
por día por norteamericano. ¿Cree usted realmente que eso es suficiente
para producir un cambio importante en la forma en que nosotros usa-
mos la energía o que es un nivel apropiado de respuesta para una de
las principales amenazas para nuestro planeta?
y esa es la parte sustantiva de la propuesta. La otra parte es la
creación de un "registro": las compañías pueden. si así lo escogen.
reportar sus emisiones de gases invernadero. Si muestran reducción
en las emisiones. recibirán -bueno-. nada. Pero las futuras adminis-
traciones podrían ser complacientes.
La verdadera pregunta es por qué una administración que clara-
mente no quiere hacer nada para contribuir a atenuar el problema del
cambio climático se siente obligada a montar este show.

343
PAUL KRUGMA

La respuesta ~s, por supuesto, que en los asuntos ambientales la


administración earamente está en deuda con el público. Su indiferen-
cia con la suerte el planeta puede llegar a ser bastante impopular si
fuera apreciada fi términos generales.
Para maneja 'esta potencial amenaza política, la administración
Bush exagera lo 'costos económicos de las regulaciones ambientales.
En la primavera 1asada, Dick Cheney insinuó, sin ingenuidad alguna,
que las normas a _ bientales habían causado una escasez de capacidad
de refinación de . etróleo; ahora George W, Bush nos dice, aunque es
improbable, que el protocolo de Kyoto va a destruir millones de em-
pleos.
Mientras ta 0, la administración ofrece la ilusión de preocupación
por el medio ami lente, anunciando políticas que parecen impactantes
pero que son pI', cticamente vacías.
Entonces, e ' pradores, estén atentos. Lo que la administración
ofreció ayer fue olítica de contentillo para el cambio climático, la cual
guarda muy poe ,_ semejanza con la cosa real.

344
Capítulo 14

Desastres

extranjeros
La dura lección de Hong Kong
Forume. septiembre 28 de 1998

No le digan a nadie. pero se me ocurrió un excelente esquema


financiero. Primero. unos pocos de mis amigos billonarios especula-
dores sigilosamente toman una posición corta en las acciones de Mi-
crosoft. Después regamos el chisme de que Bill Gates se ha ido de hare
krishna o algo por el estilo. El precio de la acción de Microsoft se va al
suelo y iding!. hacemos millones de dólares.
Está bien. pensándolo dos veces tal vez este plan no es tan bueno.
Por una parte. yo en realidad no tengo ningún amigo especulador
billonario. E incluso si lo tuviera hay otro pequeño problema: mi es-
quema conduciría a una interesante conversación con la Comisión de
Valores y Cambios. que terminaría en una educada pero firme invita-
ción a pasar los próximos años de mi vida en una prisión de mínima
seguridad.
Mejor revisemos el plan. En vez de conspirar en contra de una
corporación hagámoslo en contra de un país pequeño. Tomamos una
posición corta en el mercado accionario del país y después vendemos
suficiente de su moneda en el mercado cambiario para comenzar una
corrida general sobre esta moneda. El banco centtal del país tendrá que
aumentar las tasas de interés. causando una caída en el mercado
accionario local. y podremos vivir con riqueza por el resto de nuestras
vidas.
iAh!. pero ahí hay algunos detalles engorrosos. Aún necesito algu-
nos amigos billonarios. Sin embargo. el principal problema es que esta
idea llega demasiado tarde. Figúrense. parece que algunos especulado-
res ya han descifrado la estrategia por ellos mismos y la han puesto en
práctica. O por lo menos eso es lo que dice la Autoridad Monetaria de
Hong Kong, que. como usted probablemente ha oído. ha estado acu-
sando a los inversionistas que venden posiciones cortas de haber cons-
pirado deliberadamente para deteriorar la economía de la ciudad-
Estado. Así que la Autoridad inyectó dinero en el mercado accionario
de Hong Kong para darle un empujón y aplastar a los malhechores que

347
PAUL KRUGMAN

vendían posicion § cortas: después, prohibió abiertamente la venta de


posiciones cortas tIe las acciones con mayores topes, y punto.
Echemos par ~atrás un momento. El gobierno de Hong Kong ha
sido famoso por. us actitudes de laissez-faire. Ser un especulador en
esta ciudad nunc ~a significado tener que pedir excusas. La Autoridad
Monetaria ha as ¡Pido de manera determinante políticas no interven-
sionistas: media n fel establecin¡iento de una" caja de convertibilidad"
que ha atado de 1=anera rígida el dólar de Hong Kong al dólar de los
Estados Unidos, :lm la moneda local teniendo respaldo en un 100%
por reservas en _lIlares estadounidenses, ha llegado más cerca que
cualquier otro b -'co central a recrear el patrón oro. Para los conser-
'.
vadores de los Es Rdos Unidos, Hong Kong ha sido una vívida demos-
tración de que to ' lo que los gobiernos deben ofrecer es una moneda
sana y derechos _~ propiedad s~guros, y el sector privado se encarga-
rá del resto. e .

Por esto, cua ~o las autoridades de Hong Kong le declararon la


guerra a los esp : ladores, los partidarios dellaissez-faire alrededor
del mundo se ho : rizaron, por decir lo menos. ¿Qué pasó con el prin-
cipio sagrado de ~o intervención?
Bueno, yo no --uedo confirmar o negar una conspiración por parte
de los especula_!, ~es en contra de Hong Kong. Sin embargo, muchos
economistas esl ~ de acuerdo en que hay condiciones bajo las cuales
una moneda pue]! estar sujeta a lo que se conoce como" ataques es-
peculativos que ~ autosatisfacen" --esto es, una moneda potencial-
mente fuerte es f¡ :zada a devaluarse por el colapso de la confianza de
los inversionista' : n colapso que después es validado por una devalua-
ción-. Bajo esas :ircunstancias hay, de hecho, ganancias potenciales
para soroi -gran es jugadores que toman posícíones cortas en la mo-
neda, y después }liberadameilte provocan ese ataque que se autosa-
tisface-. ~
Hong Kong- e ue no quiere,deteriorar su credibilidad devaluando,
pero que tampo ~quiere aumentar las tasas de interés cuando su eco-
nomía ya está s Triendo una recesión que se profundiza- se ajusta
perfectamente <1 ~erfil de una víctima de la especulación. Y mientras
acusaciones ant iiores de conspiración en otros países asiáticos han
procedido de chi "onas voces alui-occidentales, como la del Mahathir

348

l:
Cuando los mercados se portan mal

de Malasia, esta vez ellas vienen de tecnócratas ultra respetables, como


Joseph Yam, director ejecutivo de la Autoridad Monetaria de Hong
Kong.
Si Yam está tan convencido de que se está preparando una conspi-
ración, ¿por qué no simplemente entrega la evidencia a los regulado-
res para que le hagan una redada a quienes están perpetrando este
acto? La respuesta es: ¿cuáles reguladores? Si yo conspiro en contra de
la acción de una corporación de los Estados Unidos, eso es una viola-
ción de la ley de ese país. Pero si los fondos de cobertura en Nueva York
atacan algún mercado financiero de otro continente, no es claro quién
tiene la jurisdicción, si es que alguien la tiene. No importa que sea
mucho más probable que nosotros nos quejemos por Hong Kong o por
Argentina que por Microsoft: las conspiraciones especulativas en con-
tra de compañías están reguladas efectivamente: aquellas que se ha-
cen en contra de los países no lo están. Y esa es la verdadera moraleja
de la historia. Si hay algún tema que emerja del caos económico de los
pasados años es el siguiente: los mercados de capitales son globales,
pero las instituciones que los apoyan y los regulan -que les permiten
funcionar- siguen siendo nacionales. Es difícil imaginarse cómo po-
drían comenzar a existir instituciones verdaderamente globales -por
ejemplo, cómo podríamos perseguir comerciantes norteamericanos que
trabajan en Londres por manipular algún mercado de la China-o Pero
mientras desciframos esto, el camino va a ser muy difícil.

349
Llorando con Argentina
Enero 1 de 2002

Aunque las in e genes de los, disturbios públicos de Argentina pa-


san trémulas por ~uestras pantallas de televisión. difícilmente a al-
guien en los Esta( gs Unidos le importa. Se trata sólo de otro desastre
en un país peque ," y lejano del cual no sabemos nada. un país tan
remoto y tan poe Frobable que afecte nuestras vidas como. digamos.
Afganistán.
No hago esa (,mparación a la ligera. La mayoría de las personas
pueden pensar q '; esta es otra las tantas crisis latinoamericanas "'sa
gente tiene esa ch ~e de crisis todo el tiempo. o ¿no?- pero a los ojos de
la mayoría del m -'do las políticas económicas de Argentina tienen por
todas partes sell ~_de "hecho en Washington", El catastrófico fracaso
de estas política 'es ante todo un desastre para los argentinos. pero
también un desa.lre para la política exterior de los Estados Unidos.
Esta es la for ,3 como la historia es vista por los latinoamericanos:
Argentina. más :e cualquier otro país en desarrollo. compró las pro-
mesas del "neoli ~ralismo" promovido por los Estados Unidos (esto
es. liberal como e '~el mercado libre. no como Ted Kennedy). Los aran-
celes se eliminar ~. se privatizaron las empresas del gobierno. se les
dio la bienvenida 'las corporaciones multinacionales y el peso se pegó
al dólar.·Wall Su '~t se puso muy contenta y el dinero comenzó a en-
trar al país, Por 1 Í) tiempo. la economía del libre mercado pareció jus-
tificada y sus d -ensores no sintieron timidez a la hora de reclamar
créditos.
Después las :sas empezaron a desbaratarse. No fue sorprenden-
te que la crisis "anciera asiática tuviera repercusiones en América
Latina. aunque' )rincipio Argentina pareció haber sido menos afec-
tada que sus ve ~os. Pero mientras Brasil rebotó. la recesión en Ar-
gentina se sigUi :l'rofundizando.
Yo podría ex 'icar exhaustivamente las causas del repentino des-
plome argentino ~stuvo más relacionado con la política monetaria que
con el libre mere, ~o, Pero. como es entendible.los argentinos no se mo-
lestan en entend ~ esas finas distinciones ."specialmente porque Wall

350
Cuando los mercados se portan mal

Street y Washington le dijeron que los mercados libres y una moneda


fuerte eran inseparables,
Más aún, cuando a la economía le comenzó a ir mal. el Fondo
Monetario Internacional--<el cual. con considerable justificación, es
visto por la mayor parte del mundo como un brazo del Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos- fue totalmente inútil. Los funcio-
narios del FMI sabían hacía muchos meses, o quizás años, que la polí-
tica de "un-peso-un-dólar" no era sostenible, Yesta institución hubiera
podido ofrecerle una guía a Argentina para salir de esta trampa mo-
netaria, y también dar un cubrimiento polítiC41 a los líderes argentinos
mientras ellos hacían lo que tenían que hacer. Pero, por el contrario,
los funcionarios del Fondo Monetario Internacional -como médicos
medievales que insistían en desangrar a sus pacientes, yen repetir el
procedimiento cuando la desangrada los ponía aún más enfermos-les
ordenaron austeridad y aún más austeridad, hasta el final.
Ahora Argentina está en un caos absoluto -incluso a algunos ob-
servadores se les está pareciendo a la república de Weimar-, y los la-
tinoamericanos no ven a los Estados Unidos como a un espectador
inocente,
No estoy seguro de cuántos norteamericanos, incluso en el interior
de la elite política, entienden esto, Las personas que animaron a Argen-
tina en el curso de su desastrosa política económica ahora están muy
ocupados reescribiendo la historia, y culpando a las víctimas, En todo
caso, somos especialmente malos para vernos a nosotros mismos como
nos ven los demás, Una encuesta reciente de Pew sobre los "líderes de
opinión" encontró que un 52 % de los norteamericanos piensan que
nuestro país gusta porque "hace mucho bien"; sólo el 21 % de los ex-
tranjeros y el 12% de los latinoamericanos están de acuerdo,
¿Qué pasará ahora? La mejor opción para cambiar la situación de
Argentina hubiera sido hacer una devaluación organizada, en la cual
el gobierno redujera el valor del peso, y al mismo tiempo convirtiera a
pesos muchas de las deudas que están denominadas en dólares, Pero
eso ahora parece un panorama lejano,
En cambio, el nuevo gobierno de Argentina, una vez tenga uno,
probablemente echará para atrás el reloj. Impondrá controles de cam-
bios y cuotas a las importaciones, volteándole la espalda a los merca-

351
PAUL KRUGMAN

dos mundiales: no s sorprendan si también vuelven a la retórica anti-


norteamericana.
y déjenme ham una predicción: estas políticas retrógradas fun-
cionarán, en el senti o en que producirán una mejoría temporal en la
situación económic ~al igual que lo hicieron unas políticas económi-
cas similares en los os treinta-, Voltearle la espalda al mercado mun-
dial es malo para d crecimiento de largo plazo: la propia historia de
Argentina es la mej .prueba, Pero, como dijo John Maynard Keynes,
en el largo plazo to 's estaremos muertos.
En abril pasado 'George W, Bush proclamó el Área de Libre Co-
mercio de las Amérias como una de sus principales metas de política
exterior, una que "taería épocas de prosperidad en el hemisferio de
la libertad", Si estt,bjetivo era en realidad importante, acabamos de
sufrir un revés mu) importante, No lloren por Argentina: lloren con
ella,

352
Perdiendo a América latina
Abril 16 de 2002

Mucha gente. incluido yo. estaría de acuerdo en que Hugo chávez


no es el presidente que Venezuela necesita. Pero. sin embargo. resulta
que él es el presidente elegido por los venezolanos. de manera libre.
justa y constitucional. Por eso es que todas las naciones democráticas
del hemisferio occidental. aunque a muchas de ellas les desagrada el
señor Chávez. reprobaron e! intento de golpe en su contra.
Todas las naciones democráticas. esto es. excepto una.
Acá está cómo mostró la BBC lo sucedido en Venezuela: "Lejos de
condenar el desalojo de un presidente elegido democráticamente. los
funcionarios de los Estados Unidos culparon al mismo señor Chávez
por la crisis" y "estaban claramente contentos con el resultado" -a pe-
sar de que el nuevo gobierno interino procedió a abolir los poderes le-
gislativo y judicial y a la constitución-o Presumiblemente. ellos se
pusieron menos contentos cuando el golpe fracasó. De nuevo la BBC:
"el retorno del Presidente Chávez ha [... ] dejado a Washington vién-
dose bastante estúpido". La asesora nacional de seguridad. Condolezza
Rice. no ayudó a superar esa impresión cuando. de manera increíble.
amonestó al restituido presidente a "respetar los procesos constitucio-
nales".
Pero. con seguridad. la peor cosa de este episodio es la traición a
nuestros principios democráticos; "de la gente. por la gente. para la
gente" no se supone que esté seguido por la palabras "siempre que se
acomode a los intereses de los Estados Unidos".
Pero incluso visto como realpolitik. nuestra actitud benigna hacia
e! golpe venezolano fue bastante tonta.
A nosotros nos interesa mucho que Latinoamérica rompa su tra-
dicional ciclo político. en el cual el populismo crudo alternaba con las
dictaduras militares. Todo lo que le importa a los Estados Unidos --<co-
mercio. seguridad. drogas. y en lo que usted quiera pensar- estaría
mejor si tenemos vecinos estables.
Pero. ¿cómo podemos alcanzar esa estabilidad? En los años noven-
ta. finalmente parecía haber una fórmula; lIamémosla e! nuevo orden

353
PAUL KRUGMAN

mundial. Las refon "as económicas acabarían con las tentaciones del
populismo; la refor ~a política terminaría con el riesgo de las dictadu-
ras. y en la décad- :de los años noventa. por iniciativa propia. pero
animadas por los. tados Unidos. la mayoría de naciones latinoame-
ricanas de hecho ii 'fmbarcaron en un dramático proceso de reforma
tanto económica ( . o política.
Los resultado!¡'ectivos han sido variados. En el lado económico.
en donde se tenían as mayores esperanzas. las cosas no han resultado
tan bien. No hay n ¡lagros económicos en América Latina. y ha habi-
do algunos desastl s notables. siendo la crisis de Argentina el último
de ellos. Lo mejor ue uno puede decir es que algunas de las víctimas
de estos desastre". ' specialmente México. parecen haber recuperado
su equilibrio (hay ue decirlo. con mucha ayuda de la administración
Clinton) pasando' una senda estable. aunque con moderado creci-
miento económico ':
Con todo. los esastres económicos no han desestabilizado a la
región. La crisis! :xicana de 1995. la crisis brasilera de 1999 e inclu-
sive la crisis actua 'de Argentina no mandaron a esos países a las ma-
nos de hombres (:( h ideas radicales o de mano dura. La razón es que
el lado político ha 'uncionado mejor de lo que cualquiera hubiera es-
perado. Latinoa! )Cica se ha convertido en una región de democra-
cias -y esas dem '; acias parecen bastante robustas-o
Entonces. mimras los Estados Unidos pueden haber esperado una
nueva estabilida latina basada en una vibrante prosperidad. lo que
en realidad obtuv Jue estabilidad a pesar de las calamidades econó-
micas. gracias a 1 "democracia. -Las cosas podrían ser mucho peores.
:3
Lo cual nos JI a Venezuela. El señor Chávez es un populista de
corte tradicional. ' sus políticas han sido incompetentes yerráticas.
Aun así. él fue el 'ido de manera justa. en una región que ha llegado
a entender la im ~rtancia de la legitimidad política. ¿Qué esperaban
ganar los Estado ~ nidos con su derrocamiento? Es cierto. él ha reci-
tado pomposame se mucha retórica anti-norteamericana. y ha sido un
fastidio para nm ~tra diplomacia. Pero no constituye una amenaza
seria.
Pero aun así 'ahí estábamos nosotros. recordándole a todo el
mundo esos mal( , tiempos pasados en los cuales cualquiera que fue-

354
Cuando los mercados se portan mal

ra un dictador de derecha podría contar con el respaldo de los Estados


Unidos.
En la medida en que esto sucede, nosotros nos alineamos con un
conjunto de conspiradores especialmente incompetentes. El señór
chávez ha alienado a un amplió espectro de su gente; las manifesta-
ciones que llevaron a su corto derrocamiento comenzaron con un paro
general de los sindicatos del país. Pero el gobierno golpista, de mUy
corta vida, tenía representantes de los grandes empresarios y de los
ricos, y pare de contar. Con razón el golpe fracasó.
Pero, incluso si el golpe hubiera tenido éxito, nuestro comporta-
miento habría sido estúpido. Teníamos una cosa buena andando -una
nueva atmósfera de confianza en el hemisferio, basada en valores de-
mocráticos compartidos-o ¿Cómo pudimos desechar esto de una ma-
nera tan casual?

355
¡; El continente perdido
;- Agosto ,9 de 2002

El miércoles, 1 ~ dministración Bush, que dice estar a favor delli-


bre comercio y en ~ntra de las a~ciones de salvamento, puso de nue-
vo su dinero en do ~ e no está su boca, Hace menos de dos semanas el
secretario del Teso o, Paul O'NeU!' propició un incidente diplomático
y mandó la moned 'ide Brasil a una caída libre con su comentario acer-
ca de la ayuda ye "o a parar en" cuentas de un banco suizo", Ahora
el Fondo Moneta~ "InternaciomU, con la bendición del señor O'Neill,
ha acordado prest ~ a Brasilia suma sin precedentes de 30 billones de
dólares,
Me imagino q: es una buena noticia que nuestros líderes final-
mente hayan desp ; tado ante dos hechos incómodos; en este hemisfe-
rio se está desarJ' !landa una amenaza importante para los intereses
de los Estados U 'flos y hacer lo contrario a lo que hizo Bill Clinton
no siempre es un .' olítica sabia, De hecho, si Brasil no hubiera obte-
:a
nido un préstamc) crisis financiera de Suramérica, ya de por sí com-
parable con la qu ~; olpeó a Asia en 1997, se hubiera podido convertir
rápidamente en a "o mucho más grande,
y. sin embarg ~tengo una mala sensación sobre todo esto, Déjenme
tomar el caso del "éstamo del Fondo Monetario Internacional y des-
pués explicar mi ff celo,
La buena noti ~a es que los líderes actuales de Brasil son bastante
responsables, En Dpasado, los préstamos del Fondo Monetario Inter-
nacional fueron' 'Parar en manos de gobiernos que no recaudaban
impuestos (com ~l de Rusia) q que estaban comprometidos con una
tasa de cambio ir ~,ostenible (como Argentina). En comparación, Bra-
sil es un modelo 'un comportamiento recto.
Entonces, ¿p ~qué hay una crisis? Con una elección que tendrá lu-
gar en octubre, e ~residente Fernando Enrique, que es el sucesor ele-
gido de Cardos ~se está quedando muy atrás de dos candidatos de
centro-izquierda ~ s inversionistas están nerviosos y el resultado ha
sido uno de esos ~spirales descendentes muy familiares en la historia

356
Cuando los mercados se portan mal

de las crisis de las monedas, Temores acerca de que e! gobierno pueda


cesar e! pago de su deuda han causado que la moneda se desplome y
que los intereses se disparen, Como la mayoría de la deuda está inde-
xada con e! dólar o con las tasas de interés de corto plazo, esto hace
que la moratoria de la deuda sea aún más probable,
El comentario del señor O'NeiII fue imperdonable porque reforzó
este espiral mortal: el préstamo de! Fondo Monetario Internacional es
un intento de revertir ese espiral. El resultado final del error de! señor
O'NeiII fue otorgarle a Brasil unos diez billones de dólares adicionales,
Entonces, ¿por qué me estoy sintiendo intranquilo? Una razón es
que hay dudas sobre quién, exactamente, está recibiendo el salvamen-
to, Paul Erdman escribe en cBsMarketWatch,com -ien una columna
elogiando a la administración!- que "e! hecho de que e! salvamento
brasilero también le dio un gran empujón al Citigroup y al FleetBoston,
que combinados suman cerca de veinte billones de dólares en riesgo
en Brasil, dificilmente pasará desapercibido cuando llegue e! momen-
to de conseguir fondos para las campañas políticas entre la elite de Wall
Street",
Más importante aún, si usted mira más allá de la pregunta sobre
la estabilización financiera de corto plazo, tiene que preguntarse a
dónde nos está llevando todo esto, Alas economías asiáticas les esta-
ba yendo muy bien antes de su crisis, y uno podría pensar en los sal-
vamentos como una forma de ponerlos otra vez en el camino indicado,
Pero hay una razón para que la izquierda esté resurgiendo en Brasil y
en otras partes de la región: les prometimos un jardín de rosas, pero
incluso antes de la última crisis mucha gente no obtuvo más que un
camino de espinas,
Hace una década Washington le aseguró confiadamente a las na-
ciones latinoamericanas que si se abrían a los bienes y al capital ex-
tranjeros y privatizaban sus empresas públicas experimentarían una
oleada de crecimiento económico, Pero eso no ha pasado, Argentina
es una catástrofe, Tanto México como Brasil fueron, hasta hace unos
meses, consideradas como historias exitosas, pero en ambos países el
ingreso per cápita hoyes sólo un poco más alto que en '980, Y como
la desigualdad se ha incrementado fuertemente, la mayoría de la gen-

357
PAUL KRUGMAN

te está probableme een una situación peor que la de hace veinte años.
¿Es sorprendente el hastío del público con más llamados a la austeri-
dad y a la disciplinde mercado?
¿Por qué la refol ~_ a no ha funcionado como se prometió? Esa es una
pregunta dificil e il, uietante. Yo también compré buena parte. aun-
que no todo. del C(II : enso de Washington: pero ya es tiempo. como lo
pone Brad DeLonde Berkeley. de corregir mis creencias en el mer-
cado. Ymi confian _en que hemos estado dando buenos consejos está
muy disminuida. l. no tiene que simpatizar con los líderes políticos
latinos que quieren _oderar el entusiasmo con los mercados libres. con
mayores esfuerzo~_ r proteger a los trabajadores y a los pobres.
Lo que eso me sgiere es que los Estados Unidos deberían ser muy
cautelosos en cuan o a lo que esperan obtener por su dinero. Jalar a
Brasil del borde de ;abismo no significa que una vez más estemos en
una posición de pe _irle a los latinoamericanos que hagan las cosas a
nuestro modo. La v Edad es que hemos perdido mucha credibilidad con
nuestros vecinos d :1 sur. Si exageramos lo que damos con nuestras
manos. perderemo lo que queda.

358
PARTE V

Una visión
más amplia
Como ustedes han visto, la mayor parte de este libro se trata so-
bre lo que funcionó mal en los Estados Unidos durante los últimos
años. Pero aunque ese es un tema muy importante, es sólo parte deuna
historia más grande. Después de todo, los norteamericanos somos sólo
el 5% de la población mundial. y algún día los problemas de la políti-
ca actual de Norteamérica cederán. En esta sección tratamos de echar
una visión al pasado para tener una visión más amplia.
Desde un punto de vista humano, la globalización -una palabra
genérica para aludir al creciente comercio mundial, a los crecientes
vínculos entre los mercados financieros de los distintos países, y a los
muchos otros aspectos en los cuales en mundo se ha convertido en un
lugar más pequeño- es el tema del siglo XXI. Es también un tema que
he trabajado mucho en mi carrera académica. El título del capítulo 15
viene de mis padres, que alguna vez me regalaron un saco de sudadera
que decía en el frente "Calentamiento global". Cuando les pregunté
el por qué, ellos me explicaron que cuando fuera a una conferencia
académica ellos me preguntarían de qué se trataba y yo contestaría
'Ah, ustedes saben, Calentamiento global". Ahora ustedes ya saben
la verdad sobre mi vida académica.
En términos generales estoy a favor de la globalización -mucho
más que muchas personas con las cuales estoy de acuerdo en temas
de la política actual de los Estados Unidos-o De hecho, fueron mis ar-
gumentos a favor del libre comercio los que me hicieron ganar la ene-
mistad de Ralph Nader y de varias publicaciones liberales. No he
cambiado mis puntos de vista sobre esos temas: la mayoría del capí-
tulo 15 está dedicado a exponer argumentos a favor del libre comercio.
los beneficios que este trae a los países pobres, y los errores de algu-
nos argumentos populares en contra de la globalización. Pero el comer-
cio no es suficiente: es nuestra responsabilidad humana ayudar a los
países pobres, y esta es una tarea que -como lo explico en dicho capí-
tulo- como nación eludimos.
El capítulo 16 toma una visión más amplia en un sentido diferen-
te. Trata sobre los economistas y la economía -sobre las personas que
nos ayudan a entender los negocios de recibir y gastar, y cómo hacen
ellos su trabaJO-. Estos son unos ensayos más alegres que los del res-
to del libro --e inclusive el elogio que le hago a James Tobin es una ce-

361
PAUL KRUGMAN

lebración a una vi .~ bien vivida-o Lo que más deseo es que algún día
las cosas malas '1\ ehe tenido que escribir serán olvidadas. mientras
que el trabajo de tos economistas vivirá para siempre.

362
CapItulo 15

Calentamiento
global
t-
E:
Enemigos de la OMC: argumentos débiles en contra de la
Organización Mundial del Comercio
S/ate. noviembre 24 de 1999

Si una imagen vale más que mil palabras, un despliegue de dos


páginas en The New York Times. mostrando más de una docena de
imágenes, puede expresar el equivalente a volúmenes, Y sin lugar a
dudas, la propaganda derrochadora que puso el Turning Point Project.
una coalición de activistas que se oponen a la globalización en gene-
ral y a la Organización Mundial de Comercio. en particular el 15 de
noviembre en dicho diario, fue más diciente que cualquier mera expo-
sición verbal sobre lo que en realidad motiva a esos activistas, De he-
cho, esa propaganda reveló bastante más de lo que pretendieron sus
patrocinadores.
El motivo para la propaganda fue la reunión de ministros de la
"Organización Mundial de Comercio" que tendría lugar en Seattle en
los próximos días. La Organización Mundial de Comercio se ha con-
vertido para la mitología de izquierda, en lo que las Naciones Unidas
significan para el movimiento de las milicias: el centro de una conspi-
ración global en contra de todo lo que es bueno y decente, De acuerdo
con el mito, la "ultra-secreta" Organización Mundial de Comercio se
ha convertido en una especie de cuerpo super-gubernamental que obli-
ga a las naciones a hacer reverencia frente a los deseos de las corpora-
ciones multinacionales. Esta destruye las culturas locales (el titular de
la propaganda decía "Monocultura global"): esta deteriora el medio
ambiente: y tiraniza a la democracia, forzando a los gobiernos a qui-
tar leyes que chocan contra sus siniestros propósitos.
Como la mayoría de leyendas urbanas exitosas, esta se basa en una
verdad muy débil. El proceso global gradual hacia el libre comercio que
empezó en la década de los años treinta cuando Franklin Roosevelt
introdujo el Programa de Acuerdos Comerciales: ha dependido siem-
pre de negociaciones internacionales: yo bajaré mis aranceles si usted
baja los suyos, Pero siempre ha habido el problema de gobiernos que
dan con una mano pero quitan con la otra, que en cumplimiento de sus

365
PAUL KRUGMAN

deberes remueven ps aranceles pero después usan otras excusas para


frenar las Importa ~ones, (Ciertamente, existe el libre comercio en el
interior de la Unió "Europea, pero esas vacas británicas no son de con-
fiar), Para hacer ije los tratados funcionen tiene que haber alguna
clase de proceso e )ijudicial qUe determine cuándo medidas domés-
ticas ostenslbles!i : ,de facto, una reimposición de barreras comercia-
les y por lo tanto u .a violación del tratado, Bajo el sistema previo a la
Organización Mu dial de Comercio, el Acuerdo General de Arance-
les y Comercio, es ~ proceso era lento y engorroso, Ahora se ha vuelto
más expedito y el ~isivo, Inevitablemente algunas de sus decisiones
pueden ser desaft ¡las: ¿fue en realidad la prohibición que impusieron
los Estados Unido 'ia las importaciones de atún porque atentaban con-
tra los delfines un ':barrera comercial encubierta? Pero e! muy temido
poder de la Organ e ación Mundial de Comercio para imponerse sobre
las leyes locales, e 'tá limitado estrictamente a hacer cumplir e! espíri-
tu de los acuerdo histentes. Esta no puede forzar de manera impor-
tante a los país : que son escépticos sobre los beneficios de la
globalización a al ~ir sus puertas al comercio y a la inversión extran-
jera, Sin embargl i si la mayoría de países están deseosos, o por lo
menos tienen la v Juntad, de participar en la globalización es porque
están convencido cae que es para su propio beneficio,
Yen buena n áida ellos están en lo cierto, El hecho real es que todo
ejemplo de desal 'liD económico exitoso en el siglo pasado -todos los
casos de nacione ipobres que ascendieron, o que por lo menos logra-
ron mejorar dra ~ticamente su nivel de vida- tuvo lugar vía la glo-
balización: esto e '¡ mediante la producción para el mercado mundial
antes que para I ~:autosuficiencia, Muchos de los trabajadores que
hacen esa produc 'Ión para el mercado global están muy mal pagos, en
relación con los .:tándares del Primer Mundo. Pero para decir que
ellos se han emp 'precido por la globalización, es necesario ignorar
conscientemente ,as comparaciones a lo largo del tiempo y de! espa-
cio: es decir, ust ~ tiene que olvidar que esos trabajadores eran aún
más pobres ante ,de que estuvieran disponibles los empleos en las
industrias expor ~doras e ignorar e! hecho de que aquellos que no tie-
nen acceso al m " ado global están mucho peor que aquellos que sí
tienen dicho ace ~o. (Vean mi vieja publicación en Slale titulada "El

366
Una visión más amplia

elogio al trabajo barato"). La crisis finandera que tuvo lugar entre 1997
y 1999, temporalmente le dio a quienes dicen que la globalización es
mala para los trabajadores en todas partes un poco de munición, pero
la crisis no duró para siempre, y en cualquier caso la solución para
crisis futuras seguramente involucrará algunas regulaciones sobre los
movimientos de capitales de corto plazo, más que una retracción de la
globalización como un todo. Inclusive los malayos le siguen dando la
bienvenida a los inversionistas extranjeros de largo plazo y tienen su
fe puesta en la exportación de bienes manufacturados.
y ¿qué podemos decir sobre el medio ambiente? Ciertamente, algu-
nos bosques han sido tumbados para alimentar los mercados globales.
Pero los países que son descuidados con el medio ambiente son bas-
tante capaces de hacer mucho daño sin la ayuda de las corporaciones
multinacionales -sólo pregúntenle a los europeos del este-. Lo que sí
vale la pena decir es que los ejemplos más conspicuos de saqueo am-
biental que hay hoy en día en el Tercer Mundo no tienen nada que ver
con la OMe. Los incendios forestales que envuelven al sureste asiático
en una gran nube de humo son iniciados por locales deseosos de tie-
rra; la destrucción subsidiada de selva amazónica comenzó como parte
de una estrategia brasilera de desarrollo hacia adentro. Como un todo,
es probable que en neto la integración a la economía global, que pone
las acciones nacionales bajo el escrutinio internacional, lleve a mejo-
rar, y no a empeorar, las políticas ambientales.
Pero en cualquier caso sospechoso, estos son temas colaterales,
porque lo que esa propaganda deja en claro -más claro, intuyo, que lo
que los patrocinadores querían- es que la oposición a la globalización
en realidad tiene muy poco que ver con salarios o con el medio ambien-
te. Después de todo, dejando de lado una foto de una cepa de un árbol
cortado y otra de una desembocadura de un oleoducto, acá están los
horrores de la globalización que Turning Point Project escogió para
ilustrar: el cruce de varias autopistas, un parqueadero lleno de carros,
un represamiento de carros, un suburbio residencial, un edificio de
apartamentos con muchas antenas satelitales, unos trabajadores de
oficina en una calle congestionada, unos rascacielos de oficinas, una
finca productora con muchos pollos, un pasillo de un supermercado,
y un arco de McDonald's.

367
PAUL KRUGMAN

Cada foto esta :¡t acompañada de un letrero que decía" ¿Es esto Los
Angeles o el Cain ~,", "¿Es esto India o Londres?", etc.
¿Qué es tan ho '~ible de estas escenas? Acá está lo que dice el anun-
cio: "Hace unas p 'as décadas todavía era posible salir de casa e ir a
otro lugar: la arq¡ectura era diferente, el paisaje era diferente, el len-
guaje, el vestido ~ '(os valores eran diferentes. Ese era un tiempo en el
que podíamos ha ~r de diversi<jad cultural. Pero con la globalización
económica, la div ,rsidad está desapareciendo rápidamente".
Uno no pued ~ '. ¡scutir con eso: viviendo en esos sitios, el alma del
turista muere y ¿ ." no es capaz de creer que pueda visitar la campiña
francesa o ciuda tae México o Kansas City como ellas fueron, sino
como ellas son? PI" el mundo no se hace para la edificación de turistas.
El mundo es hec '; o debería hacerse para el beneficio de la gente co-
mún y corriente :-Sus vidas cotidianas. Yes ahí en donde la indigna-
ción de las pers 'as de Turning Point comienza aparecer bastante
,-
extraña. l'
y sin duda, l¡ ¡tosa más sorprendente sobre los horrores de la glo-
balización Hust!' • os en esas fqtos es que para la mayoría de la gente
del mundo esto,. ~presentan aspiraciones, cosas que ellos desearían
tener, antes que ~ rribles amenazas. Los represamientos de tráfico y
las horribles inl ~ ecciones de varias autopistas son molestos pero la
mayoría de la ge fe aceptaría gustosa esa molestia a cambio de la li-
bertad que vien ~~ on la posesión de un carro (y, más directamente al
punto, siendo su " ientemente deo como para poder comprar uno). Las
zonas residenci ~s y los edificios de apartamentos pueden ser feos,
pero son un para: o comparados con las casuchas de los caseríos o con
los tugurios urb ~'os. Vestir de corbata y trabajar en frente de un com-
putador en una e de oficinas es, créanlo o no, preferible que el tra-
bajo que quieb ~ espaldas en un cultivo de arroz. y a uno nadie lo
obliga a comer "McDonald 's.
Ahora, por. ':puesto, lo que es bueno para el individuo no siem-
pre es bueno si ~das las demás personas hacen lo mismo. Tener una
casa grande co 'i'ardín es agradable. pero ver el campo cubierto de
zonas residenci ~ ~es irregularf$ no lo es, y todos podríamos estar me-
jor si pudiéram " ponernos de acuerdo (o convencernos por medio de
incentivos trib ~ rios) en apropiarnos de un poco menos de espacio .
.
~

~~

368
Una visión más amplia

Lo mismo aplica para las escogencias culturales: los residentes de


Boston, que satisfacen su gusto por las divas canadienses, socavan las
posibilidades de Jas cantantes y compositoras locales y todos podrían
estar mejor en términos colectivos si las emisoras locales de radio tu-
vieran alguna clase de norma que determinara los contenidos cultu-
rales. Pero hay una línea muy delgada entre los argumentos a favor de
las acciones colectivas y e! paternalismo arrogante, especialmente
cuando se trata de temas culturales: ¿estamos advirtiéndole a las so-
ciedades sobre las consecuencias no intencionales de sus actos o sim-
plemente estamos en desacuerdo con los gustos individuales?
y la propaganda de! Times deja muy en claro que Turning Point
Project -y todo eJ movimiento que esta organización representa- es-
tán en el lado arrogante de esa línea. Aunque ellos hablan de libertad
y democracia, su principal petición es que se evite que los individuos
obtengan lo que quieren, que los gobiernos tengan libertad e incluso
sean motivados a negarle a los individuos el derecho de manejar carros,
trabajar en oficinas, comer hamburguesas con queso y ver televisión
satelita!. ¿Por qué? Presumiblemente porque la gente realmente sería
más feliz si conservara su "lenguaje, vestido y valores" tradicionales.
Por lo tanto los españoles serían más felices si aún se vistieran de negro
y dejaran que los sacerdotes de mente cerrada gobernaran sus vidas,
y los residentes de América del Sur serían más felices si los hacendados
aún tomaran sorbos de julepe de menta, se pusieran vestidos blancos
y aceptaran la deferencia tradicional de los campesinos que cuJtivan
Ja tierra ... en vez de vivir en este deprimente mundo moderno en el cuaJ
Madrid es como París y Atlanta se parece mucho a Nueva York.
Bueno, de aJguna manera sospecho que los residentes de Madrid
y Atlanta, aunque pueden Jamentar un poco la pérdida de Jas tradi-
ciones, prefieren Ja modernidad. Y¿sabe qué? Yo creo que el resto del
mundo tiene derecho a hacer la misma escogencia.

369
T bajadores cQntra trabajadores
f: Mayo 21 de 2000

En los años vd :te. e! partido comunista de Sudáfrica hizo campa-


ña con el siguiente tma: "¡Los trabajadores de! mundo unidos por una
Sudáfrica blanca!' ~Esto no era tan incongruente como suena: el mo-
vimiento político c:e eventualmente impuso e! aparlheid tenía fuertes
raíces populistas j¡lcluso socialistas. Estaba sinceramente preocupa-
do por m~orar el 'Status econól)1ico de los trabajadores africanos. y
por protegerlos el fía depredación de! capital internacional. Desafor-
tunadamente, el pvimiento mejoró la situación de los trabajadores
blancos a través ií evitar que los capitalistas ofrecieran empleos in-
dustriales a los UI) ,Iancos. cuya intensa pobreza los hizo estar dispues-
tos a trabajar por ': enos.
El movimient(" abajador de los Estados Unidos no es tan brutal-
mente directo en : s lemas. Probablemente sus líderes ni siquiera se
admiten a sí . s que su creciente oposición vociferante a las im-
portaciones es. el, cta. un esfuerzo por mejorar las condiciones de
los trabajadores I ;rteamericanos a costa de negarle oportunidades a
• los trabajadores ,,'1 resto del mundo. Pero cuando e! presidente del
sindicato de Con 'Clores de Camiones. James P. Hoffa. declara. como
:r
lo hizo en esta pá "ina no hace mucho tiempo. que" a los trabajadores
norteamericanos"o se les debería pedir que compitieran con trabaja-
dores extranjero .' quienes no se les paga un salario de subsistencia",
las implicacione' "on claras. Dada la baja productividad de los traba-
jadores en los pa "es de! Tercer Mundo. la falta de infraestructura de
sus naciones y s ';atraso general en niveles de desarrollo, insistir en
que a esos trabil 'dores se les pague lo que los norteamericanos con-
il
sideran un salar de subsistencia es insistir en que cobren un precio
al que no los con ;, atarían. Yeso no es un accidente: cualquier política
que no le pusier :" n precio a esos trabajadores que los hiciera salir del
mercado. no ofre Lría tranquilidad a los trabajadores norteamericanos,
Hay algo tr "ico pero inevitable en la forma en que el trabajo ha
llegado a este i' " asse moral. El movimiento sindical de los Estados
Unidos tiene toe l\ e! derecho de sentir que los trabajadores nortea me-
;~

370
Una visión más amplia

ricanos han estado metidos en un mal negocio. Según las mediciones


estándar. el salario real que llevan los obreros a sus casas es más bajo
ahora que lo que era hace un cuarto de siglo. Usted puede evadir las
estadísticas. pero sin lugar a dudas los obreros han sido. en gran medi-
da. dejados atrás por el crecimiento económico de la nación. Y lejos de
haber combatido esta desigualdad en las retribuciones. la política en
general la ha reforzado: los impuestos se han vuelto menos. en vez de
más. progresivos. los colegios públicos para quienes no pueden costear
vivir en los lugares adecuados han empeorado. y así sucesivamente.
Un buen economista le puede dar a usted una lista de cosas que
podrían ayudar a la clase trabajadora de Norteamérica: alguna forma
de seguro de salud nacional. mayores y mejores complementos al sa-
lario en la línea del crédito al impuesto sobre los ingresos ganados. etc.
etc. Pero si yo fuera un líder sindical. me burlaría de mi ingenuidad
académica. Usted sabe y yo sé que esas propuestas son sólo sueños.
que hoy en día en Norteamérica.la izquierda. tal como está. tiene sus
manos llenas de esfuerzos por detener y echar para atrás la tendencia
del sistema de impuestos aún más hacia los intereses de los pudien-
tes. Y el movimiento sindical, cuya influencia es hoy mucho menor de
la que tenía hace 20 años. no está en posición de reversar la marea
política.
Entonces ¿qué puede hacer el líder sindical? Escoger una pelea que
el sea capaz de ganar: luchar por limitar las importaciones que com-
piten con los trabajadores que ellos representan. Puede que los elec-
tores no vean en la protección una amenaza directa contra sus
chequeras (aunque silo es). La retribución puede ser limitada -la arit-
mética sugiere que inclusive una prohibición total a los bienes manu-
facturados procedentes de los países del Tercer Mundo aumentaría los
salarios de los obreros no más de 3 Ó4%- pero ¿quién está haciendo
las cuentas? Y si el objetivo es lo suficientemente poco atractivo-si es.
digamos. un horrible régimen en la China- el limitado pero no despre-
ciable poder de lobby de los trabajadores puede alcanzar una victoria.
En otras palabras. es entendible que el movimiento de los trabaja-
dores obreros haya decidido que debe tratar de ayudar a los trabaja-
dores norteamericanos a través de negarle oportunidades a
trabajadores extranjeros aún más necesitados -aunque. por supues-

371
-~
PAUl KRUGMAN

~ ,

to, nieguen que ellO! ~stén haciendo eso-o Si yo fuera un líder sindical
probablemente taml 'jén sería proteccionista. Pero entender esta estra-
tegia política, e incl )ve aceptar lo inevitable que es, no significa apro-
barla. '
'. ,
Aquellos que qi 'ieran tener certezas morales fáciles -lo que sig-
nifica, todos nosof :s- desearían que todo fuera más simple, que la
codicia corporativo _. uera el único enemigo y que personas como el
señor Hoffa estuvi . n luchando por los derechos de los trabajadores
de todas partes del tundo. Es difícil para los liberales admitir que el
movimiento trabaj' _or de los Estados Unidos, con su noble tradición,
está ahora trabajar o en contra de los intereses de la mayoría de po-
bres del mundo. Pe basí es. '
E'
:r

- ~

372
El síndrome del tacaño
Didembre 25 de 2001

iBah. tonterías!. gritó el secretario del Tesoro de los Estados Uni-


dos. Está bien. Paul O'Neill en realidad no dijo "Bah ". Pero la sema-
na pasada él desdeñosamente descartó propuestas para aumentar la
ayuda a las naciones pobres. Y sujustificación -que a él "le gustaría
conocer evidencia sobre qué funciona antes de establecer nuevos com-
promisos" - fue pura tontería.
Porque la verdad es que nosotros ya sabemos lo que funciona.
Nadie espera que la ayuda externa haga milagros. que convierta a
Mozambique en Suecia de la noche a la mañana. Pero logros más
modestos. como salvar a millones de personas al año de enfermeda-
des como la malaria y la tuberculosis. se pueden alcanzar. con sumas
de dinero bastante modestas.
Ese es el mensaje de un informe que acaba de salir de una comi-
sión de la Organización Mundial de la Salud. e! cual hace un llamado
a los países avanzados a otorgar recursos para un plan para "aumen-
tar e! acceso de los pobres de! mundo a servicios esenciales de salud".
El programa proveería elementos básicos que muchas naciones pobres
simplemente no pueden costear: antibióticos para tratar la tuberculo-
sis. anjeos tratados con insecticidas para controlar la malaria. y así
sucesivamente. El costo de este programa sería alrededor de 0.1 % del
ingreso de los países desarrollados. La retribución serían por lo me-
nos ocho millones de vidas cada año.
Este no es un idealismo soñador. El informe cita a Jeffrey Sachs.
profesor de Harvard. quien dirigió la comisión: "Yo puedo ser 'realis-
ta'y CÍnico para bien de ellos dando todas las razones por las cuales
las cosas son muy difíciles de cambiar". El señor Sachs sabe que será
difícil persuadir a los países avanzados para que aparezcan con el di-
nero-y que los Estados Unidos en particular. es probable que sea muy
poco receptivo-. Pero este es uno de esos casos en los cuales e!lide-
razgo podría hacer una tremenda diferencia.
En este momento. los Estados Unidos son los tacaños del mundo
occidentaL los menos generosos entre las naciones ricas del planeta.

373
PAUL KRUGMAN

Una de las tablas : e contiene el informe de la OMS muestra la parti-


cipación en el PNB ~ los recursos que cada país avanzado ha entrega-
do en ayuda extern, :, los Estados Unidos quedan de últimos en la lista,
bastante por debaj Qe países mucho más pobres como Portugal y Gre-
cia, Las sumas de .'ínero propuestas por la OMS duplicarían nuestro
presupuesto para a' da extranjera, no porque esas sumas sean gran-
des, sino porque e 'amos partiendo de una base muy bajita -alrede-
dor de un centavo .e dólar al día por cada ciudadano de los Estados
Unidos-o
Aún así. dupli r nuestro presupuesto de ayuda extranjera suena
como un sueno 11 . asible. Pero ¿es así? Nosotros podemos ser una
nación tacaña, pe " no somos Una nación de tacaños, No solamente
con frecuencia los' orteamericanos son generosos como individuos
sino también -sin'aberlo- están dispuestos a dar substancialmente
más ayuda exter :: de la que la nación actualmente da, Cuando se
pregunta cuánto (~1 presupuesto federal debería estar dedicado a la
ayuda externa, los:, orteamericanos normalmente dan números cerca-
nos al 10% ,cerca' ¡, 20 veces lo que se está gastando en la actualidad,
Sin embargo, '.-s electores están mal informados: ellos creen que
la porción de la a ':da externa en el gasto federal debería ser recorta-
da al 10%. Y se p ~guntan por qué los extranjeros no muestran más
gratitud por todo :I dinero que les damos. En otras palabras, los nor-
teamericanos esl: Ji viviendo en el pasado: el Plan Marshall terminó
hace más de So ai bs, pero ellos no lo han notado,
El punto es qu 'a nosotros nos gusta pensar que somos generosos.
Esto sugiere que I "ra
!.
un gobierno de los Estados Unidos, que en rea-
lidad quisiera se .ir las recomendaciones del informe de la Organiza-
ción Mundial de 1éSalud, no sería difícil construir apoyo político, Todo
lo que tendría qu ~acer sería informar al público de la gran diferencia
entre la imagen d ';generosidad que Norteamérica tiene de sí misma y
la menos atracti o realidad,
¿Por qué mol ¡~tarse con esto? Uno podría decir que los Estados
Unidos tienen u Interés egoísta en ayudar a los pobres del mundo. La
comisión de Sac '~argumenta que habría grandes beneficios colatera-
les al aumentar lo:· alud de las naciones más pobres del mundo, Argu-
menta que las en __ rmedades son la mayor barrera para el crecimiento

374

- ;:
Una visión más amplia

económico y que el crecimiento económico de los países en desarrollo


haría que el mundo se convirtiera en un lugar más rico y seguro.
Uno también podría decir que reducir la desconexión entre las
palabras de Norteamérica y sus actos, nos daría mayores motivos para
ejercer el liderazgo moral que nosotros creemos que merecemos,
Pero el argumento clave es, sin duda, uno moral, Una suma de di-
nero que los norteamericanos difícilmente notarían, un centavo de
dólar al día por cada ciudadano promedio, literalmente salvaría mi-
llones de vidas. Podemos en realidad decimos a nosotros mismos, en
este día de Navidad, que este regalo ¿no vale la pena darlo?

375
E,'corazón de las mezquindades
" Mayo 31 de 2002
;J
- I~

Pobre Bono, Él 'f quedó atrapado en un momento y no pudo salir


de ahí. ~,
En una de las 1,:'5 extrañas empresas de la historia de la econo-
mía de! desarrollo, 'lona -el cantante principal de la banda de rack U2-
ha estado haciend ' na gira por'África con Paul O' Neill, secretario
del Tesoro, Por un 1'~mpo, las tensiones latentes entre los dos hombres
rt
fueron enmascara 6s por la cortesía de Bono; pero el lunes a él se le
agotó su paciencia ,¡
La pareja estil e visitando un caserío en Uganda, en donde un
nuevo pozo de! q\l '¡emana agua limpia ha mejorado radicalmente la
salud, La conclusi ji que e! señor O'Neill sacó de esto, y de los otros
proyectos de desa 'C 110 que vio, fue que no se requiere mucho dinero
para llevar a cabo ,jIos proyectos que mejorarían mucho la vida de las
personas -y por lo ': nto que no se requiere incrementar mucho la ayu-
da externa-, Por rto, los Estados Unidos actualmente gastan o, 11 %
del PIBen ayuda e " rna; Canadá y los principales países europeos son
cerca de tres vece: " ás generosos, La administración Bush propuso
que e! "Pondo Mi "nio" aumente la participación de nuestra ayuda
externa, pero sóló ,'0,13%, .
Bono estaba fj ioso, declarando que los proyectos demostraban
todo lo contrario, " e e! pozo es "e! ejemplo de por qué nosotros nece-
sitamos bastante -'nero para el desarrollo", Y ese no es en absoluto
un ejemplo de por 'ué no necesitamos dar bastante dinero para el de-
sarrollo, Y si el s~ ,'etario no puede ver eso, le vamos a tener que con-
seguir un par de 'fas y unas n\levas orejas,
Probablemen . la mejor forma de refutar lo que dijo e! señor
O 'Neill es record t la propuesta que la Organización Mundial de la
Salud hizo e! año • sado, para proveer a los países pobres con bienes
básicos como anti óticos y anjeos para mosquitos tratados coninsec-
ticidas, Si los Est, -os Unidos hubieran respaldado el programa pro-
puesto, que segú¡ 4a OMS hubiera salvado ocho millones de personas
~
g
-f
1;
376 !"
Una visión más amplia

cada año. la contribución de Norteamérica hubiera sido cercana a 10


billones de dólares anuales -un centavo de dólar diario por norteame-
ricano-. suma que con todo. hubiera significado duplicar el gasto ac-
tual en ayuda extranjera. Salvar vidas -inclusive vidas africanas-
cuesta dinero.
Pero ¿es el señor O'Neill realmente ciego y sordo ante las necesi-
dades de África? Probablemente no. Él está atrapado entre una estre-
lla de rock y la pared: él quiere mostrar preocupación por la pobreza
global. pero Washington tiene otras prioridades.
Una demostración impactante de esas prioridades es el contraste
entre la manera cortante en que la administración Bush descartó la
propuesta de la OMS y la voluntad bipartidista de hacer permanente
la reciente eliminación del impuesto a las sucesiones. 10 que es nota-
ble acerca de ese impulso. es que los oponentes al impuesto a las suce-
siones ni siquiera trataron de esbozar un argumento para afirmar que
reducir los impuestos sobre las herencias de los ricos es bueno para
todos nosotros. Por el contrario. ellos hicieron una súplica emocional
-ellos quería que nosotros sintiéramos el dolor de aquellos que pagan
el "impuesto a la muerte"-. Y las historias quejumbrosas funciona-
ron; el Congreso descartó las propuestas de mantener el impuesto. e
inclusive las propuestas para aumentar las exenciones -el porcentaje
de la riqueza que está libre del impuesto- a cinco millones de dólares.
Hagamos las matemáticas de este caso. Un impuesto a las suce-
siones con una exención de cinco millones de dólares sólo afectaría a
un puñado de familias muy ricas: en 1999 sólo 3 300 fortunas tenían
un valor gravable de más de cinco millones. El valor promedio de esas
fortunas era 16 millones de dólares. Si el exceso sobre los cinco millo-
nes fuera gravado con las tasas anteriores al año 2001. la familia pro-
medio gravada quedaría con diez millones -lo cual a mí no me suena
a penuria- y el gobierno recaudaría 20 billones de dólares cada año.
Pero no; todo el impuesto tiene que desaparecer.
Entonces ahí están nuestras prioridades. Enfrentados a una pro-
puesta que salvaría la vida de ocho millones de personas cada año.
muchos de ellos niños. nos detenemos ante el costo. Pero cuando se nos
pide ceder ingresos por el doble de ese costo. para permitir que 3 300

377
PAUL KRUGMAN
-u

familias afortunada " ecibane! total de sus 16 millones de herencia en


vez de sólo diez millnes, nosotros no dudamos, ¡Que ningún herede-
ro se quede atrás! :
Lo cual nos llev ¡:de nuevo, a la gira de Bono y O'Neill, La estrella
de rock debió hab!' ;: sperado que los principales funcionarios norte-
americanos fueran i "norantes antes que insensibles, que ellos simple-
mente no supieran.( ',mo son las condiciones en los países pobres, y la
gran diferencia qu 'puede hacer la ayuda externa. Al mostrar al se-
ñor O'Neilllas re. ¡Hades de la pobreza y los beneficios que podría
traer la ayuda, Bon '~esperó encontrar y encender la chispa de la com-
pasión, que seguro ¡,"ebe estar latente en los corazones de aquellos que
dicen ser conserva . res compasivos,
r
Pero él aún no 1],. encontrado'¡o que estaba buscando,

,
~-

1::

r
1-,

378
Estados Unidos. burlones de la ley
Mayo 24 de 2002

Hace un tiempo. durante un año. yo hicé parte del Consejo de Ase-


sores Económicos de la administración Reagan. Mientras trabajaba
allá me desilusioné de cómo es que en realidad se hace la política eco-
nómica. Pero una sorpresa favorable fue lo serios que son los funcio-
narios de los Estados Unidos acerca de los tratados de comercio
internacional.
La administración Reagan. a pesar de su retórica de libre comer-
cio. estaba bastante dispuesta a proteger a las industrias para obte-
ner ganancias políticas; el ejemplo más notable fue la restricción
"voluntaria" a las exportaciones de carros japoneses. Aún así. había
una regla firme de que las intervenciones al comercio tenían que ser
legales desde el punto de vista del GATT -esto es. que no podían violar
el Acuerdo General de Aranceles y Comercio-o (Desde entonces. el
GATT ha estado incorporado a las normas de la Organización Mundial

de Comercio). Yesa escrupulosidad continuó hasta el final de los años


Clinton. Todo el mundo entendía que había ciertas cosas que uno no
hacía. sin importar qué tan conveniente fueran en términos de venta-
jas políticas de corto plazo.
En otras palabras. en esos días. gente responsable gobernaba nues-
tra política económica internacional.
Cuando la administración Bush impuso aranceles exorbitantes
sobre las importaciones de acero. quedó en claro que esto ya no es cier-
to. En términos económicos puros. el arancel sobre el acero no es algo
tan importante. Pero sí demuestra un desacato sin precedentes hacia
las normas internacionales.
La amenaza inmediata es que otras naciones golpeen de vuelta: la
Unión Europea ha amenazado con poner aranceles retaliatorios y a
principios de esta semana Japón. Brasil. Corea del Sur y China dije-
ron que ellos demandarían dicha acción. (El señor Bush en realidad ha
unificado al mundo. por lo menos en este tema). Pero como alguna vez
me dijo un experto en comercio. el gran peligro cuando los Estados

379
PAUL KRUGMAN

,,-
l
Unidos burlan las :rmas no es l~ retaliación, es la emulación: si no·
sotros no honramo :os acuerdos ~omerciales ¿entonces quién lo hará?
De todas forma ; ¿por qué ne~esitamos los acuerdos comerciales?
Los costos que los il " nceles y las ,uotas a las importaciones imponen
sobre los consumi :res domésticos casi siempre exceden las ganan·
cias que ellos otor 'h a los productores domésticos. Sin embargo, si
no tuviéramos acu 'dos comerciales, el proteccionismo normalmente
ganaría. Los cons . idores no caen en cuenta de que ellos se están
peljudicando con 1 . aranceles al acero o con las cuotas a la importa·
ción de azúcar, pel: ¡as industrias del acero y del azúcar sí saben exac·
tamente lo que est, ; obteniendo.:
La razón por la al hemos logrado tener un comercio relativamente
libre es que el mUll -bajo el liderazgo de los Estados Unidos- ha de.
o • ,

sarrollado un sist,¡ 'a que confronta los propios intereses de los expor·
tadores contra el p 'der de las industrias, que preferirían no competir
con dichas import: Iones. Cada país acuerda aceptarlas exportacio.
nes de otros país.! n retribución por el acceso a sus mercados. En el
lenguaje de las ne 'bciaciones comerciales, las partes de estos acuer·
dos hacen "conces _nes"; pero el propósito real de esas concesiones es
protegernos nosOI . s mismos de nuestros malos instintos.
El sistema de de de la proposición de que un trato es un trato.
Unpaís que ha ac ado. digamos, permitir las importaciones de acero
no inclumplirá su romesa simplemente porque los vientos políticos
domésticos han e biado. Los acuerdos comerciales incluyen" salva.
guardias", circun. [ ncias especiales bajo las cuales se permiten aran-
celes temporales; ero las circunstancias bajo las cuales uno puede
hacer eso son bas nte restrictivas.
y la industria :el acero claramente no cumplía con esas condicio.
nes. En particular. 'ecientemente las importaciones de acero han estado
declinando y no a'- entando. Cuando, a pesar de ello, la administra-
ción Bush decidí -acle a la industria del acero la protección que que-
ría, en realidad e ¡aba diciendo -como lo ha dicho en muchas otras
áreas- que las re:as realmente no se aplican para ellos.
La administr "~o ón insiste en: que simplemente está defendiendo los
intereses de los' ,lados Unidos. RobertZoellick. el representante co-
'

mercial--que fue .n genuino libre·cambista, pero en estos días suena


,

380
1'-
Una visión más amplia

como un hombre quebrado-declaró que "El Tío Sam no va a ser el Tío


Bobo para esta gente", Pero si usted cree que esto se trata del interés
nacional. yo recibí una amenaza terrorista sobre el Puente Brooklyn,
la cual usted puede estar dispuesto a creer,
Todo esto se trata pos supuesto, de política cruda y poco visiona-
ria -la misma política que ha llevado a la administración a revocar el
crucial acceso comercial a las naciones del Caribe, con efectos proyec-
tados devastadores sobre sus economías, para ayudar a un solo con-
gresista de Carolina del Sur-, En el caso del acero, KarI Rove sopesó
tres votos electorales en Virginia Occidental en contra del sistema de
comercio mundial construido por más de 60 años, y la respuesta fue
aparentemente obvia,
El señor Bush pronto tendrá una autoridad de promoción del co"
mereío -lo que nosotros llamábamos "un camino rápido"-la cual él
dice que necesita para negociar nuevos tratados comerciales, Pero ¿qué
tan buenos son los nuevos tratados comerciales si no respetamos los
antiguos?

381
Capítulo 16

Economía y

economistas
Oferta, demanda y comida inglesa
Fortune, julio 20 de 1998

A nosotros los norteamericanos nos gusta jactarnos del giro eco-


nómico que dimos en los años noventa, pero uno podría argumentar
que Inglaterra -en donde he pasado las últimas semanas- es la ver-
dadera historia de vigor recuperado del mundo avanzado. Cuando
empecé a visitarla, a principios de los años ochenta, Londres era una
ciudad desgastada y deprimente y las antiguas regiones industriales
del país, una tierra Full Montiesca y yerma con fábricas cerradas y
filas de desempleados. Sin embargo, en estos días Londres retumba con
prosperidad y con la charla multilingüe de miles de jóvenes europeos
-especialmente franceses-que han cruzado el canal en busca de los
empleos que ya no pueden encontrar en su país natal. ¿Cómo se logró
este giro? -esta es una pregunta fascinante, y si los laboristas logra-
ran mantenerlo es otra-o Pero yo he estado pensando en comida. No
soy Marcel Proust (qué diablos es una madelena. al fin y al cabo), pero
el cambio en los hábitos de alimentación ingleses es suficiente para po-
ner a un economista a pensar sobre la vida. el universo y la naturale-
za de la sociedad de consumo.
Para alguien que recuerde los viejos tiempos. la comida es la cosa
más sorprendente de la Inglaterra moderna. La comida inglesa tenía
una merecida fama de ser muy fea: pescado grasoso con papas fritas.
pasteles de cerdo gelatinosos y café aguado. Ahora no sólo es fácil
encontrar algo mucho mejor. sino que aquellos terribles platos ingle-
ses se han vuelto difíciles de encontrar. ¿Qué pasó?
Probablemente la primera pregunta es cómo llegó a ser tan mala
la cocina inglesa. Una buena conjetura es que la industrialización y
la urbanización inicial del país fueron las culpables. Millones de per-
sonas se fueron rápidamente de sus tierras sin tener acceso a los in-
gredientes tradicionales. Peor aún. hicieron eso en un momento en que
la tecnología de la oferta de comida era aún primitiva: el Londres
victoriano ya tenía más de un millón de personas pero la mayoría de
su comida venía en barcazas y en transporte de tracción animal. Por
lo tanto la gente común y corriente. e inclusive la clase media fue for-

385
PAUL KRUGMAN

zada a una cocina b ¡ ada en productos enlatados (alverjas apelmaza-


das), carnes conser pdas (de ahí ~sos pasteles) y raíces vegetales que
no necesitaban refr "eración (v,gr. papas. lo que explica las chips).
Pero ¿por qué 1 ¡comida siguió siendo tan mala después de que
estuvieron disponl es los vagones de tren con refrigeración. las co-
midas congelada!; 'e todas maneras mejores que las enlatadas) y
eventualmente los 'vías aéreos de pescado fresco y vegetales? En esto
estamos hablando e economía -y acerca de los límites de la teoría
económica conven _nal-. Con s~guridad la respuesta es que para el
momento en que 1 'británicos pudieron comer decentemente. ya no
reconocían la difer' cia. El aprecio por la buena comida es. casi lite-
ralmente, un gUS! 'adquirido- pero como hasta. digamos. el típíeo
hombre Inglés 19'7 ¡no había tenido una comida realmente buena, no
la exigía-o Y com os consumidores no demandaban buena comida,
nunca la obtuvier o' Inclusive en esa época seguramente había algu-
nas personas a qu nes les hubiera gustado tener una comida mejor.
pero no eran sufic 'ntes como para conformar una masa crítica.
y luego camb' ; todo. En parte esto pudo haber sido el resultado
de la inmigración; .' unque antedores olas de inmigrantes simplemen-
te se adaptaron a o s estándares• alimenticios ingleses -recuerdo ha-
ber ido a un resta 'ante italiano bastante caro en Londres, en 1983. en
el cual se advertí. los comensales que dijeran con anticipación si
querían que su pa a fuera recién cocinada). La riqueza creciente que
hizo posible que 1 ;gente fuera de vacaciones a otros países pudo ha-
ber sido más im}> tante -¿cóm? puede usted mantenerlos comiendo
bangers cuando y han probado el foi gras?-. Pero en un cierto punto,
el proceso se com zó a reforzar'a sí mismo: suficiente gente supo que
la buena comida bía como la que vendían en esos restaurantes o al-
macenes que com . aran a ofrecerla. yeso permitió que cada vez más
gente adquiriera ,midas sabrosas.
¿Qué tiene ql¡ ertodo esto con la economía? Bueno. se supone que
todo el meollo du sistema de bercado es que le sirve a los consumi-
dores. y les ofre ' o que quieren y por lo tanto permite maximizar el
bienestar colecti ". Pero la historia de la comida inglesa sugiere que
inclusive en un:l ecto tan básico como la comida, la economía de li-
bre mercado PUl! 'quedar atrapada por un período extenso en un mal

386 l'
Una visión más amplia

equilibrio en el cual las cosas buenas no son demandadas porque nunca


han sido ofrecidas, y no son ofrecidas porque no hay suficiente gente
que las demande.
y viceversa, un buen equilibrio puede deshacerse, Suponga que un
país con comida fina es invadido por abastecedores de comida barata
que surten a gustos más toscos, Usted puede decir que la gente tiene
el derecho a comer lo que quiera a través de adelgazar el mercado o los
precios vigentes, se puede hacer difícil de conseguir lo que la gente
busca -y difícil de aprenderlos a apreciar-, y todo el mundo puede ter-
minar en una situación peor que la inicial. Con frecuencia a los ingle-
ses les divierte la histeria de sus vecinos más cercanos, quienes se
aterrorizan con la sustitución de los croissants por los doughnuts. Pero
fue grande la alegría cuando los horrorizados franceses descubrieron
que McDonald's era la comida oficial de la Copa Mundo. Pero la pre-
ocupación de Francia no es del todo boba. (Boba sí. pero no del todo).
En comparación con la limpieza étnica de Kosovo y la caída del yen,
estos temas son "papitas fritas". Pero sirven para, humm, darle
frituras al pensamiento.

387
!Oh Cana(~! Una nación ignorada obtiene su Nobel
Slate, octubre 19 de 1999

Ya era hora, :sque trabajamos en teoría monetaria internacio-


nal hemos estado 'perando durante una década a que RobertMundelJ
obtuviera su muy merecido Premia Nobel en Ciencias Económicas, El
trabajo de Mund II es tan central en ese tema, tan" seminal" -un tér-
mino usado en e eso pero que realmente aplica en este caso- que ha
suscitado mucha 'controversias: sus ideas son la base para los dos la-
dos del debate, p 'ro una persona ajena a nuestra profesión puede es-
tar confundida obre exactamente de qué se tratan las ideas de
Mundell y su pI' ,. io,
La página ed 'orial de The Wall Street Journal de manera bastan-
te patética ha d 'larado que este es un Nobel para la economía del
"lado de la ofen !', No es sorprendente: los intentos del editor Robert
Bartley por recia " ar una reivindicación intelectual se han vuelto cre-
cientemente des erados en los años recientes, Con ocho años y más
de expansión el "toniana, haciendo que los "siete años gordos" de
Reagan parecier' positivamente enclenques, y con los héroes del lado
de la oferta com ~ude Wanniski pareciendo lunáticos, The Wall Street
Journal se agac ;. de lo que esté a su alcance, (En todo caso ¿desde
cuándo a Bartle, ;.Ie importa lo que piense un sueco?) Para lo que nos
concierne, las p 'bras del comité del Nobel no mencionan nada de lo
que Mundell h Lescrito desde que fue adoptado como mascota de
Bartley et al" h 'te unos 25 años, Es el joven Mundell, cuyas teorías
aún dominan lo ~libros de texto, el que ganó el premio,
Entonces si 'p es un Nobel del lado de la oferta, ¿qué es? Bueno,
¿qué tal tomad ;' amo un Nobel canadiense?
No estoy S¡,¡ ::ro por qué las políticas canadienses se han interpre-
tadouniversab , te como torpes; ¿porqué el ganador de la vieja com-
petición del m "aburrido, "Meritoria iniciativa canadiense", aún
parece tan chist ¡sal (sí. yo también pienso que es chistosa), Tal vez eso
tiene algo que 'r con la forma en que ellos hablan ¿eh? Pero cuando
se trata de aSUr ~os monetarios internacionales, Canadá ha sido con
frecuencia un e, ~o muy interesante - un país que ha desafiado las ten-
¡'

388
Una visión más amplia

dencias, y que ha demostrado con ejemplos los vacíos de la sabiduría


convencional del momento-. Ahora, por ejemplo, la habilidad de Ca-
nadá para prosperar con un dólar propio es el mejor argumento que
yo conozco en contra de las advertencias de algunos británicos euró-
filos que insisten en que su nación debe unirse a la Unión Monetaria
Europea o morirá. Y podría argumentarse que, a principios de la dé-
cada de los años sesenta, cuando el joven economista canadiense
Robert Mundell escribió su trabajo más influyente, fueron las diferen-
cias de Canadá con el resto del mundo las que lo inspiraron a pensar
de una manera original.
Así es como se veía el mundo en 1960: casi todos los países tenían
tasas de cambio fijas con sus monedas atadas al dólar de los Estados
Unidos. Los movimientos internacionales de capitales estaban muy
limitados. en parte por las regulaciones gubernamentales y en parte
por los recuerdos de las moratorias y expropiaciones de los años trein-
ta. Y la mayoría de los economistas que pensaban acerca del sistema
monetario internacional dieron por hecho, explícita o implícitamente,
que esta sería la forma en que las cosas seguirían funcionando en el
futuro predecible.
Pero Canadá era diferente. Para este país nunca fue práctico con-
trolar el movimiento de capitales a lo largo de esa gran frontera con
los Estados Unidos; y los inversionistas de los Estados Unidos se sen-
tían menos nerviosos poniendo su dinero en Canadá que en cualquier
otra parte del mundo. Dados esos movimientos no controlados de ca-
pital. Canadá no podía fijar su tasa de cambio sin perder todo el con-
trol sobre su propia política monetaria.
No estando dispuesto a convertirse en un pupilo monetario de la
Reserva Federal. entre '949 y 1962 tomó la decisión casi única de dejar
que su moneda flotara con respecto al dólar de los Estados Unidos.
Hoy en día la alta movilidad del capital y la tasa de cambio fluctuante
son la norma, pero en esos días parecían atroces -o hubieran parecido
atroces si alguien distinto a los canadienses hubiera estado involu-
crado-.
y por eso, tal vez fue la experiencia canadiense la que llevó a
Mundell a preguntarse, en una de sus tres contribuciones más famo-
sas, cómo funcionarían las políticas fiscal y monetaria en una econo-

389
,,
PAUL KRUGMAN

mía en la que e! c: pital se moviera libremente hacia adentro y hacia


a
fuera en respuesta cualquier diferencia entre las tasas de interés do-
mésticas y extem ',Su respuesta fue que eso dependería de lo que el
país hiciera con " ~tasa de cambio, Si e! país insistía en mantener el
valor de su moned' constante en términos de las monedas de los otros
países, la política 'onetaria se volvería totalmente impotente, Única-
mente dejando f10 'ar la tasa de cambio, la política monetaria ganaría
de nuevo su efecti :¡dad,
Más tarde M 'dell ampliaría su intuición inicial, proponiendo e!
concepto de la "tr pidad imposible": e! libre movimiento de capitales,
una tasa de camb ¡í fija y una política monetaria efectiva, El punto es
que uno no las pu de tener todas: un país tiene que escoger dos de las
tres, Puede fijar - tasa de cambio sin castrar al banco central, pero
sólo manteniend los controles sobre los flujos de capital (como Chi,
na hoy en día); pt ~de dejar libre los movimientos de capital y retener
la autonomía mor etaria, pero sólo dejando que la tasa de cambio fluc-
túe (como Gran 'etaña -{) Canadá-ji o puede dejar libres los capita-
les y estabilizar I 'moneda, pero tiene que abandonar la habilidad de
ajustar las tasas e interés para luchar contra la inflación o contra la
recesión (comogentina hoy en día, o como gran parte de Europa),
y ¿cuál debe, kr la escogencia de un país como Canadá, en donde
los controles a 1 ¡¡movimientos de capital no ha sido una opción se-
ria? ¿Debería re :nciar explícita o implícitamente a tener su propia
moneda y adopt ',el patrón de! dólar de los Estados Unidos, O fueron
las f1uctuacione' 'de la tasa dólar,dólar un precio que valió la pena
pagar por conser 'ar la capacidad de estabilizar activamente la econo-
mía doméstica, ,debate sobre cómo definir un" área monetaria ópti-
ma" es de nunca ~cabar, pero Mundell fijó sus términos, sugiriendo,
en particular, qu :lIna característica clave de esa área sería que hubie-
ra una alta movi ¡dad interna de trabajadores; esto es, la voluntad y
la posibilidad de 'os trabajadores de salir de las regiones deprimidas
hacia las region :' en auge, (Incidentalmente, este es un criterio que
Europa -Qlyo r' "imen de moneda única es apoyado con entusiasmo
por Mundel- el' "amente no satisface),
Hoy en día e (difícil apreciar lo novedosos que fueron en su tiem-
po los planteam 'ntos de Mundell y la forma en que él trato de resol,
,
390 i
"
Una visión más amplia

verlos. Pero si uno mira la literatura monetaria internacional en la


época en que Mundell gozaba sus días de gloria, unO se lleva la im-
presión de que él estaba 15 ó 20 años adelante de sus contemporáneos.
Ellos seguían pensando en términos de un mundo controlado en don-
de el dinero se movía hacia donde y cuando las autoridades deáan que
se moviera. Él. por el contrario, estaba pensando en términos de un
mundo en donde el dinero se movía libre y masivamente hacia donde
pudiera ganar la mayor rentabilidad. En ese tiempo, sólo Canadá, gra-
cias a su vecino gigante, vivía algo parecido al mundo que él estaba
visualizando: hoy en día todos vivimos en esa clase de mundo. Ysi us-
ted mira cualquier libro importante de economía internacional-<:omo
el perenne best seller escrito por Krugman y Maurice obstfeld- se
daría cuenta que la mitad del libro dedicado a temas monetarios está
en buena parte basada en los artículos que Mundell escribió a princi-
pios de los años sesenta.
Entonces ¿quién es este economista que The Wall Street Journal
cree que está de su lado? Bueno, los economistas cambian su estilo y
sus puntos de vista cuando se vuelven viejos: Mundell cambió más que
la mayoría. Esos primeros artículos seminales fueron precisos y
minimalistas: ellos miraban analizaban con una notable presciencia a
esta salvaje, vaga y fuera de control macroeconomía internacional
moderna. En contraste, los escritos de Mundell desde principios de los
años setenta ha sido discursivos, e incluso uno podría decir que
divagadores, y con frecuencia revelan un cierto anhelo por las certi-
dumbres del patrón oro que se perdieron. (Y sí. ha dicho algunas co-
sas que pueden, con algún esfuerzo, ser usadas como apoyo para la
economía del lado de la oferta). El teórico precoz anticipó los años no-
venta: el viejo estadista le presta atención a los años ochenta.
Entonces usted tiene que escoger cuál Mundell prefiere: pero el
comité del Nobel básicamente honró al joven MundeIl, el economista
que fue lo suficientemente iconoclasta como para imaginarse que, de
todos los países del mundo, Canadá tenía la economía del futuro-y
tenía raz6n-.

391
1:

¿Quién lo cr "era? El modelo sueco está funcionando


Fortune, octubre 25 de 1999

Hasta hace POC( ;cuando la gente me preguntaba qué cIase de so-


ciedad me gustaría er, yo tenía una respuesta puntual: "Suecia en el
verano de 1980". ¿P¡' qué Suecia? Porque yo soy un liberal pesado, y
Suecia tradicionah "ote ha sido el ejemplar de lo que se solía llamar
la "vía intermedia" ,es decir una economía de mercado con las aristas
le
puntiagudas suavi das por generosos programas gubernamentales.
¿Por qué en verano? : orque se puede decir que Estocolmo es la ciudad
más linda del mun( le en un día soleado de junio, y tiene una luz pre-
ciosa en invierno. ',¿por qué en 1980? Porque para principios de los
años noventa el mo i lo sueco se estaba desbaratando. La que una vez
fuera una sociedad .c odelo, había contraído Euroesclerosis, con muy
bajo crecimiento y ( "-n una tasa de desempleo superior aI8%. Yel sis-
tema de bienestar ¡i• .' tal sueco parecía condenado a la quiebra: en 1993
el déficit presupue ~Illegó al absurdo 12 % del PIB.
El colapso del 'bdelo sueco llenó de alegría a los conservadores.
Comojubilosame t declaró un Informe del Instituto Cato en 1991,
"Suecia parece pre :ntar un reto intelectual para aquellos que argu-
mentaron que los a "os impuestos y la intervención estatal extensiva
dificultaría el creci ':ento económico ... Pocos considerarían ahora que
el sistema sueco se ';a digno de emular".
Pero ¿han ellos - irado a suecia últimamente? En una reciente vi-
sita a Estocolmo es "ba admirado como siempre con la belleza de ciu-
dad, pero tambié ,sorprendido por el inequívoco zumbido de la
prosperidad. Estas ':rimeras impresiones son confirmadas por las es-
tadísticas: desde 1 .1)3 la economía ha crecido vigorosamente: la ma-
yoría de las proye '~iones muestran un crecimiento de 4% para este
año. El desempleo I caído constantemente, con muchos analistas pro-
yectando que caer 'por debajo del s% el próximo año -un logro aún
más impresionan 'dadas las altas tasas de participación laboral (en
Suecia, al igual qu !en los Estados Unidos, cerca de tres cuartas par·
tes de los adultos e :edad de trabajar están empleados, comparado con

392
¡:
Una visión más amplia

menos de dos terceras partes en Europa continental). Y el presupues-


to está en superávit.
¿Cómo lograron los suecos este cambio? ¿Reaganizaron su econo-
mía, adoptando un régimen de bajos impuestos en el cual los ganado-
res se toman todos los mercados, al estilo norteamericano? En una
palabra, nejo oh, Suecia ha echado un poco para atrás su estado del
bienestar y ha eliminado algunos desincentivos verdaderamente des-
cabellados del sistema impositivo (aparentemente había casos en los
cuales las tasas marginales en realidad superaban el 100%). Pero el
año pasado Suecia recaudó un pasmoso 63'1, del PIS en impuestos. El
bienestar estatal sueco sigue siendo extremadamente generoso, con
una red de seguridad notable. Si usted le cree a aquellos que afirman
que, la comparativamente trivial carga impositiva norteamericana-un
mero 34 % del PIB- es peso opresivo sobre la economía, esperaría ver
la economía sueca en implosión en vez de en auge.
Los suecos mismos no están totalmente seguros de qué es lo que
han hecho bien. Pero una buena conjetura es que la fórmula de la
"Nueva Economía" sueca es similar a la de Norteamérica: una cultu-
ra que es receptiva a la tecnología moderna de la información combi-
nada con una política monetaria que ha llevado a que la economía
aproveche un mayor potencial de crecimiento.
Empecemos con la tecnología. Nadie está seguro del por qué los
escandinavos y la tecnología digital van juntos, como los arenques y
las papas hervidas, pero la afinidad es innegable. Los norteamericanos
se creen los dueños de la web; pero según la mayoría de indicadores,
Finlandia (técnicamente no escandinavos, pero suficientemente cerca),
hogar de Linux y de Nokia, es la nación con más cableado, y Noruega
y Suecia los siguen de cerca). Algunos dicen que es la combinación de
poblaciones altamente educadas, altamente angloparlantes y con bajas
tarifas telefónicas; otros dicen que no hay mucho más que hacer duran-
te esos largos y oscuros inviernos,
Pero no es suficiente con tener mayor productividad: también tie-
ne que haber suficiente demanda para hacer uso de ese mayor poten-
cial de la economía. Y ahí es donde los suecos tuvieron un gran golpe
de suerte. En los días oscuros de '992, los funcionarios suecos creye-

393
PAUL KRUGMAN ,
[:

j~
ron que para restau car la prosperidad debían hacer parte del proyecto
europeo de una mo leda unificada. Aunque Suecia no era un miembro
formal del Sistema ' onetario Europeo se comportaba como si lo fue-
ra. atando la coron ' I marco alemán inclusive en medio de un alto des-
empleo disparado. . espués de todo. cualquier devaluación sería un
"

desastre pues lleva ~a a un espiral inflacionario ¿no es cierto? En sep-


tiembre de 1992 de'pués de la devaluación de Gran Bretaña. un ata-
que especulativo fo :~ó a Suecia a aceptar su propia devaluación -justo
lo que necesitaba I ¡economía-o
Por supuesto. ¡futuro de SUecia no está garantizado. En respues-
ta tanto a la global ,ación como a las altas tasas impositivas. algunas
compañías suecas "an trasladado sus casas matrices a otros países.
por ejemplo Ericss hahora tiene sus oficinas principales en Londres.
Pero la historia su }a prueba que las sociedades buenas algunas ve-
ces terminan prim lo.

- ~-

r¡-

394
Extrañando a James Tobin
Marzo 12 de 2002

James Tobin -profesor de Yale, laureado con el Premio Nobel y


asesor de John F. Kennedy- murió ayer. Él fue un gran economista y
un hombre admirablemente bueno; su muerte simboliza para mí la
muerte de un época. una en la cual el debate económico era tanto más
agradable y mucho más honesto de lo que es hoy.
El señor Tobin fue uno de esos teóricos de la economía cuya influen-
cia llegó tan lejos que muchas personas que nunca han oído hablar de
él. son sin embargo sus discípulos. No obstante. él también fue una
figura pública y en un tiempo se constituyó el defensor más prominente
de una ideología que podríamos llamar e! keynesianismo de libre mer-
ca do -una creencia en que los mercados son valiosos, pero que fun-
cionan mejor si el gobierno está listo a limitar sus excesos-o De alguna
manera, el señor Tobin fue el genuino Nuevo Demócrata; es irónico
que muchas de sus ideas esencialmente moderadas han sido secues-
tradas por extremistas de la derecha y de la izquierda.
El señor Tobin fue uno de los economistas que trajo la revolución
keynesiana a Norteamérica. Antes de esa revolución, en economía no
parecía haber un punto medio entre el fatalismo de!laissez1aire y la
intervención de la pesada mano del gobierno -1:omo las políticas de!
laissez1aire estaban siendo duramente acusadas de haber causado la
Gran Depresión, era difícil ver cómo podría sobrevivir la economía del
libre mercado.
John Maynard Keynes cambió todo eso: con un juicioso uso de las
políticas fiscal y monetaria, él sugirió que un sistema de libre merca-
do podría evitar futuras depresiones.
¿Qué añadió James Tobin? Básicamente tomó el mecanismo
keynesiano en bruto. prevaleciente en los años cuarenta, y lo transfor-
mó en una doctrina mucho más sofisticada, enfocada en la escogencia
que los inversionistas hacen entre su balance de riesgo, rentabilidad y
liquidez,
En los años sesenta, el sofisticado keynesianismo del señor Tobin
lo convirtió en el oponente intelectual más conocido de Milton

395
PAUL KRUGMAN

Friedman, en esa ép lía e! principal defensor de una doctrina rival (y


un poco ingenua) C(l] ~r cida como JJ)onetarismo. Pero lo que es impor-
tante es que la insist cia de! seño~ Friedman en que los cambios en
la oferta de dinero" ~ lican todas las subidas y bajadas de la econo-
mía, no ha soportac1 :a prueba del,tiempo; el enfoque del señor robin
en e! precio de los a ~ vos como la principal fuerza detrás de las fluc-
tuaciones económi :s nunca ha~ estado mejor que hoy. (El señor
Friedman es en sí m mo Un gran economista, pero hoy en día su re-
putación descansa é :otro trabajo).
I
Pero en estos tie ' pos el señor robin probablemente es más cono-
cido en la actualidad .or dos ideas de política, aunque las dos han sido
secuestradas -su p ia palabra- por gente con quien él no compar-
tía las ideas política '
Primero, e! señ robin era la fuerza intelectual detrás de los re-
cortes de impuesto!¡ 'Kennedy,los cuales iniciaron e! auge de los años
sesenta. La ironía e ¡que hoy en día esos recortes de impuestos son
ensalzados por con'rvadores de línea dura, que los interpretan como
e! elixir para todo 1 ' ue le esté haciendo daño a uno. El señor robin
no estaba de acuerd ; De hecho, la semana pasada yo estuve con él en
un panel. en e! cual ,argumentó en forma vehemente que la situación
actual pedía más g' to doméstico y no más recortes de impuestos.
Segundo, en W :' el señor robin propuso que los gobiernos impu-
sieran un pequeño'i puesto sobr~ las transacciones de divisas, como
un forma de desest ' ular la especulación desestabilizante. Él pensó
que ese impuesto i! ría ayudar a,promover el libre comercio, a través
de asegurarle a los 'aÍses que podrían abrir sus mercados sin expo-
nerse a destructore -' ovimientos de "capitales golondrina ". De Hue-
va una ironía: el "i uesto derobin" se ha vuelto uno de los favoritos
de los opositores d •libre comercio, especialmente del grupo francés
Attac. Por eso e! SeJ rrobin declaraba que" e! aplauso más fuerte está
viniendo del lado e ivocado".
¿Por qué sien! ue la muert~ de! señor robin marca e! fin de una
época? Piensen qu ,el Consejo de Asesores Económicos de Kennedy,
la más notable agf ación de talento económico al servicio del gobier·
no de los Estados nidos desde que Alexander Hamilton, lo hiciera
solo. Como cosa i 'reíble, e! señor robin fue sólo uno de tres futuros

~f
396
".,
L~
Una visión más amplia

galardonados con el Premio Nobel que en esa época trabajaron en el


consejo. ¿Sería posible tener hoy en día un grupo como ese? Lo dudo.
Cuando el señorTobin se fue a Washington los economistas más pres-
tigiosos no eran sometidos a estrictas pruebas sobre el espectro polí-
tico -y a ellos nunca se les hubiera ocurrido que en las instrucciones
de su trabajo se contemplara decir cosas que eran abiertamente men-
tira-o ,Necesito decir más?
Ayer hable con William Brainard, otro profesor de Yale que traba-
jaba con el señor Tobin, quien notaba que su colega tenía "fe en el po-
der de las ideas". Esa es una fe que ahora es más difícil que nunca
mantener. cuando ideas malas con poderoso apoyo político están do-
minando nuestro discurso
Por lo tanto yo extraño a James Tobin, y lamento no sólo su muer-
te sino el fin de una era en la que economistas con una decencia fun-
damental podían prosperar e inclusive influir en la política.

397

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