Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Como uno de los cursos que más he seguido desde mi llegada a un nuevo país, he logrado
consolidar mis consideraciones como científico a partir de observaciones, recopilando información
de todos los medios posibles (datos) mi conclusión al aportar en la forma o manera de pensar de
manera abstracta es más importante que leer sin contenido, espacios de revistas. El principio de
abstracción que en mi persona utilizo es bajo mi responsabilidad, no busco maneras cautelosas ya
que mi centralidad teórica es mi país sin menos preciar las experiencias que tuve en otras
instituciones de alto nivel.
La posibilidad de abstracción es la reflexión entre la lectura que a diario desempeño, en los mejores
lugares en mi país de residencia las lejanías, dejan de existir, cuando los fenómenos son simples
ideas principales de nuestros grandes maestros y maestras; la ciencia no es el empleo de categorías
es el resultado de observación rigurosa <Aristotélica> como un principio de búsqueda inexorable
que no agota sus mismas posibilidades, se reflejan en los logros de conversar a solas con las
mejores mentes que han dejado su intencionalidad en nuestros textos.
A esta parte fundamental el Homos sociologicus (Bourdieu. P) en la trayectoria del Ser esa cadena
de lejanías con acercamiento se define su individualidad como el resguardo de toda paciencia sobre
si mismo, su felicidad es más importante que todo componente sagrado la aparición del
<<individuo>> ante toda esperanza se vuelve racional, de manera apropiada se vuelca hacia las
creencias de la partida económica como el ungido por lo sagrado. Con el espíritu engrandecido
llama a su bienestar su dios <<trabajar, levantarse temprano adorar a nuestro Dios en riqueza>>
(Weber, Max) esta racionalidad creciente de amor se encuentra con la decisión fundamental de su
tradición versus la de su creación como poseedor de su vida individual.
La unidad que se funda entre dos partes con la herencia mecanicista y se encuentra con la razón
llamada: instrumental, trasmuta en una coherencia de satisfacción primordial su felicidad, pero
este valor, sentimiento, estado de conciencia, etc. A que se le debe su surgimiento a su propia
individualidad como ser humano, o la coacción con la realidad que lo aleja de su más importante
valor su: emancipación. Esta unidad adherida al problema del capital o sistema mundo, hace su
diferencia en crear su mente a partir de una materialidad, que el mismo produce la: mercancía este
paquete envuelto, no tiene de objetivo su aparición solo en la forma material es introducida como
la medicina anti-felicidad, el remedio de toda producción es la incapacidad de cada unidad
(Humanidad como parte del todo) productora de su misma riqueza, el apartarse de si misma volver
a ella dentro sus condiciones, entre imágenes se acerca su felicidad.
II
Ellos y nosotros
Los productores y los producidos, esa cadena del Ser que hace crear el mito de la justicia religiosa
y colocar símbolos que no solo, da un significado superficial esa búsqueda que se encuentra detrás
de la misma vista científica en poder observar <<quienes son realmente>> entre lo sagrado como
lo pertinente, oscuro y perverso que da su producción en los movimientos heréticos de la mercancía
que es propuesta como perversión entre sus maneras profanas de permitir su igualdad oscura, las
máscaras de la vida real son puestas bajos premisas de micro-sistemas aducidos a su
individualidad, la creatividad de su creación es el reclamo de su objeto la sociedad.
Esta sociedad abierta contra todos sus enemigos (Popper) no deja espacios, para la no decisión el
tipo de sociedad que no decide, tiene acercamientos con lo profano tiene que seguir su guía
permitida lo, no corrupto la búsqueda eterna de la felicidad esta inmanencia sobre su objeto se
vuelve enemiga de toda racionalidad que no se envuelva en su misma lejanía <<la felicidad es un
estado de conciencia inferior, por tanto la realidad es negativa>> (JB) esta demarcación, de no
acceder a impulsos sociales (no en el sentido popperiano) crea márgenes de error entre el
pensamiento individual y colectivo. Cada sociedad o Grupo social (Latour) se genera una
representación, de la cual esperan su delimitación espacial como sociedad ¿la felicidad se
encuentra en la sociedad? Si la unidad productora se aleja de si mismo, quiere decir que la sociedad
como un conjunto de necesidades infinitas con recursos finitos, oculta su felicidad algunos y la
demuestra a otros, aun esta alteridad antropológica del alter permanece detrás de lo profano de
manera llamativa, sin predecir su acción como una parábola de sentidos <<atrapa al inocente
racionalizado>> su otredad es ocultada con el ego de su individualidad.
Su moralidad correctiva y latente permanece atada a su propia independencia que fue adquirida en
lo largo de su vida moral [sagrada] dentro de su misma socialización, su aprendizaje a ser social o
seguir la norma resulta de su participación en las farmacias donde los médicos acuden a su rescate,
cuando su intencionalidad demuestra su confesión, la necesidad de su moral ha castigado
duramente su capacidad adquisitiva, su moralidad reina sobre su propio derecho al recurrir a su
individualidad con el valor de cambio esperado desde su racionalidad.
El seguimiento de la moral nos ha apartado hasta la idea de un sistema o sistemas que se relacionan
para conseguir esa representación colectiva llamada mercancía, felicidad o unidad; la anti
moralidad es la demarcación, que sucede cuando los valores de la solidaridad son embaucados
contra el principio de cohesión, la unidad de la unidad social es la valoración de sentimientos
manipulados con la pertenencia dirigida a los individuos como unidades productoras de felicidad.
Sistema de la felicidad
Las características de un sistema son su propia diferencia entre los distintos entornos, tal
diferenciación hace que el sistema, sea posible y mantenga su unidad con el entorno <la felicidad
como medio de cohesión en la comunidad moderna> el sentimiento de adquirir lleva diferencia
que son llevadas al máximo orden de la paciencia social, la felicidad no es independiente de cada
individuo tiene una cierta atracción de conjugación referente hacia sus mismas características, esta
auto-reproducción lo hace real sin alejarse de su objetivo ideal de comunidad.
El sistema de la felicidad no puede sobrevivir sin las características de su mismo entorno, pero su
real existencia no se puede deducir a su manera instrumental <<mostrar y dar>> cada elite de
producción tiene su afirmación en la esfera que lo social exige, por ejemplo: la compra de un
objeto, responde a un sistema especifico esta especificidad responde a una necesidad, y tales
necesidades con creadas por el entorno. La felicidad aparece en cada espacio de esa moral social,
es la máxima expresión de la paciencia humana, en seguir su individualidad los relatos de convivir
no son las pretensiones de la felicidad son simples adaptaciones, de su sistema sagrado de volver
objetos las partes esenciales de la vida en conjunto.
Realizar respuestas desde nuestra posición como jueces de la vida social es no comprender el
origen de la Sociología, la vida social no es una formulación estática de movimientos del sentido
común; se ha realizado un acercamiento fenomenológico de manera no tan profunda en lo llamado
felicidad podría estar lleno de errores, pero las conclusiones nunca son subjetivas hay que llevarlas
al margen de la rigurosidad de la vida en sociedad.
El asunto de la felicidad no ha sido acabado, solo son ideas del convencionalismo sociológico en
dar una demostración de fuerza desde la ciencia de la sospecha sin dejar nada preciso; cada
individuo tiene su racionalidad como se explicó: pero su decisión de felicidad lo ha predeterminado
a situaciones de una dependencia no solo personal o sentimental es a la conducción del llamado
sistema luhmaniano no es un tipo de alerta, solo son ocurrencias de la vida en sociedad o social.
Bibliografía:
Luhmann Niklas. Sistema Social. Buenos Aires, Argentina. Editorial: siglo XXI 1983.
Durkheim Emile. Las formas elementales de la vida religiosa. Colegio de Francia. Editorial: Casa bella
2002.