Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
IR A LA RECETA | GUARDAR
En nuestra casa materna siempre hemos tenido un hermoso árbol de aguacates, con unos frutos
grandes y cremosos...¡divinos!
En tiempos de cosecha, todos los días comíamos aguacates, en ensaladas, con una arepita con
queso... pero un buen día, uno de mis hermanos tomó un aguacate e hizo un batido o merengada a
la que agregó maní.
Todos quedamos muy sorprendidos con su invento, tomando en cuenta el escaso repertorio de
consumo que le conocíamos a esta maravillosa fruta, la que ahora vemos en Instagram en mil y un
post con las mas elaboradas y casi imposibles formas y combinaciones.
Desde entonces he tenido esa combinación de sabores bien guardada en mi memoria gustativa y por
supuesto que en algún momento tenía que compartirla acá en el blog.
Mi primera idea era hacer un batido como el que él preparó, pero como quiero que mi hija lo coma
también, me decidí por hacerlo en paletas, porque además tengo que darle toda la rosca posible al
molde especialmente con las frutas que según ella, no le gustan.
Por cierto que hablando de mi hija y su campamento vacacional, eso pasó mas rápido que un soplo
y ya nos estamos preparando para las clases regulares que comienzan la próxima semana...una
locura total lo rápido que va el tiempo.
La combinación de sabores de esta receta es genial y además de una preparación que ni siquiera
amerita receta dando como resultado una mezcla espesa y cremosa; lleva poca azúcar, ya que tanto
la mantequilla de maní como el yogurt ya aportan algo de dulce (yo usé de vainilla)
Es importante hacerse con unos buenos aguacates, con ese color amarillo mas al centro de la fruta,
porque hay unos blancuchos que no saben a nada...
Otra idea es, si no tienes moldes de paletas, es usar vasitos pequeños plásticos y colocarles una
paletita o comértelos al estilo de los polos de coco venezolanos. También se me ocurre colocar la
mezcla en un molde metálico y congelarlo para luego consumirlo de a cucharadas como el helado
regular.
Otro dato que les dejo, si usan estos moldes de paleta, es buena idea guardar cada
helado envolviéndolos de forma individual en papel film y luego los guardamos en una bolsa con
cierre y así no ocupan mucho espacio en el congelador.
Vamos con la receta
Cantidad: 8 paletas
Increíble y cremoso helado casero en paleta de aguacate y mantequilla de maní, puedes
agregar maní troceado en su lugar.
Ingredientes
1 aguacate maduro (325 gramos aprox.)
1 taza (250 ml) de leche líquida
1/4 taza de mantequilla de maní
1/4 taza de yogurt estilo griego (natural o de vainilla)
2 cucharadas (30 gramos) de azúcar
Preparación
IR A LA RECETA | GUARDAR
Ella está feliz y parece que en los pocos días que tiene asistiendo, es "pan comido" como decimos
en mi país. Se nota su disfrute de estar en un nuevo ambiente y con nuevos amigos; puedo darme
cuenta de su confianza al llegar a la escuela y desde ahora, parece muy popular, hasta unas niñas de
grados superiores, la llaman por su nombre y la abrazan como si son amigas de toda la vida.
Me gusta todo eso, y por otro lado me aterra la idea de su independencia. Es mi primer baño de
realidad de que mi hija esté al cuido de otras personas que no somos nosotros (ella nunca ha estado
en cuidos). Ha sido hasta ahora una experiencia con algunos sentimientos encontrados.
El primer día, al despedirla y ella mirándome salir por la puerta, comenzó a llorar. Yo me devolví a
consolarla y decirle que no se preocupara que vendría luego a buscarla y todas estas cosas...se secó
las lágrimas y se quedó tranquila.
Ya se despide de lo mas tranquila y nos recibe feliz cuando vamos a buscarla. Pero el segundo día,
luego que estuve en la casa, todo tan silente y tranquilo le dije a mi esposo: extraño mucho a la bebé
y me eché a llorar...
Pero las anécdotas no se hacen esperar. Les cuento que ayer, cuando la dejaba y le daba las últimas
indicaciones (que si ir al baño, comerse su almuerzo, portarse bien...) y me esperaba un momentico,
me dijo: "Mamá ¿y por qué no te vas?" 👀
Lo cierto es que cuando ella llega a la casa, se tira en el sofá agotada, mira muñequitos, juega un
rato con sus cosas y hacemos una merienda.
Como sabe que he estado haciendo paletas, eso es lo que quiere y yo feliz porque es la manera que
he encontrado para que coma fruta. Ya les he contado que come brócoli, coliflor y espárragos pero
no fruta, nada es perfecto en esta vida.
Trato que estos heladitos sean muy concentrados y bajos en azúcar; además les he
agregado yogurt, miel y un toque de limón. Encontré estas moras a muy bien precio, tan lindas y
frescas además y no pensé en bizcochos ni tartas, sino algo lo mas parecido a comerse la fruta en
crudo y las paletas me parecen una buena opción para esta niña tan tiquismikis con las frutas.
Lo cumbre es que ella sabe de qué son, pero parece que la presentación es mas importante y las
paletas le parecen mas divertidas que las frutas como tal; cosas de niños 👶
Cantidad: 10 paletas
Cuatro ingredientes para un helado cremoso, saludable, lleno del sabor y color de estas
hermosas moras, además con poca azúcar.
Ingredientes
400 gramos de moras frescas
245 gramos (1 taza) de yogurt griego (yo he usado de vainilla)
2 cucharadas de miel
1 cucharada de jugo de limón
Preparación
Si deseas, puedes colocarles una capa delgada de puré de moras; para ello reserva algunas
frutas, las trituras con un tenedor y le colocas un poquito de miel, las colocas antes o después
de agregar la mezcla en los moldes.
Puedes ajustar el monto de yogurt agregando un poco mas si no las quieres tan concentradas y
agregar mas miel, si tus moras son mas ácidas y quieres mas dulce el helado.
Para guardar fácilmente las paletas, envolverlas de forma individual en papel film y luego
guardarlas en una bolsa plástica con cierre.
IR A LA RECETA | GUARDAR
Soy de esas mamás orgullosa de su hija que come brócoli, coliflor, vainitas y espárragos; también
las arepas, caraotas, algunos platos mas exóticos como arroz al curry, la comida china y las cosas
crocantes...
Pero...
También es un poco tikis-mikis para otras comidas, como la pizza, no le gusta!! 😝 y también
algunas frutas caen en este listado.
Con las fresas me pasó que al principio le gustaban mucho, pero luego le hizo caras...así son.
Por eso se me ocurrió hacerle -y hacernos- estas paletas de fresa aprovechando que estaban a buen
precio, porque aquí son bieeen caras y me hago con unas cuantas cuando en el super las tienen en
oferta.
No quise hacer una receta de sólo tirar las fresas a la licuadora, meterlas en los moldes y congelar,
sino que al igual como hice con la mermelada de fresas, las dejé un rato macerando con el azúcar,
jugo de limón y unas hojitas de yerbabuena, me parece que este proceso saca un sabor
concentrado y aterciopelado de la fresas, además del azúcar de la fruta.
También la combinación de sabores la he rescatado del refresco de frambuesas y que tan rico que
quedó con la adición de la yerbabuena; de nuevo aprovechando una matica que al final ha visto luz
en mi apartamento y me ha regalado unas hojitas para mis propósitos.
Miren que sin querer queriendo, ésta se ha convertido en una receta de aprovechamiento, no porque
esté usando algunas sobras perdidas en la nevera o la despensa sino porque:
Cantidad: 9 unidades
Deje las fresas macerando por un rato con el limón y azúcar para sacar el sabor sedoso de la
fruta, que luego se procesa con el sirope. Puede hacerlos en molde de paletas o usar vasitos
desechables.
🍅Ingredientes
450 gramos de fresas frescas
1/4 de taza + 2 cucharadas de azúcar
10 hojas pequeñas de yerbabuena
2 cucharadas de jugo de limón
2/3 tazas de agua
1/8 cucharadita de sal
🍲Preparación
1. En un tazón colocar las fresas cortadas a la mitad, las 2 cucharadas de azúcar, el juego de limón
y las hojas de yerbabuena, revolver y dejar macerando a temperatura ambiente por unas 2
horas.
2. Mientras tanto preparar el sirope: en una olla colocar el agua, sal, y 1/4 taza de azúcar; llevar a
un hervor hasta que el azúcar se disuelva; dejar enfriar.
3. En la licuadora, colocar las fresas con su líquido (no descarte la yerbabuena), el sirope y
procesar; no cuele la preparación.
4. Colocar la mezcla en los moldes y congelar por al menos 4 horas; preferiblemente toda la
noche.
5. Servir y disfrutar!
🎵 Notas
Dependiendo del molde que uses, serán las cantidades de helados que obtengas.
Si no tienes molde, puedes usar unos vasitos desechables, les colocas una paleta y los tapas con
papel de aluminio.
No hay rincón en mi país donde uno no encuentre unos polos de coco: vendedores ambulantes en la
playa; en las casas con un pequeño cartelito que dice "SE VENDEN POLOS"; en las bodeguitas; en
los pequeños tarantines a los lados de las carreteras, en todos lados.
Así como les contaba con el cepillado de mandarina, los polos de coco también era infaltables en
las meriendas de la escuela.
A diferencia de muchos helados en vasitos a los que se le coloca una paleta para hacer más fácil el
consumo, estos helados se comen en el mismo vasito, cosa muy práctica cuando uno está en la vía.
Es decir, hay que ir apretando el vaso para que el helado suba un poco y así darle su mordizco.
Y para mí tiene sentido, tomando en cuenta que con el calor tropical, el helado se derrite bien rápido
y nadie quiere perder ni gota de esa mezcla cremosa de leche y coco; de esta forma, al final, te
tomas el helado derretido.
El detalle con estos politos es que lleva abundante coco rallado al que se le deja la concha; lo que le
da ese moteado característico en la superficie.
Que eso es un problema? Para nada, sólo necesitan seguir mis consejos de cómo partir un coco en
casa, super fácil, te lo aseguro.
Uno de mis hermanos se convirtió en un experto haciendo heladitos caseros y estos de coco eran de
los mejores que hacía.
Hace unos días me contaba por teléfono con un dejo de tristeza, que ya no los hacía porque era
imposible encontrar leche ni azúcar. Pueden imaginarse algo así en el país con las mayores reservas
de petróleo del mundo?
La receta.
Cantidad: 7 unidades
Unos heladitos muy fáciles de preparar, con la textura del coco y la cremosidad de la leche;
una delicia tropical.
Ingredientes
2 tazas de leche líquida
2 tazas de coco rallado (con concha)
1/4 taza de leche en polvo
1/4 taza de azúcar
1 cucharadita de vainilla
Preparación
Sin duda, el rey de los helados en Venezuela, el polo de coco; que lo disfruten.
No dejes de pinearlo!
Hasta la próxima,
Angélica.
Cepillado y granita de mandarina
Por Angélica Berrios |
22 de febrero de 2016
5:00
Sí, es que hoy me estreno en el Reto Color y Sabor de Temporada que organiza la amiga Pilar del
blog Postres Originales.
Recuerdo mis tiempos mozos cuando estaba en la escuela y al salir, nos agolpábamos alrededor del
carrito de los raspaos que se ubicaba estratégicamente a la puerta de salida del colegio.
De qué lo quiere? era la consigna, y uno señalaba el sabor preferido de entre las botellas alineadas,
de distintos colores.
Y el señor comenzaba a dar vueltas a la manigueta para raspar el trozo de hielo y sacar esos copos
de nieve que iban a parar al vasito y luego se coloreaba con el jarabe de sabor empalagoso; las niñas
siempre preferíamos de fresa, cereza o uva.
Pero el momento cumbre era cuando el señor tomaba la lata de leche condensada y en cascada
adornaba el raspao y uno le decía: échele más, échele más!! Y emprendía cada uno el regreso a su
casa dándose banquete con ese simple helado.
Con ese recuerdo de la infancia en una versión mejorada, les traigo esta receta con la que podremos
hacer tanto raspao como el cepillado, ambos con el auténtico sabor refrescante de la mandarina y
sin necesidad de máquinas; será suficiente un tenedor.
Es que en Venezuela tenemos los raspaos que en otras partes se conocen como granita o
granizado; y el cepillado viene a ser el sorbete, de textura más sedosa; en cada pueblo o ciudad,
esos carritos son un oasis para espantar el calor agobiante.
Así que una vez aclarados los términos- de allí que no sabía qué nombre dar al post-, vamos con la
receta.
Ingredientes
3 tazas de jugo de mandarina
1/2 taza de azúcar
Ralladura de mandarina
Preparación
1. En una olla pequeña coloca 1/4 taza de jugo de mandarina, la ralladura de una mandarina y el
azúcar. Hierve a fuego alto, removiendo hasta que el azúcar se disuelva.
2. Coloca la mezcla en un molde de poca profundidad y agrega el jugo de mandarina restante.
3. Tape el molde con papel aluminio o plástico y lleve al congelador por dos horas. Con un
tenedor, raspe los cristales de hielo que se han formado en los bordes, llevándolos hacia el
centro.
4. Coloque nuevamente el molde tapado en el congelador y repita este procedimiento 3 veces mas,
en intervalos de 30 minutos. Mantenga en el congelador hasta el momento de servir.
5. Para la granita (raspao): saque el molde del congelador por unos minutos para que se ablande
un poco y raspe con un tenedor y sirva.
6. Para el sorbete (cepillado): haga el procedimiento para la granita, colóquela en un procesador
de alimentos por algunos segundos. Es posible que necesites llevarla otro ratito al congelador
antes de servir para que tome consistencia.
Notas:
Según el tamaño de las mandarinas, dependerá la cantidad que necesites para obtener el jugo;
yo he usado 8 mandarinas del tamaño que ven en las fotos.
http://www.bizcochosysancochos.com/search/label/Helados