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LA DESIGUALDAD, PROBLEMA MORAL

La desigualdad, en las sociedades, incluso en las más desarrolladas no estás


del todo ligadas como consecuencia de factores sociales y económicos; no son
consecuencia meramente de la ausencia de dinero en los bolsillos de los
responsables de administrar la economía de los pueblos, ya sea como
gobernantes elegidos o autoridades impuestas por tradiciones o golpes militares.

Las consecuencias de tradiciones de gobierno del tipo monárquico, donde hay


un grupo de personas privilegiadas en la cima del gobierno, buscó formas de
acercamiento a ese grupo, formando grupos de diferentes estatus sociales,
como los conformantes de la nobleza que tenían beneficios sobre el resto de las
personas del pueblo. Incluso había grupos de personas que se consideraban
inferiores a los ciudadanos de una población, como los esclavos o simplemente
personas que no eran considerados ciudadanos de condición, tal como sucedía
en la Roma antigua.

Conseguir los medios para mitigar problemas de desigualdad sería posible, si


desde un principio, cuando aún no hay crisis en la sociedad, se implementara
medidas de igualdad social, y por tanto económica. Esto no va tanto con los
movimientos de tipos de gobierno, como el comunismo, donde en el papel se
muestra a los seres humanos iguales, pero no iguales sólo en derechos, sino en
todo aspecto. Entonces se entra en un nuevo problema, pues se sabe que las
personas nacen con cierto talento para realizar diferentes actividades, y lo hacen
mejor si están en actividades relacionadas a sus propios talentos o gustos; esas
actividades, talentos y dones, hacen diferentes a las personas; incluso son
diferentes a la hora de tomar decisiones como las que gastan los recursos en
diversión o los que prefieren invertir para un futuro.

El verdadero problema de la desigualdad es moral, no considero que sea al cien


por ciento moral, pero no es considerado en su dimensión real, pues es
subestimada y no se piensa que pueda afectar en los problemas sociales tal
como lo hacen los problemas económicos.
Esto sucede justamente porque hay diferentes normas morales que discriminan
a las personas; es decir, implementar en una sociedad normas morales que
permitan la igualdad de estatus social y en consecuencia de medios económicos,
muestra de esto son las formas de actuar de los gobiernos, pues no asumen de
una forma moral problemas sociales que requieren de medios económicos para
su solución, un buen ejemplo de esto es el caso de Francia en el 2003, el cual
no es un país pobre, sin embargo, tuvo una actuación pésima, no porque no
tuviera los medios económicos, sino porque no consideró importante el problema
que se presentaba.

El número exacto de muertes relacionadas directamente con el fuerte calor está


sujeto a controversias. El Gobierno anunció al principio 3.000 muertes,
posteriormente 5.000, y las proyecciones elaboradas por las empresas
de pompas fúnebres calcularon un exceso de unas 10.400 muertes en relación
con años anteriores, susceptibles de ser imputables a esta canícula.

Según un estudio publicado el 25 de septiembre, fallecieron 14.802 personas


entre el 1 y el 15 de agosto, lo que supone una sobre mortalidad del 55%.

Los días 11 y 12 de agosto fueron particularmente funestos debido a la ausencia


de viento. Los efectos de la canícula fueron acentuados por temperaturas
nocturnas muy elevadas.

Aunque los servicios públicos se movilizaron durante julio por los incendios
forestales, tardaron en tomar conciencia del drama humano que la ola de calor
estaba provocando. Los responsables de los servicios de urgencias de los
hospitales, que se veían desbordados, lanzaron las primeras alarmas. Cuando
los efectos de la canícula se atenuaron después del 15 de agosto, se señaló a
las autoridades francesas por la lentitud del plan de urgencia (plan blanc). El
director general de la salud, Lucien Abenhaïm dimitió.

El presidente de la República, Jacques Chirac, cuyo silencio fue criticado por la


oposición de izquierda y extrema derecha, se expresó sobre la situación tras el
final de la crisis, cuando regresó de vacaciones. Negó la responsabilidad del
ejecutivo en la tragedia y subrayó la falta de solidaridad entre los ciudadanos, y
anunció una revisión de los servicios de prevención y de alerta, así como de los
servicios de socorro y urgencias.

El mundo médico contestó de forma general rechazando la simplificación y la


falta de responsabilidad.

La cifra de los muertos en Francia fue la mayor de Europa. Esto planteó varios
interrogantes sobre la sociedad francesa, la solidaridad intergeneracional y la
eficacia de los servicios sociales.

Al tener una sociedad escasa de valores, y sobre todo de valores morales,


tendremos también una sociedad desigual, tanto en forma social como de
manera económica; a decir de la Comisión Internacional Sobre la Educación para
el siglo XXI de la UNESCO, muestra un informe titulado “La Educación Encierra
un Tesoro”, afirma que “la educación a lo largo de la vida se basa en cuatro
pilares: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender
a ser.

La educación en valores orientada hacia la igualdad, el respeto y la


tolerancia podría enmarcarse en el tercer pilar pero necesita de los otros tres
para expresarse plenamente. Esta busca formar personas capaces de
comprender al otro, respetar el pluralismo, la comprensión mutua y la paz;
además de educar con niveles de excelencia en el conocer y el hacer.

Los docentes deben conseguir que las personas hábiles en el conocer y en el


hacer lo sean también en vivir juntos, capaces de desarrollar la comprensión del
otro hacia el respeto al pluralismo, la comprensión del mundo global y que en el
ejercicio de la responsabilidad sean hábiles en el conocer y el hacer.

En los últimos años la solidaridad, la igualdad, el respeto y la tolerancia se han


convertido en exigencias de la sociedad actual en las diversas reformas
educativas. Estos valores han sido incorporados al currículo vigente como temas
transversales, en el entendido que cada contenido tradicional si no es planteado
desde una dimensión de la igualdad, no expresan una educación integral,
inclusiva y de calidad.
La solidaridad se define como el valor que muestra a una persona unida a otras
o grupos, compartiendo sus intereses y sus necesidades. El valor, es un
concepto más amplio que el de actitud, porque sobre un mismo valor se
fundamentan varias actitudes. La tolerancia consiste en el reconocimiento de los
derechos y la identidad de las demás personas.

Educar para la tolerancia es fundamentarse en el respeto a la dignidad humana


y a la integridad de los seres humanos.

Con la práctica de la tolerancia se hace posible la construcción de una cultura de


paz a través del desarrollo de los valores democráticos y del respeto a los
derechos humanos, ya que esta es la actitud de admitir otras maneras de pensar
o actuar distinta a la propia.

Desde hace años estamos trabajando en el país por una educación moral que
mediante el diálogo y la reflexión, la empatía y la autorregulación busca facilitar
la construcción de valores aceptables universalmente que permitan no sólo
regular el propio comportamiento y la conducta, sino también construir
autónomamente formas de vida concretas que en cada situación se consideren
las más justas, mejores y más apropiadas.

La finalidad de nuestra perspectiva es que la persona aprenda a pensar sobre


temas socios morales, es decir, que desarrolle formas de pensamiento cada vez
mejores en el marco de los conflictos de valor. Pretende también, que al tiempo
que se aprende, se aplique la capacidad de juicio a la propia historia personal y
colectiva para mejorarla.

Por lo tanto, podemos dirigir nuestra acción pedagógica al ámbito sociocultural,


el cual permite el desarrollo de una serie de dimensiones éticas y morales, las
que sin duda facilitan un aumento de la autonomía, el espíritu crítico y el
desarrollo de determinados valores y actitudes, como la solidaridad, la igualdad,
el respeto y la tolerancia, entre otros.
La escuela como institución responsable de la formación de las y los
ciudadanos/as tiene el compromiso y el gran desafío de propiciar un espacio de
convivencia armónica, convirtiéndose en el lugar ideal para inculcar los valores,
modelar el ejercicio de la tolerancia y el respeto a la dignidad humana a través
del desarrollo de procesos de consolidación de la paz y la práctica de la
democracia.”

Las religiones son las que instituyen más preponderantemente en la moral, pero
eso no significa que sea del todo buena, pues sus normas morales son
exclusivas a otras religiones, lo cual significa que discriminan en su mayoría a
personas de otras religiones, que no comparten ideas religiosas o que se
contradicen con esas ideas.

Para una sociedad más igualitaria, en términos globales, sería mejor no basar
las normas morales en religiones, o al menos no mostrar relaciones de esas
normas en religiones específicas, pues las demás se verán a sí mismas
excluidas de una sociedad global igualitaria, por tanto las religiones pueden
terminar siendo un inconveniente para formar una sociedad igualitaria en
términos sociales y económicos, aunque a muchos religiosos esa idea les
parezca de escándalo.

BIBLIOGRAFÍA

DELORS. J (2014) LA EDUCACIÓN ENCIERRA UN TESORO Informe a la


UNESCO de la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI
presidida por JACQUES DELORS. París. Editorial Santillana. Recuperado
de http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF

WIKIPEDIA. OLA DE CALOR EN EUROPA 2003 Artículo publicado en la


enciclopedia libre Wikipedia. Enlace de internet:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ola_de_calor_en_Europa_en_2003

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