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Las proteínas son un tipo de macronutriente con una estructura muy compleja: está formada
por aminoácidos, unidades más pequeñas, que se unen entre sí mediante un enlace químico
en forma de cadena larga y con una estructura especialmente compleja.
Existen dos tipos de aminoácidos: los esenciales y los no esenciales, que se clasifican en
función de si el organismo puede o no sintetizarlos. Ambos tipos de aminoácidos son
fundamentales para la vida, pero el organismo humano no puede producir los aminoácidos
esenciales por sí mismo y deben ingerirse con la alimentación.
Las proteínas forman parte de células, tejidos y órganos de nuestro organismo, como por
ejemplo:
La masa muscular
El colágeno, que proporciona fuerza y estructura los tejidos (p. ej., cartílago)
La mayoría de las hormonas, que actúan como mensajeros químicos del organismo, también
son proteínas
Las enzimas, que regulan todos los aspectos del metabolismo; intervienen en innumerables
reacciones químicas importantes que permiten la digestión de los alimentos, la formación de
energía para la contracción muscular y la regulación de la producción de insulina, entre otros
¿Dónde encontrarlas?
Las proteínas son un tipo de macronutriente que, junto con los hidratos de carbono y los
lípidos, resultan esenciales para el funcionamiento normal del organismo. Por lo general, las
proteínas representan entre el 10 y el 15% de las necesidades energéticas del organismo.
Nuestro organismo no es capaz de almacenar aminoácidos, como sucede con los hidratos de
carbono y las grasas. Por tanto, necesitamos un aporte diario de aminoácidos a través de las
proteínas contenidas en nuestra alimentación para crear nuevas proteínas. Las proteínas
deberían consumirse de forma uniforme a lo largo de todo el día y formar parte de cada
comida.
Las proteínas pueden encontrarse en:
Alimentos animales: la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos. Estos productos
contienen la gama completa de los aminoácidos esenciales
Alimentos vegetales: los cereales, las frutas, las legumbres, las verduras y los frutos secos.
Estos alimentos carecen de uno o más aminoácidos esenciales
Es frecuente que los adultos, con el paso de los años, coman menos. Los motivos que
contribuyen a esta falta de apetito son cambios en el olfato, el gusto o problemas relacionados
con los dientes, las encías o la dentadura postiza. Comer menos o comer de forma inadecuada
se traduce en que a menudo no se ingieren suficientes macro y micronutrientes importantes.
Varios estudios1,2,3,4 han revelado que hasta la mitad de las personas de más de 65 años
consumen menos de la cantidad diaria recomendada de proteínas. Este dato es preocupante
ya que un consumo insuficiente de proteínas está estrechamente relacionado con la pérdida
de fuerza y funcionalidad musculares, lo que puede afectar a la calidad de vida.
A través del gráfico adjunto se puede ver a que equivalen 65’5 gramos de proteína diarios.
Las personas con una baja ingesta de proteínas presentan una mayor pérdida de masa ósea y
muscular:
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria también afirma que las proteínas son
esenciales para el crecimiento y el mantenimiento de los huesos. La masa ósea alcanza su valor
máximo entre los 25 y los 35 años de edad, momento a partir del cual se produce una
reducción gradual que se hace más prominente con el paso del tiempo9.