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La violencia en el fútbol: una reseña

bibliográfica
Antonio Hernández Mendo (mendo@uma.es)
Universidad de
Maribel Molina Macias, Genoveva Pérez Mazuecos
Málaga
(España) Angustias Estrella Colomo, Pilar Gálvez Cordero e Irene Ortega
Alcántara
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 6 - N° 29 - Enero de 2001

El deporte se ha convertido en una de las actividades sociales con mayor


arraigo y capacidad de convocatoria. Los aspectos de salud, recreativos,
superación y competencia que el deporte lleva implícitos, ayudan al
perfeccionamiento personal del individuo y al desarrollo de la igualdad entre los
ciudadanos. Todo esto hace que forme parte como uno de los elementos
determinantes de la calidad de vida y de la utilización activa del tiempo de ocio
en la sociedad contemporánea. El art. 43.3 de la Constitución Española
establece la obligación de los poderes públicos de fomentar la educación física
y el deporte, así como de facilitar la adecuada utilización del ocio. También en
la «Carta europea de deporte para todos», adoptada por la Conferencia de los
Ministros europeos responsables del Deporte celebrada en Bruselas en 1975,
se afirma la práctica del deporte como un derecho general, y el deber de
estimular y sostenerla de manera apropiada con fondos públicos. Destaca
asimismo la citada carta europea que el deporte, al ser uno de los aspectos del
desarrollo sociocultural, deber ser tratado a los niveles local, regional y
nacional, en conexión con otras materias en que inciden decisiones de política
general y una planificación: educación, salud, asuntos sociales, ordenación del
territorio, protección de la naturaleza, artes y utilización del ocio. En este mismo
documento se subraya la necesidad de que los poderes públicos se ocupen de
una programación global de instalaciones apropiadas, teniendo en cuenta las
necesidades locales, regionales y nacionales y procurando el máximo
aprovechamiento de los equipamientos existentes o realizables; el imperativo
de adoptar medidas que aseguren el acceso a la naturaleza para utilizar el
tiempo libre; y, en fin, la necesidad de contar con personal técnico cualificado.

El párrafo anterior podría ser el preámbulo de algunas de las leyes sobre el


deporte vigentes en nuestro país. Sin embargo la violencia que día a día
aumenta en las pistas y canchas de deporte están impidiendo que este derecho
sea ejercido de forma natural, saludable y que permita el desarrollo integral de
las personas que lo practican,

Un ejemplo de esto es la violencia en el fútbol. Esta cuestión que,


desgraciadamente, es habitual en nuestros días está impregnando el mundo
del deporte de una violencia inusitada. Se está convirtiendo en modelo de
comportamiento de los espectadores de otros deportes. En este breve reseña
nos hemos propuesto hacer una breve revisión comentada de los trabajos que
consideramos de mayor interés con el fin de entender no solo la violencia en el
fútbol, también en el amplio contexto del deporte.

1
Al objeto de tomar conciencia del problema que se aborda, vamos a
transcribir una relación de los accidentes habidos como consecuencia de la
violencia generada en el fútbol. Estos accidentes son anteriores al ocurrido en
el estadio Heysel de Bruselas en 1985 (Dunnand, 1986, p.237).

Tabla 1. Número de muertos y heridos por incidentes durante los partidos de


fútbol
(>: más de la cifra indicada; +: incidentes debidos a actos de violencia)
Año Lugar Muertos Heridos Año Lugar Muertos Heridos
1902 Glasgow 25 350 1979 Hamburgo 1 15
Bolton Lagos
1946 33 500> 1979 24 27
(UK) (Nig)+
1957 Florencia - 120 1980 Calcuta+ 16 100
1959 Nápoles - 65 1981 Atenas+ 21 54
1961 Chile 5 300> 1982 Moscú+ 60 -
1964 Lima 350 500> 1982 Colombia+ 24 50>
1964 Estambul - 84 1982 Algeria 8 600>
1966 Cairo - 300 1985 Pekin+ ? ?
Kayseri
1967 48 602 1985 Bradford 53 ?
(TR)+
Buenos
1968 72 113 1985 México+ 10 30
Aires+
1971 Glasgow 66 - 1985 Heysel+ 38 200>
1974 Cairo 48 47

Junto a estos escalofriantes datos podemos dar otros, en términos económicos, no


menos apabullantes. Estos datos están referidos al vandalismo escolar, que puede ser un
indicador adecuado del vandalismo en las canchas deportivas y del calado de la
violencia en el medio escolar (Goldstein, 1996, p.11)

Costo Estimado
Año Fuente
(dólares)
1969 100 millones Casserly, Bass & Garret (1980)
National Education Association
1970 200 millones
(1973)
1972 260 millones Dukiet (1973)
School Violence Prevention
1979 500 millones
Manual (1980)
1987 500 millones Sadler (1988)

2
1990 600 millones Stoner, Shinn & Walker (1991)

Como ya hemos señalado con anterioridad, estos datos nos puede dar una
idea de la importancia que tiene la violencia y el vandalismo no solo en el fútbol
o el deporte sino en la sociedad en términos generales.

1. El grupo de Leicester: Norbert Elias y Eric Dunning

En la universidad de Leicester, en torno a la década de los años 50, Norbert


Elias comienza a dar forma a su teoría del Desarrollo de la Civilización, en
torno a la cual se organizará este grupo de investigación.

Norbert Elias nace en 1897, de ascendencia judeo-alemana. Comienza su


carrera de sociólogo en Heidelberg. La continúa en Franckfort, en el
Departamento de Sociología, cerca de Adorno y de Horkheimer (Escuela de
Franckfort) aunque independiente. Elias es un humanista que se acerca al
estudio de la violencia, además de por razones académicas, por las
experiencias personales que vivió en la Alemania nazi (su madre murió en el
campo de concentración de Auschwitz). Mantiene discrepancias con Popper
sobre el concepto de "leyes universales" 1. También critica a la teoría marxista
por tratar a las sociedades particulares como si existieran por si solas y se
desarrollaran únicamente de acuerdo con su propia dinámica endógena.

Aquí vamos a considerar tres estudios recogidos en Elias y Dunning (1986).


El primero de ellos es un estudio del propio Norbert Elias titulado "Un ensayo
sobre el deporte y la violencia". El segundo es de Eric Dunning titulado "Lazos
Sociales y violencia en el deporte" y el tercero, y último, es de Eric Dunning,
Patrick Murphey y John Williams titulado "La violencia de los espectadores en
los partidos de fútbol: hacia una explicación sociológica".

1. En el primero de los ensayos (el de Norbert Elias 2 titulado "Un ensayo


sobre el deporte y la violencia") comenta brevemente el origen de los
deportes y su vinculación al proceso de industrialización y de urbanización.
Además comenta como van emergiendo las normas que regulan el deporte. En
este emergentismo donde se producen los puntos de tensión. En la génesis de
los deportes, son los propios equipos o sus patrocinadores quien elaboran las
reglas. A medida que esta función de construcción pasa a un organismo menos
local y más nacional aumentan las tensiones. El organismo nacional tiene unos
intereses de velar por el juego de todos los equipos frente a cada uno de los
equipos, cuyo fin inmediato es la victoria. Este es el inicio de una polaridad que
genera tensión. No obstante Elias sostiene que se ha producido una restricción
en el uso de la fuerza física y en particular sobre el hecho de matar (se refiere
principalmente a la caza); y que se ha producido un desplazamiento del placer
experimentado en la comisión de la violencia hacia la visión de la violencia,
estos dos hechos -asegura Elias- son indicadores del empuje civilizador de la
actividad humana.

3
"Pues es la caza parecida a la guerra; sus incertidumbres, sus fatigas, sus
dificultades y sus peligros y sus peligros la hacen interesante por encima de
todas las demás diversiones"

-Beckford. "Thougts on Hare and Foxhunting" págs. 190 y ss 3.

Llega a afirmar que el deporte ha sido un gran invento social carente de


planificación que tiene un efecto liberador sin que nadie resulte herido. De
forma global, Elías ve el deporte como un invento social sujeto a los mismos
procesos de civilización que la sociedad en la que se ha originado.

2. Con respecto al segundo estudio, el de Eric Dunning titulado "Lazos


Sociales y violencia en el deporte", comienza recordando algunas de las
principales ideas de algunos trabajos en los que se habla de descivilización o
fin de esta civilización por un incremento de los crímenes y violencia. Al hilo de
esto, recuerda el trabajo de Peter Marsch 4, donde afirma que se reduce la
violencia socialmente constructiva -a la que denomina aggro- y aumenta la
violencia incontrolada. También que hay un aumento alarmante de la violencia
en el deporte, tanto entre los jugadores como entre el público 5. Y recuerda una
de las ideas del sociólogo alemán Kurt Weiss, según la cual este incremento de
la violencia rebate parcialmente la "teoría del proceso civilizador". Al hilo de
esta afirmación Eric Dunning deja clara su postura, es contrario a la idea de
que la sociedad y el deporte cada vez sean más violentos. Y para justificar esta
afirmación establece tres tipos de parámetros que permitan diferenciar los tipos
de violencia:

a. los medios empleados


b. los motivos de los actores
c. parámetros sociales que permitan distinguir los tipos de violencia

A continuación y siguiendo la tipología de la acción de Weber establece ocho


distinciones:

1. Violencia real o simbólica


2. Violencia como juego o burla versus seria y real (violencia ritual y
no ritual)
3. Violencia con o sin armas
4. Violencia con armas pero con o sin contacto con la víctima
5. Violencia accidental o intencional
6. Violencia sin provocación o como resultado de una venganza
7. Violencia legítima o ilegítima
8. Violencia racional o afectiva versus violencia como un fin en si
misma.

Realizada esta distinción, afirma que algunos deportes (el rugby, el boxeo y
el fútbol) son espacios para la expresión ritualizada y socialmente aceptada de
la violencia física. Y esto viene a apoyar "el proceso civilizador" de Norbert
Elías ya que en general se ha producido, a largo plazo, un equilibrio entre la
violencia afectiva y la violencia racional. A continuación transcriben un párrafo
de Owen sobre una especie de juego de gran violencia , el knappan6. Señala

4
que el rugby pueden descender de algún tipo de batalla ritual, pero que
actualmente es civilizado y señala los factores que coadyuvan en esta
valoración (reglas escritas, sanciones a las transgresiones, el rol del árbitro y
existencia de un organismo central que elabora y hace cumplir las reglas).

En otro epígrafe operativiza el concepto de Elias de "alargamiento de las


cadenas de interdependencia" en el proceso civilizador como sustitución de
lazos segmentarios por lazos funcionales. La sociedad que tenga un
predominio de lazos segmentarios tiende a generar violencia física en las
relaciones humanas de diversas maneras que se refuerzan unas a otras.
Establece una cuadro de doce apartados de lazos segmentarios que son
sustituidos por lazos funcionales. Establece una serie de pautas de aparición
de la violencia en función de la predominancia de lazos segmentarios. Cuando
en una sociedad existe una predominancia de lazos funcionales el Estado
monopoliza el derecho a emplear la fuerza física. Dado esto, es estas
sociedades con predominancia de lazos funcionales, los deportes más
combativos forman un espacio donde la violencia está socialmente permitida.

Señala como el fútbol siempre ha estado marcado por los incidentes, aunque
en los últimos tiempos están aumentando de forma alarmante. Afirma que
existen cuatro aspectos de la afición violenta del fútbol que hacen pensar que
tengan su origen en lazos segmentarios:

1. Les resulta tan interesante el enfrentamiento como presenciar el partido


de fútbol
2. Los grupos rivales pertenecen al mismo estrato social

3. El enfrentamiento entre grupos rivales adopta una forma de vendetta

4. Alto grado de conformidad y uniformidad en la acción (canciones y


lemas)

Finaliza haciendo una caracterización sociológica de los atributos de estos


grupos violentos del fútbol

3. El tercero, y último de los estudios, publicado por Eric Dunning, Patrick


Murphey y John Williams titulado "La violencia de los espectadores en los
partidos de fútbol: hacia una explicación sociológica". En la introducción
de este trabajo señalan lo habitual de los incidentes violentos en el fútbol
especialmente en Inglaterra. Señalan que los aficionados violentos son unos
pocos y que el resto se ven arrastrados a la violencia. Con el fin de caracterizar
a estos individuos incluye una transcripción de una entrevista con un detenido
tras el partido Cardiff City y Manchester United de 1974:

Yo voy a los partidos por una sola razón: el agro 7. Es una obsesión, no puedo
dejarlo. Disfruto tanto cuando estoy en ello que casi me meo de gusto en los
pantalones... Buscándolo, recorro todo el país... Todos los días, por la noche,
damos vueltas por la ciudad buscando camorra. .Antes de los partidos vamos
como si nada, con pinta respetable... luego, cuando vemos a alguien con
aspecto de enemigo, le preguntamos la hora; si responde con acento

5
extranjero, le damos una paliza; y si lleva dinero encima, se lo quitamos
además.8

A continuación señalan las múltiples posibilidades de violencia de los grupos


de hooligans . Señalan además que grupos como el "Inter City" de West Harm,
el "Service Crew" de Leeds y los equivalentes en clubes como el Newcastle
United y el Chelsea, apoyan a organizaciones racista y de corte ultraderechista
como el British Movement y el National Front 9. Describe someramente la forma
de desplazase a los encuentros y el atuendo, que contrariamente a lo que se
pueda pensar, huye de utilizar los distintivos de club de tal forma que se impida
dar a conocer quienes son. Tampoco siguen la moda de la cabeza rapada tan
popular en la década de los sesenta y setenta. Afirman que los jóvenes
implicados en los incidentes violentos tienden a considerar estos como parte
integral de asistir a un partido de fútbol.

Señalan que las explicaciones oficiales, el abuso de la bebida y/o la violencia


generada en el campo de juego son explicaciones con grandes limitaciones
pero que contienen elementos parcialmente válidos. Con respecto a la bebida
señala que no todos los que beben participan en actos violentos y no todos los
violentos beben. La bebida como factor causal está en la superficie de la
violencia, más bien la bebida facilita la violencia. Por lo que respecta a la
violencia en el propio campo de fútbol, no deja de ser otro factor como puede
ser la actuación de la policía o el tratamiento que le dan los medios de
comunicación a los disturbios generados por estos grupos, que permiten
establecer un ranking de grupos.

En otro apartado donde enumera las explicaciones académicas, cita el


trabajo de Ian Taylor10, y afirma que los hinchas pertenecientes a la clase
obrera consideran en cierta manera que los clubes de fútbol son una
democracia participativa. Consideran a los hooligans actuales como un
movimiento que intenta restablecer el control y salvaguardar los intereses de su
clase. Este análisis tiene aspectos comunes con el trabajo de John Clarke 11,
éste considera el fenómeno del hooliganism a la conjunción de la
prefesionalización y espectacularización del juego durante los años sesenta.
Los jóvenes, que sufren un quebrantamiento de los lazos familiares
desuniéndolos de los ancianos, reaccionan contra esto cuando asisten sin
control a ver los encuentros de fútbol. Citan también el trabajo de Stuart Hall
que examina el papel de la prensa en la generación del "pánico moral" en torno
a la violencia de los aficionados al fútbol. Este autor afirma que existe una
correlación entre la preocupación por este tema y el deterioro de la economía
británica.

Mencionan los trabajos de Taylor, Clarke y Hall de los cuales afirma que
desde la óptica de la teoría marxista son incapaces de explicar el conflicto entre
dos grupos pertenecientes a la clase obrera. Añade que podrían haber
explicado este fenómeno a través del "desplazamiento de la agresión" pero que
el único que lo ha hecho ha sido Taylor.

Critican el libro The Rules of Disorder de Marsh, Rosser y Harré, en este


libro consideran que la violencia es exagerada por los medios de comunicación

6
y que nos trata más que de un "ritual agresivo". Eric Dunning y colaboradores
consideran que este trabajo está muy influenciado por la etnología y
principalmente por la obra de Desmond Morris, el cual considera que ritual y
violencia son mutuamente excluyentes. Además Dunning et al. Consideran que
los autores no hicieron ningún intento en sistematizar los orígenes y
circunstancias sociales de los hinchas.

Más adelante cita el Informe Harrinton en el que se afirma que los hinchas
violentos provienen de la clase trabajadora. En un estudio posterior Trivizas 12
llega a una conclusión similar, el 80% de las personas procesadas por delitos
relacionados con el fútbol eran obreros manuales o desempleados.

Gerald Suttles13 acuñó el término "segmentación ordenada" para englobar


dos rasgos interconectados del patrón de vida en estas comunidades. Los
segmentos que conforman las vecindades de gran tamaño son relativamente
independientes entre sí, sin embargo los miembros de estos segmentos
tienden a combinarse entre sí en casos de oposición o conflicto. Robins y
Cohen afirman haber observado un modelo como el de Evans-Pritchard 14 y
Harrison en su libro Soccer's Tribal War habla de lo que el denomina el
"sindrome del beduino", consistentes en alianzas ad hoc15. De acuerdo con
Suttles el rasgo dominante de toda sociedad caracterizada por una
"segmentación ordenada" son los grupos de personas del mismo nivel social,
misma edad y mismo sexo integradas en bandas callejeras.

Después Eric Dunning y colaboradores describen la sociogénesis de la


masculinidad agresiva. En este epígrafe afirman la importancia de la
socialización de los niños en la calle, ya que tienden a interactuar entre ellos
con agresividad. Están familiarizados a la agresividad. Posteriormente son a
estas personas de la clase obrera baja a la que se les niega invariablemente
status, significado y gratificación.

Eric Dunning, Patrick Murphey y John Williams afirman que la violencia de


los espectadores en el fútbol no es nueva. Muestran diversas noticias sobre el
tema aparecidas en la prensa y señalan como a pesar de existir diversos
períodos en los que la violencia ha remitido, no ha desaparecido. Señalan
asimismo que el problema se ha agravado con la profesionalización.

Critican también el papel desempeñado por los medios de comunicación. En


un principio -y citan el caso inglés- elogiando la buena conducta de la masa y
criticando los incidentes de los extranjeros. En esos momento se llegó a
comentar que ese tipo de incidentes nunca ocurriría allí. Después, a partir de la
década de los cincuenta, se fueron recogiendo todos los incidentes violentos y
se magnificaron. Les acusa de haber magnificado las noticias para vender más
periódicos.

2. Football in its place: una reseña obligada en el comportamiento de las


masas en el fútbol

7
David Canter, Miriam Comber y David Uzzell, en su libro Football in its place
y a lo largo de seis capítulos entra en uno de los temas que menos literatura ha
generado en la Psicosociología del Deporte, los desastres colectivos o el efecto
de las masas.

En el primer capítulo se enfoca el fútbol como un fenómeno de masas que


representa a la perfección las líneas culturales que nos diferencian. En efecto,
cada hincha se identifica con su club o con su equipo porque le atribuye unas
características definidas y únicas. Es obvio que existen diferencias entre
clubes, ya que, aunque formamos parte de una sociedad interrelacionada y en
equilibrio, estas pequeñas diferencias entre unas y otras entidades es lo que
decide el carácter de los aficionados. Antes, hace ya algunas décadas, los
hinchas eran locales, pero, poco a poco pasaron a ser no necesariamente
locales.

En este capítulo ofrecen la opinión de los aficionados ingleses, de la "gente


de la calle". Curiosamente, las opiniones variaban de club a club, sin embargo,
todos coincidían en afirmar que las situaciones de violencia y disturbios, han
contribuido enormemente a que la gente deje de ir a los partidos de fútbol. Y es
que por muy increíble que parezca, se ha registrado un descenso importante
en la venta de entradas en Inglaterra, sobre todo en los desplazamientos fuera
de casa de los equipos. Los hooligans son normalmente jóvenes de clase
trabajadora, que los autores desglosan de la siguiente manera: uno de cada
cinco tiene menos de 17 años, dos tercios tienen entre 17 y 20 años y el resto
tiene más de 20 años. Concluyen: los hooligans16 son jóvenes y son el grupo
social más penado por los jueces, ¿existe pues un prejuicio?. Las explicaciones
que nos ofrecen para la aparición de este grupo son varias: En primer lugar, la
naturaleza humana es de por sí agresiva, el fútbol además genera agresividad
y, por último, este deporte se convierte para muchos en un reflejo de los
problemas de la sociedad. Pero, ¿por qué la violencia no pasa normalmente en
los campos, sino fuera de ellos?. El fútbol es un deporte que nos produce
satisfacción y orgullo, pero también produce muertes, aproximadamente en un
año, se pueden alcanzar los 100 muertos, entre agresiones y mal estado de las
instalaciones.

En capítulo tercero se explican las diferencias entre los clubes ingleses. Los
autores postulan la existencia de una "cultura de los clubes". Con esto se
refiere a las actitudes y comportamiento que hacen que cada club sea distinto y
único. La idea de que cada club tiene una cultura propia puede dar lugar a
muchos problemas derivados de una opinión extremista de esta cuestión.

El capítulo cuarto está dedicado a las muchedumbres y las emergencias.


Desde el principio de la historia hemos asistido a espectáculos concebidos
como agresivos para calmar los problemas sociales de las multitudes. Así, por
ejemplo, en la antigua Roma, tenían a los gladiadores. Los gladiadores era un
espectáculo agresivo de masas. Además, también desde antiguo hemos
observado una fuerte conciencia de grupo, caracterizada por las similitudes y
puntos en común. Dentro de estos grupos, cada persona se siente fuertemente
unida a él. Como consecuencia, si en un lugar hay mucha gente concentrada y

8
se produce una emergencia, las posibilidades de desastre aumentan
considerablemente.

Vamos a repasar los diversos aspectos tratados por los autores:

a. Acontecimientos extraños.

A menudo, pensamos en los grandes desastres como importantes desde un


mismo principio, sin considerar que no es así. Por ejemplo, que una
persona se caiga en la calle es, dentro de unos límites, una cosa normal y
hasta cotidiana. Sin embargo, si una persona se cae en el transcurso de
una huida precipitada en busca de una salida de emergencia, puede
resultar un verdadero desastre. Las masas, por ellas mismas implican una
cierta sensación de desastre. Un acontecimiento insignificante puede
acabar en un hecho terrible y devastador.

b. El peso de los números.

En el estadio de Heysel, 39 hinchas resultaron asfixiados o aplastados en la


multitud huyendo de los aficionados del Liverpool. Cuando las masas
reaccionan ante algo es muy difícil que cambien, debido a su magnitud. Se
produce una falta de comunicación entre los de delante (los que encabezan
la masa) y los de detrás (el centro y final de la masa). Esto produce un
efecto en cadena que resulta letal.

c. El movimiento.

Cuando se da la voz de alarma y la masa se precipita hacia las salidas, el


movimiento podemos equipararlo al de un soldado, es decir, se mueve de
forma libre y unidireccional. Los pasillos se prestan a ello. Los sitios tienen
que tener un manejo adecuado de la multitud. Las emergencias, por
pequeñas que sean, son las que demuestran si las instalaciones son
adecuadas. Además sería aconsejable fuerte presencia policial y
concienciación de los posibles peligros por los desastres que pueden
presentarse.

Pero, subrayan los autores, no estamos hablando de la típica parafernalia a


la que nos tienen acostumbrados políticos y prensa. En Inglaterra las
instalaciones deben pasar una inspección técnica obligatoria basada en la ley.
Pero, lo que resulta realmente sorprendente e indignante es que la legislación
cambia cada vez que ocurre un desastre (los autores estiman este cambio en
aproximadamente una vez cada 10 años), mientras que las instalaciones están
continuamente remodelándose. Por ejemplo, desde los años 30 se venían
proponiendo reformas para la prohibición de alcohol en los estadios. Sólo hasta
Heysel no se logró. Y es que en la mayoría de los casos, la inercia lleva a no
cambiar las reglas, sobre todo hasta que alguien demuestre que ha habido

9
heridos. La empresa Scicon 40 elaboró un detallado estudio que,
posteriormente se ha tachado de ser erróneo y tener carencias, pero, a pesar
de esto, no se le han hecho cambios sustanciales.

Aquí estamos ante un conflicto de intereses y se demuestra un


desconocimiento de lo que es más conveniente. Así, la ley defiende cada vez
más las medidas de seguridad, pero a la vez se ponen más barreras y otras
formas mecánicas de impedimento. Es más, en teoría, el número de gente que
puede entrar en un campo de fútbol se debería calcular en base a la cantidad
de personas que pueden salir del estadio en dos minutos y medio. Pero, es
muy difícil poner números, ya que la gente no se mueve en líneas, se mueve a
diferente velocidad, y durante una salida por emergencia, la gente no se pega a
los muros, lo que reduce considerablemente la anchura y la capacidad total de
los pasillos.

Otro aspecto más, aunque haya salidas y estén racionalmente contadas, las
masas no tienen un comportamiento consciente del peligro durante una
emergencia. De forma que, tienden a irse por las salidas que conocen, o por
las que les lleva a una dirección que les conviene. Es muy curioso que incluso
hay tendencias o preferencias que se acentúan por la situación de desastre.
Así, se prefiere el lado derecho de la escalera o pasillo, y se prefiere una salida
conocida aunque esté abarrotada.

Un momento decisivo dentro del desastre es el del reconocimiento del


mismo. De manera que la pérdida de tiempo aquí puede resultar irrecuperable.
Cuando nos damos cuenta de la gravedad del asunto, la situación se hace
crítica, ya que todo el mundo quiere salir a la vez, y todo esto en cuestión de
minutos. El tiempo que se planea para que la gente salga es de dos minutos y
medio. Pero mientras que se detecta la emergencia y se reacciona, este tiempo
es mínimo. De aquí obtenemos la conclusión de que son más importantes
factores como:

1. La rápida comunicación entre los agentes.


2. Reconocer de manera inmediata el alcance del peligro.

3. Tener planes específicos para accidentes potenciales.

Desgraciadamente, en la época en la que vivimos, se le da más importancia


a la técnica y a los despliegues electrónicos que comercialmente son
interesantes que a los soluciones propuestas por las ciencias sociales.

En el capítulo quinto repasa la historia de la violencia en el fútbol. Se cree


que el problema es actual, pero ya desde Roma y la época justiniana tenemos
antecedentes de desastres. En cuanto al fútbol en Inglaterra, los autores citan
tres antecedentes históricos:

1. En 1655, se jugaban partidos aunque estaba prohibido.


2. En 1890, en un partido del Blackburn contra el Bumley un árbitro resultó
gravemente herido.

10
3. En 1909, en Hampden Park, 6000 espectadores arrojaron cosas al
campo hiriendo a jugadores y árbitro.

Pero, en líneas generales lo que los autores afirman es que los hooligans
son sólo uno de los problemas de la violencia y de los desastres en el fútbol.
Además, el entorno no sólo físico sino social, también juega un papel muy
importante. Y, no hay una solución única y concreta para este tipo de
situaciones, por lo que se hace mucho más difícil evitarlos.

En este último capítulo, los autores hacen una recopilación razonada y


resumida de los otros cinco, dando hipotéticas soluciones para las situaciones
críticas basadas en sus investigaciones. Nos habla además de la política
renovadora que se está llevando a cabo en los clubes ingleses para atajar toda
una marea negra de desastres y accidentes. Y es que en verdad los
aficionados ingleses son los que tienen la peor reputación dentro de los
campos de fútbol, por su fanatismo y por su desprecio hacia los demás rivales.
De hecho, más recientemente que este libro, los clubes ingleses han mejorado
sus infraestructuras en gran medida, en parte debido a que el campeonato de
la Copa de Europa de 1996 se celebró en este país. Unas mejoras que pueden
significar un paso adelante en la planificación y prevención de este tipo de
emergencias.

3. El vandalismo en el fútbol: una lectura en castellano

El libro de Javier Durán González sobre El vandalismo en el fútbol está


estructurado en diez capítulos en donde se pasa revista a los conceptos
latentes al vandalismo, como la violencia o la agresividad, hasta el papel que
deben desempeñar las políticas y los poderes públicos.

El conocimiento del deporte en cualquiera de sus manifestaciones debe


servir para conocer mejor el funcionamiento social: Podemos observar cómo la
violencia física a lo largo de las décadas ha ido disminuyendo en nuestro
espacio social sintiendo cada vez más aversión a este tipo de manifestaciones,
sin embargo el clima de crispación y agresión contenida es cada vez mayor en
la vida moderna.

Cuando el árbitro pita el domingo el final del partido tan sólo concluye la
lucha deportiva, comenzando un espectáculo de conflicto: luchas televisivas
por las audiencias, polémicas arbitrales, amenazas entre jugadores y
presidentes de clubes y otros ingredientes que preparan el clima del próximo
partido. Todo esto explica cómo el vandalismo en el fútbol es más que la
expresión violenta de unos cuantos, es un entramado de intereses que implican
a varios sectores como hinchas, clubes, medios de comunicación y poderes
públicos.

Violencia agresividad social y deporte

11
Numerosos estudios demuestran que con el paso del tiempo los límites de
agresión en el deporte se han ido acotando al igual que ha pasado en el
entramado social, pero esto no significa que la violencia haya desaparecido
sino que se ha transformado, por eso para entender el sentido y el significado
actual de la violencia es necesario reubicarla en el contexto histórico.

Es cierto que la violencia física ha disminuido en el interior de los estados


modernos, pero como ya hemos apuntado, es mayor el nivel de crispación
social, la civilización ha traído una serie de restricciones para evitar los excesos
pero no sólo respecto a la violencia sino también frente al placer y la
desigualdad, lo que ha hecho "sustituir la agresión por una violencia mucho
más sutil", conocida como la violencia de la pacificación, de la neutralización,
del control, una violencia que ataca a la violencia y a la que no se puede
responder con otra violencia igual sino sólo con el odio.

Otros autores señalan el gran desfase entre aspiraciones y realidad presente


en una sociedad de naturaleza competitiva y consumista como fuente de
frustración. Son muchos los investigadores que argumentan que es éste clima
de crispación y tensión social lo que abría que combatir más que las puntuales
y esporádicas expresiones de violencia que logran colapsar la vida diaria.

El fútbol es un claro reflejo de esta evolución, siendo cada vez más efectivo
sobre los comportamientos de violencia física tanto en el campo como las
gradas pero modelo de conflicto social permanente a través de los medios de
comunicación que potencian el conflicto y la agresividad social haciendo formar
parte a todo este entramado del "gran espectáculo".

El vandalismo en el fútbol: revisión crítica de los principales estudios

Existen tres corrientes diferentes en el estudio social del vandalismo en el


fútbol:

1. Teoría sociológica subcultural de Taylor (1971) y Clarke (1973,


1978). Se trata de la primera teoría sociológica. Esta línea de
investigación pretende conocer los comportamientos de los grupos
violentos en el fútbol enmarcándolos en una perspectiva social y cultural.
Fue la primera en relacionar los comportamientos violentos con las
condiciones de vida de los jóvenes hinchas Taylor (1971) entiende el
vandalismo como un intento por parte de la clase obrera desfavorecida
por recobrar el control de un deporte que les pertenecía, siendo por lo
tanto el producto de la resistencia a la usurpación. Una de las mayores
aportaciones de Taylor ha sido el entendimiento de la importancia que
tienen para los miembros de las clases obreras desfavorecidas las
competiciones deportivas al volcar sus aspiraciones en ellas. La principal
critica es la de relacionar los actuales hechos vandálicos con las
estructuras de futbolísticas de hace cincuenta años. Por su parte Clarke
(1973, 1978) considera estos actos como la búsqueda de una identidad
grupal propia y diferenciadora que le proporcione sentido a la existencia
de estos jóvenes. El nexo de unión entre las posturas defendidas por

12
Taylor y Clarke residen en considerar estos hechos como un acto
constestatario de un grupo social perfectamente definido.
2. Psicología Social Etnogénica. Los autores que trabajan en esta línea,
han centrado sus esfuerzos en el conocimiento de la dinámica social que
tenían lugar en el seno de estos grupos violentos. Estos grupos están
jerarquizados (novicios, alborotadores, graduados). Uno de los autores
que trabaja en esta línea es Peter Marsch (1978), cuyo concepto clave
es el "aggro" (o comportamiento agresivo ritualizado). Para éste la
violencia es una expresión simbólica más que real (Marsch, 1982). El
individuo que no ha conseguido obtener estatus e identidad en el mundo
cotidiano acude al fútbol para crearse un prestigio social y valía
personal. Esta postura fue criticada cuando estos comportamientos
comenzaron a ser menos simbólicos y con más intención de dañar.

3. Grupo de Leicester. Las dimensiones de su trabajo se basan en cuatro


pilares: los orígenes socio-históricos del fenómeno, las características
sociodemográficas de socialización y ocupacionales de estos jóvenes, el
papel de los medios de comunicación y su influencia en el origen y
consolidación del fenómeno y las iniciativas políticas y deportivas
adoptadas frente al problema y sus consecuencias. Por lo que respecta
a los orígenes socio-históricos del fenómeno, los investigadores ingleses
que conforman esta línea de trabajo, comienzan a estudiar este área en
un intento de vincular sus trabajos a los Elías (1977) y llegan a
plantearse si se encuentran ante un retroceso de la civilización o ante un
bloqueo temporal. Con respecto al segundo de los pilares, las
características sociodemográficas, ocupacionales y de socialización;
esto autores detectan que en general los jóvenes tienen una
procedencia de sectores desfavorecidos de la clase obrera, aunque con
el paso del tiempo resulta más difícil su inclusión en una categoría
social. Además consideran que los procesos de socialización se
producen de forma inadecuada, con una alta presencia de iguales en la
calle y sin la supervisión de los adultos, esto conlleva que los valores
más prestigiados sean los relativos a la violencia y hostilidad. Con
respecto a los medios de comunicación, se ha producido cambio en el
tratamiento de este tipo de fenómenos. Antes de la I Guerra Mundial, se
les daba un tratamiento breve y riguroso. Después a medida que
decreció se le fue prestando menos atención y después de los años
cincuenta el panorama cambio totalmente debido al tratamiento
sensacionalista que le dio. La violencia se convirtió en un negocio, el de
vender más periódicos. Aunque la violencia era criticada, se presentaban
los estadios de fútbol como lugares peligrosos. Esta imagen fue la que
atrajo a los jóvenes que se habían socializado en estos valores. Hay que
señalar la importancia de los medios de comunicación en la agilización
de la iniciativas oficiales para paliar este problema. En cuanto a las
iniciativas políticas y deportivas adoptadas frente al problema han sido
casi exclusivamente de carácter policial. Además las condenas oficiales
sobre estos actos han funcionado a modo de refuerzo.

Hay una gran diferencia entre el vandalismo en Europa y el existente en


Estados Unidos, probablemente fruto de las diferencias en el entramado social

13
que hay entre ambas, siendo la violencia deportiva en Europa mucho más
organizada y planificada que la llevada acabo por pandillas que actúan de igual
modo en Estados Unidos (pero pandillas exclusivamente callejeras, no
deportivas).

Actualmente existen organismos y convenios reguladores en la unión


europea con el fin de reducir la violencia de los espectadores en los eventos
deportivos, fruto de numerosas investigaciones llevadas a cabo con el fin de
que no se repitan hechos como los ocurridos en el estadio Heysel de Bruselas.

Una nueva interpretación del vandalismo en el fútbol

Estudios como el de Koranz Lorenz, describen que el instinto agresivo


animal ha pasado a formar parte de la naturaleza del hombre, pero también
evidencian que en él se sustentan los procesos de individualización y las
formas más complejas de relación social. Pese a la interdependencia existente
entre agresividad y cooperación los científicos frecuentemente han disociado
su estudio.

El fenómeno de las hinchadas radicales en el fútbol sólo puede entenderse


interpretando dicho fenómeno como un entramado de intereses
interdependientes por parte de distintos grupos sociales en el marco de un
proceso civilizador general con un mayor grado de sensibilidad ante las
manifestaciones de violencia física, pero potenciador de una enorme
conflictividad y agresividad social latente. Hay cuatro elementos esenciales
implicados en este fenómeno: los hinchas radicales, los clubes deportivos, los
medios de comunicación y los poderes públicos.

El vandalismo en el fútbol de España

La mayor parte de los grupos hinchas radicales derivan de ciertas peñas


futbolísticas de corte tradicional debido a diferentes factores como son el corte
generacional. El afán de los jóvenes por llamar la atención les hace separarse
del resto de colectivos y apoderarse de las zonas mas visibles del estadio
como los "fondos".

Tras la enorme "publicidad" de los hooligans, comienza a verse en España


grupos como los Ultras Sur y Boixos Nois que, por efecto mimético, y debido a
la presencia de los mismos en los medios de comunicación, que continuamente
narran sus hazañas, se extienden hasta convertirse en un problema social y
político a partir de la tragedia de Heysel.

Datos estadísticos señalan que la movilización de los hinchas por jornada


supera las seis mil personas, de los cuales 92% pertenecen a grupos locales y
el 8% a visitantes, siendo el 82% de primera división y el 18% restante de
segunda. Estas cifras se duplican en una jornada de máxima movilización
como podría ser un partido Real Madrid-Atlético de Madrid.

14
Los grupos de hinchas son cada vez más heterogéneos, fragmentados y
tienen menos cohesión interna. El perfil sociológico del hincha radical en
España sería el de un varón, de unos veinte años que asiste a los partidos en
pandilla, lo que hace que el fenómeno de la hinchada radical en el fútbol sea
una nueva versión del gamberrismo y pandillismo en torno a un espectáculo
que les garantiza enorme repercusión social y una dosis semanal de
emociones y riesgos controlados.

Estos jóvenes ven en esas pandillas unas "familias alternativas" donde


encuentran la protección, atención, reconocimiento e incluso amor del que han
carecido en su infancia. El entorno familiar en el que el niño nace y crece es
extraordinariamente importante para el ser humano ya que es en la familia
donde aprendemos a relacionarnos con nosotros mismos y con los demás.
Esta es la razón de la inseguridad de las víctimas de malos tratos. Fruto del
propio odio y resentimiento que experimentan los vándalos contra sí mismos y
contra lo que les rodea, incapaces de sentir empatía, suplen todas sus
carencias con la notoriedad social que adquieren a través de sus conductas
violentas en el contexto futbolístico.

Las nuevas formas de violencia que se están detectando se caracterizan por


su progresivo alejamiento del terreno de juego, la pérdida progresiva de su
significación deportiva y la aparición de evidentes elementos de racionalidad y
planificación

El capítulo sexto refleja el aumento del racismo y la xenofobia en los últimos


años producido por la creciente inmigración a nuestro país. Pero sin duda las
víctimas de este prejuicio no son solamente los inmigrantes sino que esta
actitud hostil se dirige hacia los vagabundos, jóvenes de pelo largo, travestidos
y una larga lista de víctimas que nos revelan que el racismo no es ajeno a
nadie.

Centrándose en el ámbito deportivo, se demuestra que el fútbol profesional


es un lugar especialmente propicio para exhibir conductas racistas. En España,
los primeros grupos de hinchas radicales datan de 1987 17 y a partir de esta
fecha, se han producido numerosos incidentes en nuestro campos de fútbol.

La interpretación sociológica de estos movimientos racistas dejan ver como


la influencia de ciertos grupos antisociales hacen que jóvenes desorientados
encuentren su identidad y le ofrecen un cierto poder que les resulta sumamente
atractivo. Todo esto unido además a los sentimientos de identificación con unos
colores, convierten a ese joven en un ser potencialmente muy peligroso.

El capítulo séptimo da muestra del interrelacionismo entre grupos de hinchas


radicales y clubes obteniendo un beneficio recíproco. Por un lado, beneficio del
club que utiliza a estos grupos como coacción a los contrarios y a los árbitros y
como un apoyo incondicional al club. Y por otro lado, el apoyo que reciben los
grupos radicales de los clubes, dotándoles de gradas especiales, financiación
de entradas y múltiples privilegios .Esta colaboración con los radicales son
evidentemente negadas por los directivos, jugadores e incluso empresas

15
cuando los incidentes agresivos se producen, alegando que “ son hechos al
margen del fútbol”.

Por otra parte, también hay entrenadores, como Valdano y Cappa, y


jugadores, que denuncian esta situación aunque ello no les facilite
precisamente su continuación en el club. Son sin duda un ejemplo a seguir y
constituyen una fuente de influencia para erradicar estos incidentes violentos
del ámbito deportivo y sembrar valores como la tolerancia y la solidaridad.

El capítulo octavo explica la importancia que los medios de comunicación


conceden a la violencia. Esta importancia es sin duda un reflejo de aquello que
la sociedad solicita y consume porque les produce una gran fascinación.

Pero la cuestión más interesante de estudio es analizar la repercusión de


esta violencia ficticia en la creación de actitudes y conductas agresivas. Son
numerosas las investigaciones en esta línea y parecen apuntar a determinadas
variables que influyen en la creación de actitudes violentas:

 La edad del consumidor


 La predisposición hacia la violencia

 La duración del efecto.

Podría pensarse que los actos violentos ocurridos en el contexto futbolístico


se han multiplicado hasta llegar a generalizarse, sin embargo este crecimiento
no es tan significativo si consideramos el incremento de partidos, espectadores
y jugadores en los últimos años. Las alarma social creada respecto a este tema
no es sino producto de los medios de comunicación que convierten a la
violencia en el protagonista indiscutible de sus noticias. La espectacularidad y
el sensacionalismo que caracterizan a estas noticias producen que estos
jóvenes violentos se sientan protagonistas del problema social, incitando con
ello a actuar de la misma forma y garantizando con ello la atención social que
buscan.

El capítulo noveno explica el enorme entramado de intereses económicos y


comerciales que rodean al mundo del fútbol profesional que se sustentan en los
valores más arraigados de nuestra sociedad y que justifican la violencia. Estos
valores son tres según Rojas Marcos (1995):

 Culto al macho agresivo


 Exaltación de la competitividad como forma de entender la vida
donde los fuertes sobreviven y los débiles perecen.
 El principio de minusvalorar a los otros diferentes.

La intervención de los poderes públicos ha actuado de modo urgente y


superficial para solucionar esa alarma colectiva, sin diseñar políticas del
intervención global y rigurosa. Esta forma de actuación se denomina “error
fundamental”, es decir, se adopta como regla general las medidas de carácter
coercitivo, ignorando aquellas intervenciones preventivas o educativas que
incidirían en la solución del problema a largo plazo. Estas intervenciones

16
educativas tratan de ofrecer mayor protagonismo a aquellos aficionados
pacifistas que se interesan por el verdadero espectáculo, el fútbol, y actuar con
toda energía contra las minorías radicales tomando medidas policiales y
judiciales para su identificación y desenmascaramiento.

A modo de conclusión, el décimo capítulo comenta el mantenimiento de este


vandalismo en el fútbol por parte de clubes, poderes públicos y medios de
comunicación que velando por sus intereses no actúan de modo efectivo para
erradicar estos hechos.

Javier Durán (1996) publica un articulo en la Revista de Psicología del


Deporte, titulado "Deporte, violencia y educación". En el que afirma la
importancia de un modelo educativo del deporte por encima del modelo de
competición que exalta el enfrentamiento entre ganadores y perdedores.

4. Un modelo psicosocial: John Kerr, entre la Reversal Theory y el modelo


de manipulación hedónico

Jhon Kerr (1994) en un novedoso estudio utiliza dos modelos distintos con el
fin de poder explicar y predecir los comportamientos violentos de los hooligans.
Utiliza la Reversal Theory (Teoría de la Inversión) de Apter (1982, 1989), para
poder explicar el fenómeno estudiado, y el Modelo de Manipulación del Tono
Hedónico de Brown (1991), para proponer un modelo que además permita la
intervención.

La Reversal Theory (Teoría de la Inversión) de Apter (1982, 1989) contiene


unos elementos centrales en torno a la homeostasis y a la Bistability
(biestabilidad) que permiten su estructuración e interconexión: estados
metamotivacionales, 'felt-arousal' (arousal sentido) y marcos protectores18.

 Estados metamotivacionales. Con este concepto hace


referencia a los estados mentales transitorios que subyacen a las
motivaciones específicas. Se distinguen dos estados opuestos:
télico y paratélico. En la tabla siguiente Apter resume las
características de ambos estados.

Tabla 1.Lista de cada una de las características de contrastes de los


estados télicos y paratélicos (Apter, 1982, p.52).
Télico Paratélico
A- Metas esenciales Ninguna meta
Dimensión Metas impuestas Esencial Metas
de los Metas inevitables escogidas
extremos Reactivo libremente Metas
Orientación a Meta evitables Proactivo
Extremo-orientado Orientado a la
Esfuerzos por Conducta
completar Orientado al
actividad Proceso Esfuerzos

17
por prolongar
actividad
Orientado al
Orientado al
Presente
Futuro Puntos más
Suficiente hacia sí
allá de sí mismo
B- mismo Espontáneo
Planeado Placer de
Dimensión Placer de
anticipación de la
tiempo sensación
meta Preferencia
inmediata
de alta
Preferencia de baja
significación
significación
Preferencia de Preferencia de
intensidad baja intensidad alta
C- Evitan sinergias Buscan sinergias
Dimensión Generalmente Predominios
intensidad realista fingidos
Preferencia de Preferencia de
excitación baja excitación alta

Otros dos estados que Apter define son Negativismo vs.


Conformidad. Estos dos estados los define dentro del concepto
de bistability. Estos estados están afectados por los mismos
factores que afectan a los estados télicos/paratélico y que
permiten cambiar de uno a otro: contingencia, frustración y
saciación. Además Negativismo/Conformidad afectan y modifican
a los estados télicos/paratélico. Así Apter distingue: conformidad
télica, conformidad paratélica, negativismo télico y negativismo
parátelico. En los hooligans existe una predominancia de los
estados negativistas.

 'felt-arousal' (Arousal sentido) y tono hedónico. El capítulo


cuarto está dedicado a la biestabilidad y arousal. En este capítulo
y en el anterior define el 'felt-arousal' (Arousal sentido) como el
grado en que una persona siente que está excitado. En la
Reversal Theory (Teoría de la Inversión) de Apter (1982, 1989) el
arousal sentido representa uno de los elementos centrales en la
motivación de la conducta de las personas.

En la Ilustración 1 se aprecia la relación entre el arousal y el tono


hedónico. La línea continua representa la ansiedad de evitación
(télico) y la curva punteada la búsqueda de excitación (paratélico).
La línea punteada -debajo de las dos curvas- representa la curva
de U invertida de la teoría del arousal óptimo. Por tanto en el
sistema télico un alta ansiedad produce un tono hedónico
desagradable pero en el sistema paratélico, esta alta ansiedad, es
sentida como placentera. En el sistema télico la ansiedad baja
produce un tono hedónico placentero mientras que en el sistema
paratélico produce aburrimiento.

18
Ilustración 1. Relación entre el arousal y el tono hedónico para la
ansiedad de
evitación y los sistemas de búsqueda de excitación (Apter, 1982,
p.84)

 Marcos Protectores19. En palabras de Javaloy (1996) serían las


emociones negativas -ansiedad, ira o miedo- que pueden ser
interpretadas positivamente si se dan en un estado paratélico.
Esto permite explicar el disfrute de algunas personas cuando
hacen puenting o caída libre.

Keer (1994) intenta demostrar que el hooligan busca la sensación inmediata


y el placer, es decir las sensaciones producidas por el sistema paratélico. En
este sentido cita dos trabajos, uno realizado por Apter (1992) y otro realizado
por el mismo (Kerr, 1994). En este trabajo Kerr analiza la categorización
realizada por Apter (1992) de las estrategias para obtener experiencias de
elevado arousal.

1. Estrategias del hincha. Estimulación sensorial visual (banderas,


bufandas, pancartas, serpentinas, bengalas, etc.), ruidos de
instrumentos sonoros (trompetas, tambores, matracas, silbatos) y
ambiente general de fiesta (cantos, palmadas rítmicas, atavío
llamativo)20.
2. Estrategias del hooligan. Kerr señala la escolta policial,
indumentaria que le distingue, arremeter contra los hooligans
contrarios, evitar a la policía y/o provocarla21.

Kerr (1994) concluye su trabajo realizando una propuesta basada en el


modelo de Manipulación del Tono Hedónico de Brown (1991). Según este
modelo las adiciones sean sustancias (drogas, alcohol, tabaco, etc.) o
conductas (juego, comida, trabajo, sexo) siguen el mismo decurso. De acuerdo
con esto, al comienzo, la persona vulnerable a la adición va mejorando la
calidad de su tono hedónico mientras va adquiriendo más compromisos con la
violencia. Su vida cotidiana se ve inundada por fantasías de violencia. Esto
incrementa de forma placentera su nivel de arousal. Poco a poco participa cada

19
vez más en acciones violentas y asume cada vez mayores riesgos que le
proporcionan más placer. Este proceso se estructura en ciclos hasta alcanzar la
adición. Cuando ha adquirido la adición los períodos de tiempo de inactividad
produce sindrome de abstinencia.

Etapas en el desarrollo del Hooliganismo (Javaloy, 1996, p.100)


1. Predisposición personal. El sujeto es ineficaz al manipular su
estado de humor y arousal; poca tolerancia a los estados
disfóricos.
2. Vulnerabilidad a la adicción. Baja autoestima, poca estimulación u
oportunidades en la vida : diaria para experimentar un arousal
elevado; el aburrimiento conduce al sujeto a un desajuste en los
niveles de arousal.
3. Iniciación en la actividad hooligan. En un partido de fútbol, la
persona observa a los hooligans en acción o queda implicado
accidentalmente con ellos; descubre el carácter agradable de la
experiencia de elevado arousal.
4. Opción por el hooliganismo. Participa en algunos incidentes
violentos; experimenta un alivio en el desajuste de arousal y
estados de humor disfóricos; las interacciones con los hooligans
constituyen una fuente importante de gratificación.
5. Saliencia creciente en la actividad hooligan. El comportamiento
violento del hooligan es constantemente reforzado a través de
periódicas confrontaciones violentas con la policía y hooligans de
grupos rivales.
6. Ciclos o episodios repetidos de actividad. La persona está en
camino de convertirse en un superhooligan; planifica viajes
siguiendo al club y asiste a partidos internacionales donde la
implicación se va convirtiendo cada vez en mas violenta.
7. Establecimiento de adición. Consigue alto estatus en grupo de
hooligans, planifica toda su vida en torno al hooliganismo; lidera el
combate como miembro de la banda de hooligans; ahora es
plenamente adicto a la violencia del fútbol,

5. Un estudio del comportamiento colectivo: los trabajos de Federico


Javaloy

Federico Javaloy es profesor en el Departamento de Psicología Social de la


Universidad de Barcelona. Es un estudioso del comportamiento colectivo. Ha
publicado diversos trabajos sobre el tema (Javaloy, 1987, 1989, 1996; Javaloy
y Franquesa, 1986).

En el trabajo de Javaloy (1989) comienza relatando escuetamente la


tragedia del estadio Heysel de Bruselas. Destaca dos conclusiones del estudio
realizado a raíz de este desastre, por un lado, la importancia del estudio del
comportamiento colectivo en el deporte (y en el espectáculo deportivo) y, por
otro, la importancia del papel del psicólogo social en esta área. Destaca
además el interés que puede tener para el psicólogo social el estudio del
comportamiento colectivo en el deporte: identificación con el grupo de

20
referencia, verificación de hipótesis sobre la agresión, estudio de las relaciones
intergrupales, el hacinamiento en condiciones de excitación emocional,
compresión de las tensiones de la estructura social que afloran en la multitud
deportiva.

En este trabajo Javaloy (1989) se queja de la escasez de trabajos en esta


área, aunque menciona un trabajo temprano de Hastrof y Cantril (1954) y un
aumento de los trabajos en Estados Unidos e Inglaterra. Además señala el
incremento en las investigaciones en esta área en los últimos diez años con el
auge de la sociología y la psicología del deporte. Hace referencia a los trabajos
de Goldstein (1979, 1983); Lüschen y Sage (1981); Lüschen y Weiss (1979);
Dunning (1976); Mann y Taylor (1969); Marsh, Rosser y Harre (1978) así como
los trabajos de los españoles García Ferrando (1985) o Garrido (1985). Y
además afirma que "existen significativas diferencias en cuanto al tipo de
público que atraen distintos deportes" (p.28).

En este trabajo (Javaloy, 1989), describe, seguidamente, a la multitud


deportiva. Señala que aunque se advierten los rasgos de la multitud señalados
por Munné (1974), están muy relativizados, y señala:

1. Comparte un interés común, ver el partido


2. Pero con actitudes contrarias (pertenecen a dos equipos
contrarios)
3. Carecen de organización pero mantienen un orden formal en las
gradas.
4. Los participantes son anónimos
5. La fluidez es mínima
6. La multitud es anónima, carente de normas y desarrolla rituales
(esto permite su predecibilidad).

La clasificación que utiliza de las masas es la propuesta por Brown (1954). Este
autor dividió a las masas en activas y pasivas, a las activas las denomino
turbas y a las pasivas, audiencias o públicos. Las turbas o multitudes se
clasifican en:

Turba o multitud adquisitiva. Es la que se polariza hacia un objeto que desea


intensamente. En el fútbol se pueden distinguir dos tipos: los que hacen cola
para adquirir las localidades y la que se agolpa a la puerta del estadio. Mann
(1970, 1977) observó que los participantes en las colas (grupos de amigos o
familiares) "desarrollaban una conducta altamente ordenada y cooperativa,
creándose un fuerte sentimiento de comunidad del que emergían normas
comunes" (p.30). Sin embargo la multitud que intenta entrar en el estadio ha
sido protagonista de trágicos acontecimientos cuando ha visto amenazada la
posibilidad de entrar. Javaloy señala el caso de Bukun en el Congo
(06/10/1969) con 27 fallecidos y más de un centenar de heridos y en el Cairo
(19/02/1974) con 49 fallecidos y numerosos heridos.

Turba o multitud evasiva. Aparece cuando se produce una amenaza o peligro


y la posibilidad de escapar es restringida debido a escasez o estrechez. Esta
multitud tiene un movimiento centrifugo (evitan el lugar del peligro) y centrípeto

21
(convergen hacia el punto de salida). Este tipo de incidentes se ha producido
en América Latina y Europa. En América Latina señala las tragedias de Lima
(24/05/1964) con más de 300 fallecidos, Buenos Aires (23/06/1968) con 71
muertos y 130 heridos, Salvador en Brasil (06/03/1971) con 3 muertos y 800
heridos. En Europa señala la tragedia del estadio de Bradford (Inglaterra) con
53 muertos y 300 heridos. Señala que no se produce conducta de pánico hasta
que cierto numero de personas intentan salir de forma desordenada,
normalmente los que están más alejados de las salidas.

Turba o multitud expresiva. Esta es la multitud que mejor caracteriza al


público que asiste a los espectáculos deportivos. Esta multitud está poco
estudiada. Las conductas de esta multitud tienen un carácter catártico propia
de las actividades de tiempo libre. Se han estudiado estas multitudes a través
de sus cánticos y se han encontrado dos tipos de tema: ingroup y outgroup.
Javaloy además señala que la capacidad para estimular emociones reside en
la capacidad simbólica del espectáculo deportivo: simbolismo de caza o de
batalla según Desmond Morris (1982). También señala de acuerdo con los
trabajos de Mann (1977) que las experiencias de victoria o de derrota se
pueden manifestar como una extrema excitación que conduce a la pérdida de
autocontrol y a un comportamiento desinhibido e irracional.

Turba o multitud agresiva. Es tipo de multitud ofrece la posibilidad de poner a


prueba algunas de las teorías de la agresión. Este tipo de conducta puede ser
el resultado de una situación percibida como injusta. Este es el caso de la
tragedia en un estadio de fútbol en Honduras en marzo de 1974 o de la
acontecida en el partido Perú-Argentina (mayo, 1964) con 318 muertos y 500
heridos.

Javaloy señala que el deporte también puede ser la plataforma adecuada


donde expresar situaciones o protestas políticas o diversos tipos de
reivindicaciones. No obstante señala que la violencia no tiende a producirse por
igual en todos los deportes. Se genera más violencia en deportes de equipo, y
especialmente en aquellos que son intrínsecamente más rudos, actuando como
modelo para el público.

Javaloy a continuación señala las dimensiones de la multitud en el estadio,


considera que básicamente son cuatro: el tamaño de la multitud (muy
relacionado con otras variables), la ecología, la composición y la comunicación.
En otro apartado Javaloy pasa revista a las principales teorías que explican
este fenómeno:

1. Teoría del contagio. Formulada en principio por Le Bon, que propone


tres mecanismos de transmisión: el contagio mental (fenómeno de tipo
hipnótico), la sugestibilidad (que convierte a la multitud en autómata y
acrítica) y el anonimato (la persona cambia la conducta al no sentirse
identificada). Esta teoría permite explicar una amplia variedad de
comportamientos sobre todo las de carácter expresivo y agresivo. A esto
han contribuido el modelo de reacción circular (Blumer 1946), el modelo
de imitación (Wheler, 1966) y el modelo de desindividuación (Zimbardo,

22
1970). Este último modelo considera tres condiciones en su desarrollo:
anonimato, fusión con el grupo y activación generalizada.
2. Teoría de la convergencia. Esta perspectiva centra su atención en la
composición de la multitud sobre la base de que en esta convergen un
cierto número de individuos que comparten las mismas predisposiciones
o tendencias latentes. El individuo, más que transformarse en la
multitud, como sostiene la teoría del contagio, lo que hace es manifestar
su verdadero yo. Esto se puede observar en los estadios los hinchas del
mismo equipo tienen tendencia a colocarse juntos y liberan sus propias
tendencias y deseos. Esta teoría da apoyo a la hipótesis de la frustración
agresión de Dollar et al. (1939).

3. Teoría de la norma emergente. Turner (1964) y Turner y Killian (1987)


proponen que la interacción entre el individuo y la multitud tiende a
generar una norma de conducta, una definición de la situación y de la
conducta que se considera apropiada. Este tipo de conducta se produce
con la turba o multitud adquisitiva. Este tipo de conducta contradice el
estereotipo popular de la multitud como desordenada y caótica (Mann
1970, 1977). Javaloy señala que la actividad provocadora de los
hooligans obedece a una planificación y a unas normas y rituales. La
multitud no es automática ni acrítica y sólo responde si se halla excitada
y la acción sugerida es conforme a sus impulsos y predisposiciones. La
escasa incidencia de hechos violentos avala esta teoría.

4. Teoría del valor añadido. Es una noción económica provista de seis


determinantes que secuencialmente permiten ir añadiendo valor a los
anteriores: conductividad estructural (condiciones de la estructura social
que favorecen determinado tipo de comportamiento colectivo), tensión
estructural (que brota de los conflictos existentes), surgimiento de una
creencia generalizada (que atribuye a un determinado objeto la fuente
de la tensión), factor desencadenante (que dispara la tensión latente),
movilización de los participantes para la acción (aparición del
comportamiento colectivo). Esto se ha podido apreciar en la Guerra del
Fútbol entre El Salvador y Honduras de 1969 ya que la rivalidad
futbolística reflejaba las tensiones y agravios mutuos de hace años.

5. Enfoque recompensas-costos. Este enfoque considera que el


individuo toma decisiones en situaciones colectivas como en cualquier
otro contexto. Jugadores y espectadores están motivados por el afán de
victoria y cuando esta se halla en peligro tienden a forzar la situación
para conseguirla a cualquier coste.

El excelente trabajo de Javaloy (1996) sobre hinchas violentos y excitación


emocional ha sido comentado al hilo del modelo de Kerr (1994). En él, como ya
ha quedado reseñado se señalan las carencias que ha juicio de Javaloy tiene el
modelo de Kerr.

Conclusión

23
En este breve trabajo no hemos pretendido ser exhaustivos con respecto a la
bibliografía publicada sobre la violencia en el fútbol. Somos conscientes de
haber podido reseñar más bibliografía, pero hemos optado por incluir las que a
nuestro juicio pueden ser exponentes importantes en este tema.

Todos los trabajos revisados se caracterizan por la descripción de los hechos o


los datos. Unicamente el trabajo de Kerr (1994) reseñado por Javaloy (1996)
hace un ejercicio de predicción y explicación. Consideramos de gran interés
este trabajo, al considerar modelos y teorías anteriores en la construcción de
una explicación.

Notas

1. "Las explicaciones ofrecidas como leyes tienen una relativa adecuación


al objeto si se refieren a fenómenos de estructura débil y evolución lenta
tales como los gases, pero no la tienen cuando se aplican a fenómenos
de más alta estructuración y que evolucionan rápidamente, tales como
los organismos y las sociedades" (Dunning, 1986, p.19).
2. Norbert Elias (1977) tiene otro estudio en el capítulo segundo (La
civilización como transformación específica del comportamiento
humano) en el libro Über den Process der Zivilisation Sociogenetische
und psycho genetische Untersuchungen (El proceso de la civilización.
Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas), titulado "Las
transformaciones de la agresividad" (pp. 229-242)

3. A lo largo de este estudio Norbert Elias cita repetidamente el texto donde


aparece esta cita. La cita pertenece al libro de Peter Beckford titulado
Thoughts on Hare Foxhunting (Reflexiones sobre la caza de liebres y
zorros) que fue publicado en Londres en 1796.

4. P. Marsch (1979). Aggro: the illusion of Violence. Londres.

5. Esta idea aparece en el libro de A. Yiannakis, T.D. McIntyre, M.J. Melnik


y D.P. Hart (comps.) (1976). Sport Sociology: Contemporary Themes.
Dubuque, Iowa.

6. Dunning escribe una nota a pie de página que dice: "G. Owen, The
Description of Pembrokeshire, en H. Owed (comp.), Cymmrodorion
Society Research Series, núm. 1, 1892, págs. 270-282. Este trabajo fue
publicado por primera vez en 1603."

7. El término aggro es utilizado por Peter Marsch en 1979 su libro Aggro:


the illusion of Violence publicado en Londres. Pero en este contexto, es
un término del argot de las bandas juveniles, que deriva de aggravation,
cuyo significado es conducta agresiva con todo lo que esto significa:
irritar, exasperar, provocar y vejar.

8. Esta entrevista aparece en el trabajo de Paul Harrison (1974). Soccer's


Tribal Wars. New Society, 29, 604. La entrevista es realizada por el

24
mismo Paul Harrison a un tal "Frank", conductor de camión de 26 años y
declarado "hincha fanático y violento de fútbol".

9. Este dato es concordante con las conclusiones de Donald Macintyre,


reportero de la BBC, que grabó en 1998 un reportaje titulado Macintyre
Undercover (Macintyre Infiltrado) que proyecto Canal+ con el título
"Hooligans al descubierto" y que aparecerá en una nota a pie de página
posterior.

10. Ian Taylor (1971). Football Mad: a Speculative Sociology of Football


Hooliganism. In Eric Dunning (comp.), The Sociology of Sport a
Selection of Readings (pp.352-357). London. Invita a consultar Ian Taylor
(1971). Soccer Consciouness and Soccer Hooliganism. In Stan Cohen
(comp.), Images of Deviance (pp.134-164). Harmondsworth.

11. John Clarke (1978). Football and Working-Class Fans: Tradition and
Change. In Roger Ingham (comp.), Football Hooliganism: the Wider
Context (pp.37-60). London.

12. Eugene Trivizas (1980). Offences and Offeders in Football Crowd


Disorders. British Journal of Criminology, 20(3), 282-284.

13. Gerald Suttles (1968). The Social Order of the Slum: Ethnicdity and
Territory in the Inner City y Gerald Suttles (1972). The Social
Construction of Communities.

14. E.E. Evans-Pritchard (1940). The Nuer. Oxford, este propone un


"sistema de linaje segmentario" que vendría a engrosar la arquitectura
teórica de Suttles y su segmentación ordenada

15. Estas alianzas ad hoc se regirían por los siguientes principios: el amigo
de un amigo es un amigo; el enemigo de un enemigo es un amigo; el
amigo de un enemigo es un enemigo y el enemigo de un amigo es un
enemigo

16. La definición de Hooligan del Oxford Dictionary es "persona joven


alborotadora y ruidosa que a menudo se comporta de forma violenta y
destructiva; joven gamberro o rufián". Duran (1996) prefiere utilizar la
palabra vándalo o vandalismo. Donald Macintyre, reportero de la BBC,
grabó en 1998 un reportaje titulado Macintyre Undercover (Macintyre
Infiltrado) que proyecto Canal+ con el título "Hooligans al descubierto".
En este reportaje Macintyre pretende estudiar el hooliganismo. Descubre
que gran parte de la violencia del fútbol inglés está provocada por una
minoría que pertenecen a pequeñas bandas aficionadas al fútbol.
Macintyre estudia una de las bandas denominada "Los cazacabezas de
Chelsea" (entre estos se encuentran Andrew Frain alias "Pesadilla",
Jason Marriner, Vicent Drake, David e Ian Ronald Sim, Anthony Covele,
Mark Alleway, Terry Last, Lee Pookter, Gary Alleyway, Lee Holloway,
Stuart Glass y Dereck Kilti). Descubre la conexión con la ultraderecha a
través del saludo nazi que utilizan en las algaradas. Este grupo de

25
cazacabezas está relacionado con el grupo ultraderechista "Combat 18
(C18)”. En algunos de los ataques relacionados a personas y
establecimientos se encontraron "tarjetas de visita" que decían: "Visita
de los cazacabezas del Chelsea, Combat 18". El odio y la violencia son
su forma y filosofía de vida. Esto queda reflejado en una de las escenas
del video donde se puede ver uno de los tatuajes de Jason Marriner que
dice: "Cuando somos buenos nadie nos recuerda, cuando somos malos
nadie nos olvida". Muchos de los aspectos recogidos en este vídeo
coinciden con lo señalado en el trabajo de Javaloy (1996).

17. Javaloy (1996) considera que los efectos del hooliganismo llegan a
España en la década de 1980 con grupos como boixos nois o ultra sur

18. Javaloy (1996) lleva a cabo una profunda e interesante revisión de este
trabajo. Los trabajos de este autor serán abordados en el epígrafe 4.

19. Apter (1982) señala que el concepto de marco (frame) es introducido por
Bateson (1973) y elaborado por Goffman (1975)

20. En este punto Javaloy (1996) señala las carencias del modelo de Kerr
en relación a las condiciones sociales del espectador, tanto las previas
como durante. Javaloy señala entre otras, la facilitación social, el
crowding o la ingesta de alcohol.

21. Javaloy (1996) vuelve a señalar algunas carencias como el consumo de


armas y el consumo de alcohol.

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