ENSAYOS CRITICOS

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i ' El arte del olvido
y tres ensayos sobre mujeres

·Nicolas- Rosa

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1 1

'BEATRIZ VITERBO EDITORA

 Rosa, Nicolâs • 1
•

El arte del olvido y tres ensayos sobre muj,eres~ 1° ~d. - JW..sario : ~

Beatriz Viterbo, 2004. ' "' ,. .
1
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256 p. ; 20x14 cm. - ( Ensayos criticos )

ISBN 950-845-14 7-5

1. Ensayo Argentin o. 1. Tltulo

CDDA864

c~<.c.:ffA-~:-~_:J
C..rz.5"
.~(Ô 1- El arte del olvido
2..001-
Primera ediciôn de El a rte del oluido y tres ensayos sobre mujeres:
Beatriz Viterbo, junio 2004.
(Primera edici6n de El arte del olvido: Punto Sur, 1990).

© Nicolâs Rosa
©Beatriz Viterbo Editora
Es pana 1150 (S2000DBX) Rosario, Argen tina
www.beatrizviterbo.com.ar
info@beatrizviterbo.com.ar

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sin la autorizaci6n escrita de los titulares del "Copyright", bajo
las sanciones establecidas en las leyes, la reproducci6n parcial o
total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, incluidos
la reprograffa y el tratamiento inform8.tico.

IMPRESO EN ARGENTINA 1 PRINTED IN ARGENTINA

Queda hecho el dep6sito que previene la ley 11.723
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r-
' 1

Este Iibro -este trabajo- es el producto-de una constan-

cia y de una intermitencia: la constancia es insistencia y la
intermitencia desaz6n, relâmpago del sentido e intervalo de
la crîtica. Dellado de la constancia estân también y por su-
'
puesto, la repetici6n, el fragmenta escogido, la copia, plagio
de uno mismo, una monotonia y la desalteraci6n del decir.
Dellado de la intermitencia estân la fugacidad del dicho, la
reconversion del género, la vacilaci6n del juicio, el régimen
pulsa til del deseo, la diseminaci6n en campo del objeto de la
crftica. Elegirse crftico, amén de la presuposiciôn pulsional
superyoica que funda la elecci6n, es ubicarse dellado'de un a
cierta indigencia semi6tica -vivir del sentido y del "valor"
de los otros- y del la do de la incomodidad del objeto: nadie
sabe bien qué cos a sea la critica. Por lo menas el ensayo re-
conforta el narcisismo del sujeto, la crftica Jo desconcierta:
siempre pide mâs "objetos" y siempre son mas "otros" los ob-
jetas. Elegirse critico es, por lo tanta, ubicarse en lo ubicuo,
es decir, estar en todas partes y en ninguna, entre el sujeto y
el objeto, o entre la necesidad y la demanda, siempre dis-
puesto al placer pero reacio al reconocimiento del gace que

9
 Parte primera
Jo sostiene. Posici6n que, a fuer de inc6moda, acaba siendo Los f:~~asmas de la critica ~
de poco beneficia -secundario- para el sujeto y devaluada
socialmente: vivir sin gloria ni reconocimiento para decirlo
•Leet; escribù; asi camo se vive
con palabras y consideraciones de Freud: solo un a destreza. bajo la..vigilancla del desastre: expuesto a la pasividad
Este trabajo fue redactado entre 1987 y 1989, entre fuera de la pilsiôn: La exaltacùin del olvido.
Montréal y Buenos Aires y debe mucho al apoyo y constante No eres_ tU quien hab!artf/ çfe}f! el desastre hablar en ti~ ya
colaboraci6n de mi amigo el profesor Wladimir Krisynski Y sea_por olvido o por.silencio.-"
de la ayuda de Marc Angenot y Antonio G6mez-Moriana Y a
Ma'urice Blanchot, L'ecriture du désastre
la calida amistad de las doctoras Enriqueta Ribé y Annie ~ 1

Brisset.

Nicolas Rosa
Roland Barthes lia puntualizado el valor performativo del
Montréal-Buenos Aires-Montréal
verbo ëscrito en lâ·modernidad. Si escribir se"ha vuelto
autori-eferenciai no quita que obstinadamente, imaginaria-
• l menfe,-se sostenga la·creencia de que siempre se esci-ibe para
' "b c ., ;.. alguien o al-men os para algo.' En âlgunos cas os èscribir, es-
'· cribir crîtica pongamos como ejemplo, es el producto de un
• . ~- "~·
f, alto costo •fisico·-la escritura es un capitula de· la Fisica
Cuantica pero también Jo es de la Fisiologia y casi una ca-
.. -r "" tastrofe psiquica-. Escriliir algo, hacer del ver ba escribir un
r. 1 1
.·lJ.!:;:-__ - 1~

.,. .. - verbo transitivo. Ya·no se trata de sab~r 'qtiién escribe, o por

J
quê se escribe, sino saber qué cosa es e$cribib'fe, pregunta
·-· . :.r
. 1
que-al deshumanizarnos, nos enfrimta al desierto de la His-
toria. Sostenemos, siempre bernos sostenido, que escribir es
merodear alrededor del "coraziln maligno de todiirelato" (cf:
·. ...-....:! j .

Blanchot, Maurice, Le livre à venir), ·àlrededor de la Cos a

v ii,...... ~':.. ·- 1-.-:---;-
l .. ~ 1) ... .• t literaria, a falta 'de términos n\.enos enigmaticos. 1•
Hem os considerado siempre -siempre v-;,le aqui·no por un'
presunfo durativo i:le constancia sino por ias intermitencias
itinerantes que insisten co mo un yo- que se de be hacer d~ la
• ., ·- • ;: . critica un discurso aut6nomo. La critica no debe mantener
:<~· )
',.•
r ' ~ ~ . t::
. J

~ "1:.
- •• " una relaci6n de subordinaci6n con r.ispecto a los 'objetos li-
• ,-. ·- ~ 'T" -~ lt t l ' terarios, sino que, revalorizando una- relaci6n dialôgica con

-- c •

11
'10
 !"" • ...-f:-~.
ellos, debe admitir su mismo nive! y reconocer su mismo·ran-
go de ficcionalïdad. Se podda de~ir: ~n general, que todà" cri-
tica-cientificista (positivista) e incluso aquella que postula
alguna forma de interdisciplinariedad 2 repone en el objeto
sus propias categorias y no da c'uenta. del objeto mismo, de
ese objeto,no objeto, trama lalîil de multiples relaciones tex-
tuales. Es'te-objeto-'no objeto C.:fîiestable, indecible, ·solo ob-
servable poi sus efectos, radicalmente heterogéneo- genera
el sujeto de un _sa ber también excéntrico y ubicuo; taxa-
tivamente sujeto en perpetua desvanecimiento y fading.
Creer, fingir, que la literatura es un objeto-uno leido por un
sujeto unitario es una formaciôn ideolôgica claramente deli-
mi_!ada~ eg l!j! .]Jistoria ..La historia que sucede -y ,transfor-
ma- al sujeto de la lectura no es producto de las· marc as
a
hlstoriog;,if1cas de ~uperficle, s~no de un ,hi~tdrj,; pr~funda
del ret:i~.i'F9 qe lo-imaginario; alli; donde-_se -').lqjan las
f~ntasmath;aciones del deseo <:_uando es ,=-e-chaz'l!l'! por Jo sim-
bôlico y ne gildo pgr l.a ,rei'Jidad (negaciôn fundante)..Sujeto
producto de una .negacion fundante (aquella- propuesta por
Freud en 1925.-Die Verneinung-)y 1 por•1o cu~lla funciôn
simb6Jica
- sera la,consecuencia· de
~ ~ . .su:oposiciôn
~ .
al trabajo de
-~
la unificaciôn, de la. incorporaciôn; la funciôn simbôlica.se
cons_tituira e;,tonc;s ~o,;;·o;luga_r pate!no de 1~ J...ey, del Otro
absoluto.' Si .. se trata de un a historia. de los textos (litera-
rio~), no e-s u~a ' histo~ia de las
~.. .• .,,
formas
. l
la que
'
pued~
-
dar
••.
~
cuenta
.
de ella, por grande y potente que se a el valor que le otorgue-
lll_os.,No es, la for;,ar!]-i el sistema (valo!es positi~os) Jo que
define a la litera tura, sino ese me nos donde .se afirma y se
funda.
. . Un a" fa/ta
- historica,
- . sociolôgic~,... .•psicoanaiiÜc~~~para
-· ~
mencionar..los saberes dominantes- que la •revela como.lo,
(a!tante0 del.~Îscurso· .~o~jJll,, co mo lo ·no·dicho ,del df~c';lr.so
colectivizado, como borde o excrecencia de lo pleno discuroivo.
Palabra muda si las h~y, c~nvoca oidos sord;; a la r~so;,_an·
~i~ ·de lo "estético", aJa, "J?al~hreria" de las le~guasl éo~~~ca,­
das, a la "charlataneria" de los discursos social~s, para abrirse
12
... -
a la significaciôn profunda de aquello qu~ la inaugura: la
palabra negada, arcaica', del dèseo. Pero el deseo no es una
categorîa epistémica, es un dato originario, no estâ someti-
do a ninguha operaciôn lôgica. Esta afirmaci6n no imp!ica
desconocer la dialéctica fundanfe que da nacimiento al suje-
to del desèo siempre oscilante entre soma y psyché, entre
cuerpo imaginario y cuerpo simbôlico, entre deseo y necesi-
dad, entre deseo y satisfacciôn, m?-ire placer y goce, entre
creer y saber, entre verdad y saber y entre sery pensar. El
sujeto del psicoanalisis excentriza, la relaci6n entre el ser,Y
el pensar: alli donde yo soy il'o puedô·pe'hsar '(en-ello), y àlli
donde yo pienso no puedo ser. El sujeto de la lectura esta
muy proxima al sujeto del psi'coanâlisjs, siempre en busque-
da de un a verdad (textual) que ho alcanza, siempre en un
cànstante cuestionamiento dë lb simb6lico del texto y siein-
pre dividido y en continua lutha côntra' su propio imagina-
rio y ·la cercahia de lo real que'li'à deja de: inquietarlo: El
texto Jiterarlo 'exige' una lectùd. 'ti'arisferencial en donde el
sùjeto se aniquila en el obj~to. , ·" · L
Alli donde la palabra de!'deseo se'haçe oir,'adviene·la sig:
nificaciôn de la obra' Recortar este espacio en los discursos
s~ciales es difièil pero no imposible: La fufiëiiin de la' es cri-
tura es le er Jo hegaâo por la misinà' liter(ltura' -'-litera tura es
censura.:...: laS escrituras silenèiadaS'/lâs'bobr'as excluidas de
.. 1 ~ ..
los sistemas, las voces acalladas o·aqJ.leVo'de cada texto que
ha sido ensoniprecido por ·las lect)Ù'\S oficiales: aqÙello
intersticial; êntre el exilio y. el àdèstjerro. Y es aqui dorld~
aparece la fùnciôn polltica aè la critica: si es posible iniiiôi'-
. tar saberes 'téènicos sobre los que"àpoyar'la 'i-efÎexi6n teôfi'.
ca, es imposible ge..,erar un discu'r'sno critjco.fuera del entra·
mado social donde se ejerce, pues son esr~ obje_tos propios
del campo social-donde han'sido producidos' los unicos."aâe-
cuados" para ser los soportes de unâ" transfereucia pôsitiva,
de una reincidencia dial6gica suficiente. Som os ·lectores il~
1
lo ·univers al. Pero sôlo s'ln\.os esài!o,res de"lo"pa':ticul.(lr.'
 En el imaginario de la critica contemporân ea toman cu.er:
po tres fantasmas que se eniazatÎ y desenla~an alred,edor. de
nucleos 'problemâtico s que se manifièstan generalmen~e con
i~ forma ret6rica del Interrogante : e.l de h(e~pecificida~ del
iexto de~la 'iiteraturà (i,qué cosa es?), el de 1!' patermd~d
te.xt~al (i,de d6nde viene? i,quién la origina?l.Y el.d': 1~ ~ectu­
ra camo èategoria articuladora de las competenctas m~er­
pretativ'as (i,qué ,signifie a y_e6mo ~a!'emos qué si~g~fica ?),.
~.
provenientes del<psicoanâ lisis y de la semi6tica·co,n tell1po-
rânea, y en sentido restringido, literario-sem i6tico. La escri:
tura como un sis tema especffico de producci6n dei" signo li-
terario· y la cohsideraêi6n hist6rica d~ este signo,.dentro- de
prâcticas signifie antes especificas.' Este despla~amiento ha
orig1nado una nueva reserva te6rlca que convienê conside-
rar en sus aspectos fimdacionale s pai-a'determ lnar c6mo sè
ha veitido orga"nizando, en un espacio de alta labilidad te6ri~

.
h ·' r

- ca y.de una por momentos exuberante exposici6n de concep-

"' ' t•ro - '
. tos que bordea la proliferaci6n , el registro de "una produc-
:Ei fantaSm.a de.la é&pecificidad d!'l te~
, ' .,..,. - . --.- • , ...
,._ -- ~ . ~
·.J~r .. - ~
ci6n" y de "un a comunicaci6n " -en el sentido extensionaJ·d el
~
término- que se articulan ai registro del 'imaginario social
""La prègÜI)ta poclà literatura ~ya sea desde la ~e~spect}-
L . • t" • .-

va 'de s.i."èsencialid ad 6ntica, o desde la perspechva de su de nuestra cultura, entendida como trama de disëursos don-
de se soporta el sujeto de una enunciaci6n siemprè 'os cil ante
ld'~n'tidad -fe~o,i,eriol6gica- ~onstructiva, o incluso de~~~. ej
entre Jo particular y Jo general, Jo individual y Jo univers al,
pu~ de vista"de,.su jde~tida_d soci~-i~eol6gica en u~a socte-
t'o. entre:ia parte y el todo, entre la soci'abilidad ae los diseur-
dad y en un a ~istori.~ determmada , ,y ~a se a ente~~t~a. co mo
sos del mundo y. la alt'eridall. que lo .. funda como sujeto en
~spècificidad S,fo_::malismo y estru_ctuahs~.ol, perh~encta (e_s-
menas de Jo social. En suma, pensamos que este registro
tillstiêa estructural) o como smgulan,dad {BaJtf.n, V~lo­
imagfnario esta arti'culadÔ por ~os obsesiones correlativas
shlnov)~_formulada a partir de los form~listas rus~sl.~~ ,ha
que podriamos exponer- axïom'âticam ente: i,C6mo son produ-
despi';,iado ~partir de los a~os '70 con la extensj6n y pro!llo-
cidos los textos? (un a tearfà. dela escritura) donde a través
cii6n_ d~l cÔncepto de int.ertextual idad (cf. Ange~ot,, M.,
de toda genealogfa, generatividad , engêndramie nto, sê trans-
"lntertextuaÜ té, lnterdis~ursivité, discouh social~, ~n.Te.xte)
parenta el fantaslna de la filiaci6n textual: la pregunta por
.haCi~-~dos -iOt;r;"oga"nte_s.~9~e, en liltima instanct_a_,.;~~~ra~
el padre· y su renegaci6n coextensiva, organizada sobre, l.a
'de..;'i~o,...dei mismo 'campo dè problemas: en.principto, l!'.POSt-
16gica de la metâfora paterna (àiirieaci6n, separaci6n, susti-
bilÎdad de.~miti';- u;_ juicio (u~a è,ùàtuaciôn~soct;al en ~l:s;n­
tuci6n) y i,C6mo ·son recibldos los textos? (ûna•tearfa dé t'a
,tid~ liaJ,tinla~'ol 'de litejari~,<(a,d (jÙicio q.ue se n_o"•.!:evel~ p:e- lectura) donde det'râs de lâs form'ulacione s de las categorfas
~i~â~enie coma mostrativo-de6m?strabvo~ d,etct~c?îY,._se~a­ de auditor escucha, recepci6n", lector, intérprete, ·inter-
lativ'o të'nd.iendo a separar ..:.y si'és posible recuperar- !'~ <!_•s-
prétante, etc. se per~la el mismo objeto,fantasmâti~o, el del
' 4 ' • "'

:.:ui~o lit~rario d~ntro del en~ra.Pado ~e }a di'scursivid~~ s!'- origen: ar/gen desdeîa escritura, arig{m desde la lectura, los
,CiJll), 'hr'<?ia aho~!i· sob,r~' e(e~cta'<fe (la) ~eC!U':fl;..en seg\!n?-.o
mitas del angen(u-t6pi cos y U-cr6nÏCOJ) y~~ COII!ba'te·~or'\a
tér-mino, la introd2_ccj6n .del ;~o.l'l;c~pto _de ~s.mtu,ra e~. ~e~t.•­ posesi6n del mita; respollden, en-divër.Sos nivêles, àl dos
amplio (la), escritura.com o inscripci6~, traza, hu~ll~:·en
'il.o
·j~"éori'stit~i'6~ d~l dÎscmso •metaffsicq oc~!dental y ~u posi- interrogântes que se entrecr;.zan quiasn:ticame nte; 'tôdo texto
es escrito a partir' de otra texto, todo texto ês lefdo a partir
.bie' de'8è;,'nt~ué~i 6n ··donde se fntërfunden •'elementos te6ric,os
,.f,_.. • ~ "'-~
, '- ·-~,.~~-~! , . . . .
-,.-{~~ Ir,~- .. '1 r .J.\,
• ...., .._..,-_.,
de atra texto: Ei otro, el Otro, es radicalmente el•fantasma

14 1-15
 1 que ali~enta el registra imaginario de la Teoria Contempo-
râriea. ~,
Bajtin no dejo nunc a .de a pro bar sin reserva la voluntad
especificador:z de los formalistas. Na ci do historicamente de
1la necesidad de definir con precision el objeto de una posible
ciencia de la literatura, el formalismo renovo profundamen'
.te los estudiosJit<)rarios·tanto en Rusia camo en el exterior,
Hay dia, luego de la expansion estructuralista y;poses,
tructuralista, podemos fijar con mayor .claridad y siguiendo
.a Bajtin, las .limitaciones ideologicas, epistémicas y meto-
,dol6gicas .de ,su's. propuestas. Desde .el' plano_de un a •mayor
;generalidad, las teorfas formalistas[reducen a·rango de·ele:
'Penta neutra y par ende indiferente, los constituyentes ideo-
16gicos, éticos y cognitivos de la obra de arte y retoman, en
forma invertida, camo Jo seiialan Bajtin-Medvedev, la· dico-
tomia~tradicional del fonda y la forma y reducen la literatu-
ra a• una pur a funcion, dejando de lado su. sentido y sobre
. toda. su lugar en el conjunto de los discursos sociales. Para
Bajtin, el fracaso -parcial- del formalismo proviene de su
positivismo, tanta mas peligrosos; cuanto que nunc a es for,
mulado explfcitamente. El formalismo integra· sobresalien-
temente ia formula bajtiniana. de "estética material", una
forma sutil de recaer en el idealismo de la forma concreta:
,bajo·el pretexta de atenerse solo a los hechos y de desalojar
~e,los estudios literarios toda especulaci6n abstracta sobre
,Jo bello:y mas genéricamente toda, a priori filos6fico, los for-
.malistas pretendieron.deducir las leyes de la creacion artis-
tica de la sola propiedad de los materiales. Los formalistas
se enfrentaban, par primera vez quiza en la historia de la
literatura, .no ya al, dificil problema de definir Jo literario
~(de,hecho la estética românticasa Jo habia>intentado:.cf.
,Lacoue-Labarthe, Ph. y;· Nancy, J.L., L'absulu littéraire), sino
simultaneamente a la necesldad epistémic,a <j.e constjtuir un
-o~jeto material y un objeto de conocimiento. Este objeto nun-
_ca pud(} 1ser deftnido clarament_e, inde eisa siempre entre un
16
i
j_~
objeto ma teri al y un objeto formai, quizas •el "fracaso" for-
ma:lista haya sida preci~ament~ esta imposibilidad de co.:.s-'
. .
tituir un objeto Jormal ~omo "superador" cognitivamente de
SU§ .propios contenidosJo~males y ml!terial~s .. Est!) proi!J.e_-
mâtica sigue vigente en.las consideraciones teôricas~de la
prag_!l?.~tic~ t<_lxtual y:-~~ -t~d~_ apro'-'i,P."a_c-ion te~ju-ali!!h•.i.t !~
üppo_si_bilidad de&ef!ni,r,~l pb}f!lg texto,!i P~'.'Jir <!et (LU\'_ c_o_n_s-
tituyentes materiales o fenoménicos nos li eva a intentar una
,;-;_,~va operaci6u" epi;té;,;-i~"", pa~a)o.gr~~ 'u~ obJ~tqlo. sufi-
cien.J;.emente nitido,y c9.nsi_ste'Jte para qRe Il(} se desvanezca
en.-la i.'!!imjdad_ ge IQê.l..di~cy_r.§OS_<;.ir_cui,'!l!.t~s~. objetq inters'
tiç.i;.>l e_J} e}jueg(} de l9s d!§c'!rSQS_§Qci.;.>l!l§.P.a.r.a. algunos: ob-
jetor P!lra encrucijada <Je rell!ç!on~~!'. p~_ra otros, para noso:-
tros q"Ii~a se CO!'stituya comg un obj~to_puramente negativo
(e11. gposi_cion al texto pragmatjco, JlW'\' positividad) no for-
nia.li~a.ble a partir de SU§..efecj;o~, efe_ctqs 4_e, texto. , ;
Bl).jtin,, intentando escap'!r ~tl o~j~!o ljJerario entendido
·comg obj~to l!'at.~rial, fund.ara ~u H,,itis;a a )os. formalistas
retQ)llJl}1QO el conc~P.t!l \!'l..Pb.i.efo e_s.(étù;:o, reponiendo la tra-
dicio!l c:i!' !'l--e.st.ética. J!l!'.!!l.'Pl'! d.~ la ép_oca, pèro aceptando el
necesario
- . ' . reconocimiento
-~ -~ - ..-~ --~ ·- --
.. ...de una~--- ..
•.. dialéctica ·interna entre el
mqteriq!·y Sl! grtic[!la_çii'! en. 1 ~tl interior. 1de la obra YI su
.i_:p_j:_E1.J-.:r~)!!_ci6Q con.L~l o]Jjf!.,(.P., ~~L.Sf>JllO ~u e_,rtehsùJ,n, la necesa-
r\a i11terrelacio'! con !çs- q§jqt9§ d!ll, mundo.,y su. historia.
J3ajtJI!..LI1si,§tir;î. si§'!! PI!'~!';!-" Jl.nidad del fenomeno cultural
y i!l Jl.ni.9Jl_<\ ~,el,p_~oçesq historico de su dexenir. La·hlstoria
no reconoce series aisladas: · ~
L .J, ~ ~ ~ •'of .....
La P,,ïstoria no conoce series aisladas. Una serie aislada, como tai, es estâtica
en ella misma, la alternancia de los aspectos'puede ·sèr sblaineD.te ·una artiéula-
ciôn sistemâtica o siÎnplemente una, disposiciôn' mecânica de las series, pero de
ninguna manera un proceso hist6rico: sôlo la determinaciôn de una interacciôn y
de un condicionamiento mutuo de la serie en cuestiôn con otras crea una aproxi-
maciôn histôrica. Hay que d~jar de Ser s'ôio"" un~ ~is~~-·para e~trar en 1~ Histo-
ria. (Bajtin, M., ""Esthétiij'ue et théoriè dû' ?oman, pi).' 37-38) •I ~· ...~ HJ1;.. l t~
'!Y" •.•

Bajtin postula toda via el problema. en térininos de rel a'
ci6n compleja entre la vida y el arte, la' critic'a ê6'ntemporâ-
nea Jo harâ en términos de una relaci6n también altàmerite
compleja pero donde;se reemplazarâ'el término vidà'por.el
de realidad, referente, funci6n referencial. Ilusi6n refé-
i-encial, real, Jo real, Jo Real. El arte abandon a par sù cûénta
el campo estético y se desplaza vertiginosanl.ente haciift'odo
'el' amplio registro de'la experiencia humana en términos de
discurso. Pero B"ajtiitnQ_' deja' de'pnicisii:rlàs térmiiîos· êxaé-
tos !lei problema: la.posici6n 'corriente entrë la realidàü"y el
art\) y la ·aspiraci6n de encontrar entre ellos~ùfi.lâzt>:'uiCa
relaci6n, es perfectamenté legitima p'ero exige uri.a fôd.iiU!lt-
ci6n cientifica·mâs"precisa. De entrada7esa /Tidà y ësà féâli-
dad que constituyen la ecuaci6n son ya ùiia repfeseiîta"éi6n
literaria:'(ficcional) y por élide postulàn üna·potèiiciâci6n de
la ficci6n, auhq.:ie·pàùr"Bajtih e'stâ refiresentaci6n constitu-
ya un hfbridb. La re1vindiéaci6n dèl hibfidà n-o alëarifâ en
Bajtfh âl reéohociiniento üe la coiistitûtiVa lieteràdeneidaü
de los' dfscursos sociales. Su fundamé"ntà.l heterogiosiâ lo llê-
va a. operai unâ. extënsi6n de lô litërario y en -co-hsecueÏlcia
una éxclùsi6n dé la literarïedaa.im . él sêiitido de la espeêifi-
cidad formalistà. Seglin Bàjtin, ni ra iibfa""de arte eii' su'tota-
lidad' iii ninguiib de· sus élèritentôs puédeii sér'"ëtiÏ:ê"rïdidos
Mio ~partir de hi's:Jeyés qüe':figen el c<frloéimiënto-y el acto
---... . ·r ~ .... _.,. ~ .,. - .
·pue~ ·le forinà· ëst~ticàmêiitê sig-fiifiêiiiite no: eifglôba 'èl Vil.-
.cio, sino 1::': iÏl'têiici6n se"ffiâhtiê~; allt6ilôfu3. y cofistante ae la
vida. ' '
. !-a cri ti ca mayor que Bajtin dirige al formalismo, à la es-
téticâ1 'material; se basa ëiî el h~cho de que los fofmiili'h.ls no
_ 1 ~ . L " '1 _, l
,podrian captar la singularidad de la obra. Es ahora èvidim-
·te que Bajtin proponia los férminos exactos del probleiha
s..i~~ por"-'teùo re.sol~e~lo:tLaS'y~._ CiasfcfalC"kî-â.cferiiaciûhës de
]; lit~r:Z;ied'lzd soi> ·~nunciadas' ahora ~omo p'ropiedades" dé!
discurso literario: . '
18
,,
... el carâcter generalmente ficcional de su referente, la elaboraciôn metôdica
de su signifÏ;c.ante, eljuego de los ecos y los reenvios int'el-textllàles(. .. ] Sé podrîan
recordar algunos otros: importancia de los funcionamientos intertextuales den-
sidad semântica iri.tensificada-;' tendencia a la remotivaciôn de los sign~s
manipulados ... (cf. Kerbrat-Orecchioni, C., "El texto literario: no referencia,
autorreferencia, o referencial ficcional", en Texte, p.32)
Y tambiéil, casi con las mismas palabras de Kerbrat-
Orecchioni.
Se ha considerado particularmente disti_~tiv,a, par ejemplo, una densidad se-
mântic~ intensificada, una tendencia a la "remotivaciôn de los signas", el trabaje
visible sobre el significante, la puesta en escena de lo "metatextual",la'reb.tiva
autorrefereiicialidad o la referencialidad especificB. ... (c[ Picard, M., La lecture
comme jeu, p. 240) ~.
Estas caracterizaciones cumplen la funci6n imaginaria de
crear un objeto uno, pasibiê" de una lectura, o al meno~ de
!ograr la compactaci6n ta~bién-imaginaria de un oj:>jeto q~e
se presenta radicalmente heterogéneo. e intraducible en los
términos de 16gicas monovalentes o poÜv~lentes. Sï'ia es~n­
cial extraneza del objeto literario· es consustancial al objet~
mJsmo (su insita ficcionalidad que Jo enfrenta a todi'
referencialidad,y a los, ~istemas.de valor~s de veridiëci_qn, q
su sospechosa labilidad ideol6gicar que Jo, separa, Jo
excen~riza, de ·los otros discurs.os sociales y de su ev.aluaci6~
social) ~u singularidad es siempre relacional y contraè!icto·
, ria. Bajtin , al considerar la posibilidad d~ un objeto estético
a, partir de ..una distinciÔn que s.e pretende clara pero nunca
lo es, entre normas .arquitect6nicas y normas .coiD.posi-
cio!li'les, qebe necesariamente construir un objeto (estético)
fE(I}Qtp.,en_q!6gic~mente orientado :~or ~na v'ohci6n intkncio-
nal y te)eol6gica. Estâ s,u,ficientemente ~laro en Bajtin- qu'e.
1
el reçonocimiento de,la phiralidad de campos (estético, ético
y cognitivo) estâ pr'èsidido siempre por una revaloraci6n del
compo!lente intelectivo en la reaÜzaci6n y recepci6n (con-
templaci6n, di ce Bajtin' ), donde su rècusaci6n de la psicolo-
gia se inclina por ·Ja evaluaci6n de la obra:
''i·f
19

Es iiïdispensB.ble subiayar que no es coiÏla Conciencia psicol6glca que simpa-
tiZa el artista y el contemplador (en el sentido estricto, no es posible estar en
simpatîa con ella) sino con la conciencia actuante, éticamente orientada. (Op.
cil., p. 51)
El problema de la unidad de las actitudes artîstica, ética
y cognitiva y de los hechos artîsticos en la masa de los dis-
/ cursos sociales planteaba un problema que el horizonte te6-
rico de Bajtîn no permitîa postular en sus térmi~m; preci-
sas: el de la unidad en la diferencia-y el de la diferencia en
la unidad, problema que la reflexion actual sobre la diferen·
cia_(sobr~ la_repetici6n que la .engendra) instaurada en .. el
dis~;:;,:;.o t'e6rico contemporaneointenta expli~itar. Si~la'"di-
ferencia estructuralista es generalmente un elemento que
define el apartarse de la norma, de la regla, de la grama-
ticalidad, y permite fun dar la· regla, el ti po, la tipologîa, la
diferencia posestructuralista (Derrida, Deleuze, Barthes) es'
radical y su excedencia discursiva es irreductible, no desig-
na la individualidad, la especificidad, la··singularidad, sino
que se articula sobre el registra infinitista de los textos, de·
los lenguajes, de• los sistemas y s6lo es definible, seglin R.
Barthes, en relaci6n al val or positivo de lo escribi~(e y .su
contracara, el valor negativo de lo legible. ',
No obstante Bajtîn es el primera que estalilece claramen-
te un a posibilidad de distinci6n entre los elementos de la
realidad, su procedencia, y los elementos que configuran la
obra. Esta distinci6n no pas ara· nunca par -la conside~aci6n
de un a posible teorîa de la ficcionalidad,. sino que, cons-
tructivàmènte -es el ras go comun que lo acerca a los forma-
listas-, pas ara par la constituci6n· de un a arquitectdnica ge·
neralizada -vinculable a la categorîa de cron6topo que per-
mitiria, seglin Bajtîn, el estudio del estilo en el dominio ?e
la estética-.
La realidad del conocimiento y~del~acto' ético que, ya conocida y eva!uada,
Cntr8 en el objeto estético y que sufre en éste una unificaci6n, concreta, intuitiva,
20
- _'..l:•
f • ..,., c
una individualizaci6n, una conc'te1izaci6n, un aislamiento, y un acabamiento, es
decir. una elaboraci6n artistica multiforme gracias a· un material determinado, la
llamamos en pleno ac,uerdo con el uso tradicional, "conteaido ~e 1~, '?br.a ~e}rt:e"
(mâs precisamente: del "objeto estético"). El contenido representa aqui elmdls-
pensable elemento constitutive dël objeto estético, del cual es correlativa la
forml:! artistica que no tiene ningiin sentido fuera de esta correlaci6n.;(Op.:Cit.,
p. 46)
Operaciones de individualizaci6n, concre~izadq~, aisla-
miento y acabamiento: elaboraci6n artîstica multifor-me son
operaciones y no procedimienfos, que Corre-spoiid·èfl la _ges; a
taci6n del olijeto estético, todos tien,den a unaparticulaiiza-
cion de 1os elementos extraîdos de la vida social, polîtica,
econ6mica, ideol6gic3.,l qué sufren esta's operacioneS de ais-
lamiento del conjunto social, de individualizaci6ri de. la' ge-
neraci6n significante, de concr_etizaci6n frente a ' la abstrac- .
ci6n ideol6gica que los significa socialmente y ae acabamiénto
~siempre infini ta y postergablé- y que, en lÎ.ltimà instancià,
producen .ese imaglnario de unÎdad que "presenta là olir'a ·y
que siempre reclama el e~pectadbr. • '· ·
1 • ~.
El fantasma de la paternidad delteXto '
.l ~ ...
El fantasma de la paternidad textual po_see par Jo men os
dos versiones relevantes: el rec"onocimiento y" par en'de l'a
busqueda de las fuentes originarias (là intertextualidad),
lugares ut6picos donde se dio supuestamente· el riacimient~
de la obra, una especie de transmigràci6n textual donde las_
"esen ci as textuales" se transfundeil en la cadena dé padi'ès
a hijos, o, en su 'versi6n antag6nica y mas activa: el
quasimitologema de la diseminacl6n y la deconstrucci6n.
Ruptura dei' original y simultâneamente de. la. copia, el
protopadre textual es una reconstrucci6n imagin'aria p:oduc-
to de la lectura que la escritura realiza nachtrii.glikeit. In-
certidumbre paterna, operaci6n l6gica de las fiHaciones que
s.e piensan en las. genealogîas para encontrarse en ei drigi-
'' 21
 nario mita 4e fundaci6n y el escandalo,l6gico _eql}.jy.alente: el
fundador es el hijo (cf. Borges, J. L., Kafka.f"sùs precursores;
l, t'ambién La lite ratura gauchesca). Oscura;paciente, persis-
tentem<)v-te,,los padres reaparecen, ya no camo generadores
teittuille~ en· su reconstruida arjé, sino·como los·autores que
intentan vindicar su presencia en la -bio-grafia de los textos:
el au tor COIT?-O marc a del registra juridico de la escritura.
El fahta~ma de la paternidad textual côntiene parad6ji-
Cameilte 'el}~ sU" seno y "quizâ camo conformaèiôn nuclear, el
1
sueii o de una partenogénesis textual, de un auto-engendra-
miento donde se convoca simultaneamenta la violenci~ de la
autonomia parricida, .lu cha contra el padre Textual Simb61i-
co'en'busêa de 'una separaci6n, y el de seo imposible de u~a
suStituci6n -Sù'cesi6:ri'- imaginaria, que en este casa serâ
siempre el efeèto d.; una ledura hls-t6rica que efectuara el
otro, y de )Îna cancelaciôn defini tiva de la deuda paternâ.
Siguiénd·ô la 'teorizaciq'n freudiana y lacania:J.a, empleamos
el concepto de paten;lidad coma un operador de relaci6n con-
tradictoria: Freud- seiial6 claramente la relaci6n de patriar-
cado -reconocimiento ge la filiaci6n paterna- camo co.nclu-
si6n e inferencia l6gic,a, en oposici6n al testimonio de los sen-
lidos, propid delr'ec'ô;,o~imiento de l~lrelacï6n de nfatriarca-
do. Lacan re toma esta posici6n y confirma la funci6n !6gica
~ :~
~el Nombre~del Padre coma Otro Simb6lico, camo lugarde la
• 1
'L'ey, que para nosotros constituye la Ley Textual. La funciôn
-·paterna peritiite la articulaci6n éntre la suces ion diacr6nica
(intertextualidad) y siinultaneidad sincron'îca (intratextua-
Ïidad)".'Esta funci6n de la Ley co'mo operador !6gt'ëo"de rela-
1ci6n nos permite fundar la intertextualidad sobr~ ias opera-
' '
~iones estructurales de f!lienaci6n (identificaci6n) y separa-
.
ci6n (sustituci6n) entre 1os textos ancestros y los textos que
'se fil_ian'y ~filian en 'esa rèlaci6n, La categorfa de Otro Tex-
tualïmplica, par lo tanta,' el reconocimiento de las articulà-
ciones d~l texto en; su rel~ciôn de. filia~iôn textual co mo lee-
-tura qe -los ancestros y par 1~ 'tanta' la constituci6n de las
22
l
genealogfas, los li_!)ajes y·1as 'estirpes. La relacion de los
Ancestros Textuales con sus descendientes se da e;. \a doblè
.relacion de deterlèli.nacion intra-textual (Kriteva): lo que el
texto recuerda de otros textos, .rememoraci6n, citaci6n, pero
también aquéllo qge el texto oloida, la deslectura.
El'sueiio latente de auto-engendramientb reaparece en la
revilloraci6n, eri el nive! de la praxis escrituraria, de·las esc
crituras del Yo, y en el niver del discurso crftico, en 'la repo~
sici6n de categorias criticas camo las de contfato (de lectu-
ra) y pacto (ficcional, autobiogrâfico, etc.') doîide 1~ contra-
dic'cion fundante eh l.ll. que se asienta la relacion c9n-Jos·pa-
dres textuales, se ve desplazada par un a version pacificado-
ra-e imaginariamehte solid!'ria qüe tiene camo fù~c!6n ela-
harar la tension qué todo t.rxto mantiene con el Otro Tex-
,tual, fuente de una ilusoria constatacion.y de una legitima-
cion siempre cuestionada por la historia y por la ):l_istoria de
los textos.
La noci6n de intertextualidad-puede ser pensada como una
de ras 'formas par las que el sujeto de la critica tiende a dar
cuenta de los produCtos litera_rios en el registra imaginario
y simb61ico de la ascel).dencia y par ende pùede ser cons ide-
rada como un intenta valido de histàrificar l~s relaciones
entre los textos, sùperando las relaciones. ideologica:mente
identificatorias (suéiio potente, el de igualar a todos los tex-
tas en Un Texto) de las pruebas filol6giëas'y documentarias
., .
Si la literariedad es, coma hemos vista, un modo de'respon'-
der a la pregunta parla- cosa literafia en sù'esp~cificidad,
corriendo siempre el rie§go de alienarse èî\. la empiria de
sus constituyentês ·ô' en la ideologia, têcîiocrâtica de los
procedimientos (estética m~ieria[) la ûztertextualidad de be
necesariamente recono:cerse camo u~~ nuèV~ f~rma, ~bora
mas ac a bada y mëtodol6gi~amente mas définid~, ,de Îa pre-
gunta par el origéîi -y,el origende la p~ëgunta:_:de los tex-
tos. Desde nuestra'p_ersP.ectiva, q'ùe',;_~ ïnclùye"I)ip.gu;,_a defi-
•• 23

nici6n de la intertextualidad, las razones por.Ias que Ia.no·
ci6n ha podido gener~~se y .ha Jogrado una "'manifiest~ ex·
pansi6n en la teoria de 'la.Jiteratura y .de la discursiva; son
de indole di versa pero co;,currentes. ~ < • ~
-En principio, la J}oci<]p.., forma una primera' constela~i6~
con otras nociones que han cobrado importancia en la teoria
~ontemPorânea del diScu~~o:, res~rva, mon':!mento! arc~i.voJ
funci6n conservatoria_, que mâs allâ de su precedencia
cronol6gica o de SlJ i!).ra,rquizaci6n categ_orial intenta dar
cuenta de una memoria textua/, ya propuesta por Bajtin (cf.
Bajtin, M., ~Le~ carnet~ 1970-1971", en Esthétique de la
création verbale); y con una segunda constelaci6n de nocio-
nes (engendramiento, producci6n,. generatividad,. etc.) que
tiende a r~spo;,!ler por la génesis individual y social de los
textos .. Si hie~ ~s posible considerar que la intertextua!idad
en su forma radical descarta Jas nociones de genésis o de
engendra~iento, es visible en la prâctica cri tic a ~a imposi-
bilidad de desprenderse de una explicaci6n genético-
transfoqnativa .ode una explicac!6n genético-evolutiva, do'1:
.de el Tl, en el régimen de la tempora!idad diacr6nica, apa-
rece siempre coino generador del T2.
:-Su propia consistencia, dentro .de un campo categorial
que primitivamente estaba integrado par las nociones de
paragraniatismo (estructura tabular de los textos y doble
conexi6n de los .significa'ntes), la relaci6n de coextensividad
entre las operacio:n'ès de lectura•y escritura, la am bivalencia
co mo coexistencia de contrarias opuestos, la .16gica no-
bivalente y transgresiva 0-2: la "estética"kristeviana es una
estética transgresiva de los lugares.de la Ley, y mâs gen,érj·
cam ente, por un a concepci6n de la ruptura de la representa·
ci6n -en -la teoria y el texto modern os, desplazada !.'!ego ge
ese campo .en sucesivas restricciorles: ret6ric~, rep~e~e.~­
tacional' o dentro de una fenomenoJ,ogia textual donde el çiJ!l·
cepto de intertextualidad apar,ece .r-;,cortado dep.tr9 de. la
noci6n genérica de tra;ce;,dencia textual o transtextualidad,
24
L
0 mâs sumariamente, reducida involutivamente a las ,J;'îlia-
ciones documentarias de la filologia. En sus formas mâs va-
liosas, es decir, cuando aparece con mayor rigor epis'témico Y
1
es realmente operativa en los anâlisis, es cuando se ve
subsumida en el fen6meno de la interdiscursividad (cf.'
AngÎmot, 'M., "lfintertextualité, enquête sur l'emergence et
la -diffusion d'un champ notionnel" en Revue des sciences'
humaines; Hall and, M., "De 'l'intertextualité: mêtacritique"
en Texte).
El campo imaginario donde se inscribe la noci6n de
if1tertextualidad, entendida ahora coma la operaci6n espe-
culativa que intenta dar cuenta del funcionamiento 'litera-
rio y discursivo pero que simultâneamente escribe b. histo-
ria imaginaria de la crftica, es una historia que forma· parte
de la "novela fam'iliar" de la teoria contemporânea. Segup
Freud (cf. "Le roman familial des névroses" en Névrose,
psychose et·perversion) la funci6n del fantasma en la novelà
familiar es conseguir la separaci6n de la autoridad paterna
'1 a partir del rechazo y cuestionamiento del saber paterno. Se
pone en tél a de juicioia'creencia y el sa ber para obtener un
nuevo sa ber que se propane como original (mito del origen) y
camo propio, ejemplar artièüiaci6n de tres ideologemas
fundantes de la teoria, la 'n~vedad y 'originalidad de las teo-
rias y la propiedad de la teoria. La ajenidad es par lo tanto
una- construcci6n nacida de un rechazo del· Otro, del Otro
âbsolutizado en la Ley. Si la'construcci6n de la "novela fami:
li ar", su engendramiento co mo estrùctura, se produce a tra-
vés de la duda y el'rechazo, un epistemé individual, su pro-
yecci6n fundaria el epistemé social en el nive!• de lo imagina·
rio. Las "influencias", las "relaciones intertextuales", làs "bio-
grafias" de la literatura traman una novela familiar de la
litera tura donde se originan·y se"'asignan filiaciones, ascen-
dencias y genealogias, pero al mismo tiempo, traman una
novela familiar de la critica y de la historia literaria.
Tynianov repone la metâfora familiar y parental, precisa-
25
men,te cumpliendo la ley d~l desplazamiento, al sefialar que
la relacion de los textos se realiza de tio a sobrino y no de
padre a hijo.
Sobre los procesos de alienaci6n/separacion se gene~an
sistemas o modelas de anâlisis, nociones o conjuntos de no-
cione~ de mayor o meno~ potencia te6rica, pero donde se pue-
den verificar 'las relaciones de autorizacion sobre el ot~o .sa-
ber y/o las relaciones de separacion: sustituci6n de un s~ber
por otro saber, sustituci6n de una creencia por. otra creencia:
sustituci6n de una ley por otra ley. Los grados de fuerza de
estas sustituciones -que pu eden articularse entre el! as'-' dé-
terminan el grado de validez de las hipotesis, fuertes o dé bi:
les, segûn el grado de consistencia interna·, la coherencia y
cohesion con otras catégorfas del mismo sistema, el grado
probâble de intercategorizaci6n co;, otras nociones de otros
sistema~ afir{es y la p~tencia de apilc'lbilidad. La inter-
textua!idad, por su grado de fuerza te6tica, participa simul-
tâneameJ1te del imaginario d~ Ja. teorîa y del· imagin~rio
mayor de la Cultura. Las teorfas o nociones literarias cum-
plen un ci;cuito que fun de lo simbolico y lo imagi;,ario en è1
' ,4.- ' ,-,·
intenta de' hacer pasar parv superacion aquello
..... -
consisterl.cia o desalojo historico producido por la incidencia
~ • '• -~- .-. f
de lo real en el imaginario social:Pero este proceso es el que
permite re~onocer que la Teoria e;--.. un eonju,;toJde ...,c
' •
en el sentido de estructuras discursivas don
predicàdo de los enunciàdos ~cientificos" no pose~n estruc-
tura de enu,;,ciados obje'Üv~mente l6gic~s. regidos 'por l~ exi-
gencia de p~sibilidad, de re~lidad ~eferenèial y de valor•de
verdad de 1~ predicacion qù~"repone la'verdad' del sujeto,
sino que son verdaderos
r • .... ,
s'.'mul~er~s de axiomas logicos, dori-
.~- -_T • _,
teoria y del anâlisis literario son ellos mismos un ·moao de la
ficcion literaria.
En relacio'n al iniaginario de la Cultura la noci6n de·
•
intertextualidad forma parte' de un conjunto de ideôlogemâs
estructurados en formaciones discursivas que forman el so-·
porte de dos operaciones fundantes de la ctiltura: leer, es cri-
bir. Si desde el punta de vista logico hace funei6n de causa,!
des de el punta de vista historico es la· re-posici6n del' mi to-
lo gema 'de la me maria eoleetiva, ·en un intenta por 'resolver
imaginâria~en te aque!lq que acontei:e co mo obstaculo en lo
Real: el olvido. Este cônjunto-de ideologemas, este èonden-
sado histôrico,hunde sus raices en el pasado (cf. Derrida, J.,
"La pharmacie de Platon" en La Dissémination) y ha reen-
contrado una·resolucion histôrica en todos los niveles de la
producci6n textual contemporânea: desde1a Blibliçteea coma
repositofio, reserva e infinito de la Cultura (cf.·Borges, J. L.,
La Bibliôteea de Babel) pas and~' por el· Lib;o, el libro camo
espejo, co mo representàcion del munda, el Liber Mundi, el
' '
Liber Natura!is, el Liber Dei (cf. Curtius, É. R., "Ensâyos so-
que solo• •
es bre lite ratura europea medieval) y sti' consusta'i>ciaf false!
:tl!'
dad de simulaero (cf. Borges, J. L.', "El Quij~te de PierrJ
-~
Ménard"), la Eneielopèdia, desde '!a circularidad me"dieval
... ·!
fieei~nes de los speculum mundi; la Enciclopedia' camo tàiwnomia
de el sujeto y el fantasinatica del saber (Diderot, D'Alambèrt) hasta la enci-
clopedia contemporânea como 'uni verso en· expansion que
forma nudos y rizomas y·la Enciclopedia camo estadio de'la
ficcion cultural que genera otros· univers~s de fiêéion ~(cf'
Borges, J. L., "Tlën, Uqbar,-Orbis Tertius~). Si la enciclope!
dia es menas un circula d'e ·circulas co mo lo 'aeseaba Hegel
que un sis'tem!' que pone a' prU:eba·l~ totalidad tenazmente
•

de
, los procéso's
.. de.deducci6'n
, ~ ~.....
y de
' inferencia logica son siniu-
lados par las estp~tegias del ,dis,cprso: Conjunto de afirma- infinita de las remitencias y por ende se rige con la logica
ciones,'· de semiafirmaciones·y de negaciones fundantes;:los imposible de la ubicuida'a; es pofque encierra ellaberinto"
asi Il am ados "si~temas" t~Ûiëos:~ i:wciones te6rica.~· de 'ia ahora cibernético- de la cultura. Qu'fza el p:._,nto generador

' . ... • J de este condensado sea el suefio latente de la cultura occi'

dental: la creacion de la lengua universal, sin fonda de ori-
26
27
 gen, Ursprache esencial, el primer gran lenguaje fundador
sin inter-ferencias y sin exigencias de traductibilidad. La.
tjjertextlfalidad, en el sentido originario del término, des-
articula los completas imaginarios ge la Biblioteca, de la En-
ciclopedia, del Lenguaje Primera y Universal, de la Obra
(unicidad, originalidad, completud), para desplazarlos hacia
la Obra Infini ta y el Fragmenta (Nietzche, Blanchot, Borges).
Que la obra -su destrucci6n- ma!fifieste al mismo tiempo la
muerte de su Creador, no es mâs que una res pues ta a la-pre-
sencia necesaria del' Otro Textual. Que R,oland Barthes ex'
tien da la noci6n hasta disolyerla en el texto infinito· ("Y en·
defin.itiva eso es la intertextualidad: la imposibilidad de vi-
vir fuera del texto infini ta, y a se a, Proust o el dia rio, o la pan'
talla del televisor: ~llibro hace el sei_ltido, el sentido hace la
vida") (cf. !!;!placer del texto), no es.mâs que una consecuen-
cia ideol6gic_a del intenta de ,superar el otro texto, en el nive'! '•
de las teorias. También la Teoria, reconoce hoy su Otro tex•
tuai cont~a el que se'especulariza:. el Método (y el régimen
de su aplicabilidad), el Logoanâlisis (M. Serres), el Sema-
nâlisis (J. Kristeva, M. Riffaterre), la Desconstrucci6n (J.
Derrida) son las operaciones historie as po,r las que el Méto-
do·Imaginat:io vuelve en Jo Real de la ciencia, aunque ahora
se presenta camo una escritura de escrituras (arcaicas o no),
o como una lectura de lecturas (infinitucl y desorganizaci6n
del primer gran,texto). La intertextualidqd coma afirmaci6n
y negaci6n si!,IIultâneas de la,paternidad textual es una're-
laci6n triâdica donde se ejecutan las articulaciones de los
ritos del par.entesco textual, sometida a las determinaciones
hist6ricas y ·sociales en el registra de Jo imaginario y
sobre determina da simb6licamente par el Otro Textual. El su-
jeta de la escritura-lectura , y su doble imaginario lectura-
1 Lector hace que las operaciones de es cri tura y,de lectura no
escritura, sufre la determinaci6n mayor del régimen de la
Ley Textual -el Otro Textual- con la que mantiene dos ela·
ses de~relaciones:
28
1
[ ~­
-.._",:L
a) L6gicas: diferenciaci6n-distanci:~-c,i6q, .• ~ 1
b) Estructurales: ahenaci6n-separa ci6n
~os procesos iderlt}ficatqrio~ del sujeto de la es cri tura se
establecen en el p,iv~) jm,ag~na,rio co.n,el.otro.tex~u~l (a) ,.~
Jectolj coma. t_!'xto f\'t\'ro y .ei). el rivel; simb6}ico (identifica-
ci6n simb6lica)- con el Otro Textua} (Texto pasado)
'' ' •~
.. EI Otro
.... '"' ) f
• ' '.
-
textual, (.A) -Jo ya-leido, lp, ya-escrito, Jo ya-ficcionalizado
hace figura de insistencia significante e!l,
, " ..
.e!
'
te]<tq,y
·-·
·" ...
s_iempr~
retorna camo un pasado textual en la memoria-olvido de lo~
textos (!ectura-deslectu ra). El lector "retorna" en el' texto
desqe el futuro, co mo texto.del fut~ro: es~~· que va a existir
lo es~ribible, Jo que estâ en. espera ,de ser es~rito' (la inmi~
nencia); hace figura de utopîa en .~1 texto. .·
'j'oda resoluci6n textualpo'see un,reg(~tro ut6pi,co,,e~ ti'X;
toqe!.futuro, futurible,.Ja literatura par-venir, Jo inenarra-
ble. Pero las lecturas que la escritura re aliz a de. ese texto
imposible son. mûltiples; senalemos par Jo menas· dos: 0 la
escritura hace coma que el texto ut6pico no existe y s~ pre-
tende escrita en presente absoluto (aqui y con el mismo ges·
tose renie ga (d)el fu tura y se de~iega el pasado: escribir sin
ancestros ni descel}dientes (suefio fatuo de partenogénesis),
esc ri bir lo inescribible; o la escritura finge que el texto futu-
ro no existe camo tai y Jo carga. a la cu en t'a ,del pasado: ml
futuro es un pasado,dice, estirpe filicida que •se' aliena en el
deseo de, los padres textuales: la.Copia absoluta•-escribi r Jo
ya definitivamente escrito-. • " t
El Autorretorna coma a!'terio_ridad imaginaria en ]a·ope,
raci6n de lectura, hace figura de consistencia y.co;:,siste camo
yo, coma narrador, camo personaje-autor, coma personaje-na·~
rrador. La disparidad de, "la fu_nciôn Au tor y de la (taz~iô;,
sean.simétricas: se al vida eltexto anterior (el Otro Textual)
en la operaci6n de escritura.y se ,recuerda -se rememora- al
Otro Textual en la lectura. Esta disimetrîa radical fun da la
intertextualidad. .
ol
29
 origina a través de,Ias i~stancias, nada tiene de extrafio en
Las escrituras del yo la 16gica del sujeto, alli precisament~ donde se argu,'nenta
co~o Yo, coma Supery6 o como Ella, donde cada una de elias
Es sabido: cû~ndo alguÜm escribe yo escribe al'y'6en su
se ma~ifiestan como sujetos enunciativos , de sucesivas y
escritura y al mismo tiempo escribe la escritura del yo. De-
mult;pJes enunciacione s de relatas, de relaciones, de dichos.
cir yo -y '!as paradojas dè1 inentir"nos Jo pruebàn- es rêunii
y por eude es el acta simb6lic~ par 'definici6n que funda'I;
Estos rel\ltos estân regidos siempre por la Ley -pareciera
que ante la Ley solo se puede hacer eso: relatar-. Estamos
elocuciôn camo acta, al sujeto con la propiedd de su enuncia;
"del~nte d~ la Ley" del Sentido, frente a una,·obligato riedad
do. Yo no es un sÎufter ni es un atributivo ni uri dèter'mi~ativo
simb6licii.;, la que nadie pu ede escapar so pena de racaer en
es' un acto de expropiaci6n del lenguaje que instaura eÎ
la asemiosis esquizofrénic ? o en la ultra-semiosi s paranoïde.
polemos de las lenguas. La proliféraciôn del Yo situa los tu-
Dentro de aquello que la lengua -y la literatura como
gares de la enunèiaci6n (tu 1 éli nos'otr~s 1 elfos: los ot~Ôs),
horizonte negativo, -;n el sentido barthesiano. del término-
reparte las propiedades dè los bienes elocutivos (Jo pérmiti!
nos. permite decir, la autobiografi~, como género, co mo m~­
do /Jo excluido /la vedado, Jo que se pu ede -y'cômo se dêbe-
triz formai genérica,, ocupa ,ln 1\-'gar de descentramie nto no-
y·lo que ~o se pue'de decir), asign'a ,los géneros y los r~parte
table: como marca de una escritura.que se asienta sob;e ~1
(mascu!ino,'f
...
emenino,
r
neutra) y asegura·, aunque mas n'o fue-
. ...
se momentânea mente, la pax augusta de !os'lenguajes "(la
. _.. ~ ~ pron_ombr~ de primer~ pers~ma -es ~e.cir 'g'!e comp~rte tà.
parbculanda d y hl umversalidad ,de Jo particular de todos
gu erra y la paz -la paz tiène \fàlor âe in"tervalo es una tre'-
los sujetos- no pudo reclamar, e~ principio, la idealidad
gua-) de los discursos. Siempre, pu~tualme~t'e solapa-
• J
tipol6gica del registra tax~n.6mico, siempre itinerante entre
damente, los otros tenderân.a confiscar al yo para cercarlo ' '

las escrituras del yo y las escrituras de la terce~a persan;;

en su propia erocuciôn. • - . ·'• (en realidad entre el: sujeto y el objeto), entre los géneros
'El primer encuentro (prünero en el rëgistro imag1nario)
1 di~cursivos mem~rialistico~ y/o Jiccio~a!Eis;. siempre a pare-
es el en cu entra afoi-tunado/d esafortunado con el otro-yo tu'- cio intersticialm ente entre Jll di~c~rs~ -de la Histo~ia (p~r su'
gar de uria' privacidad especular profundameA te' indife~
efecto memorialistic o, su r_elaciôO: con un. cie{to pasado y so-
renciadà donde se energizan los tropisnios de una energî~
bre todo por su ficci6n de credibi!idad) y el discu'rso-del Su-
liberada del objeto y donde ei tl:-iunfo del Yo solo consiste e;,
jeta, por el espacio egocéntrico que parecîa instaurar. Como
la sobrevivencia frente 'al agujero cautivante d'el n&-Y'o~ t~~
género literario, sôlo tardiâ~ent;; a partir d'el siglo XVIII,
davîa 'no hay espejo; segundo (én el arden imaginirio ~lem~
cuando la cohc.iencia,-y la ciensia- modernadel Yo esta ba à
pre), el enfrentamien to al otro-tû Ôrganiia la prim'erà gran. punto de alcanza~ su apogeo, pudo reclamar tin est'atuto siemé
t:elaCi6n, el primer gra,n relat<i'"êiuë el sujéto~ s... cûé'.rüi'~~~~i
e.
• ·'f' ~~ .._ • ".J!.J.~ ,-;, pre incierto. E;t!!- incertidunibr ;, genérica,1ub stancial, ior:
m1smo camo yo a traves del otro. Tercera, el encuentro con el
•.;-, .
Gran Otro (Al de la Ley del sentido que dic't~minàr'â."'à '{i-~-
' . '
vés de un cetro impe'rioso de la verdad o falsedad; dé Ù ëër-
" ' ' '
.
mal, para müc:q.os crftic~s, eS p~ja no~?tr~s d:intingente, in-
substancial e il!formal: nace del juego·intimo de.la autobio-
grafia _que, iii evacuar. al ~~jêt~ qe .su P!opia',pro.du cci6n y
'teza 0 incertiduinb~e. de la legalidad 0 ilegalldad de t.ls' r;_ potenc1ando la _consiste'\ ci a del yo autobiogrâfic o nos hace
l~to's que el Sujeto se cuenta "à s'i misîno'y a td~ otros. Que 'cl. creer -simulà:- 'Ille la fic~i6n se a~sent~. de s;,_ disc~rso x
sujeto sea nada mâs que eso: un corpus de rétàtos qùe ''

31
3Ô '?'

1
Iii.._;. ..
 que aquello qÜe yo cu enta esta invariable mente 'son;-et!do. â
cuando deja de leer(se), las so!icitacio nes del mundo !a, a pa-
una refutabilid ad dada par la verificaci6 n de la ex1stenc1a
gan: puro fulgor, como .solemos decir, y pura excrecenci a en
del au tor y a "la existencia -real o no- de los hechos que ~e
el uni verso de los discursos actua!es y posib!es de la semiosis
cuentan. En el régimen' de certeza-inc ertidumbre q~e ins-
mundana.
taura toda relata, ·la autobiogra fia simula -simulaciô n mi{:
La litera tura autobiogra fica es aque!la parte de la litera-
yor- que todo lo narrado es todo lo acontecido . Este efect?-
tura, de la literatura te6rica y de la teoria de la literatura,
vincùla la autobiogra fia con la Historia coma discurso, en
que no osa decir su nombre,' desde la perspectiva del géne-
donde también Jo narrado y !o acontecido no reconocen -des-
ro, de las taxonomia s empiricas o categoriale s, no es posible
conocimien to imaginario - el valor constituye nte de la ver-
determina r si preside e!·género -la litera tura del yo-lo corn-
dad textual que siempre inter-fiere y no refiere, entre la v_er-
parte 0 se subordina a las Memorias, las Confesione s, el Dia-
dad de !o que se relata' y la verdad de lo acontecido . -Est~
rio Intima, la Biografia, los Recuerdos de Infancia, y mâs
valor de interferenc ia' es para nosotros capital; la fuerza que<
!ejanamen te, la novela biogrâfica y la novela en primera
desa!oja la ficciôn referencial y propane un/égimen de valo-.
res ficcionales que rigen los postu]ados de todo relato. Estos persona.
· Quizâs el aparte fundament al de Bajtin a nuestra pràble-
valores pueden ser enunciaào s asî: ._ mâtica consista en no establecer una separaci6n entre bio-
' -el relato ficcionaliz a tanta el tiempo -una cronolôgic a-
grafia y autobiogra fia, pues en términos'd e valores, la auto-
1 como el espacio -una topo-!6gic a-, am bas pueden ser pens_a~,
! l. biografia siempre tiende a -realizar un val or bio-grâfico . Es
1.:1
das como la "ciencia" a la que aspiraba Bajtin y en otros ter~
importante seiialar, para contra"star los valores bajtiniano s
minos Peirce: un saber sobre la cronotopfa , que ~hoy pued<:
con la teorizaci6n de Lejeune, la importanc ia que Bajtin le
ser pensado sin residuos kan ti anos. acuerda a la memoria y por ende al tiempo; en la construc-
-el relato ficcionaliz a el régimen del discurso: orden, ac-
' objetos d' ciiin del "yo" en el escrito biogrâfico: "La memoria del pasado
.
ciÔnes, actailtes, como·pur~s tscur~tvos.~ •.. estâ sometida a un procesami ento estético, la memol-ia del
-el'relato ficcionaliz a èl'régimen de la historia: aconteci-
futuro es siempre de arden moral".' La categoria bajtiniana
miimt~s; hechos y·sucesos discursivos : la 16gi~a d~ la pe~i-
de autor-cont emplador- exot6pico tiende a desconstru ir el
pecia. ' , · . carâcter U'),Îtario de ~Ja entidad au/or y de la entidad perso-
-el relato ficcionaliz a el régimen de saber del SUJeto ~n
naje, y a través de ellos, a tenta contra: el contenido unitario
una ficciôn de sujeto -aqui tocai:nos el sill';ulacro ' sobre I<;_s
de conc~encia. Al mismo tiempo, sus considerac iones sobre
términos de'lo conocido, desconocid o, üicoll'nosci ble, lo sabi-
el acto y el accionar del héroe, nos permiten postular el re-
do, lo no-sabido y Jo que estâ en espera' de ser sabido, la cer-
conocimieQ to de una escisi6n entre el sujeto y el acto que, en
teza la intertidum bre y la probable, lo pasado, lo presente Y
los términos fenomenol6 gicos de Bajtîn, se expresa como "li-
lo f~turo, lo predecible , lo impredecib le y la. imprevisib. le: lo
bertad ética del acto". 7 En 6posici6n a las entidades tradi-
supuesto, la presupues to y la· pospuesto, -en la operac16n •
cionales de autor-narr ador-prota gonista, el principio cons-
discursiva que es un puro presente en acto. ~ • .: tructivo seiialado por Bajtin es precis am ente la construcci 6n
La escritura es puro presente de lectura Il escritura. Cua:r;:
de J,!fl yo com.o forma, donde la autb-àbjeti vaci6n incluye si-
do dèja de escribir(se ), los reclamos: del mundo la deserta!'~.
multâneam ente al otro. Si bien es cie'rto que Bajtin es am bi-

32
33
 los petformativos
... t . .. , restringida
. o generalizada-'la sepa rac10n "
guo al respecta (en el casa de la introspecci6n-confesi6n' da
entre ac 0 1Inguisbco y "reflejo" ae ûila Situaci'o'n 1
el ejemplo de San Agustin) en tanta presupone un?- fusi6n ,~ . . ~ ,. _ que e se-
entre au tor y héroe (protagonista) que no incluye al narra'- .ria, prev1a
. . _ o simultan.,a. El acto lingüistiêo se def'm e , prag-
~aticamente, coma acta en su propüi producci6n del aconte-
dor, la extension del concepto de exotopfa permite suponerlo
cimien~o (momentum). Es sabido qùe està caracterizaci6n
fundante de todo dialogismo, hecho que si en las escrùuras
sera. un_~ de los punt~~ débiles de la te6ria, pues el efecto de
del yo aparece atenuado o disfrazado, es precis amen te ~ste
repetzcwn y la exteqswn temporal' que ésta presupone -cual-
disfraz el que constituye su registra imaginario: se escribe
quier~ sea la temporalidàd que Je acordemos- a tenta contra
l!! camo uno (1), cuando en realidad se escribe como otro (2),
el caracter pmltual del '!cto. Desde üna'perspectiva litera-
'! principio que simultaneamente funda la alteridad y toda
~ ria, 1~ an_alogia de'Bruss ignora Jas diferenciàs que entende-
1
1 1t estructura comunicativa: "El autor por supuesto, en cuanto
mas Intrinsecas, entre escritura y Oralidad.
es un elemento constitutivo de la obra de arte, no coïncide
. :or otra p~rte, Bruss observa con mayor cau tel a .Ja posi-
jamâs con el héroe; son dos ..."8 bihdad de la mstaurac16n __ de un c01itrato' de lect ur a. en re1a-
Si nos situamos en un punto de vista discursivo, es decir
ci6n al gériero a11tobiogrâfico: •
desde su proceso de enunciaci6n, las teorizaciones de E. Bruss
y Ph. Lejeune le otorgan un rasgo mayor: la c,ongruencia, No. pued~~ decirse, hablando con propiedad'• qÙe exista un'" con t ra t o
'fi • t .
que se presupoqe exacta, entre ,au tor, narrador y personaje, au t ob wgra
. h 1co . en re un ~ ..escrttor. del siglo · 1o xx , d ado
. XVIII y un lector d e1 s1g
aunque los otros rasgos -forma.del lenguaje, tema tratado,_ que d 1c ·.·o 1escntor
1· sena mcapaz de predecir la manera en q ue un 1ec t or f uturo
encarana
. · da lteratura o el munda ~ (y ~ pudiese e'ect'
. a un si ' d uc1
1vamente. pro ·r pre-•
posici6n del narrador, homodiége~is, etc.- no parecen serres- t•
dICciones e este arden, es verostmil que estas tuvieran algo de anacro~_tco • · ... ).''
trictivos ni demarcativos. - 1
E. Bruss establece clara y automâticamente una analogi!' · Desd~ el pu~t? de vista de la lectura, el problema de Ja
entre género y acto ilocutorio: " ... Todo discurso ljterario ~s atr1buc10n generica va desde el reconocimiento formai por
un- sis tema de ti po ilocutorio o género" .9 Esta analogia se parte del-lector de Jas marcas del género, reconocimiento de
;:,;nd aria en un isomorfismo de equiva'lencias entre "acta~ u~a competencia aplicable a cualquier lector de cualquier
Üocutorios lingüJsticos" y "acto~: ilocutorios literarios": ~,Î 1 genera,
. hasta
. las propuestas mayores de Ph. LeJ· eune so b re
am bos son el reflejo de situaciones
- .
_, lingüisticas reconocibles;. 1a.ex~stenc1a ~e un contrato de lee tura especîfico que engen-
b) estas situaciones estân y a institucionalizadas en una de- draria a partir del pacto autobiogrdfico. Lejeune no distin-
terminada comunidad; c) toda acto implica ciertos'! c~nte-;;-
> • • gue ex-plicitamente entre pacto y contrato, aunque parecier~
t0;~, ciertas condiciones, y ciertas intenciones, a los que e~­ que, P?r una e~igencia de rigor, deberiamos acentuar.Ja di-
tân asociados por convenci6n social y/o literaria. ferenc•a ~ntre las relaciones Jax~s y flexibles;·no totalmente
, J;>ejando de lado .. ei pro,blema .d~-una caracteriz')çion''y prescn~bvas que puede tene-r:,f>un .P'acto, sus connotaciones
tipificaci6n
.-
de los géneros, es evidente
1"
que, a un desde la pers-
-' j. neutrahza?tes Y simb6licas, sus implicaciones logisticas y
pectiva de los actos de habla, es imposible caracterizar a. sus evocacwnes de la lateralidad y la colateralidad del régi-
éstos, y,por end~ a los actçsJiterarios; como "reflejo". ., .' men de relaèiones horizontales que generalmente Jo pres 1·_
.
samente, si la teoria de los actos,. de.habla
. presenta
' ~o.m•dn" den y su rem1't enc1a
· a solidaridades
· no consensuales ·y fun-
positivos, es el haber evac'!ado -por lo metto'l. en su teoria.

35
34
 .~

damentalmente emotivas y quizâs anteriores a la capacidad

es posible dejar de seiïalar que se vincula a la exaltaci6n de
inicial de comprometerse en unpacto y subsidiariamente con
]a funci6n de la lectura que se-advierte en ]a.teoria contem-
respecta a una temporalidad no .'!xtensa ni continua.en el
porâneà, tanta en sus ,vertientes hermenéuticas y feno-
tiempo, y el' contrato qu!; presupone un arden de jerarqui!' y
menol6gicas coma desde las propuestas postestructuralistas.
subordinaci6n y un desarrollo del vinculo en el tiempo. D~
Solidariamente emerge una categoria, la de contrato, que
hecho, este anâlisis form~l del término contrato es evacua-
1'
también pue de entenderse camo la reposici6n imaginaria en
cl~, 11 pues Lejeune emplea am bos términos en un sel) ti do
la te aria de laS categorfas de consens a social, acuerdo, pac-
ordinario, no definido extensio.nal n~ intensionalment~. E~ ·
1 to, concordancia y cooperaci6n que se han elaborado en el
toda casa, dadas las precisiones que aporta el autor Y ta po-
t sibilidad no enunciada de_recusar, rechf!-zar el co~tr!lto y.por
ende el pacto, podriamos proponer la exi.stencia 4e U!;l çon-
discurso politico contemporâi)eo tanta coma en el filos6fico
y en las. corrientes te6ricas de. la pragmâtica textual
tribu tari as de la filosofia an').litica.
trato a!eatorio, no de un contra ta consensiJ.al, ·i
Enfrentado ante la necesidad de explicar los rasgos. dife!
Este ~ontrato .a]eatorio, "regi do por l.a,s leyes d!'J câlculo
., co"ujetural del sujeto en relaci6,n al otro, establ~ceria r~glas
renciales que existen entre la autobiografia y· la novela
autobiogrâfica, y al reconocer que ambas emplean los mis'
no consensuales que solo se articularian de acuerdo con las
mos"procediinientos para convencer allector de la autentici-
estrategias de cada sujeto, por. ejemplo el principio de certi-
dad'del texto; Lejeune propane una diferencia que· pretende
dumbre anticipada de J. Lacan. Un,contrato de este ti po pre-
dar cuenta de la·singularidad del ~pacto autobiogrâfico~: éste
supone la existen~ia de ~n imaginario §Ocial y c:le un ·Jjgi;
consiste en la afirm'aci6n .textual ·de la .identidad. entre -el
men de intercambio de valores simb6licos, pero no implica
au tor, el narrador y el personajê,. identidad que, en. ûltima
un contrato de veridicci6n y un contrato fiduciario, camo jo
instancià, es tari a certificada por el nombre del au tor en la
propane Greimas sobre e!"contenido enunciativo y el estatu-
tapa. Dejando de ·lado ti'n cierto delirio de la empiria en
to'veridictivo del discurso enunciado. Seria un contrato d'.'
Lejeune, cuya nosologîa seria interesante recortat,iïiteresa
]a feinte, donde,el juego imaginario de la simulaci6n ~el su-
seiïalar que· el pacto autobiogrâfico fundante del contra ta de
jeta estaria sostenido sobre las leyes simb6licas del simu!_a-
lectura èstaria basado·en la identidad del au tor, mèdiado por
cro. Ya no se trata de las reglas del juego semitjtico, establ~­
-el n,arrador. y/o personaje. Nu'nca .. se da cuenta de ësta me;
cimiento, ruptura y reestablecilpiento y ejecuci6n del co_n-
diaci6n.aunque si se seiïalan los conflictos::que puedèn a pa'
trato, sino feinte de establecimiento o ·de ruptura: se fing~
'recer si el nombre del. auto'r, en su· valor civil y juri-
•ramper pâra unir (en la identificaci6n) o se finge establece;
dico,desài>arece, IÎo permite '"ser ~reconocido Q __ se exp re sarl
para romper'(en la· resistencia). • · 1
dudas sobre su origen: anoniinato;- seudoanonimàto, ..·aütor
Por momentos, la hip6tesis de Lejeune sobre·él .
atribuido 'y aunque Lejeune no Io menciona, la heteronomia.
de !ectura propane exigencias mayores pues se Jo .
El contratô, por ende, determina la actifu'd dellector. El lee-
'camo el objeto de una Poética Hist6rica que estudiari.a l.a
tor establecê las semejanzas entre: los hechos relatados -ob'
constituci6n de diversos contratos de lectura en una histo-
jetas del discurso- y los hechos acontecidos · -objetos de la
ria de la literatura. La propuesta mâs que sens iita es inteli-
vida o estàdos del mund9-. Esta actitud ·dellector' provoca!
gente y fascinante, pero des de el punta de vista hist6rico .~o
da por la rdbrica del autor y su coincidencia con ei!'narrador

36
37'

1\,
 y el personaje, hecho que fundarîa también la autobiografîa.
ficticia, es siempre una busqueda de identidad entre los he-
1.
chas. Loque Lejeune no sena! a es que es a identidad -de los , ,
1 hechos reales conJos•hechos referidos y del nombre de au tor ''
1
'1 co9- elnombre-propio, un valor 16gico-, en el piano dellector
solo pu ede ser buscada a través. de la identificaci6n, un va- '
lor imaginario. De ahî que los problemas de fidelidad (seme',
janza) y los de autenticidad (identidad).serîan los que debe
resolver ellector. El'pacto es .par lo.taîito una.convicci6n.-y
una estrategia para obtenerla- alrededor de.la identidad del
autor -garantfa ultima- que_puede serJestablecida en-dos
formas. •l>A
Implîcitamente, par. media de ,tîtulos que no dejen ningu-
na duda (aquî el·delirio.de la empiria dé Lejeune se'ha des,
plazado del nombre de autor a!-tîtulo) sobre el hecho:de que 1
la primera persona remite.al nombre de au tor, 'ti po "Histo- ,
rias de la vida", "Autobiografîa", etc., o par media de.estrafe- 1
gias discursivas .preliminares que desde eLcomienzo asegu- 1 '
ren aL!ector que. el yo del texto es"o debe.ser. identificado,
co mo el yo del au tor. Menuda tare a para ellector de Stendhal, ,
de Pessoa, de- Kierkegaard o del Borges de "Borges y yo':,_y
"Borge~-y>eLotro". Par supuesto, se.podrîa argüir que.éstas,
n·o son autobiografîas en sentido estricto~i,pero no Jo son par
el hecho de-que.no poseen en la tapa el nombre de1autobio-
grafîà, o porque desestiman. la identidad que-se presupmie
en la constituci6n del autor-personaje o del aiitor-narrador,
0 mas ptofundamente, porque destruyen la .convicci6n del
lector devorandolo' en.su1propio aparato ficcional? - -
"··También, seglin·· Lejeune, podemos constatar la identidad.ne- ,
cesaria à! pacto cuando el nombre que se da al narrador:perso9-a-
je es' el misino que figura coma nombre del. autm'-en las tapas del
libro. Nuevainente.las tapas deLlibro, sin lugar'a dudas, espacio
de una jurisdicci6n donde se juegalSimultâneamente el registra
juridico deLnombre, su caracter_estigmatizante.dé rubrica y.:la
posesi6n de un derecho y de un objeto, pero todos ellos en el orde_n
38.
ünaginario de la ley que si, en el caso de la escritura Hamada lite-
rada, no encuent.r!l su restituci6n en el arden simb6lico no podra
ejercer su poder coactivo o inéoactivo sobre el lector.
En su ensayo The Logical Status of Fictionai'Discourse
(1979), Searle-caracteriza el discurso ficcional como un acta
alocutorio que pretende (finge) realizar una serie de actos
i]ocucionarios de tipo asertivo. Ocurre que este fingimiento
no posee marc as textuales, sintâcticas o semânticas, especi-
ficas. Y si Jo que permite caracterizarlo es la actitud del
au tor frente a su propio discurso, reaparece aquî su caracter
intencional (intenciones del autor) .. Es evidente que en el
analisis de Searle el acento esta puesto sobre el autor: es
precisamente Jo que se le.ha criticado, el minimizar la pre-
sencia·discursiva del interlocutor.-En;palabras de Searle, el-
que decide si un a ob ra es no ficcional; es el au tor. Sin embar-
go, mas alla de esta carencia; pero sobre todo de la endeble
consistencia descriptiva;d'e un• enunciado camo ."intenciones
del au tor.", el hecho de que la ficci6n no constituya.un arden
cerrado (el sentido . ."comUn·y corriente" es-el que, de acuerdo
a la fue'rza ilocucionaria de la intenci6n del autor, se puede
tom ar "s~ria" o "ficticiamente") permite suponerle .un régi-
men de legalidades mas amplio -, es decir, que es posible
ampliarlo a varias o multiples "mundos" posibles. Lo que aquî
se sugiere•como es el-caso de Warning (cf. Warning R., "Pour
une pragmatique du discours·fictionnel" en Poétique), es que
el discurso ·ficcional no posee Iiingun rasgo textual, ni
sintactico ni semantico; en sentido restringido, que permita
, caracterizarlo, definirlo e incluso.tipificarlo. De·hecho, des-
de .la perspectiva de la-teorîa de los.~actos de habla", el dis-
curso (i.cc~onal ~no ofrece n~ngûn aspecto.J"interesante" para
su analisis y descripci6n: Esto •po ne sobre eL ta pete vàrios
problemas: 1) la imposibilidàd de hacer congruir discurso
ficticio y-discurso-ficcional; caracterizaci6n· que no coïncide
con la de J. Landwehr ,(cf..Te:rt und Fiktion)_quien distingue
entre ficti,vidad (Fiktivitiit) y ficcionalidad (Fiktionalitiit) 1 ~
39
 y tampocQ el d_iscu_r~o ficcional con. la literatura, en tanta la
Ld teorfa del relato, candidata eventual a la dignidad de teoria general del
Literatura seve abrogada ideologicamente.por la Ficcion, y discurso, descansa sobre la hip6tesis de '!Pa traducciôn,posible entre el relata
2) la Ficci6.U. ~n_tgg<Ù__<!a corn o. simulacro, no recae _ sobre 1 Ilamado histô~ico Y el relata llamado ficticio. Antes, Se buscaba en el rel;tÔ
l" ficticio una manera del reflejo de convulsiones de la historia: las ficciones apare-
mera representaciii'l que presupo!_le siempre la existencia
cen camo el modo narrative en el cual los actores y victiffias de la historia en-
previa de lo repr_esentable, y ni siquiera.sobrela.idea de re- cuentran el ID.odo de, representarse lo que les ocurre., En ûltima instancia, e!'
presentacion que _de alguna m_anera.es· una operacion de" la relata histôrico (la ciencia de la historia) debia absorber el relata ficticio (de la
epopeya a 1~ n~vela) puesto que el historiador volveria a encontrar sus aconteci-
repeticiôn:·:ya'no es· un a·· _reprt;sentacidn de la repetici6n sino mientos (por eJemplo, el ascenso de tai clase) en los acontecimientos de la ficciôn.
que, coma en Borges, es .la_repeticiôn.misma propuesta com;: Hoy nos inclinarîamos mâs bien a encontrar el relata ficticio en el relata histôri-
modela. Lo ficticio y lo ficcionaLson el registra de toda letra, co: posiciôn evidentemente mâs plena de sentido, si nos atenemos a la definiciôn
del mita segûn Ari.Stôteles, pero que lleva al limite el eliminar el acontecimiento
1~ letra historica, sociol6gica, antropologica, psicoanalitica. (cf. Descombes V., liinconscient malgré lui, p. 72).
La letra, camo anterioridad logica de todo discurso, es la con-
dicion que permite postular una hipotesis a -substancialista: J. L. Borges, en una perve.rsa codificaci6n, sugier~: "que
dado que la ficcion _es propia de todo aparato discursivo ele, ]a historia hubiese copiado a la historia ya era suficiente-
mental (topoelocutiva), ra literatura·dibuja los:bordes de los mente pasmoso; que la" Jlistot:.ia copie a la litera tura. es in-
otros discurs~s:.si la litera tura soporta la hipotesis"de mdx<- concebibles ... " ("Tema del tr'lidor y del héroe", p. 497), don de-
ma ficcionalidad frente a la minima ficcionalidad del dis;. los teoremas internas de la axiomatica soslayan -elide;;: los.
curso cientîfico,.en el imaginario fantasmatico deela.crîtica teoremas ideologicos que lo_s soportan:
j •
contemporânea, la escritura~-la letra- aparece coma e 1 Sl-
mulacro especular don de se constata y se. dirime la legali-
dad de los otros discursos sociàles:
Si-el discurso cientf1ïco intenta dar.cuenta del objeto; de Historia copia Vjda
l' "
la~cosa cientifica,_el discurso hist6ricojntenta verosimilizar Historia copia --Historia
los hechos o reproducir discursivàmèiîte.las leyes de los acon- Historia copia - - Literatura
tecimientos (sistëma de_.determihaciones:econ6micas, socia-: Literatura-- copia - - Histqria
les y politicas). El discurso historico oscila sieJllpre entr<:'la~. Literatura-- çopia - - Literatura
leyes del discurso y _las _leyes· del acontecimiel)to. La "ver; Literatura copia" VIda
dad" del discurso historico puede·o no· coincidir con la "ver,
dad" del discurso de la ficcion, solo qùe esta "verdad" con sis'
t~ en el poder del discurso para manifestar la articulaéi6n
. ....
La referencia a los seres de ficcion-(la convicci6n ficcional-los
~ ~.

del registra imaginario del sujeto, mientras que la "verdad" personajes· de ficci6n e:x;isten en eCmundo de ficci6n-) es
del discurso.historico consiste en verosimilizar ese ..· '""'o'"- posible seglin Searle (Les actes du langage;_ p. 122), gracias
- 0 -· - '

·riq para hacerlo pasar,por'real.Este hecho contribuye _tarn.' a la division entre gjsc1..1rso-normal y discursos pjirasitarios
bién a borrar ,las fronteras que establecen los géneros·y las (novela, texto, etc.). Es eyidente que el pasaje de un univer-
tip~-logî\\s. Vin~ent Des combes seiiala:· _..: --- L so del discurso ~ -Qtro universo del discurso ~s ~~opio de la
practica lingüî~tica, pero en el_mundo dg la [i~çion-la~refe-.

40
41

L.,.
 rencia es. siempre al mundo dela·ficci6n don de se construye
un· Real Imaginario•en clara oposici6n a lo Real. La oper~a:-
ci6n de lectura no consist~~' en aceptar ·camo " rea1", a que 11 o
que es imaginario; sino en imaginarizar aquello que es pro-
puesto como Real'e'!, el•texto. En la teoria de ~los act_os·~e
habla" la ficci6n aparece como una secundanedad lopca.
Por el ~ontrario, en nuestra perspectiv~, la instauraci6ri ~el
1" discurso donde se engendra el· sujeto~de la enunciaci6n es
consustancial a la ficci6n y por en de ésta se inscribe co~o ·
dato .primario y no como una-formaci6il posterior-a là exis-
tencia de la "realidad" ("En una conversaci6n normal referi~
da a l!i reàlidad ...", Les actes du'langage;p: 122) . .
La credibilidad es un fundamento de las reglas elocutivas
en la prag~âtica'de los actos de habla. E_sta credib_i~idad ~e
instaura a•partir de una confianza en la mterlocuc1on·y:su~
reglas·(cf. El principio de cooperaci6n· de Grice). Desde'l~
perspectiva ficcional, no basta reconocer suspe~dz_das estas
reglas de credibilidad y confiabilidad, pues la flcc16~ es an-
terior a estas reglas y por ende siempre las contamma.
credibilidad -como formaci6n imaginaria: el sujeto
se asienta· en una 16gica de las creencias del sujeto qU:e
puede eludir-los·efectos de-las pulsiohes y de los idealés·
la constituci6n-de~esas creencias.
Siguiendo los pasos de Searle, Ph. Lejeune nos nr·otlorte
existencia de un pacto noue le seo o pacto ficcional, .,
los térmihos no se recubi'an, que se manifestaria a tt avé~
dos aspectas:
1) prâctica patente de la no-identidad entre autor
sonaje ;a· entre autor y narrador; · ·· "
-,' 2) 1~ atestaci6n o testimonio de ficcionalidad,
ejemplo, pot'. el subtitulo noue/a en la tapa.. • ·
l.. Si el pâcto novelesco presupone algun tipo-de
ci a •ficcional "de parte ·dêl lector- mâs allâ de la lectura!de'
tapa, nuricâ es aclarado por Lejeune,'aûnqu~ . ..
pÙede p:fesûj:10n'ersé.·Pero ·a:u.n asi', la7coïnp'etencia de
ro, formalizable en algun sentido, se vuelve incontrolable
cuanqo se trata de la ficci6n ..E~ \'.ste hecho el que elude ex-
plîcitamente la. tenta ti va de Lejel!ne, pues el presuntopacto
autobio![rdfico Y su correlativo çontrato de lectura; aunque
se admita un pacto ficcional, e~ectua una evacuaci6n de este
elemento pues se· confun~e-la-b.usqueda de,certificaci6n de
una verdad co~ la verdad,mis!lla, Que,el sujeto de)a Iectura.,
por el hecho m1smo de la lect'Jor\1 intente desesperadamente
Je er un a verdad del texto,. 1\0 quiere, decir que es a v~rdad
exista, ni en el tex!_o nt ep. eJ..Iector,- ni por supuesto en, ~1
autor. Pt:ecisamente prueb_,_ todo Io·contrario,no se busc~io
que se tiene, o si se quiere, .!?~ busca en~el otro-lo que se Üene
pero sin saber que se lo.tie,:ve. t · "
Todo contrato de leetura e_stâ fallado-de entrada: a· eso Je
llamamos contrato aleatorio: ri sujeto de la escritura propo-
ne, el s~jeto de la lectura ac~pta, asiente, consiente, disiente,
rechaza, polemiza bajtipj_ap.amente, e inversamente de la de-
manda del.Otro se nutre,!llos fuegos de mi escritura. La Ley
textual, el Otro textua_!, recupera siempre sus derechos cuan-
do provoca en ellector el rec:uerdo-de la lncierta genealogia
de los textos que -lo~ precedieron; en es a incierta genealo-
gia13 el sujeto lec~or recupera, sus,,propias•filiaciones sus
propias id,entificaciones. La Ley textual es rlgurosa po,rque
como toda ley es coercjtiva-e intangible.•Si,para,nosotros el
imaginario telf_tual o~çil,a 1siempre entre Jo ya''escrito/lo 'ya
leido (que puede figurarse como una paramnesia de Jo, ya·
vistollo ya cont"-_do) y por Jo tanto como pa,sado a.b;oJuto P.!!.r>!
ellector, e\ escrJtor funda su utopia en rel,aci6n-c_on aquello
que estti en espera de ser escrito, que retorl.l-a sien:lpre çle_sde
el futuro, COJl10 un futuro anterior. Entre estas fronteras fron-
teras Y bordes textuales, se originan y ~ob~a~ forma-Jo~ Ïma-
ginarios coleçtivos. En esta.persp~cti;a-l~;contr-;,:to~-de Iec-
tu_ra -aquello que puede ser lei do y_aqu-;,11() q:u,~J,J>'P.u.ede ser
l~ido- s6lo puede ser pensados como contratos ,de intercam'
b10, regidos por un a ley que adviene y sobre~ie~en a los su-
. ~ ~ .• ·. .1 ~
43.
 jetos: los constituye en un lugar como Iectores. Estos inter-
cambios son el producto de una economia y por ende de un
sistema de equivalencias que transporta la irreductibilidad
del deseo a la instancia de la circulaci6n del-deseo: transfor-
ma la ley simb6lica en la imaginaria satisfacci6n, placer· de
la Iectura. Esta fatal intersecci6n entre deseo prometido-ima-
ginado y deseo prohibido-simbolizado, entre Jo "natural" y Jo
imaginario desbarata el fiel de todo contrato. El contrato
barthesiano (cf. "Les récits-contrats", en Barthes, Roland, S/
Z, p. 92), para poner un caso, vale para algunos relatos y es
un sistema de intercambio regido por la economia libidinal
que metaforiza -si ello es posible- el intercambio econ6mi-
co. En suma: si el relato va!e por'un cuerpo o si el secreto (la~
Iectura~ el desciframiento) vale por la vida, es porque ese
contrato es siempre un contrato don de la ley la establece un
tercera, ni el autor el lector, sino el deseo o si se quiere, la
t Interrogaci6n por el Deseo. El contrato regido por el deseo
~pacto amoroso ·en definitiva- y el contrato regido por: Jo so-
cial, pueden acordarse, conéordar en tanto la maleabi!iàad
1 del deseo hace del placer y dè la prima de placer un valor
constante. Pero el contrato àceptado/techazado, en la 16gica
de la renegaci6n, se funda, por [lrinèi[lià, eri el goce del Otro,
es goce perverso,.alienado alisolùtamènte al deseo dei-Oho.
1,Qué instrumenta de gocè es el' conti-ato de· lectura? i,Par~
qué y por quién se goza en 'là Iectura? Y él pa'cto-auto;
biografico: i,qué Jo fmïdaménta ô le legaliza? Ya ho quién goza, 1
sujeto desleido, sin'o.Qtié goza: i,IÎIÎ seinejànte, mi liermano,
mi hip6crifa Iectôr?
Cùando Ph. Lejëuîie evoca, en El espacio autobiogrdficà
la "teorîa" seglin Iâ cualla novela seria verdaderamente ïnaii
profunda, ma~ auténtica que la autobiografïca, segun la opi"
ni6n de grandes êscritores, precisamente· aquéllos nov elis;
tas que han escrito autobiograffas o .memorias ·(Gide;~
1
Mauriac, Sartre) la seiiala como una ilusi6n ingenua. Al re- 1 1
tom ar las opiniones de estos escritos segun ·los lectorei, sus
44"
obra de ficci6n serian mas reveladoras que sus propias auto-
biografias, Lejeune deduce la creaci6n del espacio auto-
biografico, alli donde seguramente se aloja el secreto deseo
de estos escritores, que en todo su obra, aun aquella de fic-
ci6n, se le a la verdad d_e su escritura y por ende de su vidà.
Esta inversi6n de los términos parece correcta a primera
vista, pero se nos ocurre que la perspectiva de j:.ejeune cie-
rra el paso para coloc_ar el problema en sus verdaderos so-
portes: el de la verdad como ficci6n y de la ficci6n de la ver-
dad. Si las ·novel as -geiieradoras de la ficci6n- son mas ver-
daderas que las autobiografias de Jo verdadero del secreto
de la vida, es porque dicen Jo que de ben decir y como se de be
decir: la verdad no puede ser dicha toda, s6lo puede decirse
a medias y transformada, la verdad siempre se di ce indirec-
tamente, y los nove!istas soh profundos cuando dice;, que no
dicen, y cuando dicen la forma dèl no decir, no cuando dicen
que dicen y Jo di ceri. El "ini'sterio" ae la ficci6n esta sieinprè
en todo discurso y sü verdad de simulacro es ullicua, apâre-
ce por doquier, y sobre todo cuando uno se empeiia en negàr-
la: cuando se quiere dëcir la verdàd mas s'e -mien te y êuando
mas se mieQ.te mas cerca·estamos de la verdad, Esta forma-
ci6n• de ocultamiento, de desciframiento, solo surge porque
no posee ningûn Sistema de ~'elamientO, encubriiniento, en-
mascaramiento deCiarado: solo oêurre que 'cuando mas se
quiere mostrar la verdad es cuando menos se la qüiere ver:
nuestra sistematica de verdades -muy cerca de la sistema-
tica paranoica- 'preside nuestra lectura de la verd'ad en el
otro, y en la sistematica de verdades del otro 'progrâma la
lectura de nuestra propia verdàd. No es verdad Jo que se
quiere hacer pasar por la verdad, es verdad aquello que ad-
mitimos como verdad para nosotros, y en esa admisi6n se
instaura una 16gica fé"rrea que desaloja cualquier subje-
tivismo solipsista pues constituye el orden de calculo del
sujeto que desea. En esta encrucijada -trivial pues entre-
cruza las tres vias del saber;'saber d'el sujèto que es saber
45

del objeto, saber del otro (a), y sa ber <!-el Otro (~)-,se juega
la ~·anstrucci6n del acta autobiografico.
1 referencial y miméti~a/cibernética. Inexist~ncia, pues, del mon6:
El acto autobiogrâfi.co
v ese tre,s -tercer lugar- camo el Otro (la Ley) qe toda interlocuci6n,
y qué decir de la autobiogn:fia del Pre~idente de Sala
· Schreber, que alli el yo de!tra como obJelo ~onvocando
·Iodas las pulsione~ las del Yo y las sexuale~ mstaurando
ese silencio absoluto alrededor de la palabra del Otro q_ue
circunda el desierto p__aranoeça
Otro escrito
La escritura autobiografi,:a ,Y·.~u manifestaci6n camo li-
t ratu~a autobiografica- implica una "teorética", e_n el sen-
t~do fr.eu,diano del término, es cJ..ecir de ficci6n te6rica, una
teoria ficcional,del acta autob,i_o~r~fico y del texto que es su
consecuenci~: acta y texto son sill)u)taneos y solida.rios en
su co~p.o~.i~;:6n y f~rmalizaci6n. El açto ~enera una tempo-
ralidad y una e~critura de es a teJ11-porahdad, una. tramlta-
ci6n~ ima,gin~ril! de c,on~trucc,i6n de un a personaltflad a ~e
un catti~ter (el car acter es la ,Ref\1 del Yo: es aquello que en
el y 0 si~mpre" vuelve a su lugar... par~. el otro) sobre. e~ ya
·- 'ta . Este ·proceso puede
que 1os sapor . llamarse
• • autoanahs1s,
• . . .
si admiÙmos que toda autoanalis~~ es siempre. un anahs1s
desde un ~tro. La escritura de e~ta_ tymporalidad _sobre los
procesos de l'a memor1'a
. 1
el recuerdo
.· ,
y el•
al vida, sobre
.
el acta~
de memoraci6n y de rememorac~Of!, es el compl.,JO q;u~ f!'n_da
el acta y ~ 0 el pacto. El, texto autobiografico implica ;up.a
Ïopoelocutiva de relaciones, no un contra ta de lectura.
Hist6ricamente, se dice (cf. Ben;v~nwte, E., Probjèmt!s d~ ,
lingüistique générale) el dialogo preexist,e y fu~da. el _mon?log,o.
Estructuralmente, el aparato forma! de la enumçzac!6n 1m~hca un
do;: _el y,;·y el TU de la interlocuci6n _y... ese Uno (el ~1), obJeto, no
46
persona, terêëro excluido de la ceremonia, del ritual comunica-
tivo. Estamos ''lejos, pues, de toda comunicaci6n expresiva
logo, imposibilidad del Tercera: Sin embargo, Lacan, retomando la
estructura interlocutiva del witz freudiano, investira el rango de
el conjunto vacfo (9) que mar~a no tanta la incompleto sino el
plèno virtual de la significancia, ese pleno incompletado par el
a.
casillero vacfo del objeto petit Caîda de la completud, fisura,
falla, fractura; resto. Pero ese Otro (A:), lugar de toda posibilid~d
comunicativa, es al mismo tiempo elluga~ de la imposibilid~d, de
la interrogaci6n, de la "perturbaci6n", de la hostilidad del de~~o,
del deseo fundante, que para Freud es solo uno: deseo incestuoso y
camo tai imposible. El Trialogo, aquello que llamamos topoelocutfva,
pu ede ser pensa do camo la estructura profunda, la mas profunda
(y debemos precavernos -recordan~o a freud~ de ·los térm,\nos
que convacan figuraciones, diagramatizaciones (Peirce), t6picas que
son s6lo t6picas, camo el espacio doméstico (heimlich) donde se
~ ~ '
soporta una ceremonia privadîsima, lugar del ritual del parenteco,
de la PALABRA camo interlocuci6n ~dîpica que induce a la con-
gruencià de una formaci6n hist6rica y una e;,periencia humana
intransferibÎe, fijada en la estructura ar~aica del sujeto: las voc~s
-polifonîa, trifonîa matricial- don de se deroga toda posibilidad de
sentido (lingüîstico) y se instaura el sign,ijicante imperial (la fun-
ci6n 16gica del;falo) camo el diferencial semantico que.marca los
lugares def drama (edîpico) y traza los vectores del discurso (del
•
deseo). Allî donde .laJalta de marca s6l9 puede ser pensada co'!'o
el vacîo de toda representaci6n,o II)ejor, donde comienza ajugarse
el drama-représentaci6n del sentido. Recordemos que Ju)ia
Kriheva, acentuando la t6pica freudiana,Ïntenta dar cuenta de la
' '( ~ 1 '
constituci6n del proceso
1. • .,
de
.
la significancia
• •
y par ende
.
del sujeto:
•
~·
La teoria' del sujeto proJuêSta por la teoria del inconsciente nos permitirâ
leer en ese espacio ritmado,usin tesis, sin poSiciôD., el.proceso de la constitucién
.de la significancia. Pl~JQru:ni~mo._nos introduce~en él,~cuando designa camo re-
ceptâculo nutritive y lnâfemal, aün no unificado en un Universo, ya que Dias
47
 estâ ausente de él. Sin embargo, por el hecho de estar privada de unidad; de no son discriminada s como pares interactivos sino vividas
identidad ode Dios, la chora no se encuentfa menos sometida a una ~reglamenta­
ciôll 'diferente de la de la ley simbôlica, pero que n~ reâliza por ello menos como,pura proyecci6n continua, en suma, lugar del narcisis-
discontinuidades articulândolas provisoriamente, y volViendo a empezar conti- mo absoluto, donde es po si ble enlazar el goce jubilatorio del
"li nuamente~. (cf. "Semiôtica y simbologia", en La révolution du langage poétique,
p. 25) - ' •. . - - -- -- .• ~· :. estadio del espejo, antes de que .el Sl,!jeto pueda objetivizarse
en la dialéctica de la identificaci6n al·otro. Es el apoyo nece-
Las 'posiciones del sujeta", el poSi'cio~amiento del sujeto sario de la investici6n inconsciente que-gracias a la libertad
frente a 'las articulacione s dellenguaje ("Dada la frecu.encia de la energîa condensa los significantes y los desplaza ~i~
~1! de enunciados de topico demostrativo ên las prime;as fra:ses· que se constituyan como representaci9 n sig,nica, ta~ea q~~
gramatlcalm ente construidas, podrîamos adelantar 'que.' la corresponder îa al Pcs·. La·libertad del sistema es constante·
l "Cuando un determinado proceso primario puede desp)eg~rs~
il 'entrada en' la siÎi~axis constituye una primer.a victoria sobre
sopre los elementos del preconsciente , resulta 'c6mico' y pro-
la madre .. .'',-ëf. "No;nbres de lugar"~en Polylogûe;p. 488), la
1
t li
·lleva' a sostenêr simultâne~mente hip6tesis lingüistic~s (el vo.sa la risa" (cf. Freud, S., El chiste y su 'relacùfnc~n el in-
'1· texto como objeto estructurado lingüîsticâme nte, jerârqui- consciente). Y si esta articulaci6n !axa t_ien~ r~glas, Freud
; ·t·
camente) y posidones discursivas (el texto'como artefacto
semiôtico y sistema de relaciones intercÜscursi vas), doride
las ptarc6 nitidam~nte: condensaci6n y desplazamien to. El
fen6pteno de la transposici6n (Einste~lung) ~os·~~;~ite pen-
el peso parece recaer en una homologîa estruttural entre sar un~ formaci6n de ~enguaje (<\entrg de un modelo de Len-
gua) COil,lO isomorfa a la del proces.o p_r.illlario. .. · , •
estratos dellenguaje y estadios del proceso de stibjetivaci6n
sobre la base de las etapas psicosexuales freudianas. E;l dia.Jogo especular, doblado sobre el dialogo amoroso con
Por nuestra edenta, e]·espacio preenunciativ o (el s{.jeto la J:nadre como objeto total incestuoso;-i" '\\\lce la P<?sici<~!f·d~l
,_ '
como' co·relato·de ·]a segunda t6pica) es
•
el
. t
lugar
• •" 1 :l
de la obJ,eto separado, la constitl,!ciôn d!l la alte~idad y por ende_la
archiescritur a donde el sujeto se escribe 'como dial6gico en primera gran alienaci6n ;en el otro. El )enguaje ql,leda, de
relaci6n a la primera gran imago materna, soporte de todas entr~da, alienacJ.o e,~ ~1 d~,seo, p~p~ para constituirse coma
::11
las identificacion 'es posteriores. Este espacio no J'mede' ser tal, cqmq di~çursq, co~o topoeloçytiva -cqmo trama de luga-
considerado significante, pero tampoco a-significante , sino re~ de la elocuc!6p:-;-;d,eber_a soportar 1~ II!ayor catastrofe q4e
operador de la significanci a (a 'men os que la h'istoria sufre la historia del sujeto: la ca~traci6n, entendida como el
traumâtica del sujeto Jo destine a la derogaci6n'!i ngüfstic,a régi!'len de la· bey que,permite la constituci6n del sujeto como
esquizofrénic a, al silencio catat6nico, o ·a la potenciaci6n iJ?.terlocutor viable a través de,su entrada en el campo sim-
;,egalomania ca del' apatato interlocutivo exaltado en el de- '1 b61ico ponla circulaci6n del Significante.f alico, pasando d~
'!irio paranoico), lugar donde el' objeto esta ausente·y ;;_o ' pet- dialogo a trialogo. Si la lengua es materna, ei discurso es
.
mite
t
la distincï6n entre Jo simb6lico y Jo real."'Este
0
espacio paterno, Y el le11guaje, como el falo, debe ser recibido dos
r _,._,.
"
a
no sometido la ley (simb6lica)·e s homogéneo, indiscrinii- veces para que se constituya como tai. El aparato formai de
nado, continuo, no estructurado , sin bifurcaci6n y por ende la interlocuciôn ;régimen matricial'del• lenguaje, sera siem-
''li
~s'in ~elato posible. No" esta estru'l:tür.adQ- P§J'O si someddo al pre una estructura fragil e . inestable (siempre unheimlich)·
orden• de la pulsion liberada, donde demanda y·satisfacciÔn . pronta a recaer ·en ·la regresi6n esquizofrénic a o· en la for-
; ~--·'"""' • • • . J.- ..'";~ ..; ~ J clusion psicôtica. Emergente de la Jucha er:tre·N~r~lso y

48 49
 Edipo y sometida al combate indesfructible de Eros y
Thanatos, es, no obstante, el lugar, el unico lugar donde el
signifièântê.puede, atentando contra si mismo, es decîr, re-
t gresando a la literalidad absoluta, renegar de la ley paterna
1 y alienarse -como texto'-- en-la ley salvaje que mas alla del
placer escribe el goce de la escritura sobre el' borde mismo
de la muerte.
Esta topoe!ocutiua se ordena seglin los siguientes ej_es:
'-registro asimético de una estructura de relaci6n no con-
j, tractual;'
-pianos asint6ticos, de doble asintotismo, entre los !uga~
res de la emisi6n· y de la recepci6n de los discursos de los 1
sujetos implicados;
-inaugurando el texto de un intradicho de un interdicho
que se convierte en entredicho~ es decir, un equivoco sustaiη
tivo, substancial, es decir, fundante, que evacua toda posibi-
lidad de concordancismos exegéticos ·o hermenéuticos. ' ,
, El acto autobiografico sobre el que reposa el texto
autobiografico origina la escritura de la vida de si mismo/de
·é! mismo. Si es una escritura del Yo, ese yo de la escritura es
producto de una constante vacilaci6n entre el Yo aut6nomo
(yo literario: yo autor/-yo narrador/ yo personaje)•que cobra
figura de consistencia y el yo escriturario que ~se ausenta.Y
si es evidente que este ras go es comun a todas las escrituras
del yo (diario in timo, memorias, cart as, autobiografia· ficti-
cia, novela biografica),-lo .propio de la autobiografia es au-
sentar al·sujeto de la escena de·la escritura ocupada tota-
litariamente por elyo condensado del autor-narrador-perso-
naje. El·imaginario escritural' de la auto~biografia produce
esa densificaci6n del yo que se simula continuo en una es-
critura que por definici6n ~camo toda escritura,- es pm;a dis-
continuidad. La continuidad de la presencia del Yo imagina-
rio que subsume al otro especular y desaloja al Otro simb6-
lico (!o niega.en la autobiografia o en los recuerdos de infan-
'50
ci a, Jo potencia en un Real jrreductible e1,1la~ Confesiones, o
!o-constituye como Ley Absoh,~ta de l_a Causa en las Memo-
ri~s), se ve interrumpida par sucesivos cJ,e~garrones' ~n su
iml\gen, desgarros por los que el otro se J:lace oir: donde se
situa una consistencia tarde o temprano se hace oir la dis-
continuidad que la soporta. En la autobiografia esa discon-
tinuidad tiene un nombre: la memoria y su fundamento, el
olvido, otra forma de .la pequeiia muerte. La muerte por la
esc~itura inaugura la vida de la litera tura. De ahi que escri-
bir; no importa qué, siempre _pres el)-ta obstâcl!-IO~, por ~sa_
impo~ibilidad de renegar del Yo e1,1 el rr,lismo IJlOmeryto en
que ~ste se convierte en el soporte deJ sujeto.
El acto autobiografic,o se instaura Cl!-!ii,ldO ~) yo e,gcrib~ Sl!-•
biogr~fia: Jo biografico de la autobiografia. )?ero cuando el:
yo se escribe a si mismo como otro originando el acto autq-
biogr~fico, adviel)-e un hecho singular que trastorna el con-
trato de escritura: no es otro el que se aleja como él (camo
Ter~e~o), es yo qui en se dice como él..Esta singularidad, qui-
za. Ji~ica y por ende fundante de la autobiogr!!fia, que podria
. ' -
se_ r formulada axiomaticamente en la !6gica del sujeto:
"Xo· se escribe a si mis,Hlo corrto otro"
se transforma en
"El (se) escribe al (en el) otro COII)O si mismo"
La extraiieza de Rimbaud: «Je est un autre•, presupone la
extraiieza del suj,eto que.!leve como-otro de si mismo y es la
premisa de toda e~q·it1,1ra ,del yo. Pero la form.ulaci6n auto-
biografica complet~ es )a que p~oponemos: aque!Ja que mar-
ca la profunda eJ<terioridad del sujeto en su ma/'iii!a interio-
ridad que in,stau.ra a s;u~propio y~ corna otro, co mo ,él, coqw
objeto, en el propio espacio de su escritura.-Que ese otro re-
torne de~de algun lug~r, y ese lugar sea Jo Real, n~s permit':
51
pensar que las formas extremas de esta posicion subjetiva,
las confesiones, y quizâ los recuerdos de infancia, se insta-
len- como el Otro radica!mente extrafio en la potenciaciôn de
la interlocuciôn paranoica. Las confesiones 14 , ante el Juez,
ante el Magistrado, ante el Sacerdote, ante el falso si mis-
mo, ante el Lector, todas figuras de la Ley, son posicio-
namientos -al decir de Derrida- ante la Ley. Esa ley, que
prefigura·y confirma ·la ley del intercambio social, es tarn-
biên la Ley del Texto: el texto hace la ley ante el lector (el
crftico) y en las confesiones -donde la Voz hace ley de la le-
tra- se·pone en evidencia precisamente la confusion entre
la ley de la Vida y la Ley del Texto, entre aquello que hace
funcion de Real y lo Simbolico ... Si la ya larga pero ·aètua!
teorizaciôn sobre el desdoblamiento (los desdoblamientos) y
la dia!éctica del sujeto cuestiona el autos de la autobiogra-
fia, nos·interesaria reparar ahora en el resto del sintagma:
la bio-grafia. Por ende, y en principio, la autobiografia no es'
mâs que una biografia: la escritura de una vida que por su
sis tema de expansiOn y retroacci6n puede alcanzar a si mis-·
mo, al otro, a Todo el mundo, como Jo pretende la formula de
Gertrude Stein, esa descubridora -como todos Jo sabemos-'-
de la mirada de soslayo y de la alteridad de (en) la esc'ritura,
contemporânea de Bajtin. Pues junto a la disolucion del yo
imaginario puesta en evidencia en nuestro trabajo como
fundante del acto autobiogrâfico,la biografia de la auto-bio-
grafia pone en relacion la escritura del byos con el cuerpo de
la escritura, y valga una vez mâs la vacilacion del genitivo
objetivo y subjetivo, y por ende, con la muerte. La muerte es
el horizonte que define la vida. Un a grafia del Byos, un a es-
critura de la vida, solo es pensable en el hdrizontte -a veces
no confesado- de una escritura de la ihuerte, si es que esto
es posible. Por eso, J. Derrida en su "Àutobiografia de
Nietzsche" instaura la tanatologfa como el espacio donde se
inscribe la escritura del byos. i,Es obra del azar, o de las le-
yes regladas del azar, el que la autobiiografia se potencie
52
. ' -
como género literario en el siglo en que los discursos de los
géneros y las especies permitieroil el entronizamiento de la
filogénesis, que perduraria a un en Freud y en Nietzsche bajo
la figura de la genealogia? ï,Es la autobiografia una respuesta
a la pregunta por la bio-grafia· de la especie humana? Si el
reconocimiento del Yo maderno a partir de Descartes, sepa-
ra la autobiografia maderna de las vidas y autobiografias
hagiogrâficas, seglin lo demuestra Paul Zumthor (cf.
"Autobiographie au Moyen Age?", en Langue, texte, énigme),
el problema de la evoluci6n de la espécie coloca a la autobio-
grafia en relaciôn con ia letra del ii~aje humano que ·vern os·
florecer simultâneamente en el folletin, en las novelas de
familia, en los delirios de filiaciôn y autoengendramiento de
los locos de los .siglos XVIII y XÎX y nos permite poner en
funcionamiento nuestra categoria de cruza textual: La evo-
lucù5n de las especies de Darwin seria una respuesta a las
Confesiones de Rousseau. Si sostenemos que la autobiogra-
fia mâs que cualquier otra escritura se inscribe a partir de
su relaciôn con el cuerpo, ~1 cuerpo de la letra, y por ende
del acabamiento de ese cuerpo despojado, resto definitivo que
l!amamos cadaver, forma materializada de Îa muerte en el
delirio biolôgi~o. es porque ese cuerpo -cuerpo de la obra y
cuerpo del sujeto::_ tiene ·en la autobiografia una posicion muy
particular: es sôlo cuerpo r-ecordado, cuerpo olvidado y por
lo tanta cuerpo reinvestidÔ en la operaciôn de recuerdo de la
pulsion de escritura. El acto autobiogrâfico es simultanea-
mente acto de escritura y acta de nacimiento de esa escritu-
ra: toda nacimiento -figura de origen- renJite siempre a los
recuerdos de ese nacimiento. A menu do los Il am amos recuer-
dos de·la infancia.
••
53
Los recuerdo" 4e la infancia
El olvido freudiano es una forma de la memoria~
su forma misma la"mâs precisa.
7
J. Laca/z~ Semina'rio Xll
Problemas crucialès para el psicoanâlisiS.
- Texto no revisado par el autor
.. .'
Los recuerdos de infancia no forman parte neces'ariamente
de la autobiografia. De hecho, si nos ~tènemos a una percep-
ciàn de los rasgos pertinentes 'ëstab)ecidos por la~ clasifica-
J •
ciones del género podriamos du dar. N uestra posici6n es la
siguientë: consideramos que loS recuerdos~ ' . .
de infan~ia cons-
tituyen la esc ena arc ai ca, prim aria, pJ;iffiitiva, que fun da, el
acta autobiogrâfico. Por lot;anto, no Jlabria autobiografia sin
esta escena arcaica. 15 c·Omo tal, esta escena implica su pro
1
pia busqueda. En el recorrido de es a busqu.eda es .donde se
produce la escena arc,aica. No es ~olametite un efecto de à
posteriori fun dante de toda TfC\lerdo; sino que es escena
alucinada en la repetici6n_q.ie l'! ~scrit~ra 'producé en es a
busqueda. Generalment~, luegq de encontrada -solo se,en-
cuentra lo que y a se conoce- :s~ re"v~la co mo ·el dispositivo
.... .... ' ~
secreta del deseo de la escritur'\. Su_acentuaciàn de fijeza,
de cuadro, de episodio,.estâ, dada por su valor de.aconteci-
miento. Transtemporal; gen~ra.Ja temporalidad ·de la" vida
r - - -· ~ ·•
escrita y es la temporalidad de la escritura. Enunciada·con
la fijeza del fantasma ya no puede.se~ evitada: la lu ch,;: co;,s-
tante contra. el olvido nos sugiere que el olvido no es.!'à con-
trapartida ,;i ~1 efecto del recuerdo, ni siquierà.su figÙra 16-
~ "" ~ ~
gica antitética, sino que el olvido es fundante d~ la fi\el!l.<J·
ria. La escena primitiva funda en su retrospecciôr:t la c<:>p-
temporaneidad del acta de escritura de la vida con el acta de
recordarla en funciàn del olvido necesario para reconocerla
camo tai. La forma retàrica que la soporta y la construye ,es
5,4
el episodio." Este epïsodio.-verdadero constructo.del.rela-
to- sobreviene -y es el nombre que le conviene de acuerdo
con su .filiaci6n ret.6rica-~en. el texto .. camo espacialidad y
camo temporalidaii. Camo espacialidad sobreviene coma frag-
menta recortado (es una heterotopia en la isotopia escri-
turaria); como temporalidad, sobreviehe camo reveûzci6n, es
una heterocronia en la isocronia ..textual. Dé esta heterotopia
y de esta heterocronia se.nutre el.acontecimiento de la in-
fancia: aquerqùe hecèsariamente existe para cumplir la fic-
ci6n de pi-incipio êii el:texto y.en el relata de la vida. Cuando
el texto no prodüce motiva de la causa .no puede funcionar
camo autobiografià: aqui la·ficci6h cohstruye la legalidad del
texto autobïogrâfico. La- ëscena prim aria es aquella simula-
ci6n de· la m'âquina programadorâ, o si' se quiere del- engen-
dramiento, simulacro de .p-roducci6n, simulaci6n. de fuente',.y
por ende, de enèrgia.,escrituraria .. Sostener que toda· auto-
biografia se eséiibê pârâ· sostêner-,y sôstenerse~en el' episo~
dio, Seria ex·cësiVo, pëfo~sil.fù.ftci6n:de.causa la instaura: a)
camo origiiiaria de là escritura; b),como originaria·del suje-
to, y c) comb originarüi del acto:dê record ar. .. l -. ·
En las Memofias·~la recôtdaci6ri~es·precisamente memo·
rialista se fùiide el tecué'rdb.de .la historia· subjetiva. y su
vèrdâd. ~sîquica cori el"recuerdo:de la. Historia y su·verdad
hist6ric'a: las Mêmoiias genei'angrande's hombrés, verdade-
rds personajes donde,aûtor, persohaje y riarrador:son ab sor'
bidos por el aéohtedmiènto de ;la Historia ... El recuerdo de la
infancia en la aiitobiogfàfÎa~·que es también.una "teoria".del
coniiehzo, y la infância pririügénia· del recuerdo, subsume al
au tor, h'arrador. y· personaje" en su .temporalidad.retroactiva
do11de ·se. enigmàtiia .la wacilaciàn.entre .aquello:que desea-
mos seî: (ahora),.aquello.que.deseariamos ser..(en,eLfuturo)
y aqûello que 'desëamos:haber. si do (en.el pasado). ·Las Me-
morias:fundan un:sujetô que no vacila: afirma y simula·acti-
vamentê escribir la;verdad de los hechos;cree:recordar . .todo
y de· toda, Io .mejor;.lo mâs ..provechoso para: el'·relato ,deJa
55
 v<)rQ.açl; L!}~memoria de la autobiografia, al• mismo tiemp'o"
q\1<) recuerda-(remem ora), oscila entre el recuerdo ericubri-'
dor, el- deseo de saber, la magnificencia ·y la atrâécién dé H1t
caus_a~y el poder diligente de la escritura: cuaiido.rememo'ra
comienza·a al vidar. "-
,Freud nunca.estableci6 clarament'e la distincién entre ol-
yido y represi6n. Las divers as alusiones que apareceù eû sus
textos siempre:los vincula pero nunca los confunde. Es evi-
dente_ que,-en·el·plano mas general, tanto el•olvido·como la
repr_esi6n son constituyentes del sujeto diyidido, 'de ·la
Ichspaltung freudiana. En un "Trastorno de la memoria en
la Acrépolis" (cf. Freud, S:, Trastorno de là meni'btia en la
Acr6polis, OC.; tomo II, p. 754)·esa division aparece riitida-
mente dibujada entre el sujeto:que:enunc ia su duda y'el su-
jeto que descubre este· enunciado y Jo critica (funciéh
superyoica): lo que se. veta (las ruinas ·de la Acr6polis) ·no
podia ser objeto de duda." Sujeto'de la duda -sujeto ihcré-
dulo-: el que .ve, :sujeto de la renegaci6n de la duda, què no
hace mas que confirmarla (ese- sujeto cfue record ab a .haber
1
oido). Mas alla. de la· oposicién ver/oir (prêsencia/ausèri èià
i en el recuerdo) vinculada al acto de iememoraëi6h,-lô '"que
1! podemos verificàr.en el texto de· Freud es ra nëcesidail 'del
! ,Ill! Yo ~algo·en el yo en su relacién con Jo·Real- de exteûdér la'
,'Il
' conviccién hasta Jo inconsciente:·Aqu i el yo del sûjetô-·posee
una fuerza~increible, intenta dominar, cercar, invadif la
bordura inconsciente ~el olvido·quiza se a es a bord ura- para
1
que el desèo inconsciente (visitar Atenas) sea un cui:iiplimien:
li
to de deseo (estar·en Atenas) interceptado'por la- dëce"pêién
(estar en Atenas' vista no es la Atenas'oida en hi mefuo'ria).
Vemos aqui"el pp der. de sostén alucinatorio· üêl desëd que
posee "el' recuerdo y por ende el cuestionamiento de uha fé(l-
lidad siempre en felacién asintética con:la verdad. Si h'i'e-
lill
presién retorna, el olvida conserva. Extraiia paradoja: no iis
la memoria·Ja que:conserva, sino1el olvido._El olvido es la
condici6n ,légica de; la· memori~ y. de su ·rememoî-aëi6n y' ini'
56
efectuaci6n tiene una condici6n imaginaria quiaSmâticâ:'
cu~ndo mas se quiere .recordar mas se olvida, y cuà.ndo rn liSt
se olvida mas se recuerda. El· sa ber del olvido es saher'de
repetici6n, como el de la represién, pero err el nive! de ÎoSl
urteils freudianos, su marca es siemp:fe enunciativa yr
denegativa: nadie sa be qué:reprime ni q'ûé cos a reprline pero
todo el mundo sabe qué olvida aunque 'no sep a qué côsa olvi-·
da, generalmente un nombre propio, pero también el nom-
bre de'la Have, o el nombre del objeto. En•el J:noménto en que
recordamos el nombre (en sus propiedades de nomina-
lizaéién+localiza cién+determinatié n) encontramos el objeto.'
Lo qûe el sujeto dice cuando se hace cargo de su olvido es Jo
que dice eLpaciente de Freud:''En verdad, siempre he sabi-
do todas estas cosâs, sélo que las he Ôlvidado": es, el sa ber
que se Hama casi gozosamente:1ten erlo en la punta de la fen-
gua, camo una malicia de la lingüisteria .. El olvido, en la
autobiografia, genera la escena primitiva -que s6lo es tal
porque ha sido olvidada, record ad a~ que genera la memoria
del èomienzo. El comienzo es' la fo'rma que cobra• la titopia
invertida del-sujeto: pone en el pasado aqueHo que no'puede
re aliz ar en el presente pero que desea y que ya no espera eri
el futllto. Nadie eScribe Su··infani::ia ên su infancia, Siempre
se la escribe -cuando ·se .puede-'. en la vejez ..EJ•infante no
puede escribir la infancia porque no.sabe nada de la infan-
cia: es un sa ber iinpôsible:porque toda via no ha sido olvida'
do. El olv·ido, a diferencia de la represién que esta regida
por el prihcipio del·placer-displac er, esta determinado por el
goce y por lo tanto.es Jo ·unico que puede fundar la
tanatograftd y Jo biogi-afico de la autobiografia. La repre'
sién no rige todas las opei-'acioiies légicas del. calculo del su~
jeto Y por en de no preside la vacilacién de la certeza del mis-
mo. El olvido -co mo borde de la represién--en el senti do to-
pol6gico del término• -es decir como envés refractado de la
represién- cauciona el sis tema de los enunciados légicos del
sujeto qùe constituyen el campo ·de su verdad. En contra de
57

',, es.,Q§ il!i_cj_os no atribuye ni afirma nada: es el negative abso-
! lJ!.t.Q d<iUilicio, y por ende vinculado a la muerte misma dela
V'l.rdl).Q.~ el-olvido totaJ -absoluto- como quimera del sujeto
esta cop_tenido en la gletheia del sujeto: es su coraz6n mis-
mo, su·~entJ;o, letheo.s.
qlyj_Q.'!. -y~saber: !l)'sconocimiento. que se instaura como
saber del sujeto en el IJ!Îsmo mom.~nto en que se recuerda.
El recüerdq fun da _el olvido:decüimgs, de la misma manerà
que el olvi<).o funda la_ memoria.:
El doble fundamentq del olvido se inscribe en el-enuncia-
·do del sab_er del sujet 0 (saber/ no saber) y el saber del objeto;
aqùello q1,1_e se recuerda·no coïncide con el recu'lrdo·(decep~
ci6n) pero co-incide_(c>le conjuntamente) con el sujeto desfa-
Hecido por. el' olvidoc:_Y §l ehlvido fuJlda la posibildiad de la
memorià_es_porque el suje~o que se Hama a si mismo yo (nun-
ca otro me Hama yo); en \a;construcci_6n y la presencia aut6-
noma del sujeto yo se de_svanece en el fading permanente· de
eso que fui, creo -haber •sido, que cre9 ser toda via. ·La repré-
si6n y el retgrno de)oreprimido cre.>ln la dimensi6n de futti-
ro en la.repetici6n pero no la incluyen en su dialéctica'.''El
olvid~ y el memento <lê la revelaci6n, en el sentido ·que
Klossoyskile da a este término en Ni!'tzsche ~el olvido, cre·a,
1.,:
funda•y,'funde el futuro como horizonte:actual del presente-,
. Si.olvido J_o que he si.do en el memento en que la presenci\1
Il ' li
se me revela_ como_lo _qg'l. soy (y-fui) en el pasado, también
presupongo ·-presuposiçiqn co mo •ef~cto 'anticipatorio, pero
también como presunciqn del sujeto-·que en el futuro seré
ese s'ujeto. en falta, es,e §Ujeto a•pura p.érdida del saber de
pasado y ïi<il sa ber de futuro. El olvido !'os révela gue la•iden;
tidad esta perdida dé'entrada·y que ~1 sujetô·,.se extravia en
la selva de las identificaciones. _ • ··· · ca, la de Schreber, pongamos:por cas~, J:i~blan de. ese olvido
i,Cual_es'la·funci6n del olvido? '~ ··•·
·No se--olvid:.~ lo necesarto, se-olvida lo que se desea>Ê•da
fuente y condici6n indispe!l§a!Jle· para que la me.moria se
revJ!le ,en el_recyerdo y tfan~forme la üt~ntidad de aquél a
•,
58
quien se revela como olvido. El~blvido s6lb së revela a si mis:
mo como olvido. La represi6n se revela como aqu~Ho que se
reprime y vuelve eri el retorno des de el otro. No hay retorno
del olvido en el olvido. En la represi6n se inviste el eterno
retorno de lo Otro en lo Mis mo y por en de la repetici6n fun-
è.a ~a l6gic~ de la repres)6n. En el olvido no se juega el pro-
blema de lo Mismo y lo O~ro, el,olvido es pura instantanei-
dad. El olvido se olvida rapidamente: ése es su.fundament'o.
Si la escena primitivo es producto de la l6gica ambi~alente
(no bivalente) entre amnesia infantil y ~nam'nesis ' ' ' la
anamnesis, en la· autQpiografia,_ coïncide con la revelaci6n
del ~ec.uerdo. Loque el syjeto de la escritura sa be, es pue"std
en el pasado (es un saber del pasado y en pretérito perfècto)
y se impone como revela_ci6n -como episodio~ en 1~ e~critura
de lo biografico, 'es siempre algo que se su pane v..:elve del
~
• • '" • J r "- '
secreta pasado mfanttl y el pasado s6lo es secret0 porque se
olvidâ. En el, acto autobiogrâfico yo ~e e;,tera qu,e e'ra otro
distinto del que es ahord,-por haberlo olvidado. El saber ol-
vidaclo por el. sujeto me convi~.rte en otr~ cuando 1me' lo''r~~e­
la la escritura primitiva de ese pas id~. .
Rou.sse<~;u escribi~
· • · '· •
S'eg)Î_n Starobinski, decide esc;ibir y sus
Confesipnes par"! ~desaparecer, para ause;,tarse (cf. St~ro:
binski, ~-~ Jer:n {acq~es Ro'fsseau).IJ~ quiza ja figur~ci6n de
todo escnto y el e'!ves de, todo fan~as!!'a· L.a au~obiografi1a se
espesa: s~ hace p~ra est~fa de\ Y'?·.P~ra ev'!-!'.uar. al suj\'to y
ponerlo \]-' q1stancia. Dec1amos, el Yo se instaura coma El en
SI! afan desmesurado d~ ser o~jet'? puro, toda 'abjeto si~ 'nada
de. ~ujeto. La memoria es su sostén p~ra crea;. un el~mento
de contin11jdad en el,pasadô y ~nel futuro. El recù~rdo lo
a~imenta y el olvido la fu!'dam~;..t.~, .disoluci6n imagin~~
La
na del Yo -los Y,O proliferantes-de,laautobiograf'ia paranoi-
~undament~l-. ~i Fr~ud ~incula ~l _pivi~o \Il ;~'!'bre p~~pio
1 1
s porque, i!,Un des de el htulo, la ,autobwgrafia recuerda el
nombre propio paia alvidar el'N~mbr~· dèl P~d;:'e. ~·~
1
59
 Todos los nombres el Nombre ~ ,·. gin aria que brada incesantemente por la reaparici6n, de ·lo
Real del byos (la es cri tura del cuerpo escrito) y por la mono-
Todos los nombres de la Historia son en el fonda yo. '· tania del Significante (determinaci6n simb6lica): en· ese in-
'l
1 tersticio se escribe el. Nombre Propio camo: ,
Nietzsche, Carta a Bürchhardt, 6 de enero de 1889. .,J -) suma de semas diseminados que constituyen una uni-
~ l
' 1 dad de escritura-lectura: una lexia privilegiada, lugarde una
Tanto Philippe Lejeune desde su perspectiva textuahsta
""' • ~ 1 .. • • economia simb6lica, lugar de un espesor·del sentido que
pragmatic~a, como Jacqul:)~ ])et;rida desde la visi6n gel}ea-
indicializa ai autor, al personaje, al narrador.
l6gica, tram an al N ?mbre P:opi_o co mo motivo, o co mo figura -) una congruencia imaginaria entre el Nombre Propio
de motivo, en la autobiografia. Lejeune arroja una f6rmula
del personaje-na,rrador·y el del Au tor que se presupone sa-
cautivan<te:."El tema profundo d~ la autobiografia es el nom.:
porta el relato y lo autoriza: régimen de una juridicidad que
bre p~_opio:, <lu~e_, sigui'endo paso~ derridian~s.~~biera_~ran~­ se instala entre lo Imaginario y lo.Simb61ico.
formarse en "La biografia profunda de la autobwgrafla es el
' ._, -i j-~ ' • '" r • -) una marca diferencial, demarcativa, pero también
Nombre'Propio" y siguiendo nuestros propios p~sos, con acen-
vocativa, de eso que en el texto designa a un autor, y en el
tua~i6n lacaniima: "La biografia profunda ae la autobiogra-
caso de una autobiografia, también a una vida.
fia es'. la escritura"
..
d~l
l:
Nombre Propio para ejecutar 'el. ~ -) como el rast~à de una sustituci6n de otro nombre, el
borramiento de los nombres del Padre". • Nom"bre del Padre, donde se origina su insistencia metaf6rica
Seglin J;.)'j~·une ~la autobiografia provocar~a una ver_dade,-
en una cadena de significaciones que aluden a Otros textos,
ra cascada de indices identificatorios del Nombre de au tor
otros linajes, otras filiaciones. _
que se inscribe co mo l'{ojnbre r.ro~i~ en' el ~e:rto ïê~o~vi~1.~o -)el Nombre del Padre, los nombres, remiten por ende a
la· identidad del nombre. Esta postura nos provoca mqme-
los ancestros textuales que hacen· la ley del texto y ·que se
tuà. Laid.entidad- auto~/ Nombre Propio es una con-;tifuci6n
--- r: . - .. .......... ., ~ rememoran y olvidan en el acto de la·escritura.
imagihâria de~s.a identidad, por 1\'. que el nar!_o:tdor.cr.ee ~7r -)la autobiografia engendra simultâneamente un delirio
~-1 mi~ino ~..ada. vez~que~ ~e ...en~;;.~_ia,_ co~.o Yo en un_a e_~un,.~ia~ de filiaci6n y nacimiento e incluso de engendramiento, de
ci6n que a todas luces provoca un dehrw de la ub1cmdad. no
auto-engendrami~nto textual: simula que el texto cuenta una
'sola;,ente ~s 'yo en èada 'p' âgirla, si,;'o que es" yd-t6. ~uando
"' ~ ' ' ... : .....
convoca al otro (lector 0 personaje), yo-nosotros lU,!'lUSIVO "'n
'. .. vida y olvida a. los pailres textuales: el,texto autobiogrâfico
> ~~, .. ~ posee una intimidad"textual absol\!ta, sç"reserva a si mismo
el caso de un a pluralidad fraguada, yo-ellos, en una terce,ra en el espacio di;cursivo de"l niundo propio. La autobiografia
persona que simuia un inter-imposiblê. En_t;s·t~'~n~nciaci6~, reniega -o simula renegar~·de la copia de los.textos que si-
el nombrarriiento .;.·a a ge~erar ~e~garr,ories, Ver~ade~~~~g~­ mula la copia de la Vida.
jeros por, ,l?s que se eya;u~ el Yo: se 1~ desti_tuy~ de ~s.u -) la·autobiografia que se soporta sobre el Nombre Propio
pl.e~ipoteilcia, ;paro1iândolo co mo ot7or· c!~ _s~ ~m~smo, ~
'objeti'vandol'i> esquizofrénicamente en las cos as de]_d15>~o _q?e
1 para olvidar el Nombre del Padre, puede negarl!' (an6nimo),
suplantarlo (seud6nimo) o desmultiplicarlo (heteronomîa).
se'~ntrevé~ .;;{ ~1 decir. No hab;ia entonces reâl congruencia En el régimen de la ley textual -del Otro tex,tuab lo gue
1
entre ~1 ~ar~ador ., y el ~;rfante, s6lo ~na construcci6n)!"a-
~ ~ . . la autobiografia niega es la pre-cedencia de otros tel'tos, los
1
[! . 60 61

~""'
~
;•r
olvida para ..inscribir el espacio de su propio nacÎI,I).iento ori-
ginal: simula un origen para convencer del simulacro•del
origen• textual. Los textos se originan en mi: yo say-su pro-
pia historia o la historia de los textos coïncide con mi histo-
ria. La autobiografia es aquella escritura que fundaésu pro-
pia linaje o qué simula creer que ellinaje textual coniiehza
con ella. Para lograrlo actua la formula brutal y deslumliran-
te de Sarmiento. en Recuerdos de Provincia: "A mi propio li-
naje me sucedo yo", en don de la fuerza enfâtica de Yo des-
mien te la realizaci6n iconica de ·la frase que va de la proge-
nie al individuo. Sarmiento no se siente hijo, sirio padre•de
si mismo y de su propia pro genie: ese. efecto es efecto del
acta autobiogrâfico. La megalomania sarmientina pasâ par
Un deJirio de filiacion invertido: no SOlO la COJ}StrUCCÎOn de
un~ genealogia mâs o menas fabulosa que Jo vi~cula a la his-
toria de sus primeras padres -los proto-padres- fundadores
de la Pa tria, sino una inversion de ·la genealogia don de el
ultimo término es el principio. Tarde o temprano toda auto-
biografia genera un mita de familia, pero al wismo tiempo
una pérdida del sujeto en la ascendencia dellinaje. Linajes
del recuerdo y recuerdo deJ·Jinaj'l, el sujeto se recuerda en
el ante-pasado de los otros pero. simultâneamente se disuel-
~·
ve -se olvida.,. en la perm:mencja de ese pasadà ose pûlveri-
ili Ill: za en los nombres de la Historia. Si para'Lejetine existe una
incompatibilidad profunda entre Ja·vocaci6n autobiogrâfica.
1
Y la pasi6n del ·anonimato, es porque ùejeuiÎe no reconoce la
divisioœconsustancial entre el sujeto'del individuo, del uno
•especularizado en eÏ ~tr~: y el sujeto del,Ofro fundador;
jeta d_elg<{ner'!.hùmano, sujeto.de y. a la Paternidad del Nom-·
bre que Jo funda y lo articula camo ese sujeto que llamamos
huma·no. Un puro sujeto al otro no seria mâs que·un sujeto
representante del: otro, un sujeto. anonadado en el Nombre
Paterno, es alli donde alcanza su.reconocimiento pero tam-
bién su anonimato.• El acta de la procreacion, el acta de la
'creacion, tiene algo de pr~fundamente siniestro, pue~ ·~ons-
62
tata la ·aniquilacion del'· sujeto ~n la serie infini ta de ·la as-
cendencia y la des~endencia, en el anorlimato de la especie:
Par eso, 1~ autobiografia debe escribir de alguna maner!lla
P,ropiedad del nombre para no alienarse en la impropiedad
del nombre de la especie.
Si el seudonimo -el seudonimo siempre contamina al Nom-
bre Propio- pro~lama la impostura en el _momento -en que
conocemos su ser de seudonimo, el Nombre Propio proclama
Ja impostura al infinit-;,, pues solo se perfila en aquello que
es la constancia del sujeto, un Yo que di_-:idido entr_!l la afir-
macion de si y el cuestionamiento, entre la recusaci6n o el
reconocimiento del otro, solo puede abocarse a eso que
Derrida !lama: "los tene~rosps asun!os_ de contrato, de,uda e
intereses" (cf. op. cit.) '
., Contr,;to,q~~- C<?,!!'o._h<;mos visto~-s6lo es un inte.!ca~bio
asimétrico donde .l).up.ca se cre~ r"cibir lo qu~ _se _!.la, deuda
que es siempre deuda paterna y par Jo tanta nJ!~Ca saldada
del tod~ intereses n~ camo prima de placer, sino camo plus
çle go~e 'que, s~ in~~rib~_en el· ~o;i~onte d~ la tanatografia:
Quizâ la aut?biografia se_!!·\._a r~cu:;as_i6n imposible de la deu-
da paterna, un inten~o fallido de po pagar los intereses de,
ese contra ta esencial y disarmonico ·a que nos obligan, u~a
vez mâs~ es as disyuncione~· ÏIJ!POSibles: ser ~no en ·dos, dos
en uno, .padres e hijos, como... ~ntes fuimos hombre o mujer.
El fantasma de la lectura deLtexto
--.J,,' ~lA'<~"-'·' F •• ·- ~ •
Se ha di,<;hç_•y ·s~
~_igue dicjen!;Io q)le, en 12-s prâcticas so-;.
ci~!e~ sjgnifica!\~e.S 11-!}m.a'Ùis e~.~vdjolj_litep,rios, teoria lite-
raria, critica literaria, anâlisis y/o IJlJlt.pdologja§ SlJbJ!ecuentes
,-y'samos conscientes de la heter:,ogenei,dad epis~é.!!Ü..C.~ de la
serie que acabamos de ordehar- ha sonado la hora del lee-
tot: Diclio en otros términos mâs especificos, es par todos
sabido qu_e las propuestas de anâlisis de los textos lite':a-
63,
 rios, tanta tradicionales (las filologias y las formas de la es-
tilistica -estética, lingüfstica, estructural-) coma las actua-
les (la escritura coma producci6n, el analisis genético de los
pretextas, la bûsqueda de matrices de producci6n textual
etc.) parten de un presupuesto basico: privilegian al autor'
al emisor, al narrador, al sujeto productor del texto al
enunciante, allocutor, en todas sus variantes metodol6glcas
e ideol6gicas. En un a segunda instancia, aunque paralela en
su formaci6n hist6rica, el fen6meno ae la lectura ha sida
analizadà des de la perspectiva de la sociologfa de la cul tura/
sociologia de la litera tura, atendiendo prevalentemente a los
analisis sociales y econ6mico~ de la producci6n, emisi6n y
circulaci6n de la asi Hamada obra !iteraria, desde la sociolo'
gia estadistica (tipo Escarpit) hasta las formulacines mas
refinadas de una sociologia marxista. Esta ûltima vertiente
se sustenta en una investigaci6n de·los·procesos de prodùc"
ci6n econ6mica en un sistema de producci6n determinado
hist6ricamente para describir, ya sea par analogia, homologia
o isomorfismo, la instancia de la obra coma reflejo ideol6gi-
co de la conciencia del autor o camo producto determinado
Il en ûltima instancia, en la superestructura cultural par 1~
ideologia dominante. Dejamos de lado el seria problema de
la caracterizaci6n del concepto de ideologia y de las relacio- 1
nes entre ésta y la obra literaria, pero queremos seiialar que
esta posici6n, si bien aporta elementos pertinentes para el
analisis de la lectura, socialmente determinada, no alcanza
-no es suficiente en su esta do actual- para produciihip6te-
sis consistentes en la formulaci6n de un mode!o de !ectura
entendido, segûn nuestra opinion, camo el conjunto de los
ideogramas textua!es determinados par el imaginario cotee'
tivo (colectivizado) producido camo condensado ideol6gico en
una situaci6n hist6rica dada.
1. En una primera aproximaci6n podemos adelantar que
nuestro interés es proponer de entrada un a separaci6n en-
64
tre el campo de la recepci6n. de cJa obra literaria (Jaüss,
Vodicka) Y· el fen6meno de.! a· escritura-lectura segûn la pro-
puesta que-subyace, con-distinciones sustanciales, en otros
te6ricos actuales ·(R. Barthes,.J. Kristeva, Ph. Sollers, J.
Derrida, etc.). Esta division fundante repartirfa los campos·
especîficos de un estudio e investigaci6n de la recepci6n ar·
tîstica. La asi Hamada estética de !a recepci6n intenta füîi-
damentar hist6ricamente la-construcci6n de una categoiia
de an ali sis ·camo la de !ectura-recepéi6n, que seria la liàï;e de
la investigaci6n histôrico-literaria. El !lpoyo büsêado en ·la
tradicional critica de'fuentes (ya criticado por·los foflllàlis·
tas rusas) (cf. Shklovski, V.;.!!L'arVcomme procédé", en
Todorov; T., Théorie des formii!istes russes) sé rèaliza distin-
guiendo-entre la apreciâci6n persona! (disposièi6n psiquica
momentanea dellector; valoraci6n subjetiva) y la norfua li'
teraria de la época. La intenci6n de este ti po de analisis es
!ograr una restitzici6n de la nonna estética (nornia liter aria)
en· el desarrollo hist6rico. Esteïntento, valida sin ltigat à
dudas,' no deja de suscitar serias incoilvenientes, de arden
te6rico y metodol6gico. Algunos de elias no son:otros queJos
que se planteaban ya:·a:todo· intenta so'cio!6gico o estilistico
de valora:r (n·o evaluar).la obra. Las~nociones de vtz!or y de
norma siempre han· sidcï incômodas-y no· han podido ser r'e-
sueltas rigurosamènte ni en la estilistica estructural ni en
là lîneà s6tïol6gic·a. L·osfo'rmalistas rusos·y qilizâ sobre toda
M. Bajtfn perlllitiriâri ·una fêvisi6n de estas nociohes posibi-
litando uha reubicaci6n de las mismas 6 Su destierro defini-
tivo del cain po de la' crftica.litêratia. Sin•ehtrar en tnayores
consideraciones sobre esfa problemâtica queremos ubicar-
nos frente a este conjunto de interrogantes ..
1) El campo de '!a leetura, camo 16. entendemos, no se su-
perpone ni congrue necesariamente con el campo de la lla-
mâda recepci6n.
2) La operaciôn..llamada !ectura, superando sus formas
empiricas, no es mâs que. un acontecimiento sincr6niCo a la
65
 oper aci6 n llam a<la escr itura , segq pla prop
uest a,fo rmu lada denc ia con~la. de.Ja lite ratu ra. La escr t'tur
por ,J.. Kris teva (Pou r une sémiol'!gi.f! des a no es ahis t6r'i ca
para gram mes , Op.
pero pued e·fo rïnu larse eLpr incip io de que
cit.), R .. Bart hes e!l casi toda su ob~
a (cf. S IZ, ed. cit.) y sobr e los mecanismo~
todo ,_seg un Jo prop one la practic~·escritu de prod ucci 6n de lectu ra-ê scrit ura: son tran
raria cont emp ora- , shis t6ric 'os;c 6mo
neal que, _en sus _!ines geners;tles, r~ryelarUn los del'I ncon sëien te·;· o1os de la Ideo logia :
estad io·-n aréis ista
(esp ecul ar);d e la_ es cri tura funda~o en Ja c) El estu dio de la liter a tura sê cons agt'a
mos t;aci 6n de su ~a los obje tos y
pro pia prod ucci c)n-r eflej a manife~ta_ndo una cate gorf as gene rado s por un mêta !éng uajè
c9ns ta_n te reve - . 'Î1 ·(e!- •de la'critica~
laci6 n .de los lingje~_y las genealogi_qs liter estu dios litêfârios{etè~): Valo r,'siS tema ;
oDfa ,c.au tor,ë ol-pu s,
aria s. Acla ramo s :1 .
que.esta:p~stu!a_ci6n no sign ifica ag. otar )a _sign peri odiz aci6 ü, etcé terâ .
~
,text o.en sucp ropio refle Jo esp_ecuJar de la)I
ifica_pi6n del ll 'd) El anal isis 'de'· Ia:ëS critu ra'en tend ida
. n

como·· el· proc eso

... • Ill •

terat~~a (htpe r- 'l

liter atur a); SQIQ desc ubre un f.!l!l<;Jonamie de lectu ra-" êscii tllra •îro .. pued e c"<nistrUir,
nto espe cific o de ' a. men os dere ntra r
la escri tura· qu_e .se sena la COIJ!o:dominante_ en una prof unda ·'con ffadi ccî6n ·, hi gene rar"
pero no como e'!'- ûn meta leh'g uaje :
cluy ente ., L~_s §_ustancias liter~r.iE!!' cons ider el entr ama do, la tram a, de la lectû ra'es critu
adas menore~_, ra, pose e un solo
popu lares ;mar gina les, subli!erari~, géne ob}e to're cono cib!e en sùs êfec tos: ese obje
ros men ores , dest e- tri se llam 'a Text o
rrito riali zada s en un aber rant e racis mo liter (cf. R. Bart hes, "Le texte .l De là théo rie
ario; pQd rian· ser à la rech erch e"
reub icad a; e!J. ~~ta perspecÛv!!_(f~~ra•de los Com mun icati ons N" 19) M -
siste mas liter ;. '

rios axio l6gic os) como altal l!.en tJ!_r eleva ntes e) Por êiide , la le"ëtura, Inse para ble dê:J a
de .esta s form a' escr itura , solo
cion es.(c f. el tppo ,s'_d el)in aje y gell inaj e liter pued e enco ùtra r sus limi tes (y'p"o-r".Jo tant
ario, t)n·e l folle - o su cons tituc iôn)
tin, ,por ejem plo,; o;en ·la nqve l!! çomo. auto en la prop ia oper aci6 n dë textu aliza ci6n
biog rl"fi a fictici~ (la·p uest a en esce ,
segu n·lo· .hem ps post ulad o).; na del' lexto -la pues ta en esce nà· de la !eêtu
~-· ·- ra-): Su teor fa
la teor ia de la !ecturi:t, es inse parà ble
-~_3).Esta post ura_ impl ica r'!,C'?I,l.QC
er ,una !JScisi61! fundaJ?-~e de Ià~teoria. de 1~
entr e liteq J;_ur a y escritu~a-:IJ!'finamos. prov textu aliza ci6n : Si b'ien no hay un ânte s y desp
isori ame nte,] a ués cron olôg ico
liter atur a cmpo el nom bre eêpe j;jfic o que de la lect ara -la lectu ra pose e"va lor.· de .âco
una·soci~dad;da•a • ntec imie tito, es
el regj stro ,de ·la 1j
una. prod ucci ôn .espe cific a: L'à essr itura - es: decir, de pala bra- esta- no' es obst acûl ô, o es
un obst acul o para
prod ucci 6nlç ç!w: a.,es critu ra.!l n §US cond ensa cier tas' posi cïoii es' que gené riêa riîen te·
dos jdeo l6gic 9s pôd emo s_ll ama r
may ores , q:u" sé conf igur an COJl!Q cons telac posi tivis tas (el texto no es una posi tivid aël)
1 ione s.ide ol.og icas ' para .qué la· lee-
dent ro.d el r<:>gistro imag inari Q !le un a. cul tura pued a·se r conv ocâd â por. otro texto
tura y §us· relac i?· (i:to un_m eta-t exto )
nes con~e) regis tro. dejlo · siiJl!)§lico. en un como texto -efec to. Esto oblig â· a conj etu'f
m9m ento .dete rmi- ' • ar •que exis te un
nado de-s u histo ria. De esta givis i6n debe Suje to-E fècfo tdel T~xto ante s que. un 'suje
n deri vars e alg!-', totp rodu ctor dei
texto . ..-.._~-~--'"'-· .!.~: ;:'~;:·:~-: 'J.,...,. '""- l4·.~·,j~
nos axio mas cornplementario,~;
·_a); La: escr itura no pose e ,el mism or regi~
tro que el de la'
,. . .... "'""'"'"' ~-~ L,. '.tAl l.::.J. ~ •
~.._., ..• ; 1-!'- ..tt'

1 liter atur a;•a unqu e, exista__ t,!.na ,estr echa 2. La teor ia del texto , una~posible teor ia del•t
interdependen~i-l' exto , se·vi e-
entr~ amb as, que podr ia ser pens ada como 1<> Iie· elab oran do'd esde disti ntas pers pect ivas
Iii relaci6n,entr~ espa dos Ytie rrîpo s;:s6 lô 'por dar.• algu rios·
_y_ en ·dïst into s
ValorhForma·. ~ _· . ~ '"' ~ ": ~
.~.·.~b) La.h istor ia de If!_çs_critura
""' 1'"" ·-: Y ., " ' Ling uisti k.a!e,iTian a, con prèd omin io dë la
nom bres : Text - la
no tieiJJ~<exacta corresP'!.!'.· -Pra gma tica Tex-
~
- - 1 tuai, la Tèor ia dei Disê urso , en toda s sûs vari
ante s te6r icas
'
la Narratologia (en· la tradici6n·de Propp),los te6riços d!:' 'fel gramatologfa (J. Derrida), tai vez sea•!l~ga,do el momento de
Quel en su momento, Roland Barthes, Ju]jJl KrisJ!'vl\, PP,. postular la creaci6n- de !Jn nuevo campo, !'l'de un a
Sollers; la.Escuela de Tartu, la Ret6ricJl Çontemporanea (E!n Lecturologfa, inscripta en el m.arco I]layor de una teoria de
un renacimiento problematico de la antigu:1 rE!t6rjç~: Genat; ]a Textualidad.- · .L

Genette, Todorov, etc.), los descail..êtructivistas, y !!las am-

pliamente, .un recorte capital n.o sglo par'! Jo~ telftU!!_!istas
sino también para cualquier inte_nto ~erio ç!e a_n~!i§is liter'!-
rio, el reconocimiento de la necesidag qe (lpoyaturas-te_6ri;
cas externas a.la lingüistica y _a la t<toria l_iterarJ!', cqmq son
la -Semi6tica,-la Antr_opolog)a, !!!J,9gica (o .Jas varias 16gica~
actuales); el.l~sicoanalisis, en ~l\S diversas configuracione~
conte7nporaneas. Esta:conexi6n.:.de 'sa..J:>'l.res conll_~v'! gr_av'l_s
problemas de arden epistemol6giço_y te6rico, pro_b_lemaJl que
En un nive! de generalidad mayq_r podriamos afirmar que
]os grandes corpus te6ricos contel]lP.orâneos del marxismo y
el freudismo presuponen o impliçan una teoria de la lectura
y es asi camo han producido, eg el-campo que nos interesa,
res pues tas- de mayor o me nor con~istencia te6rica, co mo las
!ecturas hermenéuticas (interpretativas), lecturas sintomales
Ünterpretativas-explicativas) y lecturas literales (de la le-
tra, de~cifrativas-cifrativas,
- en el senti
. . do lacaniano deLtér-
~

no trataremos aqui pero que sin I!!g'!r a guda~ PQI)~n en evi- mino). Estasgeneralidades pue~en;s,er aplicadas a diversas
dencia algunos hechos fundamentale~: prdcticas de lectura que se han r.~_alizado, presuponiendo que
a) El objeto literario y el obje{o-escritura son-r~dicalmen­ nunca se dan en puridad sino·que coexisten·en las distintas
te heterogéneos y los intentas !fe l!.Q!!logeneizacj6Jil-de .. u_na practicas, hist~ricamente deteqiJ.inadas. -
presunta Teorfa Literaria no han sidq.f~CUJildos.
b) La. disoluci6n del objeto-produce ·U.!).::< "ai)gl!_sti_fl cienti-
fica" que genera resistencias muy fu_e~tes an_te una posible 4.Hacia una conjetu~,a del e~paçio texto
absorci6n del objeto por otros-saberes, otras disciplinas, r~­
sistenc~·as que, co mo tales, no tien~fl ~!l. ~uenta qve es os otrgs No-texto-----.:' ' Meta_-texto :...----Contra-texto ·
saberes; mas alla de un predominio coyu'!tur!!l, estan sufrien~ ----- ·1 ~- .
do ]os mismOS'.ef<,:ctos de descons_truçsi6n en el car>P<! critic9 Pre-texta 1TE_XTO.I Post-texto
del saber contemporâneo.
c) El objeto literatura y-el.-objl}j;O esçritura qeben.ser
•
-1
Arc_hitexto
..
reelaborados en. una problemâtica fgpdante del sujeto.h!'- r
mano: la ficci6n.-El sujeto;humano se.defln~:Ro.r ~S'! aç_ti'-;i,- Este diagrama no tie!le mas pretensi6n que-la de actuali-
d;d ficciol'lal qu~ Jo constituye en oposici6n a· la reali_d\ld. ~ zar la reflexi6n•contel]lp!'_r;inea· sobre el objeto, texto, sin en-
. d) Una teoria del texto.deberia dar cuenta de esaproduc-, trar a,considerar'sus-valores especificos de una pres un ta ri-
ci6n cf_t;, fiçciones. ;, ~q "· gurosidad ci.,ntiftc.l'. Las teorias actuales que valorizan el
. . - ... ~ r· pre-texto (ap.âlisis g~tn~ticos) reponen en el campo de estu-
!!.3.~Sj.pQg!'}l)os,decir-ya-que existe un ~a'!'po i~~r~~iso~~ dio un estjgm.'). fil_o}6gico, el' de la c,tzusa y el de-l'! C!!;~sa.efi­
sus fronteras pero suficientemente recortado co mo. para -se;r ciente, i,cu~l ~S. el material-cllusa-protqcolo qu'! origi_na y P!.!'·
reconoc·i_ii~9.S!';;O' ç_amp_g~,d'! la letra, es- decir,, de U'}a forma el te;><to, que desde es!a persp~_çtiv!! s6Jg pJI_eft_e,ser pen;

68 69
sada 'camo efecto de una causa, y quiz:is, aunque la teoria·ilo
Jo explicita, camo definitivo? Los estudios pretextualès se
han originado en una sana reivindicacion genética nacida
frente al auge de ciertos estatismos sincronicistas del es~
tructuralismo, pero no han podido -par lo menas en los tra-
bajos qu'e conocemos- satisfacer el estudio ·Y la valoracion ,
1
epistémica de .Jas categorias -que los fundan: el concepto 'de
auto-texto y':de pre-texto. ~Cuâl· es la rea/idad Y el rango de '
estas nociiinês, si solo pue den ser consideradâs precis amen-
te a partir del texto realizado? La operacion de retroaccion
. ' '
significativa qûe·lo fùnda no ha sido totalmente ponderada,
pues podria JÏensarse que esta nociôn puede ser ·recuperada
y absorbida en la nocion de intertextua!idadkristevia na.'Lo
niismo po"dria decirse del metatexio (y tai vez con ·mayor' ra'
z6n), ya se lo· eiltieiida c'o'mo·referencia discursivizada ac-
tualizada en el texto, o coma 'fuènte (género-forma), e inclu-
s a camo sis tema mode!i:i'ante sé'/:undario -(Lotman y -la Es-
cuela de Tartu piensan el texto Iiterario coma un Sistema
Modelizante 2• en relacion al primer sis tema de la Lengua),
camo pre-forma del texto. El Postexto . integra aquellos
. '
fen6-
menos que hay dia han sida recuperados por la Estética de
la Recepci6ri, con· base soci6logica en Jauss yVodiëka, ô'côn
base inform:itica en Max Bense (E§tética de la informaciôn).
Seiialemos ·nuevamente que la ·recepciôn no recubre ni
congrue con la nocion de Lectura que aqui empleamos. El
Architexto corporiza la zona• de estudios y propuestas que
tienden a explicar la producci6n textual a partir de estruc-
turas !ôgico-semdn'ticas ode lôgïcas md tricia/es que, mâs allà
de'una perspectiva pragmâtica, ô de uria perspectiira estric-
tamente semi6tica èomo podria sêrïa dê Greimas-y-sus dis-
cipulos donde êl punto de jiartida ês la prodùcci6n a·e· signi-
ficacion, acaba en J. Kristeva aliândoseâ la proâüccion'de·J,a
significaci6n--en las formac'iones del intonsciênte ·se'gun:~l
modela freudiano de las forriîaciones'dël sueiio,- ellapsu·s; el
èhiste. Estas posturas se~diferencian en relaciôn ai' rango'•1-'
70
nive! -y al· estatuto·epist~mjco- de los procesos de semio'
tizaci6n. Pero en.nuestso diagr:ama aparecen dos nuevas ca-
tegorias que 1_10 ha!' ~jdo hasta ahora categorizadas: el No-•
texto, e1_1ten<\ido camo l!l)ns_tancia de aquello no textualizable,
(inenarrable). en UIJ.a zona determinada- de la cul tura en- un,
momen,to hi_st6s_iço c;!~t!)r.minado., Si .bien es cierto que <:•ta,
categoria no remit.e solo a la letra, sino ,qûe-implica el nive!.
amplio de la cuJtura en sus registras simbolico e imaginario,
podrianw_s !!.~c_ir que la !etca (lo Iiterario, por definici6n) es,
la zona privile~iada que rn arca por su presencia absolu ta, la
diforencia con aquello que, como utopia,literaria, se densifica.
en un moment_o dètèfminado y en un espacio localizado. Zona
imprecisa, labil, que recub're_hombres diversos,forma parte.
de los imaginafibs co!ectivos que se ade! antan o retroceden
en la lînea de la diaci-onia. Llâmese Dios en la teologia me-
dieval, se:X6 èn la literatüra cortesana,• o relaci6n sexual en·
la propuesta lacâriiana, _siempre hay un no,textuado (no
textualizable_fantas'mâtico ) qùe define al"objetoctextual, camo,
el horizonte de negâtividad necesario pa'ra que se mani fies-
te su positividad .. Este no-textualizado entra en.relaci6n en
el horizonte de lo escribib!e y de lo inescribible de cada épo-
ca y en su -do!ile relaci6n, genera la zona de lo !egible 1ilegi-
ble. Aquello que no puede ser escrito manifiesta simultânea-
mente àquello que no puedé ser lefdo. Las zonas-de silencio
que marcan. ùna historüi:,de 'la lectura no han si do .toda via
recupeï-ads, pero puêden ser pensadas cômo=1os proyectos
ut6picos de la arquitectura renacentista q!-'e no fueron rea-
lizados nunca resistidos.por.la imposibilidad:de lo real. Es
simplementë âqûellô quê 'en·•otros 'te-oricos· se liam a la uto-
pia literaria.(Blanchot!Malla rmé). '
E:'J. contra'leXto:es.producto ·a~ es~lresistencia generada
par Jo Real, son tëxtos que solo pueden ser evaluados desde
una postura negativa, como producciones poderosamente
contestatarias que sôlo se definen en relaci6n de oposici6n
al sistema textual imperante. ·Estos contra-textos (no nece-
71
sariâniente vanguardistas ni experimentales, pero si trans-
gres'ivos) son extra-sistemâticos, no integran serie y son di-
ficilmente cuantificables dentro de la historia de la litera tu:
ra (diséursils de la payada, del comb a te verbal, el ap6strofe,
la injurïa, la calumnia, el chisme, el rumor, la anécdota, o
textos como cartas de soldados, cart as de sirvientas, los pan-
fletos, las insciipcilmes en los muros,(graffiti}-o-en los bân-
cos o en los baiios de las escuelas), son contra-comunica-
cionales y puëde psotularse que-poseen una vida efimera en
la memoria textuiil. Iiitegran·un' registro muy inconsistente
del'imaginario colectivo.
T-;.nto Bor"ges (cf:Borgès, J. L., Del culto de los libros) como
Gérard Genette recuerdàn el, asombro de San Agustfn fren-
te a su maestro San Ambrosio leyendo en sileni:io.-Este pre-
ciso y definido•momènto donde por primera vez se comienza
a leer silenciosarii.entè eî> quizâs un momento :inaugural' del
registro seriii6tiëo"·moderno. ·Este proceso ha si do menciona-
do des de di versas ·perspéctivas, sin -que se haya-meditado
sobre su'Ïmportanêia s"eini6tica para-una,"historia" de la lee-
tura, y·por enae;· en nues't~a··perspec'tiva; dê,Ja escritura. 'M.
Bajtin, en su Estlzétiqüe et théorie du roman, ~ prop6sito de
una po~ible distinci6n entre biogràfia- y aut~biografia co-
.. J - . sobre su presupuesto juridico. Tanto Kuentz como J. Derrida
men ta:
' f ; 1
1
DetfâS dé lâ cuestiOn ·especial de la Permisibilidâd dé la a-titoglèrific-aCi6n, se
disimula una cuestiôn mâs general: i,estâ permitido tener la misma actitud res-
pecta de la propia existe!Û:ia Q.ue respeèto de la existencia del otro? Planteada de
este modo, la cuesti6n iùuestra que"la clâsi~'"a c0hesi6n del hombre priblico se
desmbtona, que alli se encuentra el comienzo ~e una diferenciaciôn radical entre
la forma biogrâfica y la forma autobiogrâfica. Pero en Grecia; en los tiempos de
la plaza pU.blica, ahi d0n.de habîa comenzado la toma de conciencia del hombre, .
no podla aûn tratarse de tai diferenciaci6n. El hombre interior, el hombre "parS.
si mismo" (yo vivo para m(), el hoiÎlbre~que sôlo se complacia a si mismO, no
existia. Su cohesién, su conciencia de si mismmo, eran puramente pûblicas; Era
todo hacia afuera, en el sen'tido literai de la expresiôn. (p: 28Ü
r •
Y·Juego:
r
72
P~ra un ~ie~o ?e la época clâs.ica, toda la eXistencia era visible y audible. No
conoc1a, en pnnc1p1o (de hecho), ~mguna exigencia invisible y muda. (p. 281)
Y luego:
Recién en h~s épo~as helenistica y romana se inicia el proceso de transferen-
cia de ~sferas e~teras""de la exiStencia, tanto en el hombre mismo como fuera dè
él, hac_u~...un regzstro mudo y una invisibibdad radical. Ese proceso no se agotô en
~~~tJguedad. ~s s~rprendente co~st~tar ~ue las Confesiones de San .Àgustin no
pud1e.~?n ser.le1?a~ apartado ~e SI m1smo , que hay que declararlaS en voz alta,
tan VIVO esta a un en su forma el espiritu de la plaia pûblica griega donde · _
mienza a form~.se la ~ma de conciencia del hombre euroP~o. (p. 282) :o
L "'f-
~ierre Kuentz, en "Le 'rhétorique' ou la mise à l'èc~rt"'
mar~ando al igual que G. Genette la historia de las sucesi:
vas restricciones operadas sobre el campo de la..Ret6rica
su braya el progresivo desplazamiento de la pronu~ciatio ;
de la memoria sobre la su~secuente transformaci6n de un
ars dicendi que valorizaba la palabra viva del.orador -dei
lector- en artes, dictaminis, que inauguraban anticipadamen-
te la interiorizaci6n de Jo escrito, hacia un ars scribendi,
donde el texto impreso de la modernidad cobra valor de ver-
dad absoluta: Jo enunciado si escrito es d~blemente cierto
pues se garantiza sobre el valor de verdad df! la palabra y
en tanto citan. la mis ma fuente, Leroi-Gourhan, recuerda~
-la transformaci6n paralela que acompaiia este proceso: la
exteriorizaci6n de la memoria, confiada en princiPio a una
memoria textual y posteriormente a una memoria cibernéti-
ca. La· verdad· del enunciado oral .presupone la posibilidad
de su negaci6n por la mentira, la dçsment,ida, o el rechazo, la
verdad del texto exige la existencia de textos-otros y convo-
~a al plagio, el ap6crifo y simultânea'Tiente el robo y el pilla-
Je textual.y su represi6n legal.
Si la lectura antigua se .realizaba. obligatorialmente en
voz alta (la Voz legiti_ml)-ba la l~ctura, éra la Verdad .del Tex-
to), la. v oz exch~~q_a, silenciada de la lectura ~oderm;' nos Ile-
• '
73
 va a un interrogante i,ad6nde fue a parar la Voz como_pura
exterioridad, camo pura presencia y camo ra~6n de Verdad
del Texto? Podrfamos conjeturar que esa Voz no se ha perdi-
do sinoque interiorizada en el centra de la Jectura-escritura
reaparece camo uisi6n del texto, y par en de CO!UO funci6n de
escrito en el mismo. La raz6n de Verdad del telfl;o maderno
se constittly~ a partir de la visi6n. Leemos sintagmâti-
camente, Jeemos par'\digmâticamente o siguie'ndo am bos 6r-
denes, barriendo (en. e~ sentido informâtico .del término) el
texto con una mirada. Presuponemos que esa mirada re-cons- ·,
truye la J6gica gramatical de la Jengua, la 16gica progra-
1
mâtica de la histo ria, la 16gica casual de la narraci6n'(el dis-
curso). ·Esta presunci6n se ve limitàda par Jas dëtencionës
en el relata las digresioiie's· en la leétura, èl subir Y bajar la
cabeza el kovit~iento de rotaci6n de la misina que impon,ë
la line~lidad (de la lengûa', del'relato), par ·la s)lspensi6n
sintâctica semântica, par el sus pensa del relata Y par el süs;
pensa del' deseô dêl lector:El lector se aburre, el lee.t~; ;~
interesa el lector discute, polemiza, el lector se rehusa; el
Jector abandona. La mirada se d~tiene, se fija, se resi~te,' l.~s
ojos se cierran, o van a posarse e,n otro objêto JI).âS seduc~-~:'
par el modtento. La mirada vuelve, retrocede a la pâg~~-a
an teri or y salta sobre las no lei~as para empezar, par--~~~
puesto, par él final. El· cine nos obliga a-una lectura mo~o:
cular. El libro camo objeto-material-ideol6gièô (el volumen)
·nos permite una cierta libertad (li bert ad limita?a, pu est~
en sus pensa, par la,s construcciones figurâtièas .del ,p~e~a~_:
esta Jibertad tiime, camo, toda libertad, condiciones hlst~~·­
cas. La lectura de li\'Novela Realista (N. R.), pongamos par
casa, se rige par las Jeyes de una serie determinfstica .9-u~
rige la construcèi6nîl.el relato.realista. Mas alla.de -.l_as_ ac-
tualizaciones a de las lagunas (toda texto es lacunano;•,por
definici6n), el uerosfmil realista construye una serie de
tidades '(funci~nes, constantes, 'variables) que in te gran·
su ma· (infini taY pero que convergen unitariamerite eri la
,.l_.!,.,
talidad finita del texto.!-1:! pretensi611 del veroshp.il realista
es contarlo toda (Balzac) y po_r ende presupone U!liileçtura
del todo y que todo pu ede ser leido,
Podriamos notarlo asi:
~ <P <S,s,s,s ,sn ... )
donde ~es la suma, <P es la funci6n S (sujeto de la lectura) y
si k es la variable k = 1, el subconjunto de la lectura reûne
las yariables camo fin_itas en el espacio de la lectura y camo
infinitas e11 el e~paçjo iJilaginario (c!J.<!.'!- N. R. ua le par ·otra
N, R. y ca<j.a N. R. qale,pqr el munda),
.
<P (Sk,, S.~,_ S_k ,_ Sk,,.Sk n· . .)_ ~ .(suma)
La mel7]oria de lectura opera camo una S!J:-ma!oria con-
vergente. .. ' · 1
El Texto Maderno _(T. M.) suma .una •serie prpbabilfstica
(divergente u oscilante, depende del_ grado de alternancia o
discontinuidad) que obliga a una Jectura divergent'! o sus-
pensa (suspensi6n del sentido). La serie probabilistica u
aleatoria funciona no sobre una,entidad (funciones y valo-
res) sino sobre ungrupo·binomiai(G. B.) excluyente que con-
tiene simultâneamente u'n registra tabular (par Jo menas dos)
y un grado de iricërtidunibre sob're·la verdad que ejecuta el
texto ·(no finici6n estructuraJ:obra abierta), exclusion del
régimen de V/F (verdad-fal~edad) del texto e inclusi6n de
nuevas variables; que amplian el espacio textual (texto
paragramâtico, segûn:Kristeva). Ruptura, en suma, del prin-
cipio de identidad, impidiendo la sumatoria final. No hay un
toda del texto, no hay par lo·tanto una lectura total.
. •
Z <P <S,, S 2 , S S, S 4 S n"')
., 1 ..
••
75
-..leY si k es variable divergente (dos variables excluyentes S= sujeto de la lectura (producto de la lectura) que
pero simultâneamente presentes), tenemos redistribuye (escribe) los connotadores de lectura (gramas
]ecturales en Kristeva) (cf. "Pour une sémiologie des
<p (Sk'', Sk"- .. )Z ., paragrammes", op. cit. ).
y2 y3 y4 y5 y6

siendo x, y las divergentes que forman el grupo binomial
(G.B.).
4. Que el lector no sepa todo, que el lector no pueda ce-
îJ
rrar la-acci6n, que no pueda concluir el circuito de los
significantes, que no pueda clausurar el texto pues el texto
no se clausura, es una manera de mostrar la imposibilidad
·,
1
textual de narrarlo todo. ·Por--supuesto que el T.M. como for-·
ma genérica, es mucho mas potente y muestra muchos otros 1 ,
elementos e inclusive permite la coexistencia de 6rdenes de :1.
lectura diferentes. Alli radie a su riqueza y es alli donde se 1
puede leer una problemâtica de la Cultura. En un sentido
formai y extendiendo las categorfas liajtinianas sobre enun-
cùidos ideo/6gicos (discursos) -en la novel a, podriamos pro-.
paner un modelo generai de la connotaci6n:
-" '1f - J.
- L
5. Cada lectura es siempre una nueva organizaci6n de los
connotadores, teôricamente fluctuantes, un cierre ideolôgi-
co del· texto: una clausura del sentido, pero cada lectura se
define dentro de la serie por sus efectos. Distinguimos pues,
/q:s !ecturas de la lectura como efecto que al redistribuir las·
categorias del texto, Jo genera, Jo textualiza. El texto (f~e~a
de la empiria) se extiende en el tiempo de la lectura. !;as
!_ecturas como formaciones ideo/6gicas pueden ser conside-
radas·como
·.
,,-,lecturas monoculares
-lecturas binocûlares
.-lecturas plurjoculares.
que se orien tan y orient an !'os textos seglin lôgicas dis tintas
'<J6gica paragra_m.atic'!)· ~ue _la /ectura que evgcamos se fun-
1

, 'L de sobre la vision (un imaginario) soportada sobre la mira-

.., ,_
'
dr,r, nos lleva a preguntarnos por ese Sujeto producido por la
fO =S(ujeto de la lectura) ~J1cru.cijad!J. de ai!! \Jas. SÙjeto id.~olôgjco, sin ~-gda, pero tarn,
suje'to ideol6gico- biên sujeto del deseo (el de la pulsi6n esc6pica lacaniana)
L J
-· '• que ';lOS interroga 1,10 sobre Jo que se lee sino, sobre todo, so-
1 1 bre Jo que se quiere leer. ·
H. .1 1' r !-, • l Si intentamos salir de este imaginario, podriamos decir
donde Rf= ·texto virtûal -no· signifie ante;- potericial• de lee~ q)le el texto·literario JiÔ]Q a_d/P-ite lectl!ra~ ciçgas y éstas son
tura~ ~. ù ! 1. ~ ~ t 1 .. - :~ tres: la de la Historia, que conoc_eran los otrg_s, la dei"O.eseo,
.:1 ' -- .' ' que sôlo conocera el otro pues el saber sobre nuestro deseo
C 1, C 2 ... c. = connotadores, por definiciôn infinitos, nos es ahorrado, y la del Silencio, que aqui asume el val or de
\. horizonte c6smico. ·· ·

D = jerarquia fluctuante de los connotadores

77
76

Notas
1
La expresi6n "eosa literaria", figura, eomo es sabido, en un libro apasionan-
te de Shoshana Felman, La folie et la chose littéraire. En este libro nunca Se
defme la expresi6n. El término casa {la chose, Das Ding), ha sida pensado desde
la posmetafisica de Heidegger (cf. Qu'est ce qu~une chose) y en la perspectiva
psicoanalitica por Freud y por Lacan. Esta es la que adoptamos: metonimicamente
(la parte, la partecita, en espafiol, la cosita) remi te al falo imaginariO y metaf6ri-
camente, corri:O ùÛ anaf6rico abstracto (cf. Jacobson, R., Essais de linguistiquê
générale) que opera· coma significante pi-iriiordial a partir de la l6gica de la alu-
si6nlelusi6n, al Falo Simb6lico. Pero la Chose freudienne, titulo de un trabajo _de
Laca1:\ de 1956, reenvîa esencialmente a la cosa fundamf:btal,' al inconsciente, âl
trabajo del inconsciéntê y a su filp.ci6n ..dê êausa (cause: Chose (e·n. francés): res
(cosa: 13tio) del Psicoanâlisis. Es ·posible, entonces, hablar de la casa /iteraria.
coma la producciôn imaginaria determinada por el régimèn de lo SimbOlico.
-
2
Las Propuestas de anâlisis inteidisciplinario en relaci6n con el objeto Iite-
rario ya selo cuantifique éoin-o-instituéi6n social, discurso,'texto 0 esêritühi, ge~
neralmente operan con una lôgica inconsecuente: los discursos provenientes de
varias disciplinas (Sociologia, Historia, Antropologia, Psicoanâlisis, etc.) imagi~
nan hablar del niismo objeto, 10 rozan tangEmcialmente, lo convocan desde ·la
perspectiva, el punta de vista, 0 desde la pertinência, integrando una~ serie i:le
sumatoria no congruente de discursos que creeo imaginariamente reunirse en
un punta ideal. Mâs allâ de las contaminaciones que se operan es impoffante
senalar esta optimizaci6ri de la perspectiva Gue se pretende 'pas~r por un plura~
lismo ideol6gico, cuando en realidad luego de realizada la operaci6n cadadis-
curso vuelve a su tranquilo reposa in,icial, habiendo eludido ~imultân~amenÎ:e el
j>odemos, la conti'adicci~.n y el objeto. Est~"posiciôn no'iiUplica·negar la posibili-
dad, aqui afirmada, de una inter-intiacompadacî6n de caiegorîas Pi-o~enientëS
de disciplinas~ diVë'r'sâs, sin la pretensi6n de crear un meta-saber. j construcci6n faotasmâtici, que coma dice Freud."flota por decirlo asi entrè tres
3
El té~ino este\ tomado. de Michel Serres: "Al elegir, coma la he hecho, el
1
segundo término de la' altérnativa, es indispensable elaborar una filosofiti •del
tra.SpasO, de la circulac~6n, y de. la ausencia de· rèferëôcias" ... (p. 41). "Cada unase
refiere a_ya.rias otras, ella es, a su" vez referencia para los atros, de manera qûe la
lill
unidad de hecho reside en este juego complejo·del referido y el referente que yo
llamaba, si se quiere, "interferencia". (P. 61) (Serres, M., L~ Jn/erférence, Hènh'es
Il). Podemos decir que el concepto de interferenda, eri" Serrès, eS el candensado
categorial que ~retine la indeter~inaci6n, el juego .no ~orientado de las
interrelaciones y el efecto de transporte generalizado que impide la asignaci6n
de una. fuentê·aut6ctonâ'. En ~ste seritido, la interferencia de Serres~'p'uede~ser
·vinculada' al Fizoihiz- deleUziaD.o. En 'nuestro caso, el"téfmiho pierde su"vâiOr
epistémico para ser, revalorizado camo un elel]lento mâs de la producciôn de ,la
ficci6n literaria an~icomunicativa (Barthes): juego de fuerzas pulsionales en lu-
èha contra~ 18. organizaciôn simbôlica (Kristeva). Cf. tâmbién, Riffaterre, M.,
"L'illusion référentielle" en Littérature et Realité. ' ..... ~ . '
~·
l78
1 ...
• "Por otra parte, Plat6n condena bajo el noinbre de fantasma o simulacro lo
que hoy se postula, en su mâs radical exigencia, camo escritura. Al menas puede
verse llamar asi en el interior de la filosofia y de la 'mimetologfa', aquello qÙe
excede las oposiciones de conceptos en las cuales Plat6n define el fantasma. Mâs
a.Uâ de esas oposièiones, mâs allâ de los valores de verilad/ no verdad, este exce-
dente de escritura ya no puede, sospechamos, dejarse calificar simplernente coino
simulacro o fantasma. Y sobre toda, no puede calificarse con el concep~o clâsico
de escritura." (p. 159, nota 58). Ver sobre todo pry. 154-162, Derrida, J., "La farma-
cia de PlatOn", en La Dissémination.
Adoptan~o la perspectiva abierta aqui por J. Derrida, podriamos decir que la
cuantificaci6n te6rica del rantasma de (en) la escritura, s6lo podrîa hacerse si-
guiendo las teorizaciones psicoanaliticas de la fantasia (Freud, S., "Les fantasmes
Hystériques et leur relation à la bisexualité:, "Le roman familial des néVrosés~.
"Pn enfant est battu", en Névrose, psychose et perversion; "Le créat;.eur littéraire
et la fantaisie" y "L'inquiétante étrangeté" en Freud, S., L'inquzëtante étrageté et
autres essais. La consideraci6n de la, escritura camo articuladora (pue,s9- en es-
cens del fantasma) implica una~ traslaci6n del significante.. al objeto, segûn la
fôrmula .SOa deducida por Lacan de la obra de Sade (el estilo no 'es el sujeto, el
estilo es el objeto, decimas) y una evacuaci6n simultânea del sujeto (ausencia del
sujeto, dice Lacan). Los rasgos fenomenol6gicos que caracterizan al fantasma en
Lacan son los sîguientes: travesîa del fantasma, su funci6n de "consolaciôn", el
goce fâlico", la propiedad del fantasma, la gramâtica del fantasma, el precipita-
do, su car3cter de fundamento de toda la producci6n imaginaria del sujeto que
tiende a la producci6n de placer, la dimens~6n simb6lica del fantasma, •sus leyes
de construcci6n que son las de lafrase de estructura axioinâtica para Lacan y las
del relata para nOsotros, y también su dimensi6n de real, es decif, su relaci6n y
las modificaciones que produce en elsujeto (de la Iectura), el instante del fantas-
ma (su carâcter atemporal, de escena fija y de escenario preparado). En relaci6n
con la escritura literaria podrîamos decir.que mientrasyo escribe (se escribe) en
la continuidad-discontinuidad, el sujeto queda fijado, prendado a su goce, en la
tiempos, los tres momentos temporales de nuestra facultad representativa" (Le
créateur... , op. cit.). Asi la escritui-a del fantasma se articula entre el presente
constante del discurso (aquello que no cesa d~ escribirse), el pasado (laya ~~cn"to)
por el recuerdo de las satisfacciones infantiles y el futuro (/o escrihihli. aquello
que estd en es}iera de serescrl"to);como campo de su posible realizaci6n; (Cf. Laca~.
J., "La fonction de l'écrit", Le Séminaire XX, Encore).
6 La litera tura autobiogrâfica es la forma mâs elaborada de la literatura
erôtica, incluso obscena. en tanta pone en escena aquello que deberia ser o per-
manecer oculto. Siempre bordea el secreta in timo, la reticencia, la maledicencia,
el regodeo narcisista. De este fango narcisista se alimentan disimuladamente,.
tanta las Memorias camo el Diario inti,:rp.o. La literatura rodtâ~tica desplaza la
autobiOgTafia desde lo privado a la otra escena: el sueiio. el ensuefio, la rememo-
raciôri, etcétera. - .
6
Bajtin, M., Esthétique de la création verbale, Paris, Gallimard, 1977, p. 159.
7
Op. cit., p. 170
R Op. cit.;p. 149:
.79
 8
Bruss, E. W;, "La autobiografia como acto", en Poétique~ 14, '1974.
10
Op. cit.
11
Este concepto es altamente complejo: no ôfrece èn Lejeune una considéfâ-
ciôn especîfica ni se lo define como contrato imp!icito o explfcito, lo que lo Uevli-
ria a reflexionar sobre una entidad lôgicaménte anterior (psicologizaciôn de']a
•interrelaciôn contractual) o de una entidad contemporânea (social, ideogramâtica
o ideolôgica de la lectura). ~ OTRO (registro imaginario; simulaci6n) y fundamentalmente subordinado al Otro,
El contrato sè origina a partir de una anterioridad ideal ïlel oiden social, y es
el otro social, el Otro, quien confirma la esencia del contrato; su juridicidad plena
se alcanza en la letra, la letra juridica opuesta a la consuetudinariedad erigida
~;_m ~ey por repeticiôn de la costumbre. Si la Filosofia PoHtica y el Derecho consa-
gran el Contrato -lo consagran como objeto- es por la substancialidad acordada
a la letra, su dureza, su plenitud, su universalidad, su inalterabilidad y su exten-
.si6n en el tiempo. El Contrato dice por escrito aquello que la Conveniencia calla
,en el silencio. El pacto, en el régimen imaginario de la solida'ridad de la fra tria
se consagra por los valores de la sangre y por ende en el régime~ de los valo~~~
•sociales, se opone al'contrato tanto como la letra se opone al espfritu. La aliahza
es polîtica, se .~nsagra en lOs lazos cognatîcios de los grupos, de los bandas, de
los partidos y de las facciones. Mientras el Contrato extrae su valor de ley de la
Letra Una y para todos, y el pacto se enuncia COmo ;oz de la relaci6n agnaticia o
de aquella que simula serlo, la ali~~a es la certificaci6n y la negaciôn simultâ-
nea de la guerra -de los lenguajes, de los sexos. El Contrato es desde el Otro y del
Otro para todos, el pac~o e!ltre otros y la alianza contra otros. Pa~to y alianza s~~
formas de la guerra en la contemporaneidad de los lenguajes, el contrato la pre·
vé pero la des·actualiza, la remite pÔr decisiOn de la ley a un pasado remoto o a
un futuro imposible. El pacto la convoca y la alianza la provoca.
El Contrato -social- consagra la igualdad -dë todos los contra tantes y veda,
·soslaya, el régimen de presencia de los otros en acto; como contractual es contra
acto, demisiona, en la alteridad de la Ley, del frente a frente, del enfrentam.iento.
El pacto certifica la desigual4?-~. no reconocida en el régimen de valores' de fuer·
za, de los pactantes; la alianza confirma la debilidad -siempre inestable de los
contrayentes. El contrato necesita de la revoluci6n -no de la guerra que necesita
del tratado--, para ser disuelto; el pacto, del crimen, para ser violado -:-el pacto es
siempre perverso--; la alianza, de la traiciôn. Esios 'SOn valores negatives pero
altamente solidarios en la constituciôn lôgica de las relaciones, una solidaridad
de los términos que invierte la solidaridad de los actores: entre actores y térmi-
nos se abre un hiato que ninguna letra puede llénar; ninguna voz puede colmar,
ninguna coalici6n suturar. J fi~s de Sarmiento,' Alfie~i, Goethe, reencontrada ~ por Freud en Poesfa y verdad,
12
Para Landwehr lo "fictive" se refiere a los elementos de un acta comunica-
tivo -emisor, receptor y sobre todo el mensaje· que son tratados intencionalmênte
de manera no convencional, y lo ficcional se refiere al medio de comunicaci6n, en
la medida en que éste, bajo condiciones pragmâticas determihadas, trabaja con
~elementos fictivos. Es entonces evidente que esta distinci6n sigue operandÇl coD
el concepto de intencionalidad, que es la base de' todas las teorias de la lec'tura
pragmâticamente orientadas y que presupone siempre -como en Searle- tina
a'ctitÙd "consciente" y "voluntaria" de parte del emisor. Una nociôn d~ sujeto pro--
veniente de la teoria psicoanalîtica, o incluso de proveniencia bajtiniaiia,1exige
80
un sujeto radicalmente dividido de entrada (/chspa/tung freudiana;-re/ente
lacaniana, alteridad bajtiniana), entre el sery el pensar -:.que ficcionaliza el sa-
ber y el creer- y en reenvîo constante a su formaci6n imaginaria especular. Por
ende, esta perspectiva se revela incompatible con cualquier registro intencional,
ya se a psicol6gico o fenomenol6gico. N uestra divisi6n entre /ictù:io y ficcional se
entiende en relaci6n al consubstancial discUrso ficticio del sujeto clivado en el
en su dimensi6n simb6lica (simulacro).
13 La oposici6n ârboVrizoma, cuyo primer término incluye la genealogîa ("hay
siempre algo geneal6gico en el ârbol..."), y por ende una oposici6n inclusiva de
uno de sus términos, parece excesiva si consideramos, que todo ge~ealog:ia -y
sobre todo la etimol6gica- acaba siempre en la dehiscencia de la raiz como diso·
luci6n del mito de origen (Cf. Deleuze, Gilles. y Guattari, Felix, Rhizome, Parîs,
Ed. De Minuit, 1976.) ·..;
14 Ha sido Antonio G6mez-Moriana quien, refiriéndose a la estructura
discursiva del Lazari/lo de 1brmes (autobiografia ficticia), ha precisado la "conti·
güidad interdiscursiva con tres tipos de discursos autobiogrâficos emparentados
con la confesiOn, en usa en la Espaiia del siglo XVI: el soliloq'ilio (des'tinada a Dio~
0 a Jesucristo), prâctica de escritura autobiogrâfica sobre el modela de las conre-
siones de San Agustîn, en las que predomina el reconocimiento de los beneficias
recibidos de Dias que se agradecen; la confesién general de una vida, discurso
autobiogrâfico destinado al confesor o al director de conciencia y redactado bajo
su demanda, en el cual el sujetô èmüiciador describe su itinerario, principalmen-
te interior; fmalmente, la confesiôn·mâs o menos "espontânea" hecha oralmente
o prese~tada por escrito en respuesta a los "nonitions" del Trib~nal de la lnqui-
sicién (p. 57. Gémez-Moriana,Antonio,La ~yhversion du discours rituel, Longueuil,
Québec, Ed. Le Préambule, 1985). Estas precisiones ponen en evidencia la nece-
1saria constituci6n escrituraria qe ~"?-. otro imaginario para la emergencia del re-
lata en sus instancias generativas.
15
No se trata de la escena traumâtica infantil~ sino de lo que Freud llama
."primeras impresiones de la infancia". Si es posible establecer a_lgûn vinculo, se
trataria de su fundamento de unicidad: el trauma infantil es- uno en la vida
recordada, la escena primitiva de la escritura es una (aunq'uë puede" Ser cOnÎada
muchâ.S Veces y de distintas maneras) en la rememoraci6n de la lectura que el
sujeto hace en la escritura d~ su vida. Ambas cumpleh su funciôn de origen,
ficci6n de lo ya acontecido. - ,
16
Esta escena realizada como episodio funda la escritura de las autobiogra·
N1etzsc~he, San Agus!fn y Rou~seau. En Sarmiento es posîble encontrar varias
episodio~ _que parecen tener acci6n de fundamento. E1,1 Rousseau, el chirlo de
Mlle. Lambarcier, o el peine roto, el robo de la cin'ta, han sido motiva de actas
generadores de escriturà en las lecturas crîticas~ dê'"sae Kraft.-Ebhing (el maso-
quismo Y eJ onanismo rousseaunianos) hasta Philippe Lejeune. Ci Starobinski,
Jean, "Le Dîner de Turin", pp. 9~-154, en La relatiOn critique (L'Oeil Vivant 1/J
~aris, Gallimard, 1970; !Wsolato, ,quy, "L~ Prècurseur, son épreuve e't son cycle":
pp. 25-32, en Nouvelle.Revue de.Psychanalyse N" 1, Printemps 1970 Paris
Gallimard., ' ' '
;81
 Parte Segunda El tiempo: Una nota de nostalgia, una pâtina 'de
El oro dellinaJe tie'}lPO detenido, una irrupci6!). de la cultura·
.- -la com,paraciôn, la analogia, de alguien via
jado, trajinado- la encina de B_oston, otro lu-
ga..; de Am érica, otro tiempo. J,.,a sensaci6n;
comt1n a. tantos textos latino~~rrtericanos., que
eHje1pp0 ;ha pasado y a todo.

La escritura: Las letr,a';,, y Îa lectura·-falljda_- de un es-

paciq desierto de inschp_cjo\!es, del que
tod!i escritura·ha df';ertf!<Jo, barbarie sin
prjmitivismo. La grafia disponible se ha
;Los manuscritol\1 abolengos emancipado de la·,sonoridad •opac a ,de la
(
trlldiciôn q~~ sôlo aparece camo mur,;;ullo
-
el) !a,voz de la madre,.cf>mO fuente a punto
«Lo ' b l Haeia la escritura de secarse, estéril ya. La escritura un es-
los :;:o!e:.~e~~=c.arabe~os, tfecian los griegos. .Entre todo~ 'i fuEprzo,~una-tensi6n; la le~tu:r;a, un ..reposo,
. ...,. a pa mera es uno de los mâs beÎlos. D. UI;la sanci6n." ~
la escntura~ profusa y dis tinta como el chorro de.sue '
... ~?!mas_, posee el ejècto mayor: la ;afd: f- .... • • ( • .,. .•., ...,
Los manuscritos abolengos son tres: "He aqui, pues, el leve
w ~
R. 1 ~ ~ ~.J
. Barthe;; en Roland Barthes. par Roland Barthes y desmedrado cauda\·histôrico que pude por .muchos aiio;
1 J reunir sobre !o,;' prim eros tiempos de S~n Juan;. aqueÜas
l palmeras antiguas, la inscrip~iôn jesuitica y la carpeta ~a;i
·La primera escena l' v~cia",(Recp;rdos _de J>rovinc(a, 25)~< ~ • <- . p. _~
•
Estos tres "restas" -una herencia vacante y una-.aritméti:.
Ellugar: .Una_.Pla~a de Ârmas en c~~Îquier 'luga.r de ca e~ despojo, e;; rèalid~d •los tres restos sa~·, d~s. co,;;~ i;;:~
America, de Sudaméric~, PO.Jt"gamo~ p~r tres'pal~~ras:son dos- figuran tre~ formas d~ la ~sZritura y
casa,, 1Sa~ J~a~, la Ar~entina, en Becuerdos tres.fo~mas de la !ect\lr~-: la escrftura "natural, la lnscrip~i6.;_
de_ Provzncza, cua!quier lug~r Ùbièùo do;de mile;,_a-;,ia de la natural~z; en el espaci~ ret6;ic~mente pri=
se trama l').intriga americana, en donde .!u'~­ vi!egiado ·de ·la~• "palin~ras" (esce;,ografia , orlental,. disfraz
go-la
.. ,. escritura no dejar'â
. dè anotarlo-
, , se
'' \ • '· _.,......,

ârabe) que funda una !ec~Jira pansemi6tica y pa:anoica: todo

7!1 ... ,, ~

erigira-.p."?a ~irâmi.de, monv.mento,extrafio es signo-en la naturaleza: la memoria u;.iversal, geol6gica· y

perod reccnocible,
· , en su ruina
"·
-la escr1't ura. acum~lativa. 'La escrit~ta litogrâfica; e'sèrit~ra de 'los ~pi­
grafes y de los epitafios,. escritur~·lapid~ria y tombal·, 'me-
1
-•• p.o eJara,de not~rlo- en.s,l! !enta, poivori~n-
.J~ 1
T
ta, gec_adencia-"'- · moria de l'a traza que funda)a es~rit;-,;;; monumental Y:'ê!
~ ,... "• ~ ,J.,O,

82 83 -
 recuerdo camo cànmemoraci6n. La memoria individùal (la
. a uÎilista yfluida regulada par el
rememoraciôn) provoca el- recuerdo uni versai (la conmemo- e itinerate hac•a la urbs rn ~ t'graciôn libidinal (despla-
raciôn) y el olvido universal (el de la especie, el osario). La . .. d 1 placer coma una rn .
princlpiO
. t ) e ' . .
nomadismo pu swna ., . 1 hacia un sedentar•smo
escritura de la historia: la Historia de Cuyo del Abate Mora-
zamien 0 '(!un 1 · ·n fiJada . ~ 1a da) ' una forma de cons-
regu .
les (un ancestro), capitula vacio (el cenotafio) de la historia: P. ulsional a pu sw . '. . . qu· ,·ca ha ci a un a pulst6n
convoca simultâneamente el epos del sujeto (la libido de es- . d 1 gia hbre y anar
tricct6n e a ener 1 - .. e una étièà protestante, par
cri tura) y el epos histôrico (la épica de Am érica). La es cri tu- . da coma o reqmer . 't
liegemomza '. 1 d la fràntèra y la hm1 a-
el trabajo de la marca,_ det_a ~egfia•n'a ela litera tura argen tina
ra es la lectura de un a falta. La escritura hist6rica es la uni- 1
ca que pu ede reparar el olvido y là ruina. . ·· T s rmwn o con
ciôn del' con m. a Para semiotizar el plac·er en 'la letra -
La escritura de Sarmiento y en particular su autabiogra- en )a CIUdad Jetrada. . d" .. • a èoJotiizaci6n de] de-
fia figura un acta de reparaci6n, de reposiciôn en el nive) en·' la alfabética- debera pro uclr u_n
pulsional y un rita de exorcizaci6n del Padre en el nive)
seo. - . •• . . . de 'los bienês ~têxtûale"s, èl' gesto
En la repartlcw~
seniio-ideol6gico. Para ella debe fundar una ret6rica parti-
. te·los territorios textuiiles.
cular, tribu tari a al mismo tiempo del-sujeto y de la Historia: fundacional d~ Sar~te~~ re;:~rampa humanista y huinaili-
uiia 16gica del pasaje sobre una arqueo-16gica de esa evolu- 1
ciôn. 1 Hacia el pasai:lo, r~s.'g~t ;~~-era de las tremulaciones roman:
bda de E. Echeverrta, a_ ~ ) y lare-corta coma el espacio
Esta 16gica, de origeii spenceriàno, intenta dar cu enta del ,1 ·a 1 · romanhc1smo
ticas ( e primer . . t Il bôrioso rita de·la fransfor-
paso de la heterogeneidad a la homogeneidad, de la coexis- transicional donde se ejec_u 1a e "da rioteras" marcabaii. en el
tencia de ôrdenes di versos a una regulaciôn de esos 6rdenes niaciôn (producci?n_l:_ y-.·~ . os ... ede la Èusqued'a del oro, un
po'r el Orden, de la multiplicidad a la unidad; de la existen- regisïro_imagina_no, ':,~~!t.::~~·:tico y un narfema ~él viaje
cia coetanea de una pluralidad de leyes -negaci6n de la Ley- •, tactema de pasaJe al . . •. t â n'el es"p-aciô col omal, Sar-
. 1 - ·-tico mscr•p a e .
a là ley una e igualitaria. Esta·l6gica es· la que "explica" el •l en el- nt~e sem~n . . -1 ·~ -~- d des no serân ya c6hstrut-
pasaje del campo a la ciudad, del caos al arden, de Jo vacio miento invierte-el-g':sto: ~." c_m ad ntro hacia el "fnisterio"
1 · d pasa1e -uacta- a e ' _ ,
.. ridad-del "orô ·de la montan~·'
(baldio) a Io pleno, de Jo desierto a Jo habitado, de Jo pre-
das camo ugar .. e '·
humano a la humanizaci6n (de la pampa), de la asocialidad ainericano, hacta la-I~tert~ ~ a orosa hacia u·na·étu-
presuntamente originaria al "cultiva" del campo marcado por haèia una "esencia~id_ad" .;•.~mp:~~vla~Histo;ia ("los·huarpes
la huella del trabajo y la apropiaciôn. Si del ager rusticus dad ya escrita'par Jas Jerog 1 lCO • • ;';;'\abre eJ pasaje ha-
. d d ") y del• regreso, smo que . . " . ..
pasamos a la fundaci6n del espacio de la urb's (espacio ro- ~
" r.
tentan-ctu a es l Ji' • l "mâ.r océa-ilo-• tnvi_ r-
- .• ·a d __ _,.tmenta ac• a a . ~
màno para Sarmienfo), y en ·otra versiôn del anâlisis, a la ci a la extenon
. · .• ~ ca.~ tador ··hac1a ~-. 1a metr6'polis bali adana,.
constituci6ii del'ethos romano (una energética del galvanismo tiendo el' gestoe?!'qms t'. , ha ci a lâ pa!'abra liberal ile
(nietâfora recurrente), un a ética de la producciôn y un a es- 1 " •· 'bhca de las 1e ras ' -·
ha -...
ci a a·.. repu
u . el "uturo 1os b'•enes del territorio escriturar10 -
tética del ascetismô que entrarâ en colisi6n con la hiperfagia
·progreso:nacza '' . l:d . t- "-r<ltacado maquilladopor
sarmientina), estas formas de semiotizaci6n -de legibilidad- --·r ·-· ·astos· e .... ester o , ~ .- .
,J son· pro• usas Y v··· d ; Sarm1en . t o-- ser<" el espacio privtlegia-
fiedumtc~
pueden ser relevadas también camo el pasaje contradicto- · •·
el "ethos
···-- ·- 1 f dact6n·nactona1 d e .1a litera tura en oposiciôn a
e .
rio, producto de un mecanismo defensivo, del gace 'desreglado ·do para a un . . _. __ d la misma:'-la gauchesca,
'lâ fÜndâëi6n'argentina, vtrrema1' e
84 .,
., 85
 1
su personaje principal, un )librido étniço de indio y de cria- transmutan alquimicamente bi_e\les mate~iales _en
" llo, un. hibrido ético de as~_sino y salva_dor,. un hibrjdo ac- donde
· se· b T os generan d.o u n·· n· u· ev·o· mercado
· ·d>scurs>VO
t'!_ncial de.jhéro.f! y-anti-héroe,'un hibridg de itinerarios'con·- bienes sJ.m o IC . '.. --se convierte en don y los bi enes simb6-.
d de la transm>sion f . t ) e
tr;idictorios, <!e .~ncuentros y desencuentfos, un hibrido de on ... 1 alfabeto la lecturâ', él desqj_ r_amien o s.
nop1adismo y s~tdentaris!llq,~de anarquisp1o y reformJsmo, que )icos (la letra, e
forman en nuevas orm
r' as matehales âel poder de la
- ~ . t't
se resuelve nar~atol6gic~mEtnte en el ent!rilema cuasj-edîpico trans
1 b liberal, condensa d a em blemâticamente. . . en 'su'ms d 11u-
cje la en~rucijJ!da de ,los C\).minos• y la dispersion, 'l.OlJre la pa a ra · .
cionalizacj6!1! can6n1ca: 1a escue , la y ·1a colegiacion
- -. e os
ba~.e de un nar.~ema·cJasicq donde se,r_!l-construye· u_\l'simu- hermeneutas. • 1!· -
,, lac!o _de epicid_ad:•el·.per~~guido que,en !a. persecu~ion cons-
try.ye los confines--de lê-'C!!ltura.,.. Del "derrotero::cçtlonial, .En S~rmient~: ~~ lo~g;~~ del pasaje se reve_la taml bié~ e~
pasando al itinerario sarmientino,"y R'las "idas" y "vueltas" . f'. de franjas m 6Vl'1 es ,y._ co ·---ndllcentes· . ., . e cam1no,
dE? ~a gauches ca, llegamos,!lJ "camino", p~rdducto y ~-ar.ca de una topogra Ia t mensaJenas . . ·y Iuego lo's' ferrocarrile~,
. _ ,_ ·- - las
l!J.letra industrial;ïndu~tr..ializada,_del_ü>genio ciujladano, A la via, la~ po~ as Y's finalistas.; trans!:wrt~dorës: m·~rc~n la
partir de'alli )a_distr~buci9.n de las 2art.'i's escritural~s -ope- travesfas, ma~gene _-· ')' d . 1 ba'rbaro -=-mârgën mc>erto
t · e·ntre Jo. cJ.Vl 1za o Y o . . •
~a.cion de cort.f! de la escritJlra pero _qJie implica también'una fron era. . d -~---- --- ·no- y s1mu1-
, ueda a ambos'costados e cam> ..
burogra(fa~·~legataria y testamental-
.. . una transaccion
sera " pues .s>empre q__ s
. 'l 0 instrumentas de Hl"ptodgcc_J.on
integramente elaborada P.Or la transf~rmacion industrials tâneamimte,tt!l_nspQrt~nl
. 'l' . on· el tngo y a 1e ra
:t "que• coma v·êre\nos, 1:.~tar_an
' " . -
por el derec\loo de ·propie,dad de los bien es. textual!'s. La ~i~­ de ci vi J.zaq -~- , -- ... ·., . . d ltivos qîie se presu-
. d ·par-Ia cond1c1on âurea, os cu - . .
dad-incFanê-,.la ciudadoaJ..deana, la metr6polis, siewpre osci- SJ.gna OS . d .. -- . .
am'âticamente •
pero también evô)ûtJ.vamente~
..
Jante entreJa cosmopolj_~ y_la megalopolis, se convertira en ponen 1 eogr ----- ·.-- - to rafia~"disêiia--uri nuevo
espacio eo;cr.iturario ·coJll,_o resultad..Q. de __una precjsa opera- Esta grafia del c:l)!!"~no_ E,el_sta c~r d! la lieteiogén_ eidad a la
· · de inscnpc1on · pasaJe .
cion de cortes:y suturas~ ·la prim!'ra gran· marc'! çiiferencial espaciD . 'd 'd ,- --- ·
implica-tamb>en . . una: . f orm â de pa'saje,ideo1o-
·sera ·eJ zanjon• de Al~i'!\1. que divicjira. y. P':OdJlcira_ simulta- homogenm a_ -· - .• 'Ill de Jo no"eilgendra<!o a Jo
n·eament~ !!na liter atur!! dê,frontera'!Jal_establecer }Ina fr_ol!:- gico y··unâ.J~ah~f?~rlllac·~~:~~:gi~'ario_pe'l'o riO séfialadS>.P.Or
.tera de la e§critum nacional. Tampi~n.·a partir de alli, el ca_m- engendrado. La_t)erra,
, 't . -- ---~un ~spacioino:.engen ra o. 1
d d S"' bien Sarmien-
.. ,
po,-el desi.!'r.to, la provj!lcia; Ja·;regjon, pasara.!_l a !fi anos· del la. esen ura, ,es - . .
. . . la contemdJ.zacwn·ml . . . 'tic a que el pénsa:miento
.- .
folklore, dfll, "region,alismo" o a la .v:j.guedad sj'!tQ.matica de to no recae en . - ---- · . · . ateiia bru ta -cual'
. l' t· 1 0 torga·a la herra como m . ,
~literatJl_r_!l del interio('. La ciudaq .<!e.Ja.letra _[nd_ustrial co- esenc1a IS a_ e
. f
- ·
. d tehirismo- no o s an e,
· · 'b t t el vaèio de significa·-
.
menzara su dperacion de corrosion de la letra alfabética,· que qu1er arma· ·e , "la ti. erra .... ', camo dato evacuado eh la escrk
perderâJ:j..homogen~i_q-;,d! a 1~ que-~s~irabaS;irg}iento,.una ci6n que ongma · _b · -· · . miotica substancializada' que
sola·ciug,_d;_un;solo,·l}_ombre,~neg"ci6n de la dj.ferencia y la tura se'soporb so .re -~na ~e o Si la tierra;.como datologi-
.contr_lJ.dj,Ç.cion .. Una sqla clase logica, la del-~u!fian'ismo·Jibe­ enma_scar~ la fle~r:a e~ ~~:a:~ ~istema.de- semiotizaci6n _es
raJ;:'ln.c:.i_erra la "esencia:• de tog9s,los hombr_es:,esa cl_'!s.e !<2,- co pr1mano, ~sta ~xc ~1 s ~'su ani~rioridad,hist6rica._La he-
,gica >J.caba por 'i!'nvertirse .en ),ma logica Ji.'l cl ases; en,. ~2-n.to porque Io.que.. se mega ee· uede,; o no estar reunidas,segun
rra posee dos .marcas qu P . · · • (territo-
es a l!.\!!flogeneijlag_~s _un, pro_<!'!ctô artifiçi_'!_l de ·Ja ,alfa!?~tic'a ·las·
- . determinaciones
-- h 1S. t'or icas--.. la - apropzacwn .

86
87

, !L.
 r~aliz~:iqn, en .inscr}J?ci6n de las diferençias; poses.i6Ii/~no
·P9SeSIO!},c,posesibi§/ no posesible, posesj6v. actual/ po,sesi6n
p_oteucia) Y la tran(grmacion (eJ<tracci6n, e_xplotaci6n,.indus-
trializ~ci(i!} Y post~~jprmente lacirculaci6n). La tier;a remi-
te a la .P~~esi6n, .E'L ça~ po ~Ja transfo~~aci6~. El trabajo
nunca es p~nsado ç:9mo,meg.io de,.producç:j6n, es un~ trans-
foriiiaci6p ~.ua,si-maravillq,si' ·-novelesc'!- en- la que se elu-
den las con.~iciones del tiempo y del valor social de ·ese tr~­
bajo: una mutaci6n alguimica de substancias. En 1~ s'emioti-
.ca sari,ni_el).tina, el !'J).mpo ·no c,~ltivado -la tierra·baldia: la
,ûnica_'l;l1.t!'rioridad- se def~~ .coma ~SP!!.cio,no;.cu~ierto;·no
ma~ca<).Q, .adq'!iere la categ9ria·.de vaci9 productivo poten'
1ci al ;f!e,ro_!am bi~'! ~cL~ ,v a cio .s ~mi 6tico. ·A! _{un d.!J( U:~_;t semiot{-
ca de la f.lzscripcit5_q ciudqdqna, con un_elemento _presente:
-la metr6polis-y uno ausente_:Janecr6p!Jlis, la tierra sin mar-
ca es,ptehull?-all'!, no signif!cada ni·pQr ,la:Natu~aleza·;':n~
hay signas de-Jo n.atural s!'!vo cu'!ndq_.s)·tiempo_gpera coma
un a i!'sçripci6n ei1 lo naturaHescritura Natural es el casa
de laê palmeras)-_ ni' par la ~istor_ia·.:_~o.. hay·§l~~o~. de.!a
maniQylaci6n .. transfor~acJora~~ ~La sgmi6tica.~sarmientifia
encue!)._tra,s~ pu!lto cie go: J.a.tierra' n_g puede se-;: leida· de,;.
tro d_e es_e d~minig._ Y si es~fl ".au~~ncia de signo" escritura.rio
pu ede .sJlr leida·-y de be serJeida- en 1; su-perfi.cl.~_~deol6gi~a
camo '!na marca·mas
, ~ ~ ·~ - de- las·"ideas"·liberales
~ .. ._. - '
de·Sarinlent.;-
no dej'! de·generar un vacio extrano en la escritura; La. lie-
rra, término ~p !narcact9," s~~=opone i! naç(a,.es ~fi~ga~ donde
no se iJ1scriben 1.!!~ difer,nciJ!.s y donde·ya.no es posible ·nin-
gûn pasaje, ninguna ·traza. Lugar de g~ce -borra;;;iento de
diferJlncias y de !os estac!jos:; deneg!J_do par l'! ·e.~critura, ~s
el lugar donfl~ ..s.e.·detie_llil)a.circl!l.fl_ci6n y dQnge adviene 'l,i
d~terioro de IJ!., maquip..J!._ de p}acf!_rjijada ·y regulada por~I.a
16gica de la [Jrqs: 16gica !le..! as dife_rencias de sexos ·de nive-
le,., del tr!lbajp, de los sectores g~l;,trabajo~-d-;, costumb~~·s,
dj)i adent_rç y_del afue]'_a;·de centros:,y per_if~rias, de,J;>~;rios
Y de·.espaciQs. pe:imetrados; Pr9_ducto.. de_l trabajo semi6tico
88
de Ja divisi6i\ y donde las cl ases regulan i6gica y soci&ime~­
te el placer. La oposici6n ti erra/& se enmascara en la oposi-
ci6IÎ' campoïêiudad', donde el 'término ciudad recorta una•
d e sterrFt01-ialiZaci6n. y·una fronterizaci6n,~simûlt:ineamen-. .
te des-tlerra mas alla dei'~onfin ·y genera· --;n-tzerra-:.....~n.
nuevo e~SpaciO teXtual qu;~ Siem~re vacil~:-~ 'entre 1~ .~est~~~.-.
ci6n y el exceso: extra~muros. La fundacwn de la __hteratura
Cl. anal camo èspltciô' de fronterias repite el gesto de la ex-
na 1 si6il semi6tic~a tiero al. 1mismo
• • T'· 1
tiempo engendra 1as par es
~~dias de là escritura .argentina. En su~ Sar.miei\tô~f~~J
a,
da-una semi6ticà de la inscripci6n'ciudadana soli.re u~a logi-
evoluÙva de là s'erie anal6gica-presuntameiife natural,
cdaon·de se opera el pasaje de la-materia bru ta-a 'là organico .
cultural par pura ext:acci6n imaginaria de los elenientàs que
rovocan el•desastre del sistema .., - . -· .. . ... •
P ~Entre de~ir~lo
ël soêiài y efdecir de' la social, Sahhiento;
. sfaura un a ·brech a' -toda escritura Jo hace-·y alli· èuenta y'
me cuenta- èorîtemporâneamente una . ·. ·., d e 1ar cu r•
••
stura--en SUS bien es materiaJes
apropiacion -
(et papeJ,. ~ et ra .
l i lm. ,
pres~,, 1'al..
Jetra'oral, la esciitura, el·alfabeto: los instrumentos•de p_r_o~­
ducci6n), una apropiaci6n de:1os:"c6digos-de interpretacwn·
(una clase· de--lectura y~-una imposici6n de sehtido) y un!
borramiento·de ese rilismo siStema-de apr~piaci6n, unac.an!
- '.
'
celaci6n de· las huellàs' de-la palabra·liberal que, hist6r~ca,'
parti cul ar,- in~ividùat y ~8.rCia], se._·-~ropÔne c_~m-~"'eter'na, P.~-:
bliCa, genei-aLy total, en.suma, un1versal, borrando al mis-
mo tiempo Jatpropiedad de su origen;?' el·o'rigeh ·de iïu pro-'
pied'ade· • ' • .::- · ·-"- -'- • .. · •- · ' ..1
J.-..,
De la contine'ntalizaci6n·.europea provierie el mita de}~
cïudad liter aria; Si originariamenfe la escrihira•i)toduce un
enunciaao ideogramâtico de la" ciudad, su topograffii, sù es!
pacio, sus habitantes y:su"!'psic~logiar -ra ciudad re~lista;.
por ejeînplo-,cuando este •ideograinà· se condensa como.un
ideologema •condensaci6n·èoino productÔ•de' un a. precipita-
Ci6ri diacr6~ica-Y de su ""ê'irculaci6h eh""el-illercado"discursivo;·
,,,1
literario, arquitect6nico, etc., pasa a constituirse como ün
fuito de ;la ciud_!l.d Jitefaria. En el caso de las relacion~s-èn'.
ti'e el romanticisrno y el realismo françés-y el romantidisrtïo ••
y realismo-natura,lismo argentin os, 110 e_s.la,ciudad- de Pari."
la que se erige en rn.odèl~ de la lite_rat..ura, sino el Paris ya
lètrificado y literatJirizado .por Balzac y por Sue. El soporte.
de la letra: el proceso de industrializaci6n, la creciente de-
mografia, la.multiplic"ada division del tmi:Jajo social, son,lo~
soportes sobre los que se erige el mito de·la ciudad literarla:
A su vez, la literat\!ra'propone a la ciugad coino espacio P.!'.~.a
un a ,escritura q\!e tQmarâ a otra:escriturà c9ino ·su ma teri al
ëspecifico: Paris~Bug11g·s Aires: una arquite1<.~6nica. Paris co~_"
sagrada )iterari'!'!l.ént"e se superpone, se, recorta, se sobr~­
impone,-se re-es_c_rj!;!e Y.. se. relee en Ja es cri tura ·de la ·l~t~a
ciudadana. El' liberalisrtio argentino y·S;r~iento.como•ft;~­
dador crean un !l!lagiriario metropoÙ!a11o. y .el espaci~ urb-~­
no necesario para_! a_· ihscripci6n de lqs "}nisterios""de la le- A
tra: la narraci611 de la vida _y la narraç_ion de la letra ·;ei.
folletin y la vida que .cuenta ese fol!et;_i_11-' en""donde se eh-
cuentran los ,vestigios.de muchos de ~'!QS dramas·terribÎes
de la vida hu_!Ilanâ', tan.extrafios ·y sgrprendentes que n-;,;s.
tra época h_a llap1ado misterios en) as gr_!l.ndes ciudades" (0.
'F. Sarmiento, ~~ defensa, p. 20t. Si en el· espacio colodi;Î
Sarmiento f\!~da=là_~intriga americanl)." sobre los "derrot-~­
ros" y las ley(;'ndas, los caminos del oro y·su exposici6n:~~l
ôro trabajado, t.r;u'lsformado, industriali.zgçlo- generan, como'
en Balzac, lgs !lli.sterios y los drama~ de t'! ciudad;cuya;~ul­
minacion encontràmos en la ciudad-inmigratoria: d~ i~ "mon-
tafia de oro" hem_o"s pasiido' a la ~bols'! sl.e comercio", del "vla-
je" conquist~çlor, ~Jôs "viajes~ de inm_igrl!!}tes. La se;ie ·que
inaugur'! Sarmiento alcanzarâ su culminacion·en la ct:udad
vanguardis.Ù·, donile la condep.s~~i6n--;;;~·taf6rica•del espacio
'letra<!_o, (l~tra.+civilizacion ur,banJl) cgmenzarâ a fragmeJ;>t,!lr·
se.meton!micamente: -la cosm.Qpoli§ ·vanguardista •'futurista
. . ' ~' . '
contin.E!ntal, _se insu! ariza ,en, !'l.t:.ec_oi:te americano. !,.!!~. aspi-
-,
9Q
raciones de uha utopia ùrbana como lugar de una posible
homogeneizacion.civilizadora ·estallan en un delirio de las
partes: dê Iii fragmentacion del espacio, pasando por la de-
éoloraci6n étnica, hasta la poliglosia babélica:.La utopia de
la ciudad· liberal, espacio :ascético de ·una alfabética iguac;
!adora en él espiritu· de la justicia distributiva, muestra sui
revés de utopia negativa, su no reconocimiento de Ja· dife·
rencia: "no' ternais, pues la 'confusion de·razas y de lenguas.
De la Babel, del. caos, saldrâ algun: dia brillante y nitida la
r1acionalidad sudamericana" (J. B. Alberdi). Y si el desierto
se transformarâ en-el lugar de·Ja "escena arcaica" de la es-
tritura argen tina, que vuelve fantasmâticamente como una
·operaci6n de retorno de Jo reprimido escriturario, la ciudad
pasarâ a convertirse en un ejido èatastral' de "poblaciones
narrativas" y:de "personajes'de-novelas", de espacios y peri-
metros condensados, en oposici6n-al confln ·de la gu aches ca
y de la litera tura 'de· fronteras. El'barrio, là zona, -la calle, la
plaza y el nivel-'tematico, elaboran itinerarios, recorridos;
p'asajes, transitas, en el nive! de una parasintâctica donde
se narra- el nia pa 'de la ciudad literaria y·aJ mis mo tiempo la
escritura corta,~re'!corta; Separa·, une y vuelve a cortar espa-
cios, confecciona recorridos pulsionales donde se elabora una
nueva fantasmâtica, una nueva intriga de la letra ciudada-
na. Sarmiento funda la-ciudad letrada argentina como.un
"monumento" de'la letra alfabética con gesto que. tien ta exoro
cizar la "barbarie". Pero la barbarie es consustancial a la
operaci6n de'trazado de la ciudad, es despojo inicial, es vio-
lencia, es siempre repartici6n de. tierras entre.los fundado,
res. y expectacion y-perplejidad en los ejecutores viçarios.de
la fundaci6n. El:reparto de,los:bienes textuales en ·)aJitera,
tura nacional homologa la violenci'! del·reparto:de los bie,
nes territoriales; y sobre esta desposesi6n: inicia) parece.im,
posible fundar cualquier épica"noble. La fait a de epicidad de
la literaturâ.argentinà-quizâ se debà a esfe despojo inicial
que funda equiv<icadaînimte un poder de la letra literaria
91
 sobre la base de un residuo originario. La unica épica mo-
de:na posible es aquel!a que reivindica la contradicci6n y se·
as1enta sobre la gesta de las Juchas y las rec!amaciones. La
litera tura argen tina elabora una misti ca de la revelaci6n d~
los "misterios" ur banos o una queja melanc6lica con interva~
los de contra-épica ciudadana. Sarmiento -fund6 litera-
riall)ente la oposici6n civilizaci6n-barbarie y ·abri6 el cami-
no· de una épica posible. La litera tura eludi6 el legado que_
fue rescatado por el discurso sociol6gico y politico. A partir
de los anos '20; la repartici6n de los bienes textua!es ocurre
en la litera tura argen tina como en una escena melodramâtica
de pequenas Juchas domésticas y--testamentarias: de !~s
hijuelas y legados de los terratenientes )lemos ·pasado-a ias
rencillas por el despojo-del bien·mueble: la baratija.bar; 0 •
cac' Si el espacio·de la pampa argentina no pudo fundar·una
gesta (cf. Borges, J.·L., La literaturagauchesca, op: cit.), el
espacio de la ciudad. edifica simultâneamente una parte'de
la literatura argentina (una plateresca) y una escritura de
las· partes: la plaza de Miserere (El M~tadero) hasta.!a ··~ar­
niceria" de Borges.repone la barbarie en el•centro mismo de
la urbanidad. De la plaza er6tica de O. Girondo (la Plaza de
·Flores) hasta Parque Lezama de N. ~erlongher, a travé; de
la'plàza de Maya (Las palas en las fuentes deL. Lamborghini)
se re-corta ,la parte de la ciudad que Borges (Palermo,-Ia .Ji-
teratura barri a!) le. habia tomado a E. Carriego. Pero la as-
cética sarmientina -el ethos romano- habfa-re-cortado .en la
ciudad' letrada aquel!o que no s~ podia narrar: la ~norllia
social, la extra-territorialidad, la parte de las partes: la pros'
·tituci6n, los "progroms"; el·conventillo, el·mestizaje; Jo bâr-
~baro que reapareée coma siniestro en eJ .. mixto,Jren~gaci6n
simultânea de la homogeneidad y la heterogeneidad ni esta
ni lo otro. La literatura gauc)lesca, por su·cuent,;, ;e-corta
todo aquel!o que atenta contra la pre sun ta heroicidad . del
ti po: .Ja ~exualidad, entendida camo epos feme;,ino (hist6ri-
co), amaz6nico (!egendario) o andr6gino (mitico). -~ ~ . ·
92
El mixto, des de· la tradici6n plat6nica, propone siempre
n enigma: el enigma de la·participaci6n y la asunci6n de
~as partes: ~cuânto es cuânto?, participaci6n quiere decit
ertenencia -~co mo de.ese cuanto?- y pertenencia:quiere de-
~ir e!ecci6n: -~cuâl de ese cuanto? _El régi men imaginario de
la escritura en -la literatura argentina encuentra su grado
de mayor consistencia ·en el mixto, formaci6n ideol6gica de
partes: e~tropeo/americano, civilizado/bârbaro, ~s~irpe india-
na/estirpe peninsular y la consecuente progeme mcestuosa:
indios, mestizos, negros mulatos, cuarterones, gauchos,
compadritos, inmigrantes, obrero; guacho, :cabecita negra,
exi!iados. El resto de la operaci6n sarmientina reaparececen
la generaci6!) gel '90, en el· Libro· extt:ano de Sicardi,biblia
de Jo siniestro ciudadano, en partes de la zaga de M. Gal vez,
en la ciudad ·ar! ti ana y en~! a década dei,:6o en, la "ciud_ad
alienada" de·David Vinas. La ciudad letra .. de Sarmiento re.c
corta. el.espaçio del· byos .e intenta rehuir la es cri tura de_!\\
muerte. Insidiosamente,-la escritura.del tânatos yuelv_e_ç_o_mo
horizonte necesario·de la escritura.de la vida,_ Si.Sarmiento
funda tina es cri tura del· byos, su.propia autobiografia Y la
biografià de la naci6n,-la es cri tura par su~cuehta funda una
necrologia. Si ~armiento funda, con_gesto·civilizad~r Y mo-
numental un a m'etr6polis'en el·desierto sobre)as nunas del
pasado·_colonia( la es'critura· por su cuenta·funda.~acto si,
métrico y:necesario-·una necr6pofis,,EJ.mandato de los ma-
nuscritos·abolengos·se ha•cumplido. •· . • • · -· •
La escritura de la •.vida. sarmientina retama todos, los
narremas 4 • riiiticos .que-çlieron _nacimiento ·a la:"de~ografîa"
de la nove là burguésa y urbana del:realismo francés,exaspe-
rados por la herencia romântica: la ciudad-antro;-la ciudad;
secreta la ciudad,misterio y;su entramado fol!etinesco_-na-
tùralis;a, ~-randèza y d~ç'!:dencia de las cortesanas; grande~
za 'y decadencia de-las _fortu!las,)a;nobleza..vituperada, la
virtud reivinâicada:y triunf(lnJ!'i )a: "novela· familiar" del
"parvenu", la "novelà familiar"·d~l j9_ven_pobre pero inteli-
93
 gente, y en·un nive! de cohdensaci6n.iniaginaria.ma.8' sedi-
dato testamentario -mandato paterno~ presupone •la1
' . 1 mentado, los delirios de filiaci6n comunes al·folletfœy a los
discursos paranoicos, la intriga histérica, la fabulaci6n de_ la'
renegaci6n· de ,Ja filiaci6n real--y al mismo tiempo un a• couee-
ion· a la filiaci6n adoptiva·. ·Sarmiento .opera es a doble ope-··
locura de dos, del delü:io de dos y·del suicidio de dos, detque
se:nutren tanto Balzac, Sue:o Feval, conio.la cr6nica:diaria
~aci6n en un·intento de sortear la filiaci6n real: es el padre
î; ue·adopta al hijo (Dominguito) e hijo-que adopta a sus pa-
~res'Oos· Oro. y los Albarracin). Es.clara en Sarmiento la idea,
de mediados y fines del sig lü XIX. 5 •

El programa narrativo de la' vida· de Sarmiento'(biografia

de la constituci6n de una familia ideal;de los grandes espfri-
+ -autobiograffa +" necrogi-affa)·se,despliega sobre:el espacio·
tus organizada por los mandatas testamentarios de las gran-
autobiogrâfico que engendra Ja·escritura: Mi defensa (1842),
,. des causas:
Recuerdos de Provincia (1849-50) y Vida de IJominguÏto
( 1886). "La êronologfa~sostiene un~espacio· autobio'grâfico
6 ... '
Asi' los grandes pensadores y ~los grandes guerreros son mie!Ilbros d,e ~ma.
aût6nomo y'ordenado seglin el verosfmil de la '16gica de ·Ja 1 r'm1'I 1' a: padres~ aquéllOs,'hijos éstos que reciben un legado y son los testa·
so a ,a • • • • , ' . ,. J D - Pa l , Jt "
vida"(serie creciente''decreciente) y seglin eLorden de 'la cons; entarios de las grandes ideas. (Biografia -Necrptogta ue ona u a ara·'!Ue·
:ado de'Mârtinez:·p. 331, op. cit.). .- ..._ • ~
trucci6n de Un a imageh, "un a personalidad", un a "psicolo~ ,,
gia": 1) efecci6n de unàimagen pliblica!(la necesidad de êon-
Sarmiento no·solo· re aliz a aquf el ethos romano del ro-
cebirse como hombre •p'liblico (politico), Ja· confusion de Ta
manticismo; mandato asumido,por el rom11nticismo d,!! Je~a,
propia vida con 'la 'vida''de.Ja:.patria,: de la· historia-persona!
sino· que la.escritura intenta·resolver imagÎJ}!lriamente·un:
con la"historia·de"la'naèion; etc:-, ·que ha sido·abundantemen,
narrema_ de10rigen mftico por _adopci6n fabulosa que conlie-
te·sefialada· por la"'critica), primer encûentro]iterario .con.el
va simultâneamente un orden delirante (delirio de filiaci6n)
otro sociàl;-2) intimiza·cioh· y endogamizaci6n de la.historia
Il
U! colonial eii:la!historia pêrsonal"como un intento de fuhdar la
y un orden. escriturari?·propio, del, folletfn·(descubrimiento
-programa narrativo-).del origen,"real~ del protagomsta don-,
propia-genealogfa"y:la blisqueda de.la.estirpe intelectual y
de se invierte·la;fabulaci6n, el,origen _humilde eue!! br~ un
· cultural"înedian te:un!(êsto textual q'ue confunde el:orden de
origen principesco.y genera !'1-proceso d__!)"J:>.ûsqueda·y re_c_o-
la vidiF"con-el:orden dé la·escritura'y simultaneamente fun,
nocimiento (anagn6risis degradada)). La VIda p<_>r,procuracw~
da"· el ilinaje' de la-letra aure a "(los•:manuscritos .abolengos)
(la 'vida de ·los ..otros). y 1a ·letra 1 de 111-vida· por _asunci6p.:
hasta 'producir un delirio de'autoengendramiento 'qu'e super-
Dominguito integra-la:serie de entencu[o_s d_e n_uestra li~er_a;
pane la lêtra-de oro a la letra.alfabética, la letra enigmâtica
fur a·. ....."" . ,. .,. ~~ t.. ";' ..s :l:' ~ "'~' !l
(la int"rîga."americaria) aïa··Jetra propedéutica (la explicaci6n
Los mandatas testamentarios no ~6lo, ge!le!'_a_g •id_e_I_!tifjqa-
eurojïifa), encuentro conolos Otros!textuales;'ios Apcestros; y
l' cioneS~en el paradigma· de los ':héroes"~ los "sa~j9s~' ;·-:lofi "Pli-:
' 3) üna:extensi6n~de~la~propia:_vida- en -la escritura' de la.vida
dres"• y toda .la serie paterna de;-lqs "grandes espfritus", !lino,
'del àfrô (vida de Doininguito)·donde sejuega Ja·filia'ci6n1(des-
que pueden ,operarfidentificacione.":en··el rl@g!'!!len 1!'-teri'-1
cen·dèbcia-ascendèhcia) sobre el eje de la~adopci6n: adopci6n
sobre ei'eje.de la adopci6;,_si_!IIb6lica mliltjple: Ji'- fig\!p, Çfl§j
del'Nombre Propiriy.borramiento del Protoonombre y-,adop-
un a imago pater_na, ci.El" Man~~l_)\1..9.!)_!t, :Hue -jp_~ga_, ambi-
cion simultânea•de la posteridàd,"coœ el Tercero_ en ,.la
valentemente. e11. .l'! njyel·pl'tt!Jrno _(pr_o_tector _ejemplar)/ fra'
·trigëneracionalidad. La filiaci6ri siinb61ica a partir. del man-
térno;por id"-I!t!fic_aciQ~ çl~spla_zada_ con la madre-D,ofia Paula
94
95
Jara-Qilemado. La homonimia (Dona Paula Jara"Quemado,
Dona Paula Albarracin de Sarmiento) refuerza la identifica-.
ci6n, pero es sobre todo la composiciôn del ·ethos romano lâ 1
que contruiburâ a--condensar la ejemplarizacion. SLel ethos J
romano en Sarmiento como gesto ideol6gico que preside- lâ
composici6n y.organizaci6n de los narremas he'gem6nicos pro!
viene de la herencia romana del romanticismo,. sobre todo
en sus aspectas de monumentalidad, los componentes ails te,·
ros de este ethos se contaminan de protestantismo.a p'artir.
de la "lectura" de la vida de los grandes espiritus america-
nos, en especial Franklin, y se feminiza nitidamente ·pol' la
conversion de valores que ejecuta: la austeridad, la seve~i­
dad, el laconismo y la du~eza taxa ti va- d~ la. 1~~ s~_'E~nfo~­
man en la lfnea materna, son los componentes ret6ricos con
que reiteradamente se presenta a Donà Pa'ula Albarfacin,
"beldad··severa~y modes 'ta", veidaderâ mater fonîana. Doiia
Paula Jara-Quemado (madre "adoptiva dê-Mâriuèl.Môiitt) es
la reunion de todos los valores qüe èo'Inffoneïi el ethôs-romü.-
no, a un· en el" grado superlativo ·quë no feüïie l'â pro pia ma-
dre: coraje, decisiOn, Pairiotisîno, religiosîdad, riqû8z·a y as-
tucia.-Si Sarmiento se siëntê hijo de su profector ên rèlacï6n
con su destino -destina il.ë la letra- (am'oos seran presiden-
tes de-13. Repûblica-en sus respectivos pa:fses), es• hermimo
de su propio pad~e aüoptivo en lâ linea 'de :la idiiiîtificaêiôn
materna. La néc~saria ubicaci6n· de ese-herriîâno simbolic'o
y sù propia ubieacion· ëôiho hijo ail.optivo, convalida la 'serie
de la adopci6n simbolicâ üe su propio hijo adoptivo, Do-
minguito, en don'de se prôyectâ ên farina invertida la figura
de su hijo-adoptivo en li! padre adoptivo, y al misnïô tièmpo
regula la continuidad 'de la filiaci6n siriib6lië·a en un 'sucéder
que narra simultâilêamèntê la propia vida y la vida del otro,
el propio autoe!Îgendrâmiento en el engendramiento del otro.
La· economia de .una anagramatizacion gerieralizada se
insinûa en·el empleo tan abondante de seud6nimos que ope-
ra simultâneamente un·borramiento de):nombrê propio y-la
96
"adopci6n~ de otro ilôilibre. Hist6ricamente, Sarmiento ini-
cia uha serie quê culmina con Borges: una paragramatizaci6n:
donde se anagfamatizàri los "nombres de la pa tria" (los nom-
bres patficios) en los nombres propios. En esta encrucijada
se encuentran los nombres reales de la gllnealogfa, los nom-
bres de la historia y los nombres de la leyenda literaria. En
otro nive!, y es er caso de Sai-ïii.iento, tiende a co-fundir la
identidad imaginaria de los nombrés, con lo real historico y
con la ficci6n.literaria. El èmplèo "legendario" del Nombre,
del Ep6nimo falso, es· el nexo qtie articula esta trama. Y si:
... el nombre· de D. F.''Sarmiento ha ida acoÔlpaftado siempre de los· epitêtos de
infame. inmundo, vil. salvaje, con variantes a este caudal de ultrajes que parecen
el forldo nacional, de otros que la sagacidad de los gobernadores de provincia ha
sabido encontrar, tales come traidor. /oco, envi/ecido, proteroo, empecinado Y otros
mâs. (Recuerdos de Provincia, p. 20)
don de lacsuma "fon do nacional" y "de provincia" disefta un a
grafia locativa de los epitetos como una forma de
desapropiaci6n del nombre: al adjetivo en funcion de
epithetum constans tenderâ a conformar la "ret6rica del per,
sonaje": "el loco Sarmiento", "el judio Sarmiento", "el sorc).o
Sarmiento", ~tc. y·al mismo tiempo en la erecci6n-del No111·
bre Publico se o.pera un a evacuaci6n·de la propiedad del nom-
bre: la funcion de identidad para el otro predomina sobre la
funcion de identificacion para si mismo. -El discurso sar-
mientino .reacciona vigorosamente contra esta "herida nar~
cisista" y est~ fonda de vacio (despersonalizacion). En prin-
cipio, elabora un sistema de recurrencias y proliferaciones
alrededor del nombre sustituyéndoJo· por el• pronombre de
prime~a persona en funci6n atributiva,o en-funci6n per-
sonalizante (el Yo engrandecido), o apelando perifrâs-
ticam~nte al adjetivo. posesivo generando una constelaci6n
egocéptiica que vectoriza la enunciaciôn: "mi madre", "mi
nombre" "el· nombre de Sarmiento" "contra mi" ;·"mi defen-
' -' '
sa", "mis amigos", "mi familia", etcétera.
97
 n Sarmiento
v· 1 •• -- .. y . se co mp 1ace en
viol'! las leyes del discurso lencia del codigo. La injuria es siempre una pàlabrâ-éontrJ!
e_ ~- 10 _a p9r 1o_menos dos"'regl'!_s_del "principio·d~ ~ort~- el Padre.
s~a • segun_lo euhende la pragmâti_!:a discur~iva 0 mâ~ gené: ;. ' El reconocimiento aêl polemos irijurioso (Sarmiento/
n~amente las. leyes de conveniencia o de decoro discursi~o· 1. Godoy, Sarmiento/ Alberdi).disefia en la propiedad siempre
" -:aqu~lla" que est_ablece que el locutor ,{~ ~mp!e'!.: lq_~ '' cuestionable del espacio enunciativo, dos espacios superpues-
a.xwl6g1cos de elog!o sobr~ la_propia persona· . il tos y contradictorios: el èspacio egocéntfîco (el del Nombre
-aquella, q}le ~st~blece que !'l locuto; no ~;pte 'si;;_o re·: ' Propio) y el esp'acio'ag6hico (el de los Nombres del Otro),
chace los "aJÇ~ol6gicos" i~juri~sos del aloc~tor. · · ·· ,.,. ' fundando una·l6gica·âgonica -imaginariii- interseccionada
tPero lad}njvr!a, ret6~icamente • consider;da
.• , es ·1 a '&',orma... ~ por la l6gica dinâsticâ-simb6lica~ El nomb"re verdadero dice
ex rem~ e 1~ !l}et~fora,, Ja. metftfora radjc,ali~~d.~ ·d~~de la verdad del sujeto (Faustino Valentin Sarmiento), desmen-
trastabilla el parad1gma, y pulsionalmente es una f ·d"' tida por la verdad de la Ley (el nombre adoptado por fuerza
'd t'f ·. orma e
1 en 1 1cac10n compleja al discurso del otro agreso d d 1 del epos dinâstico: DoiningÔ', Santo Domingo, la filiacion
"l · , . . r on e o
rn.. â s .. eJano
'· . .
se Invierte -•en Io·mâs'"cercano"
t· . ·
Sar mten · t o asu- materna cotiierva el patroliaÛFde· Santo Domingo: Domingo
me las InJunas: ~ · ~"' • Faustino Sarmiento)·que coincide con las letras iniciales del
-camo una estrategia pr~gmâtica para hacter 'conocer~·âη nombre-del hijo adoptivo: Domingo .Fidel Sarmiento.
lector la opinion del alocutor' es decir, por pura f unCion .. In- · Sarmiento no deja·de règodearse' en"el relato de las con-
fo:mativa que tie~de a coherentizar semânticamente la ·es, fusiones qÛe'la homonimia'dé làs siglas (D. F. S.) ocasionarâ
en tura Y establecer lazos 'claros con eLlector; L _ en varias oportunidades. Inscribir el propio nombre en el
-como unâ~condicion de.'la produccion del diseurs : ' nombre'dél otro es la inarêa especifica''de'la filiacion, pero
~t·'·- oque
propen. d e a cons _ruu una materia . .. discursiva
_ . , ·temat'
, ~ 1za d a y inscribir'el nombre·ael otro en èl propio es operar la inver-
remahzada . . redundantemente, para -po ~ der emp'learl a.como sion l'ogica de la adopcion simbolicà. Al adoptar el nombre -
matena prima del propio discurso, en un gesto violenta dë el protonomôrë de la famil(a- Sarmiento reconoce una filia-
aprop1aci6n_ ~el disêûrso del otro, donde se ~ûnal,l' los gestos cion espiritual y al don ar su pfopiolnombrê transmite tanto
de aprop~acwn Y de s'u9orditia-ci6n'(sumisi6n.simulada) comô su dimension 'paterna conio su dimension filial. Asi co mo Sar-
estrateg1a-para preparar la respuesta como·jnvectiva; 1 :>- miento es "Îüjô de sus" a bras'', es simy.ltâneamente padre de
-c~mo un a form-a .,de inv~stici6n .,agresiva dirigiendo: la su padre en el desplazanùentà de' la fundon 'paterna 'Y del
atenCio~ del Tercera haciaJa pr~sunta fuente de origen'de nombre del padrê que deja un:lugar -vacante, e •hijo de su
~la agres16n; hijo-obra (Dominguito·, él entenadô, es producto de su indus-
• -como u'!;a,forrôa-d~ g~ce lenguaraz·producid;por la~a- tria letradà.; là. è'stêna:de 1le'fturâ ·pero' tanibién objeto-gene-
labra-desmandada,
. . . . fuera ~de .regla ,- desparad1'gmat'. 1za · d a ' - 1a rador de su rèlatô) erïla continuidad 'de'una afiliaci6n fraca-
InJUria mohvada.e.s la injuria reclamada: aquèllo que me sada. La èscriturâ-de'la bio!grafia de Dominguito es la escri-
v1ene det:Otro (del c6digo)"y deLotro_(mi alocutor:·mi seme- tura: de un necro-logos: otra forma de la'inscripci6n lapidaria.
j~nte,~mi~riv~l, mi enè~igo discursivo) es la~mismo';que yo ' .
puedo- profenr contra el otro, que certifica..y. autoriza mLvio· . . l

98 f99
 La otra escena
E~lugar: _La_ca.sa propia, en Yungay.' ( Wda de Dom in-
guito). Un gran ambiente: es invierno, la
. chim_enea ,esta,prendida. Lu ego es verano.
Entre el fuego y la ceniza, el carbon, Do,
min go Faustino, ·parada, Domingo Fidel;
sentado: s6lo tiene.tres aftos y.medio. La luz
decrece:
-- -
Sarmiento ensefta a leét a su hijo:
~ j
.abre l;l_l:>Oca, la cierra, estira los labios, los
'. 1 J.
jti'nta, lo_s frunce, monta el superior sobre
los·dientes inferiores, los separa, los·vuel,
ve a ju_ntar, ahora la bio sobre !abia. Método
.. 4sarmientino de enseftanza, aprendido ~-Il:
, una escuela aJêmana: una gimnasia de lo,s
labios. Una l:n:ujula guia el ejercicio: hay que
razonar el son ido. ~D6nde, esta la madre? .
El tiempo:
•
,Corre el_afto J849. El tiempo de la historia
pasa rapido (l848 la Revoluci6n derroc6 '\
L _. rLuis.Felip_e).JYa Sarmiento ha escrito_M(l.toc
do Gradua! de Lectura. Ernifto tiene s6lç_
tres anos y media. Inquieta, vivaz. El tiem,
po doméstico pas a lentamente.
.....:..•. -~- ~ ~'·, ........ __.. .,:;"_..•17"'~ ...-:. -;("';t~cr· •
La lee tura: La chimenea provee el material: el.carb6[l,
el mismo que_Sarmiento emple6 para laJ"!l~­
J
_cripci6n en lacqrdi!lera: On ne tue point les
.,idées. Letra_efimera. El pape! ,(don de '!las
1 ... ~ 1 1 escenas.de ,bom..!>_res no par est ar en 1â~i-
.... nas son menas rea}es para él"). Materiales
_. escriptorios_ y lect.urales,: el libro en blanco
de la cuna. Los sonidos-se van invistiendo
de pulsiones agresivas, destructivas, aspe-
ras y guturales; un a gimnastica militar pre
100
h. d
side la incorporaci6n oral de la letra. Los
fonemas se organizan alrededor de pulsio-
nes suaves, agradables, dulces -bafto sonoro-.
Un a gimnâstica, pero también· un a mimé-
tica, presiden la incor'poraci6n oral de la ,
letra, un méto_do .canibaL Lue go repas a
el gesto, militar, ortopédico. Los objetos bai-
lan, ,desanclados, s6lo el nombre pue de su-
1
jetarlos, darles un peso de realidad. La le-
tra sonora reina sobetana, COliJQ un juego~
Jreal, "jugueteando". "La lectlJ.ra es una ma-,
nera de hablar y de oi.r". Sensualidad ... el
grano de la voz. Lue go vendra la alfabética.;
la letra con sangre,entra. ~y el sonido?
1 '
Grafo: Las sociedades primitivas son orales no porque a
les.falte el grafismo, sino porque para elias
el grafismo es'oindependiel!te de la voz. Las
.sociedades btiT;baras emplean el grafismo por-
que el sistema grafico ha perdido su indepen-.
dencia de la voz, se ha subordinado a ella. (A 1
•• Leroi-Gourthan, Le geste et la parole, 1965).
Los simulacros de escritura: gesto-y actp
Galvanizar:
.•,
Fis. 1. Aplicar el galvanismo a un animal
vivo o muerto. 2. Aplicar una capa de metal
sobre otra, empleando al efecto el galvanismo
3. Dar un bafto·de cine fundido a un alam-
bre, plancha.de hierro, etc. para que no se
. . . . oxide. 4. Fig. Animar, dar. vida momentanea
menie a una corporaciôn o sociedad que esta
en decadencia. (Martin Alonso, Enciclope-
dia del idioma).
101'
r ~S3.rmient;; ~i;l~scritû-fa sâr~riiièntina, genera, quizâ co mo • --· d e r·1ntC16n·
·Esta · · ha ce hi .,
fen6ineno' niayoi' de sU 'procëso de semiotizaci6n, dos ethos pu~stas, olvidando ncapi_e en los_fen6'\'enos de la·res-
.. que el te t ·
contfadictorios que 'se aùto•e intta~ignifican en las colisio- escritural a las.lectu · x o·m1smo·ya· es una respuesta
- · - ras re 1·1 -
nes constantes que se producen en- el •régi~en' de elabora- pas aria a formar part _a zadas, En nuestro casa, el eth os
ci6n escrituraria: el èthos romano y el ethos oriental. Estos ,-en el sentido pr~g , te_ de las operaciones de codificaci6n
· . ma 1co- y- ,
gestas son ,"respuestas~ irilaginarias a:las lecturas re aliz a' de las estrategias·t t - ~- ,pqr ende entrana en el campo
- . ex uales· s· .
das 'y condènsan los ""coinpôrtamiehtos"~de una escritura (es- tar e~t.!l reubicaci 6 ·d -- · .m embargo, debemos comple-
1
trategias y ret6ricas) que, siémpre eri falta, intenta dos opê- sotros, el eth os··· con -e a·cat - eg9,na; - recordando que para no-
-
un residuo ideol 6 g. · '- mo gesto d 1
- e a escntura,· • forma parte de
raèiones; l:na pulsional, reponer, conij:lletar ese vacio por una ··· -- 1CO de-la · ..
febril-y.fabril~ maqui;.izaci6n de·los procesos de escritura pu ede ·ser vi_nculad . - m1,s~a-, -d1ftere en cada au tor y
• --- - -- a s1mult-
Y la otra, ideol6gica, coloc,;r imaginari'amente es a falta en' el tor y !il imaginario text - · ane'!mente al ~maginario del au-
dtro: el munda, los Übros, la èû!'turà: la letra, el munda coma El eth os rom-a' n · ~il.l de Cil_da época. ·
- . - ofse con t· - - , -
c6digo'. • ~ t'\s regulaciones. ·-- :· .§. It);'Y,e .en la escn!ura. segun C1er-
En el nive! de su producci6n, solo el én.framado 'pûlsiona1 -'lstructural~-;,nte ;- ·· _ •
bre las uni da· de-s . · :·' orgamzJ!-.,un enunciado narrativo sa-
puede dar cuenta de esta constante fraètura ent're la "sen- --- ·1ex1cas d . •
sualidad'! sàrmientina y la cànst~nte represi6n de esâ ·"'seh- taJÇatividad de la-I • . -e sobnedad, laconismo, severidad,
• - - t ey, eJ -.-.
-:-dinâmicame empla n-d. a d ,·vutuos1dad;
- , ~ .. ,
sualidad. Si camo seftala T. Ïialpërin Dofighi', la histôi-ia de - n e se pr d • -- .
la educaci6n de-SarmientÔ produêe un<bildungsroman, Re- ta: la acci6n si;;_ f' ' - 'd -() uc'"'çomo una.energética final_ is_-
.
el horror·v-acui· --- ma 11 ad...rep.,ugna~a 1a escntura - tanto como
cuerdos de Provincia, êsa educaci6n deb<f:ser entendida· en
el senti do romantico"sobre la elâboraci6'6. de un harrema y -ret6ricam~~te ~~ \i ... . ~, .'
nizaci9n" en' -;;u d' bl_nst;r.!'Ye 1'!. figura_maxima de la "galva-
su~ tres yersiones: la educaci6n séntime:rital, la eduCaci6n 0
de:là-int~ligencia y la êducaci6n d'e Îa se·nsualidiul, ùn eufe-
. • • -- • ~ -·e,duecci6
..... . n.- ,,pro t eger d e 1a ·corrosion· -- y
•. ar 1 a soc1ed d
animar, electrifie
. .
mismo que encubre la exaltaci6n amorosa y" reprime el generando una m t- ·t:'." _ -~ a ~para ponerla en mov1m1ento,
- e a, tstc d l - · - -- ·
narrema hegemônico de la iniciaci6n: l'a educaci6n sexual munda" las .-nat'u 1- -- !!. -~ Cfs.J.o ("la electricidad, alma del
n
' ra eza 1 ~ · .... ·
entendida como i'riiciaèi6ll. 8 .:'""~.. ~ _..; L~..., . i ._.. ~-: "1 lu ces" encuentr · s e ectricas"), donde el-"sig la de las
. a- e 1 revé . ,. . . ~ .
naci6n de los , ~p1r1 us· s._m!'t!!_nal•
es ·.. t· ......de ~su. . . , metaf6rica ilumi-
, Los autores de la Rhétorique Généraie no~ proporcionan • ~ .
. ' ~--·- ' lt:!--
· ' ~ ~• el-·e ...... ~ 1 ' "', . - .~.. - 1
una definici6n del ethos: _ • •· -pu 1_s1onalll!.~nte,
t .. •J' un mandata. s · • ' ~uncu~.!!!? narrabvo se transforma en
. -- uperyo1co d d .
. • - • ., '" ~ . • ' •• ,, ,.-~ l f ~
... estado afeCtivo incitado en el receptor por un mensaje particular y cuya càli-
(
transgre~J.!!.!LY,,produc -:-· ?n_ e }_a 1~! n~ _puede_ ser
dad especîfica varîa en funci6,1! <;J.e ~Jl <:ierto nûmerô de parâmetros.· Entre éstos, heroico de-la hit --·:·• ...!'...u.!!:!'-..;J.denbf1cac1on ng1da al. 1deal
un lugar importante debe estar reservado al destinatario mismo. El valor 'atri- - -t,-'!~- ra]uridica d .. Ir•·" -; _, .......... "·- ~ ~;;,!' ~
• · ---. <Y<.; ..~r a gestuahdad -romana.--,
·buido a un texto no es pura entelequia, sino una respuesta dellector o def a:Udi- - . _.. . - ..:1 -"";."-',~-. ·:; ' - .:~' ,,. ~~
tor. En otros términos, esto~ûltimo~no se cCi'ii'tenta con;·recibi'r ,un dâto estético EE-~Sarmiento 1 "' , · -r: .. ... -~
int~ngible, sino que reacçiona a ciertos estiinulos. Y esta respuesta es una apre- d1.ferenciadae_n_
.. - - ,, '..."t'a --.- de 1
v oz -~ .~ conc1enc1a.. . "· ( e 1 Superyo) esta
r ,..·' ~-..._ .1 i
au O-ob . ...~ ••~1.- -...-... ,.
~ , •r .,
ciaci6n(p.l47) ......
lil'
....-:' t ,._ ~ ~ ticiera y al m 1·s -t. - ~<;_rva_s_16n (es la,tradicional voz jus-
.. mo 1em . ·.- • -- • :
'• dad de autocr1·t- · -P.o e 1 reconoc1m1ento de un a capac1-
_ 1ca que · · . -- .. ··
•-• " - n1_.s1ql)-1era SUS enemigos mas acérri-
·~ ~""' ' l

iô2
mos le negaron) y conciencia moral (esta conciencia-moral
esta siempre en estado de vigilia, pero no comporta ninglih
1sentimi~nto de culpabilidad): esta diferenciaci6n produce-uha ,'
•su til alternancia de la escritura que. toda via cau tiva â la
modernidad (Sarmiento seria nuestro primer ~scritôr fuo-
derno), pero el Ideal del Yo en funci6n de ideal esta constari-
temente vinculado a la sutura imposible de una faltâ que el
sujeto vive como "enfermedad" de la despo,sesi6n y quë gene-
ra ese combate permanente por una·restituci6n imaginaria
que Jo compele al polemos, a la hipercritica, a-la dertiuiêia, a
la querulencia y por momentos a una queja' melanè6licà y
nostalgie a y a la compulsion de completud (voracidàd- buli-
mia - hiperfagia) 9 donde el otro, el Otro absolutizado ôbliga
a·una èonstante vigilia y a un.insaciable'insÔ mnio. En reali-
dad, el Superyo•de• Sarmiento no existe, no existe co mo iris-
tancia psiquica neur6tica, s6lo existe como Superyo para-
noizado en el Otro. Si la constituci6n del idel del Yo ile harâ
sobre los objetos amados: imago materna, filiaci6n'feirieni-
na, objetos libidinales incestuosos, el ethos romano acaba~â
convirtiéndose en una ética compulsiva de la aèei6n. Esta
1ética no bas ta. De be encontrar su legitimaci6n ret6rièa en ~l
gesto, en el emblem a 'de la letra, en el registra riîâs notable
•de 'la escritura sarmientina: la monumentalidad , la ges-
tualidad romana.· \ ·• .r
El• Pante6n romano (el monumento, la ci>ftinemôraci6n)
ejemplariza el mârmol y la constructividad sàrmiêritiiÎ.a, su
voluntad de erecci6n. La edificaci6n de la ciudad lo 11eva,
•como un paso iniciâtico de despojamiëilto del pasado colo-
nial'y del espacio materna, a·abandoilar los objetos de,sus
primeras investiciones amoro·sas quë lue go recuperafâ en la
investici6n libidinal de la escritura a través.del recuerdo: el
barro y el telar d!' Ja C!\sa materna, objetos e instrumentas
de la'industria local, artesa'nal Yï'naleàble, manejada seglin
el gesto y la circunstiméia dé la cotidianidad don de el limite
liltimo-'es~ la ne'cesidad y Iio el horizonte de la producci6n
104
excedentaria. La aventura de la teta, toda la industria ma-
nuai de Dona Paula se basa en el tejido, la tela, y el teiiido,
la variaci6n de .la trama: sedas,-lana, hilos y paiios sagrados;
el media de producci6n: un telar y un saber de·"omnisciencia
industrial". -Esta transmutaci6n de mat'erias y de saberes,
4e una substancia lâbil, fragil y dlictil en una substancia
rigida, fria, cincelable, donde la inscripci6n de la transfor-
maci6n (teiiido,.costura) y el saber ubicuo de la mano que la
ejecuta -capital de transmisi6n hereditaria seglin Sarmien-
t_o-, va·dejando·lugar a una inscripci6n lapidaria, epigrafica·,
por.momentos tombal,-sostenida sobre eLacto conmemorati-
vo y la sabidurîa.t6pica·. de la letra. Es·veriilcable -mas alla
o ~ostenido por este pasaje ideol6gico-, una diacronia en la
escritura sarmiel)-tin~ que va desde una aceptaci6n de pre-
supuestos românticos, un- vitalismo regenerador, una ener·
gética galvanizadora, una."propuesta" de·literatura militan-
te, u11a concepci6n de Ia.funci6n civil de la letra y un a· elabo-
raci6n -,un verdfidero trabajo de transporte-. de la ba set
pulsional de la es cri tura·, lo pulsional> seiialado camo Jo vital<
o el deseo, siguiendo la eufemistica romantica,como exalta-'
ci6n sentjmental, generando en la puesta en es,cena ret6rica
una ausencia,.un vacio: ~el Sindrome de la ~Iaguna" 10 , hastal
un a· paula tina coagulaci6n .postural -la .postura, la efigie-<
don~e el gesto se vuelve "maniera" -nunc a manierismo- don-
de la estofa del• texto se transforma pausadamente en mar-
mol,' piedra, lithos: uria litografia. 11 • Pero esta·dfacronia siem-r
pre esta sostenida sobre un.proceso constante de colisiones•
y catastrofes eseriturarias ·entre relata y descripci6n, entre·
estilo y didactismo, entre ethos romano y ethos oriental, en•
suma,.entre rememoraci6n y conmemoraci6n. El encuentro
entre-la· pulsi6n y el género es-quizâ Ia,linica marca de-un•
estilo. El género .en Sarmiento:·es•;tfp icamente romântico,
desagregativo·y en disoluci6n -el-fragmenta-. Si sus -textos,
no sol amen te aquellos que integran·eJ espacio autobiografico,•
Y sqbre toda el Facundo;.fueron siempre y por muchas otras
 brada, manuscrite fragmentado,bibljotecas quemadas, esta~
razones, "ilegibles" ·para la cri ti ca, es por el hec ho ~e constF
tua decapit~da, tëmplo destruido, reaparece aqui siii el' ca-
tuirse en mirtos retôricos 'absolutos. Un a de las razones mas·
nicter positivo, denueva c"reatividad, que 'po~ee el fraginen·
evidentes es el fragmentarismo. (otras son la digresi6n Y la
to romantico. El busto es ejemplar: condel).Sa la parcelaciôn
dispersion) que conmueve simultâneamente el concepto de·
del cuerpo, la.paradigmatizaci6_n ~el ros~r9_ (eref!'plum,
género y el de. estilo. Del género ·s6lo dice su negaci6n: ni
nobilitas ro;,ana) y la completud re<juc!J;!a \li' vna· parte que
novela· (Facundo) ni·autobiografia (Recuerdos de Provincial,
asume la 'ttitalidad (la cabeza), el micy;ocosmqg corrq "anâlo-
ni biografia ( V.'da de·Dominguito) o un toda misceltineo· do ri;
go del mac!:o.cosmos", 1~ cabeza en oposiciôn a las pqr~es bq-
de sujeto y objeto forman un mirto irreconciliable, una
jas del cuerpo: Para Sarmiento,cuY.o siste)Ila de esc;_rjJura
paralôgica del didactisme: l;:t enciclopedia. Del estilo, dice
encuentra su mayor perturbaci6n en .la semiotiza~i(in de la
tambiéu una negaciôn.del sujeto,.pues es p'recisamente el
"barbarie" -es la catastrofe inicial_que )a origi_na- .sôlo se
obj~to la, obra,.'el texto ·que· Jo define,' ni' una.anterioridad
' • 1 • • • • manifiesta el .gesto i(c;sterior de !a J!1utilac~6r., sôlo
(Sarmiento no existe antes de sus textos), m una posterlOn-
~jemP.lariza_un modo<!~ la. castraci6n: ve en el· fragw,~g.~o la
dad (Sarmiento no existe sin sus .texto~) .. La fragmentaciôn
acciôn de fra_gment.ar, el gesto d!:moledor de una tçt~ljda!l
-una fragmentaciôn en acta- muestra.su.filiaciôn romanti.
imaginaria, v<; en el trozo la h!_storia anterior de toda, en !)1
ca y. su arquitextura românica: Pante6n, esta tua, toga viril,
resto s61o' su condiciôn de ruina y al mismo tiemro la P'l~U?.i·
busto romano, cincel romano, civilidad y militarisme, Cicer6n
!id ad de u~a re;~~strucci6;,_ -;,rquitextural que, al compl!l.~ar
y César, se van aèentuando en .rela:ciôn a la mostraci6n qe
una vida -la propia- y la vida del otro (Dominguito). La ac.
el ethos hac.ia el,limi~e, ieco~vierte en una é!ica d!!._la re-
generaci6n. Si el resjo no es,_ camo .P.odria seria, un. r.e~id]lo­
titud del cainpesiho se corivierte en gesto del' v ir, el gesto del
lôgico, sino la e':idencia ~e una anterioridad II!~" plena q\le
aldeano se transforma eh postura del ci11dadano. :J;.a
se define por lo~.argumentos de ,comple\ud, op~rativid;:td y
romaizidad como figura retôrica.comport"', porlo tanta, una
finalidad f\'pci~nal: el frag!Pento.~ue!v.!' c9~o retonw del
significaci6n doble y àntitética (que' a·su vez entrarâ en coli-
fantasma de }'!.-!tet~roge!!eida<j flUe )a e.scntu.ra pretende
si6h con. la "molicie" oriental): la romanidad· civilizador.a (la
evacuar. -, ... .. .
civilidad del ager rusticus), la rbmanidad inv;:tsoni (el
En este modo d.e la escritura,la letra alfab~tica de Sar-
imperium). Esta• pofaridad perturba la escritura.pues ·ésta
miento definidà conceptualmente camo una hermenéfftica
(trasp;so d~ l~s c6digo's de l~ interpretaci6n), una prope·
reposa sobre. üna compiometida ,dicotomfa: barbarie act ua!
(coiltemporânea• de Sarmiento: .Rosas;los caudillos, los gau·
déuiicçz (la i~strU:~ci~n Br~lia\~ar, JB.s "prj.roe~~-~ let!fl~:, COII}9
chas, la tierra baldia), barbarie. clâsica, que.a su vez repone
quien dice "la~ primer_!ts arm~.~") corre ~1 r!~-~~~ de conve;r-
otra dualidad: 'barbarie activa (destrucci6n.râpida, por ac-
tirse en una ortopedia (una ~orrectiv'!. par~.Jlou;al}te c:!.e la
·ci6nviolenta y aqu'i la romahidad se vuelve en·c<!ntra·de Sar·
postural. La//imndstiea remédà efgésto' congelado de la es-
miento) y barbarie. pasfva (destrucci6n •!enta, p_qr p~glig~n· ~·, y,-, >"'
T ~--
,f<-.~r• > '> ~-

cri ••
tura. de la esta tua: _:;:
cia, la ~incuria", "la acci6n lenta de la barbarie dm:i'nte trem· r-- ,-4• ·"'

ta anos, destruyendo templos, escuelas, edificios, por deca· L~s militai-es a~r~rièleri~~ !~.cai el:pèch~. etc. b3.jo fOrmulaS rigidas y automâ-
dencia y..deterioro:sin reparaciôn")( Vida_de Dominguito, P· ticas, y la tradici6D. arisk.~rAù~a eSpaiiola colonial c0nserv6 hasta la Revoluci6n,
1-,. ~. J. .f,. -.~, ...-"f !:.IJL., .fJfr.., • '"'} 1 ..,.. ~
71.). ·La constituci6n romani ca del fragmento:columna que·

107
106
en las familias de hidalgos, las posiciones y el garbo de là ieal 'inoza castellana ~
andaluza que parecen, camo el caballo c~rvilîneo, ser todavia restas de la cul tura
romana, taJ? arraigada en la Bética. Hasta los ûltimos tiempos popularizô y man.
1
tuvo el arte de las posturas esCulturales... ( Vïda de Domingui~o, p. 16)
' '
El ethos romano, par propia definicion, par propia expre-
sion de ejemplaridad en el mârmol, evacua toda posibilidad
de dinamica.,No obstante, Sarmiento no s6lo Jo moviliza con
UJ?.a particular energética, sino que Jo contra la dentro de un a
economia cerrada donde el gasto excedentario es eliminado
de entrada coma suntuoso y falto de d'ecoro. La "sobriedad"
(el alimenta, y par extension las costumbres), el "laconismo"
(la palabra y el usa del discurso), la "severidad" (la aplica-
cion estricta de la ley, el ûnico imperia admisible), se confor-
man a una economîa del ahorro y la conservacion de'! capital
cultural que acabara par producir una colisi6n mayor con el
eth os oriental. El· ëonservatismo sarmientino, mas què un
complemento, se convierte en un suplemento de la ética 'de
regeneraci6n. El ethos romano encuentra en la ética protes-
tante tin suplemento de'acumulaci6n: "Franklin ... se lamen-
to sièmpre de su incapacidad de poner arden en sus cosas e
inversion del tiempo, que es otra de las virtudes cardinales
que aftadio a la moral antigua" (op. cit.,p. 89) y que unido al
didactismo asegur-a una economîa de la letra como protesis
para instrumentar el conocimiento. La enseftanz11- de la le-
tra alfabética debe·estar condicionada·al menor esfuerzo -Jo
o
que no iinplica un rechazo del tes6n del eBfuerzo- (prime-
ra restriccion), dedicada al ·mayor rendimiento (se gunda res-
triccion) y a la aceptaci6n voluntaria (tercera restriccion).
La tercera restricci6n -apenas insinuada- nace de un "pro-
fundo" conocimiento- de la· naturaleza humana: Sarmiento
mas alla de su optimizacion alfabética, prevé algo irre-
ductible en el sujeto humano, algo que se OROJ;!<!ria sjempre
a cualquier violencia de la letra, pero esta prevision .nunca
es actuada ni - puesta en practica te6ricamente: subyace en •
-·· - - - .1.1..-• '' _ __:.1 .
el saber de la escritura sarmientina como un elemento resi-
108
dual, al margen~ pues su operativizaci6n hubiese conmovido
las bases de su alfaliética liberal. .
La escritura monumel!tal -lapidaria y conmenîorativa-
opèra otro pasaje necesario: la epigrafîa inicial 12 ês materia
de otra tra11sformacion· lîtica: el epitafio. Sarmiento inaugû-
ra -par exclusion- una es cri tura del ëpitàfio que como mar'
ca de los .territorios exiliados de la és'critura generarâ un
topos incierto en· la. literatura argentiha. 13 Si el·territorio
exéluido de la metr6polis es la necr6polis, si la zona exclui-
da -negada, denegada o reprimida segûri los casas.::' de la
escritura es la necrografîa, si de la escritura de la vida (auto'
bio-grafîa) escribe .el revés (làs "nécrologîas" que la intui>
ci6n de su nieto Belin Sarmiento.colocajunto a las Biogra-
fîas, poniendo de manifiesto un dato banal pero soslayado,
las biografîas se escriben .a partir de la muerte del
biografiado), si, para Sarmiento la expulsion de la tana-
·tografîa es la condici6n de la.esèritura del byos,Ja escritura
del epîgrafe como escritura sentencial (On në tue point les
idéÛ) es cri ta en pieara -con carb6n"- de un pasaje·de la Cor-
dillera de los Andes, preanuncia la es cri tura 'del epitafio e
inaugura la serie de escritur.as tombales qu·e culmina con
Borges en la doble inscripci6n sepulcral Chacarita 1 Recoleta:
glorificaci6n de mârmoles. y mausoleos' (el Pante on), de la
memoria y el olvido; de la. rememoraci6n y la conmemora-
ci6n, de las-dos historias de la Historia Argen tina, de las dos
historias de la historia-de la-literatura ·nacional ·("tu
montaner à clan destina ·de huesos" 1"la rêcâtada mueite por-
tena")." Y" si la epigraffa sarmientina revela, como se ha
senalado, un.sistema citacional de apropiaci6n y traducci6n
y in en tira, 15 el epitafio, conio figura negativa-dèl1epiî;rafe, el
pasàje del ac a pite (la monumentalidad,y la ·erec-ci6nl" a la
inscripci6n tombal (la.yaêencia) esJa consunîaci6n de la le-
tia y su propia exaltaci6'n. 16 '· f. '! ~ · :!
·109

, " El ~pfgrafe cita, generalmente, el ~ombre del Qtro, _si~a ~
ejemplar, autorizada, quizâs aduladora, !'.'!'orciz\'dora del Otro
textual. 'El epitafio cita el Nombre Propio: la inscripci6n
tombal es la ûnica escritura que hace coj~cidir el Nombre
Propio con su propia- enunciaci6n escrita en un~acto
'perfor~~Ùv~ absolut~: Sarmiento se ni<:'g\' a ~scribir su nom-
bre e;, la let~~~-si~~pl:-,;-se nombra én,el pro-nombre, en ~1
proto-n~~b;e, enel ep6!'i~o (èn-la,imidre~ en el hijo -adop-
ti-vo- en el padre -adoptivo: D. José de Oro-, ~e nombra en
la especie, se nombra en la onomâstic'l.-jerarqui~ada camo
~tr~-( enunci;"dice ei Presidente Sarmiento", "el General Sar-
mie;;:to~dice"), y gu~rda su nombre -lq preserva- para .ins-
c~lbirl~-
-~
.....
en el
....
discu~so
-
magno de la Historia, Pero el Nombre
_.J- -
J'ropio ti!!le sie111pre otr_!ls historias, • :' 1
-- - i.' - _f : L - 1
En. Sarmiento hay dos genealogias, dos con~tn~cciones ,de
g~Qe.~logf.a-s y por en_de dos S_!lbe:e; sobre ei.ori.~en, ~1 ~aber
~obre 1_?.- genealogia de los ~:o,,~s el de un. ongen, mc1erto,
tiJlîti~9 e, üp.aginari9, 1 p~ro SÏEE"to paraAel ~':jeto que r~aliza.
Sarmiento cree en es a genealogia, es su verdad.absoluta, .su
-3icJ.~ [ija",~s.E "co;vj~ci6n d~Iij!!Ïlte".!'l m~s -~~l~~d~l!n_a "li~­
,pj~za de~!!ngre".-f!'n~_!lci6n ~!'su imag:en Jlûbhca-~~~ el_~':'n­
damento sobre el que retrospectivamen!e o~d~':'arâ su v1da
,y l.~~e~ç!it';'ra·.,Çie }!', II!Ï~ll!.'!·:La.ot_ra go:.nea)9gia,_ el.l!na}e in-
ventado como otra ficci6n, con la que Sarm1e~to JUega a creer
.; -~;~;~er:-;;;: !.!_onde d_!'j~G~~e_ to~_a:.m.a-ener-gi~ libidinal, es
,la ge11ea_Jogia del_oro, donde la. escrit1~_r_a :l~borll Y_!;ransfo~­
ma, tra,bajc:t-!!.i> l,a:l'ul..(li6n CO!_!-!!.)eta!' nobles. ~Il ~~?-t-~ tra~aJ_a
con mater,ia~:PJ.i>~!igj?•il.s -_!'1 ~ro_,Ja ley.y:una_log_Ica du:'.\'sb-
Lca.-;;.•• IJump\igt.i~ut.o 9-t li' ,ley d_<;l.!'!'j!:_t~ Y: ~ob re !odo de !a,
ley
·materna. -El mir ar de soslayo en otro ongen, tan fantashco
Lco 1~10 -e!J p~i~ero. pe_r'~·n9''~i_n'~i;;;aj? .l'?r 12- l~y .si~b6iicà, ~e
.permit!' a• Sar_m}ento,·P.'U'-.lo-ll!~~o.!' _d_os s'!.s.a~, fn!"er'!~el)-·
te,jugar ir6nicamente aljuego de uHa liberal!dad.expanSIV\1.
propio del gasto excedentario, ?-e ~na economfa de derroche
·llO
'.
J!
y el "potlach" que niega la severidad' generada por el eihos
romano, economia don de se juega.fundamentalmente la ex-
centricidad de là ley del·Nombre. Jugar con el Nombre, con
el Nombre Propio es juego peligroso, desbarata las reglas
fijas de' la nominaci6n:identificaci6n -atribuci6n-localizaci6n
para entregarse a las leyes aleatorias del pronombre en·fun-
ci6n deictiva o posesivà. En segundo lugar, la creencia'en la
"ficci6n" de.esta genealogia, le permite creer en la "verdad"
de la otra, la "verdaderamente" fals a.
El eth os oriental construido por la esc ri tura ês plirô •si'
mulacrO, simulaci6n potenciada, pues tamara comorrererën..:
te, mucho mas que él ethos'romano;u'n c6digo y a altamil'nte
ficcionalizado: un modo.de la 'escritura para la~Ï!iscripci6îï
de la otra letra. La contradicci6n entre ethos romano y éthôS
.~ oriental no congrue~necesariamente, camo hem os vista, con
la oposici6n civilizaci6n/barbarie; aunque1arecubre. El'pre-
supuesto inicial de"la escriturâ postula la-barbariè"como lin
retorno de .lo'reprimido primitivo y originario:" lo' colo'riial
-'âmbito de 'ciudades',- 17 ha"sufrido"un <porceso·de detèriofo
recurrente que hay que reparar. Este" principio, exi'stefi-
cialmente vâlido en tanto in vis te 'eL nive! manifie'sto dë la
escritura -el'mâs:explicito..:., 'es' de realizat:i6n inipôsible en
la "16gica pulsional":. ' ,.
-no solo porque la'barbarie"seria un punta negâtivo ini-
cial; el horizonte de· negatividad 'absoluta sobre el 'qùe se
recort.i y origina:la"civilizacion; y por endetendria 'estatüto
de "forinaci6n primordial", ~;;;::-'1: ·-· "" -:· _-,
-no solo porqU<dos términos se presuponén solidariâl11eh-
te:y por"ende'no exigen una·prioriâadl6gica -ni genétièa, ni
hist6rica- de alg~no:de ellos: ambos''términos teridrfan.el
mismo estatuto'de èontradicci6n 16gic"a,.: •l . ' - ..
-sino porque'la bârbarie e·s.uri otrô pôsiblê,~el ôtro nêce-
sario?de la civiliz'acion·, d-el civilizado, ·deh:ivil. ... --. '1 • >
.. ,,, l •tt_.:_4
·.
L - .~ -- '": t:t::..
111
 La 16gica imaginaria l}O reposa· ~o!;>re la cronàlogia de un a
presunta reconstruccion historica (l!ntes fue-la barbarie ... )
sino que funda la historia en St1 p~opia inversion logica. No
existe una arlterioridad del rf.esi_erto que debe ser ,colmad6
por los bienes-producto gel s1,1jeto humano. en un trabajo
transfor'!.'ador; Jo q1,1e exist~ e~_l!l}a construcci6n de<lo hu•
wano ~n su propia instau:t_~ciq:n discursiva coma .reate ima-'
gjnario si.!fit1Jj;â_QeaJI1e_nte. Lo rea( -ûltimo data de la "ratio"
sarmientina- camo simple expresion de la.realidad no posee
exi~t\)ncta _(jntica ni_substanciâl, es solo un "producto
disc_ursivo" sancionado por Jo imaginario. Y si en el discurso
lil1_er,.,I,_lq humano_ es,la emancipâci6n de la naturaleza -hi-
pote_sis P.ropia del racionalismo iluminista que grava la ideo-
logia sarmientina-, la barbarie_ ès el .momento-de exclusi6n
de es a· humanidad.__ Lo ,humano en Sarmiento es populoso,
multitudinario_y_agregativo;.es propio de la urbs; solo en la
ciudadania se alcanza el grado de humanidad,pues es la·ga-
rantia de la existencia de·la letra. Lo no-humano es Jo desér-
tico, Jo inhabitado, Jo va:cuo, pero fundamentalmente, Jo desa-
lojado. Algo ya_ existio aliCantes ·Y. y a no existe. El gesto
sarmientino es~simultâneameftte de reposici6n imaginaria y
de restituci6il simb6lica. _Repos1ci6n ,imaginaria de aquello
que se supone deberia estar y no esta y que,ha sida suplan-
tado_·por la-barbarie. Uno'_de;Jos ideologemas bâ.sico~ ,de la
ideologia liberal presupone..êl.ue la. barbarie es un elemento
,residu al y excedentario.reductible por. la· operaci6n·llamada
progreso: este progreso consistirâ en desalojar lo,bâ,rbaro en
lo:real para.arrinconarlo·en el registra de lo.imaginario, lu-
gar de todas las posibles fabulaciones, ~e todQs lo§ _registras
libres de la pulsi6n,Jugar de la no-regulaci6n <le las repre-
sentaciones. Lo real, lugar de la posesion,"!leb~_ser liberado
de la contaminaci6n,de Jo imaginario.:Restituci6n'simbolica,
en tanto se pretende constituir.en ley absoluta-deJa letr"', la
letra. alfabética, restituci6n simulada pues siiimla-tomar
camo eminentemente "natural" Jo que es fundameritàlmente
.112
hist6rico y encubre su efecto de estructura: la violencia con-
substancial a la operaci6n letrada. Leer y escribir son ope-
raciones de dolor y sufrimiento en el sujeto que el discurso
humanista. ha traspuesto decorosamente -en el nive! de Jo
placiente, descubriendo s6lo muy pocas veces la pulsi6n de
dominio que las anima. Sarmiento produce en la historia
argen tina la constitucion de un a figura. ic6nica del instinto
que todavfa preside los destinas de.nuestra literatura.
Encerrada en estas aporias, la escritura sarmientina se
tensiona entre estos dos imaginarios contradictorios, pero
altamente consistantes.
El ethos oriental es un espacio de escritura men os nftido
que el del ethos romano, menas riguroso,, no posee limites
tai} precisas ni elabora figuras piticas ni monumentales. Asi-
mismo, su significacion se diluye en una zona sin bordura.
Q]J,izâ, su propio sis tema definicional (exotismo,lejania, sen-
sualidad difusa, hiperfagia,,un vago panteismo) lo vocacione
a 1~ indiferenciado y anecd6tico. Su discurso juega con
intérmitencias, emerge de soslayo, al hies, dentro del discu!'-
so del ethos romano, sucumbe a su hegemonfa pero sutilmen-
te 1~ corroe. Camo objeto pulsional de la escritura da cuenta
d-e-~~ carâcter secreta y cuasi-anecdotico de la "personali-
dad" de Sarmiento: sensualidad, carnalidad, la gula, el chis-
te indecente. Sus figuras ret6ricas mayores operan por
desagregaci6n-textual: la digresi6n y la dispersi6n. Estas fi-
guras no poseen el peso· gravitatorio -que. pose en las figuras
del ethos romano, no se "graban." ,,ni se inscriben co mo tra 7
zos d'e la letra funer aria, son labiles, discontinuas y gen~ran
una perturbaci6n desconstructiva, emergen en el'text<!: . 1
-camo una irrupcion constante en el relata, generando una
sintaxis compleja. .
-,coma una irrrupcion en,el discurso didâctico con el que
parad6jicamente forman.una figura Il}ixta (djd_,ctismo + di-
gresi6n): el didactismo. alimenta la digresion, la. digresion
1.13
 ut}leria conveniente: el "bra~ero ârabe", el albornoz, los coji-
alimenta elt didactismo, y am bas -const~Ûyèn un a para-
nes y el divan arabe, y por ulpmo, el traje y el, disfraz. '
textualidad misceltinea. -
El travestismo sarll!ienVno opera en extensi6n: trav~s­
tizada la pamp-a en desierto)os "derroteros" en,"verdaderos
Reé~erd~s de Pro~incia cuenta y-construye 1,; vida p"ropià
Y Ja VIda ae otros Y aJ mismo tiem"po~reJata "antro- ,
cuentos arabes", . .
- -- el gaucho en. arabe, la sala' de recibo en casa
musulmana, a· si.mismo eq. deudo de Mahoma, por un siSte-
-

p'oJogicamenfe" la "vïda y costumbres~ de la éolonia; ,,; ~vida , ... - . ' .t

ma de analogia~ donde. a'?bos términos pertenecen a imagi-
p'fiVàda" y1a "Vida pUblica", las "tràdicioi\è·s~~,"las caSas ae narios diferentes, m~. ÏIJlaginario apoyado sobre lo real y el
educacion",.etc. La- Vïda de Dom/nguito -biografia-necro-
otro sobre l,a liter!"tpp (el orjentalismo r;,mantico), alcanza
logica-'- es un.texto de textos: textos de divèrsâs épocas de
a contaminar de irre.alidl!-d la persona misma de Sarmiento:
·procedencias -ret6riêas di versas: cart as, rélatos: retrâto,' re-
travestido en araqe, cop fez,,con djellaba, enjeque, en "turco
c.ll:erdos ·personales, "escenas", "episodiô"s!!., text'ôs de dive'i-
grotesco" -;-si creemos a LugoneS"-, juelia a la creaciôn de
sÔ•ï 'au tores: SârmientÔ, generar Man'slllà,· SafiÎiagÔ de
Estràda, la madre de Dominguito. nuevos enigmas. Asi como su vida es'relatada en enigma ame-
, · . . :;
La dispërsï6n ès consustancial-a los'textos·sarriiientinô~.
ricana, su persona misma se enigmaÜza en el juego de ser .lo
que parece ,(arabe) y de p!'re.cer Jo 9u-;, es (e.scritor): El juego
Diferente a la deriva, la dispersion prêsuponéûn cëntr'O:"ese
alcanza S)l- mayor extension, y aqui .es crucial en la forma
centro es J.:t ob ra. Sarmiento produce pape/es qûe solièït~n ,. l , '
mayor del travestismo, aquel que pone en peligro la identi-
el archiva. y noticias que- convocan el jmb'!ici.iniô el y" dad ar proponer el juego de las identificaciones: el nombre
diarismo. La dispersi6n textuaJ •. es":'consecuencia de -rina
propio se travestiza en seud6nimo. Si el Nombre Propio es el
oralidad que colisiona con la iëtra alfabética al· mismo.tle'm-
fundamento mismo de la ··humanidad" del suj'eto, aquelllo
po que d~sconstruye el texto coÎno textura. La voz se disper- que le permite participar simultaneamente de l;,particula:
s à en en el discurso, eh proferaëiones;en"sermôneS didâ"cticos
ridad y de la .generalidad, del)ndividuo y de la clas~, dei
(el sermon es unaretoricat'tipica_me'nte sarmie-ntina),'en con-
individuos de la especie, el seud6nimo atenta contra esa
ferencias, e:Ô. ÔratOrùïs"divêrsaS que si por....iiiia part'é"~oÎlfir­
forma, de Jo humano: La s~udonim'ia sarmientina, que tran-
~aii :unà eloc-uàiîëcia prÔpià d"el etho's româno' -eloëuenc'ia
sita por las.profesiones, las je;~rquias, io femenino etc. es
coîit'rolada y. reserva'da-,>'por la otra, disemii1ân.el tëxtô,.lo •• " < ' • ' '
la forma mas nitida "en que èl sujeto Sarmiento se incluye en
disuelven enla'vida efimera"-de-la voz proferida. Simu!Ùi-
ellinaje imaginario que le permite un juego controlado 'con
n.eamehte, là Voz dispersa'con-Struye un'a au....diefzcia, rin le~­
la ,ficcion:. somete ~u)inije adop'tado_.(Oro) a una fidcio-
tof·êonio~âuditor-transformando invarialîleiÎiente la 'mirada
en audiëi6n. p -' .... •~·... ~ ___ __.. ~
_ _ _ _ ,. ,J-..., _ ._... p
nalizaciôn absoluta (Àlbarraciii), dondé ~i g,:.sto.por.lo "no~
1 --La esceriografià de' es a voz, el teatro de la voz,' es ia fic-
veles co= romantico, .por el.disfraz. y la mascara,.por el ara-
don orientalista: un cierto rabelesianismo de lâ lehgua ~co'n­ bismo, ~el ~iglo xxnr,_ se _anuda a un.d~seo :_ren;;g-~do- de.
despersonalizacion, de_pérdida de ,la persona·. Una·tan cons:
têniâo 'por ei.ethos romano!::, la 'colist7ûëêion pàialogica del
chis te, revelador y' sorpresivô, velaâory-develador. dët cu~r­ tante actividad -y una tan direccionada ec;nomia psiquica,:_
. .. ~. 1.. • ~ .
po desnhdô de la ·palab'r~;" la.>hiperfagïa .poliglosica y la .
para construuse camo
funcionès,centrales
. ~
persona,
'
como personaje '
de su autobiografia, (la q~ra, quiza
' una.
~-,,
de. las
mu-
• ~ .--· ·- Ill<

114 115
 cho mas ·costo~~... pulsiorialmente: sacarse de encima a tin
padre) exige necesariamente -salvo -en el caso de construir-
se camo delirio paranoièo- un· remaiÏso, un anonadamiento
de la coriciencia, un desv'îo de la constante vigilia. J?se dès-
' .
via es el disfraz, el desliz del nombre ·la ficcionalizaci6n del
propio nombre. Albarracin -nos dice Sarmiento en una alu-
cinaci6n etimol6gica- proviene del nombre de un jeque sarra-
ceno del siglo,XII Al-Ben-Razin. Este ep6nimo ficticio es co'ns-
truido por Sarmiento a trav'és de una lectura quiasmatica
de la "epopeya americana" (por ejemplo, Atala, René de
Chateaubriand) y de la "épica ex6ti'ca" (el otro-ex6tico de las
Cartas Persas de Montesquieu y El ultimo abencerraje de
Chateaubriand) inventadàs por la narraci6n romantÏca fran-
ces a. Avatares de la escritura, puro episodio dé la letra
ficcional, que convcica el término ·ultimo de la serie que Sar-
miento reniega: el lmonimato, el anonimato del 'sujeto que
se di!uyé, borra sù hombre, en,el,~noni~ato de la especie.
Convertir alaN aturaleza en el Otro de la dialéctica de la
letra es ~bt~rar là demanda del ~tro y nega~ la posibilidad
de una transformaci6n (una formaci6n imaginaria) que po-
,dria inflexi6nar un a forma del deseo. La N aturaleza rdman-
tica es imaginario absolutizado q~e reemplaza el otro térmi-
no que en Sa'rmiEmto posee funci6n de fundarriento: el ins-
tinto. La barb'arie es consecueri~ia de la historia Sarmiento
lo dice.repetidamente.Sin emba;go·, este regres~, esta repe-
tici6n, hace de una variable hist6rica una èm':tstante subs-
tancial. La histo;'ia transf~'rmada e~ "iiaturaleza" debe po-
seer un furidamènt~: el instinto, que entre la necesidad y el
deseo, ent~e Jo contingente y\lo hist6rico, u!5ica un;, fuérz'a
tenebrosa, osc11ra e incognoscibl~, y qJe 'entre la pul~i6n~yla
letra disponé una ret6rica,
. Entri:l'laletra mon,n!"entaJ (e/fios romano'+ una épica del
map~101) y_ la letra disoluta (ethos oriental+ digrë~i6n,; dis-
'persi6n), sejuega el trabajo de là pulsion (una econom"ia), el
ii6
.,
trabajo de una ret6rica (una disposici6n) y èl"trabajo de las
"deas (una ideologizaci6n de ]a· escritura). • - · · '
1 '
. ,..,
El oro de1linaje·
' 1
Como fue preocupaci6n de los conquistadores hal/ar en
, ~ todas partes oro tan abundante como en el Perzi y en
_ M4./'ic4 la J?qesiq colonial, los mitos populares, es~ân
reconcentrados en todaAmérica en leyendas manuscntas
·a que se llaman derroteros.
) .. Récuerdos de Provincià
'-·
Pensar el o,:'igen-, el ·engendramiento dè la '·escritura
autobiogrâfiéâ 'en Sarmiento, es pensar contra ese origen.Si
reconocemos que el origen es siempre ~mitico, que este mtto
de origen es·siempre "nrivêleSco"'y que esté "riovelesco" es
siempre un èonstructo'de ~erosimiliz!':ion y jfo_~..ende un' e~-
a"cioüonde êôihciden di versos saberes -el saber de la escn-
~ura el sabër del sujeto y el sabër·del objeto, pero también
er s';bèr del·lecto~r.... ;'debe"mos concluir que una réflexion so-
bre- el origen es~èna· mi sm a originaria y ën la einergencia
acluarâ coiiià "fuhciQn"' de càusa" taii'to del diSêûi'Sq analiza-
dô êomo del disêûrso del analista~ ·
La escritürii imtobiografica'es coiitad"a pôr un Yô al' mis-
mo tiempo què Sê cuenta la no~el,a-de e~e yo, su~ vic'i-~i.tùd~~~
sus articulaciones coil el otro, sus dominantes narctsistas e
imaginarios, los relatos qUE:' se cuentà y quê ~uen~a al otro;
pero tà'mb!én los relatas' cjiie le son cof':~ad?s por-=~ ?t~~·
régimen de dominaci~n, ali~naci6n e i:"aependenc1a dent~o
:1
del campo. dé! Otro~ de' los text~s-otr?s, ~~.un a_ e~on_omta
intertextual geÎlerâlizada donde se juega su prop1a valencia
têxtual, su propla'sEiiializàèi6n coma texto uno en el campo
117
 donde circulan todos los textos. La autobiografia cuenta una
~id.~ ~ue adquiere la propiedad:de ser propia.por su sola atri-
buci6n textuaL Se cuenta camo vida sobre dos horizon tes ab-
solutos: el horizonte infinitista y ascension al de la especie y
el limite descensional e inmediato de la sucesi6n, y el hori-
zonte de un a es cri tura imposible, innombrabl~, ,sin,o po~
procuraci6n, funci6n de limite, de término final de un a vida,
de U:n.acabamiento de. la obra,de una conclusi6n de la escri-
tûia, en suma, todas las figuras que la castraci6n asume para
no nombrar la muerte. La tanatografia es impensable conio
acta, es s6'!o eltérmino pre;isible pero imposible de la escri'
tu~'a del bios. En rea'!idad, no hay tanatografia, solo existen
las.formas del discurso necrol6gico; par Jo que toda biografia
es sie;,;p,:e un,;- necrologia y toda escritura del! bios, una
necrografia. La forma de desaparici6n de UI,l finalizativô es
impensabl~,:es s6lo condici6!1 de fut!lriq~d. La otra, la forma
de desaparicién..de la ..especi>, ~1. bo_rr').miento del _Np_mbre
_P_r'!pio !'n 1\' ~sunci6,!1 ~-e lqs No.IJI!>re~_d_el_Pa,dre, es lll.-condi-
ci6n de !a e':critura <l!'J'\ g'i'.n~!llogia. -~~ • ,
, El acta a';'tob,i9grgi.f.'? en Sarmiento r,epite el·gesto"f~n­
dad_or del,politic.?,. del-e11'1e.~iln,t~. del· hombre. pù~!ic~, ~-e,l
fundador de ciudad es: con su_. vara de fundador marc ara .Y
dist;ibui;_â el espa~io 1t,.,<.<t'uf!.l e~. el:mismo__g_esto se ~p~o;
y asunci6n·de·una bastardîa que folobligaba'al mismo tiempo
piarâ de una herencj.a gue ~~be1p,o~ p_res,up,oner mostrenc3;,
al fi!J !!_e;ç'!en~~s )'!:l}}i.l).~ 1 de Q':o !JStaba ,a}li, ,e_n el_espaci_o
colonial, para ser explotada,. I)ispondrà,de_ es os bien13_s, pa! a
si Y. pa,ra s"!ê.. <J.esC!'l}~.i~ntes. Su gesto _civ~li~ad~r- es_ sim.'!ltâ-
neamente monumental, archivista y conservatorio,~su acto
d~-fundaci6;,-;;~iempre el recort~; la~edida -del.espacfo,y
ei.J!en;~~-.d~' ;,"s'e ~spacl~. - ~ ,1 -_ .J L 1 ::·_ :.~..- -, .- .
1 .El,acto autobiogrâfico en S~:r~ien~q es su. asta <!,e ?!'-~1-
;!lliento ..ëômo··~Perso~a, camo_ ':pet:son~je".Jü!'t6r,!co, i~<!,~ç>grâ­
Jic.o Y. noyelesco,_ Com9 pers!Jna,s_e_ fab':icarâ _una -!'ovela_-fa-
miliar de legitimaci6n neur6tica· que le !lrovee el mecanismo
' -~ - -- -- y-
·ret6ti~o del reè~erd~ d~ la i;,fanci; ia' adolesc~nci;; '(o;,o
_.. ..
118
t...ll
personaje se construira un 'Jinaje quasi~delirante dondë- se'
fabula un· origen prestigioso y su contracara el linaje de la
"locura" 18 -aqui la patologia residual seria probàtoria de Jà'
• ,,
]egitimidad y nobleza del tronco elegidO:-: y coma personaJe
.'f'"j •
de novela trama.ùna·estirpe que !o'vincula ala "intriga ame-
ricana" coma hibrido·'y como'mixto absoluto de'lo'americano
y Jo europeo y simultâneamente camo cruza textual, coma'
encrucijada de las.especies para la .formaci6n,del'brote· po-
tente luego de la curaci6ndela peste y la insânia que aque"
ja al nuevo espacio.
Sarmiento es el primer gran cautivo de la lectura euro-
pea. Echeverria Jo es de la escritura europea. Cautivo en la'
mirada del otro,.se escribe a si"mismo como"o'tros del Otro,
como "am érica" civilizada o 'como· "eurOpa" -barbarizada en
un a duplicidad imaginaria que colisiona"constantemetne 'cm:i
el régimen simb6lico de la escritura. Doble estirpe, doble
origen,.novela"de la dup!icidad y duplicidad;ficciônal, Iéctu-
rà en la.escritura; cruza textual e nibrido cultural! entrelel
oro del origen y· la tierra lialdia, entre"el"agei-·rusticus y la
ciudad letrada, entre la ciudad y los confines, entre las rela-
ciones ·prêscriptas y los contactos•incestuosos, entre Jo ho.
mogénèo ·y Jo heterogéneo, e!Junico destino"posible' era la
a elegir (una•l6gica "d'ecisional),l,a ·aceptar1 (una ideologia
confortativà)·o a rechazar (una;formulaci6n reactiva y una
"psicologià" puramenfe·reacciona!). 'La escritura sarmientina
~camo una de las formas posibles del sujeto en su constitu'
ci6n- traza ê! espacio ·de' una~serie ,de transformaciones ;y
mutaciones que van ·desde êl•transformismo al travestismo~
del oro·a·lâ letra âurea, dehnstinto a,Ja letra civil, del ethos
oriental al' eth os romano; a través de itinerarios y .recorridos
inversas e invertidos ''-de la aldea a h gra_n 1 ciuda_d; de la
ciudad americana·a la ciudad emropea, de la decadencia ori''
ginaria a la utopia de la recuperl).ci6n, de-la tranfa·no'vëlesëa
.,
119
eurgpea (los "misterios de Parfs") a la.escritura de los .~mis,
te.rios" de San Juan ode cualquier lugar ubicuo de Américâ
don<ie se aloje la "intriga americal)a"-.
U:nà de las condiciones de existencià de ·la escritura
s~rmientina es la consideraci6n 1paranoizante del. mundo
CO]llO fuerza ad versa. La·escritura,es product'o de un espacio
de luchas y de un sis tema de fuerzas y de reacciones donde
r.et6ricamente se juegan tod~j;s las formas ag6nicas ·del
polemos (refutaci6n, confesj6n simulada, diatriba, invecti,
va, defensa, etc.) que implica: 1 de Sarmiento son conflictos con el mundo, los conflictos de
.-unfuerte reconocimiento del otto imaginario, valor po-
tente; , tos con sus propios olljetos y con los "otros" imaginarios y
-todas las formas del narcisismo secundario como estruc"
tura permanente del sujeto;,sobredeterminada por la cons.
tante y agotadora presenciadel Ideal del Yo (de los .ideales
del Yo); , _
-la exaltaci6n desmesurada de los .objetos investidos
pulsionalmente·acompaiïada de una denegaci6n incesante de
su origen libidinal primarianiêilte narcisista; • limentaci6n de' la causa y del efecto, del continente y el con-
.-una promoci6n.correlativa de ciertos objetoscprima"rios
de amor. que.se,ven çatapultados_ aJa categoria de objetos
inalterables ~n el tiempo del recuerdo. (generando una
ucronîa) y en el espacj_q_ de la memoria (generando .una uto-
pfa): la :madre, la patria,el. hi]o adoptivo, la familia, etc.;
-un a ret6rica consecùênte. en la acci6n retro activa. y
emblemâtica de la letra autobiogrâfica: presentificaci6n,
escenificaci_6]1,. dra!)latizaci6n ,de ,esos.objetos _en un teatro
escriturario, donde. se juëga_no s6lo.el "drama" de los senti-
mientqs sino también,el~drama: de,.la.escritura;
~una estrùctùraci6il discursiva donde la reivindicaci6n co.
bra por,momentos maticês de una querulencia activada por
el mis mo -registro de la escritura: la necesaria construccl6n
de-un Oti"ii alisolutizado con.el cualla escritura se.enfrenta:
un Otro textual alisoluto; -.
120
-la "creaci6n"paranoica de un relato ~e génesis donde se
cuenta el origen de la vida (mi linaje, mi estirpe) y e1 origen
de la escritura.
·En suma: la· busqueda de la Causa que instaura simultâ-
neamente un ethos cientffico de la escritura (didactismo) y
una metafisical rigurosa del comienzo.
Se ha hablado gehéricainente de la "personalidad neu-
r6tica" de Sarmiento (cf. Prieto, A., op. cit.). En rigor, desde
un a· perspectiva· estrictamente nosogrâfica, los "conflictos"
su escritura ·(catâstrofes y colisiones ~et6ricas) son conflic-
con·fos "otros" reales a los que se accede a fi'avés de ella. La
propia constituci6n de un sujeto gra11dioso de la escritura
revela la conformaci6n de un ~pathos" narcisista donde su-
frimiento y goce, acci6n y gestua!idad, valor y pulsion, en su
propia dinâmica por momentos confusional, generan y re ge:
neran en un sistema de autogeneraci6n constante la retroa-
tenido, de la parte y del todo, que le permite al sujeto elabo-
rar un a estrategia por obra de la cual sale siempre triunfan-
te, aun en el reconocimiento -meritorio- del fracaso. Esta
"regeneraci6n" posee dos caras: una dâ cuenta de la posici6n
del sujeto como reposici6n constante de la trama pulsional
amenazada, y la otra da cuenta del·valor que el munda po-
see para el sujeto, como reparaci6n del tejido social en deca-
dencia, casi una mistica salvacionista cuya mâxima expre-
si6n es el emblema sintomâtico del mandato."
El "drama" de Sarmiento -drama romântico de oposicio-
nes "escénicas": coraje-miedo, héroe-traidor, fidelidad-alevo-
sia-'0, pero también el drama real de Latinoamérica en el
siglo XIX, es ignorar, en un esfuerzo de imposici6n imagina-
ria, que la elecci6n de una estirpe intelectual' se hace siem-
pre en desmedro de una trama libidinal. El ingente esfuerzo
de Sarmiento por investir pulsionalmente la cul tura locon-
121
 duce al repudio consiguiente de los elementos considerados
espurios, extrafios, diferentes, "bârbaros". Al ;ePudiar lo "bâr-
baro", en el mismo gesto intenta repudiar su estrtictura
pulsional confundiendo la investiciôn pulsional d~.un objeto
social' -la letra- con la dinâmica pulslon;l d; su ;structura
subjetiv'a, destino de una pulsiôn que-~~aba por convertirse
en una pulsiôn de destino.' Si la sublimaci6n opera en e"ste
caso, opera producie~do un a intersecciôn fuert~ de los fan-
tasmas individuales y '!os id-eolog~mas de la-época: entre la
etapa -liberal y s'u empresa civilizad~ra y un fa;,tas.:n~ de
desposesi6n
• - J-. ~
origillari~ donde lo "real social" ap~rece co~o
JF•
economîa simbôlica dond~ la unidad deberâ regir sobre cual-
quier forma de diversidad o diferencia. · • •
El espacio mat'erno~ Ja Madre, es el espacio donde se ge-'
nera el Relato y la Verdad de ese relato: la verdad de la en un-'
ciaciôn. La madre: el Uno materno por exclusiôn< del dos el
!'adre, es la garantîa de la ley del relato. Lugarde la verclad
se opone â! lugar de la mentira, el padre, lugar neutro,
asexuado, de la belleza, ·lugar de ninguna cé'rteza y sobre
todo lu~ar' de}~ :disipàciôn, disipaciôn de las costumbres y
..._ ~
de los· b1enes: h.ndo de cara y con una irresistible pasiôn-por
los placeres de la juventud, carecîa de aquella constancia~
-

la unica posibilidad de reposiciôn. La escritura sarmientin-a,

~spafiO donde se:jueg.a esta intersecciôn y sus figu'i-as (con- maquinal que funda las fortunas" (p. 144). 21 •

tradicciones, colisiolles; catâstrofès) es un a .operaci6n de La madre es la operadora axiaÎ de las formas del relato:
condensaciones fuertes què int'ervie;;e tanta sobre el éarâc- los relatos heredados _(la~ leyendas y derroteros), el relato
ter unitario d'e la letra ,;lfabétic':."--!a letra 'un a:. su~iio de .la propia vida (por ella y en ella "recuerda" su infancia)' y'
1 1
semiôtico de traductibilidad gener alizada de culturas y. de el relato dellinaje (ra vida de los otros). El uni co relato que
...___ ~ ~ ~

los signos, pandemia semiôtica extendida- como en la 'evo- no inicia là ri\âdre es la vida de Dominguito: no es un relato•
• .,__ j ' - ' " '!,-'!!';

caciôn absorbente de la filiaciôn materna, donde el origen es de vida, es un relato de mue;te. La madre es·por Jo ta;.to el
siempre uno, Sarmiento ve su propia falta en1a.falta de (la) espàcio donde se reali~antres funcione~·"lôglcas: como Lu-
cultura y se impone el in tenia magna de "cobrar" su propia ga~ de· la Ley, co_mo Intersecciôn'del J:inaje y como Arti-
castraciôri' en la imagin-aria completud' de la letra, sueiio y
culadora de .La Historia Individu al _la Historia Social. Es
fant"asmâtico de la cÙ!tura don de todos los sfgnos revelàrian ella también l'a que genera -madre potente-los "objetos" del
1
todos los secretas. ·- •. --. · relato: la casa, la familia, el recuerdo, ·las· anécdbtas, la ma-
Si là ietra, como form'a-social de la es cri tura, es siempre dre es ûria mâquina ret6rica y !'a:"câsa uÎla 'fâbrica de
un .
producto
• f
espùrio
•
en.,.f.
la imposible
...-
conciliaciôn ile la pul~Ï6n
., .,.. 1 ~
fabu)aciones. .
y el pbjeto y en la disparidad consustancial entre necesidad L~ casa como espacio de la fami)ia ës-Ia qu'e engendra
y deseo, el reconocimiento de està basta'rdîa hubiese 'llevado una retôrica de la< familia. En las s<iciedâdès arcaicas 0 1
a S~rmiento -,-el hori~onte-hist6rico no Jo permitîa- a otros preindùstriales las relaciones de fa'1Ïilia y la "imagen" de ]a
destino~. à -otros discurso~·- El bastard() de'"!a Cul tura familia· se fm!-den como operadores de seguridad • consi-
deraci6n, reaseguro y reconocirpiento soéiaÎ, y en ot~o nivel
• .... ~ .J_ ,;. ~

(Groussac Jo habîa
+~
seiialado)
... - " " ' '
se sien te obligado
•. ..;
a buscar una
legitimaciôn de ese origen oscuro e incierto a través de los de generalidad, co mo imagen especulai ae la sociedad la fa-
•• ' ' " ~ ~ .r; ... ~

bienes culturales, legitimaciôn que es rebajada a una tran- milial co mo miembro de un ;toda so.lidariô, convoca la e;critu-
.... ~ - ""'~ t". . '"' , 1

sacciôn imaginaria que desbarata las reglas de una frâgil ra de la familia.<Sarmiento repohe el imaginario de Ïa tràdi- •
~.,~,• ~!''~ ,-- ....~~- ••
ciôn ro'mana en el·espacio co!Ôniâl qûe se sobreimprime a la
" J- ~ J; ~ ~ t
' ,t• ,, .. ; .j.
formaciôn social real. Cohform·a una",familia a~pliada y

' 123
1

1~1 ' •
i!
geneal6gica donde se confunden el espacio privado y el pu,
blico -una casa de puertas abiertas y una casa dinastica-, el
espacio de la .industria n;tanual y de la lectura, otra forma
indus trial de manufacturar los textos, de la palabra'privad.a·
que paulatinamente se ira abriendo hacia el· espacio social
creado por.la asamblea y el giarismo, la palabra publica.
22
La familia amplia sus fronteras, las vuelve indefinidas·y se
confunde con el espacio politico e hist6rico. El nombre pro-
pia pas a a constituirse en nombre pub li co camo imagen .~a­
cial del hombre y camo interiorizaci6n de esa imagen:lrepu-
taciÔn, que convoca tanta la fama camo la difamaci6n, el y romanticos: el azar y la casualidad, el impromptu y la va-
sobrenombre es el reversa publico de la historia privada que
conlleva toda actuaci6n politica. El proceso de onomatizaci6n
de la Historia convierte a las leyes hist6ricas en "actitudes"
y a los hombres en "nombres". Sila Madre es la operadora
de todos los relatas y de la verda4 de esos relatas, la "casa
de mi madre" es el sintagma que cristaliza la matrilocalidad
callada y perturbadora. .
La elecci6n de la vertiente cognata en ellinaje sarmientirio
y por ende d~ la matrilinealidad produce una perturbad.6n
ret6rica -pJ,la catastrofe 1 minima-: entre la imposici6n del
estereotipo genérico de las "memorias" y "recuerdos de in-
fancia", el hagar paterno y el comienzo del capîtulo que Ile-
va ese nom br~: "la casa de mi madre" (p. 148). 23 En realidad,
esta inversi6n (hagar paterno/casa de mi madre) es conse-
cuencia de la operaci6n realizada en el capîtulo anterior y
con la que conserva una simetrîa especular, titulado "La his-
toria de mi madre" (p. 133) donde se "relata" su casamiento
con D. José Clemmlte Sarmiento y no a la inversa camo serîa
previsible. Esta inversi6n intenta resolver la contradicci6n
en la que se encontraba Sarmiento, la "cas..a de mi madre"
debe ser entendida literalmente, es el bien que aporta la
madre al casamiento. La escritura cumple rigurosamente las
leyes de .la herencia, tal)_to la matrilinealidad camo la
matrilocalidad se imponen P.Or lapropiedad delcbien terri ta•
124r
rial, la madre es la poseedora de todos los.bienes, simb6licos
y reales: el relata, la casa. El padre no posee bienes no po-
see realidad, no posee poder de palabra y no puede 'fundar
ning~na interlocuci6n valida. La herencia de pobreza que
prov1ene de la madre es "pobreza a la antigua", la "pobreza
del patricio romano", la entereza +la industria. La herencia
que proviene del padre es la disipaci6n y la inconstancia
lugar indiscernible de enunciaci6n de valores discursivo~
negativos: de emisiôn, la mentira; de recepci6n, la cal~mnia.
Sarmiento asume con toda conciencia sus "sentimi~:rÎtos"
g~edad y sus consecuencias ret6ricas: el no acabamiento for-
rn~! de los textos, la fragmentaci6n camo gesto de la in-for-
malidad romantica. En el espacio autobi~grafico sarmi~~tino
lo notable es la irrealizacii6n del "pers~naje" Sarmiento y la
contradicci6n ret6rica que lo funda. La imposibilidad
sarmientina de establecer un dialogismo estructural pro~ie-.
ne tanta de determinaciones hist6ricas -el dialogo.romanti-
co camo género es siempre una mascara del sostenido mon6-
logo del consistante Yo. romantico-, 'y de determinacione~
subjetivas.(de la historia del ~ujeto), la impo;ibilidad de cons-
tituir un alocutor en el mismo ~egistro de la elocuci6n que
postula elloqltJlr. Esta dis~rmonîa produce un a ret6rica don-
de el ~personaje" no alcanz::,}, ~u~c~ a. aPropiarse dei ~U:t~r, a
confiJndirse con él, com9 propane Bajtîn para el proceso de
auto-.!JbjetJ.v~ciôf!: en, la~ e~crifu.ras en primera persona. En
el nive! de una granp"tica de l.a enunciaci6n, el sujeto de la
enunciaciOn sannie_n,tina oscila siempre entre la primer,a y
la tercera pers9na y en ocasiones ~ntre la primera y la se-
gunda .. En er nive,! de una fenomenologîa de la interlocuci6n,
el fraca~o del acontecimiento estético provendrîa precisamen-
te ~e esa coincidencia constante entre Personaje y Autor,
hac1endo ,u'!o, que impedirân la realizaci6n del dialogismo
fu~dan,.~e del acta estético, el hacer ético, el hacer dos. Para
BaJtîn l'l auto-objetivaci6n es un proces_o que concluye en.el
125
 en e~ _momento mismo en que lo otro hace de uno. La legiti-
otro. Podriamos completar esta propuesta, seiialando que la
macwn d~ la letra alfabética, del·linaje genealégico y del
auto-objetivacién sélo podria alcanzar su acabamiento con
textual, de la légica dinastica y de la légica intertextual
la sancién del. Tercera, del Otro, es decir, no sÏ\lo en la
encuentra siempre un obstaculo, la imposibÜidad de. cons:
alteridad (el otro, los ot"ros imaginarios) sino por la necesa-
truirse ~n el Uno privilegia~o convoc-~do imagina;i;mente
ria inclusién en el campo del Otro, donde se juegan las ar'ti-
por la pulsié!' unitiva de la_escritura. El espacio a;_,tobio-
culaciones de alienaclén-separacién .al Otro (padr~ o
grafi;o sim~la en el Yo l'!- cons~stenci'!_imagir";~ri~ del sujeto,
ancestros textuales).- Es sabido que 'Bajiin èonsider6 ·la vi-
que hace de uno cuando es realidad es otrogue hace de uno.
siôn abarcadora de la otra ~"coilciencia" cÔmo la visi6n dél
:El constante pasaje de acontecimiento ético a acontecimien-
'Tercer-Dias, es alli donde se juega el acontecimiento religio-
t9,cognitivo·y su intenta -fallido- .d.; constituir una escritu-
so. La constante espacio egocéntrico coma Üno donde fracasa
ra estética -no necesariamente "be_lla"- es q~izâ la coÏi;i6n
la constitucién·del espacio exotépico impide la construccién
ret6rica capital de la <:scriturl" sarmientina. La dualidad exis,
de la alteridad dialégica, el âutor y el personaje se fu~den
tente entre relata ficsi_<!nal y relata socio!égiço, entre ap;la,
rigidamente en ël Personaje, que no llega a convertirse en
ci6n. a un verosimil fi_scjonal y apelaci6n a un verosimil cien-
otro para el au tor. En Sarmiento, el ~contecimiento éticb fun-
' coma estrategia textual y su' consiguient'e tîfico, la confusiôn ,entr~ dos.. form~s· dé lo -;;~ovele~co", acaba
da el didactisme
por exi~ir alledor no l!na reg.ulacién de la t<;;sis, ~e la argu~
retérica: el tratado, el manual, el articula, el fragmeÎlto -di-
mentac16n -operaci6n cogç.itiv~- sino una aceptaci6n o re-
dactico -la· cuestién civilizadora-· y -su p'arti~ular 'sin taxis
gulacién estética de la mis1p-a -oper~cié;, p;_,lsi~nal-. El
colisionante: el texto ocasional interfiere sim pre en la è'~n"s­
"irrracionalismo" aborr~cido retorna en una op~raci6n de
tituci6n del simulacro de veros.imilii:aci6n aut6noma, eiî la
estética del personaje y su simulabro de libêrtad'y en el si-
1,;
co~v.ersi6~ id_e_ol§gica; 24 El lector, !~dura, que da esquizo:'
fremcame'!te· atrapado en !a du,alidad de las propuestas de
mulacre de su-relaci6n con los otros textos: en esfe sistê'~a
la escritura y por.moll!entos,.en la ~squizia.profunda que la
el unico texto que se valida es"el âe 'la realid·a-d. La-versién
r ~ "' • . funda. Quiza de alli prov_enga l!!o fascinacién que toda via pro-
secular de ra pragmatica réligiosa instala en ellugar del voca en el lector actuaf ' " . - · -
'\'erëero un teÎ"cero absolùtô': la letra alfabética·..:.la empresa ~ ' .., ~

La mell}o,ria del linaje ~en Si'rmien~o recupe~a,tradicio­

25
civilizadora- que recÙbierta y tra'vestida, operaci6n ilegiti:
nes pero no incorpora ning~n·elemento de la memoria popu-
ma de "enchapado" simbôlico, se transfor~marâ en letra âurea
lar. La memoria ge!'eal6gica bas'!dar"n una légica dinastica
que simultaneamente funda y consagra loS'niitosy los ritôs
se contrap_one a J,~ n,:t,\'_moria p9pular gve gen.era p~ototipo,§
de la escritura de la burguesia finiseculâr: lâ familia, la casa
la ciJdà.d, elliiùije: la educaèiôn,Ï~ leCtui1I, Hi!t~ifes Oê'iOsos: ta.
i~r? no enl~c~~ ni Ç..gfl.~JFi,~tl""'e_!h ~~w9r~a ~~nea)ô?ica es
_ogic_a, ~pera, co~ f,Q,.U~çt,JVOS (c~OnJuntiyo,s, disyuntivo's·,
del ocio, donde sintom'aticamente ei tiahajo 'àpat~ce camo
lmphcatlvos): La,}lle!"~ria, popular es r,etérica, opera con fi-
una··tî-ansformaci6n m-âgica (un transfor;nismo 'uii<.a muta-
cién)'donde ,son âboliâos1os vaiores soci~lès del' tiempo y la 1
g~ras Y ~c~g re~a:os _ Sarm}ento re aliz a i.tn mixto: opéra se-
gun l~.lçg•ca dmast!~a,per.o-so~stru~e su discurso -y su na-
produccién. Sin embargo, en esta 'constit'Ùèién triadrica de
• t -· ·~ - .... ' ' ' ' r:acwn:- co mo .un gé~e!o.--- m_ix}o: ·no es un a épi ca del linaje
un objeto (escritura del objeto Y- objeto de la esciitura) se
smo un!.! ép~ca n'!.~r,~tiy~ que. es~â ~ma~ .
. cerca ,del folletii:> que
producirâ-~iempre mi excedeÎ:tte ..:.excederî.t~'de produêdon-

126
de la gesta. La elecci6n dèllinaje cognâtico es un gesto no-
vedoso pero como tal ambiguo. Al mismo tiempo que se dês-
poja del pasado feudal (colonial) y de las lineas del mayo:
razgo agnâtico, reafirma su lugar e~ un linaje con la preten'
si6n de reafirmar un espacio de poder y de autoridad. Se
recuerda, se rememora parà fundar(se) un mito de origen,
pero se conmemora para fundar y construir, para dominar
un territorio simb6lico, de las filiaciones y alianzas, para
generar un nuevo poder: el poder de la(s) letra(s).
Las contradicciones dellinaje: la recuperaci6n de la lînea
cognâtica y femenina (alianias verticales) se hace en des-
medro de·las alianzas horizontales: Sarmiento no tiene pa-
res, no tiene hermanos, ni primas ni amigos, s6lo puede Ôcu-
par ellugar de padre (de sus heiinanas, de sus amigos ô 'de
su hijo adoptivo) o de hijo de sus amigos (Montt). En el re-
gistra l6gico, Sarmiento es iinpaf y en el ret6rico, es predes-
tinado. Si genera los proto-hombres (los Pitt, los Washing-
ton, los Franklin en oposici6n a los Orléans, los Joinville )'es
para oponerlos a los proto-nombres (los Oro, los Albarra-
cines). En la busqueda del urvater, la escritura sarmientina
se pierde en la selva de las identifièaciones binarias. La ge-
nealogia sarmientina no es edipica, que es fundamentalmen-
te interrogativa (pregunta por el origen), la suya es una'res-
puesta al problema del origen que le plantean los 'otros y
una respuesta asertiva contrapuesta a una l6gica de la sos-
pecha dél origen incierto: certeza frente a conjetura. Si la
escritura de esta genealogia recusa la triangulaci6n edipica
por la insistencia en la regulaci6n subjetiva binaria (yo-tu,
yo-otro, yo-Otro Madre) y por el privilegia de la identifica-
ci6n narcisista (yo-yo, yo-otro, yo) acabarâ por formular una
negaci6n fuerte, casi una forclusion, ·del Nombre del Padre
por pérdida inicial del poder de sustituci6n, provocando la ·
emergencia de un fantasma de partenogénesiii: yo soy mi
'propio padre, mi propio engendrador, y engendro por propia
autoconcepci6n (exclusi6h del par femenino) a los hombres
128
del futuro, confirmando la utopia megalomanfaca de los fun-
dadores.
La adqpci6n es la marc a ;mayor dela filiaci6n slmb6lica.
de Sarmiento. Como henios seftalado, la elecci6n de la filia-
ci6n materna tiene coilsecuencias en la organizaci6n del sis-
tema represefttacionalde su escritura. Si toda autobiografia
implica siempre la "èreaci6n" de un linaje imaginario -y en
algunos casos.ûn.delirio de filiaci6n- en la escritura del acto
autobiogrâfico de'Sarmiento podemos verificar. el proceso·de
singularizaéi6n por el cual la escritura confirma y desmien-
te el género:
-elecci6n de la lînea cogilata y por ende.privilegio ~par­
cial- de la alianza.sobre.la sangre. Da sangre serf a el regis-
tra emblemâtico del instinto, entidadque la escritura renie-
ga. pero que finalmente.reconoce.
-si bien·no hay evid<mcias expliCitas de la constituci6n.
del ep6nimà, quizâ por.la atracci6n negativa que·sufre la es-,
cri tura de la especie en oposici6il a la escritura del indivi:1
duo,>podemos considerar la creaci6il de un simulacro de ep6-
nimo (ep6nimô falso)·dondeJos Oro cumplen la fûnci6n_de
protopadre, del cu al se desprenderâ la figura de Don José de
Oro co mo especificaci6n de.la funei6n pate rna :por despla-
zamiento. La·deuda paterna es doblementê desplazada y pos-.
tergada: de·los Sarmiento a los Albarracines -la sangre-
y de éstos a los. Oro -la alianza-, de la ':lierencia intelectual"
-gesto~de.inversi6n;-.a la "herencia de imaginaciôn":_del pa:-.)
dre a la madre y.de ésta;a los Oro, ultimo' elemento de. la.
serie de desplazamientos, convirtiendo. -transformando- .Ja
deuda paterna.en una deuda de oro. . . .
A José de Oro le debe_la iniciaci6n en.las_letras y en Jo
moral, con "acuerdo" de la madre. A Justo "Maria.de Oro, la
~nic~ac~6n en eLmundo de la politica. A Domjngo de Oro, la
Iniciaci6n en el talento :-que en:la semi6tica sarmientina fun-
ciona ambivalentemente como"dato natural y f!dquirid;- ~;.
la habilidad en el manejo.de_los asunto~.humanos y su :ne-·
129
 potismo", otra forma polîtica: de-la alianza y la adopci6n. L:i.
filiaci6n acaba por convertir8e -conversion maravillosa- e:ii
un capital fijo que rinde dividendos. simb6licos·y,polîticbs,
pero que, como .todo capital, engendrac:deudas y cancelaciiF
nes. Como.hemos previsto, en la elecci6n deHinaje;fu>;i_onà"
do por combustion aleatoria con ellinaje:de,laJetra, se pro-
duce una.operaci6n de disyunci6n que Sarmiento no puede
suturar: la·forclusi6n escrituraria: del Nombre· del Padre, \)na
sustituci6n imposible: lugarde la inercia, de la·incuria·y del
dispendio no porveeJos·medios,y.los instrumentos:.simb_6li-
cos para solventar una metaforizaci6n de la letra y de su
industria, el ,relata."'~ .. 1· .., , '""' ....
·La coexistencia: de;estirpes:diferentes; la ·coerci6n contra"
dictoria:de'diversos lugares de la'ley,~hace;de:la.genealogia
sarmientina un a plura!idad de lina}es incompatibl~s:qqe_ se
resuelven. en mn!mit<f de .partenogénesis subvirtie;rldo los
axiomas'de la.filiaci6I) que la escritura'propone ..Estos·axiol
mas pueden formularse asL
_A) la ascendencia-es ellugar. donde me escribo COII!Q:·.ins:
cripci6ntde los . otros :=del"deseo.. de.los:otros.,: los pagres, !98
ancestros,Ja~estirpe; :' ~~ _.::- ...... :1; ,.. ....... ., '~ ·"·c.: ~-­
i _B) la:des_cendencia:es ehlugar;dopde yo escr!bo segûn•mi
1.1
dese_o a!:otro:c_omoihijo;!a' '!-filiaci6I) y subsec~entemente_la
adopci6n." ~ ~.... ~r· ~;:-,tr ~""'.,~ ..lt-;:-~"' -:-~~~ -r-;.;-::1
~Là:escritura de~Sarmiento:ent,-a e~~cQJ}si6n·; 9t:ra 'ç,atâs-
trofe, ahora.capijcal;en•su bûsqueda de padres: en·tJlnto no
se quiere desembarazar delrpropio -un" forma 'de <!e.sampa:-
r·ô nominal~Ia·escritura escribe a• los pro-hombres, los pràto-
iiombrès·y lôs ptàto-padres pàrâiresolverse en·un gesto ûlti-
mo de despôjàmiénto paran'oico. Sarmiento se··escribe â!·ôtro
camo ascëndiEirite·de si
mismo:Padre de sus padres:e hijo de
su:hijo, aèaba ..por·rèconocerse en su origen intelectual•como
hijotputativo~de mîa!progenie'inventada por la· historia'y
por la 'ficci6n·;.padre"de sus~obras"·es hijo de sus "lecturas".
La-cadena.derinscripciones duplica la inscripci6n·dellinaje
130
de la letra (iniciaci6n· a la letra) y la transcripci6n del;espa-;;
cio americano.(de la- historia). Entre la rigidez. imaginaria
de la filiaci6n oa:·sangre) y la movilidad absolu ta de la 'alianza
(la polîtica), 1a esc"ritùra opta por el simbolisino de la' adop-•
ci6n (la letra). 1
,
El oro esta ·en el origen
La construèci6n àperada por la escriturac donde. eL linaje
de los Oro se transmuta en el oro del linaje, s6lo~viene a
... decirnos'una cos a, el riarrema hegem6nico de la autobiogra-
fia·de laJetra' âurea: el oro estâ siempre en,el origen. El oro
doUa montana (natural), el oro·como dote (herencia, eLoro
de-la·leyenda (ELDorado),.el oro de-Milân (manufacturado,
en sentido ésttiêto, el encaje de. oro, indus tria man ua!)_ y el
~sonoro graîiô'l,:en üilâ._extraiia;·metâfora .para. aludir:,al orq
~ aèiiniiilado e·n ·pesos· fuertes; .confirmatoria.del estereotipo
"argèlltino"~de "làs··!'eSpigas de'o'"ro" , ..~miesesidoradas:,~ y "ru·
biô trigo" cômo eLgrano "de oro .. No~obsîante,' eL oro convoca
figuras de cfistalizaci6n y fosiliz'aci6n absolu tas, la grande,
za del oro sôlièifa el oximoron·o·la antitesis absoluta, el hue-
s à, como.la Ciudad repone el'osario y,·!a~letra âu.rea la ins-
cripci6n marm6rea o lapidaria. 1
El oro.està en el origen·de la, tierra;(montafia), su posee,
dôra. iriicial; en· el. origen :de la .leyenda"y.:el mito, con un a
lectura quiasmâtica de!.origen de las letras miticas: Améri,
ca;. El Dôrado, como sobreinscripci6n.de.Europa, etYelloci,
no; en el origen.de:la.!iteratura, el de los.~derr~teros", en y-
el de Ia:literatura:.o'ral que,. aL trazar. .los'.itinerarios de la
létra, inscribe en,el e'spacio "desierto: la.figura.d'e: la tr~ve­
sfa•como, camino ascendent!). y~como :pasaje, .. figuras furida-
mentales de la ret6rica escrituraria, EI,oro.de la escriturâ
es el significante.imperial que inaugura los.derroteros:de.la
letra alfabética y.Junda los protocolos_de lectura y de inter-
131
pretaci6n y que transformado -er oro de la historia-; elabo'
rado, extraido de la montana, se te_sauriza como capital civi-
lizado. La ciilminaciôn de_la.serie -u11a transformaci6n pre'
capitalista de la letra- dibuja simultânea~nente el proceso
de formaciôn-del capital de la escritura pero también·la for-
ma ultima, la mâs civilizada del producido âureo, la onoma-
tizaci6n del oro. El oro convertido en Nombre Propio no s6lo
seiiala la forma mâs extrema y mâs_ 'elaborada de la extrâc-
ci6n de Jo natural hacia el estadio mâs refinado de la
humanizaci6n, sino que tâmbiéri provoca,en la constela-
ci6n. romântica, la seiializaciôn y la particularizaciôn del
simbolismo del nombre: del'linaje del oro .hemos pasado
-trasmutaci6n alquimica de la.escritura- ·al Oro· <lei hnaje.
En la encrucijada, los Albarracines -los intelectuales pero
también los "sensuales"-pero poco "visibles" e_n la historia
local-', la escritura se inclina_ pot el_bril}o, el cor_aje y la ima-
ginaciôn de los Oro. Don_José-de Oro enc_ar_na:la figura-del
desplazamiento de la serie paterna:-el padre intelectual.que
aseglJra la trasmisiôn de laJey de_la letra, Don~Justo Maria
de Oro, Padre de'la.Patria, certifica el enlace_ entre el d~sti­
no per~onal y'el 'destino hist6riêo prefigurado por la inter-
secci6n materna y permite el pasaje de la esf!'ra priv'!da a
la esc'ena ·pub li ca al mismo "tiempo ·que certifica- Ja verdad
oracular (certeza narra ti va) que s·e transmite en el relato de
1~ filiaciôn: de tales padres, tales hijos; Domingo·de Oro, el
introductor a la sociabilidad del cuerpo y del talento, es quien
agrega, mucho mâs•·que.Don José, al:linaje·de los patricios
argentinos provenientes de la aristocracia feudal de !!' ·colo-
nia, un·acènto americano -la .cuota:exacta de racismo eJÇôti-
co- que opera.como un·:suplemento·delwaucho. Este suple- _
mento es ambivalentemente evaluado en'la auto-objetivaci6n ·
de _la subjetiyidad saqnientina: por momentos parece ser una
"esencia" barbara que se de be excluir -'-limpieza·de sangre: y
la metaf6rica te6rica que funda la exclusion es la ex.tnrcci612-,
y por momentos es cognitivamep.te.estimado como "ir>stm1toll
132
gaucl).ps qi!~ duermen en nosotros" (çf. Vt'aJes, "Africa", p. 256,
op. czt.),provocando una instancia semiôtica de la escritura
y su ideol9gizaciôn: la posibilidad sim pre alerta de la re-apa-
rici6n de las "fuerzas oscuras" bajo la figura-del "instinto" y
la instauraci6n correlativa de una retôrica de la inminencia:
signos dp(ltorios, anticipatorios y rev~ladores. La operaciôn
de extracci6n es, por Jo tanto, infini ta: la "barbarie" retorna
a pesar de todos los esfuerzos civilizadores, aunque.la escri-
tu.rlJ sôlo )a reconocerâ como un elemento de acentuaciôn
rasgo de carâcter, estilo del person-;;-j~, gesto de la person;:
siempre reveladores pero como una secundariedad exce-
dentaria. 26 Y si los Albarracin~§ transmiten de,.generaciôn
en,generaci6n aptitudes intelectuales individuales ~que p~­
rece~ orgânica~", los Oro.son u:p. exceso de filiaci6n, gene_:ran
el ongen amencano (los Alba~raçines son el "Oriente") y el
europeo, el de la sangre y el de la letra
La lôgica que rige esta i11s~ripciôn ~pera mediante una
certeza, la existencia "naturaJ", y una transformaci6n, la ·ex-
tracci6n. La existencia y la extracciôn (trabajo extra~tivo
pre-industrial que realza ·los val ores naturales de la mate:
ria, brillo, esplendor, maleabilidad, exaltando su valor d~ uso
Y de contemplaci6n) genera el narrema hegemônico de la
"novela" del oro, la hominizaciôn del oro. El trabajo ela-
borativo y el valor de cambio se desplazan hacia un trabajo
sobre el ~ombre (la onomatizaci6n), fundan el oro deJlinaje
Y en el m1smo gesto, elli_naje de la letra âurea (la alfabética)
- '
que sera dotada de todos los atributos de la circulaciôn: de-
p6sito (la riqueza del diccionario, de la enciclopedia de la
biblioteca1, re§!'rva (tesoro de-la lengua), trasmisi6n (viabi-
lidad _Y reelaboraciôri de los mensajes: la t;:;;ductibilidad ge-
nerahzada que permite eLintercambio de los sistemas). En
suma, a medida que se inscribe -un linaje del oro americano
donde fa! ta el ultimo término -el despojo y la expropiaci6n-
' se >~scribe el linaje sarmientjno de los Oro y el' destino
amencano del patriota: una·intriga americana."~
133
 La escritura aùtobiogrâfica de Sarmiento . intèiitll'res~lver,
sin corisèguirlo, las. dêterminaciones mayores d.é toda escrf-
tuta de vida: las oposiciones entre vida/arte, vidai!iteratuc
ra, ptilsionnetra. Sïla aspiraci6n capitardel yo aùtobiografico
es di sol ver la vida en ese yo de la obra (el nombre dé! au tor"),
en ellinaje (la especie) y en la muerte (la tanatôgràfia), la
iilscfi:Pci6n ael oro en ·esa "vida esciit:a" convôé"'arâ 'ïnelu-~­
tablemente la escritura lapidaria por definici6n: la e'scritu-
rà tombal. Y si en Sarmiento (:Vida de Dominguito) la esèri-
tûî'â se "inicia" con el libro de la cuna y con el ceii.otafiô, el
capitula clausurado de la Historia del Abate Morales don de
se condensan ras significaciones de monumentalid·aa, con-
memoracian·y âusencia (olvido), el derrotêib inarcado'"cuJ:
min ara en~los destinas dè la letra, que es co mo decir la letra
del-destina: uno, excélso, Ia tumba, el granita fêl inârmol, la
lapida y la esta tua y la inscripci6n del Nombre, y el ôtro, el
limite o el-confin del conffn, borde del borde dêl camposanto,
eJ:osarîo coriiun; donde el Nombre dês.âpafécè enla.alieiui-
ci6n absolu ta de la especie: el aridniniatô. Entre estos despo:
jos se-escribe -sê lee- la vida' de Sarmiento.
........ - •.._
Notas
·'
1
La literbtûra ilaCionà! es ÜÏi. sistenta nacionill, estatal, de"la literaturaJar-
gentina donde se organizan por lo menas dos subsistemas: a) gêneras, obras y
au tores yb) regiones-, provincias y zonas (litoral, nortefta, surefia, etc.). Este sis-
-tema se funda en alianzas Ypaêf.os pôHùcos de lectura, en las"""Ct:ialiêiOD.eS y con-
federaciones de la letra de los sister~fas integrado·s. Es môvil, ines table y contra-
dictorio, camo la "patria" misma. Produce una historiografia bifida: nacionaVre-
gional, conservadera/moderna, exegética/revisionista~ que po_r mementos se opo-
.rien y· se contradicen, y categoriaS c;itiCâs~y seudoexplicativas conîo "c~ôS'­
tumbrismo", "regionalisme", o en el·pelo opüesto, tendencias üneas orientacio-
nes pretendidamente universales o O.acionales. La literatur~ ~rgentt~a. como su
nombre lo indica, es una 'literatura local; platense y virreinaL Es un sistema
histôricë, no se repÎ'odllce por alianias o pâctos, sinoque funda.topôs (el'ëampo,
134
la ciudad, el_ barrie, la plaza, la sexualidad-; etc.) y ret6ricas (neoclâsica, barroca,
vanguardista); se reproduce por estirpes y linajes. Se presupone que estos dos
gfandes sis~mas ..se superponen, se yuxtaponen, se tangencializan, segûn las
vertientes ideolôgicas de los historiadores y criticos. La literatura gauchesca es
un paxasistema (no un diasistema) intermediario entre lo politico y lo histôrico,
ideolôgicamente produce el sintagma: épica nacional y representativa y en la
vertiente contraria, narrati'va tipica y regional. Loque aparece camo evidente es
su producci6n de topos de ternas y la relevancia de sus marcas genéricas. Entre
los sistemas, produce una dispe'rsiôn critica y una ret6rica de recuperaci6n.
2 "El folletin es coma Ud. sabe la filosofia de la época aplicada a la vida, el
tirana de las conciencias, el regulador de las aspiraciones humanas. Un buen
folletin pued_e decidir de los destinas del munda dando una nueva direcci9n a los
espiritus. Le6n Gozlan ha publicado uno en estos dias, que para mi vale mâs que
el tratado de Mackau. Paris, la ciudad de todos los goces, que ha inventado el
Hip6dromo,' el réclame, -la carta verdad; con sus veinte teatros, sus jardines, res-
taurantes, asfaltos, museos y cursos pliblicos de enseiianza, carece, sin embaigo,
de 'ciertas comodidades, de que por mâs tiempo no puede sin mengua privarse la
ciudad cosmopolita." ("'Paris.,.(1846), en ViaJl?s, pp. 116-117, op. cit.)
3 La palabra baratija proviene de barato, de origen incierto. Segûn Corominas
seria un celtis~o y Provendria de Mratos: engailo. Es en ese sentido en que lo
empleamos. No se n,os escap~n-las co~otaciones peyorativas (?), "bajo precio",
"fûtil", con que se la emplea, pero tam.poco ignoramos las otras connotaciones
totalmente infundadas fuera de un.uso restringidô, de joyita, y "turqueria" ar-
gentina"'Que -Posee. Joan Corominas, Breve diccionario etimolôgico de la lengua
caste/lana, Madrid, Gredos, 1980.,
4
Llamamos narremas a los enunciados narratives ~înimos que se constru-
yen sobre el material narrative preexistente y que integran la mate ria prima del
discurso con el que la narraci6n edificarâ su entramado sintâctico y temâtico.
Sus rasgos d~finitorios sOn; por lo. tant'o, su existencia pretextual y su integra-
dOn intertextual. Estos enunciados narratives minimos constituyen conjuntos
narremâticos integrados por unidades mayores môviles compuestas de dos o mâs
narremas. Llamamos tactemas a los nexos articulatorios de los ·narremas. La
realizaciôn-sintS.ctica de .los conjuntos de narremas estâ presidida por leyes de
hegemonîa y sllbordinaciôn ·de los enunciados segûn los propôsitos del programa
narrative. El conjunto de narremas, a su vez, constituye verdaderos ideogramas
de la narraciôn Que pueden ser leidos como ideologemas narratives y puestos en"
relaci6n con los ideologemas narratives de los otros discursos deL entramado
social. A diferencia del enunciado narrativo minimo de la narratologia (actante +
funciôn),el narrema que consideramos es una unidad ideogramâtica que se defi-
ne intertextualmente. La disiînciôD. entre ~arremas causales e iniciales. propues-
ta por Marc Angenot presupone otro ti po de estructuraciôn narrativa mucho mâs
fu.ert~ y quizâ inManente. Cf. Angenot, Marc, "Rhétorique du discours social", en
Rhétoriqu(! et Littfrature, -Langue Française N" 79, septiembre 1988). En la na-
rraciôn de la vida.de Sarmiento, el narremaJOven pohre "'pero"inteligente revela
., los nûcleos semânticos que van a generar dos relatas: la ~historia" de la pobreza
1 y la."'historia" de la formaci6n de-esa inteligencia, y un tactema adversative (pero)
qu~_ opera las bif~rc~ciones del programa narrative y, potencialmente, su reem;
135
plazo pol- otros~~arr~mas mas desarrollados, opuestos o contradictorios con el
inîcial. Este narrema se subordina al narrema hegemônico (deiltro de la ideolo~
gia y la economia narrativa de la época) "ascenso en la sociedad" (narrema del
discurso sociol6gico: movilidad social, igualdad de oportunidades, etc.} y a su vez
subordina un narrema de obstâculos y pruebas qüe genera UJ).a retôrica de signas
dilatorios y prospectives (el esfuerzo y los distintos fracasos relatados por Sar-
miento para acceder a una instituci6n ofi.cial (frustraciôn en la no obtenci6n de la
beca, etc.) y signas anticipatorios (por ej. signas prodigiosos, etc.)-
5
Las "vidas" del• Ca pi tan Ga~~a, la de Baigorria e incluso la de Facundo,
pueden ser leidas co mo "novelas de aventuras" cuyos tipos pueden ser el "bando-
lero", el "filibustero", el"salteador de caminos", etc. En ocasiones, Sarmiento con-
dimenta sus "biografias" con el "acontecimiento piodigioso" (v.g. la contempora-
neidad de su gestaci6n con el nai::imiento de la patria, nueve meses contados, en
1a•"Auto6iografîa) y por momentos las realza con un cierto "goticismo".
6
La Vïda de Dominguito es un conjunto de textos escritos en divers as épocas
a partir de la muerte de Domingo Fidel Sarmiento, por lo tanta eS' dificil precisar
su fecha de producciôn que podriamos ubicar entre 1866 y 1886, si nos atenemos
a la carta que, en respuesta a una de Sarmiento, le escribe el general D. Lucio V.
1a
Mansilla enviândoles datas sobre ·carrera y la conducta militar de Dominguito.
El texto propane, por lo tanta, formas de. coautoria: el mencionado general
Mansilla, Santiago de Estrada, cartas de la madre y textos del propio Dominguito.
7
La -escritura de Sarmiento no soporta la "ironia" en sus formas canônicas.
Un texto produCido en (por) la confrontaciôn (acepiaciôn-rechazo/ rechazo-acep-
taciôn), 1~ contradicciôn, la·aporia extrema y laS antîtesis radicales, produce una
tensiOn y un voltaje que excluyen la ironia, no asî la "sâtira parôdicà~, que preci-
samente es una operaci6n retôrica que tiende a disolver la pregnancia imagina-
ria por desdoblamientëi o enfrentamiento de la representaciôn con lo real. La
parodia confronta (pane juntos) dos imaginarios, el imaginario del 'modela y' el
imaginario de la copia. Cf Hutcheon, Linda, "Ironie, satire, parodie", en Poétique
No. 46, âPril, 1981. Altamirano y Sarlo sos tienen una opiniOn contraria en "La
estrategia de Recuerdos de Prouincia", en LiteraturalSociedad, Buenos Aires,
Hachetté, 1983.
11
Seglin nuestra opiniôn, Recuerdos de Provincia es mâs un entramado na-
rrativo-folletinesco, entramado de "narremas", que un Bildungsroman. Cf.
Halperin Dong hi, Tulio, "Lamartine en Sarmiento: "Les confidences y la inspira-
ci6n de Recuerdos dé Proviizcia", en l!ilo!ogfa XX, 2, Universidad-de Buenos Ai-
res, pp.177-189. · miento, camo una."copia" del vestîbulo de la casa de Livia en Roma, extraida de
9
La "falta" sarmientina ha sida -interpretada coma carencia, de bienes,de
padre, de estirpe: un des-heredado. David Viii.as seiiala la "conducta" que genera
esta carencia: la vOracidad balzaciana. Nosotros establecemos una relaciôn en-
tre la Poliglosia sarmientina, su hiperfagia (querer corner mucha) y su polifagia
(querer comerlo toda): las comidas, los bienes, el ~undo, los libros, las lenguas:
toda puede ser leidÔ, toda puede ser traducido. Oposiciôn entre el sensualismo
(ethos orienta/) y el ascetismo (ethos riJinano). La Bulimia propane un modo de
apropiaci6n canibal del mundo;'la anorexia es su envés de silencîo, de mutismo,de,
reserva. Sarmiento era fundamentalmente elocuente: una energética del diseur-
sa cuyas figuras so'n là absorciôn y !a metabolizacùin (metaforizada por la ga/va-
136
nizaciôn. ·Para el poliglotismo en Sarmiento, en otra vertiente, cf Altamirano, C.
y Sarlo, B., p. 187, op. cl/.). Pero este sistema también tiene su perturbaciôn; la
comida es un hacer, hacer comida es hacer corner al otro (Sarmiento las hacia en
abundancia en su casa), inagura el Festin (pequeiio-burgués) y las reglas de pres-
taci6n y contra-prestaci6n de comidas, a -la que Sarmiento estaba tan.atento.
Pero devorar rompe las reglas pues detiene la circulaciôn_ de los danes. Nuevo
colapso de\ sistema semiôtico: el sistema de la Palabra Liberal debe garantizar
la circulaciôn reglada de los biénes_-culturales que· asegure.el traspaso de los
côdigos de interpretaciôn (un a hennenéutica) pero trastoroa el traspaso de las
reglas de producciôn.
10 El "sindrome de la laguna" es una notaciOn crîtica de Marc Angenot para
describir el procedimiento de exclusiOn operado par la escritura cuando se trata
de "narrar" el acta sexual en su concreta"realizaciOn. El término esta aëuii.ado
para la narrativa de fm del siglo XIX (1880-1900) y camo un a ~arma de ~ontradic­
ciôn del mandata realista, mandata que podriamos axiomahzar: "Hay que con-
tarlo toda". Mas' allâ de otra_observaci6n.como podrîa ser la imposibilidad,.de
narrar el acta sexual y la .necesidad de explicar esa imposibilidad, la "notaciôn
parece pertinente no sOlo para la producciôn de ese perîodo sino que puede ser
"retrocedida" a la narrativa romântica, donde el mandata seria el inversa "No se
puede narrar .. el acta sexual", o adelantarlo en el tiempo, la primera gran
filmografia romântica, dànde el mandata sufrirîa otra inflexiOn: "No se debe na-
rrar el acta sexual". C[ Angenot, Marc, Le cru et le faisandé, pp. 128-139.
u Cf. Rosa, Nicolas, "Los discursos de la crîtica", e~ Los fulgores de!_simula-
cro, p. 39. ~
12 El trazado de la vÎa romana en la escritura de Sarmiento esta orientado
par una.visiôn etnografica y arquitectual, un placer evidente en la construcciOn
y en la demoliciôn, pero nunca genera una pasiôn arqueolôgica camo en Freud.
De las riïin~as (rômanas) no extrae sino el saber del testimonio, la ejemplaridad
de la historia y el placer de la copia'" Alli no'se esconde ningtin otro "misterio" que
el de la necesaria caducidad de una civilizaciôn para permitir el paso a otra
civilizaciôn. A" Sarmiento se le escapa el "enigma" de la cultura.
La casa de la calle Cuyo, doride viviO reiniciando una vida familiar.. con sus
nietos··Belîn,-·poseia un amplio zaguân que decorado al fresco -otra forma de
inscripciôn lîtica que reûne a his condiciooes de monumentalidad y conmemora-
ci6n propias de la escritura lapidaria, las de panorama y visiôn totalizadora de
una retOrica del fragmento'como génèro nârrativo descriptiva-:- par el propio Sar-
una reproducciôn de la Historia Bon'zana de Dury, segûn afinna Lugones: "sobre
fonda rosB._de.:ladrillo: y~â.lgunas figuras, pompeyanas". Cf. Lugones, Leopoldo,
Historia'de Sarmiento, Buenos Aires, Eudeba, 1, 1960.
ta Desde el '80 al '90, pasando por la visiOn parôdica y fumista de la"revista
MartÎn Fierro (el Cementerio), hasta las inscripciones sepulci"ale.S de Borges, el
epitafio (y la neàologia) marca la doble inscripciOn del Nombre Propio, naci-
miento y muerte. Cf. "Genealogîas y epitafios" y "Hombres nuevos Y necrologla",
en Viii.as, David, op. cit. ..~ ~
'137
 "L
·· a oposicton . .. es s 61 o en eï nivel de
las "fi .. ,
que Sarmiento "mezcla", la Chacarita es tamb· ~~as • PUes BorgeS mucha mâs 17
Y el pasado remoto también: "Los huarpes tenian ciudades" (p. 31). Los
del"pa~edôn de las ejecuciones rosistas": el to ~:n ugar_ de la rOsa y la Reêolèta colonos, espaftoles rezagados, "regresan" de provincia CQnfederada a aldea, de
yacencta. 'P que reune es el del miirmo! y la aldea a pago, de pago a basque inhabitado. Esta "regresiôn" convoca, por momen·
Sostener, camo afirma Sarmiento que 1 . tos, la voz nostâlgica y su retôrica:: ubi sunt.
. 1
stmu aero d e 1a ctudad . ' a dnecr6poll8 h
griega" por profusi6n se a "convertido en u 18
Ellinaje de la Iocura: en la construcciôn de la genealogia, la locura en sus
. 1" 1 bo .
c?n~ Ias, e a ra un Sis tema de ecuaciones cuy fi
emarm6r n
eas estatuas y colunùlas formas epocales: amencia, oligofrenia (?),.degeneraci6n, carâcter atrabiliario,
'tlca: de x= necrôpolis (ciudad) a columnas c " !gura fundanlental eS enigmà aparece vinculada a las ramas dellinaje adoptado: Miguel de Oro (hermana: una
. 1 1tas (e
1(s1mu aero), donde los términos. de doble eorm .
.
. recc16n), a vida simulad
-
monja loca, rasgo gôtico), Miguel de Oro + Elena Albarracin: hija loca, José de
. d
pu 1BIOnes e muerte energizadas escritura .. ·ntgm.absm 0 se derivan hâcia lasa Oro, excentricidad; Fray Justa Albarracîn, enanisll!O. !-,.os Sarmiento parecen
. . d r lamente po l
;ongman o el narrema de resurrecciôn en las for , r as· pulsiones de ..vida exentos asi camo los Funes prôximos. Tai vez aqui se vuelva a retomar un narrenia
·estatua, el bronce, etc.,la vida en e/igie es la Vl.rl md as del recuerdo: el mârihol la' Positivista: las actividades· cinegéticas en oposiciôn a las letradas (se~entarias)
•to, h"1s t'onca · y anec d6 hcamente · u troman · •
tan gesticula te . , a, CIUdad ana. Sarmien- se oponen a la "locura".
gresi6n mâxima de la dramatizaciôn narrnat·' ndl:iunalicio, apela a la· trans- I'l El mandata reformista de la letra que condensa la mociôn alfabét!ca (el
. · .. a bso 1uta, 1a cadaverizaciôn
pasivtzacion marm · lva d e la VI"d a: la inacciôn la saber pUblico, publicado, expansivo y democrâtico) y una pulSiOn de mandante
· a empa l1"d ect"d a por 1a mostraciôn de la mem orea
d . onde 1a representaci6n que- •
(unitaria, reguladora, restrictiva o por lo menas control adora de los efectos ~e 1~
·si"6_n de 1 ox1moron . marmôreo de Sarmientoarta que fu n d a el recuerdO. La pa- letra (correctiva) es una constap.te de la versiOn .liberal de la litera tura argen ti·
81
·qumtaesencia de la versiôn romântica de la canza grados extremos-en· 1 na, versiOn que implica una cori-versiOn -cuasi-religios_a- al conju.nto de lit letra
t6 . . ur 6s sema t' a
re r1ca narrabva (la ciudad-y las partes de ' . ~ tcamente realista en la liberal y una in-vérsiôn investiciOn libidinar del capital cultural con el fin de
1
·Galdôs, de Martel, etc.). Dice: "mis facciones to a CIUdad de Balzac 'de Zola de
· obtener réditos educati"VOS y perfeccionamiento y regulaciOn libidinal en el mar-
me c~nv1erten en el monumento del Cemente . manunas . , (" •
. pecto griego del à.rte •
y co de la cultura, con el consecuente ocultamiento de la violencia q~e 1a funda.
"facc10?es" quedarân impregnadas en el hua;;o~n ~ 1 Dta de _los Mueî·toS"). Cas
comumdad de los muertos se opone al "comün" d 1 mascarllla mortuoria La
Esta pulsiOn mandante y los efectos imaginarios que genera (la figura del
ma~dat~do) p~ede. provenir en Sarmiento 'y sus modelas, de la felaciôn entre
Cementerio es la patria con cuerpo y alma ..." Ele ..108 mortales: "Sabed qu~ ese politica y litera tura, los politicos-Ieirados,. En el '80, la letra burocratizada diplo-
pero no macabro. En el"Diario sin fecha del via. A!eJ?ento pulvis" es fUnebre
aparecen claramente las categorias de la mue J; I't ertcano" de Chateaubriand
crepuscular,lo fûnebre,lo liigubre,lo insôlito ~ fe 1 ~ra~ia del-Romanticismo 1~
mâticamente -la letra diplomâtica~ su braga la moci6n alfabetizadora"por una
endogamizaciôn escrituraria notable e~ sus ~spectos ret6ricos -de los géneros
. t" L r.
! tp 1co. o 1 unerarzo es evocado . . 1
eh relaciôn ,con·o antasttc0 1 d"
el.. '
mayores a la ret6rica de arte menor e intimista- pr"oduciendo una disyunciôn
• o tabôlico;lo apoca- -divisiOn del trabajo social' de la letra- entre la alfabética y la escritura literaria,
extensiôn de una unidad "semântica" dellexem "t cementeno indio" coma 'la aunque esta autonomia no siempre es absoluta. 'En la literatura contemporânea,
•r asto rn b a 1es"!et"d as por s armtento · en un re ·a_ umbaun1•versa!". Las' "esc:Htu- .
. 1 · 1ro canon' d en Vifias, la pulsiôn mandan'te, desacralizada, posee todavia registra~
mg e~a es escnta por Borges en 'Un registrag1s entre .. t~a o por la literatura protestativos: cua_ndo yo ~abia, habla par !odos; en Victoria Ocampo, otra "Jucha-
·sarmiento devuelve en una tonalidad propia d 1 . fopettnesco" y "novelescii". dora" de clase, manifiesta un sesgo restrictive: cuando yo habla, habla por aigu·
· 1 . .
Tennyson a un regiS ro ret6nco -novelesco mode &Ironiaroman ..
bea, la el erna de nos. En Sarmiento, en lâ purid.ad del mandata liberal, se genera una enunciaciôn
1o no-conoc1"d o (!o m-nommado) · .
a lo conocido (Nernab de los.....varones ilustres" a·
de donde el sujeto se confunde con el objeto, ellocutor con el alocutor, la singulari-
>1p0, d l " · · d '
e prusaJe e un cementerio de puebla" pa omrePro ·) •
, Plo , y al mismo tiem. dad con la pluralidad: cuando yo habla, liabla par todos para todos.
. " . ' L a "po bi ac10n . . " de la ciUdad
.
cemen t eno
. . sa samos . . al "p•' . de una ciudad-
cuSaJe 20 La versiOn
de esta inflexiOn temética, dramâticamente ficcionalizada, es la
. rmtenttna c'1
· p ~r te non Y convte~te al cementeno en una ciudad de .rcu1a del Pante6n al que propane Borges en "Tema del traidor y del héroe", breve tratado de estética
Dta de los Muertos , El Dehate, 4 de noviembre de
del profesor Alberto Palcos, tomaI, Buenos Ai 1885 .1 ~- dus tres vivos. (Cf. "El
Ed' '. acundo, pr6logo y notas
teatral, donde pueden leerse intratextualmente los "prOlogos" de V. Hugo y las
puestas isabelinas de las obras de Shakespe~re: un grand guignol a la Joyce.,
nas, 1961; idem, Gulomar, Michel, Prù•cipes ;:s, lcmn~s Culturales Argenti- • 21
Podria presuponerse que la· calumnia~de q~e fuera obje.to D. Clemente
José Corti, 1967). ne esthétique de la Mort, Paï-is SarrriientO, aludida,en· Recuerdos de Provincia, "con el objeto de deslucir a su
"Cf. p·tg1·1a, R"1cardo, • Notas sobre el·Facu d. " '
.. , ~ijo", calun;mia qu~ nunca ha sida aclarada, haya recaido sobre el "uso" y disposi~
·zo.junio, 1980.
16
°
n 'en Punto de Wsta No 8 mar·
• •
ciOn- de la colecta que el afân patriôtico de D. Clemente habia realizado en favor
El cultiva romano de la muerte (Pal/or. Pa < de la madre patria. No es ajena a esta interpretaciôn la forma en que la escritura
observado por Sarmiento; infundir el temor ~om vor, .lkavor) es pragmâticamente reùne ambos acontecimientos, p.~145, y luegô continUa: "cOn estos antecedentes,
0
batalla Y la muerte y en el psicologicismo sar .Pru_e~a para poder enfrentar la mi <padre pasô toda su vida en comiehzos de especulaciÔnes, cuyos proyectos se
· f - mtentmo co
1os t errores ln anh 1es (C[ Vtda de Dominguito, p. ) • mo forma de superar, disip9ban en momentos mal 8.consejados ... " (p. 145! et·s-ubrayado es nuestro)
138

138
 22
Estos espacios son form"as posltivas de la palabra ribera!, pero 8.1 ~ismo Parte tercera
tiem'po son el producto de la negaciôn -histôrica- de los rumores de la plaza El olvido textual •
pU.blica. Las plazas pU.blicas de San Juan (de la Argentins, de A.mérica) tienen en
su centra una pirâmide o un obelisco egipcio en versiôn romana o napole6nica de
la monumentalidad europea. Estos "monumentos" per~iten leer "trazos" •
(narremas), fragmentas ex6ticos de la cultura europea inscripta en el espacio
americano. Sarmiento, en gesto de inversi6n ideolôgica, pero también pulsioD.al,
recupera ciertas formas de carnavalizaciôn en Argel y en Roma (cf. Yiajë~ op.
cit.). Sarmiento mismo propane este sistema de lectura: "Nuestro Oriente es la r
Europa, y si alguna luz brilla mâs allâ, nu~stros ojos no estân preparados para
recibirla, sino a través del prisma europeo" ( ViaJës, p. 239). En el nivel pulsional,
la pirâmide -la erecciôn- contrarresta una pulsiôn agresiva y destructiva puesta
en el otro. La fundaci6n de monumentos, pirâmides, bibliotecas, archivas, convo-
ca, por pura refracci6n semi6tica, la destrucci6n y el fuego, ése que nunca dejô de
Inenéionar Borges. La pulsiôn de conservaciôn y su inâquina retôrica, el recuer- •
do y la pulsiôn de destrucciôn y su imposibilidad trôpica: el olvido.
23 Esta perturbaci6n ya habia sido seiialada por otros criticos. cf Altamiiaho

y Sarlo, op. cit. , .~ u•

Texto-palimps~sto: memoria y olvido textual
24 Alberdi no bahia dejado de seiialar esta inversiôn: la "mazorca liberal" (la

barbarie letrada) que opone a la "mazorca sangrienta" (Rosas). Cf. J. B. Alberdi,

"V~rela", en' Escritos pôstumos, toma XII, Buenos Aires, Imprenta Alberdi, 1900. Se di'ria entonces que haqia estado leyendo en L~~ _!ylil y
25
Sarmiento "resucita'.' a sûs aÎltepasados segùn tres ôrdenes: el arden patri- Una Noches un relato que se referia a mi misma Mil aiios.
cio (polîticos y militares, estos Ultimos prâcticamente ausentes), el orden religio- antes de nacer estuve prefigurado en personlzjes que
so (la jeiarquia eclesiâstica, la mâs abundante) y el arden letrado (los hombres 'habi'taron las n'heros del Ti'gris. El terrol-y el desaliento
de letras). La abundancia de eclesiâsticos se explica por la coincidencia entre el
poder religioso y el poder educativo propio del régimen colonial. Estos antepasa-
' me infundieron la zdea:
dos -en realidad algunos eran sus contemporâne.o~ segU? Sarmiento "existen - J
en mi, por lo que gozo en encontrarlos en torno mîo, en, los que me precedieron,
en mi madre. en mis maestros y en mis amigos" (el subrayado es nuestro). Las
restricciones que opera la escritura, sobre ·la base de _los que me_ precedieron,
Dos opciones: o el texto del epfgrafe es un texto fraguada·,
deberian permitir la ap'àriciôn dë mis padrès o mi padie. Estas exclusiones Son simulacro de la copia,borgiana, o si se-preÎiere, es un texto
abundantes y terminan por convertirse en sin toma de la escritura. de Thomas de Quincey que)anticipa a Borges. La "teorfa de
26 La tacha en la "noblez.a de sangre" de la novela realista y naturalista pro-

duce un narrema cientf('eco que intënta explicar por la biologia loque el romanfi-
los precursores (."El hecho es que cada escritor crea a sus
cismo intentaba explicar por lo "novelesco": effenômeno de la degeneraciôn (ori- precursores", Kafka y 's'us precursores).no implica ninguna
gen) y el mixto inmigratorio (mezcla). , relaci6n de certez'a o de busqueda de origen de la verdad,
• 27 La intriga americana es tîpicamente romântica en su tematizaciôn y

folletinesca en su estructura, no s6lo porque funda la reserva de narremas que
constituyen el entramado de las "historias~ americanas: sino porque f~nda el
espacio, la memoria y la retôrica del archiVa diegético ainericano, corri'UcoPia
barroca que podemos leer, en el .venteo y asoleo del oro. en pesos fuertes en la
pâgina 50 de Recuerdos de Provincia; desPiazaÎÎliento del signific!lrite oro liâCia
el amarillo y el brilla del Sol y transformaci6n de una economia semi6tica visiva,
tâctil y concrets en una puramentê fiduciaria y en donde se anticipan las catego-
rias fantaSmâticas de la critica literaria latinoamericana: el Barroco ameri.cano
y el "reB.lismo maravilloso" y se constituye la primer~ gran bibliotecâ ·de
palimpsestos americanos: los manuscritos abolengos.
sino Ipâs bien culmina .en la dehiscencia de la rafz: encruci-
jada de la genealogia, desorientaci6n dellinaje.
Escribir hay sobre Borges significa escribir con Borges.
El problema es sa ber qué parte le corresponde. a cada un o.
Toda es cri tura sobre Borges di vide al texto borgiano y opera
sobre. un a. parte imposible: el Bôrges cri ti co, el Borges poet a,
el Borges cuentista, o el Borges de las puras ficciones. Y, en
cada parte, otra.parte-.mâs pequeiia: parte sobre parte o par-

'
140 141

tes contra partes, toda escritura sobre Borgës'debe 'c~njetu­
rar ~ca!cular~ un encuentro de bordes ~roce:. con una ·parte
de la obra de Borges, o presumir una congruencia ic6nica de
un punta del tel'to escrito ~operaci6n del plegado topol6gi·
co~ con el texto a escribir. Este texto tiene camo bordura a
"Funes el memorioso" otorgândole un final que su oculta dis-
~o~ici6.n propane: una metâfora de la Jectura y una versi6n
1rnsona de toda hermenéutica. Que los que se han ocupado
de la escntura borgiana hagan del "Quijote de Pierre Menard"
su victorioso y alti va simulacro, ob!iga a aquellos que se ocu-
pa,!' de la lectura borgiana a proponer a "Fun es el memorio-
so camo una trama axiomâtica de es as operaciones que lia-
marna~ eJJ_:e~ Y_ el es~ribir. ~a die pu ede escribirlo toda puesto
que Toda no puéde sèr ëscrito. N adie pu ede Jeerlo lôdo pu~s­
to que ;odo no puede ser Jeido, incertidumbre y olvido pue-
blan los fantasnlas de la lêctüra.
. El objeto Borges (llamese su·corpus, sutexto, su escritu-
ra), que ~omo ta! es un o~jeto, es el texto de Borges mas ta-
dos. los textos que Borges ha Jeido ~sus precursôres o quiza
meJor sus ancestros textuales~, mas las lecturas que sobre
el texto de Borgi!s se han operado -,lecturas esti!isticas
sociocriticas; psicoanaliticaS-lâs mâs inconsistentes segU~
creemo,s -desde la izquierdâ y la derecha, desde el discurso
universitario y desde la extra-territorialidad d~sde la zona
-Jiteraria argen tina o .desde los sis ternas Jit~r~rios y criticos
extra1_1jeros-, el objeto Borges,-decimos, se··ha convertido en
un obJeto:excesivamente potente, ën un artefacto semaf6iic'o
que marc a los carnin os, las via!;, los derroteros Jas fronteras
Y los limites de las zonas literarias y de los i:e,corridos de .la
escntura. De tanta luz, .luz enceguêcedôra, no podrfan ne-
g~rse las sombras. El objeto se ha vuelto opaco y de esa opa-
cidad nos vamos a ocupar. 1
Patente, arroja tanta suJuz 'coma su. sombra de esc,ri;ura
desd': pace aiios sobre los escritores ar entinos piira
f'!goci!;arlos o expl!!sa~Jqs, someterlos·o.excluir!os de su 'cir-
• -
142
cuita. Hijo patente de padres, ancestros y fi!iaciones_podero-
sas (toda Jo que ·Bo,rges haJefdo;recordado en su es cri tura)
se ha convertido en ur> Padre Textual omniyoro y onmipfl·
tente, genera ambivalentement\1 odio y amo·r, es .el Padre con
el que no se puede pactar. para .la divisi6n de los,bi~nes _tex·
tu ales, él Jo posee todo y _su _herencia permlj-11ece indiyisa.
Padre que. regenerandose en l!lla voraz_ apr:opiaci6n-desa,-
propiaci6'! de:Ios t<;xtos y_en.un•consumo inge11~e de los de!!.·
pojo_s·textuales; no ha permitid!l -;todavia .n!l ha permitido_-
el intercambio. simb6Jico en la,libre circulaci6n textual. La
her!)ncia·textual !Jorgiana.es ul!a rn arca inde_\_!! ble, coma una
rn arca de fabrica y ~gdavia
·- . no s_e nos ha .per!llitido es a trao;_-
Jaci6n, esa transferencia, en el §entido -mer_cantil·pero tarn-
biên psicoanalitico del término, propia de los linajes textua-
Jes: a~<;ntarse sobre la marc a par~. borrarla,_conYertir la pr,o-
piedad textual:privaqa, privadisima,:en bienes.·,mostrencoJ! .
La Bibliotecacborgiana.;ese Î!IlJ;lgÎilario cole~ti_vizado en l_a
cultu~a desde1Alejandrfa y que_:se confunde C9I1 el Lab~rin·
to, desde, Heli6polis; ,hasta la _Bibli_çt,eca N aci<]nal pasand_o
por· los .palimpsestos medievales -:es un a Bib!i_Qteca Hermé-
tica, no de un saber hermético, sino herméticamenté clau-
surada: Se·esta sie_Il'pre o;dema~ado cerca. o demasiado le-
jos.Dentro de ella. o-_fuera,de.,eJJ~;-
Demasiado cerca: se establece con él, con ella, una rela-
ci6n perversa;_de perversi6n·tex,tual"que·prodJ1~-e copias -de
copias, i.mitaciones·de la imitaci(m:, pastiches <le Jo~ pasticl!~s
borgian_o.s,.o da lugar atrav.esti§'!'O_ inconscien_tes. Los e~ç_ri­
tores argentinos q)l~ estan. aho_ra entr.e ,los ~11ar_enta y CÎJ;l·
cuenta_ aiios, todos·4an escrito te~tos borgian9s, es. decir te1f·
tos miméticos:· Este hec -
' ho -no es de - . . , - . es
por si negativo, ' -un
camino <le :pasaje, si· ,se quire, de,.rito de inici';'ci6n en la es-
cri tura necesario para el-escritor_ ~_rgentino, p~ro es_ ~n ca~
mino d.e alienaci6n sin duda que _d_e_b_e dejar JugaJ a la sepa-
raci6n. Separaci6n que po,r el._mol)l_en~o tiene fi!f1Jta d" rito
canibalistico, ,de ingest,i,O,n.del cuerJ;>_(l textual en el festin de
las•letras totémicas. Pagada la deuda paterna, de hecho nun-
ca' saldada completamente, .podra el escritor establecer un
dialogo textual donde.su voz pueda llegar a otros.
En otro nive!, en el de. la produccion -es una comproba-
cion empirica':per<i valida-la sombra de Borges se·ha·tendi-
do sobre toda liha gehètaci6n de escritores, de grandes ·es-
éritores comb Héctor Tiz6n;AntonioDi·Benedetto, Juan Jose
Saer, Daniel"Moyano·o sobre·•nuestros grandes poetas que
han vivi do no de'ola 'sonibra'de· Borges (es os: son otros; los
·otros que han hecho valer eri el mercado internacional :la
sombra borgiana) sino que·han'sufrido Ia·sombra de Borges:
.O'demasiado cerc:i, ··Bioy Casares, pongamos par caso,~o"-·de-
masiado lejos, Juan L. ·Ortiz. ' · .,
·• Para' la cri tic a, y practicamente las·ultimas generaciones
a partir de 1955 no han·dejado de·escribir sobre· Borges, este
objeto potente se ha vuelto·también opaco: absorbe.todos los
fulgores y no refleja ninguno. •Podria .decirse. que es, en el
caso, ·una eleccion de objeto 'narcis'ista invertida, donde la
critica s6lo puede comprobar su propia especularidad. Este
hec ho se de be, seglin entendemos; por·lo men os a ·dos· feno-
menas::! ,,. · t 1 ~ ("'
-a la elevacion a objeto de"culto social: de]· texto·Borges
(texto + autor + persona);.fen6meno que desconcerto siem-
1pret.al mismo 1 Borges;-· ,.l" . . ,. l ...
-y al caracter fundainentalmente hiperliterario propio de
"la es cri tura borgiana.' Literatura de literaturas, sobre lite-
,raturas,:. el accesri' critico, la' entrada, si se'prefiere·; a la ob fa
queda siempre atrapâda en' la ficci6n crftica que por su pro-
pia sustancia, anonada:tanto al critico comô a ]a·crftica. Esa
excentrizaci6n del texto recae sobre·la aniquilacion del su-
j~to critico, que·puede elegir los caminos.del silencio, los de
·•Ia·repetici6n o'los del goce. Convengamos que estos dos ..ulti-
mos.no son sino otras formas de silencio. Reposar-se'en·e]
texto' y dejar que el texto'repose: J ·
'j
~o sorpp~ndente en -Borges no es,ta.n.to las multip}es lec-
turas que puede provocar suxiqueza textual (en realidad un
imaginario de la critica) sino su monstruosa ilegibilidad (dis,
tinta ç!e:.la <ie·Sade o la· de Joyce) y_por ende;su·in 7 humani-
da<f.:;Todo-te~to·]~gible, aunque esté-hipotec'ldo por la: este,
r_eotip!_~;-~s -u~:tex!o~ll.uma!19:~propon~~sus c6digos, sus pro;-
tocp}o§ de !ectura, S}l-géamatiça insita; sus vectores de fuer-
za, en SU'!''!>l]is; rggl'!_s d!'. su legibilidad. Per(l ria· ob ra de
Borges, y tai vez alli resida el secreto de su escritura .-secre-
to a·voces como el d~ 1 Pol\chinella- desap.imas de§conci1'rta
los· protocolos criticos; ~c'i~g_-r.,mit_e·a up.a e_xperie_I)cia de lee-
tura. y r~envi'! al crf!ico·a e?.ll•t.otalidad;!~posible del texto
borgiano y 'lesa otra totalidad•jm]lginatia;que ..,s el sujeto
de)a cri tic!\, Est.alllOS sieJI1pre <ieJl1asiado cere" o demasiadp
lejos;pero nunc'l·encontramos el ce11tro. So_lo·nos queda.ha-
cer, en un simulacro de parricidio·(e_s·decir, un·gesto·y no Jill
acto fundacional como los parricidas·id~ol.ogicos·del '55) )cf.
Prieto, Adolfo;--Borges y fa Nue va Gen_er:aci6n) y es eso loque
estâ ocurriendo; del corpus •ci(acïonal;_diga·mos, rem~edar ~1
padre: hacerde la·cita--bôrgiana la-dta·P.e nuestras citas:
despedazar el cuerpo del·Padre Textual -ahora padre muer-
to- y proceder-,a su -ingestion pof partès;;fragmentos de la
fragmênt3.ci6n!.bbrgiana, negativizar 'la escrituraJ~orgiana,
en sumâ; borrarla para que RUeda vol ver Jr~~r,:no:·rep~tid_;;:t,
sinoescrita:sT-; --;)_ ::..-~- .u .. .r~~
''Elfragmento:conv"oca--e]l'desastre" -en·eLsentido'en que
M. Blanchofle otorga a este término=: No habria fragmento
logrado pues siempre·recordarüt lac:infinita totalidad·impo-
sioleodel texto, de todos los Textos. Delimitado, pero sin li-
mites, fundando'campo pero·sin fronteras, dibujando
borduras, pero sin bordes, el fragmento concita las pulsiones
de destrucci6n. ·l;os·fragmentos del·fragmento se singulari-
zan en· la operacion de la:lectura . puntual: se_lee por accesos,
por convulsiones del'sentido, por desgano de lectura: el.sen-
tido sa dispersa, se d"s-hace. Detodas maneras, el fantasma
145
 de la tot'âlidad conspira siempre contra el fragmenta. Es
siempre el "ideal del fragmenta" (F. Schlegel), el ~'fragmenta
camo ilusiôrt" (R.·Barthes) que, co mo género refôrico (haiku,
mâximâ, fSentencia; etc.) recupera Ja parataxis de~un'a·vidà,
de un a intertci6n, 'de un sentido. La frâgmentâtiêdad imagi-
naria que selsoslaya.en la Totalidad también'imaginluia•·de
·la Obra. Pefô esta proyecci6n"singu!ariza;todos los fragmen-
tas son Uno y Otro,.sostenidos en la para-lôgica·de la Ubi-
cuidB.d.~,. ·..J' . • --~ ~ ..~,-;
i,De dôtide proviene, ahora mâs profundamente, esa·mons-
truosa ilegibilidad del texto borgiano?.El texto de Borge_s,
'camo 'el de .Sade, son'in-humanos porque legislan ·con.tra la
lhumanidad de_ la gramâtica y de.los·c6digos, los imitan a,Ja
perfecci6n para soc a var sus reglas mâs profundas: soslayap.
•la distanci'a original a ·la copia; que es la ·funciôn !ll.acabra
del simulaêro. El.texto·de Joyce, quizâ coma· el. de Artauci,'~s
des-humano: despoja al simulacro ficcional de sustenta sub-
jetivo: en: el- horizonte ia no hay quien eicriDa·;'yà no· hay
qui en le a. En. Borges no hay ningun hermetismo_ •(salvo ;!')!
simulacro'del hérmetismo), en Borges no hay. ninguna 'filp-
sofîa'(salvo el•siinulacro.dêl pensar. metafisico); ningun.a 1,6-
gica (salvo el silnulacro de Jma lôgica' aritmética);-rîingu_n.a
dificultad•;del :estilo (salvo el _simulacro· del;:estilotde 9_trps
. estilos: formaciones:mimotextuales irônicas·en particular el
pastiche y el cliéhé). Quizâ la ilegibilidad borgiana;consis.!a
en haber 'rèali'zado iel pro gram a de .. Mallarmé:,."Todo e1,1 el
mundo.·existe rîa'ra êoncluir en un Libro",-en erLibro Abs_oju·
to mallârmeanô, el Libro-Naturaleza camo Logos. La,esçr,i-
tura de'Borges es pulsâtil, es un'escandalo geométrico, 1)0
.posee'extensiôn,.de alli la i!flposibi_lidad de narrar y la col'-
vocaci6n he"chicera.de lo i~.enarrable._~ - n~: __.,-. '.;.-,:..,J
. ,,_.. Y si escribit. es descontar.de.lo rça!,aquello;que l_J real,p.o
puede soportar, el contarJ>Drgiano:es ese no.ocontar lo-sôr,di-
do, Jo cruento', Jo deletéreo, Jo animal, lo horroroso, Jo sinies-
tro, Jo infame. ·Pero no cômo una ·operaci6n ret6rico-moral
'146
-
subsidiaria -de un ars antica, o de una producciôti de inge-.
nias neces~~ips, ~ino camo una escritura de,la infin}ta pas..:
. -
tergaci6I) de a_queqo q)le no puede ser contado; S!'J ~sc,ribe·la
espera, y esa espera·en el texto borgiano estâ precisaqa: la
imninencia.· Lo inminente, que cobra forma ·de lo ineparra-
ble siniestro, la e;c~itu;·a·de·aquello que estâ por producirse
es un intenta que invalida toda sistema de producci6n, se
engasta en una econa~ia' fallida e improductiva,--estâ m!l-s
cerca de la ec~momia_P<!lsional que _de·la~economia so.ci~l;
desbarata la economia narrativa de la peripecia.para abo-
carse· al rel at-o-de la co,~j;t'ura.· No_ es la escritura_deJoposi,
ble sino de lo·.imposible !W ~stado de• esperanza: aquello q!!_e
estâ ·en espera de ser es9r.i_~o, alcanzado -si !'S que. -p:uede"'
por algun acta de escritU1;'! sufre··la contaminaci6n de los
términos excedentes de 'W~ 16gica ficciona!:,lo imprevi~il;>le,
loque estâ en-la inminençj~ <!e ser s~bido (aquello que tj~n~
estructura de reve!aci6n) y,s}l pegaci6n, y Jo pospuesto. Si la
ramifi~aciôn y·la bifurcaci6J:) -que·simulan la disyunciôn d~
d~s proposiciones menores escJn<!Î_d;s de una mayor- form_ap
el arte narrativo borgiano,_e.!' 'PRrq'!'l' ·1!' bifurcaci6n cqtfu.;
tr6fica del ;_,no entr6pico que f.\lnda eJ,r!'l":to (siempre,por.!Q
!flenos qos) se desvanece en)_a;prçposiciôn mayor con .la IJle;
maria de la encrucijada.'El di_agra!P-a propuesto l'ara la-1.~ •
tura de la novela de Herbert Quajn·(que ~! mismo tiempo e§.
la novela y la estructura,dè la noyelahncluye·dos.posibili;
dades: una.]ectura' de los conjunto§ ·<!e tre_sjorden ternarig)
o un a lectura d;;los.conjuntos de d 0 ~ (o~den.b!,n_ario), pero)o
qve n_q~·<;!iç~ 'la. escritura es que ela •z inici!'l del_;_ârbol es, si-
multaneamente·la sexta letra del- alfabeto griego y la. ultinia
d~Fesp~.î\~fQ~i~.âs entoncesr la lectûra: ~~s~rvada a;los dio:
ses y demiulg!'s.;-:aqJJi ~os·dioses leen Y•.n9·so,n kidc_>s- es la
que c0nv<mg'!-: 1~· ramificaci6n infini ta q.ue desdjc_e el tronco
(El m_oÜvo \lei regreSSf!S: Avatares deJa {g_rtyga). '
La inminencia tiene en el relato'valor. de acontecimiento
no rea!izado Y. pp·r~iQd!':Sô!9J~nj~tu~-able.'L>:~:f~-9..!'~8.!'PP·
147
siciones de contrarias opuestos tan mencionadas con resp~c­
to·a Borges, coma una pervivencia de antiguas logicas miticas
y teol6gicas, si se cancilian en un- tercer término, no son una
conciliaci6n ni sintética ni sincrética. Si la literaturizaci6n
de estos restas textuales hace figura de causa ên el texto, la
escriturafpar su cuenta realiza una ins6lita operaci6n inate-
mâtica. El relata borgiano no adiciona ni resta:-no adiciona
sino que genera Üna secuencia de un os. que son s6lo un .. uno
en mas desmultiplicado; no resta, pues no puede negarse
ningun"a posibilidad, y si se asienta sobre la serie de mime-
ros enteras naturales es para reabsorberse~en el--neceSario
incremen_to ·en mds de la progresion. La transnarrativida d
del relata borgiano presupone una matemâtica transfinita.
Si el punta borgiano -cuantitativamen te innumerable- es el
heredero de la monada leibniziana, debemos recordar que
Leibnii•Iio admite la·existencia·del "numero infini ta" puesto
que serüi üna contradiccion en sus propios términos. El pro-
blema dë Leibniz era el •problema de las determinaciones de
los trasce·nderitales, si se quiere, de las categorias de la can-
tidad .. Si admitë fa existencia 'de·una multitud infinita: qui-
zâ ese punta del·ëspacio que-contiene todos los-puntos, se-
glin ·Borges, que opohe là visi6n simultânea a la relaci6n
sucesÎvà. El tiempo, después de fado, no es infinito, ni infi-
nitas~Ias• series qùe podamos suponerle, sino-que es inijï-
nitamente subdivisible;(cf. 'ILa Loteria-de Babilonia" o "La
muerte .. y la brujulà"). Es la transaccion borgiana: entre los
infinitistas-ylos finitistas, Borges se.asienta en Jo infinita-
mente divisible de las partes para recusar la totalizacion del
Uno.'La liteiatura borgiana·-como toda.escritura- operarâ
simultâneamente en. el régimen deHa temporalidad y de la
espacialidad, aunque manifieste- uni sobredeterminaci on de
la temporalidad. El pasado de la escritura.borgian a -no nos
referimos al pasado textual-, es decir, su recorrido en·exten-
siôn, es minima, se adelgaza h~asta descomponerse·en el con-
tinuo dela-singularida d. Su futuro es-una dimensi6n,utôpi-
148
ca-invertida, realiza·en'el prësente Jo que el pasado impro-
oable col oc a en el fùturo camo 'posibilidad irrealizable. Un a
operacion de contraccion pote-ntè'·subsume amlîos términos
en el presênte puntual. ~Pero existe un presente puiitual de
escritura? No es un-presente dùrativo sino una duplicidad
matematica alevosa:cla coexistencia azarosa de un presente
de mayor exfefisi6n' y de un preséiite de men or extensi6iz SO·
brè un eje indecidible-que·"c rea ël- efecto de que a/go àétirre
en el nive! del-relata pero quesiin'ultâneani ente nadâ ocu-
rfë en el riivêLde:Ja extension êspacü{J-de la -esC'ritüra. La
serie discursô"(discont inuôsiiifaëticoYy -laserie 'historia (un
continuo dê singularidades)"ii e enlazan-en un conthîuo:dis-
côntinuo,r riiie··ntras-qti·e· l'a tr"ad'seriè-'êscritu ·:râ· que
sobredetermiiia 'el relata; esûn j:>unto axial; sin prôgrania ni
e·xtenSiôn. ·punta aleatorio, siii. duda, pues conservâ el--azar
eii deterîninâdos"pu ntos de-una êadena sin encai:lènamien'
tas narra ti vos. -En -suma,-en Borges· es impensabre-:una
narratologiâ: coillo logos del'nârrar:-· · ·· L ~ •
~..:.__ -:__) ,;. _::.._ ... ·..:..·)tl ·or:
Es critUra LmOdern·a, 0 œ CUâsi-inOdê"rna,· e~s sorprenderite s~
rësistencia âla:fôpologizâcio n. Es verdad quë e!!a'beridto es
un espacio•por' dèfinicion topologico, pero--el- l'abefihto
borgiano es sierrïpre-;-mas alla dë sus~species substânciâles:
aren a, hier ba, vegetal,-piedra,. iiomlli·e de los- nombres, nû-
mero innumerable, un laberint'ô·tempo ral que prefigura
parodica y~ perversâmente -los inenêste'ros~s avatares del
tiêinpo-lineal · y:-el tiêmpo~ciclico.:Qûiz'as; un a topo~o'giâ de
superficies. Parafraseando~a Bôigês·:que parafrasëa à
Schopenhauer, diremôs·que-todô Jo sacrifica al fur'or êoncén-
triê'o (falacia 'derargûm'e"nto concéntriêô).• • .... -: - ~ -
Si nuestra-liipotesiS -es valida:- en -Bo~rges no- hay- exten'
sion (por·ende no:hay-r-elato), no hay-duraCio"n· (par- ende, no
hay historia), pues ta·. que toda se· ails orbe ·én la .inf~nita·
divisiliilidàd 'y en.la'.fûga.;âleato ria -dékpûnto, :la- ob ra. de
Borges exige'una !ec'turà·particular , ·en por Jo menas dos sèri-
149
tidos: la "multipl_icidad infinita" y la preservaci6n de los pun-
tos de azar en la se_rie,,exigen un a memoria seriai y no un:;:t
memoria combinatgr(.!,l_. La propuesta de una combinatoria
infinita reduce -la capacidad de otras combinaciones. Y
Borges, no <!ispu_esto a la reducci6n, ,opta por un a condensa-
ci6n lacunariJl. lUn infinito adroite_ otro infinito? La escan-
dalosa l:)ip6t_esis de dos 'infinitos es pervers a. De esta coll-
tradicci6Q, cl~ esta sorpresa, se alimenta la escritura de
Borge_s. El te<:<tc:i !:>9rgiano comete el.error de infinito, del cu~i
habl_aba_·:I;I!Jlp.chot~.Todo esta en todas partes, en el centra
ficti_çio y en ehborde·del texto,.en•.ettexto,y en•el co,texto,
pero nunça, en.el con-texto. Esa escritura es pura,tensi6n, no
'!1\-~ensign, es purp punto y todos sa bernos como se lla111a ese
puntÇ>. Y en ese punto descentrado, en,ese centro incandes-
cente pero yacio, el. mundo calla, enmudece. ·El Lib~o q11e
r_eemplaza al Mundo, Herejfa,de la·literatura, heresiarca de
la_ escritura, Borges consuma ;anticipada;,.,ente
-
.el
---
lf~it~
-- .de
lo posible escriturario de nuestra época. Eles tod<J_ lp P<?l!i-
ble, agota el imaginario textual y nos deja huérfanos de irrea-
lidad. Sih,horizonte,.ho rizonte hist6rico -'también hay•una
historia de)o imaginario,.-, no hay posibilidades
-
de.escrit~ra
. .
ni de lectura. Borges cubre, por el. momento, to<!o '!Se hori-
zonte y nos condena a la pu ra legi_biliclad, a !_a du.ra y ascéti-
ca herencia de ser lectores puros.
" ._ ~ ~ 'f ... ·- ~ 1' ~ ....;"
La memoria de.Funes tiene su CJlr!,l opl!f!Sta: la:desmemo-
ria, el olvido .. Una hermeneusis del olvido no s6lo seria ifu-
pens,;ble sino antinatural: ll;;'.art.Ù-i~io-_de la sinrazôn, un
ingenio de) a insensate_z. ForiDJ>ria parte de:esas series alta'
mente heterot6picas que :re_c_oge la y aria imaginaci6n. de
Borges. camo una forma de la riqueza incontrolable'de la:in-
finita·varie.jlag·de!.mJ.mdo_·y de su.teratologîa. Pero si no. hay
pna·';.teor!.a" <!et,glvjdo, pues.serîa rapidamente. olvidada, si
exi!;te;l!I!_~a]?,!l_r !lUe nos recuerda, precisamente, e!•sabe;ol-
vid)lgo.· -~· --•... . .• _
Si el olvido esta en el corazôn mismo.deJa ..verdad es-por-
que rige dos de sus,destinos: el del saber olvidado y el del
olvido del sa ber. de Ia:verdad .. lCual esJa funci6n'deLolvido ?
No se olvida Jo necesario, se olvida lo.imprescindible . en· el
régimen de la trivialidad·..Por•eso.el fin de la inminencia es
el silencio. ·ELolvido y el.momento .de la revelaci6n .estan
indestructibleme nte unic:los para el logro de ·un fracas o. que
lès da sentido a ambos ..;El olvido nos-revela que la·identidad
esta perdida de entrada· y que~ eso :que llamamos sujeto :se
extravia en la pompa:de•las.:iden tificaciones·.•Eune s no. mue-
re parôdicamente de .congestiôn pulmonar: una manera.ful-
minante de aparecer la inminencia en el texto. Tampoco
muere de poder recordarlo todo -recuerdo de la visi6n y vi-
si'imario del recuerdo-, aunque todo le recuerde en el senti·
do familiar del término; muere de-.lâ nias. triste.infelicidad
acordada a los-hombres, muere de no poder olvidar. Si todos
IoiLgranos de arena.del-inconta ble desierto estan previstos
eh la -percepci6n simultane a-de Fimes, el hombre increible
qùë· habiafsoslayado su. conciencia, si· todos los fuegos que
ei<isten y que .. existieron estân .prendidos :en .la •m·emoria
alucinada.delren eo Funes, es porque·e] olvido.se ha olvida-
do de.este hombre. Ef suefto fatuo.de la especie, sobrevivir
mas alla dé la duraci6n de la especie misma, sôlo encuentra
un limite: la muerte. Curioso: Ireneo Flines que lo recordaba
.... l todo hasta
'
el recuerdo de los sueftos recordados y de los
enti'esueftos, no habria 'podido recordai". su.:propia mu_erte.
EiLtodo sistema•siempre hay un puntmciego: Tan tas inmor.-
tales ·palabras .. para escribir un agujero. :
Memoria.y:(llvido son los puntos extremos que traman IJl
textura de un;texto: inscripci6n y. bcirramiento.son• las ope-
raciones que .engendran :la.escritura .. Operaciones-queo con-
·vocan la mèmôria•textuaL y.el olvido.textual. A medida que
leocescribo, a medida que escribo-Jemtodo el pasado textual
-restos y despojos por.momentos deslumbrantes,. Pero aque-
llo· que todavia no ha si do 'cuantifiçado por la. cri ti ca es el
151
-
1
olvido: A medida que leo-escribo rolvido; a esa -fugaCidad la
hemos lla,mado deslect[Jra ,-aquello que produce el texto des-
leido. El ol~ido-necesario,' el olvido-bâls afuo, el plvido'pro -
tector. Aquel que le falt6 ,à Fun es. Eso se llama palimpsest o:
al escrihir borramos la escritura"de l_()tro, de los otros, lacan-
celamos, pero al mis,l)1o ·tiempo la, inscribimo s en nuestra
propia escritura. - ~ · ~ ~
· ,_. ·i,Qué.es~el·c~rebro humano -;.ino'un p'alimpsest o2 se ~re­
guntaba·in deciso Thomas ·de Quincey. Y·Ja respuêsta la da
Freud; el~ cerebro humano, permitasên os esta:expre si6n;es
un block;mdgi co. A!Jî dond_ecmâs s.e·quiere :record ar mas se
olvid"'. ' . ·· · te6rica. Nuestra posici6n' al respeètô consiste en establecer
lnterval o de·la critica
' ' . una relaci6n contradict oria -de-no-co:r igruencia y de no-me-
. ,, .1" •• t
Hem os intentado exponer una "teoria" especulati va de la
relaci6n deldiscur~o critico cane~! objeto Hamada literatur~
y!:!)- particular· co.n la.escritur ac·La distinci6n inicial entre
estos·dos objetos diférentes ya sea por•su grado ,de·compos l-
ciôp., su organizaci 6n o su ~v~lor social;· e inclus a par su
valencia -episté!P-ica en el;campo de la Teorîa contempor â-
ne!\, nos·Uev6 a postular la existencia de ·\ina •'escisidn
fundante entre·Iiter atiira y escritura: la lite ratura es el-nom-
bre sociaJ,de una prâctica significant e·especîfic a'dentro de
la~ prâcticas·s ignificante s ge una"socied ad determina da,
•mi entras 'que la escritura es el registra de una producci6i i
de lectura-es crituraTd onde se intersecta n Ios···nivele s
pulsion ales qel' sujeto y sus formacione s imâginaria s, qu'e se
in te gran en las formacione s sociales coma condensad os ideo-
·16gicos del)-.tro de-constel::!~iones ideol6gicas ·mas abarcadora s
,que·integ ran el registra imaginario de là cultura .. Esta dis'
tinci6n implicaba sostener que la escritw:a y la lite ratura nô
po~e~n ~1 ,mis mo :registrô estructv_ra l ni el mismo. rango
epistemico - (un objeto-puls ional, un objeto-soci al); aunque
'!52
exista una estrecha interdepen dencia 'entre am bas. La rela-
ci6n entre estos dos objetos es altamente compleja y no hal
podido ser resuelta en el marco de una relaci6n mayor entre
las fuerzas pulsionale s del inidividuo y el.entrama do social
1,.
,. que Io.soporta y Jo reconvierte . En el campo--de la teoria lite-
raria, los intentas mâs nitidos-que conocemos son.Ios·de Ju-•
lia Kristeva y Wladimir Krisynski, pero subsiste todavfa.Ja
inc6gnita que presenta la puesta. en relaci6n, ya se a par·
mediaci6n o par -congruenc ia, .de. una sistemâtic a de las
pulsiones con una sistemâtic a dè las representa ciones de
arden social. La pulsion camo tai s'igue siendo una inc6gnita
diaciôn- entre sustancias te6ridis que consideram os radi-
calmente heterogéne as. La literabira es el sfntoma social'que
permite a Ia-sociedad burgti.esâ âdmitir -y. al mismo tiempo
ocultar èl rechazo de·- unà prâctica sin sujeto. agente y sin
finalidad productiva : excedentar ia· e improduct iva, la escri-
tura no se 'acom·odà.a l màdelo de la producci6n social, ni'al
modela de la. pulsi6ri gèhital y simultânea mente no se con-
forma nunca complètam ente-al emblema, al nombre, enten,
dido camo el.régimeri d'e.Ia nominaei6 n-imposici 6n-apropia -'
ci6n de Ia-circulac i6il so'êi'al de los discursos. I;a escritura no
posee ninguna'" consistenc ia, es pur a insistencia signifie ante
en el conjunto de lâs voces alternas que componen la
heterologia social. Süponerle funciones es arriesgado : no'dice
ni comunica nada a nadie, solo estâ alli camo una marca di-
ferencùil,.c omo un resto, camo una falla geoldgica. en la es-
tratificàci6 ii discufsiva social, donde co bran cuerpo .las ale-
gorHfs faiitasmât icas del sujeto y las figuracion es 'de!-imagi-
nario textual: es alli donde .se alojan las formaèion es
failtasmâti cas que integran la cosa literaria camo respues-
tas a interrogan tes siempre"re novados: i,qué cos'a es la lite-
ratura?, i,cuâl-es su origen y.quién·o.q ué la origina?, i,qué
,. sentido'tie ne y c6mo•sabe mos que.ti<ine sentido?- •
J
153
 _La escritura.es un discurso excedentario pero riesgoso: la
ficci6n contamina y.por ende nuestra hip6tesis de maxima y
minima ficcionalidad.de toda letra· incluye al·discurso crîti-
co; ese discurso que simula hablar de un objeto, la escritura,
la.literatura;como un simulador cibernético y que·no puede
entrar. en'relaci6n:de subordinaci6n ode independencia con
respecta ·al mismo, no es un discurso-otro pero tampoco es
un metalenguaje._ En realidad·, .su >marca mayor es es a· no,
entrada.. en relaci6n con el objeto y su ~nica funci6n es la del
desplazamiento q4e opera: la.critica simula .,.cqwo un ·s~m!l­
lador id6lico- el sentido de la obra, si~mla ,-como un arte-
factô isom6rfico.,. la estructura ortocompJementaria. de la
obra (un doble ausente), incluso puede llegar a simular en
sus versiones mas per.versas, como.maquina de:producir ve,
.rosimil, la imposibilidad real de hablar de la obra.
De esta primera gran postulaci6n ·hemos derivado nues-
tra proposici6n: la.crftica no'es un f!!etalenguaje: Si la ·lite,
ratura y su es tu dio han generado'una l)()m~!lçlatura necesa-
tia (yalor, sistema,_~obra, au tor, _n·arradq:r,~n..B;_rrl!tario, l.~ctor,
intérprete, interpretante, etc.) la~prim!Jr,ll evid~nçia:dem-q_e,s­
fra que,ningunâ de estas nociones es prop,ia y especifica <le
la literatura, y-mucho menos de la escritJ.lt;.a, y no·defin!ln
intensionalmehte ·ningûn·objeto. I'ertencecen a U.Il Cal)) pO
impreciso y metaf6rico que solo tiende a iden~jfiç~r fen6m.e-
nés mas que a definir objetos. La explicaci6n del fem)meno
de la lectura-escritura aparece mas bien· como un a forma de
identificaci6n multiple del sujeto del analisis con.•el •obje~o
que se' va .constituyendo enJa operaci6n que llamàmos una
analftica textual. Las teorias textuales.contemporaneas per-
miten un a nueva distribuéi6n.de los fen6menos disimétricos
de la lectura y de la escritura. Las funciones probables de <la
analftica textualrdeben ·operar sobre• la ·superficie textual
como un interminable (imposibilidad de agota~ el senti do de
un texto) y como·un indefinido (imposible designar como.uno
Jo que siempre es otro). El texto·de las teorfas pragmaticas
154
es p(opuesto·siempre.como unàpositividad y'como un finito
definido, ya se a estructural, 'pragmatico o com'unicativo, y
por ende exige siempre un saber positivo y un sujèto age'nte
de ese sa ber. EHexto de una anaHtica textual es el objeto de
un saber diferencial y negativo soportado sobre un sujetb eil
perpetua desvanecimiento y fading. En. esta perspectiva, el
texto no es una·presencia, es at6pico, no. es efecto de un sen-
tido,.es la pérdida infinita.del sentido: estaisometido a una
pandemia generalizada. Y si el texto es in-terminable·e in-
definido, no podra ser computado dentro del• marco de un a
ciencia, sino que debe ser reintegrado a los saberes que el
sujeto posee sobre el mundoya.las exigencias que ese saber
le posibilita (una ética) .. Si desde la perspectiva psicoa-
nalitica, l'a escritura llàmada literaria es un fracaso (pul-
sional) donde se juega el deseo del Otro, ese de seo se figura
en el texto como maquina de producir placer: el fantasma: la
escritura es la respuesta al enigma'qûe el deseo le plantea
al Sujeto a través deJ·fantasma.
Nuestra analftica textual, por ende, dibuja su objeto-no-
objeto a partir de la siguiente axiomâtica,.que.presupone un
teorema de la incompletud:
-Todo no puede ser escrito, pues no se puede escribir Todo
(A), al Otro-Todo siempre le fa! ta un uno; aquello que: no
puede ser escrito.
-Todo no puede 'ser leido, pues no se puede·Jeer Todo (A),
al Otro-Todo siempre;le fa! ta· un uno; aquello que. no puede
ser leido.
La intertextualidad, uno de los fantasmas mas opulentos
de la cri ti ca contemporanea, es pensada 1por nosotros co mo
la lectura de las huellas mnémicas de las que el texto.resul-
ta ser su trallla. El conjunto de presupuestos que extiende la
noci6n de-intertextualidad esta centrado sobre los.nombres
paternos del texto, los ancestros textuales, el Otro Textual;
resueltos en una l6gica '\mbivalente de Jo univers al y Jo par-
ticular.
·155
f --
0 Todo (cada)_texto se_define en_relaci6n con el imagina~
rio textual de una época, en un momento_determinado de la
historia (textual).· -.
0 Todo (cada) texto se define en relaci6n con las reglas
de legibilidad/ilegibilidad y de escribibilidad/ no-escri-
bibilidad de cada época.
0 Todo (cada) texto se define por supasado.textual (lo ya
escrito) y por el futuro ut6pico de la escritura: aquello que
esta en espera de ser escrito/leido.
0 El au tor como texto es siempre el pasado para la lectu-
ra; ellector, siempre un futuro para la escritura:
0 Todo.(cada) texto•es siempre definible en relaci6n con
sus:padres textuales: sus correlaciones marcan una filiaci6n
a posteriori (la de ·los .precursores: borgianos) y una que se
persigue en el.futuro: el hijo inventa -funci6n 16gica- aLpa- !~
dre textuaj.
0 Las relaciones textuales.(inter.,.intr_atextuales) son re-
laciones de alienaci6n-separaci6n que marcaiYla inscripci6n
(distanciamiento-diferenciaci6n) y la negaci6n (las diversas
formas de la·.negaci6n).de la relaci6n con los textos-padres;
desde la copia, el pastiche; la parodia hasta la maquetizaci6n
y. la miniaturizaciqn; la cosmetizaci6n y eHravestismo y las
formas textuales miméticas. . ·
El imaginario textua.J es el dep6sito de la ficci6n que cada
época y ëada cul tura metaboliz_a. etltre lo:Real y_!o Simb6lico.
La escritura;es eLdispo~itivo q11e mapifii!sta y:posibilita la
mostraci6n-ocultamiento de esta ficci6n. Nuestras especula-
ciones, si~somos-fieles a rluestro.s axiomas, son~también elias
una.forma de la ficci6n contemporânea donde se revelan los
interrogantes enlazados de nuestro tie:mpo: el significante,
y• por·ende .el enigma. del ·sentido,_el sujet~. y por en cie el
•. enigma deLobjêto, y:entre am bos el enigma--mayor de;la cul-
tura.·
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Tres ensay os sobre muje res
 Adve rtenc ia

r
' va
No sabria decir cuâles son las razone s por las que Julia Kriste
forma de
se proimso escrib ir sobre tres mujer es. Quizâ algun a
es de
exigencia propia del femin ismo contem porân eo, quiza razon
una mujer mejor conoce , y con
competencia, escrib ir sobre Jo que
forma de expre si6h (la
toda seguri dad, el intent o de verific ar una
) y la for-
literat ura), una•m anera de violen cia extrem a (la locura
ia de
ma mas aguda y desco ncerta nte (la escrit ura), en la valené
el "genio ". El "genio " femen ino
eso que !lama , fantas iosam ente,
co sabria decir por qué
inquie ta la "inteli gencia " mascu lina. Tampo
d.e la
Kriste va no menci ona -por olvido o banal idad- la tradic i6n
ve
forma ternar ia como figura de la escrit ura. Mons ieur Gusta
Flaub ert (Trois contes), Miss Gertru de Stein (Three Lives) , Herr
ria
Robert Musil (Drei Ji'rauen) insist en en la mode rnidad litera
os evi-
mas alla de las trilog ias del mund a clâsico. Es para nosotr
nece-
dente que las "tres mujer es de genio" de Kriste va no implic a
puede ser intuiti v'o o ra-
sariam ente una catego ria moral: i,genio
sobre todo en nues-
donal , puede ser consc iente o inconsciente, y
pe-
tra perspe ctiva, puede ser de "mal" ode "buen genio"? La intem
idad o
rancia de las pasion es, la astuci a disfra zada tanto de temer
a de "buen a letra" , son.
de modes tia, la "pala bra mala" enma scarad
mujer es que es-
razones a precis ar y revela r en los anâlis is. Tres

165
criben -no importa qué- son mujeres que abandonan el munda Mujeres sabias: Arendt, Kristeva, Feldman
para someterse a otras fuerzas (pulsionales), a otras obligaciones
(éticas), a otras finalidades (desconocidas). En estos escritos que
acompaiian El arte del olvido son tres las mujeres que se exami-
La historia es un relata que tiene
nan en sus obras, la admirable, intensa y osada Hannah Arendt,
muchas comienzos y ningUn final.
la ind6cil, incivil y aviesa Milita Molina y la atenta, puntual y HannahArendt
burlona Susana Cella. Personas de mi entorno me dijeron, jpero
son incomparables! Y precisamente par ella -la lejano y la cerca- La 'historia es un relata !lena de ruido y furor
~ contado par un idiota.
no, la extraiio y la familiar)a alta reflexi6n y la baja instigaci6n-,
Shakesperare ~Faulkner
son la intenci6n consciente de estos textos. La otro, lo no dicho,
quiza esté marcado par el numero tres (3), tres las mujeres y tres
los enunciados que organizan este texto. '

En 1906 nace Hannah :Arendt, en 1975, muere. Entre es-

'.' tas fechas se extiende un tiempo y una temporalidad. El tiem-
po esta gravado fuertemente:_por·acontecimientos hist6ricos
'. duras y en cierta manera, novedosos: el imperialismo ma-
derno y el totalitarismo. La temporalidad tiene necesaria-
r mente un carâcter filos6fico y una variaci6n literaria: c6mo
't
. pasa -fluye- el tiempo en la constituci6n del sujeto, en su
r
,
' -r ..•. propio Dasein: De estos hechos esta tramada·la vida public a
y.privada· de Arendt, no sol amen te par la teorizaci6n de base
~

~
.-.r ' heideggeriana sobre la historicidad del tiempo, sin a .par las
- vicisitudes de su-historia persona!. Si se piensa siempre camo
'. ,. "mujer pensante~, la vida hist6rica la devuelve camo "mujer
• ' 1
- _j . actuante" y en·ese enlazado encontr6 su fortaleza y su esce-
••:1 r... :.... .•a nario, acosada de fragilidad par aquello que se le impusiera
~

'
.. • ' camo destina (la acci6n politica, la vida- activa de la polis,!~
:,;,;. · ~c· e~:n:.. férrea l6gica de las acciones pub li cas de las que no se vuelve
··' .• '.)>
-;:t:;';; ··!1 ·r• sin deteriora), se renov6 constante pero dolorosamente en Jo
•• ;-a;;1. - . que llam6 la vfa activa, aquella que podia superar dialéc-
ticalllepte la vfa med_itativa, y por ende sobrepasar la sole-
• <;,.
.,,., . ~

r
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~
..... --·. -
'
-~ :-::. _ _! ,-.-

- -:!::Ir.: L
~l -~!II'-
cLT •;;;; ~ dad del pensamiento filos6fico. Mujer entre dos mundos,
entre dos tiempo_~. y entre dos linajes (~alemana? Judi~?) y
"' ~

166 167
entre dos,revoluciones fallidas, pablo tod~,su obra ,s~ !',~cri­
tura, su relata de la historia contemporanea- de variaciones
y antinomias, i,Mujer que culmina el siglo XX o mujer q~e
declina el siglo XIX? Es ella misma la paria que ve en la
vida de Rahel Varnaghen; judia extrafta entre los judios ,y
al emana extranjera entre los al emanes, encarna su destin9
persona! pero también el destina de la época.
Cuando Arendt sostiene -que-una revoluci6n de be "cri!'~a:
lizar" en una organizacion cuya capacidad de !pOvilülaq y de
desestructuraciôn desde una virtus romana e~, par lo ta!lto,
el repositorio de ambiciones y de superposiciones de intere-
ses. Era necesario, el reversa de una necesidad filos6fica,
refugiarse en el amor, la compasion, el registra de la afec-
ci6n. Eni re el Di os judaico de la· Ley y la Sangria y el Di os
del· Amor del Evangelio (Arendt reafirmara su ide a de la:
importancia del cristianismo en la consolidaci6n de la "virtù"
ciùdadana coma puebla de Dios), Arendt volverâ -su tesis
doctoral fuè sabré el Amor en San Agùstin- a la êonstitl.tèion
de la "pâssio", de la "com-passio", al."interesse"· heideggerianO,
en el munda de la solidaridad comunitaria y participativa.
Arlmdt no via, no previ6, dificultada par sus propias solucio-
nes, las cohseèuenciâs nefastas de ès a a parente solidaridad,
si su cosmovision es siempre contradictôria desde el punta
de vista' 16gico, y contradictoria ëomo reposici6n del polemos
constitutivo del ènte social, subrog6 el Imperialismô alTo-
talitarismo -en dêsacuerdo con,Hobsbawm, bajo el'interro-
gante ·i,el totalitarismo es un iinperialismo?-. Y sin recae·r
en un a' actitud conminatoria, que no es pertinente para un
analisis critico y ni 'siquiera en una refutaci6n ideologica,
tenia a su alcance los datas de su momento hist6rico que
preanunciaba el parvenir: la Guerra de Vietnam y por ende
el fracaso de la politica norteamericana en el munda que
an'ticipaba Ia Guerra del Golfo y el conflicto quasi-eterno
entre palestinos y judlos. Arendt pudo-reconocer y avistar
168
aunque no predijo las consecuencias de estos conflictos y
quizâ orienta ciertas politicas judias al respecta. Era ~ionista
con recela -la justificaci6n que se daba era la·neces1dad de.
la constituci6n del·Estado de Israel- era judia pero antes
que judia fue al emana, er a "ilustrada~ pero fue la criti ca mas'
feroz del Iluminismo y nunca estuvo convenc,ida por la "pe-
quefta" ilustraci6n al emana de la.Escuela de Frankfurt y su
discusi6n con Gershom Sholem sobre el juicio a Eichmann
fue un pù.nto doloroso en su vida ... y er a mujer co~bativa y
no convoc6 en sus escritos la "causa de las mujeres". Kristeva
en su libro incluye fotografias de Hannah que pueden ser
pensadas coma una biografia corporal, una nueva
fisiognomica moral. y la transformaci6n de una mujer a trac-
ti va hacia una virilizacion de su rostreidad. Fue siempre una.
"renovadora", nunca una iconoclasta, a partir de la nueva
consideraci6n de los "iconos" de la maternidad, de la reli-
gion y del escenario ptiblico.
Entreviola "paciiïcà.cion" social democratica e incluso sin
quererlo la promovio,.pero no percibioJa irrupci6n de una
"nueva tecnoèracia electronica" gestando una imperializaci6n
rob6tica de la [ntercomunicacio n hum ana y la nu eva gestion
de una derecha elecfromagnética y audivisual. El munda de
la palabra fue su munda, la organizaci6n de los relatas ciu-•
dadanos fue su sostén, la opÙmizaci6n de la traductibilidad
de los mensajes fue su potencial ingenuo -siempre se acus6
con clarividencia de ingenuidad~, el amoi; fue su consolaci6n.
El fen6meno de cristalizaci6n es un,ejercicio ret6rico que
Kristeva extrae de Stendhal (Cf. De lamour) e intenta dar
cuenta, mas- alla de la postulaèi6n stendhaliana referida a
la constituci6n suprema de la ratio . amoros.a, de un a confi-
guraci6n ideol6gica y, semanticamente, de un "acontecimiento·
plural" pero nitido en sus consecuencias hist6ricas. Arendt,
sobre el horizonte de las dos grandes revoluciones del siglo
XVIII -la francesa y la norteamericana- y sus destinas his-
t6ricos, organiza su pensamiento polltico en una relaci6n
169
conflictiva con respecta a la finalicÎad le las revoluciones y,
en ultiina instància, frente al destina hist6rico de las mis-
mas_, su posibilidad real de fracaso, de anquilosamiento, de
rigidez. Tanto en la ley del Derecho Constitucional y·Magno
como en el sistema del Terror, aparecen dos formas en el ré-
gimen de las libertades publicas del sui ci dio hist6rico de las
revoluciones que analiza. Es el fundamento del error -de la
falla- que engendra la aparici6n dé! Totalitarismo, la unica
causa de la ef~ctuaci6n de la ·historia contemporânea. La
revoluci6n bolchevique siempre fue pensada por Arendt como
un a forma totalitaria europe a: la•experiencia del stalinismo
la marc6,.como·marc6 a toda la intelectuàlidad· izquierdista
de la' época, permitiendo una transferencia del totalitarismo
nazi-fascista al campo euroasiâtico. El pensamiento de
Arendt,.moderno en el. sentido de una vivencia profunda de
,la actualidad que la sos tenia y muy permeable al pais que la
acogi6, piensa el universalismo occidental como siempre lo
pensaron los alemanes desâe Goethe (la _"weltliteratür) y
Hegel (Cf. Hegel, 1965)e incluso hasta Steiner. Una univer-
salidad local, localizada en la construcci6n de una civilidad
,de una civilizaci6n- bâsicamente europea. La declaraci6n
explfcita de Arendt, ya recorridos muchas anos muchàs aven-
, . ' puerta a la Tir ani a o al T;rror. La cri tic~ a la Revoluci6n
turas filos6ficas, muchas ·lenguas, y por en de sôstenîda por
Si una re.voluci6n debe construir el "espacio publico" de
la !ibertad1 el:problema pareciera, consistir en c6mo lograr'
la. La enseiï!'nza de la historia -'-Y Cicer6n camo Montesquieu
(Cf. El Espfritu de las Leyes) son abundantemente citados~
no aporta soluciones,para u~a problemâtica social contem~
porânea. La. experiencia filos6fica, en su dev,enir ha ci a un a
antropologia del suje~o ag6nico (Kierkegaard, Nietszche,
Heidegger, perotambién Marx ambivalentemente cuestiona-
do), determina;â ia aspiraci6n·hacia una "humanizaci6n" del
sujeto, sin deslizarse hacia la postulaci6,;, de un "mâs·allâ de
Jo hu mano" (Nietszche, Freud) que pueda, converger en la
trashumanidad religiosa (Kierkegaard) o en· una "infra-
h~manidad. evolutiva" (Darwin). El espacio pub!ica en la co~
munidad, el ser comun'de los sujet~s, enunci~dos coma· tale~
e:n su propia "natalidad" en el comienzo, en el "initium" de la
vjc!.a activa es la esencia como,sujeto social, el "principium~
de toda anterioridad. Cuando en el inicio de·la formaci6n de
la "cu!lst}Ôn social" se elev:i"al ~puebto" proponiéndolo sin a tri;
butos de_género, de clase, de determinaciones 1del trabajo y
<\e. insercign social, se retorn!' a una categoria metafisica,
aquella de la cual.quiere desprenderse Arendt, y permite que
sei' y quizâ Jo exija, la busqueda de un absoluto y abr~ la
• _ r [. 1

la. "misi6n" ·de traducir 'semi6ticamente uni versos diferen- Francesa par haber intentado fundar la •Iibertad. fuera del
tes: la cul tura alemana, la èultura norteamericana, munaos ~~p~ciq ge la -p~lftico -1~ politl~a de concertaci6n- es una
asimétricos (las libertades democrâticas y el' sentido filos6- critica interna. La revoluci6n Norteamericana a un actuad~
•• 7 J. - _.,. ' ' -

fico de la libertad y del. determinismo) y' por 6rdènes de la el pgd~r de.lo que Arendt llama "pluralidad",
, . '- _• ., ~- ~ •
en la comuni-;J
,. .... 1

existencia incompatibles, funda su' ocupaci6n primordial, la da<\ y en ej~entid.? comunitario, f)le incapaz, e'.' el suceder
secularidad y la religiosidad'. Hannah Arendt siempre perci- politico, !le 'P'ITP,etu\}r la paxticipaci6n e_fectiva y activa de
bi6 que eran politicamente antag6nicos, filos6ficamente irre- los miembr.os
-· ...
dè_la ,
sgcie(iad.
..,
Lo que
" '· - ...
Arëndt
v
no afirma a un-
--~ .,1. .,. ' "

~onciliables y unlversos de sentido frrepresentables, tanta que.Jo

..
perciba de.soslayo,
-- l - . -·. .
es· la disfuncionalidad
·- . ' ...
del carâcter
en la. caida de la representaci6n poli ti ca y en: la caida de la rep:ese_ntatJv'! de las socled2-des modernas. El agora moder-
represèntaci6n artf'stico-semi6,tica. ' ! no -si se Jo percibe des de una areté griega o desd~ una virtus
" 1 '! l c. romana, no cons!ituye ~1 recinta· de las representaciones
J_ ,j
modernas.
·'

170 171
 El "doblaje" de la vida contemporânea es la traducci6n de
Jo mismo, la represen.taciôn ha sido reemplazada por la co-
pia, la reproducci6n por el facsimil, la mfmesis por la
mimeografiâ. El mandato !Je la delegaci6n democrâtica ·se
ha que brada y el "teatro del !llundo", en el sentido calde-
roniano del termino, es purall}ente figurativo. El mundo se
ha vuelto "soinbrio", como1o declara la· misma Arendt. La
politica gubetnai:nehtal -aquella sobre la que se basa expli-
citariïente el' côricepto de poli ti ca de Arendt, aunque éste co-
bre una extensi6n hacia el piano filos6fico y por ende la ob li-
ga a descartarlo coritradictorlamente después del juicio a
Eichmann, no respoilde a los llamados de su propio pensa-
miento: subsumir todo en Jo pq\jtico significa que la politica
es el'nudo y el nucleo dë la,repre§entaci6n, de todas las for-
mas de la represeiitaci6h. Por !'JlO la cité antique es el mode-
Jo de las transacciones hunia:Iias abjurando de ·la vida do-
méstica. La partidocracia ëontempqrâ.!J.ea, aquélla que no
entra dentro del horizonte dè sus anâlisi§, es el instrumenta
actual de la politica concordaiiëista en QOilQe chocan los in-
tereses locales y los globales, tarito el! Europa como en
Norteamérica y luclia por imponei'se e·n América del Sur (Chi-
le, Brasil, Argentina): la representaci6n de todos es la uto-
pia libertaria desmentida por las politicas domé!'ticas. La
ruda domesticidad 'de la rep'resentaci6n politica es ajena ya
al carâcter sagrado de la representaci6n -aql)l'IJa que aiiora
Arendt fundada sobre un a cualidàd. reljgiosa y 'soberana: el
Uno que representa a Todos y que Arendt ,asimila, ~n.la se'
gunda etapa de sus formulaciones, a la S_oberania enf.renta-
da a una pluralidad en perpetua colisi6Ïl, êii donde se en-
cuentra su colapso pero también-su redenci6ïi: là·participa-
~Î6n fundada sobre1a vida activa 'y comunitaria de los suje-
t~s ' ~1
~
"sentido
"~
comun"
~
de la propia mortalidad. La fein-
ve"nci6n de los Consejos.-de la Comuna de Paris, de las Re-
voluciône~ 'de 1905 y de la primera etapa de la Revolûci6n
del diecisiete, aunque los Soviets le produzcan sos pecha- de
1 172
1
1
los Rate alemanes de 1919, aparecen ante sus ojos como el
"espacio publico" donde la politica de gesti6n alcanzart'a el
mayor grado de homogeneidad de objetivos y de pluralidad
de propuestas. Entre Sartre y Camus, elige a Camus.' '
E.l pensamiento de Arendt no·es monolitico, estâ sujeto a
las variantes epocales de la evoluci6n·de su espiritu de "\mi-
versitaria alemana" forjada alrededor de los fil6sofos de·Ja
interpretaci6n y de la hermeneusis de la era posmetafisica.
En esta vaguedad declarativa:, Arendt" se pronuncia, con to-
das las variaciones apuntadas, por una resoluci6n continua
dentro de la diversidad. Mâs alla de Îa lectura infiel que hace
de Heidegger -toda lectura Jo es- y de las aventuras· de s'u
relaci6n persona! con él rni$mo- la reposici6n de una·nueva
lectura de San Agustin, y su constante adhesion a su maes-
tro explicito, Karl Jaspers, el pràbÎeÏna que no pu do resolver
es el de la conducta hum ana, Ja·eticidad insita en el compor-
tamiento humano. Las conducfas se rigen por normas en el
universo aristotélico ·y· en el de" Ârendt; la norma implica
necesariamente una regla, aquella cuestionada por la
supermetafisica de Heidegger, pues hr vida del espiritu no
puede estar sujeta a reglas, cuya 16gica es abjurada mâs que
por Nietszche -a quien vuelve al final de su recorrtdo- pof
Wittgenstein. El supuesto especifico de la norma es neces'a:
riamente anterior a la aplicaci6n de las reglas -y aqui se-
guimos a· Kant,-, o la consecutividad de las apariciones de
casos informa las reglas y constituye la norma, lSi Witt-
genstein sugiere que la aplicaci6n a ciegas (lia ley kafkiana?)
y con criterios "a posteriori" produce una confrontaci6n en-
.. T
tre reglas y norma, es·porque se ha trasladado del piano de
Jo imaginario al piano de Jo real. La interpretaci6n de la
norma siempre"· da paso a numeros as interpretaciones (el
Derecho) y abre paso a un conjunto infinito de probabilida'-
des. Siempre existirâ en las normas juridicas una brecha,
un resquicio, a través del cual pasa la voluntad del legisla-
173
dor -,y S6crates Jo sabfa y Arendt Jo detecta- que subrepti-
~iamente corroe la voluntad del Legislador. La ley del Esta-
do ~s pur a virtualidad o pur a quimera. No es cas ua! que
Arendt se sintiera intensamente preocupada en una época
en que las leyes del Estado-Naci6n fue~on abrogadas de tai
manera que se pas6 -los pasos de la Historia- a reghnepes
carniceros, donde la Sangre era la Ley. El fen6meno del To-
talit~-rismo llen6.todo el pensamiento de Arendt y el despe]e
de sus causas hist6ricas -lejanas y pr6ximas- fueron-la m'a-·
J. -.' .
yor coç.tribuci6n de su filosoffa,politica. El pensami.ento de
Arendt es el repudia mayor a las formulaciones par6dicas
del mun do contemporâneo: es se rio y alcanza su mayor ,ten"
sion. Todas sus formulaciones son solidarias y tienden a sos-
layar el pensa,miento• ironico y paradojal, por Jo que la inter,-'
pretacion de Kierkegaard y de Nietszche tiene un marcado
sesgo de ,autoridad y por ende esta teiiida de religiosidad:,la
religion de la Culpa (judafsino) y la religion del Perdon (cris-
tÎanismo), entre las cu,.les Arendt establece un·a continui-
dad absoluta. El universo dê·Ia responsabilidad gregaria es
el fundamento de su ética desgarrada,por los objetos singu-
iares que la encar!.'an: Aristoteles pero también Soc;atè~,
Jesus pero tambié,n Judas, S!'n Agustfn pero tambié~ Duns
Scoto,-Kant pe'ro también Hegel, Heidegger pero tambiéi\.
Ge"rsh~m Scholem, Jaspers. pero también E. Junger, y entre
am bos mundos, el Uni verso dè la Plenitud que siempre es'ta.-
, r " ~ ~
râ descompletado por el·Universo de la Falta. Arendt apos-
tarâ a la plenitud redentora en las maquinaciones solipsistas
dei perdon. En el uni verso del pensamieiito. de Aiend~ •. Jo
que produce horror es lo faltante y 'camo ~p puede:estable-
cer un•farmakon uni versai tenderâ a co'nstituir el beneficia
~ ~
... - • -- - j
de la plenitud. Tal vez y quizâ por esta, el uni verso de Arendt
l .... - -' "'·- ' .l ·-. ~- ~
repudie el psicoanâlisis y no por !as Ia~ones .ap~ntadas por
11,
_Kristeva e~ su Iibro. · .i
' .
174
Los efectos· del• 1unoi son siempre complementarios. o
disfunciohal'és, ·siempre aféctân a dos;uno y-otro, homb;·e y
mujer, o a sujeto's en su posicionariiiento co~riiô-dis)'unCioil y
no camo riposiêi6îî.âl dos ilë la suma, dè la üilidàd, de la afii-':
maci6n,:deseo de coni-pôiiici6ïi, êoirio alfefidâd y üoniiniô
(Arendt - Hëideggèr) o ê'oïno èôn-yûgalidâd (Arendt - H.
Blucher), su seguîido conrp-aiiëro y esposo-: La otra duâ.liilad,
ejemplar en Arenilt, se proyecta en su vida por la compren'
sion y discusi6n de .la vida fëmeiiiiîa com-o extension de la
propia sustancialidad"y no coma compaiierâ ile géiiero, Jo qüe
la separa de· las manifestacioiîesde·las feïhinistas de Iâ épà'
ca. La èxtelision dela femiheidad (üîujeï--ihüjérHa aceï-cà·a
la "varonfa': (es asombrosà'eh~ellibro ilê·Kristeva làs fotôs
que Ia.rimestran en su mâdurez, la sugêstion feïnenina dé la
juventud.inteligente -13. ~qûê-p'ùdo sèilucif'..a Heidegger- se
transforma en•una virilidad maèlùra prei;îîntaînëiite reflexi-
va) y al paso del".uiio in trins eco a la serie de 1üujerës què la
convocan," ya sea"!}Jor amistad o por rëflêid6îi, pe-ro que 1â
ubican fuera de la, serie. Las:ôtras rilujeres";Bu-intima âiïïi-
ga Anne lVIendelssh.on; el iêchazo-:pien·o de'atracci6ii que-le
produce Ràhel :Varohagên, sii- biôgî-"àfiada judîa alemaliâ dë
los salones -românticos-de~coniiênzos del siglo XIX y-· Julia
Kristeva~:su bi6gùifa:càiitenîporâriea, ,fornian un tr'fo de
multiples· ide'ntificaCiones ën el- plano-.d'e !ô polîtiêo, de là
amoroso y de:su:rèflexion· sobre la Îilater'nogénèsis. Hanriàh
Arendt;·aJ final de su coîiiinua:da·rëflexi6ii,'iilsiste, Y:la cr·eeii-
cia la restituye a uÎl.'Üniv-ersô teligiosO, eri.qüè êl-aiilor">.niu-
tuo genera.una:dependencia.rècîproca.donde .se mezclân lâ
fidelidad (fides)ry la'incorÎ:tprension. El amor:ên el intelecto
y desde··er intelecto,• mas àlla'de su desp'ojamiento ffsico, la
vuelve"in-humana, "incorp6rea, redimida· por- su pasl6n inte-
lectual derogando; qui'zâ, "su· ansia·Îl.e comprender por él ejer-
cicio de·una.reciprocidad:reflexiva. Elr.anonimato-de:Io Uno
y el ejercicio del Dos (la pareja, la-aniista'd, Jo colectivo, Jo
societario) camo participacion se resuelve en una "temporali-
175
';T --- ~------------------------------
dad efectiva pero desarrollada en un a utopia· de ser nuevo.
El Ser comoprincipium, camo initium; da origen a la nove-
dad del ser sobre la génesis de la "nataÎidad": Los principios
del a mor mun di y de natalidad nunca fueron modificados ,ni
refutados por Arendt, pero ya cerca del fin, en 197,2, declar!l
con un sesgo inconformista: "Toda ,Jo que hice·y escribf es
experimentaL Pienso que toda pensamiento -la manera en
que lo he tolerado es un poco extravagante- lleva la marca
de lo tentativo" (citado por Anne Amie!, 1996). Este recono-
cimiento de su .propi_a evidencia, permite entender por qu~
los criticos de Arendt se sienten inc6modos cuando preten-
den calificarla y cuando intentan una ordenaciôn sistemati,
ca de su obra. K_risteva, mas atenta y menas embarazad,,
despl!ega una sucesi6n irrefrenable de caracterizaciones:
fil6sofa, t<:'6rica politicl!, bi6gra{a, historiadora; politic6loga,
periodista, e~ç. Es propabl~ que Ja, relaciôn filos6fica que r~­
sume Areqdt y Illas alla de su novedad, exija que los fenôme-
p.os polfticos mayor~s del siglo XX, no so!amente destruyal!
las etiqgeti!S episté_!l1iCI!S "-irro qge la ~rrupciôn de las polfti-
ças fuertes çl~s!nQroniJp. la quieta cultura.filos6fica. Pensar
no ya !!'- Filqsofi:j. )'_gJ_itic!l CO!I!Q resultaqo de sucesos polfti-
cos, ·integrando l(ant cp_n Maquiavçlq, sjl}_0 pensar !_a !lCciôi)
politica camo resultado <:1~ el).tep._di111ie11t.os !fe §UC~sos l6gi,
cos pero tl\mbién ~rr11cionales: ruidq y_furqr~S_6Jo el-siglo ~
mostr6 la maxima tensi9n entre lo raciqp._aJ y lo jrrac_io!lJ!L!!
nive! gregario~. La vida camp c_o_nfljçt_o l!l u\>icac a Arenqt e_I)
pleno antagonismo permanente, pro_ducto·del po/e[llt;JS:sus-
tantivo. La -doble causalidad, co mo~ .ca_usas enfrentadas son
el sustratum del pensamiento contemporaneo, tanta en Mar.x
camo en Freud,·pero el "re-nacimiento" en_Io que Arendt·lla;
ma la "verdad restablecida" (la ..natalidad);_es el•efecto ut6-
pico de su devocion· por la· creencia. -La· percepci6n~judaica
del:mundo camo receptaculo de un.deseilvolvimiento devoto
del Ser, combinado con la·realizaci6n de la ciudad·de·Dios en
la realidad hist6rico-cristiana,-hacen que la materia que pre-
176
...
side la teorizaciôn hist6rica de la historia se tiiia de religio-
sidad: la "promesa" judaica y el "perdon" cristiano·se con-
vierten en hip6tesis politicas. Pero la "fil6sofa"lucha contra
la "polftica" denunciando el "activismo vitalista" (el homo
{aber) que calcula desalojando el pensamiento reflexivo
subtendido por la ciencia y la tecnologia, reconociendo en el
horizontet·el pensamiento heideggeriano.· Estos desplaza-
mientos desorientan a los crfticos; incluso Kristeva, cuyo
objeto de analisis esta sostenido por una admiraci6n reflexi-
va, ·Jlega a hablar, sorpresivamente en el·lenguaje kris-
teviano; de un "continuo cambio de paradigma" (sic.). Si la
vida humana se define esencialmente.por oposiciôn a la· na·
turaleza no procede de nin gu na dialéctica;entre.Io' natural y
lo humano natura/, y Arendtno·deja de-seiialar·la.naturali-
zaci6n del hombre en Marx·al estipular que "el proçeso del
pens~miento- no es en sî mis mo un .proceso natural".
·Las capacidades 16'gicas del Sujeto, el reconocimiento de
su horizonte' de ·pensamiento y: su· evoluciôn, sostienen las
16gicas~de la representaci6npolitica. El sensible esfuerzo de
Arendt para·ubicar aJ'hombre_real olvida•el registra sensiti-
vo de Jo humano y si. el cuerpo camo sostén y fuerza •de las
emocion~s aparece, aparece como registra puro~o camo -ras-
tro de exposici6n, o camo retira. de la presencia. El cilerpo
camo' recinto de las pasiones ·estâ_ausente. Kristeva:.se. ve
oblig'ada a inyectar una sobreinterpretacùfn analitica en cada
uno déclos pasajes ~donde:la conducta de Arendt pane en evi-
dencia 'es a fait a, eLhueco pulsionaL-,Esta clara que .la _ob ra
de Arendt y la complejidad de su pensamiento_no pueden
reducirse a,las esce11as·descollantes de su presencia social:
la b'analidad del mal, el proceso Eichmann, y en el nive! del
anâlisis politico, Ia·identificaci6n del nazismo y el·stalinis-
mo: pero· en su·rriagnificaci6n social :representan tres hitos
fundamentales·de su teoi-ia politica y de su propiapraxis, en
diversos grados, su concepci6n_de Ia·banalid!ld de_! mal y su
.. ~ ........ .
177
pre>;encüi en e!·juicio·a Eichmann son las dos,caras· de, una
niisma moneda.
El enfoque aislado:del ·,mal pare ce no ·ofrecer soluciones·,
el ina! solo puede.deducirse ontologicamente del Bi_en. SLel
Mal es1 una·proposicion negativa, solo puede serlo en:rela-
cion al Bien. La ·aniquilacion ,del Mal: en Kant· como; en
Schelling,~ 'parte de: un a :no-suficiel)cia ;en. tanto: no_ es
autoS'ubsistente: Pero el a~did ~término de Arendt en su·lll-
tima lectura de:Kant-· de la historia,. de la raz6n historipa,
cuenta al nive! de Jo real'y es irreductible. Si la Naturaleza
es vandâlica no puede ser mala pues·no tiene voluntad. Por
eso Arendt. encuentra el' mal irrestricto -quizâ el mal radi-
cal-=t·en ·una ·irresponsabilidad artificjal del· humano (Cf.
1\rendt~ 1982; Kant, 1979; Rosenfeld,, 1989). •~
El mal;fuera ahorade las conside~aciones ontol<)gicas qu,e
estan·en-San·Agustin, eir;Kant; en Nietzsche y, <;n la.feno-
menologia·contemporânea~es,.en Arendt;l,!t actualidad y ac-
tuaci6n de_una conduëta·y Bris ç:onsecuenc!a.~: la 'c~r.ansj.n~e_s:­
tra· de cualquierhomlire, -judfo o:alemân, .u,na vergüenza
·ontologica·_que se descalifica;:por- su falta; de:Qrigina)jdad,
enraizada en: la vida ,cotidiana.·quetdisiml!la;s ll profuJ1da
•eticidad: Estos .elementos, préèisos y contradictori.os; sgn lq_s
.que:ue y·justifica. Hannah ·ArendLEI:mal· no·le prgvosa· ho-
•rÎ'or sino desprecio; ·ontol6gicamente,~el· mal no;pu_e<i..'L~~.r
activa -nit pasivo~·sino __un a -faltR, uliâ· _carencia~cop_su,.st!ll!fi.~l
•al hombre·y su efectuâci6n historica ::-ëh1el,mun~dq-lo ,ll).J,I\!§·
tray!ojustifica::}::-~- -7'1 _ 'K..:: ...-.~--;:-,·1.;-- - ; -:;- d.,
,~cuando e]·mal•·abarca'un e"scenario_grandioso. (campo~ _de
-l exterminio,~ persecusi6n y jmuerte:en _ Hîs_" dictad ur as la~i_nQ~­
mericanas) .no·se prodùce alteracion_eh su_idehtidad. Ar!)J1_gt
mo ..previ6,Ja cuantificacion y sus efectos.·Una:muerte es t\h
,das!as muertes como IQ_sostenia.Camus;peroJa ,extremidad
:del mal opera por distancia y, por identidad::se mata a nues-
tro semejante humano (humano y.judio). o.se.mata a un dife-
'17.8
rente al~i!'<!o ~n Ja,cuant_ificacionnuméric a (un Otro abso;
]uto) (antisemitismo). La vision formada: en el juicio a
Eichmann-(com'a la de 'victoria Ocampo en el juicio a
Goebbelsi, ·1;-~irada s;_,jeta al asesino inocente dentro del
"~ ~ r•
engranaj~ qpmo m_âql!ina de p1atar, mâs que inasible es a-
persona! ~.n. e1 e~it:!!mecimiento intelect.Yal de Arendt: tod.os
som os hu.lll''.!!.Q!l antes y_ de~ pués de;asesinar. J<;n-el piano
politico, _la J/!'!!.a!idJld es extrema en tanto justifica la raz on
de Estado_cowo estado de derec~o, desalojando el.mal radi-
cal. La mâquj!]._fl_~tatal -dirîa Dele_uze~ es a-moraL Ins.-
taurada en. el sigl.'l..SQmo cond'!_ga, s~lo P'.:!ede aparecer,como
perversion oJopl{ra,_si]) ab:rogar !.a_ respons3bilidad (el geno-
cidio). Dice Ar.endt_ep. v!'a c_arta a .Jaspers-de julio de 1946:
" ... no pu edo eyitar co~~:g;id~rar a Heidegger co mo un asesino
potencial...( ..·.) Nada mj\.Jl qJle mentiras insensatas, me pare-
ce con un tinte patologi,co" (Çaxta N" 297. Cf. Arendt, -1995).
La nocion de paria y de aduenedizo, en contra de Kurt
Blumenfeld--manifestadas
' ~ ~ ~ -
publicamente por Bernard Lazare
-~ ~.....,..,
(1865-1903), que se cony~rtirân en la doxa antisemita que
intentaba-explicar la r~l'<;.tivacLon_ ~el antisemitismo fran-
cés p;,r el 'triunfo del Esta!J.~laicç ~pbre el ~stado cristiana,
seglin Krist~va, pohdrian, ep. ~videnciJl !'! car acter religioso
de la cul tura occidental, Ï!\.S..DII.!P.~ti_ble con el. espiritu laico.
Si Arendt rechaz6 siempre. l'-! l'simil<!;ci6n,:n'!~ca ~e definio
c~mo judfa,p;ra,· sino cÜ~.Q}!fd{E:-f_.{onis,.ta, c_gmo judfa-aie-
mana, co~ojudfa,-nor(eamericanq,_difLc~j}ando ~u ca~acte­
rizacion y generando c_onfl.ict.2§..en el ent'?!n2:polf_!ico-judio
(el.re_c!!a~ de G~rshom Scho}_t~,.la dificultad de,caracteri-
zar a Golda Meir' etc). Al-final de su vida, la lengua a/emana
la vue lv~ ~ rec~~e;-·en -~~~ sena, "''e~~ su re-~'nitium; su idioma
m.:Sotic;;- e,;: ]; tr-;.dicio;,. romanÙ;~- al emana, pera'"también
sq-leng;; m7i!erna que-prohija la,;~nd_icl6n.filospjic.o-hi_st6;
rica de· la natalidad! Al.mismo tiempo, la.!engua ·al emana es
y
],-;· c:ÏeÏ Ê~tado,N a~io~ la del Estado Imperial de! :Discurso
sobre·!~ leng~~ ale~a~-;."-!!_e Jl~!lt;; Y, la de la:Jl§l.\.!!ci6n de
179
Heidegger al Rectorado de la Universidad de· Frlburgo en
1933. i,Es que· Heidegger pudo oreer 'i:jùe la "salvaci6n del
Ser" se restitufa en el culto del pue bio alemân y en ël pro-
yecto nacional-socialista? Es posible que Hannah Arendt
hay a crefdo en la "salvaci6n~ y en el •perdon", pero es impo-
sible que haya pretendido en su praxis pôlitica y escrituraria,
pretender una koiné greco-latina-cristiano-germ ânica; comu-
nidad de Derecho, que se"sustrayese al imperialismo lingüis-
tico. La globalizaci6n -palabra descoiwcida en la tradici6n
epistémica de la filosofia polftica, podria llamarse "univer-
salidad· restririgida", en·la linea prograinada por Goethe-
podrâ alterar la èstructura furidanîe"ntal de la colonizaci6n
y descolonizaci6n dë:las lengtùis, pero rio podrâ atacar de
ràiz sù l<icalidàd süstàntiva, sù·versatilidad ·reducida a'!
diinûts y .a la /il fei, su· vertù ·l'eligio sa -que es el punto de
atracci6n .del pensamiento dë Arendf.
La ecuaci6n perfectànîènte siin'étrica entre 'totalitarismo
nazi y ·tôtàlitârisïilo soviético, liip6tesis que generarâ 'una
larga aësèendencia hasta la a"ctuàlidad, ês una hip6tesis de'
sequilibrada: I:a·larga t'radici6n del imperialismo tanto IaÎi-
no (el Imperia Romano) co:nîo germano (el Sacro Imperia
Romano Germânicô), el antisemitismo como constante viru.s
social pero;p]âcido en·sus 'efectos en estos-âmbitos geogrâfi-
cos y la deslumbrante historia de la familia Rostchild y su
poderio econ6mico,-mue"stran el p"otencial nârrativo de
Arendt. La hip6tesistiene tr"esrasgos sûstaîi.ciales: asimila-
ci6n judià sienîpi-e incierta, salvo en -el "hombre de cul tura"
para lograr uri reconocimiento social y por la presunta supe-
raci6n de los rasgos étnicos, de la singularidad racional (el
intelecfual) y la trascendenfalidad de la lengua univers al y
tradicional (mas alla del idish, del hebreo, la urspràche ale-
mana); la secularizaci6n del mundo modeho, hip6tesis hist6-
rica que regula el pensamiènto·de la Modernidad;·el•debilï'-
tamiento.correlativo de los valores ieligio"sos-y espirituales
180
del judafsmo, hip6tesis bâsica en el pensamiento de Arendt
con respecta a la cuestionjudfa pero que resume su·posici6n
con respecta a ·la cuesti6n social. La asimilaci6ri no existe
fuera de los grupos intelectuales: la secuencia éstablecidà,
judios palaciegos, judios burgueses (siglo XVIII), judios no-
tables y judios intelectuales (siglos XIX y XX y, pongamos
por caso, la Escuela de Frankfurt o Freud, Buber o·Lévinas),
y al mismo tiempo, en una posici6n firme, la abjuraci6n del
Iemapueblo elegido que asimilalia la·honra y Iâ peitenencia
por el de chivo emisario. Arendf analiza.s6lidamente -en la
prueba•hist6rica, el caso Dreyfus y en la imaginaria, la obra
de Proust-,1as·relaciones sociales de la Francia de la época.
La nobleza aristocrâtica del Antiguo·Régimen, nobleza feu-
dai, la que habita'Ios palacios de Saint-Germain, desalojada
del poder politico, se refugia en sus salones confortada por
la doole actividad de elegir y ser elegido. Esta "nobleza de
camarilla" -:isi la llama Arendt~ presentaba una norma de
conducta ëxtrema.a los amantes proustianos: los judios, los
homosexuâlès, los artistas: de no-distintos que admiraban a
los distintôs como éstos admiraban aJos "hors-norme", ju-
dfos y liomo'sexuales. El reintegra, en'la sociedad.francesa, a
una gregariedad compartida:de los judfôs, fue el affaire·
Dreyfus. Cuando Arendt seiiala con exacta premonici6n:
" ... mientras .eh el lenguaje de los signas tenemos un secreta
real, los judios (Jo inismo que los homosexuales) implicaban
este lenguaje s6lo para crear la espesada atm6sfera del mis-
terio", y luego: "Vale la pena·destacar que.la nueva sociedad
mixta·de fines del siglo XIX, como la de los·primeros salon es
de Berlin, se centra bah eh toriîo a la nobleza"; no podemos·.:
menos qué record ar a Deleuze c·omo un a respuestâ semiôti' '
ca a Arendt. (Cf. Arent, 1967; Deleuze, 1970; Rosa; .1999).
Eliminadas la idea de uiïa inocèiiéia abstr'acta y simultac·
neamente la de una catâstrofe metafisic'a, se insêribe al pue-'
bio judio.en la singularidad hist6rica: la responsabilidad del
18Ï
 pue bio judio como dato hist6rico se fundi6 en Jo que Arendt
lla~6 "a'c~smü;": u'na in~derlni~i6~- p~~hist6;ic~ y c6smica.
Renu~cian<!o, y a veces criti~'J.nde ej e~~i~~t~ lai co dé. algu-
l'Il p.j\liji~mo, v~lvi6 a pensar_la
'.)QJ! s.io!!.i>'t!'s y r..~ch'!~~dQ
tradici6n.de una·continuidad-hist6rica trascendental: "pen,
_s·~; ~ -Ï>Ï~;" e;~-eï:"c-;,Ète;;Ï~~.r.:;ÜgiQso, yla·relectu~a de.K~nt
er'! eLcoQte!!.i.dojra~c~.nd.l'ntal y, ~ubjetivamente, la.rev~lo-
f!'Si!'l!! ~...§U "it1d~i~.a!I" ~q,mo. dato bJisico y radicaiy aqu_ello
_q-qe l~ "!!.'ill,t1.!J:CjaJ>!'. ,g9mg t!'!" ep ~}. espacio politico. Al a~!l­
ptj,rlg, H!'i'i\>..:;~~P'Pr$' hablar co_mojudia, pero su·vo~ res~1_1~
.Ç~!!l..O_I\\~!!l.'!.Il.a,-<m.,esi\ jpntur,a Cr)lci~Jhtoda ~U filosofia poJi-
tica es una con-jetura. Kristeva en su texto,,que prefigura
,,._..._ ~ ···-·-~ ~-.. •• ~·-· ;;__.;_. 1 -
u.Jla. yosaciJ)n ft:aternal y nata/icia, se <Iesconcierta frent.!' a
Ja. comlejidad de la actividad de su:biografiada1 en,u.!'!' ~c!i­
tud casi ceremonial la inviste con plenos poderes"la-,releva
como lo. que es en realid~d: ;,n "mattr; àpe,;;er" m;,rc;da
p-or.. su 'género: "dne femme àJ1enser";, P()r,-mofilento~ )a
reconviene en una frugal interpretaci6n psicoanalitica (i,es
casuaÏ que la,refle'xi6n psico~naÜtica esté gen;;-,;lment.; ;;;;_
la~--;,itas' a pi~ d.e -pa-gina, ~o~-o- d~~,;Iojad.a de-laverda"de-;:a
interpretaci6n?), per~~eldes~o~ci~rto sob~évië;e c_u~!_l~O d~b.e
nombrarla en funci6n de su producci6n te6rica. La dificul-
tad de clarlficarla schemat; ta;;-o;6~i-ca•no s6fo-~e debe';'Ja
div~,:sid~d ~uJÜpÏlcid;.d de ·t;;.re"as emprencÏidas por Are;;-dt,
y cho pone como tel6n de fondo un interrogante mas filos6fico:
~ino que _!_a 'es~ritura Cie A.re'~~: se ,~.efii_,i en: ~u-;,ci6n . d!' .su
propia·disparidad:,pensar el mundo, la propia situaci6n.. en
es~ ~-;,_ndo y s.;- histo~ia-;- p~rfiland~ facet;;.s "no e~ploradas,
rein~entan:do ;Ja~ dlrl~~Jtad~s -;;-or;iend.;-;] ri;sg; filos6fi~o
·de f.;.,-;;er~atitidad. -Si .K;ist.;;-,se ~pregunta, sin-r;;-pu~~ta
<.;;; ~- - - - ~ '- - ,... · - - - • . • ~ - · .
P.Osible, si~'!_.!!_na J>~~~rica <!. ':!~ .~e_ur6tica ~o !!_na. de,p.!'e~iya
IIIei'!nc•m~a, quizâ esté_pe!'§ando !;fi las muje~es que,la con-
vacan: Mélanie Klein, Colette. Si en la vida de Arendt, las
-I}Dlj~re~-Juvi'l!,!!'.L§.;..:.!lropig 1 p~o i~ag!nat:io o. !J!I iA.n;,e
}~.f.endelss_hol}, !tJl.!J.,el-Y.arnh_!!ge_l}, M~r:Y. ~sC~r.thY.), Il!-~'!. m~r-
• • •....:i ........_..., -~ 1 .h:: ;_.. : .~......... ...
182
res de Kristeva son un nuevo y viejo cielo de renovaci6n de
la maternogénesis.
La experiencia de pensamiento de-Hànriah Afehdt se co·a-·
gu! a sobre.lo polftico, es el"engranaje sobre-el .cu a.! 1operan
todas sus-reflexiones y.què qüizâ perinitan, sàslayâr la. di-
vefsidad de· sû prâctica escritùrària. En el' texto Sobre !ti
-~ . revoluci6n (Arendt, 1963) aparece el-arguménto nuclêâÎ' que
niodelarâ su teorfa, asf •co mo el totàlitarismâ nacional'-êl
socialista y el sôviético- le servi'ran para promover su teoi-ia
sobre el totalitarismomoderno. El incumplimiènto·hist6ricô
- ~ .... de las propuestas revolucioriarias organizan la interpret"â-
ci6n de Arendt sobre la tradici6n-y su ruptura.-Una revolu-
ci6n debÏ01 cuestionar- el espacio pt1b7ico de la libertad; de·.! as
Jibertades. En la continua dialéctica de la historia, ellllovi-
miEmto negativo de la rev-oluci6n como:liberaci6n.de lin es-
tado de opresi6n, integra el momento positivo de ~fundaciO:n
de• la libertad. La du da· de Arendt se formula en un a prêg\m-
ta: i,por qué las revoluciones hist6ricamente consideradas no
pudieron fundar.un êspâcio p'ermanente de libertad? Arendt
debi6 renunciar a la. respùesta anarquista de la revo!uci6n
permanëntê, pero tampôco ofreci6 otra: su espacio es el de la
critiëà kantiana y no;eJ de 'la resoluci6n marxista·. Este hè-
el ser de.Ja,revoluci6n es con fin-alidad;pero sin fin, i,la dia-
léctica.'revàlucionaria niega-al Arno Àosoluto dé: la. Historia
pero.si'multâneamênte rescinde)a'dialéctica del Saber Y de
la transformaci6n'hist6riêa en un a transformaci6n•de la teo-
logia materialista.en teleologia religiosa? En el piano de la
~ .,, '
historià factica, là. que Arendt no .ve es la disfuncionalida'd
de la representaci6n dellloc'râtica:"todos de ben tener' 1os mis-
. '
mas derechos, 'p"èro no todôs pu eden te!ler las mismas liber-
tades. Fuera del modèlo gdego; en.tanto.Ja·polftica griega
no pens6 la Autoridad y volviénd<ise·a una romanidad filos6-
..... . . _,_ fica en tanto que el fil6sofo politiëo romano formaba parte
183
 de la Asamblea y por ende configuraba la Ley y el Estado, es
lo que va desde Platôn a su bienamado Cicer6n. Es probable
que Arendt no alcanzase a comprend er las transformaciones
producidas en el espacio representative comô consecuencia
de) a modificaci6n de los inercados locales y su potenciaci6n
en la economia. global, entre Jo gregario y lo mültitudinario·
aunque apele,a la diversidady aJapluralidàil.y sus conse:
cuenci~s. La mas evidente fue la cafda de là noéi6n de rëpre-
sentacJ6n, tanta en el_arte co mo en· la practica politica. Arendt
es la pensadora prototipo del siglo XX mediada por un sôlido
pero crucial pasado e'uropeo que le impidiô v_er los reflejos
que.fulguran en su presente. Si la apelaciôn a Kafka en el'
quiebre del imaginario social: "Kafka", pàr la fuerza. de su'
i~teligencia_ Y_de su imaginaci6n espiritual, ha creado, à par-
br de un m1mmun 'abstracto' de experiencia, un cuadro de
pensamiento que, sin perder- en precisiôil, contiene todas las
riquezas,Jas variedades y los elementos dramaticos carac-'
terfsticos de la vida real" (Arendt, 1972), y si la evocaciôn•dè
Marx como "promotor de la posesiôn de los medios de violen-
cia (sic) como constitutivo de toda forma de goliier.nci".
(Arendt, ,1972, 34), am bas postula~iones no pueden servir
diria 'Arendt, para_organizar la "esfera publica"·y su régi:
men en forma plural. La politica'guhëi'namental-acciôn que,
Y por .muchas tazones que el an·alisis descarta, pero sobrë
todo porque sub·sume:todo~:to polftico ()'a.. pantocracia) en él
instrum!mto_r actual'.de la, politiêa de los partidos, (la
partidocracia)~ no alcanza para criticar_las formas actuales
de .la represimtaci6n democratica. _Tahto en Europa co mo en
Estados Unidos y'ahora en Am érica del Sur des pués de Jas
d~ctadu:<as (Chile, 'Brasil, Argen tina) se promuevên los gôc
b1ern_os democraticos'sin.verdadera·representaciôi.J. popular,
asfix1ada.por las, corporaciones. La.represental:i6n de.todos·
es la utopia.liberal de la pôlftica real' de la exclusi6n.
- ':..1
,.•-
184
La antinomia generada -mas alla de la polémica- acpar-
tir de su participaciôn en el juicio a Eichmann (Cf. Arendt,
1991) y los errores cometidos por Arendt -que luego recono-
ciô aunque sigui6 reafirmando su posici6n inicial-, modifi-
caron la relaci6n establecida en su visiôn de la vida del espf-
ritu y la formulaci6n polftica subsecuente. Uno.se' sorprende•
cuando Arendt se sorprende frente a Eichmann, quien no
podia reconocer- la distinci6n entre la verdad y la-mentira y
la efectuaci6n automatica 'de su acto, pues-los argumentas'
son por momentos expectantes y no resolutivos y sobretodo
porque aparecen inferiores frente al car acter apocalfptico del
problema moral en la esfera subjetiva y monstruoso, al nive)
sociaJ-, y su desplazamiento hacia el valor mundano de-una
acci6n humana que, a ojos de Arendt, esta mas alla del juicio
de verdad. El juicio veritativo en la posici6n de Arendt sigue
siendo kantiano, mientras que' el juicio de la ley que juzga al
hombre en '!Cciôn mundana y que .permite entrever la disi-
metria que corroe la relaci6n entre Justicia y Derecho, es
juicio correlativo a un a praxis, .a la condiciôn real ·del hom-
bre en el mundo. Eichmann no explic6, no podia:explicàr y
quiza no Jo èntendia, el.hecho de que sus accione·s eran ·ma-
las, Jo que obliga a Arendt a percibir esa banàlidad e:itremà
del mâl füera de sus consecuencias en la esfera ontol6gica
del mal i-àdiéal;' pero nunca y en funci6n de su ser existente
-el esse siendo- podria afirmarse que el in al encarn'ado eri
la prêsënêia humâna -fu·e'ra 'del mal geolôgico, c6smico o me-
tafisiêo-'- fuera un mal âjerio a la esfera subjetiva o ética.
Arendt pensé que él mal, quiza por la gfaridiosidad del esc·é-
nario, er a residual, fuefa de laS nor'fuaS.éticâs, qüizâ ftièra
del hombre mismo, es decir, ·âlojadô en .un a pàfticülaridad
subjetiva .fuera de escena. Pero los hombres siempre ejecîî-
tan el mal dentro de la esfera de Jo uni versai aunque no lo
sep an dentro de su esfera privada. El mal dentro de la esfe-
ra publica tiene un efecto ·estupefaciente, quiza fue eso' Jo
que la dejô atônita: el mal particular afei:ta a-los otros, a los
185
 selll.ejante~, en la !l!!fe.ra pubJi_ca atent11·c,o~.tJ:a el Ott;o social.
NQ es .cas ua! que Jüiêteva_ V'!!'!va s9J.>re ~Ls;ldic9 sofisma, èl
mal i_nfligido a uno mi.11m9 (11!~~-oqut~mo) es.el retor11o repri-
mido del mal qjle de§.e<:unos infligir-al-Otro (sadisn.:u?), ·mas
alla del valo_r econ6n:zico de la·pirdjda d~ una vida (V~apo de
ol?ra y mano ~jecutora:el); e,l ejetcicJo del tr!l,pajo social en el
.r~g~!:'}e!l del Cf!p.ita!i.!!II!.O av!'.nzago),_n<;> h_l)Ce carn!' !ln eJ "exis-
·tente :ll)l_qla!,J,O p_a_r!l. otr..<t" .JH v ai v~.'! de _b.re_ndt entre el •mal
T.a_<.f_i_ca_! y el. !Il al• b!!.'!'!) ~-ojgej_a_ l}jp9Je~i§ çle que no es profun'
dQ. (m 0 r_ajm_ent_e p1:_o_j'u_ndp), ni_16giçamente positivo-y sin-exi-
ge_ncias é_ticas, coma _pQdria.~ed.!! ]a muerte -del Tirana, sino
p_asiça_m!'pte 'il'Perflu{), P!lrec_i~rJl ~ontradecir las tesis sos-
tenidas en su trabaj 0 s_ol)r_e el _totalitarismo. (Cf. Arendt,
19.72-1) -~
... ·'· \ ... r'
Los "teatros" -sucesi"os pero -rej;rospectivos que-Soshana
Felman arma_ son; _el af[aJre· Dr,eyf_uss, los procesos de
Nüremberg y, el_ pro_ceso Eichmann. _Esta consecuci6n-esta
organizada, y Jo di ce literalmente, camo una sucesi6n seman-
tica que implica un a valoraciôn de arden his_tôrico' y que la
separ_a de Hannah Ar_endt. La primera e_tapa esta ya .~eftala­
da por Arendt- en su ..propia diacronia y sus tesis sobre ~el
origen- del antisemitismo. -La- segunda, -par Ja.. experiencia
histôrica de la Segunda Guerra ·Y de los campos de cpncen-
traci6n -la que luego se Il am aria el-Holoca_usto- y la tercera
por la.repercusi6n internacional- del juicio a Eichmann y ,la
consideraci6n de nuevas formas de la criminalidad .. (crime-
. Arendt, aparëcido en 1963,-y-el-filme de Claude Lanzmann;
nés contra.la humanidad luego legislada) y-la modificaciôn
actual pero sin ac a bar .del criteria de justicia Y.SU resoluciôn
en eLcampo de Ja.jurisprudenci~, En.est~,mis"ino-i:nomento,
la·territorialidad de la•justicla;-en nu~str~ p~is; pe;i:nite la
-libertad de Astiz (el angel de las tinieblas). Este hecho .se
opone· abierta.:O.ente-a.la ·extraterritorialid~d-prom~tida en
los juicios <!e c-ri menes "contra la hu'manidad" .La,cont~ov~r­
sia viene_ de an ti guo y, es El_lllin_en,t<llllente,politica; ~ua! es la
,.
1
jurisdicci6n de los tribunales internaêïona:Jes desde la S<i-.
ciedad de las Naciones (1926)"hasta laO.N.U:,-en-donde pros-·
peran, en el Hamada "elima dem·acratico", laiî.relaciones de
fuerza entre- naciones centrales y· naciories pèfiférica:s, en-
tre primer y tercer munda, entre potencia misilistica y po-.
tencia at6mica, entre jurisprudenciâ·naciîmal ·y jurisprudeii-
cia internacional, entre ,Ja justicia del Estâdo y la ]ilstiëia
individual; y par en de, entre el derecho privado y el derecho
internacional. La-ampliaci6n dêl concêpto d'e justiciàno ha
sida acompa'n'ada par la de modific'âci6n-d€H:derecho. Lâ"s
versiones contemporaneas-- éle la glab·ârcs6lo. podriari. tener
validez en el campo econômico y. esta .s6lo en 'lo"s• âspeêtos
pur amen fe nominales y rio alcanzan a la justïcia. De âllî.la
Jucha constante en el plana de una acci6n politico moral qu·e
emprendi6 Ben Guri6n para afianzar el Estado dé Israel sê-
cuesttando a Eichmann· en la Argen tina; solidarizandosë con·
las victimas, pero, 'comd diée Shosharia Fe Iman, sïn cre ar el
nuevo estatuto-juridico de la "persona:Victiînadâ". Hannâll
Arendt, oponiendo-y criticando el Juicio camo· agen te intere"
sada,'.aJ'loyando y reneganîlo del' sionismo-de Ben Guriôn y
JastimJda'por la•encendida"critica·:de Scholem, no·pudo en•
carn"à'i· a lâs"victimas·en sujetàs 'de 'derecho. Las :Madres de
Plaza de Maya, ·mas alla-de sus diverg-imcias;:luchan con ei
mismo pi'op6sito: Jo que las ·convierte.en ~ciudadanas del
munda" eh~ su propio' dÔlor argentin'o.
La distaricià que-va desde Eichmcmn:en Jerusalén de
Shoah, de 1985, nîarêa un·a diferencia fundamental con los
judios il ùsti-àdo~s"qùë arializaron;·8J:Holocausto· y os us· conse-
cuenCüi8-"hiSf6rïêa.S, ·pefo,anibos dos ·presentaron ·una:nueva
maneia-ae anâlizar y dë ~sentir" eJ·crucial fen6meno y sobre
toda" en su rêlaciôfi êon~êl Estado, .el Derecha· Civil y Penal;
'
la reprês"En':ttaciôn de la Lèy eh"lasacciones publicas;sobrela
justifica"ci"ôn de la viôlaéiôn dèl principio de·territorialidad
sobre el principio de Ia"atrôcidad·del'êrimen·cometido. (,C6mo
f87
pueden ser soportados estos principios por la Ley? lÜ Iajus-
ticia esta determinada por el Derecho? lO Jo que no alcanzi:i
es precisamente ·eJ· Derecho· con sus viejas concepciones de
ley, de la administraci6n de justicia y sobre toda de la com-
petencia del Derecho subsull)ida coma mer_o control de la
"violencia" y por Jo tanta COI!lO ·creadora de un "estado de
inmutabilidad y de homeost'!si"s" :entre el crimen y el cas-
tigo? ,
-
~ La preguntl! que ret!ne a Hannah Arendt :J. a Shoshana
Felman es·la sigui~nte: lquién-era Eichmann? Las·respues-
tas·son distintas>I,.a tan recurrida-pero·asombrosa formula
de Arendt, la "bal!.alidi!\1 del mal", no deja también de des-
concertar, a pes'!r de los aiios transcurridos, a Shoshana
Felman, también ella judia norteamericana ·con un a gra,;_
atracci6n por Ia Cl!) tura francesa y en particular,· por la ob ra
de LaC!lll (r.,cpdemos su excepcionallibro La locura y la cos a.
literarjçz; 197!l) _que resume en la. pregunta llos nazis er an
m,on_s_trJ,!OS q_ eJ::[ln hombres? La 'posicion de Felman se sus-
ten t'!_ en_ una_ exploraèi6n que desdeiia el' aspecta
coJ:!troversial de la:psicologia del mal;·si admitimos que la
bl!nalid"'d dümal,no es psicologica,y:asi,lo propane Arendt,
la_.inclina•hacia el campo de-lo-politico-y la representaci6n.
Si Arendt se'cuestionaba c6mo hacer frente a Ja·banalidad
del mal en su extremidad, Felman se pregunta c6mo la "au-
sencia de movil", prueba de convicci6n del razonamiento _de
Arendt, pueda ser el fundamento de .la culpabilidad cuando
la represéntaci6n semantica -y-es la palabra que· usa
Fel man:- de la ·moral exige· un a ética pero ·también un a
discursividad.' lC6mo enfrentar la banalidad del mal 'dife-
rente_de la-moral y de la lengua? Esta es una diferencia fun-
damental que hace al'tiempo transcurrido y simultaneamen-
te_a las opciones teoricas. Felman utiliza una opci6n Iingüis-
tico lacaniana,.lquién habla en el discurso informai de
Eichmann; quién, mas alla del lenguaje estereotipad~ del
mismo, .. habla al munda y a la historia?
188
-Fel man Jo dice con todas las Ietras, en un esfuerzo casi
intewpe~tivo, donde marca·su c!iferencia: "el c~gceptq de 'ba-
nalid<!d dêl mal', no solo lo veo en la nueva·categoria cje 'c_ri-,
mil)al d.~.sprovisto de.m6vil', sino también en el factor com-
pleme_ntariq, a la. vez juridi-co y politico, que constituy~- 1.!'
S\IP.erposici6...n, a esta ausencia-de rn6vil subjetivo, de un~len·:
guaje artificial (nazi) hecho de clichés reconocibles y consti-
tutives". Es inquietante esta formulaci6n. Es verdad todos
los t~stimonios afirman que el lenguaje -e~tereotipago de
. -
Eichmann hecho de una-jerga burocratica· de·la.administra-.
ci6n y de la ideologia·nazi, era sorprendentemente p~J:>,re,.
pero este-hecho .. es propio de toda lenguaje de ordenamiento
y de sujecion plagado de formulas inyuntivas (la orgag.j~.\1-
cion del-lenguaje yusivo sobre-la forma imperatiy'!-) I!ropjo
de los discursos monotemâticos. Es verdad, que segul) e~tqs
testimonios, las formulas-congelad~s y parodicas- "leng1J.a
de robot" dice Felman; resaltaban en las contestaciones de
Eichmann, hecho qti~ s~rprendio a Arendt, pero esta orgggi-
zacion no pu ede ocupar ellugar de mo'!il. Quizâ u1_1 caso be-
nigno de afasia, pero esto no invali_da la respons'!l?ilidad pro-
pia del sujeto. Eichmann no era un loco, era un '!s~sino con-
vencido_ de su tare a· y por ~nde le cabian tocjas,!_'!§ô re_sponsa-
bilidades,legales y morales. El hecho de que ca da !!.IW d.~ elias
se organizaran en esferas diferentes y no coïncidentes· es
porque la ~sfera moral es sie~ pre mas a!Jlpila y de...bQrd~ la
esfera del Derecho. Es ~sta d!~!Jletria la que prq_d)lce l_a in-
terferencja;entre el Dere~ho y la l~y Moral. j<;l "l_!ll).gu,,.je d§
los locos" es,el)fatico, P\!ra C~!lrJ!\t\\neri!l, pero en él emergen
todas las pasi.!'nes. J,.a ige" d_~!a l~gitjmidad. de un derecho.o
de una habilidad no cirçg,n~.Ç_ri_be Ia_esfera de-la,accion y del
orden!!miel_l,tQ. lCqm,o leer juridicamente un crimen de lesa
humani<!"d e_n·donde ese crimen barra todos los codigos y
protocoiQ_s !le lec_tura? Si-:Felman rescata historicamente a
Arel).c;lt, ep tanta abre la via para una re.flexi6n sobre la ju-
risprl!dencia de estos crimenes;.nunca-borrara la culpa hi§-
189
torica de:los·mismos. Los."teatros de justiêia" tie-nen camo
finâlidaa exporier. .'muiidialmente' los crimenes 'y a sus eje,
cutorês, pero corren eJ;tiesgo· de ·su espectacularidaa: La jus-·
ticia convertida en espectacülo ,bordea tantola representa-
don publica camo la ficcion dramatica. Los diarios, lo-s tële-
tipos;'las radios, difun'dièron tôdos estos encuëntros y todas
Jas posiciones: er an 'discursôs sift1fa'chada. Los juicios a los
responsables de la dictaduTa afgentina mostraron el rostrô
de los responsâbles, pero co mo sabenios la justicia es cie·ga y
nà· via" là que tenia 'que ver. Félm'an'/no 'puede men os· que
aplaudir sobre el éxito del proceso camo acontecinüento·ju,
rldico,"hecho que riuncâ:augu"ro Arendt. Felman.mira en pro-
yeccion historica y pone.el "final" en el futuro. Arendt vi via.
dolorosamente el prèsente y queha·unajusticia inmediatay
uha jurisprudencia real'. La cmïdena d~ Eichmann'no la con~
formo· en tanto·sabia que se jugaba'n intereses politicos en . el
Juiciô. I;a"reivindicaci6n de·.raiz entre !_a"jurisprudencia'y'lo
poli ti co, en la"'linea-dé' los actûales. estudios que intentan
rëd'êfinir: eJ;concepto de "lega:!idad" {Cf. El movimiento
"critic·a]legal studies"; James Boyle, The Politics'of Law: A
Progrëssive Critic '1988) no.-Ia;·âlcan·zo por razones de
diaêft5riia, ?pero"· sus' reflexiones··abrieton la rut a· parâ-· estas
.... ._, .
nuevâs posiciones. ... ...
~ Si'Felman a pela a Freud" para rëêôr.darp'os la logica de. la
repetiêiori que Ie:provee' una foriÎ:nilâ âtrayente: "un a com-
pulsion ii la·repetici6n juridica"/quê I: permite an~lizar de
otra.iûânera las estructuras de sigiïificac[on jurid1ca trau-
rrlâticâ: d~~ûri proceso presente, pod-rîaiiîos.iecqrçlar, en un
seritidô mâs ·amplio·.pero.recolector, la formula-de :l\farx en
'El 18'BrumâNo... ·apelando a :Hegel: "Hegel en alg>in lugar
hace esta observâêion 'de que todos los grandes acôhfécj_mien-
tos·y -person-aj'es ·liistoricos se·.repiten por Jo menôs .dojl ve-
ces. Ha" olvidâ'dô agfêgar, ·]a prilnera vez comô 'tragêdia, la
se gunda eonio~farË!â". Am bos dos-postulan estas "cualidades
hist6ricas", en el ca§o de. Freu4 se encarn3.n en)Hî repêtici6n
i90
entel}dida camo la dialéctica entre· "automaton" y. "tijé" (en
la ip_terpretaci6n de Lacan), ·y en, el casa de Marx, camo unar
qu_a~i-nècesidad.retorica, que convendria mâs a la interpre-•
tacion de la discursividad historica. Y mas allâ de la
recurrencia "pretendida" de la historia, el hecho,del affaire.
Dreyfuss, del Holocausto y del "casa" Eichmann, permite in-
terpretar los organismos internas de la Historia 'camo suce-1
sos "biol6gicos" que informan transhist6ricatpente los pro-~
cesos historicos. La Historia ·se teje con violeJ?-cia, agravio y
criminalidad; la guerra no solo sostiene los breves .peri odos
de paz sino-que es Ja,Jogica interna de su mecanismo·y,el
fundamento. del contra ta social JMichel Serre~, Le contrat
naturel, 1992).· El proceso Eichmann elige pro~unciarse co mo
profundamente original en relacion con los procesos ante"-
riores, al superar la cadena que legitima. El desacti_erdo fun"
dam entai de Hannah Arendt se basaba en el hecho de soste-
ner que la jurisprudencia no podia focalizarse en la victima,
opiniOn contraria a la de Ben Guri6n que queria pronunciar-
se por el "espectaculo" del Juicio.: desmontar la puesta en
escena• de losccampos de concentracion y los •rigores de la
victimizacion. Hannah mas,recoleta en su propuesta y que-
riendo· ech·ar .las. bases de una·jurisprudencia re11ego del es-
pectaculo y se remitio a la·accion·positiva de la Ley.~~Esrque
Hannah ,olvidaba. quet,! a, tragedia clasica, en particular
Eurîpides, era la pues ta en esc ena de la L_ey? ·El mecanismo
de la Ley no solo de be ser demostrado, sino de~e ser mostra:
do en pur a efigie. La .teatralidad de la sentenJ:ia es lo que
prueba su realidad ~ontencios\1 'Y publica. Eh esfuerzo de
Shoshana-;Felman ·esta1teiïido pon su deyocion a la dis;
cursividad lingüistica· y por sm acercamiento semântico al
corpus legal. Si la Historia nos dice que la victimizacion es
ordenar el silencio,de, las victimas, ·privadas y a de palabras
para hacerse air ..,....una v~.ctima es ùrta ·Muda!.., el proceso de
liberacion.es ,"liacerla,hablar", pero también hacerla sentir,
capacitarla para la denuncia, es decir, que pueda escribir.su
191
propiac liistoria: un derecho de apropiaci6n de su propia his-
toria reformulando el testimonio y el valor social de la vio-
Iencia. Ese es un nuevo derecho, el derecho de las victimas.
y como.dice Felman, la.reivindicaci6n de ufi estatuto de su-
jeta de. derecho.
La.comprehensi6n del fen6meno dë parte de una escrito-
ra y pensadora judia americana.como Shoshana Felman, en
oposici6n, pero sefialando explicita mente que es la continua-
dora hist6rica de Hannah Arendt, con un perfil psicoanaliti-
co enfrenta a Julia Kristeva, a quien menciona .de soslayo.
L~ intenci6n de Fel man es "psicoanalizar el Derecho", la de
Kristeva, es psicoanalizar a Arendt. Si la pieza principal es
el Holocauste y las relaciones profundas de Arendt con este
hecho hist6rico, la posici6n y el juicio de Felman no s6lo son
mâs pertinentês sino mâs. acertados. Acierta en Jo que hay
que acertar: la conducta de los .sujetos frente a su propia e
intima otredad:-la barbarie homicida.
con-voca a los otros y al munda, coma Jo sostiene Arendt ape-
lando a Kant: el hecho de que el pensamiento sea una ver-
dad solitaria "solo es posible gracias a los otros" (Cf. Juger,
1991). El decir la verdad es siempre .un medio de decir lq
verdad, soportada sobre la menci6n (teoria de la proposici6n
mencionada y no significada en la teoria de Meinong) y no
por el referente. La relaci6n entre mentira y verdad no es
un compuesto, es un decir que atenta contra la afirmaci6n
bâsica sobre la que se sostiene toda enunciado. i.Es que la
justicia de los hombres (la de la Norma, la de la Ley, la del
Derecho) puede soportar esta alteridad? Por su propio régi-
men, podrâ comprobarla, pero no aceptarla.

En el-registra de la verdad, el mal es irrefutable Y en el

·nive! de la vida activa cuestiona la ética. Hannah.Aiendt,
mujer y judia, alemana y exiliada, entre Jaspers _Y Heidegg~r,
se sinti6 conmovida par· largo tiempo por esta mtervenc10n
que la habla arrojado a otros âmbitos y ~ otro t_iyo ~e
interrogantes: qué es la verdad (pregunta 6nhca), qmen he-
ne la verdad (pregunta psicol6gica) y qué significa·la verdad
en relaci6n a la ·realidad (pregurita !6gico-semi6tica) y, en Notas
rigor, quién dice la verdad y a quién (pregunta ~ue podria-
mos caracterizar camo psicoanalitica). Cuando Arendt cues-
tiona: i.quién era yo para decir la verdad? y la cantid~~ 1
Los textos mas ambiciosos de Hannah Arent son los textos filos6ficos y los
:innombrable de mentiras que se dijeron ("E!.segundo surg10 textos "polîticos", pero su cultura literaria es universal y direccionada fu!;!ra de
·de la sorprendente cantidad,de mentiras que se dijeron uti- cualquier forma de "dilettantisme". La abundancia de textos lier"arios es propia
de un espiritu curioso afectado por "la belleza de la inteligencia", par supuesto, y
lizadas en la controversia ~tantü en Jo que yo habla dicho por muchas razones, Kafka, pero también Nathàlie Sarraute, Benjamin, pero
camo de los hechos a los que me referia-", cf. Arendt, 1968); también el "odiado" Adorno. (No bernos podido registrar ninguna cita ni comen-
•podriamos recordar que la verdad in-vocada (dicha) Y que tario sobre Sartre, pero el mayor olvidado fue Trotsky. Quiz<i esta "amnesian se
deba a nuestra in-competencia de lectura).

192
193
Bibliografia
Justificaciôn
La edici6n de las obras de Hanna~ Arendt ha presentado nu-
merosas dificultades por la disparidad de las lenguas empleadas
y sobre·todo par la variedad de las traducciones operadas sobre la
confecci6n de numerosos textos. En este casa, aprovechamos las
ediciones a nuestro alcance en diverfiaS bibliotecas Y librerias de
Europa. El hecho de que el trabajo se baya realizado en un cru,ce
europeo (Leipzig, Parîs, Valencia) pe~Ihiti6 una consulta aceptable
de textos, hecho.que justifica la proliferaciôn de textos en,francés.
Amie! Anna.1996. HannahArendt. Poùtiqueetévénement, Paris, P.U.F.
Ar~ndt, Hannah. 1958. Rahel Vamhagen: The Life of a Jewish Woman~
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Chicago University Press. , ,
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1~ époque du romantisme. Paris, Tierce. . . . ..
Arendt, Hannah. 1987. Los orige,nes de~ totalttansma 1. ~nt~s~~zllsmO. .'
Madrid Planeta Editorial. Trad. Guillermo Solar. Esta ed!CIOn rep~
duce la'versi6n inglesa. La versiOn francesa posee dos pr6logos de la.
autora muy importantes.
194
Arendt, Hannah. 1990. Hombres en iiempo de oscuiidad. Bârcèioni, Œciisaf
Arendt, Hannah. 1995. Correspondances(1926-_1!!69). CartaN" 297. Paris:
Payot. Trad. Kaufholz-Messner. -
Arendt, Hannah. 1991. Auschwitz et Jerusalem, Paris, Deuxtemps Tierce.
Colecc. Agora. TraducciOn de Silvie Courtine-Benamy.
Arendt, H~nnah. 199l.EzChmann à Jerusalem, Paris, Folio.
Deleuze, Gilles. 1970. Proust et les signes, Paris, Presses Universitaires de
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Pennsylvania University Press. '
... .... ~- .
...,.. ,
195
 ·La elifermédad dellenguaje
(Sobre El Inglés, de Susana-Cella)
1. Los saberes sofisticados de la pampa argentina
1 En el aiio del Seiior _de mil novecientos naveil ta y ocho
': 1 aparece un libro de poe:nas de Marcelo Diaz titÜlâdo Berreta,
donde el iîllreo ci'Sne-=de-D3.rio Sê transforma, transforma-
ci6n ret6rica y maciza pero impertinente, en ~ciSne de ce-
menta", ClJY!! l:llancura_retieente Y s"9speç):10s_a_y _ s_u baluarte
preceptivo "pu eden acuiiarse en el _folletin" gauchesêo. La
gauchesca primitiva, la-gaÙchesê!'-clasi!:a'y reformadà, los
aVIesos criollismos, Iâ.....iâuChê"Sca~bêrrueca y~la "barrosa", y
es alli don de la forma se provee de la filigrana -modernista
-"el cisne de lt!~. alb_a" de "Blas6U:·de P~tig-"es loque va
desde eL canto desangrado y provocador de la fàlletineria
farsesc1i del sainete criollo, de'sde las '~fabriqueras!'-dél me-
lodrama barrial, hasta los "versos berretas" q'ue destituyen
tanta el canto camo la muerte del cisne-signo (Cf "Una lec-
ci6n de literatura", en Nicolas Rosa (1997) Los tratados so-
bre Néstor Perlongher', Buenos Aires, Ed. Ars), alli donde
conviven en aventuradas prosapias Peter Ranke y Roberto
Galan (-Y, i,de d6nde es Ud., querida? -De alla, del sur.
-t,Pero de qué provincia? -No sé si es provincia, son cha-
If
Il
cras (Yo me quiero casar,·i.Y· Ud.?). i,El ultimo escal6n del
abajo -Jo bajo de Jo bajo- toc ara fon do? - ·
El Inglés de Susan: a Cel!~ vuelve ": proponer el e~ig;,_a
-enigma hist6rico- de la apropiaci6n del campo argentino
en el campo de Jucha de lo r~t6rico con la diferencia ingle;a,
El inglés hereda las preguntas y las inutiles respuestas de
El Inglés de los güesos de J.3enito Lynch. Los "forasteros" s~n
ajenos, por momentos avec~ndados, son forâneos atrapados
par la llanura -camo Hudson, coma Cunningham- y por el
acontecimiento moral,provocado par la posesi6n de la belle ..
za rustica y par la "belleza virginal" tanta de 1~ tierra coma
de los cu erp os. La rispid~ ti erra pampeana purifica, com~ el
aire fria, la licencia y la sexualidad atrapadas por la r!'t6ri-
ca. En amba~ n~ye!!l,,s,.Ja descrip~i6',1 de !o_,j_!!.g)~'L:::.<!~l in~
giés- remite al lug!lr çomun y al estereotipo fragu!!do en el
i111aginario am~ricano: rubio, largufsimo cuerpç, ..Qftcucho,
cierta languidez inoculada por una melancolia cristalizada
!.':~la "psicoJo~~ 4~ l3:,s~naciones" d~} positivis~o:--;; ~~rres­
ponde con el "roqrl>,o anglicus" de Mrs. Cran)y (If/ Inglés). La
poblaci6n par~'!ii.Y.a de-El Inglés de los güe§OS: ~ripllos, ga;
llegos ("el g\':v.egu,i.to."), los ingleses, se moderniza en El In-
giés en' las n_uev~s migracion~s: i~gl~;eê;__pei~ ~ta~Qién "tur-
cos", rusçs, prçmetiendo:alcanzar_lq_s "J§lponese§" y "pplacos"
de La"lJ2orghini-(La causa justq);Ei "g(lyegujt9" de Lynch
anuncia Jn apropiaci6n criolla-.<!~l__:trog~Jjto" c;!e Zelarrayan.
En el jy~go_ de lainfancia;aparece ~na n:ueva IIlOrbilidad, el
discur~o de !a sexualidad --infantil orient;! do Jms.ia. un a per-
vers!Q_:q. ç9_mpartida con ~ir3:, -~on C!J.rr~r'!, .. çqn ~erlongher,
ahqr;1 ~las ica. Los niiios -,-f~~_ra·d~Ja•l,!'y s~xual; pres a y·de-
pr~dador ,al mismo tiempg- son l11_g_(te.dad absolu ta: del Otro
humano.:y marcan una fo_tzn_a narrativa ajena·aJ .. protocolo
lUerario, salvo que se-_tosJfig1].re como_crecimiento n~turai:"'
En.el nivel;·qe la org~giË:~.~iôn narrativa, l~s cart~~' :las
citas de, poe~ as y d_e_c_ap._c;_iones_incluidas.aparecen en las dos
novelas; en la descripcjj)n, un significante primo~d\~1.-_el mate
197
 cimarr6n (en El inglés "ya" no se toma s-6lo'mate, se ·bebe
whisky, camo e·n La china de-Bizzio-Guebel se come "polen-
ta"), propio de la gauchesca, del criollismo y lue go del tango
hasta la "gauchesca psicaliptica" de Le6nidas Lamborghini
(Odiseo Confinado). En El Inglés de los giiesos, Deolindo
G6mez, "media enemigo de las mujeres", crîado en el ehtor~
no femenino (madre y· hermanas), en· donde las ·hermanas
asum'en la "varonfa", qùe son el subterfugio para que Lynch
despliegue en un a novela "criolla", un relata mitol6gico gfiego
en v'ariaci6n neoclâsica y lugoniana: par su castidad y par su
indif~rencia frente a las'mujeres'; Deoli'ndo es ef enmÏciado
de un enigma -el' unico en un texto diâfano- organizado en
el texto: "gozaba entre las muchachas del pago de una bien
cimefltada fama de Hip6lito, y entre los hoiilbrés -mâs seve-
rôs sin duda-·de otra ·cierta fama que ii ô hubiera contrib'ui-
do de manera aigu na a Ias ·lacuras de Fedra". -La introdûc-
ci6ii de este enunciado cuita -liï.versi6n latinizante âel niito
griègo- no solo resulta extraiia a los saberes de la narraci6n
cdollista mâs propicia.a las f6rmulas·afr'ancesadas mod'er-
nas (Ricàrdo Güiraldes), sinoque, mâs àllâ de•hi perifrasili
obligàtôria para indicar la que no se quïére.'de'cir pero ~e.
dïce,fFeô·rganiza nuevos inicl'eoS de.narraêi6li, los· enfreteje
de atra man er a y al mismo tiempo.los coloca fiente a la tra•
diêi6n criollista en at rai perspectiva:' dël "gaucho ladino"· al
"gau"cho latina", desde E'u~fpides a- Racine pas and a 'por
Sénecâ, to"dcis recordados par' Pâssolini. Los iescoldos de
cilltura romana en la pampa argentina.. ' Y en la trama, no .hay posibilidad de gen~rar movimientos
El inglés de-los giiesos se publica en .1924, el criollismo
se ha'trïüîsfcirmado en un 1material de diêcioriario, camo
·I.;arreta, ca·m·a 'en Güiraldes, y en men av riîedida ~"-~~e,v••v.,
pero en estê casa, teiiidas·:de modernismo sobre toda en
descripci6n,-pdsee·.un~aura de "sencillez oratofia".énjla
ciaci6n>dê sentinïientos y•de las'afecciones,.hecho que
<sistirâ hasta•Ja·p"oesia sencillista del cu aren ta~ oponiéJadosl
a la ret6rica criollista ·del primer Borges poeta.d . . •
198
1
La Jucha genérica entre la "novela pseudo hist6rica" y la
"novel a de conquista" amp'Clrada par la "novel a colonial" con
un tinte g6tico (La novia del hereje de Vicente F.• L6pez), en-
tre la "coplita criollo-gauchesca" y el follet6n de las novelas
de aventuras Y de viajes a la América, engendra una Jucha'
poli ti ca de los géneros. El ~ur de los del Na rte -el Polo.Sur-
y el sur de los otros norte.s, en El Inglés es el punta axial
donde se juegan las politic,as del trabajo extractivo y de las
negociaciones y aventuras teXtuales, en tanta los textos se
confrontan Y se enfrentan en sus estrategias -.a veces estra-
tagemas -ret6ricas coma un duelo criollo- un a variante uni-
versai de las literaturas comparadas- con el relata popular
barrial, cuyo ejemP,la podria ser El r~sal de la~ ~uinas de
Belisario Roldân (!Jf. Nicolas Rosa (2002), "New expeditions:
itineraries, migratio:r:ts, excursions" en Diogenes, No 193, Va-
lumen 49, Oxford).
La abundancia de nombres propios acarrea un fnerte y
azaroso movimiento en el relata y en la trama; e1,1 el relata,
la superposici6n de funciones narrativas que intentan con-
tribuir al desenlace de la trama no tiene lim,it~~. y es en la.
figura del lector ~de la lectura- donde opera el régimen de.
probabilidades ~'i' ,retrogradaci6n generando ~1 sistema de.
expectativas, çua9-do comienza el relata y cuando- termina,
instancias que .s~lo p,ueden verificarse en la l~ctura. En ese
sentido, la novela es uila novela experimental en tanta no
hay indices d.e finaliiaci6n: la proliferaci6n es incontrolable.
accionales que le den "carnadura" a lgs pe;sonajes, s6lo pre-
domina la adjetivaci6n cualificante q'\e opera camo un "so-
bre-nombre" -=un Apodo-.que los;ep,Iparca y los seiiala, pero
las acciones previs tas s6lo son "nomb-res" que remiten a un
accio!J-ar pasado o a una actividad remota, una arqueologi~
pueblerina. Este hecho faiJ..ta~matiza el virus morta!: la nos-
talgia Y la,melancolia. j!:l "p10rbo anglicus" contagia a tod.os
los "personajes" de la nov~! a coma el reducido "gr'} P.O ingÎés7
 imperializa èl texto en contra de los criollos, naturales y
~~~ri~ 1:
~ . a ,e~
ca;.bi6 el nom~re del primer fundador Erodemo
e_rez, al decn de Don Ternir, que presumimos
avecindados. El "juglar tel uri co" -Don Juan juega la ultima hab'~ l~ldo f!ten ajios de soledad. Este puebla, siguiendo la
payada (/,la U.ltima?) frente al "viejo Mailes" que no puede tradicwn <)gipcia (/,el obelisco o la piramide? -·a t ..
conseguir un "traductor" para poder entablar un juicio por c1a?- · th · · 1. z eca o egip-
. . ." ~e . os pr~ental yersus ethos romano?). (Cf. "El oro del
la muerte (/,asesinato?) de un caballo-. La pregunta por qué hnaJe .'ver supra), de los pueblos americanos no fue , . "d-
matan a los caballos (Horace McCay) tiene dos respuestas, a partir de una_piramide sino alrededor de u~ . d enp _o
ce a d d t• - a,p1e ra rosa-
la de Ellnglés co mo aventura lingüistica y la de Nadie Nada op. __ e e.s an escntos los desmedrados pal: . t os d e
h" t · · 1mpses
Nunca (J.J.Saer) co mo res pues ta politica. La respuesta poli- S\! . ls _ona alde ana. La ~ove la es al mismo tiempo la histo-
tica en El inglés esta en"el rio ancho y ajeno~ camo cruenta ~Ia I_ncdiedrtda de ~u fundact6n y el menoscabo producido por la
desaparici6n. En ·la pagina' ci en, el narrador, en desconocida tm pte _a el viento y la desilusi6n
p .
y enigmatica tercera persona di ce: "Si no fuera por el secre- OCQ a_ poco, el texto ,se va transformando fre n t e a nues'
t ·
ta, de "nada" valdria-la pena de contar "nada" (los subraya-
blros "OJOs.!Jn el relata . . de la Jundaci6n de un pue bi o - d e " pue--
dos son nuestros) en d'onde se enlaza el jeroglifico de la na- os - que convtrheron a la pampa en ' un ma r d e emgmas
.
d b . 1 y
rraciÔn: el grado cer~ del sujeto de la narraci6n (/,quién na- e so _resa tas, de a-.:enturas y peligros, de hermand~des
rra?), el grado cero del predicado ê1.a quiénes se narra?) y el de tralCIOnes, de agrupamientos y soledades. El enigma d~
grado cero del circunstante (/,d6nde, cuândo,-se narra?), y al su fun~ador dobla y legitima-el enigma de su fund;ci6n L
mis mo tiempo la au t'ara "estab.lece la equivalencia entre se- fund~_ci6~ ~ital6gica de Buenos Aires se confronta con la fun~
creta y con far, y en tances la pi-~gunta seria, por qué y para dacwn Icomca ~e los ruinosos y cenicientospueblos del in te-
qué contar. Pero· en Ellnglés, el secreta, respondiendo ~ upa 1 camo el frw se opone al cal or• coma 1a meve
fnor, . se opane al ..
venerable y reconoclda trâdici6n, èstâ a la vista, alli dônde u gor _sol ar, camo el par~mo a la montana. La loc"ü~cldad
na die Io vera. 'Las ca'rtas, las-latgas cart as de William a ~orgtana funda ~ueno~ Aires en la transp_arencia eter~a del
Rudolph, cartas no robaùas per~ Hnunca'leidas, cartas.-que agua y del aire y deja estéril la fundaci6n <;le los pueblos
n"a alcanian su destina -pasarân a constitüir un manuscrito confederados, ~quellos donde ya,habia pasado todo el tiem-
g6tico o quiza un archiva desmei-ecido por;el· polvo -y el po
· y se . canverhan
. en polvo ·o en sombra · y par so b re e 1 ma
. pa
tièmpo. ~ -~ ' - ' lmagmana se desliza una disputa;literaria. Elagua y el··..
La dÔble fundaci6n de Villa Gantera cumple el destina de ;~ ensombrecido vértigo de l~s olas mezel a el ag.;-a Y.ill~~~=:
las fÛndaciones· americanas, co mo Buellas AireS, co mo Sà.ntà a para fu nd ar un terntono Incierto, un a "cié~~g~ b~rrosa"
Fe, implica, co mo en la dup!icidad de la gemelidad, el ·pro- donde se enfrentan dos corrientes como se confrantan la~
blema de la progenitura. 1.Cual vale, la primera o la segun- ~-'ll:s del Parana Media y el fingido pli~gu-;, -~~eanico del
a·a? 1.Y el problema de la denominaci6n? Villâ·Canféra se Üa- /o. e la Plata, convertido PO! ,los n_g~vos ~fluent~s de la
hto piimitivàmente VÙla- Orilla, pero Ramirez Olasa, que Itera_tura barr?s~ en un sumid.~ro Qg ver~ os y .de letras ro-
inôdific6la "ver"a hist6rica" del "irêrdadêro·funaador" de -La caces~ barqUI.~o
el ep.~l,lê!\O tJo~glano convi~rte
rosad.o del se
Orilla, mir6 a :su alrededor y descubri6', co mo un ·nuevo :n el ~arcucho de Zelarray~n q1l.e desemboca en el.procelo-
Champollion, la "piedra roseta",la veta de un marmol o gi-a· o y fehdo mar de_jas ~'!!.g!'ZQ.s. (Çf. J.L. Borges, L"a funda-
nito·, una.verd~dera "caiitera" donde podria apoyarla ereè-

201
200
Il
i
ci6n 'mitoldgica de Buenos Aires; idem Zelarrayan, La pie! de
caballo). Si'el texto de Borges dice"lajuzgo tan eterna camo
el agu a y· el aire", Ellnglés ën'réplica insolente: se pretende
"infini ta, eterna" para recordàrnos que la litera tura no s6lo
inultiplica las fundaciones, sino, que a la postre, las niega.
Buenos Aires, en·halito r·omano y virgiliano, fue fundada·dos
veces originando en Am érica la contradicci6n de las "do bles
fundaciones" y;por ende, de la doble paternidad. La réplica
de la doble fundaci6n contradice el acto definitivo de la fun-
daci6n que·corroe los fundàmentos•hist6ricos de la 'literatu-
ra plateresca. Desde Del Barca Centenera (La Argentina)
hasta Borges pasando por Echeverria, Rosas, Sarmiento,
entre el gesto y el acta, entre el bàn'o (barranco) Y la sangre:
"Nunc·a le fue ajena la carme, de ve'rdad en ella la sangre
anduvo siempre mezclada con agu a del rio"' desde el "mata-
dero" •hasta la "sangre derramàda" transcurre la Historia y
la historia de la literatura cori16 verdadero apremio tanta de
lâ venganza coma del castigo. Furidar sobre materias tan
muellês, tan fofas, tan cenagosaà, tah "I116viles"· convoca la
~isgregaêi6n' y en· ultima instariciâ', la disoluci6n. Borges,
alquimista, mezcl6 el agua y el airiî; Perlop.gher, paranaense,
eligi6 el·barro.'Cella traza un mapa de esas elecciones eli•
-giendo uria "tercera vision", la de los hermanos'isleiios Y nos
·proyecta hàcia 1,1~ 'pliegue de ordèn 'politico dentro del arden ·
natural: lâ bruma gélida que cubre, desde siempre casi
plèfstocérticamente; las islas Falkland.- · •
'El fûndâdor es el que di ce: "Yo no dudo"; a quel que es
vocado pôf Balaguer, el "bibliotecario" del•municipio'que
elreservorio de toda'la historia del puebla y·a!'mismo
po su "esciibâ~ en tanto director del C~'ntro de· Estudios
-periores de'Vil}â Cantera· y comentarista'del di~r~o del
·blo.;"El Crori6logo", i'eâbsorbiendo en su personaJe la,
'tura y là historia del puebla; la cr6nica es desplà:tada por
•cronologla 'y entra eh colisi6n ·con el prèsuiito a·rchivo
Bupny Pollidor, aquel que inte1,1ta' contai la' historia de
202
fundaci6n ;tmer_icana de Viii!! Cantera y de la fundaci6n in-
glesa de su territorio textua!. La historia <;!el-puebla es lo
que ya pas6 -i.f'!ândo, d6nde,. ~l'- el Norte de la isla brumosa
o en el N!'rte del continente expropiador, 0 \l.~ el Norte d~
nu~stras praç.leras y meset!l.s desiertas?-. La novela se
esc~nde en u:g.,".extravio", l).a p~rdido su "norte" entre los im-
p~nos: los_ CQ.l}tmentes y las is_las, entre las preguntas de las
historias -l'! <!e Willi~m,_~l que vive las aventu:ras-, Rudolph,
-el que cu~nt~ las historias-, y Pollidor -el qJie las lee-. El
rela~o se di~I!\,l.rsa e~tre,el exç\,lso (de William), la,deriva (d~
Polhdor) Y el !fe.svarw (de Mr~. Cranly). El teJ:<!o que lee~os
twne un dobl~·pasado, el pa§~do textual que se reconoce en
sus ance'!_tro~ textuales, .y ~1 p_asado familiar ql)e se des plie=
ga ante nue!ltro,s pJos;,el prim~roapela a la so!.Ilpetencia lee-
tora, el seg!!n.<fp a nues_!;ra r.el!!ci6n emotiva con los vestigios
del desamparado desierto. Y.nos itineran del Na rte al Sur
otros migra_l!. al .Sur y otro~ P!'rmanecen enterrados corn~
huesos f6~jl-~s .en el Sur del Sur.,La paleontoÏogia fantastica
es la regi'!.11 en donde §e e,n!'_uehtran el Fap._!asma Esqueléti-.
c? ?, el ~-sp~_ç;tro Fla~o, D'!t'Yin y: los "hue?os .de la prehisto-
na , el Il}gles de los _gü.eso.s." y Flore!! tina _A/neghino.
El _relat<?_.de la,ca<h!<;!il'ld.trasciend_e l(l_tradici6n literaria
para mveJ!~Irse, en ·la aceçhanza de los P.Ueblos del interio;
de los ~oblados polvorientlls, de los c~~pos secos y de la~
mortecm'!s luces que §le' aJisban, quiza al p_aso de un fugitivo
ode un forastero. Per_p lJI__ pampa es primigenia, preexiste a
toda quehacer o !Iacie!l<ht, anterior a to<!a poblaci6n y des-
barata el paso de la historia .. El relata de Ellnglés esta des-
centra,do por los apa_rti\gqs text~ales d~sp.;rramados sobre
~n espacio reco~rido par ·minûsc!!Jas ar::>-_!ias salidas de ~n
Impr~ba\!le:relato principal -el reJatq_d,.!' la memoria no tie·-
ne O~I~nta,ci_?n·,_ ni "!ntes pi después_y ~olo esta regi do par las
remi~Isc~pcias y el ~lvi<!o de los. nexos-. Si la t-;;la d~ 'aran~
;s la Im::>-ge~ crista_!izada deJa im_2g<;,p del text~-te~t~ sob~e
exto, qp.agu?.~Io_.~ob.!f} ~Elag_i_narjo;:, si_!llult~n_e~m~nt~ exi-
203
ge la relaci6n filiforme, reticular y rizôfuâtica de los capri-
chas, de la desmemoria y de los vaiveiies textuales, nuevas
sucesiones, nuevos engranajes,~ nüeVas proliferaciones. El
mismo manuscrito -mantiscrito encon'tÏ'adô coma herenéia
deforme del g6tico inglés (Mary Shelley o Polidori, 'Anne
Radcliffe, quizâ Walpole) o del new-gothie americano (W.
Faulkner)-, es una tela !lena de aiiadidos Crec'ûérüo's), de re'
tazos (menciones), de recortes (alusiônes), dé zurcidos (ci'
tas) o remiendos (plagias). i,Qué sïgnifica un "inàntiscritb"
sino una maniobra de la mano para fejer una urdiffilîrè ih-
c6gnita? i,Es un documenta probatorio de la verdàd de la his-
toria camo en 'el casa del Padre Quesada de El Entenado (J.J.
Saer), 'ode la incertidumbre de la narraci6n cuarido existen
dos manuscritos· di versos y amànuenses camo ëîi L'a Iliûèn~
ci6ïz de Morel de Bioy Cas ares? Quizà implique urla explica-
ci6h y·armismo tiempo una renuncia a la aêtividad del féx'to
que sé estâ escribiendo"y una contradicci6n de-la "aùto'ri'
dad" d~-rà'historia que cuenta el texto. Es tlimliién:un· pioce-
dimiëiito de "traductibilidad" que· alcanza .su cêlëbràêi6ii ên
el relafo g6tico ·y se' aêentua en là "dësautorizaci6ii" de los
relatas cô'ntèmp'orâneos. Pero la historia en rèlaci6n a la
Historia General (la historia:americana, la hisforÏa'argenti'
na;la'!iistoria-üklaïnmigraci6ii, la historia d·e 'los "pue !il os
del interior")" es· umi' historia fedêral que se confronta' côn
una histôria confederal y con una'histària universal;· ui'îa
historia âldeana ~Y el"encuentro de "costumbres y lenguas"
en disoluci6n. La tradïci6n dê las !iteraturas ·en sus fornias
débiles -no- camo canon iii' coma influencia ni intertêx'-
tua!idad ni siquiéra ~omô reêortocimiento- estâ"êngerîdrada
en las lêcturas desfalléciéntes, desagregadas; emergentes de
unà Iêctura dis1ocada; fueia üe la cita o de'la ejemplaridad
que'lntegran'Jà liturgïa'litëràTia. L'a parte'suieiia dê la.lite-
a
·r;.tura ârgentiria -el: sur anhelado de Sâ!lato, el' fria· livia la
im~ginaci6n'êalènturieÏita"-; o el süilacunar ae Goyanarte,
él sur invisilîle;y:silenciôso·de M'âllea, o mâs'ruti!ante -la
Cruz del Sur~ de la pain pa de Carrera, o el viaje fantâstico y
mediunico de Aira -la colegiaci6n sacrilega de Pringles- o el
sur de Puerto White <Ie là magia sast'téril de Libertella, es el
Sur de Cella orlado por la bruma fluvial londinense apa-
gada por la niebla oceânica· y tenébrosa de la pampa· ar-
gentina. ·
i,Desde-d6i:lde se-escribe la historia d'ela tierra argenti-
na, del territorio enajenado o desde la desterritorializaci6n
acelerada? lDesde adentro o desde afuera, desde el conti-
nente hacia un exterior, o en un intermedio entre el âquf y
el allâ? Los "pueblos del iiïteiior" son hablados des de èl ex-
terior y contados por los propios habitantes o por los desalo-
jados, pero desde allâ, desde la capitalizaci6n onerosa de te-
mas y argumentas, de aventuras y de intrigas, o desde la
legitimaci6n de la exteriorïdad absoluta, allende el mar. El
relata argentino, un relato sofisticado de pura ironfa o de
puro equfvoco que intenta soslayar el lamento y la desespe-
ranza, es siempre un relata doble. El doble engendra la ile-
gitimidad (Ï,quién es el uno de!'otro?) y genera-el falla de la
paternidad textual. Los hermanos, los mellizos, los gemelos
son la autenticidad argentina en Jucha constante-con la le-
giiîmidad paterna: pueblos hermanos enfrentados en la lu-
cha fratricida por la herencia. El doble del linaje se dobla
sobre el "col or local" -tizne moreno sobre el pardo anierica-
no con una filigrana nfvea septentrional- que se pretende
"color universal" -una prâctica de escritura de la extremi-
dad dentro cje la villa, dentro de una poblaci6n tan borrosa
camo enigmât!ca. El enigma estâ en las profundidades
.
abismales ' ~omo yacimiento basâltifO o como "cantera"' de
piedras fundadoras, coma pregul'\ta: las respuestas estân
afuera, eri la rubia A)bi6n o en la frontera mâs alejada ... ·la
del Lejano Oeste. Uno <);e los brumosos personajes, Don
Villegas, cs el protagonista
, • 1 1
o lector de un• libro Ùn inglés en
el Medto Oeste. A la postre, Mariano Rosales seria -quiere
205
 seria- el protagonista del!ibro que habia-visto pero no leido
-lin inglés en el Media Oeste- un "western" casi-policial, con
la pretensi6n·de imponer sus humores y sus aventuras enel
puebla del !ejano· sur, camo un modela a imitar y quiza ser
protagonista en la novela-epitafio que de bi a escribir Bunny
Pollidor y que nunca escribira. Los manuscritos -"una copia
perdida en la·neblina"- son pa peles dispersados quiza par ~1
pampero. Pero la venganza -venganza amanuense- la esta-
blecera el malévolo y reticente Alcides Grau, él escribira up.
libro, "mamotreto", que gan ara en su versi6n francesa ·vn
primer premio en Mars ella cuyo tema es la Villa, que se·ll!l-
mara "Canterra" y luego."Estampas Argentinas", una mal-
versaci6n:del tema original que pasa del."argentino" al fran-
cés y del francés al espaiiol, tratando de reduplicar el dupÙ-
cado del manuscrito. Si la perversidad textual existe, y cree-
mas que si, es el manuscrito·que estamos leyendo.
l.
' .
'.
~· Eso.que se extiende se·llama desierto
·~
.o. ~r- 1"- ~ _, lo 1 .__...,_..
' - . El
-~ .
,_ Inglés -empieza
. con. la cita. de un conquistador,
~ .
Amancio Garrastegui, Memorias de la pampa, para evocar
el Gral. '
'o't~~~ conqui~tas, otras dominaciones, otras adquisiciones,
airas -~~cri'turas: d~·la re~Üdad ~}~·real. Este ;xe~go,ap~~~­
ce camo una ficci6n que planeara, camo sombra •
aviesaJ·en la
. '
pampâ pelada, sobre toda una,novela. No es la narraci6n del
desierto, es el retrato liter aria de un puebla, de un a ;'ma, de
un villorio perdido en la pampa, entre las salinas y el pasto
'seco:Cada persdnaje es el remedo,de un ap6crifo adelantado
qu~ viene a vérificar la ruina y la desolaci6n 'de un puebla,
'de "los pueblos•, de la llanura, d~ la ~pampa helada", del "de-
206
1
~-------------·-----------
sie'rto rasa" que circunda y conmüeve a !a.villa. El desierto
no la en ci erra sino que fa dispersa reponïendo en el nive! de
]a trama aquello -que ri ge en el plana estructüràl! ·atrae y
rechaza, atrapa. y destierra, encierra y devasta. El puebla
esta habitado par "personajes".y deshabitado par "fantasmas",
camo ocurre en toda novela del pasado americano. Los per-
sonajes mas visibles·· -no se puede hablar de •protagonistas
par el constante .régimen de aparici6n de· "nombres" que in-
tegran.una poblaci6n fantasmatica y" contingente- marcan
las jurisdicciones que presiden las zonas del téxto: la zona
criolla, la zona inglesa,.]a zona arabe, quiza-la "turqùeriâ~
sirio-libanesa; y la zona eslava. Estas zonas no .tiehèil el
mismo valor en la construcci6n del relata, la zona inglesa,
cuaniitativamente menor, imperializa al· grupo.cr'iàllo,- y la
es! a va se conviette en un apéndice ex6tico. ·La poblaci6n de
]a zona criolla esta integrada.;por: Pichoncito (Benjamin
' ' Mariô, quiza émula de Pich6ri), el irrespetuoso; Florita, lit
. '
imprecisa; Julia, el·petiso; Alcides Grau, el "falso" y re à! es-
cri tor del "mamotreto"; Balaguer, Joaqufn Calvo de·(biblio-
• l tecario, cron6logo;y.no cronista, luego ascendido en· la escri-
jo. tura a Doctor... en nada), Benito (quiza el bajo-nonibre de
'Die Verneinunff:. Lynch), Mariano Ros ales (el ~rey de la basura"), Odila Gafcfa,
Q Lamborghim: Dôiia Larissa, y el registra catastral seria infinito. Estos
' l
1 nombres son los que "ha bi tan" la villa. Los otros son "habita-
dos" par la· pampa seca y terminan par ser transformados
par èsta habitaci6n. La zona inglesa, dentro de un espacio
nomiriîll 'ë idimiiatico: Rudolph Crîmly, William Cran!y, Mrs.
éranly, Mathilda y Emily, las evocadas hermanas. de Mrs.
Cranly, Evvy, Jane, Mr. Sanders, el Dr. Johnson (el parecido
es obrà de Iii i::l.sualidad ... narrativa), o el ausente y olvidable
Sismond Soùr. L"a' zona inglesa se elabora sobre el sintagma
pseudo'poÜèia.I:fani:asiica: en ·esta novela hay gato.encerra-
do (~el de Poé.?) o··~l g'atà muerto a palazos en versi6n
pampeana y agrietada de la novela. '
• t 1 • -"'
••
1207
· · Aqui él misteriô es ihglés y remite·a la f~ntasii!agoi-ia
gotica, desde Jâne Austen a Oscar Wilde y Henry James,.Y el
investigador quiza sea Pollidor y el·beneficia"rio del "crimen"
es el tramposo escritor delmamotrèto Alcides j}rau.
La zona eslava esta integràda por Don Boris, Nina ':'""la
ni eve lej ana"- la prima Rubaroff, que· generan un simil·de
,eslavismo en la pampa argen tina. La imprecision de los per-
·sonajes estâ compensada par su.nominaci6n, en esta câso, el
,Nombre Propio; La Mitteleuropa esta re·p·artida por los
•eslavos del·Norte -quiza rusas blancos- que se oponen a:los
'eslavos del Sur, servios, croatas, eslovenos, blllgaros, los
eslavos "bajos". La encrucijada'esta·siempre enfre el Norte
y el·Sur, entre ·Estar:los 'Unidos y Am érica del Sur, entre el
Norte (se dice Mar del Norte) y la Argentina,,entre el Norte
del Sur. (Buenos Aires) y el Sur del Sur (la Patagonia). Entre
el principio, el comienzo, el àscenso (Dawn) y el desc_enso
oscuro hacia abajo, Jo. mas bajo (6hacia êl fin?) (Down).,No
solo se registran las antipodas sino también la confusion de
los registras del relata, de las voces narrativas, la intriga:y
la fusion mi tic a y quiza enrarecida -'loca-, de los "antiguos
pobladores". 1 se gunda término, en el fenomeno de la lectura, a pel an mas. a
·La~zona~arabe es la menas notoria, no s6lo par el reducido
•grupo numérico sino por la poca participacion en las instan-
•Cias narrativas del relata: Hareb, Nazer y el viejo Abrim
Bèngum. Su existencia tiene camo funciôn realizar la pre·
sencia de la inmigraci6n en la zona patag6nica y al mismo
tièmpo contribuir al conglomerado social de la nove!'a y mar'
car cierto exotismo en la poblaciôn narrativâ. • r El ries go del colectivo-es. su disgregacion. -El nombre, a un·
.,,
Cuando uno lee -recuerda- el, nombre del padre• Basilio,
que nà ju'ega n'ingun pape! actancial en la,trarria, se.interro·
ga sobre esta abùhdancia de personajes nombrados; solo son
dôs indicios de la demografia pueblerina que 'no tiene un a
'caracterfstica clave: no organizan una jerarqufa social pero
si un arden narrativo, su justificaèion esta dada por la pre·
1208
sencia vj_f?yaJ qy.e tJe!lllli en el relat_o, sç11 pu~ll ·pr~seq,ci~
declaraJ!va-.deJ.;uwrr;J.ciôQ qlJ~ ÜJj;ggr!! grl'PQê -e~tgblecidm;
por)a.sp.st_l!_mbr~ Y.·~tha.Qitq di' ca_§a, !'!. v~cip_d'!Q, l;J.·pelk
sion, el b.i'r- pero no conforman el nive! de la realidad .tex·
tual,~no son_ "~~r.~p~;~T~ê,;~i;~·"~q_~.b~~.§" ~ ~t.ê!mu}~Ü. Pfo-<!~~
ciendo un registra fanJl\smal_ de1 .reljlto._~a~il}vj_'1.il?ilid!!d (i.!'
la "familia ingle_sa" -entr_e: Lcm_drejl, E_~t!!_d_q_s !Jni<).os y la
Patagonia y entre -lQ. r~al_y el. "spe!'}.!_l;\).11"-, !.!!. (i!§gr_\)gaçion
constante.. jlel grupo d.el .!>ar -l,l_ni<!!l.S y d~_ê\l!l)(iQjl'temp_oJ:al­
mente-'-, la ·nebulosa eyocacion de personajes que forman el
"pasado del· puebla" .::el.régimen tribal y: preterido de un a
region dec·indioll. fab_ulosos- y- la rememoracion de un a
gauchesca sofisticada, que son citados -nombrados'- a partir
de un catastro-inestable que responde a una demografia de
precisa presencia,pero de-dudosa identificacion. La formu-
laciôn_ constante. de un a nomenclatura donde prima el
significante mayor c:_el Nombre _Propio- produce en primer
término una resolucion textualtJle-una ~xtensa_heteronimia
que absorbe la existench de los·p_ersonajes, .solo son: nom·
bres-dentro de una)arga __ aparicion~de otros nombres,. y ~l'
la, evocacion de la memoria .textual--que siempre .dudara-
que· a la pregnancia de,la caracterizacion,personal a través
del nombre. Mme,_Bovary es un nombre que pue de dar lugar
a otras·Mme,Bovary.,Mrs, Cranly es. un fantasma que,se di-
luye·en la pampa·:argentina. Es Jo que-va-desde la mese_t;a
del·realismo·nominal ..aJa.planicie.desértica e_ innombrable.
_que deformado, solo·es . reconocible por los ancestros litera-
rios·~que,_evoca·.-, -""" -:...~ -..:. :..:-: ..,:. -: :.~ ~ ,) .:.r ... -~
La proliferacio!' :de· nombres carcome-,los';contratos que
.sostiene el:relato.~~odemos presuponer,·que el contrato na·
rr!).tivo;.. enten<).ido como·un intercambio .. de enunciados que
tiene ."Il~ regl\'-s y p~o!ocolo;sint!'-ctico; y~ nive! -;,ocial, .camo
·un irrt~.rS.'!.IUJ.ü.o _de ·r~lajQs <:!.~ . s_uc_,!ldidos, de;_anécdotas. ·que
 responden a un a polîtica" de la enunciaci6n. de la trama dè
enunciados (contrato ficcional-el enfrentamiento de Jo real
discursivo-, el contrato de verosimilitud -la constricci6n de
la legalidàd para representar la realidad~, contrato de vera-
cidad -el combate entre la verdad ficcional y la legitimidad
de Jo verdadero~) puede ser interferido por· un contra-con.
trato que llevaria a sus extremos la ruptura de·las leyes de
legibilidad. En El Inglés, por la duplicidad de los componen-
tes (dos 'hermanos -~/.pero hubo un tercero?"), dos pueblos
(Villa-cantera,.Melody Spring), dos mascaras (la buena, •la
mala, 1.1a· risa, elllanto?, etc.) y por la invasi6n del mundo
hrglés dé. la n:ovela, por la ubicuidad de los "lugares", de .los
"siti6s", por la "desmemoria~ de la narraci6n, IR·villa_existe,
los poblados existen, lo's personajes existen, pero siempre
quedara la du da del "tiempo de su existencia". Las dis tintas
fôrmas de la êiiùnciaèi6n aluden a un pâsado pero nolo ubi-
can ëit el tiem·po: pasado inmediato, remoto, a. un •pasado pre-
seiîtè, eh tanto.la.fànta'smatizaciôn de los personajes ..cy en
ese sentido todôs lôs për-sohajes tienen distintos grados'de
espectralidad- Jo ubica en ün .pasado in temporal, como el
·tiempo originario y detenido de Pedro Pdramo.
'En la novela hispanoaiheficana de los anos sesenta pre-
dominô esta temporalidad quimérica ·que permitfa·la.incor-
poralidad dê'los personajes. En: El Inglés; es a incorporalidad
-no hay ninguna descripci6n:·del vofum·en de.los.·personajes,
s6lo lîay calificaciones'- es la tra:smutaciôn. de un "cuerpo"
en pur a nôminaci6n, pura.habladuria de. nombres que ha-
blan -con ironfa;· con socarronerfa, con.burla criolla o éon
·gesto de despecho- o-de. personaje·s hablados por. los otros
personajes que hab lan, denunciando:la ·presencia:de "perso-
najes-de"pàpel" que entablan discursos presentes .. mientras
la narraciôn evoca.las charlas, los chismes, las.noticias,,.Ja
calumnia,.el chis te: "ver ba popularis" ·"i.EÎl:qué Jecha~trans­
curre la acci6n:.en qué:molnerito del pasado'argentin_o y del
1. marco patag6nico -siempre lhimado Sur~, eh!qué:momento
2ÏO
se espesan los "espectros cambiantes" t.en la· voz
aguardentosa de Willie, o en la fantasia "apolliyada" de la
memoria melancôlica de Mrs. Cranly? Los procesos na-
rrativos de El Ingltis tienen un carâcter procesual de la ac-
ci6n que comienza a realizarse pero que nunc a .se defin~, la
incoacciôn esta detenida por dos fen6menos: la proliferaciôn
del elen co de personajes que y a bernos mencionado - "silue-
tas"- y el hecho de que estos personajes sôlo son reconocibles
por sus nombres, particularidad que descarta tanto la "psi-
cologfa" como el "carâcter". La apelaci6n constante a la "me-
maria familiar", a un pasado intemporal, impide la gru-,
~alidad de un colectivo, evidentes en el registro polîtico de
la novela hispanoamericana, pongamos por caso Cortâzar (El
libro de Manuel), Vicente Lef)ero (Los albani/es), Saer (El
Entenado).
El exceso de la palabra adjetiva, por momentos adverbial,
se transforma en un incremento semântico que contribuye a
la ambigüedad narrativa. Tanto el estilo como los constitu-
yentes del relato (intriga, acci6n, personajes) marcan un alto
grado de indecibilidad que apùnta allector. ï.Estamos leyen-
do un texto, su copia o su facsfmil? Dice la palabra del
narrante, aquella cuyo saber no se sabe de dônde proviene,
"es nomas, nomâs, que la distancia se !:)ace fuerte cuando el
original es esquivo y la copia se vende a precio accesible.
Hay dps cos as, una es una y otra es otra, y el reflejo que ella
quiere fingir no da con la imagen, la and a remedando". Qui-
zâ aqu_i esté el a~te poética de este_ tex~o para intrigar .al
\ector, y sa~.emos que.cada texto tiene el suyo. •
Esta novela vuelve a interrogarnos: 1.por qué la literatu-
ra argen tina de be precisar territorios y dominios narra ti vos,
desde Sarmiento, Lugones, .Borges, Güiraldes,,Perlongher,
Lamborghini, nuevas tierras, nuevas nomenclaturas, nuevas
demografias a describir? Una de las respuestas posibles se-
ria, aquello que se pierde en lo real vuelve en Jo imaginario
para certificar hmto la pérdida coma la consolaci(in. La in-
211
r
migraciôn fue un impacta poderosfsimo hasta 1930, la enti-
dad de las·"nllevas gentes'!.; su aceptaci6n,-su adecuaci6n, su
rechazo, quedô flotando 'en el espacio imaginario y pervive
en las Ii.arraciones nacionales que-intentan descifrar el pa-
sada como en aquellas que intentan pronosticar el futuro.
Pero el pasado, y a sea entendido co mo tradiciôn o como des-
tina puede ser reconocido aunque también abjurado·por los
escritores. Este hecho marca nuestra literatura; Êl intenta
de O. Lamborghini de sacarse de encima·una tradiciôn efec-
tiva y un imaginario ilusorio, una publica y real, el otro
doméstico e inventado, es al mismo tiempo pudoroso e hist6:
• ricamente absurdo.
"Estoy harto de Suecia y de Norûega
El Fiord
Se!Îregondi
Los Tadeys
los sin tomas sOI{ un' decaimiento general
También de Rusia y de los mi fos centroeuropeos
y la (_a~ultad de esc~ibir qûe se pierd_e"
(Die·Verneinung).
En El Inglés, el pasâdo vuelve inexorablemente para :ser
contado. En un resquicio dellexto, la memo'ria de la litera-
tura ·hispanoamericana se filtra y entabla un a Jucha dena-
dada con·la Jiteratura argen tina. ~El Inglés estâ en conflicto
·con todos aquellos que, de una o de otra manêra responden
al norte? 0 interroga el manda-to del texto: ~la pampa êomo
un dilatado espacio de turbulencias escrlturarias, Ün es pa·
cio· desolado sin huella ni marca posible?
212
3; La ·literatura forastera o una arqueologia 1 '
cam.pesina 1
Los estereotipos y los clichés que, en el nive! de orden
ideol6gico del texto podriamos reinscribir como-topoi, pre-
suj:JOsÏciones e ideologemas, ")' que en nive! ret6rico podria-
mos reunirlos en el <~]ugar comUn", engendran el valor polf-
tico del texto en relaci6n con el referente, a los 'textos del.
pasado -la memoria textual- y con el colectivo constituido
por el uni verso del 'discurso, la-unica-entrada del mun do -la
mundaneidad- en la letra.·Ellugar comun como empleo téc-
nico se opone potencialmente a las unidades· de invenciôn i'
propias de los artefactos vanguardistas, a men os que ·se Jo
extreme ilimitaditmente. ~Qué valor tiene una reincidehcia
presuntamente inffnita en relaciôn con la historia de sus mo-
del os, una relaci6n adaptativa o réactiva frente al patronaz-
go de! ejemplo o del-tipo? La copia absoluta no existe aun-
que se la pretenda ·en un intenta de veneraciôn, ·pero su·re-
laci6n ultima -y la'ley de propiedad intelectuallo·intenta-
puede entenderse como suplantaci6n o usurpaci6n
reactivando los"'sistemas de inscfipci6n: copiar, transcribir,
repetir, reiterar, coleccionar, citar, quizâ transformar. El va-
lor juridico -la juricidad de la· escritura- de.! a cita imprime
su valencia econ6mica y politica que se diluye'cuando se aleja
en el tiempu pasado -la tradiciôn,'Ja canonizaci6n, el inven-
tario, el museo, la colecciôn'- y divide los'bienes Jiterarios y
los anonimiza. Pero, en el·nivel imaginario, pregunta y se
interroga -cuâles son' nuestras capacidades para disfrazar,
engaiiar y1aparentar, 'sin resolver, el problema mâs acùciante,
~qué ocurre cuando la copia elige trascender el original? ,1
Borges, siguiendo a 'Miguel de Cervarites y al ''fàlsà" Quijote
y a Pierre·: Menard "y a Cide Hainete B!megeli, forriÎas de la
contigencia literaria, ya no pùede copiai' el ori'ginal sino la
copia del original, ·perdido eh los laberintôs litèrarios. (Cf.
Hill er Schwartz, 19.98. La èultura de là copia. Parecidos sor-
213
 prend~ntt;s. facsfmiles ins6litos, Madrid, Catedra .. También
Nicolas Rosa, 1998. "Luis Prieto, Théorie de 1:
esthétique.
Identité et différance d' un quasi-abject: oeuvre d'art", en
Semiot~·ca, .Ré]!ue;de la Association Internationale de
Sémiotique Mouton de Gruyter, Berlin-New York). Cuando
Elinglés retraduce las citas liter arias Jo. hace siguiendo tres
6rdenes: la literatura en lengua inglesa, la litera tura hispa-
noamericana y la literatura~argentina, en .divers as ,propor..:.
ciones_y.en.distintos géneros. La destituci6n de los géneros
esta provocada por la levedad de la cita que. se am para en la
alusi6n. Alud_ir 1 permit~ un doble movimiento 1 se revela te-
nuemente el texto citado (au tor, titulo 0 sintagma) y rapida-
mente selo escm~otea,,no tanta para·disimular ellrobo sino
para acicatear la suspicacia del lector. En otro estrato los
estereotip~s i<Ü~mâti~os,-que configuran 13. ;:psicologîa d~ los
puehl?s" son elementos basicos de la ironia, de la hurla, in-
cluso del,sat:,caêmo tejidos en ·el.Jexto. Los ingleses' son
egotista_s y f1!'maticos, los ârabes sensuales,y pendencieros,
los franceses avaros, los, protestantes rigidos y puritanos y
los,cat6licos sentimentales y barrocos. Si la "convenci6n" se
opone a la "invenci6n" en tanta proceden,con distinta mate-
r_i~ pt:_im?, para la construcci6n del texto; en El Inglés no hay
articulaciones. gramaticales o tipificadas de los clichés, se
in te gran e_n disipaci6'! al texto en.el nive! de propiedad de
estilo co mo el.ement.os fundamentales de ,las\imagenes o me-
tâforas del niv_elde pro(l!n!lidad. Las.menciones, los prover-
bios, los estereotipo,., simulan ser una creencia grupal que
sostiene·las formas miticas de una colectividad. Este hecho
l'
- - ~ - ~ T
es !în atent~d!;!_sontra la '!.oci6n de persuasion de Ja;autenti-
1 ci~ad. .~
,. l .... f ~ l •..,.,.
Il El .régi""en de,ac;tualizaci6n d~l "grupo,narrativo" ,de-
il' sin...t_egrado par las divers~s colonizaciones inglesas, 1 sirio-
1
''
li,hanesas, rusas, que deslocalü;an el predominio latinizante
que s_on· eJ. sustenta de .!€' poblaci6n narrativa, interroga .al
t('JÇto, i.~§ e}irel.'!to d.\' uua,comi~!l!.q;:~d, deu11·gruno, de una
214
1
[l!'
colonia"o de ~n colectivo humano? Si aëeptamos el término
colectivo, seria la narraciôn de un colectivo disparatado,
nunca integrado o a medias desintegrado. La constituci6n
de la legislaci6n•de un colectivo esta integrada par la ley
administrativa o municipal, la ley de la consanguinidad
-ley fratèrna-, la ley de la agrupaci6n local•o ley de la do-
mesticidad. Todas estas regulaciones no estan confirmadas
y la ley de la domesticidad fundadora del poblado, del'villorio;
de la villa, ha si do violada. ·El rumor, la calumnia, el' chism~,
la murmuraci6n es !'a voz pueblerina que llena el vetusto
hotel, la• pension, el café, las calles y las esquinas del·catas-
tro de la vecindad. ·:Ca ley de la ~èrnacularidad es una ley
primitiva o dè destru~ci6n progresiva de los !azas familiares
que reunen al conglomerado puebla. La poblaciôn inglesa es
la menas il.umerosa pero es la que domina la narraciôn:
Rudolph Cranly, William Cranly y Mrs. Cranly, integran la
poblaci6n desasosegada tanta par su proveniencia camo par
su estado y èstadia. William, es el que da origen al relata y
cuyo testimonià se dispersa, Rudolph es el que da atestaciôn
de un.subrogado del primer ·enunciador y Pollidor es ellec-
tor de un texto desa,rmado que se enuncia de muertos a vi-
vos camo ùn testainento.· La vida del hermano muerto que
contaria Rudolph es un relato•de sombras dentro de las rui-
nas polvorientas de un pueblucho del Sur.
La alusiôn es uha forma retôrica dé bi! que conectala for-
ma juridica de la aleg~ciôn y la 'forma narra ti va del alegato
y concita el' reversa par6dico de la' reserva y el silencio. Aio'
jada·entre.Jo càllado y la proclamaciôn\ un a· cita del tacituT-
no, si asi puede decirse. ~n El Inglés no hay diferencias ex-
plicitas, no hay citaciones·ejemplares, nb proclama sus ante-
-
cedentes, siD.o un, Emtrall).ado solicito de alusiones que con-
vacan el elemento concomitante: la êlusi6n. Esteohecho pro-
voca dos fen6menos en la" lectura: hay que percibir laJtenue
referencia inscripta en el relata y que a pela a la memoria de
lectura, y,. aJ·mismo>tienipo, a ·la indecibilidad .. de las a tribu'-
215
 ci one~: :,Pongamos por casa, ".la- ciudad de los circulas infer-
nales (New Rose)", una fôrmula dantesca que puede aludir a
otra villa y a otro purgator_jo, Co mala U; Odile "saJiô atolon-
drada ~omo la poseida del cuento", quiza Garcia )Y!àrquez;_ o
)a "ciudad frente al rio extenso", "la ciudad frente al rio in-
môvil", aqui la alusiôn se devela claramente (Eduardo
Mallea); o "Id os como qui en se desangra" (Güirales, Don 'se-
gunda Sombra); o el cretino seiior de las mosca_s (Lord ofthe
(lies, William Golding); o "sangrienta feria d~ vanidades"
(Tackeray, La feria de vanidades); o, "el cuarto qel recoveco"
y en la pagina subsigu_iente (pag. 69) en el "recuadro del enar-
ta en el recoveco" qJie apela a una larga tradiciôn de litera-
tura inglesa y de citaciones quiza coma un !J.omenaje a Jai-
me Rest. Aqui la alusiôn se convierte en Ul).a invocaci6n. 0 si
no, "un cuervo negrq asentado en la lu.z de los trigale s" (Van
Gogh) alusiôn que adultera el texto-fuente·en dos lineas,.esta
fuera del campo de la litera tura y la cita esta_diseminada~en
el enunciado y hay que recomponerla. También los "nombres"
de algunos personajes remiten a textos clasicos (del "gôtico"
al "new gothie", de Pollidor a Polidori),,o si no se extiende en
alusiones perifrâ§_ticas-·extensas qu_e apare..Ç_en camo comen-
tarios de la historia de la·literat_ura argenti.n.a. "Un os bardos
desencajados le escribieron sus prim_~ras hJ..storias", que;in-
citan y provocan al lector, i,quiénes? Del Barca Centenera,
Eduardo Gutiérrez, Borges;,.Zelaray;J.n,_lg que va ·des de "rio
co lor de Ieôn" -fuerza, fierez a y pas(ldo- hasta el "rio col or
sangre" -1)).\!ez:te,.crimen y presente-. Y si eltexto dice de la
ciudad "se pretende infini ta-y eterna" en colora tura borgiana,
o en alusiones de formas-mas extensas pero de facil recono-
cimiento para· eHector argentinp _:-una complicidad-la mal-
diciôp. tanguera sobre Buenos Aires: "El percal te marc6, y
yo, so'Qre toda, damn it-,~no recpnocîa tu tela", es donde 'se
,mecian_dos ideologemas-de 1(1 vi_dapeculiar e-imaginarürde
Buenos Aires: percal tanguera y muselina modernista. Y en
.largo_ periodo como un a r 0 tunda y voraz perifra§j_s del poe-
216
ma borgiano (pag. 188), mixturando Borges con Zelaraya_n Y
estableciendo, seglin nuestr~s prop6sitos: una marc ad a. dtfe-
rencia entre Jo que los anahstas del soc10grama amencano
han Il amado "hi bridez" con la que llamamos "mixtura", nivel
bajo de la mezcolanza ("Y un Apollinaire otro y un Borges,
otro dia/volvi a sentirmê/en grotesca infernall-asi lo juzgo
ahora-mezcolanza", Le6nidas Lamborghini, Odiseo Confina-
do) que preside una literatura me~tiza. En El f.ng_~és, esta
mixtura esta a mitad de camino entre la aproptacton de la
Jiteratura latinoamericana, sobre todo la cubana (i}ieJo
Carpentier, José Lezama Lima) y la literatura argentina,
cuyos puntos extremos podrian ser Ricardo Güiralde~ Y
Osvaldo Lamborghini. '
La transformacion de los enunciaêlos no iiende a disfra-
zar la cita sino a recubrirla de un acento determinaélo cuya
palabra es argent_ina pero su éliccionario esta en otr~ ~arte,
en ]a Library of Congress o en el Webster, fuera de la htera-
tura argen tina" a "latinoamericana" aunque las convo~ue. ~~
acervo es numismâtico e hist6rico y su con_sulta es un proce-
so de trad.ucciôn: ·qué di ce, y cômo Jo dice, la literat'\ra ar-
gentin a de las literaturas inglesas o centroeuropeas.
El rio ancho, s'i_n -orillas, "un rio sin segu~da orilla", p~o~
duce la primera gran falsificaciôn textual: un rio que se pre-
tende mar -camo dice agudamente el texto: "rio prôlogo de
mar"-, quë sostiene'la falsfa de losj>ersonajes, ~lgrupo que
no es un grupo o 'quiz:l un "puro grupo", la am1stad que es
y
solo recela envidia, los am ores que son quiza grotescos Y el
texto los men-oscaba, y sobre todo la dispersiôn -una es truc-
tura disipativa peligrosa para un texto narrativo- del relata
camo de lOS malluscfitOs -".èûartillas niugtosas"- sdn el re-
medo de un texto que solo sirve para-incomodar tanto la ac-
ciôn dramatica camo la de la Iectura. La sustituciôn que opera
entre los manuscritos -Jo real textual aun cuando fuesen
misteriosos- primera por ias cartas y luego por el "mamo-
treto Canterra", es ia sustituciôn de los lenguajes y la reve-
':1
217
1 1
l11
laci6n· de un a fraudulenciac i,Qué estamos leyendo? Los en un'
ciados enigmaticos de este texto -y cada texto tiene los ~u­
yos- apelan a la subjetividad de la escritura a la enuncia~
ci6n co mo el, resto de lo explicita -un coeficlente sobra~te
camo equis- un resto que no. exige~ explicaci6n aunque des-
pierta la curiosidad de la lectura, pongamos por, caso: "N,in-
guna cosa, se acomod6 des de entonces a "l' habituai luga~"-.
La intriga -esta en la "cosa". El texto esta plagado de ,neolo'
gismos ("agotantes, "blanquiscos", etc) que pa~ an por an.a-
cronismos en tanto su formulaci6n puede remontarse aC si-
glo XVI,donde el inconsciente de 1~ ~~~gua si ;d;,itimos
'
esta proposici6n, transporta mas alla de las eventualidades
' sociâl), leyendas europe as. traducidas al· âmbito·.arp.ericano
subjetivas un fonda arcaico -neologismos, arcaismos l~·Ù.:
' "
nazgos ("nuestras suspiccipnes"), y sobre todo vulgarismos
que retrotraen la lengua infante que reaparece en las trans-
cripciones y poderes de la lengu,a ;,ujeta ; nuevas prec~~·io­
nes. Ep el texto, estas precisiones tienden no a generar un
verosîmil de "antigiledad" o de:n~vedad", co~ a~ seri~ el,~aso
de Larreta (La gloria de Don Ramirf!) o-de Girondo (/fspan-
tapdjaros) -retrolenguas o novolenguas-, qi a una l'Xaêpe-
raci6n creativa como seria el caso de Di Benedetto (Zamà)
sino a p.ra·dU:cir una ~visiOn" enigmâti~a d~ 1~ realidad·1 hu~
mana y natural-"l].aJ;>ita,r;ttes de.la pampa", brumosa y nebu-
Josa-, que se describe, un ir mâs alla de .la "cos a" .descrjpta.
El "nigrp.a li_pgüistico: "A<J.6nqe van los hijo,~ que tampo-
co" (pag_. 71), ma~all~. del sintagma trunc~do e111?osic}6n '}e-
gativa, no,se trata de una deformaci6n expresa de la coordi-
naci6n sintactica que se transmite inmediatamerite al piano
semantico, pero tampoco de la incidencia de este.desva,rio
extremo •-co mo otra. forma de; desvario de la, r'az6n (Mrs.
Cranly)'-' por motivos de "poesia", si entendemos. que la ~~e­
sia es la. forma ûltima de la experimentaci6n lingüistfc<i-re-
t6rica; sino de generar, enigmas lingüisticos que recae'h si-
multaneamente sobre• el referente y sobre.lanarraci6n. Son
enigmas del r~lato que no tienen soluci6n, larparte !naccesi-
218
ble a la interpretaci6n,.quizâ construyendo una·reserva tan
oscura que s6lo puede vincularse,con una articulaci6n'dolo-
rosa -,gozosa- que'en la poesia.de Néstor Perlongher alcan-
za el mayor grado·de·disoluci6n, pero que en la enunciaci6n
de _El Inglés queda. como un verdadero "hapax" enigmatico·
que solo podrâ .. resolver -0 quiza·no-,- en la.perspectiva del
au tor, ;en tanto el narrador queda excluido de esta opera·-
ci6n. i,Y eJ-lector? En la nov ela hispanoamericana actual se
registran todas.las>fantasmâtizaciones de'los resortes y enc
granajes de la m·aquina ficcional americana:'nûcleos origi-.
narios (desde el' Popol Vuh.hasta .el mitd de'la .. revoluci6n
(desde.]a antropofagia;la sifilis;èl mal de,San Vitoc1tlas
curacï'ones mil'agrosasde la Difllnta.Correêt), relatos de. con=
quista·y ·amorios (de· Pizàrro~Cortés hasta Beresford), fic-
ciories imperiales del ·imperialismo• real' (desde Aurélie
Antoine, roi de la Patagonie hasta Car lota de Braganza), fa-
bulas' lnisioneras y· salvacionistaif (desde Bartolomé· de·Jas
Casas' hastâ D .. Juan Bosco) y qùirrierâs ·narrativas (des de
Alvar Nûiièz Cal:iëza de Vaca hasta.Jean,de.Léry) .. Cella in-
conscienteffieÎlte. abteva en '-estaS ·tradicionès y Consciente:-
mente, fècCfrÜenios', las! adelgazà:·· alusivame:rlte. eQ. ..un·ritmo
veitiginosô, unà "novel a de.. superfièiè":reh'egando~de 1os_mi::-
tos furidâdores "'Villa Cante"ra tiene dôs fundaciones y:las
dos son inciertas-;,aürfque·quede atrapada por.!osmitos de
invisibilidad arriericiiiîil. En· Amérièàhiieinpre habra mimis,
te rio a develai'. --;
M .. ·-
La literatura:forastera es aquella que fomà ,Jô que viene
de afuera !:!paisajes;·.pêrsonajes,, costumbres, habitas Y- fic-
ciones- siguiendo dos Comportamientos; uno camo asimila~
do, el otro como extrane·za ·absoluta, generando·Ias formas
ret6ricas coalescentes, la: hurla y Jacsatira;y la otra, la befa
y la injuria; la respuesta politica a estas entidades ret6ricas
son el nacionalismo burl6n y:engreido·y.el fascismo totalita-
rio y santurr6n~'La vecinda:dlcomo extrana·o:como enemiga
219
engend ra la ()po_sici6n y la guerra civil. ·EV'de struido munda
inglés" de la· JlOvela· nunc a sera asimila do par la ~ongrega­
ci6n pueblerin~, era aquello que se podia m~~trar para co-
rrobor ar la propia autocto nia deHnde termin' ;.!lo grupo indi-
gena .. El Pi chanci ta, recalci trante y burl6n , dice de•Rud olph,
el "esque leto con saco" retoma ndo el destart alado "inglés de
ci!l.
l~s güesos" : la "larga silueta ", "la·lar ga mano", e "mano sea
dtfunto s" f?~ transfo rma en "las manas tan largas" o "el" es-
queleto cupiert o de ropas" (p:ig.-.58) de El Inglés. La copia
p_uede ser un contrat râfico, un remedo de la que el t\)xto enun-
c~a. camo un ''Original esquiva ", es decir, la distanc ia que va
-y
Siempr e persis tira- entre l<i copia y el modela , pu_ro·rg !1ejo
de la,ima gen y· par ende de la imagin ario que no po!h:a coin-
cidir, por poca_q ue sea la distanc ia, con.elp roto-ti po. ~J ".rni-
cleo ip_glés" es ficticio en su c_9l).Stituciôn pero real- el).~sy. con-
formac i6n narrati va, nunç_a dejarâ de pensar en inglés y con-
tra la realida d que la rodea: Elmicl eo·esla vo es irreal tanta
en su constituci6n--m.,~cl~ de huJllan os y el ~errq p;}ov.,.
c?mo ··en...:su activid ad _:g,arrativa·, son "ajeno s dram~t!c.<;>s",
figuran tes de un.mic leo ex6tico pero verosim il camo el redu-
c:icl_q "arâbig o", de_nui~ f~~n~iq~alidad narrat iya__ p~r'o que tie-
mente del ~lector' la ....... dis-
nen . coma ,prueb a de verosim il--~ en la
trJ:buc i6n_dem ogrâfic a-de la inmigr aci6n·y sus.des plazan! ]en-
tos; (Cf.· Fernan do Devo_to, 20()q_; Efistor ia de la inm_igrgci6n
en la Argen tina, Bu.,nos_Air.,]l, $udam ericana ).-El gr\!p() au-
tôctono,_(crio_llos, esp~~fi.oles_ a.Y~fi,!!dado_ê, sin~menci6n ~lgl.!na
a la eshrpe mdfgen~) es irreal pero no ficticio en sU.Ç!Jr,tfor-
maci6n ,... ~ltameg._te real en sus Jâ_Qil_gs~somportamientos, en
tanta estâ 'somet ido ..simultâneam~nte a~la prueba de-la_ vç-
rosimi l Y aJacpr ueba de realida d. · 1 •• • ~~ P ..
Los personaj~s en su pura nomina ci6n y casi inexist ent~s
en la narrac i6n, pongam os por-cas Q eJ J?oqui, el Hormig a; el
Nato Juliân , entrem ezclan la nomenc laJ•Ir:l con,! a "cartog ra·
fia" Y ~repiten" el verosim il de Jo real dentro de un-·ma pa
invent:3 .d9. !,os nombr es de 1~ letra, par t~;_<!_i~i6n, son ya·l~
220
real del diccion ario popula r de la histori ografia literar ia y
al emplea rlos en una nueva jnvenc i6n, directa o indirec ta-
mente, en forma integra l o mutila da, acentu an la ficci6n pero
al mismo tiempo acrecie ntan el nive! de real de los enunci a-
dos. Par ejempl o, en el nive! nomj~al, el presun to person aje
arquite cto italian o contra ta do "para que hiciese un a réplica
(el subray ado es nuestro ) de un palacio de ltalia" , quizâ se
llame -el narra dar duda delpro pio sa ber expues to- Borrin i,
Berrin i (~Bernini?) y la confus ion qel narrad or ·pasa coma
un des'!Jio allecto r, la precip ita en la ficci6n pero le exige
compu lsivam ente un, nive! de reaVda !l_hist6 rica, la desarm a
pero la provoc '! ..Ell'rqu itecto itali'!_no, emblem a itâlico de la
"fabric aci6n albai'Ül ", registr a un pa~o par la literat ura de la
conqui s ta gel desiert o para alcanza r, lg quiera o no el au tor,
la·part e tribal de la liter atur a argenti~a, a Martfn ez Estrad a,
a César· Aira y en nomen clatura burlesc a, a Borges .
La-ato pia narrati va de los lugare s ~s origina da par la "la-
cura de l.9s !ugare s" y entra en lucha r,et6ric a con el referen -
te._La acciQ.p.Jyanscurre en el sur;arg entino, eventu alment e
en algun puebla del ~ur de la provin cia de Bueno s Aires, es
deseo .de sur..P.ero el sur es tambié n B.ueno.§ Aires y tambié n
la literatu r-a-dèl sur·de los Estado s Unidos , en.don de se con-
funde~· las·alusl~nes a faulkn er y al Rio de la Plata -trama
de lugare s y· de teJ>tos ,, al romant icismo funebr e de E. A,
Poe y a la atin6sf e_ra·en rarecid a de las-mu ertas vivas, junto
al rfa .extens o;· al mar dulce, hacia la esi\era nza de. océ,ano.
Este·te xto fuera del âmbito parana ense, liwpio de barro del
rio, y aunque aspil:a çl,hâlit o humea nte y fumoso del fango
barroco ; que da ihe:J:m.§ frente. al atracti vo del poderio del Sur:
la lucha estâ entrej~uenos Aires y Londre s, es decir, entre·! a
"neblin a" y la "gard.~", êntre la "pampa~ y el "acant ilado",
entre la "isla" y el ".Cont,inente~: "si nos fuéramq~ lejos, para
el innom brable sur del wundo , porque es mejor vn extrem a
que una isla, mejor el tr~fico ,que la contin ua espera .. .". El
confin del confin, el!finis~erre, sieJ!I_pre·serâ un enigJlla {\ara
221
 ,,l'
los islenos L - t - · t-- · ~ d 1
- a ex rana pa na e os Cranly ëra~la herència
'
"re'i-)e~ difuntos". ~Desde d6nde !}abia William, desde elsar-
'
'

q~:_recibi~ron para moldear sus ha bitos y costumbres, su
a~~~a_nza, su melancolia ("el rn-Orba à'llglicus") cOmo""una en-
fermedad-•iïlênte, corrosiva, que'· diluyë todôlf sus embleinas
ytod:s susrê!llidades. Lo cotidianoês Io extranjero como Jo
extrano es su cotidianêidad. n ~ - • • ~
La sentencia del mandâto realista de cont1ir Îa Vêrdad Île
Jo sucedido queda-intei-ferido -eri todo relata mas alla de-la
ç6fago de los. recuerdos de Mrs. Cranly-o desde el recuerdo
de ~lJ. hermano Rudolph? El relato pasa a otro nive! y qebe
ser evaluado des~e otra perspectiva, el relato imaginado por
los "ingleses" esta atacado por el morbo, un relato desfa)le-
ciente. Y la inquietante pregunt,.,.es:. ~estamos leyendo una
novela que dice ~ser real" o que "hace real".? Este relato esta
--~-
..,. - T ...

h(pp~e~cadopo~ la realidad que, tarde o temprano, vendra p~r

cônStituciôn .. genérièa ocurre de diVers as ffianeras- ~en 'Ê/ s~s fueros. El rio q~e ve en su delirio Mrs._ Cranly no es el.
Ihglés-:po'r~ià' reiterada fantasmâtizaci6n dé 'sus ëi(üii.ënfos rîo que ven los poblad9res de Vi,lla Canter a, no solo porque
tâîito en'~a presenciâ real·del hilarante 'Fantàsriia Entrome- son dos ·paisajes distintos reunidos en- su desfallecida. nie-
t.'d~, conùïp~r-~a';'bicûidâd'de los"persôiiaje~ prinëipales que n.{orj\1. sino po;que tienen distin"t~~ :niveles de realidad .."Le
~e ':an transformariao·en 'èl-cortl_,·r O.e;ia leCtura. Esfe'fên6- escatim6 el rîo, la muy pu ta, a hundirlo en un charco aleda-
~e~~'ha-sido e·vahidado ciïmo coiistituyente de la p.ovèiâ la- iio" (pag. 56). Este charco.-pertenece a, los bien es mostrencos
tinoameiic~âna, éo<fuo_e_s.êl'caso"dëGUifuaraë"tRôsa__. de -Jûan qye ~'l_;lite_ratu~:;t rioplaten~'l y al.decir de los p{,_~rtos cual-
R~lfo Y muëho mas agudiiînentë'eri ëFrealismii fant~smâiico quiera puede reclamarlo. La-~charca
de ?larice Lispeètor:En los:relâtos de viajes ...:-qûe~se presu- ' -- '
cenagosa" o la "charca
du! ce~, l'one en evidencia que el sustantivo es republicano,
ponen-irertênecmi"al-i'êgistro de la'historiogrâfîa...:- desde Co- bien de ,todos como Jo es, toda qenominaci6n, mi entras que el
16n a Miguel Canë, làreâlidad -èsta velada por 'ünà·"veraad
ô~tic~", se cue.ntà. lo~ que_ Se vè y lo-que se presUme haber
adjetlv~-~s
--- un bien disponible y a ' expropiar.
-~- ~ - ~

Vlsto,-y esa verda-d;-coriéùlcada~por la iniaginaci6n irite'nta

·- - ,.._. ~ -- ·-·· -'. - - ~ .
s1empre no desmenhr la verda'd sino•lâ reâliaad 'qûé -de•he'-
' .
4. La enfermedad
- o el-· :r:Umor de lina sombra
:~o-,'solo{mede ~er:desmentida .. eii una reneg'aèi6n â~solûta -. .,~- ~ ~

Y~I;anù\.oica,'puestoqüe la 'realidad puedè desa·parèëer -en- --- P"''

El texto de El Inglés esta atacado por una enfermedad; esta

sueiio, ilûsiôn·,~~faîitâsfa:.. pero ..~t'aidé- o tenijJ""'rano volVerâ a
reaparecer en~Ja'":iiifatigâble-ïarea:- de -constiùir !ô .real. El
enfermedad
-· ·- .
tiene:do; manifestaciones,- la·nostalgia
-
lancolîa. Por supuesto, como toda enfermedad hereditaria,-el
. y la me-
contra:mandato de côÎitar la' mêritirâ ficcioiiâl'; porigan1os por sp/ee~;baudeleriano, la siniestra inquietud del Conde Dra~ula,
1
caso e-rî1a novèla fanfastica"o en eilrelatôillaravillos<Ï solo la e-;:,r~";-miz; depr~si6-;;-d; Leopardi,.el abatimie;;t~ de
_P:ôd~~:s-êr -~~aluai:lo por~ Ja"a:cci6ii 'dê.-hacér:Y no por;Jà· rile'n'- Huysmann; la- deê;de~cia tneur~l6gica, :la neura~te~ia" de
<;_I6n~.d~:~de~!r' ~s~:ra"aveijtu"r·a 'na puede.,.décirse tiene'que D~,;_dcl ~ -laJ"perversa. p~eco~" de Rachilde o. -·de Lo!ft~ de
h~~'::s;~y s1 nO. pûêde 'hacer:se-tiëiie qlie-dêëiisê" (pag.'-555. _,. - -- ...... ~ ...... '" .~ ' -- -'7-. '
Nabokov;-,.inicia y o~ga_:t:lÎza las "enfermedades literarias",
,.._

·E~-la contra7diêci6n ênti-e"tHiaêer y· el aecir se gestanto'das aquell~s q,î;;' no ;6lo tie~~n Ûn~ historia 'dentro de la !Ùeratu-
- ... - ___,,_. • ' ' " ' " ' - " ,J, ...... •• " "
}âsfaliùias litè-rarias."El ëi:iiitrâtoespürïo-qùe î>i-optnîe ël tex- ra sino que son un a propagaci6n de·la escritura. La, enferme-
:t?, !:pôr'en-dè•ei 'Jector-nûiîca sabra, envenenado pàr'lâ ~dic- -- • ... - ~ '

dad es.la marca.mayor de larelaci6n entre la escritura y el

•'1< ~· ·-. ' - .... ~ ....,

1Cl6n proliféï=ânte; si lo·s-përsônfijes···Sôll "vivoS~imagi:ûarios~-o a~to;; ;~ ani d~'nd'~ ·~ per;ie~te 'el pres";nto vînculo oan6nimo
•• "" '" ·---N-~~·~~"-';{,'•1 ~ ""' - - '<' ~- oo ~ O ]
entre ël au tor y la obra. La nosografia mas clara dentro de la
novel a otdena dos formas -la real y la imaginaria- del morbo
melancolico y sus distribuciones geograficas. El morbo gâlico
és la real de la enfermedaa -la sîfilis- y el morbo anglicus es
la estereotipia del tribu ta que debe pagarse par el desaliento
y la degradacion. En la nove la son siempre enfermedades ex-
tranjeras, que vienen de afuera y a tac an a los de afuera, cum-
pliendo el-destinô de las "enfermedades nacionales" y el limi-
te coercitivo de la geografia. La aficion a la melancolia, ence-
rrad·a en las brumas de Albion, influye no solo en el caracter
de los ingleses de la nove la sino en la morfologia de la escri-
tura. La etiologia y sus sin tomas pueden mostrarse tanta en
los personajes coma en la organizaci6n retôrica de la lengua
del'texto. La Jucha entre el morbo galico y el morbo anglicus
termina c·an el triunfo inglés, triunfo :hipotecado par un a pa-
ranoïa discursiva: "la hora fuera de razon que tiene el inglés
en cualquier dia, es eLdemonio del suicidio". Las enfermeda-
des literarias tienen su etiologia y su èiudadania.-.El spleen
baudeleriano solo se pude nombrar en inglés. La tuoerculosis
viene de adentro, es una enfermedad interior, intima, român-'
tica. La litera tura de la época (mediados del siglo XIX y co-
mienzos defXX) elabora la· mTstica de la consunc[o·n ën nHa-
ci6n con los disturbios melanc6licos. Es bâsicamente ùna en-
fermedad de los sentidos y sexuai" eh el nive! de la imàgina-
ci6Îl literaria, agtidiza la pei'cepci6n y permite ver mâs allâ
en la alucinaci6n. El dètrâs flinebre es ia anuhciaci6n de la
muerte elegida, femenina y par momentos languidamente
aristocrâtica, aünque en' él nive! real atâqùe a las poblacio-
nes marginalès. El rédito.literario fue importante en el siglo,
desde lâs familias·litei-arias con predisposici6n, camo la ae
las Bronté, la de Keats, Emerson y Thoreau hasta la
tEnhatizacion narra ti va (Dumas, La dama de las camelias), la
de Kafka (Diarios), la de Thomas Mann (el sanatorio de Davos
en La montana mdgica) o la de Manuel Puig (Boquitas pinta-
diu). Mrs. Cranly no esta atacada de "tisis", pero los sin tomas
224
que presenta (decaimiento, desfallecimiento, palidez, por mo-
montas lividez y en el climax,-una anunciaci6n sexual) articu'
lan este deteriora fîsico con la ret6rica de la enfermedad ner-
viosa por la histéresis y sus modulaciones en el futuro del per-
sonaje. Mrs. Cranly tampoco esta atacada de sifilis, pero el re-
lata releva la presencia del"morbo galico" por oposici6n al"mor-
bo anglicus". La sifilis entendida camo p&icosis sifilitica, co mo
la caracterizaba.la psiquiatria pat6gena del siglo, en donde el
progresivo deteriora de la capacidad mental, permitia simul-
tâneamente• una exacerbaci6n de la evocaci6n fantasmâtica.
Este sistema de comparacion de contrarias opuestos,
incrementa la sentimentalidad de· la narracion, sus operacio'
nes de oposiciones de los lugareiïos y sobre toda el lugar ex-
temporâneo de la zona inglesa.
Los orientales lia maron a la sifilis "enfermedad occlden"
tai" y los europeos, intentando sacarse de encima el estig-
ma, se dividieron entre "enfermedad gâlica (morbo gallico),
el "mal francés" o el "morbo italico". La distribuci6n geogrâ-
fica era resultado de la reparticion de responsabilidades de
la conquista y de .la colonizaci6n. Este hecho permiti6 cul par
1 a los indios americanos que contagiaron a los conquistado-
res y viajeros estableciendo una genealogfa pintoresca y
li aventurada -la aventura de la sexualidad- de la enferme-
ll dad que Voltaire, en su Candide, reproduce en version cla-
sista de la propagaci6n, poniendo en primer lugar a las 6r-
denes religiosas que acompaiïaron la empresa imperial. E.sta
genealogia fantâstica fue el eje donde giro la patente reali-
dad de su emergencia: las sociedades represivas fueron el
caldo de cultiva de las enfermedades de contagio sexual camo
la Espai\a del sig la XV y la victoriana del sig! a XIX. Pero el
texto retama, dejando de lado los aspectas de arden
neurol6gico, las formas de la expresi6n psicol6gica, aquellas
que se prestan a su recreacion narrativa: la enfermedad li-
teraria. De todas las formas causales -herencia, tempera-
mento, sexo- el relata privilegia la herencia -la herencia de
225
 1.

trasmuta en."laguna" (La dama dellago, Anne Radcliffe), ell

los pueblos- y.el sexo, sexo femenino,y en un nive! de excep-
castiJlo (de Otranto) en tapera, el jardin en, pajonal y los
cion, la locura lingüistica. El texto dice: "es una enfermeda'd
smtagmas locos que invaden el texto, sintagmas atrabiliarios
incurable", puede controlarse pero no erradicarse ni curarse
("escondidos, para sus mismos adel).tros"), no s6lo interpe-
y se revela en el desfallecimiento de la expresion, en la te-
lan la estructura sintàctica sino que se vuelven misteriosos
nuidad· de la v oz, en la debilidad que aqueja a los fonemas
un a v oz vacilante, es decir, una voz triste. El estado depresi~
con respecta ·al sentido.
,;Dé donde proviene esta des-completud de la narraci6n?
vo que conlleva solo puede reveÏarse en esa aficion a la fan-
De una aceleraci6n de la aparicion constante de entidades
tasia, a las brumas de Albiôn y su influenciâ en el ca'fâcter.
nominales -una quasi-afasia sintâcticà. de los enunciados
Mrs. Cranly solo existe camo persona]e enferma, s'e apega a la
quebrados-, de situaciones ambiguas, de re-conocimientos
e
tenebrosa melancolia en donde antagonizan tristeza ironia.
inesperados, aquellos que en la trama estân generados par
Hay estilos espesos y estilos leves, estilos·aplicados y es ti-
la relacion entre escritura y deseo -deseo es cri bir toda aque-
los tenues. El estilo de El Inglés es el puro desenvolvimïento
llo que se me ocurra en la funcion traslaticia de la inspira-
de las transacciones de lenguaje: nombres, noinbres propios,
ClOU, una impostacion del juego insensato de escribir: la
proliferaciôn de la gestualidad; adelgazamientb de lâ.iuirra-
glosomanîa se inscribe; deseo "decir" toda -lo que se me ocu-
cion, toda està en .un nostàlgico pasado y el expeiiniehtà del
rra, en la proliferaci6n de neologisll}OS sintâcticos, sintagmas
relata es re-constituir ese pasado, presentificar'·el re·cuerdo.
1· arbitrarios ("escondido, para su~ mismos adentros") o en
1
Este retraso de la sucesiôn, de la descoriîpletud de là narra-
neologismos quasi-psic6ticos: una esquJzografia.
ci6n, del aceleramiento conStante de noinin3.cioties de Sitiià-'
ciones equivocas, de reCOnociïnien'tos ih,.esper~dos ~·ero Una escritura melanc6lica, en la ~:radici6n hist6rica, des-
de Aristoteles (El Problema XXX· melancolfa y excepcio-
reconocibles en otro nivël del•relatô -liàsicamèÎlte enîa zaria
na!idad), Burton (Anatomfa de la melancolfa), hasta
inglesa: ,;William-es un muérto evàcadô o un vivo sepilltado
Gombrowicz y Barthes (Fragmentas de un disc"urso amoro-
en el recuerdo?-, la sucesi6n intempestiva-de pêtsOnajëS, de
so) y quizâ Freud (Duelo y Melancolfa), es la victoria som-
hermandades, de.grupos que caucionan la clasifièaCi6"î:i ,;es la
bria del sol ,negro precedido par la "bilis negra" (me/aines
novela de un colectivo o es una novëla interstÏbjetiva? ,;Es la
koles) es, deciamos, atr!).biliario• (atra-bitis) que, en_ El In-
novelà del Norte o la n~vela·del Sur o la nôveÙ.. dé la êxprôpia-
giés, se convierte en enferl!ledad nacion~l inglesa: una en-
cion de los lugares? El hermano (Rudôlphl vuëlto àbajo sôiiàba
fermedad brumosa e isleiia. La mixtura de estilos, la de~­
que el divergente (William} contestâria, es decif, que "el que
cripciôn realist~ y-la coloratur a fantasias a, un a truculencia
ëstaba eii el norte, se fuera 'mâS aba)o, o Se'â riiâS al sui para
festiva e incluso el transc.urso del relata, se asientan en un.
que desafiara el limite de-la aventura 'entre làs'saîvajè~' 1 ·•
despliegue de a!"bigüedades entretejidas en el estilo camo
-La locu'ra de los lenguajes se .trànsform·a eh ~lôêura lfte-
en la trama. La impostacion poética -un ries go de la narra-
raria" sobre un axioma simple: el pueblÔ inglés-es melanco-
don- queda neutralizada par la ambigüedad lingüistica del
lico producto de una rêgion brumosa y fantasmai -desde el
estilo y por.su propia r_et6rica. Las ambigüedades remiten al
padre· de Hamlet hasta-la ."man·cha'C:ilel _, fant"a"s"ma de
~ ' ~
referente -y par lo tanta allector y esta es caracteristica de
Canterville: la locura de Mrs. Cranly, con la exacerbaciôn de
1,·
1~ 1~ narraci6n barroca americana (Carpentier,-Lezama Lima,
1.
la evoc'aciôn.ctransforniadora: el"· "faritasm·a del lago" se

227
Cabrera Infante)-, no al sentido, al diccionario poético, y no
a la "ambigua selva-silva" de lo pur am ente poético. Este he-
cha protege a la narraci6n de los posibles efectos del "vene-
no poético", que que da contrarrestado par el "mal del nom-
bre", beneficia secundario de la enfermedad.
~Cual podria ser la cura, o al menas la terapia? La invo-
caci6n de historias de fantasmas y la lectura de esos fantas-
mas -ya provengan de Shakespeare o de César Aira- propo-
nen un ideologema de la pampa argen tina, mezclados los re-
latas de la campana del desierto, la lectura azarosa de
Martinez Estrada y de Hudson, un a pampa llena de persona-
jes cuya propiedad es ya borrosa, indios, gauchos, extranje-
ros, inmigrantes dè aqui y de alla: un pasado americano. El
narrador dice de Mrs. Cranly: "la provision de historias que
ella necesitaba para enfrentar su enfermedad". La locura lin-
güistica del relata se alimenta en el suceder excesivo de las
imagenes de una lengua hiperactiva, de las recreaciones ar-
caicas y de neologismos, del quiebre de los sintagmas, de la
demasfa del hipérbaton, de la ruptura de los nexos 16gicos
("de importancia no er a", "no muchas fueron", "no ida de la
Villa"), ode la esquizografia de Pollidor, ode los diminutivos
camo una disminuciôn de la casa a narrar: "brisita", "aujel-ito",
"mo dito", "taperita", "postita", "quedito", "coplitas'". Desde el
punta de vista semantico es una disminuci6n festiva de la
retôrica gauchesca, pero al mismo tiempo una minusvalia en
la sanidad del relata. Toda tiende a componer una fragïlidad
pre-m6rbida; una triste monodia. Los ingleses es tan atacados
por esta enfermedad,-los argentin os -los criollos- estan exen-
tos por neur6ticos y parlanchines, hablail ~ucho de si mis-
mas y de los demas. El mon6logo con un interlocutor ausente
personalizado, la excrecencia de un interlocutor mudo inte-
rroga al discurso: ~quién es dueno de la palabra en un mono-
logo conminativo que exige, provoca, dramatiza al interlocu-
tor ausente? "Y asi y toda, créeme, es de verdad un a· realeza".
Una enunciaci6n de vivo a muerto, un diâlogo de difuntos.
228
La forastera
o la moral de la nilrraci6n
Uno es siempre discipulo de alguien
Extranjera, advenediza, apâtrida, exôtica, extrafia, forânea fo-
rastera, verdadera inmigrante de las Ietras argenÜnas. Migr;nte
e~ su estar, devenida sedentaria en su errar, periférica de su pro-
plO entorno, se ha vuelto centra de su propio oficio y tien de -no sé
s1 pretende- a convertirse en oficiante de un rita de la escritura.
Solo una extranjera puede escribir un tratado de la extranjeria.
L~ ~xtranjera po_r puramente local, par recoleta en su propia pu-
bhcidad, par desmteresada en su propio juego al que mira desde
arriba -un tanta estrâbicamente-, y porque cultiva su propio jar-
din ext~amuros de la ciudad Ietrada. Camo sus persoùajes, quiere
y no qmere estar: pero esta. Par extranjera, pero también par ir6-
nica, par mendaz, par ve'rdadera intrusa.
Yo, que soy otro iqtrûso en la ciudad, verdadero extrafto en los
circuitos de _la criti ca, puedo pensar a Milita Molina en su
descentramiento y, simu'uan~amente, camo toda inmigrante que
se pre~ie, presie?to que ella viene a ocupar un espacio y par ende,
vendra a desalojar a alguien, a algunos. ~A quiénes? Me arriesgo:
a las tribus mediâticas, a las costureras femeniles, a los académi-
cos lamphïps, o a los novelis'tas hirsutos. No sabria precisarlo, pero
camo toda extranjero tarde o temprano golpearâ en la puerta ce-
rrada de las ·burografias oficiales y vendra a ocupar un sitio po-
229
 ~
evanesc entes de los mismos? La escritur a de estas conversa ciones
- . i

tente pero ins6lito. De estilo aristocra tico en la repûblic a de las

-debo decirlo- emana producie ndo victoria, 'o poderes, · como en
letras, de estilo soberano en la tradici6 n democra tica y plebeya de·
una emanaci 6n espirita. El misterio no estâ en cierto futuro que
los versos argentin os, y -con mayor énfasis- en ellugar de aque-
trascien de el relato -como en el caso de Conrad y su ext~aii~,;,ien­
llos que toman a la literatura con esceptic ismo pero con rigor, con
to lingüisti co del inglés- sino en Jo que Greta Krull ai~,;,ana
espiritu decidido y con una altaneri a que vendra a desconc ertar a
-casada en un relato y soltera en otro-, dice (literalm :nte) en ·~u
los invitado s de los convites de la mur alla letrada. Creo que a par-
perfecto espaiiol. La perfecta unidad lingüisti ca de Greta hac~ sos~
tir de ahora, esta nov elis ta tan joven y tan vieja, que desclasif ica
pechar a los interlocu tores, precisam ente porque las construc cio-
todas las clasifica ciones genérica s, viene a converti rse en un enig-
nes que re aliz a son de tai perfecci6n que la vuelve extraiia a ·los
ma de las letras argentin as, provista de un ajuar muy reducido
poseedo res naturale s de la lengua. Greta dice a su~ vi~itantes co-
pero valiosisi mo. ~C6mo pudo esta extranje ra introduc irse en la
sas tan banales como las que hay que decir a las visitas, pero res-
ciudad letrada? ~C6mo pudo desenre dar las figuras de estilo en
pira en otra lengua, aspi~a e inspira los fonemas espaiiole s en pe-
una secuenc ia de imâgene s secas, despojad as de toda carne litera-
queiios sonidos y murmul los de otras lengua~, coiilo el d~l_alèmân
ria, verdade ro hueso du~o de roer, ajena a·las estéticas al uso?
Y amasa~o en danés. Sus inflexion es, sus susurras y,_sobre toda, sus
~C6mo pudo introduc irse de soslayo, o por la puerta grande?
detencw nes, correspo nden a lenguas extraiias : a su aire de fami-
aqui, creo que estâ la clave: esta fil6sofa de la Îiteratur a, esta lite'
lia le falta familiar idad. Por, eso, lm; Acevedo, los Pacheco , recono-
rata -sin ambages barrocos como Juan de As baje- es una es crito-
cerân en la lengua que habla Greta un dic"io]!.ario complem enta"
'"1.' ra de estilo filos6fico en tanto trata de aliar la pura esteticid ad'del
rjo. Es el misterio de Gret'! Krul.J: la P'!red lii!güist ica que se edifi-
estado de literatura con la prueba moral de su existenc ia. A drillas
ca entre lo que se dice y lo que se expresa -como en los dilatado s
del rio Paranâ, el fuego incande scente que funde todos los relatos
her~8;nos MarJ(-.
es un fu ego inexorab le, una luz, incesant e, de aquellas que no ai:a-
Alg~na vez pen~é q!le el ç!ne s_6lo-~xiste para, dar rostro a los
ban nunca, sin noches ni dias. S6lo un sol santafes ino puede pro-·
J personaj es de la literatu r,. fq Dama de las Camelia s s61~ puede
vocarlo. Un fuego que en los relatos de Molina se conviert e en
tener el rostro de la otra Greta. ~1 rostro de ):\arthes le da efigie a
soberbia pura.
Thacker ay en Las Qerm{lncp;lJronté, de ~ech!né. ~Cuâl es_ el ros-
La prosa de Molina es filos6fica pues pone en situaci6 n el con-
tro de Greta Krull en la pantalla de los sueiios?
trato entre la solidarid ad de lo narrado -sus argumen tas, sus pe-
Greta habla y actûa como en una escena de detenci6 n. Greta
ripecias , sus alteracio nes- y la vacilaci6 n de los sujetos de la na-
ac~ûa Y 'l'ira. Sobre todo mira: la mirada de Gre~a. reposa sqbre los
rraci6n. La confusio n se establec e (una confusi6 n purame nte
ob]etos, y las actitude s, y eJ·fondo que envuelv e el escenari o. La
nove\fst ica como en Henry James) porque nadie dice lo que debe
mirada de Greta y su propia mirada, mirada por la mirada de los
!' decir y nadie hace lo que dice.
otros personaj es, son miradas desconc ertantes : no reflejan senti-
~De d6nde viene la rotundid ad sino de la disquisic i6n en tiem-
mientos sino impresio nes, no pasiones sino ânimos, coma si el âni-
pos fuera de lugar generan do una inquietu d narrativ a? ~De qué
mo -=-o mejor, ~1 desânimo-.,.no se sintiese en el cuerpo sino en las
hablan estos personaj es? ~Con quiénes hablan? Greta dice cosas
pupilas: los ojos cansado s ·de Greta son ojos ce;,_icientos como el
al mâs allâ de lo puramen te narrado . Entonce s... i,c6n quién dialo-
gris de sus pupilas y tien~n 'e! ;eflej~ del s~l q,:;e los alimenta .,
ga Greta? ~Con los per~onajes del relato?, ~con las rdrmas vagarosa s
de esos person~jes en un diâlogo de ultratumJ:>a-con las figuras

231
230
 La lecci6n de la Historia

Ha:cia atr~s Henry James, mediado par Willa Càther

. .
'"
d'
.. N y,
par Edith Wharton. ,a noe1VIeJO ew ork donde las dam
. .
o, me]or
as men-
.'
1 ci6n, verdaderas parvedades del discurso de Greta, tanta en Fina
voluntad camo en Una cortesfa. Son el esfuerzo de una continui-
dad acechada par la discontinuidad de la palabra y del relata. i,Por
qué tiene que haber continuidad entre uno y otro gesto, entre una
1
tian una sofisbcaci6n on mense en sus bellas y recargad palabra y otra palabra? i,Û la continuidad es un efecto pretencioso
, . as casas
del centra· que luego sena la city, don de alfombraban con · de la geometria, ode la imaginaria figuraci6n del discurso? La que
. sus sun-
tl.losos vestidos de cola' el barro que Circundaba la casa de 6 dice Greta estara siempre atacado de la momentaneidad del ins-
0
las casas 'de Boston de la época, donde las herederas atisb p:a. tante, .. sin transici6n hacia algûn presagio de detenci6n o hacia
1
tent-aei6r\ de las calles del barrio'de Washington, sorpren;.dan a alguna sombra de detenci6n. Y la pregunta tan banal pero al mis-
sl.l vez par 1as mua . d as espwnas
. d e 1as amas d e llave .I as, a mo tiempo tan real, avalada porJa costumbre y al mismo tiempo
' . . . OpM 1U
pel'Ver. sas msbtutnces. Y algo hay, en estos relatas, de un g t· . tan misteriosa en su formulaci6n: i,Qué vendra después? El trata-
. 0 lClSffiO
averiàd6 y denostado por Jane Austen en la simulaci6n d 1 . do de conversaci6n que se formula en los relatas de Milita Molina
, . . e as VIe-
]· as abadias. ";Coma -
pudo esta escntora·asumir, en su pr .
· Opia con-
-y debo decirlo de alguna manera,.- en el mismo relata que relatan
tradicci6n el pliegue de las alas de paloma y de la mai' d sus novelas, con personajes arquetipicos cristalizados en la figu-
_ . . . . Igna es-
trucci6n de la desventurda Mrs. Merle, en. eso que desd t' raci6n de todos los relatas modernos es resumen de los dicciona-
. ' e en on-
ces, se Uamaria el retratode una dama? MûJeres amencanas t. _ rios narrativos con pocos personajes que sostienen ûn ùialogo. El
vesadas pare1 mg · l'es de'N ewport , a ' su vez atravesadas
· · P a 'ra dialogo ~Y Molina Jo sabe- es la forma capit\'-1 de la filosofia litera-
. . . W . . • ore1 cas-
tilla de VIta SackVIlle- est Y par 0 rlando, mezclado ah ria: el V)sitante -<lUe encubre con toda seguridad al Pretendien-
. ara con
nativas espectralès e msomnes escapadas de El Coraz6n d .; te-, la Mujer y la Confidente. Cada uno de ellos tiene su propia
., , e,as
tinieblas en una conversac10n que·~ mas que conversaci· 6n . parece formalizaci6n, alejada de toda psicologia y de toda mudanza. Si
, •• , • _ • • • L,

monologo y mas que mon6logo una charleria que no c d ·. bien Kafka puede !).allarse aqui, es camo .una visita extraiïa. Y
. _ on uce ·a
.nada, sino a la espera de una nueva palabra para segui· d' . ·d quiza -me atrevo a decirlo-, desteiïida. Si Mrs. Merle esta a,.lli, esta
' r ICien o
casas b';'m?sas ~?nde Ivy_ ~ompton-B~rnet;_ avizora en el hori- camo conspicua forma de la maldad, y no camo forma de la pa,.ra-
zonte de las Ietras a los exobcos hermanos Sitwell. .. · · frasis ni de la al~goria. Milita Molina no se in teresa er alegorias,
sino. en construir objetos du ros, relucientes, por momentos enig.
mâticos -de una enigmaticidad inferior-, personajes sin esfuerzo,
La extranjéiâ personajes victoriosos en. su propia derrota, co111o quiza Jo entre-
•' vi6 el novelista fi16sofo que fue Kierkegaard.
~·
1,
Los relatas de Milita· Molina. estan construidos no en esen1o t'd
1
de una construéci6n formai, smo en el sentidô Pùram· en· t e cons- Las psicologfas l'
1 tructivo, coma el de un constructor de obra alejado de .
. .. t , ~ t •. d. . . cua1qUI er
1 arquitectura, re1a os camo e1· sos en e una pila de 1 d . La obra de Milita Molina es breve y extensa. Es corta y de lar-
__ d"l b' -· a n 11 os, e1
retoque y el revoque e os escom ros. Los escombros s . go aliento, coma el caballito criollo. Estàreducida a las pequeiïas
il
! •
1 1
turas de Molina -los réstos de textôs leidos, vistos y ê ton. ~st ec- inferencias del relata en tanta no refiere sinoque obliga allector a
- . d . . n revis os-,
1 la muralla destruida e 1os SI1encws que estorban 1a conversa- dos actitudes: o Ieer el relata y dejarse atrapar en la incomodidad
1•
1 232 233
;~
lilt
1

de la trama 0 tratar. dè activar los datos referenciales para dedu-
cir alguna pequefia actuaci6n extrafia o exorbitante. La estética
es extra-vagante. Si eh la literatura argentina, uno·debe decidirse
por ser litoralefio -<:omo ellitoral de Lacan-, o fluvial -<:omo el de
Juan Laurentino Ortiz-, o decidir por los relatas estropeados de
César Aira y por su bienamado pero ajeno Lamborghini, Osvaldo;
Milita Molina crea su propio centro en el litoral y su
descentramiento en el propio coraz6n de la ciudad letrada. i,QU.é
hacer con Lamborghini coiJlO precursor? La pregunta que cabe
seria: i,c6mo tom ar el té en juego de plata o, mejor, para ser mâs
inglés, en peltre con siete banos de plata, con Osvaldo Lamborghini?
Es probable que el conde Lamborghini ·se tirase un pedo. Milita
Molina es extrafia a estos ex-abruptos, sus personajes estân des-
poj ados de carnalidad pero no de sensualidad. Lo que ocurre es
que la sensualidad se hà difuminado en toda el texto absorbida
por unà luz intensîsima y por un despojo de estilo que se vuelve
clâsico por su anterioridad o por los reflejos que vienen del futuio.
La tina voluntad -el término "fino" es epocal y provinciano, asî
camo los portefios dicen "colorado" nosotros, mâs letrados, deci-
mas "roja"-, la prâctica de la suspicacia, el acta previo al pensa-
miento, el estudio contractual de la. palabi-a, a medias estàdo de
.extravagancia entre la pequefia locura -locura lingüistica- y la
pequefia inuerte, a destiempo y sin explicaci6n, 0 mas ardien-
temente, la acechanza de lo intermitente, son algunas 'de làs for-
mas en que se traman las· psicologias del relata. Eso que el texto
Hama con sagacidad perplejidad campesina es la cara frontru pero
·no opuesta de aquellos que ha blan de "astucia de los pobres". Ha-
brfa que hacer un manual con las sentencias del texto, donde so-
bresale un adagio: la etérea enfermedad de los ricos. Es concluyen-
te: hay enfermedad de los pobres y enfermedad -de los ri cos, asî
camo hay vestidos, costumbres, alhajas, saludos, comportamien-
to~, de la misma manera en que se entremezclan las voces de los
ricos y las voces de los pobres, las voces de Barrio Norte y las voces
de Almagro o Balvl'\nera ode Barraca.s, asi camo las voces de San-
ta Fe y Rosario, en donde el rehilamiento de laye s~ hace oir, asî
camo ,se mezclan los enunciados sociol6gicos con los psicol6gicos.
El hecho de que. Constancia, am a de llaves, amiga, hija putativa
de M_rs. Harven, sea "una muchacha pobre impregnada del aire de
los n~o~" nos perm~tirfa elaborar un mapa dialectol6gico de los
pe.rs_onaJes, o, enunctados camo "parecfan viudas de al~ien", trans-
cnbirf6rmulas humoristicas y venales de la literatura argentina
pero sobre toda-el enunciado "la mecânica de sus movimientos"'
en donde se unen lo social. y lo psicol6gico, lo de afuera y lo d~
adentro, extrafi~za de I_o~ m_ovimientos, no por.su torpez~, sino par
su COIJlpletu<!, SI!\ la~ ciVIl! y sin rigidez, camo .~n algunos relatas
<!e ~tl!eriue· ~_!l!l§field o pregunta,r~e c6mo se sostiene. una taza
d_e te en La Çasp de Mujic11 L,âip.ez o en la a!ltobiografia de Victo-
rg O~a_~p.po: Jtadi!' lo êal:>râ pues la ip.fusi6n se ha evaporado camo
ter.mmllrâ evaporâp.dose G.reta epia~ marças precisas de la ven-
t~.!]-~: ~\'la f'!,I!!_asAJ-âtjea de 1!'- novela, un retrato de la evanescen-
qa, !II\ P\l!ÜP en_Uilll recta infinita, co mo en_ un a fals a ret6rica del
ectopl~m~ d.e l_~;! Pf!'~en_cjaJ3i de fan_tasmas entrevistos, nada mejor
q~e !\lco.r~r a J:len.ry J!JI)lgs, epigm1p que los a va tares de la histo-
rlll. deJll hter_!jt~ra !>-!Jn col}yertidQ en_precursor, tanta camo Mary
S:!>-elley, .\l,!!tepasa<!.a .\\.e cu11lquje_r: c!:ân!)q g6_tico. Pero si de preci-
S!QJleS êQ~~res, n~da J,'llejor q\!e volve! a leer Al Faro de Virginia
1
Wool~y s1 de ectoplasm_as brumpsos, na!la m_ejm: que apelar a Cé-
1
sar Aira.__Perp esta escritu~a estâ regida por una·linea constante
soli da, no s_e trata de fanta_smas que. pueden o n 0..asustar, se trat~
1:
.de persan as que se disuelven en la riarraci6n. El final delos textos
es tajante:. camo buena cuentista, los finales son una exaltaci6n de
la desaparici6n,La fuerza _frâ~l de Greta Krull, camo tod~ fuerza
-ya_ se~ mecânica, formai, abstracta, energética, activa, pulsional-
esta s1empre.alfinal,_es decir, como_regla aristotélica. La causa
~nal es la vectorizaci6n_del relata, su potenciaci6n, su causa efec-
tlva. La fuerza de los fuertes siempre estarâ al final, camo la fuer-
za· de los,débiles siempre estarâ al pri;;_cipio .. La fuerza ejecutiva
s~ muestra y, al mostrarse se debilita, se ablanda. i,De don de pro-
VIene esta fuerza_narrativa~ en una,escritora.mujer que-escribi6
tanp'?cg_s_libros a U'}a eda~ incierta?.La fue~za activa aqui es pura
235

sabiduria. A ton tas y a locas: mas a locas que a tontas,1a dârrado-
ra se potencia en el relata y alli la escritora se aquieta. Estafuêr-
za es la que le faltaba a la literatura argentiria actûal.
El otro ras go que insinua "la moral psicol6gicâ de la narraci6n
actuada·par los personajes -y sobre toda pot los personâjës fëme-
ninos- es la rustica moral de ldsinceridad. No se ti·ata de erureri'
tar sinceridad a mentira, de'enfrentar a los personajes côn el ria'
rrador, ni siquiera de enfrentar la sinceridad del relata con la del
autor. Dejemos de lad a toda eso. Se trat11. de el).frentar la moral del
relata con la estética de los person-ajes, •asi camo la hizo S6èrates a
camo la hizo Kierkegaard. En tances-si: la verdàd de la iîàrraci6n
se'sostiene en la menti~a. oiiamos para hacernos claros: la men-
tira •psicoanalftica nos dice que cuando odiamos es porque ama-
mos y· cuando amamos es porque am amos. La morâl esta en el
relata, la ética en el es til o. El estilo es el détalle, lo niinio, la infan-
til, el asombro de la nina, là delicadèza de la ninâ'y la adustez de
la nina. El estilo es elpunto: ni buêno ni malo, ni lmdo ni feo. Es el
punctum. Alli esta, dirfa, Milita Molina, y nadie qüedarà satisfe-
cho, porque· â!!l'comà deictico ho tiène referente. Toda el mùndo
dira:{,d6nde?-Allî camo aca-ès siempre un misterio, el misterio 'de
la externidad, el misterio de à.quello què vén los personajes a t:ra-
vés de la ventana pero que elleètor nunca vera. ' la lampar11., la taza de té, la composici6n de los artefactos, la soli-
~ rzQué ve Greta' Krull? En el nivèl de estas nuevas psicologias
del vacio; podrîamos decir' que se as ombra del rétiro de la opini6n
y' del juicio y, a partir de alli toda sè sobresàlta, y'sobre toda ël
liuen juicio; aquél que esta destinadô al confort. Pero la narraêi6n
no pretende incomodarnos, sino que 'poiié en escena~ -y·rëcôrde-
mos que la •ventana es siempre un escenario ambiguo ·puès pane
·en conexi6n el â.dentro y.el afuera- la manera·, èl maniènsmo ile
nuestras conductas con· una 'seria advertencia: nuestras conduc-
jtas·no son nuestras~sino·por.convenci6n,~nuestras conductas son
•la marca en nuestra carne'del otro·aspirante~del otrocompaiiero
·de la Casa;el otro mensajero;el·otro tratante de nuestras pro pi as
•decisiones. La injusticia· radica· erf que los· gestos"no' traicionàn.
•Toda lo"contrario: los gestas nos·enajenan ·atotro pretendiente en
236
~.
1
1
un juego de mascaras y suspicacias, aquello que el texto liam a el
desarreglo de la Intima continuidad.
' El afuera es un externo -la escritura la sa be-, la narraci6n, .Ja
narradora, también. La ''
au tora ' extrana a· las costumbres
virreynales de los cabildos literarios, sin conferencias, sin pream,
bulos, sin asambleas, es dura en su blandura. La narraci6n es la
pura y s6lida superficie. Cuando dice que alli estâ, uno cree, pues
esta tenida de la creencia narratiya de la clasicidad y no del pres-
ti gia de la aventura. La clasicidad es la rotundo de la esc;it'ura, el
desapego de los persrmajes, cuando los personajes .,.que no dudan
nun~ca- estân eQ.~lTJ:arcados en una narraci6n que comienza a du-
dar de si misma, se vuelve maderna. Cuando la narra~l6~ comien-
m.
za a dudar de cuando el relata comienza a descamin~rse, cuan-
do comienza a pon_qerarse y deja allector dubitative, es cuàndo la
clasicidad ha perdido espesor. Es verdad que desde Kafka a, si se
quiere, desde Ster_ne, la narraci6n se ha vuelto dudosa de si mis-
ma y,_ -p,ese a qv,e no quiero cercar a Milita Molina con, palabras
técp.icas-;, es cu;mdo se ha vuelto, torpemente, esti~o -estilo de si
mj_sma-,, a cvando se ha vuelto filos6fica. Las aventuras de los
person11.ie!! ç!e Milita Molina son aventuras filos6flcas, de cierta
filqsofia d§} r~lato, discurre sobre objetos fundamentales de la vida:
dez d~ las ~osas. Discurre sobre)os personajes y ê_'!_tos discurren
sol;>re Jqo;_. qtros personajes; a cuando el relata djce seriamente la
c~\idad. objetiya_de.Jas.cosas, y ese hecho tan banal es tan precisa
q\}~ podriamos llamarlo reticencia. Las casas, en los relatas de
l\1_i)it~.Molina, son reticentes.
· La sehsatez era un valor moral y narrati va muy importante en
el siglo XVIII: estay pensando en Jane Austen. Las mujeres de los
relatas. de. Milita Molina son sensat'!s eJl su_ sistema de pensa-
miento,.pero muy insensatas e:g. ~~ ç.omportamiento, prestas a
enloquecer absorbiendo una- locura que las inunda sorpre-
. sivamente, coma en la tragedja cl;j.~i_ca.Aqui esta su . modernidad
absolut'a, Mujeres insens!!t!l.§, t~n_pr6ximas a la realidad de nues-
tres.~
dias,
-~ - ~ . que
- - ~locas
son esas --·-han.. invadido
~·
la ciudad ' abandonando
.
237
 li
Charenton o la Salpêtrière o el Borda. Son mujeres a, pünto de
1:
1
roismo grotesco a la estupidez encarnada. Si el texto confesional
desaparecer, por pura desaparici6n o por evaporaci6n. Téxtos ·crue- de "Die Vel'I).ei,nung" de Lamborghini, texto casuistico que hace
les ·por su comicidâd camo par su tragicidad. Y es alli donde el pesada brama sobre Hegel, reiterada en la "putrefacci6n de la his-
estilo se hace -perfecto por la justeza y par la rotundidad: dicè Jo toria" de "Las itijas de Hegel": la historia hiede,juega con el senti-
que di ce y nada mas. do aparente y real de la palabra para inclinarse hacia el sentido
recto -iél, Lamborghini!- de la negaci6n subyacente en el "poema"
("no, nada de escribir", La Divertidfsima Canci6n del Diantre) que
le permite y quiza Je exige, mas alla de la pretensi6n.de sorpresa y
La p'alabra conspirativa
• • de desacomodo del Jector, llegar a Jo hondo, al bajo fonda de la
palabra en su propia negatividad, tanta del ser (exigencia 6ntica)
Todos ·Jiis tei<tos ofrecen una forma· particular de resistencia
coma del no-ser de la locura en ese estar fuera de si. Molina inten-
a un 16s mas iiitidos y claros, pero en el casa de Molina es a resis:
ta superar ese extravio, ese "fuera de Si", en versi6n femenina. El
téhcià ês là sombra constante de negaci6n de la realidad rio en su
texto de Lall!J>orghini dice: ·~pr6logo o conclusi6n?";qué mas da.
disolûci6h -ho es un texto psic6tico- sino en su esfumatura y en la
Toda entrada exige una salida y viceversa, pero simultaneari:tente
~?~~rMa ~~!guran te c:jue emiten las cos as contadas, una v aga pre-
es llevar la libertad del texto hacia un libertinaje textual que des-
CISion que altera su relaci6n con· las referentes y con los "denotata" .
miente la libre disposici6n del!ector, Jo tiraniza o Jo aniquila. El
.:.~~emoJ decir que es la nega':i6n dël fetichista, negar la percep-
Jector vacila, signe intrépidamente adelante pero ya no se repon-
Cian de la faltante -de la "fa!ta"- en la presencia femenina ·una
dra nunca mas de este accidente: ~qué estoy Jeyendo? La escritura
conj~nci6n entre la ~onstataci6n de la diferencia -anat6mi~a en de Lamborghini es siempre un, ataque contra ellector, no qiliere
este casa- y congoja por la amenaza de la castraci6n par la figura
confundirlo, quiere arras arla; con él no se juega. Molina se queda
pafema a quien se evoca."Pero ~c6mo conciÎiar, y Molina no Jo pre-
a mitad de camino ·y di ce descaradamente cuâles son sus id alos
tende, esa "vaguëdad" con las casas relatadas en los enunciad~s
camo una provocaci6n, pero sobre toda para llevarlos a una
persuasives y por ende humanos de los personajes, sobre toda en
"medianeria", a una relaci6n a medias con sus antepasados.
"Los sospech3.dos"?, amigos, nombres de escritores conocidos y re-:-
La "mezcolanz"'" (Le6nidas Lamborghini, Odiseo Confinado) es
conocidos -no muchas-, ejecutores de' la "vie littéraire" y de la vida
la ·forma plebeya de Jo~ enunciados criticos de criticos latinoame-
mundlma que solo se la intuye a través de los visillos todos doble-
ricanos y de ultramar: trqnsculturaci6n, mixtura, inmiXi6n, inclu-
·mente sospechosos, la Profesora de Literatura, el ThstigÔ"de Ofi-
sa fragmentaci6n (~qué hacer con los fragmentas sino urdirlos en
cio, el Fil6sofo Portatil, etc. ~Todos son humanos;· demasiado hu-
'Una trama de mezcla confgsa?). Cuando Lamborghini mezcla la
manas, en sii avidez? La psicologia del avido -su clasica 'esponta-
tierra gaucha con el barro argentino produce un campo sesgado,
neidàd- s6lo puede registrarse frente a la abulia o la fiiria esto-
el "terror agricola" en. territorios esmaltados de aforismos
macal del hambriento. Esos textos no filos6ficos no sÔn1iteiàriôs
gauchescos, gauchenas, gaucherismos,. guachismos que enlazan
son morales' en tanta la'indecencia -aquella que Je causa repug:
quie bres y requiebres coma en la ~iJonga. Los argentin os decimas
nancia a Molina~, la codicia y la mezquindad Jo son porqîüïel uni-
1 "se levant6 tierra", cuando en realidaj deberiamos decir "polvo",
verso de Molina no esta en la ética aristotélicâ iii en êl iinperativo Il
la glosa literaria :de la 'homonimia tierra-polvo es propia de la
~ateg6rico ~antiano sino en la ·astüëià de ·Kierkegaltrd y'~n ia
lunfardfa del "barroso" americano de_Perlongl,ter y Lamborghini.
sublimaci6ri corporal né Niesztch"e, uita ética qiïê va dèsdê él h-e-
1

239
238
 Aterr af signif icaba primi tivam ente derrib ar, caer o echar.
en ti e- camo un "libro de memo rias"- se'pue bla de "habla durias ", dë"ch
rra y luego aterra r, des-te rrar y enterr ar: polvo eres y en polvo ar'
te Iatane rias" con accesos filosoficos y deslum brante s recbm endàc
conve rtiras. Quiza Lamb orghin i es menas soez que Perlon io'
gher y nes de vida. La satira encub re una consta nte observ aci6n que
no remit e al signif icado barros o donde desde el polvo de arroz pér-
pa, fila un cierto am or por Jo criticado, la sorna esta siemp re cotejà
samos al emple o y uso de la lujuri osa barria da. Este enunc da
iado con el propio enunc iador, la malici a neces ita de unreg odéo
que viene de afuera (en ·Lamb orghin i; de Lac~; en Perlon gher, pàfla
de, idiotez. Los sospe chado s son los recela dos,lo s auscu ltados ,
Deleu ze), de un campo cultur al privad o, casi·su bjetiv o, no 'son los
tiene im-pe rtinen tes· habita ntes de la ciudad , aquell os que tienen
refere ncia textua l y no tiene contex to -€! enemi go de Lamb orghin ciu-
i dadan fa cîvica -€n contra de los person ajes de las pseud onove
es el conte xto-, su lucha· sé dirim e entre la des-co ntextu alizac las
i6n del traseg ado Lamb orghi ni- por tontos , por-es tupido s, por
de los enunc iados -tirad os a la barto la- quiza para provo car est6li-
en el dos. Toda gran urbe litera ria neces ita tener sus inada ptado
lector una memo ria fluida que le permi ta errar en el campo s, sus
de las inmor ales, que puede n Ilama rse "tonto s" o "bobos". La bober
lectur as y armar . su propio texto. Molin a es mas·c onten ida, ia no
esta tiene bu en precio literar io por la sencil la raz6n de què es el
mas afecta da por la literatura y rebota entre el c6digo y el mensa fon do
- oscuro de los habita ntes de la"ciudad letrad a. Much a se ha dicho
je, no quiere a pel ar ni trasm itir y por ende toda se trasvi ste, y
toda escrit o'sobr e.Ios ·aJtan eros, sobre los soberbios, losl>r rogan
se desdr amati za aunqu e no deja de poten ciar una tradic i6n tes e
pun- inclus o los desde iiosos -dejem os âe lado'l a alcurn ia'de los
tual, minlls cula, •camo se dice acend rada, es una mujer bonda -
de pocas dosas y de·Jos simpl es que nunca dio;bu en fruto en la literà
lectur as. a las que apela insist entem ente para decirn os que tufa
esas made rna a partir de Skake speare y mas alla de là reivin dicaci
son sufici entes y al citarla s nos las mues tra camo un refran 6n
ero biblic a- y sin darno s cu enta nos desliz amos a los subrep ticios,
criollo de restas -mort ales- de Iectur a. Los restas son la anteri los
ori- disim ulado s,los furtiv os para adven ir al circui to de los "sospe
dad del texto, ya no son fragm entas ni residu os, son sobra cha-
ntes dos". El"tex to elabo ra una demog rafia de la ciudad letrad
textua les. Estas sabras textua les integr an un cuade rno de a, unà
notas, econo mia de sus circui tos y unàm oral dela bober ia de sus
son apun tes, corrob orai> una fugac idad del sentid o, actitti -
una des. En este sonde o, el textô es noved osfsim o, es un "hapax"
despro lijidad de la anotac i6n y un deseo figl!rativo del esbozo dentro
; de de la litera tura argen tina actual , y si se nos·oc urre, por compl
falta de puntu aci6n y de verific acion camo aquell o que se "anota a-
" cencia profes ional, busca rle una estirp e -aunq ue na· es necesa
-notic ias de vecin dad- en un cuade rno de apunt es que desmi rio--,
ente saltan do a Borge s, apunt ar a·Mac edonio y tambi én a Payro
.Ja prolij a destem planz a, si no tragic a almen os estupe facien , un
te, 4e Iugar 'en Ia'suc esi6n, mostr enca por definici6n, de Cance la
Fina volun tad o lina cortes/a. Este nuevo texto es un a retahf Y de la
la de gauch esca'b ufa. ' - ·
maxim as grotes cas y amora les, que funcio nan a contra pelo ·
de la ' Si· acepta mos la idea, y yo la acepto en tanta la pensé camo
sabid uria propia de las éticas canon icas, de la moral de c~mpo
rta­ entida d tu tel ai- de Ia"lite ratura , de que" el "poeta", y -sobre,
toda el
mient o ciuda dano e inclus o de las condu ctas perso nales, -poeta criollo ;es uno que recoge·y no que siemb ra, debem os·ace
,un co- p-
menta rio acidul ento y veridico sobre los hecho s de la vida tar ·tamb ién que .oii)aS ·ana· de las vangu ardias de creaci
y de la on- los
vida y los·;hechos de la litera tura; y en·pa rticùl ar de un minim escrit ores del puebl a (versi 6n comu nista) ,los escrit ores popul
a ares
recint o de la literatura argentina. •Entre. la satira de un libro (vers ion ·gram scian a); los escrit ores popu listas (vers
de ion
costum bres -€n este casa perten ece a la litera tura costumbrista- just_icialista);•.los e§crit ores popul achero s (version: "el"al ma·
'- que
y de una "memorabilia~ en sorna -y en este casa debe regist canta" ) expro pian la Litera tura Unive rsal (sueiio compa rtido
rarse en-
24(>.
1 241
1

J
 tre Goethe y Harold Bloom) para sentirse confortados: yo también
sé leer.·~Pero c6mo leo? Leo a destiempo, a contrapelo, mezclando
noya lecturas sino la mezcla de todos los textos ya mezclados, una
erudici6n salvaje -de la que se salva Milita Molina por precauci6n
femenina, es una precavida en su• desborde--,una cultura de sa-
queo, de sitlo, co mo ocurre en los dos Lamborghini, en Perlongher,
en Emetetjo Çerro. La presunta "teoria: del ~cordera par6dico", un
"agnus dei"luciferino, de Le6nidas Lamborghini (Odiseo_Gonjina-
do) se asienta en ret6ricas siniestra~ del mamarracho, el rem edo y
<ll rellli!'ndo, el cocoliche:que sugieren el espejismo de la semejan-
za y convierten al mita de la originalidad en un mito de origen, y
al nüto de origen, en todos los mitas.
Ya no leo, solo cita las citas de los otros, de los otros textos. Las
al1,l§iQne~.literarias, dice.O. Lamborghini, "la rima guasa. en esta
·fa_S\l perdularia". Estamos en la fase perdularia de la creaci6n, ese
vici() inçorregible de ci~ar, de aludir que nos lleva a eludir el texto
principal, ya no hay centra sino satélites, ya no hay dioses sino
demiurgos; y a no masa de textos sino amasijo de.fragmentos
-~legJbles, ilegibles?- ya no_hay lectur.;_ sino lectores a ciegas, ya
no hay ironia sino ridiculo. Aquello,que enuncia con.claridad·me-
ridi~na; la faÜga de· los pr~pios mitos y el fantasma occidental,
que tambiép,,le toc a a-los~:argentinos, el hastio. "Estoy harto ~e
Süecia y de Noruega ... El Fiord,,el Sebregondi, ,los Tadeys ... El
sintoma es ... El_ rid!culo se av~zora",..- ~-- ~
; Molina se refugia en los intempestivos, e!'·los inoportunos. Los
iûoj.lOrtunos _SOQ. ~_aque\lq~·ql,le~~~nç_~rnan "las mezquinas razo~es
argentinoides". Por dar un ejemplo, aquellos que "siempre empie-
zan un final~._ 0 lo~ Pi~JJJ~_aJ:t, o,lo _ cuentan, no s6lo son~temerarios
sin6 trascendentes./1'9do puede' s!'r sin_lugar a dudas un esquema
o, camo_ di ce ~~ texto, "y~I}.~~o tuerto", camo qui en di ce esta~ entre
.la esquina (" ~ràsada?") yVenad9J''l\erto .sie_rnpre es tara la "inopor-
tunidad7,del Buenos Aires intempesti.vq, I,a in9p9rtunidad de Bue-
_nos Aires es un,~yenado': a tuertas, conjuganjio ~!ltu,ertos contra la
-razôn y saliéndole al paso a Santa F;e:J)_en el,caso d,e ll).t'rofesora
de Literatura; aquella que se_reêonoce~en sü apasio_pac;IR ':g.i~tpm":
- 242
"no leo a Niés.Ztche porque es nacionalista" en donde·operan si.:
multaneamente el of[cio del "mono legislativo" y su creencia en la
'insuficiënciadel gusto. Es propio del estimulo profesoral como ente
'ëultura:J argentino clesprendido de las huestes de_Sarmiento y en
Filosofia y Letras de Carmelo Bonet, engendrar un sujeto.psicol6-
gico cuyâ sagrad_a 111.isiôn es ordenar y clarificar a los parvulos
universitarios. Lo que Molina escuch6 en las aulas -la heterodo-
li xia que se·conyierte en ort'!.doxia aulica- leyes del género, paro-
aia, padre textual, dj.ferenci~, metalengua y,qué otras casas mas,
termina convirtiéndose en su propia "teoria de las aulas": todo
pensar es retardado. •
La encarnaci6n del autor en el personaje emisor es una·de las
•tantas formas en quê se encubre el yo autoemisor (yo autorial), el
mas nitido,"el mas sensible y d.e hecho el mas responsable; en este
·casa, Lesa emisiôn nîOdifiç_a en parte, -el género del narrante, l,es
quizâ un "marica"; Quizâ un bis~Jfu~l, quizâ- min mâs, un "lésbi co"?,
pero dé hecho_es un homenaje a 1<!- perspicacia social de los ''homos",
pero sobre todo la posibilidad de Ul}_a emisi6n femenina en el cuer-
po miisculin'o. Milita Molina qqiere reivindicar su emisi6n grandi-
locuente~ -de tôdas las elocuel}cias- certificada en la fe publica en
faz polîtica, ·republicana, dq'lde todos ha blan para ocultar.la ver-
·da"d'•y donde todos sospechan que'son los otros los sospechados.
Este përsonaje emisôr nuhca esttlvo en una Facultad, solo las visi-
•,
t6, visita inoportuna en tanta ÇQ!)lO al,!ditor vengativo se convierte
en auditor aulico, uria àudici6~ casi palaciega, liena de ritos alte-
rados y cortesànifis uniVersitarias trastocadas, un verdadero _ tras-
'torno literario. Lâs:dos.·morales encarnadas en el relata: "el tipo
que se decià·deirôto'de Osvaldo Lamborgh.ini pero cuando no tenia
plata era incapaz de î-obarle el nîon'edero (con la jubilaci6n)·a la
madre",,decir-hacer, una se rèvierte en la otra o las escinde y la
deja afuera. Esta doble moral narrada se entreteje con la moral de
la narraci6n, su verdadero sostén. Y la mofal de los telftos de Molina
es ehesultad0,'de su propia:dêvoci6n.(por Lâmborghip.i)_y por su
desc_onfian~a en'-~us pr-opio_s textos, en sus enunciados, en-·sus re-
.laciones intelectuales, en sus mecâriisnios de experinîentaci6n fren-
243
te a la literatura y a sus ejecutores. La letra torva de Lamborghini
là sedùce y aL mi_sll}o tiempo recrudece su desconfianza ante el
escândalo de la palabra frente al escândàlo de la vida. /,Tienen el
mismo:valor existencial? 1,Se pueden sostener al mismo .tiempo?
El escandalo de la letra es escândalo blblico -la palabra mata, el
espiritu vivifica'-, el escan_dalo en la vida forma parte dèl uni verso
ético de la muerte. El sonsonete repetitivo en sus variantes, "pri-
mera publicar,luego escribir", forma parte de ese universo. El tex-
ta dice: "Nmicâ impe enmendarme':. 1. Quién Jo dice? 1.Y de qué fa! ta?
Los aut6matas culturales son engendrados par los medios o se
'
refugian en su sombra·protectora, son su savia, su linfa, en elias
pernoctan y generalinènte lï'lcen·cola para la publicaci6n de una
"notita" par un "miserable estipendio" y pululan en.las entregas
de ·premios, en. los "côngresos de literatura" (Aira). El narrador
.cuenta desbocadamente la experiencia de to~os los .escribientes,
la solicitud eufemistica: "hayqùe escribir una 'cosita', y es a "cosita"
le intriga a la autora que le hace decir al narrador, y si es asi, le
hace decir al ~~puto?'' narrador: "es cierto que por.la "cosita" no te
pagan ni.un mango". Unâ.vérdadera manganeta de los desbordes
de Jo publico, digo, de la publièaci6n.
En.cuanto a "perder. el:hilO" unO"~ri.unca ·sabe·~si los escuChas
saben y se acostumbran. al discurso que "pierde s~ hilo" y si el
discurso que no tiene ilaci6n -}'la ton teri a don de se cobija la auto-
ra hace trastabillar al narrador que cae en la tram pa de la zoncera-
los oyentes escuchan. sobresaltados ùn el agio deJa estupidez re-
·cordando quiza.y si-son.universitarios "léidos" acompaftados par
lâ Profesora, la cornucopia elaborada par Rabelais y Erasmo dic-
tada'al aida de Bajtin. La.Profesora.de Literatur!l, personaje fe-
menino. par definici6n o pura maldad, en tanta se remjte•en la
memoria dellector a la 1ret6rica popular. y ëanchera don de. abre-
' :van Aira y.Gasalla, y a la experiencia vital, camo qui en di ce, "vivi-
. da en las aulas7. El Magisterio del Maestro elabora un entrainado
âltamente sofisticado en el cual uno puede elegir la punta que :le
g'u:sté, idéntificaci6n-desidentificaci6n, o camo abandon a de si mis-
~244
mo y pensar en el otro, pensarse camo otro para no pensar, aburri·
mienta o quiza hartura o descanso de si; el magisterio engendra el
odio hacia ese aldo que solo escucha la palabra del Maestro, lu-
char contra él, a ta carlo, un "satari" invertido. El odio de la palabra
del otro que resuena en el oido, un ·reclama de audici6n al
semimaestro, meterse en el aida del otro para oirse mejor, quiza
"6yeme, mi' aime". Lamborghini, maestro necio.
Tarde o temprano la instituci6n literaria genera la vida camo
instituci6n. El "me va cada 'vez ~peor" radie a en ese "vâcio
institucional que en Molina no engendra envidia ni rencor, s6lo
extrafteza: no hago comentarios, no hago reseiias, no hago decla-
raciones, ni siquiera traducciones. Fuera del circuito, del
entralazado de la "vida'cultural", aquella que a fines del sig! a XIX
se llamaba "la vie littéraire" camo si hubiese también una "inuerte
literaria", el estar fuera de toda, /,no seria acercarse al pleno lite-
rario~a la·pura literatura sin edici6n ni tradici6n, camo libre dis~
posici6n 'de la memoria? 1,No es ir de la imaginario a la pura reali-
dad, no·es ir a Santa 'Fe coma venirse a· si misma?: "Este aii.o mi
madre perdi6la memoria. Vamos·de·Jo real al arte.puro", o "Estoy
èn Santa· Fe". La estocada de la real denuncia el sexo del narrador
y encubre el sexo de la narraci6n'. La evocaci6n tiene dos niveles,
el del recuerdo y el del relata que par momentos no son coïnciden-
tes, tom an caminos diferentes; uno dice que recuerda y el otro di ce
qüe·escribe ~tl recuerdo del relata. Es necesario comparar la acci6n
huniaiia,la actitud, e]·comportamiento,la intriga o la pereza o la
sagâcidadtonta (jOh,-el texto dice "listillo"!) con la actividad lite-
rraria;la ironia;el tema (i,pero 'si·no hay tema?), la composici6n
(i,përôsi aca todo esta descmnpuesto?), el ritmo (el rigor aburrido
de lâ'sèûtericia, de la maxima, como si estuviese leyendo a ·Porcia
"-là sablduria diminuta) camo actitudes vitales, eso que di ce el des-
li:IIÎibfaiit8 eriütieiifdo\."estar en media de una frase", camo qui en
dice estar,eh Iiiedio de' una batahola'literaria copiando al copista
(ui:J. .i-atèril copista; una infanto-juveniLcopiona de escuelita del
,barri a de Guadalupe)/ en .el inomentô· en:· que er Bardo ~y·no·se
~......
- ·- .. ..
.. ......- ···~- .... ... . .... --'~~ -
·~ -. ~- -
245
trata de del' Barca Centenera-. di ce o escribe: "El pez nada. Pez es
un a sola s~laba. Una silaba nada". Y.lo demâs es silencjo. ,
El texto dice "la interpretaciôn.de espiritu conspirativo» y esa
êonspiraci6n en el diccionario de Molina tiene varias ·sentidos re-
unidos en este acta agonal, conspira contra.elsentido de una in-
terpretaci6n politi ca del autor, contra una interpretaciôn retôrico-
judicial de 'la obra y contra.una.interpretaciôn del sentj,do_tanto
de la'obra camo del autor. Hay, que despedazar tanta al au,t0 r como
al' critico. Si se hurla de la.interpretaciôn policiaca liberal intelic
gente, quizâ la mâs inteligente y ponemos a prueba el qu_izâ;tam-
bién recordarâ la interpretaciôn policfaca socialista,la !llâs chata
y la men os sospechosa. Frente al liberal inteligente, serjo, reglado,
oficioso, tal vez docto, de be enfrentarse ,una hurla procaz. y politi-
camente provocativa:~"yo me tiro·'·a~la~marchanta", uy;:ta__lectura
desprejuiciada y sin ninguna meta; sin destina de map10treto fa-
cultativo. Y.caprichosamente;<y aqui qui~ro decir "obsesivamente",
se envuelve en la palabra y en.la época "palabra que, se usaba
cuando en mi patria al crepusculo se le llamaba la 'hora_de la·ora-
ci6n"'. ESte· enunciado .,es mâs · criollo, provincial Y.- epocal ~que
parroquial, pero .estâjmpregnado. de un a sabiduria, coloquial
boq(iana.:Elnarrador no quiere dejarse llev!lr PQr l_as sentencias
del pasado, pero la autora es inquebrantable, no .se "e~mienda" y
mo ·quiere.dejarse.enmendar.. La tradiciôn.lit.eraria puede_ser.en-
frentada'de dos maneras ~puede haber otrasc, aceptarla camo obc
' ···- ~--------
jeta de'cambioo de veneraciôn, o renegarla,,"co~a qll\l e§_mâs difi-
ciL La~ vanguardias .simulan, que no tienen pad_a.~ql!e ver· con la
tradiciôn:o !a alejan de tal manera, que confunden alos_lectore~, a
los criticosy a .veces'se convencen a si mismas,de que son huérfa-
nàs de padre y madrée Los que do blan la cerviz frente al pas a do
textual pu'eden hà.cerlo reverentemente _o de. soslayo, irônicamen-
'te;casi conio unâ concesion. Molina es severa y poco propicia a las
' êôncesionés. El ûnico padfe aceptado es Osvaldo Làmborghini, pero-
:es ui\."padrè putàtivo y. los hijos son incestuosos.à adulterinos: La
ironiaJpfoêaz de Lamborghini.se convierte ahora.en.espiritu fe-
1246
menin a, es decir, hem os pasado del "malevaje" a là "ffialevolencia",
de la destrucciôn al rescoldo, de la trituraciôn a las cenizas. "Mâ-
quina Singer, poco Boedo y con permiso del Padre de las novias y
de las-madres", sinrazôn de las escuelas literarias y despropôsito
de los modelas, sin herejias ni misas sacrosantas. La reticula
1• boe dis ta- nunc a se convierte~ en "preciosa", coma es el casa de
Perlongher, se· hace, digamos, "objeto de estudio", a ver que hay
\ alli luego del abandono, sôlo interesa el clan, las huestes familia-
res y sobre toda las cualidades fraternales femeninas, coma en
-"Las Cascadas" (obra de teatro aûn inédita). El enunciado "un hom-
1
bre tan seria prefiere lo policiaco liberal a lo policiaco socialista"
1 engendra dos formas de violencia y expiaciôn. La formulaciôn de
Molina sostiene los dos principios en una evocaci6n anârquica de
lo literario, de la politica de lo literario: letra y politica son la mis-
ma éosa, la misma casa deleznable pero apetitosa.
El espiritu civico de lo policiaco liberal, el "progresismo" acaba
mal y Molina se a treve y conmina a los lectores de Sartre y de es a
"su mujer" a en.frentarse a la otra cara -cara macabra- de la fila-
sofia, la fealdad corporaL Si ambos eran feas, ~con qué criteria
,,,, medir esta fealdad si am bos eran·feos "a dûo", quién le observaba
al otro su propia fealdad?, enigma que Molina -ahora si coma ver-
~:- dadera intrusa- muestra pero cautelosamente no se atreve a
develar. ~El espejo deN arciso s6lo muestra la belleza? El otro as-
pecta de lo politico, el "cristianismo socializante" (~Cristo "compa-
,fiero peronista" de Marx?) es un enigma papal: ~de qué enciclica,
de la Rerum Novarum o de la Populorum Progressio? No lo dice,
.. pero la degeneraciôn, de las formas politi cas adviene camo sinto-
ma del cuerpo social corrupto. ~Qué es un marxismo cristiana?
~Qué es un socialismo cientifico? ~Qué es un conservadurismo de-
i
•, mocrâtico? Son formas perversas de la nomenclatura,que int~n­
tan ilusoriamente crear .un vinculo donde no pu ede haberlo, pro-
pia de una época cultura17~la época de Molina?- donde se preten-
de combinar la hibridez propia·con la hibridez ajena. Un texto
-social inclasificable.que sostiene !lna escritura literai incivil, en
'·tanta Molina .no quiere provocar ;~l !ector·sino instigarlo, a que
247
1, •
1
,.
 ~
'1
,.
1
deje de Jeer. El Maestro tenfa sus razones politicas, la ind6cil dis-
cipula tiene sus razones literarias. ~Dos textos genéticamente dis-
tintas? El :repudia de Jo orgânico -dice Molina âsperamente- "el
viejo y agqueroso tedio de Jo orgânico" es repudia de Jo puramente
insito, eso que esta alli desde siempre y que desde siempre retor-
na, ya se llame instinto, especie, fisiologia, cuerpo real, cuerpo des-
armada de pàsianes, es también un harrar a la inmovilidad, a la
estable absoluto, a aquello que·no cambiarâ nunca. El carâcter
propio de lo orgânico es precisamente eso, su carâcter, aquello que
ya viene consigo y se disfraza de alma, de espiritu o de personali-
dad bâsica. Frente a tanta actividad hist6rica, la "ya dada" es una
novedad. El Maestro vale por su "reval côn" con Hemândez ~a quien
ley6 y copi6-,Jo ley6 a la marchanta y lo copi6 con ludibrio y alta-
noria: la Casa Lamborghini que edifica Molina es u'na casa em-
brujada, mediunica, falletinesca, ruin, camo la Casa de los Cuer-
vos del ins6Jito otro extrema de la literatura argentina: Hugo Wast
J
en la version radial tenebrosa de Yaya Suarez Corbo. Toda el mun-
do escribe pero no toda el munda lee, querra decir, que Jo "inter-
pretaron" pero no lo leyeron.
El despliegue de la. tonteria: "Kant fue un fil6sofo capaz de
mostrar que la humanidad pensaba co mo Kant", se a proxima bas-
tante a la astucia.o a la incoherencia aprobada e.instituida -re-
buscada-. "El tiempo me pierde: a Mi. Me reserva la maldita tra-
ducci6n", que nos conmina a la.traducci6n o por lo menas a la
parâfrasis a través de -atravesada-: hacer tiempo, o el' tiempo
perdido --que remite al tiempo recobrado-- o perder el tiempo, en
lengua falaz y supuestamente c6mica. Uno.nunca sabe ad6nde
conduce la tonteria; si somos·cu)tos a Bouvard y Pécuchet, si sa-
mos ignorantes literarios a los tremebundos amores de los
filibusteros o al melodrama radial y si somas "listillos" a la male-
valencia del munda intelectual, si es que existe. Los· registras de·
lengua se interpenetran, se confunden y los necios, los bobalico-
nes, los pavas, los !elos, marcan el.uso social del apelativo, pero el
uso de "babieca" y·su probable aumentativo "bobalic6n" seiialan
también ciertas areas de empleo y de·marca· temporal, una "gra-
248
mâtièa hist6rica barrial" de los vocables tontos. La niiiez provin-
dana, aquella jugada a la sombra de los aleros y zaguanes
maimolados que intentaban proteger del furibundo sol de las sies-
tas simtafesinas, siempre elegirâ el "bobo" y el "bobalic6n" y el uso
mujeriego, de "pava", que dicen de Jas infancias preteridas. Si se
ensartan como sucesi6n fragmentaria, camo adagios tontuelos,
camo cristalizaci6n de enunciados espurios e ilegitimos, quiza se
organicen -se desorganicen- camo una "retahfla", un rosario ole-
tanias de aforismos de la cultura intelectual porteiia. Los ·otros,
los. "insospechados" parecen ser los de afuera,los de.afuera <j.e la
literatura porteiia y los de mas alla, fuera de la literatura que
proviene.de las lejanas y polvorientas provin ci as, camo un ge~afio
federal, una recua de dichos y predicciones sociol6gicas·g~l "ser"-
y del quehacer- "argentine". Molina intenta que el personaje que
"narra"los dicharachos no construya una "filosofia del ser nacio-
•
1
nal" ni siquiera en "joda", ni ir6nica ni burlesca ':";aun_que algo de
eso hay-, sino que creamos en.lo que ella dice o dicta camo una
convicci6n. Y Jo consigue. La descarriada es ella camo autor-auto-
ra que maneja al narrador como un titere desdramatiz_ado. Cuan-
do aparece -es un~ aparici6n- en enunciados camo éste: "Un v.i.en-
to abri6 la puerta de par en par", fuera de contexto (o el conte){to
estaria afuera, por ejemplo, en "Fina voluntad" o soJrre toda en
,, "Greta Krull"), sin apariencia de realidad narrativa, sin just~fica­
ci6n ni validez elocucionari~, uno cree que Molina se trasviste en
Aira cuando en realidad se trasvisti6 desde siempre en
Lamborghini. Diria Molina, asf va la literatura argen tina, y ya
estamos a cubierto de los tropiezos de lo dicho y de lo por decir. Y
lo dice, por primera vez, con sospechosa claridad, como un libro
abierto,-casi ci!Jntificamente: "Porque pensar es retardado (la con-
ciencia es un 6rgano reciente, flojo, la acci6n es casa de pocos" y
Iuego, co mo se di ce a renglôn se guido, indiferente, "vivir adelante,
no mirar atras, ser un comerciante". Y Jo dice Rilke en pal!\brf!S d~
Rimbaud. Solo le falt6 decir que erll un co_m\)rc~~(Ulte !'fi piedras
preciosas.
249
El orden de las palabras
Los nombres de los personajes ri\asculinos son nombres
borgianos. Por ejemplo, Francisco Acevedo. Los nombres de los
personajes femeninos son alemanes o ingleses, por Jo tanto tarn-
biên borgianos. Y, simultâneamente, también son daneses. La pa-
tria de adopci6n de los personajes es Dinamarca, de Jo que debe-
mos decir que todos' son seudônimos de Kierkegaard. La filosofia
realista y negativa de Mrs. Harven es una moral de costumbres
inglesas y ética protestante alemana, nada resuelta a considerar
la contradicciôn o los avatares de la complicidad, sino construida
camo una convicci6n. La luz es inédita, rectilfnea, tajante: es ar-
.gentina, santafesina. Es una luz que desde la mafiana a la noche
es· siempre luz del mediodia, cae a pico, no suena pero restalla,
una luz que es un destino para sucumbir.
Las palabras que usa Molina son palabras viejas, datan tanto
del diccionario de la literatura como del empleo de· las figuras de
las imagenes y de la retôrica. N adie podria decir -salvo Milita
Molina- "remilgadas li des". La antigüedad de los relatos de Molina
puede datar del siglo XVIII, pero sobre todo de la segunda mitad
del siglo XIX, atisbando en el siglo XX.
Los relatos cubren toda la época victoriana de la literatura ar-
gentina y asi se vuelve sorprendentemente actual. Asi como los
japoneses invadieron la literatura inglesa, asi como los judios son
la honra y1oor -la palabra que uso co mo ·tributo patriôtico ·a la
nueva narradora- de la nueva novela amel-icana, asi camo Kafka
escribiô sin saberlo' en un idish que funda su alemân, y asi como
Conrad escribi6 en una lengua que aprendiô a los veintilin anos,
asi"como el exotismo, palabra nata de nuestra literatura, Milita
Molina, la· extranjera, la extrafia, la absorta, la perspicaz; es la
· -parte danes a que le faltaba a la literatura argentin a y por lo tanto
sus 'textos proponen-un enigma: 'i,cômo es cribir de nuevo Jo que
otros escribieron, de Jo que ellos entendian que era Jo nuevo? .,
250
La ética delrelato
1
La estética esta en•la trarlsiciôn nunca acabada entre la reli-
giôn y el arte. En el relato filosôfico de Molina, la esfera estética
tiene un primer nive!: el de la psicologia de las situaciones, de la
voluntad de los personajes, premoniciones delas figuras, un a teo-
sofia de la supersticiôn o ûna vulgarizaciôn del esoterismo en
menor· grado eficaz_enJa nàrraci6n. Hay espiritu pero nada de
espiritualismo en ciertas_emanaciones espiritas que aparecen camo
burlôn refran o como insidiosa intromisiôn. La irreductibilidad de
gestos anômalos_por_su renuencia a convertirse en acto Y por su
inhabilidad para acabar en acciones: JlUra palabreria sobre asun-
tos ·borrosos entre Greta y el Sr. Pacheco, o el discurrir silencioso
1 entre Lady.Harven y el Sr. Acevedo, todas las formas en que pu ede
! encarnarse el Pretendiente, que es la .figura mayor de los miste.
rios de estas coyundas. El segundo nive! es mas borroso: la esfera
1
estética e~ta siempre guarnecida deunJ:lalo, producto de una pers-
1 pectiva de los contornos del relato, es decir cômo se mueven -y se
' mueven poco los personajes- eninarcados siempre en Greta Y por
la seductora realidad de aquello que esta afuera, Jo que de afuera,
pretende, sinJograrlo, venir _âdimtro. Es decir: lo estupefaeeiente
es -el m~rco•
- . '. el cuadro~de rla ven - -- 0 una. sombra misteriosa,
- tana.
ca si -nefasta entre el dato religioso -metempsicosis n!lrrativa- Y
la organizaciôn de un espacio estético. El espacio estético de Gre-
ta Krull es su timidez y su desenfado casi insolente, su modestia Y
su altaneria. Ella es altanera, es de su alteza de Jo q1,1e habla cada
uno de;sus movimientos: pocos pero concluyentes, d,~spojados de
toda ruind;d. Y; sobre todo 1 el movimiento de su lengua: habla no
para decir. sin o. pa~a detenerse_en el momento justo -y en ello va
lajusticia·de la palabra- en que élridiculo puede ofender, o en el
preciso instante-!'n .. que debe pedir perdôn por haber sido, leve-
mente, ofüscada o excesivamente. notoria. La altaneria de Greta
es tener fe en su propia palabra, es .confiar demasiado en su debi-
lidad y acercarse también a los invitados, a los pasajeros, a los
convidados, a los recaderos, a los que atrae a su estar como Lady
251
Harven. i,Para atraparlos en su trama? Quizâ sea demasiado de, los cuentos que se cuentan cerca de la chimenea o del caldero, o
cir. Tai vez, para el cumplimiento de un destina o para paner en del brasero de nuestras campanas, siempre camo otra vuelta de
prâctica l9s azljres reglados de la vicisitud. tornillo?
El cuento es real, es el cuento de la buena y olorosa pipa de
antano o el cuento horrisono para no sonar, cuento de la lucidez
La comicidad del contar extrema de la historia que se cuenta sin estrépito, sin resonancia,
sin estridencia, siempre repitiendo el cuento de nunca acabar, camo
Todos sabemos, por experiencia de là asi llam'ada prôpia;·que sonsonete burlôn o camo axioma filosôfico. El cuento que cuenta
podemos ser atrapados en los cuentos que 1làs contaban en la in- la ferocidad de la trama en su propio disimulo, disuelta en la con-
fancia, o en los cuentos que nos cuentan los hombres de la ciudad ·~
1
versaci6n.
En estos relatas toda acaba mal, camo en la vida.
donde habitamos, o en los cuentos qùe nos cuentan los contadôres
de cuentos: la vieja Maria, la joven Estrella, la panadera de -la
esquina o los cuentos de porteria. Tendria que contarles la serie
de cuentos que me cuentan los porteras de los lugares donde vivo,
son cuentos breves por imperia de las circunstancias, cuentos con-
tados en el momento de la entrada o las salidas, entre baldes, plu-
meras y desodorantes. Tengo una colecciôn. Uno cuenta para con-
tar -se dice contar par contar..!... y, otros, camo la niiia que er a Gre-
ta, c11entan p"ara sofiar. Greta,· nifia aterrada, queria, pretendîa,
que el !erna "contar para no sonar" (quizâ. pensado por Freud y
contado por Lacan) se hiciera realidad, al tiempo que le producia
espanto y deseo. Deseo de mâs cuentos, delicia jugosa pero alta- '.
mente costosa·en el nivel del afecto. La narradora; es decir la chi-
ca que nos cuenta el contar, podrâ decirnos que este !erna es un
"chascarrillo", y lo dice. También una·ensefianza, y lo insinûa; un
li belo -y el lector lo intuye-; o un .chis te, o una brama. Pero el
temor de la nina es quedar atrapada en el contar, en las casas que
se cuentan, sin ton ni son. Porque là angustia provendria de alli:
toda cu enta para que se cu ente de be tener un final, de be tener un
fin. i,Cômo promoverlo, cômo adelantarlo, cômo postergarlo?
El cuento de nunca acabar es el cuento que quiere y no quiere
la nina: pesada brama para el contador y deseo manifiesto en el
oyente. Un a verdadera tragedia. i,Para qué conversar tanta?, i,para
qué contar tanta sôlo para caer en el desastre? i,Para dilatarlo,
coma en Las Mil Noches y.[/na Noche?, para cumplirlo, camo en

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 indice
1

r l

El arte del olvido ..7

1 Parte Primera. Los fantasmas de la critica .. 11

' Notas .. 78
! Parte Segunda. El oro dellinaje .. 82
Notas .. 134

Parte Tercera. El olvido textual .. 141

1
1
1 Bibliografia .. 157

1 1
1
Tres ensayos sobre mujeres ..163
1
Mujeres sabias: Arendt, Kristeva, Feldman .. 167
1 Bibliografia .. 194
•
'
1 La enfermedad dellenguaje
(Sobre El inglés, de Susana Cella) .. 196

La forastera o la moral de la narraci6n .. 229

'
1

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