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FORMALISMO RUSO
http://peripoietikes.hypotheses.org/165
“El formalismo ruso reacciona inicialmente contra las dos tendencias más
representativas de la crítica literaria de su tiempo: el positivismo histórico y la crítica
impresionista. En consecuencia, los formalistas tratan de constituir la literatura en el
objeto de conocimiento específico de una determinada disciplina científica, una poética
formal, que, desde principios metodológicos propios, dé cuenta de las cualidades
estéticas esenciales de la obra literaria. Desde este punto de vista, consideran que la
literariedad (literaturnost’) constituye el objeto principal de estudio de la ciencia
literaria, al ser lo que confiere de forma específica a una obra su calidad literaria, lo
que constituye el conjunto de los rasgos distintivos del objeto literario.”
Jesús G. Maestro · Introducción a la teoría de la literatura – ISBN 84-605-6717-6.
El formalismo supuso una revitalización de la Poética y la Retórica de las tradiciones
clásica y clasicista. Su enfoque del texto literario evidencia su interés por las cuestiones
formales y se realiza de acuerdo a concepciones retóricas. Al mismo tiempo, la crítica
literaria rusa incluye, en su planteamiento, el aspecto político y social de la literatura (V.
Bielinski, N. Chernishevski, N. Dobrolyubov, D. Pisarev…)
– 1921-1926: desarrollo
-si la relación es de imitación con obras pasadas o tradiciones literarias, hay una
diferenciación histórica.
6. ESTILÍSTICA
-En cuanto a los géneros en verso, son muy importantes las teorías de métrica formalistas,
en las que el análisis busca la explicación estética. Osip Brik trabaja sobre las
repeticiones sonoras, el ritmo y la sintaxis; Tomachevski sobre el
ritmo; Tinianov integra la métrica en la semántica (El problema de la lengua poética,
1924); Zirmunskijsobre la rima de la poesía rusa y la métrica.
-Respecto a la escritura en prosa, uno de los principios organizadores de la literatura en
prosa es la diferenciación entre la fábula, lo que realmente ha ocurrido, y la trama (o
“siuzhet”), que es la manera en que se combinan los hechos ocurridos en la obra.
Establecieron tipos de “siuzhet” (construcción en escalera, en rondel, en paralelo…) que
fueron desarrollados por el estructuralismo posterior. Esta diferenciación será el pilar
fundamental de la narratología desarrollada en los años 60 y 70.
Fernando Cabo Aseguinolaza y María do Cebreiro (Manual de teoría de
la literaria, 2006) establecen un paralelismo terminológico:
Eichembaum resalta la importancia que tiene el hecho de que las formas en prosa se
asocien al lenguaje escrito, y teoriza sobre el género “skaz” (tipo de composición
narrativa de cuentos populares de autores como Gogol); Tomachevski trata las
diferencias entre relato objetivo (el autor lo sabe todo, el narrador omnisciente de hoy) y
relato subjetivo (la narración se sigue por un narrador concreto); Sklovski teoriza sobre
narración corta y señala dos formas de unir varias narraciones cortas: por enhebramiento
–un personaje común-, o por encuadre –una narración corta sirev de cuadro para un
conjunto de narraciones cortas-.
Pero, sin duda, una de las contribuciones fundamentales del formalismo fue la Morfología
del cuento, de Vladimir Propp (1928), en cuanto que supuso un modelo de estudio de la
narración. Propp compara entre sí los temas de los cuentos maravillosos, para lo que aisla
las partes constitutivas y llega a establecer una morfología, una descripción de los cuentos
a partir de sus partes y de las relaciones entre ellas; así, se observan constantes y variables,
que permiten la formulación de cuatro principios:
1. las funciones de los personajes son constantes, y son las partes constitutivas
fundamentales
2. el número de funciones es limitado: Propp distingue 31.
3. la sucesión de las funciones es siempre idéntica
4. todos los cuentos maravillosos pertenecen al mismo tipo en lo que concierne a su
estructura.
15. FORMALISMO
NORTEAMERICANO
24/04/2010 ELENA GALLARDO PAÚLS 2 COMENTARIOS
-los intelectuales neoyorquinos (Richard Chase, Alfred Kazin, Edund Wilson, Irving
Howe…)
-la fase de la nueva crítica, coincidente cronológicamente con el final de la segunda guerra
mundial.
Keith Cohen, al estudiar este movimiento (Le New Criticism aux États Unis, 1972),
considera figuras centrales del mismo a
-John Crowe Ransom (The World’s Body (1934), Criticism, Inc.(1937) y The New
Criticism (1941).
-Allan Tate (The Tipes of Poetry (1934), The Angelic
Imagination (1951) y The Symbolic Imagination (1951).
-Cleanth Brooks (Modern Poetry and the Tradition (1939) y Literary Criticism: A Short
Story (1957, escrita en colaboración con Wimsatt).
Rene Wellek (Historia de la crítica moderna, 1988) habla de John Crowe Ransom, Alien
Tate, R. P. Blackmur, Kenneth Burke e Yvor Winters, y, algo después, Cleanth Brooks,
Robert Penn Warren y William K. Wimsatt.
1. Actitudes comunes
Igual que en el formalismo ruso, los críticos incluidos en el New Criticism centran su
atención crítica en la obra literaria misma. Unos y otros se enfrentaban a la
producción poética de los futuristas (Rusia) y del modernismo anglosajón (EEUU).
1. René Wellek trata individualmente a cada uno de los críticos, que no pueden
considerarse como una escuela, e incluye un capítulo en el que analiza el movimiento en
su conjunto; señala posturas comunes, como:
5. Manuel Asensi (op.cit.,pág.150-ss) plantea que, en general, los new critics defendieron
la idea de la literatura como un tipo especial de conocimiento; no se trata de un
conocimiento cualquiera coexistente con otros conocimientos prácticos y teóricos, sino
del conocimiento total, el único capaz de aportar la verdad sobre el mundo. Allan Tate
explica esta superioridad del conocimiento literario por el carácter inmediato y vital de la
Literatura: mientras la ciencia proporciona visiones frías, abstractas e intelectuales de la
realidad, la literatura consigue incorporar a ese conocimiento el aspecto afectivo-sensitivo
de la realidad. En An Approach to Literature (1936), Brook, Purser y Warren llegan a
vincular ciertos puntos de la teoría aristotélica con el valor formativo de la ficción y la
imaginación, de la mímesis. Además, esta función consolidadora de lo humano se
percibe, asimismo, en el valor terapeútico de la literatura.
Esta visión ontológica de la poesía se sirve del procedimiento del close reading o lectura
atenta, que exige, a su vez, una crítica de todos aquellos tipos de enfoque literario en los
que se intentaba explicar el texto a partir de factores ajenos a él.
2. Valoraciones del New Criticism
1. Los Críticos de Chicago (Ronald S. Crane), los críticos míticos (Northrop Frye) y
la escuela de Ginebra (George Poulet) hacen una valoración negativa del New Criticism,
atacado, sobre todo, por parte de los críticos partidarios de la deconstrucción, y, en
general, por parte de las tendencias postestructuralistas.
2. No obstante, otros críticos como Wellek valoran positivamente el New
Criticism, porque con él se han “establecido o reafirmado muchas verdades
fundamentales a las que tendrían que retornar generaciones futuras”, pese a acusarles de
ser “extremadamente anglocéntricos, provincianos incluso”. Esto explicaría el escaso
número de traducciones de sus trabajos.
3. Terry Eagleton (Una introducción a la teoría literaria, 1988) analiza el New
Criticism desde una perspectiva ideológica, como movimiento representante de la
ideología de una intelligentzia desarraigada, incapaz de adaptarse a los nuevos tiempos;
la poesía es “una nueva religión, un refugio nostálgico frente al enajenante capitalismo
industrial”. El poema es impenetrable racionalmente pero posee una coherencia interna
que, en cierta medida, se corresponde a la realidad, y permite la conversión del poema en
un fetiche que es analizado objetivamente, sin vínculos con su contexto histórico-social.
Así, el New Criticism se acaba convirtiendo a la tecnocracia contra la que había surgido;
como ofrece un método pedagógico útil para un creciente número de alumnos, y concibe
el poema como un equilibrio entre contrarios, se instala en la Universidad porque supone
para el crítico una falta total de compromiso, cosa que resulta muy atractiva en ese
momento.