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MOVIMIENTO
PERPETUO
TERMODINAMICA
El móvil perpetuo es una máquina hipotética que sería capaz de continuar funcionando
eternamente, después de un impulso inicial, sin necesidad de energía externa
adicional. Se basa en la idea de la conservación de la energía. Su existencia violaría
teóricamente la segunda ley de la termodinámica, por lo que se considera un objeto
imposible.
Dado que los principios de la termodinámica son algunos de los más comprobados y
estables a lo largo de siglos de la física, las propuestas de movimiento perpetuo serias
son siempre desdeñadas. Con frecuencia, este tipo de máquinas son utilizadas por los
físicos como una forma de poner a prueba sus conocimientos, demostrando, sin utilizar
la termodinámica, que no puede funcionar. Además, es frecuente la aparición de
"paradojas", al imaginarse experimentos mentales que parecen mostrar móviles
perpetuos; invariablemente se trata de errores de comprensión de las leyes de la
física, por lo que resultan muy instructivas.
Su historia
En el siglo XVIII en Bavaria apareció la "rueda mágica". Era una rueda girando sobre
su eje gracias a unas piedras magnéticas (lodestones). Supuestamente podía girar
eternamente, pero la fricción la detuvo luego de un largo tiempo.
Siguiendo el ejemplo de Villard, Pierre de Maricourt diseñó otra máquina: una esfera
magnética que, si era montada sin fricción con su eje paralelo al eje celeste, giraría
una vez por día. Serviría como esfera astronómica automática.
En 1518, Mark Anthony Zimara diseñó un molino "que se auto-sopla". Éste generaba
energía a partir de una serie de fuelles. Los fuelles volvían a soplar las velas del
molino.
En el siglo XVI, John Dee informó haber visto una máquina de movimiento perpetuo
durante sus viajes (con una pensión de Elizabeth I), pero no se le permitió una
observación detallada.
En 1630, Robert Fudd, un físico y místico propuso varias máquinas. La gente trató de
patentar variantes de la máquina de Fludd en 1870. La máquina de Fludd funcionaba
por recirculación por medio de una rueda hidráulica y un tornillo de Arquímedes. Este
dispositivo bombea agua de vuelta a su propio tanque de suministro.
En 1664, Ulrich von Cranach, un ingeniero militar de Hamburgo, Alemania, diseñó una
bola de movimiento perpetuo que no funcionó en la práctica. La máquina tenía una
bala de cañón rotativa que descendía por un tornillo de Arquímedes dispuesto a lo
largo del perímetro de una rueda (como una rueda hidráulica), rodaba a través de una
guía, para luego ser llevada nuevamente hacia arriba usando un tornillo de Arquímedes
(impulsado por la bola-rueda). Arthur Ord-Hume documentó esta máquina.
Blaise Pascal introdujo una forma primitiva de ruleta, y la ruleta giratoria en el siglo
XVII como parte de su investigación hacia una máquina de movimiento perpetuo.
Robert Boyle ideó el "vaso perpetuo" ("cáliz perpetuo" o "paradoja hidrostática" ) que
fue discutido por Denis Papin en 1685 en el Transaciones Filosóficas (periódico
científico)
Johann Bernoulli (también conocido como Jean Bernoulli) propuso una máquina
energética de fluido. Bernoulli desarrolló el problema de Brachistrochrone en Junio de
1696 y es considerado el fundador del cálculo de variación.
En 1712 Johann Bessler, también conocido como Orffyreus, investigó 300 modelos
distintos de movimiento perpetuo y alegó tener el secreto del movimiento perpetuo.
Aunque luego hubo una acusación de fraude (por parte de una sirvienta de su lugar de
trabajo), los investigadores de ese momento, como el abogado Willem Jacob
s'Gravesande, reportaron que no hubo tal fraude.
En la década de 1760, James Cox (con la ayuda de John Joseph Merlin) desarrolló una
máquina de movimiento perpetuo (conocida como el Reloj de Cox). El reloj es
accionado por los cambios en la presión atmosférica a través de un barómetro. El reloj
aún existe hoy en día (pero fue desactivado debido a la reubicación del mismo).
En 1790 el Doctor Conradus Schiviers hizo una rueda accionada por correas. También
propuso una máquina en la cual varias bolas impulsaban una rueda hidráulica y la
cadena de un balde (volviendo a subir las bolas). Otros trataron de adaptar sus
diseños sin éxito, un siglo más tarde.
¿Por qué no es posible?
No importa el esfuerzo esta máquina nunca va a existir, esto se debe a que se opone a
las leyes de la termodinámica que a continuación se explican.
Afirma que, como la energía no puede crearse ni destruirse (dejando a un lado las
posteriores ramificaciones de la equivalencia entre masa y energía) la cantidad de
energía transferida a un sistema en forma de calor más la cantidad de energía
transferida en forma de trabajo sobre el sistema debe ser igual al aumento de la
energía interna (U) del sistema. El calor y el trabajo son mecanismos por los que
los sistemas intercambian energía entre sí, más precisamente:
Q + L = U
La máquina de movimiento continuo no cumple con esto debido a que ella crea su
propia energía, oponiéndose a esta ley. Además hay que tener en cuenta que la
energía no se crea ni se destruye, por lo tanto una máquina así acrecentaría la
cantidad de energía del universo, hecho imposible.
Cuando un sistema se pone en contacto con otro de menor nivel energético que él,
tiene lugar un proceso de igualación de los niveles energéticos de ambos. El primer
principio de la termodinámica identifica el calor, como una forma de energía. Puede
convertirse en trabajo mecánico y almacenarse. Experimentalmente se demostró que
el calor, que originalmente se medía en unidades llamadas calorías, y el trabajo o
energía, medidos en joules, eran completamente equivalentes.
La fuente para explicar la relación de esta ley con la máquina de movimiento continuo
dice: "En cualquier máquina, hace falta cierta cantidad de energía para producir
trabajo; es imposible que una máquina realice trabajo sin necesidad de energía. Una
máquina hipotética de estas características se denomina móvil perpetuo de primera
especie. La ley de conservación de la energía descarta que se pueda inventar una
máquina así. A veces, el primer principio se enuncia como la imposibilidad de la
existencia de un móvil perpetuo de primera especie."
El móvil perpetuo de segunda especie sería aquel que desarrollase un trabajo de forma
cíclica (indefinida) intercambiando calor sólo con una fuente térmica. También es
llamado móvil de Planck, y es imposible de construir bajo la Segunda ley de la
termodinámica.
En términos más sencillos se diría lo siguiente: "No existe un proceso cuyo único
resultado sea la absorción de calor de una fuente y la conversión íntegra de este calor
en trabajo".
Por lo tanto si esto no fuese cierto sería posible el móvil perpetuo de segunda especie,
como por ejemplo hacer funcionar una central térmica tomando el calor del
medio ambiente; aparentemente no habría ninguna contradicción, pues el medio
ambiente contiene una cierta cantidad de energía interna, pero debo señalar dos
cosas: primero, la segunda ley de la termodinámica no es una consecuencia de la
primera, sino una ley independiente; segundo, la segunda ley nos habla de las
restricciones que existen al utilizar la energía en diferentes procesos, en nuestro caso,
en una central térmica. No existe una máquina que utilice energía interna de una sola
fuente de calor. Esto es debido a que el rendimiento energético de una máquina
térmica cíclica que convierte calor en trabajo siempre será menor a la unidad y ésta
estará más próxima a la unidad cuanto mayor sea el rendimiento energético de la
misma.
Esto dicho por R. J. Clausius ingeniero francés es: "No es posible proceso alguno cuyo
único resultado sea la transferencia de calor desde un cuerpo frío a otro más caliente".
O sea que siempre se necesitará un poco más de energía por que las temperaturas
tienden a igualarse.
Ahora supongamos que esta máquina es posible, esta sería muy poco practica debido a
que sería peligrosa y habría que prohibirla, por seguridad. En caso de que los
consumidores no utilizaran en cada instante toda la potencia que produjese la
máquina, ésta almacenarían en su movimiento o en su estructura el sobrante: se
aceleraría y calentaría, y acabaría por fundirse o por explotar. No nos extrañemos de
no encontrar móviles perpetuos, si hubiesen existido alguna vez, ya habrían reventado
hace tiempo por un exceso de energía.
Experimentos mentales
CONCLUSIÓN