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Desarrollo psicomotor

Marco (2014). Es la adquisición de habilidades motoras que un niño adquiere a lo largo

de su infancia. Se corresponde con una maduración del sistema nervioso y se forma a

partir del juego y del hacer. Gracias a él, el bebé se descubre a sí mismo y a todo lo que

le rodea. Surge por el deseo de descubrir y de ser autónomo.

La adquisición comienza en el útero, pues es ahí cuando el feto comienza el desarrollo

de su sistema nervioso; y en los dos primeros años de vida el niño adquiere el control y

sostén de la cabeza, la sedestación y la bipedestación. En la etapa que discurre de los

tres a los seis años hay una maduración motórica que se manifiesta en el dominio de la

marcha, la carrera y las actividades manipulativas. A partir de los cinco años, el niño

pasa del estadio global al de diferenciación y análisis de los distintos segmentos

corporales.

Como depende fundamentalmente de la maduración y perfeccionamiento de su sistema

nervioso, hasta que esto no se produzca, no es posible que el niño adquiera las

habilidades y destrezas motoras correspondientes a cada edad.

Globalmente, las secuencias del desarrollo son las mismas en todos, mientras la

velocidad y fechas de adquisición precisas dependen de cada niño y de factores

diversos: su potencial genético, el ambiente que le rodea, el mismo temperamento del

niño, la existencia o no de enfermedad…

Por ello, aunque se den unos momentos en los que se aprenden determinados hitos,

éstos, siempre van a ser orientativos, por lo que los padres no deben alarmarse si su hijo

no ha adquirido una habilidad a una determinada edad precisa. Deberá esperar, pues

quizá su hijo no esté preparado corporalmente para hacer determinado movimiento.


Sólo debemos preocuparnos si encontramos un gran desfase y en ese caso acudir a un

profesional.

La sucesión de las habilidades motoras, en un niño normal, es lenta, pero continuada

durante los primeros años de vida, sin necesidad de un aprendizaje programado. El niño

por sí mismo, a través de su experiencia, va adquiriendo las habilidades necesarias en

sus movimientos.

Es importante saber que el desarrollo psicomotor es céfalo-caudal: primero se adquieren

las funciones motoras de la cabeza (como el sostén cefálico) y luego las de las piernas y

próximo-distal: desde el centro del cuerpo hacia fuera (de la columna vertebral hacia las

manos). Además sabemos que primero aparecerán movimientos reflejos, posteriormente

movimientos involuntarios que con el juego y el hacer, se convertirán en movimientos

voluntarios.

Además podemos decir que el desarrollo psicomotor es secuencial (se adquieren

capacidades siguiendo un orden, la primera va a ayudar a conseguir la siguiente),

progresivo (las adquisiciones son cada vez más complejas) y coordinado (intervienen

distintas capacidades).

3.2.2.1. Importancia del desarrollo psicomotor

Godoy (2015). Los niños durante la primera infancia se encuentran en el periodo más

sensible de sus vidas para adquirir aprendizaje. El DSM es de vital importancia por

tratarse de la manifestación externa y visible de la maduración del sistema nervioso.

Corresponde al proceso mediante el cual el niño va adquiriendo progresivamente

habilidades y respuestas cada vez más complejas, cuyo objetivo final es la capacidad de

interactuar con el entorno y transformarlo. Para la normal evolución del DSM es


fundamental la indemnidad de los órganos neurosensoriales, un entorno favorable así

como una oportuna y eficaz estimulación, y dentro de lo más importante la pesquisa de

las alteraciones

Los trabajos realizados en las últimas décadas en las áreas de la neurociencia, la

psicología del desarrollo, la sociología y la economía revelan que el período de

desarrollo temprano puede demarcar trayectorias de salud, aprendizajes y conductas

presentes y futuras de los niños/as. De aquí la importancia de la asistencia a las

evaluaciones del DSM.

Bravo y Conya (2012), la psicomotricidad juega un papel muy importante en la primera

etapa de vida dado que influye significativamente en el desarrollo intelectual afectivo y

social, favoreciendo su relación con el entorno y tomando en cuenta las diferencias

individuales, necesidades e intereses de los niños, mejorando su movimiento corporal

(nivel motor), a nivel cognitivo mejorando la memoria, atención, concentración y la

creatividad, y en el nivel social-afectivo permite conocer y enfrentar sus miedos.

La psicomotricidad permite ejercer el control sobre el cuerpo del niño. Es la capacidad

de dominar y expresarse a través de diferentes habilidades teniendo en cuenta la etapa

de desarrollo psicomotor.

3.2.2.2. Proceso del desarrollo psicomotor:

Jaramillo (2011), el proceso de desarrollo psicomotor comprende: Los logros

psicológicos y de destreza motora. En un comienzo los cambios son rápidos y luego su

velocidad disminuye sin detenerse hasta después de la pubertad.


Los logros del desarrollo psicomotor tienen guías según las cuales padres y médicos

pueden evaluar su progresión y normalidad del niño, alguna de estas guías son las

siguientes:

De uno a cuatro semanas apunta la mirada a la cara de los padres, postura flectada y

algo rígida, y reflejo de moro evidente; a las cuatro semanas tiene las piernas más

extendidas, el cuello más firme, sigue la mirada y empieza a sonreir; a las dieciséis

semanas puede elevar la cabeza y el tórax, domina la postura simétrica, toma objetos y

los lleva a la boca, ríe a carcajadas y muestra desagrado si los padres se alejan; a las

veintiocho semanas se da vueltas y avanza empujándose con los pies, puede sentarse

brevemente y esbozar brincos, transfiere objetos de una mano a otra, puede emitir

sonidos de más de una sílaba y prefiere a los conocidos y muestra desagrado a los

desconocidos; a las cuarenta semanas se sienta sin apoyo, hace una pinza con los dedos

índice y pulgar, dice papá y mamá sin mucho sentido, reconoce su nombre y se despide

con la mano; a las cincuenta y dos semanas (un año) camina de la mano y da algunos

pasos solo, toma objetos pequeños y puede entregarlos a otros, puede decir otras

palabras fuera de papá y mamá, patea la pelota y la lanza; a los quince meses camina

solo y puede subir escaleras, hace una torre con tres cubos hace una línea recta, mete

objetos en una botella, puede nombrar un objeto familiar, pide objetos apuntando con el

dedo y abraza a los padres; a los dieciocho meses corre tiesamente, se sienta en una

silla, explora cajas y canastos, hace una torre de cuatro cubos, saca objetos de una

botella, es capaz de decir y recordar diez palabras puede comer solo o pedir ayuda y

besa a los familiares; a los veinticuatro corre bien, sube y baja escaleras, abre puertas,

sube a muebles, hace una torre con siete cubos, dobla papeles, hace frases y escucha

cuentos con dibujos, maneja bien la cuchara y ayuda a vestirse; a los treintiseis meses

anda en triciclo, se para en un pie, hace una torre con diez cubos, distingue entre sexos y
edades, cuenta hasta tres objetos, juega con otros niños y se lava las manos; a los

cuarenta y ocho meses se para y salta en un pie, usa las tijeras para cortar, copia figuras

geométricas y dibujos sencillo, puede contar un cuento, va al baño solo y juega

respetando su rol.

El proceso de desarrollo psicomotor ocurre a causa de tres procesos: El proceso de

maduración el cual es responsable del proceso fisiológico, genéticamente determinado,

por el cual un órgano o conjunto de órganos llegan a una madurez y permite la función

por la cual es conocido, se ejerce libremente y con la mayor eficacia.

La maduración no depende de edad cronológica del niño sino de factores intrínsecos

que determinan el momento y forma de aparición de actividades motoras específicas; el

proceso de aprendizaje es el que determina una nueva modalidad funcional del

organismo, para que se lleve a cavo este proceso es necesario la presencia de ciertos

estímulos ambientales.

El aprendizaje se da por naturaleza. Existe una eventual relación entre aprendizaje y

maduración, en la medida que los aprendizajes pueden acelerar las pautas madurativas,

van dando lugar al desarrollo de las funciones cerebrales superiores. La maduración es

la tendencia fundamental del organismo, para organizar la experiencia y convertirla en

aprendizaje y el aprendizaje es el medio de introducir nuevas experiencias a esta

organización; y el proceso de desarrollo, desarrollo es la madurez neurológica del niño.

3.2.2.2.1. Maduración:

Santiago (2015). Por maduración entendemos el conjunto de procesos de crecimiento físicos que posibilita el

desarrollo de las habilidades y conductas del individuo desde que es niño hasta el estado adulto. En este proceso el

resultado final será el de un individuo integral desarrollado en todos los aspectos: físico, emocional, social y cognitivo.
Además de la maduración existen otros elementos que determinan el proceso evolutivo en su totalidad, ellos son: el

ambiente y el aprendizaje.

La conducta del individuo es determinada por las características del ambiente en el que se desarrolla y las experiencias

vividas en el, es decir, la conducta del ser humano puede ser modificada a partir de una estimulación dada, sin

embargo, la reacción de cada ser humano ante ese estímulo es lo que hace la diferencia entre unos y otros.

El ambiente hace referencia al entorno donde el individuo puede interactuar con otros (familia, amigos, escuela), los

sucesos que ocurran en este ambiente influyen directamente en las conductas que presente el ser humano a lo largo de

su desarrollo provocando cambios evolutivos que desarrollen el potencial del mismo. En la medida que el niño se

relacione con otros aumentará en gran medida su aprendizaje y por ende su desarrollo.

El aprendizaje es considerado como el cambio en la conducta del individuo como resultado de la práctica y que

posibilita su adaptación a situaciones nuevas. Las teorías conductistas, defienden que el sujeto aprende debido a un

mecanismo de respuesta que se activa ante una estimulación dada.

García (2011), la maduración es un proceso de cambio cualitativo que consiste en la

modificación de la estructura, composición y funcionamiento de las células corporales

en su conjunto. Los movimientos bruscos y descontrolados pasan a movimientos finos.

La maduración considera al desarrollo neurológico como el centro del desarrollo

psicomotriz y que se sitúa en el encéfalo, donde tienen lugar a la actividad nerviosa

superior que realizan conjuntamente las zonas cortical y subcortical de las dos grandes

semiesferas del cerebro.

El niño nace con movimientos y dominios de su cuerpo de forma descontrolada y esto

cambia gracias al proceso progresivo del dominio corporal, donde el niño es controlado

por su cuerpo y posteriormente él lo controla.

Como bases del desarrollo psicomotor tenemos las leyes fundamentales del desarrollo

psicomotor: Ley céfalo-caudal aquí se controlan antes las partes del cuerpo que están

próximas a la cabeza y la ley próximo-distal aquí se controlan antes las partes que están

más cerca del eje corporal como consecuencia de esta ley el movimiento se va

controlando voluntariamente.
Los componentes del desarrollo psicomotor en cuanto a los elementos básicos de la

psicomotricidad tenemos: Psicomotricidad gruesa donde el dominio corporal es

dinámico (equilibrio-ritmo), dominio corporal estático (respiración-relajación-

autocontrol); psicomotricidad fina es la motricidad (fonética, manual y facial); el

esquema corporal se considera a la lateralidad y coordinación motriz (tono muscular-

equilibrio) y la estructura espacio-temporal es la estructura del espacio, el tiempo y el

desplazamiento.

2.2.2.2.2. Aprendizaje:

UNESCO (20147 - 2021). El aprendizaje a lo largo de toda la vida es “un principio

organizativo de todas las formas de educación”.

“Todo el sistema educativo está concebido para facilitar el aprendizaje a lo largo y

ancho de toda la vida y la creación de oportunidades de aprendizaje formales, no

formales e informales para personas de cualquier edad…. El concepto de aprendizaje a

lo largo de toda la vida requiere un cambio de modelo que nos aleje de las ideas de

enseñanza y capacitación y nos aproxime a las de aprendizaje, de una instrucción

transmisora de conocimientos a un aprendizaje para el desarrollo personal, y de una

adquisición de competencias especiales a un descubrimiento de más amplio espectro y

la liberación y el dominio del potencial creador.

Este cambio es necesario en todos los niveles y en todas las modalidades de la

educación, tanto en la educación formal como en la no formal y la informal”.

Ramírez (2014). Se entiende por aprendizaje el proceso en virtud del cual una actividad

se origina o se cambia a través de la reacción a una situación encontrada, con tal que las

características del cambio registrado en la actividad no puedan explicarse con


fundamento en las tendencias innatas de respuesta, la maduración o estados transitorios

del organismo (por ejemplo, la fatiga, drogas,…)”.

Es curioso mencionar que para el mismo Hilgard su propia definición no es totalmente

satisfactoria desde el punto de vista formal, en este sentido Díaz Bordenave (Díaz

Bordenave, 1986) ofrece una definición más completa:

“Llamamos aprendizaje a la modificación relativamente permanente en la disposición o

en la capacidad del hombre, ocurrida como resultado de su actividad y que no puede

atribuirse simplemente al proceso de crecimiento y maduración o a causas tales como

enfermedad o mutaciones genéticas”.

3.2.2.2.3. Crecimiento y áreas evolutivas

Analangarita (2013). Podríamos definir el desarrollo evolutivo de muchas maneras:

Procesos de cambio a todos los niveles que ocurren a lo largo del ciclo vital y que son

fruto tanto de nuestra relación con el ambiente que nos rodea, como de las

predisposiciones genéticas.

Secuencia ordenada de cambios en la diferenciación morfológica y funcional en la que

se van integrando modificaciones de las estructuras psíquicas y biológicas con las

habilidades aprendidas y cambios socioemocionales.

Unido al concepto de desarrollo evolutivo, encontramos el concepto Psicología

Evolutiva, que hace referencia a:

El estudio del mundo interior del individuo, de su mente, de procesos tales como el

pensamiento, la atención, la memoria, la capacidad para resolver problemas, etc

(Psicología).
Los cambios de comportamiento a lo largo de la vida (evolutiva). Estos cambios se

relacionan con el proceso de desarrollo de las personas, con el proceso de crecimiento y

con las experiencias vitales de cada individuo. A su vez, cada uno de estos cambios está

relacionado con los siguientes factores respectivamente.

El desarrollo de la persona depende, sobre todo, del contexto cultural, social y

circunstancias históricas que le toque vivir.

El proceso de crecimiento está más relacionado con la etapa de la vida en que se

encuentre.

Las experiencias vitales tienen que ver con la historia personal y única de un ser

humano en concreto.

El contexto cultural explica que todas las personas que pertenecen a una misma región y

que han vivido en una misma época tengan unos patrones de conducta y formas de

pensar comunes. La etapa de la vida o momento evolutivo hace que todas las personas

de ese grupo posean unas características similares y la historia personal explica las

diferencias entre los individuos, el hecho de que no haya dos personas iguales.

Los cambios presentan dos formas: cuantitativos (variación en el número o cantidad de

algo, como la estatura, el número de palabras aprendidas,..) y cualitativos (estructura u

organización, como la manera de procesar la información o manera de reaccionar ante

las situaciones).

Además hay dos tipos de cambios: los típicos de la edad, por los que todos pasamos y

por otro lado, los individuales: en el desarrollo hay diferencias individuales en el

momento en que aparecen y la duración de esos cambios.


A medida que nos hacemos mayores las diferencias individuales aumentan. Cuanto más

pequeños somos, más parecidos porque nuestro cambio está ligado a los procesos de

maduración del cerebro.

Se pueden destacar cinco características fundamentales en el desarrollo:

El desarrollo es un proceso de construcción dinámico. Esto quiere decir que el niño no

es un ser pasivo que se limita a recibir información del entorno, sino que es un agente

activo de su propio desarrollo, que construye en constante interacción con el medio. El

niño aprende explorando y actuando sobre el medio, el cual a su vez produce un cambio

continuo en el niño y la formación de nuevas estructuras de pensamiento y de relación.

Es un proceso adaptativo. Es decir, en este proceso de interacción el niño modifica su

comportamiento para ir adaptándose progresivamente al mundo en el que vive y del

cual recibe información. Podemos decir que una de las finalidades del desarrollo es la

adaptación al medio físico.

El desarrollo es un proceso global: esto podemos tomarlo en dos sentidos. Por un lado,

al decir que el desarrollo tiene lugar globalmente nos referimos a que las distintas áreas

siguen una evolución paralela, todas se desarrollan a la vez. Aunque también es verdad

que determinadas áreas tiene más peso en unas edades que en otras. Por otro lado,

podemos decir que es un proceso global porque ocurre por la interacción de muy

variados factores, tanto individuales o genéticos, como exógenos o ambientales. El niño

nace con un potencial de aprendizaje y desarrollo determinados por la herencia genética,

pero las condiciones ambientales pueden favorecer o dificultar el desarrollo.

Así mismo, el desarrollo es un proceso continuo: cada nuevo logro que consigue el niño

es una prolongación de las habilidades que ya poseía y que las supera. Esto se conoce
con el nombre de andamiaje. El niño necesita de unos andamios, conocimientos y

habilidades que ya domina y en los que se apoya para construir nuevos aprendizajes, por

lo que se convierte en un agente activo para su propio desarrollo.

Por último, el desarrollo es un proceso no uniforme. Esto quiere decir que los distintos

logros que va consiguiendo el niño en el desarrollo no ocurren todos en todos a la

misma edad exactamente. Tan solo se puede ofrecer una edad aproximada para la

consecución de las diferentes habilidades, pero nunca una fecha exacta, pues cada niño

es un ser único e irrepetible con su propio ritmo de aprendizaje y unas características,

intereses y necesidades propios.

Como sabemos, el desarrollo no es el resultado de un solo factor o tipo de factores, al

contrario, se considera que son múltiples los factores que intervienen en éste. Aunque

existen diferentes clasificaciones, nos vamos a referir a ellos como factores genéticos

(internos o endógenos) y ambientales (externos o exógenos)

Factores Genéticos: la importancia de los factores genéticos en el determinismo de

algunas características orgánicas no es necesario subrayarla. No obstante, en la especie

humana es difícil formular con precisión las leyes de la herencia, sea debido a la enorme

interferencia de condiciones ambientales discrepantes, fluctuantes e incontrolables

dentro de las que crece el ser humano, o sea debido a su propio y prolongado ciclo

reproductivo y evolutivo.

Por otro lado, la herencia directa de rasgos psicológicos es muy difícilmente concebible

desde un punto de vista teórico, mientras que posibilidad de heredar ciertas estructuras y

funciones orgánicas, que se reflejan en el tejido psíquico del individuo, es más

comprensible. Todo ello demuestra la enorme complejidad de las condiciones en que los

caracteres somáticos repercuten en sus caracteres psíquicos.


Factores Ambientales: nos referimos a aquellas circunstancias que rodean al niño en su

medio próximo y que condicionarán de forma importante su desarrollo. La importancia

de este tipo de factores es incuestionable.

Hoy en día se considera que lo innato y lo adquirido es una falsa distinción desde el

punto de vista de la evolución de la especie, ya que lo que hace unas generaciones era

adquirido, puede acabar siendo incorporado al código genético de la especie. Siguiendo

a Palacios (1990), podemos hablar de:

 Contenidos cerrados del código genético: son los no modificables por el efecto

del aprendizaje y la experiencia. Por ejemplo, los seres humanos no podemos volar.

 Contenidos abiertos: que tienen más que ver con las posibilidades de desarrollo

que con la adquisición de conductas concretas. Por ejemplo, nacemos con la

posibilidad del lenguaje articulado, que sólo se adquirirá por medio del aprendizaje.

Los seres humanos tenemos un código extraordinariamente abierto, por eso se

afirma que “estamos programados para aprender”. El código genético deber ser

entendido no como una limitación, sino como una posibilidad.

La parte cerrada del código genético establece un calendario madurativo, que todos

debemos recorrer hasta cierto punto. Cuanto más pequeños somos, más nos parecemos

aunque pertenezcamos a culturas muy diferentes. Es decir, en los primeros años todos

seguimos un desarrollo similar. Asimismo, en esos primeros años, existen unos períodos

críticos o sensibles en los que nos encontramos especialmente predispuestos a aprender

esas habilidades básicas. En algunas ocasiones, si estos aprendizajes no se realizan esos

períodos críticos, no llegan a adquirirse nunca (ej. Marcha bípeda, lenguaje,…)

Por tanto, las deficiencias son más recuperables cuanto menor es la edad del niño. De
ahí la importancia de la atención temprana para remediarlas en lo posible. Esto se debe

a: la plasticidad del sistema nervioso (las conexiones nerviosas se completan después

del nacimiento), la versatilidad en la búsqueda de formas de adaptación o adquisición de

conductas y a la capacidad de recuperación cuando se dan experiencias apropiadas.

En el desarrollo tanto influyen factores externos como internos. Estos factores no

podemos estudiarlos de forma separada sino contemplarlos en una visión contextualista-

interaccionista.

Como padres, educadores o profesionales de la psicología, lo que nos interesa es valorar

las posibilidades de intervención desde el ambiente, ya que la herencia viene dada y no

la podemos cambiar y es fundamental pensar y creer en el potencial que cada niño o

niña tiene.

3.2.2.3. Evolución de las capacidades psicomotoras:

Gesell (citado por Mosquera 2011) afirma que la organización del control de los actos

motores sigue tendencias generales denominadas leyes de desarrollo como: Céfalo

caudal dice que las partes superiores funcionan antes que las inferiores; próximo distal,

maduran antes las zonas más cercanas a la línea media del cuerpo que en las zonas más

alejadas y general específico, los movimientos globales aparecen antes que los más

localizados, precisos y coordinados.

3.2.2.4. Componentes del desarrollo psicomotor:

Berruezo (2000), los componentes constituyen un proceso encalanado que se van

constituyendo uno sobre la base del anterior.

Stambar (citado por Berruezo 2000), afirma que la función tónica es la es la actividad
tónica es decir una actividad muscular sostenida que prepara la actividad motriz fásica

es decir se trata del estado de atención del cuerpo que lo mantiene preparado para la

acción.

Se ha definido al tono como un estado permanente de ligera contracción en el cual se

encuentran los músculos estriados. El tono se manifiesta por un estado de tensión

muscular como la contracción exagerada (paratonía, catatonía) hasta una descontracción

en estado de reposo (hipotonía).

La postura y el equilibrio constituyen el sistema postural que es el conjunto de

estructuras anatomofuncionales (partes, órganos y aparatos).

El control respiratorio este acto anticipa, acompaña y sigue a cualquier acto vital,

participa, mantiene e integra el desarrollo del individuo en cada uno de sus aspectos y

momentos de su existencia.

Shilder (citado por Berruezo 2000) afirma que el esquema corporal es la organización

de todas las sensaciones referentes al propio cuerpo (táctiles-visuales y propioceptivas.

La coordinación motriz es la posibilidad para ejercer acciones que implican una serie de

movimientos donde interviene todo el cuerpo. Considerando el desplazamiento, salto,

giro y transporte; la coordinación visomotriz es la ejecución de movimientos

controlados por la visión.

La lateralidad se construye sobre los cimientos de la predisposición de los hemisferios

cerebrales (diestro o zurdo).

La organización espacio-temporal, el espacio es donde el niño desarrolla la acción

mediante el movimiento y la actuación; el tiempo está presentado en forma de


velocidad, duración, intervalo, simultaneidad o sucesión.

La motricidad fina y la grafomotricidad (praxias) la mano es el órgano del tacto activo

que capta información a través de los dedos. La motricidad fina es el movimiento

coordinado y la grafomotricidad tiene por objeto el análisis de los procesos que

intervienen en la realización de la grafía.

3.2.2.5. Áreas de evaluación del desarrollo psicomotor

Cicat salud (2012). El niño debe encontrarse en condiciones adecuadas de salud y

sueño, es decir, que pueda participar de las situaciones o tareas propuestas. El ambiente

debe estar libre de estímulos.

Informar a la madre o acompañante sobre en test explicándole que no es una prueba de

inteligencia y que no se espera que el niño sea capaz de responder a todas las tareas.

Anotar los datos de identificación.

La prueba debe efectuarse en forma idéntica. Preparar anticipadamente el material

necesario.

Flores y Soler (2010), la psicomotricidad es la disciplina que estudia al cuerpo en

movimiento interactuando con el psiquismo. Este cuerpo, producto del atravesamiento

del organismo del recién nacido por el campo del lenguaje es sede de sensaciones,

efecto, historial y expresiones. El niño pequeño se expresa por gestos y poda la

comunicación con los demás es a través del movimiento. Esta comunicación

esencialmente motora dura toda la primera infancia y evoluciona de una manifestación

descontrolada y difusa de todo el cuerpo a unos niveles de autocontrol cada vez

mayores.
En tal sentido es importante que el docente, realice una evaluación psicomotriz a los

niños y niñas periódicamente, para evaluar el desarrollo psicomotor de los mismos.

La evaluación del desarrollo psicomotor tiene por finalidad conocer el perfil del

desarrollo, que nos permitirá realizar un análisis comparativo, y en relación a ello tomar

medidas según sea el caso.

La evaluación a los niños se puede dar en lo mental para apreciar la capacidad de

respuesta al estímulo, evaluación psicomotor para el control del cuerpo, coordinación y

destrezas psicomotoras y la evaluación social que permite un seguimiento a las

actitudes, intereses, emociones y la actividad que desarrolla.

3.2.2.5.1. Coordinación

Perez, Guell y Hernandez (2011), el niño es un sujeto sometido a profundas

transformaciones morfo-funcionales, y psico-motoras, esta es la fase más delicada y es

el periodo donde se van a producir grandes transformaciones en el plano motor, los

especialistas afirman que el setenta por ciento lo que el sujeto va a lograr en término

motor se aprende en esta etapa de vida.

El niño desde su primera etapa de va desarrollando de manera acelerada habilidades

motrices basadas en correr, saltar, trepar, reptar y lanzar; y en ejecución de estas

habilidades van a estar presentes las capacidades motrices que se comportan como

potencialidad del organismo del niño para el desempeño de dichas capacidades.

En la base de todo movimiento se tiene la coordinación motriz como fenómeno

controlador y regulador de las acciones, sin una buena coordinación motriz no es


posible alcanzar una plena y satisfactoria educación del movimiento. Esto se logra a

través de la educación física.

Fernández, Gallardo y Relúz (2014). Todas las partes del sistema nervioso actúan en

forma coordinada para facilitar el desarrollo. Cada área del desarrollo interactúa con las

otras para que ocurra una evolución ordenada de las habilidades

3.2.2.5.2. Motricidad

Valdivia (2014). La Motricidad puede responder a dos acepciones: una a la capacidad


que tenemos las personas de manifestarnos en el mundo de forma intencional y
consciente, buscando trascender, superarnos, con sentido lúdico y desarrollo personal;
es nuestra manifestación de lo que somos en el mundo. La otra hace referencia a la
ciencia que estudia esa capacidad, que no es otra que la Ciencia de la Motricidad
Humana (CMH) que describe y explica Manuel Sérgio; un concepto de ciencia que
estudia al ser humano en esa búsqueda de la trascendencia a través de su corporeidad.

Para definir Motricidad, no podemos referirnos únicamente a un concepto, ya que

también implica un posicionamiento personal y profesional, tanto en lo referente a la

forma de entender al ser humano como en la forma de afrontar el trabajo con las

personas. Además, el simple hecho de entender la Motricidad como un concepto amplio

dentro de un paradigma emergente implica la necesidad de plantear nuevos debates,

nuevos conceptos y nuevas formas de afrontar la praxis.

De esta forma, llegamos al paradigma emergente de la CMH que describe Manuel

Sérgio desde un estudio de la Creatividad Motriz, en el que ya hablábamos de otra

forma de entender la Educación Física y el Deporte, sin renegar de ellos en ningún

momento, pero sí matizando nuestra forma de posicionarnos ante sus diferentes

manifestaciones (deporte, gestión, salud, docencia, juego, circo, etc.).

Por ello, cuando hablamos de Motricidad nos referimos a la expresión total del ser
humano en su existencia consciente, pues no es sólo en el juego, en el deporte o en las

actividades de tiempo libre ni en las comúnmente conocidas como saludables, en las que

ponemos de manifiesto nuestra Motricidad. En cada momento, en cada acción que

realizamos de forma consciente e intencional, nos estamos haciendo presentes y con ello

estamos manifestando nuestra corporeidad y Motricidad.

El tema de la "consciencia' es punto clave en la CMH. Basándonos en diversos

investigadores de la Biología y Neurofenomenología actuales, muchos "mitos' se van

destapando y, al mismo tiempo, se abre un campo nuevo a la investigación y a la praxis

en la propia CMH. Estos son aspectos a tener en cuenta a la hora de "pensar' cualquier

proyecto en relación a una comunidad de vida, como es un Ayuntamiento.

Chimbolema (2012). El término motricidad se refiere a la capacidad de un ser vivo para

producir movimientos por sí mismo, ya sea de una parte corporal o de su totalidad,

siendo éste un conjunto de actos voluntarios e involuntarios coordinados y

sincronizados por las diferentes unidades motoras (músculos).

3.2.2.5.3. Lenguaje

López (2012). Según Chomsky, la lengua humana es un sistema complejo que funciona

mediante el cerebro humano, el cual tiene la capacidad de sintaxis y una estructura

operativa modular. El enfoque de Chomsky enfatiza el análisis de las “estructuras

cognoscitivas” y de organización/uso de las lenguas naturales. De hecho, él define a la

mente como la “capacidad innata” para formar“ estructuras cognoscitivas”, y no

capacidades para actuar. No está de acuerdo con los términos “disposición o capacidad”

porque se relacionan con la conducta y el uso del lenguaje, más bien emplea el término

de “estructura cognoscitiva”.
Por tanto el aprendizaje del lenguaje recae en la capacidad cognoscitiva que es

determinada biológicamente. El lenguaje según Chomsky depende estructuralmente de

las reglas gramaticales, de la semántica y de su interacción. Postula que existen

estructuras profundas que proporcionan la información para determinar el significado de

la oración y estructuras superficiales que se refieren a lo que escribimos o hablamos.

Piensa que el niño adquiere la lengua con facilidad, porque la mente está diseñada con

este propósito, pero es porque supuestamente tiene una base de conocimiento “pre-

existente” como requisito previo al aprendizaje. Esta capacidad “innata” es la que

permite llegar a estados más evolucionados del lenguaje, mediante la percepción

sensorial. Chomsky piensa que el conocimiento consiste en “despertar y excitar” las

potencias internas activas de la mente, mediante los objetos que le presentan los

sentidos; siendo que la esencia de las cosas existe en la mente como “ideas internas”

que permiten la compresión de lo externo. Alcanzamos el conocimiento cuando las

ideas internas de la mente y las estructuras que crea se adecuan a la naturaleza de las

cosas; el aprendizaje no se da por la repetición de forma condicionante.

Considera Chomsky la evolución del lenguaje análoga a la de un órgano corporal, y la

estructura cognoscitiva como si fuese el órgano la cual puede variaren “dimensiones”;

pero ambos tienen una estructura y función común. Con base a este comparativo piensa

que la teoría del lenguaje es la parte de la psicología humana que se preocupa por un

“órgano mental especial” que es el lenguaje humano.

Para él la gramática es la teoría de una lengua en particular que permite su aprendizaje,

mientras que la “facultad del lenguaje” con el estímulo adecuado construye la

gramática, la cual permite entender lo que se escucha y producir el discurso.

Esta facultad del lenguaje estimulada por una experiencia adecuada y continua, crea una
gramática que genera oraciones dotadas de propiedades formales y semánticas. Los

resultados de esta “facultad del lenguaje “varían según la experiencia.

Según su “gramática regenerativa”, la lingüística es una mera función de la biología y es

por esto que todos los idiomas deben de compartir los mismos principios

fundamentales. Es a través de este concepto que intenta explicar la adquisición del

lenguaje en los niños.

El lenguaje en este sentido es un sistema de comunicación creativo que tiene dos

aspectos: sonidos y significados. Como el ser humano conoce el lenguaje generado por

esta gramática, utilizando las facultades de la mente y de las estructuras que éstas

producen, puede utilizar de esta forma la lengua que conoce.

El aprendizaje es primordialmente un asunto de “acomodo”, detallado dentro de una

estructura innata. Su concepto de gramática va más allá, al proponer que existe una de

tipo universal como componente de la mente, que genera estructuras abstractas

asociadas con “formas lógicas”.

Chomsky afirma que la capacidad para el uso libre, apropiado y creativo del lenguaje

como expresión del pensamiento, junto con los medios que la facultad del lenguaje

proporciona, es solo un rasgo característico del ser humano. Los nombres no se asocian

con los objetos de forma arbitraria, sino que tienen “propiedades esenciales” y

“propiedades accidentales” como factores distintivos.

Algo radical es que Chomsky piensa que el propósito esencial del lenguaje no es la

comunicación y confirma que podemos también tener pensamientos sin palabras; en

donde la estructura del lenguaje y su función están completamente ligadas. Esto según

él implica que el empleo significativo del lenguaje no implica la comunicación y ni


siquiera el intento de lograrla.

3.2.2.6. Consecuencias de un retardo en el desarrollo psicomotor

Joan (2014). La sospecha de un retraso psicomotor (RPM) es una de las consultas más

frecuentes en las consultas de neuropediatría.

Por fortuna, gracias al cribado neonatal expandido, cada vez es menor la frecuencia de

diagnóstico de RPM, ya que el diagnóstico temprano posibilita realizar un tratamiento

adecuado.

Retraso psicomotor significa que los logros o hitos del desarrollo que los niños deben

adquirir dentro de una determinada edad, no están apareciendo o lo están haciendo de

forma anómala. Hablamos de retraso psicomotor en niños pequeños, porque para más

mayores se utiliza la denominación discapacidad intelectual o retraso mental.

¿Qué son los hitos del desarrollo?

Los hitos del desarrollo son comportamientos o destrezas físicas observadas en lactantes

y niños a medida que crecen y se desarrollan. Desde la sonrisa social de los pequeños

lactantes a sentarse de forma estable, gatear, caminar, coger cosas con la pinza fina

(pulgar e índice) y hablar o reírse a carcajadas se consideran acontecimientos

fundamentales en el desarrollo del niño. Estos hitos son diferentes para cada edad.

Para cada hito del desarrollo, hay un rango normal dentro del cual un niño lo puede

alcanzar. Por ejemplo, la deambulación autónoma, caminar, se suele adquirir cerca del

año, pero puede ocurrir varios meses antes o después sin llegar a ser patológico.

¿Cómo se llega al diagnóstico?


Existen tablas de desarrollo (como el test de Denver o la escala Haizea-LLevant) para

valorar si existe una desviación de la normalidad o no. Pero no existe ninguna prueba

médica (como una analítica o una técnica de imagen) que pueda hacer el diagnóstico de

un retraso psicomotor. Los conocidos como tests de inteligencia, o pruebas

neuropsicométricas, tienen sobre todo utilidad a partir de los 5 años. Siempre deben ser

realizadas e interpretadas por especialistas y valoradas en el contexto de los grandes

cambios que los niños pueden realizar a lo largo de su desarrollo.

También es posible utilizar test para evaluar el coeficiente de desarrollo por debajo de

los 5 años de edad. Estas pruebas suelen realizarse en los centros de estimulación,

denominados en Catalunya CDIAP (Centro de Desarrollo Infantil y Atención Precoz),

centros donde los pacientes con retraso psicomotor pueden recibir los recursos

necesarios para su tratamiento.

Una vez que el especialista valora que sí hay un retraso patológico en la adquisición de

los hitos, es importante distinguir entre un retraso global (de todas las áreas del

desarrollo) de un retraso en algún área concreta, ya que el tratamiento y el proceso

diagnóstico pueden ser muy diferentes.

En la mayoría de niños con un retraso psicomotor existe una causa cerebral que lo

justifica y que puede causar una deficiencia cognitiva que se puede mantener en el

tiempo.

¿Cuál puede ser la causa de un retraso psicomotor?

Pueden ser problemas adquiridos o bien problemas genéticos.

Dentro de los problemas adquiridos, éstos pueden tener lugar intraútero, durante el parto

u ocurrir de forma postnatal. Infecciones, problemas vasculares o traumatismos son


algunas de las causas.

En cuanto a los problemas de base genética, encontramos muchos errores congénitos del

metabolismo que dan lugar a una afectación motora y cognitiva. Pero también hay

muchas otras enfermedades no metabólicas debidas a alteraciones genéticas, algunas

descritas ya en la literatura médica y otras que se están describiendo en la actualidad

gracias a los avances en genética.

Estudios complementarios:

A la hora de realizar el diagnóstico de un retraso psicomotor, es fundamental realizar

una buena entrevista con la familia(anamnesis) y exploración del niño (por si hay

alguna alteración en la piel, rasgos peculiares, malformaciones menores y mayores…)

que puedan orientar a una causa particular.

Si esta primera evaluación no da lugar a una sospecha diagnóstica, baja la probabilidad

de encontrar una causa al retraso psicomotor. No obstante hay diversas pruebas

complementarias que pueden ayudar:

Estudios analíticos: Cuando no hay una sospecha diagnóstica concreta es frecuente

recurrir a una batería de pruebas en forma de “screening”. Dentro de estas pruebas las

hay prioritarias o de primer nivel y otras que se pueden posponer o dejar en un segundo

nivel.

En casos necesarios, el médico puede solicitar estudios metabólicos, con especial interés

en aquéllos que sí tienen un tratamiento comprobado que puede modificar el curso de la

enfermedad.

Estudios de neuroimagen: Ecografía transfontanelar, resonancia magnética o incluso


TAC, según la sospecha o bien el rendimiento que cada especialista valora que puede

tener con cada paciente concreto. El especialista valorará si estas pruebas van a ser

molestas para el paciente, si se puede posponer o si va a aportar información o un

cambio en el tratamiento.

Estudios genéticos: Pueden venir orientados por las manifestaciones clínicas que

percibe el especialista (rasgos físicos, alteraciones en otros aparatos o sistemas, rasgos

conductuales…). Ahora bien, gracias a los avances técnicos en los estudios genéticos,

que cada vez son más accesibles para los especialistas, se pueden utilizar pruebas de

rastreo masivo de diferentes localizaciones genéticas, a las que se puede recurrir cuando

no se tiene una sospecha concreta. Es el caso de las técnicas de MLPA, paneles génicos,

cGH arrays…

Otros estudios: Valoración oftalmológica, ecografía abdominal o cardíaca, estudios

neurofisiológicos… dependiendo de la orientación que dé el especialista pueden resultar

de gran utilidad para llegar a un diagnóstico.

A pesar de la aparente gran cantidad de pruebas al alcance del médico, hay un

porcentaje elevado de niños con trastornos de desarrollo en los que no se llega a

descubrir la causa que lo provoca. El retraso psicomotor es un diagnóstico clínico

aunque no sepamos la causa subyacente.

3.2.2.7. Orientaciones metodológicas para el desarrollo de la psicomotricidad en la

educación inicial

Alvarado (2012). A través de las estrategias aplicadas se dio cumplimiento al objetivo

general trazado en la investigación establecer estrategias para desarrollar la

psicomotricidad fina en niños y niñas de 3-4 años y se logró determinar el estado actual
que posee la motricidad fina en el grupo seleccionado.

Durante la aplicación del primer objetivo específico diseñar estrategias para desarrollar

la psicomotricidad fina en niños y niñas de 3-4 años, los niños y niñas mostraron poca

soltura al rasgar siguiendo una línea, abotonar y desabotonar, mientras que al rellenar

con plastidedo e introducir el cordón en los orificios de los zapatos se observó un mejor

desenvolvimiento.

Por lo tanto el segundo objetivo específico ejecutar estrategias para desarrollar la

psicomotricidad fina en la elaboración de pinchos se observó entusiasmo y participación

de los niños – niñas, se detectó mejor soltura de sus manos en la mayoría de ellos;

asimismo en la elaboración de pulseras, armar rompecabezas y enredar las figuras

fueron de gran ayuda para el movimiento de sus manos y desarrollo de su motricidad

fina.

Cabe destacar que la ejecución de las estrategias para el desarrollo de la psicomotricidad

fina se logró mejorar la soltura de la mano y combinar movimientos óculo- manual en

los niños – niñas, ya que a través de la combinación de colores se visualizó buen manejo

en el movimiento de pinzas, así como al tapar y destapar los envases, el traslado de los

materiales lo que significa que se logró fortalecer el desarrollo de la psicomotricidad

fina.

Poma (2012). El desarrollo psicomotor va a depender fundamentalmente de la

maduración neurológica y de la forma como esta se desarrolla por lo que la intervención

que debe darse será de hacer un análisis a los niños para posteriormente aplicar el

desarrollo psicomotriz a través de la expresión corporal.

La psicomotricidad permite el desarrollo de las posibilidades motrices, expresivas y


creativas (del individuo en su globalidad) a partir del cuerpo, lo que lleva a centrar la

actividad e investigación sobre el movimiento y el acto, incluyendo todo lo que se

deriva de ello: disfunciones, patologías, educación, aprendizaje, etc.

Esto se debe en cierta forma a la carencia de material didáctico para el desarrolle de las

distintas actividades que permitan mejorar la expresión corporal lo que se trae como

consecuencia niños desmotivados poco interés en las actividades que realizan y a la vez

repercute en su aprendizaje en general porque el desarrollo psicomotriz abarca muchos

aspectos que forman el todo de los niños, o sea su formación integral.

Otro de los factores que ocasiona estos problemas es la carencia de espacio adecuado

para que los estudiantes desarrollen sus destrezas de psicomotricidad como también

pueden ser factores ambientales, la no aplicación de estrategias didácticas adecuadas o

incluso factores genéticos que estén afectando el desarrollo motor.

No se puede dejar de lado la participación activa de los docentes en este trabajo, cabe

recordar que la intervención del maestro es fundamental porque el niño sigue e imita el

rol de la persona que lo guía además de que así se logrará con éxito la obtención de los

objetivos planteados porque hay profesores con edad avanzada que no tienen agilidad.

Por tal motivo es necesario implementar una metodología interactiva de expresión

corporal para que el niño y la niña desarrolle la integración escolar ya que de seguir esta

situación los educandos continuarán sufriendo retrasos en el desarrollo psicomotriz.

La observación y reflexión de las propias conductas corporales se transforma en un

modo de aprendizaje y desaprendizaje de modos de ser y de hacer con el cuerpo, la

valoración como así también el contacto que el docente tenga con su propio cuerpo

además del tiempo y el espacio que le dedique al encuentro de su propia relación directa
con la valorización y generación del movimiento creativo, expresivo y comunicativo

que despierte en sus alumnos.

Aún antes que el hombre encontrara los medios artísticos formales para expresarse, él

supo gozar de la sensación de dar un paso, girar, balancearse, mecerse, zapatear y saltar,

simplemente porque hay una infinita alegría de moverse por que es en un modo

supremo de expresarse.

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