Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
Además, los recursos generales ordenados en la LPAC pueden, a su vez, clasificarse en dos
categorías: de un lado, los recursos “ordinarios”, en el sentido de que se pueden
fundamentar en cualquier vicio de nulidad o anulabilidad del acto (los recursos de alzada y
reposición), y, de otro lado, el recurso de carácter “extraordinario”, pues únicamente puede
fundarse en determinados motivos tasados por la Ley (el recurso de revisión).
Mediante los recursos administrativos pueden impugnarse los actos definitivos (artículo
112.1 LPAC). Los actos de trámite, como regla general, no son susceptibles de recurso. El
propio artículo 112.1 LPAC permite recurrir los actos de trámite que incurran en alguna de
las siguientes circunstancias:
En relación con los requisitos para del escrito de interposición de los recursos, el artículo
115 LPAC, establece que son aplicables los siguientes:
notificaciones.
- El acto que se recurre y la razón de su impugnación.
- Lugar, fecha, firma del recurrente, identificación del medio y, en su caso, del lugar
que se señale a efectos de notificación.
- Órgano, centro o unidad administrativa a la que se dirige el recurso y su
correspondiente código de identificación.
- Las particularidades que exijan disposiciones específicas.
El error o ausencia en la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo
para su tramitación, siempre que del mismo se deduzca su verdadero carácter. (115.2 LPAC)
No obstante, la ley restringe la legitimación para recurrir en el art. 115.3 LPAC: “Los vicios y
defectos que hagan anulable un acto no podrán ser alegados por quienes los hubieres
causado”. Principio general “nemo auditur propiam turpirudinem allegans”, nadie puede
actuar contra sus actos alegando la propia torpeza.
1.4 PROCEDIMIENTO
En cuanto a la audiencia a los interesados (art. 118 LPAC), será procedente cuando hayan de
tenerse en cuenta nuevos hechos o documentos no recogidos en el expediente originario.
La tramitación del recurso administrativo concluye mediante una resolución (art. 119 LPAC).
Desde el punto de vista de su naturaleza jurídica es importante insistir en que no se trata de
una sentencia, sino de un acto administrativo, puesto que no es un recurso jurisdiccional.
Dicha resolución:
La resolución del recurso puede tratar cuantas cuestiones plantee el procedimiento, hayan
sido o no alegadas por los interesados; ahora bien, una trascendental garantía para los
ciudadanos es que la resolución será congruente con las peticiones del recurrente, sin que
en ningún caso pueda agravarse su situación inicial (art. 119.3 LPAC): un principio conocido
como prohibición de reformatio in pejus (cambio a peor). De tal manera que, a pesar de que
con ocasión del recurso el órgano administrativo pueda apreciar que cabría empeorar la
situación del recurrente (por ejemplo, aumentar el importe de una multa, o bajar la
puntuación en un examen), la Administración tiene vedada esta posibilidad. Este principio
deriva del derecho a la tutela judicial efectiva, pues muchas personas desistirían de
interponer recursos si se vieran expuestas a un empeoramiento de su situación; aunque
también guarda conexión con el principio de seguridad jurídica, que prevalece incluso sobre
el principio de legalidad. Cuando la Administración vulnera este principio los tribunales
anulan las resoluciones de los recursos administrativos.
4
1.5 SUPUESTOS Y MATERIAS EXCLUIDAS DEL RÉGIMEN GENERAL DE LOS RECURSOS
ADMINISTRATIVOS PREGUNTA EXAMEN
Existen actuaciones contra las que no cabe interponer los recursos administrativos regulados
con carácter general en la LPAC. Son las siguientes:
En los supuestos que no queden excluidos conforme a la delimitación anterior, si los actos
administrativos no causan estado, y se desea recurrirlos judicialmente, resulta preceptiva la
interposición del recurso de alzada. En consecuencia, cuando un acto administrativo no
agota la vía administrativa, la falta de presentación en plazo del recurso de alzada provoca
su firmeza, dejando al administrado desprovisto de defensa. El carácter preceptivo del
recurso supone, además, que no pueden introducirse en vía de recurso judicial pretensiones
que no hayan sido previamente deducidas ante la Administración con ocasión del recurso
administrativo: es lo que se conoce como efecto preclusivo de la vía administrativa previa.
Por ejemplo, si en vía administrativa el particular contrajo su recurso únicamente a una
pretensión de anulación del acto, no puede luego ampliar este objeto procesal solicitando
igualmente una indemnización por daños derivados de la ejecución del acto en cuestión.
El plazo para la interposición del recurso de alzada difiere según se actúe contra una
resolución expresa o presunta (art. 122.1 LPAC):
El órgano competente para resolver el recurso es el superior jerárquico del que dictó el acto
impugnado (art. 121.1 LPAC).
De otro lado, cuando el recurso se interponga contra un reglamento por vía indirecta, o lo
que es lo mismo, contra el acto de aplicación de un reglamento, con base en la nulidad de
éste, el recurso podrá dirigirse a la autoridad que dictó el reglamento (art. 112.3 LPAC),
quien será competente para resolverlo (recurso per saltum). Cuando se trata de actos
dictados por una Administración instrumental, sus Estatutos o norma de cabecera pueden
haber previsto la impugnabilidad de sus acuerdos ante la Administración de que dependen
(alzada impropia); por ejemplo, los actos de las Gerencias municipales de urbanismo suelen
ser impugnables por esta vía ante el Alcalde o, en su caso, ante el Teniente de Alcalde
delegado de urbanismo. Pero, además, debe observarse que cabe recurso de alzada
(impropia) frente a los actos dictados por las Corporaciones Locales en ejercicio de
competencias delegadas por las Comunidades Autónomas o por la Administración estatal,
recurso que es resuelto por la Administración delegante (arts. 27.2 y 37.3 LRBRL).
En cuanto a su presentación, el recurso podrá dirigirse tanto al órgano que dictó el acto
como a su superior jerárquico (art. 121.2 LPAC). En el primer caso, el órgano que lo dictó
será responsable de su remisión en el plazo de diez días al que resulte competente para
resolverlo, acompañado de un informe y de una copia completa y ordenada del expediente.
Asimismo, la notificación del acto debe especificar el órgano ante el cual ha de presentarse
el recurso (arts. 40.2 y 88.3 LPAC).
Transcurridos tres meses desde la interposición del recurso ordinario sin que recaiga
resolución, se podrá entender desestimado el recurso (arts. 24.1, pár. 3° y 122 9 LPAC) y
quedará expedita la vía procedente; es decir, se establece, como regla general, el acto
presunto desestimatorio.
Ahora bien, cuando el recurso se haya interpuesto contra la desestimación presunta de una
solicitud por el transcurso del plazo, la LPAC (arts. 24.1, pár. 3° y 122.2 LPAC) establece que
se entenderá estimado el recurso si llegado el plazo de resolución de éste el órgano
administrativo competente no dictase resolución expresa sobre el mismo. De este modo,
aplicando en este caso el acto presunto estimatorio, la Ley quiere evitar que la
Administración pueda escudarse dos veces consecutivas tras el silencio, primero al no
resolver la solicitud y segundo al no resolver el recurso contra la denegación presunta de la
solicitud.
Por último, la Ley establece expresamente en el art. 122.3 LPAC, que contra la resolución de
un recurso de alzada no cabe ningún recurso administrativo, salvo el de revisión. Esto
significa que no cabrá interponer otro recurso de alzada, pero también, que contra la
resolución del recurso de alzada no cabrá interponer el recurso potestativo de reposición,
debiendo el particular dirigirse a la vía contencioso-administrativa si desea proseguir sus
acciones.
El plazo de interposición de este recurso se rige por las mismas reglas que el de alzada: un
mes frente a actos expresos, y sine die frente a actos presuntos (art. 124.1 LPAC).
8
El plazo de resolución de este recurso es de tan sólo un mes (art. 124.2 LPAC). La Ley
establece expresamente que si el interesado interpone un recurso potestativo de reposición
no podrá interponer el contencioso-administrativo hasta que se produzca la resolución
expresa o presunta del procedimiento (art. 123.2 LPAC). Así, al interponer el recurso de
reposición, es conveniente que el interesado haga constar que no ha impugnado el mismo
acto en la vía contencioso-administrativa. Si pese a ello se acreditase la existencia de un
recurso contencioso sobre el mismo asunto y anterior al recurso de reposición, debe
entenderse que se declarará la inadmisión de este último y se remitirá el expediente que
pueda existir al órgano jurisdiccional que esté tramitando la reclamación.
Es competente para conocerlo y resolverlo la misma autoridad que hubiera dicado el acto.
Contra la resolución de un recurso de reposición no cabrá interponer de nuevo este recurso
(art. 124.3 LPAC).
De otro lado, el silencio administrativo en este recurso tiene efectos desestimatorios en todo
caso (art. 24.1.3° LPAC). En efecto, debe notarse que la regla que convierte en positivo el
segundo silencio en vía administrativa sólo es de aplicación al recurso de alzada; por el
contrario, si se interpone un recurso de reposición contra la desestimación presunta de una
solicitud, el acto presunto resolutorio del recurso de reposición tendrá efecto igualmente
desestimatorio.
PREGUNTA EXAMEN
El art. 112.2 LPAC prevé la posibilidad de sustituir los recursos de alzada y reposición por
otros procedimientos de fiscalización de la actividad administrativa, como concretos
instrumentos de impugnación o reclamación, y asimismo por mecanismos de conciliación,
mediación y arbitraje, en ámbitos sectoriales determinados y cuando la especificidad de la
materia así lo justifique. El carácter sustitutivo de estos procedimientos impone que no se
establezcan con carácter acumulativo o facultativo al correspondiente recurso. Además, en
el caso del recurso de reposición, su eventual procedimiento sustitutivo habrá de respetar el
carácter potestativo para el interesado.
- Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios
documentos incorporados al expediente.
- Que aparezcan o se aporten documentos de valor esencial para la resolución del
asunto que, aunque sean posteriores, evidencien el error de la resolución recurrida.
- Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios
declarados falsos por sentencia judicial firme, anterior o posterior a aquella
resolución.
- Que la resolución se hubiera dictado como consecuencia de prevaricación cohecho,
violencia, maquinación fraudulenta u otra conducta punible y que se haya
declarado así en virtud de sentencia judicial firme.
10
La competencia para resolver corresponde al órgano administrativo que dictó el acto (art.
125.1 LPAC). El plazo de interposición del recurso varía en función de la causa por la que se
presenta; así:
- Cuando medie la primera causa, el plazo de interposición será de cuatro años desde
que se notificó el acto impugnado.
- Cuando concurran las restantes, el plazo será de tres meses, a contar desde que se
tuviera conocimiento de los datos respectivos. Comporta una cierta flexibilidad, por
la dificultad de demostrar cuándo se conocieron efectivamente dichos datos.
El art. 22.9 de la Ley Orgánica del Consejo de Estado exige que este órgano emita un
dictamen, preceptivo y no vinculante, con carácter previo a la resolución del recurso
extraordinario de revisión. El dictamen del Consejo de Estado es exigible tan sólo cuando el
procedimiento sea tramitado por la Administración del Estado. En cuanto a los recursos que
se interpongan contra actos de las Comunidades Autónomas y de las Entidades Locales,
habrá que estarse a lo que disponga la legislación autonómica correspondiente. La mayoría
de las leyes reguladoras de los altos cuerpos consultivos autonómicos no imponen dictamen
de dichos órganos en los procedimientos de resolución de los recursos extraordinarios
11