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3.

TÉCNICA DIALÉCTICA O SISTÉMICA

Las técnicas clásicas de investigación social se pueden clasificar en dos grandes tipos
o perspectivas:

 Distributivas o cuantitativas
 Estructurales o cualitativas

Sin embargo existe una tercera perspectiva, denominada dialéctica, que parte de la
consideración del objeto a investigar como sujeto (protagonista de la investigación) y de
que la finalidad de la investigación es la transformación social. Utiliza algunas técnicas
específicas propias para la investigación pero sin rechazar el uso de técnicas
cuantitativas y cualitativas.

TÉCNICAS DE
INVESTIGACIÓN SOCIAL

Distributivas o Estructurales Dialéctica o Contextual o


cuantitativas o cualitativas sistémica antropológica

Con esta inclusión, se pretendía enfocar el asunto de la investigación social no en


términos meramente tecnológicos o relativos al CÓMO (tal como se sugiere desde un
punto de vista cuantitativo), ni tampoco en términos epistemológicos relativos al POR
QUÉ (según interesa a los cualitativistas); sino en términos epistemológicos relativos al
PARA QUÉ. Este cambio de punto de vista pretendía reintroducir en el campo de las
investigaciones, las determinaciones políticas o relativas al poder que normalmente
quedan fuera y no son explicitadas.

Entre la principal diferencia de la técnica dialéctica con las otras es el “juego del
lenguaje”. En efecto, la encuesta estadística (perspectiva distributiva), utiliza el juego de
lenguaje “pregunta/respuesta” en donde los investigadores enfrentan a las unidades de
la muestra con un cuestionario previamente elaborado y los obligan a responder
eligiendo uno de los ítems propuestos; mientras que las técnicas encuadradas
(perspectiva estructural), como el grupo de investigación o la entrevista en profundidad,
utilizan juegos de lenguaje tipo “conversación” que también funcionan de un modo
espontáneo en la vida cotidiana. En cambio, las técnicas de la perspectiva dialéctica o
sistémica utilizan un juego de lenguaje tipo “asambleas”, que como las asambleas
reales sirven para discutir y tomar decisiones.

En el caso de la perspectiva dialéctica, en la que se


incluyen técnicas como el Análisis Institucional (o
sociopsicoanálisis) y la Investigación-Acción-
Participativa, el juego del lenguaje tipo “asamblea”
permite analizar fenómenos como los de cambio o
conflicto social, puesto que en ellas tienden a generarse
asambleas en las que se discute acerca de cómo es la
realidad y se decide emprender tal o cual acción.

El
hecho de que se preste atención solamente al juego de lenguaje impide dar cabida en
su clasificación a aquellas técnicas en las que no se obtiene información acerca de lo
que se dice sino acerca de lo que se hace. Con esta ampliación del punto de vista,
podemos incluir, en la perspectiva distributiva, técnicas como la experimentación, que
utilizan un juego de interacción tipo «estímulo/respuesta», análogo al juego de lenguaje
«pregunta/respuesta» que utiliza la encuesta. En el caso de la perspectiva estructural,
aunque no hay ninguna praxis análoga al juego de lenguaje tipo conversación, podría
incluirse el análisis de imágenes (vídeo, fotografías, etc.) y de imaginarios colectivos a
partir de información previa. En la perspectiva contextual, el juego de lenguaje
participativo incluiría la producción de información lingüística y estaría plenamente
desarrollado en la observación participante, ya que con las historias de vida la única
praxis que se tiene en cuenta es la vivida. Por último, en la perspectiva dialéctica, el
análisis institucional, la investigación acción participativa o las intervenciones
sistémicas, el juego de lenguaje tipo asamblea sería también una praxis, pues en ella
no sólo se dice sino que también se hace. Sin embargo, este hacer de la perspectiva
dialéctica no reproduce lo instituido, como sucede en la perspectiva contextual, sino que
libera lo instituyente y promueve cambios.

Pero para acabar de clasificar las distintas técnicas de investigación en las perspectivas
mencionadas, es necesario tener en cuenta que hay técnicas que permiten producir
información primaria y que existen otras técnicas encargadas de producir información
secundaria a partir de información ya disponible. En este sentido, si en la perspectiva
distributiva la encuesta estadística permite producir información primaria, la elaboración
de indicadores produce información secundaria. Y lo mismo sucedería en el resto de
perspectivas.

CUADRO 1

Como se puede ver en el cuadro 1, a diferencia de las otras tres perspectivas,


la dialéctica no se divide en técnicas que generen información primaria o
secundaria.
Además del juego de lenguaje o el tipo de praxis utilizado para producir información,
una segunda cuestión que debe tenerse en cuenta para singularizar las cuatro
perspectivas mencionadas es cuál es el componente de la lengua o de la acción a la
que se presta atención. En la perspectiva dialéctica, lo que interesa al investigador es el
componente semiótico del lenguaje, lo que hay de fuerza en el habla. En este caso, no
importa el sentido que pueda proporcionar la lengua, sino su capacidad para inscribirse
en cursos de acción e incluso para desencadenarlos.

CUADRO 2

En el cuadro 2, se puede observar cómo se distribuyen las técnicas de investigación


social según el componente de la lengua o de la acción a la que se presta atención.
Una tercera cuestión que conviene tener en cuenta para distinguir las perspectivas
mencionadas es la hipótesis sobre lo social que de un modo espontaneo se activa con
cada técnica. En cierto modo, las técnicas no son sino elecciones teóricas e ideológicas
reedificadas y objetivadas. La perspectiva dialéctica, puesto que engloba técnicas que
pretenden intervenir en la realidad social alterándola, parece asumir una visión más
compleja que las otras perspectivas, pues a los individuos, las relaciones y el contexto
habría de sumarse el cambio, más exactamente de la variable temporal.

El cuarto asunto al que conviene referirse tiene que ver con la reflexividad reconocida al
“objeto” investigado y que guarda una relación inversamente proporcional con la que
proyecta el sujeto investigador, por mucho que pretenda borrarse. En este sentido, se
puede observar una gradación desde la perspectiva distributiva hasta la dialéctica. En la
primera, la reflexividad del sujeto es máxima y la del objeto mínima, pues el primero
construye cuestionarios cerrados y al segundo solo le queda la libertad de elegir una de
las respuestas decididas de antemano. En la perspectiva dialéctica, la reflexividad del
investigador se reduce al mínimo y la soberanía del objeto investigado se eleva al
máximo.

Desde el punto de vista epistemológico, todas las técnicas de investigación social son
idénticas, salvo la dialéctica, pues la investigación social se inscribe en un dispositivo
heterónomo de construcción social por el que las élites obtienen información de las
bases para pasar a diseñar estrategias de optimización de su poder más efectivas. En
cambio, con la perspectiva dialéctica tiene lugar un importante cambio, pues se
reconoce autonomía cognitiva y práxica al objeto para producir información y decidir
actuar a partir de ella. El investigador se convierte prácticamente en un simple testigo
que toma nota y tutoriza el proceso de autopoyesis ensayado por su objeto. Es cierto
que estas técnicas interventivas estén también incluidas, como las otras técnicas de
investigación, en dispositivos de dominación, pues suelen ser siempre élites las que
demandan realizar intervenciones de esta clase. Sin embargo, aunque ese el contexto,
la investigación ensaya un estilo de acción contrario.

Este último asunto permite dar paso a una nueva cuestión. Esta trata del hecho de que
más allá de la investigación, después de la perspectiva dialéctica, hay una situación que
de hecho actúa como atractor de la investigación social según pasamos de una
perspectiva a otra, pero que nada tiene que ver con la producción de conocimiento
científico.

A continuación, pasaremos a especificar más en la dialéctica y sus métodos.

LA PERSPECTIVA DIALÉCTICA
“Una primera acepción del término dialéctica es la de ‘diálogo’. Al igual que en un
diálogo hay dos argumentaciones, dos razones, que se contraponen, en la dialéctica
hay dos ‘lógicas’, dos razones que se confrontan” – Rubio. M. José (1997)

El paradigma dialéctico moderno se desarrolla a partir de las teorías de Hegel y Marx.


Los cinco rasgos del paradigma dialéctico son:

Todo se haya en relación (la naturaleza y la sociedad como un todo en


interacción).
Todo se transforma.
El cambio cualitativo (la acumulación de cambios cuantitativos provoca cambios
cualitativos).
La lucha de los contrarios o la ley de la unidad de los contrarios (si no hay
conflicto no hay progreso).
Ley del desarrollo en espiral. Lafebvre añade esta ley que supone que lo nuevo
no destruye lo anterior sino que lo integra en sí y lo mejora, superándolo.

La posición de sujeto en proceso nace desde la actividad de conocimiento del


sistema social, y la investigación le permite constatar que solo transformando el
sistema social seguirá siendo posible sobrevivir como sujeto.

“La investigación sociológica dialéctica ensaya, para intentar realizarse, sacar a


los miembros de la sociedad de la posición individual y débil de ‘sujetos
consumidores’, para colocarlos en la posición fuerte y colectiva de ‘sujetos
productores’”

Leopoldo Gumpert. EDE, 1993

La perspectiva dialéctica utiliza como técnicas el socioanálisis y el


sociopsicoanálisis, que tienen como uno de sus instrumentos la construcción de
analizadores. Los analizadores son hechos sociales que provocan una acción/reflexión
de la sociedad. El analizador tiene que poner en marcha el proceso que “desbloquea el
poder psíquico y el poder social de los componentes del grupo que realizan la técnica
dialéctica correspondiente” (Valero, A. 1993).

En definitiva, se trata de introducir elementos dinamizadores que provoquen la reflexión,


mostrando las contradicciones sociales. Reflexionar sobre cómo se ha realizado el
propio proceso investigador puede ser un analizador.
En la IAP (metodología que ordena/organiza un conjunto de técnicas y las orienta en
cierto sentido democratizador) utilizaremos el término de “analizadores históricos” como
los sucesos que en el consciente colectivo se tienen presentes o se han vivido y que
muestran el conjunto de las contradicciones sociales y los posicionamientos de cada
grupo social dentro del sistema.
DIALÉCTICA

Técnicas participativas:
TECNOLÓGICO Asamblea. Participación Socioanalisis, analizadores,
autoencuesta, autoevaluación, Delphi,
DAFO, dinámica de grupo, entre otras.

Metodologías implicativas:
METODOLÓGICO Análisis institucional
IAP

Simetría
EPISTEMOLÓGICO Asimetría táctica
Simetría estratégica

El socio-praxis parte de la perspectiva dialéctica, revisando algunas de sus propuestas


en los diferentes niveles. A nivel tecnológico considera que la asamblea no es una
reunión entre iguales. En la asamblea, lo mismo que en la investigación mediante el
método IAP, se parte de conocimientos y posicionamientos diferentes. En una
asociación u organización social hay dirigentes, cuadros, profesionales, personas
acostumbradas a lo público, a participar y otras no lo han hecho nunca. No todos
participan igual. En cualquier proceso se parte de posiciones de desigualdad: por
ejemplo sindicatos/empresarios, ciudadanía/poder local…

3.1 El Socioanálisis:
En la perspectiva dialéctica —en su técnica más general, el socioanálisis—, el primer
paso es la selección de la institución, la segunda es el
enfrentamiento en asamblea de los estamentos. Veamos qué acción ejercen la
forma-institución y la forma-asamblea.

La institución es recolectada, no producida: es una investigación in vivo.


Pero la selección de la institución responde a un requerimiento puntual (de la dirección,
o respaldado por la dirección) que, a su vez, responde a una demanda (de
transformación o reforma de la institución). La producción y el consumo de la
investigación quedan así determinadas. La estrategia en la que se inscribe la
investigación es la reforma de una institución particular. La acción que ejerce la
investigación es ilimitada dentro de la institución (en el sentido de que no le pone
límites, sino que más bien tiende a desplazar los que tiene), pero limitada —a una
institución— en el sistema institucional. Pero las fronteras que separan a una institución
del resto del sistema institucional no son apenas continentes, pues el proceso de
investigación no refuerza, ni dobla con otras fronteras, las fronteras existentes. Un
socioanálisis catalizó —como vimos— la revolución de Mayo del 68 (fuera del proceso
de investigación, un dispositivo isomorfo con él puede catalizar un movimiento
revolucionario: así, el dictador colombiano Rojas Pinilla fue derribado por el movimiento
que produjo por resonancia una manifestación estudiantil).

Así como el grupo de discusión deja fuera del campo de investigación al macrogrupo —
ateniéndose sólo a su reflejo en el microgrupo—, el socioanálisis incluye en su campo
de observación (y de acción) las relaciones —las fronteras — entre la institución y el
sistema institucional. Lo que implica: semánticamente que se acerca al límite posible de
potencia de la investigación social, pragmáticamente que no pone frenos ni bridas a la
acción social (puede extender, por resonancia, su campo de aplicación).

La asamblea es la situación de interacción verbal que genera enlaces —conexiones—


más fuertes entre los participantes, y potencia y amplifica la
fuerza de esos enlaces: una asamblea puede terminar en posición activa, continuada
por una manifestación o movida similar (contrasta la acción catalítica de la asamblea
con la acción catártica de la discusión). La fuerza del conjunto se potencia de la
muestra al grupo, del grupo a la asamblea: así como se extiende la amplitud de su
campo de acción. Lo que implica: semánticamente que integra la investigación del decir
(informático) y el hacer (energético) y que incluye en su campo la investigación de lo
posible, pragmáticamente que es un dispositivo estratégicamente expansivo y liberador.

Un socioanálisis no es una revolución, ni siquiera un paso hacia la revolución (aunque


ocasionalmente pueda ser el fulminante). Como reconoce Lapassade, el efecto del
socioanálisis es la simple reforma de las instituciones a las que se aplica (como la
intervención mediante la dinámica de grupos contribuye a la reforma de las
organizaciones). 'Yo no practico el socioanálisis para hacer la revolución; podría decir,
todo lo más, que practico el socioanálisis para tratar de comprender por qué y cómo
ocurre que la revolución no se hace y, si se hace, por qué da nacimiento a una nueva
clase' (Lapassade, 1971). Pero, así como las perspectivas distributiva y estructural se
consumen en un intento de evitar el cambio o controlarlo, la perspectiva dialéctica
(como otros dispositivos isomorfos con ella) se inscribe en una estrategia de producir el
cambio. Es el sentido de la inversión señalada en la nota 1: en vez de tratar de fijar la
realidad a su estado positivo, tratar de moverla hacia su(s) estado(s) posible(s).

3.2 Investigación – acción – participativa (IAP):


La IAP tiene sus orígenes en la confluencia de un conjunto de escuelas críticas de
investigación social y de las escuelas de la pedagogía social que han confluido con
bases epistemológicas comunes europeas. En 1977 se celebró el primer encuentro
internacional sobre IAP en Colombia. En junio de 1997, veinte años después, se
celebró un Congreso Mundial sobre IAP en el mismo lugar.

Existen muchas definiciones sobre la IAP. Se puede definir como un método de estudio
y acción que busca obtener resultados fiables y útiles para mejorar situaciones
colectivas, basando la investigación en la participación de los propios colectivos a
investigar. Que así pasan de ser objeto de estudio a sujeto protagonista de la
investigación, controlando e interactuando a lo largo del proceso investigador (diseño,
fases, devolución, acciones, propuestas,…) y necesitando una implicación y
convivencia del investigador externo en la comunidad a estudiar.

La IAP es una metodología porque ordena y organiza un conjunto de técnicas y las


orienta en un sentido democratizador. Que esa democratización se dé a un nivel micro
(dentro de una institución o de un sistema productivo) o se plantee preguntas a nivel
macro dependerá del nivel epistemológico (para qué/quién se realiza la investigación).

Así tenemos la utilización de la IAP en empresas para organizar y mejorar los procesos
de formación o de organización interna que no suponen un cuestionamiento de las
relaciones de producción o de la relación entre las clases sociales (capital-trabajo) pero
si pueden suponer un avance en la democratización interna de las relaciones laborales.
Fases de la IAP:

1. Autodiagnóstico
1.1. Recogida de información
1.2. Comisión de seguimiento
1.3. Captación de voluntarios para formar el grupo mixto de investigadores.
1.4. Búsqueda de elementos analizadores.
1.5. Inicio del trabajo de campo
1.6. Elaboración del primer informe.
2. Trabajo de campo y primeras propuestas
2.1. Trabajo de campo
2.2. Análisis del discurso
2.3. Segundo informe (se realiza un primer mapa social o sociograma)
2.4. Talleres (se puede emplear distintas técnicas como la técnica DAFO,
donde se realiza un diagnóstico sobre debilidades, amenazas, fortalezas y
oportunidades, que nos dará un mejor análisis; o la técnica DELPHI, que
son varias reuniones seguidas donde se jerarquizan las valoraciones,
objetivos, líneas de acción y propuestas concretas)
3. Conclusiones y propuestas de acción
3.1. Construir el PROGRAMA DE ACCIÓN INTEGRAL (PAI).
3.2. Elaborar el INFROME FINAL, el cual incluye el diagnóstico, el mapa de
recursos sociales o socioculturales y las conclusiones y propuestas de
acción.

EJEMPLO DE LAS FASES DE UNA IAP:


3.3 Análisis institucional:
El análisis institucional es un instrumento para pensar e intervenir en los problemas de
gestión que presentan las instituciones, en el sufrimiento que generan y en los grados
de violencia manifiesta y latente de las mismas.
El Análisis Institucional estudia el poder al interior de las instituciones, cuestión que
resulta fundamental para cualquier profesional que trabaja en una institución de salud,
educacional, deportiva, comunitaria. El seminario recorre los conceptos más
importantes, así como las estrategias y modelos de intervención cuando hay deseos de
cambio institucional.

La participación en seminarios de análisis institucional brinda :

* Un marco teórico para leer los procesos de gestión al interior de las instituciones

* Una metodología para conceptualizar y abordar los problemas de poder de las


instituciones

* Técnicas de abordaje de problemas institucionales

Estos seminarios utilizan un modelo pedagógico coherente con el tema que se estudia.

Se estudian las aportaciones de Lapassade, Lourau, Hess, Mendel, Guattari, Clastres,


Baremblitt, Ulloa, Jacques, Laing, etc.
Técnica más
Socioanálisis completa de este
método.

Investigación -
Técnica dialéctica acción-
participativa

Ánalisis
institucional

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