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Se puede y se debe prevenir el pie diabético

Dr. Adolfo V. Zavala

El pie diabético es una de las complicaciones de la diabetes de mayor frecuencia, que ocasiona una gran
morbimortalidad, y es la causa más frecuente de amputaciones no traumáticas de miembros inferiores.

La Federación Internacional de Diabetes y otras instituciones han planteado la necesidad de disminuir las
amputaciones, para ello han estipulado normas de manejo resumidas en estas guías:

Examinar los pies en todos los diabéticos, como parte del examen anual:
-Historia de úlceras o amputaciones, síntomas de enfermedad vascular periférica, dificultades física o
visuales para el autocuidado del pie.
-Deformaciones del pie (dedos en martillo o en garra, prominencias óseas, etc.).
-Evidencia visual de neuropatía (piel seca, callos, venas dilatadas) o isquemia incipiente, daños de las uñas
o deformaciones.
-Detección de la neuropatía con el monofilameno de 10 gramos, o el diapasón de 128 Hz. Un biothensiomiter
puede ser la opción para una medida cuantitativa (punto de corte para riesgo de úlcera, más de 25 voltios).
-Palpación de pulsos pedios y tibiales posteriores, tiempo de relleno capilar y venoso, presión con el doppler
en tobillo y brazo (<0.9 señala enfermedad vascular oclusiva).

Explicar a los pacientes la necesidad y porqué del examen anual.

Arreglar un plan de cuidado del pie, con cada diabético, de acuerdo a los hallazgos anuales.

Proveer la educación necesaria para el cuidado del pie, de acuerdo al riesgo de úlcera y amputación.

Clasificar los hallazgos:


-Sin riesgo agregado: no hay pérdida de sensaciones, ni signos de enfermedad vascular periférica, ni otro
factor de riesgo.
-Con riesgo: si hay neuropatía u otro factor de riesgo aislado.
-Alto riesgo: disminución de las sensaciones, más deformaciones del pie, o evidencia de enfermedad
vascular periférica.
-Ulceración o amputación previa (muy alto riesgo).
-Ulcera o infección presente en este momento.

Manejar de acuerdo al nivel de clasificación:


a) No riesgo agregado: enseñar cuidado de pie.
b) Con riesgo: supervisión con un equipo de pie, al menos cada 6 meses:
-Inspeccionar ambos pies e indicar medidas preventivas.
-Evaluar el uso adecuado de un zapato.
-Incrementar el cuidado del pie.
c) Alto riesgo: examen frecuente con equipo de pie, cada 3 meses:
-Revisar pies y dar medidas preventivas.
-Evaluar zapatos, e indique plantillas o zapatos adecuados según la necesidad.
-Valorar la necesidad de una evaluación vascular.
-Evaluar e indicar una educación en el cuidado de los pies intensificada.
d) Ulceras o infecciones (incluyendo emergencia en cuidado del pie). Mandar al equipo de pie en las
próximas 24 horas para:
-Apropiado manejo herida, apósitos y debridamiento cuando está indicado.
-Considerar tratamiento antibióticos sistémicos (a menudo a largo tiempo) por celulitis o infección ósea
cuando esté indicado: penicilinas, macrólidos, clindamicina, y/o metronidazol con de primera línea; con
ciprofloxacina o amoxiclavulánico como ejemplos de droga de segunda línea.
-Apropiar la distribución de la carga (yeso de contacto total, si está indicado y no está contraindicado).
-Valorar, tratar o derivar la insuficiencia vascular.
-Usar sonda, pedir radiografías, centellograma, resonancia magnética y biopsia cuando se sospecha
osteomielitis.
-Mantener un control glucémico óptimo.
Usar calzado especial y plantillas individualizadas para la prevención, el tratamiento y evitar la repetición
de las úlceras.
e) No ampute al menos que:
-Se haya realizado una evaluación vascular cuidadosa, descartando la revascularización.
-Dolor de reposo que no puede ser manejado con analgesia o revascularización.
-Una infección amenazante de la vida, que no pueda ser tratada con otras medidas.
-Una úlcera que no cure, con gran alteración de la calidad de vida, que pueda rehabilitarse con la
amputación.
f) Formar equipos especializados en pie diabético, mínimo con un clínico capacitado en diabetes y en el pie,
enfermeras y podólogos, con conexión con otros especialistas del hospital.

Prevención del pie

Nosotros consideramos que hay que revisar a todos los diabéticos en salud y ver su grado de riesgo.

El mismo sería de alto riesgo si hay alguno de estos elementos: vasculopatía, neuropatía, alteraciones del
apoyo, antecedentes de úlcera de pie ó de amputación.

En estos casos, indicar medidas protectoras y correctoras del pie, educar en el cuidado del pie y seguimiento
al principio mensual y luego cada tres meses.

Tratamiento de las lesiones

Si hay una úlcera de pie el tratamiento debe ser integral, tratando el bosque (todo del paciente) además del
árbol (el pie).

Dr. Adolfo Valentín Zavala


Jefe de la División Nutrición
Hospital de Clínicas “José de San Martín”
Universidad de Buenos Aires

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