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Reino Unido a finales del siglo XVIII como una reacción revolucionaria contra el
racionalismo de la Ilustración y el Clasicismo, dándole importancia al sentimiento. Su
característica fundamental es la ruptura con la tradición clasicista basada en un conjunto
de reglas estereotipadas. La libertad auténtica es su búsqueda constante, por eso es que
su rasgo revolucionario es incuestionable. Debido a que el romanticismo es una manera
de sentir y concebir la naturaleza, la vida y al hombre mismo es que se presenta de
manera distinta y particular en cada país donde se desarrolla; incluso dentro de una
misma nación se desarrollan distintas tendencias proyectándose también en todas las
artes.
El romántico, sin embargo, entiende que en el interior del hombre actúan distintas
fuerzas, y que la esencia de lo humano rebasa la esfera de lo inconsciente y de lo
racional. El romántico, además de su rebeldía contra el orden del mundo heredado, se
opone a la separación entre razón y sentimiento, entre lo real y lo irreal.
El conflicto del hombre romántico, el "mal del siglo", su crisis religiosa y existencial es
consecuencia de su propia singularidad y de la imposibilidad de fundir su Yo con la
alteridad, con el Todo; de, siendo finito, desear unirse y transformarse en infinito.
Para todos los románticos no existe Dios fuera del mundo y del hombre, y debemos
actuar motivados por el entusiasmo y el amor
Romanticismo en Francia.
En Francia el periodo de formación del romanticismo coincidió con las Guerras Napoleónicas
(1799-1815). Los primeros artistas franceses de este estilo encontraron su fuente de inspiración
en los acontecimientos que les rodeaban. Antoine-Jean Gros inició la transición del
neoclasicismo al romanticismo impulsado por el estilo sobrio de su maestro, Jacques-Louis
David, quien tenía un estilo más colorista y emotivo, influido por el pintor flamenco barroco
Petrus Paulus Rubens. La principal figura del romanticismo francés fue Théodore Géricault, que
además llevó las tendencias dramáticas y coloristas al estilo de Gros y cambió el sentido heroico
de los cuadros de batallas por el del sufrimiento. En su Coracero herido (1814) un soldado, en
medio de una humareda, se desmaya en el campo. Las poderosas pinceladas, la luz y los tonos
oscuros acrecientan el sentido de aislamiento y vulnerabilidad; y esto para Géricault y otros
pintores románticos constituía la esencia de la condición humana.
Romanticismo en Alemania.
La pintura romántica alemana, así como su poesía y filosofía, estuvo inspirada por la
concepción de la naturaleza como manifestación de la divinidad, que condujo a la formación de
una escuela paisajística simbólica iniciada por las pinturas místicas y alegóricas de Philipp Otto
Runge. El más grande exponente y el pintor alemán romántico más notable fue Caspar David
Friedrich, cuyos paisajes meditabundos, pintados en un estilo lúcido y meticuloso, cabalgan
entre el sentimiento delicado y místico y el sentido de la melancolía, de la soledad y de la
separación. Su pesimismo romántico se expresa más directamente en su obra Mar polar (1824);
el recuerdo de un barco naufragado, apenas visible debajo de una pirámide de placas de hielo,
parece un monumento al triunfo de la naturaleza sobre la aspiración humana.
Otra escuela del romanticismo alemán es la formada por los nazarenos, un grupo de artistas
centrados en la recuperación del estilo y del espíritu religioso medieval; su principal líder fue
Johann Friedrich Overbeck. También notable entre los artistas tardíos de la tradición romántica
alemana fue el austriaco Moritz von Schwind, cuya temática la extrajo de la mitología alemana
y los cuentos de hadas.
Romanticismo en Inglaterra.
En Inglaterra, así como en Alemania, los paisajes impregnados de un sentimiento
romántico se convierten en la principal expresión de la pintura romántica, aunque los
artistas ingleses fueron más innovadores en estilo y en técnica. Samuel Palmer pintó
paisajes que se distinguen por una inocente simplicidad en cuanto a su estilo así como
por un sentimiento religioso que deriva de Blake. John Constable, proveniente de un
entorno natural salvaje asociado con muchos poetas y pintores románticos, dotó a los
paisajes ingleses de un profundo sentimiento. Fue el primer gran artista en trabajar al
aire libre y en llevar al lienzo la frescura de la visión a través del uso de colores
luminosos y llamativos a base de pinceladas densas. Joseph Mallord William Turner
expresó la visión más radical de todos los artistas románticos. Comenzó con paisajes
que se remontan al pintor francés del siglo XVII Claudio de Lorena, pero transformó
algunas de sus obras tardías como Tormenta de nieve: barco de vapor de Harbour
Mouth (1842), en una mezcla de efectos atmosféricos de luz y color, mezcla de nubes,
niebla, nieve y mar en un torbellino en el cual los diferentes objetos se diluyen.
Romanticismo en España.
El romanticismo en España se manifestó sobre todo en la pintura, representado por
Federico Madrazo, con sus cuadros históricos y sus retratos; Antonio María Esquivel,
Jenaro Pérez Villaamil, con sus imaginatorios paisajes; Leonardo Alenza, con sus
cuadros costumbristas inspirados en la obra de Goya y Eugenio Lucas Padilla, que
representaba el espíritu revolucionario de la época. En Cataluña surgió una escuela
pictórica inspirada en los nazarenos alemanes dentro de la que destacan Joaquín
Espalter y Pelegrín Clavé.
Romanticismo tardío.
Hacia mediados del siglo XIX, la pintura romántica comenzó a cobrar la intensidad de un
movimiento original. Entre los ejemplos más relevantes de este periodo se hallan los paisajes
serenos y atmosféricos de la Escuela de Barbizon que incluye Camille Corot y Théodore
Rousseau. En Inglaterra, después de 1850, los prerrafaelistas revivieron la visión medievalizante
de los nazarenos alemanes.
Influencia.
La influencia del romanticismo ha perdurado en obras posteriores. Se puede trazar una línea de
continuidad que parte desde Constable a través de la Escuela de Barbizon hasta el
impresionismo, aunque el más directo descendiente del romanticismo fue el movimiento
simbolista, que por diferentes vías intensificó o refinó las características del movimiento
romántico como la subjetividad, la imaginación y la extraña fantasía onírica. En el siglo XX el
expresionismo y el surrealismo llevaron estas tendencias incluso más lejos. Sin embargo, en
cierto sentido, puede decirse que todo el arte contemporáneo deriva del romanticismo ya que el
concepto de libertad artística, originalidad y autoexpresión en el arte fueron los estandartes de
los románticos en oposición a los principios tradicionales.
Romanticismo en Argentina.
En 1 8 de julio de 1830 publicó La Gaceta Mercantil un poema -"El regreso"- de un
joven argentino llegado recientemente desde Francia. Era algo inesperadamente nuevo y
con sabor a nuevo. El joven compatriota poco tardó en hacerse conocer: se llamaba
Esteban Echeverría.
Con él ingresaba en nuestro país la sensibilidad romántica, que acababa de imponerse en
Europa occidental.
Toda una constelación de nombres de ensayistas, poetas, dramaturgos, novelistas, de
Alemania, Inglaterra y Francia especialmente, había logrado remozar airosamente a la
literatura Schlegel, Staél, Chateaubriand, Lamartine, Hugo, Scott, Byron, entre otros
cien más, liberaron a las llamadas bellas letras de las inflexibles normas tradicionales
que los neoclásicos habían acatado y venerado. A partir de aquí solo contarán la
espontaneidad, el auténtico lirismo, la expresión de los sentimientos.
Como dijo uno de ellos, lo único que había que hacer era seguir los consejos de la
naturaleza, de la verdad de la inspiración. Tras ardorosas polémicas con los
sostenedores de rígidos sistemas de preceptiva, el romanticismo, al destruir viejas
fachadas, agrietadas sin piedad por el tiempo, logró insuflar nueva vida al arte que se
exteriorizó audaz, exuberante, avasallador. El éxito fulminante de repercusión en el
público -éste comprendió sagazmente el sentido progresista de la novedad- fue decisivo
en el triunfo del romanticismo.
Conviene puntualizar aquí -aunque todo esto se verá detenidamente cuando se estudie la
obra de Echeverría y otros románticos- que el surgimiento y el triunfo del
romanticismo está vinculado con las luchas que los pueblos europeos sostenían entonces
por ensanchar la concepción del liberalismo y aún por concretar la personalidad
nacional. "La independencia en materia de gusto es complemento necesario de la
libertad individual", escribió Vitet. O como lo precisó mejor aún Víctor Hugo: "El
romanticismo, si se lo considera en su aspecto militante, no es otra cosa que el
liberalismo en literatura".
El romanticismo literario adquirió una dimensión social (romanticismo social) que, si
bien no fue transitada por muchos hombres de letras, revela la enorme trascendencia que
podía implicar el compromiso.
La renovación intelectual del romanticismo abría insospechados horizontes, que
trascendían por cierto los puramente literarios. La solidaridad con las luchas populares,
la exaltación de lo nacional y la fe ilimitada en el progreso de la humanidad constituían
de por sí toda una revolucionaria concepción de la vida durante la primera mitad del
siglo XIX.
Echeverría trajo a nuestro país ese contagioso entusiasmo del romanticismo. Su acción,
en este sentido, será estudiada aparte y en forma particular. Por ahora, es preciso señalar
que, junto con Alberdi y Gutiérrez, no dejó de buscar el apoyo de los estudiantes
universitarios.
Tras varios intentos precursores de organización -entre ellos el más recordable fue la
Asociación de Estudios Históricos y Sociales, de efímera vida allá por 1833-, surgió en
1837 el Salón Literario, del que fue entusiasta impulsor otro joven, Marcos Sastre,
comerciante de libros, quien al efecto prestó su casa.
Fuentes:
( http://www.monografias.com/trabajos6/roma/roma.shtml#moder )
( http://es.wikipedia.org/wiki/Romanticismo )
( http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761573163_2/Romanticismo.html )
( http://www.oni.escuelas.edu.ar/olimpi97/Literatura-Argentina/Etapas/Romanticismo/ROMANT ~1.HTM )
(Libro de Historia)
Conclusión:
Elegimos hacerlo en grupo porque nos resulta más fácil y divertido hacer el trabajo.
Además al repartirnos las tareas de trabajo lo hacemos en menos tiempo y de forma
ordenada y práctica.