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Buke Shohatto (武家諸法度?

«Varios puntos de leyes para las casas guerreras»)


traducido como Leyes de las Casas Militares,1 2 fue una colección de edictos
promulgados por el shogunato Tokugawa de Japón que tuvo como fin regular las
responsabilidades y actividades de los señores feudales (daimio) y el resto de la clase
aristocrática samurái. Estos edictos fueron la base del sistema bakuhan taisen (sistema
shogunato-dominios), que dio forma al régimen Tokugawa. El contenido de los edictos
fueron vistos más como un código de conducta, una descripción adecuada del
comportamiento honorable de los daimios, y no como leyes que debían ser obedecidas. Al
apelar nociones de moralidad y honor, el shogunato fue capaz de observar que seguían
las restricciones a pesar de su incapacidad para cumplir con ellos directamente.

Los edictos fueron leídos en primer lugar ante un grupo de daimios reunidos en el Castillo
Fushimi, por el shōgun retirado Ieyasu Tokugawa, en el séptimo mes lunar de 1615.
Fueron compilados por una serie de estudiosos al servicio del shogunato incluyendo a
Ishin Sūden, y estaban destinados principalmente a limitar el poder de los daimios y así
proteger el control del shogunato en el país.

El shōgun reinante en ese momento, Tokugawa Hidetada, hijo de Ieyasu, promulgó


formalmente los edictos poco después, y cada shōgun sucesivamente los reeditaron
formalmente, reforzando las restricciones de los daimios y el control del shogunato. A
través de estas generaciones sucesivas, sin embargo, las reglas se desarrollaron y
cambiaron significativamente.

1. La clase samurái debe dedicarse a actividades adecuadas a la aristocracia


guerrera, como tiro al arco, esgrima, equitación, y la literatura clásica.
2. El ocio y el entretenimiento se deben mantener dentro de los límites razonables y
los gastos para tales actividades no deben ser excesivos.
3. Los dominios no son para albergar fugitivos y bandidos.
4. Los dominios deben expulsar a los rebeldes y asesinos de sus servicios y tierras.
5. Los daimios no pueden interactuar socialmente con las personas (tanto samuráis
como plebeyos) de otros dominios.
6. Los castillos se pueden reparar, pero tal actividad debe ser reportada al shogunato.
Innovaciones estructurales y ampliaciones están prohibidas.
7. La formación de camarillas de intrigas o conspiración en dominios vecinos deben
ser reportados al shogunato, sin demora, al igual que la expansión de las
defensas, fortificaciones o fuerzas militares.
8. Los matrimonios entre daimios y personas relacionadas de poder o importancia no
deben organizarse de forma privada.
9. Los daimios deben presentarse personalmente en Edo para el servicio del
shogunato.
10. Las convenciones sobre el uniforme de gala deben ser seguidas.
11. Personas comunes no pueden montarse en los palanquines.
12. Los samuráis en todo el reino deben practicar la frugalidad.
13. Los daimios deben seleccionar hombres capaces para servir como
administradores o burócratas.

1
Enmienda

Nuevas estipulaciones

1. Se debe tener cuidado de mantener las carreteras, barcos, puentes y muelles con
el fin de facilitar las comunicaciones rápidas.
2. Las barreras de peaje privados están prohibidas, al igual que la eliminación de las
rutas de transbordadores existentes.
3. Se prohíbe la construcción de barcos que puedan transportar más de 500 koku.3
4. Las tierras que le pertenecen a los santuarios sintoístas y templos budistas no
podrán ser despojadas de ellos.
5. El cristianismo está prohibido.

El bakumatsu

Comodoro Matthew Perry.

El bakumatsu (幕末bakumatsu'?) es el período de declive del shogunato Tokugawa que


abarca entre 1853 y 1867, cuando Japón sufre una transformación política radical, en
donde predomina el fin del sakoku, la división de ideologías políticas entre el Ishin Shishi,
que eran partidarios de la restauración imperial y las fuerzas shogunales, incluyendo a la
fuerza élite de los Shinsengumi. Estas disputas desembocaron en el desorden y caos en el
país, que culminó con la Guerra Boshin, la entrega del poder del shōgun Tokugawa
Yoshinobu en 1867, su rendición ante las fuerzas imperiales en 1868 y la posterior
implantación de la Restauración Meiji, donde el Emperador Meiji obtendría el control
absoluto de Japón, sin embargo, fuerzas leales al shogunato estarían batallando hasta
junio de 1869.

La verdadera causa que inició este período fue la llegada del Comodoro Matthew Perry
que llegó a la bahía de Edo con varios buques de guerra en julio de 1853, y exigía
enérgicamente la apertura de Japón a barcos estadounidenses dentro de un año, que de
lo contrario tomaría acciones militares contra el shogunato. Evidentemente a pesar de
que existía la política de sakoku y algunos daimyō estaban dispuestos a hacer guerra
contra los extranjeros, el shogunato observó con preocupación la superioridad tecnológica
de los buques de Estados Unidos, y prefirió firmar el Tratado de Kanagawa en 1854, que
garantizaba la apertura de dos puertos a naves estadounidenses, garantizaba el buen

2
trato a los náufragos estadounidenses y se asignó un cónsul estadounidense en Shimoda,
al sudoeste de Edo.

Esto ocasionó un daño a la imagen del shogunato, que estaba en franca debilidad y bajo la
crítica de los daimyō radicales; así Abe Masahiro, quien negoció con los estadounidenses,
decidió realizar la Reforma Ansei de 1854 a 1856, donde intentó fortalecer al régimen
shogunal con la creación de defensas y naves con la ayuda del gobierno holandés, así
mismo con el entrenamiento naval de parte de dicho país. Debido a estas reformas, hubo
una oposición entre los fudai daimyō, y Abe fue reemplazado por Hotta Masayoshi en
1855.

Entre tanto la disidencia estaba liderada por Tokugawa Nariaki, quien tenía una lealtad
militante al Emperador y sentimientos xenófobos. La escuela de Mito, quien tenía bases
neoconfucianistas y sintoístas, también tuvo como meta la restauración del Emperador,
en conjunto con un acercamiento a las potencias extranjeras.

En los años finales del shogunato aumentó el contacto con las potencias extranjeras, al
igual que las concesiones que el shogunato otorgaba a dichos países. Un tratado con los
Estados Unidos en 1859 y que permitiría más libertades incluyendo la extraterritorialidad,
fue el punto de discordia entre los opositores. Hotta había perdido el apoyo dentro del
shogunato, esto era una señal del inmiscuimiento del Emperador en las políticas internas,
suceso que no había ocurrido en siglos y Nariaki aprovechó y apeló ante la Corte el apoyo
de su hijo Tokugawa Yoshinobu, que a su vez tenía el apoyo de los shinpan y los tozama
daimyō. No obstante los fudai daimyō presionaron e instalaron a Tokugawa Iemochi como
shōgun y arrestando a Nariaki y a Yoshinobu, incluyendo con la ejecución de Yoshida
Shōin, quien fue el impulsor del movimiento intelectual sonnō-jōi, que se oponía al
tratado estadounidense y arengaba una revolución contra el shogunato.

Tropas del shogunato Tokugawa (1864).

Así durante los siguientes años el ejército y la marina serían modernizados y formarían las
bases del Ejército Imperial Japonés y la Marina Imperial Japonesa. Durante los años

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finales, el shogunato poseía ocho naves de guerra de estilo occidental, sobresaliendo el
acorazado Kaiyō Maru. Adicionalmente en 1867, una misión militar francesa ayudó a las
tropas del shogunato.

Del otro lado, la figura del emperador Kōmei era usada como símbolo de la unidad
japonesa, y fue usada por los extremistas como chivo expiatorio para realizar asesinatos
contra las autoridades shogunales, feudales y extranjeros durante la década de 1860, y
que fue encarnado en el Incidente de Namamugi de 1862, en donde murió un británico; y
el surgimiento de los Cuatro Hitokiri del Bakumatsu, cuatro samurái que utilizaban el
asesinato de figuras shogunales como medio de represión. Otros hechos encendieron el
odio a los extranjeros, tales como el Bombardeo de Kagoshima de 1863, donde los
británicos se vengaron del incidente del año anterior y que causó daños al clan Satsuma.

La situación se torna más crítica con la repentina muerte del shōgun Tokugawa Iemochi en
1866 y la muerte del Emperador Kōmei en 1867. Asumirían respectivamente Tokugawa
Yoshinobu y el Emperador Meiji, en la que Yoshinobu intentó reorganizar el gobierno
restaurando al emperador preservando el liderazgo del shōgun, y que sería llamado kōbu
gattai. En 1866, los feudos disidentes de Satsuma y Chöshü poseían un mayor poder y
lograron derrotar una fuerza del shogunato que pretendía reducirlos; Yoshinobu evitó de
algún modo empeorar el conflicto y no seguir luchando, eso dio ventaja a las fuerzas de
Satsuma-Chōshū que se dirigieron a Kioto para presionar a la Corte Imperial de que
emitiera un edicto que dejara sin efecto al shogunato.

Fotografía de varios samurái del clan Satsuma, rivales acérrimos del shogunato Tokugawa
durante la Guerra Boshin. Sería la última guerra japonesa en donde los samurái tendrían
participación, siendo reemplazados por el ejército regular durante la Restauración Meiji.
Fotografía de Felice Beato.

Poco después se realizó una conferencia con los daimyō, y la Corte Imperial promulgaría
un edicto que removía el poder del shogunato a finales de 1867. No obstante los líderes
de Satsuma y Chōshū, junto con otros extremistas decidieron rebelarse y tomar el Palacio
Imperial y anunciar el inicio de la restauración el 3 de enero de 1868.

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Yoshinobu no tuvo más que aceptar el edicto y renunciar como shōgun, suceso que acaba
con un gobierno autoritario que dominó Japón por más de 260 años. Aun así, temiendo
que los aliados del clan Tokugawa intentaran consolidar el poder del shogunato, las
fuerzas de Satsuma, Tosa y Chōshū declaran la Guerra Boshin, que tendría una duración
de 16 meses y terminaría en mayo de 1869, donde poco a poco las fuerzas anti-
shogunales e imperiales forzarían la rendición de la ciudad de Edo y del arresto de
Yoshinobu; motivando el traslado de las fuerzas shogunales hacia la isla de Hokkaidō,
liderado por el Almirante Enomoto Takeaki, quien instauró la efímera República de Ezo a
finales de 1868 y mediados de 1869.

En junio de 1869, los últimos remanentes de las fuerzas leales al shogunato Tokugawa
fueron vencidos y así se consolidó de manera absoluta la Restauración Meiji en toda la
nación, que aboliría para siempre los feudos, haría desaparecer los samurái en Japón,
iniciando un proceso de expansión y modernización de parte del Emperador Meiji, quien
ahora tenía el poder absoluto en el país y cambiaría el nombre a Imperio de Japón.

Un hatamoto (旗本?) era un samurái al servicio directo del shogunato Tokugawa en


Japón. Mientras que los tres shogunatos de la historia de Japón tenían sirvientes oficiales,
en los dos anteriores eran referidos como gokenin. Sin embargo, durante el periodo Edo
los hatamoto eran los sirvientes de mayor rango de la casa Tokugawa,1 mientras que los
gokenin eran los de menor rango. No existía una diferencia clara entre los dos en términos
de ingresos, pero los hatamoto tenían derecho a solicitar una audiencia directa con el
shogun mientras que los gokenin no.2 La palabra hatamoto significa literalmente “en la
base de la bandera”, por lo que comúnmente se traduce como “abanderado” Otro
término que se utilizó en el periodo Edo para los hatamoto era jikisan hatamoto (直参旗
本?), el cual se tomaba como “hatamoto directo del shogunato”, lo cual servía para
diferenciarlos entre la generación pasada de hatamoto que servían a varios señores.

A pesar del estado de guerra, en este período se desarrollaron muchos elementos


característicos de la cultura japonesa, tales como la arquitectura, pintura, canto y poesía.
El tercer shōgun, Yoshimitsu, fue un gran impulsor de las artes y durante su reinado surgió
la cultura Kitayama que se extendió durante la segunda mitad del siglo XIV y comienzos
del siglo XV. En este período nació el drama nō y kyōgen y el propio shōgun ordenó la
construcción del Kinkaku-ji (金閣寺? Templo del Pabellón Dorado).68 71 Posteriormente,

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en la segunda mitad del siglo XV, el octavo shōgun, Yoshimasa, promovió la cultura
Higashiyama,72 en la que el budismo zen y la estética wabi-sabi influyeron en la
armonización cultural entre la Corte Imperial y la clase samurái, y el florecimiento de
expresiones artísticas como la ceremonia japonesa del té, el ikebana, el kōdō, y el renga,
entre otros.71

Durante la etapa final del período Sengoku se produjo el arribo de los primeros europeos
a Japón. Ocurrió en 1543, cuando un barco con portugueses a bordo naufragó en las
costas de la isla de Tanegashima (al sur de Kyushu) y en dicho barco existían armas de
fuego, que serían las primeras en ser introducidas a Japón. Posteriormente en 1549 el
jesuita español Francisco Javier llegó a Kyushu y comenzó a propagar el cristianismo en
Japón.71 Durante los años siguientes, comerciantes portugueses, holandeses, ingleses y
españoles llegaron a Japón, al igual que misioneros jesuitas, franciscanos y dominicos. Los
japoneses consideraron a los visitantes europeos como los nanban (南蛮? «bárbaros del
sur») debido a que llegaban a Japón desde esa dirección, mientras que los europeos
consideraron a los japoneses como una sociedad feudal compleja, con una gran
urbanización del país y una sofisticada tecnología pre-industrial.

Las armas de fuego traídas por los portugueses fueron la mayor innovación durante el
período, ya que se comenzaron a producir armas de fuego en muchas zonas de Japón y
fue un factor decisivo el uso de arcabuces en la batalla de Nagashino en 1575. El
cristianismo se propagó muy rápidamente, sobre todo en el oeste, e incluía la conversión
de algunos daimyos.71 No obstante, las autoridades japonesas eventualmente
consideraron el cristianismo como una amenaza que podía desencadenar una posible
conquista europea de Japón, por lo que prohibieron con violencia su práctica y
progresivamente cortaron los vínculos comerciales con el resto del mundo (excepto China
y Países Bajos) a comienzos del período Edo.

Francisco de Jaso y Azpilicueta, más conocido como Francisco de Javier o Francés de Jaso
(* 7 de abril de 1506 –† 3 de diciembre de 1552) fue un religioso y misionero navarro de la
Compañía de Jesús nacido en el Castillo de los Jaso (Javier, Reino de Navarra) y fallecido
en la isla Shangchuan (China). Fue canonizado por la Iglesia católica con el nombre de san
Francisco Javier.1

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Francisco de Javier fue un relevante misionero jesuita, miembro del grupo precursor de la
Compañía de Jesús y estrecho colaborador de su fundador, Ignacio de Loyola. Destacó por
sus misiones que se desarrollaron en el oriente asiático y en el Japón. Recibió el sobre
nombre de Apóstol de las Indias.

Cosme de Torres, S.J. (n. 1510, Valencia - † 2 de octubre de 1570, Amakusa, isla de la
prefectura de Kumamoto actual, Japón). Jesuita español del siglo XVI. Fue uno de los
jesuitas que iniciaron las misiones cristianas en Japón.

En 1510 nace en la ciudad de Valencia.

En 1549 llega a Kagoshima (Japón) con los jesuitas Francisco Javier, Juan Fernández y el
traductor Anjirō. Por eso fue uno de los primeros españoles que llegaron a Japón.

En 1563 bautiza a Omura Sumitada (Don Bartolomé), el primer daimyō convertido al


cristianismo.

En 1570 muere en Shiki, un lugar de la isla de Amakusa (en actual la villa de Reihoku,
prefectura de Kumamoto).

Los Ikkō-ikki (一向一揆?) eran bandas de campesinos granjeros, monjes, sacerdotes


sintoístas y nobles locales que se rebelaron en contra del gobierno samurái entre los
siglos XV y XVI. Todos ellos seguían las creencias del Jōdo Shinshu, una secta del
budismo que enseñaba a sus seguidores que todos eran «salvados» por la gracia de
Amida Buddha. El único líder visible fue Rennyo, el líder de la secta del Jōdo Shinshu en
Hongan-ji.

La palabra «shingon» es la pronunciación japonesa del término chino «zhēn yán»


(‘palabras verdaderas’), que a su vez es una descripción de la palabra sánscrita
«mantra» (manasa traiaté: ‘lo que libera a la mente’). El budismo shingon surgió en el
Japón durante el período Heian (794-1185), cuando el monje Kūkai fue a China, estudió
el budismo tántrico (Vajrayāna), regresó armado de textos y obras de arte y desarrolló
su propia síntesis de la práctica y doctrina esotérica, centrada en el Buda cósmico
Vairochana.

7
Saichō (最澄? La más alta claridad, 767, provincia de Ōmi - 4 de junio de 822, monte
Hiei) fue un monje budista japonés que fundó la rama japonesa de la Escuela Budista del
Tiantai, llamada Tendaishū. Su nombre póstumo es Dengyō Daishi (伝教大師?). El
Tendaishū parte del Tiantaizong chino, que difundía su conocimiento desde la cordillera
del Tiantai. El Tendaishū tenía su templo principal Enryaku-ji en la Montaña Hiei,
cercana a Kyōto.

Ordenado a la edad de 13 años, estudió en China y regresó con las enseñanzas del
budismo Tendai, el cual adopta el Sutra del Loto. A diferencia de otras sectas budistas
en Japón, esta afirma que el mundo material puede guardar significado y significancia,
que los preceptos de Buda son alcanzables para todos y no solamente para algunos
elegidos.

Saichō gozó del favor del gobierno pero a veces se ganó la enemistad de los líderes de
otras sectas budistas japonesas. El monasterio que construyó en el monte Hiei se
convirtió en uno de los más grandes centros de aprendizaje budista.

La guerra de Ōnin o rebelión de Ōnin (応仁の乱 Ōnin no Ran?) (1467–1477) fue una
contienda civil ocurrida en el centro de Japón que destruyó los remanentes de la
autoridad gubernamental e indujo a un siglo de conflictos armados. Este conflicto se
desencadenó por la disputa entre Hosokawa Katsumoto y Yamana Sōzen, que devino en
una guerra nacional que involucró al shogunato Ashikaga y a los más poderosos daimyos
del período Muromachi.

Esta guerra desembocó en lo que conocemos como Sengoku jidai, "la era de los estados
combatientes". Esta época fue larga, salpicada de luchas por la dominación bajo un solo
daimyo, provocando un conflicto masivo entre varios clanes para tomar la totalidad de
Japón.

Fue durante este período, difícil e inestable, que surgieron las personalidades que serían
consideradas, más tarde, los tres más grandes daimyos del período Sengoku, y, que,

8
eventualmente reunificarían al archipiélago nipón; fueron Oda Nobunaga, Toyotomi
Hideyoshi, y Tokugawa Ieyasu.

Los 26 mártires de Japón (日本二十六聖人 Nihon Nijūroku Seijin?) fue un grupo de


cristianos ejecutados mediante crucifixión el 5 de febrero del año 1597 en Nagasaki,
Japón. La ejecución se llevó a cabo por orden de Toyotomi Hideyoshi1 en el marco de la
persecución del cristianismo promovida durante su gobierno, con objeto de granjearse
el favor de las sectas budistas y evitar la influencia de las potencias extranjeras en la
política interior. 2 Los ejecutados fueron beatificados en 1627 y canonizados en 1862.

En 1587 se dicta el primer edicto de persecución contra los cristianos a instancia del
bonzo Nichijoshonin.5

En 1597 el Taikō Toyotomi Hideyoshi condenó a muerte a veintiséis cristianos que


fueron ejecutados el 5 de febrero de ese año. Los cristianos fueron atados sobre cruces,
fueron elevados en lo alto de una colina de Nagasaki y fueron lanceados. Los cristianos
ejecutados fueron conocidos como los 26 mártires de Japón:

Soy japonés y hermano jesuita y no he cometido ningún crimen pero muero sólo por
haber predicado la religión de Jesucristo, Nuestro Señor. Siento gran regocijo de morir
por esta causa. Para mí es una gran bendición. Puedo garantizar y afirmar que el único
modo de salvación es a través del camino cristiano.

Pablo Miki

Luego de 1597 y hasta 1614, los casos de martirio fueron escasos, 70 en total. En ese año
el shōgun Tokugawa Ieyasu a instancias de William Adams decide expulsar a los jesuitas.

Se calcula que durante el inicio del siglo XVII al menos 5.500 cristianos fueron
asesinados.6

9
En 1614, el gobernador español de Filipinas le ofreció al daimyō cristiano Takayama
Ukon asistencia militar para derrocar al gobierno japonés, pero Ukon se negó.7

En 1622 se produjo otro martirio de cristianos conocido como el Gran Martirio de


Nagasaki.8

La rebelión estalló en 1637 y uno de los líderes fue el adolescente cristiano Amakusa
Shirō. Cerca de 37.000 rebeldes fueron muertos durante los combates, la mayoría de
ellos cristianos.

Cincuenta y cinco personas de todas las edades y de ambos sexos fueron quemados
vivos en el cauce seco del Río Kamo en Kioto, entre ellos había un niño de cinco o seis
años en los brazos de su madre, llorando e implorando, "¡Jesús, recibe sus almas!"

Richard Cocks, comerciante inglés, octubre de 1619

La Rebelión de Shimabara (島原の乱 Shimabara no ran?) fue un levantamiento armado


de campesinos japoneses, principalmente cristianos, en el periodo Edo. Fue una de las
pocas revueltas importantes durante el relativamente pacífico shogunato Tokugawa.2
1637

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