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Intervención Psicosocial, 2002, Vol. 11 N.° 3 - Págs.

277-287

DOSSIER

Los problemas ambientales como objeto de


conocimiento científico y escenarios de intervención
psicosocial
Environmental problems as object of scientific
knowledge and settings of psychosocial
intervention

Beatriz CORTÉS*
Juan Ignacio ARAGONÉS**
María AMÉRIGO*
Verónica SEVILLANO**

RESUMEN
Múltiples y complejos son los procesos implicados en el progresivo deterioro del medio
ambiente que comprometen la degradación de la biosfera, el bienestar de la población, el
agotamiento de los recursos... Múltiples son también las voces que denuncian los mecanis -
mos sociales subyacentes y demandan nuevas formas de percibir, pensar, actuar y trans -
formar la sociedad. Desde la Psicología Ambiental, y a lo largo de la última década, se han
revisado los presupuestos epistemológicos del paradigma científico dominante, y contrasta -
do las creencias y valores del paradigma social actualmente prevalente con la estructura
de un emergente "Nuevo Paradigma Ambiental". En este trabajo se asume el progresivo
cambio paradigmático que va del “problema objetivamente definido” al “problema social -
mente construido”, se invita a volver la mirada sobre los problemas ambientales para ana -
lizarlos en términos de relaciones, procesos y contextos. Un problema ambiental asume
entonces formas diferentes en función de las dimensiones espacio-temporales implicadas,
las perspectivas de análisis (marcos de referencia o encuadres) y las modalidades de
actuación.

*
Departamento de Psicología. Universidad de Castilla-La Mancha.
** Facultad de Psicología. Universidad Complutense de Madrid.

INTER VENCION 111


PSICOSOCIAL
PALABRAS CLAVE
Problemas ambientales, ambientalismo, creencias y valores medioambientales,

ABSTRACT
Numerous and complex are the processes related on the gradual damage of the environ -
ment which commit the biosphere degradation, welfare of population, natural resources
depletion… Numerous are also the voices proclaiming the underlying social devices and
demanding new ways of perceiving, thinking, acting and transforming society. From Envi -
ronmental Psychology and during the last decade, epistemological bases of the dominant
scientific paradigm have been revised during the values and believes of the present social
paradigm have been contrasted to the structure of an emergent “New Environmental Para -
digm”. In this work we assume the progressive paradigmatic change going from the “objec -
tive definition of the environmental problem” to the “social construction of the environmen -
tal problem”, inviting to turn one’s look to the environmental problems in order to analyse
them in terms of relations, processes and contexts. The environmental problem assumes
then different ways depending on time-spatial dimensions, analysis approaches (reference
frameworks or background) and acting ways.

KEY WORDS
Environmental problems, environmentalism, environmental beliefs and values.

ACERCA DE LA CONSTRUCCIÓN distintas creencias sobre las relaciones


SOCIAL DE LOS PROBLEMAS naturaleza-cultura, y cuyo momento de
AMBIENTALES aparición está marcado por el antes y el
después de la Revolución Industrial. Alt-
El proceso de definición y delimitación man y Chemers (1980), por ejemplo,
de campos de investigación psicosocial señalan una visión del ser humano
exige la comprensión de cómo se cons- dependiente de la naturaleza, previa a la
truyen socialmente los problemas, y Revolución Industrial; una relación de
cómo se expresa en lenguaje simbólico la dominio vinculada a la Revolución indus-
singular y multidimensional relación entre trial y tecnológica; y una visión más
las personas y su mundo. El entor- no acorde con los tiempos actuales en la que
natural, concretamente, ha sido con- el ser humano se integra en la naturale-
ceptualizado de diversas maneras a lo za. También desde la sociología, Castells
largo de la evolución del ser humano. La (1997) observa tres niveles similares
mayoría de los autores coinciden en cuando reconoce y postula la primacía
señalar tres perspectivas que recogen las actual de una sociedad informacional;
Los problemas ambientales como objeto de conocimiento científico y escenarios de intervención psicosocial

admitiendo que en este último nivel la ecofeminismo sugiere escuchar "las nue-
cultura ha sustituido a la naturaleza vas voces que se manifiestan sobre cómo
hasta tal punto que ésta está "reconstrui- definir los problemas ambientales." (Puy
da" como una forma cultural. y Romero, 1996, p. 298). La intercone-
xión de estas dimensiones de análisis de
En definitiva, dependencia, domina - la Naturaleza y la movilización social que
ción e integración serían los contenidos las acompaña lleva a los analistas
fundamentales que han protagonizado ambientales a demandar un modo de
las relaciones entre el ser humano y su pensar holístico, reñido quizá con el
medio ambiente natural. Aunque en la abordaje atomizador del medio ambiente
actualidad se podría afirmar que la ten- que habitualmente realiza la ciencia.
dencia es a considerar al ser humano
como integrado en la naturaleza, lo cierto Todos estos elementos inducen a pre-
es que todavía se está lejos de alcanzar guntar cuál es la aportación que puede
una visión de plena integración. Este ofrecer la investigación psicosocial al
momento histórico, en el que la tecnolo- estudio de los problemas medioambien-
gía reduce el espacio y el tiempo, exhibe, tales; interrogante difícil de responder
a través de los medios de comunicación, porque esta cuestión, por su propia
un escenario mundial interdependiente y "naturaleza", exige múltiples niveles de
desequilibrado. Las acciones y decisiones análisis y abordajes multidisciplinares.
tecnológicas y económicas influyen en Al prologar un número monográfico
todos los ámbitos de la actividad humana sobre ambientalismo publicado por el
traspasando las fronteras nacionales. Los Journal of Social Issues, Zelezny y Schultz
efectos negativos en el medio ambiente (2000) lo inscriben en el contexto de una
así lo ilustran: la deforestación y la preocupación sobre las cuestio- nes
desertificación, el efecto invernadero, la medioambientales que se remonta, en
contaminación de mares y océanos son la mencionada publicación, a la déca- da
algunas de sus más alarmantes manifes- de los sesenta. La mirada retrospecti- va
taciones. Junto al uso desconsiderado de ofrecida por estos autores permite
los recursos naturales también se hace postular la sucesión de tres perspectivas
patente el desequilibrio entre países ricos diferentes en la teorización psicosocial
y pobres, las diferencias sociales entre sobre los problemas ambientales. La pri-
ricos y excluidos dentro de cada país. La mera, centrada en la influencia del
mayoría de los informes internacionales ambiente físico (tanto natural como cons-
evidencian que los países menos desarro- truido) sobre la conducta, habría queda-
llados son los que más padecen las con- do reflejada en el número editado por
secuencias negativas de la globalización. Kates y Wohwill en el año 1966. La
(Al Mufti, 1996). segunda, representada por los volúmenes
editados por Seligman y Becker (1981) y
En el análisis del deterioro de la natu- Seligman y Syme (1989) enfoca, por el
raleza se imbrican dimensiones como contrario, la influencia de la conducta
globalización, pobreza y exclusión social, sobre el ambiente natural y sugiere
tecnología y seguridad; se incorporan al estrategias para modificar el comporta-
concepto de desarrollo las nociones de miento humano. La tercera habría
sostenibilidad y, últimamente, de desa- comenzado a fraguarse en la década de
rrollo humano que modifican su sentido los 90 con los números de Clayton y
original. Se fortalecen, además, los movi- Opotow (1994) y McKenzie-Mohr y
mientos sociales de lucha por la paz y de Oskamp (1995), a partir de la introduc-
lucha por la integridad del medio ción de temas transversales a la proble-
ambiente (Milbrath, 1990); mientras, el mática ambiental como la "justicia verde"
y el desarrollo sostenible; y alcanzaría su que generaliza el sentido de empatía a
mayor expresión en dicho volumen del año generaciones futuras y otras especies.
2000, en el que explícitamente se confía en Algunos consideran que esta visión que
los esfuerzos colectivos trans- propone el NPA es algo más que un nuevo
disciplinares para la promoción del sistema de creencias; Milbrath (1986)
ambientalismo. afirma que se está ante una ideo- logía
emergente, de ahí la opción por el término
La complejidad se vislumbra no sólo paradigma.
en el escenario ambiental global sino
también en las perspectivas de investiga- En oposición a esta visión emergente
ción de sus problemas. Ante esta gran claramente integradora del ser humano
dificultad sólo se puede tratar de proyec- en la naturaleza y cuestionadora de la
tar un haz de luz con el conjunto de asepsia científica, aún permanece la visión
reflexiones que se hacen a continuación: a) dominadora heredada de la revolu- ción
la encrucijada del (des)orden socioam- industrial y tecnológica, y funda- mentada
biental, la asepsia científica y las luchas por la creencia de que el ser humano está
de poder; b) las complejas cuestiones de al margen de las leyes naturales. La
carácter conceptual y metodológico que misma ha sido caracteriza- da por Catton
suscita la investigación psico(socio)- y Dunlap (1980) como “paradigma de la
ambiental; c) una aproximación utópica a Excepcionalidad Huma- na”; y aunque no
los nuevos desafíos que afronta la inves- sería sostenida prácti- camente por nadie
tigación psicosocial de los problemas en una sociedad industrializada -al menos
ambientales y d) en qué medida es posi- a una escala individual- (Milbrath, 1990),
ble una intervención desde estos plantea- lo cierto es que analizando cómo
mientos. evoluciona la crisis medioambiental del
planeta y las solucio- nes que se están
tomando para atajarla, la conclusión es
ENCRUCIJADA DEL (DES)ORDEN que constituye la políti- ca oficial de
SOCIOAMBIENTAL, LA ASEPSIA muchos países. De hecho, forma parte de
CIENTÍFICA Y LAS LUCHAS DE PODER lo que se ha denominado Paradigma Social
Dominante (PSD).
Según se indicó con anterioridad,
pareciera que el momento actual consti- Estos paradigmas sobre las relaciones
tuye una transición entre dos visiones entre el ser humano y su entorno natu-
diferentes -casi opuestas- en la conside- ral, han sido operativizados a través de
ración de las relaciones entre el ser diversos trabajos empíricos (por ejemplo,
humano y la naturaleza. La crisis medio- la escala del “Nuevo Paradigma Ambien-
ambiental de la que empiezan a tomar tal” de Dunlap y Van Liere, 1978). Más
conciencia las sociedades de los países recientemente, Dunlap, Van Liere, Mertig
industrializados a principios de 1960, y Jones (2000) modifican el instrumento
desemboca en una visión ecológica de original y lo denominan “Escala del Nuevo
dichas relaciones que ha sido denomina- Paradigma Ecológico”, calificativo más
da Nuevo Paradigma Ambiental (NPA) acorde con la modalidad de aproxi- mación
(Dunlap y Van Liere, 1978). Tres son los actual a la problemática ambien- tal. Por
aspectos sobre los que se centra este sis- otra parte, este mismo grupo de trabajo
tema de creencias alternativo: el deseo de concluye que las creencias y valo- res
planificar y actuar cuidadosamente para tradicionales que constituyen el PSD
no alterar el “equilibrio” natural, la exis- suponen importantes fuentes de oposi-
tencia de límites al crecimiento humano ción a la protección del medio ambiente.
y una alta valoración de la naturaleza No obstante, a escala individual, hay

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PSICOSOCIAL
muchas personas que, aún adhiriéndose ral, cerebral-psíquica) de la realidad
al PSD, hacen esfuerzos por proteger el humana, e impiden igualmente concebir
ambiente. Esta misma opinión es com- la relación de implicación y a la vez de
partida por Milbrath (1986) quien afirma separación entre el hombre y la naturale-
que la mayoría de la gente no constituye za.” (Morin, 2001, pp. 33-34) Un paradig-
“tipos puros” en su pertenencia a uno u ma complejo que involucre implicación,
otro paradigma, sino que existen tipolo- distinción y conjunción, es decir, recono-
gías mezcladas. cimiento del arraigo terrenal y biosférico
junto con cierto desarraigo (o extrañeza)
Estas visiones enfrentadas con respec- debido a las características propias de la
to a la relación ser humano-medio humanidad (mente, cultura, religiones...)
ambiente, también han sido operativiza- parece ser ajeno aún a la cultura científi-
das a través de términos como ecocen- ca. (Morin, Ciurana y Motta, 2002)
trismo frente a antropocentrismo. Thom-
pson y Barton (1994) afirman que la gente
que realiza comportamientos pro- INTERPELACIÓN CONCEPTUAL Y
ambientales puede esconder razones METODOLÓGICA A LA
muy diferentes para desarrollarlos: bien OPERACIONALIZACIÓN DE LOS
por amor a la naturaleza como un bien PROBLEMAS AMBIENTALES Y EL
en sí mismo (orientación ecocéntrica) o AMBIENTALISMO
bien porque el entorno natural es una
fuente de recursos que procura la calidad La operacionalización de los proble-
y el bienestar humano (orientación antro- mas ambientales no resulta una tarea
pocéntrica). Ambas orientaciones coinci- fácil. Así, por ejemplo, ya en 1981 Van
den en sus presupuestos básicos con las Liere y Dunlap demandaban, desde la
visiones que ofrecen el NPA y el PSD, res - sociología ambiental, estudios sobre acti-
pectivamente y, al mismo tiempo, expli- tudes hacia distintos tópicos ambientales
carían por qué puede haber acciones que permitieran evaluar la consistencia
conducentes a la protección del medio de resultados con los ya obtenidos en
ambiente en personas que se adhieren relación con contaminación y recursos
claramente a uno u otro paradigma. naturales. Reclamaban la delimitación
Aunque la protección del medio del concepto de preocupación ambiental,
ambiente no puede ser considerada como pero también un análisis de la probable
patrimonio exclusivo de una u otra visión, evolución de dicha preocupación a través
lo que sí parece claro es que cada vez es del tiempo y acaso la progresiva integra-
más frecuente el enfrentamiento entre ción de nuevas dimensiones en una
ambas visiones, lo que apoya la idea amplia visión ecológica del mundo.
comentada anteriormente sobre la Advertían, asimismo, de la dificultad
transición de una visión dominadora a implícita en la frecuente adhesión a pro-
una integradora en la relación ser huma- cedimientos que evalúan problemas
no-medio ambiente. Cabría quizá añadir ambientales en general, pero pueden
que dichas visiones se presentan como encubrir la interpretación que los sujetos
opuestas, pero tienen en común –desde realizan de problemas específicos. Tam-
una epistemología de la complejidad- su bién Krause (1993), ha señalado las difi-
carácter simplificador que se traduce cultades metodológicas asociadas a la
bien en reducción de lo humano a lo medición de la conciencia ambiental;
natural, bien en disyunción entre dichos pese al probable solapamiento concep-
términos. “Ambos paradigmas impiden tual, lo que no puede soslayarse es que
concebir la unidualidad (natural-cultu- la noción environmental concer n (preocu-
pación medioambiental) es sustituida en
su investigación por environmental awa - Tales afirmaciones parecen reducir las
reness y environmental consciousness posibilidades de análisis al estrecho mar-
(conciencia medio-ambiental). gen de la perspectiva socio-cognitiva,
ahogan la consideración del sí mismo
Si efectivamente –como afirma Krause eludiendo la riqueza conceptual que en
y a pesar de la ambigüedad de la noción torno a dicho concepto ha elaborado el
de ambientalismo, ésta se ha convertido interaccionismo simbólico. Es decir, pos-
en la actualidad en una característica turas como la de Schultz no sólo minan
personal deseable, no es de extrañar que la confianza en los esfuerzos colectivos
la investigación conecte con el estudio de transdisciplinares para la promoción del
los valores en su doble función social: ambientalismo, sino que eluden la crítica
cognitiva (en tanto organizadora de la a las relaciones de dependencia, ideológi-
realidad social) y normativa (estipulando camente fijadas, que se incorpora al dis-
los comportamientos socialmente válidos, curso ambiental en los 90.
la realidad social institucionalizada). Ya
en 1993, y reconociendo la ausencia de
modelos psicosociales integradores, Stern, UNA APROXIMACIÓN UTÓPICA A LOS
Dietz y Kalof (1993) han expandi- do la NUEVOS DESAFIOS QUE AFRONTA LA
teoría de "influencia normativa" INVESTIGACIÓN PSICOSOCIAL DE LOS
desarrollada por Schwartz, y han pro- PROBLEMAS AMBIENTALES
puesto la consideración de tres orienta-
ciones de valor vinculadas a la preocupa- El rápido recorrido que se ha hecho a
ción medioambiental (y particularmente lo largo de las páginas anteriores sobre la
relevantes en las concepciones occidenta- problemática medioambiental desde las
les): egoísta, altruista y biosférica. ciencias sociales, especialmente desde la
Partiendo del supuesto de que dicha sociología y la psicología ambiental, no
preocupación está ligada a la noción de deja duda de que se está ante un campo
sí mismo, y al grado en que las personas de estudio de carácter pluriparadigmáti-
se autodefinen como independientes, co. El “ambientalismo” se aborda desde
interdependientes con otras personas o el nivel de análisis individual al social y
interdependientes con todos los elemen- se contemplan diferentes variables
tos vivientes, Schultz integra la aporta- moduladoras según el objetivo específico
ción antes mencionada con estudios sobre de estudio que se trate. Al mismo tiempo,
altruismo y empatía. Confirma las se observa el carácter transversal al afec-
orientaciones de valor en cuestión a tra- tar a otras grandes cuestiones de la
vés del análisis factorial de los ítems de sociedad actual.
un cuestionario, y un diseño experimen- Por tanto, parece que es una tarea
tal que las manipula en condiciones de utópica abordar el “ambientalismo” en su
adopción de perspectivas. Sin embargo, totalidad tanto en la “cabeza” de las per-
reconoce que su aproximación no mide sonas cómo en el “discurso social”. Exis-
valores, sino específicas actitudes hacia ten numerosas diferencias para hallar
objetos; y aunque reconoce cierta simili- posiciones de encuentro en la investiga-
tud entre su perspectiva -que incluye la ción; desde las diversas formas de enten-
consideración de la naturaleza dentro de der el concepto, hasta supuestos ideoló-
la representación cognitiva del sí mismo- gicos y epistemológicos de partida de
y el NPA, afirma que éste "es más socioló- análisis de los científicos sociales. Esta
gico que psicológico" en la medida en que situación supone, inevitablemente, asu-
explora las relaciones entre los "huma- mir un fuerte nivel de reduccionismo
nos" y el medio ambiente natural. habida cuenta que se hace necesario
(Schultz, 2000, p. 402)
establecer unas coordenadas restrictivas El planteamiento que se acaba de
a la hora de hacer las elaboraciones teó- hacer pretende ser un primer paso para
ricas y empírica. poner un cierto orden en este campo, cada
En la figura 1 se trata de expresar de día más complejo, y favorecer que la
forma sintética los elementos más rele- investigación empírica, fundamentalmen-
vantes en el estudio del problema te, desde la perspectiva actitudinal no
ambiental. Desde definirlo y contextuali- sea una simple réplica de modelos en los
zarlo hasta aproximarse a él desde dos que se estudian dimensiones empíricas
perspectivas diferentes. Una se sitúa subyacentes a la actitud y el papel
dentro del análisis conceptual de carác- modulador de otras variables, olvidando
ter sociológico o psicosocial, donde se cómo el contexto sitúa al problema
puede ver como diferentes discursos – ambiental en unas coordenadas espacio-
NPA, PSD, ecocentrismo-antropocentris- temporales y cómo las perspectivas de
mo, valores, movimientos sociales, etc., análisis configuran diferentes contenidos
lo contemplan, lo definen y modulan- del discurso del individuo o de la socie-
sobre estas perspectivas se ha publicado dad. Ambos contexto y perspectivas son
un número monográfico en la revista elementos indispensables para entender
Estudios de Psicología (2001) que recoge lo que se puede denominar problema
varias investigaciones españolas-. La otra ambiental desde la investigación psicoso-
perspectiva se refiere al tipo de actuación cial.
- conservacionista, movilización comuni-
taria, contracultural, salvar el planeta y
política verde (Castells, 1998) - a donde PROBLEMAS AMBIENTALES E
se dirigen las energías a favor del INTERVENCIÓN PSICOSOCIAL
ambientalismo.
La intervención sobre los problemas
ambientales ha tenido diferentes tradicio- en los treinta años que se lleva trabajan-
nes, desde la modificación de conducta, do permite fijar al menos algunas direc-
el cambio de actitudes, hasta la genérica trices de por dónde debe discurrir la
educación ambiental. El éxito de inter- intervención psicosocial.
vención de cada uno de estos enfoques
ha sido desigual y se ha aplicado con El debate de los apartados anteriores
diferente nivel de rigurosidad. concluye en una forma de aproximarse a
los problemas ambientales centrada fun-
Los programas de intervención am- damentalmente en tres puntos de aten-
biental desde la perspectiva conductual ción que deben ser tenidos en cuenta en
han cosechado un interesante éxito a el momento de realizar una intervención.
pesar de sus limitaciones tal y como vie-
nen recogidos en monografías como las En primer término, se trata de contex-
de Corral Verdugo (2001) o Geller, Winett tualizar el problema ambiental sobre el
y Everet (1982). No obstante, los intentos que se pretende intervenir. Para ello debe
de encontrar variables intervinientes que ser entendido como si de un problema
expliquen el deseado comportamiento social se tratase (Cortés, Aragonés, Sevi-
proambiental han hecho que los enfo- llano y Amérigo, en prensa), aceptando
ques que alcanzaran mayor éxito en los que la experiencia ambiental está
últimos años fueran de carácter cogniti- “mediatizada” (Graumann y Kruse,
vo-afectivo. Por ello, los estudios sobre 1990), que la “toma de conciencia” se
las actitudes y después sobre los valores hace en un contexto social (Milbrath,
han sido los más abundantes en la litera- 1986), y que resulta imposible deslindar
tura, baste con ello echar mano de los actitudes y creencias ambientales de los
numerosos artículos que aparecen bajo el contextos sociales, temporales y cultura-
descriptor mayor “environmental attitu - les en los que se pretende intervenir. En
de”en la base de datos Psycinfo. Sin el momento de contextualizar el proble-
embargo, las intervenciones siguiendo ma ha de tenerse en cuenta si éste es
estos modelos deben ser realizadas con definido como una causa o como su con-
cautela habida cuenta de las lagunas que secuencia, porque es frecuente encontrar
aún no han sido resueltas por la investi- que tanto la contaminación atmosférica
gación básica. Baste recordar, para ilus- como el efecto invernadero son proble-
trar esta llamada de atención, lo que mas ambientales. Y esto es cierto, pero
señalan Berenguer, Corraliza, Martín y también lo es que responden a dos for-
Oceja (2001) tras revisar diferentes tra- mas diferentes de definir el problema.
bajos sobre este campo. Estos autores Además, debe contemplarse en qué
reconocen la ausencia de un modelo contexto espacial se presenta: local,
claro para abordar la preocupación regional o global, ya que las percepciones
ambiental, la dificultad de aceptar un de las personas varían atendiendo a esta
único criterio de qué es una actitud y los dimensión. Como señala Uzzell (2000), a
problemas que se derivan de la instru- la vez que se asume mayor responsabili-
mentación para medir estas variables dad sobre lo que sucede en el ambiente
intervinientes. próximo, se estima que los problemas
Una situación como la descrita hace ambientales producidos en este espacio
difícil la capacidad de intervención sobre son mínimos. Es decir, problemas
las cuestiones ambientales desde una ambientales más serios se perciben en
perspectiva psicosocial; sin embargo, los espacios globales y en ellos, las per-
también es cierto que la acumulación de sonas se perciben con menor responsabi-
conocimiento adquirido sobre este tema lidad y sin posibilidad de influir.
Otra dimensión que contextualiza el poder así obtener los valores que tienen
problema ambiental es el tiempo y como las múltiples dimensiones que afectan a
ponen de manifiesto Fischhoff, Slovic, la preocupación ambiental. Este enfoque
Lichtenstein, Read y Combs (1978), la hace más válida que nunca la idea del
inmediatez del riesgo percibido correla- “espacio vital” de Lewin, ya que se trata
ciona negativamente con la aceptación de definir el problema ambiental, conocer
del riesgo, lo que permite asumir que si las características y valencias de las
los problemas ambientales se consideran regiones que definen “el aquí y el ahora”,
en términos de daño a largo plazo –o lo y evaluar las características de las perso-
que Castells (1998) llama en un “tiempo nas implicadas en la acción pretendida.
glacial”- entonces es probable que la res-
ponsabilidad personal sobre el problema Otra perspectiva que tiene impacto en
sea percibida como baja. la bibliografía sobre este campo es el
desarrollo fundamentado en la teoría de
Una vez contextualizado el problema Schwartz (1970) sobre el sentimiento de
en las dimensiones espacio-temporales obligación moral, que ha llevado a Stern,
tal y como se refleja en la figura 1, es Dietz y Kalof, (1993) a diferenciar tres
necesario optar por una perspectiva de posiciones diferentes ante el medio
análisis para intervenir con arreglo a una ambiente: biosférica, altruista, y egoísta.
concepción teórico-conceptual determi- Esta visión fundamentada en la norma
nada. Hay que definir bien los objetivos puede resultar de interés en muchos
de la intervención porque cada perspecti- campos aplicados que favorezcan la apro-
va llevará a una solución diferente; se ha piación personal de una norma social.
de renunciar a la idea de una única solu-
ción. El tercer y último componente señala-
do en la figura 1 se corresponde con la
Una perspectiva de análisis frecuente perspectiva de actuación que Castells
en la literatura es la que se centra en los (1998) articula en los cinco tipos señala-
valores, creencias y actitudes que subya- dos más arriba. La capacidad de inter-
cen para entender la relación entre la vención desde los desarrollos comenta-
persona y la sociedad con el medio dos en estas páginas, queda limitada a
ambiente. Pero estas variables intervi- las perspectivas de actuación relaciona-
nientes pueden entenderse en términos das con los estudios de diagnóstico y de
de formas diferentes de ver el mundo, así colaboración en el establecimiento de
se defienden posiciones egocéntricas o programas para la conservación de la
antropocéntricas (Thompson y Burton, naturaleza o la política de los “verdes”.
1994) espiritualistas o instrumentalistas Así mismo, se puede actuar con los
(Stokols, 1990), próximas al NPA o al modelos comentados en aquellos proble-
PSD ( Dunlap y Van Liere, 1978). mas ambientales más inmediatos a los
ámbitos cotidianos de las personas.
Las numerosas posibilidades de anali-
zar el proceso pueden llevar al cliente a La capacidad de intervención propues-
demandar implícita o explícitamente un ta en este apartado no deja de ser más
enfoque determinado y, por tanto, “de- que una evaluación de las posibilidades
seado” que por lo general estará en conso- que tiene este campo, porque práctica-
nancia con una alta deseabilidad social. mente toda la investigación desarrollada
Sin embargo, para que una intervención sobre el mismo, que ha sido cuantiosa,
sea eficaz debe tener en cuenta también ha tenido un propósito básico o a lo sumo
paradigmas sociales de baja deseabilidad de diagnóstico. De esta forma, de lo que
social tales como el paradigma de la se trata en numerosas ocasiones es de
excepcionalidad humana y el PSD, para generar hábitos de consumo nue-
vos o de cambiar los establecidos, pero se ha comentado en estas páginas, la clá-
eso es una tarea ardua que desde el sica modificación de conducta y los estu-
desarrollo de los estudios sobre la preo- dios, no menos clásicos, de los dilemas
cupación ambiental poco se puede hacer, sociales permiten en la actualidad hacer
aunque es claro que a lo largo de estas intervenciones con ciertas garantías de
últimas décadas se conocen muchos lados éxito, siempre y cuando los objetivos
que hasta hace poco estaban ocul- tos. La sean asumibles por el nivel de conoci-
perspectiva cognitivo-afectiva que miento que se dispone.

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